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Michael D. Yapko
Éste es un libro sumamente claro, conciso y exhaustivo que familiarizará al
lector con un campo dinámico y en constante evolución como es el de la
hipnosis y que, además, le ofrecerá magníficas herramientas terapéuticas que se
pueden aplicar en muchos contextos. La obra está diseñada como un
instrumento informativo dirigido a todos aquellos que deseen explorar esta
estimulante disciplina, desde el principiante hasta el profesional de la salud
mental que necesite refrescar la memoria. De ahí que la amplitud de temas
abordados sea enorme, desde los fenómenos hipnóticos clásicos y su inducción
hasta la autohipnosis, pasando por las variables ambientales y físicas que
influyen en las distintas reacciones, la capacidad de sugestión y la controversia
respecto a los recuerdos reprimidos, la superación de las resistencias, las
trampas que se deben evitar, las directrices éticas, los mitos y las ideas
preconcebidas, las técnicas para realizar inducciones tradicionales, etc. Todo
ello clausurado, al final de cada capítulo, con una exhaustiva sección de
referencias bibliográficas que resultará extremadamente útil a quienes quieran
realizar exploraciones de mayor calado.
¡Así es como surgió este libro! Es breve pero está lleno de información.
Ofrece una perspectiva sobre el campo de la hipnosis clínica. Plantea muchas
cuestiones clínicas y anima al lector a pensar en ellas de forma crítica. Sugiere
métodos y aplicaciones. Informa en todo momento de la gran cantidad de
investigaciones y material práctico escrito disponible en la extensa bibliografía
existente sobre el campo de la hipnosis. También explica dónde se puede
encontrar gran parte de dicho material. De hecho, las secciones de referencia
que aparecen al final de cada capítulo son una de las características más
importantes de este libro, puesto que todos los capítulos son expresamente
breves y generales para dar a conocer simplemente el tema en cuestión.
Las obras siguientes son textos generales que proporcionan buenas y di-
versas visiones de conjunto del campo de la hipnosis:
ROSSI, E. (1993), The psychobiology of mind-body healing (ed. rev.), Nueva York,
Norton.
Hay un viejo dicho, «si das a un hombre un pez le has dado una comida.
Si le enseñas a pescar le has dado un medio de vida». Enseñar autohipnosis
puede permitir el surgimiento de un mecanismo autocorrector que asegure a
aquellos con los que se trabaja que tendrán mayor control sobre sus vidas, y da
al terapeuta la seguridad de que ha hecho bien su trabajo.
Concepto erróneo: en la hipnosis uno puede quedar «bloqueado»
Concepto erróneo: la hipnosis se puede usar para recordar con precisión todo
lo que le ha pasado a una persona
ALMAN, B. y LAMBROU, P. (1992), Self-hypnosis: The complete manual for health and
self-change (2a ed.), Nueva York, Brunner/Mazel.
WEITZENHOFFER, A. (1989), The practice of hypnotism, vols. 1-2, Nueva York, John
Wiley & Sons.
YAPKO, M. (1994), Suggestions of abuse: True and false memories of childhood sexual
trauma, Nueva York, Simon & Schuster.
CAPÍTULO 5: La hipnosis teóricamente hablando
Esta visión de la hipnosis teoriza que, cuando se entra por primera vez
en un estado hipnótico, el proceso continuo de contrastación con la realidad es
marcadamente reducido. Cuando uno suspende el proceso de obtener
retroalimentación del mundo que le rodea centrándose en sus procesos
internos, que es lo que caracteriza a la mayoría de las experiencias hipnóticas
(aunque la hipnosis se puede centrar en aspectos externos), uno pierde
cualquier orientación que esté fuera de su experiencia interna. Al suspender la
contrastación objetiva con la realidad la persona es libre para aceptar cualquier
realidad que se le sugiera. La realidad sugerida, independientemente de que sea
verdadera o falsa, determinará la calidad y la cantidad de las respuestas
emocionales y conductuales de la persona (Lynn y Rhue, 1991; Shor, 1959).
Lo más importante es que uno use su propia experiencia individual para dar
significado a una palabra. Por lo tanto, una misma palabra significará
inevitablemente cosas diferentes para diferentes personas. Cuanto más
abstracta sea una palabra, más cierto será esto.
Bibliografía
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1975), The structure of magic, vol. 1, Palo Alto, CA,
Science and Behavior Books.
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1979), Frogs into princes, Moab, UT, Real People
Press.
GRINDER, J. y BANDLER, R. (1976), The structure of magic, vol. 2, Palo Alto, CA,
Science and Behavior Books.
HlLGARD, E. (1977), Divided consciousness, Nueva York, John Wiley & Sons.
WEITZENHOFFER, A. (1989), The practice of hypnotism, vols. 1-2, Nueva York, John
Wiley & Sons.
