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CAPÍTULO CUARTO
El derecho de respuesta ................................................................ 173
CAPÍTULO CUARTO
EL DERECHO DE RESPUESTA
275
González Pérez, Jesús, op. cit., nota 243, p. 64.
173
I. ACUERDO ESCRITO
276
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 115-120, sexta parte, p. 123.
277
Adelantamos que en materia de procedimiento administrativo, la legislación federal
mexicana establece los elementos y requisitos del acto administrativo, sin embargo consi-
deramos que el acto de responder a una petición es un acto más específico que el acto
administrativo, por lo que no comparte muchos de los elementos que de aquél se predican.
El artículo 3o. de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo señala: “Son elementos
y requisitos del acto administrativo: I. Ser expedido por órgano competente a través de
servidor público, y en caso de que dicho órgano fuere colegiado, reúna las formalidades
de la ley o decreto para emitirlo; II. Tener objeto que pueda ser materia del mismo, determi-
nado o determinable, preciso en cuanto a las circunstancias de tiempo y lugar, y previsto
por la ley; III. Cumplir con la finalidad de interés público regulado por las normas en que se
concreta, sin que puedan perseguirse otros fines distintos; IV. Hacer constar por escrito
y con la firma autógrafa de la autoridad que lo expida, salvo en aquellos casos en que la ley
autorice otra forma de expedición; V. Estar fundado y motivado; VI. (se deroga); VII. Ser
expedido sujetándose a las disposiciones relativas al procedimiento administrativo previs-
tas en esta ley; VIII. Ser expedido sin que medie error sobre el objeto, causa o motivo, o
sobre el fin del acto; IX. Ser expedido sin que medie dolo o violencia en su emisión; X. Mencio-
nar el órgano del cual emana; XI. (se deroga); XII. Ser expedido sin que medie error respec-
to a la referencia específica de identificación del expediente, documentos o nombre com-
pleto de las personas; XIII. Ser expedido señalando lugar y fecha de emisión; XIV. Tratándose
de actos administrativos (que) deban notificarse deberá hacerse mención de la oficina en
que se encuentra y puede ser consultado el expediente respectivo; XV. Tratándose de actos
administrativos recurribles deberá hacerse mención de los recursos que procedan, y,
XVI. Ser expedido decidiendo expresamente todos los puntos propuestos por las partes o
establecidos por la ley”.
278
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, LII, p. 124.
279
Pleno, SJF5, t. II, p. 302.
280
Pleno, SJF5, t. VII, p. 819.
281
Pleno, SJF5, t. XXI, p. 945.
282
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, LX, p. 125.
283
Segunda Sala, SJF5, t. L, p. 1494.
advierte en las tesis que anteceden, los tribunales federales la han puntuali-
zado en tesis que expresamente lo señalan:
DERECHO DE PETICIÓN. Las garantías que otorga el artículo 8o. constitucio-
nal, no consisten en que se tramiten las peticiones sin las formalidades es-
tablecidas por la ley sino en que a toda petición hecha por escrito, esté bien
o mal formulada, debe recaer un acuerdo, también por escrito, de la autori-
dad a quien se haya dirigido, la cual tiene obligación de hacerlo conocer, en
breve término, al peticionario. Si a una petición hecha por escrito, le falta
algún requisito legal, no puede, por esa causa, rehusarse a recibirla la auto-
ridad, ni negarse a acordarla; pues para no violar el derecho de petición,
debe recibir y acordar, desde luego, ese escrito, aunque sea negando lo que
se pida, o aplazando el acuerdo para cuando se cumpla con los requisitos
exigidos por la ley.284
284
Pleno, SJF5, t. XV, p. 102.
285
Segunda Sala, SJF6, t. LXXXIV, tercera parte, p. 49.
286
Tercera Sala, SJF5, t. XXXVII, p. 109.
287
Segunda Sala, Apéndice de 1995, sexta época, t. III, parte SCJN, tesis 129, p. 87.
288
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XXXVIII, p. 87.
289
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XXX, p. 49.
secundaria, y, por tanto, aun sin tal cumplimiento debe respetarse el derecho
de petición. Tampoco manda, por lo demás, que en el citado extremo de
incumplimiento de los citados requisitos, el acuerdo concerniente deba ser
definitivamente negativo; por lo cual, en dicha situación la responsable puede
en su respectiva determinación indicarle al peticionario qué requisitos le
faltan cumplir, para obtener proveído conforme a su petición.290
290
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XXXVII, p. 116.
