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CONTROL DEL CRECIMIENTO MICROBIANO


Influencia de factores ambientales sobre el crecimiento y muerte de los
microorganismos: actividad acuosa, pH, temperatura, oxígeno y radiación.

Gonzales V. Grescia; Hernández G. Erwin; Ruiz M. Marvin Gonzalo.


Mayo 2018.

Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo


Departamento Académico de Microbiología y Parasitología.
Fisiología y Genética Microbiana
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RESUMEN

El presente trabajo tiene como finalidad, dentro del ámbito de formación académico-

profesional, conocer los mecanismos y métodos utilizados para el control del crecimiento

microbiano y la influencia de los diferentes factores relacionados a estos.

A lo largo del documento se desarrollarán los subtemas que componen la materia a

tratar, buscando en la posible, ser claros con las explicaciones de estos.

Cabe resaltar que debido al avance constante de la microbiología como ciencia y a las

técnicas que en esta se aplican, pueden existir métodos que no sean mencionados dentro del

documento, pero siempre se deja en claro que se han tratado la gran mayoría de los existentes.
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INDICE

I. CAPÍTULO I Introducción y definición de términos básicos……………

1.1.Introducción……………………………………………………………….

1.2.Terminología frecuente……………………………………………………

1.3.Cinética de muerte microbiana……………………………………….......

II. CAPÍTULO II Influencia de factores ambientales sobre el crecimiento

microbiano……………………………………………………………………

2.1.Factores ambientales que afectan el crecimiento microbiano……………

2.1.1. Efecto de la temperatura sobre el crecimiento microbiano…….

Crecimiento microbiano a bajas temperaturas…………………

Crecimiento microbiano a altas temperaturas………………….

2.1.2. Crecimiento microbiano y pH………………………………….

2.1.3. Efectos osmóticos sobre el crecimiento microbiano…………...

2.1.4. Oxígeno y crecimiento microbiano……………………………

2.1.5. Formas tóxicas del oxígeno……………………………………

Química del oxígeno…………………………………………..

Superóxido y otras formas tóxicas del oxígeno……………….

2.2.Condiciones que influyen sobre la eficacia de la actividad de un agente

antimicrobiano…………………………………………………………….

2.2.1. Tamaño de la población………………………………………...

2.2.2. Composición de la población……………………………………

2.2.3. Concentración o intensidad de un agente microbiano………….

2.2.4. Duración de la exposición……………………………………….

2.2.5. Temperatura……………………………………………………..

2.2.6. Ambiente local…………………………………………………..


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III. CAPÍTULO III Control Antimicrobiano

3.1.Control microbiano por métodos físicos…………………………………

3.1.1. Esterilización por calor…………………………………………

Cinética de la esterilización por calor……………………….

Esporas y esterilización por calor. ………………………….

El autoclave………………………………………………….

Pasteurización………………………………………………..

3.1.2. Esterilización por radiación…………………………………….

3.1.3. Esterilización por filtración…………………………………….

3.2.Control microbiano por métodos químicos……………………………...

3.2.1. Cuantificación de la actividad antimicrobiana…………………

3.2.2. Antisépticos, desinfectantes y esterilizantes……………………

IV. CAPÍTULO IV Agentes antimicrobianos utilizados in vivo

4.1.Antimicrobianos sintéticos………………………………………………

4.2.Antimicrobianos naturales: los antibióticos……………………………..

4.3.Los antibióticos β-lactámicos: las penicilinas y las cefalosporinas…….

4.4.Antibióticos producidos por procariotas………………………………..

V. BIBLIOGRAFÍA
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CAPÍTULO I:

INTRODUCCIÓN Y DEFINICIÓN DE TÉRMINOS BÁSICOS

1.1. INTRODUCCIÓN

La presente monografía tiene como propósito, en líneas generales, estudiar las

relaciones entre los microorganismos y los seres humanos, y de manera específica, se

señalaran los agentes y los métodos empleados para el control del crecimiento microbiano,

los mecanismos relacionados y lo que estos implican.

Lo que se acaba de mencionar presenta una gran importancia práctica. Puesto que,

aunque muchos microorganismos son beneficiosos y necesarios para el bienestar humano,

las actividades microbianas pueden tener también consecuencias indeseables, como la

putrefacción de los alimentos y el desarrollo de enfermedades. En consecuencia, es

fundamental poder destruir los microrganismos o inhibir su crecimiento para minimizar

sus efectos destructivos. Por tanto, el objetivo es doble: 1) destruir pat6genos para

prevenir su transmisión, y 2) reducir o eliminar microorganismos responsables de la

contaminación del agua, alimentos y otros productos.

Este texto se centrará en el control de los microorganismos por medio de agentes

físicos y químicos. Aunque cabe resaltar que no se descuida el estudio de los agentes

antimicrobianos utilizados in vivo. También se explicará el uso de la quimioterapia

antimicrobiana para controlar enfermedades microbianas.

Desde el principio de la historia escrita, las personas han practicado métodos de

desinfección y esterilización, aunque durante mucho tiempo no se sospechó de la

existencia de microrganismos. Los egipcios empleaban el fuego para esterilizar material

infeccioso, desinfectantes para embalsamar los cuerpos, y los griegos quemaban azufre

para fumigar los edificios. La ley de Moisés obligaba a los hebreos a quemar todas las

ropas de los que morían de lepra.


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En la actualidad, la capacidad de destruir microorganismos no tiene menos

importancia: hace posible la investigación microbiológica en condiciones asépticas, la

conservación de los alimentos y la prevención de enfermedades. Las técnicas descritas en

este trabajo de investigación son también esenciales para la seguridad personal, en el

ambiente en donde se desarrollen labores relacionadas al uso y estudio de

microorganismos y similares.

Fig. 1: Representación artística del control antimicrobiano.

1.2. TERMINOLOGÍA FRECUENTE

La terminología tiene una especial importancia cuando se discute sobre el control

microbiano porque hay términos como desinfectante y antiséptico que se emplean a menudo

libremente. Esta situación es incluso más confusa porque un tratamiento particular puede

inhibir el crecimiento o destruir los microrganismos, según las condiciones. La capacidad dc

controlar las poblaciones microbianas en objetos inanimados, como utensilios de alimentación

O instrumentos quirúrgicos tiene una importancia práctica considerable. A veces, es necesario

eliminar todos los microorganismos de un objeto, mientras que en otras situaciones puede ser

necesario sólo destruir parcialmente la población microbiana. La esterilización [latín sterilis,


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incapaz de reproducirse] es el proceso por el que todas las células vivas, esporas viables, virus

y viroides, son destruidos o eliminados de un objeto o hábitat. Un objeto esterilizado está

totalmente libre de microrganismos viables, esporas y otros agentes infecciosos. Cuando se

realiza la esterilización con un agente químico, el agente se denomina esterilizante. Por el

contrario, la desinfección consiste en la destrucción, inhibición o eliminación de, al menos,

los microrganismos que pueden causar enfermedad. El principal objetivo es destruir

patógenos potenciales, aunque la desinfección también reduce significativamente la población

microbiana total. Los desinfectantes son agentes, normalmente químicos, empleados para

desinfectar y se emplean normalmente sobre objetos inanimados. Un desinfectante no

esteriliza necesariamente un objeto porque pueden permanecer esporas y algunos

microorganismos viables. El saneamiento tiene una relación próxima con la desinfección.

Con este sistema, la población microbiana se reduce a niveles que se consideran seguros

según las normas de salud pública. De esta manera, los objetos inanimados se limpian y

resultan parcialmente desinfectados. Por ejemplo, los productos de saneamiento se emplean

en restaurantes para limpiar utensilios de alimentación.

Normalmente, es necesario controlar los microorganismos sobre tejidos vivos con agentes

químicos. La antisepsia [Griego, anti, contra. y sepsis, putrefacción] es la preven· ción de una

infccci6n o sepsis, y se realiza con antisépticos. Son agentes químicos que se aplican sobre

los tejidos para prevenir una infección, destruyendo o inhibiendo el crecimiento de agentes

patógenos; también reducen la carga microbiana en general. No deben dañar demasiado el

tejido del huésped, por lo que los antisépticos no son tan tóxicos como los desinfectantes.

Se puede emplear un sufijo para caracterizar el efecto del agente antimicrobiano. Cuando

el agente destruye organismos, se dice que tiene efecto -cida [latín cida, destruir] – por

ejemplo, un germicida destruye agentes patógenos y muchos no patógenos, pero no

necesariamente endosporas–. Un desinfectante o antiséptico puede ser Particularmente eficaz


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contra un grupo específico, en cuyo caso se denomina bactericida, fungicida, alguicida o

virocida. Otras sustancias químicas no destruyen, sino que previenen el crecimiento. Se

empleará el sufijo -stático [Griego statikos, que causa detención]-p. ej., bacteriostático y

fungistático.

Aunque estos agentes se han descrito por sus efectos sobre los organismos patógenos, hay

que destacar que también destruyen o inhiben el crecimiento de organismos no patógenos. Su

capacidad para reducir la población total microbiana, no sólo los niveles de organismos

pat6genos, es muy importante en muchas situaciones.

1.3. CINÉTICA DE MUERTE MICROBIANA

Una población microbiana no se destruye instantáneamente cuando se expone a un agente

letal. La muerte de una población, al igual que su crecimiento, es generalmente exponencial o

logarítmica -es decir, la población se reduce en niveles iguales a intervalos constantes- (Tabla

l). Si se representa el logaritmo del número de microorganismos que permanece viable frente

al tiempo de exposición del agente, se obtiene una línea recta. Cuando la población se ha

reducido notablemente la velocidad de destrucción puede disminuir debido a la supervivencia

de algunas variantes más resistentes de los microorganismos expuestos.

Para estudiar la eficacia de un agente letal, hay que saber cuándo están muertos los

microorganismos, tarea no tan fácil como en el caso de organismos de mayor tamaño (no se

puede tomar el pulso a una bacteria). Una bacteria se considera muerta si no crece ni se

multiplica cuando se inocula en un medio de cultivo adecuado para su crecimiento.

