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03 - Colón - Diario del primer viaje (122 Copias)

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PROLOGO A lA SEGUNDA EDrCION
INTRODUCCION

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A lo largo de los dos años escasos transcurridos desde que apareció la


1.' edición de esta recopilación no he dejado de trabajar sobre temas co­ r
lombinos, de modo que ahora presento un libro más corregido y en cier­
tO modo renovado. Gracias a las indicaciones del profesor Manzano he L Los textos colombinos
podido subsanar algunos errores, como, por ejemplo, llamar «cédula de
nombramiento a don Bartolomé ;Colón. de Adelantado de las lndias~ lo De Cristóbal Colón se conservan relativamente· pOcos documentos .
que era simplememe un nombrnmienro de Teniente de Gobernador. . autógrafos, eínduso de éstos se han de excluir ei'h, LXII,LlI,.LXVn v
Además de la relación del Tercer Viaje reco ida en !a Historia GraLerE,1 ia anotación al Ptolemeo de la Academia de la Historia rr>.atritense, si tiené .
de fas Indias de Las Casas, se mc uído en este volumen 3 documen­ razón F. Streicher 1 al mantener que los do.s puntos ames de la X y el ne­
tos más que por error se habían omitido anteriormente: el traslado de una xo de eSta X con la abreviatura indican que la l1rma no es auténtica. En
carta de los Reyes al Comendador Bobadilla con ia respuesta del Almiran­ cualquier caso, buena parte de los escritos colombinos, entre ellos íos de I,
te (doc. XLVII); un Memorial preparatorio del Cuarto Viaje (doc. LU) y el . mayor enjundia, han negado hasta nosmros gractls a copias que debe;:,
poder otorgado por Colón a Francisco de Bardi (doc. XCvI). Tam­ mos,. en una mayoña abrumadora, 3. la pluma de Otr:l tlgura señera.: fr::¡y.
bién se ha corrido de fecha, siguiendo la convincente tesis del Bartolomé de Las Casas. Este hecho requiere una aclaración.
J. Pérez de Tudela, el Memorial a los Reyes acerca del Cuarto Viaje (doc. Las Casas y D. Diego Colón, el primogénito, se conocieron en. l~
XlI de la 1.' edic., ahora doc. LI). Española,. a la que D. Diego había !le ado como ..\lmírante en 1509.
Se han respetado en cambio, los documentos que entonces conside­ Des e entonces ... CIO una uene corrienie de simpatía entre
raiJa dudosos y hoy parece claro que son una falsificación, como el doc. ambos. Cuando Las Casas abrazó.e1 sacerdocio (1510), D. Diego hizo
III (d. Introducción il 1f. La Irltroducción ha sufrido asimismo cambios granaes festejos ai acto, pues era el primer clérigo que cantaba su pri­
importantes; además de añadir las oportunas correcciones, se. han intro­ mera misa en la isla~. Después, ya en España, prosiguió esa amistad
ducido dos pat:ágrafos nuevos (1,9 y U, 1) Y p-Jra evitar las du.das del lec·
tor respecto a la autoría de cada parte de la mismase han puesto las fir· ¡ Die Kolumbus·Originale (eíne paiaograpbiscbe Studie), p. 214 (d. más adelante ~ Rl; a

mas correspondientes. esta razón no desdeñable une Streidler el hecho de que en L.XVII la fecha está puesta en letra,

mientr.lS que Colón c!;¡lll siempre en números arábigos. .

1 Las 0Is3s, Historia de las Indias. 11 <;4 (BAE 96 [p. 136 al.
CONSUELO V,'lRELI\

14 15
· In. n <i<EIIIo", . . . IilIO~_ •.-. ..!!'m:i ·~v~_-=c:="==-,,,==--~---~----­

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16 Cristóbal Colón. TexlOs y documentos Imroducción 17