291
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XXI, p. 69.
292
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XV, p. 68. Véanse: vol. XI, tercera parte, p. 39;
vol. VII, tercera parte, p. 76.
293
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XV, p. 69. Sostiene la misma tesis: vol. III, terce-
ra parte, p. 147 (tercera tesis); vol. IV, tercera parte, p. 224 (segunda tesis); vol. IV, tercera
parte, p. 224 (segunda tesis); vol. VI, tercera parte, p. 81 (tercera tesis); vol. XI, tercera parte,
p. 40 (segunda tesis).
por el hecho de que se diga al solicitante que se estima que faltan elementos
formales o materiales en la petición, para poder darle curso en cuanto al
fondo de lo pedido. Y en este caso, lo que procedería sería impugnar la
legalidad de la exigencia de tales elementos o requisitos, pero no podría
decirse válidamente que la autoridad omitió dictar un acuerdo congruente
con la petición, pues la congruencia del acuerdo no debe ser confundida con
la legalidad de su contenido.294
294
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 75, sexta parte, p. 47.
295
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, LXXX, p. 33.
296
Primera Sala, SJF6, t. segunda parte, LVIII, p. 79.
297
Primera Sala, SJF6, t. segunda parte, CXVII, p. 36.
PETICIÓN, DERECHO DE. En los términos del artículo 8o. constitucional, toda
autoridad, aun la que se estima incompetente, debe pronunciar el acuerdo
relativo a las solicitudes que ante ellas se presenten, y hacerlo conocer al
solicitante.299
298
Segunda Sala, SJF9, t. XII, octubre de 2000, p. 357, tesis: 2a. CXXXIII/2000.
299
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XII, p. 58, tesis relacionada con Jurisprudencia
207/85.
300
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, CV, p. 55.
301
Baste señalar que la jurisprudencia ha evolucionado en tal criterio, pasando de ob-
viar la necesidad de citar el fundamento de la competencia, a un criterio que exige como
ineludible tal cita. En el primer momento había mencionado que “la autoridad emisora de la
resolución no está obligada a citar en la misma los preceptos legales que funden su compe-
tencia, si ésta deriva de un ordenamiento general publicado en el Diario Oficial de la Fede-
ración, ya que la obligación de citar las disposiciones legales que apoyen la actuación de la
autoridad y los hechos que las hacen aplicables se refieren a la causa legal del procedimien-
to, y no a la competencia, conforme a lo dispuesto en el artículo 16 constitucional”.
Sin embargo, al resolver la contradicción de tesis número 29/90, suscitada entre los
Tribunales Colegiados Tercero en materia administrativa del Primer Circuito y del Décimo
Tercer Circuito, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia determinó que dar los fundamen-
tos de la competencia en el acto de autoridad es requisito esencial de éste, al efecto el texto
de la jurisprudencia por contradicción dice: “Haciendo una interpretación armónica de las
garantías individuales de legalidad y seguridad jurídica que consagran los artículos 14 y 16
constitucionales, se advierte que los actos de molestia y privación deben, entre otros requi-
sitos, ser emitidos por autoridad competente y cumplir las formalidades esenciales que le
den eficacia jurídica, lo que significa que todo acto de autoridad necesariamente debe emi-
tirse por quien para ello esté facultado, expresándose, como parte de las formalidades esen-
ciales, el carácter con que se suscribe y el dispositivo, acuerdo o decreto que otorgue tal
legitimación. De lo contrario, se dejaría al afectado en estado de indefensión, ya que al no
conocer el apoyo que faculte a la autoridad para emitir el acto, ni el carácter con el que lo
emita, es evidente que no se le otorga la oportunidad de examinar si su actuación se encuen-
tra o no dentro del ámbito competencial respectivo, y es conforme o no a la Constitución o
a la ley; para que, en su caso, esté en aptitud de alegar, además de la legalidad del acto, la del
apoyo en que se funde la autoridad para emitirlo, pues bien puede acontecer que su actuación
no se adecue exactamente a la norma, acuerdo o decreto que invoque, o que éstos se hallen
en contradicción con la ley fundamental o secundaria”. Jurisprudencia 10/94, p. 85, jurispru-
dencia por contradicción de tesis, octava época, t. I.
