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MONOGRAFIA DE GEOLOGIA ETRUCTURAL

Título

Nombres y Apellidos Código de estudiantes


WILSON MARVIN REYES ORTIZ LOZA 44674
Autor/es

Fecha 10/10/2018

Carrera ING. GAS Y PETROLEO


Asignatura GEOLOGIA ESTRUCTURAL
Grupo A
Docente ING. NELSON SARABIA
Periodo
Académico
Subsede
Copyright © (AGREGAR AÑO) por (NOMBRES). Todos los derechos reservados.
.
RESUMEN:

En el presente trabajo Hablaremos sobre:


Título:
Autor/es:

Geología Estructural es la Rama de la geología que se dedica a estudiar la corteza terrestre, sus
estructuras y la relación de las rocas que las forman; además de las deformaciones que originaron
estas formas que presentan actualmente.

Geología Histórica que es la rama de la geología que estudia las transformaciones que ha
experimentado la tierra desde su formación, hasta el presente.

Glaciares Son gruesas capas de hielo que se origina en la superficie terrestre por compactación y
re cristalización de la nieve mostrando evidencias de flujo en el paso o en la actualidad
.
Estos tres temas nos dan a conocer los cambios o procesos geológicos sucesivos que han ido
surgiendo en nuestro planeta tierra así como sus causas y efectos

Palabras clave: Geología Estructural

ABSTRACT:

Asignatura:
Carrera: Página 21 de 71
Título:
Autor/es:

In the present work we will talk about: Structural Geology is the branch of geology that
is dedicated to study the earth's crust, its structures and the relationship of the rocks
that form them; besides the deformations that originated these forms that presently
present. Historical Geology that is the branch of geology that studies the
transformations that the earth has experienced since its formation, until the present.
Glaciers They are thick layers of ice that originates in the earth's surface by compaction
and re-crystallization of the snow showing evidence of flow in the pass or nowadays .
These three topics give us to know the changes or successive geological processes
that have been emerging on our planet Earth as well as its causes and effects

Key words:

Asignatura:
Carrera: Página 21 de 71
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Autor/es:

Tabla De Contenidos

Capítulo 1. Planteamiento del Problema.....................................................................................6


1.1. Formulación del Problema.........................................................................................6
1.2. Objetivos....................................................................................................................6
1.3. Justificación...............................................................................................................6
1.4. Planteamiento de hipótesis........................................................................................6
Capítulo 2. Marco Teórico..........................................................................................................7
2.1 Área de estudio/campo de investigación.......................................................................7
2.2 Desarrollo del marco teórico.........................................................................................7
2.1 Deformación: el porqué de la diversidad de estructuras..........................................................19
3.1 CUANDO LAS ROCAS SE PLIEGAN...............................................................................27
3.2 Fluidos en pliegues.............................................................................................................43
4.3 Resumiendo sobre el tema...................................................................................................49
3.5 Cuando el plegamiento es posterior a la mineralización.........................................................51
4.1 Cuando las rocas se rompen o simplemente fluyen en las profundidades..............................55
4.2 El mundo de las fallas y zonas de falla...............................................................................57
4.2 En busca de los “espacios” para las masas minerales..........................................................63
4.3 Fluidos en fallas: dónde y porqué precipita la carga mineral...............................................64
4.5 La transición dúctil-frágil: oro en las profundidades...........................................................66
Capítulo 3. Método...................................................................................................................73
3.1 Tipo de Investigación..................................................................................................73
3.2 Operacionalización de variables..................................................................................73
3.3 Técnicas de Investigación...........................................................................................73
3.4 Cronograma de actividades por realizar......................................................................73
Capítulo 4. Resultados y Discusión..........................................................................................74
Capítulo 5. Conclusiones..........................................................................................................75
Referencias................................................................................................................................76
INTRODUCCIÓN

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Autor/es:

En el presente trabajo hablaremos sobre:

Geología estructural,

Que es la rama de la geología que se dedica a estudiar la corteza terrestre, sus estructuras y la
relación de las rocas que las forman; además de las deformaciones que originaron estas formas
que presentan actualmente.

Geología histórica
Que es la rama de la geología que estudia las transformaciones que ha experimentado la Tierra
desde su formación, hasta el presente.

Glaciares
Que son gruesas capas de hielo que se origina en la superficie terrestre por compactación y re
cristalización del a nieve, mostrando evidencias de flujo en el pasado o en la actualidad.

Estos tres temas nos dan a conocer los cambios o procesos geológicos sucesivos que han ido
surgiendo en nuestro planeta tierra, así como sus causas y efectos.

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Autor/es:

Capítulo 1. Planteamiento del Problema


1.1. Formulación del Problema

El presente trabajo pretende comprender la deformación que ocurre en las rocas.

1.2. Objetivos
 Este trabajo tiene como objetivos principales, fomentar el autoaprendizaje en los
estudiantes de Geología Estructural.
 Reforzamiento de los conocimientos

1.3. Justificación

Decidí estudiar estos libros para tener un conocimiento teórico más profundo,
Porque n os referimos a la geología que presenta un visión integrada y balanceada de los
conocimientos que debe poseer un estudiante para abordar las múltiples tareas que tendrá en
el campo laboral.
Para comprender que las fallas y zonas de falla jugaban un papel crítico en la Localización de
cuerpos mineralizados tanto a la escala de yacimiento como a la región.

1.4. Planteamiento de hipótesis

En el área de estudio se observan estructuras regionales como pliegues y fallas con geometrías
y relaciones complejas y variadas.

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Capítulo 2. Marco Teórico

1.5. Área de estudio/campo de investigación

En el área de estudio se observan estructuras regionales como Pliegues y fallas con


geometrías y relaciones complejas y variadas

1.6. Desarrollo del marco teórico

2.2.1 PLEGAMIENTO Y FRACTURACIÓN: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES


GEOLOGIA ETRUCTURAL

QUE ES LA GEOLOGÍA ESTRUCTURAL MINERA

La geología estructural es la rama de la geología que se dedica a estudiar la corteza


Terrestre, sus estructuras y la relación de las rocas que las forman. Estudia la geometría de las
rocas y la posición en que aparecen en superficie. Interpreta y entiende la arquitectura de la
corteza terrestre y su relación espacial, determinando las deformaciones que presenta y la
geometría sub superficial de las estructuras rocosas.
Donde el rol del estudiante es conocer la corteza terrestre y sus estructuras y la relación de
rocas que se forman.
Entonces una ve teniendo conocimiento del terreno conoceremos Las fuerzas que
Producen deformaciones en la corteza terrestre como ser.

 Verticales (producidas tanto por gravedad como por material ascendente del manto)
 Tangenciales (producto del movimiento y acomodación de esfuerzos en los bordes de las
placas tectónicas)

En el transcurso de la monografía se estará analizando los orígenes de la geología


estructural, fallas, formación de montañas, características del terreno, características

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petrográficas fracturación, alteración hidrotermal , estabilidad de los macizo de rocas,


plegamientos

La geología estructural es el estudio de la arquitectura de la tierra, en tanto es


determinada por movimientos terrestres y está relacionada con otras ramas de la geología, y
como sabemos la solución de los problemas estructurales de los trabajos en campo son solo una
fase de una investigación mucho más amplia. Para una mejor comprensión del comportamiento
de una obra civil en un sitio determinado, se necesita conocer las estructuras geológicas y
discontinuidades de las rocas y/o suelos donde quedará asentada la estructura como son:

Pliegues, fallas, juntas o diaclasas, fracturas, foliación, estratificación, discordancias.


Como sabemos también el éxito del trabajo geológico de campo consiste en la acumulación de
hechos significativos así como los procesos físicos que produjeron la estructura observada; y es
por tal motivo que en este trabajo se trata de sintetizar algunos conceptos geológicos para la
comprensión y reconocimiento de algunas estructuras geológicas.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 15,2013)

En el primer milenio se conoce dos tipos de montañas las que son formadas por la erosión y
las que son producidas por vientos y fuegos subterráneos.

Luego George Bauer (agrícola) considera que existen 5 clases de montañas según su origen
que son:

1.- Por erosión de las aguas


2.- Por acumulación eólica
3.- por viento subterráneos
4.- Por terremotos
5.- Por fuego volcánicos

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Entonces existen varios autores que dan a conocer sus estudios sobre sus orígenes alguno
están de acuerdo con teorías de otros autores, otro lo validan otros lo complementan y otros no
están de acuerdo con teorías de otros autores.

QUE ES LA GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

Las referencias a la formación de las montañas nos vienen ya desde Pitágoras (580 a J.C.),
quien narra la formación de una colina en el Peloponeso "a causa de los vientos subterráneos
igual que se infla la piel de una Cabra".
Estas ideas quedan luego oscurecidas durante el primer milenio de nuestra Era hasta la
traducción de las obras clásicas por los árabes, reencontrándose en Avicena (10211, Alberto
Magno (1 205-1280), etc., con pocas variaciones. La influencia de la Biblia es patente y sólo se
discute acerca del Diluvio Universal, efectos sobre el modelado terrestre y sobre la erosión en
general.
En esta época ya se reconocen al menos dos tipos de montañas según su origen:
Las formadas por erosión y las que se deben a los vientos y fuegos subterráneos. Algunas
hipótesis son curiosas, como la de Ristoro D'Arezzo, que en 1282 atribuye a las estrellas la
formación de montañas, ejerciendo acción de imán que reproduce en la Tierra la forma de las
constelaciones. Esta misma explicación es aceptada por Dante Alighieri en su escrito De Acqua e
Terra en 1320. Por otra parte, las observaciones de D'Arezzo sobre los agentes externos y sobre
la geología de Toscana son bastante correctas. Así llegamos hasta Georg Bauer (Agrícola), que
en 1546 considera que existen cinco clases de montañas según su origen:
1) por erosión de las aguas;
2) por acumulación eólica;
3) por vientos subterráneos;
4) por terremotos;
5) por fuegos volcánicos, atribuyendo la mayoría de ellas a la primera causa. En estos
tiempos, también Faventius (1561) expresa ideas parecidas en su libro De montiurn origine.
LOS ORIGENES DE LA GEOLOGIA ESTRUCTURAL E. MARTINEZ GARClA pg 2

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GEOLOGIA ESTRUCTURAL FORMACION DE MONTAÑAS Nociones básicas


Deformación de las rocas (elástica y plástica) Identificación de estructuras rocosas: descripción y
procesos de formación de montañas: orogénesis en el límite de placas Ejemplos y
representaciones gráficas en geología estructural Montañas: Relieves positivos ocasionalmente
aislados (volcanes); más comúnmente forman parte de extensas cordilleras.

QUE ES GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

La Geología Estructural constituye uno de los pilares del conocimiento Geológico y su papel
y significado ha variado a lo largo del tiempo presentando gran cantidad de sinónimos que
actualmente llevan, en ocasiones, a cierto grado de confusión y cuya utilización suele depender
del uso y la costumbre en las distintas escuelas geológicas.

El origen de la Geología Estructural viene de la Geodinámica, una de las tres ramas en las que
se dividió la Geología a principios del siglo XIX y que han perdurado hasta bastante entrado el
siglo presente, las otras dos ramas serían la Geognosia y la Geología Histórica. La Geodinámica
sería la rama encargada de la descripción de los procesos exógenos y endógenos que daban lugar
a las estructuras y a los relieves de la Tierra.
Además, dentro de la Geología estructural se individualiza un cuerpo de doctrina
especializado que se denomina Análisis Estructural.

Geología Estructural y la Tectónica, métodos avanzados que incorporen de la física, la


química o las matemáticas, los principios necesarios para abordar el estudio de las estructuras y
de los procesos que las producen.
La Dinámica Global es el resultado de la incorporación del Paradigma actual de la Geología a
la Geología Estructural y la Tectónica. Así, estas dos ciencias geológicas tienen que ver con la
descripción y reconstrucción de los procesos provocados por los movimientos inexorables que
han moldeado y moldean nuestro planeta. La descripción de estos movimientos, las causas que
los provocan y sus efectos son los que entran dentro de lo que se conoce como Dinámica Global.

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Una de las tendencias más modernas en la literatura actual es la unión de la Geología


Estructural y la Tectónica con la Dinámica Global en la mayoría de los libros de reciente
publicación, sobre todo de aquellos de carácter introductorio en los que se pone de manifiesto
que no es posible obtener una comprensión total de cada una de las dos disciplinas de forma
independiente, sino que la estrecha relación entre ambas obliga a un tratamiento conjunto de los
conceptos a desarrollar
Cartografía geológico-estructural de la Formación
Teposcolula entre Chila de las Flores Puebla y
Huajuapan de León Oaxaca.
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y DINÁMICA GLOBAL JOSÉ RAMÓN MARTÍNEZ pg36

El objetivo de la Geología estructural estriba en el estudio de las formas de yacimiento de las


rocas o de las formas estructurales.
La meta primordial de la Geología estructural es usar mediciones de las geometrías de las
rocas para descifrar información acerca de su historia de deformación y poder entender el campo
de esfuerzo que resulta de las deformaciones observadas.
El entendimiento de la dinámica de este campo de esfuerzos está ligado a una historia
geológica importante ya que el objetivo principal es entender la evolución estructural con
respecto a los patrones regionales generalizados de las rocas como la formación de las montañas,
apertura de dorsales, etc. , todo debido a las placas tectónicas.

GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

La geología estructural estudia la deformación ocurrida sobre rocas de la corteza terrestre Para
que ocurra la deformación necesitamos aplicar fuerzas importante sobre las rocas En las últimas
clases vamos a estudiar el origen de estas fuerzas que básicamente son consecuencia del calor
interno de la Tierra y de la Gravedad
Apuntes de Geología Estructural Laura Salazar pg 66 2018

La Geología estructural es la rama de la Geología que estudia las estructuras geológicas


presentes en la corteza terrestre, ya sea de todo el planeta o de una determinada región. En los

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estudios geológicos de esta naturaleza se realiza la identificación y análisis de las principales


estructuras geológicas y su reconocimiento para luego realizar el mapeo de las estructuras
tectónicas de un determinado sector.

GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

En geología además de la deformación plástica, deben considerarse la viscosidad de las rocas


y los fenómenos de relajación y fluencia. La relajación se expresa como una caída de tensiones
en el cuerpo, manteniéndose constante la deformación plástica, pues se trata de un reacomodo de
las partículas del cuerpo desplazándose en el proceso de la deformación plástica hasta encontrar
su equilibrio y desapareciendo las tensiones internas. La relajación lleva a una transformación
paulatina de una deformación elástica a una residual plástica.

La fluencia del material es una deformación plástica que transcurre prolongadamente a


tensiones constantes que no superan el límite de plasticidad. La esencia de éste fenómeno es la
reagrupación de las partículas del cuerpo bajo la influencia de una carga constante,
transformándose de manera ininterrumpida la deformación elástica en plástica. Pero como la
carga se mantiene la deformación elástica se repone hasta el estado anterior
MANUAL DE GEOLOGIA GONZALO DUQUE pg. 4

La Tierra es un planeta dinámico. En los capítulos anteriores vimos que la meteorización, los
procesos gravitacionales y la erosión causada por el agua, el viento y el hielo modelan
continuamente el paisaje. Además, las fuerzas tectónicas deforman las rocas de la corteza. Entre
las evidencias que demuestran la actuación de fuerzas enormes dentro de la tierra se cuentan los
miles de kilómetros de estratos que están doblados, plegados, volcados y a veces muy
fracturados. En las montañas Rocosas canadienses, por ejemplo, algunas unidades de roca han
sido empujadas sobre otras de una manera casi horizontal durante centenares de kilómetros. A
una escala menor, durante los grandes terremotos, la corteza se mueve unos pocos metros a lo
largo de las fallas. Además, la expansión y la extensión de la corteza producen depresiones
alargadas y en los largos intervalos de tiempo geológico crean las cuencas oceánicas.