Muchas veces la gente me pregunta «¿se puede usar la hipnosis para llenar
espacios en blanco?». Mi respuesta es promover la idea de que la hipnosis se
puede usar como herramienta para el tratamiento de cualquier estado humano
en el que la actitud de la persona es un factor importante.
Hipnosis médica
Hipnosis en educación
Hipnosis y psicoterapia
Bibliografía
ALMAN B. Y LAMBROU, P. (1992), Self-hypnosis: The complete manual for health and
self-change, Nueva York, Brunner/Mazel.
BROWN, P. (1991), The hypnotic brain, New Haven, CT, Yale University Press.
CHAVES, J. (1993), «Hypnosis in pain management», en J. Rhue, S. Lynn e I.
Kirsch (comps.), Handbook of clinical hypnosis, Washington, DC, American
Psychological Association, pags. 511-532.
ROSSI, E. (1993), The psychobiology of mind-body healing, ed. rev., Nueva York,
Norton.
WOLINSKY, S. (1991), Trances people live, Falls Village, CT, The Bramble Co.
La influencia de la publicidad
¿Por qué compra la gente los productos que compra? ¿Por qué elige uno
una marca y no otra?
El viejo dicho «allí donde fueres haz lo que vieres» refleja la confianza
que se deposita en otras personas como modelos de lo que hay que hacer
cuando uno se enfrenta con la incertidumbre de si una conducta es o no
apropiada. Dichos modelos pueden tener una poderosa influencia en nosotros.
Un terapeuta tendrá cierta influencia en el cliente, que proviene de la creencia
de este último de que está controlando mal cierta porción de su vida. Los
síntomas parecen estar fuera de su control. Los intentos de auto-corrección
anteriores han fracasado, así que la persona tal vez busque fuera a alguien,
aparentemente más entendido, del que aprender.
La necesidad de aceptación
Expectativas
Las ideas que tiene una persona sobre sus experiencias futuras guiarán
sus experiencias del presente en dicha dirección. Cuanta más implicación
emocional tiene la persona en dicha expectativa, menos probable será que
experimente nada que la contradiga (Coe, 1993; Torem, 1992; Zeig y Rennick,
1991).
Conclusión
Bibliografía
ARONSON, E. (1992), The social animal (6a ed.), San Francisco, W. H. Freeman.
ElSEN, M. (1990), «From the magical wish to the belief in the self», en M. Fass y
D. Brown (comps.), Creative mastery in hypnosis and hyponalaysis, Hillsdale, NJ,
Erlbaum, págs. 147-157. FESTINGER, L. (1957), A theory of cognitive dissonance,
Stanford, CA, Stanford University Press.
SCHOEN, M. (1993), «Resistance to health: When the mind interferes with the
desire to become well», American Journal of Clinical Hypnosis, 36, págs. 47-54.
WEITZENHOFFER, A. (1989), The practice of hypnotism, vols. 1-2, Nueva York, John
Wiley & Sons.
ZEIG, J. y RENNICK, P. (1991), «Ericksonian hypnotherapy: A Communications
approach to hypnosis», en S. Lynn y J. Rhue (comps.), Theories of hypnosis:
Current models and perspectives, Nueva York, Guilford, págs. 275-300.
CAPÍTULO 8: Aspectos de la mente
El procesamiento inconsciente
La dualidad de la mente
Conclusión
BROWN, P. (1991), The hypnotic brain, New Haven, CT, Yale University Press.
GAZZANIGA, M. (1985), The social brain: Discovering the networks of the mind,
Nueva York, Basic Books.
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
CAPÍTULO 9: Susceptibilidad a la hipnosis
La cuestión de quién puede ser hipnotizado (y quién no) es una de las más
controvertidas en el campo de la hipnosis. Sobre ello han investigado y escrito
en numerosas publicaciones, tanto científicas como de otros tipos, algunas de
las personas más respetadas en este campo. En dichas investigaciones
normalmente se describen tipos de personalidad y otras características de los
sujetos (por ejemplo, inteligencia) que les predisponen a dar respuestas
favorables o desfavorables a los procedimientos hipnóticos. Muchos estudios
han publicado, además, informes estadísticos elaborados a partir de población
general mostrando el porcentaje de personas que pueden ser hipnotizadas en
diferentes grados así como aquellas pocas que aparentemente no pueden ser
hipnotizadas.
Edad e hipnotizabilidad
Una de las razones más normales por las que algunos profesionales
dudan que los niños sean sensibles a la hipnosis proviene de su naturaleza
activa. Como se comentará más adelante, los adultos generalmente inhiben la
actividad voluntaria cuando están hipnotizados pero los niños suelen moverse
nerviosamente y parecen intranquilos aunque puedan estar muy implicados
con el clínico y con lo que éste está haciendo. Si uno tiene expectativas rígidas
de cómo debe parecer y comportarse un cliente hipnotizado, a un niño que se
mueve mucho parecerá que no le han afectado los procedimientos hipnóticos.