302
Segunda Sala, SJF5, t. CXXXII, p. 197.
303
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 115-120, sexta parte, p. 123.
que el mandamiento escrito debe estar firmado por esa autoridad competen-
te, porque desde el punto de vista legal es la firma lo que da autenticidad a
los escritos (o la huella digital, con testigos, cuando ello procede). Es decir,
un mandamiento escrito sin firma no puede decirse procedente de la autori-
dad competente, ni de ninguna otra. Y así como no podría darse curso a una
demanda de amparo carente de firma, de la misma manera no puede darse
validez alguna a un oficio o resolución sin firma, aunque según su texto se
diga proveniente de alguna autoridad. Por otra parte, para notificar un crédi-
to fiscal al presunto deudor del mismo, es menester que el notificador le dé
a conocer el mandamiento escrito y, por ende, firmado, de la autoridad que
tuvo competencia para fincarle el crédito, pues sería incorrecto pensar que la
firma del notificador pudiera suplir la firma de la autoridad competente de
quien debió emanar el fincamiento del crédito, ya que esto violaría el artícu-
lo constitucional a comento, al no ser el notificador autoridad competente
para fincar créditos, sino sólo para notificarlos. Este tribunal no ignora que
puede ser cómodo para algún organismo fiscal girar notificaciones y liqui-
daciones sin necesidad de motivarlas, fundarlas, ni firmarlas, pero también
estima que un concepto de comodidad o eficiencia así concebido de ninguna
manera es fundamento legal bastante para derogar una garantía constitucio-
nal, de lo que surgiría, sin duda alguna, un mal social mayor. Pues es claro
que las garantías constitucionales no pueden ni deben subordinarse al crite-
rio de eficiencia de empleados o funcionarios administrativos.304
304
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, Apéndice
de 1995, t. III, p. 489, tesis: 670.
305
Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, SJF8, t. II, segunda parte-2, julio a
diciembre de 1988, p. 535.
306
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, I, p. 48.
307
Segunda Sala, SJF5, t. XLVII, p. 815.
308
Cuarto Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF8,
t. XIII-febrero, p. 390.
meses desde que una persona presenta un ocurso y ningún acuerdo recae
a él, se viola la garantía que consagra el citado artículo constitucional”. De
los términos de esta tesis no se desprende que deban pasar más de cuatro
meses sin contestación a una petición, para que se considere transgredido
el artículo 8o. de la Constitución Federal, y sobre la observancia del dere-
cho de petición debe estarse siempre a los términos en que está concebido
el repetido precepto.309
El otro criterio, de cuño más reciente, fue dictado por el Primer Tribunal
Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito en julio de 1975:
309
Segunda Sala, SJF6, t. CII, tercera parte, p. 55. Volumen XCVI, tercera parte, p. 62.
mente breve para dar respuesta, y el juez de amparo debe ser casuista en
este aspecto, atendiendo a las peculiaridades del caso y a lo que razonable-
mente se puede llamar un término breve para dar respuesta a la petición de
que se trate. Aunque en principio, conforme a la tesis de jurisprudencia cita-
da en el párrafo anterior, cuatro meses sería un término excesivo, en cual-
quier circunstancia.310
310
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 79, sexta parte, p. 61.
311
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, VI, p. 167. Amparo en revisión 1297/57. Véase
también vol. III, p. 147; vol. IV, p. 225.
ridad responsable está obligada a dar contestación a cada una de las peti-
ciones dirigidas por el agraviado haciéndole saber en breve término el trá-
mite o destino que se dio a las solicitudes formuladas, porque el precepto
constitucional que otorga la garantía individual, claramente precisa que a
toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se
haya dirigido; de lo que se traduce que lo establecido por el precepto cons-
titucional no puede referirse únicamente a un acuerdo común, sino que
debe proveerse cada una de las solicitudes.312
Esta interpretación se refuerza con el contenido del artículo 16, frac-
ción X, de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo que señala la
obligación a la administración pública federal de “dictar resolución expresa
sobre cuantas peticiones le formulen... debiendo dictarla dentro del plazo
fijado por la ley”.
Otro supuesto es el que tiene por cuestión el de si las autoridades deben
resolver en el caso de cuestiones planteadas a mayor abundamiento. En
estos casos se ha decidido:
312
Primer Tribunal Colegiado del Décimo Tercer Circuito, SJF8, t. X-septiembre,
p. 263.
