Este ameritado maestro nuevoleonés, nació en Linares, N.L., el 21 de agosto de 1879 y murió en la ciudad de Monterrey, en el año 1978 a la edad de 81 años. Sus padres fueron los señores Antonio Tijerina B., y Dominga Almaguer de Tijerina. Realizó sus estudios profesionales de maestro, en la Escuela Normal de Monterrey, donde recibió su título de Profesor de Instrucción Primaria, el 18 de mayo de 1918. Toda su amplia vida la dedico a la educación y al cultivo de las letras, destacándose también como un extraordinario poeta. Fue autor de dos libros de poesías: “Alma Charra”, que constituye un bello canto en honor de la charrería de nuestro país y que escribió en 1942 y “Vetas del Pensamiento”, que apareció en 1944. También escribió un “Canto al Escudo de Nuevo León”, de 1943. Fue profesor de Primaria, Secundaria y Normal, Regidor y Presidente Municipal Suplente de Monterrey, Diputado al Congreso Local, Inspector Escolar, Director General de la Escuela Nacional para Maestros en México, D.F., Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública y Director Federal de la Educación en Jalisco y en Nuevo León. Participó en numerosas sociedades. Fue Consejero Internacional del Club de Leones y del Gobierno del Distrito B-3 de la Asociación Nacional de Leones, de los que, además fue socio. También fue miembro distinguido de la Sociedad Mexicana de Historia, Geografía y Estadística y de la Asociación de Escritores de México. En 1960, el entonces Presidente de México, Lic. Adolfo López Mateos, le entrego en nombre de la Patria, un Diploma de Honor y Medalla de Mérito “Maestro Ignacio M. Altamirano”, en reconocimiento de la relevante obra educativa, realizada en bien de la niñez y de la juventud mexicana. En febrero de 1965 recibió un Diploma de Honor de la Asociación de Charros del Cañón del Huajuco, como reconocimiento y gratitud por la fructífera labor que realizara como Presidente de dicha Agrupación. En marzo del mismo año, recibió un Diploma al Mérito otorgado por la ciudad de Linares, N.L., como homenaje a la obra educativa, cultural y literaria por él desarrollada. El gobierno del Estado, le entregó un “Escudo de Nuevo León”, labrado y pintado en madera y montado en cristal, como premio por su poema “Canto al Escudo de Nuevo León”. El Club de Leones de Nuevo Laredo, Tamaulipas, le patentizó su testimonio de reconocimiento como fundador del primer Club de Leones en México. Perteneció a la Asociación Civil que se conoce con el nombre de La Gran Logia, en la cual destacó como maestro, alcanzando el grado 33. Por acuerdo de la muy respetable Logia Simbólica Fray Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra No. 52, jurisdicciona a la muy respetable Gran Logia del Estado de Nuevo León, le designó Miembro Distinguido por los importantes servicios prestados a esa Institución y para entregarle el pergamino que lo acreditaba como tal se organizó una Venida Especial en la que hicieron uso de la palabra prominentes personajes, quienes elogiaron la labor desarrollada no solo como Masón, sino como Ciudadano, Profesor y poeta. Le gustaba escribir poesías, lo cual hacía con mucha facilidad, en sus ratos libres, le gustaba escuchar música romántica de su tiempo, entre sus preferidos le agradaban las canciones que interpretaba Pedro Vargas, otro de sus pasatiempos favoritos era la charrería que reflejaba su gusto y orgullo por la cultura mexicana. Tenía un carácter sereno y tranquilo, siempre demostró gran apego y amor a su familia y un gran sentido de humanismo; una de sus virtudes más destacadas fue su alto sentido de responsabilidad y personalidad positiva y optimista.