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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA de América)

ESCUELA DE ESTUDIOS GENERALES

ÁREA DE HUMANIDADES, CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

“Cosmovisión asháninka”

PRESENTADO POR

ADVÍNCULA ROJAS, YULEISY (EA: sociología)


AMBROSIO RAMIREZ, FAUSTINO ALEXIS (EA: filosofía)
CAMACHO SALCEDO, JHOSELINE TANIA (EA: geografía)
DELGADO ALEGRE, MARJORIE ELIANA (EA: derecho)
VARGAS REBOLLEGO, VALERIA (EA: educación inicial)

PARA EL CURSO DE ARTE Y LITERATURA DEL PERÚ Y AMÉRICA LATINA

PROF (A). ROSA CARBONEL APOLO

LIMA – PERÚ

2018
ÍNDICE DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 5

ESTRUCTURA DEL MUNDO ......................................................................................................... 7

2.1. Noción de territorio .......................................................................................................... 7

2.2. Toponimia ......................................................................................................................... 8

DIMENSIONES IDENTITARIAS .................................................................................................. 10

CONCEPCIÓN DEL PROCESO HISTÓRICO .............................................................................. 11

MEMORIA COLECTIVA ............................................................................................................... 13

TRADICIÓN ORAL ........................................................................................................................ 15

CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 17

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................................................. 18


ÍNDICE DE CUADROS
Cuadro n° 01. Espacios en Sharinkabeni o mundo de abajo ............................................................. 8
Cuadro n° 02. Espacios en Jenokiteni o mundo de arriba.................................................................. 8
Cuadro n° 03. Participación del sheripyari en el proceso tradicional de nominación ....................... 9
INTRODUCCIÓN

La etnia asháninka ha creado, en su proceso histórico, otra mirada para pensar,


comprender y relacionarse con la naturaleza y sus congéneres. Su particular concepción
del mundo, si bien objeto de numerosas investigaciones etnolingüísticas o antropológicas,
no es ampliamente difundida entre la población peruana. El desconocimiento de la
cosmovisión de este pueblo supone ignorar un camino alternativo para dar respuestas a
preguntas como ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? o ¿hacia dónde vamos?

Frente a este problema, el presente trabajo aborda el tema de los elementos con los
que la etnia asháninka construye su mundo. Su objetivo general es ofrecer un panorama de
la cosmovisión de este pueblo. Como objetivos específicos, pretende insertar una serie de
conceptos pertinentes para el análisis de la dimensión cultural del pueblo asháninka, así
como adecuar el uso de tales categorías al contexto de la Amazonía.

Esta investigación se concreta en función de una estructura que desarrolla un


concepto por cada capítulo. Su primer capítulo, titulado “Estructura del mundo”, redefine
las categorías de “territorio” y “toponimia”, y atribuye a cada una, además de una función
(típica) organizadora y nominadora de espacios físicos respectivamente, una de carácter
mágico-religiosa: así, mientras la primera incluye espacios ideales o espirituales, la
segunda es consecuencia de un ritual chamanístico.

El segundo capítulo, denominado “Dimensiones identitarias”, analiza el concepto


de identidad (individual como colectiva) y el proceso de su configuración en el contexto de
la etnia asháninka.

El tercer capítulo, llamado “Concepción del proceso histórico”, amplía la noción de


historia como conjunto de hechos objetivos que pertenecen al pasado: el proceso histórico
del pueblo ashaninka considera, además, como sucesos fundacionales (sea de una
costumbre, de un estado de cosas, etc.) a los mitos. Así mismo, plantea la relación entre
pueblo e historia, y explica cómo aquel es sujeto activo en esta según la concepción
asháninka.

El cuarto capítulo, rotulado “Memoria colectiva”, desarrolla el concepto aludido


por el título, y explica cómo esta categoría vincula el proceso histórico del pueblo
asháninka con la formación identitaria de sus miembros.