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QUE ES LA GEOLOGÍA ESTRUCTURAL MINERA

Muchos yacimientos minerales están formados dentro de áreas tectónicamente


activas, tales como antiguas cuencas y cinturones orogénicos. En consecuencia, no es de
sorprender que la amplia mayoría de los yacimientos minerales estén afectado o controlados, en
mayor o menor medida, por las estructuras geológicas.

Desde la perspectiva de la exploración y explotación de minerales, la influencia


potencial que tienen las estructuras, tanto de gran escala como de pequeña escala, en los
proyectos no puede ser desestimada, ya que las estructuras impactan en la mayoría de los
aspectos técnicos, incluyendo el control de las leyes, la estimación de los recursos, la
identificación de los objetivos, la ingeniería de los macizos rocosos y la Hidrogeología.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 31,2013)

La geología estructural es el estudio de la arquitectura de la tierra, como ser el


comportamiento de movimiento terrestre y también está relacionada con otras ramas de la
geología.

Para la construcción de una obra civil en un determinado espacio de tierra se necesita conocer
el estudio previo de la superficie terrestre, sobre que rocas y suelo estará asentada la
construcción.
La obra civil estará sobre alguna falla fracturas diaclasas fracturas foliación estratificación o
discordancias.
Para la minería la enseñanza sobre las fallas es un problema común de todos los días, ya sea
en campo o laboratorio los estudiantes ven casos perfectos.
Pero en el campo laboral es algo más compleja entonces el geólogo no puede estar 100%
seguro de que suceso seguirá después de causa y efecto se hace una estimación que podrá ocurrir
en la siguiente etapa.

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Las fallas y diaclasas no pueden ser controlados, simplemente pueden ser estudiados para un
futuro próximo prevenir desastres donde involucran personas animales o infraestructuras.

FRACTURACION

Playfair en 1802 es uno de los primeros en utilizar el vocablo falla en la literatura geológica,
refiriéndose a una encontrada al excavar un canal en Yorkshire. Sin embargo, la importancia de
las fracturas en la Geología Estructural se pone en evidencia principalmente por los trabajos de
Elie de Beaumont en 1841, el cual describe la formación de la Fosa del Rhin por hundimiento de
las dovelas de una bóveda.
La que consideraba como la parte central hundida de una gran bóveda traquitica, según
transcribe von Buch en la segunda edición francesa del trabajo sobre las Islas Canarias en 1836.
Sin embargo, fue Elie de Beaumont el primero en hacer una detallada descripción y estudio, con
presentación de cortes estructurales de dicho fenómeno.
LOS ORIGENES DE LA GEOLOGIA ESTRUCTURAL E. MARTINEZ GARClA PG 15

Una fractura mineral es cada una de las formas que puede adoptar la superficie por la cual se
rompe un mineral que ha sido golpeado. Las fracturas se caracterizan por su
forma, brillo y textura, cuyos factores contribuyen a la identificación del mineral. Así,
ateniéndose al brillo, la fractura puede ser vítrea, resinosa, cérea, etc.; la textura se expresa
diciendo que la fractura es compacta, laminar, etc. La forma constituye el criterio más útil. Los
minerales tenaces dan una fractura rugosa; la de los otros minerales es plana, escamosa o cónica.

La obsidiana, el sílex y otros minerales tiene una fractura concoidea: la superficie es cóncava o
convexa, como la concha de los moluscos bivalvos y, al igual que ella,
presenta estrías concéntricas.

A veces, en los materiales cristalinos, los cristales individuales se fracturan sin que se divida el
cuerpo. Dependiendo de la sustancia, una fractura puede reducir la resistencia del material o
inhibir la transmisión de la luz (cristales ópticos).

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FRACTURACION

Esencialmente, existen dos tipos de fracturas en las rocas: las producidas por esfuerzos
tensionales y las producidas por esfuerzos de cizalla. Las primeras se llaman fracturas de tensión
y se producen según superficies aproximadamente perpendiculares a la dirección de aplicación
del esfuerzo tensional. Una vez creadas, las dos partes del cuerpo a ambos lados de la fractura
tienden a separarse, dejando un hueco que puede ser ocupado por precipitados minerales o por
material fundido que se encuentre en las proximidades. Cuando no se rellena, la fractura se
denomina grieta si es grande y fisura si es pequeña. Si se rellena de material por precipitación a
partir de fluidos se llama filón, si es grande, y vena si es pequeña. Cuando es ocupado por un
magma da lugar a un dique.
En las producidas por esfuerzos de cizalla, denominadas fracturas de cizalla, los labios no
tienden a separase, sino que deslizan uno sobre otro. Parece lógico, a primera vista, que una roca
sometida a un estado de esfuerzo triaxial podría romperse si se alcanza el esfuerzo de rotura, que
es un determinado valor del esfuerzo diferencial (σ1- σ3) y que se rompería por los planos que
están sometidos al máximo esfuerzo de cizalla (τmáx= (σ1- σ3)/2), que son los que están a 45°
de los esfuerzos mayor y
Menor y que contienen al esfuerzo principal intermedio. Esto daría lugar a dos familias de
fracturas conjugadas perpendiculares entre sí. Sin embargo, esto no sucede ni en la naturaleza ni
en el laboratorio
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y DINÁMICA MARTÍNEZ pg. 22 2002/2003

En geología, una falla es una fractura o zona de fracturas a lo largo de la cual ha ocurrido un
desplazamiento relativo de los bloques paralelos a la fractura (Bates y Jackson, 1980).
Esencialmente, una falla es una discontinuidad que se forma debido a la fractura de grandes
bloques de rocas en la Tierra cuando las fuerzas tectónicas superan la resistencia de las rocas. El
movimiento causante de esa dislocación puede tener diversas direcciones: vertical, horizontal o
una combinación de ambas. El desplazamiento de las masas montañosas que se han elevado
como consecuencia del movimiento provocado por fallas, puede ser de miles de metros como
resultado de los procesos devenidos durante largos períodos de tiempo.

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FRACTURAS

Pueden ser fallas o diaclasas: ambas suponen un origen común que las explica, es decir,
liberación de energía de presión por encima del límite plástico de las rocas. En las fallas hay
desplazamiento importante de una masa con respecto a la otra, en las diaclasas no.
Partes de una falla. Las partes de una falla pueden describir estas estructuras desde el punto de
vista cualitativo o cuantitativo. Es importante señalar las características y atributos que puedan
tener estos elementos de las fallas.
El plano de falla es el que rompe la continuidad de los estratos y separa dos bloques. El que
está sobre el plano de falla tiene la posibilidad de estar hundido o levantado, según el tipo de
falla, pero siempre será el techo. Por debajo del plano de falla estará el piso. En algunos casos el
plano de falla será vertical y no se hablará de techo ni piso. Si hay desplazamientos verticales de
los bloques, habrá uno levantado y otro hundido.
El espejo de falla es la parte del plano de falla que queda expuesta a la intemperie, donde las
estrías anuncian el sentido y la dirección del desplazamiento de los bloques.
Fallas fundamentales. Hay tres tipos de fallas fundamentales, clasificadas desde el punto de
vista de los esfuerzos que la generan: normal, inversa y de rumbo.
Falla normal. Si la disposición de los bloques parece explicada por esfuerzos de tensión o
tracción, aquí el espejo de falla queda expuesto a la acción del Sol y relativamente los bloques se
separan o alejan. El bloque levantado es el piso.
La falla inversa. Cuando la disposición de los bloques parece responder a esfuerzos de
compresión. Por el empuje los dos bloques parecen aproximarse entre sí; en ella el espejo de
falla, que también se puede observar en el bloque levantado, que es el techo, queda a la sombra.
Los labios de falla, que son la porción de los bloques afectada por la propagación de las
fracturas, tienen una extensión a lado y lado del plano de falla, que depende del tipo de roca y de
la magnitud de los esfuerzos. Los dos bloques sufren más en las fallas inversas porque las rocas
resisten más a la compresión, y al acumular más energía de deformación, estos se destrozan en
mayor proporción.

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- La falla de rumbo. Es de cizalladura o transcurrente; el desplazamiento puede ser derecho o


izquierdo dependiendo de lo que suceda con el bloque del frente, cuando un observador mira
desde el otro bloque. Si aquel se desplaza a la derecha, la falla será de rumbo dextrógiro y si lo
hace hacia la izquierda, la falla será de rumbo levógiro o sinextrógiro.
Pero en la corteza, donde la mayoría de los esfuerzos son de compresión, las fallas normales,
inversas o de rumbo tienen el mismo origen, pues el estado de esfuerzos que las producen es el
mismo y tan solo es la orientación la que cambia. Considérense los esfuerzos principales en
compresión, en un espacio tridimensional con sigma
1 vertical, y sigma 2 y sigma 3 horizontales.
MANUAL DE GEOLOGIA GONZALO DUQUE PAG 53

La palabra Fractura proviene del latín fractus, que significa “quebrar” y se ha empleado para
referirse a las superficies discretas que segmentan o dividen en bloques a rocas y minerales en la
naturaleza; estas definen superficies de baja cohesión. Son el resultado del comportamiento
quebradizo de los materiales. Las fracturas pueden ser generadas por la concentración de
esfuerzos en zonas de contraste composicional (contactos de capas, cambio de facies), por
pérdida de volumen (compactación), por enfriamiento, durante deformación contraccional o
extensional. Pueden ser más abundantes en lugares donde existan heterogeneidades en la roca
como: presencia de fósiles, nódulos minerales, en clastos, huecos cársticos, burbujas por gas,
ondulaciones en la base de la capa (marcas de ondulaciones y estructuras de carga) entre otros
puntos heterogéneos. Las fracturas se distinguen por los movimientos relativos que ocurren a lo
largo de la superficie durante su formación (Nelson, 2001).

Fuerzas y esfuerzos, o el origen de la deformación

Las rocas que constituyen la corteza terrestre están sometidas a un gran número de fuerzas, relacionadas con
diferentes procesos tanto exógenos como endógenos.

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De forma que sobre esos materiales rocosos siempre van a existir fuerzas actuando, a todas las escalas, desde
la estructura cristalina a las grandes unidades orogénicas. Pero, independientemente de la escala que estemos
considerando y del tipo de fuerzas implicadas, de forma general, los efectos que estas provocan en las rocas son
desplazamientos y la deformación de ellas. Así, un desplazamiento tiene lugar cuando las fuerzas que actúan
sobre el material rocoso producen un cambio de posición de este.

Dependiendo de la trayectoria del desplazamiento, este puede ser homogéneo (solidario), rotacional o
inhomógeneo (heterogéneo).
La deformación ocurre cuando al actuar una fuerza sobre el material rocoso, este cambia su forma y/o tamaño.
Si consideramos la fuerza en un punto, entonces hablamos de carga. Si consideramos la fuerza aplicada sobre
un área, entonces hablamos de esfuerzo.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 31,2013)

Existen varias fuerzas que actúan sobre las capas de la tierra ya sean exógeno o endógenos,
entonces las posibles deformaciones tienen varios tipos de deformaciones o desplazamientos
como ser:
Desplazamiento homogéneo
Desplazamiento rotacional
Desplazamiento inhomogeneo

Donde las fuerzas externas o internas causan estos tipos de deformaciones esto ocurre cuando al
actuar una fuerza obre un material rocoso este cambia u forma o tamaño.
Si ponemos una fuerza en un punto entonces estamos hablando de carga. Si consideramos la
fuerza aplicada sobre un área entonces hablamos de esfuerzo.
Donde el esfuerzo es una magnitud vectorial donde existe 3 ejes con los que se puede
descomponer como ser el eje x,y,z

2.1 Deformación: el porqué de la diversidad de estructuras

La deformación puede ser:

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 Continua, cuando el cambio de forma o tamaño tiene lugar de manera continua, sin cambios bruscos.
 Discontinua, cuando existen cambios importantes o variaciones acusadas de la deformación, a través de
superficies o zonas discretas.
 Homogénea, cuando cada partícula o parte de la roca es deformada de la misma manera.

La resistencia es el esfuerzo que la roca puede soportar para ciertas condiciones de deformación. La rotura
ocurre cuando la deformación elástica o en algunos casos, plástica, no puede acomodar el esfuerzo y se
generan discontinuidades en el cuerpo rocoso. La diferencia fundamental entre la deformación elástica y la
deformación plástica, es que en la primera el material recupera su forma inicial si cesa el esfuerzo que ha
provocado la deformación, siempre que no se haya superado el límite elástico. En el caso de la deformación
plástica, el material no recupera su forma original, aunque cese el esfuerzo que ha producido la deformación.

 Comportamiento frágil: implica una deformación elástica con pérdida brusca de la resistencia, a través de un
plano o conjunto de planos, sin ninguna o muy poca deformación plástica. Este comportamiento es común
en rocas coherentes sanas, las típicas rocas “duras”.
 Comportamiento frágil-dúctil: implica deformaciones elásticas y plásticas, con una resistencia residual mayor.
Este comportamiento es común en rocas con discontinuidades preexistentes y arcillas, las típicas rocas “blandas”.
 Comportamiento dúctil: implica deformaciones plásticas (no recuperables), la resistencia se mantiene
constante aunque la deformación aumenta. En sales o en otras rocas, sometidas a alta temperatura, y/o
circulación de fluidos.

Con la deformación se generan en la roca una serie de estructuras que inicialmente no estaban en la roca
original sin deformar. Es lo que llamamos estructuras de deformación, y que es en definitiva lo que nos interesa
conocer por su relación con los depósitos minerales. Tal conocimiento no solo incluye aquellos aspectos
puramente morfológicos de tales estructuras, sino que también, y esto es fundamental, incluye también conocer
aspectos genéticos que serán imprescindibles para una correcta interpretación morfológica a partir de los datos
disponibles. La naturaleza y orientación de las estructuras de deformación van a depender de dos factores
fundamentales: a) de la orientación de los propios esfuerzos que generan tal deformación, y b) de las

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propiedades mecánicas de la roca. Así, a partir del conocimiento de la geometría de las estructuras y de las
relaciones entre estas, podremos ser capaces de determinar el tensor de esfuerzos que las han generado, y
viceversa, si conocemos el tensor de esfuerzos dominante en un área, podremos ser capaces de predecir o
anticipar la posible localización y orientación de estructuras. Esto es especialmente importante, porque en
muchos casos necesitamos interpretar las estructuras que pueden existir en el subsuelo, únicamente a partir de
datos de superficie.

Como hemos señalado en los párrafos precedentes, la rotura siempre se asocia a la formación de
discontinuidades, que pueden manifestarse como planos discretos singulares (planos de fractura), o bien
como un conjunto de

Numerosos planos de discontinuidad, que definen una zona de rotura o fractura. Pero no siempre el material
tiene un comportamiento frágil, de manera que no siempre se generan planos de rotura bien definidos, sean estos
únicos o múltiples. Muchas veces, el material tiene un comportamiento frágil-dúctil o dúctil, de manera que la
“rotura” se resuelve como una zona con intensa deformación, que involucra fenómenos de reorientación,
disolución y re cristalización mineral. Importante: dado que en la deformación dúctil el régimen es
“asísmico” quizás más que de “rotura” deberíamos hablar de “discontinuidad por flujo plástico” del
material. Es decir, la roca más que romperse lo que hace es deformarse y “fluir”.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 31,2013)

COMO SE DEFORMAN LAS ROCA

Cuando las rocas son sometidas a esfuerzos que su propia resistencia, empiezan a deformarse
normalmente plegándose, fluyendo o fracturándose, Es fácil hacerse una idea de cómo se
quiebran las rocas porque normalmente pensamos que son quebradizos.

