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INTERdisciplina Volumen 6, número 16, (277-282), septiembre–diciembre 2018

www.interdisciplina.unam.mx doi: http://dx.doi.org/10.22201/ceiich.24485705e.2018.16

RESEÑA

Houria Bouteldja
Los blancos, los judíos y nosotros.
Hacia una política del amor revolucionario
México: Akal, 2017

María Haydeé García Bravo*


…en cuanto a la sangre coludida
tomaremos partido por la arroyada de los glaciares
en deshielo
y lanzaremos al cuello del Desastre
—impudencia y virulencia— palabras boleadoras

nos ha tocado ver a menudo que un surtidor de


agua viva
derribe la cabeza de la Bestia
277

Aimé Césaire, Conspiración…

En 1952, Frantz Fanon decía “La desgracia del


hombre de color es el haber sido esclavizado.
La desgracia y la inhumanidad del blanco son
el haber matado al hombre en algún lugar. Es,
todavía hoy, organizar racionalmente esta
deshumanización” (2009: 189-190). Actual-
mente, una mujer argelina–francesa, Houria
Bouteldja, vocera del Partido de los Indígenas después de la aparición de la publicación en
de la República (pir, acrónimo que juega en la francés (París: La fabrique Éditions, 2016).
pronunciación en francés con “lo peor”) pro- El libro de Houria, así como sus acciones
fundiza esa crítica y nos presenta una pro- políticas, son escandalosas, han provocado
puesta de reflexión y acción: la política del encendidas polémicas sobre todo en Francia
amor revolucionario, subtítulo de su libro: Los y en Europa desde que el pir fue lanzado —
blancos, los judíos y nosotros —traducido por primero como movimiento en 2005 y luego
Anabelle Contreras Castro con la colaboración como partido en 2010. Quiero retomar aquí la
de Claire Liénart, y prefacio de Ramón Grosfo- etimología de la palabra escándalo: “del la-
guel, y que ve la luz al castellano solo un año tín tardío scandălum y este del griego skán-

* Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, unam.


Correo electrónico: mahaydee@yahoo.com
García Bravo, María Haydeé. «Reseña del libro: Los blancos, los judíos y nosotros. Hacia una política del amor revolu-
cionario. Houria Bouteldja. México: Akal, 2017. 121 pp.» Interdisciplina 6, n° 16 (septiembre–diciembre 2018): 277-282.
INTERdisciplina Volumen 6, número 16, (277-282), septiembre–diciembre 2018
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dalon; propiamente ‘piedra con que se tro- tas que otorgó, primeramente hacía referen-
pieza’”, así como solo la cuarta de sus cia a los autóctonos de los lugares coloniza-
acepciones: la de “asombro, pasmo, admira- dos, pero también a una forma de clasificación
ción”.1 El trabajo de Houria es pues una pie- que implantó el código del indigenato2 y que
dra con la que tropezamos, y como en todo ella y el movimiento en el que milita lo han
traspié no podemos quedar igual, nos con– retomado para visibilizar una realidad dentro
mueve, nos hace re–pensar ciertas catego- de la república francesa: hay ciudadanos de
rías y re–considerar la historia de la construc- primera y de segunda y esta división tiene
ción de occidente y de los ideales liberales de que ver con la jerarquía racial.
las naciones europeas.
El argumento se ubica en la confluencia [Durante las ocupaciones coloniales] fue ne-
de, al menos, tres vertientes: la crítica antico- cesaria una distinción entre los colonos y los
lonial, el pensamiento decolonial y “la histo- locales. Entre los que iban a tener el poder y
ria y el presente de la inmigración magrebí, los que serían oprimidos. Los indígenas que-
arabo–bereber–musulmana” (p. 21). daron reducidos por las armas, económica-
Su propuesta pone en el centro la raciali- mente y por la ley. La ley fue el código del in-
278 zación, el racismo, es decir, el dispositivo oc- digenato, codificó la opresión social y racial
cidental/europeo/moderno/colonial y pa- de los autóctonos, privados de derechos, li-
RESEÑA

