Excerpta Horkheimer, Max (2003): La familia y el autoritarismo, en: Farfán Hernández, Rafael,

Girola, Lidia (eds.): Cultura y Civilización. El pensamiento crítico alemán contemporáneo, México:
Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Azcapotzalco, pp. 151-165.

Por: Jorge Mario Herrera Chamorro

Palabras claves: civilización moderna, patriarcado, racionalidad, autoritarismo.

En la sociedad moderna existe un cambio en la perspectiva de los individuos y da como resultado

el surgimiento de la personalidad autoritaria. Esta excerpta se enfoca en el desarrollo del individuo
moderno.

Max Horkheimer explica que durante las grandes revoluciones que se dieron durante la
modernidad la estructura de diferentes instituciones que sometían a los individuos cambió. La
familia continuó siendo una institución feudal que unía a sus integrantes a través de lazos de
sangre, pero durante la modernidad esos lazos cambiaron a las exigencias de la oferta y la
demanda (Horkheimer 2003: 151). Durante la modernidad el hombre se encuentra libre pero
sujeto a una dependencia económica para la subsistencia de su hogar, de esta manera el hombre
esta consciente de la realidad a la que debe someterse a través de un contrato de trabajo, “Los
hombres tomaron conciencia de sí mismos como sujetos económicos autónomos.” (Horkheimer
2003: 152). Con la desaparición de formas jerárquicas, las amenazas de desheredación en la
estructura familiar patriarcal dejaron de atormentar, dado que todos los individuos, hombres y
mujeres, son empleados y tienen una remuneración monetaria por su trabajo. (Horkheimer 2003:
153). El sostenimiento de tradiciones culturales se contrapone con el transformamiento de la
modernidad llegando a convertirse en ideologías vacías (Horkheimer 2003: 154).

La posición jerárquica que ocupa un individuo en la modernidad no constituye una prioridad propia
de la persona, entiende la diferencia entre él y su función en la sociedad, una autoconciencia de sí
mismo. “Todos constituyen centros abstractos de interés y de realización” (Horkheimer 2003:
156). Debido a esto, en la familia moderna, el individuo (padre o madre) deja de ejercer autoridad
sobre sus miembros (hijos) que sufren una reducción de dependencia de la familia. (Horkheimer
2003: 157). La madre que tenía una imagen “mística” para la mente de sus hijos, por su
espontaneidad y cariño, pero pierde este atributo una vez que la modernidad se encarga de
administrar el tiempo libre socialmente controlado. (Horkheimer 2003: 158-159).

Como consecuencia de la falta de vínculos emocionales, la frialdad y la superficialidad con la que

son criados los niños y adolescentes en la modernidad, se ha formado un carácter autoritario en
los individuos y buscan la influencia de una imposición de valores sin ninguna resistencia moral.
La familia se convirtió en el instrumento de construcción de individuos adaptables al sistema de
autoritarismo represivo. (Horkheimer 2003: 164-165).

Concluyendo, Horkheimer explica que la explotación de mecanismos sociales y psicológicos que

han sido mencionado en esta excerpta, jugaron un gran papel en el régimen nazi, dado que se
buscaba mantener un régimen totalitarista y para eso era necesario la formación de individuos
que fuesen capaces de cumplir órdenes.