UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA AMBIENTES MINEROS

FACULTAD DE MINAS

Estudiantes: Jheyson Stiven Acosta Luna - Sebastián Benjumea Barrientos

CAPÍTULO 7.-ADMINISTRACIÓN DE EXCESO DE EMISIONES DE GAS ASOCIADAS CON LAS

CARACTERÍSTICAS GEOLÓGICAS DE UNA MINA DE CARBÓN

Algunas características geológicas del yacimiento pueden estar asociadas con aumentos inesperados
en las emisiones de gases durante la extracción subterránea de minas de carbón, las cuales tienen el
potencial de crear condiciones explosivas en el lugar de trabajo, dado lo anterior, es importante conocer
las alternativas disponibles para reducir los peligros potenciales causados por las emisiones de gases
asociadas con estas características geológicas.

AUMENTO DE LAS EMISIONES DE GAS ASOCIADAS CON CARACTERÍSTICAS GEOLÓGICAS

Los eventos de emisión de gases asociados con las características geológicas son un peligro bastante
común en la extracción de carbón y difíciles de detectar sin instrumentación y estudios subterráneos; lo
anterior se puede controlar realizando un estudio geológico detallado para predecir los riesgos
potenciales de emisión y diseñar sistemas de drenaje de metano para prevenirlos.

A continuación, se estudiarán las consideraciones técnicas necesarias para detectar y remediar las
emisiones anómalas de gases asociadas con características geológicas tales como canales de arenisca,
lechos de fuentes adyacentes, vetas de arcilla, juntas, fracturas y fallas a pequeña escala. También se
incluye una discusión sobre intrusiones ígneas y su posible impacto en el almacenamiento y las
emisiones de gas.

Canales de arenisca. Históricamente, los depósitos de paleocanales de arenisca y otros depósitos

lenticulares de arenisca han sido establecidas como reservas de gas, los cuales pueden haber sido
generado in situ a partir de materia orgánica depositada en la arena o haber migrado a los paleocanales
desde capas de carbón subyacentes y otros estratos de roca ricos en compuestos orgánicos.
La evaluación del contenido de gas/potencial de flujo de las unidades de arenisca es necesaria para
determinar si las emisiones serán de volumen suficiente como para presentar un peligro potencial. Lo
anterior se puede lograr mediante pruebas de
laboratorio de muestras de núcleos para
determinar las propiedades del yacimiento,
como la porosidad y la permeabilidad, las
pruebas de pozos o las mediciones directas
de gases en las cercanías de la característica.
Los depósitos de paleocanales con contenido
de gas o las capas de carbón adyacentes
pueden requerir perforaciones de drenaje de
metano de superficie o cruzadas.

Los lechos de carbón y otras camas fuente de gas adyacentes. La investigación minera ha
demostrado que las capas de carbón adyacentes a la veta minada pueden contribuir con cantidades
significativas de gas metano en el funcionamiento activo. La desgasificación de estas capas de carbón

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se puede lograr a través de perforaciones verticales o direccionales perforadas desde la superficie.

Ocasionalmente, se utilizan perforaciones internas, transversales o direccionales en la mina para reducir
las acumulaciones de gas potencialmente explosivas. Además de las capas de carbón cercanas, otros
estratos adyacentes también pueden ser importantes reservas de gas y contribuir con emisiones
inesperadas.

Fallas estructurales a pequeña y gran escala. La presencia de fallas a gran escala se conoce a partir
del estudio geológico regional, estas grandes fallas pueden actuar como barreras para el flujo grandes
volúmenes de gas que pueden quedar atrapados detrás de la falla a presiones más altas que las de la
atmósfera de la mina. Si el desarrollo de la mina avanza por la falla al subir o bajar en el depósito de gas
desplazado y de alta presión, debe abordarse la posibilidad de emisiones repentinas de gases en
exceso. Estas fallas a gran escala también pueden actuar como conductos para el flujo de gas.

El drenaje de metano de las posibles áreas problemáticas de gas asociadas con las fallas a gran escala
se puede lograr mejor a través de perforaciones superficiales si las áreas en cuestión están bien
caracterizadas. En lugar de esto, los problemas inesperados asociados con las fallas a gran escala se
pueden aliviar mediante perforaciones subterráneas de medida cruzada diseñadas para penetrar en la
zona de falla.