313
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 58, sexta parte, p. 60.
PETICIÓN, DERECHO DE. Si los quejosos han formulado sus solicitudes ante
varias autoridades, y así está demostrado, y sólo una de ellas en nombre
propio ha acordado diciendo a los promoventes que ocurra ante las otras, el
acuerdo de la primera autoridad no puede tomarse como respuesta por parte
de las que no contestaron y acordaron sobre el asunto.314
Puede advertirse que lo que se busca con tales criterios es que el dere-
cho de respuesta se convierta, tal y como lo entendió el Primer Tribunal
Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, en el presupuesto
que permita un clima de paz, precisamente el correspondiente a un Esta-
do de derecho.
Quedaría pendiente de dilucidar la cuestión acerca de un límite cuantita-
tivamente determinado para las peticiones. ¿Cuántas veces puede hacerse
la misma petición? Hemos señalado líneas atrás que el órgano o servidor
público están obligados a dar contestación a cada una de las peticiones
dirigidas por el agraviado haciéndole saber en breve término el trámite o
destino que se dio a las solicitudes formuladas, porque el precepto constitu-
cional que otorga la garantía individual claramente así lo indica.
Ante la posibilidad de que se solicitara una misma petición en reiteradas
ocasiones, es evidente que el órgano o servidor al contestar podrá denegar lo
solicitado aduciendo el cumplimiento anterior de la petición o la denegación,
también anterior, de la misma. En todo caso quedaría la cuestión de deter-
minar cuántas veces constituye el concepto reiteradas ocasiones, y sobre
todo, la obligación que tendría el órgano o servidor de cumplir con ciertos
requisitos para evitar infringir el precepto constitucionalidad de legalidad.
314
Segunda Sala, SJF5, t. CXIV, p. 137.
315
Segunda Sala, SJF5, t. CXXV, p. 2908.
316
Segunda Sala, SJF5, t. CX, p. 113.
317
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XLI, p. 89.
318
Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, SJF8, t. XIII-mayo, p. 431.
319
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XIII, p. 65.
320
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, VIII, p. 59.
321
Tercera Sala, SJF8, t. IX-abril, p. 80, tesis 3a. XXXIII/92.
322
Segunda Sala, SJF7, t. 205-216, tercera parte, p. 127.
Éstas son las únicas tesis que encontramos en las que se advierte la inter-
pretación del artículo 8o. constitucional en el sentido de que la notificación
del acuerdo deba ser de carácter escrito.
Esto que pudiera parecer baladí no lo es si atendemos a la explosión
tecnológica que ha derivado en la adopción de nuevas tecnologías como
mecanismos de comunicación procesal y administrativa, y que han impac-
tado en la labor y desempeño de las funciones administrativas.
La Tercera Sala ha dictado un criterio que prácticamente define la invia-
bilidad de la notificación verbal. Es el siguiente: “DERECHO DE PETICIÓN.
La contestación verbal a toda petición que se presenta, es violatoria de los
artículos 8o. y 16 constitucionales”.323
Sin embargo, de la propia redacción de la tesis puede derivarse que la
preocupación del órgano colegiado era ambigua, toda vez que utilizando el
pretexto del derecho de petición, estaba alertando acerca de la violación
que se daba en tanto se soslayaba la fundamentación y motivación de la
contestación. En cualquier caso, la interpretación que considera necesaria
que la notificación sea hecha por escrito, atiende a un principio de seguridad
jurídica que es de suyo el principio implícito en el aseguramiento de ambos
derechos: el de petición y el de respuesta.
Líneas adelante hemos dedicado un apartado para analizar las excepcio-
nes a la notificación por escrito (aceptando sin conceder que ésta sea la
regla general), tal y como hemos dedicado un apartado relativo tratándose
del derecho de petición. Creemos conveniente recordar que la Segunda Sala
consideró que
En tal sentido cabe afirmar que la autoridad que tiene a cargo notificar la
respuesta a una petición, debe hacer constar fehacientemente que ésta se
323
Tercera Sala, SJF5, t. XC, p. 2268.
324
Segunda Sala, SJF5, t. CXVIII, p. 115.
