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Pastoralde la
Comunicación
desde la mirada del CELAM
Guía de trabajo y apoyo para talleres

2 Guía de trabajo y apoyo para talleres


Pastoral de la Comunicación desde el CELAM

Padre Valentin Pesente OFM


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Padre Valentín Pesente OFM

Sacerdote Franciscano Capuchino, Licenciado en Teología Pastoral con


especialización en Teología de la Comunicación en la Pontificia Universidad
Lateranense de Roma. Trabajaen el proyecto de Evangelización de los
Hermanos Capuchinos, Gotas de Paz.
Introducción

Antes de hablar de la Pastoral la Comunicación es importante situarla


dentro del contexto eclesial, hablando de la Coyuntura y de las
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Perspectivas de dicha Pastoral.

Cuando hablamos de Coyuntura, estamos hablando de articulación,


unión, enlace, acoplamiento y la Pastoral de la comunicación no puede
ser una pastoral más en la Iglesia. Ella –y así lo han ido descubriendo y
reconociendo los señores obispos de América Latina- es una estructura
de base, más aún la comunicación es transversal porque impregna el ser
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y quehacer de la Iglesia.
Pastoral de la Comunicación desde el CELAM

Hablar de Perspectivas es hablar de aspectos de la pastoral de la


comunicación, de su configuración y por lo mismo del diseño de
estrategias y políticas de comunicación que den sentido a la misma
Pastoral en su conjunto. Esto significa que para comprender la Pastoral
de la comunicación en la Iglesia, debo comprender el significado de la
PASTORAL, que podría entenderse, desde la óptica de los pastoralistas
como Memoria, Proyecto y Desafío. De esta manera la Iglesia debe
caminar al ritmo de los tiempos, interpretando los caminos del Dios
vivo y mostrando la manera de seguir a Jesús.
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Sentido de la
PASTORAL
De cara al pasado, la Pastoral se comprende a sí misma como memoria histórica.

La pastoral es camino recorrido de comunidades y pastores. Está ligada a una tradición,


bebe de fuentes como: la Palabra de Dios, la docilidad al Espíritu, el fervor misionero, la
creatividad de los ministerios, la responsabilidad comunitaria, la catequesis previa a los
sacramentos y otras muchas cosas que siguen siendo válidas el día de hoy.

Ante el presente, la pastoral se comprende a sí misma como un DESAFIO.

Pensar, situarse y actuar de otro modo. La pastoral es desafiante y desafiada.


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Frente al futuro, la Pastoral se entiende como un proyecto de hombre, de sociedad, de


cultura y de Iglesia, que pretende edificar según el designio amoroso y liberador del
Señor, una inmensa senda que conduce hasta la plenitud inagotable del Dios de la vida.
Un encuentro con Dios vivo.

Pero aquí es necesario alertar sobre los peligros: Si la pastoral se fija solo en su pasado,
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caerá inevitablemente en un tradicionalismo envejecido. Si se fija solo en presente, se
deslizará hacia modas momentáneas que son atractivas, pero efímeras e insustanciales.
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Si solo se pone a contemplar soñadoramente el futuro, sucumbirá a la tentación de vivir


en un mundo delirante que ocupa la mente, pero paraliza la acción. Así que la Pastoral
no puede perder de vista el equilibrio de la historia en su triple dimensión: MEMORIA,
DESAFIO, FUTURO. En palabras del Papa Juan Pablo II: recordar con gratitud el
pasado, vivir con ardor el presente y abrirse con esperanza al futuro.