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El quinto capítulo, intitulado “Tradición oral”, desarrolla este concepto como
medio expresivo de la memoria colectiva.

Finalmente, se espera que el presente texto motive la indagación del lector sobre las
diversas manifestaciones humanas de su propia tierra, particularmente, sobre las etnias
amazónicas. Contribuir al aminoramiento del problema enunciado al comienzo de la
introducción puede ser una consecuencia grata de tal iniciativa, pues no solo se rescata la
existencia de los pueblos amazónicos: también se enriquece la gama de productos
culturales con los que los hombres intentan, o han intentado, conocer y vivir en este
mundo.

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ESTRUCTURA DEL MUNDO

2.1. Noción de territorio

El territorio, según la etnia asháninka, es una totalidad de espacios (físicos o


ideales) interconectados. Cada espacio, a su vez, está compuesto de seres relacionados
entre sí. El territorio asháninka integra cuatro espacios o mundos, a saber, el mundo del
agua, el mundo de la tierra, el cielo de los espíritus de los muertos y el cielo de los astros
(Casanto, 2014). Así mismo, todo mundo es un sistema de entidades humanas, físicas (e.
g., animales, insectos o plantas) o espirituales (ya sea un dios primigenio, ya sea el dueño
de alguna entidad física).

El territorio es un conjunto de estructuras y entidades respetado por la etnia


asháninka. En otras palabras, “se concibe como el espacio en el que cada expresión de la
naturaleza es sagrada en la memoria y en la experiencia colectiva de un asháninka”
(UNICEF, 2012, p. 30). La coexistencia del territorio ashaninka con su pueblo se sostiene
por reglas de convivencia entre la naturaleza y el ser humano: este se sirve de aquella, pero
antes debe recibir el consentimiento y las instrucciones de consumo y pago del dueño
(espiritual) del objeto usufructuado.

Además de su carácter sistémico y sagrado, el territorio “es el espacio en el que se


desarrolla la vida de un pueblo, a lo largo de todas las generaciones y de las que están en
proyección al futuro” (UNICEF, 2012, p. 49).

2.1.1. Jerarquización del espacio

El territorio ashaninka conjuga tanto zonas físicas (o “mundo de abajo”) como


espacios ideales (o “mundo de arriba”). Para una visión pormenorizada, y no tan general
como la expuesta en párrafos anteriores, de la jerarquización del territorio asháninka, se
muestra a continuación una clasificación elaborada por el Fondo de la Naciones Unidas
para la Infancia:

2.1.1.1. Sharinkabeni o “mundo de abajo”

ESPACIOS SERES FUNCIÓN DE LOS SERES EN EL ESPACIO


Nantatsiri Controlador de los animales
Kipatsini
Peyari Regulador de la abundancia de los animales

7
Antamini Maniri Regulador de los poderes negativos
Obantsini Iriori Controlador de semillas
Boa negra Dueño y regulador del agua
Nijateni
Boa blanca Reproductor de peces
Cuadro n° 01. Espacios en Sharinkabeni o mundo de abajo. Fuente: UNICEF (2012).

2.1.1.2. Jenokiteni o “mundo de arriba”

ESPACIOS SERES FUNCIÓN DE LOS SERES EN EL ESPACIO


Nabireri Controlador de conductas
Kamabeni
Pachakama Regulador de espíritus
Pianeri Purificador de conductas
Janabeni
Tasorentsi Aliento de vida y controlador de vidas
Kariperori/matsí Trae mal aire de enfermedades
Mal aire
Kiritonki Destructor de vidas
Sheripiaripero Controlador del aire
Buen aire
Shintsitatsiri Controlador del cuerpo y el aire
Cuadro n° 02. Espacios en Jenokiteni o mundo de arriba. Fuente: UNICEF (2012).