Pero cómo pueden doblarse, quebrarse las rocas o tener pliegue sin romperse durante el
proceso, Para los esfuerzos diferenciales bajo condiciones que simulaban las condiciones en las
que estaban sometidas las rocas en el interior de la corteza terrestre
Aunque cada tipo de roca se deforma de diferente manera, a partir de esos experimentos se

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Determinaron las características generales de la deformación de las rocas. Los geólogos


descubrieron que. Cuando se aplica gradualmente ''n esfuerzo, las rocas responden primero
deformándose elásticamente Los cambios resultantes de la deformación elástica son los que
vuelven a su estado original: es decir, igual que ocurre con una goma elástica. La roca
volverá prácticamente a su tamaño y forma originales cuando cese el esfuerzo

FUERZAS Y ESFUERZOS

Fuerzas y esfuerzos, o el origen de la deformación Muchas de las ideas aquí expuestas se derivan
de los importantes y en muchos casos cruciales aportes de Ramsay (1967), Hobbs et al. (1976),
Nicolas y Mainprice (1987), Weijermars (1997), Twiss y Moores (2007), así como del ya
Clásico trabajo de González de Vallejo et al. (2002). La lista es muy larga, y he aquí sólo algunos
nombres entre muchos más.
Las rocas que constituyen la corteza terrestre están sometidas a un gran número de fuerzas,
relacionadas con diferentes procesos tanto exógenos como endógenos. De forma que sobre esos
materiales rocosos siempre van a existir fuerzas actuando, a todas las escalas, desde la estructura
cristalina a las grandes unidades orogénicas. Pero, independientemente de la escala que estemos
considerando y del tipo de fuerzas implicadas, de forma general, los efectos que estas provocan
en las rocas son desplazamientos y la deformación de ellas. Así, un desplazamiento tiene lugar
cuando las fuerzas que actúan sobre el material rocoso producen un cambio de posición de este.
Apuntes Geología Estructural Laura Salazar pg. 66 2018

Fuerza y esfuerzo

La fuerza es lo que tiende a poner en movimiento los objetos estacionarios o a modificar los
movimientos de los cuerpos que se mueven. De la experiencia cotidiana sabemos que si una
puerta está atascada (estacionaria), aplicamos fuerza para abrirla (ponerla en movimiento).

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Para describir las fuerzas que deforman las rocas, los geólogos estructurales utilizan el
término esfuerzo, que es la cantidad de fuerza aplicada sobre un área determinada. La magnitud
del esfuerzo no es simplemente una función de la cantidad de fuerza aplicada, sino que también
está relacionada con el área sobre la que la fuerza actúa. Por ejemplo, si una persona anda
descalza sobre una superficie dura, la fuerza (peso) de su cuerpo se distribuye por todo el pie, de
modo que el esfuerzo que actúa en cualquier punto de su pie es pequeño. Sin embargo, si esa
persona pisa una pequeña roca puntiaguda, la concentración de esfuerzos en un punto de su pie
será elevada.

ESFUERZO

FUERZA: DEFINICION, TIPOS Y UNIDADES DE MEDIDA

Se define fuerza como una magnitud vectorial que tiende a producir un cambio en el
movimiento de un cuerpo o en su estructura interna, es decir, tiende a producir una deformación.

Debido a su carácter vectorial, varias fuerzas actuando sobre un mismo punto pueden
combinarse o sumarse en una sola y, similarmente, una fuerza puede considerarse que está
compuesta de varias y puede descomponerse en ellas. Hay dos tipos de fuerzas: del cuerpo (o
másicas) y de superficie.

Las fuerzas del cuerpo o másicas («body forces») están en relación directa con la masa del
cuerpo al cual se aplican, aunque su origen puede ser debido a causas externas. Son fuerzas del
cuerpo las inducidas por la gravedad, la centrífuga o las creadas por campos magnéticos, por
ejemplo. Sólo la gravedad es importante en los procesos que dan lugar a deformaciones de las
rocas.

Las fuerzas de superficie («surface forces») dependen siempre de causas externas al cuerpo y
no guardan ninguna relación con la masa del mismo. Se llaman así porque se puede considera
que son aplicadas a una superficie del cuerpo. Las fuerzas de superficie se subdividen en simples
La fuerza en los sistemas Cegesimal e Internacional no es una unidad fundamental, sino que la
unidad fundamental es la masa (gr y kg respectivamente). La Unidad de fuerza en cada uno se

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define como la fuerza que es necesario aplicar a un cuerpo de masa unidad para que adquiera una
aceleración igual a una unidad de longitud por cada unidad de tiempo elevada al cuadrado:

En el Sistema Cegesimal (c.g.s) , es la dina:

1 dina = 1 gr · cm / seg 2

En el Sistema Internacional (S.I. ó M.K.S.) es el newton (N):

1 newton = 1 kg · m / seg 2

Puede calcularse fácilmente que 1 newton = 105 dinas.

En el Sistema Técnico o Terrestre la fuerza es una unidad fundamental, a diferencia de los dos
anteriores:

1 kilo fuerza o kilopondio se define como la fuerza con la cual la Tierra atrae en París a un
cuerpo cuya masa es de 1 kg (en el Sistema Internacional). Esa fuerza le haría adquirir una
aceleración de 9’81 m / seg 2 si cayera libremente en el vacio. La equivalencia con el S.I. es la
siguiente: 1 kilo fuerza = 9’81 newtons. Esto es debido a que un newton es la fuerza necesaria
para someter a una masa de 1 kg a una aceleración de 1 m / seg 2 y un kilo fuerza es la fuerza
necesaria para someter a una masa de1 kg a una aceleración de 9’81 m / seg 2. La masa es una
unidad secundaria en el Sistema Técnico: la unidad técnica de masa (U.T.M.) se define como la
masa de un cuerpo que pesa 9’81 kilos fuerza en París, es decir:

Las unidades de esfuerzo se definen como la unidad de fuerza en cada sistema dividida por la
unidad de superficie:

En el Sistema Cegesimal, es la baria: 1 baria = 1 dina / cm 2 Esta unidad representa un


esfuerzo demasiado pequeño para ser usada en geología, utilizándose generalmente sus múltiplos
denominados bar y kilobar:

TIPOS DE ESFUERZO: PRESION LITOSTATICA Y ESFUERZOS

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DEBIDOS A FUERZAS DE SUPERFICIE

Dado que existen fuerzas del cuerpo y fuerzas de superficie, los esfuerzos causados por esas
fuerzas serán de distintos tipos. En Geología, nos interesan los esfuerzos causados en las rocas
por la gravedad y los que son causados por fuerzas independientes de la masa del cuerpo en
cuestión, es decir, fuerzas de superficie, tal como las habíamos definido previamente. La
gravedad crea el esfuerzo llamado presión litostática, que es el esfuerzo que sufre un
determinado punto de la Tierra debido al peso de las rocas que tiene encima. Puede establecerse
una comparación con la presión hidrostática en los líquidos, que es igual al esfuerzo creado por
la columna de líquido que hay encima de un determinado punto del mismo. La presión
hidrostática es igual en todas las direcciones, de forma que no sólo actúa en la vertical. Esto
puede comprobarse sumergiendo un pequeño globo esférico inflado de gas en una piscina o
tanque: el globo va perdiendo volumen al ser sumergido, debido a la presión que ejerce el
líquido, pero su forma sigue siendo esférica, lo que indica que se comprime en todas direcciones
por igual. Componentes del esfuerzo Los esfuerzos causados por fuerzas de superficie son
también magnitudes vectoriales, que pueden componerse y descomponerse como tales.
Naturalmente, sólo pueden componerse los esfuerzos que actúan sobre un determinado plano y,
de forma similar, cuando un vector esfuerzo que actúa sobre un plano se descompone, las
componentes obtenidas sólo actúan sobre ese plano. En el caso general, un vector esfuerzo que
actúa sobre un plano lo hace oblicuamente a él. Un esfuerzo que actúe perpendicularmente a un
plano se denomina esfuerzo normal, y uno que actúe paralelamente a un plano, esfuerzo de
cizalla. Un vector esfuerzo oblicuo puede descomponerse en uno perpendicular al plano y en otro
paralelo a él.

Esta descomposición da lugar a las componentes del esfuerzo, que se llaman respectivamente
normal y de cizalla y se denotan con las letras griegas σ (sigma) y τ (tau) respectivamente. Dado
que vamos a operar siempre con esfuerzos compuestos, el esfuerzo normal es el que tiende a
comprimir o separar, según sea compresivo o tensional, las dos partes del cuerpo que quedan a
ambos lados del plano sobre el que actúa. En cambio, el esfuerzo de cizalla tiende a romper el
cuerpo por ese plano y a desplazar las dos mitades del cuerpo una junto a la otra.

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GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y DINÁMICA GLOBAL MARTÍNEZ pg. 27

Deformación de la corteza terrestre provocada por las fuerzas tectónicas y los esfuerzos

Resultante del movimiento de las placas litosféricas.

A. Estratos antes de la deformación.

B. Los esfuerzos complexionales asociados con las colisiones de las placas tienden a acortar y
engrosar la corteza terrestre mediante pliegues y fallas

C. Los esfuerzos tensionales en los bordes de placa diverqentes tienden a alargar los
cuerpos rocosos mediante el Deslizamiento a lo largo de las fallas en Ia corteza superior y el
flujo dúctil en profundidad.

D. Los esfuerzos de cizalla en los bordes de placa pasivos tienden a producir desplazamientos
a lo largo de las zonas de falla. el lado derecho del diagrama ilustra la deformación de un cubo de
roca en respuesta a los esfuerzos diferenciales que se ilustran en los diagramas correspondientes
de la izquierda Cuando el esfuerzo tiende a alargar o a separar una unidad rocosa, se conoce
como esfuerzo tensional.

Donde las placas se están separando (límites de placa divergentes), los esfuerzos tensionales
tienden a alargar Ios cuerpos rocosos situados en la corteza superior mediante el desplazamiento
a lo largo de las fallas. Por otro lado, en profundidad el desplazamiento es consecuencia de un
tipo de flujo plástico.

El esfuerzo diferencial también puede hacer que la roca se cizalle.

Un tipo de cizallamiento es similar al deslizamiento que se produce entre los naipes de una
baraja cuando la parte superior se desplaza en relación a la inferior.

En los entornos próximos a la superficie, el cizallamiento suele producirse en superficies de


debilidad paralela y estrechamente espaciada, como los planos de estratificación, foliación y el

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micro fallas. Además, en los bordes de falla transformante, los esfuerzos de. Cizallamiento
producen desplazamientos a gran escala a lo largo de las principales zonas de falla. Por el
contrario, a grandes profundidades, donde las temperaturas, las presiones de confinamiento son
elevadas, un flujo en estado sólido es el responsable del cizallamiento.

2. PLEGAMIENTO Y MINERALIZACION

3.1 CUANDO LAS ROCAS SE PLIEGAN

3.1.1 Antecedentes generales

Como veíamos en el capítulo anterior, una roca sometida a deformación pasa por una breve primera fase de
deformación elástica, seguida de una deformación plástica, hasta que llegado el momento si el esfuerzo persiste
la roca se rompe (se falla).

En este capítulo nos ocuparemos del paso intermedio, es decir, la deformación de la roca pero sin rotura
(plegamiento), que en las rocas volcánicas es más restringido, pero que en las sedimentarias, particularmente
en las calizas o yesos, tiene una importancia decisiva. Al respecto, dado que las mineralizaciones
hidrotermales se asocian de manera preferente a los complejos volcánicos y plutónicos (aporte de calor ±
metales ± fluidos) en ese ambiente observaremos menos plegamiento que en regiones más ricas en sedimentos,
ya que se trata de rocas muy competentes, “rígidas”, que “tienden” más a romperse (por fallamiento) que a
plegarse. Al respecto, se dice que una secuencia de estratos sedimentarios está plegada cuando estos han sido
“curvados” como resultado de una deformación permanente. Esto puede ocurrir:

 Antes de que las capas se consoliden y entonces hablaremos de pliegues “sinsedimentarios”. Estos se forman
cuando un material sedimentario semiconsolidado se desliza sobre una superficie inclinada, debido a una
inestabilidad gravitacional inducida (o no) por un sismo.

 Con posterioridad a la consolidación de los sedimentos como roca sedimentaria. En este caso intervienen

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fuerzas activas (producidas durante una fase orogénica) que inducen la deformación.

 Deberíamos aquí también agregar los llamados “pliegues de arrastre” asociados en este caso a la dinámica
del movimiento de una falla.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 65,2013)

Plegamiento o pliegue, es una deformación de las rocas, generalmente sedimentarias,


en la que elementos de carácter horizontal, como los estratos o los planos de esquistosidad
(en el caso de rocas metamórficas), quedan curvados formando ondulaciones alargadas y de
direcciones más o menos paralelas entre sí.
Los pliegues se originan por esfuerzos de compresión sobre las rocas que no llegan a
romperlas; en cambio, cuando sí lo hacen, se forman las llamadas fallas. Por lo general se ubican
en los bordes de las placas tectónicas y obedecen a dos tipos de fuerzas: laterales, originados por
la propia interacción de las placas (convergencia) y verticales, como resultado del levantamiento
debido al fenómeno de subducción a lo largo de una subducción más o menos amplia y alargada,
en la

Que se levantan las cordilleras o relieves de plegamiento.

PLEGAMIENTO Y PLIEGUE

Con el objetivo de completar la descripción de los pliegues realizada en la asignatura de


Cartografía Geológica se incluyen dos apartados correspondientes a la clasificación de pliegues
según la forma de las capas plegadas y a la descripción de pliegues superpuestos.

Buena parte de las clasificaciones de pliegues se basan en la forma de las superficies plegadas.
No obstante, dado que lo que de hecho se dobla son capas, es decir, cuerpos tabulares de roca,

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una clasificación basada en su forma después del plegamiento puede resultar muy útil para
evaluar la deformación experimentada. La clasificación más utilizada y más útil para evaluar la
deformación fue desarrollada por Ramsey y es una clasificación geométrica rigurosa que se basa
en la definición de dos tipos de espesores relativos medidos a lo largo de la capa plegada y del
trazado de unas líneas denominadas isógonas.

Para clasificar un pliegue en una determinada capa, se localiza su plano axial y se lleva a la
vertical, con independencia de su orientación real en el terreno. El plano axial suele ser
perpendicular a las tangentes a las superficies de techo y muro de la capa en las charnelas, por lo
que, en esa posición, las tangentes a la charnela en las dos superficies estarán horizontales, es
decir, tienen una inclinación (α) de cero grados. Se define isógona de buzamiento como la línea
que une los dos puntos de igual inclinación en el techo y en el muro de un flanco de un pliegue.
Por tanto, para dibujar la isógona de un determinado valor de alpha, se trazan las dos tangentes
paralelas entre sí y de inclinación alpha, una al techo y la otra al muro de la capa y se unen los
puntos de tangencia de ambas superficies. La isógona de cero grados estará en la charnela y
vertical.

