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Foto: Kitzia Montiel
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Ilustración de Yan María Castro Yaoyólotl
Mayitas (detalle) .Ilustración, Yan María Castro Yaoyólotl
Las lesbianas feministas mexicanas belarnos contra la heterosexualidad
iniciamos nuestro movimiento en la obligatoria, o sea, contra la domina-
segunda mitad de la década de los ción de uno o varios hombres. Opre-
70 del pasado siglo XX, provenientes sión a la que se sumaba el clasismo si
del movimiento feminista mexicano, se pertenecía a la clase trabajadora,
iniciado en 1971. el racismo si se era de un pueblo ori-
ginario o de color no blanco; y el colo-
¿Por qué luchamos? nialismo si se pertenecía a los países
sometidos al imperialismo, entre las
Las lesbianas tuvimos que confrontar más destacadas expresiones del sis-
a las diversas instituciones patriarca- tema de dominación mundial, el pa-
les que habían mantenido a las mu- triarcado.
jeres en la esclavitud y el vasallaje
alrededor de cinco mil años, de ahí, El movimiento de lesbianas comen-
la doble opresión: ser mujeres y re- zó dentro del movimiento feminista,
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nunca dentro del movimiento homo- feminista, aún a pesar de la lesbo-
sexual y mucho menos del gay como fobia de las feministas patriarcales
muchos autores (as) han tratado de (heterofeministasanti-lesbofemi-
afirmar; se levantó por la emancipa- nistas). Respecto a los y las homo-
ción de las mujeres no por “la libe- sexuales-gays, cabe aclarar que
ración sexual” ni por los derechos cuando nos dimos cuenta de la pro-
homoeróticos y fue muy crítico con- funda misoginia que profesaban y de
tra el machismo y la misoginia de los que su proyecto histórico no rompía
hombres y las mujeres homosexua- sino que fortalecía al patriarcado,
les, gays, lésbo-gays, glbt, glbttti y marcamos distancia con éstos y re-
más adelante queer y de otros len- afirmamos el principio de autonomía
guajes neoliberales. Paralelamente, política que debe regir a todos los
se rebeló contra la heterosexualidad movimientos sociales.
como cosmovisión del mundo de la
que partían las propias feministas Desde el inicio de la década de los
heterosexuales.
90, por un lado, el feminismo patriar-
Por tanto, la iniciativa de formar or- calizado (o sea, el feminismo liberal,
ganizaciones lesbianas fue una res- reformista, burgués, institucional, ca-
puesta, por un lado, a la negativa pitalista, imperialista, blanco, ur-
de las feministas heterocentristas de bano, académico) fue integrándo-
asumir al lesbianismo como parte se al sistema patriarcal a través de
del movimiento feminista y, por otro, la sustitución del feminismo por el
contra el andro-falocentrismo y, por generismo (perspectiva de género
tanto, misoginia de los hombres y que no señalaba a las oprimidas ni a
mujeres homosexuales gays. quién oprimía). Y, por otro lado, los y
las homosexuales fueron asumien-
Sin embargo, esas dos circunstancias do la propuesta neoliberal “gay” que
no fueron su centro. Su objetivo fun- escondía su misoginia a través de la
damental era, y es, el derrocamien- omisión o inexistencia de “el otro” (es
to y abolición total del patriarcado
decir, de las mujeres), complementa-
como sistema mundial de domina-
do ello, con el despojo a las propias
ción, no sólo de los hombres sobre
mujeres de “su identidad como muje-
las mujeres sino de los hombres so-
res”. Negando así toda la problemá-
bre otros hombres oprimidos. Y, por
tica histórica de las mujeres a través
tanto, edificar una sociedad justa
de distractores eufemísticos bajo el
para las mujeres y por consecuencia
paraguas de los discursos generistas
para la humanidad.
y de la “diversidad sexual”, es decir,
Las lesbianas feministas siempre he- invisibilizando cinco mil años de es-
mos formado parte del movimiento clavitud de éstas por el patriarcado.
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¿Para qué luchamos? reprimido por ser un asunto sexual
sino por ser un asunto político: la re-
Las lesbianas feministas partíamos belión de las esclavas del patriarcado
de la consigna: “el feminismo es la para la abolición y derrocamiento de
teoría y el lesbianismo la práctica”, este sistema social.
ubicando al lesbianismo como la par-
Este aspecto, el potencial político
te más radical de la lucha de las mu-
revolucionario, es el que trataron de
jeres e, inclusive, como la vanguardia
eliminar tanto el generismo como el
política de éstas y única posibilidad
gaysismo; después la diversidad se-
de abolición del sistema patriarcal. El
xual y actualmente el queerismo y
lesbianismo, entonces, trascendía los
otros discursos derivados de la crisis
márgenes de la sexogenitalidad y se
posmoderna, porque la rebelión de
proyectaba al campo político, inclusi-
las mujeres representa la pérdida del
ve, no sólo como un proyecto de vida
poder político y sobre todo econó-
para las propias mujeres sino una
mico de los hombres sean estos he-
propuesta de nueva organización so-
terosexuales, homosexuales, trans,
cial justa y equilibrada para toda la
no binarios, flexibles, nómadas o hí-
humanidad.
bridos.
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Mayitas .Ilustraciòn. Yan María Castro Yaoyólotl
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Foto: Yan María Castro Yaoyólotl
la pira funeraria del esposo, obliga- derivados, constituye un genocidio o
ción del uso del shador, turismo se- femicidio simbólico de las mujeres, la
xual, pornografía, esclavitud, cultura mitad de la humanidad,… apuntalado
gore, snuff y femicidio, entre muchas por los programas de la ONU.
expoliaciones más.