Análogamente, consideraremos que un virus está inactivo cuando no es capaz de multiplicarse

en un huésped apropiado.
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EXPERIMENTO TEÓRICO DE DESTRUCCIÓN TÉRMICA MICROBIANA

Microorganismos
Número inicial de Microorganismos Log 10 de
Minutos destruidos cn 1 minuto
microorganismos* supcnivicntcs supervivientes
(90% del total)*

1 106 9x105 105 5

2 105 9x104 104 4

3 104 9x103 103 3

4 103 9x102 102 2

5 102 9x101 10 1

6 101 9 1 0

7 10 0,9 0,1 -1

Tabla 1: Experimento teórico de destrucción térmica microbiana

*Se asume que la muestra inicial contiene 106 microrganismos vegetativos por ml, y que el
90% de los microorganismos se destruyen durante cada minuto de exposición. La
temperatura es de 121 °C.
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CAPÍTULO II:

INFLUENCIA DE FACTORES AMBIENTALES SOBRE EL CRECIMIENTO

MICROBIANO

2.1.FACTORES AMBIENTALES QUE AFECTAN EL CRECIMIENTO

MICROBIANO

Las actividades de los microorganismos se ven afectadas de modo muy importante por las

condiciones químicas y físicas del medio. A este respecto se pueden considerar muchos

factores ambientales, pero hay cuatro factores que juegan un papel destacado en el control

del crecimiento microbiano: la temperatura, el pH, la disponibilidad de agua, y el oxígeno.

Otros factores también pueden afectar potencialmente al crecimiento, como la presión y la

radiación.

2.1.1. Efecto de la temperatura sobre el crecimiento microbiano

La temperatura es probablemente el factor más importante que afecta al crecimiento y

a la supervivencia de los microorganismos. A temperaturas muy frías o muy calientes

los microorganismos no crecerán y pueden incluso morir. Pero los valores absolutos

de estas temperaturas mínimas o máximas varían mucho entre microorganismos

diferentes y por lo general reflejan el rango de la temperatura media de sus hábitats

naturales.

Aunque existe todo un espectro continuo entre los microrganismos, desde los que

tienen su temperatura óptima a temperaturas muy bajas hasta los que la tienen a

temperatura alta, se pueden distinguir al menos cuatro grupo de microorganismos con

relación a su temperatura óptima: psicrófilos, con temperaturas óptimas bajas,

mesófílos, con temperaturas óptimas moderadas, termófilos, con altas temperaturas

óptimas, e hipertermófilos, con temperaturas óptimas muy elevadas. Los mesófílos


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tienen una amplia distribución en la naturaleza. Se encuentran en animales de sangre

caliente y en medios acuáticos y terrestres de latitudes templadas y tropicales. Los

psicrófilos y los termófilos se encuentran en ambientes muy fríos o muy calientes,

respectivamente. Los hipertermófilos son típicos de ambientes concretos

extremadamente calientes como fuentes termales, géiseres y emisiones hidrotermales

submarinas.

Crecimiento microbiano a bajas temperaturas

Gran parte de la superficie terrestre experimenta bajas temperaturas. Los

océanos, que representan más de la mitad de la superficie terrestre, tienen una

temperatura media de 5 °C y las profundidades marinas tienen temperaturas constantes

de 1-3 °C. En el Ártico y en el Antártico hay vastas áreas permanentemente

congeladas o que se descongelan sólo durante algunas semanas al año en el verano.

Estos ambientes fríos raramente son estériles y en ellos se encuentran

microorganismos vivos y creciendo a cualquier temperatura baja a la que aún exista

agua líquida. Las sales y otros solutos, por ejemplo, rebajan el punto de congelación

del agua y permiten el crecimiento microbiano por debajo de la temperatura de

congelación del agua pura, 0 °C. Incluso en muchos materiales congelados

normalmente existen pequeñas zonas microscópicas con agua líquida donde se

concentran solutos que los microorganismos pueden metabolizar y por tanto usar para

crecer. Dentro de los glaciares, por ejemplo, existe una malla de canales de agua

líquida en donde los procariotas se desarrollan y se reproducen. Es importante

distinguir entre los ambientes que son fríos todo el año y aquellos que solamente son

fríos en el invierno. Los últimos, que son característicos de climas templados, pueden

tener temperaturas estivales de hasta 40°C. Un lago templado, por ejemplo, puede

tener un período de superficie helada en el invierno, pero el período en el que el agua


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está a 0 °C es relativamente corto. Tales ambientes altamente variables son muchos

menos favorables para los organismos adaptados al frío que los ambientes que están

constantemente fríos, como los que se encuentran en las regiones polares, a alturas

elevadas, o en las profundidades oceánicas.

Como se indicó, los organismos con temperatura óptima baja se llaman

psicrófilos. Un psicrófilo puede definirse como un organismo que tiene una

temperatura óptima de crecimiento de 15 °C o inferior, una temperatura máxima de

crecimiento por debajo de 20 °C y una temperatura mínima de crecimiento de 0 °C o

más baja. Los organismos que crecen a 0 °C pero tienen temperaturas óptimas de 20-

40 °C se llaman psicrotolerantes. Los psicrófilos se encuentran en ambientes

permanentemente fríos y mueren rápidamente si se exponen a tan solo 20 °C. Por esta

razón, su estudio en el laboratorio requiere un gran cuidado para estar seguros de que

nunca se calientan durante el muestreo, el transporte al laboratorio, el aislamiento y

otras manipulaciones. En aguas oceánicas abiertas, donde la temperatura permanece

constante alrededor de 3 °C, están presentes varias Bacteria y Archaea, aunque

solamente se han logrado aislar y cultivar unas pocas en el laboratorio. Los ambientes

templados, que se calientan en el verano, no pueden mantener a los psicrófilos

sensibles al calor debido a que no sobreviven a las temperaturas estivales.

Crecimiento microbiano a altas temperaturas

La vida microbiana florece en ambientes de elevada temperatura, incluso en el

agua hirviendo. Por encima de 65 °C solo viven formas procariotas, pero en esas

condiciones existe una enorme diversidad de microorganismos pertenecientes a

Bacteria y Archaea.

Aquellos microorganismos cuya temperatura óptima está por encima de 45 °C

se llaman termófilos y aquellos cuya temperatura óptima está por encima de 80 °C son
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los hipertermófilos (Figura 6.19). En la naturaleza se encuentran temperaturas tan altas

sólo en algunas áreas muy restringidas. Por ejemplo, en suelos muy expuestos a la luz

solar se alcanzan a mediodía temperaturas superiores a 50 °C, e incluso se puede

llegar a los 70 °C. Los materiales en fermentación, como los acúmulos de compost y

los ensilados, pueden alcanzar también temperaturas de 70 °C. Pero las temperaturas

más altas en la naturaleza están asociadas con fenómenos volcánicos, en particular con

las fuentes termales.

2.1.2. Crecimiento microbiano y pH

La acidez o alcalinidad de una solución se expresa por su pH en una escala en la que la

neutralidad es pH 7 (Figura 2). Los valores de pH por debajo de 7 son ácidos y los

mayores de 7 son alcalinos o básicos. Es importante tener en cuenta que el pH es una

función logarítmica; por ello, un cambio en una unidad de pH representa un cambio de

1 0 veces en la concentración de hidrogeniones. Así, el vinagre (con pH cercano a 2) y

el amoníaco doméstico (con pH próximo a 11) difieren mil millones de veces en la

concentración de hidrogeniones. Cada microorganismo tiene un rango de pH dentro

del cual es posible el crecimiento y normalmente posee un pH óptimo bien definido.

La mayoría se desenvuelve e un margen de pH de 2-3 unidades. Muchos ambientes

naturales tienen un valor de pH entre 4 y 9, y los organismos con pH óptimos de este

orden son los más comunes. Sólo unas cuantas especies pueden crecer por debajo de 3

o por encima de 9.
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Fig.2: La escala de pH.

Aunque algunos microorganismos pueden vivir a pH muy alto o muy bajo, el pH intracelular
permanece próximo a la neutralidad.

2.1.3. Efectos osmóticos sobre el crecimiento microbiano

El agua es el disolvente de la vida y la disponibilidad de agua es un factor importante

que determina el crecimiento de los microorganismos. La disponibilidad de agua no

solo es función del contenido en agua que está presente en un medio, es decir, de la

humedad o sequedad de un determinado hábitat, sino que también depende de la

concentración de solutos, como sales, azúcares y otras sustancias que puedan estar

presentes en el agua. Las sustancias disueltas tienen una cierta afinidad por el agua que

hace que el agua asociada a los solutos no esté disponible para los organismos.
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En términos físicos, la disponibilidad del agua se expresa como la actividad de

agua, abreviadamente aw, que es el cociente entre la presión de vapor del aire en

equilibrio con una sustancia o solución y la presión de vapor del agua pura a la misma

temperatura. Los valores de aw varían de 0 a 1, y algunos valores representativos se

indican en la Tabla 2. La actividad hídrica de suelos agrícolas oscila generalmente

entre 0,90 y 1. El agua difunde desde regiones de alta concentración de agua (baja

concentración de solutos) a regiones de menor concentración de agua (mayor

concentración de solutos) en un proceso denominado osmosis. El citoplasma de una

célula tiene una concentración de solutos mayor que el medio, por lo que el agua

tiende a entrar dentro de la célula. En esas condiciones se dice que existe un balance

de agua positivo. Sin embargo, cuando una célula está en un medio de baja actividad

hídrica, existe una tendencia del agua a salir de ella. Esto puede representar un grave

problema si la célula no tiene medios para evitarlo, pues una célula deshidratada no

puede crecer.

ACTIVIDAD DEL AGUA EN VARIAS SUSTANCIAS


Actividad del agua (aw) Material Ejemplo de organismo*
1,000 Agua pura Caulobacter, Spirillum
0,995 Sangre humana Streptococus, Escherichia
0,980 Agua marina Pseudomonas, Vibrio
0,950 Pan Muchos bacilos Gram (+)
Cocos Gram (+) como
0,900 Jarabe de arce, jamón
Staphylococcus
0,850 Salami Saccharomyces (levadura)
Pastel de frutas,
0,800 Saccharomyces rouxii
mermelada
Lagos salinos, pescado
0,750 Halobacteríum, Halococcus
salado
Cereales, caramelos, Xeromyces bisporus y otros
0,700
frutos secos hongos xerófilos

Tabla 2: Actividad del agua en varias sustancias

*Ejemplos seleccionados de procariotas u hongos conocidos que son capaces de crecer en


medios de cultivo ajustados a la actividad hídrica mencionada.
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En la naturaleza los efectos osmóticos son notables, principalmente en

ambientes con altas concentraciones de sal. El agua de mar contiene aproximadamente

un 3% de NaCl además de pequeñas cantidades de otros minerales y elementos. Los

microorganismos marinos tienen generalmente una dependencia específica de NaCl y

crecen de modo óptimo al valor de actividad hídrica propio del agua de mar (Figura

3). Tales microorganismos se llaman halófilos. El crecimiento de los halófilos requiere

al menos algo de NaCl, pero la concentración óptima varía con el organismo concreto.

