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Introducción a las células

Introducción

Cierra los ojos e imagina una pared de ladrillos. ¿Cuál es el bloque de construcción básico de esa pared? Un

solo ladrillo, por supuesto. Al igual que un muro de ladrillo, tu cuerpo se compone de bloques de construcción

llamados células.

Afortunadamente, tus células son mucho más interesantes que los ladrillos (al igual que tú, indudablemente

eres mucho más interesante que un muro de ladrillo). Los ladrillos por lo general son rectangulares, como

cualquier otro ladrillo, mientras que las células son de muchas formas: redondas, cuadradas, con forma de

huso o de estrella. Los ladrillos generalmente se quedan inmóviles, mientras que muchos tipos de células

migran alegremente de un lugar a otro. Y, si cortas un ladrillo por la mitad, solo encontrarás más ladrillo,

mientras que si cortas una célula por la mitad (lo cual es bastante difícil dado su tamaño), hallarás un conjunto

intrincado y hermoso de estructuras especializadas que le ayudan a realizar sus funciones. Sí, las células son

bloques de construcción ¡pero son los más increíbles del mundo!

Las células realizan un gran número de funciones dentro de tu cuerpo. Por ejemplo, las células epiteliales

protegen la superficie externa del cuerpo al formar parte de la piel y también recubren las cavidades y órganos

dentro del cuerpo. Las células óseas forman los huesos que dan soporte al cuerpo. Las células del sistema

inmune combaten a las bacterias invasoras. Las células sanguíneas y la sangre transportan nutrientes y

oxígeno a todo el cuerpo y eliminan el dióxido de carbono en el proceso. Cada uno de estos tipos de células

tiene una función vital en el crecimiento, desarrollo y mantenimiento cotidiano del cuerpo.

A pesar de su enorme variedad, las células de todos los organismos —incluso si son tan diferentes como los

humanos, las cebollas y las bacterias que se muestran de izquierda a derecha en las imágenes siguientes—

comparten ciertas características fundamentales. Exploraremos dichas características con más detalle en los

siguientes artículos; en este daremos un vistazo a la teoría celular y al descubrimiento de las células.

Teoría celular

Actualmente puede parecernos obvio que, al igual que otros seres vivos, estamos hechos de células. Sin

embargo, antes del año 1600 esto no era obvio en absoluto, por la sencilla razón de que nadie había visto una

célula de cerca. Distinguir células individuales en una porción de tejido o bacterias individuales en una
muestra de líquido, requirió el desarrollo de microscopios de alta potencia, instrumentos que se usan para

ampliar los objetos que de otra manera son demasiado pequeños para ser vistos. Para saber más acerca de los

microscopios y cómo se usan actualmente en biología, lee el artículo sobre microscopía.

La primera persona que vio las células como estructuras microscópicas fue el científico inglés Robert Hooke.

De hecho, fue él quien les dio el nombre. En su libro Micrographia, utilizó el término célula para referirse a las

estructuras parecidas a cajas que observó cuando examinaba el tejido muerto de un corcho por medio de un

microscopio simple^11start superscript, 1, end superscript. Usó el término célula porque esas cajas le

recordaban las celdas de un monasterio, las habitaciones austeras en las que dormían los monjes^22start

superscript, 2, end superscript.

Sin embargo, las células que observó Hooke eran de tejido muerto y eran, en realidad, las paredes celulares

que quedan cuando las verdaderas células mueren. La primera persona que observó células vivas y en

movimiento fue Anton van Leeuwenhoek, un comerciante y fabricante de lentes holandés. En la década de

1670, inspirado por el libro de Hooke, comenzó a construir sus propios microscopios, más potentes^33start

superscript, 3, end superscript. Con ellos pudo observar organismos unicelulares vivos, como las bacterias y

los espermatozoides, a los que llamó animálculos.

A pesar del descubrimiento de la existencia de las células, le tomó bastante tiempo a los científicos darse

cuenta de que no eran un caso raro y marginal sino los bloques de construcción fundamentales de todas las

plantas, animales y seres vivos. De hecho, no fue sino hasta la década de 1830 que el botánico Matthias

Schleiden y el zoólogo Theodor Schwann propusieron una idea revolucionaria: que todas las distintas partes

de las plantas y los animales están compuestos de células y que las células pueden ser producidas por otras

células^44start superscript, 4, end superscript.

El científico alemán Rudolf Virchow ampliaría esta teoría al afirmar que todas las células deben provenir de

otras células, no solo que pueden ser producidas por ellas en las circunstancias adecuadas^{5}5start

superscript, 5, end superscript. Sin embargo, parece que en realidad le robó la idea al científico polaco Robert

Remak^{6}6start superscript, 6, end superscript.

Las ideas de estos primeros pensadores se resumen en la moderna teoría celular, la cual establece que:

1. Todos los seres vivos están compuestos de una o más células.

2. La célula es la unidad básica de la vida.


3. Las células nuevas surgen de células preexistentes.

Todo eso esta muy bien y muy lindo pero puede dejarte pensando: si todas las células provienen de células, ¿de

dónde vino la primera célula? Volveremos a ese enigma en artículos posteriores, cuando estudiemos el origen

de la vida.

Microscopía

Introducción

Si conocieras algunos biólogos celulares y les preguntaras acerca de lo que más disfrutan de su trabajo,

encontrarías que se reduce a una sola cosa: en secreto, todos son adictos a los microscopios. Al final del día, lo

que realmente aman es poder sentarse en un pequeño cuarto oscuro durante horas y observar su tipo de

célula favorito por medio de las lentes de un microscopio. Esto puede parecer extraño, pero la verdad es que

las células pueden ser muy bellas, como vitrales vivientes. Uno de mis ejemplos favoritos es la fotografía

siguiente que muestra las células en una hoja joven de Arabidopsis thaliana, una pequeña planta con flores

pariente de la mostaza.

Imagen de microscopía confocal de una hoja joven de arabidopsis, con un marcador delineando las células y

otros marcadores indicando las células jóvenes del linaje estomático (células que en última instancia darán

lugar a estomas, válvulas celulares utilizadas para intercambio gaseoso).

Esta imagen no es una simple micrografía; es una imagen fluorescente de una planta preparada de manera

especial, en la que las diferentes partes de la célula fueron marcadas con tinciones que las hacen brillar. Aun

así, este tipo de belleza y complejidad está a nuestro alrededor, seamos capaces o no de verlo.

Puedes encontrar células con patrones así de intrincados y bellos en cualquier planta que mires, desde las

rosas de tu jardín, al pasto que crece en las grietas de la acera, hasta las zanahorias que te comiste de botana.

Lo anterior no se limita a las plantas: podemos encontrar exquisitas capas de células en tu piel, en el ala de un

insecto y en cualquier otro tejido vivo que quieras ver. Nosotros, y el mundo que nos rodea, somos catedrales

hechas de células. Solo necesitamos un microscopio para poder apreciarlo.

Microscopios y lentes
Aunque las células varían de tamaño, generalmente son bastante pequeñas. Por ejemplo, el diámetro de un

glóbulo rojo humano típico es de alrededor de ocho micrometros (0.008 milímetros). Poniéndolo en contexto,

la cabeza de un alfiler es de alrededor de un milímetro de diámetro, así que pueden alinearse unos 125

glóbulos rojos a lo ancho de la cabeza del alfiler. Con algunas excepciones, las células individuales no pueden

verse a simple vista, así que los científicos deben utilizar microscopios (micro-= "pequeño"; -scopio= "ver")

para estudiarlas. Un microscopio es un instrumento que aumenta los objetos que son demasiado pequeños

para poder verlos, produciendo una imagen en la que el objeto parece más grande. La mayoría de las

fotografías de células se toman utilizando un microscopio y dichas imágenes se conocen también

como micrografías.

A partir de la definición anterior, podríamos pensar que el microscopio es solo un tipo de lupa. De hecho, las

lupas califican como microscopios y, dado que tienen un solo lente, se les llama microscopios simples. Los

instrumentos más sofisticados que visualizamos como microscopios son los microscopios compuestos, lo

que significa que tienen lentes múltiples. Debido a la manera en la que están colocados sus lentes, pueden

refractar la luz para producir una imagen mucho más grande que la de una lupa.

En un microscopio compuesto con dos lentes, el arreglo de estos tiene una consecuencia interesante: la

orientación de la imagen que ves está al revés del objeto real que estás examinando^{1}1start superscript, 1,

end superscript<. Por ejemplo, si estuvieras viendo un pedazo de periódico con la letra “e” impresa en él, la

imagen que verías a través del microscopio sería “ə”. Los microscopios compuestos más complejos no

producen una imagen invertida porque incluyen un lente adicional que vuelve a invertir la imagen a su estado

normal.

¿Cuál es la diferencia entre un microscopio básico y la potente máquina utilizada en un laboratorio de

investigación? Hay dos parámetros que son especialmente importantes en microscopía: el aumento y la

resolución.

 El aumento es una medida de qué tan grande puede un microscopio (o el conjunto de lentes en un

microscopio) hacer que parezca un objeto. Por ejemplo, los microscopios ópticos utilizados normalmente en

bachilleratos y universidades aumentan hasta 400 veces el tamaño real de un objeto. De este modo, si algo

mide 1 mm de ancho en la vida real, en la imagen microscópica sería de 400 mm de ancho.

 La resolución de un microscopio o lente es la distancia más corta a la que dos puntos pueden estar separados

y distinguirse como objetos separados. Mientras menor sea este valor, mayor será el poder de resolución del
microscopio y mejor la nitidez y el detalle de la imagen. Si dos células bacterianas estuvieran muy juntas una

de otra en una lámina, podrían verse como un solo punto borroso en un microscopio de poca resolución, pero

se verían como entidades separadas en uno de alta resolución.