Por ello, el lesbofeminismo no solo
La mentira que las feministas pri- es necesario sino indispensable para
vilegiadas posmodernas difunden: una humanidad que se encuentra
que “las mujeres ya somos libres” y sumida en un océano de opresiones
por tanto ya no tenemos que organi- encubiertas, ocultas y disfrazadas
zarnos para luchar (en el feminismo bajo los juegos del lenguaje (los jue-
radical y el revolucionario), junto a gos del hambre) de la globalización,
la “desaparición de las mujeres rea- neoliberal, posmoderna… un neopa-
les y materiales” (de carne y hueso) triarcado disfrazado de mujer.
y su sustitución por la “aparición de
otros sujetos esterotipados” impul-
sados por los discursos queer y sus
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Foto: Yan María Castro Yaoyólotl
En mi país, en México, cada tres ho- al año; hay otras padeciendo viola-
ras, en promedio, es asesinada una ciones dentro y fuera de sus casas;
mujer, una anciana o una niña. Los hay quienes reciben múltiples formas
asesinatos cada día son cometidos de violencia de sus esposos, novios
con más crueldad y con formas de y familiares. Todos los días miles de
tortura inimaginables. mujeres son acosadas a diario en las
calles, los trabajos, las escuelas, en
Esos ocho asesinatos diarios son todo sitio.
sólo el registro oficial de los femini-
cidios cometidos, aunque hay cifras Esto, por señalar sólo algunas de las
no oficiales más alarmantes. Aunado formas de violencia cotidiana y actual
a ello, es preciso considerar el pade- en contra de las mujeres en general.
cimiento de otras que sobreviven a
los intentos de sus asesinos, y que Una pregunta constante entre quie-
en numerosas ocasiones quedan con nes damos cuenta de estos fenóme-
distintos grados de secuelas a partir nos de violencia acrecentada contra
de la agresión, que van desde el es- las mujeres, que sabemos que no es
trés postraumático hasta heridas, sólo en México, es el cómo detener-
lesiones físicas y deformidades per- los. Primero, creo que es importante,
manentes. para pensar en cómo detener un fe-
nómeno, pensar en cuál es su origen,
Igualmente, hay mujeres diariamen- ¿por qué sucede esto?, ¿cómo llega-
te sustraídas para ser víctimas de mos como humanidad a este punto?
trata, en México casi 20 mil niñas
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Aquí, las reflexiones que hemos escogida, reconocida por un hombre
hecho colectiva e intergeneracio- y, de preferencia, darle hijos a ese
nalmente las lesbianas desde el fe- hombre y cuidárselos. Así, la vida en
minismo, nos permiten explicarnos interdependencia con los hombres
algunos elementos presentes en casi dará lugar a la forma de organiza-
todos los sistemas de producción ción en nuestras sociedades, donde
que se han construido en el mundo el adulto y la adulta producirán y
bajo el patriarcado: enseñaran a los más pequeños y pe-
queñas el modo de vivir y de producir.
1.- Observamos que en cada bebé Al mismo tiempo, sobre las mujeres
que al nacer, o en un ultrasonido, se en particular se asentará la exigencia
observa que tiene una vulva entre las de cumplir labores que resolverán las
piernas, se predice socialmente que necesidades para mantener-reprodu-
va a poder ser madre algún día, que cir la vida: comida, limpieza, abrigo y
tiene la capacidad de parir ( Yo le lla- atenciones.
mo “presunta capacidad paridora”).
4.- Actualmente, hay variantes en el
2.- Sobre esa bebé con vulva, de acceso a la educación, en la cantidad
inmediato, se empieza una rígida, de hombres con los que una mujer se
constante e interminable educación relaciona en su vida, con la elección
para que sea todo lo “femenina” que de tener hijos o no, con la reparti-
se espera de alguien que dará hijos al ción de labores domésticas. Sin em-
mundo. Se le enseña a ser cuidado- bargo, en este año, 2018, en la mayor
ra, atenta, servicial, a saber cómo parte del mundo, se sigue exigiendo
atender la mesa, lavar los platos, a las mujeres la mayor carga del tra-
verse siempre linda, ser agradable… bajo doméstico y los servicios y cui-
Es decir, se le enseñan todas las la- dados a los otros, con gran sanción
bores de cuidado y servicio que ella social para aquellas que son desobe-
deberá hacer toda la vida. Indepen- dientes o “egoístas” en la dedicación
dientemente de si estudia o trabaja, de su tiempo para servir a los demás.
la sociedad le exigirá dobles jornadas
de trabajo porque toda aquella naci- 5.- Todo el trabajo de cuidados y de
da con vulva debe cumplir una cuo- servicios, realizados por las mujeres,
ta de cuidados y servicios como par- permite funcionar la economía y el
te de su papel asignado como mujer tejido social. No hay quien pueda sa-
en esta sociedad. lir a cumplir sus labores de trabajo o
de intereses sociales si no hay lavado,
3.- Sobre todas las cosas, se le ense- comida preparada y descanso. Como
ñará que su realización como persona he señalado arriba, la satisfacción de
estará en ser amada por un hombre, estas necesidades mayoritariamente
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descansa en los cuerpos de las muje- que se beneficia de esa explotación,
res. Esto quiere decir que el sistema los hombres. Entonces, de forma
económico, social y cultural no fun- paralela es explotada, pero menos-
ciona sin el trabajo gratuito y obliga- preciado su trabajo e invisibilizado
torio de las mujeres. y, para que este desprecio sea posi-
ble, es necesario que sea vista como
6.- Este análisis muestra cómo des- subalterna, inferiorizada y suscepti-
de la preparación del nacimiento de ble de ser utilizada ella misma como
aquella que tiene una vulva entre las objeto y hasta como mercancía, lo
piernas y se presupone que tiene un cual se vuelve más complejo en un
útero, se crean todas las condiciones mundo como el que hoy habitamos
y artificios para educarla en un modo en donde el capitalismo salvaje nos
de pensamiento en donde su lugar en hace creer que hasta la vida humana
el mundo estará dictado en relación puede tener un precio. Es en este lu-
con su capacidad de servicio, de cui- gar donde nuestros cuerpos y vidas
dado, de procrear, de ser para otros se tornan, vendibles, intercambia-
y de amar y desear sexualmente a bles, torturables, asesinables y dese-
los hombres. Todo ello condiciona- chables. Es decir, las múltiples for-
do en las particularidades dictadas mas de explotación de las mujeres,
por su lugar de clase económica, el de horror y muerte, no son sucesos
color de su piel y el entorno en que individuales que les pasan a muchas
se desenvuelve. Esta construcción de de nosotras, son parte de un sistema
trabajadora sin salario y conforme, que nos ha hecho ver como natural
hasta orgullosa de ese trabajo, es nuestra explotación y que constan-
indispensable para que pueda seguir temente trata de naturalizar la venta
siendo explotada y siendo el pilar del de nuestros cuerpos, hijas e hijos, vi-
sistema en el que habita. das, esclavitudes y sufrimiento.
