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Anotaciones sobre una posible fundamentación de la ética en Ser y

tiempo de Martin Heidegger

-Malentendido existencialistico: como para abordar la pregunta por el ser debe realizar una
analítica de la existencia del Dasein, no solo hace con ello que la frontera entre lo existentivo y
lo existencial sea difuso, sino que el análisis del Dasein cotidianto, en su región óntica, se
introduzca la reflexión de una ética que, claro está para Heidegger, está supeditada a la
reflexión interior sobre el ser del Dasein y el ser mismo.

-Otro aspecto que puede llevar a que la reflexión heideggeriana pueda tener una comprensión
sobre la ética, son el uso de conceptos como elección (wahl), decisión (Entscheidung), culpa
(Schuld), actuar (Handeln), responsabilidad (Verantwortung), propiedad (Eigentlichkeit),
coexistencia (mitdasein), y resolución (Entschlossenheit) que está ligado de alguna manera al
decisionismo .

1. Heidegger diferencia entre los modos del procurar por/solicitud (Fürsorge) tres casos
extremos: una deficitaria (indiferente), una impropia (sustitutivo-dominante) y una
propia (anticipativo-liberadora). De esos modos hay varias formas que resultan de su
mezcla, lo cierto del caso es que todos, afirma Heidegger, están presentes en la
cotidianidad16. Como quiera que sea, un tipo de Fürsorge es llamada propia porque,
por una parte, concierne “a la existencia del otro, y no a una cosa de que él se ocupe”17,
y por otra parte, debido a sus consecuencias: “[ella] ayuda al otro a hacerse transparente
en su cuidado y libre para él”18. Ciertamente esto suena “moral”, como el hombre del
mito de la caverna que quiere regresar a esta para liberar a sus congéneres. De hecho
afirma Heidegger: “Sólo la resolución para sí mismo pone al Dasein en la posibilidad
de dejar ‘ser’ a los otros en su poder-ser más propio, incluyendo este poder-ser en la
apertura de la solicitud [Fürsorge] anticipante y liberadora. El Dasein resuelto puede
convertirse en ‘conciencia’ de los otros. Del modo propio de ser-sí-mismo en la
resolución nace por vez primera el modo propio de la convivencia [Miteinander]”19

si cuenta cómo es el Dasein en su modo propio, que es el menos frecuente, lo acusamos de


parquedad, y de no dar lineamientos para la acción… y si diera tales lineamientos lo
acusaríamos de salirse del ámbito ontológico y hacer crítica social u otra cosa.

2. Mientras que la parte más visible de Ser y tiempo está en el aislamiento que la
resolución trae consigo y que exige el omitir al coexistir en la decisión, Luckner recalca
el papel de la Fürsorge. Si bien sólo en el aislamiento logra el Dasein su más propio ser-
en-el-mundo protegiendose así de lo interpretado por “uno“ y de las posibilidades que
“uno” tiene y deja de lado, si bien “la angustia aísla y abre al Dasein como un solus
ipse”20, plantea también Heidegger, como Luckner pone de relieve, al otro como
posible conciencia.

3. Habría ahora que preguntarse, si, como Hoppe afirma: “en tanto que la propiedad
[Eigentlichkeit] como resolución pasa a la posición de una, por decirlo así, instancia
transcendental de posibilitación, ella deja tras de sí también este contexto [i.e. el coestar,
das Mitsein]” 21. Según Hoppe utiliza Heidegger conceptos que emergen solo de una
basis social (culpa, conciencia, responsabilidad) y luego pretende hacer con ellos una
especie de sujeto autónomo, independiente de la intersubjetividad. Y precisamente la
falta de un contexto social provocaría la caída de Heidegger en el decisionismo: “¿A
qué podrá resolverse? La respuesta solo puede ser dada por el acto resolutorio
[Entschluss] mismo […]. A la resolución le pertenece necesariamente la
indeterminación…”22. Por ello aquella broma de un estudiante de Heidegger: “yo estoy
resuelto, pero no sé a qué” 23. Con este tránsito, la focalización en la resolución y la
consecuencia del decisionismo, llegamos a la tercera manera de ver una ética o una
fundamentación de la ética en Ser y tiempo

Esto quiere decir, por decirlo con Kierkegaard, que solo en la propiedad se tiene la elección
de la elección, la salida de la inmediatez. En palabras de Heidegger, se elige querer-tener-
conciencia [Gewissen-haben-wollen].