Un supuesto que llega a darse y que puede plantear una controversia por
posible vulneración del derecho de respuesta, es el que surge cuando el acuerdo
y notificación del mismo es dado a conocer al peticionario por una autori-
dad distinta de aquélla a la que se dirigió la petición. Adelantamos que no
habrá tal vulneración siempre y cuando el órgano o servidor público que
conocieron en primer lugar hagan saber al peticionario del reenvío de su
solicitud a una autoridad distinta. Así lo estimó la Segunda Sala al conside-
rar que “las autoridades violan el artículo 8o. constitucional, cuando turnan
la petición a otra oficina y omiten comunicar el trámite al interesado”.325
Es evidente que el buen funcionamiento de la administración pública o
de la administración de justicia requerirá en no pocas ocasiones de tales
circunstancias. El argumento utilizado, y que indica claramente la inexis-
tencia de la vulneración, es la ordinación o subordinación jerárquica de las
autoridades involucradas en la respuesta o notificación. El pleno de la Cor-
te suprema mexicana señaló en el lejano año de 1924:
325
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, II, p. 87.
326
Pleno, SJF5, t. XV, p. 222. Tesis relacionada con Jurisprudencia 212/85.
3. En breve término
327
Primera Sala, SJFG9, t. VII, mayo de 1998, p. 346, tesis: 1a. XV/98. Esta tesis se ha
reiterado en Primera Sala, SJF9, t. XI, junio de 2000, p. 50, 2a./J. 6/2000.
328
Segunda Sala, SJF7, t. 26 tercera parte, p. 173. Véase también SJF6, vol. CXXIII,
tercera parte, p. 39; vol. CXXII, p. 39; vol. LXXXV, p. 32. Nota: en el informe de 1971, la
tesis aparece bajo el rubro “PETICIÓN, DERECHO DE”.
329
Bazdresch se había pronunciado al respecto en los siguientes términos: “Prevención
importantísima para los intereses democráticos, es que el acuerdo se haga saber al peticio-
nario en breve término, el cual naturalmente depende de la sencillez o complejidad del
asunto, y racionalmente debe ser de una o dos semanas, aunque la actual complicación
burocrática de las oficinas públicas puede alargarlo hasta un mes o más; es inadmisible que
el acuerdo demore a pretexto de consultar antecedentes o recabar informes, etcétera, y si tal
cosa fuere necesaria, debe hacerse saber al peticionario que ya se procede a obtener los
datos adecuados para resolver su petición con conocimiento de causa; pero es claro que
esa contestación no satisfaría la garantía, que requiere acuerdo precisamente sobre la mate-
ria concreta de la petición, de donde se sigue que la revisión de datos o de antecedentes
necesarios para acordar sobre la procedencia o improcedencia de la petición, mantiene
íntegramente en pie la obligación de la autoridad respectiva de dictar el acuerdo pertinente
precisamente sobre el punto concreto de la petición; todo lo cual está sujeto a la responsa-
bilidad oficial prevista en el artículo 18, fracción XXXVI, de la Ley de Responsabilidades
de los Funcionarios y Empleados de la Federación, que fija un mes de plazo para la contes-
tación escrita de las peticiones, por la cual hay que entender la que resuelva si la autoridad
respectiva accede o no a la petición, y no meramente cualquier acuerdo dilatorio”. Bazdresch,
Luis, op. cit., nota 136, p. 124.
Por su parte, Juventino V. Castro al ocuparse del mismo tópico señala: “En efecto, la
fracción XXXVI del artículo 18 de la Ley de Responsabilidades de Funcionarios y Emplea-
dos de la Federación, del Distrito y Territorios Federales, y de los altos funcionarios de los
Estados, tipifica como delito el ‘volver nugatorio el derecho de petición no comunicando
por escrito al peticionario el resultado de su gestión, dentro de los treinta días siguientes a la
presentación de la solicitud’. Es cuestión perfectamente dilucidada que la disposición cons-
titucional contiene un concepto no definible totalmente, como lo es la obligación de las
autoridades de contestar las peticiones en breve término, lo cual obliga a una interpretación
de dicha norma al momento de aplicarse. La interpretación primaria es la llamada auténti-
ca, como lo es en el presente caso las consideraciones del Constituyente que ya hemos
señalado, y ésta no puede ceder frente a consideraciones o criterios del legislador ordinario
—federal o local—, que evidentemente contradicen el espíritu del legislador constituyente,
claramente expuesto en los anales de sus discusiones. Por ello consideramos que la fracción
transcrita es inconstitucional, al fijar para ello un término a las autoridades, que el mismo
Constituyente se negó a precisar, independientemente de las ventajas —reales o supues-
tas— que tal fijación pudiera tener”. Castro, Juventino V., op. cit., nota 20, p. 105.