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Foto: Mariam Pessah
Las lesbofeministas, en cambio, lo explotadora la que tendrá que hacer-
que planteamos es dar una vuelta de se cargo de su propia existencia sin
180 grados a la propuesta civilizato- nuestra servidumbre. Allá verán ellos
ria contemporánea, a los sistemas cómo resolverlo.
económicos, políticos y sociales.
Nosotras tenemos temas más ur-
Resistir a la opresión sin convertir- gentes que atender, como lo que
nos en opresoras. Desobedecer el concierne a la conservación del pla-
servicio y la existencia para otros y neta, a la libertad y fortalecimiento
hacer la gran rebelión: Mirarnos unas de nosotras y de nuestros modos de
a otras y aliarnos entre nosotras. organizarnos, a la crianza de las niñas
Amarnos entre nosotras. Negarnos en otra munda posible.
a darle nuestro cuerpo, nuestra se-
xualidad, nuestro afecto, nuestras Tengo muy poco espacio asignado
crías, nuestros servicios y cuidados en esta publicación para compartir en
a la clase que nos ha explotado his- este muy breve resumen del análisis
tóricamente y construir, primero, y de la utopía de las “nosotras”. Sin
lugares de resistencia y cuidados y embargo, me gustaría finalizar seña-
acompañamientos recíprocos entre lando que la apuesta lesbofeminista
nosotras. tiene apenas algo más de 40 años
de existencia -un soplo apenas en las
Ser “separatistas” es separarnos, medidas de tiempo histórico- y, sin
desenmarcarnos del régimen político embargo, somos una poderosa fuer-
que nos ha tratado de convencer que za que interpela, lo cual implica que
somos en complementariedad bioló- hay un futuro que estamos sembran-
gica con el otro, negarnos a la hete- do ahora.
rosexualidad obligatoria.
Si eres mujer y te interesa soñar y ac-
Hay quienes tratan de denostar el tuar con nosotras, acércate, estamos
proyecto político lesbofeminista, con en resistencia permanente, alegre,
ridiculizaciones en donde nos man- poderosa y acompañada.
dan a una isla lésbica sin contacto
con el mundo. Nuestra apuesta es ¿Para qué lucha el lesbofeminismo?
peor que eso, mucho peor: No deja-
remos de existir ni estar en el mundo Para hacer posible la gran revolución
que nos merecemos y que es nues- indispensable en esta era, porque
tro a partir de todo lo que histórica- nos queremos vivas y nos queremos
mente se nos adeuda, es la clase hoy libres.
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Foto: Yan María Castro Yaoyólotl
¿PAR A QUÉ LUCHA EL
LESBOFEMINISMO?
Por Luisa Velázquez Herrera (Menstruadora)
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Ilustraciones digitales Menstruadora
El patriarcado es el mundo donde al que ellos se roben nuestras ideas y
mirar las noticias en internet solo reflexiones en sus discursos, oficios,
vemos hombres haciendo cosas en trabajos y profesiones.
las altas esferas del poder. En este
mundo los hombres acosan, abusan, Algunas cosas han cambiado con el
violan, explotan y asesinan mujeres. paso de los años en la superficie, pero
Al llegar a este punto, algunas com- en el fondo siguen siendo lo mismo.
pañeras suelen rebatirme diciendo
que las mujeres también somos La sociedad nos sigue formando des-
machistas y déjenme decirles que de niñas para estar con hombres y
tienen razón. Las mujeres también nos siguen asesinando hombres. Dia-
somos machistas pues fuimos edu- riamente hay redes de explotación
cadas en el mismo sistema social, sin hacia mujeres y niñas, que trabajan
embargo, hay una diferencia crucial de manera impune con la protección
en nuestro machismo. Los hombres de instituciones, bancos, gobiernos y
fueron educados para apropiarse de organizaciones.
las mujeres e incluso asesinarlas. Y
nosotras fuimos educadas para ser- Para ellos su machismo implica usar
virles con nuestra vida, fuimos en- mujeres y luego exterminarlas como
trenadas para lavarles los calzones, quien usa un objeto. Para las mujeres
para velar por su salud, para darles el machismo significa vigilarnos en-
contención emocional, para ceder tre nosotras para que ninguna salga
nuestro placer y fingir orgasmos a su del sistema. Vigilamos que la otra no
lado, fuimos educadas para ser usa- huya de esta violencia sin nosotras,
das intelectualmente, permitiendo la hacemos sentir mal porque comió
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Ilustración digital Menstruadora
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más de lo que tenemos permitido, la Adrianne Rich. Cuando digo hete-
hacemos sentir mal si no obtiene un rosexualidad, nos viene a la mente
reconocimiento, si no atiende a sus una relación sexual o afectiva entre
hijos e hijas, si no es buena amante un hombre y una mujer, en parte es
y esposa, si no necesita un hombre o eso, pero no solo eso. La heterose-
no quiere estar con un hombre. Nues- xualidad es además, la idea impues-
tra violencia es hacerla de guardianas ta de que las mujeres nacimos para
de los intereses de los hombres, aun- ser complementadas por hombres,
que allí se nos vaya la vida misma, es complementación que en realidad es
decir, somos guardianas que escupen servicio para ellos, servidumbre o es-
hacia arriba. clavitud invisibles, luego entonces, la
heterosexualidad obligatoria no re-
Si bien muchas compañeras tienen presenta sólo las relaciones sexuales
razón en señalar el machismo entre entre hombres y mujeres, sino todas
mujeres, es importante aclarar que las relaciones entre hombres y muje-
nosotras no asesinamos mujeres res, mismas que son de sometimien-
porque no fuimos educadas para eso, to a las mujeres.