En resumen, podríamos decir que la PASTORAL hoy se entiende a sí misma como la


DIACONÌA de la Iglesia en acto histórico de salvación, nacido de su misión original.
Prolongación del Mesianismo de Cristo; llamados a ser SACERDOTES, PROFETAS Y
REYES. Esto implica:

• Una mirada, desde la fe, a la acción misionera de la Iglesia: Vayan por todo el
mundo… usando las estrategias que Cristo nos enseñó

• Reconocer que las acciones pastorales si no están impregnadas de


espiritualidad se quedan sin sentido, vacías de significado.
Pastoral de la
Comunicación

Hasta aquí la reflexión sobre la Pastoral. Ahora bien,


una Pastoral de la Comunicación implica por lo tanto
entender que la comunicación es un fenómeno complejo
y a la vez fascinante, que no se puede reducir a una
visión instrumentalista, que reduce el concepto mismo,
a los “medios masivos” de comunicación, sino más bien
comprenderla, como decía el San Juan Pablo II: “camino
hacia la comunión” .
Con el Concilio Vaticano II hay un despertar en la mirada a la comunicación, a los
medios y al uso de estos medios al servicio de la humanidad. Los Sumos Pontífices
en sus mensajes, con motivo de las Jornadas mundiales de las comunicaciones
sociales, han instado a la reflexión en torno a temas como publicidad, ética, Internet,
justicia, paz, familia, juventud, entre otros. Basta mirar uno de los mensajes, del
Papa Emérito Benedicto XVI que se titula: “los niños y los medios de comunicación social,
un reto para la educación”. Estas reflexiones no se pueden pasar desapercibidas, tienen
que interpelarnos, hasta el punto de pensar en nuestra misión de comunicadores
que nos lleve a preguntarnos: si nuestra misión, desde los medios y los procesos de
comunicación, está contribuyendo a la construcción de caminos de comunión y vida.
O por el contrario, caemos en el peligro de la sociedad misma de vivir inmersos en una
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comunicación despersonalizada que nos hace inhumanos y por lo mismo, desvirtúa


todo intento de comunicación auténtica.

La Iglesia hoy cuenta con “estos maravillosos inventos” de los que nos habla Inter Mirifica,
debe hacer uso de los medios para su tarea evangelizadora, debe preocuparse por la
formación, el diálogo y la participación de los agentes de pastoral y preocuparse por
construir procesos, que permitan el ascenso del hombre hacia la cima de la realización
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humana. Una Pastoral de la comunicación debe estar anclada en la dignidad y
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promoción de los seres humanos, en el diálogo con el mundo, en la inclusión de los


marginados y desfavorecidos, en la misión de la Iglesia universal, en el compromiso de
todos los bautizados y en el servicio a la comunidad. Aparecida, en este sentido, nos
orienta y a la vez nos exhorta sobre nuestra tarea de comunicadores.

Quiero ahora, centrar la atención en lo lineamientos y desafíos pastorales desde


Aparecida, tomando como referencia los numerales que hablan sobre la Pastoral de la
Comunicación. Sin duda alguna, Aparecida nos muestra, desde su inicio, el camino de
la transversalidad de la comunicación y el discipulado se entiende igualmente como una
respuesta a la palabra de Jesús, que implica escucha y acogida, elementos fundamentales
en todo proceso de comunicación. Los mismos aspectos del discipulado: encuentro con
Jesús, conversión, discipulado, comunión y misión, nos llevan a comprender que todo
evangelizador es comunicador. Aquí, reitero, centraremos la atención en los retos y
desafíos para una Pastoral de la Comunicación, para luego aterrizar en las perspectivas
trazadas desde el CELAM, en orden a una comprensión de la importancia de la
comunicación para la vida de la Iglesia.
La Comunicación
desde el CELAM

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La Comunicación desde el CELAM

En América Latina el CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana-1955)


siempre consideró los medios de comunicación de masa como instrumento para el
desarrollo de las actividades de evangelización, y de modo especial, su atención se
orientó para la “promoción” de la doctrina católica. Con el transcurso del tiempo se
fundó un departamento específico de la comunicación social (DECOS) para articular
los servicios y las actividades pastorales en el espacio de la comunicación junto a las
Conferencias Episcopales Nacionales en cada país del continente.

