La sexualidad constituye un aspecto de mucha importancia en la vida de
todas las personas, el mismo se expresa en las formas de sentir, pensar y actuar. El elemento fundamental del ser humano es que necesita un compromiso y un interés de nuestra sociedad en su sexualidad.
EL placer, son aspectos emocionales que por tanto pueden tener un
papel primordial en la sexualidad y la educación sexual. Las emociones también omnipresentes en los padres, en los maestros, en los diseñadores de planes de educación sexual (el miedo a ciertas conductas impulsivas de los jóvenes, la hostilidad hacia el patrón de conductas que despliegan, o el afecto y el aprecio hacia los adolescentes que suele estar presente en la escucha empática) pueden condicionar en gran medida la educación sexual ofrecida. Tanto en las relaciones sexuales como en las emociones están implicadas una dimensión evolutiva, una dimensión personal, una dimensión comunicativa y una dimensión social. Es decir, ambas son herramientas extremadamente útiles para la supervivencia, llenas de significados personales, que generalmente implican intercambios de información entre individuos, intercambios regulados por prescripciones sociales implícitas y explícitas.
La educación sexual es un recurso fundamental que todas las
comunidades deberían usar a la hora de formar a sus niños. Por diversas razones, los seres humanos hemos desarrollado miedo y vergüenza alrededor de nuestra propia sexualidad, comenzando por el hecho de necesitar cubrir nuestros cuerpos de las miradas ajenas. Sin embargo, esto solamente puede conducir a la desinformación y a la represión, con sus terribles consecuencias.
Sexualidad y emociones están también vinculadas a las necesidades
psicológicas humanas. En las experiencias emocionales y sexuales surgen diferentes necesidades con las que el ser humano lidia.
Las relaciones sexuales como en las emociones están implicadas una
dimensión evolutiva, una dimensión personal, una dimensión comunicativa y una dimensión social. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se viven o se expresan siempre, Es importante notar que la sexualidad se desarrolla y se expresa de diferentes maneras a lo largo de la vida, la sexualidad implica responsabilidad, el conocimiento acerca de la sexualidad y su aceptación Importa destacar que cada cual se va haciendo sexual, se va sexualizando, es decir, notándose, viviéndose, descubriéndose, progresivamente, evolutivamente. Cada persona vivirá su sexualidad de manera distinta y su sexualidad estará en continua evolución; se vive en todas las etapas de la vida y se expresa de múltiples formas y presenta muchas finalidades placer, ternura, comunicación y conocimiento.
Cada persona escoge cómo vivir su sexualidad, aunque
esta decisión suele cambiar a lo largo de los años. Se puede hacer una primera distinción entre quienes mantienen relaciones sexuales para procrear y quienes lo hacen para sentir placer. Ambos grupos, independientemente de sus creencias y principios, deben tener en cuenta una serie de responsabilidades que giran en torno a las prácticas sexuales, para evitar por todos los medios que sus acciones repercutan negativamente en los demás.
Lo social del ser humano, la familia, se refiere a los valores en la
formación en valores, normas de comportamiento y actitudes hacia la sexualidad. Es el espacio de socialización de las personas y donde se empieza a desarrollar la identidad del sujeto en todas las edades. La familia apoya la vida de cada persona con base en la satisfacción de las necesidades de protección, comunicación, afecto y otras, La sexualidad es una forma de expresión de la personalidad del individuo, comprende actitudes, sentimientos, comportamientos y conductas relacionadas con el sexo, entendido como una característica de un cuerpo, la totalidad de la persona, su comunicación, afectividad.
La sexualidad hace parte de la vida de toda persona, a ella están
asociadas funciones importantes como la reproductiva, la placentera y la función comunicativa, esta última permite a los seres humanos expresar sentimientos, deseos y pensamientos que conllevan a una relación sexual libre de presión, violencia o coerción, la sexualidad se interrelaciona del tal manera con la personalidad, que se practica y se expresa en todo el que somos, sentimos y pensamos. La sexualidad, como conjunto de fenómenos emocionales y de conducta relacionados con el sexo, marca de forma decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo. Considerada a lo largo de la historia como una fuerza natural e innata, cada vez más se llega al convencimiento de que en ella también intervienen las influencias sociales.