triarcal que vuelve a cualquier no–blanco, en bertad y soberanía.3


otro/otra, inferior, residuo, despojo. La parti-
ción dicotómica del mundo —que se dio en Houria, como tantos otros, es francesa y,
una imbricación de procesos a lo largo del sin embargo, es tratada como si todavía do-
tiempo: donde la conquista de América juega minara ese código; las personas racializadas
un papel fundamental— repartición que ex- son controladas o metidas presas por su apa-
pulsó y puso en condición de condena a la riencia. El uso de esta noción pone de mani-
zona del no ser, a quienes no fueran blancos. fiesto la prevalencia de una asimétrica y muy
La profunda cicatriz de la racialización, de desigual distribución del poder político, eco-
esa división que pasa por el color y se interre-
2 Code de l’indigénat. Conjunto de textos represi-
laciona con la clase —el obrero blanco está vos aplicado primero en Argelia, luego extendido a
por encima del negro— y el género —las muje- las colonias francesas del África negra, Madagas-
res blancas por encima del obrero negro y de car y la Conchinchina durante el siglo xix y abolido
en 1946. Este código legalizaba diversas formas de
las mujeres negras—, de ahí la delimitación
trabajo forzado, multas, penas de prisión, sin po-
que plantea Houria en su escrito: ustedes — der recurrir a la justicia o la interpelación. Sirinelli,
los blancos y los judíos que se han blanquea- Jean–François (dir.), Dictionnaire de l’histoire de
France. París: Larousse, 2006, 457. http://gallica.
do—; nosotros: las mujeres indígenas y los
bnf.fr/ark:/12148/bpt6k12005115/f468.item.
indígenas. r=indigenat
Respecto a esta noción —indígenas— tal 3 Entrevista a Houria Bouteldja por Hermann Be-
y como lo señala en el libro y en las entrevis- llinghausen en Ojarasca, sábado 14 de abril de 2018.
http://ojarasca.jornada.com.mx/2018/04/13/
los-indigenas-de-francia-y-la-descolonizacion-de-
1 http://dle.rae.es/?id=G9B66WN europa-6326.html
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nómico y cultural, grito que se escucha en los matar al blanco que todos llevamos dentro, por-
disturbios constantes en la banlieue o barrios que es en realidad una imposición y un riesgo.
periféricos de las ciudades francesas. De ahí que, asumiéndose indígena y
La escritura de Houria es apasionada y emulando a Aimé Césaire en su Cuaderno de
apasionante, filosa, punzante, en ocasiones un retorno al país natal cuando señalaba: “yo
terminante, el libro es un texto corto (121 pá- declaro mis crímenes y no hay nada que decir
ginas), con capítulos breves, contundentes. en mi defensa” (Césaire 2008, 49), Houria
En cada uno proporciona tanto datos de la también se declara criminal al vivir en Fran-
historia contemporánea de casi todos los cia, al estar blanqueada: “Entre mi crimen y
continentes, como anécdotas familiares que yo están, primeramente, la distancia geográ-
hilvanan esa línea continua entre las estruc- fica y, luego, la distancia geopolítica” (p. 30).
turas económicas y políticas y lo cotidiano, la Asume la paradoja de habitar en pleno cora-
trama existencial. zón de occidente y justo por ello ser y saberse
Quiero proponer una lectura en tres pun- del sur, por sus padres, su andamiaje comu-
tos, intersectando los contenidos de los seis nitario y religioso.
capítulos de su libro: el primero es la crítica Como hemos comentado, su trabajo abre-
epistemológica, siempre de la mano con lo va, al menos, de tres fuentes: una es la tradi- 279
político. El segundo es la crítica feminista de- ción anticolonial crítica, cuyo trazo genealógi-