iniciada en la colonia mientras cada uno defendía su causa en la Corre: .co que d~ponía no sólo de una copia de los pleitos con la Coronas, sino
en 1516, en Madrid, D. Diego se quejaba muy amargamente a Las Casas también -y esto es lo guenos interesa- que había reunido un ,:~j~a~.:...._
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de los agravios que había recibido de la Corona 3 ; en 1519 se encontra­ ro arsenal para historiar la vida de D. CristÓbal: tenía la carta y el mapa
~'!!.!.12s CQlo~ y~Clérigo muy unidos en Barcelona 4. Este_ afep.o di}o~_~~.I.I~.?tras c0E-~_de~eles d~~ Almirante', y fiasta~~~E1.~~_~­
mu~uo era muy rabI de explical":" Para la mentalidad medieval y un mu­ nejado el ejemplar de la ¡mago mundi deP. d'Ailly que se guarda
cho megalómana de Las Casas, en el devenir providencial de la Historia todivía en la Biblioteca C o l o m b i n a . - - - - ' ;-' --,., .-.
había dos personas predestinadas por Dios para altísimas misiones: Cris­ ----C:racias a una copia autógrafa de Las Casas se conserva el resumen de
tóbal Colon, para encontrar un Nuevo Mundo donde predicar el Evan­ los Diarios del pruner y tercer VIaJe. Peroñay más: en su Historia d.!!..l!!!­
gelío, y él mismo, para convertirse en apóstol y protector universal de ]ñ(iu¡,s traza el dominico una verdadera biografía del Almirante basada en
los indios s Muy lógicamente Las se arrimó a D. Diego, en a5undantísima documentaciOn, en laque aduce cartas y textos hoy per­
creía encontrar no sólo la legitimidad, sino también favorable acogida didos con otros que han 1legado hasta nosotros, gracias a lo cual pode­
para sus planes misioneros, a pesar de que el segundo Almirante se mos comprobar su exactitud en la transcripción de las citas. En esta His­
encontraba enzarzado en interminables pleitos con la Corona en defensa tOria menciona Las Casas una obr;; de D. Herna.ndo Colón de la que hace
de sus derechos. En 1519 elaboró Las Casas un proyecto colonizador que frecuente uso,aprovechando de .paso la ocasión para crÍticar a ese sa­
recibió la aprobación de D. Diego, «más simple que regatado ni mali­ biondo que había puestO trabas a su pla...'1 evangelizador 10 •
cioso» 5, y que fracasó por un retOque fundamental del más legalista En efecto, Hernando Colón, mediocre humanista y eximio bibliófilo,
D. Hernand0 1. A su vez, las terribles acusaciones del Clérigo, testigo escribió una Vida de su padre que sólo llegó a publi~arse después de su
excepcional de la "Destrucción de las Indias», eran una buena baza ,iñüene, y ello en una traducción italiana, debida o al menos firmada por
política a la que jugaban sin duda los Colones para desacreditar a sus _~l a~~rero :Alfonso de Ulloa; quep!es~nta: muestras evideni:1sri!i~,_~__
enemigos y muy especialmente a la camarilla de Fonseca. En Otro punto interpolación (VeneciaJ.51D.: Ha estado y estará muy de moda mostrar­
clave, en el rechazo absoluto del poder terrenal del Papa, era toral la se muy hipercrítico con esta Historia, que. unos no han vacilado en atrio
.coincidencia de puntos de mira; en efecto, Las Casas cOflsTaera'bi"iiül,1 buir a Fernán Pér~z de Oliva 11, OtrOS imputan a la pluma de Las Casas 12•
la donación de Alejandro VI a los Reyes, esgITrnidapor los juristas cor­
tesanos como Palacios Rubios entre los juStos títulos de conquista de las • Cf. Historia, 11 2 (p. 11 b).
Indias, donación q'Je a sir vez también era desechada por los Colones, • CL Historia, 1 12 (p. 47 b), 38 (p. 135 <J¡.