al contrario, nosotras somos las que
llevamos pre-escrito un feminicidio El patriarcado nos ha vendido la idea
en el cuerpo. Sobra decir que al me- de que existe una “orientación se-
nos en este país, los hombres asesi- xual”, pero es solo un discurso violen-
nan diariamente a un mínimo de siete to hacia las mujeres. Las mujeres no
mujeres, y esto de acuerdo con cifras nacimos orientadas a los hombres,
oficiales, que suelen ser tímidas con esto es falso, nos han hecho creer
respecto a la atroz realidad. Por este esto para que trabajemos gratis para
motivo, por ejemplo, cuando cami- ellos, nos dijeron que era “hormonal”
namos solas por la noche y miramos o “química” nuestra atracción hacia
a un grupo de mujeres andar cerca, ellos, pero es una mentira para arran-
no temblamos de miedo, cosa que sí carnos la autonomía y la felicidad, tal
sucede si hay un grupo de hombres, atracción es impuesta desde niñas
porque sabemos que la violencia que a través de la familia, la escuela, el
perpetran contra nosotras puede mercado y los medios, aunque mu-
acabar con nuestra vida. Eso es el pa- chas por fortuna se resisten.
triarcado.
Las mujeres no nacimos con un chip
Las lesbofeministas nos dimos cuen- de fábrica que nos dicta estar al lado
ta que este sistema social que llama- de hombres, sino todo lo contrario.
mos patriarcado, es posible gracias Crecimos orientadas a otras mujeres,
a un motor llamado heterosexuali- por eso la existencia común de clu-
dad obligatoria, término de la autora bes infantiles de niñas que no dejan
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pasar niños, por eso la mejor amiga Por eso es muy común en la historia
de toda mujer con la que planeamos lésbica, casos de mujeres que deci-
sueños e intercambiamos cartitas y den ser lesbianas a edades adultas,
notas de amor; porque nuestra in- tarde o temprano sabemos desde los
tuición primaria es estar con quien poros de nuestro cuerpo que no he-
somos felices y con quienes nuestra mos nacido orientadas a ellos, que es
vida no corre peligro y esas son otras un engaño para ser explotadas.
mujeres.
Las lesbofeministas nos dimos cuen-
Desde muy pequeñas, algunas mu- ta también, que debido a que todas
jeres hacen caso a esa intuición de las mujeres somos educadas en el
estar con niñas, deciden permanecer patriarcado, casi todas las lesbianas
entre mujeres mientras crecen y la aspiramos al modelo heterosexual
mayoría de las veces, para el resto de pareja con hijitas e hijitos, modelo
de su vida. Esas niñas son potentes que viene a representar un esquema
e inteligentes, pero el patriarcado les cerrado de producción y consumo, el
dirá a esas niñas que su rebelión no cual se le conoce como familia. Bajo
se debe a que sean inteligentes, sino esa educación, nos quisieron imponer
que simplemente se relacionan con la idea de que las desobedientes as-
mujeres porque tienen una condición piráramos a encajar en el mundo de
“biológica” interna “anormal” que lo la heterosexualidad para así no signi-
provoca, de esta manera, el patriar- ficar ninguna amenaza.
cado las animará a asumirse como
“diversas” por “naturaleza”. Esta es- Para las mujeres pertenecer al siste-
trategia del sistema patriarcal es su- ma heterosexual es violencia, prime-
mamente violenta, le están diciendo ro porque somos mujeres y en este
a esa mujer rebelde que lo suyo no sistema no nos pertenece ni nuestro
fue rebeldía sino anormalidad. cuerpo; y segundo, porque el repro-
ducir la heterosexualidad no nos ayu-
Otras niñas serán obligadas a creer da de ninguna manera a las mujeres,
de sí mismas que son heterosexuales es decir, a nosotras mismas, ya que
durante más tiempo en su vida. Sin reproducir la heterosexualidad es ex-
embargo, históricamente y a pesar plotarnos a nosotras mismas.
de todo, las mujeres hemos desobe-
decido ya sea en la tierna infancia, en Las lesbofeministas nos hemos en-
la juventud, en los años de vida adul- cargado de revisar la educación pa-
ta o pasando la mitad de siglo y más. triarcal con la que cargamos. Por
ejemplo, hemos revisado que la idea
Las mujeres logramos salirnos del de pareja amorosa en el esquema
corral que da servicio a los hombres. que nos enseñaron, esquema capi-
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Foto: Menstruadora
talista y heterosexual, prescinde de nemos querernos, amarnos entre no-
colectividades de mujeres organiza- sotras, para poner todo el centro de
das, significando un gran daño para atención en nosotras. Digamos que
nosotras, por eso lo cambiamos. somos huelguistas eternas de la es-
clavitud a las mujeres, y eso, aunque
Para nosotras es fundamental per- ahora no se logre dimensionar, es lo
manecer en colectividad, en grupos que hará que el patriarcado se des-
de apoyo grandes, amorosos y go- mantele por completo, de manera
zosos de mujeres que crean lazos que un día podamos vivir en un mun-
que van más allá de lo sexual, que se do digno para las mujeres.
aman, se quieren, se miman, se dis-
frutan y se protegen ante la violencia Como decía al inicio del texto, la lu-
del mundo en que vivimos. Es en es- cha lesbofeminista persigue como fin
tos grupos donde hemos encontrado el desmantelamiento del patriarcado
hacerle frente al patriarcado. Pare- y eso significa la liberación de las mu-
cieran grupos menores, cosita de jeres. Primero devela que el patriarca-
nada, pero son las piedritas en el za- do es temporal, luego revisa como se
pato dentro del sistema. Se supone conforma a través de la heterosexua-
que debíamos estarle sirviendo a pa- lidad obligatoria para la explotación
dres, hijos varones, novios, amantes de las mujeres y por último vislumbra
hombres, esposos y jefes, pero nos maneras de desmantelarlo a través
rebelamos, somos grupos de mujeres de la creación colectiva y amorosa
organizadas para salvarnos la vida en entre mujeres: ¡Alesbiánate!