Así, se usan los términos halófilos discretos y halófilos moderados para describir en

cada caso requerimientos bajos (1-6%) y moderados (6- 15%) de NaCl,

respectivamente (Figura 3).

Fig.3: Efecto de la concentración de


cloruro sódico sobre el crecimiento de
microorganismos con diferentes
tolerancias o requerimientos salinos.

La concentración óptima de NaCl para


microorganismos marinos como V. fischeri
es del 3%; para los halófilos extremos está
entre 15-30% dependiendo del organismo.

La mayoría de los microorganismos son incapaces de prosperar en ambientes

con muy baja actividad hídrica y mueren, o se deshidratan y pasan a un estado de

latencia, en tales circunstancias. Los organismos halotolerantes pueden soportar

alguna reducción en el valor aw del medio, pero generalmente crecen mejor en

ausencia de solutos añadidos (Figura 3). Por el contrario, algunos organismos se

desarrollan a muy baja actividad hídrica, y éstos son de gran interés no solo desde el

punto de vista de su adaptación a la vida en dichas condiciones sino también desde el


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punto de vista aplicado en la industria alimentaria, donde solutos como la sal y la

sacarosa se emplean frecuentemente como conservantes para inhibir el crecimiento

microbiano. Los organismos capaces de crecer en ambientes muy salinos se llaman

halófilos extremos (Figura 3). Estos microorganismos requieren 15-30% de NaCl para

su crecimiento óptimo, según las especies. Los organismos capaces de crecer en

ambientes con alta concentración de azúcares se denominan osmófilos, y aquellos

capaces de crecer en ambientes muy secos (por la falta de agua más bien que por

presencia de solutos) se llaman xerófilos. La Tabla 2 recoge ejemplos de estos

organismos.

2.1.4. Oxígeno y crecimiento microbiano

Como los animales tienen necesidad absoluta de oxígeno molecular (O2), resulta fácil

suponer que todas las formas de vida también requieren O2. Sin embargo, esto no es

cierto; muchos microorganismos pueden (y algunos deben) vivir en ausencia total de

O2. El oxígeno es débilmente soluble en agua y puede desaparecer rápidamente debido

a las actividades respiratorias de los microorganismos en los hábitats acuáticos y

húmedos. Por eso, existen en nuestro planeta abundantes hábitats microbianos

anóxicos, como fangos y otros sedimentos, pantanos y ciénagas, suelos forestales

inundados, tracto intestinal de los animales, vertidos de aguas negras, zonas profundas

de la subcorteza terrestre y otros muchos ambientes. En estos hábitats anóxicos

proliferan microorganismos, particularmente procariotas.

Los microorganismos son muy variados en cuanto a la necesidad o tolerancia

del oxígeno. Como se señala en la Tabla 3, se pueden dividir en varios grupos

dependiendo del efecto del oxígeno. Los aerobios son especies capaces de crecer a

tensiones normales de oxígeno (el 21 % del aire es O2) y respiran oxígeno en su


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metabolismo. Muchos aerobios pueden incluso tolerar concentraciones más elevadas

de oxígeno (oxígeno hiperbárico). Los microaerófilos, por el contrario, son aerobios

que pueden usar el O2 sólo cuando está presente a niveles más bajos que en el aire

(condiciones microóxicas), normalmente a causa de su limitada capacidad para

respirar o porque contienen alguna molécula sensible al oxígeno como enzimas que

son lábiles en su presencia. Muchos aerobios son facultativos, lo que significa que

bajo las apropiadas condiciones nutritivas y de cultivo pueden crecer tanto en

condiciones óxicas como anóxicas. Algunos microorganismos no pueden respirar O2;

tales organismos se llaman anaerobios. Existen dos clases de anaerobios: los

anaerobios aerotolerantes, que pueden tolerar el oxígeno y crecer en su presencia

aunque no pueden usarlo, y los anaerobios obligados o estrictos que son inhibidos o

incluso mueren en presencia de oxígeno (Tabla 3). La razón por la que los anaerobios

obligados mueren en presencia de oxígeno es desconocida, pero puede deberse a que

son incapaces de eliminar algunos productos tóxicos que se originan en el

metabolismo del oxígeno. Por lo que se sabe, la anaerobiosis obligada ocurre

solamente en tres clases de microorganismos: una amplia variedad de procariotas,

unos cuantos hongos y unos cuantos protozoos. Dentro de Bacteria, uno de los grupos

mejor conocidos de anaerobios obligados es el género Clostridium, formado por

bacilos Gram positivos que forman endosporas. Los clostridios son muy frecuentes en

el suelo, en sedimentos lacustres y en el tracto intestinal, y a menudo son los

responsables del deterioro de alimentos enlatados. Otros anaerobios obligados son los

microorganismos metanogénicos y otras muchas especies de Archaea, las bacterias

sulfatoreductoras y las homoacetogénicas, así como muchas de las bacterias

intestinales y de la cavidad oral. No obstante, entre los anaerobios obligados la


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sensibilidad al oxígeno varía ampliamente, pues algunos organismos son capaces de

tolerar trazas de oxígeno mientras que otros no lo hacen.

RELACIÓN TIPO DE
HÁBITAT**
GRUPO EJEMPLO*
CON EL O2 METABOLISMO

Micrococcus
Piel, polvo
Obligados Necesario Respiración
luteus (B)
aerobia

Respiración
No necesario, Intestino grueso de
Escherichia coli
Facultativos aerobia, anaerobia,
Aerobios pero crecen mamíferos
(B)
fermentación
mejor con O2

Necesario
Respiración Spirillum volutans
Lagos
Microaerófilos pero a bajas
aerobia (B)
tensiones

No necesario,
Streptococcus
Aerotolerantes Tracto respiratorio
no crecen Fermentación
pyogenes (B)
superior
mejor con O2

Anaerobios Digestores de
Fermentación o
Methanobacterium
Dañino o aguas negras,
Obligados respiración
formicicum (A)
letal sedimentos
anaerobia
lacustres anóxicos

Tabla 3: Relaciones microbianas con el oxígeno

* Los paréntesis indican la posición filogenética (B, Bacteria; A, Archaea). En cada


categoría, se conocen ejemplos representativos de los dos dominios. La mayoria de los
eucariotas son aerobios obligados, pero también hay anaerobios facultativos (por ejemplo,
Levaduras) y anaerobios obligados (por ejemplo, algunos protozoos y hongos)

**Hábitat típico del microrganismo indicado en cada caso


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2.1.5. Formas tóxicas del oxígeno

El oxígeno es un poderoso oxidante y el mejor aceptor de electrones en la

respiración. Pero también puede ser un veneno para los anaerobios obligados. El

oxígeno por sí mismo no es letal, pero forma derivados tóxicos que pueden dañar a las

células.

Química del oxígeno

El oxígeno es su estado basal normal se llama triplete de oxígeno (3O2). Sin

embargo, son posibles otras configuraciones electrónicas, y la mayoría son tóxicas

para las células. Una forma tóxica importante del oxígeno es el denominado singlete

de oxígeno (1O2), que representa una forma mucho más energética, en la que la capa

electrónica externa que rodea al núcleo es muy reactiva y es capaz de llevar a cabo

espontáneamente una gran variedad de oxidaciones indeseables para la célula. El

singlete de oxígeno se produce tanto fotoquímicamente como bioquímicamente, en

este último caso a través de la acción de varios enzimas llamados peroxidasas. Los

organismos que frecuentemente se encuentran con singletes de oxígeno, como las

bacterias del aire y los microorganismos fotótrofos, a menudo contienen pigmentos

llamados carotenoides cuya función es convertir los singletes de oxígeno en formas no

tóxicas.

Superóxido y otras formas tóxicas del oxígeno

Además del singlete, existen otras formas altamente tóxicas del oxígeno, como

son el anión superóxido (O2-), el peróxido de hidrógeno (H2O2) y el radical hidroxilo

(OH*), cada uno de los cuales se produce como un producto lateral durante la

reducción de O2a H2O2 en la respiración. Además, las flavoproteínas, quinonas, tioles,

y proteínas con hierro y azufre, que se encuentran prácticamente en todas las células,

también pueden llevar acabo la reducción de O2 a O2-. Por tanto, se respire o no con
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oxígeno (Tabla 2), una célula puede estar expuesta ocasionalmente a especies tóxicas

de oxígeno.

El superóxido y el radical hidroxilo son agentes muy oxidantes y pueden oxidar

prácticamente cualquier compuesto orgánico de la célula, incluyendo las

macromoléculas. Los peróxidos como el H2O2 también pueden dañar los componentes

celulares, pero generalmente no son tan tóxicos para la célula como el anión

superóxido o los radicales hidroxilos. Éstos últimos son los más reactivos de todas las

especies tóxicas del oxígeno pero son solo formas transitorias que se eliminan

rápidamente en otras reacciones.

2.2.CONDICIONES QUE INFLUYEN SOBRE LA EFICACIA DE LA ACTIVIDAD

DE UN AGENTE ANTIMICROBIANO

La destrucción de los microorganismos y la inhibición del crecimiento no es un proceso

simple, debido a que la eficacia de un agente antimicrobiano es afectada por 6 factores:

2.2.1. Tamaño de la población

Debido a que la muerte es exponencial, una población muy grande de

microorganismos requiere de mayor tiempo para su exterminación

2.2.2. Composición de la población

La eficiencia del antimicrobiano varía considerablemente con respecto a la naturaleza

de los organismos que son tratados porque su susceptibilidad es distinta, por ejemplo:

las endosporas bacterianas son más resistentes que las células vegetativas, las células

jóvenes mueren con mayor facilidad y algunas especies soportan mejor condiciones

adversas.

2.2.3. Concentración o intensidad de un agente microbiano


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A menudo, pero no siempre, entre mayor sea la concentración del agente química a

más intensa agente física, más rápidamente se destruyen los microorganismos.

Pero generalmente la eficiencia no está relacionada con la concentración o intensidad.