330
Segunda Sala, SJF5, t. LXVII, p. 3164.
331
Segunda Sala, SJF6, t. CXXIII, tercera parte, p. 39. También SJF6, vol. CVI, tercera
parte, p. 74.
332
Segunda Sala, SJF5, t. CXIX, p. 1394.
333
Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, SJF8, t. XII-julio, p. 167.
334
Tercer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7, t. 49,
sexta parte, p. 51.
335
Segunda Sala, SJF6, t. CXXVII, tercera parte, p. 39.
336
Segunda Sala, SJF6, t. XII, tercera parte, p. 58. Véase también vol. VIII, tercera
parte, p. 59; vol. VII, tercera parte, pp. 76-77; vol. IV, tercera parte, p. 227.
337
Segunda Sala, SJF6, t. LXXXI, tercera parte, p. 41.
338
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 79, sexta parte, p. 63.
339
Segunda Sala, SJF5, t. CXXX, p. 532.
340
Segunda Sala, SJF6, t. XI, tercera parte, p. 40. Tesis relacionada con Jurisprudencia
207/85.
341
Segunda Sala, Apéndice de 1995, t. III, parte SCJN, p. 89, tesis 131.
342
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 103-108, sexta parte, p. 299.
Dos son los casos que pueden concebirse como excepciones: la falta de
respuesta con aceptación de lo pedido, y la respuesta por algún medio elec-
trónico o distinto de la notificación escrita.344
343
Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 127-132, sexta parte, p. 118.
344
Conforme al artículo 35 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo “las
notificaciones, citatorios, emplazamientos, requerimientos, solicitud de informes o docu-
mentos y las resoluciones administrativas definitivas podrán realizarse: I. Personalmente
con quien deba entenderse la diligencia, en el domicilio del interesado; II. Mediante oficio
entregado por mensajero o correo certificado, con acuse de recibo. También podrá realizar-
se mediante telefax, medios de comunicación electrónica o cualquier otro medio, cuando
así lo haya aceptado expresamente el promovente y siempre que pueda comprobarse
fehacientemente la recepción de los mismos, y III. Por edicto, cuando se desconozca el
domicilio del interesado o en caso de que la persona a quien deba notificarse haya desapa-
recido, se ignore su domicilio o se encuentre en el extranjero sin haber dejado representante
legal. // Tratándose de actos distintos a los señalados anteriormente, las notificaciones po-
drán realizarse por correo ordinario, mensajería, telegrama o, previa solicitud por escrito
del interesado, a través de telefax, medios de comunicación electrónica u otro medio simi-
lar. // Salvo cuando exista impedimento jurídico para hacerlo, la resolución administrativa
definitiva deberá notificarse al interesado por medio de correo certificado o mensajería, en
ambos casos con acuse de recibo, siempre y cuando los solicitantes hayan adjuntado al
promover el trámite el comprobante de pago del servicio respectivo”.
Quizá uno de los ejemplos más claros en los cuales, pese a la falta de
notificación, el derecho de respuesta no es vulnerado, se da cuando la auto-
ridad ha resuelto favorablemente la petición. Es decir, en aquellos supues-
tos en que el peticionario ha visto satisfecha la solicitud dirigida al órgano
o servidor público. Así lo ha entendido el pleno de la Corte Suprema mexi-
cana desde 1920: “DERECHO DE PETICIÓN. No puede alegarse que se ha vio-
lado por las autoridades, si éstas han resuelto implícitamente sobre el asunto
materia de la petición”.345
Recordemos que con las peticiones el ciudadano puede buscar una ac-
tuación administrativa en un determinado asunto. Un ejemplo: la solicitud
fundada en motivos concretos y razonables del cambio de dirección en la
circulación vehicular de una calle. Si la autoridad correspondiente considera
que hay motivos suficientes para realizar tal cambio, y lo hace sin notificar
al peticionario que su solicitud ha sido acordada y llevada a la práctica, es
evidente que no se vulnera el derecho de respuesta. Hay una respuesta implí-
cita en la consecución de la conducta o actividad administrativa solicitada.
