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Pontificia Universidad Católica de Chile

Instituto de Ciencia Política


Teoría democrática

LA DEMOCRACIA ATENIENSE Y EL FRACASO DE LA SOBERANÍA

POPULAR

Pregunta 1: Según las concepciones de la democracia ateniense que se han revisado

en las lecturas asignadas, ¿en qué medida puede decirse que ésta satisface los criterios de

soberanía del pueblo que propone Rousseau? En su respuesta intente distinguir

adecuadamente entre las aspiraciones del régimen ateniense de lo que puede haber sido la

realidad de sus prácticas.

Victoria Catalina Reyes Carvajal

24 de septiembre de 2018
La democracia como la conocemos hoy se ha transformado a través de los siglos y se

han desarrollado distintas concepciones de ésta dependiendo del clima político predominante

en los diferentes países y naciones. A pesar de que existen diversas referencias de “prácticas

democráticas” en la antigüedad, no es hasta el siglo V a.c cuando Atenas como ciudad-estado

y puerto comenzó una fase de prosperidad, que se pudo generar una actividad intelectual que

dio paso a la creación del concepto como tal.

Por otra parte, el concepto de soberanía se extiende desde la Edad Media, donde el príncipe

es considerado soberano, hasta que los diferentes autores contractualistas ponen un nuevo

enfoque centrado en este concepto. Si bien autores como Bodin y Hobbes tienen propuestas

teóricas respecto a la soberanía, en este ensayo me limito a señalar y analizar la propuesta de

Jean Jaques Rousseau y su visión de la soberanía con origen, desarrollo y fin, en la soberanía

popular, para poder así generar una comparación de ésta y la democracia ateniense y, de esta

forma, explicar si es o no posible realizar una relación positiva entre ambos términos de

estudio.

Si bien ambos conceptos fueron abordados en primera instancia en tiempos históricos

distintos y alejados, es posible argumentar que existen características comunes entre éstos, y

es necesario abordarlos de manera tal que podamos generar un debate crítico respecto a los

avances o retrocesos que se han generado en la evolución de ambos, ya que fueron, son y

serán claves a la hora de abordar tópicos de filosofía y política


En Atenas la democracia suponía la igualdad cívica, la justicia y seguridad para los

ciudadanos, si bien en la actualidad estas características parecen seguir vigentes en Atenas

se diferencia a través del concepto de ciudadanía:

“En cuanto al nombre, puesto que la administración se ejerce en favor de la mayoría,

y no de unos pocos, a este régimen se lo ha llamado democracia” (Tucídides, 2007, pág. 4).

El fragmento anterior hace referencia a una idealización de la democracia, ya que parece estar

en segura contradicción con el significado mismo del concepto como “gobierno del pueblo”

ya que la ciudadanía solo se extendía a hombres mayores de dieciocho años, nacidos en

Atenas y con padres atenienses, quienes tuvieran propiedades (requisito que fue abolido

posteriormente), se excluye a las mujeres, extranjeros y esclavos de la vida política, además

de dejar fuera a quienes no gozaran de propiedades.

Es importante aterrizar la realidad y establecer las limitaciones que tuvo la democracia

ateniense, en contraste con la mirada idealizada que los individuos, tanto de la época como

de la actualidad han tenido de ésta.

A pesar de lo anterior, en la democracia ateniense se toma en cuenta cómo los individuos se

relacionan con la vida política y social de manera activa, como menciona Tucídides: “Somos

los únicos que tenemos más por inútil que por tranquila a la persona que no participa en las

tareas de la comunidad” (2007, pág.6), se puede decir que tenía importancia el bien de la

comunidad, por ende, el bien común.


Es en este punto donde encontramos una posible similitud entre la democracia ateniense y

los criterios de la soberanía del pueblo que propone Rousseau como finalidad y esencia del

contrato social. Entendido el bien común como el fin de la soberanía como la garantía de que

el interés común domine sobre los intereses particulares.

En este sentido, al igual que en la democracia ateniense, Rousseau señala cómo la vida

política no sólo depende de los componentes legales que se generan, sino que más bien de la

moral que tienen quienes participan de estos procesos. La generalidad es el estado formal a

partir del cual son determinados, al mismo tiempo, el contenido de la voluntad soberana y el

ser moral del soberano.

Si bien, tanto la soberanía popular de Rousseau y la democracia ateniense comparten visiones

similares en temas como la participación política activa de los ciudadanos, es difícil

establecer una relación concreta, sino que se parecen en pinceladas superficiales, ya que las

distintas implicancias técnicas de la democracia en Atenas fueron corrompidas por la realidad

los intereses particulares de ciertos grupos, como menciona Jenofonte, que no logran

articularse de forma real con el general de la polis, sino que buscan mejorar su propia

condición y procurar su bien propio (2010, pág.67).

Ha sido imposible generar una democracia que siga al pie de la letra con las condiciones que

plantea Rousseau y que fije la soberanía de tal forma que sea indivisible, inalienable e
indestructible y se desarrolle de forma participativa y directa, sin caer en el juego de las

representatividades que termina siempre por escoger un interés particular por sobre otros.

Es necesario replantearse los distintos enfoques que debe tomar una discusión sobre la

democracia, no solo como sistema político, sino que también como un mecanismo que

proponga la soberanía popular como un acto de realidad y no como una potencialidad,

mostrar como el pueblo se realiza como tal.

Referencias Bibliográficas:

"Jenofonte" (Pseudo Jenofonte o El Viejo Oligarca) (2010). La república de los atenienses

(pp. 55-73). Santiago: Editorial Universitaria. (16 pp.)

Rousseau, Jean-Jacques (2007). Del Contrato Social. En del Águila, Rafael; Vallespín,

Fernando, y otros (Eds.) La democracia en sus textos (pp. 174-182). Madrid: Alianza

Editorial. (12 pp.)

Tucídides (2007). "La oración fúnebre de Pericles". En del Águila, Rafael; Vallespín,

Fernando, y otros (Eds.) La democracia en sus textos (pp. 32-37). Madrid: Alianza Editorial.

(5 pp.)

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