colectividad, nos planteamos otras
formas de vivir, de crear, de alimen-
tarnos, de vivir el placer. Nos propo-
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EL SECRETO MEJOR GUARDADO
Por Kitzia Montiel
kitzia.montiel@gmail.com
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Ilustración digital Kitzia Montiel
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Crecí un poco, por supuesto que li- De ahí comencé a encontrarme en
brarme de la hetesexualidad no re- la Zona Rosa (lugares de reunión
sultaría nada fácil, querer salir de LGBT), la fiesta, el desmadre, el alco-
ella era casi firmar tu sentencia hol, mucho alcohol, la violencia siste-
de muerte (al menos eso pensaba en mática en “la comunidad”, Cabaretito
ese momento). Ser prófuga parecía (una empresa de bares para gays).
casi un imposible. Ya pasaba de los Al principio conocí a muchos gays,
15 años y en el baño de la prepa se muchos homosexuales, pocas les-
leía una pinta que decía algo así: “si bianas. Ellos mandaban, y seguíamos
eres diferente y te gustan las muje- sirviéndoles a los hombres aunque
res, escríbenos...” en ese entonces fueran gays, bajo la misma lógica,
el grupo se llamaba “Los amigos de pero con otra pinta, querían besar-
Dorothy” (porque todes éramos di- nos, nos besabamos, querían hacer
ferentes como en El Mago de Oz) yo algo, lo hacíamos. Todo el tiempo
moría por escribir, pero tenía tanto escuchamos afirmaciones como: “la
miedo de ser señalada por lesbia- vagina huele a pescado”, “que asco
na que me hice (me hicieron) a la idea coger con una mujer” o la forma en
que sólo era una etapa. Afortunada- cómo se nombran entre ellos: “pe-
mente, quienes organizaban el gru- rra”, “puta”, “loca”, “gorda”, “naca”...
po me contactaron, sabían que a mí era demasiado soportar la misoginia
me gustaban las mujeres y sabían homosexual.
que casi nadie salía del closet sin
un poco de ayuda -todas sabemos Entendía que no podía durar mucho
los costos de desobedecer-. Se me ahí, era desesperanzador, supuse
notaba a kilómetros lo lesbiana y el que a los 28 años (top) ya no sería
miedo, pero ese mismo día me pre- lesbiana, que tendría que conformar-
sentaron a por lo menos otras tres me con saber que seguía amando
lesbianas, no estaba sola, había un a las mujeres, pero de lejitos, creía
grupo organizándose, un grupo de que no podía construir y compartir
“machorras y putitos”. vida con otras mujeres. No sabía que
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Foto: Lunas lesbofeministas, Marcha del Orgullo CDMX 2012
El sistema te quiere en
Zona Rosa... NOSOTRAS TE
QUEREMOS LIBRE
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sin un posicionamiento político el en el 2005 y además en Ecatepunk
lesbianismo carecía de base y, sin ci- era imposible! Encontrar espacios
mientos, sólo somos mujeres identi- dirigidos a la “L”, esa identidad casi
ficadas con los valores del opre- “decorativa” de lo LGBT era irruptor.
sor, los de ellos. No sabíamos cómo Se nos había hacinado en los jueves
amarnos entre mujeres lejos de la en Zona Rosa y de ahí no debíamos
misógina, porque la única “escuela” salir.
hasta ese entonces era la heterose-
xualidad y la heterosexualidad tiene Las Lunas Lesbofeministas impar-
como base el odio a las mujeres, ellos tían los talleres y los temas a tratar
no aman a las mujeres. Los hombres iban de autodefensa, sexualidad para
saquean a las mujeres y las conven- lesbianas y feminismo... ¡FE-MI-NIS-
cen de que las aman para que así MO! -¡ah chinga!- ¿Y eso, con qué se
se queden en un lugar donde se les comía o qué?
maltrata estructuralmente y el sis-
tema queda intacto. Las lesbianas Más que la teoría a aprender, lo que
que asistíamos al Cabaretito éramos era más interesante era lo que mira-
un poco parecidas a ellos. No estaba bamos: mujeres adultas construyen-
a gusto, pero era lo que había y por lo do vida, tenían hijas, vivían juntas,
menos era un poco mejor que lo que eras amigas y además ayudaban a
ofrecía la heterosexualidad. otras lesbianas. Como posiciona-
miento político no bebían y también
Francamente hartas (la que era la tenían en sus pisos éticos: no asistir
novia en ese entonces y yo) busca- al grupo a “ligar”, ¡QUEEEEEEEÉ! ¿de
mos opciones diferentes para pasar qué me estaban hablando? ¡Un gru-
el rato y dimos con unos talleres di- po de lesbianas que no beben y que
rigidos a lesbianas, ¡ÚNICAMENTE A no cogen todas con todas!, ¡tenía que
LESBIANAS! ¡Espacios separatistas ser una broma!
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Intervención digital Kitzia Montiel
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nista, estoy en la radicalidad”. Estas labras: “jódete porque la violencia
gafas violetas extra plus que un gru- que tú has vivido ya no debe impor-
po de mujeres nos hemos colocado y tarle a nadie y además guarda silen-
nos han dado el entendimiento para cio, no ves que ya el mundo también
saber porque hablar de “género” ha es tuyo”.
sido utilizado para reemplazar a todo
lo relacionado con las mujeres, a en-
Sin embargo, la realidad es otra, la
tender el porque la gente volteó a ver
violencia hacia las mujeres parece
al feminismo pero no como una base
no parar, estamos siendo masacra-
política, sino como simple moda, em-
das con toda la impunidad, a una
pezaron a reivindicar que no existía
velocidad alarmante, ¡genocidio!