[¿Qué determina el poder de resolución?]

Tanto el aumento como la resolución son importantes si quieres obtener una imagen nítida de algo muy

pequeño. Por ejemplo, si un microscopio tiene mucho aumento pero baja resolución, todo lo que obtendrás

será una versión más grande de una imagen borrosa. Los diferentes tipos de microscopios difieren en su

aumento y resolución.

Microscopio óptico

La mayoría de los microscopios para estudiantes se clasifica como microscopios ópticos. En un microscopio

óptico, la luz visible pasa a través del espécimen (la muestra biológica que estás mirando) y se curva por medio

del sistema de lentes, permitiendo al usuario ver una imagen ampliada. Una de las ventajas de la microscopía

óptica es que a menudo se puede realizar en células vivas, por lo que es posible observar a las células llevando

a cabo sus comportamientos normales (por ejemplo, migrar o dividirse) bajo el microscopio.

Un microscopio óptico, del tipo encontrado comúnmente en los laboratorios de biología de bachillerato y

universidad.

Crédito de imagen: OpenStax Biología. Modificación de obra de "GcG"/Wikimedia Commons

Los microscopios de laboratorio para estudiantes suelen ser de campo claro, lo que significa que la luz visible

pasa a través de la muestra y forma una imagen directa, sin modificaciones. Algunas formas un poco más

sofisticadas de microscopía óptica usan trucos ópticos para mejorar el contraste, lo que hace que los detalles

de las células y tejidos sean más fáciles de ver.

Otro tipo de microscopía óptica es la microscopía de fluorescencia, que se usa para obtener imágenes de

muestras que fluorescen (absorben luz de una longitud de onda y emiten otra). La luz de una longitud de onda

se usa para excitar las moléculas fluorescentes y la luz de otra longitud de onda que estas emiten se colecta y

utiliza para formar una imagen. En la mayoría de los casos, la parte de la célula o tejido que queremos ver no es

fluorescente de manera natural, por lo que debe ser marcada con una tinción fluorescente antes de ponerla al

microscopio.
La fotografía de la hoja al inicio de este artículo fue tomada usando una técnica especializada de microscopía

fluorescente llamada microscopía confocal. Un microscopio confocal usa un láser para excitar una delgada

capa de la muestra y colecta solo la luz emitida por la capa objetivo, lo que produce una imagen nítida y sin la

interferencia de las moléculas fluorescentes en las capas aledañas^{4}4start superscript, 4, end superscript.

Microscopio electrónico

Algunos tipos de microscopía óptica de vanguardia (más allá de las técnicas que acabamos de mencionar)

pueden producir imágenes de alta resolución. Sin embargo, si quieres ver algo extremadamente pequeño a una

resolución muy alta, quizás prefieras utilizar una técnica diferente y de eficacia comprobada: la microscopía

electrónica.

Los microscopios electrónicos son diferentes de los ópticos porque usan un haz de electrones en lugar de uno

de luz para generar la imagen de un espécimen. Los electrones tienen una longitud de onda mucho más corta

que la luz visible y esto hace que los microscopios electrónicos puedan obtener imágenes de mayor resolución

que los microscopios ópticos estándar. Los microscopios electrónicos pueden utilizarse para examinar células,

pero también para ver las estructuras subcelulares y los compartimientos que hay dentro de ellas.

Sin embargo, tienen una limitación: las muestras a examinar bajo un microscopio electrónico deben estar al

vacío (y generalmente requieren una preparación mediante un largo proceso de fijación), lo que significa que

no es posible observar células vivas.

Imágenes de bacterias Salmonella tomadas mediante microscopía óptica y microscopía electrónica. Puede

verse mucho más detalle en la micrografía electrónica.

En la imagen anterior, puedes comparar cómo se ven las bacterias Salmonellaen una micrografía óptica

(izquierda), con una imagen tomada con un microscopio electrónico (derecha). Las bacterias aparecen como

pequeños puntos de color morado en la imagen del microscopio óptico, mientras que en la micrografía

electrónica, puedes ver claramente su forma y la textura de su superficie, así como detalles de las células

humanas a las que tratan de invadir.

Imagen de un microscopio electrónico. Es muy grande, aproximadamente del tamaño de una estufa industrial.

Crédito de imagen: OpenStax Biología. Modificación de obra de Evan Bench


Hay dos tipos principales de microscopía electrónica. En la microscopía electrónica de barrido (MEB), un

haz de electrones se mueve hacia adelante y hacia atrás a lo largo de la superficie de una célula o tejido,

creando una detallada imagen tridimensional de la superficie. Este tipo de microscopía es la que se utilizó para

tomar la imagen de la bacteria Salmonella que se muestra arriba, a la derecha.

En cambio, en la microscopía electrónica de transmisión (MET), la muestra se corta en rebanadas

extremadamente delgadas (utilizando un cortador con filo de diamante) antes de ponerla al microscopio, y el

haz de electrones pasa a través de la muestra en lugar de barrer su superficie^55start superscript, 5, end

superscript. La MET se usa con frecuencia para obtener imágenes detalladas de las estructuras internas de las

células.

Los microscopios electrónicos, como el que aquí se muestra, son significativamente más grandes y caros que

los microscopios ópticos estándar, ¡lo cual no es de extrañar si se toma en cuenta las partículas subatómicas

que manejan!

Células procariontes

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Introducción

Tómate un momento y mírate a ti mismo. ¿Cuántos organismos ves? Tu primer pensamiento podría ser: solo

uno, tú mismo. Sin embargo, si pudieras mirar más de cerca la superficie de tu piel o dentro de tu sistema

digestivo, verías que en realidad hay muchos organismos que viven allí. ¡Así es! ¡Eres el hogar de alrededor

de 100100100 billones de células bacterianas!

Esto significa que tu cuerpo en realidad es un ecosistema. También quiere decir que tú, en alguna definición de

la palabra tú, constas en realidad de los dos tipos principales de células: procariontes y eucariontes.

Todas las células entran en alguna de estas dos grandes categorías. Solo los organismos unicelulares de los

dominios Bacteria y Archaea se clasifican como procariontes: pro significa antes de, y karyo, núcleo. Los

animales, las plantas, los hongos y los protistas son todos eucariontes —eu significa verdadero— y están

hechos de células eucariontes. Sin embargo, frecuentemente se encuentran algunos amigos procariontes

rondando por ahí, como en el caso de los que viven con nosotros los humanos.
Componentes de las células procariontes

Hay algunos ingredientes esenciales que una célula necesita para ser una célula, ya sea procariota o eucariota.

Todas las células comparten cuatro componentes fundamentales:

1. La membrana plasmática, que es una cubierta externa que separa el interior de la célula de su entorno.

2. El citoplasma, que se compone del citosol gelatinoso al interior de la célula y las estructuras celulares

suspendidas en él. En eucariontes, el citoplasma se refiere específicamente a la región que se encuentra fuera

del núcleo, pero dentro de la membrana plasmática.

3. El ADN, que es el material genético de la célula.

4. Los ribosomas, que son máquinas moleculares que sintetizan proteínas.

A pesar de estas similitudes, los procariontes y eucariontes difieren en una cantidad importante de formas.

Un procarionte es un organimso unicelular simple que carece de un núcleo y de organelos rodeados de

membrana. Hablaremos del núcleo y de los organelos rodeados de membrana en el artículo sobre células

eucariontes, pero por lo pronto lo que hay que tener en cuenta es que las células procariontes no están

divididas internamente por paredes membranosas, sino consisten de un solo espacio.

La mayor parte del \text{ADN}ADNA, D, N procarionte se encuentra en una región central de la célula

llamanda el nucleoide que típicamente se conforma de un gran bucle único conocido como el cromosoma

circular. El nucleoide y otras characterísticas frecuentemente observadas de los procariontes se muestran en

el diagrama siguiente del corte de una bacteria con forma de bastón.


Imagen de una célula procariota típica con sus partes señaladas.

La forma de las bacterias es diversa, por lo que no todas ellas tendrán las características que se muestran en el

diagrama.

Sin embargo, la mayoría de ellas está rodeada de una pared celular rígida hecha de peptidoglicano, un

polímero compuesto de carbohidratos enlazados y proteínas pequeñas. La pared celular provee una capa de

protección extra, ayuda a mantener la forma de la célula y evita la deshidratación. Muchas bacterias tienen

también una capa más externa de carbohidratos llamada cápsula. La cápsula es pegajosa y ayuda a que la

célula se adhiera a las superficies de su medio ambiente.

Algunas bacterias también tienen estructuras especializadas en la superficie celular que les pueden ayudar a

moverse, pegarse a superficies o incluso intercambiar material genético con otras bacterias. Por ejemplo,

los flagelosson estructuras parecidas a un látigo que funcionan como motores rotatorios para ayudar a las

bacterias a moverse.

Las fimbrias son estructuras numerosas que parecen pelos que se usan para la adhesión a células hospederas

y otras superficies. Las bacterias también tienen estructuras en forma de bastón llamadas pili, que existen en

diferentes variedades. Por ejemplo, algunos tipos de pili permiten a la bacteria transferir moléculas
de \text{ADN}ADNA, D, N a otras bacterias, mientras que otros están implicados en la locomoción bacteriana,

y le ayudan a la bacteria a moverse.

Las arqueas también pueden tener la mayoría de estas características en su superficie celular, pero sus

versiones generalmente son diferentes de aquellas de las bacterias. Por ejemplo, aunque las arqueas también

tienen una pared celular, esta no está compuesta de peptidoglicanos, aunque sí contiene carbohidratos y

proteínas.

Tamaño celular

Las células procariontes varían de 0.1 a 5.0 micras (μm) en diámetro y son significativamente más pequeñas

que las eucariontes, que generalmente van de 10 a 100 μm.