A primera vista puede advertirse una suerte de incongruencia con lo ya
citado, dado que se trata de una obligación constitucionalmente impuesta
a los órganos del poder público. Sin embargo, es evidente que tal exigen-
cia tiene una justificación en tanto se constituye en un mecanismo que ope-
ra para obligar a la autoridad en la atención de los asuntos o solicitudes en
los que la ciudadanía está interesada y pone especial atención. Así, si la
autoridad atiende tales peticiones y las satisface, es evidente que cumple
sobradamente con el espíritu que anima el derecho de respuesta.
Desafortunadamente no todos los casos que involucren tales supuestos
fácticos pueden ser tan simples como el ejemplo transcrito, y ante una po-
sible controversia, siempre serán los tribunales los que de manera casuística
decidan sobre el particular.
345
Pleno, SJF5, t. X, p. 263.
346
Tercera Sala, SJF5, t. XC, p. 2268.
347
Segunda Sala, SJF5, t. CXVIII, p. 115.
348
Segunda Sala, SJF5, t. CXVI, p. 1141.
349
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, XLI, p. 89.
En todo caso debe advertirse que en los mismos asuntos dilucidados con
la anterior interpretación, el Tribunal Electoral señaló que el reconocimiento
de la notificación por fax, en la legislación adjetiva electoral, concordaba
plenamente con la naturaleza jurídica de la materia, dado que se consideran
procesos cuya materia es de interés público en razón de la naturaleza y
características de las normas sustantivas que protegen.351 A futuro, la noti-
ficación por fax puede ser incluso sustituida por medios más rápidos y
confiables, como el empleo del Internet donde la transferencia de informa-
ción se da casi instantáneamente, lo que supera en mucho las limitaciones
materiales del fax.
En este proceso de actualización tecnológica deberá abordarse antes la
protección de los datos personales, pues en su mayor parte, el empleo de
nuevas tecnologías supone la existencia de respaldos informáticos con in-
formación de los sujetos involucrados en la comunicación, y por tanto sus-
350
Sala Superior, S3EL 011/98, juicio de revisión constitucional electoral, SUP-JRC-
023/98.
351
Sala Superior, S3EL 012/98. En los incidentes de inejecución de sentencia derivados
de los juicios de revisión constitucional electoral, SUP-JRC-023/98 y SUP-JRC-024/98.
1. Averiguación previa
352
Segunda Sala, SJFG9, t. IX, febrero de 1999, p. 238, tesis: 2a. XV/99. Véase: Sema-
nario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, t. IV, octubre de 1996, p. 180,
tesis P. CXXV/96, de rubro: “PROMOCIONES NOTORIAMENTE IMPROCEDENTES. EL ARTÍCU-
LO 124 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE TLAXCALA QUE AUTORIZA
SU DESECAMIENTO NO VIOLA LA GARANTÍA DE AUDIENCIA”. Nota: la tesis 270 a que se hace
mención aparece publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-
1995, t. I, materia constitucional, p. 252, con el rubro: “PROMOCIONES IMPROCEDENTES. NO
VIOLA LA GARANTÍA DE AUDIENCIA EL ARTÍCULO 41 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES
DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN, QUE AUTORIZA SU DESECHAMIENTO”.
353
Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito, SJFG9, t. VIII, diciem-
bre de 1998, p. 1071, tesis: XXII.1o.9 P.
las peticiones que tuvieran lugar en relación a una averiguación previa de-
bían ser satisfechas por el Ministerio Público:
354
Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito, SJFG9, t. VIII, octubre
de 1998, p. 1134, tesis: XXII.1o.25 A.
355
Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Octavo Circuito, SJFG9, t. III, mayo de
1996, p. 656, tesis: XVIII.2o.4 P.
2. Proceso penal
356
Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, SJF8, t. IX-mayo, p. 425.
357
Primera Sala, Apéndice de 1995, sexta época, t. II, p. 57, tesis: 100.
3. Contencioso administrativo
358
Segunda Sala, SJF6, t. tercera parte, II, p. 86, tesis relacionada con jurisprudencia
207/85, 8a. parte.
359
Tercer Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF7,
t. 217-228, sexta parte, p. 436.
360
Octavo Tribunal Colegiado en materia administrativa del Primer Circuito, SJF9,
t. XIII, abril de 2001, p. 1067, tesis: I.8o.A.9 A.