“el feminismo”, sino, “los feminis-
gritamos las más radicales; a diario
mos”, como si existiera una definición
miles de niñas y mujeres son vícti-
por cada cabeza en el mundo.
mas de feminicidio, son desapare-
Pronto, las grandes marcas de ropa cidas, violadas, vendidas completas
sacaron playeras rosas con la pala- o por partes. Hay un mundo que
bra “FEMINIST”, Emma Watson era exige nuestra desaparición como
el nuevo icono de la mujer feminis- personas con derecho a una vida
ta empoderada cool que todas las digna y nos convierte en un produc-
mujeres jóvenes aspiraban a ser, de to más para el privilegio masculino.
pronto todOs podrían nombrarse fe- Estamos siendo desaparecidas y no
minista y podían luchar por la equi- sólo materialmente, también somos
dad e igualdad de género o podrían despojadas en lo epistemológico,
llenarse la boca diciendo que ahora en la lengua, en la historia, etcétera.
todOs tenemos los mismos derechos En las nuevas formas de teorizar, se
y que la violencia extrema que sufri- hace especial ahínco sobre las cuer-
mos las mujeres era sólo un invento pas de las mujeres, se habla más
de las “gordas y malcogidas femina- de la ficción que de la realidad: “el
zis”. Cuando descontextualizas, todo binarismo es la raíz de la opresión”,
pierde fuerza, sin nombrar claramen- las teorías colonizadoras dicen “que
te al sujeto de opresión, entonces dejemos de nombrarnos mujeres
parecería que no existe la opresión. y la opresión desaparecerá”, es así
de fácil, aseguran, aunque nosotras
Hay un discurso tramposo en donde sabemos que no, pero ¿a quién le
a todas las mujeres se nos quiso con- conviene que las mujeres desapa-
vencer de que vivir en el eterno ser rezcamos y además que seamos las
“víctima” (nombrar las opresiones y propias mujeres las que luchemos
violencia concretas) es anticuado por dejar de nombrarnos mujeres?
y poco “empoderador”, en pocas pa- La respuesta ya la sabemos.
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Antes, luchábamos por poder nom- rosexualidad, el lesbofeminismo es
brarnos lesbianas, por nuestra iden- existencia, es resistir día a día como
tidad que había querido ser absorbi- mujeres, como lesbianas, y como
da por lo gay y ahora no sólo se nos sujetas dignas de derecho. El lesbo-
intenta despojar del poder reivin- feminismo es la estrategia de su-
dicarnos lesbianas, ahora también per-viviencia, no nos conformamos
quie-ren despojarnos del reivindicar con medio vivir, nosotras nos sabe-
ser mujeres y de construir un mejor mos dignas, nosotras sabemos que
mundo para nosotras, el sueño del no sólo comeremos las migajas que
heteropatriarcado: un mundo sin ellos quieren para nosotras.
nosotras, donde los hombres se co-
loquen faldas y repitan que son más Ahora tengo 31 años, soy parte de
mujeres porque así lo decidieron, Lunas Lesbofeministas, vivo lo más
por fin: hombres materialmente y posible el separatismo, comparto la
simbólicamente amando hombres, vida, la amora, la cotidianeidad con
el patriarcado materializado, por otras, construyo vida con mis igua-
fin: un mundo donde las mujeres de- les. Ahora soy parte de esas lesbia-
jemos de existir. Un mundo de, por nas adultas que tienen novia, pareja,
y para ellos. Los hombres ya no sólo familia, amigas con otras, que tienen
se conforman con ser hombres, pisos éticos y son lo más congruen-
ellos lo quieren absolutamente tes y recíprocas, estoy con Evelyn y
todo y para eso es necesaria nues- ella conmiga, nos amamos de una
tra depredación. manera hermosísima… así, justo
como Xena y Gabrielle, pero en ver-
Pues bien, la lucha lesbofeminista, sión de feministas radicales.
no es palabra muerta, el lesbofemi-
nismo es una base para entender y Ya ven, nos cansamos de ser las eter-
resistir a las lógicas del mundo, las nas esclavas, nos queremos libres y
lesbofeministas luchamos día a día estamos luchando por esa libertad
para abolir la esclavitud de la hete- robada. Lesbofeminismo para vivir.
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Ilustración digital Kitzia Montiel
AQUÍ ME QUEDO, DE AQUÍ SOY:
DEL NOSOTRAS
Por Evelyn M. Rodríguez Osorio
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Conocí al lesbofeminismo de mane- Así seguí por la vida y prontamente
ra muy curiosa y justa con mi vida, comenzaron a gustarme las muje-
porque fue paralelamente muy cer- res, me sentía atraída por ellas, me
cano con mi proceso de asumirme gustaba estar con ellas, construir,
lesbiana. Éste comenzó cuando em- besarlas, que me besaran, tener sexo
pecé a jugar futbol, que fue desde los entre nosotras, cada vez me queda-
5 años; sabemos que a las mujeres ba más claro que no me interesaba
que “invadimos” espacios masculi- estar de cualquier forma posible con
nos, se nos violenta constantemente ningún hombre, pero yo no sabía ni a
para devolvernos a “nuestro lugar”, quién decirlo, ni cómo decirlo, ni qué
bueno, pues en muchos espacios, hacer con lo sentía. Entonces fue así
me llamaron machorra, marimacha, que mis primeros pininos de rebeldía
lesbiana, manflora, (yo ni sabía qué a la heterosexualidad fue asumirme
significaba eso, pero podría enten- bisexual, cuando la oleada lgbtera
derlo por toda la connotación que le llegó cuando estaba por terminar
ponían para hacerte saber “que eras el CCH y en la universidad mientras
la peor aberración y tenías que dejar yo estudiaba psicología, aunque yo
de hacer lo que estabas haciendo”, seguía sin sentirme cómoda pero en
claro, ahora entiendo que cualquier ese momento era lo que había, no ha-
intento de ser prófuga del heteropa- bía más; posteriormente cuando me
triarcado, tiene sus costos, nada de adentre más en el feminismo (yo sin
esto es casual, pero en ese entonces, saber que era el feminismo hetero-
yo tan sólo quería jugar fútbol y es- sexual), a partir de ello me quedaba
tudiar, y así seguí, mi familia me apo- más claro tantas cosas sobre mi, mi
yó mucho en ello, principalmente mi vida, pero seguía habiendo lagunas,
mamá, sin embargo, me sentía muy porque no hablaban de las lesbianas,
confundida porque es claro cómo ni de la la heterosexualidad, mucho
desde esas edades intentan meterte menos de cómo ésta es la raíz de las
la heterosexualidad, la misógina, la opresiones de las mujeres, etc, en-
lesbofobia. A lo largo de ello, conocí tonces continúe buscando algo que
a muchas mujeres que evidentemen- se acercará más a mi, a mis raíces,
te no eran heterosexuales, algunas a la vida de nuestras más cercanas,
se nombraban lesbianas, otras gays, algo que me diera más sentido, y em-
homosexuales y bisexuales, ellas me pecé a conocer varios feminismos: el
llamaban la atención, aunque tam- descolonial, el comunitario, del cual,
bién me di cuenta que tenían formas éstos dos últimos aportaron para mi
muy parecidas a lo masculino (yo sin mucha visión, también, me intentó
saber que por sí misma la lesbiandad hacer ojitos la posmodernidad con
es un acto revolucionario contra el su teoría queer, su pansexualidad, el
heteropatriarcado). poliamor, los espacios mixtos (por
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Ilustración digital Kitzia Montiel
supuesto yo sin saber que éste, al do” (ahora entiendo que no es casual
igual que la bisexualidad, son en sí que lo esté).