La siguiente figura muestra en una escala logarítmica los tamaños de células procariontes o bacterianas, y

eucariontes, vegetales y animales, así como otras moléculas y organismos. Cada unidad en la escala logarítmica

representa un incremento de 10 veces con respecto a la unidad anterior, por lo que ¡estamos hablando de

grandes diferencias en tamaño!

Gráfico que muestra, en orden, los tamaños relativos de objetos que van de los átomos a las proteínas, de los

virus a las bacterias, a las células animales, a los huevos de gallina, a los seres humanos.

Con algunas excepciones fantásticas (échale un vistazo a las algas unicelulares Caulerpa), las células deben

permanecer bastante pequeñas, sin importar si son procariontes o eucariontes. ¿Por qué? La respuesta básica
es que, conforme las células son más grandes, les es más difícil intercambiar suficientes nutrientes y desechos

con su entorno. Para entender como funciona esto, veamos la relación entre el área de la superficie y el

volumen.

Supongamos, para mantener las cosas sencillas, que tenemos una célula en forma de cubo. Algunas células

vegetales efectivamente tienen esa forma. Si la longitud de uno de sus lados es lll, el área de la superficie del

cubo será 6l^26l26, l, start superscript, 2, end superscript y el volumen, l^3l3l, start superscript, 3, end

superscript. Esto significa que a medida que lll se hace más grande, el área de la superficie aumentará

rápidamente ya que cambia con el cuadrado de lll. Sin embargo, el volumen se incrementará aún más rápido,

ya que cambia con el cubo de lll.

Por lo tanto, a medida que la célula crece, su relación entre el área superficial y el volumen disminuye. Por

ejemplo, la célula en forma de cubo que se encuentra a la izquierda tiene un volumen de 1 mm^33start

superscript, 3, end superscript y un área superficial de 6 mm^22start superscript, 2, end superscript, por lo

que la relación entre área superficial y volumen es de seis a uno; mientras que la célula de la derecha tiene un

volumen de 8 mm^33start superscript, 3, end superscript y un área superficial de 24 mm^22start superscript,

2, end superscript, con una relación tres a uno entre el área superficial y el volumen.

Imagen de dos cubos de diferentes tamaños. El cubo de la izquierda tiene lados de 1 mm, mientras que el cubo

de la derecha tiene lados de 2 mm.

La relación entre área superficial y volumen es importante porque la membrana plasmática es la interfaz entre

la célula y su entorno. Si la célula necesita absorber nutrientes, debe hacerlo a través de la membrana

plasmática y, si necesita eliminar desechos, la membrana es su única ruta.

Cada pedazo de la membrana puede intercambiar solo una cantidad determinada de una sustancia en un

periodo de tiempo dado, debido, por ejemplo, a que tiene un número limitado de canales. Si la célula crece

demasiado, su membrana no tendrá la capacidad de intercambio suficiente (área superficial, función


cuadrada) para sostener la tasa de intercambio que requiere su aumento en la actividad metabólica (volumen,

función cúbica).

El problema de la relación entre área superficial y volumen es solo una de las múltiples dificultades planteadas

por un mayor tamaño celular. Al aumentar el tamaño, el transporte de materiales dentro de las células se hace

más tardado. Estas consideraciones ponen un límite superior general al tamaño celular, en el que los

eucariontes superan a los procariontes gracias a sus características estructurales y metabólicas, las cuales

exploraremos en la siguiente sección.

Algunas células también usan trucos geométricos para evitar el problema de la relación entre área superficial y

volumen. Por ejemplo, algunas células son largas y delgadas o tienen muchas protuberancias en su superficie,

características que aumentan el área superficial en relación con su volumen^22start superscript, 2, end

superscript

Introducción a las células eucariontes

Introducción

¿Cómo sería vivir en una cabaña de una sola habitación? Bueno, probablemente las cosas serían bastante

sencillas. Comerías, dormirías, trabajarías y descansarías en un solo cuarto, lo que podría ser un poco

incómodo, ¡pero sin duda haría que la limpieza de la casa fuera muy fácil!

A veces se compara a las sencillas células procariontes de organismos como las bacterias, con las cabañas de

una sola habitación: no tienen membranas internas, así que son como un solo cuarto sin paredes que lo

dividan^11start superscript, 1, end superscript. Si extendemos esta analogía a las células eucariontes, las

complejas células que conforman a las plantas, los hongos y los animales, encontraremos que son un avance en

el mercado inmobliario.

Del mismo modo que las casas familiares están dividas en varias habitaciones con distintos propósitos

(dormitorios, baños, cocina, sala, etcétera), las células eucariontes tienen varios compartimientos con

funciones especializadas, separados claramente entre sí por capas de membrana. Esta organización permite

que cada compartimiento mantenga las condiciones internas que necesita para llevar a cabo su trabajo.

Por ejemplo, los compartimientos llamados lisosomas, que funcionan como centros de reciclaje de la célula,

deben mantener un pH ácido para descomponer los desechos celulares. De igual manera, las estructuras
conocidas como peroxisomas llevan a cabo reacciones químicas de oxidación y producen peróxido de

hidrógeno, ambos procesos podrían dañar a la célula si no se realizaran de manera segura dentro de su propia

"habitación".

La habilidad de mantener diferentes ambientes dentro de una sola célula le permite a las células eucariontes

llevar a cabo reacciones metabólicas complejas que los procariontes no pueden hacer. De hecho, esa es una de

las razones por las que las células eucariontes pueden ser mucho más grandes que las procariontes.

Células procariontes contra células eucariontes

¿Cuáles son las características principales de las células eucariontes? A diferencia de las procariontes,

las células eucariontes tienen:

1. Un núcleo limitado por una membrana, esto es, una cavidad central rodeada por membrana que alberga el

material genético de la célula.

2. Varios orgánulos limitados por membranas, compartimentos con funciones especializadas que flotan en el

citosol. (Organelo significa "órgano pequeño", y este nombre refleja que los orgánulos, como los órganos de

nuestro cuerpo, tienen funciones únicas como parte de un sistema más grande).

3. Cromosomas lineales múltiples, a diferencia del único cromosoma circular de una célula procariota.

Las células eucariontes son mucho más complejas que las procariontes. Poseen una organización fascinante de

estructuras subcelulares que juegan papeles importantes en el balance energético, el metabolismo y la

expresión génica.

En los artículos y videos siguientes, haremos un recorrido por las células eucariontes animales y vegetales en

el que exploraremos las estructuras excepcionales que poseen y la función que tiene cada una de ellas en la

vida de la célula.

¿Ya sabes qué parte de la célula quieres visitar? Utiliza la lista siguiente para ir la región que te interese:

Diagrama de una célula animal típica:


Diagrama de una célula animal con los nombres de sus componentes.

Diagrama de una célula vegetal típica:


Diagrama de una célula vegetal con sus componentes marcados.

Membrana plasmática y citoplasma

Introducción

¿Qué es una célula? Bueno, de alguna forma, es una bolsa de sustancia viscosa. La membrana, el límite exterior

de la célula, es la bolsa y el citoplasma es la sustancia viscosa.

Por supuesto, una célula es mucho más que solo una bolsa de algo viscoso. Es una unidad compleja y altamente

organizada, la unidad básica de todos los seres vivos; y la membrana plasmática y el citoplasma, en realidad

son muy sofisticados.

La membrana es una estructura delicada, formada por dos capas de lípidos y proteínas que controla lo que

entra y lo que sale de la célula. De manera similar, el citoplasma de una célula eucariota no solo consiste de

citosol —una sustancia gelatinosa compuesta de agua, iones y macromoléculas— sino también de organelos y

las proteínas estructurales que conforman el citoesqueleto, o "esqueleto de la célula".

En este artículo, veremos con más detalle la membrana plasmática y el citoplasma.


La membrana plasmática

Las células procariontes y eucariontes tienen una membrana plasmática, una capa doble de lípidos que

separa el interior de la célula del ambiente externo. Esta doble capa consta en gran parte de lípidos

especializados llamados fosfolípidos.

Un fosfolípido está compuesto de una cabeza de fosfato hidrofílica, que ama el agua, y dos colas de ácidos

grasos hidrofóbicas, que le temen al agua. Los fosfolípidos forman, por sí mismos y de manera espontánea, una

estructura de doble capa en la que las colas hidrofóbicas se dirigen hacia el centro y las cabezas hidrofílicas

quedan hacia afuera. Esta estructura de doble capa, conocida como bicapa de fosfolípidos, es

energéticamente favorable y se encuentra en muchas membranas biológicas.

[Detalle de un fosfolípido]
Phospholipid, showing hydrophilic head with phosphate group and hydrophobic fatty acid tails

Como se muestra a continuación, las proteínas también son un componente importante en la membrana

plasmática. Algunas de ellas la atraviesan completamente y funcionan como canales o receptores de señales,

mientras que otras solo están sujetas al borde. En la membrana celular también pueden encontrarse diferentes

tipos de lípidos que afectan su fluidez, como el colesterol.

Imagen de la membrana plasmática, que muestra la bicapa de fosfolípidos, las proteínas integradas y las

moléculas de colesterol. La membrana separa el espacio extracelular, al exterior de la célula, del citosol al

interior de la misma.
La membrana plasmática es la frontera entre el interior y el exterior de la célula. Como tal, controla el paso de

varias moléculas hacia adentro y hacia afuera, como azúcares, aminoácidos, iones y agua. Qué tan fácilmente

puedan atravesar la membrana depende de su tamaño y polaridad. Algunas moléculas pequeñas, no polares,

como el oxígeno, pueden pasar de manera directa a través de la región de fosfolípidos. Las moléculas más

grandes y polares (hidrofílicas), como los aminoácidos, deben cruzar la membrana por medio de canales de

proteínas, un proceso regulado por la célula. Puedes aprender más acerca del transporte celular en la

sección membranas y transporte.