2.2. Toponimia

“Asignar nombres a las entidades de la geografía, para identificarlas, es una


necesidad de la vida en sociedad” (UNICEF, 2012, p. 25). La nominación geográfica
refiere la totalidad del territorio asháninka: entidades de la naturaleza, como ríos, mares,
cerros, islas, etc.; creaciones humanas, por ejemplo, sitios poblados, caminos, divisiones
territoriales, entre otros; y espacios introducidos por la cultura.

Existen dos clases de nominadores de lugares, a saber, los tradicionales y los no


tradicionales. La primera está compuesta por los sheripyaris o tabaqueros; estos seres,
mediante la ingesta de tabaco, llegan a un estado de conciencia denominado “sueño”; tal
estado les permite conocer, caracterizar y nombrar los lugares. La segunda concentra a
misioneros, mestizos y asháninkas (no conversos en sheripyaris); los topónimos asignados
por ellos son, o bien castellanos (por ejemplo, Santa Cruz o María), o bien híbridos entre
vocablos asháninkas y adjetivos hispanos (e. g., Alto Chenkoreni, Nuevo Mankoete, etc.).

A continuación, se muestra un resumen del proceso de nominación tradicional:

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FASES INTERLOCUTORES RESULTADOS
Fase n° 01. Se produce el
La denominación del
denominado “sueño”, bajo sheripyari A ⬌ sheripyari
topónimo.
efectos del tabaco consumido.
Fase n° 02. Se produce cuando La transmisión inicial del
sheripyari A ⬌ asháninka
el sheripyari “despierta”. topónimo en una historia.
Fase n° 03. Se produce en la La difusión del mito
asháninka ⬌ asháninka
comunidad. sobre el topónimo.
Cuadro n° 03. Participación del sheripyari en el proceso tradicional de nominación. Fuente: UNICEF (2012).

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DIMENSIONES IDENTITARIAS

La etnia asháninka suscribe la creencia de que “las diferencias entre hombres,


plantas y animales son de grado y no de naturaleza” (Barreto, 2010, p. 2). Los miembros
de este pueblo tratan al no-humano (llámese insecto, planta o animal) como a un
asháninka: por ejemplo, las mujeres se dirigen a las plantas cultivadas como si lo hicieran
con niños a los que es necesario guiar hacia la madurez. Cada individualidad, por
consiguiente, no define su identidad por concebirse superior o distinta a las entidades
naturales; al contrario, aquel cohabita y asiente reglas de convivencia con estas.

Según la RAE (2001), la identidad es conjunto de rasgos propios de un individuo o


de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. En el caso de los asháninkas,
es la necesidad de una visión propia para el futuro, construido con bases del pasado para
mejorar a las comunidades venideras. Este es el reflejo de la adquisición de una identidad
consigo mismo; debe ser positiva, ya que está estrechamente relacionada con la autoestima
del individuo.

La historia de los pueblos amazónicos es milenaria, mítica, antiquísima, simbólica.


Ella expone la visión propia del mundo asháninka. En palabras de Barreto (2010), “el
estudio de la noción de persona al interior de este grupo constituye un sistema integrado
por elementos (cuerpo, nombre, ritos de iniciación, pintura corporal diseños) cuyo
significado social no se da de forma individual sino en conjunto” (p. 11).

Los asháninkas consideran que todos los seres vivos están (incluyéndose)
relacionados, y solo se nos distingue por grados. Son capaces de humanizar a la naturaleza
y rendirle culto, como a los espíritus. Aprecian el cuerpo y los sentidos, aunque resaltan
más el sexto sentido o te yotaperotiso; este les permite “intuir” las decisiones acertadas
antes de emprender una actividad.