RESEÑA
colonial y el tercero y último es la apuesta por co pasa, de manera muy marcada, por Aimé
el amor revolucionario, transformador. Césaire y Frantz Fanon. Ambos, en sus momen-
1. En la parte que correspondería a la intro- tos, han sido piedra de toque, causaron gran
ducción pero que no lleva ese nombre, Houria, escándalo y también para los dos —así como
examina el papel activo y fundamental de las y para Houria— su papel no se queda en escri-
los intelectuales y el riesgo de permanecer ad- bir, fueron militantes y participaron activa-
heridos a la blanquitud. Haciéndose eco de la mente en política: Césaire como alcalde de
consigna que la extrema derecha francesa lan- Fort–de–France y diputado, fundador y presi-
zó sobre uno de los intelectuales existencialis- dente del Partido Progresista Martiniqués y Fa-
tas más connotado, por su posicionamiento po- non como partícipe de manera decidida en la
lítico a favor de la liberación argelina: “¡fusilen independencia argelina y la búsqueda de la li-
a Sartre!”, Houria suscribe el llamado, pero por beración caribeña y negra.
otra razón: le critica de manera categórica su El pensamiento decolonial contemporá-
posición sionista, su apoyo a la fundación del neo, entre quienes destacan en su libro Ra-
estado de Israel en tierras palestinas. Contrapo- món Grosfoguel y Enrique Dussel es el otro ma-
niéndole a Jean Genet y su compromiso decidi- nantial. Ella misma ha declarado que este
do para con el pueblo palestino y con todas las encuentro es relativamente reciente, que fue
luchas de liberación, sin rasgos de filantropía o primero su lucha decolonial en Francia, sin co-
caridad, cuestión que conllevó una crítica agu- nocer los contenidos del giro decolonial, pero
dísima a la república francesa colonial, Houria que habiéndolo topado su acción se ha poten-
demanda el posicionamiento radical, sin tapu- ciado con sus conceptos, proposiciones y apo-
jos de ningún tipo y clama por la posibilidad de yo (en México, en la presentación de su libro la
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acompañaron los dos autores antes mencio- tencia comunitaria, solidaria. De ahí Houria
nados, Andrea Meza y Karina Ochoa). Houria establece una posible articulación con otras
indica que el encuentro la regocija pues pone creencias y resistencias también del sur, “con
de manifiesto la urgente necesidad de desco- las otras utopías de liberación (…) de donde
lonizarlo todo, porque “de la belleza, la poe- vengan, espirituales o políticas, religiosas,
sía, la espiritualidad, es eso de lo que carecen, agnósticas o culturales, en tanto respeten la
cruelmente, nuestras sociedades modernas y naturaleza y el ser humano, que no es, funda-
secas.” (p. 119) mentalmente, más que un elemento entre
En ese sentido, resalto la doble crítica otros” (p. 116-117).
que —fundada en la decolonialidad— Houria 2. La crítica acérrima y sin tregua al femi-
hace de los conocimientos y la filosofía occi- nismo blanco moderno, ilustrado, se inaugura
dentales y coloniales. Y de la mano de esta, la con la frase “Mi cuerpo no me pertenece” que
crítica a la ruptura operada entre pensamien- está en el capítulo “Nosotras, las mujeres indí-
to y creencias, mitos y logos, credos y razón. genas”. Porque, para Houria, la despatriarcali-
Esa idea sumamente reproducida por la an- zación es mucho más amplia de lo que ese fe-
tropología —en tanto ciencia colonial— de minismo occidental ha propuesto. Podríamos
280 que los otros, los salvajes creen; Europa, oc- ubicar esta producción dentro de lo que Sirin
cidente conoce, produce ciencia y filosofía. Adlbi Sibai retomando a María Caterina La Bar-
RESEÑA