El área superficial de la membrana plasmática limita el intercambio de materiales entre la célula y su medio

ambiente. Algunas células se especializan en el intercambio de nutrientes o desechos y tienen modificaciones

para aumentar el área de la membrana plasmática. Por ejemplo, las membranas de algunas células que

absoben nutrientes forman pliegues parecidos a dedos llamadas microvellocidades (microvellocidad en

singular). Las células con microvellocidades recubren el interior del intestino delgado, el órgano que absorbe

los nutrientes de la comida digerida. Las microvellocidades ayudan a las células del intestino a maximizar la

absorción de nutrientes de los alimentos al aumentar el área superficial de la membrana plasmática.

[Las microvellocidades y la enfermedad celíaca]

Diagrama y

micrografía de células intestinales, mostrando los "dedos" que sobresalen de la membrana plasmática,

llamados microvellosidades, que se encuentran en contacto con el líquido dentro del intestino.

El citoplasma

La parte de la célula conocida como citoplasma es ligeramente diferente en eucariontes y procariontes. En las

células eucariontes, que poseen núcleo, el citoplasma es todo aquello que se encuentra entre la membrana

plasmática y la envoltura nuclear. En los procariontes, que carecen de núcleo, el citoplasma es todo aquello que

se encuentra dentro de la membrana plasmática.


Un componente fundamental del citoplasma de eucariontes y procariontes es el viscoso citosol, una solución a

base de agua que contiene iones, moléculas pequeñas y macromoléculas. En los eucariontes, el citoplasma

también incluye a los organelos rodeados de membrana que se encuentran suspendidos en el citosol. El

citoesqueleto, una red de fibras que dan forma y soporte a la célula, también forma parte del citoplasma y

ayuda en la organización de los componentes celulares.

Aunque el citosol está compuesto en su mayor parte de agua, tiene una consistencia semi sólida y gelatinosa,

debido a la cantidad de proteínas suspendidas en él. El citosol contiene un rico caldo de macromoléculas y

otras moléculas orgánicas más pequeñas, como glucosa y otros azúcares simples, polisacáridos, aminoácidos,

ácidos nucleicos y ácidos grasos. También pueden encontrarse iones de sodio, potasio, calcio y otros

elementos. Muchas reacciones metabólicas, incluyendo la síntesis de proteínas, se llevan a cabo en esta parte

de la célula.

El núcleo y los ribosomas

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Introducción

Imagina que tienes una información extremadamente valiosa. Imaginemos que se trata de un plano. De hecho,

no es solo un plano para una casa o un auto, ni siquiera para un avión de combate ultra secreto. Es el plano

para un organismo entero –tú– y no solo especifica cómo construirte, sino que también proporciona

información que le permite a cada célula de tu cuerpo mantener su funcionamiento en todo momento.

¿Suena importante, verdad? Probablemente querrías mantener esa valiosa información en un lugar seguro,

quizá en una bóveda protegida donde puedas vigilarla. De hecho, eso es exactamente lo que las células

eucariontes hacen con su material genético, lo guardan en un depósito rodeado de membrana llamada núcleo.

El ADN eucariota nunca deja el núcleo, sino que se transcribe (copia) en moléculas de ARN que pueden salir de

él. En el citosol, algunos ARN se asocian con estructuras llamadas ribosomas y dirigen la síntesis de proteínas.

(Otros ARN tienen otras funciones en la célula, ya sea como componentes estructurales del ribosoma o en el

control de la actividad génica). Aquí veremos con más detalle la estructura del núcleo y los ribosomas.

El núcleo
El núcleo (en plural núcleos)

alberga el material genético de

la célula, el ADN, y es también

el lugar donde se producen los

ribosomas, las máquinas

celulares que sintetizan

proteínas. Dentro del núcleo, la

cromatina (el ADN envuelto en

proteínas que se describe más

adelante) es almacenada en una sustancia gelatinosa llamada nucleoplasma.

La envoltura nuclear rodea al nucleoplasma y está compuesta de dos capas de membrana: una externa y otra

interna. Cada una de estas membranas tiene dos capas de fosfolípidos organizadas con sus colas apuntando

hacia el centro (formando una bicapa de fosfolípidos). Existe un pequeño espacio entre las dos capas de la

envoltura nuclear, el cual está conectado de manera directa con otro orgánulo membranoso, el retículo

endoplásmico.

Los poros nucleares son pequeños canales que atraviesan la envoltura nuclear y permiten la entrada y salida

de sustancias. Cada poro esta recubierto por un conjunto de proteínas, llamado complejo de poro nuclear, que

controla qué moléculas pueden entrar o salir.

Si miras una microscopía del núcleo, notarás, según el tipo de tinción que se haya utilizado para visualizar la

célula, que hay una mancha oscura dentro de él. Esta región oscura es el nucléolo y es el sitio donde se

ensamblan los ribosomas nuevos.

Diagrama de las partes del núcleo de una célula eucariota.

Crédito de la imagen: OpenStax Biología

¿Cómo se produce un ribosoma? Algunos cromosomas tienen secciones de ADN que codifican para ARN

ribosomal, un tipo estructural de ARN que se combina con proteínas para crear un ribosoma. En el nucléolo, el

ARN ribosomal nuevo se une con proteínas para formar las subunidades del ribosoma. Las unidades recién

hechas son transportadas a través de los poros nucleares hacia el citoplasma, donde pueden hacer su trabajo.
Algunos tipos de células tienen más de un nucléolo dentro del núcleo. Por ejemplo, algunas células de ratón

tienen hasta 666 nucléolos^11start superscript, 1, end superscript. Los procariontes, que carecen de núcleo,

tampoco tienen nucléolos y sus ribosomas se ensamblan en el citosol.

[¿Cómo se relaciona el nucléolo con el cáncer?]

^{2,3}start superscript, 2, comma, 3, end superscript

Cromosomas y ADN

Ahora que ya tenemos una idea de la estructura del núcleo, veamos con más detalle la información genética

que guarda: el ADN. La mayoría del ADN de un organismo está organizado en uno o más cromosomas, cada

uno de los cuales es una cadena muy larga o un aro de ADN. Un solo cromosoma puede tener muchos genes

diferentes.

En los procariontes, el ADN normalmente está organizado en un solo cromosoma circular (un aro). En cambio,

en los eucariontes, los cromosomas son estructuras lineales (cadenas). Cada especie eucariota tiene un

número específico de cromosomas en los núcleos de las células de su cuerpo. Por ejemplo, una típica célula

del cuerpo humano tiene 464646 cromosmas, mientras que la de

una mosca de la fruta tiene 888.

Los cromosomas solo son visibles como estructuras distintivas cuando la célula está lista para dividirse.

Cuando la célula se encuentra en las fases de crecimiento y mantenimiento de su ciclo de vida, los cromosomas
parecen más bien un montón de hilos enredados. En esta forma, el ADN está accesible para las enzimas que lo

transcriben a ARN, lo que permite que se use la información genética que contiene (se exprese).

Ya sea en su forma suelta o compacta, las cadenas de ADN de los cromosomas están unidas a proteínas

estructurales, entre ellas una familia de proteínas llamadas histonas (ve la imagen siguiente). Estas proteínas

asociadas al ADN lo organizan y compactan para que pueda caber en el núcleo, y también ayudan a determinar

qué genes están activos o inactivos. El complejo formado por el ADN y sus proteínas estructurales de soporte

se denomina cromatina. Aprende más acerca del ADN, la cromatina y los cromosomas en el artículo

sobre ADN y cromosomas.

Izquierda: imagen de un cromosoma, que muestra cómo está compuesto de ADN enrollado alrededor de las

histonas y luego dispuesto en bucles y otras estructuras de orden superior. Derecha: micrografía de

cromosomas coloreados artificialmente y reorganizados.

Para darte una idea de lo importante que es empaquetar el ADN, piensa que el ADN de una célula humana

típica mediría alrededor de 222 metros de largo si pudiera extenderse en una línea recta. Esos 222 metros de

ADN entran en un pequeño núcleo cuyo diámetro es de apenas 0.0060.0060, point, 006 mm. ¡Eso es una proeza

"geométricamente equivalente a meter 404040 km (242424 millas) de un hilo extremadamente fino en una

pelota de tenis"!^44start superscript, 4, end superscript.

Ribosomas

Como se mencionó anteriormente, los ribosomas son las máquinas moleculares responsables de la síntesis de

proteínas. Un ribosoma está conformado por ARN y proteínas; cada ribosoma consiste de dos complejos

separados, conocidos como subunidades grande y pequeña. La subnunidad grande se encuentra encima de la

pequeña, con una cadena de ARN comprimida entre ambas. (Un ribosoma se parece un poco a una

hamburguesa con un bollo grande arriba y un trozo de tocino saliendo de cada lado).

En los eucariontes, los ribosomas obtienen sus órdenes para sintetizar proteínas del núcleo, donde se

transcriben segmentos del ADN (genes) para producir ARN mensajero (ARNm). Un ARNm viaja hacia el

ribosoma y este usa la información del transcrito para sintetizar una proteína con una secuencia de

aminoácidos específica. A este proceso se le conoce como traducción. Los procariontes carecen de núcleo, por
lo que sus ARNm se transcriben en el citoplasma y pueden ser traducidos de manera inmediata por los

ribosomas.

Imagen de un ribosoma con las subunidades

pequeña y grande, con un ARNm unido y una

cadena de polipéptido en producción. Se muestra

una molécula de ARNt que se une al ARNm y coloca

en posición el aminoácido apropiado para su

incorporación a la cadena.