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CONCEPCIÓN DEL PROCESO HISTÓRICO

Es mucho más coherente tratar de conocer el significado que tuvo la historia en la


amazonia para los pueblos Asháninkas, Shipibo y Yine con relación a su memoria
colectiva y en su concepción de identidad. Cada pueblo tiene un significado diferente para
elaborar una visión del mundo y las cosas que los rodean, porque para ellos tienen su
propia coherencia. Aislándolos de la lógica occidental que busca la verdad de manera
objetiva, ya que estamos condicionados por la percepción que cada uno tiene sobre la
realidad y por ende no es exacta. Por lo tanto el conocimiento que estos pueblos tienen
sobre el mundo y todo lo que acontece tiene un carácter relativo. Dicho de otro modo, “las
memorias individuales están siempre enmarcadas socialmente. Estos marcos son
portadores de la representación general de la sociedad, de sus necesidades y valores.
Incluyen también la visión del mundo, animado por valores, de una sociedad o grupo”
(Jelin, 2001, p. 20).

Para saber lo que ocurrió, los asháninkas necesitaron preguntar a sus antepasados la
historia ocurrida allí; de generación en generación todo lo aprendido es contado a sus hijos,
hijas, nietos y nietas. Algunos de estos antepasados han recibido una formación religiosa
(han sido evangelizados) en una connotación cristiana. También existieron otros tipos de
agentes educadores como los sheripyaris, quienes se encargaban de transmitir los
conocimientos al pueblo. Los profesores de las escuelas también llegan a transmitir
conocimientos sobre su cultura, por ejemplo: desde los comienzos, la cosmovisión mítica
de esto pueblos en la historia.

Los asháninka -es una de las diversas etnias que existen el Perú- posiblemente
hayan existido desde antes que el imperio incaico. Su lengua pertenece a la familia
lingüística del arawak. Se consideran libres y héroes de sus propias historias de lucha. En
la actualidad se encargan de vigilar los arboles madereros del bosque, combatiendo la tala
indiscriminada. En épocas pasadas, los asháninka vivían esparcidos por gran parte de la
amazonia peruana y estaban organizados en grupos de máximo cinco familias, dirigidos
por un jefe o curaca. Hoy en día ya no viven dispersos como antes, pero siguen
conservando algunos rasgos culturales.

Parte de la migración asháninka se debió a la violencia política y el interés por los


recursos forestales, por lo que llevó a compartir territorio con otras tribus, por ejemplo los
machiguenga. En el siglo XVII tuvieron contacto con los franciscanos, que hoy en día han

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aportado con el desarrollo de la civilización, al obtener contacto con sus costumbres y
manera de vivir entre ambos bandos.

Los asháninka se han caracterizado por su valentía, ya que han sabido afrontar los
diferentes periodos de ocupación de personas externas. En el siglo XVI fueron
esclavizados por los shipibos. Luego, en el ss. XVII y XVIII, con las misiones religiosas y
la invasión de los colonos, llegan a ser víctima de abusos violentos, ya que en esa época se
realizaban las reducciones. Alterando el sistema organizativo de estos pueblos:

Los primeros contactos de los Asháninca con los conquistadores colonizadores


españoles vinieron a darse en el curso de las primeras décadas del siglo XVII con
las misiones franciscanas. Junto a ellos llegaron también los primeros
comerciantes, soldados y otros aventureros que pretendían aprovecharse de los
recursos y trabajo de los indígenas. Durante más de un siglo se dieron frecuentes
rebeliones que culminaron hacia mediados del siglo XVII con el alzamiento de
Juan Santos Atahualpa. (Roldán, 1998, p. 110)

Los francisanos cometieron una serie de abusos, imponiendo su religión y su


cultura. Justamente para evangelizarlos los redujeron en pueblos para que diezmen.
Extinguieron a muchos de ellos a causa de las enfermedades. Más adelante, en el siglo
XIX, fueron víctimas de mayores violencias con la extracción del caucho.