La inactividad absorbente (llamada «catalepsia») como prueba de la
hipnosis es una imposición en el niño que tiene una naturaleza activa y no es
necesaria para que la comunicación tenga un efecto significativo. Los niños
pueden ser, y a menudo son, altamente sensibles a las intervenciones
apropiadas (Kohen y Olness, 1993; Olness y Gardner, 1988).
Inteligencia e hipnotizabilidad
Autoestima e hipnotizabilidad
Se puede ver la hipnosis como una respuesta que surge de forma natural
en un tipo de relación especial de mutua responsabilidad. Las iniciativas del
clínico están determinadas por las del cliente y viceversa. La hipnosis es un
proceso continuo de ajuste y reajuste entre ambos, aunque en ningún momento
parezca que uno u otro esté estableciendo el ritmo de la interacción. En este
enfoque es esencial un bucle de retroalimentación continuo, de manera que la
retroalimentación del cliente determine la iniciativa del clínico y viceversa. Este
tipo de relación difiere de forma destacada de las perspectivas que consideran
que en la relación hipnótica el cliente sigue de forma obediente la iniciativa del
clínico y que el fracaso en lograrlo es una señal de «resistencia». La capacidad
de respuesta del cliente permite al clínico ofrecer sugestiones de una forma y a
un ritmo que maximicen la capacidad del cliente para responder (Gfeller, 1993;
Gfeller, Lynn y Pribble, 1987; Gilligan, 1987; Zeig, 1980).
Bibliografía
SPANOS, N., RADTKE, H., HODGINS, D., STRAM, H. y BERTRAND, L. (1983), «The
Carleton University Responsiveness to Suggestion Scale: Normative data and
psychometric properties», Psychological Reports, 53, págs. 523-535.
______________________________________________________________
Tabla 1
La experiencia de la hipnosis
______________________________________________________________
Atención selectiva
Interpretación subjetiva
Relajación
Bibliografía
ROSSI, E. (1993), The psychobiology of mind-body healing, ed. rev., Nueva York,
Norton.
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
En este capítulo me gustaría explicar algunas de las variables que están fuera de
los patrones de comunicación y de la relación terapéutica y pueden influir en el
trabajo del terapeuta. Estas variables se dividen en «ambientales» y «físicas».
Variables ambientales
Otro factor ambiental que puede ser útil es el uso de una iluminación
suave y tranquilizadora, que puede crear una atmósfera cómoda. Yo no
recomendaría una iluminación demasiado débil, ni tampoco estar a oscuras.
Para algunos puede ser útil trabajar a la luz de las velas, aunque para otros
(como yo) es demasiado esotérico.
Variables físicas
ALMAN, B. y LAMBROU, P. (1992), Self-hypnosis: The complete manual for health and
self-change, Nueva York, Brunner/Mazel.
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1979), Frogs into princes, Moab, UT, Real People
Press.
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
ZEIG, J. (1985), Experiencing Erickson: An introduction to the man and his work,
Nueva York, Brunner/Mazel.
Segunda Parte: PRÁCTICA
CAPÍTULO 12: Estructura de las sugestiones
Estilos de comunicación
__________________________________________________________
Tabla 2
Sugestiones positivas
«Puedes hacer X»
Sugestiones negativas
Sugestiones directas
«Puedes hacer X»
Sugestiones indirectas
Sugestiones de proceso
Sugestiones de contenido
Estilos permisivos
Estilos autoritarios
«Harás X»
Sugestiones poshipnóticas
___________________________________________________________
Sugestiones directas
Las sugestiones directas son aquellas que tratan o bien con el problema
que se tiene entre manos o bien con la respuesta específica deseada de manera
abierta y clara. No se conocen por su sutileza.
Sugestiones indirectas
Un buen sujeto hipnótico empieza cerrando los ojos. ¿Puedes permitir que tus
ojos se cierren?
A muchos de mis clientes les gusta sentarse en esa silla y tener los ojos cerrados.
Elección de estilo
Comportamiento clínico
Antes del reciente interés que han suscitado los métodos indirectos para
inducir y utilizar el estado hipnótico, su consideración se limitaba a la conducta
del clínico cuando ofrecía sugestiones directas. Los estilos se describían en un
continuo en el que «autoritario» estaba en un extremo y «permisivo» en el otro.
Estos términos todavía pueden ser útiles para describir las relaciones existentes
entre el clínico y el cliente, y por eso se han incluido aquí.
Quizá te podrías centrar con más facilidad con los ojos cerrados.
