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18 de septiembre de 2018 3
Mientras algunos sostienen que es una fuente de concentración, otros lo ven como un
distractor. Conoce los pros y contras de estudiar con música
¿Tienes dudas sobre estudiar con música? Descubre todas sus ventajas,
Muchas personas creen que estudiar con música es un hábito negativo, ya que la identifican
como un factor de distracción, pero hay otros que consideran que tiene grandes beneficios.
La música tiene beneficios muy importantes para el cerebro. Un estudio reciente señala
que aprender a tocar un instrumento en la infancia consigue mejorar el rendimiento
cognitivo de una persona en todos los aspectos. Además, también se ha demostrado, que
compensa la pérdida cognitiva propia del envejecimiento.
Todo esto se debe a que la música genera conexiones neuronalesque mejoran otros
aspectos de la comunicación. Por este motivo, los niños que estudian música tienen
un vocabulario más amplio y una mejor capacidad de lectura. Y su evolución sigue hasta
la vejez.
Ventajas
Cuando se estudia con música, uno se concentra más y siente que la información fluye más
rápido y que los problemas se resuelven con mayor facilidad.
Al escuchar música se activa la zona del lóbulo frontal, que se encarga de mejorar tu
capacidad de concentración.
Se estimulan las zonas del lóbulo temporal, cuya misión es elevar tu habilidad matemática
y de lenguaje.
Te ayuda a combatir el estrés pre exámenes, lo que favorece la relajación y la retención
de información
Desventajas
Normalmente, el ritmo de la canción y los latidos del corazón se sincronizan, por eso si
la canción es rápida no va a ser fácil relajarse y el estudiar sería más difícil.
Las canciones en tonalidades mayores expresan más alegría mientras que las canciones en
tonalidades menores expresan tristeza.
Si se escucha una canción con letra, es probable que las personas se concentren más en
ella que en lo que están estudiando.
Te conviertes en una persona con un conocimiento multitasking, perdiendo concentración
ya que el cerebro entra en conflicto. En este sentido, escuchar música mientras se estudia
resulta perjudicial porque el cerebro debe desdoblarse en dos acciones.
Afecta a tu productividad
La música no deja de ser un ruido y todo ruido lo que provoca es una alteración en el
cerebro.
La mayoría de las personas que escuchan música lo hacen a través de dispositivos
electrónicos tales como reproductores, dispositivos móviles, etc. Al tener tanta información
musical en nuestro dispositivo, perdemos una gran cantidad de tiempo seleccionando
aquellas canciones que nos gustan.
Comienzas a tararear la canción y te desconcentrás.
Si evitamos escuchar música lo que conseguiremos es estudiar en un entorno en el que el
silencio se impone y, por tanto, al haber silencio, al no hacer ningún tipo de interferencia.
A la hora de estudiar, utilizamos la memoria que se fundamenta principalmente en tres
pilares: lectura, atención y fijación. Si estudiamos escuchando música, nuestro estudio se
vuelve mucho más superficial.
Formas en la que la música puede influenciar en las personas
La música es considerada como arte, ciencia e idioma universal, y los estudios e
investigaciones realizados determinan una gran influencia sobre las emociones. Ejerce una
fuerza emocional sobre las personas de todas las edades. Surgiendo la importancia de una
educación musical sobre todo en los jóvenes.
La psicología de la música es uno de los campos que se comenzó a tratar a comienzos del
siglo XX.
Josefa Lacárcel Moreno, en su obra: “Psicología de la música y emoción musical” nos explica
que la música es sonido, el sonido es vibración, la vibración es una energía que se trasmite
en forma de ondas que llegan a nuestro oído y luego va al cerebro. Pueden ser de
naturaleza: agradable, desagradable, excitantes, tranquilizadoras, etc. trasmitiendo un
mensaje que puede ser más o menos significativo dependiendo de diversos factores.
Lacárcel afirma “La música afecta de tal forma al nivel psicofisiológico y emocional de la
persona, que me atrevería a decir que existe una necesidad de estimular el pensamiento
positivo y las emociones constructivas mediante la música. Solo tenemos que observar que
al escuchar una audición adecuada para alcanzar una relajación; el estado de ansiedad, la
curva respiratoria y la frecuencia cardiaca descienden significativamente”.