Las fallas a pequeña escala a menudo, pero no

exclusivamente, están relacionadas con fenómenos de
compactación de sedimentos diferenciales, estos tipos de
fallas posiblemente actúan como barreras más limitadas
a la migración de gas en comparación con las fallas a gran
escala discutidas anteriormente. Sin embargo, si se
encuentran fallas a pequeña escala y se determina que
influyen negativamente en las emisiones de gases, la
desgasificación a través de pozos horizontales cortos o
de medidas cruzadas antes de la superficie de trabajo es
factible si estas fallas pueden mapearse y / o anticiparse.

Ya sea a gran escala o a pequeña escala, las fallas

de desplazamiento generalmente son de dos tipos
básicos: normal o inverso, debido a que las fallas
normales generalmente se asocian con fuerzas de
tensión y fallas inversas con fuerzas de compresión,
parecerían más propensas a actuar como
conductos de gas y barreras, respectivamente. Sin
embargo, no hay documentación concluyente a tal
efecto. El estudio geológico de las fallas es
necesario para determinar el sistema de drenaje de
gas más eficiente.

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Diaclasas y fracturas. Las diaclasas son generalmente las rutas de migración dominantes para el gas.
Cuando se extraen las capas de carbón, la redistribución de las tensiones permite que las fracturas
verticales se expandan facilitando la migración del gas a través del carbón hacia la cara. Del mismo
modo, la redistribución del estrés abre las fracturas en los estratos de techos y pisos, lo que facilita la
migración de gases desde los estratos adyacentes. La naturaleza omnipresente y el espaciamiento
impredecible de las fracturas dificultan la predicción y la remediación de las emisiones de gases
anormales relacionadas con estas características. Es importante que los operadores se den cuenta de
que, aunque las juntas y fracturas pueden contener gas libre en la cara, su potencial de riesgo real es
como un conducto para flujos de gas inesperados hacia el trabajo de la mina desde el lecho de carbón.
La solución más obvia a este problema sería aumentar la ventilación de la cara.

Venas de arcilla. Las vetas de arcilla, que generalmente están compuestas por sedimentos de grano
muy fino o arcilla, son barreras virtualmente impermeables a la migración del gas en las capas de carbón.
Por lo tanto, tienden a tener un efecto de "represamiento" sobre el flujo de gas cuando se les aborda en
una sección en desarrollo. Cuando un minador continuo o esquilador de pared larga penetra una veta
de arcilla con gas atrapado detrás, las emisiones anormalmente altas pueden causar interrupciones de
producción debido a concentraciones de metano superiores al límite legal y, en el peor de los casos, una
mezcla explosiva de metano / aire podría inflamarse. Las perforaciones horizontales en la mina pueden
drenar efectivamente el gas atrapado detrás de las vetas de arcilla antes de la extracción.

Intrusiones ígneas. Las intrusiones ígneas en las capas de carbón y las rocas de medida de carbón no
son frecuentes, pero tampoco son poco comunes. Debido a que las intrusiones ígneas involucran rocas
magmáticas inyectadas a temperaturas elevadas, causan una alteración y aumento en la madurez
térmica (rango) de las capas de carbón cercanas y la materia orgánica en las rocas. Dicha alteración
térmica de la materia orgánica se acompaña de generación de gas metano. Por lo tanto, para un
determinado lecho de carbón, se puede esperar que las áreas localizadas afectadas por intrusiones
ígneas tengan contenidos de gas más altos que lo normal. Las intrusiones ígneas más grandes, como
los sills, también pueden ser responsables de concentraciones potencialmente altas de dióxido de
carbono en algunas cuencas de carbón.

EXPLOSIONES DE GAS

Aunque generalmente no se consideran peligros en las minas en la actualidad, tanto los outbusters como
los blowers han tenido lugar históricamente en ciertos distritos mineros de EE. UU. Las dos
características se distinguen principalmente por su duración de ocurrencia. Los outbusters son
expulsiones repentinas, a menudo violentas, de grandes cantidades de gas, generalmente de metano;
los blowers, por su parte, históricamente han sido vistos como la liberación de grandes cantidades de
gas, pero durante un período de tiempo prolongado de meses o incluso años.

