La jarana posee una sonoridad más allá del rasgueo: Morenos

Para mí la técnica del arpegio fue un feliz encuentro, muy bien recibido por los ortodoxos, dice

Su producción está integrada por 17 temas de su autoría, que emanan dulzura y sensualidad

JUAN JOSE OLIVARES

Jorge Morenos es un músico de la Huasteca que rescata toda la tradición sonora de su región y su
cultura. Toca, entre otros instrumentos (como guitarra, vihuela, flauta renancentista, quinta
huapanguera, guitarrón), la jarana, y lo hace con el alma, que lo acompaña por doquier. Le habla y
ella le corresponde, dice el hombre. La toca como pocos lo han hecho: con arpegio y no con el
tradicional rasgueo. "La jarana estaba subvalorada, no se le había explorado más allá del rasgueo,
y creo que no se lo merece, porque tiene una sonoridad más extensa", afirma el trovador-sonero
en entrevista.

Morenos, acreedor dos veces al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, acaba de editar su
primer disco: Vetas del gran árbol del son Cuexteco, archivo sonoro con 17 creaciones propias "de
son contemporáneo (porque están hechos en este tiempo)", o sea: trovos, décimas, sextetas,
versos libres, acerca de leyendas, dichos populares de su región y ocurrencias propias. Música
hecha en un entramado de son huasteco tradicional, pero con modulaciones tonales actuales,
poco frecuentadas por la tradición.

Recuerdo de una pequeña arpa

En sus presentaciones destaca el uso de la jarana huasteca a modo de arpa, la ejecución de la

huapanguera de manera poco ortodoxa (por las rítmicas arriesgadas), así como el canto con
falsete, típico de la Huasteca. Su utilización de la jarana con arpeo y figueta hace recordar a la
pequeña arpa tsacamson.

"Son sones contemporáneos por la autoría, porque son hechos en este tiempo; sin embargo, están
enraizados en la tradición Huasteca, palabra que proviene de Cuextécatl, nombre de un señor de
los huastecos", comenta el oriundo de Tampico, Tamaulipas.

Explica el porqué de arpegiar la jarana: "Casi todos los instrumentos españoles son aquellos que se
rasgaban y se hacía melodías con ellos, pero creo que también podemos cambiarles las técnicas
para tocarlos. Para mí fue un feliz encuentro con esas técnicas de arpegio y con estos
instrumentos de cuerdas, además de que da una sonoridad especial, y aun los ortodoxos han
recibido maravillosamente esta forma de tocar".

El cantautor, quien antes de editar este trabajo realizó otros oficios, ahora pretende ganarse la
vida como trovador, "como aquel enclavado en la hondura de una tradición, de la cual todos
tendríamos que aprender mucho, porque luego he visto a trovadores que no se nutren de la
música mexicana, componen a una letra poniéndole acordes, pero la trova real proviene de una
raíz. Si no naciste en algún lugar, hay que buscarla. Pensar que no se tiene tradición es una de las
mejores provocaciones para buscarla".
Comenta la diferencia entre los sones de su región y los de Veracruz, en especial de la región de
Sotavento. "Son tradiciones distintas. El golfo abrigó muchas músicas. El son jarocho es más
reciente que el son huasteco, que aún se rastrea anterior por su rítmica, que nacieron así como la
chaconal o la zarabanda. Son rituales distintos, pero tienen mucho en común, como los
instrumentos: el arpa o la jarana, aunque cabe señalar que ésta última, en el caso de Veracruz, es
más parecida en sonoridad y escritura a la guitarra, pero la jarana huasteca tiene un maridaje más
especial con el arpa".

La música de Jorge Morenos emana dulzura y sensualidad, erotismo. Se dice que el falo y otras
iconos eróticos eran parte de esa cultura. Los mexicas consideraban a los huastecos parientes
lejanos y los desdeñaban por su costumbre de andar desnudos.

Gusto por el exceso

"Antropológicamente hay una leyenda negra de los huastecos proveniente de los mexicas: que
eran muy libidinosos. Y la verdad que nuestras principales divinidades son eróticas. Es una leyenda
bien ganada, no porque seamos buenos amantes, sino porque alardeamos de eso, y es cierto. Otra
leyenda es la borrachera. En la primera pieza del disco hay un reflejo de que había un gusto por el
exceso, por tomar el pulque y andar desnudos". Aunque los códices también dicen que la gente
usaba poca ropa porque es una región muy cálida.

Morenos lleva su instrumento preferido a todas partes, "para lo que se pueda ofrecer, en términos
de música y de conquistas espirituales, o sea, para enamorar a la gente con nuestra música".

Pero sigue siendo difícil combatir contra el mercado masivo. "El consuelo de los creadores es estar
con gente a la que le interese tu trabajo y que la fe de tu trabajo tenga repercusión, y que cada vez
que canto, de manera profesional o informal, me den una sonrisa."