Olvidando que la modernidad también es un bera llama “feminismo multicentrado”, cuyo


mito “que hace promesas, pero no cumple nombre “hace gala de la complejidad y de las
ninguna” (p. 112). Escisión que el occidente diferencias que estos trabajos quieren poner
moderno/colonial intentó hacer con la espiri- de relieve.” (Adlbi Sibai 2016, 63) Houria reco-
tualidad/religiosidad, dejando de lado que la noce que su cuerpo forma parte de un linaje
etimología remite a re–ligar, a hacer comuni- ancestral, pertenece a sus abuelas, abuelos,
dad. Y “es de la fe que el indígena adquiere madre y padre, declaración impensable para
su poder (…) En el islam, la trascendencia di- ciertos feminismos que se adhirieron sin reser-
vina ordena humildad y consciencia perma- vas a la visión capitalista sobre el individuo, y
nente de lo efímero” (p. 114) dieron por sentada la primacía del yo. Y de esta
De esta manera, y en consecuencia con lo manera, hicieron responsables a las mujeres
anterior, el tercer surtidor son, justamente, las de sus propias muertes y violencias, ¿tenemos
y los pensadores arabo–musulmanes, hom- que cuidarnos solas? ¡Claro que no! Desde una
bres y mujeres del pasado y del presente,4 de crítica marcadamente anti individualista —por-
quienes abreva y con quienes canta. En el ca- que esa posición entraña lo más profundo del
pítulo “Nosotros, los indígenas”, traduce del colonialismo, un ego conquistador— suscribo
árabe al francés, y nos comparte estrofas de lo que señalan Houria y las pensadoras islámi-
canciones de inmigrantes, sus blues de resis- cas decoloniales, varias feministas indígenas:
lo único que podrá salvarnos es hacer comuni-
4 Houria ha publicado, junto al pensador y mili- dad y no continuar con la imitación.
tante tunecino–francés Sadri Khiari, Nous som-
mes les indigènes de la République (París: Édi-
Lo que plantea Houria, junto a otras pensa-
tions Ámsterdam, 2012). doras, es que la historización de esos fenóme-
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nos —el patriarcado, el colonialismo, e incluso mos, hay una forma de antisemitismo, misogi-
el contexto de surgimiento del feminismo— es nia, homofobia, hay incluso racismo intraco-
primordial. Al llevar a cabo este análisis históri- munitario, la política del amor revolucionario
co, postula que el feminismo tiene un largo tra- lo que quiere es ponerle fin a ese círculo vicio-
yecto, y debido a las luchas de las mujeres se so y el fin de este círculo vicioso es retomar la
han obtenido derechos, pero casi siempre des- confianza en nosotros mismos, amarnos (…)
de una perspectiva liberal, derechos que no son rebasar esas formas de hostilidad y oposición
para todas porque se obtuvieron también “gra- en un proyecto político de liberación que es
cias a la dominación imperial” (p. 79-80). Es de- necesariamente revolucionario.5
cir, mientras el feminismo blanco no examine
los privilegios con los que cuentan al ser muje- Houria junto con sus colegas han inven-
res blancas en las metrópolis, no tiene por qué tado un vocabulario, un pensamiento propio
imponer y reproducir la lógica universalizante. surgido de un re–conocimiento de su histo-
Ello significaría homologar condiciones que no ria, de sus creencias. Resonando con James
son las mismas y desconocer los aportes críticos Baldwin, Houria nos propone el desafío de
que desde otros lugares, otras subjetividades y continuar la lucha descolonial: “salvar la be-
formas de relacionarse se han hecho. lleza de los indígenas”. 281
Houria ha sido increpada por las “buenas A los blancos les demanda matar la