Es frecuente que en el curso de la deformación de una región, unas estructuras se superpongan


a otras. Es común que un sistema de pliegues sean plegados otra vez después de producirse el
primer plegamiento y, además, pueden estar afectados por fallas, lo que complica mucho su
representación cartográfica. Unos pliegues que se superponen a otros pre-existentes se
denominan pliegues superpuestos y dan lugar a una interferencia de plegamiento. La
superposición se produce en el espacio y, en general, en el tiempo, es decir, primero se forman
los correspondientes a un sistema de pliegues y después los correspondientes al otro. Si los dos
sistemas se forman a la vez, lo que es muy poco común, se llaman sincrónicos, y si ambos se
producen sucesivamente, sucesivos o meta crónicos.

Una estructura plegada, formada por varios sistemas de pliegues superpuestos, puede verse en
la Fig.6-33. La interferencia es, en ese caso, muy compleja. Interferencias más simple, puede
apreciarse que los planos axiales de los primeros pliegues, aunque no han sido dibujados, serían
doblados por los últimos. Puede verse también que los ejes de los primeros pliegues pueden

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resultar doblados y que los ejes de los pliegues últimos pueden originarse con varias
orientaciones diferentes (ver f2 en la figura de la derecha).

Normalmente, las interferencias de plegamiento se deben a la actuación de distintas orogenias,


es decir, episodios de larga duración en los que se produce deformación intensa de grandes
franjas de la corteza terrestre. También se dan como consecuencia de la actuación de varias fases
de deformación o episodios menores, dentro de una misma orogenia. La primera fase de
plegamiento que afecta a una

Pliegues Geológicos. Deformación de las capas geológicas, con forma ondulada. Los pliegues
surgen como consecuencia de la presión tectónica en rocas plásticas que, en lugar de fracturarse,
se pliegan. Un pliegue está constituido por el conjunto anticlinal-sinclinal. Los pliegues pueden
ser derechos, inclinados o tumbados, en función del buzamiento de su plano axial, y presentan
diversos grados de curvatura.

GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y DINÁMICA GLOBALJOSÉ MARTÍNEZ pg.31

Flexión Transversal
La capa se encorva bajo la acción de fuerzas aplicadas en dirección perpendicular al plano de
la capa. Para que ésta se encorve deben existir pares de fuerzas. Los pliegues que surgen en este
caso son pliegues originados por la flexión transversal. Los más característicos entre ellos surgen
como resultado de la acción de fuerzas verticales aplicadas a las capas horizontales. Así, por
ejemplo, el pliegue de flexión transversal se firma en las capas que recubren el basamento
cristalino, encima del bloque elevado y limitado por las fracturas. Las fuerzas que forman pares
con las fuerzas dirigidas de abajo hacia arriba van al encuentro de estas últimas y están
provocadas por la fuerza de gravedad, que sostiene a las capas en su nivel original fuera de los
límites del bloque que se eleva.
Flexión Longitudinal

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Surge bajo la acción de la fuerza de compresión de dirección paralela a las capas. Estas
últimas, durante la compresión longitudinal, pierden su estabilidad y, en lugar de deformarse
engrosando uniformemente, se encorvan.
Al encorvarse en pliegues paquetes de estratos divididos por superficies de resbalamiento
aliviado, toda capa resbala respecto a la subyacente, hacia la bóveda del anticlinal y respecto a la
supra yacente, hacia el gancho del sinclinal. Debido al rozamiento, al encorvarse el paquete de
estratos, toda capa en su interior se encuentra bajo la acción de un par de fuerzas, una de las
cuales (en el techo de la capa) está dirigida hacia la bóveda del anticlinal, y la otra (en él, muro
de la capa) hacia el gancho del sinclinal. Dicho par de fuerzas tiende a provocar en la capa una
deformación de desplazamiento.

PLIEGUES

Son arrugas producidas en las rocas mientras se encuentran en su estado plástico; sus
dimensiones van de centímetros a cientos de km.

Los pliegues se producen preferentemente en los bordes compresivos de las placas, es decir,
en las zonas de subducción, y en general a importante profundidad. Muchas rocas que en la
superficie terrestre se comportan frágilmente, pasan en la profundidad al comportamiento dúctil,
plegándose frente a esfuerzos de compresión y cizalla, ya que la mayor presión y temperatura
que existen en el subsuelo, favorecen la deformación plástica de las rocas. Para un tipo de roca
dado el estudio de la geometría de los pliegues puede informarnos de modo aproximado sobre el
mecanismo de formación y la profundidad a que se ha originado.

Estas rocas más antiguas se han alterado también sufriendo metamorfismo, razón por la cual
los minerales planares como las micas crecen paralelos unos a otros y la roca tiende a dividirse
fácilmente en láminas delgadas (esquistosidad). Al aumentar la distancia a la fuente de presión
que produce el plegamiento los pliegues van muriendo tanto en la vertical como en la horizontal.

Las partes de los pliegues son: el plano axial (PA) que es el plano de simetría, el eje del
pliegue (ac), la charnela (abc) que es la intersección entre el plano axial (PA) y el pliegue; los

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flancos (F) que en el dibujo tienen buzamiento () variable; y la cresta del pliegue (MN).Se
puede hablar del buzamiento a del eje (ac), del buzamiento de los flancos (), o el más
importante, el buzamiento del plano axial (PA) parámetro que también se denomina vergencia
del pliegue. Pero el rumbo de este rasgo estructural siempre se mide en el eje (ac) y por
consiguiente en el plano axial. Lo opuesto a la cresta de un pliegue es la depresión (para un
sinclinal). La cresta no necesariamente coincide con el eje del pliegue porque este es la traza del
plano axial cortándolo.

Distinguimos dos regiones en la sección transversal del pliegue, que es de forma convexa: la
más próxima a la superficie

(a) que está en la zona de tensión y la más profunda

(b) que está en la zona de compresión entre a y b hay una región intermedia simplemente
arqueada pero no sometida a compresión, ni tampoco a tensión.

Si el pliegue estuviese arqueado en forma cóncava, para un observador en la superficie, la


zona de compresión estaría por encima de la zona de tensión.

Tipos de pliegues. Existen tres clases principales de pliegues: los pliegues verdaderos o de
flexión, los pliegues de flujo y los pliegues de cizalladura o deslizamiento.

También se puede hablar de pliegues simples y complejos. Además, las denominaciones de


los pliegues pueden responder a su forma o a diferentes parámetros.

Los pliegues de flexión se forman por compresión de rocas competentes (duras); pueden pasar
a ser pliegues de flujo, en zonas donde hay rocas incompetentes (blandas), estas rocas se
comportan como una pasta espesa, no son muy capaces de transmitir la presión y suelen formar
muchos pliegues menores.

Los pliegues simples suelen darse en rocas jóvenes como las del terciario y cuaternario. Los
pliegues complejos se encuentran en rocas más viejas expuestas a movimientos terrestres durante

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más tiempo y que a menudo han quedado profundamente enterradas. Las rocas muy antiguas,
como las precámbricas, han sido replegadas muchas veces y han desarrollado estructuras como
los "boudins" (fragmentos cilíndricos de sección elíptica) y los "mullions" (aspecto de salchicha).

Se denomina braquianticlinal un domo que tenga un ancho igual al largo, y braquisinclinal a


una cubeta con un ancho igual al largo. Domos y cubetas se forman por compresiones complejas
de la corteza.

Los domos aislados pueden ser debidos al ascenso subterráneo de magma o de sal gema
(diapiros salinos). Otras denominaciones de los pliegues aluden a la disposición del plano axial, a
la geometría del pliegue o a los aspectos estructurales del mismo,

El Sinclinal de Tunja y los Anticlinales de Arcabuco y Toca. Estas estructuras de primer


orden, con longitudes de unos 100 km. y vergencias hacia el Este, son típicas de la Cordillera
Oriental Colombiana, y presentan trenes de pliegues con continuidades del orden de las decenas
de km. y vergencias contrarias a las pendientes estructurales de las estructuras de primer orden,
por lo que se evidencia una cierta independencia respecto a ellas. Al parecer, las segundas se
asocian a deformaciones por fenómenos gravitacionales. Veamos estos ejemplos de pliegues
colindantes ubicados en el extremo septentrional del Altiplano Cundiboyacense, que Andreas
Kammer de un lado y P. Patarrollo y M. Moreno del otro, han estudiado en su orden y por
separado, en Boyacá Colombia.

- El sinclinal de Tunja, está ubicado en medio de los anticlinales de Arcabuco y Toca, puesto
que ambos altos, separados unos 38 km., son las estructuras colindantes. Este sinclinal define una
depresión longitudinal de primer orden, cuya amplitud visiblemente va disminuyendo hacia el
NS. Las vergencias en los dos flancos, opuestas y apuntando hacia la margen de la depresión,
fingen una cierta simetría de los pliegues de segundo orden, pues la vergencia se hace a través
del propio eje sinclinal. En el flanco E del anticlinal de Tunja, los cabeceos son variados y la
tendencia se mantiene en la dirección NE.

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- El anticlinal de Toca, muestra una asimetría más marcada que el de Arcabuco, por su flanco
W menos inclinado casi hasta alcanzar la categoría de monoclinal, mientras el del E está afectado
por la falla de Soagapa, de visible desplazamiento en el orden de los primeros km. En el Alto de
Toca el eje anticlinal no muestra cabeceo. El anticlinal de Arcabuco, presenta su flanco W más
inclinado sin que la asimetría se pueda asociar a alguna falla mayor, mientras en su flanco E la
Falla de Boyacá refuerza la asimetría estructural y anuncia con su expresión una falla inversa.
Las estructuras de segundo orden muestran bisagras menos regulares que la de Arcabuco, de
curso casi rectilíneo.

El cabeceo del eje anticlinal varía de 5º en los extremos N y S a 15º en el Cerro San Marcos.
El buzamiento del flanco W es de 22º y 45º NW y para el del E de 44º y 52º SE

MANUAL DE GEOLOGIA ESCOBAR pag 16

Los pliegues son estructuras geológicas que responden a deformación plástica, y


se forman por la acción de esfuerzos tectónicos de compresión que ocurre en la corteza terrestre;
los pliegues suelen estar asociados principalmente a rocas sedimentarias.

Flancos o limbos
Los flancos son los planos laterales que conforman el pliegue, se necesita al menos dos flancos
para conformar un pliegue, también se los puede interpretar como la superficie de estratificación.

Eje o bisagra

Es la línea que corresponde a la máxima curvatura del pliegue y se forma por la intersección
entre los flancos del pliegue, en las distintas capas o superficies de estratificación.

Plano axial

El plano axial es aquel plano que se forma por la unión entre las líneas de los ejes, de cada capa
del pliegue consecutiva (en el mismo pliegue), dependiendo del tipo de pliegue, el plano axial
tendrá distinto ángulo de buzamiento.

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Tipos de pliegues

Aunque existen diversas formas para realizar la clasificación de los pliegues, las más comunes y
utilizadas se relacionan a la forma y orientación que tienen los elementos principales que
conforman los pliegues, es decir el plano axial, el eje y el ángulo entre flancos (ángulo
interlimbal).

Anticlinal

El anticlinal se caracteriza por ser convexo hacia la parte superior del pliegue, y porque los
materiales más jóvenes que conforman los pliegues conforman la parte superior del pliegue,
mientras que los materiales más antiguos conforman el núcleo del pliegue.
Si no se sabe que materiales son más jóvenes o antiguos es mejor nombrar a esta estructura
como “antiforma”

Sinclinal

El sinclinal se caracteriza por ser cóncavo hacia la parte superior del pliegue, y porque los
materiales más jóvenes conforman el núcleo del pliegue, mientras que los materiales más
antiguos conforman la parte inferior del pliegue.

Si no se sabe que materiales son más jóvenes o antiguos es mejor nombrar a esta estructura
como “sin forma”

La clasificación de los pliegues según el buzamiento del plano axial, tiene en cuenta el ángulo
de buzamiento del plano axial entre 0° y 90°. Los pliegues son: simétrico, inclinado, invertido,
tumbado.

Pliegue simétrico

Los pliegues simétricos, son aquellos donde el ángulo que forma el plano axial con el flanco, son
iguales en ambos lados, en estos pliegue el plano axial es vertical.

Pliegue inclinado

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En este caso el plano axial del pliegue está inclinado siendo diferente a 0° y 90°, de tal manera
que uno de los flancos del pliegue tiene mayor ángulo de buzamiento con respecto al otro, y el
ángulo interlimbal que forma el plano axial con el flanco son distintos.

Pliegue invertido

Es de características similares a los pliegues inclinados, pero en este caso, el ángulo de


buzamiento de uno de los flancos se invierte.

Pliegue tumbado

Un pliegue tumbado se forma cuando el plano axial es totalmente horizontal, es decir que el
ángulo de buzamiento es igual a 0°.

Cilíndricos

En los pliegues cilíndricos, el eje es horizontal, es decir que su inclinación es igual a 0°

Cónicos.

En los pliegues cónicos, el eje se encuentra inclinado, por lo tanto forma un ángulo con respecto
a la horizontal.

La clasificación de los pliegues por el ángulo interlimbal, se refiere al ángulo que se forma
entre los flancos del pliegue.

Pliegue muy abierto

En estos pliegues el ángulo interlimbal supera o es igual a los 120°, es decir que demuestra
plegamiento débil.

Pliegue abierto

En los plagues abiertos, el ángulo interlimbal está entre 70° a 120°.

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Pliegue cerrado

En los pliegues cerrados, el ángulo entre los flancos está entre 30° a 120°.

Pliegue estrecho

En los pliegues estrechos, el ángulo entre los flacos (ángulo interlimbal) está entre 10° a 30°

Isoclinal

En el pliegue isoclinal, el ángulo entre los flancos (ángulo interlimbal) es igual a 0°, es decir que
los flacos prácticamente están unidos.

PLIEGUES

El origen de los pliegues comienza a clarificarse con los cortes y experiencias de Hall (1805,
1812) en Edimburgo. En e1 corte publicado en 18 15, Hall reproduce los pliegues del Silúrico de
Berwickshire, donde poseía una casa en la que pasaba temporadas su amigo Hutton. Se pude
quizas considerar a Hall como el iniciador de la Geología Estructural experimental, ya que
reprodujo en un aparato con tornillos laterales y usando arcilla plástica, estructuras semejantes a
las de los cortes de la costa.

Como ya hemos visto, esta experimentación fue continuada posteriormente por Sorby en 1853 y
por Tresla (1 864, 1867, 1878, etc.), haciendo ver el papel de calor, agua y presión sobre la
redristalización y deformación plástica de las rocas. Harker (1886) hace notar asimismo el efecto
de la presión de confinamiento, Hall atribuyó posteriormente, influido sin duda por las ideas de
Hutton, el empuje horizontal que daba lugar al plegamiento, a la intrusión de masas graníticas.

La influencia de las rocas ígneas sobre la estructura no ha dejado de ser discutida desde entonces.

En 1818 enuncia von Buch su teoría de /a elevnción (Erhebungstheorie), según la cual, las
convulsiones originadas por la intrusión de los pórfidos augíticos, causaban desplazamientos,

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fracturas, hundimientos y plegamiento~. Sobre esta teoría nos extenderemos posteriormente al


referirnos a la orogenesis.