10 Cf. por ejemplo Historia, Il 27 (pp. 68-69).

al v.er que el fiscal real, en virtud de un especioso argumento, concluía


11 Así, H. Harr.sse, D. Fernando Colón, bistoriador de su. padre, Sevilla, i 871, pp, 91-92,

que el monarca.nfl"PQ.díz dar en gobernación una tierra cuya jurisdicción siguiendo, como es sabido, una sugerencia de B, J. Gallardo. Pero el manuscrito de Oliva, inti­
en realidad al Pontífice, por lo que, en ese punto, carecían tulado Ystorla de Co16n, ha aparecido h:l.ce a!gún tiempo en U.S.A. (cf. L. Olschki, Tbe Hispa.
de validez las 'ca;JituladDfles de Santa Fe. ni, American Review, XXIII (1943] 165 ss.); abarca el período de 1492 a 1496 y es un resu­
men de la Historia de Pedro Manir de .>\.nglerla (editado por J. J. Arrom. Bogotá, 1965).
A lo largo de e.>~C'S a.."íos, Las Casas pudo tener acceso directo al archi· II Es la conocida tesis de Rómulo D, Carbla, La supercberla en la bistorla del descubri­
vo v a los libros de los Col6ñes. Pero además, después delan:ii.le"rte-de miento de América, Buenos Aires, 1930; p. 128 Y ss; Nosotros. LXIX (1930) 59-73, LXXII
D. Hernando (539), su enorme biblioteca pasó al convento de S. Pablo (1931) 139-54; La nueva bistoria del descubrimiento de América. Fundamentos de la tesis
y allí estuvo desde e11544 hasta el 1552, donde Las Casas pudo consul­ seaún la cual estarla comprobada la falsedad de la .versi6ntradicional acerca del extraor·
dinario suceso, Buenos Aires, 1936, y sobre todo El problema del Descutmmiento de Améri­
tarla a placer en sus estadías sevillanas: por ejemplo, de febrero a ca desde el punto de vl..~ta de la tlaloración de su.s fu.entes, Memoria presentada al XXVI
del 1544. En último término, sabemos por confesión propia del domini· Congreso Imernacional de Americanist2S, Sevilla, ocrllbre 1935, p.28 Y ss. Su teoría fue
contndich:l. por E. Jos en una serie de escritos, con razón, si bien no me parece acertada la
Idea de Jos al identificar, en Rev. Indias, III (1942) lOO Y ss., las Historias de D, Fernando
~ Las Casas, His/una, 11 47 (p. 114 e). con la Glosa al Libro en coplas castellanas del memorable primero Almirante, que, a la
• Las Casas, Historia,1 4 (BAE 95 [p. 27a), III 155 (p. 546-47). muerte de D. Herrumdo, llevó Vicencio de Monte a la Virreina (habria sido entonces doña
5 De las C= como .elegido ·de Dios. h:l.bJan ya los dominicos en una carta de 15J 7 (cf. 'María de Toledo b que a su vez facililóla obra a Las Cas<lSl; también me parece aventurnda su
M.Giménez Femmdez, Barr%mé de las Casas, 1, Sevilla, 1953, pp. ,35-37 Y Iam. XXVIll, atribución a D. Hemando de los .versos que aparecen en el Libro de las Profecfas, basada en
doc. 471 l. Cf. asimismo Historia, 1I 1 (p. 7 al. I'lIWnes paleográficas no demasiado probantes (Investigaciones sobre la vida y obras ini­
• Es el juicio que sobre él emite el propio Las Casas, Historia, II 51 (p. 125a).
ciaJes de Don Fernando Colón, Sevilla, 1945, pp. 9;-92). Ultimamente A. Ciornnescu (Prime­
1 Las Casas, Historia, I1l 155, (pp. 546-47).
ra mograffa de Crist6baJ Colón. Fernando Colón y Bartolomé de Las Casas, Tenerife, (960)
Sobre este plan, véase M, Giménez Femández (Bartolomé de Las Casas, ll, p. 702 ss.). Se
ha intentado probar la tesis eomrnrla, a saber, que las Historias son una versión a1rer;¡da de la
trnta de la etapa que <:SIC autor llama -posibilista•. obra histórica de fray Bartolomé de Las Casas, que el dominico habria ofrecido a doña María
18 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 19