RESEÑA
conciencias francesas”, incluso feministas, blanquitud, abolir la jerarquía racial, a los ju-
que no hacen sino reproducir el canon colonial. díos les propone salir del gueto juntos, a mu-
Como en los textos de Fanon y, Césaire, hay en jeres e indígenas desplegar los vínculos, re–
la escritura de Houria una angustia existencial, ligarnos. Como lo señala Ramón Grosfoguel
un decir desde el desasosiego, que no es sino en el prefacio al libro: “La invitación a una
esa voz comunitaria de potencia revoluciona- alianza política está siempre abierta en este
ria, que busca interpelar, tener resonancia, ge- manifiesto descolonial y en la práctica políti-
nerar una re–percusión para transformar. ca de los movimientos descoloniales. Pero
3. La apuesta. Houria señala que toma para avanzar en una alianza política se re-
prestada la idea de amor revolucionario de quiere previamente la creación de movimien-
Chela Sandoval, feminista chicana poscolo- tos descoloniales autónomos que generen la
nial. Es una propuesta que, desde mi punto fuerza política que permita negociar desde
de vista, en el libro solo deja enunciada y a la una posición de fuerza” (Grosfoguel, en Bou-
que es necesario todavía dotar de contenidos, teldja 2017, 7), porque “si la modernidad en
pero en ello podemos vislumbrar una con- su expansión colonial desencantó el mundo,
gruencia respecto del hacer y pensar en comu- la descolonización transmoderna significa
nidad y con la comunidad. No obstante, Hou- re–encantarlo” (Grosfoguel, en Bouteldja
ria en su visita a México en abril de 2018, 2017, 14).
abordó en una entrevista este punto:
5 Entrevista hecha por Víctor Hugo Pacheco y Ga-
briela González Ortuño para Grado Cero, a través
Hay algo del orden del odio, del racismo que de Tiempos equívocos, abril 2018. https://www.
está desarrollándose dentro de nosotros mis- youtube.com/watch?v=xk5fbKAhm14
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Porque más escandalosas que el libro de senta la política del amor revolucionario, que,
Houria, son las condiciones de vida de las po- como escribe Césaire, sea surtidor de agua
blaciones indigenizadas en todas las partes del viva que derribe la cabeza de la bestia y pueda
mundo. De cara a la renovada ola de conserva- permitir el despliegue de todas las formas de
durismo a nivel mundial que da una bocanada ser y estar en una nueva civilización: ¡ojalá!8
de aire a un imperialismo desfalleciente, solo
un diálogo intercultural, que implique lo interre-
ligioso e interepistémico con un enfoque deco- Referencias
lonial, posibilitará el establecimiento de una Adlbi Sibai, Sirin. La cárcel del feminismo. Hacia un
justicia epistémica no para invertir los térmi- feminismo islámico decolonial, México: Akal,
nos, sino para “articular antifascismo y antico- 2016.
lonialismo; antifascismo y antirracismo”.6 ———. «El hiyab en la obra de Fátima Mernissi o la
Como mujer indígena y militante, dis- paradoja del silenciamiento. Hacia un pensa-
puesta al diálogo, al debate, Houria ha releva- miento islámico decolonial.» En Grosfoguel, Ra-
do la cuestión de la sensibilidad pensante: món (comp.), Feminismos islámicos. Caracas:
“Ser descolonial es, en primer lugar, un estado Fundación editorial el perro y la rana. (Colección
282 de ánimo de emancipación. Es a la vez ruptura DeGéneros, Serie DeConstruir), 2016, 57-105.
y liberación. Un potencial que se encierra en Césaire Césaire, Aimé. «Cuaderno de un retorno a la
RESEÑA

alguna parte en nuestro interior, que se escon- tierra natal.» En Ollé–Laprune, Philippe, Para
de en las profundidades de nuestro ser”.7 leer a Aimé Césaire, trad. de poesía de José
Frente a una política del miedo imperial, Luis Rivas. México: FCE, 2008.
de la islamofobia, del temor frente al que han Fanon, Frantz. Piel negra, máscaras blancas. Ma-
vuelto permanentemente otro, Houria nos pre- drid, 2009. [Edición en francés, 1952].

6 http://www.decolonialtranslation.com/espanol/
sobre-islamofobia-fascismo-y-un-antifascismo-
complice.html 8 Como las traductoras indican la palabra ojalá viene
7 http://www.decolonialtranslation.com/espanol/ del arabo–musulmán inshallah: In cha Allah “Si
descolonizar-europa.html Allah quiere”, p. 115, nota 6.

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