Los ribosomas eucariontes pueden estar libres, es

decir, que flotan en el citoplasma, o adheridos al

retículo endoplásmico o a la parte exterior de la

envoltura nuclear. (En el primer diagrama de este artículo, los puntos rojos representan a los ribosomas

adheridos; el retículo endoplásmico con ribosomas adheridos se conoce como retículo endoplásmico

rugoso).

Debido a que la síntesis de proteínas es una función esencial de todas las células, los ribosomas se encuentran

en prácticamente cualquier tipo de célula de los organismos multicelulares, así como en los procariontes como

las bacterias. Sin embargo, las células eucariontes que se especializan en la producción de proteínas tienen

números particularmente grandes de ribosomas. Por ejemplo, el páncreas es responsable de producir y

secretar grandes cantidades de enzimas digestivas, por lo que las células pancreáticas que hacen estas enzimas

tienen un número inusualmente elevado de ribosomas.

El sistema endomembranoso

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Introducción

Imagina que eres una célula pancreática. Tu trabajo es secretar enzimas digestivas, las cuales viajan al

intestino delgado y ayudan a obtener los nutrientes de los alimentos. Para llevar a cabo tu trabajo, tienes que

enviar esas enzimas desde su lugar de síntesis, dentro de la célula, hasta el sitio donde ejercerá su acción, fuera

de la célula.
¿Cómo harás que esto suceda? Tras un momento de pánico en el que consideras llamar al servicio postal, te

relajas y recuerdas: ¡tengo un sistema endomembranoso!

¿Qué es el sistema endomembranoso?

El sistema endomembranoso (endo = "dentro") es un grupo de membranas y organelos en las células

eucariontes que trabajan en conjunto para modificar, empacar y transportar lípidos y proteínas. Incluye una

variedad de organelos, tales como la envoltura nuclear y los lisosomas, que probablemente ya conozcas, y el

retículo endoplásmico y aparato de Golgi, que veremos más adelante.

Aunque técnicamente no está dentro de la célula, la membrana plasmática también es parte del sistema

endomembranoso. Como veremos, la membrana plasmática interactúa con los demás organelos

endomembranosos y es el lugar donde se exportan las proteínas de secreción (como las enzimas pancreáticas

de la introducción). Nota importante: el sistema endomembranoso no incluye las mitocondrias, cloroplastos o

peroxisomas.

Echemos un vistazo a las diferentes partes del sistema endomembranoso y cómo funcionan en el transporte de

proteínas y lípidos.

El retículo endoplásmico

El retículo endoplásmico (RE) desempeña un papel clave en la modificación de proteínas y la síntesis de

lípidos. Consta de una red de túbulos membranosos y sacos aplanados. Los discos y los túbulos del RE son

huecos y el espacio en su interior se llama lumen.

RE rugoso

El retículo endoplásmico rugoso (RE rugoso) obtiene su nombre de los ribosomas adheridos a su superficie

citoplasmática. A medida que los ribosomas sintetizan proteínas, las cadenas proteicas recién formadas entran

al lumen. Algunas de ellas ingresan completamente al RE y flotan en el interior, mientras que otras se anclan a

la membrana.
Dentro del RE, las proteínas se pliegan y sufren modificaciones, tales como la adición de cadenas laterales de

carbohidrato. Estas proteínas modificadas se incorporarán a las membranas de la célula, ya sea del RE o de

otros organelos, o serán secretadas por la célula.

Si las proteínas modificadas no están destinadas a permanecer en el RE, serán empaquetadas en vesículas, o

pequeñas esferas membranosas que se usan para transporte, y luego enviadas al aparato de Golgi. El RE

rugoso también fabrica fosfolípidos para otras membranas celulares, que se transportan cuando se forma la

vesícula.

El citoesqueleto

Ir a la página de la lección

Introducción

¿Qué pasaría si alguien entrara en tu cuarto en medio de la noche y se robara tu esqueleto? Claramente es muy

poco probable que eso pase, biológicamente hablando, pero si sucediera de alguna manera, la pérdida de tu

esqueleto provocaría que tu cuerpo perdiera gran parte de su estructura. Tu forma externa cambiaría, algunos

de tus órganos internos empezarían a moverse fuera de lugar y te resultaría muy difícil caminar, hablar o

mover.

Curiosamente, esto también es válido para las células. A

menudo pensamos que las células son globos suaves y sin

estructura, pero en realidad están altamente estructuradas,

de manera muy parecida a la de nuestros propios cuerpos.

Tienen una red de filamentos conocida como citoesqueleto

(literalmente "esqueleto de la célula"), la cual no solo da

soporte a la membrana plasmática y forma a la célula, sino

que también ayuda a posicionar correctamente los

orgánulos, proporciona rieles para el transporte de

vesículas y (en muchos tipos de células) permite que la

célula se desplace.

En eucariontes hay tres tipos de fibras de proteína en el citoesqueleto: microfilamentos, filamentos

intermedios y microtúbulos. Aquí examinaremos cada tipo de filamento así como las estructuras

especializadas asociadas al citoesqueleto.


Microfilamentos

De los tres tipos de fibras de proteína del citoesqueleto, los microfilamentosson los más delgados. Tienen un

diámetro de alrededor de 7 nm y están compuestos de muchos monómeros unidos de una proteína llamada

actina, combinados en una estructura que se asemeja a una doble hélice. Debido a que están hechos de

monómeros de actina, a los microfilamentos se les conoce también como filamentos de actina. Los filamentos

de actina tienen direccionalidad, lo que significa que sus extremos tienen diferente estructura.

Filamento de actina, una estructura de doble hélice compuesta por monómeros (subunidades) de actina.

Imagen modificada de OpenStax, Biología

Los filamentos de actina tienen varias funciones importantes en la célula. Sirven como rieles para el

movimiento de una proteína motora llamada miosina, la cual también forma filamentos. Debido a su relación

con la miosina, la actina está implicada en mucha funciones celulares que requieren movimiento.

Por ejemplo, en la división celular animal, un anillo de actina y miosina pellizca la célula hasta separarla en dos

células hijas. También son muy abundantes en las células musculares, donde forman estructuras de filamentos

superpuestos llamados sarcómeros. Cuando los filamentos de actina y miosina de un sarcómero se deslizan

coordinadamente entre ellos, tus músculos se contraen.

Los filamentos de actina también sirven como pistas dentro de la célula para el transporte de cargas, como

vesículas llenas de proteínas o incluso orgánulos. Estos cargamentos son transportados por motores

individuales de miosina que "caminan" a lo largo de los haces de filamentos de actina^11start superscript, 1,

end superscript.

Los filamentos de actina pueden ensamblarse y desmontarse con rapidez, lo que les permite jugar un papel

importante en la motilidad (movimiento) celular, como el desplazamiento de los glóbulos blancos de tu

sistema inmunitario.

Por último, los filamentos de actina tienen funciones estructurales esenciales en la célula. En la mayoría de las

células animales podemos encontrar una red de filamentos de actina en la región más distal del citoplasma

celular. Esta red, que está unida a la membrana plasmática mediante proteínas conectoras especiales, le

proporciona forma y estructura a la célula^{2,3}2,3start superscript, 2, comma, 3, end superscript.


Filamentos intermedios

Los filamentos intermedios son un elemento del citoesqueleto hecho de muchas cadenas de proteínas

fibrosas entretejidas. Como su nombre sugiere, los filamentos intermedios tienen un diámetro promedio de

entre 8 y 10 nm, un tamaño intermedio entre el de los microfilamentos y el de los microtúbulos (que veremos

más adelante).

Filamentos intermedios de una célula,

formando una red que mantiene al núcleo

y otros organelos en su lugar.

Crédito de imagen: "El citoplasma y los


organelos celulares", de OpenStax College
(CC BY 3.0)

Los filamentos intermedios son de

diferentes variedades, cada una hecha de

un tipo distinto de proteína. Una proteína

que forma filamentos intermedios es la

queratina, una proteína fibrosa que se

encuentra en el cabello, las uñas y la piel.

¡Es posible que hayas visto anuncios de

champú que afirman que pueden suavizar

la queratina de tu cabello!

A diferencia de los filamentos de actina,

que pueden crecer y desmontarse con rapidez, los filamentos intermedios son más permanentes y juegan un

papel estructural esencial en la célula. Están especializados para soportar la tensión y entre sus funciones se

encuentran mantener la forma de la célula y anclar el núcleo y otros organelos en su lugar.

Microtúbulos

A pesar de lo "micro" en su nombre, los microtúbulos son los más grandes de los tres tipos de fibras

citoesqueléticas, con un diámetro aproximado de 25 nm. Un microtúbulo está hecho de proteínas tubulinas
organizadas para formar un tubo hueco, similar a un popote. Cada tubulina está compuesta de dos

subunidades: α-tubulina y β-tubulina.

Los microtúbulos, como los filamentos de actina, son estructuras dinámicas: pueden crecer y desmontarse

rápidamente mediante la adición o remoción de las proteínas tubulinas. Al igual que los filamentos de actina,

también presentan direccionalidad, lo que significa que sus dos extremos son estructuralmente diferentes. En

una célula, los microtúbulos juegan un papel estructural importante, ya que ayudan a que la célula resista las

fuerzas de compresión.

Izquierda: modelo tridimensional de un microtúbulo, mostrando que es un cilindro hueco de proteínas.

Derecha: diagrama de un microtúbulo, que muestra que está hecho de dos tipos diferentes de subunidades

(alfa y beta). Las

subunidades

forman dímeros, y

los dímeros están

conectados en un

patrón en espiral

para formar el

tubo hueco del

microtúbulo.