2.2.4. Duración de la exposición

Cuanto más tiempo se exponga una población a un determinado agente, más

organismos se destruirán

2.2.5. Temperatura

A menudo, un aumento en la temperatura aumenta la actividad de un agente químico

2.2.6. Ambiente local

La población que se quiere destruir no se encuentra aislada, está rodeada de diversos

factores ambientales que pueden protegerla o facilitar su destrucción. por ejemplo: el

calor es más efectivo en un medio acido, la materia orgánica les da protección contra

el calor y los desinfectantes químicos


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CAPÍTULO III:

CONTROL ANTIMICROBIANO

3.1.CONTROL MICROBIANO POR MÉTODOS FÍSICOS

En términos generales, el control antimicrobiano puede efectuarse limitando el

crecimiento de los microorganismos, mediante un proceso denominado inhibición;

también incluye, destruyendo los organismos por esterilización, muerte o eliminación de

todos los organismos viables de un medio de cultivo. Los agentes que destruyen o matan

las bacterias son bactericidas. En la práctica, a menudo la esterilidad no se puede

alcanzar, pero en muchos casos podemos inhibir el crecimiento rápido de los

microorganismos mediante métodos de descontaminación y desinfección. Los agentes

que inhiben el crecimiento bacteriano se dice que son bacteriostáticos. Las medidas de

control de los microorganismos son la descontaminación, la desinfección y la

esterilización. Continuamente aplicamos los métodos de descontaminación que inhiben

el crecimiento microbiano; por ejemplo, el hecho de secar una mesa limpia después de

una comida remueve potenciales nutrientes para los microorganismos y los microbios

contaminantes, evitando así el crecimiento microbiano. Medidas antimicrobianas más

directas son la desinfección con agentes químicos o físicos especiales, con el fin de

inhibir el crecimiento microbiano o de destruir los microorganismos; por ejemplo,

rutinariamente utilizamos desinfectantes químicos como el alcohol para limpiar y

desinfectar las heridas.

Finalmente, cuando es necesario, utilizamos métodos de esterilización controlados para

destruir todos los microorganismos. La esterilización, aunque es difícil de llevar a cabo,

impide completamente la contaminación y el crecimiento de los microorganismos. Tales

medidas son necesarias, por ejemplo, cuando se preparan medios de cultivo

microbiológicos o instrumentos quirúrgicos. La finalidad de todos estos procedimientos


24

es reducir la carga microbiana, o número de microorganismos viables presentes. Sin

embargo, el control in vivo de los microorganismos es algo diferente: los agentes

bactericidas o bacteriostáticos útiles en la clínica deben reducir o impedir el crecimiento

microbiano sin causar daño a la célula del hospedador. Esto se consigue con una gran

variedad de agentes quimioterapéuticos naturales y sintéticos. Los métodos físicos se

usan a menudo para lograr la descontaminación microbiana, la desinfección y la

esterilización. El calor, la radiación y la filtración son métodos estándar que se emplean

para destruir o eliminar microorganismos no deseables.

3.1.1. Esterilización por calor

Todos los microorganismos son susceptibles, en distinto grado, a la acción del calor.

El calor provoca desnaturalización de proteínas, fusión y desorganización de las

membranas y/o procesos oxidativos irreversibles en los microorganismos.

La efectividad del calor como método de esterilización depende de:

o Temperatura

o Tiempo de exposición

Quizá el método más generalizado para el control del crecimiento microbiano sea la

aplicación de calor.

Cinética de la esterilización por calor

Para todos los microorganismos existe una temperatura máxima de crecimiento por

encima de la cual mueren.

A temperaturas muy altas, casi todas las moléculas pierden su estructura y su función,

por el proceso denominado desnaturalización.

Como se muestra en la (Fig. 4), la muerte por desnaturalización es una función

exponencial (de primer orden) y ocurre más rápidamente cuanto mayor es la

temperatura. La relación de primer orden que se muestra en la (Fig.4) significa que a


25

cualquier tiempo la tasa de muerte es proporcional a la concentración de

microorganismos a ese tiempo; el tiempo para que una fracción determinada de las

células (por ejemplo, el 90%) muera es independiente de la concentración inicia

Fig. 4: Efecto de la temperatura en la

viabilidad de una bacteria mesófila.

El tiempo de reducción decimal “D”, se

obtuvo para el mismo microorganismo

mesófilo a tres temperaturas diferentes. D

es el tiempo al que únicamente el 10 % de

la población original de microorganismos

permanece viable a dicha temperatura.

Para 70 ºC, D= 3 min; para 60 ªC, D= 12

min; para 50 ºC, D = 42 min.

Esto tiene importantes consecuencias prácticas, si deseamos esterilizar una

población microbiana, se tardará más a bajas temperaturas que a temperaturas

elevadas. Por tanto, es necesario ajustar el tiempo y la temperatura para conseguir la

esterilización para cada serie específica de condiciones. El tipo de calor también es

importante: el calor húmedo tiene mayor poder de penetración que el calor seco y

produce una reducción más rápida del número de organismos vivos a una temperatura

determinada. El tiempo que se requiere para reducir 10 veces la densidad de población

a una determinada temperatura, llamado tiempo de reducción decimal o D, es el

parámetro más útil que caracteriza la esterilización por calor. En el margen habitual de

temperaturas usado en la preparación de alimentos (por ejemplo, al cocinar o en el


26

enlatado), la relación entre D y temperatura es prácticamente exponencial. Así, cuando

el logaritmo de D se representa frente a la temperatura, se obtiene una línea recta (Fig.

5).

Fig.5: Relación entre la temperatura y la

tasa de muerte indicada como tiempo de

reducción decimal para dos

microorganismos diferentes.

Los datos se obtuvieron para los tiempos

de reducción decimal, D, a diferentes

temperaturas, como en la Figura 1. Para

el organismo (a), un mesófilo típico, la

exposición a 110 ºC durante menos de 20

segundos dio como resultado una tiempo

de reducción decimal; mientras que para

el organismo (b), un termófilo, fueron

necesarios 10 minutos para conseguir una

reducción decimal.

La pendiente de la recta proporciona una medida de la sensibilidad del organismo al

calor en las condiciones empleadas, y la gráfica puede usarse para calcular los tiempos

del proceso para conseguir la esterilización, como en los tratamientos de productos

enlatados. La determinación de los tiempos de reducción decimal es un proceso

relativamente largo y requiere un número considerable de medidas y el contaje de

organismos viables. Una manera más fácil de caracterizar la sensibilidad de un

organismo al calor es determinar el tiempo de muerte térmica, tiempo que se necesita


27

para matar todas las células a una temperatura determinada. Esto se hace simplemente

calentando las muestras de una suspensión celular durante diferentes periodos de

tiempo, mezclando las suspensiones calentadas con medio de cultivo e incubando. Si

todas las células están muertas, no se observa ningún crecimiento en las muestras

incubadas. El tiempo de muerte térmica depende del tamaño de la población ensayada

dado que se requiere mayor tiempo para matar todas las células de una población

grande que de una pequeña. Una vez que el número de células se ha estandarizado, es

posible comparar las sensibilidades al calor de diferentes organismos comparando sus

tiempos de muerte térmica.

Esporas y esterilización por calor

La resistencia al calor de las células vegetativas y las endosporas bacterianas del

mismo organismo varía considerablemente. Por ejemplo, en el autoclave

habitualmente se alcanza una temperatura de 121°C.En estas condiciones, las

endosporas pueden necesitar de unos 4 a 5 minutos para una reducción decimal,

mientras que las células vegetativas pueden requerir sólo de unos 0,1 a 0,5 minutos a

65°C.Por tanto, los procesos para la esterilización eficaz por calor se diseñan para

destruir las endosporas. Las endosporas bacterianas son las estructuras más resistentes

al calor que se conocen: son capaces de sobrevivir a temperaturas que rápidamente

matan a las células vegetativas de la misma especie. Un factor importante en la

resistencia al calor es la cantidad (de agua) y estado de hidratación en el interior de la

endospora .Durante la formación de la endospora, el protoplasma se reduce hasta un

volumen mínimo como resultado de la acumulación de Ca2+, de proteínas de

esporulación pequeñas solubles en ácido (SASPs, small acid - soluble spore proteins)

y la síntesis de ácido dipicolinico, lo que contribuye a la formación de una estructura


28

de tipo gel. La contracción del cortex da lugar a un protoplasto deshidratado y

reducido con un contenido hídrico de sólo el 10-30% del de una célula vegetativa.

El contenido en agua del protoplasto junto con la concentración de SASPs determina

la resistencia al calor de la espora. Si las endosporas tienen una baja concentración de

SASPs y un elevado contenido en agua, tienen una baja resistencia al calor; en

cambio, si tienen una elevada concentración de SASPs y bajo contenido hídrico,

tienen una elevada resistencia al calor. El agua se mueve libremente del interior al

exterior (y viceversa) de la espora, por lo que no es la impermeabilidad de la pared de

la espora la que limita el agua, sino el material tipo gel en el protoplasto de la

espora.La naturaleza del medio en el que el calentamiento tiene lugar también influye

en la acción letal tanto de las células vegetativas como de las esporas. La muerte

microbiana es más rápida a pH ácido y los alimentos ácidos tales como tomates, frutas

y pepinillos se esterilizan mucho más fácilmente que los alimentos neutros como el

maíz, alubias y frijoles. Concentraciones altas de azúcares, proteínas y grasas

disminuyen la penetración del calor y generalmente aumentan la resistencia de los

organismos al calor; mientras que concentraciones altas de sal pueden aumentar o

disminuir la resistencia al calor dependiendo del organismo. Las células deshidratadas

y secas (y las esporas) son más resistentes que las hidratadas y húmedas; en

consecuencia la esterilización por calor de los objetos secos requiere temperaturas

superiores y tiempos más largos que la esterilización de los objetos húmedos.

El autoclave

Es un dispositivo sellado que permite la entrada de vapor de agua bajo presión (Fig.