Además del estilo para ofrecer sugestiones, el terapeuta tiene que elegir
también una estructura particular para la sugestión, que puede asumir dife-
rentes formas, que describiremos a continuación.
Sugestiones positivas
Eres capaz de descubrir fuerzas internas que no te habías dado cuenta que
tenías.
Por favor, intenta no pensar en cuál de todos tus amigos es el más materialista.
Sugestiones de contenido
Piensa en una rosa roja con unos pétalos suaves y aterciopelados y una
fragancia suave y dulce.
Imagina que estás en la playa en un día claro y brillante, sintiendo como el sol
calienta tu piel, oliendo la sal en la brisa del océano y oyendo el ruido de las
olas al chocar contra la orilla.
¿Puedes recordar aquel momento especial en que te sentías tan bien contigo
mismo?
Sugestiones poshipnóticas
Sugestiones especializadas
Preguntas de acceso
Aposición de opuestos
Sugestiones confusionales
Directrices implícitas
Sugestiones entremezcladas
Metáforas
Sugestiones paradójicas
Presuposiciones
Juegos de palabras
Perogrulladas
Conclusión
Bibliografía
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1979), Frogs into princes, Moab, UT, Real People
Press.
BROWN, P. (1991), The hypnotic brain, New Haven, CT, Yale University Press.
WALLAS L. (1985), Stories for the third ear: Using hypnotic fables in psychotherapy,
Nueva York, Norton.
WEITZENHOFFER, A. (1989), The practice of hypnotism, vols. 1-2, Nueva York, John
Wiley & Sons.
YAPKO, M. (1983), «A comparative analysis of direct and indirect hypnotic
communication styles», American Journal of Clinical Hypnosis, 25, págs. 270-276.
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
Puesto que las palabras son símbolos de la experiencia, usar las mismas
palabras no significa que se esté describiendo la misma experiencia. Por lo
tanto, es importante hacer que el cliente explique su experiencia lo mejor
posible y no simplemente usando una palabra o dos para representar la
experiencia. Cualesquiera que sean las palabras usadas, nunca darán al
terapeuta una idea de lo que el cliente está experimentando subjetivamente, por
ello cuanta mayor sea la definición y la descripción de la experiencia que se
tiene, más oportunidades habrá de realizar una intervención significativa
(Bandler y Grinder, 1979; Zeig, 1980).
Estos vínculos son la base para que el proceso hipnótico sea fluido y no
cambiante y desconectado. La formulación hipnótica es una estricta pesadilla
gramatical, pero para la persona hipnotizada el clínico es suave y fácil de
escuchar (Hammond, 1990; O'Hanlon, 1985).
Conclusión
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1979), Frogs into princes, Moab, UT, Real People
Press.
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
CAPÍTULO 14: Test de sugestionabilidad
Para la mayoría de los clínicos que tienen una orientación tradicional, el uso de
la hipnosis se suele basar en la idea de que sólo algunas personas son
hipnotizables y las personas hipnotizables lo son en diferentes grados. Desde su
perspectiva, los test son una buena manera de evaluar si alguien es hipnotizable
y, si lo es, en qué grado. Yo, en mi práctica no uso test formales de
sugestionabilidad, sino que asumo la inevitable presencia de sugestionabilidad
en mis clientes. Sin embargo, para el hipnotista que no comparte este punto de
vista o para el que no tiene suficiente experiencia como para evaluar la
comunicación espontánea de dinámicas de sugestionabilidad, estos test pueden
ser una herramienta suficiente.
Órdenes entremezcladas
¿No es agradable... cerrar los ojos... al final del día?». Así puedo conseguir
que el sujeto cierre los ojos, lo que sería un indicador obvio de
sugestionabilidad.
Parte del logro de rapport se debe a «ir al ritmo» o «reflejar» las conductas
del cliente sin que éste sea consciente. Sincronizando con el patrón de
respiración del cliente, por ejemplo, se refleja una parte de él que no está en su
conciencia. Si el terapeuta cambia luego su respiración y el cliente le sigue, este
último está respondiendo inconscientemente: se trata de un indicador de
rapport y sugestionabilidad (Zeig, 1985).
Bibliografía
HlLGARD, E. (1965), The experience of hypnosis, Nueva York, Harcourt, Brace &
World.
Fijación ocular
Métodos de contar
Compuestos de palabras
Esta técnica tal vez sea una manera efectiva de «apagar» buena parte del
diálogo interno que fluye continuamente en cada uno de nosotros, haciendo
que la hipnosis sea más fácil de experimentar.
