Reflexión “Negociación de tratados de paz en Colombia”
De acuerdo a la lectura podemos apreciar primeramente que la negociación es el arte de resolver conflictos a través de estrategias que busca incluir y no excluir. Para el caso de nuestro país, cabe aclarar que vivimos una guerra de hace más de 50 años que, aunque tuvo sus inicios por un grupo de autodefensas conformado por campesinos de ideas liberales, la verdadera guerra y dolor se vio en manos del grupo llamado las FARC (Grupo Autodefensas de Colombia) quien para cuando inicio el proceso de paz llevaban más de 260.000 muertos, decenas de miles de desaparecidos, violaciones, secuestros e incontables tragedias personales. Siendo así que, para el 28 de agosto de 2012 Juan Manuel Santos (Presidente de Colombia) notifica al país que iniciarían los diálogos y negociaciones con las FARC con el principal objetivo de llegar a un acuerdo para terminar con el conflicto y así mismo construir una paz estable y duradera y que todo el proceso se realizaría en La Habana (Cuba). Apreciando un poco la lectura, se debe comprender que para realizar una buena negociación se debe dejar a un lado el viejo estilo de gestión empresarial donde siempre debe haber un ganador y un perdedor, puesto que siempre que se fabrica un perdedor, se crea un enemigo; y ante todo lo importante y más para el caso de nuestro país es importante buscar opciones que por medio de intereses compartidos terminen con guerras, enfrentamientos y dolor de un país en entero, que en diferentes magnitudes han sido afectadas. Es muy importante conocer que todo proceso tiene pasos o etapas y para el caso de las negociaciones podemos mencionar algunas como: preparación, establecimiento de zonas de satisfacción, creación de escenarios apropiados, acordar condiciones, explorar e intercambiar, culminación del proceso y finalmente retroalimentación. Si bien, todo el proceso de paz ha sido un reto por cumplir por variedad de motivos que lo debilitan, se ha notado avances y gran fortaleza en ambas partes para evitar que el mismo decaiga. Y según diferentes fuentes que han seguido paso a paso las negociaciones entre las FARC y el estado colombiano, algunos de los puntos que han debilitado el proceso de paz es la falta de conciencia de los ciudadanos e incluso políticos por entender y aceptar a los integrantes de las FARC ya no son terroristas e intentan detener tanto dolor que alguna vez causaron por medio de este proceso, claro está que con apoyo del gobierno. A la fecha después de culminada la negociación, faltan infinidad de temas por cumplir y como tal no se ha definido ni el 30% de los acuerdos pendientes. Puesto que después de todas negociaciones realizadas aún falta la aprobación legislativa, la cual debe pasar por revisión del congreso y la corte constitucional y allí mismo someterse a cambios o modificaciones, lo cual ha creado inconformidad en ambas partes. En definitiva, falta una mejor socialización puesto que el proceso del JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) es lo que a la fecha más controversia ha causado entre los ciudadanos e incluso ante el grupo de las FARC por la falta de confianza que han generado las inconsistencias y modificaciones después de lo pactado en La Habana.