Crédito de la imagen: OpenStax Biología

Además de proporcionar soporte estructural, los microtúbulos tienen varias funciones más especializadas. Por

ejemplo, forman rieles para las proteínas motoras llamadas quinesinas y dineínas, las cuales transportan

vesículas y otros cargamentos en el interior de la célula^44start superscript, 4, end superscript. Durante la

división celular, los microtúbulos se organizan en una estructura llamada huso, la cual separa los cromosomas.

Flagelos, cilios y centrosomas

Los microtúbulos también son componentes clave de otras tres estructuras más especializadas de las células

eucariontes: flagelos, cilios y centrosomas. Puede que recuerdes que nuestros amigos los procariontes también
tienen flagelos que usan para moverse, pero no te confundas, el flagelo eucariota que veremos a continuación

tiene la misma función pero su estructura es muy distinta.

Los flagelos (singular flagelo) son estructuras parecidas a cabellos que se extienden desde la superficie

celular y se usan para que toda la célula se desplace, como sucede en los espermatozoides. Si una célula tiene

flagelos, generalmente es uno o unos cuantos. Los cilios (singular cilio) móviles son similares, pero más cortos

y usualmente más numerosos. Cuando las células con cilios móviles forman tejidos, el movimiento de batido de

estos ayuda a mover materiales a lo largo de la superficie del tejido. Por ejemplo, los cilios de las células de tu

sistema respiratorio superior ayudan a mover el polvo y las partículas hacia tus fosas nasales.

A pesar de su diferencia en número y tamaño, los flagelos y los cilios móviles comparten un patrón estructural

común. La mayoría de los flagelos y cilios móviles tienen 9 pares de microtúbulos organizados formando un

círculo, con un par adicional de microtúbulos al centro del anillo. Esta estructura se conoce como arreglo 9 + 2

y puedes verlo en la microscopía electrónica de la izquierda que muestra dos flagelos en corte transversal.

Micrografía electrónica de transmisión de unos flagelos en sección transversal, mostrando el arreglo 9+2 de los

microtúbulos.

Inferior: ilustración de un cilio móvil que muestra el par de microtúbulos centrales y los dobletes de

microtúbulos externos formando un círculo alrededor de los centrales, con las dineínas unidas a los dobletes.

La estructura completa está cubierta de membrana plasmática. En la base del cilio se encuentra un cuerpo

basal que también está hecho de microtúbulos.

En los flagelos y cilios móviles, las proteínas motoras llamadas dineínas se mueven a lo largo de los

microtúbulos para generar una fuerza que hace que el cilio o flagelo se mueva. Las conexiones estructurales

entre los pares de microtúbulos y la coordinación del movimiento de las dineínas permiten que la actividad de

las motoras generen un patrón de batido regular^{5,6}5,6start superscript, 5, comma, 6, end superscript.

Puede que hayas notado otra característica en el diagrama anterior: el cilio o flagelo tiene un cuerpo

basal ubicado en su base. El cuerpo basal está hecho de microtúbulos y juega un papel clave en el ensamblaje

del cilo o flagelo. Una vez que esta estructura ha sido ensamblada, también regula qué proteínas pueden entrar

o salir^77start superscript, 7, end superscript.


El cuerpo basal en realidad es un centriolo modificado^77start superscript, 7, end superscript. Un centriolo es

un cilindro de nueve tripletes de microtúbulos unidos por proteínas de soporte. Los centriolos son más

conocidos por su función en los centrosomas, estructuras que actúan como centros de organización de

microtúbulos en las células animales. Un centrosoma consiste de dos centriolos en ángulo recto entre ellos y

rodeados de una masa de "material pericentriolar", que proporciona sitios de anclaje para los

microtúbulos^88start superscript, 8, end superscript.

Imagen de un centrosoma. El centrosoma contiene dos

centriolos colocados perpendicularmente entrEl

centrosoma se duplica antes de que la célula se divida y el

par de centrosomas parece tener una función en la

organización de los microtúbulos que separan a los

cromosomas durante la división celular. Sin embargo, la

función exacta de los centriolos en este proceso no es clara

todavía. Las células a las que se les ha quitado el

centrosoma siguen siendo capaces de dividirse y las células vegetales, que carecen de centrosomas, se dividen

sin problemas.

Micrografía y diagrama del retículo endoplásmico. La micrografía muestra al RE rugoso como una serie de

pliegues de membrana que rodea el núcleo. El diagrama proporciona una representación tridimensional del RE

rugoso y del RE liso junto con el núcleo celular.

_Crédito de imagen: izquierda, "Las proteínas y el sistema endomembranoso: Figura 2" de OpenStax College,
Biología (CC BY 3.0), modificación de la obra de Lousia Howard; derecha, modificación de "Estructura de la
célula animal" de Mariana Ruiz, dominio público_

Dado que el RE rugoso ayuda a modificar las proteínas que secretará una célula, las células que secretan

grandes cantidades de enzimas u otras proteínas, como las células hepáticas, tienen mucho RE rugoso.
RE liso

El retículo endoplásmico liso (RE liso) es una continuación del RE rugoso, pero tiene pocos o ningún

ribosoma sobre su superficie citoplasmática. Las funciones del RE liso incluyen:

 La síntesis de carbohidratos, lípidos y hormonas esteroideas

 La desintoxicación de medicamentos y venenos

 El almacenamiento de iones calcio

En las células musculares, un tipo especial de RE liso llamado retículo sarcoplásmico se encarga de almacenar

los iones calcio que se requieren para desencadenar su contracción coordinada.

También hay pequeñas secciones de RE "liso" dentro del RE rugoso. Estas zonas sirven como sitios de salida

para las vesículas que se desprenden del RE rugoso y se llaman RE de transición

El aparato de Golgi

Cuando las vesículas se desprenden del RE, ¿a dónde van? Antes de llegar a su destino final, es necesario

clasificar, empacar y etiquetar los lípidos y proteínas en las vesículas de transporte para que lleguen al lugar

correcto. Estas actividades suceden en el aparato de Golgi (cuerpo de Golgi), un organelo formado de discos

membranosos aplanados.

Micrografía del aparato de Golgi

que muestra una serie de discos

membranosos aplanados en

sección transversal
El lado receptor del aparato de Golgi se llama la cara cis, y el lado opuesto se llama la cara trans. Las vesículas

de transporte que provienen del RE, viajan a la cara cis, se fusionan con ella y vacían su contenido en el lumen

del aparato de Golgi.

A medida que las proteínas y lípidos viajan a través del Golgi, pueden sufrir modificaciones adicionales. Se

pueden agregar o eliminar cadenas cortas de azúcares o agregar grupos fosfato a manera de etiqueta. En el

diagrama se muestra el procesamiento de carbohidratos como la adición o pérdida de ramificaciones en el

grupo carbohidrato de color púrpura unido a la proteína.

Imagen que muestra el transporte de una

proteína desde la membrana del RE rugoso, a

través del Golgi, hasta la membrana plasmática.

La proteína es modificada inicialmente por la

adición de cadenas ramificadas de carbohidrato

en el RE rugoso, las cuales son cortadas de nuevo

y sustituidas con otras cadenas ramificadas en el

aparato de Golgi. La proteína con su conjunto

final de cadenas de carbohidratos es transportada

entonces hacia la membrana plasmática en una

vesícula de transporte. La vesícula se fusiona con la membrana plasmática y su carga de proteínas y lípidos se

vuelve parte de la membrana.

Finalmente, las proteínas modificadas se clasifican (de acuerdo con marcadores como secuencias de

aminoácidos y etiquetas químicas), y se empacan en vesículas que brotan del lado trans del aparato de Golgi.

Algunas de estas vesículas entregan su contenido a otras partes de la célula donde este será utilizado, como

sería un lisosoma o una vacuola. Otras se fusionan con la membrana plasmática y entregan las proteínas

unidas a la membrana que ahí realizan su función o liberan las proteínas de secreción fuera de la célula.

Las células que secretan proteínas -como las células de las glándulas salivales que secretan enzimas digestivas,

o las células del sistema inmunológico que secretan anticuerpos- tienen muchos aparatos de Golgi. En las

plantas, el aparato de Golgi además fabrica polisacáridos (carbohidratos de cadena larga), algunos de los

cuales se incorporan a la pared celular.


Lisosomas

El lisosoma es un organelo que contiene enzimas digestivas y funciona como la instalación de reciclaje de los

organelos de una célula animal. Rompe las estructuras viejas e innecesarias para que sus moléculas se puedan

reutilizar. Los lisosomas son parte del sistema endomembranoso, y algunas vesículas que abandonan el Golgi

están destinadas al lisosoma.

[¿Por qué los lisosomas no se digieren a sí mismos?]

Los lisosomas también pueden digerir partículas extrañas que ingresan a la célula desde el exterior. Como

ejemplo, consideremos un tipo de glóbulo blanco llamado macrófago, que es parte del sistema inmunológico

humano. En un proceso conocido como fagocitosis, una sección de la membrana plasmática del macrófago se

invagina, se pliega hacia adentro, para engullir un patógeno, como se muestra a continuación.

Esquema de la fagocitosis, en el que el fagosoma generada por la ingesta de una partícula se fusiona con un

lisosoma, y permite la digestión de la partícula.

La sección invaginada, con el patógeno adentro, se desprende de la membrana plasmática para formar una

estructura llamada fagosoma. El fagosoma luego se fusiona con un lisosoma, y forma un compartimento

combinado en el que las enzimas digestivas destruyen al patógeno.

Vacuolas

Las plantas no tienen lisosoma. En cambio, tienen otro tipo de organelo llamado vacuola. La gran vacuola

central almacena agua y desperdicios, aisla materiales peligrosos, y contiene enzimas que pueden

descomponer macromoléculas y componentes celulares, como las de un lisosoma^33start superscript, 3, end

superscript. Las vacoulas de las plantas también tienen un papel en el equilibrio osmótico y se pueden usar

para almacenar compuestos como toxinas y pigmentos (partículas de color)^44start superscript, 4, end

superscript.
Lisosomas contra peroxisomas

Un punto que puede llegar a ser confuso es la diferencia entre los lisosomas y los peroxisomas. Ambos

organelos están involucrados en la descomposición de moléculas y la neutralización de los daños a la célula.