Se trata, en realidad, de un libro fundamental, si bien es lícito pensar que Historia hubo de escribirse mu¡;ho antes, en plena efervescencia de los
quizí el original de D. Hernando fuera más extenso, incluyendo algunos pleitos, como recordatorio de los sucesos no sólo para los Colones, sino
o todos los documentos que inserta Las Casas en su magna obrahisto­ muy especialmente para los testigos. En la probanza que se hizo el 16 de
riográfica. Suele decirse que D. Hernando tomó la pluma entre otras ra­ junio de 15 t 2 en Santo Domingo se preguntaba en quinto lugar por los
zones para. replicar a G. Femánde~de OViedo"cuya"curiosa superchería descubrim.ientos del Almirante en el postrer viaje. Pues bien, Ramiro
hespérica, dada a conocer en 1535, parecíaprivarde'todo,'derecho sobre Ramírez, en vez de extenderse sobre las riquezas deVeraguay las peripe"
laS Indias al Almirante y por ende a sus híjos 13; pero nadie parece haber cias de la jamada, cuenta una sola anécdota que merece confrontarse
dado mucho crédito a la fábula de que las isias Hespérides, dominio anta­ con la Historia de D. Hemando:
ño del rey hispano Héspero, fueran las mismas que se descubrieron en
tiempo de los Reyes Católicos 14, y un hombre de peso que sí apoyó esta como dicho tiene, fue este dicho testigo g1'lndlanL. fecero motu s-.-gnI perche por­
superchería, el famoso Sebastián Caboto, lo declaró sin empacho en unas con c::i dicho Almirante al tiempo que des­ tassero seco le giovani co' gtianíIi che por­
probanzas hechas el 31 de diciembre de 1536 en favor no del fiscal Villa­ cubrió la dicha tiem, e vio este testigo c6- lavano al coUo.. ; d .contentarnmo di me·
mo 105 indios dexaron en una playa dos narle via (le fanciul1e); .. ande furono molto
lobos, sino del Almirante D. Luis Colón 15. Creo, por el contrario, que la moy¡.s, e el dicho Almirante las hizo meter hen tTaltate dal!' Ammíraglio, il quale fece
en una ruto e las fizo vestir e cai<;;lf, e·!as' dar loro da v<::>,iIe e:: da mangiare; e poi..¡:o-' _
~ , mandó bolver allá donde las avían dexado mandó che fossero rico.ndGue in tqra... ; .t'·'·­
de Toledo o a su hijo D. Luis Colón;. la teocíano me pare::ce convincente::. pero c::I libro es e no consintio que les fiz.lesen desaguisado iI vecchio che le avo consegnat~, rumo a c. ••