Los conceptos de anticlinal y sinclinal fueron introducidos respectivamente por Conybeare


(1822) y Buckland (1823). Es de gran importancia el trabajo de Thurmann (1830) Essai sur les
soulevements jurassiques de Porrentruy en que describe con detalle el plegamiento del Jura,
atribuyéndolo a agentes plutónicos. Describe estratos deslizados unos sobre otros, estiramientos
y rupturas angulares. Según este autor, las rocas se habrían plegado en su estado primitivo aún
plástico y solidificado tras el plegamiento. Dumont (1832) confecciona un mapa geológico con
cortes, del distrito de Lieja, en que pone en claro el plegamiento isoclinal y se da cuenta de la
existencia de series invertidas, por lo que no se puede emplear el buzamiento como criterio de
edad relativa, según la creencia de entonces.

Según este autor, tuvo lugar un violento plegamiento con inversión, lo que sugería el efecto
producido por el deslizamiento de una parte de la corteza por un plano inclinado. Es en estas
fechas cuando tiene lugar el auténtico florecimiento de la Geología Estructural, con elucidación
de estructuras pequeñas y grandes y su relación con las menores. Sedgwick (1835), Phillips
(1844) y Sharpe (1847) se dieron cuenta del paralelismo general de la dirección de la
esquistosidad y de los ejes de los pliegues en extensas áreas de las zonas orogénicas, y Darwin (1
846), Sorby (1 853) y Rogers (1 856) (Fig. 5), observaron la semejanza de orientación entre los
planos de esquistosidad y los planos axiales de los pliegues. Sedgwick, Phillips y Sharpe
sugirieron que la esquistosidad se encontraba superpuesta a los pliegues, mientras que Tyndall
(1856) concluyó que la ‘formación de la esquistosidad y el plegamiento eran más o menos
sincrónicos.

ORIGENES DE LA GEOLOGIA E. MARTINEZ GARClA pag 19

Origen de los pliegue

Son deformaciones plásticas que afectan a varios estratos. Se visualizan fácilmente por la
pérdida de horizontalidad de los estratos.

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Elementos geométricos de los pliegues

En un pliegue podemos describir una serie de elementos "geométricos" que nos servirán para
definirlo, clasificarlo e, incluso, averiguar algunos factores de su origen.

PLIEGUES
1. Origen de los sistemas plegados y ambientes tectónicos en los que se encuentran
(Posicionamiento tectónico).
2. Tipos de pliegues: anticlinales, sinclinales, monoclinales.
3. Elementos geométricos: limbo dorsal, limbo frontal, cresta y línea de cresta, línea/s de
charnela/s, plano axial, traza de plano axial, eje de pliegues.
4. Medidas: amplitud y longitud de onda. Superficie media.
5. Ordenes de plegamiento.
6. Importancia de conocer la base y techo de los bancos. Anticlinales vs Antiformas,
sinclinales vs. Sinformas.
7. Clasificación según simetría: simétrico, asimétrico, volcado, recumbente.
8. Ejes buzantes. Anticlinal buzante, sinclinal buzante. Braquianticlinales y
braquisinclinales. Domos estructurales y cubetas estructurales.
9. Clasificación según variación de espesor. Concéntricos paralelos, concéntricos no
paralelos, similares.
10. Clasificación según forma. Pliegues en caja, chevron, etc.
11. Cizalla entre capas en un pliegue. Control de la fricción en los planos de cizalla.
12. mportancia de los pliegues especialmente en la industriahidrocarburífera.
13. Importancia como trampa e importancia de zonas de daño en un pliegue.
14. Escalas de los pliegues.
15. Modelos de pliegues relacionados a falla.
16. Pliegues de flexión de falla.
17. Pliegues de propagación de falla.
18. Pliegues por despegue.
19. Fracturación y zonas de daño vinculadas con el plegamiento.

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3.1.2 Elementos de un pliegue y tipos de pliegues


Hay varios elementos geométricos diferenciables en un pliegue: sus limbos o flancos, que representan la
superficie curvada; el plano axial, que separa el pliegue en dos mitades; la charnela, que surge de la intersección
de ese plano axial con la superficie curvada; y por último el eje (denominado b o β), que es paralelo a la
charnela y está contenido dentro del plano axial.

 Para medir el plano axial podemos usar una carpeta rígida, posicionándola en el pliegue de manera que coincida
con el plano axial teórico. Lo siguiente es medir la dirección y buzamiento de dicha carpeta.
 Medir el eje del pliegue es aún más fácil, ya sabemos qué dirección tiene (porque está contenido en el plano
axial) y tan solo resta medir los grados de inclinación (y hacia dónde) que tiene con respecto a la horizontal.
Si volvemos al uso de la carpeta, y para estar seguros, digamos que podemos poner un bolígrafo sobre el plano
de la carpeta. La inclinación de ese bolígrafo nos dará el valor que falta de b (β).
La complejidad de los pliegues depende de los materiales a plegar. Así como comentábamos anteriormente,
mientras las rocas volcánicas se resisten a plegarse y pasan de manera relativamente fácil (dependiendo de su
composición) a la rotura mediante falla, las rocas sedimentarias, especialmente las calizas y yesos pueden formar
complejas estructuras de plegamiento.

No obstante, el estilo de plegamiento dependerá también en gran medida de la tectónica, esto es, si hablamos
de orógenos colisionales (una placa continental colisiona con otra; p.ej., Alpes, Béticas-Rif, Himalayas) o de
márgenes activos de tipo andino donde el régimen de compresión-extensión está básicamente controlado por
la velocidad de

Convergencia de las placas (oceánica y continental). Del primer caso y habiendo calizas implicadas, resultan las
más espectaculares cadenas de plegamiento. Por el contrario, en los márgenes activos la sedimentación de
facies marinas es restringida. Por ejemplo, en el norte de Chile

Tampoco los esfuerzos de las fases compresivas en los niveles superiores son tan intensos como
para generar plegamiento masivo al estilo alpino. De hecho, y es casi una paradoja, que el plegamiento y

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fallamiento más complejos en facies sedimentarias en el norte de Chile no se asocie a una fase compresiva, sino
que a una extensional que dio como resultado el llamado “Caos de Puquios” (Copiapó, III Región) (Mpodozis y
Allmendinger, 1992, 1993).

CARACTERÍSTICAS DE UN PLIEGUE

 Inmersión: ángulo que forman una línea de charnela y el plano horizontal.

 Dirección: ángulo formado entre un eje del pliegue y la dirección norte - sur.

 Buzamiento: ángulo que forman las superficies de cada flanco con la horizontal (tomando
siempre la máxima pendiente para cada punto).

 Vergencia: dirección hacia la que se inclina el plano axial de un anticlinal no recto (también
dirección hacia la que se desplaza el bloque superior de un cabalgamiento).

3.1.3 Mecanismos de plegamiento

Revisaremos aquí brevemente los principales mecanismos de plegamiento de una secuencia estratificada en el
mundo frágil y su transición a la ductilidad. Existen dos mecanismos posibles que se agrupan en el concepto de
plegamiento flexural, el cual a su vez depende de que exista una cierta anisotropía mecánica entre las capas
(competentes versus incompetentes) (Donath y Parker, 1964):

3.1.3.1 Deslizamiento flexural (flexural slip), donde las capas se deslizan “entre” ellas a lo largo de los planos de
estratificación. Solo en la charnela no hay deslizamiento. En este plegamiento el espesor de las capas se
mantiene constante en todo el pliegue.
3.1.3.2 Flujo flexural (flexural flow), que se desarrolla por flujo de material “dentro” de las capas. En este caso la zona de
la charnela puede ser engrosada por movimiento de materiales desde los flancos (limbos).

El que se desarrolle uno u otro mecanismo (o una combinación de ambos) depende del comportamiento
mecánico de las capas.

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(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 70,2013)

Dos son los mecanismos de plegamiento más posibles que se agrupan en el concepto de plegamiento flexural:
 Deslizamiento flexural, las capas se deslizan entre sí mismas.
 Flujo flexural, por flujo de material.

3.1.4 Esquistosidad de plano axial, pliegues parásitos y grietas de tensión.

El plegamiento conlleva la formación de estructuras asociadas que es conveniente conocer ya que pueden ser
útiles llegado el momento de resolver estructuras en el campo.

Un fenómeno comúnmente asociado al plegamiento es la llamada “esquistosidad de plano axial”, esto es, una
fábrica planar desarrollada más o menos paralela al plano axial de los pliegues y normal al esfuerzo principal.
Si la secuencia contiene rocas pelíticas (p.ej., lutitas) y psamíticas (p.ej., areniscas) además se producirá una
“refracción” de la fábrica planar debido a la distinta competencia de los materiales. Así, en niveles superiores
de la corteza el plegamiento se realizará por deslizamiento flexural y a medida que aumente la ductilidad de
los materiales tendremos flujo flexural.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 76,2013)

ESQUISTOSIDAD

Es la propiedad de ciertas rocas y suelos, notablemente los esquistos o pizarras, que les lleva a
organizarse en láminas o superficies paralelas entre sí.

Está ligada a la microestructura del material, pues en ciertas configuraciones la presencia de una
fuerza perpendicular permite la reordenación de los minerales que lo forman. Esta ordenación
genera un clivaje o propensión a la rotura en planos paralelos, dado que los enlaces que se
generan entre las láminas son más débiles que los enlaces en el plano de estas.

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3.2 Fluidos en pliegues

3.2.1 Régimen de fluidos en un pliegue


Bajo el punto de vista de la exploración de yacimientos minerales, así como de la detección de nuevos
cuerpos mineralizados en un yacimiento sólo conocido “en parte”, es importante determinar cuáles serán los
sitios preferentes para la formación de cuerpos mineralizados en una secuencia plegada.

El movimiento de fluidos en un pliegue así como la posterior deposición de su carga mineral depende en gran
medida de los siguientes parámetros. En primer lugar tenemos la permeabilidad de las capas. Por ejemplo, si no
están sellados los poros, una arenisca o una toba de lapilli poseerán una gran porosidad efectiva que permitirá en
gran medida el libre tránsito de fluidos a lo largo del estrato. Por el contrario, las lutitas o calizas representan
condiciones de baja permeabilidad y por tanto ofrecen escasas posibilidades de movimiento a un fluido.

Clave para entender el posicionamiento de los cuerpos mineralizados son además el esfuerzo y deformación
(stress y strain). Conviene aquí recordar una vez más el significado de estos dos términos que en ocasiones
suelen confundirse. El “esfuerzo” es una fuerza que actúa sobre una roca por unidad de superficie, es decir,
hablamos de presión “dirigida”. Digamos además que el esfuerzo en el plegamiento puede ser de compresión
o tracción (“negativo” en este último caso). Por su parte la “deformación” es un cambio en la forma o tamaño
en la roca que resulta del esfuerzo aplicado.

Como cualquiera podrá imaginar los fluidos “huirán” de las zonas en un pliegue sometidas a una fuerte
deformación y migrarán donde el esfuerzo sea mínimo o negativo (zona de apertura). Podemos pensar como
análogo simple en una “esponja de cocina” con agua en los poros. Si la apretamos el agua saldrá de los
poros abandonando la esponja mayoritariamente.

En este mismo sentido, las zonas de mínimo esfuerzo se localizan (como cabría esperar) no en los flancos
(lugar de aplicación del esfuerzo) sino que en las charnelas de los pliegues. Es ahí, en la zona de las
charnelas donde se podrá encontrar los cuerpos mineralizados más importantes. Estos cuerpos
mineralizados pueden ser de dos tipos: 1. Filones en grietas de tensión en las charnelas de pliegues con rocas

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competentes (rígidas); y 2. Los llamados filones tipo saddle reef (o trough reef si están en la charnela de los
sinclinales) que también se localizan en los mismos sectores pero con mayor masa mineral.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 84,2013)

El movimiento de fluidos en un pliegue depende en gran medida de los siguientes parámetros.


 La permeabilidad de las capas, ,si no están sellados los poros, una arena o una toba de lapilli tendran una gran
porosidad efectiva que permitirá el libre tránsito de fluidos a lo largo del estrato.
 El gradiente de presión, ya que los fluidos se moverán hacia aquellos sitios donde esta sea más

baja, en condiciones normales: “hacia arriba”.

3.2.2 Tipos de yacimientos

El tipo característico de yacimiento asociado a este tipo de estructuras son los “mesotermales de oro”
(mesothermal gold deposits). Estos se asocian a terrenos metamórficos de diverso grado y de todas las
edades. Quizás si el término “mesotermal” está algo desprovisto de contenido dado el amplio espectro de
profundidades de formación y grado metamórfico de los terrenos que los albergan; al respecto Groves et al.
(1998) sugieren el nombre de “yacimientos orogénicos de oro” (orogenic gold deposits). Estos autores indican
que tal vez la característica más constante de estos yacimientos sea su asociación con terrenos metamórficos
deformados de todas las edades y tipos, incluyendo los cinturones de rocas verdes del Arqueozoico y fajas
metamórficas del Fanerozoico; por otra parte se reconoce una fuerte asociación con las facies de los esquistos
verdes, aunque también hay casos de mayor grado (hasta granulitas). Mineralógicamente estos yacimientos se
caracterizan por poseer leyes relativamente altas de oro (5-30 g/t Au), donde este metal aparece en sistemas
filonianos (vetiformes) dominados por la presencia de cuarzo,
con sulfuros (≤ 3-5%) (principalmente sulfuros de Fe) y carbonatos (≤ 5-15%).
Las venas suelen ser muy continuas en leyes o mineralogía a lo largo de la vertical.
La alteración hidrotermal consiste básicamente en carbonatos (ankerita, dolomita,
calcita).

Los yacimientos tipo saddle reefs en charnelas se reconocen sobre todo en secuencias turbidíticas (pizarras y

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metagrauvacas), aunque no son el único tipo morfológico, siendo acompañados por otros tipos filonianos, brechas
y stockworks en rocas competentes y zonas de foliación en sectores de deformación más dúctil.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 86,2013)

Los yacimientos mesotermales se forman a temperaturas y presiones moderadas, estos se asocian a


terrenos metamórficos de diverso grado y de todas las edades. La alteración hidrotermal consiste básicamente en
carbonatos (ankerita, dolomita, calcita).

3.2.3 Dufferin (Nueva Escocia - Canadá): un clásico


Uno de los mejores ejemplos de mineralización de cuarzo-oro en saddle reefs lo constituye el caso de
Dufferin en Nueva Escocia (Nova Scotia, Canadá). En estas mineralizaciones las venas estratoligadas que se
observan en los flancos de anticlinales son delgadas (< 30 cm), pero pueden alcanzar potencias importantes (> 6
m) en las charnelas de los pliegues.

La mina Dufferin había producido hacia 1998 1,4 millones de gramos de oro y sus reservas en la época eran de
unas 103.000 t a 13 g/t Au. Pero la historia de esta mina no termina aquí, porque datos más recientes
(Strikepoint Gold Inc., 2010) indican que más reservan esperan ser extraídas.

Las minas Dufferin se localizan dentro del terreno tectónico Meguma del Paleozoico Inferior en Nueva
Escocia, el que alberga unos 60 distritos auríferos con una producción histórica de 1,2 millones de onzas Au.
La zona es considerada como una de las áreas clásicas de oro emplazado en secuencias plegadas de turbiditas
(Kontak et al., 2001).
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 89,2013)

Localizadas dentro del terreno tectónico Meguma del Paleozoico Inferior en Nueva Escocia, Las minas
Dufferin, el que alberga unos 60 distritos auríferos con una producción histórica de un millon de onzas Au. La
zona es considerada como una de las áreas clásicas de oro emplazado en secuencias plegadas de turbiditas .

