INDONESIA

Nombre oficial: Republik Indonesia

Capital: Yakarta
Población: 250 millones de habs.
Nivel de desarrollo: 121º puesto
Lengua: Bahasa indonesio (oficial), javanés Moneda: Rupia indonesa

La República de Indonesia es un estado del sureste de Asia formado por más de 13.000 islas; éstas ocupan la
mayor parte del archipiélago más grande del mundo, Insulindia, al que cruza la línea del Ecuador. Los mares de
Java y Banda dividen el país en dos zonas: el sector norte y el sector sur. En el primero destacan las islas de
Borneo (compartida con Malasia y Brunei), las Célebes, las Molucas y Nueva Guinea (compartida con Papúa-
Nueva Guinea. En el segundo sector, el del sur, las mayores islas son las de Sumatra, Java y Timor (compartida
con Timor Oriental).
El clima es típicamente tropical, con dos periodos de lluvias y vientos monzónicos: de noviembre a marzo y de
junio a octubre. Las temperaturas suelen ser elevadas y el ambiente muy húmedo.
Los volcanes son elementos muy habituales en el paisaje de Indonesia. A lo largo de la historia sus erupciones
han provocado incontables tragedias, como la que causó el célebre Krakatoa cuando estalló en el año 1883. En
la actualidad centenares de volcanes activos aún se reparten por todo el territorio indonesio.

La isla de Bali es, sin duda, uno de los enclaves turísticos más visitados del Océano Índico. Un destino de
ensueño conocido por sus fantásticos resorts de lujo, auténticos oasis de paz y tranquilidad. Si se busca
exotismo, belleza natural y una forma distinta de hacer turismo explorando nuevas culturas, Bali sin duda es la
opción perfecta.
En definitiva, un pequeño paraíso en el que el mar, la historia y la cultura se dan la mano. Sigue asombrando
por el blanco de sus playas de arena fina, el verde de sus terrazas de arroz y el colorido de sus gentes. Situada
entre las islas de Java y Lombok, Bali ha sabido unir la tradición y el paisaje a las demandas y necesidades que
exige tener uno de los principales destinos de vacaciones.

La isla de Java. Esta isla es el centro político, geográfico y económico del archipiélago indonesio. Java ocupa una
extensión relativamente reducida (aproximadamente como Inglaterra) pero en ella habitan 112 millones de
personas, el 55% de la población del país. Su silueta, alargada y estrecha, está surcada por una cadena de
montañas volcánicas que marcan su espina dorsal. Fue en Java donde los imperios hinduistas y budistas llegaron
a su máximo esplendor, produciendo maravillas arquitectónicas como Borobudur y Prambanan. Cuando el
islam se instauró en la isla en el siglo XV, absorbió las culturas autóctonas, en vez de ser anuladas, por lo que
Java presenta una gran mezcla de influencias históricas y religiosas.

Isla de Lombok. Este enclave está formado por playas vacías y paisajes apacibles, y aparece dominado por el
espectacular volcán Rinjani. El pueblo profesa, en su mayoría, el islamismo (los sasakos), aunque permanecen
grupos aislados de hindúes balineses. La notable cultura sasak se caracteriza por sus bailes entrelazados,
brillantes y espectaculares, y por su ostentación y luchas basadas en ritos. La cultura sobrevive en Lombok –un
vestigio de cuando los príncipes balineses controlaban la isla - y la mayoría de sus comercios turísticos están
regentados por balineses.

La isla de Sumatra posee abundantes recursos y vida naturales, enormes ríos enlodados que recuerdan al
Amazonas, y algunas obras de arquitectura relevantes. Su tamaño es prácticamente cuatro veces mayor que la
vecina Java, pero aloja menos de un cuarto de su población. Durante el dominio holandés, suministraba a nivel
mundial grandes cantidades de aceite, caucho, pimienta y café. Estos recursos, aparentemente inagotables,
todavía sostienen la economía indonesia. Sumatra es la patria de muchas razas y pueblos: los antiguos
cazadores de cabezas y caníbales de las regiones batak, la cultura musulmana minangkabau (de transmisión por
línea materna) y los clanes primitivos de las islas Mentawai.

Gastronomía
La comida indonesa se caracteriza por su extraordinaria variedad. Es un espectáculo de colores,
aromas y sabores. A pesar de que el arroz sea el común denominador en todos los platos, éste se
condimenta de forma distinta en cada ocasión. Algunas veces se sirve un poco soso y otras picante,
acorde siempre con los más diversos ingredientes, ya sean dulces, ácidos o salados. Cada ingrediente
se prepara y se sirve aparte, en diferentes cuencos, dejando que sea el comensal el que haga todas las
combinaciones posibles en función del gusto de su paladar.