- .... espléndído. Cf. asimismo c::I reciente estudio de A. Rumeu de Armas. Hernando Cojón, blsto­
riador del descubrimiento de América, Madrid, 1973, que:: defiende:: una postura más conser·
alguno; e los indios bolvieron por ellas e
las desnudaron e dexaron lo que les avlan
ríceverIe ... Le f;¡nciulle ... e gl'Indlani r<=sr!"- .. '
tuirono a' crisliani ruuo quello che avévan .... •
vadora y matizada. dado ·e las llevaron 1'. loro donaton.
11 Po[:eso se afl1"IIla que:: H. Colón·comenzó tardía.."'lle::nte a escríbir las Historias, en 1536
como pronto (así, por ejemplo, R. Caddeo, Le bistorie del/á vita e dei fatti di Cristoforo Co­ Ramiro Ramírez tenía en. 1512 unos 31 Ó 32 años, por lo que malle
lombo, Milán, 1930, I,p. XUII, n.· 2 [es la edición cl<lsica .delasHistorie. por la que lascitar.é podía fIaquear'la· memoria, .tratándose de unos sucesQsque habían. trms­
de aquí en adelantej y E. Jos, Ret': Indias, 111 P 9421203; cL antes A. ·de Altolaguirre, Cristó­
bal Colón y Pablo del Porzo Toscanel/i, Madrid; ! 903, p. 303 ss.).
currido diez años antes. Me parece muy claro que antes de la probanza se
1< CL en su definitiva Historia general y natural de las Indias, 1I 3 (BAE 117, p. 18 ss.) aleccionó .debidamente. al testigo, leyéndole un texto que relataba el
XVI proemio (BAE 118, p.86 a) y XXIX 30 (BAE 119, p. 330 b),. por ejemplo. Es de notar viaje; mas el bueno de Ramirez, puesto ante el escribano,. ~e aturulló' y se
que. de creer a Hernando Colón (Historie, VU p, p. 51», fue el propio Almirante el primero acordó solamente de un episodio que no hacía mucho al caso, pero que
en tener por cierto que las islas de las Indias fueran las Hespérides; pero en el memorial del
era sin duda el más divertido: y el más escabroso también, de toda la jor­
sevillano Francisco de Cisneros, de 1494. se hace notar que .las islas que agora nuevamente
son falladas ... non son en India, sinon en el mar ~é:lno Atlántico Ethíópico <!. son llamadas nada. Este texto que se le repitió a Ramírez, extracto del Diario del Almi­
Hespérides y Resperíon ceras- (cr. la edición de D. Ramos, Memorial de Zamora sobre las rante, puede ser tal vez el borrador de la Historia de D. Hernando, que
Indias, Granada. 1982, que imprime desatinadamente:: • Hesperientera<.; .teras- se lee en el con el tiempo, fue añadiendo nuevas precisiones a su obra -como quizá
manuscrito, pero la corrección es palmaria), luego la afirmación de D. Remando no es sino
una reacción un tanto infantil a la cntica escéptica que el descubrimiento de su padre h:tbía
la acerba crítica a Oviedo- siil. alterarla en lo esencial. Por tanto, Las Ca­
despertado en determinados círculos castellanos. Este Francisco de Cisneros ha de ser el cléri· sas, al hacer en Santo Domingo el primer pergeño de su propia Historia
gO hispalense admitído en 1469 en el Colegío de los Españoles de SaJonia (cf. .A, Pérez Mar· (1527), pudo tener ya ante su. vista el escritO hemaridino.
tín, Proles Aegidiana, Bolonía, 1979, 1, p. 360, n.O 410). .Cf..MitO.s, 1, p. 72 ss. _ En cualquier caso, las Historie de D. Hemando yc la Historia de las
15 Pleitos colombinos, VI1l, Sevilla, 1964, p. 481. Claro es que el ftseal pOdía ejercer cierra
indias de Las Casas se convierten así en los dos puntales básicos sobre
presión sobre Caboto, que después de la desastrosa e~dición al Maluco (1526) había llegado
a sufrir c:lrce:! por su cruel comportamiento con algunos c;¡pitanes y marineros. Pero pasada la los que ha de apoyarse la crítica del Diario del rimer vja:e, cu o texto
condena de 1532 su reputación no había disminuido, como demuestra que, cuando en 1534 debe ljarse siempre en concordancia con ambas obras. El 4 de octubre
el licenciado Carvajal, obispo de Lugo, puso tasa.aI salario de los pilotos (72 ducados de Se­ habla el Diario de pardales, lección que Alvar ha tratado de defender re­
villa a Santo Domingo; I 15 de Sevilla a Nombre de Dios; 130 de Sevilla a la Nueva Espana, cf.
AG/S, Patrórutto 42 2. f. 3r), éstos pidieron que se revocara esta. tarifa;· justificándose por el
cordando la existencia en castellano de un pardal -gorrión»; pero es de­
aumento del coste de la vid2, e hicieron portavoz de sus quejas a Caboto (AG/S, PatrOrultO, cisivo, en contrario, el testimonio unánime de Las Casas y de O, Hernan­
41 6). Aparece Caboto como testigo en pleitoS de aquella época (AG/S, Patronato, 42 I (11]
f. 2r) y aun de 1544 (AG/S, Patronato, 40 6 3), mo en que frisaba ya la sesentena. Caboto
había sido contrarado por Fernando el Católico en 1512, con un suc::ldo de·50.000 maravedíes li· Colección de documentos inéditos reJativqs al. descubrlmiento, conquista y organiza­
anuales, y fue nombrado piloto mayor en 151 g con remuneración de Qtros-50.000 maravedíes
anuales, de 105 cuales 10.000 se.le pagaban a la víuda de Ameríga Vespucqe, Man:! Cerezo ! ción d~ Jas antiguas posesiones españolas- de'Ultramar, Segunda serie; VII. Madrid, 1892,
p.142.
(AG/S. Patronato~41 7). 17 Historie 91 (11, pp. 206·07), cf. Las Casas, Historia, 1I 21 (p. 58 a);