3.3 Exploración de saddle reefs auríferos y filones asociados

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3.3.1 En busca de un modelo simplificado: las claves del Meguma

Los yacimientos auríferos del Meguma comparten una serie de características que permiten elaborar un modelo
común para estos más allá de las relativas divergencias que pueda haber entre un yacimiento y otro. Así se
puede establecer el siguiente modelo para dichas mineralizaciones (Kontak et al., 2001):

1. Los filones están confinados a las charnelas de pliegues y flancos con gran buzamiento, lo que implica que los
fluidos se movieron a lo largo de estructuras previamente generadas.
2. Los filones se emplazaron en una fase tardía del plegamiento por deslizamiento flexural.
3. En base a consideraciones estructurales y dataciones absolutas la edad de mineralización se estima en 370 Ma y en
algunos casos fue coincidente con el emplazamiento de granitos.
4. Los fluidos son exóticos con respecto a las rocas encajantes de la mineralización, pero muestran diversos
niveles de interacción entre fluidos y rocas.
5. El régimen de presiones varió entre litostático y supralitostático durante la formación de los filones.

Aunque Kontak et al. (2001) sugieren que los fluidos serían de origen metamórfico, Sangster y Smith (2007)

van más allá señalando lo siguiente. Edades 40Ar/40Ar sugieren una edad en torno 360-380 Ma para los
yacimientos y permiten sugerir una relación con los granitos devónicos; sin embargo dataciones más recientes
(Re/Os) en arsenopirita sugieren que la formación de los filones comenzó con el inicio del metamorfismo
(ca. 408 Ma) lo que reafirmaría la idea de Kontak et al. (2001). Sin embargo otras edades entorno a 375 Ma
sugieren también la posibilidad de un segundo episodio de mineralización o que la mineralización fue episódica
o continua entre la deformación (metamorfismo) y la intrusión de los granitos.

Cualquiera sea el caso, resulta evidente que los elementos fundamentales necesarios para que se formen
yacimientos tipo Meguma son los siguientes:

 Rocas sedimentarias turbidíticas plegadas por deslizamiento flexural y con metamorfismo de grado bajo. La
presencia de grauvacas-metagrauvacas parece esencial dado que presentan una porosidad importante (de otra
manera impediría el movimiento de fluidos). Por otra parte, un metamorfismo de grado alto haría desaparecer

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esos rasgos sedimentarios que precisamente permiten el paso de los fluidos.

 Metamorfismo-intrusiones graníticas-fluidos: o el huevo y la gallina. Que los fluidos sean de origen


metamórfico o granítico puede que no sea un argumento decisivo por dos razones principales: 1) ambos
suelen estar presentes en orógenos de tipo hercínico (= varisco y sus equivalentes en Canadá-USA, Africa o
Sudamérica); 2) como señalan Sangster y Smith (2007), puede que tanto el metamorfismo como el
plutonismo hayan participado en el proceso mineralizador.

3.3.2 Dónde y por qué: la búsqueda de un escenario potencial

Dada la naturaleza y posición paleo-geográfica del terreno Meguma, una de las primeras regiones que saltan
a la vista es la del orógeno hercínico de Iberia (España-Portugal), ya que tanto los terrenos canadienses
(p.ej., Avalonia, Meguma) como los ibéricos (Galicia-tras-os-Montes, Zona Centro Ibérica) estuvieron
relacionados tectónica y paleo-geográficamente a comienzos del Paleozoico (Martínez Catalán et al., 1997).
Sin embargo, un terreno como el Meguma difiere substancialmente en grado metamórfico de los terrenos
alóctonos ibéricos del NW (de mucho mayor grado) (Alcock et al., 2005).

Por otra parte, la Zona Centro Ibérica (ZCI) contiene una unidad cuyas características litológicas y de
metamorfismo se parecen mucho a las del terreno Meguma. Nos referimos al Complejo Esquisto Grauváquico
(Proterozoico- Cámbrico Inferior). La serie está constituida por una potente serie de varios miles de metros de
materiales detríticos parte de los cuales muestran características turbidíticas de tipo flyschoide.

Al respecto, aunque el terreno Meguma es de otra edad y no alcanza la posición de la Zona Centro Ibérica
(ZCI; autóctono relativo) y debemos considerar los siguientes aspectos:

 Que tanto Meguma como el Complejo Esquisto Grauváquico (CEG) en la ZCI contienen alrededor de 10.000
metros de secuencias turbidíticas muy parecidas (Keppie y Dallmeyer, 1987).

 Que tanto Meguma como el CEG sólo sufrieron metamorfismo de grado bajo.

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 Que sus edades no son substancialmente diferentes y podrían ser consideradas como facies diacrónicas: CEG
→ Neoproterozoico-Cámbrico, Meguma → Cámbrico-Ordovícico (Keppie y Dallmeyer, 1987).
 Que Meguma y el “autóctono” de Iberia (incluyendo el CEG) pueden ser considerados como sistemas de rifts
conjugados (Martínez Catalán et al., 1997).
 Y por último pero no por ello menos importante, que mientras en el Meguma de Nueva Escocia existe toda una
provincia metalógénica aurífera, en el CEG se reconocen (no obstante) una serie de anomalías auríferas,
depósitos de oro residual tipo placer (Herrero et al., 1987; Barrios Sánchez et al., 2009), y yacimientos
filonianos de Au-Sb (Ortega et al., 1995).
4 (G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 93,2013)

Un terreno como el Meguma difiere substancialmente en grado metamórfico de los terrenos alóctonos
ibéricos. Por otra parte, la Zona Centro Ibérica (ZCI) contiene una unidad cuyas características litológicas y
de metamorfismo se parecen mucho a las del terreno Meguma.

4.2.1 El sur de Chile: ¿otro escenario potencial?

Chile es conocido como un país tectónicamente ligado a una convergencia entre una placa oceánica (Nazca) y otra
continental (Sudamérica), cuyo resultado final es un magmatismo calco-alcalino importante que se manifiesta
como vulcanismo e intrusiones masivas. En términos de yacimientos se le conoce como un país de
gigantescos pórfidos cupríferos, yacimientos epitermales de oro-plata, y yacimientos de hierro. Si bien esto es
correcto para lo que allí se denomina el Ciclo Andino (equivalente temporal al Ciclo Alpino) la geología más
antigua muestra una realidad bastante desconocida en el extranjero, y en cierta medida hasta para muchos
geólogos chilenos.

Chile centro-sur posee un basamento metamórfico cuya máxima expresión se alcanza al sur de la ciudad
de Concepción, allí donde empieza la Cordillera de Nahuelbuta (cordillera del puma grande) y continúa a lo
largo de la Cordillera del Queule (= árbol que da unos pequeños frutos comestibles; Gomortega nitida).
Estas cordilleras costeras, en general de baja altitud, se caracterizan

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La deformación aumenta de manera notable de Este a Oeste no reconociéndose en los sectores centrales o
costeros ningún rasgo textural o estructural que recuerde al protolito de estas rocas (excepción hecha un
pequeño afloramiento de pillows basálticas). El metamorfismo varía de alta temperatura en el Este a relativa alta
presión en el Oeste, alcanzándose “transiciones” a la facies de los esquistos azules (anfíboles calco-sódicos a
sódicos, pero sin jadeíta).

El potencial para mineralizaciones auríferas en estas unidades es interesante y abarca desde mineralizaciones
auríferas asociadas a las zona de esquistos verdes y facies BIF (Oyarzun y Helle, 1985) o como hipótesis de
exploración aquí

4.3 Resumiendo sobre el tema

4.3.1 Los atributos básicos

Como punto de partida la exploración de yacimientos minerales necesita dos cosas fundamentales:

 Un blanco de exploración bien caracterizado en sus atributos esenciales.


 Ideas geológicas sobre el “dónde” y (sobre todo) el “porqué” buscarlo en una determinada región o zona.

La razón es simple, hay que tener claro el tipo de yacimiento que estamos buscando y por supuesto,
debemos saber “cómo” buscarlo. En el ejemplo que acabamos de revisar (que por cierto, dejamos aquí
como una “idea” geológica), conocíamos los siguientes hechos:

 El tipo de yacimiento: saddle reefs auríferos y filones asociados.


 Sabemos en qué rocas buscarlos: secuencias turbidíticas: rocas con “alta” y “baja” porosidad.
 Y por último sabemos cuál es el ambiente estructural donde buscarlo: pliegues de plano axial vertical con
charnelas bien definidas.

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Otros atributos importantes son el desarrollo de un metamorfismo de grado bajo que preserve algunos rasgos
sedimentarios (el grado alto acabaría con la porosidad) y por último, un plutonismo. El Complejo Esquisto
Grauváquico cumple con todos o casi todos los atributos requeridos para albergar mineralizaciones auríferas
tipo saddle reef, y de hecho existen evidencias, llamémoslas indirectas (placeres y anomalías de oro), que hacen
“subir la apuesta” por esta unidad.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 102,2013)

La exploración de yacimientos minerales necesita dos cosas fundamentales:

 Un blanco de exploración.
 Ideas geológicas sobre el “dónde” y (sobre todo) el “porqué” buscarlo en una determinada región o zona.

3.5 Cuando el plegamiento es posterior a la mineralización

3.5.1 La vieja historia del “sin-“ y el “epi-“ genetismo (or who cares)

Resulta tentador decir sin más que aquellos yacimientos que se formaron con posterioridad al plegamiento
de rocas sedimentarias (acompañadas o no de volcánicas) son “epigenéticos” y que aquellos que se
formaron más o menos contemporáneamente con dichas rocas son “singenéticos”. Sin embargo, estos son
términos cargados de “veneno” en geología, y en muchos sentidos casi sería mejor desterrarlos definitivamente.

Para empezar, aún asumiendo que la mineralización fue (más o menos) contemporánea con la formación de
las rocas que la albergan, los cambios que puedan haber ocurrido con posterioridad pueden ser tantos y tan
importantes que suscitan en ocasiones la pregunta ¿cuánto queda de los rasgos originales de la
mineralización? En cierta medida esto recuerda a esos programas de la televisión americana (p.ej., Overhaulin’
en el Discovery Channel) en que un grupo de expertos en diseño, mecánica, chapa y pintura cogen un coche
que debería haber ido al desguace hace décadas y lo dejan como nuevo, todo esto para gran sorpresa del
dueño de ese coche. Normal que se sorprenda, porque entre lo que había y lo que le entregan hay (muy) pocas

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cosas en común (muchas veces ni tan siquiera el motor…).

Supongamos por un momento que unos sulfuros son depositados en un fondo marino con sedimentación
activa y vulcanismo contemporáneo. Hasta ahí hablar de singenetismo sería (en principio) correcto ¿pero qué pasa
si con posterioridad la secuencia es plegada y metamorfizada? ¿Podemos acaso pensar (seriamente) que nada ha
pasado con los sulfuros o que los rasgos iniciales se han preservado “impolutos” cual milagro de la naturaleza?
Difícil de creer.

Sin entrar en más consideraciones sobre este tema (que aún así conviene aclarar) nos gustaría aquí introducir
someramente dos casos interesantes de plegamiento hercínico sobre secuencias volcánicas y sedimentarias.
Apuntes Geología Estructural Laura Salazar pg. 88 2018

Aquellos yacimientos que se formaron con posterioridad al plegamiento de rocas sedimentarias


(acompañadas o no de volcánicas) son “epigenéticos” y que aquellos que se formaron más o menos
contemporáneamente con dichas rocas son “singenéticos”. Sin embargo, estos son términos cargados de “veneno”
en geología, y en muchos sentidos casi sería mejor desterrarlos definitivamente.

3.5.2 Plegando capas sulfuradas

Ejemplos de plegamiento “posterior” a los procesos de mineralización los hay muchos y de diferentes tipos,
sin embargo hemos querido seleccionar aquí dos casos españoles por pertenecer a distritos mineros
mundialmente conocidos (Almadén y Rio Tinto).

 El Entredicho (Distrito de Almadén) (Palero y Lorenzo, 2009): El Entredicho, al igual que el emblemático
yacimiento de Almadén, encaja en la llamada Cuarcita de Criadero (Silúrico Inferior). El yacimiento comenzó a
explotarse en 1979 y cerró (una vez agotadas las reservas) en 1997. El tamaño final de la explotación a cielo
abierto cuando cerró la mina era de 450 x 350 x 70
m. Su estratigrafía es similar a la de Almadén, con las llamadas Pizarras de Muro en la base (footwall), la
Cuarcita de Criadero (que porta la mineralización de cinabrio), la Alternancia Superior con pizarras

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(hangingwall), la diatrema Frailesca y dos sistemas de diques máficos.

 Las Minas de Rio Tinto (Tornos et al., 2009): se trata de uno de los distritos mineros más famosos en el
mundo por el tamaño de la mineralización y por

su intensa historia, habiéndose trabajado de manera discontinua durante aproximadamente 5000 años por
tartesios, fenicios, romanos, árabes, ingleses y españoles. El elevado interés geológico de este distrito minero de
sulfuros masivos se debe a que es probable que se trate de la mayor anomalía de azufre en la corteza de la
Tierra, con tonelajes originales de alrededor de los 2500 millones de toneladas de roca mineralizada. Una
quinta parte correspondía a sulfuros masivos con un contenido medio de 45% S, 40% Fe, 0,9% Cu, 2,1%
Zn, 0.8% Pb, 0,5 g/t Au, y 26 g/t Ag. El
distrito encaja en rocas del Carbonífero Inferior fuertemente plegadas durante la orogenia hercínica (thin skin
tectonics: TST) bajo condiciones de metamorfismo bajo. La secuencia estratigráfica está caracterizada por la
presencia del llamado Complejo Volcanosedimentario (hasta 1300 m de pizarras, dacitas, riolitas, basaltos,
areniscas, en un contexto volcánico bimodal).
Apuntes Geología Estructural Laura Salazar pg. 89 2018

El plegamiento “posterior” a los procesos de mineralización:

 El Entredicho (Distrito de Almadén) (Palero y Lorenzo, 2009): El Entredicho, al igual que el emblemático
yacimiento de Almadén, encaja en la llamada

Cuarcita de Criadero (Silúrico Inferior).


 Las Minas de Rio Tinto (Tornos et al., 2009): se trata de uno de los distritos mineros más famosos en el
mundo por el tamaño de la mineralización y por

3.5.3 Plegando capas sulfuradas y “retocando” los materiales iniciales

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Los minerales sulfurados y las rocas volcánicas no parecen en principio candidatos “ideales” para la deformación
plástica. Si bien las rocas volcánicas máficas (p.ej., basaltos) o intermedias (p.ej., andesitas) responden mal a
la deformación por plegamiento, resolviéndose tal deformación como una rotura (esto es, por fallamiento),
en algunos casos no ocurre así como en las riolitas. Efectivamente, estas rocas volcánicas saturadas en sílice se
caracterizan por tener un módulo elástico sensiblemente menor que otras rocas como basaltos o andesitas, es
decir, se requiere un esfuerzo menor para deformarlas.

La mejor respuesta de las riolitas a la deformación plástica y plegamiento hay que buscarla en su composición
mineralógica y su frecuente textura porfírica (grandes cristales de cuarzo y feldespato en una matriz de grano
fino o vítrea), lo que favorece los procesos deformativos intracristalinos y de reajuste de granos en la matriz.
Más aún, tal comportamiento plástico se verá facilitado o acrecentado si hay condiciones de temperatura no
necesariamente altas. En este sentido, a partir de 300º-350ºC, temperaturas propias de metamorfismo de grado
bajo, el cuarzo y el feldespato pasan a tener un comportamiento dúctil (Passchier y Trouw, 2005). Lo mismo
señala Sibson (1977), que indica una temperatura de 300ºC para la transición frágil/dúctil en una corteza
cuarzo-feldespática. Esta es una temperatura baja que marca el límite inferior de la facies de esquistos verdes
en el metamorfismo regional.