Silencio
Resumen
Bibliografía
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
CAPÍTULO 16: Inducciones hipnóticas naturalistas
Usar las experiencias previas del cliente con la hipnosis, ya sea formal o
informal, es uno de los procesos de inducción más eficaces y de más
profundización. Es un enfoque espontáneo y estructurado de manera laxa que
genera poca resistencia porque «no estamos hablando de ahora, estamos
hablando de entonces». La distancia psicológica extra marca una diferencia. En
suma, las técnicas que implican el uso de experiencias hipnóticas pasadas son
de confianza y flexibles y, bien practicadas, pueden contener una porción
significativa del repertorio de inducción del terapeuta (Grinder y Bandler, 1981;
Zeig, 1988).
Conclusión
Bibliografía
MlLLS, J. y CROWLEY, R. (1988), Therapeutic metaphors for children and the child
within, Nueva York, Brunner/Mazel.
Descripción
Enfoques
Amnesia
Descripción
Enfoques
Analgesia y anestesia
Descripción
La analgesia y la anestesia hipnóticamente inducidas están en un
continuo de disminución de la sensación corporal. La analgesia hace referencia
a una reducción de la sensación de dolor que permite notar sensaciones
asociadas (por ejemplo, presión, temperatura, posición) que mantienen la
orientación corporal del cliente. La anestesia hace referencia a la eliminación
completa o casi completa de sensaciones en todo el cuerpo o en una parte del
mismo.
Enfoques
Catalepsia
Descripción
Enfoques
Cualquier cosa que capte con intensidad el interés del cliente puede
facilitar las respuestas catalépticas, incluyendo historias interesantes, sorpresas
o sobresaltos y confusión (Bloom, 1990; Rossi, 1973). La catalepsia del cliente se
logra de manera directa o indirecta, verbalmente o no verbalmente, según se
desee. La forma más común de estimular la catalepsia es ofrecer simplemente
sugestiones generales para la relajación y la inmovilidad.
Descripción
Enfoques
Distorsión temporal
Descripción
Enfoques
Progresión temporal
Descripción
Enfoques
Regresión temporal
Descripción
La regresión temporal es una utilización experiencial intensa de la
memoria. Las técnicas de regresión temporal consisten en hacer que el cliente
retroceda en el tiempo a alguna experiencia para revivirla (llamada
«revivificación») como si estuviera ocurriendo en el aquí y ahora, o hacer
simplemente que la persona recuerde la experiencia tan intensamente como sea
posible (llamada «hipermnesia». En la revivificación el cliente está inmerso en la
experiencia, volviéndola a vivir exactamente tal como se incorporó el recuerdo
en el momento en que realmente ocurrió. En la hipermnesia la persona está en
el presente y, simultáneamente, recuerda vívidamente los detalles del recuerdo
(Edgette y Edgette, 1995).
Enfoques
Respuestas ideodinámicas
Descripción
Enfoques
Bibliografía
ALMAN, B. y LAMBROU, P. (1992), Self-hypnosis: The complete manual for health and
self-change, Nueva York, Brunner/Mazel.
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1979), Frogs into princes, Moab, UT, Real People
Press.
LAZARUS, A. (1984), In the mind's eye: The power of imagery for personal enrichment,
Nueva York, Guilford.
YAPKO, M. (1988), When living hurts: Directive for treating depression, Nueva York,
Brunner/Mazel.
YOUNG, H., BENTALL, R., SLADE, P. y DEWEY, M. (1987), «The role of brief
instructions and suggestibility in the elicitation of auditory and visual
hallucinations in normal and psychiatric subjects», Journal of Nervous and Mental
Disease, 175, págs. 41-48.
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
Yo creo que es una vergüenza que los terapeutas tiendan a centrarse sólo
en la patología y la debilidad en vez de en los puntos fuertes y las habilidades.
Creo que cuanto más se sabe sobre las experiencias internas de la gente que
hace algo bien, más se aprende sobre cómo corregir o volver a centrar a aquellas
personas que están actuando mal en esa misma área. Por ejemplo, las personas
que tienen miedo a hablar en público crean vividas imágenes visuales
(normalmente a través de la imaginación) de sí mismas hablando delante de un
auditorio lleno de personas (o incluso delante de unas pocas) que parecen
aburridas, irritadas y antagónicas. Se visualizan a sí mismos con detalle
echando a perder su presentación, y pareciendo tontos a los ojos de los
presentes. Entonces tienen todos los sentimientos ansiosos y aterradores
(respuestas ideoafectivas) como si esa imagen fuera real. Las personas que no
tienen miedo a hablar en público no visualizan el fracaso. Los análisis más
amplios sobre «por qué» alguien tiene miedo a hablar en público son totalmente
irrelevantes si continúan generando esas imágenes tan dolorosas. Ningún
proceso de relajación puede competir con el poder de las imágenes que
provocan dicha ansiedad si se les permite continuar. La terapia tiene que
interrumpirlas.