6).La muerte de las esporas resistentes al calor precisa de un calentamiento a

temperaturas por encima del punto de ebullición y la aplicación del vapor de agua bajo

presión (Fig.6a).El procedimiento habitual cosiste en calentar a 1,1 kilogramos/


29

centímetro cuadrado (kg/ cm2) [15 libras/pulgada cuadrada (lb/in2) de presión de

vapor, lo que permite alcanzar una temperatura de 121°C.A 121°C, el tiempo de

esterilización suele ser de 10 a 15 minutos"(Fig.6b).Si se esterilizan objetos

voluminosos, la transferencia de calor al interior será lento y el tiempo de

calentamiento debe ser suficientemente largo para que todo el objeto esté a 121°C

durante 10 a 15 minutos. También se requieren mayores tiempos cuando se autoclavan

grandes volúmenes de líquidos, dado que los volúmenes grandes tardan más tiempo en

alcanzar las temperaturas de esterilización. Observe que no es la presión del autoclave

la que mata a los microorganismos, sino la elevada temperatura que puede alcanzarse

cuando el vapor de agua se somete a presión.

Fig. 6: Utilización del autoclave para la esterilización.

(a) Flujo del vapor a través de un autoclave.


30

(b) Ciclo típico de un autoclave. Se muestra la esterilización de un objeto bastante

voluminoso. La temperatura del objeto se eleva más lentamente que la temperatura

del autoclave.

(c) Un autoclave moderno utilizada en los laboratorios de investigación.

Obsérvese la puerta y los controles automáticos de los ciclos de esterilización en el

panel de la derecha. Las válvulas de entrada y salida del vapor se ven en el lado

derecho del autoclave.


31

Pasteurización

La pasteurización es un proceso que reduce la población microbiana en leche y otros

alimentos sensibles al calor. Recibe su nombre de Louis Pasteur, quien fue el primero

en usar el calor para controlar la contaminación del vino. Pasteurización no es

sinónimo de esterilización porque en ella no se destruyen todos los organismos.

Inicialmente se utilizó la pasteurización de la leche para matar las bacterias patógenas,

especialmente los organismos causantes de la tuberculosis, la brucelosis, la fiebre Q y

la fiebre tifoidea, pero con la pasteurización también se mejoró la vida útil de la leche.

Aunque estos patógenos ya no son frecuentes en los alimentos en los países

desarrollados, la pasteurización impide la transmisión de patógenos como algunas

especies de Salmonella y Escherichia coli O157:H7 a través de fuentes comunes

como la leche y los zumos (jugos).La pasteurización también impide el crecimiento de

organismos alterantes e incrementa considerablemente la vida media de los líquidos

perecederos. La pasteurización de la leche se realiza habitualmente pasando la leche a

través de un intercambiador de calor. La leche se pasa a través de un tubo que está en

contacto con una fuente de calor. El control cuidadoso de la tasa de circulación de la

leche, y el tamaño y la temperatura de la fuente de calor elevan la temperatura de la

leche a 71ºC durante 15 segundos. Entonces la leche se enfría rápidamente. Todo el

proceso se denomina pasteurización alta. La leche también puede calentarse en

grandes depósitos a °C durante 30 minutos. No obstante, este método de

pasteurización baja es menos satisfactorio porque la leche se calienta y se enfría

lentamente y debe mantenerse a temperaturas altas por periodos de tiempo más largos.

La pasteurización rápida altera las características organolépticas en menor medida,

mata los organismos resistentes al calor con mayor eficacia y habitualmente se realiza

en un sistema continuo.El método de pasteurización rápida se adapta mejor a las


32

grandes operaciones de los productos lácticos y las industrias lácticas modernas lo

emplean rutinariamente, incluso a tiempos de exposición menores y temperaturas

superiores.

3.1.2. Esterilización por radiación

El calor es sólo una de las formas de energía que se emplean para esterilizar o reducir

la carga microbiana. Las microondas, la radiación ultravioleta (UV), los rayos X, las

radiaciones gamma (radiaciones y) y los electrones son tipos de radiación que pueden

reducir el crecimiento microbiano de forma eficaz si se aplican en la dosis y durante el

período de tiempo adecuados. Sin embargo, cada tipo de radiación actúa de un modo

específico. Por ejemplo, los efectos antimicrobianos de las microondas se deben, al

menos en parte, a efectos térmicos. La radiación UV entre 220 y 300 nm de longitud

de onda tiene suficiente energía para causar modificaciones o incluso roturas en el

DNA, que en ocasiones provocan la alteración del DNA y la muerte del organismo

expuesto (véase Sección 11.7). Esta luz UV «casi visible» se utiliza para desinfectar

superficies, aire y otros materiales como el agua que no absorben la radiación UV. Por

ejemplo las cabinas de los laboratorios de biología vienen equipadas con una lámpara

«microbicida» de luz UV para descontaminar su superficie después de ser utilizadas).

No obstante, la luz UV no penetra las superficies sólidas, opacas, o que absorban la

luz, y su utilidad se limita a la desinfección de las superficies expuestas.

3.1.3. Esterilización por filtración

El calor es el método más común y eficaz para esterilizar líquidos. No obstante, la

filtración puede usarse para esterilizar líquidos termosensibles o gases. Un filtro es un

dispositivo con poros demasiado pequeños para que pasen los microorganismos, pero

suficientemente grandes para permitir el paso de un líquido o un gas. El rango del

tamaño de las partículas implicadas en la esterilización es muy amplio. Algunas de las


33

células bacterianas de mayor tamaño miden más de 10 μm de diámetro, mientras que

las más pequeñas en la escala de tamaños tienen un diámetro menor de 0,3 μm.

Históricamente, los métodos de filtración selectiva se utilizaron con el fin de aislar e

identificar las partículas infecciosas más pequeñas que las bacterias. Dichas partículas

infecciosas, conocidas ahora como virus, son muy pequeñas y tienen un rango de

diámetro de 28 a 200 μm.

Fig.7: Estructura de (a) un filtro en profundidad, (b) un filtro de membrana

convencional y (c) un filtro Nuclepore.

Los filtros en profundidad se usan como pre filtros y para la filtración de líquidos con

gran cantidad de partículas en suspensión.

Los filtros de membrana se usan en muchas aplicaciones en el laboratorio y en la

industria, ya que se dispone de una gran variedad de ellos con un amplio rango de

tamaños de poros, son económicos y aplicables en casi cualquier situación que

requiera una esterilización por filtración. Los filtros Nuclepore, grabados TRACK por

nucleación, son útiles en la preparación de muestras para microscopía porque el

material filtrado queda retenido y dispuesto en un solo plano en la superficie del filtro.

Uno de los tipos más antiguos es el filtro de profundidad. Un filtro de profundidad es

una lámina fibrosa o tapete hecho de matrices dispuestas al azar de fibras de papel,
34

asbesto o vidrio que se solapan (Fig.7a).El filtro de profundidad atrapa las partículas

en la imbricada trama y urdimbre que se crea a través del espesor (profundidad) de la

estructura. Dado que son bastante porosos, los filtros de profundidad se emplean a

menudo como prefiltros para eliminar, de una solución, las partículas de gran tamaño

que pudieran dificultar el proceso final de esterilización por filtración. También se

utilizan para esterilizar por filtración el aire en los procesos industriales. El tipo de

filtro más común para la esterilización en microbiología es el filtro de membrana (Fig.

7b).Los filtros de membrana se componen de polímeros con una elevada resistencia,

como el acetato de celulosa, nitrato de celulosa o polisulfonas, diseñados para

presentar numerosos poros diminutos. Ajustando las condiciones de polimerización

durante su fabricación, se puede controlar con precisión el tamaño de los poros de las

membranas (y/ por tanto, el tamaño de moléculas que pueden pasar a través de

ellos).Los filtros de membrana se diferencian de los filtros de profundidad en que

funcionan como un tamiz, reteniendo muchas de las partículas en la superficie del

filtro. Alrededor del 80-85% de la superficie de las membranas está constituida por

poros abiertos, lo que permite obtener una tasa de flujo de líquido relativamente alta.

El tercer tipo de filtro para uso común es el filtro de nucleación (Nuclepore).Estos

filtros se han obtenido tratando películas muy finas de policarbonato (10 μm de

grosor) con radiación nuclear y fracturando la película con un producto químico. La

radiación produce micro lesiones localizadas en la película y la acción química

incrementa el tamaño de los daños microscópicos producidos hasta formar agujeritos

(poros).Los tamaños de los microporos se controlan con precisión con el tipo solución

química empleada y el tiempo de tratamiento.

Un filtro Nuclepore típico tiene agujeritos muy uniformes dispuestos casi

verticalmente a través de la fina película (Fig. 7c).Los filtros Nuclepore se usan


35

habitualmente en microscopía electrónica de barrido.Un organismo puede separarse

del líquido y concentrarse en un único plano en la superficie del filtro; esto puede

observarse con el microscopio (Fig. 8).

Fig. 8: Micrografía al microscopio electrónico de barrido de bacterias acuáticas y

algas sobre un filtro Nuclepore.

El tamaño del poro es de 5 μm.

Los filtros de membrana para la esterilización de un líquido se ilustran en la (Fig. 9).

El sistema de filtración se esteriliza independientemente del filtro y/ posteriormente, el

sistema se ensambla en condiciones asépticas en el momento de realizar la filtración.

El equipo que se muestra en la (Fig. 9 a) es apropiado para un volumen de líquido

pequeño. Para filtrar en condiciones estériles grandes volúmenes, el material para el

filtro de membrana se dispone en un cartucho y se coloca en un protector metálico. La

filtración de volúmenes grandes de disoluciones líquidas termosensibles es una

práctica habitual en la industria farmacéutica. Los dispositivos de filtros de membrana

previamente esterilizados se utilizan de forma rutinaria para esterilizar volúmenes


36

pequeños o medios en la mayoría de los laboratorios (Fig. 9 b).Para la filtración se

dispone de una jeringa, una bomba o una bomba de vacío que faciliten la entrada del

líquido hasta el dispositivo colector estéril, a través del sistema de filtración.

Fig. 9: Filtros de membrana.

(a) Ensamblaje de un sistema reutilizable con filtro de membrana. (b) Unidades

dispensables, preesterilizadas y ensambladas de un filtro de membrana. Izquierda: un

sistema de filtro diseñado para pequeños volúmenes. Derecha: un sistema de filtro

diseñado para mayores volúmenes.

3.2.CONTROL MICROBIANO POR MÉTODOS QUÍMICOS

Cada día empleamos una serie de compuestos químicos para controlar el crecimiento de

los microorganismos, tanto en las actividades domésticas como en las laborales. Los

detergentes y jabones que usamos en la higiene diaria y para lavar la ropa tienen la

finalidad, al menos en parte, de reducir la carga microbiana o matar los microorganismos

de la superficie corporal o de la ropa. En la cocina, recurrimos a varios agentes químicos

que inhiben o destruyen los microorganismos en platos, superficies de trabajo y


37

utensilios. En un laboratorio microbiológico o en instalaciones industriales, los agentes

químicos se usan de forma rutinaria para controlar el crecimiento microbiano indeseado.