En lo que se refiere a los sulfuros, evidencias texturales del yacimiento de sulfuros masivos de Renström (Suecia)
(Duckworth y Rickard, 1993) sugieren que la pirita puede dar lugar a fenómenos importantes de deformación
plástica, mientras que otros sulfuros como la galena, pirrotina, o calcopirita, se rompen y recristalizan.
Brown y McClay (1993) en su estudio del yacimiento de sulfuros masivos de Vangorda (Yukón, Canadá)
llaman la atención también sobre el papel de los fluidos en zonas de alta deformación, llegando a sugerir que una
fase fluida actuando a lo largo de los flancos de un pliegue puede reducir significativamente el esfuerzo
requerido para inducir la deformación plástica de la pirita. Estos autores concluyen su trabajo indicando que se
puede esperar que la deformación de la pirita en yacimientos tales como Vangorda no sólo haya cambiado
profundamente las características texturales de la mena sino que también haya podido afectar las
características químicas e isotópicas de la misma.

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Evidencias texturales del yacimiento de sulfuros masivos de Renström (Suecia) (Duckworth y Rickard, 1993)
exponen que la pirita puede dar lugar a fenómenos importantes de deformación plástica, mientras que otros
sulfuros como la galena, pirrotina, o calcopirita, se rompen y recristalizan.

3. FALLAS, ZONAS DE FALLA Y MINERALIZACION

4.1 Cuando las rocas se rompen o simplemente fluyen en las profundidades.

4.1.1 Antecedentes generales


Existen tres conceptos relacionados entre sí: falla, zona de falla y zona de cizalla (McClay, 1987; Davis y
Reynolds, 1996; entre muchos), que en ocasiones son utilizados de manera poco rigurosa:

 Falla: se trata de una fractura frágil en una roca, a lo largo de la cual se ha producido un desplazamiento
visible paralelo a la superficie de la fractura. Si no existe tal desplazamiento a lo largo del plano de rotura,
entonces hablamos de una “diaclasa”.
 Zona de Falla: Se trata de una estructura frágil compuesta por innumerables planos de falla, sub-paralelos o
marcadamente oblicuos entre sí, interconectados, y estrechamente espaciados. En algunos sectores la zona de
falla puede contener zonas de brecha o harina de falla (fault gouge) que obviamente no permitirán observar
los planos interconectados antes mencionados. El color de la roca afectada cambia sensiblemente y se
pueden formar bandas (paralelas al fallamiento) de colores variados (rojos, violetas, amarillos, verdes, etc.)
Rocas de falla (y “cizalla”)

Los materiales que se encuentran sometidos a una rápida deformación a temperatura relativamente baja, con
recuperaciones bajas o nulas, originan rocas pertenecientes a la serie cataclástica. En el otro extremo, ahí donde
domina la recuperación-recristalización, a temperaturas más elevadas, se formarán rocas pertenecientes a la
serie milonítica y las metamórficas (Wise et al., 1984).

Zona de Cizalla: Se trata normalmente de una ancha banda de deformación generada bajo condiciones
dúctiles, lo que para rocas cuarzo- feldespáticas significa temperaturas mínimas de 300-400º C. Las
condiciones de ductilidad, para un gradiente geotérmico normal, empiezan a unos 10-15 km de profundidad. A

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estas profundidades se encuentra la transición dúctil-frágil, a partir de la cual, las rocas en vez de “fluir” se
“romperán”. Es el paso de una “zona de cizalla” a una “zona de falla”. Las rocas más típicas formadas por la
deformación dúctil son las milonitas.

En otras palabras, las rocas pueden romperse (zona de falla) o simplemente fluir (zona de cizalla) dependiendo
del nivel de profundidad al que nos encontremos, y si existe un régimen de esfuerzos que lo permita. Dejemos
esto claro, la transición dúctil-frágil existirá siempre en la corteza, pero para que se forme una zona de falla o
cizalla hace falta que además exista un campo de esfuerzos, normalmente con σ1 en la

Horizontal.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 115,2013)

Las rocas pueden romperse (zona de falla) o simplemente fluir (zona de cizalla) dependiendo del nivel de
profundidad al que nos encontremos, y si existe un régimen de esfuerzos que lo permita.

4.1.2 De la deformación frágil a la dúctil (o del ladrillo al chicle)

Llegados a este punto conviene aclarar algunas ideas restrictivas que podamos tener en mente. Solemos
clasificar las rocas en ígneas, sedimentarias y metamórficas y hasta aquí todo bien. Sin embargo, bajo un
punto de vista estructural, la deformación manda, de tal manera que a final de cuentas, todas las rocas se
relacionan de una manera u otra con las tasas de deformación y de recuperación.

La primera es bastante intuitiva de entender, la segunda no tanto. Digamos que la textura final de una roca
que ha sido deformada es función no tan solo de la deformación (en sí) sino también de la recuperación
(Wise et al., 1984). Los procesos de recuperación implican el escape de la energía de deformación
acumulada en las celdas cristalinas de los minerales. Esto puede suceder por recristalización sintectónica que
conlleve la reducción en el tamaño de grano de los minerales o por recristalización post-tectónica dando lugar a
la formación de granos equidimensionales con ángulos de intersección a 120º (Wise et al., 1984). Esto último
es típico en las cuarcitas (metamórficas), donde pueden ocurrir ambos procesos.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 117,2013)

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La deformación de rocas manda que, todas las rocas se relacionan de una manera u otra con las tasas de
deformación y de recuperación. Los procesos de recuperación implican el escape de la energía de
deformación acumulada en las celdas cristalinas de los minerales.

4.1.1 Rocas de falla (y “cizalla”)

Los materiales que se encuentran sometidos a una rápida deformación a temperatura relativamente baja, con
recuperaciones bajas o nulas, originan rocas pertenecientes a la serie cataclástica. En el otro extremo, ahí donde
domina la recuperación-recristalización, a temperaturas más elevadas, se formarán rocas pertenecientes a la
serie milonítica y las metamórficas (Wise et al., 1984).

Las rocas de la serie cataclástica (o simplemente “cataclasitas”) se generan en un régimen frágil de rotura e
incluyen rocas tales como brechas, micro-brechas, la denominada o harina de falla (fault gouge) y las
seudotaquilitas. Aunque volveremos más adelante sobre el tema de las brechas en las secciones sobre
yacimientos minerales, conviene aquí aclarar que su mecanismo básico de formación es la Trituración
de la roca a lo largo de la falla.
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y DINÁMICA MARTÍNEZ pg. 33 2002/2003

En muchos casos la fricción en el plano de falla produce la trituración o deformación de las rocas
que lo conforman. La banda de deformación puede alcanzar varias decenas de metros de espesor.
Dependiendo de las condiciones de formación pueden ser de distintos tipos, entre los que existe
una gradación continua

4.2 El mundo de las fallas y zonas de falla

4.2.1 Definiendo algunos conceptos básicos

Lo que el alumno de geología aprende sobre fallas se deriva normalmente del trabajo clave y pionero de
Anderson (1905), que realizó a comienzos del Siglo XX una clasificación dinámica de los planos de rotura

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basada en el posicionamiento de los tres vectores principales de esfuerzos. Estos vectores (σ1, σ2, σ3,) son
ortogonales entre sí, cumpliendo el requisito general de: σ1 > σ2 > σ3. Dependiendo de las posiciones de
estos vectores se definen los tres tipos de fallas principales: normal (σ1 vertical, σ2 y σ3 horizontal),
transcurrente (σ2 vertical, σ1 y σ3 horizontal), e inversa (σ3 vertical, σ1 y σ2 horizontal).
Que las fallas cambien de dirección en el espacio es más que esperable, ya que la orientación de la superficie
de rotura está condicionada por el comportamiento físico de los materiales. Dado que la geología es (a
cualquier escala) heterogénea (cambia la litología o se producen cambios físicos dentro de una litología), es
de esperar que las superficies cambien a su vez de dirección cuando la rotura va atravesando medios
físicamente diferentes.

En lo que se refiere a las fallas inversas de gran ángulo o las normales de bajo ángulo (contrarias a los
principios andersonianos), digamos que la naturaleza busca siempre el camino más fácil para la disipación de
energía. Así, si durante una fase tectónica compresiva se han formado fallas inversas (a bajo ángulo), cualquier
relajación cortical posterior utilizará (en parte) esos mismos planos de

Falla para formar fallas normales, sólo que estas serán a bajo ángulo. Lo mismo explica de manera opuesta
el caso contrario; así, después de una relajación cortical a través de fallas normales, una fase

Compresiva utilizará (en parte) los planos de aquellas fallas para formar fallas inversas de gran ángulo. A
este fenómeno le podríamos llamar “herencia estructural”.
GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y DINÁMICA MARTÍNEZ pg. 44 2002/2003

Una falla es una fractura, generalmente plana, en el terreno a lo largo de la cual se han
deslizado los dos bloques el uno respecto al otro.

Las fallas se producen por esfuerzos tectónicos, incluida la gravedad y empujes


horizontales, actuantes en la corteza. La zona de ruptura tiene una superficie ampliamente
bien definida denominada plano de falla, aunque puede hablarse de banda de falla cuando
la fractura y la deformación asociada tienen una cierta anchura.1

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Cuando las fallas alcanzan una profundidad en la que se sobrepasa el dominio de


deformación frágil se transforman en bandas de cizalla, su equivalente en el dominio dúctil.
La formación de fallas es uno de los procesos geológicos importantes durante la formación
de montañas. Asimismo, los bordes de las placas tectónicas están formados por fallas de
hasta miles de kilómetros de longitud.

4.2.2 “Leyendo” las fallas: indicadores cinemáticos (I)


De nada vale tener conocimientos “genéricos” sobre el movimiento de las fallas si en el campo o una
explotación minera no sabemos cómo interpretar el movimiento. Los libros de geología general (e incluso en
algunos cursos de Geología Estructural) suelen explicar el movimiento de las fallas mediante casos en los
cuales una “capa” o un “dique” se mueven en una dirección, lo que se suele mostrar en un bloque
diagrama o una sección.

Esto es en cierta medida lo que en inglés se llama un booby trap (o “trampa caza bobos”), porque salvo que
estemos trabajando con rocas sedimentarias (o volcánicas) y con fallas de movimiento vertical u horizontal
escaso (unos pocos metros), la situación suele ser bastante menos clara de lo que cuentan los libros.

El deslizamiento de una superficie sobre otra puede o no resultar en la formación de escalones, lo cual
depende de los materiales y de la energía implicada en el proceso de ruptura y deslizamiento. Asumiendo que los
escalones se han formado, las reglas del juego son relativamente simples “la mayor parte de las

veces”. Decimos esto último porque los escalones pueden ser congruentes o incongruentes (Doblas,
1998). Esto es, puede haber escalones que indican lo opuesto al sentido real de desplazamiento

(= escalones incongruentes).
Nos centraremos aquí en el caso más común, esto es, el de los escalones congruentes. Todo se basa en la
cantidad relativa de fricción que se produce cuando la mano del observador se mueve (a lo largo del
desplazamiento) en sentidos opuestos sobre el plano de falla; así encontraremos (Doblas, 1998):

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 Baja fricción a favor del movimiento.


 Alta fricción en el sentido opuesto de movimiento.

Otros dos elementos que pueden ser necesarios para realizar una interpretación adecuada de los planos de
falla son:

 Las fibras minerales (que crecen en los escalones).

Resumiendo, los pasos necesarios para realizar una interpretación adecuada de una superficie de falla son
los siguientes:

1. Identifique la superficie de falla.


2. Busque en ésta el sector o sectores donde la superficie es más suave.
3. Localice estrías de falla para determinar la dirección de movimiento.
4. Deslice su mano a lo largo de la zona de estrías en uno y otro sentido.
5. Determine en qué sentido la fricción es mínima.
6. En ocasiones (como veremos en las siguientes imágenes) los escalones de falla pueden ser notables; si es así
determinar el sentido de movimiento no debería ser particularmente complejo.
7. Determine si existe crecimiento de fibras en los escalones pequeños.
8. Realice a lo largo de las fibras las mismas operaciones requeridas para los escalones.
LOS ORIGENES DE LA GEOLOGIA ESTRUCTURAL E. MARTINEZ GARClA pg 11

Cuando existe deslizamiento de una superficie sobre otra puede o no resultar en la formación de escalones,
lo cual depende de los materiales y de la energía implicada en el proceso de ruptura y deslizamiento.
Asumiendo que los escalones se han formado, las reglas del juego son relativamente simples “la mayor
parte de las veces”.

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4.2.3 Zonas de falla: principales características e indicadores cinemáticos (II)

Las zonas de falla, independientemente de su tamaño (desde la escala de afloramiento a la continental),


son en muchos sentidos un mundo aparte pero con reg las muy precisas.

Existen tres sets de fracturas que pueden desarrollarse en una zona de falla. Estas son las denominadas
fracturas de Riedel (R) 1 y 2, las fracturas Y y las fracturas P (fracturas PYR). Los planos sintéticos R1 se
forman a un ángulo agudo (~ 15°) con la envolvente general de la zona de falla. Su arreglo geométrico es en
échelon (escalón), es decir, paralelas pero desfasadas entre ellas dentro de la zona de falla. Las fracturas
antitéticas R2 son conjugadas con respecto a R1 y forman un ángulo de unos 75° con respecto a la envolvente
de la zona de falla. También tenemos las fracturas Y, paralelas a la envolvente y condicionadas por el
sentido de cizallamiento. Debido a la evolución dinámica de la zona de falla se producen ciertos fenómenos que
pueden llevar a la rotación de los sets R1 y R2. Por otra parte, durante esta evolución puede aparecer un
tercer set de fracturas, esto es, los planos P, formando un ángulo agudo con la envolvente.

Las grietas de tensión tienen sus puntas orientadas de forma paralela a σ1 y suelen rellenarse de
minerales que crecen en la dirección de σ3. Si la escala es lo suficientemente grande también podemos encontrar
fallas inversas (ortogonales a σ1) y normales (paralelas a σ1) dentro de una zona de falla.

Un ejemplo interesante de zona de falla lo constituye la de Carboneras (Almería, España) (Keller at al., 1997),
que se formó hacia finales del Mioceno-comienzos del Plioceno. Es una estructura grande (+ 40 km) de
carácter sinestral. Se trata de un dúplex en compresión (ver siguiente sección) cuya topografía positiva lo ha
convertido en una sierra de escasa entidad (Serrata de Níjar). Dentro de la banda de deformación afloran rocas
volcánicas y sedimentarias marinas del Mioceno fuertemente tectonizadas.
LOS ORIGENES DE LA GEOLOGIA ESTRUCTURAL E. MARTINEZ GARClA pg 18

Las grietas de tensión tienen sus puntas orientadas de forma paralela a σ1 y suelen rellenarse de
minerales que crecen en la dirección de σ3.

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Existen tres sets de fracturas en una zona de falla.


 fracturas de Riedel (R) 1 y 2, las fracturas Y
 fracturas P (fracturas PYR). Los planos sintéticos R1 se forman a un ángulo agudo (~ 15°) con la
envolvente general de la zona de falla.
 Las fracturas antitéticas R2 son conjugadas con respecto a R1 y forman un ángulo de unos 75° con respecto a
la envolvente de la zona de falla.