La hipnosis tiene que ver con el cambio de los puntos focales. Consiste en
dirigir a las personas en una dirección o en otra, para que se centren en ideas
que pueden facilitar sus circunstancias. Implica ayudar a la gente a construir el
«encuadre mental» para que hagan cualquier cosa que intenten hacer, para que
conecten con los recursos que necesitan para alcanzar sus objetivos. Por lo
tanto, para ser un profesional hábil uno tiene que saber qué puntos focales hay
que tocar para que el cliente tenga éxito.
SANDERS, S. (1991), Clinical self-hypnosis: The power of words and images, Nueva
York, Guilford.
Patrones de intervención
Muchos enfoques terapéuticos utilizan las tareas para casa que el cliente
ha de realizar entre sesiones y que pretenden ampliar los pensamientos
emociones y conductas que el clínico considere que son importantes para la
terapia. Estas tareas operan en el nivel de la experiencia directa, que muchas
veces es más poderosa que el verbal (el que normalmente se aborda en terapia).
Es hipnótico en el sentido de que se puede ver como una metáfora experiencial
en el proceso de tratamiento. En otras palabras, si se presenta de manera
adecuada, tratará las dinámicas inconscientes del problema. Cuando el cliente
se implica en una actividad que hace que se vea a sí mismo de manera diferente
a la vez que confronta sus pensamientos, sentimientos y conductas limitadores,
se puede llevar a cabo el cambio deseado (Haley, 1973; Lankton, 1988; Madanes,
1981, 1984; Yapko, 1988).
Reformulación
Casi todo el mundo ha visto los test de manchas de tinta que usan
algunos psicólogos... el cliente ve una mancha de tinta... un estímulo ambiguo...
y le da significado... desde dentro de él mismo... es una proyección... después de
todo... la mancha de tinta no significa realmente nada... solamente lo que uno
cree que significa... ¿y cuál es el estímulo más ambiguo al que se enfrenta
cualquier ser humano?... ¡la vida!... la vida es una mancha de tinta... en la que se
vive cada día... y algunos ven la vida como una aventura... una oportunidad... y
otros como un problema que hay que soportar hasta la muerte...
Metáforas terapéuticas
Las metáforas terapéuticas son historias que se pueden crear de forma
paralela a los problemas de los clientes y pueden contarse de manera que
absorban profundamente su atención. Muchas veces el cliente puede proyectar
significados en la historia que el terapeuta no pretendía comunicar y que quizá
tengan un gran impacto en el significado que pretendía transmitir el terapeuta.
Conclusión
Bibliografía
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1979), Frogs into princes, Moab, UT, Real People
Press.
MILLS, J. y CROWLEY, R. (1986), Therapeutic metaphors for children and the child
within, Nueva York, Brunner/Mazel.
ROSEN, S. (comp.) (1982), My voice will go with you, Nueva York, Norton.
WEEKS, G. (comp.) (1991), Promoting change through paradoxical therapy, ed. rev.,
Nueva York, Brunner/Mazel.
YAPKO, M. (1988), When living hurts: Directives for treating depression, Nueva
York, Brunner/Mazel.
ZEIG, J. (comp.) (1980c), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
Depresión
La depresión es un problema multidimensional muy complejo que
prácticamente todo el mundo experimenta de vez en cuando en diferentes
grados. Tratar los problemas de relación de la persona deprimida, sus
distorsiones cognitivas, sus atribuciones de culpa y otros patrones
depresógenos con métodos hipnóticos puede ser un enfoque eficaz.
Problemas de autoestima
Cuando se trabaja hipotéticamente con problemas de autoestima se
puede animar al cliente a asumir el control de situaciones planeando y
ejecutando el curso de la acción de manera efectiva. Los clientes muchas veces
se censuran a sí mismos con un flujo ininterrumpido de autocríticas. Tener una
buena autoestima no significa que no exista la «crítica interna», sino que la
persona no acepta que es cierta ni queda absorto en ella como si ésta fuera la
suma total de su ser. La autoestima permite minimizar o ignorar la importancia
de la crítica interna y no confundir quién eres y qué haces. La primera
reformulación para tratar la autoestima es decir «no eres tú, es la manera como
intentas hacer X». Cuando la persona encuentra estrategias exitosas para hacer
X, su autoestima aumenta.
Disfunciones sexuales
Bibliografía
ALMAN, D. y LAMBROU, P. (1992), Self-hypnosis: The complete manual for health and
self-change, Nueva York, Brunner/Mazel.
BLISS, E. (1986), Multiple personality, allied disorders, and hypnosis, Nueva York,
Oxford University Press.
CHOPRA, D. (1991), Perfect health: The complete mind/body guide, Nueva York,
Random House.
JEUNE, R. y LEVITAN, A. (1989), No time for nonsense: Self-help for the seriously til,
San Diego, CA, Lura Media.
