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Etiología
Es una causa importante de ceguera y discapacidad visual. Está causada por el daño de los vasos sanguíneos de la
capa posterior del ojo, la retina, lo que ocasiona una pérdida progresiva de la vista, que a veces llega a ser ceguera.
Nefropatía
Etiología
La nefropatía diabética está causada por las lesiones de los vasos sanguíneos pequeños de los riñones. Ello puede
causar insuficiencia renal y al final la muerte. En los países desarrollados, esta es una causa importante de diálisis
y trasplantes renales.
Neuropatía
Etiología
La diabetes puede lesionar los nervios por distintos mecanismos, como el daño directo por la hiperglucemia y la
mengua del flujo sanguíneo que llega a los nervios como resultado del daño de los pequeños vasos. La lesión de
los nervios puede manifestarse por pérdida sensorial, lesiones de los miembros e impotencia sexual. Es la
complicación más común de la diabetes.
Enfermedades cardiovasculares
Etiología
La hiperglucemia daña los vasos sanguíneos mediante el proceso conocido como ateroesclerosis o endurecimiento
y obstrucción de las arterias. Este estrechamiento de las arterias puede reducir el flujo de sangre al músculo cardiaco
(infarto del miocardio), del encéfalo (accidente cerebrovascular) o de los miembros (dolor y curación tórpida de
las heridas infectadas).
Complicaciones de la diabetes a largo plazo
La diabetes eleva su azúcar en la sangre a un nivel más alto de lo normal. Después de muchos años, mucha azúcar en
la sangre puede causar problemas en su cuerpo. Puede dañar sus ojos, riñones, nervios, piel, corazón y vasos sanguíneos.
Usted podría tener problemas visuales. También podría tener problemas para ver, especialmente de noche. La luz podría
molestarle los ojos. Podría quedar ciego.
Sus pies y piel pueden desarrollar úlceras. Si esto sigue por mucho tiempo, sus dedos, pie o pierna pueden necesitar ser
amputados. La infección también puede causar dolor y comezón en sus pies, piernas y otras áreas.
La diabetes puede dificultar el control de su presión arterial y colesterol. Esto puede llevar a un ataque cardíaco,
accidente cerebrovascular y otros problemas. Puede hacerse más difícil que la sangre circule hacia las piernas y los
pies.
Los nervios en el cuerpo pueden resultar dañados, causando dolor, hormigueo y pérdida de la sensibilidad. El daño a
los nervios también puede hacer que para los hombres sea más difícil tener una erección.
Usted podría tener problemas para digerir el alimento que consume. Podría sentir debilidad o tener problemas para
tener una deposición.
El nivel alto de azúcar en la sangre y otros problemas pueden llevar a daño en los riñones. Sus riñones podrían no
trabajar tan bien y pueden incluso detener su funcionamiento. En consecuencia, usted podría necesitar diálisis o
un trasplante de riñón.
Las personas con diabetes frecuentemente tienen depresión y las dos enfermedades pueden estar relacionadas.
Algunas mujeres con diabetes pueden tener periodos irregulares y pueden tener problemas para quedar embarazadas.
La diabetes aumenta el riesgo de demencia.
¿Qué consecuencias puede tener la diabetes si no la controlo?
Como sabes, la diabetes es una enfermedad que no descansa nunca y, todos los días, sin excepción, debemos realizar
un control correcto de la enfermedad. Aunque en un primer momento pueda parecer una tarea costosa, a la larga nos
La mala gestión de la diabetes provoca un exceso de azúcar en la sangre. Esta descompensación afecta
progresivamente a los vasos sanguíneos que, con el paso del tiempo, acaban por dañar las paredes de las arterias. Al
estar lesionadas, el colesterol se va depositando en ellas y puede acaba derivando en una arteriosclerosis. Esta grave
dolencia hace que los conductos vayan estrechándose y el torrente sanguíneo se reduzca, lo que aumenta las
posibilidades de sufrir un problema cardiaco, como una angina de pecho, un infarto agudo de miocardio o una muerte
cardiaca súbita.
Relacionado con la dolencia anterior, una cantidad alta de glucosa en la sangre, aparte de reducir el torrente
sanguíneo, afecta al sistema nervioso de nuestro cuerpo. Más conocido como neuropatía diabética. Las dos
alteraciones reducen la sensibilidad y la circulación de la sangre en las zonas periféricas del cuerpo (pies y manos).
Al padecer esta situación, en caso de que nos hagamos una herida, la lesión puede terminar en una úlcera o, lo que es
peor, si no se cuida, en una amputación como ocurre algunas veces con el pie diabético.
Como sabes, la diabetes es una enfermedad metabólica que no permite que las células absorban el azúcar existente
en la sangre para convertirlo en energía, por la falta o inacción de la insulina. Al quedarse en los vasos sanguíneos, los
riñones tienen que trabajar en exceso para poder filtrar toda la sangre con exceso de azúcar y, en muchas ocasiones,
no son capaces de recuperar todos los carbohidratos que filtra, por lo que acaba apareciendo en la orina. Si no llevamos
una gestión correcta de la enfermedad, la glucosa, y sus derivados, acabarán dañando las paredes de los riñones y
Depresión
La mala gestión de la diabetes y la negación de la misma, derivan la enfermedad en otras dolencias más graves. La
aparición de estos síntomas puede motivar el desánimo de los pacientes y los frecuentes cambios de humor que, si
Las dolencias graves derivadas de la diabetes se pueden prevenir de una manera muy sencilla: controlando la
enfermedad, prevenimos en gran parte que está empeore. Aunque hay que prestarles mucha atención, los pasos a seguir
son fáciles, y si nos habituamos a ellos, rápidamente podremos convivir con nuestra diabetes.
Visitar al endocrino
Es imprescindible que los diabéticos visitemos al endocrino cada tres o seis meses. El especialista nos hará
un seguimiento de la enfermedad y adecuará el tratamiento a la manera en que vaya evolucionando. Además, también
es necesario realizar periódicamente test de orina y sangre para evitar que la enfermedad pueda acabar en otra
Autocontrol
Aunque el médico nos evalúe y nos marque la pauta a seguir, somos nosotros los que tenemos que gestionar nuestra
enfermedad. El control de las glucemias, el conteo de los hidratos de carbono, el ejercicio o las constantes mediciones
de glucosa, son fundamentales para que podamos mantener nuestra diabetes bajo control.
Seguir el tratamiento
Al igual que el autocontrol de la diabetes recae en nosotros, la responsabilidad de seguir con el tratamiento pautado
por el endocrino es una tarea a la que tenemos que prestar mucha atención. La toma de medicación o la inyección de
insulina, cuando el médico nos lo ha marcado, es algo básico para llevar una gestión correcta de la enfermedad.
Una dieta sana, variada y equilibrada nos permite comer de todos los grupos alimenticios y nos facilita enormemente
el conteo de los carbohidratos. Lo más recomendable es fijar un calendario semanal o mensual, donde comamos de
Practicar ejercicio
Llevar una vida sedentaria es un error muy grave a la hora de gestionar la diabetes. Lo mejor es practicar
actividades deportivascuando podamos, sin excedernos y controlando siempre nuestros niveles de azúcar.