4.2.1 Zonas de cizalla: principales características e indicadores cinemáticos (III)

Las zonas de cizalla (continuación de la zona de falla en profundidad) se forman en las zonas más profundas
de la corteza, allí donde las temperaturas permiten que los minerales, y por lo tanto las rocas, fluyan en vez
de romperse. Como señalábamos al comienzo de este capítulo, en condiciones de gradiente geotérmico
normal, esto sucede a unos 10-15 km de profundidad y 250-350º C, cuando el cuarzo alcanza su plasticidad.
A unos 400ºC el feldespato entrará a su vez en el campo dúctil.

Sea cual sea la interpretación tectónica de estas rocas, todos los autores coinciden en reconocer su carácter
“foliado”. Lo cual lleva a otra materia conflictiva ¿son contemporáneas las dos foliaciones? Aunque algunos
autores mencionan que la fábrica S podría ser heredada en algunas ocasiones, en el caso de las milonitas Tipo 1
que aquí estamos revisando, S y C son “contemporáneas”. Esto es importante, porque el aspecto de una
fábrica SC recuerda mucho en lo textural a la “crenulación”, pasa que en ese caso, hablamos de dos
foliaciones: S1 y S2 (siendo S2 la que crenula S1). Un error en este sentido puede hacer pensar que estamos
tratando con dos fases de deformación (D1 y D2), cuando en realidad sólo hay una, esto es, la que indujo la
formación de la milonita y por lo tanto, el desarrollo de los planos SC.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 140,2013)

Estas zonas se forman en las zonas más profundas de la corteza, allí donde las temperaturas permiten que
los minerales, y por lo tanto las rocas, fluyan en vez de romperse.

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4.2 En busca de los “espacios” para las masas minerales

4.2.1 Extensión y compresión en zonas de falla

Cuando hablamos de masas minerales necesitamos tratar el tema del “espacio disponible”, ya que mientras
más grande este, mayor podrá ser el cuerpo mineral. Como indicábamos anteriormente las fallas se “curvan”
en el espacio; puesto que el esfuerzo que las genera tiene una dirección específica, se desarrollarán
entonces sectores que acumulen o liberen energía en el entorno de la falla. Allí donde se “libere energía” se
generarán espacios y por lo tanto, existirá una mayor probabilidad de encontrar mineralizaciones
importantes.

estiramiento o acortamiento.
La curvatura de las fallas puede ser descrita en términos de las inflexiones y saltos que se suceden a lo largo
de las mismas (Davis y Reynolds, 1996).

Hablaremos de inflexiones en cierre cuando el movimiento de uno de los bloques a lo largo de la falla se realiza
“contra” la curva. Por el contrario, si el movimiento “aleja” el bloque de la curva, diremos que se trata de una
inflexión en apertura. Bajo el punto de vista de la exploración de yacimientos minerales, las inflexiones en
apertura son las más interesantes, ya que es en esos lugares donde se generan espacios, y por ende, donde las
soluciones hidrotermales pueden circular con mayor facilidad. Además, a escala regional, una inflexión en
apertura es el lugar perfecto para el desarrollo de intrusiones menores bajo condiciones extensionales. Aparte de las
inflexiones, otro rasgo típico de las zonas de falla son los “saltos”, que a diferencia de las inflexiones, no se
conectan entre sí, aunque mantienen una dirección igual o parecida y el mismo sentido de movimiento. Al
igual que las inflexiones, los saltos pueden generar zonas en apertura o en cierre.
(G. Estructural Javier Lillo & Roberto Oyarun, pág. 150,2013)

En un régimen de extensión limitado y en condiciones de deformación frágil se desarrollan


sistemas de fallas normales escalonadas, más o menos paralelas, que forman zonas
hundidas, denominadas Graben o fosas tectónicas, que pueden alternarse con zonas
elevadas, denominadas Horst o pilares tectónicos.

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Las formas más comunes asociadas a la compresión son producidas por fallas
inversas: cabalgamientos y mantos de corrimiento, típicos de las zonas externas de
los orógenos de colisión, en lo que se denomina «cinturón de cabalgamientos» y se
corresponde con el estilo tectónico de piel fina.

4.3 Fluidos en fallas: dónde y porqué precipita la carga mineral

4.3.1 La importancia de llamarse Sibson

La geología estructural y económica que muchos estudiamos (varias décadas atrás) eran “mundos
aparte”. En una mano conceptos tales como plano, pliegue, falla, esfuerzo, deformación, etc. En la otra,
sulfuros, óxidos, filones, gossans, pórfidos cupríferos, soluciones hidrotermales, etc. Había que echarle
imaginación para relacionar las fallas con filones y sobre todo había que cursar geología de minas para
empezar a entender algunas relaciones.

Nuestra visión sobre el mundo de las fallas, sobre todo, en el cómo y por qué se mueven los fluidos
dentro de ellas. Entre sus numerosos trabajos convendría destacar los siguientes títulos (ver detalles en
las referencias):

4.3.2 Fallas, sismos, y movimientos de fluidos: generando yacimientos minerales


En un completo trabajo de síntesis, Sibson (1990) describió de manera muy detallada los condicionantes
que llevan a la precipitación de las mineralizaciones hidrotermales en zonas profundas (mesotermales) y
someras (epitermales). Mientras que en el ambiente somero epitermal el régimen se encuentra caracterizado
por condiciones de presión hidrostática (Ph = columna de agua), los sectores profundos (varios kilómetros)
presentan condiciones de presión litostática (Pl = columna de roca). Entre un ambiente y otro existe toda una
zona transicional que se denomina de presión “suprahidrostática”.

En el caso de los yacimientos auríferos, los epitermales formados a profundidades de 1 km o menos se han
generado bajo condiciones netamente hidrostáticas. Por su parte, los grandes yacimientos auríferos
mesotermales asociados a zonas de cizalla en régimen dúctil-frágil, corresponden a situaciones donde la

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presión ha sido suprahidrostática a litostática.

Existen dos mecanismos principales que llevarían a la formación de mineralizaciones hidrotermales


(Sibson et al., 1988; Sibson, 1990):

1. La bomba de succión (suction-pump).


2. La válvula activada (fluid-activated valve).
 De aplastamiento: brecha tectónica, sin participación activa de fluidos.
 De trituración: brecha tectónica, sin participación activa de fluidos.
 Hidráulica: brecha hidrotermal de implosión.
 De explosión: brecha hidrotermal por explosión.
 De colapso: brecha tectónica por relajación, sin participación activa de fluidos.

En su clasificación de 1997 Jébrak divide las brechas hidráulicas en dos subtipos:

 La Hidráulica (s.s.), que se produciría por aumento de la presión de fluido dentro de una cavidad lo que
llevaría a generar una fracturación inducida de la roca.
 La Crítica: equivalente a la brechificación por implosión que ya hemos analizado.

Como veremos en los diagramas que siguen, en la práctica ambas


son brechas tipo mosaico y muy parecidas entre sí, por lo que no co nviene darle muchas más vueltas al
tema.

4.5 La transición dúctil-frágil: oro en las profundidades


4.5.1 El mundo de los yacimientos mesotermales y las grandes zonas de cizalla

A diferencia del mundo epitermal donde los tipos de yacimientos no varían demasiado y se asocian a

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litologías y procesos más o menos comunes, el término “mesotermal” es en realidad una categoría donde entra

Casi de todo.
La Open-File Report 2003-77 del USGS los agrupa como “yacimientos de cuarzo-oro bajos en sulfuros” y los
siguientes términos son considerados sinónimos (Drew, 2003):

 Oro mesotermal.
 Tipo Mother Lode
 Tipo Homestake
 Oro con cuarzo-carbonatos.
 Oro sinorogénico.
 Oro encajado en turbiditas (p.ej., los saddle reef, ver Capítulo 3)
 Sistemas filonianos en terrenos metamórficos.

En esta sección nos centraremos no obstante en uno de los tipos de yacimientos más importantes y las
estructuras que los albergan: los yacimientos de oro asociados a zonas de cizalla en cinturones de rocas verdes
del Arqueozoico.
Apuntes de Geología Estructural Laura Salazar pg 76 2018

Los principales rasgos diferenciantes de un yacimiento de oro asociado a zona de cizalla son los siguientes:

 Su relación directa con grandes zonas de cizalla subverticales transcurrentes con una componente de
fallamiento inverso.
 El que estas zonas estén en terrenos del tipo cinturones de rocas verdes.

 La presencia casi ubicua de granitos contemporáneos o ligeramente más jóvenes que la zona de cizalla.
 Un metamorfismo profundo en grado de anfibolitas gradando hacia arriba a facies de esquistos verdes.
 Una carbonatización del entorno.

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 El oro asociado a cuarzo y/o carbonatos.


 El emplazarse en la transición dúctil-frágil.

 Cuerpos con una morfología filoniana (lodes)

COMPORTAMIENTO DÚCTIL
Para completar el aprendizaje de este tema es imprescindible el conocimiento en su totalidad
del a Licenciatura en Geología en la Univesrsidad de Salamanca.
-Definición de pliegue y elementos geométricos.
-Clasificación de pliegues de acuerdo con distintos criterios.
-Asimetría, vergencia y facing.
-Representación cartográfica de los pliegues.

La palabra fábrica se utiliza en Geología como un término general para describir el


ordenamiento interno de las partículas constituyentes de una roca. Incluye la textura, que
describe el tamaño y las relaciones mutuas de los granos de la roca, pero es un término algo más
amplio, pues incluye también aspectos como la homogeneidad o heterogeneidad y si existe o no
una orientación estadística preferente de algunos elementos de los constituyentes de la roca. A
veces se emplean los términos macro o mesofábrica para las características visibles a simple
vista y microfábrica para aquellasque precisan de un microscopio para su estudio. La fábrica
puede ser primaria, es decir, formada a la vez que se generó la roca, o secundaria, debida a algún
proceso posterior como deformación, metamorfismo o ambos. La deformación interna,
especialmente en el caso de comportamientos dúctiles, produce cambios en la fábrica de las
rocas y muy a menudo genera otras nuevas, llamadas fábricas de deformación.
La fábrica de forma (“shape fabrics”) se refiere a la orientación preferente de los granos, es
decir, de sus dimensiones mayores y menores. Los granos son a veces suficientemente grandes
como para poder ser individualizados a simple vista o con una lupa de bolsillo y, otras veces,
incluso cuando son muy pequeños, dan a la roca un aspecto que permite deducir su fábrica. Esto
se debe a que la ordenación estadística de los granos, aunque sean microscópicos, genera una
estructura, es decir, una característica macro o mesoscópica. La fábrica de forma puede ser

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isótropa o anisótropa. Una fábrica isótropa sería la de una roca compuesta por granos
equidimensionales y del mismo tamaño. También es isótropa la fábrica de una roca compuesta
por granos que no son equidimensionales, sino que tienen
Apuntes de Geología Salazar PG 115 2018

Fábricas lineares suelen estar constituidas por minerales con forma alargada, cuya dimensión
mayor es estadísticamente paralela.
Las fábricas planares dan lugar a una estructura planar, visible aun cuando los granos no se
individualicen a simple vista, y las lineares a una estructura linear.
Las estructuras planares producidas por deformación se denominan esquistosidad, clivaje o
foliación tectónica y las lineares se conocen como lineaciones.
Cuando ambos tipos de estructuras se dan en la misma roca, se dice que ésta tiene una fábrica
plano linear.
Las rocas deformadas internamente se denominan tectónicas. Las que tienen una estructura
planar adquirida por deformación se denominan S tectónicas. L-tectonitas.

Las tectonitas S y L son los dos extremos de las fábricas de forma anisótropas posibles,
pudiendo existir toda una gama de fábricas entre ambas. Se denominan tectonitas SL las que
tienen una fábrica plano linear en las que la estructura planar y la linear puede tener más o menos
importancia relativa.

La disolución por presión es el mecanismo esencial para el caso del clivaje espaciado. La
muestra cómo la disolución de franjas tabulares de roca produce los típicos desplazamientos
relativos que indujeron a llamar a esta estructura clivaje de fractura.
Es también el mecanismo esencial en el desarrollo del clivaje de granulación con bandeado
tectónico en las pizarras y esquistos.
Estas rocas están constituidas esencialmente por cuarzo y micas y la interface cuarzo mica es
una superficie en la que se produce disolución con más facilidad que en la interface cuarzo-
cuarzo.

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Capítulo 5. Conclusiones

Al concluir el avance de la materia de Geología de Bolivia, el estudiante conocerá y


comprenderá los conceptos básicos, de la geomorfología regional y local; en la búsqueda de
solución a problemas geológicos.
El estudiante comprenderá que los temas desarrollados en el curso forman parte de su
formación básica para su desempeño en los ciclos superiores y en su profesión.
El estudiante es capacitado en la teoría y herramientas que proporciona la geología para
resolver situaciones reales en la Ingeniería.
Entre una variada gama de procesos de “evolución” o cambios del paisaje se encuentran los
movimientos de masa. En este sentido, para una escala regional, se puede modelar la
susceptibilidad a movimientos de masa a partir del análisis de la interacción entre la geología,
humedad del terreno y pendientes. •
Este trabajo puede ser un aporte para aproximaciones futuras y más detalladas a la
comprensión de los complejos procesos que contribuyen a la transformación del paisaje en la
zona de estudio.
Los movimientos de masa, vistos a escala regional y sobre un período de tiempo.
Los sismos y las lluvias son procesos o eventos que pueden actuar como disparadores de
movimientos de masa pero también en un momento dado como preparadores.
El primer caso, ocurre cuando la magnitud del evento sísmico o de la lluvia es suficientes para
alterar el equilibrio del terreno.
El segundo caso ocurre cuando un sismo agrieta el terreno generando una superficie de
despegue y un periodo de lluvias intensas ó un nuevo sismo pueden generar nuevos movimientos
de masa.
La humedad como factor de susceptibilidad no se refiere a la cantidad de agua que aportan las
precipitaciones sino a la cantidad de agua que permanece en el suelo; es por ello que su
determinación es más que un análisis pluviométrico.
Dado que no todos los municipios tienen el 100% de su territorio dentro de la zona de estudio,
se recomienda extender el modelo de susceptibilidad a movimientos de masa en las áreas

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municipales que estén por fuera de la zona de estudio, utilizando la metodología y el modelo de
susceptibilidad propuestos.
Realizar estudios detallados de susceptibilidad y amenaza por movimientos de masa a escala
municipal, principalmente en los municipios.
El alto potencial a la ocurrencia por movimientos de masa que poseen, obtenidos del modelo
propuesto.
Dada la alta concentración de huellas de movimientos de masa en las porciones medias y
altas de las cuencas, se recomienda realizar estudios de amenazas por avenidas torrenciales.
Diseñar y aplicar metodologías eficaces para la generación de inventarios regionales
homogéneos de movimientos de masa
Evaluar las implicaciones sociales y económicas de los movimientos de masa en la zona de
estudio.
Promover la difusión, discusión y aplicación de los procesos y resultados obtenidos,
incluyendo instituciones regionales, comunidades y municipios.

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Referencias

 Geología Estructural aplicada a la Minería y Exploración Minera Principio Básicos de


Javier Lillo & Roberto Oyarun.
 Los Orígenes de la Geología Estructural E. Martínez García
 Manual de Geología para Ingenieros Geología Estructural Gonzalo duque escobar
 Geología Estructural y dinámica global José ramón Martínez Catalán
 Apuntes de Geología Estructural con ejercicios MATERIAL DIDÁCTICO Ingeniero
Geólogo Ciudad Universitaria, Cd. Mx.2018

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