I
20 Cristóbal Colón. Textos y.documentos Introducción 21

do: pardelas y pardelle respectivamen~f;. Unas lineas más abajo aparece loo>. También Jos .nombres de ~ islas antillanas están <Íefmitivamente
una blanca como gaviota, que, a juzgar por el .texto de la Histori.a, ha estragados: Matininó (matremonio [a partir del Matrlmino atestiguado en
de corregirse en un (ave) blanca. A pesar de todo, y por la misma singu­ Colón Historie 62 (ll, p. 61] AB, .metentn L, rr.attiuia G) y Carib (aquien
laridad de su te.st.i.Ú:lonio, hay pasajes en el Diario muy dillciles que re­ AB: charis L) ·son apenas reconocibles. Pero G, porque no le resulta co­
_quieren.-rodavía IMU explicación o una enmienda. nocida Colunia (Coruña), interpreta Columna, estq¡.es, "las columnas de
Grandes problemas críticos plantea también la carta impresa anun­ Hércules. ("sillen Hercules,,), con lo que La Coruña se desplaza a Cádiz:;
ciando el descubrimiento (V) 17•• El estudio de los textos castellanos"detf<ir­ en geografía todo es posible. De esta suerte nos asusta menos el charis
celona (A) y Valladolid (B) y de las versiones latina (L) y alemana (G) per­ de L, primado por De Lollis .al poner Quaris en su texto, y que, sin em­
mite reconstruir de manera muy esquemática el sistema de relaciones bargo, ya con su inicial aspirada, nos invita a introducirnos en el mundo
mutuas de la siguiente manera, señalando con X y X' el arquetipo y el hi­ mitológico greco-latino.
parquetipo respectivamente: Conviene añadir hoy (1992), para prevención de incautos, que hay
fantasmas que se resisten a desaparecer y que encima pretenden apabu­
X llar al cándido lector con dogmas especiosos. Erase una vez un profesor.
.. A-- X' - - "'r.. a quien se le ocurrió la peregrina teoría de que todos los ejemplares de
.~~?~ ....__... ~ "'-'-"-~B ..... _.. la carta impresa en 1493 remontaban al manuscrito de Simancas. En la
oportuna reseña (en 1984, aunque la revista diga 1982) refuté sin mayor
1497
dificultad sus argumentos. Al parecer, de nada valió la amable reprimen­
X' mostraba formas típic.amente colombinas {entendiron, lenen pero da, pues en .1986 el audaz caballero hizo imprimir en Valladolid un
cierco, «después d' esta escripto. m [cf. B 858 -foe destruído la segunda Ca­ lujoso folleto intitulado La pnmera notícía de. América, con elónico y
sa., 15 oct. ctomado (Le. possessión) de una., etc.]) que fueron progresi· exclusivo fin de repetir, eorregidos y al:lmentados, los errores de. antaño.
1 vamente desapareciendo: A muestra per forza, B por fuer~, por poner Del calibre de su magín y de la validez de sus razonamientos dará buena
1 un ejemplo significadvo. Ahora bien, X' ya tenía lagunas en el texto y prueba un único, pero morrocotudo ejemplo. Veamos.
t errores que hq.y podemos cotregiry suplir eón L, como fortísstmas AB: Había afirmado yo que la carta impresa parecía conservar grafías
f
¡ fertilissime L, conversación AB: conversio L, grandes AB: gradus L. originales de Colón, y concretamente en un caso: el del último «canúas»,
Otros pasajes ofrecen grandes dudas,.como -non cadavan (A: quedavan 'canoas'. Hirió profundamente e,ste inocente aserto al esforzado paladín
B) grande ni pequeño y todos traían algo_.., que davan con un amor ma­ de entuertos e imposibles, y consagró toda una nota de Sl:l folleto, la 50,
ravilloso.; la correccióÍl de B parece la más plausible, pero seria sugesti­ a poner en solfa la que llamó, con su peculiar e incomparable gracejo,
vo intercambiar de lugaf 'eadavan y quedavan: cnon queda van grande mi canuateoria: "Mas ¿por qué tenía Colón que escribir canúas, preci­
ni pequeño ... , ca aav,an">,l?~en ca no es usado, según creo; por Colón samente? No Jo sabemos». Y a continuación tuvO a bien informarnos.
y t, -con suuisebant.f.85. desconcierta, pero no apoya un supuesto e im­ muy erudito y ufano, de que canoa, y no canUa, aparece veintinueve
posible catavar.. M~y íns-,uÍSfactorio resulta .hazer del al austro-; aunque veces en el Diario. Bien; sabe contar; pero no es ésta la cuestión. El
me tienta la idea de corregir ·hazer de lo., debo confesa¡ que s610 tengo busilis del asunto está en que ni la carta impresa ni el manuscrito de
documentadasexpresíones como -ir de loo., «meter de loo. o -andar de Zennaro dan aquí, en esta línea, ese canoas que nuestro contradictor
..'quiere defender con uñas y dientes: el impreso, en efecto, presenta
canaus, y el texto de Zennaro canne. La causa de la corrupción parece
11. Uhimameme D. Ramos ha llegado a la peregrina conclusión de que no existió esta car­ evidente en el primer caso: de resultas de un baile de letras se ha tras­
ta colombina, -sinO que se elaboró en Barcelona por el rey Fernando y Santángel. (Lo carla
de Colón soóre el Descubrimiento. Granad:;¡, 1983), comra toda evidencia (eL mi reseña en
tocado -como en tantas otras ocasiones- el lugar de las mismas, in­
Historiografía)' BióJ¡ograjía americanista. XXVI (1982). tercambiando'de lugar. ¿Parece evjdente? Noa todos, pl:les nl:lestro crí­
11> En castell:tno antiguo sólo se .admile que el participio noconderte cuando se emplea el tico, inspirado por súbita relevación, dicta impávido muy otra sentencia:
auxiliar aver (cr. R. Menéndez' Píd:;¡l, Cantar de Mio Cid. Texto. Gramática y Vocabulario, como canoa «aparecía por vez primera en España, no es extraño que al
Madrid, 1954. l. p. 360.§ 170,2). Sin embargo. un mayor estudio de los documentos de la
época me hace ver que esta expresión que ahora nos choca se usaba sin empacho en el s. XVI;
impresor Poza se le deslizara la errata, al componer .canaus, en vez de
.Después d'ésu escripto> se lee en la postd:;¡ta de una carta de Bemardino de Romaní de 20 canoas». ¡Qué garbosa maestría, qué sapiencia contundente, qué dicta­
de noviembre de 1S63 (AGI, Lima 120), y en otra cma de los oficiales de la Casa de la men tan inapelable! Lástima -ay- que esa arcana teoría siga tropezan­
Contratación del 20 de septiembre de 1550 (AGI, Indiferente general, 10937 n.o 1.37). do, antes y después de tan brillante formulación, con la dichosa u: por·
22 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 23