En una edición del Artista en REDALYC.org publicado en diciembre de 2015 afirma que en
un Congreso celebrado por la UNESCO en Copenhague, en 1958, sobre Pedagogía musical,
con la asistencia de muchos pedagogos y compositores, quienes según su experiencia
llegaron a la conclusión de revalorizar la importancia de la educación musical.
Fernando Palacios, pedagogo en las Palmas, Gran Canarias, explica que las principales
corrientes pedagógico-musicales urgidas a lo largo del siglo XX han demostrado que la
educación auditiva es un gran vehículo para desarrollar la atención, la capacidad para
concentrarse y mejorar la memoria y la sensibilidad, favoreciendo al desarrollo intelectual,
afectivo interpersonal de los jóvenes, siendo necesario una verdadera educación auditiva
“que proporcione a los alumnos los conocimientos necesarios para ampliar su capacidad de
apreciación y en consecuencia la capacidad de comprensión de la música escuchada”.
“En la vida real, la música es utilizada para manipular a las personas en todos los sentidos
(…). Puede hacer a la gente más obediente, agresiva e incluso racista”.
Las investigaciones de Naomi Ziv dicen que las canciones fáciles de escucharsuelen ser las
más peligrosas. En el 2011 en una investigación concluyo que ciertas músicas tienen el
poder de alterar el juicio moral de las personas.
A un grupo de voluntarios se le pidió que escucharan un comercial ficticio de una página web
que ofrecía documentos falsos a las personas para que cobraran una pensión más alta, la
mitad del grupo que escucho el comercial se les hizo que escucharan como música de
fondo “una pequeña serenata nocturna” de Mozart y la otra mitad no tuvo música.
Tipos de personajes
Los personajes son seres, ya sean humanos, animales o imaginarios, que forman parte de
una obra artística.
Estos son los que se encargan de llevar adelante la acción, les pasan cosas y pueden
evolucionar a lo largo de la narración.
Según su protagonismo:
Personaje principal: son los protagonistas de la historia, por lo que se les presta mayor
atención. Es en estos en los que se basa la narración y evolucionan a lo largo de la misma.
Personaje portavoz: la narración de la acción recae sobre estos personajes. Esto puede
quedar en manos de personajes secundarios, del protagonista o a un narrador omnisciente e
impersonal que no forma parte de las acciones.
Según su transformación:
Según su caracterización:
Personajes redondos: estos personajes son descriptos a lo largo de toda la obra, a partir de
las transformaciones que van sufriendo. En estos, las descripciones son mucho más
detalladas y profundas que la de los planos.
Dice Fuensanta Muños que: “En el contenido de una obra encontramos las observaciones o
revelaciones que el autor ha hecho acerca de la personalidad humana. Muchas de las mejores obras
dramáticas tienen su principal valor en la visión especial e inspirada que dan sobre la naturaleza del
ser humano.
El director (y los actores) deduce la personalidad de los personajes observando lo que dicen y lo que
hacen y averiguando los motivos que han provocado sus acciones y sus palabras.
La naturaleza de un personaje se destaca también por la cantidad de opiniones que los demás
personajes hayan expresado sobre él.
Las descripciones físicas que el dramaturgo puede incluir al comienzo de la obra sobre los personajes
son el punto de partida de la caracterización. Proporcionan al actor un marco de referencia, un
asidero simple para ayudarle a establecer las líneas generales de la persona a la que habrán de
representar.
Para analizar un personaje habrá que establecer primero su relación con la situación original y
determinar su grado de implicación en ella: protagonista, antagonista, en qué posición se sitúa
respecto al conflicto, etc. Una vez situado en la acción, hay que establecer su situación vital:
ocupación, creencias, modo de vida, etc. También es importante determinar qué estaba haciendo
justo antes de entrar en escena y su estado emocional, sus objetivos en la obra y el poder que tiene
para conseguirlos o no.”
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