LYNN, S., NEUFELD, V., RHUE, J. y MATORIN, A. (1993), «Hypnosis and smoking
cessation: A cognitive-behavioral treatment», en J. Rhue, S. Lynn e I. Kirsch
(comps.), Handbook of clinical hypnosis, Washington, DC, American Psychological
Association, págs. 555-585.
ROSSI, E. (1993), The psychobiology of mind-body healing, ed. rev., Nueva York,
Norton.
SlEGEL, B. (1986), Love, medicine and miracles, Nueva York, Harper & Row.
YAPKO, M. (1988), When living hurts: Directives for treating depression, Nueva
York, Brunner/Mazel.
YAPKO, M. (1992a), Free yourself from depression, Emmaus, PA, Rodale Press.
El proceso hipnótico de este capítulo tiene que ver con aspectos asociados al
establecimiento y mantenimiento de una sensación clara de los límites
personales. Lo bien que uno define dichos límites constituye uno de los
componentes clave de la experiencia personal. Cuando hablo de límites hago
referencia a la capacidad para separar la propia experiencia de la de los otros y
para dividir las experiencias globales en las partes que las componen. La
claridad respecto a lo que separa a una persona de otra o una experiencia de
otra nos permite centrarnos de forma selectiva en una dimensión particular de
la experiencia y amplificarla y, por lo tanto, minimizar la conciencia que se tiene
de otra dimensión de la experiencia diferente.
Considérese otro ejemplo: ¿qué ocurre cuando uno se siente atraído por
otra persona que sabe que no es buena para él/ella, o cuando desea algo muy
caro que no se puede permitir comprar?; ¿qué ocurre cuando el corazón dice
claramente «sí» pero intelectualmente y a un nivel más lógico no es consciente
de que la situación es demasiado arriesgada y que debería dejar pasar la
oportunidad? En otras palabras, ¿qué pasa cuando el corazón dice «sí» y la
cabeza dice «no»? La compartimentalización y los límites claros nos permiten
separar los sentimientos de los pensamientos y los actos y hacer lo que parece
mejor a largo plazo: algo de lo que uno se sentirá contento. Está claro que la
compartimentalización está relacionada con una orientación hacia el futuro, y
subyace a la habilidad conocida como «control de impulsos».
Los límites separan y definen las relaciones. Esto quiere decir que los
roles que tenemos en un momento dado definen más claramente lo que es
posible y lo que no entre nosotros. Yo puedo ser el psicólogo clínico de alguien
pero si lo soy, ¿puedo ser también su amigo personal? ¡no! Existe una línea que
separa claramente dos relaciones tan diferentes. Si soy el psicólogo de alguien
no puedo ser su amigo personal porque la primera es una relación personal que
requiere que yo tenga claridad para poder dar un feedback objetivo sin las
consideraciones emocionales y el tipo de familiaridad que acompañan a las
amistades personales. Imagínese que la persona es padre o madre: ¿le gustaría
ser el padre de su hijo?, ¿le gustaría ser amigo de su hijo? Hay una línea que
separa ambos roles y uno no puede desempeñar los dos de manera eficaz.
Considérese a una mujer que acude a psicoterapia y nos indica que sufre
pesadillas terribles, desórdenes alimentarios, así como dificultades en las
relaciones interpersonales, especialmente con hombres. Dice no tener ninguna
idea acerca del origen de estos síntomas, pero su psicoterapeuta le sugiere
directamente que puede que «haya sido objeto de un abuso sexual y haya
reprimido los recuerdos alrededor de este hecho». Ella no recuerda nada, ni
siquiera leves indicios de ningún acontecimiento de ese tipo.
Implicaciones clínicas
Tratar estos asuntos a nivel clínico es difícil. El resto de este capítulo está
dedicado a ofrecer algunas indicaciones de cómo tratar estos aspectos tan
delicados. Esta sección se reimprime con permiso de un artículo que escribí
para un número de The Family Therapy Networker (Yapko, 1993a).
Bibliografía
BOWER, G. (1981), «Mood and memory», American Psychologist, 36, págs. 129-
148.
LYNN, S., MILANO, M., WEEKS, J. (1992), «Pseudomemory and age regression:
An exploratory study», American Journal ofClinical Hypnosis, 35, 2, págs. 129-137.
YAPKO, M. (1994b), Suggestions of abuse: True and false memories of childhood sexual
trauma, Nueva York, Simon & Schuster.
CAPÍTULO 23: Resistir a la resistencia
En todo caso, la resistencia es una fuerza que actúa en contra del objetivo
terapéutico. Se la reconoce ampliamente como un componente integral e
inevitable de dicho objetivo terapéutico, y prácticamente la totalidad de
enfoques que conozco reconocen la existencia de algún equivalente
aproximado. Lo único que difiere de un enfoque a otro es el aspecto racional
que justifica su existencia y las técnicas y tratamiento utilizados para su toma de
conciencia.