A pesar que su territorio no era rico en caucho, el pueblo Asháninca fue presionado
y perseguido como mano de obra por los empresarios del reclutamiento forzado,
actividad contra la cual los Asháninca definieron y cumplieron estrategias y
acciones de defensa y de respuesta que ocasionaron frecuentes bajas en sus
perseguidores. (Roldán, 1998, p. 161)

Ya en el siglo XX se inician las colonizaciones promovidas por el Estado,


destruyendo el ambiente a causa de la tala indiscriminada, afectando y alterando el hábitat
de los Ashánincas. Después se dio la violencia terrorista, que teniendo su propia
característica desencadenó la peor masacre en estas familias aborígenes.

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MEMORIA COLECTIVA

La memoria colectiva es una corriente de pensamiento que retiene del pasado sólo
lo que todavía está vivo y es capaz de vivir en la conciencia del grupo que la mantiene.
Donde la historia se entienda como discontinua, la memoria aparece como algo continuo
en un grupo, pues la historia influye en la memoria colectiva, así como la memoria
colectiva en la historia. Esta memoria muestra una verdad de los acontecimientos que no es
fácil de encontrar en los acontecimientos del historiador.

Maurice Halbwachs fue el primero que forjó e impuso la noción de memoria


colectiva como concepto explicativo de una cierta cantidad de fenómenos sociales
relacionados a la memoria Esto ayuda a explicar mejor los acontecimientos ocurridos
dentro de un grupo, pero a la vez dicha memoria es vista desde dentro del grupo.

La memoria es aquello que se mantiene ininterrumpido y continuo.


Colectivamente, es de un grupo que la hace suya y la mantiene viva. Por ello, Jelin (2001)
dice lo siguiente:

La memoria, entonces, se produce en tanto hay sujetos que comparten una cultura,
en tanto hay agentes sociales que intentan “materializar” estos sentidos del pasado
en diversos productos culturales que son concebidos como, o que se convierten en,
vehículos de la memoria, tales como libros, museos, monumentos, películas o
libros de historia. (p. 37)

La memoria colectiva no solo está dentro de un grupo cerrado: también se relaciona


con otros grupos que la refuerzan, aunque a veces es vista de diferentes posturas (sucesos
en los pueblos indígenas), pues existen dos miradas, una desde el pueblo indígena y otra
desde el Estado (oficial), a pesar de que estas varíen y se complementen para tener una
mirada de un todo. Halbwachs (1968) comenta lo siguiente al respecto:

Para que la memoria de los otros venga así a reforzar y completar la nuestra,
también hace falta, decíamos, que los recuerdos de esos grupos estén en relación
con los hechos que constituyen mi pasado. Cada uno de nosotros, en efecto, es
miembro a la vez de varios grupos más o menos grandes. (p. 211)

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Cada expresión de la naturaleza es sagrada en la memoria colectiva y en la
experiencia de un asháninka. Ella es compartida en una íntima relación con el resto de
seres vivos, respetando el desenvolvimiento de su evolución.

El desafío en el plano colectivo es superar los problemas (como la guerra civil entre
los asháninkas) que se presenten defendiendo su vida y la de sus familias para promover la
reflexión de ese pasado y su sentido para un mejor presente y futuro.

La memoria colectiva de los pueblos indígenas está muy relacionada con la


memoria colectiva de los mestizos (incursionistas) y de otros pueblos indígenas de la
Amazonía. Estos pueblos están reconstruyendo sus identidades y las esperanzas para poder
acabar con las luchas internas que puedan suceder, y así poder vivir en armonía y paz con
todos.

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TRADICIÓN ORAL

En la Amazonía peruana existen muchos pueblos indígenas con culturas y


tradiciones orales diferentes. Entre ellos está el pueblo asháninka de la familia arawak.
Decimos que son de tradiciones orales primarias porque la lengua oral se utiliza como el
instrumento de comunicación más importante.