Aparición de los otros en el


mundo cotidiano

Si el punto de partida es el ser-en-elmundo en su carácter de aperturidad, no podemos concebir


el ser del Dasein como un ser aislado inicialmente. Su facticidad implica la “intervención” de
otros para que su ser sea posible. El carácter de apertura, gracias al cual el Dasein se halla a la
intemperie, brinda la posibilidad de que su ser sea afectado por otros. Esto se realiza de diversas
maneras, pero el Dasein nunca es meramente activo o pasivo; el encuentro con las cosas y los
demás Dasein se realiza como espontaneidad receptiva: 10 afectando y dejándose afectar, y en el
manifestarse el ser de los entes que lo rodean, comparecen para él mismo las posibilidades de su
propio ser.

El mundo que habita el Dasein está desde siempre determinado por el significado que los otros
contribuyen a darle. Asimismo, el ser-cada-vez- mío determina el mundo de quienes lo rodean.
Los comportamientos concretos son variables, pero el carácter ontológico del ser-con otros y el
de los otros respecto a cada Dasein, es descrito por Heidegger de la siguiente manera:¿quién es
el otro Dasein?

Los entes que tienen nuestra misma forma de ser, pero que, sin embargo, no somos nosotros
mismos, o no soy yo mismo, sino que es en cada caso el otro, otra exsistencia[otro Dasein], la
exsistencia [el Dasein] de los otros, no es algo que simplemente esté ahí delante junto a nosotros,
y entre ambos quizá algunas otras cosas, sino que esa otra existencia, ese otro ser-ahí, ese otro
Dasein, es ahí con nosotros, co-es-ahí, es co-existencia, es Mit-dasein; [pero] nosotros mismos
[el Dasein mío] […] venimos eterminados y definidos por un con-ser, por un Mit-sein con los
otros […] Dasein y Dasein son un uno-con-otro.12

El carácter ontológico de ser-unos-con-otros

Ahora bien, el modo en que los otros comparecen puede ser expreso, discreto o privativo. Tales
modos no van en detrimento del carácter ontológico de ser-unoscon- otros. La apertura del ser-
en-elmundo remite a un ámbito de patencia que pertenece a cada Dasein, de ahí que sólo donde
hay un ámbito de patencia, quede la posibilidad de que haya un “con” otro. El Dasein irrumpe
en el ámbito de patencia de todo otro Dasein: “La exsistencia lleva ya consigo la esfera de una
posible vecindad; es ya de por sí vecina- de, mientras que por ejemplo, dos piedras carecen de
relación de vecindad, el ser-con implica: dar, soltar, ceder, liberar “Ahí”[…] es un manifiesto
haber roto, haber abierto, haber irrumpido”.14
Heidegger realiza una crítica a la “introspección proyectiva o empatía” (Einfühlung),15 que es
propuesta como una manera de comunicación para establecer un puente entre un sujeto y otro.
Sin embargo, ese camino tiene un supuesto fundamental: “que el estar vuelto del Dasein hacia sí
mismo es equivalente al estar vuelto hacia otro”, 16 lo cual tendría necesariamente que mostrarse
antes de poder suponerse. Heidegger no duda en afirmar la falta de originariedad de estas
propuestas, que más bien acaban por complicar la ya de por sí difícil intención de explicar la
forma en que ontológicamente nos relacionamos unos con otros: la empatía (Einfühlung) es sólo
posible sobre la base del ser-unoscon- otros.
Las maneras discretas e imperceptibles en que aparecen los otros ya han sido mencionadas
cuando se habló de que los útiles que nos rodean remiten a posibles portadores. Ahora bien, una
manera privativa de ser-con otro es el aislamiento; sin embargo, “tan sólo en y para un ser-con
puede faltar el otro. El estar solo es un modo deficiente del ser-con, su posibilidad es la prueba
de éste”.17 Para Heidegger el modo cotidiano de convivencia es un modo deficiente”:
“precisamente los modos de la deficiencia y la indiferencia […] caracterizan el convivir
cotidiano de término medio”.18 Aun cuando un Dasein fáctico no se vuelca hacia otros o
cuando cree prescindir de otros, es en el modo del ser-con. Reiteramos: el plano descriptivo de
lo que encontramos cotidianamente no debe hacernos perder de vista al fenómeno mismo, que
precisamente se oculta en la evidente cotidianidad.

En cuanto a los modos positivos del ser-unos-con-otros, se encontraría el modo de ser que
aliviana al Dasein de la responsabilidad de elección y, con ello, acaba reemplazándolo en lo que
sólo a cada uno le atañe, ésta se ubicaría en la caracterización del uno (das Man) como lo
dominante en la vida cotidiana. Para el uno, todas las posibilidades son posibles, aún las
imposibles, pues su carácter comunitario obnubila la facticidad de la perspectiva individual.
Otro modo positivo de la convivencia es aquella que ayuda al otro a hacerse transparente para sí
mismo y sus posibilidades, modo que no es tan común porque requiere que el Dasein, que se
comporta así, sea él mismo propio, en el sentido de haberse hecho claro para sí mismo y haberse
resuelto.

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