Control químico del crecimiento Un agente antimicrobiano es un compuesto químico,

natural o sintético, que mata o inhibe el crecimiento de los microorganismos. Los

agentes que matan microorganismos se denominan agentes - cida, con un prefijo que

indica el tipo de microorganismo que mata. Así, tenemos agentes bactericidas,

fungicidas y virucidas. Un agente bactericida mata bacterias; aunque puede matar o no

otros microorganismos. Los agentes que no matan pero inhiben el crecimiento se

denominan agentes -estáticos; así, hablaremos de agentes bacteriostáticos, fungistáticos

y virustáticos. Los agentes antimicrobianos varían con respecto a su toxicidad selectiva.

Algunos actúan de forma no selectiva y sobre todos los tipos de células, otros presentan

una mayor selectividad y toxicidad para los microorganismos que para los tejidos

animales. Aquellos agentes antimicrobianos que tienen toxicidad selectiva son

especialmente útiles para el tratamiento de las enfermedades infecciosas, porque pueden

matar el agente etiológico sin dañar al hospedador. Efecto de los agentes

antimicrobianos sobre el crecimiento .Se observan tres tipos de efectos cuando se añade

un agente antimicrobiano a un cultivo bacteriano en fase exponencial de crecimiento:

bacteriostático, bactericida y bacteriolítico (Fig. 10).


38

Fig. 10: Los tres tipos de acción de los antimicrobianos.

En el momento (tiempo) indicado por la flecha, se añadió el agente antimicrobiano en

una concentración inhibidora del crecimiento, a un cultivo en fase exponencial de

crecimiento. Observe la relación entre el número de células viables y células totales.Se

observa un efecto bacteriostático cuando se inhibe el crecimiento pero las células no

mueren (Fig. 10 a).Con frecuencia, los agentes bacteriostáticos son inhibidores de la

síntesis de proteínas y actúan uniéndose a los ribosomas.

No obstante, dicha unión no es una unión fuerte y, cuando disminuye la concentración

del agente, el antimicrobiano se libera de los ribosomas y se reanuda el crecimiento.

Muchos antibióticos actúan según este mecanismo. Los agentes bactericidas matan las

células pero no dan lugar a la lisis o ruptura de las células (Fig.10 b) Los agentes
39

bactericidas son una clase de agentes químicos que generalmente se unen fuertemente a

sus dianas celulares de acción y no se eliminan por dilución.

Los agentes bacteriolíticos provocan la muerte celular por lisis, la ruptura celular se

detecta por un descenso en el número de células o en la turbidez, después de que se haya

añadido el agente (Fig. 10 c). Dentro de los agentes bacteriolíticos se incluyen los

antibióticos que inhiben la síntesis de la pared celular, como la penicilina, y los

compuestos químicos que lesionan la membrana citoplasmática.

3.2.1. Cuantificación de la actividad antimicrobiana

La actividad antimicrobiana se mide determinando la cantidad más pequeña que se

necesita de un agente para inhibir el crecimiento de un organismo control, valor

llamado concentración mínima inhibitoria (CMI).Para determinar la CMl, se prepara

una serie de tubos de cultivo, cada uno conteniendo un medio con una concentración

diferente del agente, y después se inocula la serie de tubos. Después de la incubación,

se observa si ha habido crecimiento (turbidez) en los tubos. El tubo que contiene la

menor concentración de agente que inhibe completamente el crecimiento del

organismo usado como referencia define la CMI (Fig. 11).

Fig. 11: Evaluación de un antibiótico mediante el método de .dilución en tubo»,

que permite determinar la concentración mínima inhibitoria (CMI).


40

Se prepara una serie de tubos con concentraciones crecientes del antibiótico en el

medio de cultivo; se inoculan todos los tubos y se incuban. El crecimiento (turbidez)

tiene lugar en los tubos con concentraciones del antibiótico inferiores a la CMI.

Este procedimiento simple y eficaz se denomina técnica de dilución en tubo.

La CMI no es constante para un determinado agente, porque depende del tipo de

microorganismo utilizado, el tamaño del inóculo y las condiciones de incubación,

como la temperatura, el pH y la aireación. Cuando se estandarizan rigurosamente

todas las condiciones, es posible comparar diferentes antimicrobianos y determinar

cuál es el agente más eficaz frente a un organismo o calcular la actividad de un único

agente frente a diversos organismos. Este método no distingue entre un agente

microbicida y un agente microbiostático, dado que el agente está presente en el medio

de cultivo durante todo el periodo de incubación. Otro procedimiento comúnmente

utilizado en el estudio de la acción antimicrobiana es el método de difusión en agar

(Fig 12).
41

Fig.3: Método de Difusión en agar para determinar la actividad de un antibiótico.

Se prepara una placa Petri con un medio con agar inoculado uniformemente (en

césped) con el microorganismo a ensayar. Cantidades conocidas del agente anti-

microbiano se añaden a discos de papel de filtro que se colocan en la superficie del

agar.

Durante la incubación, el agente difunde desde el papel de filtro al agar; la

concentración del agente disminuye a medida que aumenta la distancia al papel de

filtro. A una determinada distancia del disco se alcanza la CMI. A partir de ese punto

hay crecimiento, pero en las proximidades del disco no hay crecimiento.

Se crea entonces una zona de inhibición; el diámetro de la zona es proporcional a la

cantidad de antimicrobiano añadido al disco, la solubilidad del agente, el coeficiente

de difusión y la eficacia del agente. Este método se usa de forma rutinaria para ensayar

la sensibilidad a los antibióticos en patógenos.

3.2.2. Antisépticos, desinfectantes y esterilizantes

Los antisépticos son aquellos agentes químicos que matan o inhiben el crecimiento de

los microorganismos y pueden aplicarse en tejidos vivos dada su escasa toxicidad para

los tejidos. La mayoría de los compuestos que se encuentran en esta categoría se

utilizan en el lavado de manos para tratar heridas superficiales. En algunos casos,

algunos antisépticos también son desinfectantes eficaces. Los desinfectantes son

productos químicos que matan microorganismos y se usan en objetos inanimados. Los

agentes esterilizantes son desinfectantes que, en condiciones apropiadas, matan todos

los tipos de vida microbiana, y se usan para esterilizar objetos inanimados y

superficies. Los desinfectantes químicos, frecuentemente denominados microbicidas,

tienen una gran aplicación en aquellos casos en los que no se puede usar el calor o la
42

radiación en la descontaminación o la esterilización. Por ejemplo, en hospitales y

laboratorios han de descontaminarse los suelos, mesas, mesas de laboratorio, paredes,

etc. En la industria de alimentos, los suelos, las paredes y las superficies de los

aparatos a menudo se tratan con microbicidas con el fin de reducir la carga

microbiana, haciendo que las superficies sean inocuas para la manipulación. Los

hospitales también deben esterilizar lo materiales termosensibles, tales como

termómetros, instrumentos con lentes, tubos de polietileno, catéteres e instrumental

clínico reutilizable, como los respirómetros. Generalmente se utiliza algún tipo de

esterilización fría. La esterilización fría se lleva a cabo en dispositivos cerrados

parecidos a los autoclaves, pero emplea un agente químico como el óxido de etileno,

el formaldehído, el ácido per - acético o el peróxido de hidrógeno. El agua potable se

desinfecta con lejía o con derivados del cloro, a fin de eliminar los organismos

potencialmente patógenos. Varios factores afectan a la eficacia de los diversos

procedimientos antisépticos y desinfectantes. Por ejemplo, muchos microbicidas son

neutralizados por los materiales orgánicos, inhibiendo su capacidad para matar los

microorganismos, reduciendo las concentraciones microbicidas. Por otra parte, a

menudo los patógenos se encuentran incluidos en partículas o creciendo en grandes

cantidades como tapetes y biopelículas (biofilms), que cubren las superficies del tejido

con varias capas de células microbianas. En consecuencia, se dificulta la accesibilidad

y penetración del agente químico en las células viables e incluso se impide totalmente.

En muchos casos, las endosporas bacterianas son mucho más resistentes a los agentes

microbicidas que las células vegetativas, por su bajo contenido en agua y metabolismo

reducido.

Algunas células vegetativas, como el caso de Mycobacterium tuberculosis, agente

etiológico de la tuberculosis, son resistentes a los agentes microbicidas por la


43

compleja naturaleza de su pared celular. Como consecuencia, no siempre se produce la

eliminación de los patógenos (esterilización) por tratamiento microbicida. En la

práctica, la eficacia de los microbicidas sólo puede determinarse en las condiciones

reales de uso. Los antisépticos y los desinfectantes químicos tienen muchas

aplicaciones en la industria, donde se emplean para impedir el deterioro microbiano de

muchos materiales orgánicos. En algunas industrias, los agentes antimicrobianos se

utilizan de forma rutinaria y extensiva. Con frecuencia esto genera una serie de

problemas por los residuos tóxicos que se producen cuando se liberan al ambiente

grandes cantidades de agentes antimicrobianos, como mercurio y otros compuestos de

metales pesados (industria papelera) o fenoles (conservantes de la madera).

Tabla 4
44

Tabla 5
45

CAPÍTULO IV:

AGENTES ANTIMICROBIANOS UTILIZADOS IN VIVO

Hasta ahora hemos considerado los efectos de los agentes físicos y químicos que se emplean

para inhibir el crecimiento microbiano fuera del cuerpo humano. La mayoría de los métodos

físicos son demasiado severos, y la mayor parte de los productos químicos mencionados son

demasiado tóxicos como para utilizarlos en el interior del cuerpo humano; de hecho, los

antisépticos relativamente suaves se pueden usar solamente sobre la piel. Para controlar las

enfermedades infecciosas, es necesario disponer de compuestos químicos que puedan usarse

por vía interna. El descubrimiento y desarrollo de fármacos antimicrobianos ha desempeñado

un papel importantísimo en la medicina clínica y veterinaria, así como en la agricultura. Los

fármacos antimicrobianos se clasifican según su estructura molecular, mecanismo de acción y

espectro de acción antimicrobiana. Anualmente se fabrican en todo el mundo más de 500

toneladas métricas de fármacos antimicrobianos variados. Los agentes antimicrobianos se

dividen en dos grandes categorías: los agentes sintéticos y los antibióticos.