En el contexto eclesial de América Latina, la aplicación del Vaticano II en


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comunicación fue ampliada desde la década de 60, bajo los auspicios del DECOS-
CELAM.1 En el contexto de la teoría de la modernización, con el surgimiento de la
teología de la liberación, en ese período, surgen importantes documentos acerca de
la comunicación, elaborados en encuentros promovidos por el CELAM. Los textos,
sin embargo, estaban influenciados por la teoría de la modernización. Entre ellos,
el documento acerca de los medios de comunicación social, Medellín (Colombia),
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1968.2 Son contenidos que retoman las posiciones del Vaticano II, especialmente del
Inter Mirifica, sobre las comunicaciones. Existía una creencia de que los medios eran
Pastoral de la Comunicación desde el CELAM

virtualmente soberanos y que, por lo tanto, fueron vistos como herramienta apropiada
para promover el cambio social y debían también ser usados en la evangelización. Hay
de un lado, crítica a la situación y la referencia al subdesarrollo de los pueblos de América
Latina. Por otro lado, sin embargo, como afirma Marques de Melo3, existe una actitud
ingenua debido al encantamiento frente a las nuevas tecnologías de la comunicación.
Los medios de comunicación se vieron como súper poderosos, capaces de aumentar el
desarrollo y orientar los planos en dirección al bien común. Por eso, las conclusiones
de Medellín establecen una nueva mentalidad de Iglesia y, consecuentemente, en sus
relaciones con la comunicación.

1 También a través de las otras organizaciones católicas como UNDA-AL, SAL-OCIC, UCLAP –
secretariados sobre el rádio, el cine y prensa.
2 Los otros documentos son: Primero seminário de los responsables por los secretariados nacionales de la
comunicación social (Santa Inês- Peru) 1966. Tres seminários regionales en Montevideo, Lima y San José
(Costa Rica), de mayo a Julio de 1968.
3 J. MARQUES DE MELO. Comunicación y Libertación. Petrópolis: Vozes, 1981, p. 11.
Los documentos elaborados en la década de 70 no trajeron novedades para
la visión de la Iglesia sobre la comunicación, contentándose con el pensamiento
ya existente acerca de la materia. Aún así, la piedra angular en la comunicación
de la Iglesia a fines de los años 70, fue el desarrollo de las comunidades eclesiales
de base. En 1978, wcon la finalidad de preparar la tercera conferencia de los
obispos latinoamericanos, en Puebla (1979), el DECOS elaboró la Evangelización y la
Comunicación Social en América Latina. Coordinado por el señor Washington Uranga,
que en la ocasión era el secretario del DECOS, el documento recaudó los datos de
dieciocho naciones, agregó comentarios de los peritos latinoamericanos y extranjeros
en el trabajo pastoral y de comunicación. Se constituye así la primera síntesis del
pensamiento de la Iglesia latinoamericana acerca de la comunicación.

Por fin, el tema acerca de la comunicación ocupa 32 artículos en el


Documento de Puebla (1979). Con referencia al tema, Puebla presentó un avanzo sobre
Medellín. Al reconocer que la comunicación social está condicionada por la realidad
sociocultural de las naciones de América Latina y al mismo tiempo es uno de los
factores determinantes para la manutención de tal realidad, las conclusiones de
Puebla se apoyan en un análisis más lúcido acerca de la interrelación de los medios
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de comunicación con la realidad sociocultural. Y Puebla denuncia, entonces, el
control y la manipulación ideológica ejercidos por los grupos poderosos económicos
y políticos a través de los medios (n. 1071). Atento al fenómeno de la comunicación
y sus implicaciones para la evangelización, el documento propone que la jerarquía y
los agentes pastorales en general conozcan, comprendan y experimenten con más
profundidad el fenómeno de la comunicación, y busquen integrarla a la pastoral en
conjunto (n. 1083).

Un importante y original aspecto del documento de Puebla es que la Iglesia,


sin rechazar los medios de comunicación, enfatiza la utilización de la comunicación
popular o comunicación de grupo, como una alternativa que lleva en cuenta un
proceso con diálogos participativos de la comunicación (experiencias que venían
desarrollándose desde Medellín). Así la comunicación en grupo, reforzada por Medellín
y Puebla, se tornó la actividad principal en la comunicación de América Latina. Ella se
originaba en los medios audiovisuales para alcanzar los objetivos de evangelización
y de concienciación para un cambio social.

