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primer juego electrónico con un éxito sin igual, el ing Pong, que veinte o treinta años después, tacharían a los
videojuegos de fomentar la violencia, el carácter huraño, la falta de autoestima, la depresión, y otorgándole el
tratamiento de ciberpatología de la nueva sociedad de la información.
Ludopatía
La ludopatía consiste en una alteración progresiva del comportamiento por la que un individuo siente una
incontrolable necesidad de jugar (juegos de azar), menospreciando cualquier consecuencia negativa. Se trata de
una adicción. En algunos países, es causa de divorcio.
El juego puede llegar a ser algo más importante en la vida de un jugador que su familia, trabajo o bienes materiales.
Tan fuerte puede ser la dedicación al juego que la alimentación, sexo o relaciones sociales pasan a constituir algo
secundario.
El juego compulsivo es una enfermedad que se caracteriza por el impulso incontrolable por jugar. Se puede decir que
alguien es un jugador compulsivo cuando éste juega no sólo ya por el hecho de ganar, sino por el mismo placer de
jugar y no es capaz de parar, ocasionando así problemas tanto emocionales, como familiares, legales, financieros, etc.;
esta adicción suele estar acompañada de otras como el alcohol y las drogas... Es una enfermedad que, en resumidas
cuentas, destruye tanto al jugador como a las personas que lo rodean. Además, el jugador patológico disminuye sus
interacciones sociales con personas no relacionadas con el juego; es decir, sólo socializa con amigos en bares, casinos,
etc.
El jugador compulsivo es manejado por un impulso incontrolable para aceptar riesgos, hecho que progresivamente va
minando toda su vida. En muchas ocasiones, el jugador tiene que recurrir a actividades ilegales o contra su propia
naturaleza para obtener el dinero que escapa de sus manos. También presenta un elevado riesgo de cometer suicidio. El
planteamiento determinista al elegir como "tiene que" 0 "imposible de resistir" supone que en ocasiones el tratamiento
es mas dañino que la propia enfermedad, al entenderse que al jugador no le queda mas remedio que delinquir, por lo
que de esta forma, se puede acabar asumiendo que es víctima de sus impulsos.
Los ludópatas pueden manifestar otras enfermedades de origen psicosomático. Suele estar aparejada con otras
adicciones como el alcoholismo y el tabaquismo. Las familias suelen tener un patrón característico de funcionamiento,
de manera que el propio afectado por el problema no suele ser la persona que solicita ayuda a los servicios
profesionales y/o las asociaciones de autoayuda.
Si bien el sistema DSM (III, III-R y IV1) y la CIE-102 incluye este trastorno entre las alteraciones debidas a un bajo
control de los impulsos, lo cierto es que los criterios diagnósticos operativos DSM tienen exactamente el mismo diseño
que el de las adicciones a sustancias, lo que muestra la concepción subyacente para la enfermedad en ese sistema: se
trata de un problema adictivo "sin sustancia" incluido en un apartado que no es el suyo.1