3.3.ANTIMICROBIANOS SINTÉTICOS

Son los compuestos químicos que se pueden usar por vía interna, se le denominan

agentes quimioterapéuticos y son muy importantes en medicina clínica y veterinaria, así

como en agricultura.

 Los agentes quimioterapéuticos se clasifican en dos:

a) Según su estructura química.

b) Según su mecanismo de acción.

 Anualmente se fabrican en el mundo más de 500 toneladas métricas de agentes

quimioterapéuticos.
46

 El requisito de todo buen agente quimioterapéutico es la toxicidad selectiva, es decir la

capacidad de inhibir las bacterias u otros agentes patógenos sin afectar al hospedador.

 Cada agente tiene un espectro característico de acción antibacteriana.

 Los agentes quimioterapéuticos se agrupan en dos categorías generales: Agentes

sintéticos y Antibióticos.
47

Clasificación de los quimioterápticos (antibióticos) según su estructura química:

CLASIFICACIÓN SUBCLASIFICACIÓN EJEMPLO


DEL ANTIBIÓTICO

Azúcares puros Nojirimicina


Compuestos que
Aminoglucósidos Estreptomicina
contienen carbohidratos
Ortosomicinas Everninomicina

N-Glicósidos Estreptotricina

C-Glicósidos Vancomicina

Glicolípidos Moenomicina

Antibióticos Eritromicina
Lactosas macrocíclicas
macrólidos Candicidina

Antibióticos poliénicos Rifampicina

Ansamicinas Tetranactina

Macrotetrólidos

Tetraciclinas Tetraciclina
Quinonas y compuestos
Antraciclinas Adriamicina
relacionados
Naftoquinonas Actinorrodina

Benzoquinonas Mitomicina

Derivados Ciclocerina
Aminoácidos y
aminoacídicos Penicilina, ceftriaxona
análogos peptídicos
Antibióticos β- Bacitracina

lactámicos Actinomicina

Antibióticos peptídicos Valinomicina


48

Cromopéptidos Bleomicina

Depsipéptidos

Péptidos formadores de

quelatos

Antibióticos Polioxinas
Compuestos
nucleosídicos
heterocíclicos que

contienen nitrógeno

Antibióticos poliéter Monensina


Compuestos

heterocíclicos que

contienen oxígeno

Derivados del Cicloheximida


Derivados alicíclicos
cicloalcano Ácido fusídico

Antibióticos

esteroideos

Derivados del benceno Cloranfenicol


Compuestos aromáticos
Aromáticos Griseofulvina

condensados Novobiocina

Éter aromáticos

Compuestos que Fosfomicina


Compuestos alifáticos
contienen fósforo

4-quinolona Ácido nalidíxico


Compuestos
Fluoro-4-quinolonas Ciprofloxacino
quinolónicos

Lactona cíclica 2-oxazolidinona


Oxazolidinona
49

Análogos de los factores de crecimiento

Los factores de crecimiento como sustancias químicas específicas que se requieren en el

medio de cultivo porque los microorganismos no pueden sintetizarlas.

Una sustancia relacionada o parecida a un factor de crecimiento, pero que bloquea la

utilización de dicho factor, se le denomina análogo del factor de crecimiento.

 Análogo del factor de crecimiento: son compuestos sintéticos estructuralmente

similares a los factores de crecimiento en cuestión, pero poseen diferencias

estructurales sutiles que les impide realizar (duplicar) la función del factor de

crecimiento natural en la célula.


50

SULFAMIDAS

Fueron los análogos de crecimiento que más se utilizaron en un principio para inhibir

específicamente bacterias.

 La Sulfanilamida: es la sulfamida más simple, es un análogo del ácido p-

aminobenzoico, que a su vez forma parte del ácido fólico (vitamina).

Actúa bloqueando la síntesis del ácido fólico, un precursor del ácido nucleico.

Es activa en bacterias, pero no en animales superiores, debido que las bacterias sintetizan

su propio ácido fólico, mientras que los animales superiores obtienen el ácido fólico de

su dieta.

La resistencia a la utilización clínica de los derivados de la Sulfanilamida son las

sulfonamidas, esto se debe a que bacterias resistentes han desarrollado la capacidad de

utilizar fuentes exógenas de ácido fólico sintetizado.


51

ISONIAZIDA

Es un importante análogo de factor del crecimiento con un espectro de acción muy

reducido. Sólo es eficaz frente a Mycobacterium, interfiere la síntesis del ácido micólico,

un material específico de la pared celular de las micobacterias. La Isoniazida es un

análogo de la nicotinamida (vitamina), y es un fármaco de utilización única más eficaz

en el control y tratamiento de la tuberculosis.

Análogos de bases del ácido nucleico

Se han formado por adición de un átomo de flúor o bromo. El flúor es un átomo

relativamente pequeño y no afecta a la estructura general de la base del ácido nucleico,

pero cambia las propiedades químicas de tal manera que el compuesto no actúa de forma

normal en el metabolismo celular, provocando así el bloqueo de la síntesis del ácido

nucleico (fluorouracilo análogo del uracilo; el bromouracilo análogo de la timina).

La mayoría de estos análogos que se parecen a los ácidos nucleicos se utilizan en el

tratamiento de infecciones víricas y fúngicas, y también como mutágenos.


52

QUINOLONAS

Son compuestos antibacterianos que interaccionan con la DNA girasa bacteriana

impidiendo que se produzca el superenrrollamiento del DNA necesario para el

empaquetamiento del DNA en la célula bacteriana.

 Ciprofloxacino: se usan de forma rutinaria para tratar infecciones del tracto urinario en

seres humanos. También es empleado para tratamiento del carbunco o ántrax maligno,

puesto que algunas cepas de Bacillus anthracis, el agente causante del ántrax son

resistentes a la penicilina.

Dado que la DNA girasa se encuentra en todas las bacterias, las fluoroquinolonas son

eficaces en el tratamiento de infecciones provocadas por bacterias grampositivas y

gramnegativas.

También se utilizan industrialmente en la cría de terneros y pollos para evitar y tratar

enfermedades respiratorias.

3.4.ANTIMICROBIANOS NATURALES: LOS ANTIBIÓTICOS

Son agentes antimicrobianos producidos por microorganismos (bacterias y hongos), que

inhiben o matan a otros microorganismos. Se diferencian de los análogos de crecimiento

por lo que son productos naturales (producidos por la actividad microbiana) más que

compuestos químicos.
53

De los miles de antibióticos conocidos, menos de un 1% tienen aplicación en medicina,

debido a su toxicidad o a la ausencia de captación por parte de los hospedadores.

Los antibióticos naturales se pueden modificar de forma artificial para potenciar su

eficacia, y el resultado se le denomina antibiótico semisintético.

Los antibióticos y la toxicidad selectiva antimicrobiana

La sensibilidad de los microorganismos a los agentes antimicrobianos varía

significativamente.

 Las bacterias grampositivas son generalmente más sensibles a antibióticos como la

penicilina.

 La mayoría de bacterias gramnegativas son más resistentes a la penicilina.

 Algunos antibióticos de amplio espectro, como la tetraciclina, actúan tanto en

bacterias grampositivas como bacterias gramnegativas.

 Los antibióticos de amplio espectro tienen mayor aplicación en medicina que un

antibiótico de espectro reducido, no obstante, éste último puede ser de gran valor en el

control de patógenos que no son sensibles a otros antibióticos.

 La vancomicina, un antibiótico glicopéptido de espectro reducido que actúa con gran

eficacia frente a bacterias grampositivas resistentes a la penicilina de los géneros

Staphylococcus, Bacillus y Clostridium.

 En las bacterias las dianas importantes para la acción de los antibióticos son los

ribosomas, la pared celular, la membrana citoplasmática, las enzimas de biosíntesis de

lípidos y los elementos de replicación y transcripción del DNA.

Antibióticos que inhiben la síntesis de proteínas

Inhiben la síntesis de proteínas interaccionando con el ribosoma y alternado la

traducción. Estas interacciones son muy específicas y muchas implican una unión al

rRNA.
54

 La Estreptomicina inhibe la iniciación de la cadena proteica.

 La Puromicina, el Cloranfenicol, la Cicloheximida y la Tetraciclina inhiben la

elongación de la cadena proteica.

Aun cuando los antibióticos inhiban el paso de la síntesis de proteínas, los mecanismos

de inhibición pueden ser muy dispares.

 La Puromicina se une al sitio A del ribosoma, y la cadena polipeptídica que se está

formando se transfiere a la Puromicina en lugar del complejo aminoácido tRNA. El

complejo Puromicina-péptido se libera entonces del ribosoma, deteniendo la

elongación de forma prematura.

 El Cloranfenicol inhibe la elongación bloqueando la formación de la unión peptídica.

Muchos antibióticos inhiben específicamente los ribosomas de organismos solamente de

un dominio filogenético.

 El Cloranfenicol y la Estreptomicina son específicas para ribosomas de Bacteria.

 Cicloheximida solo afecta a los ribosomas citoplasmáticos de Eukarya también tienen

ribosomas similares a los de las Bacteria (ribosoma 70S).

Antibióticos que afectan la Transcripción

Existen antibióticos que inhiben específicamente la transcripción mediante la inhibición

de la síntesis de RNA.

 Las Rifamicinas y las Estreptovaricinas inhiben la síntesis de RNA uniéndose la

subunidad β de la RNA polimerasa. Estos antibióticos son específicos para Bacteria,

cloroplastos y mitocondrias.

 La Actinomicina inhibe la síntesis de RNA combinándose con el DNA y bloqueando

la elongación del RNA. Este antibiótico se une más fuertemente al DNA en los pares

guanina-citosina, situándose en el surco principal de la doble cadena donde se está

sintetizando el RNA.
55

Los antibióticos más utilizados actúan directamente contra estructuras características de

Bacteria, como las paredes celulares.

3.5.LOS ANTIBIÓTICOS β-LACTÁMICOS: LAS PENICILINAS Y LAS

CEFALOSPORINAS

Es uno de los grupos más importantes de antibióticos, tanto desde el punto de vista

histórico como médico.

Este grupo comprenden:

 Las penicilinas.

 Las cefalosporinas.

 Las cefamicinas.

Estos antibióticos comparten una estructura característica llamado anillo β-lactámico.