Entre los documentos de la Iglesia en el continente, en la década de 80


encontramos los de Quito (Ecuador, 1982) y de Embú (San Pablo, 1982) sobre la Iglesia
y el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC). Sobre todo este
último, fue considerado el más importante, convocado por la Iglesia latinoamericana,
referente a la NOMIC y contó con participación de los representantes de la pastoral
de comunicación con destacados investigadores del área y formadores de opinión
de América Latina, para conversar acerca del papel y de la responsabilidad de los
cristianos, más específicamente de los católicos en la construcción de un nuevo orden
de la comunicación.4 Ése era el tiempo en que la iglesia tomaba posición definida e
incentivaba el acceso a la participación y comunicación alternativa.5
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4 Para profundizar y detallar este tema, se puede consultar J. T. Puntel. La Iglesia y la


democratización de la comunicación, op. cit.
En 1992 se realizó la Cuarta Conferencia Episcopal Latino-americana en Santo Domingos. Con referencia a
la comunicación, entretanto, no presentó avances específicos. Lo que puede ser considerado con relación a
nuestro tema, sería su preocupación con una pastoral de la “ciudad”.
Para la profudización y detalles acerca de ese tema, consultar J. T. Puntel. La Iglesia y la democratización de la
comunicación, op. cit.
5 En 1992 realizose la Cuarta Conferencia Episcopal Latinoamericana en Santo Domingos. Con
referencia a la comunicación, mientras, no apresentó avanzos específicos. Lo que puede ser considerado
en relación al nuestro tema, seria a suya preocupación con una pastoral de la “ciudad”.
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Pastoral de la Comunicación desde el CELAM
SANTO DOMINGO
“Comunicación Social y Cultura” (1992)

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Prosiguiendo en la caminada de la Iglesia, en lo que se refiere a la
Comunicación, vamos a encontrar también en la Conferencia de Santo Domingo (1992),
algunos artículos que se refieren a la Comunicación. En verdad, la IV Conferencia quiso
enfatizar las líneas maestras de un nuevo impulso evangelizador “que pusiese a Cristo
en su corazón y en sus labios, en acción y en la vida de todos los latinoamericanos”.6 Así
que, el esfuerzo quedó concentrado en hacer con que la verdad sobre Jesús Cristo, la
Iglesia y el hombre fueran “verdades” que convenciesen más profundamente a todos
los estratos de la sociedad. Por lo tanto, la nueva evangelización fue la idea central de
todo el documento de Santo Domingo.
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En el tercer capítulo de la segunda parte, La cultura cristiana, la comunicación


recibe la consideración en ocho artículos que, en la práctica, repiten y reflexionan
acerca de las consideraciones en lo que respecta a la comunicación social, hechas en
otros documentos de la Iglesia. Así, la perspectiva teológica (n. 279) sigue la orientación
de Puebla y ve la comunicación como un “camino que debe ser seguido para llegar a la
comunión (comunidad)”. Se hacen referencias también a la Aetatis Novae, que por su
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vez cita a la Communio et Progressio.
Pastoral de la Comunicación desde el CELAM

Al referirse a los desafíos pastorales, el documento habla de los progresos


tecnológicos, del desarrollo de la industria de las comunicaciones, de los peligros
de la publicidad y de la programación televisiva en general. Se señala la insuficiente
presencia de la Iglesia en los medios de comunicación y en las telecomunicaciones. Hay
referencia también a la elaboración de “políticas de estrategias de comunicación”, a la
preparación técnica, doctrinal y moral de todos los agentes de las pastorales y a una
adecuada educación de los receptores de los medios de comunicación. Se encoraja, aún,
la investigación en las universidades católicas.

6 Noemi DARIVA (Org.) Comunicación Social en la Iglesia – documentos fundamentales, S.


Paulo: Paulinas, 2003, p. 506.
Noemi DARIVA (Org.) Comunicación Social en la Iglesia – documentos fundamentales, S. Paulo: Paulinas,
2003, p. 506.
A respecto de Santo Domingo, es preciso concluir que, aunque el documento
no avanza más allá de la originalidad de Medellín y de Puebla sobre la comunicación
social en América Latina, las conclusiones demuestran una preocupación en “dar
impulso a una eficaz acción educativa y a un decidido empeño para una moderna
comunicación” .300).