Además, ambos se ven como pequeños glóbulos en los diagramas.

Sin embargo, el peroxisoma es un organelo diferente con sus propias características y papel en la célula.

Contiene enzimas implicadas en las reacciones de oxidación, que producen peróxido de hidrógeno (\text H_2

\text O_2H2O2H, start subscript, 2, end subscript, O, start subscript, 2, end subscript) como subproducto. Las

enzimas rompen los ácidos grasos y aminoácidos, y también eliminan la toxicidad de algunas sustancias que

entran al cuerpo. El alcohol, por ejemplo, es convertido en una sustancia menos tóxica por los peroxisomas de

las células hepáticas.

Es importante notar que los peroxisomas, a diferencia de los lisosomas, no son parte del sistema

endomembranoso. Esto significa que no reciben vesículas del aparato de Golgi. Puedes conocer más sobre

cómo se envían proteínas a los peroxisomas en el artículo sobre la señalización de proteínas.

Las mitocondrias y los cloroplastos

Puntos más importantes:

 Las mitocondrias son las "centrales energéticas" de la célula, ya que rompen las moléculas de combustible y

capturan la energía en la respiración celular.

 Los cloroplastos se encuentran en plantas y algas. Son responsables de capturar la energía luminosa para

hacer azúcares en la fotosíntesis.

 Las mitocondrias y los cloroplastos probablemente comenzaron como bacterias que fueron "tragadas" por

células más grandes (la teoría endosimbiótica).

Introducción

Probablemente sepas que tu cuerpo está formado por células (millones de millones de ellas). Tal vez también

sepas que el motivo por el que tienes que tomar alimentos, como los vegetales, es para tener la energía para

hacer cosas como hacer deporte, estudiar, caminar e incluso respirar.


Pero, ¿qué ocurre exactamente en tu organismo para convertir la energía almacenada en el brócoli en una

forma que tu cuerpo puede utilizar? Y ¿cómo es que la energía queda guardada en el brócoli?

Las respuestas a estas preguntas tienen mucho que ver con dos organelos importantes: las mitocondrias y los

cloroplastos.

 Los cloroplastos son organelos que se encuentran en las células del brócoli, así como las de otras plantas y

algas. Capturan la energía luminosa y la almacenan como moléculas de combustible en los tejidos vegetales.

 Las mitocondrias se encuentran dentro de tus células y también en las células vegetales. Convierten la energía

almacenada en las moléculas del brócoli (o de otras moléculas de combustible) en una forma que las células

pueden utilizar.

Echemos un vistazo a estos dos organelos muy importantes.

Cloroplastos

Los cloroplastos solo se encuentran en las plantas y las algas fotosintéticas (los humanos y demás animales

no tienen cloroplastos). La función del cloroplasto es realizar un proceso llamado fotosíntesis.

En la fotosíntesis, la energía luminosa se captura y se usa para formar azúcares a partir de dióxido de

carbono. Los azúcares producidos en la fotosíntesis pueden ser usados por la célula vegetal, o los pueden

consumir los animales que se comen la planta, como serían los humanos. La energía contenida en estos

azúcares se extrae a través de un proceso conocido como respiración celular, que sucede en la mitocondria de

células vegetales y animales.

Los cloroplastos son organelos en forma de disco que se encuentran en el citosol de una célula. Tienen

membranas internas y externas con un espacio intermembranoso entre ellas. Si pasaras a través de las dos

membranas y llegaras al espacio en el centro, te darías

cuenta que contiene discos membranosos conocidos

como tilacoides, que están acomodados en pilas

interconectadas llamadas granas (en singular, granum).


Esquema de un cloroplasto que muestra las membranas externa e interna, el espacio intermembranal, el

estroma y los tilacoides dispuestos en pilas llamadas granas.

La membrana de un tilacoide tiene complejos que capturan la luz entre los que se encuentran la clorofila, el

pigmento que le da a las plantas su color verde. Los tilacoides son huecos y el espacio dentro del disco se

conoce como espacio del tilacoide o lumen, mientras que el espacio lleno de líquido alrededor de los

tilacoides se llama estroma.

Aprende más acerca de los cloroplastos, la clorofila y la fotosíntesis en la sección sobre fotosíntesis

Mitocondrias

A las mitocondrias (singular mitocondria) a menudo se les llama las centrales energéticas o fábricas de

energía de la célula. Su función es producir un suministro constante de trifosfato de adenosina (ATP), la

molécula energética principal de la célula. Al proceso de producir ATP a partir de moléculas de combustible

como los azúcares se le llama respiración celular y muchos de sus pasos suceden dentro de las mitocondrias.

Las mitocondrias están suspendidas en el citosol gelatinosa de la célula. Tienen forma ovalada y dos

membranas: una externa, que rodea el todo el organelo, y una interna, con muchos pliegues hacia el interior

llamados crestasque aumentan la superficie.

Micrografía electrónica de una

mitocondria, mostrando la matriz,

crestas, membrana externa y membrana

interna.

Alguna vez se pensó que las crestas eran

dobleces amplios y ondulados, pero como

se analiza en el video sobre mitocondrias,

ahora se cree que se parecen más a largas cavernas^11start superscript, 1, end superscript. A continuación

tenemos una reconstrucción 3D de una rebanada de una mitocondria:


El espacio entre las membranas se conoce

como espacio intermembranoso, y el

compartimento encerrado por la membrana interna

se llama la matriz mitocondrial. La matriz contiene

ADN mitocondrial y ribosomas. Más adelante

hablaremos sobre el motivo por el cual las

mitocondrias (y los cloroplastos) tienen su propio ADN y ribosomas.

La estructura de varios compartimentos de la mitocondria podría parecernos muy complicada. Es cierto, pero

resulta ser muy útil para la respiración celular, ya que permite separar las reacciones y mantener

concentraciones distintas de las moléculas en diferentes "habitaciones".


[¿Cómo funciona eso?]

\text H^+H, start superscript, plus, end superscript

Electrons from fuel molecules, such as the sugar glucose, are stripped off in reactions that take place in the

cytosol and in the mitochondrial matrix. These electrons are captured by special molecules called electron

carriers and deposited into the electron transport, a series of proteins embedded in the inner mitochondrial

membrane. As the electrons move down the transport chain, energy is released and used to pump protons

(\text H^+H+H, start superscript, plus, end superscript) out of the matrix and into the intermembrane space. As

protons flow back down their gradient and into the matrix, they pass through an enzyme called ATP synthase,

which harnesses the flow of protons to generate ATP from ADP and Pi.

Aunque las mitocondrias se encuentran en la mayoría de las células humanas (así como en la mayoría de los

tipos de células en otros animales y plantas), su número varía según la función de la célula y la energía que

necesita. Las células musculares, por ejemplo, generalmente requieren grandes cantidades de energía y
mitocondrias, mientras que los glóbulos rojos, que están muy especializados para transportar oxígeno, carecen

de mitocondrias por completo^33start superscript, 3, end superscript.

¿De dónde vienen estos organelos?

Tanto las mitocondrias como los cloroplastos tienen su propio ADN y ribosomas. ¿Por qué necesitarían estos

organelos ADN y ribosomas, si hay ADN en el núcleo y ribosomas en el citosol?

Hay evidencia contundente que apunta a la endosimbiosis como respuesta a este dilema. La simbiosis es una

relación en la que organismos de dos especies diferentes viven una relación cercana y dependiente. La

endosimbiosis (endo- = "dentro") es un tipo específico de simbiosis donde un organismo vive dentro de otro.

1. Sucedió el primer evento endosimbiótico: el eucarionte ancestral consumió la bacteria aerobia que evolucionó

en la mitocondria.

2. En un segundo evento endosimbiótico, el eucarionte temprano consumió las bacterias fotosintéticas que

evolucionaron en cloroplastos."

_Imagen modificada de "Orígenes de los eucariontes: Figura 4," de OpenStax College, Biology, (CC BY 4.0)_

Las bacterias, las mitocondrias y los cloroplastos, son semejantes en tamaño. Las bacterias además tienen ADN

y ribosomas similares a aquellos de las mitocondrias y cloroplastos^44start superscript, 4, end superscript. De

acuerdo con esta y otra evidencia, los científicos piensan que células hospederas y bacterias formaron una

relación endosimbiótica hace mucho tiempo, cuando las células hospederas individuales tomaron las bacterias

aerobias (que consumen oxígeno) y fotosintéticas, pero no las destruyeron. A lo largo de millones de años de
evolución, las bacterias aerobias se convirtieron en mitocondrias y las bacterias fotosintéticas se volvieron

cloroplastos.

La matriz extracelular y la pared celular

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Introducción

Hemos pasado mucho tiempo viendo lo que está dentro de la célula, pero ¿qué hay afuera de ella? Eso depende

mucho de qué tipo de célula se trate.

Las células de las plantas y los hongos tienen una pared celular rígida que les protege y da soporte, mientras

que las de los animales secretan materiales a su alrededor para formar una red de macromoléculas conocida

como matriz extracelular. Aquí veremos con más detalle estas estructuras externas y las funciones que

desempeñan en los distintos tipos de células.

La matriz extracelular de las células animales

La mayoría de las células animales secreta materiales hacia el espacio extracelular, lo que crea una compleja

red de proteínas y carbohidratos llamada matriz extracelular (MEC). El componente principal de la matriz

extracelular es la proteína colágeno. Los colágenos están modificados con carbohidratos y, una vez secretados

fuera de la célula, forman largas fibras llamadas fibrillas de colágeno^{1}1start superscript, 1, end superscript.