En conjunto, las penicilinas y las cefalosporinas constituyen aproximadamente la mitad

de todos los antibióticos que se producen y consumen en el mundo.

LAS PENICILINAS

En 1929, el científico británico Alexander Fleming caracterizó el primer antibiótico, un

producto antibacteriano del hongo Penicillium chrysogenum llamado penicilina. A pesar

del éxito de las sulfamidas en la década de 1930, la mayor parte de las enfermedades

producidas por bacterias aún no estaba bajo control. No obstante, hasta 1939 no se

desarrolló un proceso para la producción de penicilina a gran escala. Los artífices de este

descubrimiento fueron un grupo de científicos liderados por Howard Florey, que

trabajaron motivados por la inminente segunda guerra mundial.

La penicilina G fue el primer antibiótico de aplicación clínica que se utilizó. Este

antibiótico β-lactámico resultó ser tremendamente eficaz para el control de infecciones

estafilocócicas y neumococicas en los soldados, y también era más eficaz que las
56

sulfamidas en el tratamiento de infecciones provocadas por Streptococcus. Cuando la

segunda guerra mundial finalizó en 1945, el uso de la penicilina se hizo extensivo a la

sociedad civil y las empresas farmacéuticas comenzaron a investigar otros antibióticos.

Surgieron diversos fármacos que revolucionaron el tratamiento de enfermedades

infecciosas.

La penicilina G actúa principalmente contra Bacteria grampositivas porque la Bacteria

gramnegativas son resistentes al antibiótico. No obstante, la modificación química de la

penicilina G ha permitido cambiar significativamente las propiedades del antibiótico

resultante. Muchas penicilinas modificadas químicamente muestran una gran eficacia

frente a Bacteria gramnegativas.

 La Ampicilina y la Carbenicilina son dos penicilinas semisintéticas que actúan contra

algunas bacterias gramnegativas. Las diferencias estructurales en los grupos N-acilo

de estas penicilinas semisintéticas hacen que éstas puedan transportarse al interior de

la membrana externa de las gramnegativas, donde inhiben la síntesis de la pared

celular.

La penicilina G también es sensible a la β-lactamasa, una enzima producida por

numerosas bacterias resistentes a la penicilina.

 La Oxacilina y la Meticilina son penicilinas semisintéticas resistentes a la β-lactamasa

muy utilizadas en medicina.


57

Mecanismos de acción

Los antibióticos β-lactámicos son inhibidores de la síntesis de la pared celular. La

característica importante en la síntesis de la pared celular bacteriana es la reacción de

transpeptidación, que da como resultado el entrecruzamiento de dos cadenas de

peptidoglucano. Las enzimas transpeptidasas se unen a la penicilina o a otros

antibióticos β-lactámicos. Por ello, las transpeptidasas se denominan proteínas que unen

penicilina (PBP). Cuando las PBP se unen a la penicilina, no pueden catalizar la reacción

de transpeptidación, pero la pared celular continúa formándose. Como consecuencia, la

pared bacteriana recién sintetizada ya no se entrecruza, y esto provoca su debilitamiento.


58

Además, el complejo antibiótico PBP estimula la liberación de autolisinas que digieren

la pared celular existente. El resultado es una pared celular debilitada que acaba por

degradarse. Las diferencias de presión osmótica entre el interior de la célula y el exterior

provocan finalmente la lisis de la célula. Por el contrario, la vancomicina, que también es

un inhibidor de la síntesis de la pared celular, no se une a PBP, sino que se une

directamente al péptido terminal D-alanil D-alanina en los precursores del

peptidoglucano, lo cual bloquea la transpeptidación.

Dado que la pared celular y sus mecanismos de síntesis son específicas de Bacteria, los

antibióticos β-lactámicos tienen una especificidad muy elevada y no son tóxicos para las

células del hospedador. Sin embargo, algunas personas desarrollan alergias a algunos

componentes β-lactámicos tras someterse a tratamientos repetidos con esta terapia

antibiótica.

LAS CEFALOSPORINAS

Son otro grupo de antibióticos β-lactámicos importante para la medicina. Producidas por

el hongo Cephalosporium sp, su estructura es diferente de la de las penicilinas. Las

cefalosporinas conservan el anillo β-lactámico, pero tienen un anillo dihidrotiazínico de

6 átomos, en lugar del anillo tiazolidínico de 5 átomos que tienen las penicilinas. Tienen

el mismo mecanismo de acción que las penicilinas: se unen irreversiblemente a las PBP
59

e impiden el entrecruzamiento del peptidoglucano. Las más importantes que se utilizan

en medicina son antibióticos semisintéticos que tienen un espectro de acción más amplio

que las penicilinas, y además suelen ser más resistentes a las β-lactamasas, las enzimas

que destruyen los anillos β-lactámicos.

La Ceftriaxona es muy resistente a las β-lactamasas y, actualmente, ha reemplazado a la

penicilina en el tratamiento de infecciones producidas por Neisseria gonorrhoeae,

debido que muchas sepas de Neisseria han desarrollado resistencia a la penicilina.

3.6.ANTIBIÓTICOS PRODUCIDOS POR PROCARIOTAS

Muchos antibióticos activos frente a bacterias también son producidos por este tipo de

microorganismos. Muchos de ellos tienen importantes aplicaciones clínicas.

AMINOGLICÓSIDOS

Son antibióticos que contienen aminoazúcares unidos por enlaces glicosídicos. Algunos

que más se usan en medicina son la Estreptomicina (producida por Strptomyces griseus)

y sus compuestos relacionados, la Kanamicina, la Netilmicina, la Espectinomicina y la

Amikacina.

Actúan inhibiendo la síntesis de proteínas en la subunidad 30S del ribosoma y tienen

aplicación clínica contra Bacteria gramnegativas.

La Estreptomicina fue el primer antibiótico que demostró su eficacia en el tratamiento de

la tuberculosis. Sin embargo, los antibióticos aminoglicósidos ya no se utilizan de forma

generalizada actualmente y, en total, sólo suponen alrededor del 3% de todos los

antibióticos producidos y utilizados. Este antibiótico presenta efectos secundarios como

neurotoxicidad y la nefrotoxicidad, por lo que ha sido sustituida por diversos compuestos

sintéticos en el tratamiento de la tuberculosis.


60

Las bacterias desarrollan resistencia a los aminoglicósidos rápidamente, de manera que

su uso en el tratamiento de infecciones gramnegativas ha descendido debido al

desarrollo de penicilinas semisintéticas y de tetraciclinas. Actualmente son considerados

antibióticos de reserva y se usan principalmente cuando otros antibióticos dejan de ser

activos.

LOS MACRÓLIDOS

Contienen anillos de lactona unidos a azúcares. Las variaciones tanto del anillo de

lactona como de los azúcares dan como resultado una gran variedad de antibióticos

macrólidos. El macrólido más conocido es la Eritromicina (producida por Streptomyces

erythreus) aunque también tienen aplicaciones clínicas la Diritromicina, la

Claritromicina y la Azitromicina. Los macrólidos constituyen el 11% de los antibióticos

producidos y consumidos mundialmente.

La Eritromicina es un antibiótico de amplio espectro que actúa inhibiendo la síntesis de

proteínas de la subunidad 50S del ribosoma bacteriano. En medicina, la eritromicina se


61

utiliza habitualmente en lugar de la penicilina en pacientes que tienen alergia a la

penicilina u otros antibióticos β-lactámicos. Es especialmente útil en el tratamiento de

legionelosis.

LAS TETRACICLINAS

Son producidas por diversas especies de Strptomyces, y un grupo de antibióticos muy

importante de amplia aplicación médica en humanos. Fueron unos de los primeros

antibióticos de amplio espectro que se usaron, y actúan inhibiendo casi todas las Bacteria

grampositivas y gramnegativas. La estructura básica de las tetraciclinas consiste en un

sistema de anillos de naftaceno. La estructura básica del anillo de naftaceno puede estar

sustituida en diferentes posiciones de forma natural, lo cual da lugar a nuevos análogos

de tetraciclina. También se han diseñado tetraciclinas sintéticas que tienen sustituciones

en el sistema de anillos de naftaceno. Al igual que la eritromicina y los aminoglicósidos,

la tetraciclina es un inhibidor de la síntesis de proteínas, e interfiere con la función de la

subunidad 30S del ribosoma.

Las tetraciclinas y los β-lactámicos son los dos grupos de antibióticos más importantes

usados en la medicina.
62

LA DAPTOMICINA

Es otro antibiótico producido por otra especie del género Streptomyces. Este nuevo

antibiótico es un lipopéptido cíclico con un singular mecanismo de acción.

Se utiliza principalmente para tratar infecciones causadas por Bacteria grampositivas

como Staphylococcus y Streptococcus, forma un poro que provoca una rápida

despolarización en la membrana. La célula despolarizada pierde rápidamente la

capacidad de sintetizar macromoléculas tales como los ácidos nucleicos y las proteínas,

lo cual provoca la muerte de la célula.

En casos excepcionales, las alteraciones en la estructura de la membrana celular pueden

provocar resistencia a este antibiótico.


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LA PLATENSIMICINA

Es el primer miembro de una nueva clase estructural de antibióticos. Producido por

Streptomyces platensis, este antibiótico inhibe de forma específica una enzima

bacteriana que es indispensable para la síntesis de los ácidos grasos, lo cual provoca la

alteración de la biosíntesis de lípidos.

Actúa contra una gran variedad de Bacteria grampositivas, tales como Staphylococcus

aureus, que es resistente a la Meticilina, y enterococos que son resistentes a la

vancomicina. Ambos tipos de Bacteria causan infecciones que resultan especialmente

difíciles de tratar. Tras demostrar su eficacia en la erradicación de Staphylococcus

aureus en ratones, la platensimicina no ha dado muestras de toxicidad. Este antibiótico


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tiene un mecanismo de acción único, y no se conoce ningún factor potencial de

desarrollo de resistencia por parte de los patógenos.


65

V. BIBLIOGRAFÍA

 Madigan Michael T, Martinko John M, Parker Jack. “Brock Biología de los

Microorganismos”. Pearson – Prentice Hall. 10 edición. 2004

 Madigan M.T, Martinko J.M., Dunlap P.V. and Clark D.P., Brock Biología de los

microorganismos, 12a edición, UK, Pearson Education, 2009.

 Prescott L.M., Harley J.P. and Klein G.A., Microbiología, 3a edición, Madrid,
México, Mc GrawHill-Interamericana, 2009.

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