Los estallidos de gas (outbusters) ocurren regularmente en ciertos distritos mineros de todo el mundo.
Por lo general, las minas en estos distritos se encuentran en un lecho de carbón con altos contenidos
de gases en el lugar, junto con inmersiones abruptas y/o trabajos muy profundos. A medida que la
extracción progresa hacia capas de carbón más profundas, estructuralmente complejas y gaseosas, es
probable que aumente el potencial de estallidos de gas (outbusters).

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Lama y Bodziony compilaron una descripción completa de los estallidos en todo el mundo y sus factores
causales y prevención. Llegan a la conclusión de que los siguientes factores contribuyen a los estallidos:
(1) contenido de gas, (2) presión del gas, (3) permeabilidad, (4) características adsorción/desorción, (5)
condiciones de estrés, (6) resistencia del carbón y (7) factores geológicos.
Otra investigación moderna sobre estos fenómenos ha demostrado dos indicadores principales del
potencial de explosión en las minas de carbón. El primer indicador es el litotipo de carbón y el segundo
indicador es la asociación de estallidos con carbones con fallas tectónicamente alteradas.

Detección de estallidos y blowers: los planificadores de minas que conocen las condiciones
geológicas del yacimiento deberían pensar en la posibilidad de comparar las condiciones que han
producido explosiones en otros distritos mineros y tenerlo en cuenta en el desarrollo de la mina. Si se
conocen fallas a gran escala y se asignan adecuadamente en futuras áreas de desarrollo, un programa
detallado de perforación de núcleos, junto con pruebas de contenido de gases de muestras de núcleos
y mediciones de presión de gas in situ, puede detectar posibles áreas propensas a estallidos.
Dado que las explosiones ocurren a menudo en "nidos" o cúmulos, cuando se encuentran o anticipan
tales condiciones, se puede mitigar utilizando técnicas de drenaje de gas tales como perforaciones de
drenaje de metano vertical perforadas desde la superficie, perforaciones horizontales perforadas por
debajo de la superficie o (si los estratos propensos a las explosiones están en la roca del techo)
perforaciones de medida cruzada. Los estallidos a menudo son impulsados no solo por la presión del
gas, sino también por los campos de estrés inherentes y concentrados en la masa rocosa. Hyman
resume varios métodos para reducir las presiones in situ de los gases de los estratos para evitar
estallidos, estas técnicas incluyen el uso de geometrías de apertura de mina modificadas, inyección de
agua, todas las cuales se han utilizado con éxito en el exterior para reducir los estallidos.

Los blowers a menudo emanan de los estratos subyacentes. La técnica de remediación recomendada
es el uso de agujeros de medidas cruzadas en ángulo hacia abajo desde el rumbo de la mina para
interceptar la fisura o falla, que actúa como un conducto de gas. Los pozos pueden usarse para drenar
el gas lejos de la salida del ventilador en el funcionamiento de la mina.

CONSIDERACIONES GENERALES PARA LA REMEDIACION

Cuando las emisiones imprevistas de gas causan interrupciones de producción repetidas, los operadores
de minas deben comprender que tienen un problema de gas. Para determinar el curso de acción más
apropiado para remediar un problema de emisión de gas, el operador de la mina debe hacer una
evaluación exhaustiva de la causa, el alcance y la gravedad del problema. La remediación puede requerir
solo un aumento en el flujo de aire de ventilación hacia la cara, o puede requerir un extenso programa
de estudio y perforación para delinear y aliviar el problema. A menudo, cuando se producen
inesperadamente altas emisiones de metano durante la minería, los operadores deben tomar decisiones
rápidas sobre cómo abordar el problema.
Si la mayor capacidad de ventilación por sí sola no puede aliviar el problema, los operadores,
especialmente los más pequeños, no siempre cuentan con los conocimientos, recursos humanos o
equipos disponibles para evaluar el problema e implementar un programa de drenaje de metano en la
superficie o en la mina y deberán confíar en consultores externos.