El colágeno juega un papel fundamental en la resistencia y la integridad estructural de los tejidos. Los

trastornos genéticos humanos que afectan el colágeno, como el síndrome de Ehlers-Danlos, producen tejidos

frágiles que se estiran y rasgan con demasiada facilidad^22start superscript, 2, end superscript.

En la matriz extracelular, las fibras de colágeno se entretejen con una clase de proteoglicanos que tienen

carbohidratos unidos a ellos, como el esqueleto de polisacáridos que se muestra en la imagen de abajo. La

matriz extracelular también contiene otros tipos de proteínas y carbohidratos.

[Más acerca de los proteoglicanos]


Diagrama que muestra la

matriz extracelular y sus

conexiones con la célula. Una

red de fibras de colágeno y

proteoglicanos se encuentra

fuera de la célula. El

colágeno se conecta a las

proteínas integrinas en la

membrana plasmática por

medio de la fibronectina. Al

interior de la célula, las

integrinas se conectan a los

microfilamentos del

citoesqueleto.

La matriz extracelular está conectada directamente con las células a las que rodea. Algunos de los conectores

clave son proteínas llamadas integrinas, las cuales están incrustadas en la membrana plasmática. Las

proteínas en la matriz extracelular, como las moléculas de fibronectina que se muestran en verde en el

diagrama de arriba, pueden actuar como puentes entre las integrinas y otras proteínas de la matriz

extracelular como el colágeno. En la parte interna de la membrana, las integrinas están unidas al citoesqueleto.

Las integrinas anclan la célula a la matriz extracelular. También le permiten percibir su entorno. Pueden

detectar señales químicas y mecánicas provenientes de la matriz extracelular y disparar vías de señalización

como respuesta^{4,5}4,5start superscript, 4, comma, 5, end superscript.

La coagulación de la sangre es otro ejemplo de la comunicación entre la células y la matriz extracelular.

Cuando se dañan las células que recubren un vaso sanguíneo, liberan una proteína receptora llamada factor

tisular. Cuando el factor tisular se une a una molécula presente en la matriz extracelular, dispara una serie de

respuestas que reducen la pérdida de sangre. Por ejemplo, hace que las plaquetas se peguen a la pared el vaso

sanguíneo dañado y las estimula a producir factores de coagulación.


La pared celular

Aunque las plantas no producen colágeno, tienen su propia estructura de soporte extracelular: la pared celular.

La pared celular es una cubierta rígida que rodea a la célula, la protege y da forma y soporte. ¿Has notado que

la verdura cruda, como el apio, cruje cuando la muerdes? Esto se debe en buena parte a la rigidez de sus

paredes celulares.

Los hongos también tienen paredes celulares, al igual que algunos protistas (un grupo de eucariontes

mayoritariamente unicelulares), así como la mayoría de los procariontes, ¡aunque no te recomiendo morder

ninguno de estos para saber si crujen!

Al igual que la matriz extracelular animal, la pared celular vegetal está compuesta de moléculas secretadas por

la célula. La principal molécula orgánica de la pared celular vegetal es la celulosa, un polisacárido compuesto

de unidades de glucosa. La celulosa forma fibras llamadas microfibrillas, como las que se muestran en el

diagrama siguiente.

Imagen

de la

pared

celular

vegetal,

mostrando la red de microfibrillas de celulosa y pectinas (estas últimas son particularmente abundantes en la

laminilla media).

Crédito de imagen: "Diagrama de la pared celular vegetal" de Mariana Ruiz Villareal, dominio público

La mayor parte de las paredes celulares contienen varios polisacáridos y proteínas diferentes. Además de la

celulosa, otros polisacáridos que pueden encontrarse comúnmente en la pared celular son la hemicelulosa y la

pectina, que se muestran en el diagrama de arriba. La laminilla media, que se ve en la parte superior del
diagrama, es una capa pegajosa que ayuda a mantener unidas las paredes celulares de células vegetales

adyacentes^{6,7}6,7start superscript, 6, comma, 7, end superscript.

Uniones intercelulares

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Introducción

Si estuvieras construyendo un edificio, ¿qué tipo de conexiones te gustaría poner entre las habitaciones? En

algunos casos, podrías querer que la gente pueda caminar de una habitación a otra, por lo que colocarías una

puerta. En otros casos, podrías querer unir firmemente dos paredes adyacentes, así que podrías poner algunos

pernos. Y en algunos otros casos, puede que necesites asegurarte de que las paredes están bien selladas, por

ejemplo, para evitar que el agua se trasmine entre ellas.

Resulta que las células enfrentan esas mismas cuestiones cuando están organizadas en tejidos junto a otras

células. ¿Deberían colocar puertas que las conecten directamente con sus vecinas? ¿Necesitan soldarse entre

ellas para hacer una capa más fuerte o incluso formar sellos herméticos que impidan el paso del agua a través

del tejido? Se pueden encontrar uniones que sirven para todos estos propósitos en los diferentes tipos de

células y aquí, veremos cada uno de ellos.

Plasmodesmos

Las células vegetales, al estar rodeadas de pared celular, no están en contacto unas con otras mediante amplias

extensiones de membrana plasmática como las células animales. Sin embargo, poseen uniones especializadas

llamadas plasmodesmos (en singular plasmodesmo) en la pared celular que permiten el intercambio

citoplásmico directo entre dos células.


Imagen de dos células conectadas por un plasmodesmo; se muestra cómo pueden viajar los materiales desde el

citoplasma de una célula a la otra por medio del mismo.

Crédito de la imagen: OpenStax Biología

Los plasmodesmos están recubiertos de membrana plasmática que es continua con las membranas de ambas

células. Cada plasmodesmo tiene un hilo de citoplasma que se extiende a través de él y contiene un hilo aún

más fino de retículo endoplásmico (que no se muestra en el diagrama de arriba).

Las moléculas menores a cierto tamaño (conocido como límite de exclusión por tamaño) se mueven

libremente a través del canal del plasmodesmo por medio de difusión pasiva. El límite de exclusión por tamaño

varía entre plantas, e incluso, entre los tipos celulares de una misma planta. Los plasmodesmos pueden

dilatarse (expandirse) de manera selectiva para permitir el paso de ciertas moléculas grandes, como proteínas,

aunque este proceso no está bien comprendido^{1,2}1,2start superscript, 1, comma, 2, end superscript.

Uniones en hendidura

Funcionalmente, las uniones en hendidura de las células animales se parecen mucho a los plasmodesmos de

las células vegetales: son canales entre células vecinas que permiten el transporte de iones, agua y otras

sustancias^33start superscript, 3, end superscript. Sin embargo, estructuralmente son muy diferentes.

En los vertebrados, la uniones en hendidura se forman cuando un conjunto de seis proteínas de la membrana,

llamadas conexinas, forman una estructura alargada parecida a una dona llamada conexón. Cuando los poros,

o "agujeros de la dona", de los conexones de dos células adyacentes se alinean, se forma un canal entre ellas.
Los invertebrados forman uniones en hendidura similares pero usan un conjunto de proteínas diferentes

llamadas inexinas^44start superscript, 4, end superscript.

Imagen de las

membranas plasmáticas

de dos células

conectadas por uniones

en hendidura. Allí donde

se encuentran dos

conexiones de células

diferentes, puede

formarse un canal que va

de una célula a otra.

Crédito de la imagen: OpenStax Biología. Modificación de la obra de Mariana Ruiz Villarreal

Las uniones en hendidura son especialmente importantes en el músculo cardíaco: la señal eléctrica que induce

la contracción se propaga rápidamente entre las células del corazón a medida que los iones pasan a través de

las uniones en hendidura, lo que permite que las células se contraigan de manera simultánea.

Uniones estrechas

No todas las uniones entre las células forman conexiones citoplásmicas. Las uniones estrechas crean un sello

a prueba de agua entre dos células animales adyacentes.

Donde hay una unión estrecha, las células se mantienen unidas firmemente por muchos grupos individuales de

proteínas de unión estrecha conocidas como claudinas, cada uno de los cuales interactúa con un grupo

compañero en la membrana plasmática opuesta. Los grupos están organizados en filamentos que forman una

red ramificada en la que un mayor número de filamentos, produce un sello más firme^55start superscript, 5,

end superscript.
Imagen de las membranas de dos células conectadas por uniones estrechas. Las uniones estrechas son como

remaches y se organizan en varios filamentos que forman líneas y triángulos.

Crédito de la imagen: OpenStax Biología. Modificación de la obra de Mariana Ruiz Villarreal

El propósito de las uniones estrechas es evitar que el agua escape entre las células, lo que permite que una

capa de células (como las que recubren un órgano) actúe como una barrera impermeable. Por ejemplo, las

uniones estrechas entre las células epiteliales que recubren tu vejiga evitan que la orina escape hacia el

espacio extracelular.

Desmosomas

Las células animales también tienen uniones llamadas desmosomas, que actúan como puntos de soldadura

entre células epiteliales adyacentes. Un desmosoma está compuesto de un complejo de proteínas, algunas de

las cuales se extienden a través de la membrana, mientras que otras anclan la unión dentro de la célula.

Las cadherinas, proteínas de adhesión especializadas, se encuentran en las membranas de ambas células e

interactúan en el espacio entre ellas, y las mantiene unidas. Dentro de la célula, las cadherinas se unen a una

estructura llamada placa citoplásmica (en rojo en la imagen de la derecha), la cual se conecta con los

filamentos intermedios y ayuda a anclar la unión.


Los desmosomas unen a las células adyacentes, lo que asegura que las células de órganos que se estiran, como

la piel y el corazón, se mantengan conectadas en una hoja continua.

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