mismo la heterosexualidad, sólo que
dicha de otra forma, porque sigue En estos procesos, me percaté que
respondiendo a una lógica hetero- de cierta forma seguía siendo com-
patriarcal, a la defensa y promoción placiente a esas lógicas, porque se-
de la supremacía masculina, porque guía negándome a mí, a pesar de
pone en el centro y prioridad a los mi claridad sexual, afectiva, ética
hombres (teórica, epistemológica y y política con las mujeres, conmigo
políticamente), misma que pone en no lo estaba siendo, ahora entiendo
el centro su placer y su vida a costa que estos procesos no son aislados
de las mujeres, etc,) y pues era claro de esta estructura patriarcal, pero
que yo no quería nada de eso, ahora que afortunadamente a partir de
entiendo que todo ello es completa- esos pequeños y enormes ruidos, te
mente antifeminsta y antimujeres. hacen mover de espacios, de perso-
Por otra parte, me reconocí de mu- nas, de conocimientos, de posiciones
chas formas con el feminismo radical, políticas, porque ya no te sientes tú
materialista, pero el lesbofeminismo misma y no quieres seguir así. Fue
seguía estando sutilmente “escondi- así, que comencé a nombrarme les-
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biana, lesbiana feminista, a “desen- nosotras, en mis relaciones, en mi
closetarme”, a acercarme y relacio- actuar profesional y político; para así,
narme con lesbianas y no lesbianas continuar con el tejido del: “entre no-
(aprendí pronto la lección sobre vin- sotras, por nosotras, desde nosotras
cularse con mujeres que no se asu- y para nosotras”. Paralelamente a
men lesbianas); conocí a lesbianas esto, inicie un camino con mi compa-
feministas, espacios lésbicos, conocí ñera Kitzia, un camino de aprendiza-
a lesbofeministas, y con ello al lesbo- jes y resistencia lesbofeminista con
feminismo. Comencé a descentrali- mis compañeras “Las lunas” (Kari,
zar todo ese feminismo heterosexual Glo, Mel, Gaby, Edith, Ori, Nash), que
de mi vida e inicie lesbofeminizarme: junto con mis hermanas entrañables
enunciarme-vivirme lesbiana en cada (Bren y Dany), mi ma Romy, abuelita
espacio donde existía, a reconocer- María, mis tías, primas, todas ellas,
me en ellas a través de sus cono- son mis compañeras y maestras de
cimientos, reconocerme en lo coti- la vida. Por ello, me pareció funda-
diano con todas ellas, en sus propios mental hacer esta remembranza de
espacios, con sus propias lógicas, mi vida hacia al lesbofeminismo,
con su munda posible, y así para- porque es necesario situar nuestros
lelamente que iba construyendo la procesos porque son los que dan
propia, junto con ellas de muchas sustento cuando una construye co-
formas. nocimiento y porque la vida misma
en sí, es política.
Así se fue abriendo el horizonte,
me reconocí completamente con En estos actuales, y sin retorno,
el lesbofeminismo, construyendo desde el lesbofeminismo se plantea
nuevos pisos, ir afinando ésta éti- la idea de generar una nueva polí-
ca que ya tenía con las mujeres, el tica estructural entre, desde, por y
“continuum lesbiano” nos comparte para mujeres, ya que la existente
Adrienne Rich (que ya se venía te- (construida por el sistema mundo
jiendo con mi genealogía familiar de patriarcal, fundamentado a partir
mujeres oaxaqueñas y con el fútbol), del heterosexualidad como régimen
pero ahora con un tinte político con- político, mismo que se recrudeció al
tundente e incisivo, que es desvin- crear el colonialismo, imperialismo,
cularse de lo masculino, dejando de capitalismo, neoliberalismo), don-
servirles a ellos de todas las formas de los únicos beneficiados son ellos,
posibles y en esta megalópolis vivir lo porque hasta el hombre más empo-
más separatistamente posible como brecido, más racializado, tiene una
una apuesta política de vida. Así mis- mujer que le sirva (sexual, emocio-
mo, viviendo procesos de despatriar- nal, económicamente, etc). Éste mis-
calización personal y colectiva entre mo, ha garantizado la opresión de la
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clase mujeres, nuestra opresión por do; a partir de nuestra esclavitud, co-
medio de: empobrecimiento, escla- sificación, explotación (reproductiva,
vitud, servidumbre, de los hombres sexual, afectiva, económica, intelec-
hacia las mujeres, y éste mismo se tual, simbólica, social, psicológica,
ha encargado de poner en el centro a política y cultural); de instaurar la
ellos como medida y reproducción de cultura de la violación, del despojo,
la humanidad, a través de la instau- de expropiación del ser mujer por
ración, naturalización, justificación parte de los hombres; que nuestro
y reproducción en cualquiera esfera cuerpo, nuestra vida es desechable,
social del heterocentrismo, la misogi- utilizable, acosable, asesinable, que
nia, la lesbofobia internalizada y co- les pertenece y por ello tienen el con-
lectiva, la enemistad entre mujeres, trol sobre ellos así como de la natu-
los feminicidios y lesbicidios, todo raleza; de privatizar la violencia, que
ello ha venido consolidando una ló- tiene totalmente un contenido públi-
gica homofilial que les permite ir ga- co, político e histórico; de criminali-
rantizando su supremacía masculina zar nuestras prácticas que abonan a
a partir de una política misógina. nuestra autonomía; que la palabra
de los hombres vale más, y por ello
Sabemos que día a día, todas las es necesaria su aprobación, valida-
mujeres hemos sido violentadas (de ción y legitimidad de ellos, al mismo
una o muchas formas) por hombres, tiempo de apropiar, invalidar, invisi-