que Poza, de haber tenido ahora ante su vista canoas, hubiera impreso x
canaos, nunca canaus. ¿Que cómo se llega a semejante conclusión? Por­

A~
que la monotipia de entonces producía ese tipo de errores, de los que
,,
será bueno. elegir algunos ejemplos fáciles, para que los puedan digerir
las más tiernas inteligencias. En el f. 56rde la edición alcalaína (1530) I
T S R H B
de las Decades de Pedro Mártir (HIlO) selee~en fínill de línea .
portam utramque putat qau torrentes
Salta a la vista que el imposible qau es una errata, originada por el hecho
Para apreciar el valor de los diversos testimonios, un pasaje clave es,
de haber alterado el linotipista el orden de las dos vocales (= qua). El
como ya vio De Lollis, el siguiente: «vide una sepultura en el monte ... y
fallo, humano, es tan común y corriente que un filólogo serio como
J. Pascual 11C, al editar la Oda sexta de Santaella, no ha vacilado un momen­ el cuerpo descuvierto y mirrado (TB: mirrato H: mirando S: guardando
R) en ella». No cabe duda de que el original \;olombino decía rrzirado
. to en restituir gaudia por el erróneo guadia del impreso. Entonces,
(Le. «mirrado») y que la falta común de SR remonta a X', la carta im­
. ¿será mucho. trabajo deducir que tambien Poza incurrió en la misma falta
presa. La versión italiana ayuda en otras ocasiones a recuperar el texto
y que por canaus ha de leerse canuas? Tomándonos un descanso para
de Sj como en"«[enía.por cierto que a como justos y agr'!.,de.s<;fdos Prín­
reponernos de l:l fatiga intelectual que nos haya podido producir tan
cipes le restituirían con acrescentamiento en todo». ,LQ~ editof,=s suelen
arduo razonamiento, pasemos al testimonio de Zennaro en el que, según
- ..,. senos cuenta, se lee canne. Otra vez: ¿será un esfuerzo excesivo seguir , despreciar esa a privada de tOdo sentido, pero R tradUce: «ben c;he te­
_ .... v neva per ceno che V.M., como iusti e non ingrati princip( glIr~stituisse
reflexionando un poquito y deducir que el original del que resumió
Zennaro no presentaba cann) sino canu-? Con dos testimonios, pues,
se refuerza la lectura que propuse en tiempos para este caso concreto:
l
.1
cum accrescimento». Es evidente, por tanto, que hay que-supHr (V.)A.
"Vuestras Altezas»; y así se lee en T. No es este, por lo demás, el único
tropezón de S a la hora de transcribir tan común abreviatura: unas
Colón, inseguro, vacila al escribir entre -oa-/-ua" se pierde y unas veces
escribe «canoas,. y otras «canúas» , como otros extranjeros aporruguesa­ veces la deja en bianco (<<escriví .a (V.A. que) nüintención»; «scrisse
dos, que titubean asimismo entre poner «Iégoas" o «leguas». Pero no ad Vostre Maiesta che mia intentione;, R), citras .la. confunde con ai,( «la
respuesta para mí fué mandarme de parte de ai» [cf. más abajo «fué
hay dos sin 'tres: a no ser que nos engañe el facsímile publicado por el
cénsor, también el manuscrito de Simancas trae aquí canuas. ¿A mandado de parte de Vuestras Altezas» ];.da resposta che V.M. me man­
seguir? Acabemos esta triste historia con una citaprofétíca de nueStro doran'" R), otras copia, en fin, ungalimatias incomprensible ("Ya el
Aristarco: ,,¡qué ocasión perdida para sacar a relucir la canuateoria!». Y le pueden mandar a cojer si le aplazen», esto es, ..y V.A. le»; .. V.M. lo
ponno ad ogni requisitione far ricogliere» R). A su vez existen errores
en boca.
Con intenciones sin duda partidistas, a fín de poner de relieve la aislados: presto (RT) da más sentido que por eso (S) en la frase «presto
ingratitud de la Corona hacia el Almirante y de resaltar los servicios de se tocará con el dedo». mientraS que «adesso mi mOStrÓ il galardone»
es mala traducción de ..Ahora... muestra el galardón»: el sentido es que
éste en su postrer viaje, se imprimió en España la carta a los Reyes de
Dios siempre cumple sus promesas, pero no así los hombres, que no
1503 (LXXIV); de laedlción no queda ningún ejemplar, aunque probable'
mente deriva de ella un manuscrito tardío (S). Es de presumir que un han recompensado por sus servicios a Colón. Como es lógico en una·
objetivo semejante perseguía la traducción italiana que vio la luz en tradición tan caótica, se han propuesto para enmendar esta carta muy
diversas conjeturas. Por ello es menester advertir que una corrección
Venecia el 7 de mayo de 1505 (R). El manuscrito de Tarragona, el lla­
infeliz de Navarrete (al Indo en vez de alinde .. aliende.. ) hizo incom­
mado Libro copiador (T), ha dado a conocer nuevas e importantísimas'
prensibles las especulaciones del Almirante sobre las concepciones geo­
variantes. El texto de STR ha de carearse siempre con las Historias de
gráficas de Marino de Tiro; y la advertencia es necesaria porque H.
H.Colón (H) y de Las Casas (B)18, que manejaron. sendas copias de la
Vignaud 19 defiende tOdavía la lectura al Indo aun después de la justa
relación. He aquí el cuadro genealógico simplificado:
nota de De Lollis: prueba evidente de que la verdad no se abre paso
por sí misma.
17" Maese Rodrigo de Santaella y Antonio de Carri6n. Poesías (Sevilla, 1504), Sevílla, 1992,
p. 36. El verso corre así: Ecce poli per te- gaudia $umma ferunt.
=
"<i!l tteSl:ldo de. la tengo conmigo., confies:t en Historia, li20 (p. 56 b); d. 11 24 " Histoire critique de la grande entreprise de Cbristopbe Colomb, París, 1911,1, p. 326
(p, 63)..25 (p. 66 a), 27 (p; 68 b) Y 30 (p; 76 ss.). . no!2..