Resistencia a la hipnosis
Responder a la resistencia
Una vez se acepta la reacción del cliente como válida, puede empezar a
construirse la respuesta. Y esto lleva a redefinir la resistencia como una
conducta cooperativa. Si el clínico pasa a redefinir todo lo que haga el cliente
como una actitud colaborativa, ¿dónde está la resistencia? Encontrar la manera
en que la conducta no conformista del cliente se convierte en una ventaja puede
cambiar el sentimiento asociado a ella de forma sustancial.
Conclusión
Bibliografía
BANDLER, R. y GRINDER, J. (1979), Frogs into princes, Moab, UT, Real People
Press.
DESHAZER S. (1984), «The death of resistance», Family Process, 23, págs. 79-93.
DOLAN, Y. (1985), A path with a heart: Ericksonian utilization with resistant and
chronic clients, Nueva York, Brunner/Mazel.
FEZLER, W. (1986), «Clients who can't concentrate or who become more anxious
during induction», en B. Zilberged, M. Edelstein y D. Araoz (comps.), Hypnosis:
Questions and answers, Nueva York, Norton, págs. 132-134.
ZEIG, J. (comp.) (1980), A teaching seminar with Milton H. Erickson, M. D., Nueva
York, Brunner/Mazel.
CAPÍTULO 24: Riesgos de la hipnosis y aspectos éticos
Uno de los miedos más frecuentes a los que hacen referencia mis
alumnos tiene que ver con el fracaso al eliminar las sugestiones. Con la cantidad
de cosas que ocupan la mente del clínico cuando está realizando hipnosis
(formular sugestiones significativas al mismo tiempo que se observan de cerca y
se utilizan las respuestas del cliente), ¿qué ocurre si el clínico olvida eliminar
una sugestión?
Incluso el clínico más hábil no sabe qué minas hay en el inconsciente del
cliente esperando a que uno tropiece con ellas durante la terapia o la hipnosis.
Cada ser humano tiene una historia personal única y hace asociaciones
idiosincrásicas con las palabras y las experiencias. Lo que parece un término
neutral para una persona puede desencadenar alguna experiencia personal
intensa en otra. Por lo tanto, la idea de hacer hipnosis sin producir nunca una
abreacción es bastante improbable. Por otra parte, hay algunos clínicos que las
promueven mediante una especie de «voyeurismo psicológico», suponiendo que
las emociones intensas son terapéuticamente necesarias así como fascinantes de
observar.
Directrices éticas
3. Hay que intentar definir la relación con el/los cliente(s) lo más claramente
posible, incluyendo la naturaleza de la intervención, la duración, el costo, las
expectativas, los puntos de evaluación, etc. Implicar y educar al cliente hará que
la relación sea mejor y más productiva.
Bibliografía
No se quién fue el que dijo «cuanto más sabes más cuenta te das de lo poco que
sabes». Fuera quien fuera, me pregunto si hablaba de la hipnosis cuando hizo
este comentario. Bien, probablemente no. Pero en cualquier caso esto es cierto
en el estudio de la hipnosis. Espero que cuando el lector llegue a este último
capítulo haya descubierto la riqueza y complejidad que ofrece la hipnosis como
herramienta de comunicación.
Una de las cosas más frustrantes para los profesionales que trabajan en el
campo de la hipnosis clínica es que hay personas que tienen menos formación
en el tema de la que aparece en este libro introductorio que ofrecen servicios al
público para los que no están cualificados. Una segunda fuente de frustración
radica en la observación de que muchas de las personas que hacen cursos de
hipnosis, al acabar el curso no utilizan las habilidades adquiridas y éstas se
desvanecen pronto. Yo creo que cuando la práctica de la hipnosis se reducía a
las técnicas ritualizadas que consumían mucho tiempo, ésta era una
herramienta con una eficacia y aplicabilidad limitadas. También creo que la
hipnosis ha ampliado sus «objetivos limitados» a un modelo de comunicación
deliberada y efectiva, y cada vez es mayor el número de profesionales que
pueden integrar los patrones hipnóticos en su trabajo. Mi meta no era ni es
convertir a los lectores de este libro en «hipnotistas oficiales» sino más bien
proporcionar una introducción a este campo dinámico y en constante evolución
y que ofrece una valiosa fuente de insight sobre la gente y la terapia. Incluso
aunque el lector no realice una inducción hipnótica formal en el resto de su vida
mi propósito es que piense dos veces antes de decir algo como «no piense en las
cosas que le preocupan». A partir de esta introducción a este campo espero que
al lector le intrigue suficientemente la gama de posibilidades que le ofrece la
hipnosis como para continuar desarrollando sus habilidades al respecto. Hay
muchas maneras de hacerlo.
Suite 291
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