Desde el discurso inaugural, el Papa Emérito Benedicto XVI nos ofrece


una seria reflexión sobre la importancia de los medios de comunicación para la
catequesis y la evangelización. El Papa dice: “no hay que limitarse sólo a las homilías,
conferencias, cursos de Biblia o Teología, sino que se ha de recurrir también a los medios
de comunicación: prensa, radio y televisión, sitios de Internet, foros y tantos otros sistemas
para comunicar eficazmente el mensaje de Cristo a un gran número de personas” y luego
agrega: “Se hace necesaria también una catequesis social de la Iglesia, siendo muy útil el
compendio de la doctrina social de la Iglesia, pues hay que recordar que la evangelización
ha ido unida siempre e la promoción humana y a la auténtica liberación cristiana”

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16 APARECIDA
Pastoral de la Comunicación desde el CELAM

“Pastoral de la comunicación social” (2007)


No hay duda que el tema en Aparecida nos dejó un buen
sabor, porque si damos una mirada al documento de Preparación
y al documento síntesis, el tema de la comunicación no aparecía
como algo esencial, se tocaba el tema, se hablaba de medios, de
globalización, de un nuevo areópago, pero sin profundizar. En
cambio, el documento de Aparecida, desde el comienzo hasta el
final nos deja entrever la importancia de la transversalidad de la
comunicación, como “algo esencial a la vida de la Iglesia” (palabras
de Javier Darío Restrepo). Este aspecto es muy importante, porque
significa que la comunicación, de la que nos hablaba el Papa Juan
Pablo II, como “camino hacia la comunión”, ahora más que nunca, es
un reto y un desafío para la Iglesia.
Miremos, sobre todo, lo que el documento nos habla de La Pastoral de la
Comunicación en los numerales 484 – 490

Quiero sugerir los temas que resalta cada número y sus consiguientes retos y desafíos
pastorales, que nos hagan pensar, no sólo en una Pastoral de la Comunicación,
sino también en una reflexión profunda de la Teología de la Comunicación, pues la
comunicación humana, hunde sus raíces en la comunicación divina.

Numeral 484
Tema: Hace énfasis en la Cultura mediática

Retos:

• Conocer los nuevos lenguajes (nuevas tecnologías), para ayudar a la


comprensión de nuestra misión.
• Reconocer que la Comunicación va más allá de los medios.
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Numeral 485
Tema: el Primer Anuncio, EL KERIGMA

Retos:

• Debe hacerse haciendo uso de los medios de comunicación social. “puestos


al servicio del evangelio”. Gracias a ellos podemos hablar a las multitudes.

Numeral 486
Tema: Apoyo y acompañamiento a los Comunicadores Sociales
Retos: Se plantean de manera concreta a los Señores Obispos, lo que implica una
nueva mentalidad y formarnos para ayudar
• Conocimiento de una nueva cultura de la comunicación
• Promoción de la formación profesional
• Atención especial a directores, programadores, periodistas y locutores.
• Impulsar la creación de medios de comunicación en la Iglesia y hacer
presencia en los medios existentes. Educar en la formación crítica

• Promover una nueva cultura que proteja a los niños, jóvenes, a los
vulnerables.
• Desarrollar políticas de Comunicación para una Pastoral de la
comunicación más efectiva.