Se debe tener en cuenta que la literatura oral popular tiene un valor significativo, ya
que gracias a ella se puede recoger los valores de cada pueblo, de los cuales aquellos
conceptualizan su identidad étnica y de cómo ven “a los otros”. Para poder comprender la
historia de los pueblos amazónicos debe importarnos:

Entender la necesidad humanad de explicar los objetos de su experiencia en


función de sus necesidades básicas, prácticas y teóricas. El mito, como discurso,
expresa esquemas conceptuales sobre las realidades físicas e ideales o imaginadas
que operan como estructuras del conocimiento, las cuales interesan, porque hacen
posible dar sentido al mundo y establecer relación con los demás. (UNIFEC, 2012,
pp. 24-5)

Las culturas orales tienen formas de expresar sus pensamientos, tales como:

(a) Acumulativas antes que subordinadas.


(b) Dependen de fórmulas memorísticas.
(c) Todo conocimiento debe ser repetido en voz alta, de lo contrario tiende a
desaparecer de pronto. Es decir, las sociedades orales deben dedicar gran energía a
repetir una y otra vez los conocimientos.
(d) Aprender significa identificación comunitaria, empatía y estrecha relación con lo
sabido. La escritura separa al que sabe de lo sabido, establece condiciones para la
objetividad en un sentido de alejamientos personales.

A pesar de que la cosmovisión está presente en cada uno de los miembros de una
comunidad, hay algunos integrantes que tienen una mayor responsabilidad. El chamán, por
ejemplo, es el sabio especialista por excelencia, mediador entre los espacios del cosmos.
Por su propia formación, es un depositario singular de las tradiciones.

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Se debe acotar que la escuela tradicional ha sido uno de los agentes causantes de
que se rechace la propia cultura. Se ha fomentado la sobrevaloración de la cultura
occidental, así como la falta de comunicación entre diversas culturas.

Contar mitos, leyendas y cuentos es cotidiano en las comunidades andinas y


amazónicas, pero también puede ser una alternativa para que se logren mejores objetivos
en la educación. Esto haría que se dé una reafirmación cultural, el orgullo étnico y el
incremento de la autoestima personal.

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CONCLUSIONES

1. La estructura del mundo creada por la comunidad asháninka relaciona zonas físicas
con espacios ideales. La pervivencia de esta relación, a su vez, se explica por el
asentimiento de reglas de convivencia entre los miembros étnicos y las entidades
que pueblan su territorio, como también por entidades mediadoras (v. g., el
sheripyari) que comunican al mundo de los hombre con el mundo de los espíritus.

2. Al momento de analizar la historia de un pueblo se tiene que recoger varias pruebas


o hechos existentes, tomando en cuenta la percepción del individuo y su visión de
su realidad, no solo nos debemos basar en hechos objetivos supuestos, ya que la
historia existe gracias a momentos creados por nosotros, somos nosotros quienes
hacemos la historia, y por ende no existe una sola verdad sino múltiples verdades,
múltiples historias que en conjunto conforman una identidad cultural consigo
mismo y con su entorno.

3. La tradición oral es vital tanto para el pueblo asháninka como para otros pueblos
indígenas. Gracias a ella, cada comunidad valora sus mitos, cuentos y leyendas. Así
mismo, ejerce una enorme fuerza sobre la sensibilidad de niñas, niños y adultos,
que no son ajenos a los contenidos y contextos evocados por el discurso.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Barreto, P. (2010). Hacia un estudio de la noción de cuerpo y persona entre los asháninkas.

Casanto, E. (2014). He pintado cuadro sobre cómo pueden transformarse los seres. Mundo
Amazónico, 5, pp. 237-243.

Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia. (UNICEF, 2012). Ashaninka: territorio,


historia y cosmovisión. Perú, Lima: Tarea Asociación Gráfica Educativa.

Halbwachs, M. (1968). Memoria Colectiva. Paris, Francia: PUF.

Jelin, E. (2001). Los trabajos de la memoria. España: Siglo Veintiuno.

Real Academia Española. (RAE, 2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.).
Consultado en http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=identidad

Roldan, R. (1998). “El caso del pueblo asháninca de la selva central”. En: Informe
Defensoría (12), pp. 109-130. Lima.

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