y más, por los más cercanos a noso- bilizar y silenciar históricamente: la
tras; día a día este sistema mundo palabra y los conocimientos de las
patriarcal se sigue reafirmando a mujeres; de decidir no creerle a
partir de su arma más poderosa -la una mujer que está viviendo violen-
heterosexualidad- (el matrimonio, cia, y por ello no ayudarla; de aislar-
la familia, el sistema de propiedad, nos a las mujeres de cualquier red de
etc) y -la división sexual de traba- apoyo; del mismo modo a partir
jo-, se sigue reafirmando por poner de la creencia estructural de que de-
algunos ejemplos: por la impunidad bemos amar a los hombres y es la
colectiva, social, jurídica, política, única alternativa de vida (porque
que es sostenida principalmente según esto: “ellos nos aman”) y por
por los pactos patriarcales entre los ello debemos desearlos, soportar-
hombres (interclasistas, interinsti- los, perdonarlos, preferirlos, cui-
tucionales, interraciales, etc), que darlos, mantenerlos, complacerlos,
son defendidos y validados por sus idolatrarlos, defenderlos, a partir de
defensoras -regalonas del patriarca- tratar de hacernos creer que es muy
do- nos comparte Margarita Pisano; difícil o imposible tener una vida sin
del empobrecimiento sistemático de ellos y que es difícil o casi imposible
cada mujer que existe en este mun- dejar de serviles a ellos de todas las
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eternamente indefensas, que nues-
tra cuerpa no nos pertenece, de los
intentos fallidos por anular nuestra
existencia como mujeres, como les-
bianas. Y así la lista sigue…
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imprescindiblemente asumirme/nos niente o no) a la estructura hetero-
comprometidas ética-políticamen- sexual que fundamenta las lógicas
te con una misma y con las otras. de muerte: sociales, culturales, eco-
nómicas y políticas, pero que pode-
En este sentido y sin maquillar nada, mos identificar, reconocer, cuestio-
la coyuntura actual e histórica, exi- nar y proponer, gracias a que existen
gen separatismo, como una apuesta resistencias y existencias lesbofe-
política y una apuesta de vida, ya que minsitas. Porque no será posible co-
el feminismo siempre ha sido claro a lapsar el mundo con un día “parando”,
partir de sus diversos análisis, esto se para después ir a servirles a sus no-
trata de lógica histórica, el feminismo vios, sus esposos, sus compañeros,
desde que se creó ya nos lo viene di- etc, si en verdad queremos colapsar
ciendo, siempre hemos sabido quie- este mundo es necesario dejar de
nes son los actores de las múltiples servirles a ellos todo lo más que se
violencias históricas, estructurales y pueda, todos los días: sexualmente,
atroces contra las mujeres, son por económicamente, intelectualmen-
parte de los hombres, es evidente te, emocionalmente, laboralmente,
que ninguna mujer ha estado, está socialmente. Si al menos, todas las
y estará segura y digna mientras un feministas lo hiciéramos como un
hombre (sea quien sea) esté cer- proyecto político, como estrategia
ca de ella, de nosotras. Por ello me de vida, como forma de justicia ha-
parece importante señalar que no cia nosotras, a nuestra historia, de
es que sólo se necesita que seamos lealtad a nuestra clase como mujeres,
separatistas en ciertos espacios, en de verdad que no sólo habría efectos
ciertas acciones sino para la vida en favorables para las mujeres de ma-
sí misma, porque se trata de un po- nera personal y/o colectiva, no sólo
sicionamiento político, un posiciona- estaríamos evitando que nos violen-
miento de vida a favor de una misma, tan, nos maten, o maten a nuestras
a favor de las nuestras, de todas no- compañeras (que generalmente son
sotras. Por ello es importante poner los más cercanos a nuestra vida),
en la mesa –pienso yo y muchas de sino que colapsaremos este sistema:
nosotras-, que en muchas partes económica, social y políticamente, y
del mundo, el feminismo ha sido y así se comenzarán, -como se están
está siendo interpretado, acuerpado, construyendo desde hace muchas
edulcorando, accionado, coartado décadas-, nuevas formas de política,
–por los lentes heterosexuales”-, sí, de vida, de munda entre nosotras.
heterosexuales, como los lentes que
son ciegos al clasismo, al racismo, al La intención de todo esto es ir cons-
sexismo, el androcentrismo, etc. Es truyéndonos justicia para nosotras, a
evidente que hay ceguera (conve- través de los actos de una, a través de
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los actos de todas, del mismo modo, prendo la importancia de nombrarme
la intención del lesbofeminismo es y vivirme mujer, por ello en estos
comenzar a construir una munda, tiempos de absoluta lesbofobia, cada
donde nosotras, las mujeres, somos vez comprendo la importancia de
el centro de nuestra vida, somos el nombrarme y vivirme lesbiana; pero
centro de las nuestras, y sabemos más aún, en estos tiempos que el fe-
que esto será posible, porque ya es minismo está viviendo una heterose-
posible, a partir de dejarles de servir xualización (donde la promueven, la
a los hombres; paralelamente cons- defienden, la cotidianizan, la encuer-
truyéndonos y amándonos entre mu- pan) y complacencia a los hombres y
jeres, construyendo nuestra ética po- a todas sus lógicas correspondientes,
lítica hacia nuestros adentros y hacia cada vez comprendo la importancia
nuestras afueras. Por ello, en estos de nombrarme, resistir, compartirme
tiempos de misoginia, cada vez com- y vivirme: LESBOFEMINISTA.
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