Numerales 487-488
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Tema: La internet. “maravillosa invención de la técnica”. La Iglesia se acerca a este


medio con REALISMO Y CONFIANZA. Es medio, no es fin.
Retos:
• Sumergirnos en la aventura de la utilización de su potencial para
Proclamar el evangelio. Y en el numeral 489 se recuerda a los padres de
familia el compromiso de alertar a sus hijos frente al uso de la Internet.
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Numeral 489
Pastoral de la Comunicación desde el CELAM

Tema: Las Relaciones interpersonales


Reto:
• Los medios de comunicación no sustituyen las relaciones personales ni
la vida comunitaria, pero pueden propiciar estos espacios de comunión

Numeral 490
Tema: Exclusión digital
Retos:
• Crear puntos de red y salas digitales para promover la inclusión.
• Aprovechar los recursos que ya existen. V. gr: La RIIAL y su proyecto
Trimilenio.
Desde la
Conferecia Episcopal Paraguaya
Pensando en estas perspectivas, desafíos y retos,
la CEP, desde el Departamento de Comunicación,
debería tener como objetivo: “Animar la Pastoral de
la Comunicación en la Iglesia-misión, desarrollando
procesos de formación y evangelización, que
promuevan la esperanza y el amor, la comunión y
la solidaridad entre los Paraguayos, con políticas y
estrategias adecuadas que respondan a los desafíos
de este cambio de época”.

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Y debería estar organizada como:

a. Pastoral de la comunicación. Con la intención de brindar apoyo y


acompañamiento a las diócesis (que son su referente) para dar consistencia
a las oficinas de comunicaciones donde ya existan o promover la creación de
las oficinas donde aún no se ha creado o no se ha sentido la preocupación de
fortalecer estos procesos. Desde la Pastoral de la Comunicación se tiene que
pensar en la democratización de los medios, promover la solidaridad en el uso
de los medios alternativos, con el anhelo de llegar a los excluidos y promover
todo aquello que tiene que ver con la dignidad humana y elaborar estrategias
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claras acerca de todo acontecimiento eclesial.


b. Cultura mediática. El objetivo es “Responder a los desafíos que presenta
la cultura mediática, promoviendo procesos de formación, en los diversos
ambientes eclesiales y su diálogo con el mundo, para un anuncio más eficaz
de la Buena Nueva”. Esto implica la formación de agentes de pastoral, la
promoción de la identidad de la radio (webradio), prensa y televisión católicas,
20 la difusión del cine en valores y cine social,
c. Comunicación digital: Con la intención de “Fortalecer el uso de las nuevas
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tecnologías que ayude a ampliar y mejorar los servicios, que desde la CEP se
presta a la Iglesia en América Latina”. Promover la producción de material en
nuevos formatos tecnológicos.

Conclusión:

Para terminar, recordemos lo que Puebla nos enseña: “Evangelizar es comunicar”.


De ahí, nuestra responsabilidad como bautizados, de ser profetas de la Esperanza,
prepararnos y formar a otros agentes de pastoral que, aprovechando los medios de
comunicación y promoviendo procesos comunicacionales en las comunidades, sean
proclamadores de la Verdad, defensores de la Vida y promotores de la justicia. Nuestras
Iglesias Particulares y Parroquias debieran diseñar un plan de comunicaciones, dentro
del Plan pastoral, que nos haga entender que la comunicación impregna el ser y quehacer
de la Iglesia y que muestre a Cristo, modelo de Comunicación, como la Palabra hecha
Carne, que nos interpela y nos invita a ser sus discípulos, misioneros para que nuestros
pueblos en El tengan vida.
Referencia Bibliográfica para lectura

CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO (CELAM), Comunicación, misión y


Desafío. Manual Pastoral de Comunicación Social. Departamento de Comunicación
Social - Decos, 73. Editado por el Centro de Publicaciones del CELAM (Consejo
Episcopal Latinoamericano), Bogotá, Colombia, 1986, 321 pp. Recomiendo la lectura a
partir de la pagina 229 en adelante.

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FICHA TÉCNICA
Mons. Adalberto Martínez Flores, obispo de las FF. AA. y la Policía Nacional.
Responsable de Pastoral de Comunicación.
Lic. Mariano Mercado Rotela, Secretario Ejecutivo.
Lic. Aníbal Casco, Responsable de la RIIAL.
Diseño: Lic. Diana Morales / BIEN Estudio Creativo
Pastoral de la Comunicación desde el CELAM Guía de trabajo y apoyo para talleres

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