..u.:..,
h
¡i

Introducción 25
24 Cristóbal Colón. Textos y documentos
denominaba bysteron proteron (<<último primero»), viene a justificar la (
2. La fiabilidad de las copias asignación a Colón del premio acordado por los Reyes a quien primero
divisase tierra.
El hecho de que escaseen los originales de un hombre tan amigo de
El análisis lingüístico, usado con tiento, nós permite descubrir algunas
la pluma como Colón nos hace desconfiar automáticamente de los
de las manipulaciones a que fue sometido el Diario. He aquí un caso que
apógrafos. En efecto, no se trata ya de suponer que se haya corregido tal
juzgo claro:
o cual palabra 20 , esta o aquella expresión, sino de una cuestión mucho
más grave: que se haya alterado sustancialmente el texto original do. JQ.~_ Vido un río no tan gr:ande de entrada, al cual puso nombre el río de la Luna. Anduvo hasta
Diarios, de los cuales -extraña casualidad- ni siquiera nos ha lIe.&ado ora de bísperas. Vido otro río ... llamó al río e! río de Mares (29 oct.).
una mala copia. Es de todos sabido, por
ejemPio:-(iuea'Vecesen)¡a~io Toda aquella costa era poblada mayormente <;erca del no, a quien puso nombre el no del
del primer viaje hace interpolaciones de. su cosecha: cuando habla de Sol. Dixo qu'el Domingo anles, onze de noviembre, le avía parecido que fuera bien tomar al·
gunas personas de las de aquel río (12 nov.) .
. -Guillén Pera~, que después fué el primer conde de la Gomera», la ora­
ción de relativo es una adición muy posterior: el título s610 le fue canee­ Para desentrañar el.sentido de estos pasajes es menester hacer dos ob­
didoa Peraza en 1516,diez.añosdespuésde muerto el Almirante. Aquí al servaciones prevías. En primer lugar conviene advertir que Mares no es
menos podemos descubrir eLañadido, inocente en apariencia, como tam­ otra cosa que la forma popular de Marte y no, como traduce Ulloa 23 , el
poco causan mayor daño algunas explicaciones a términos náuticos que plural de -mar». En efecto, en el s. Xlii y por influjo de la épica francesa
parecen, simplemente, glosas. Pero ¿cuántas otras coletillas han pasado se introdujo como cultismo la forma latina Mars: es el -don Mars> que
todavía inadvertidas? Y lo que es peor, ¿cuántos pasajes han sido supri­ aparece en el Libro de Alexandre 24 • Para aliviar la pronunciación de este
midos, sin más, para dejar en buen lugar la1'igura deI11éroe? LoSll1termi­ Mars, que ofrecia un grupo cOrlsonántico fmal ajeno a la fonética caS­
nablespleitos co!ombIno s<1ebteron , SIn dudi, iñfluir en la pie5eñta'ción tellana, se desarrolló ÍJnavocal anaptíctica: así se lleg6aMares; que es la
en el Diario de la figura de Martín Alonso' Pinzón, -persona esfbn;acfi-y forma que. en el s ..xvusan Gutierre Diez de Games25, Juan de Mena 26 , el
de buenmgeOlo~el 6 de agosto, a quien se va describiendo con tintas marqués de Santillana 21 y en el s. XVI el sevillano Alonso de Fuentes 28 y
cada "ei más negras a partir deL21Qenoviembre; y en verdad que las re­ aun el. propio Colón, que en el cuarto viaje escribe (LXXIV): «no osé espe­
laciones entre Colón y Martín Alonso parecen más que vidriosas, y que rar la oposición de Saturno con Mares> (el traductor italiarip traslada
ni uno ni otroesrán exentos de culpa a los ojos de un observador correctamente Marte). Se trata,repito, de una forma popular). que se
imparcial 21. Pero no h~mos de arrojar ahora leña al fuego de esa polémi­ mantiene frente al ita1.ianizante Marte, tan castiza como el Andán .Adán­
ca tediosa e inacabable por falta de criterios objetivos: la discusión ha de de LIII: Gil Vicente emplea Andrán 29.
centrarse en hechos conocid0s"l''Contrastables. En segundo lugar, hay que 'recordar que los marineros cuentan las
De las horas que precedieron' al Descubrimiento existen varias rela­ sin,8laduras de mediodía 3 mediodía, Como séifala Martín Cortés 30 , «en­
ciones, cuya confrontación :hace. decir":1 una historiadora tan serena co­
mo A. B. Gould 22' que e! Dtarjo-"ha trocado la sucesión cronológica, 2lH. Colón, HiStorie, 26 (1, p. lS1).

contando primero el hallazgO a las dos de la mañana, hablando después u 381 d; así también la Primera Crónica General (eC. índice) y la General Estoría, V 12 (1,

de la luz ya viSta a las diez de la noche y narrándonos, por fin, las amo­ p. 116 b 6 Solalinde) de Alfonso X. Para e! catalán ec. las Tablas astronómicas del rE!}' Don
Pedro el Ceremonioso, ed. Millás Vallicrosa, Madrid-Barce!ona, 1962. p. 130,38; para el por­
nestaciones y esperanzas de Colón a la hora de la puesta del so¡.. Otro'~ tugués véanse Os guías nautlcos de Munique e Evora, ed. Mendonca de Albuquerque, Lis·
inocente, también en apariencia, desajuste del Diario, que en realidad, boa, 1965, p. 153, 156, que corrige las dos veces Marte,. por ello se conserva Marsen el Auto
sirviéndose de un conocidísimo recurso estilístico que la retórica antigua de los cuatro tiempos de Gil Vicente (v. 462, p. 87 Han). Como es lógico, ésta forma se pres­
tó a mil confusiones: p.e., un -a Mares. que aparece en la traducción de la Dil'ina Comedia
realizada por D. Enrique de Aragón se transforma, según los diversos manuscritos, en-aman­
tes- y -amaras- (ec. J. A. Pascual y R. Santiago Lacues¡3 en Serta Pbílologica F: Lázaro Carre­
20 Es, por ejemplo. .muy conocido que uno de los errores más fTecuentes de! Diario deíl
primer Viaje es la confusión entre millas y leguas: en el 22 de enero, donde se habla de <seis
leguas por ora-o debe entenderse en realidad -seis millas- (ec. S. E. Morison, Tbe Hispanic.
I ter, Madrid, 1983. pp. 394-95).
u Victorial, 56 (p. 147, 5),71 (p. 201).

American Historica1 Rel'íeu', XIX [1939J 238 n.O 12). i Z< Laberinto, 138,141, etc.

21 Sobre las relaciones entre Colón y Manín Alonso Pinzón arrojan intensísima luz los n El Sueño 3 (p. 56, Garcia de Diego), 65 (p. 89); El Planto de Pantasilea 12 (p. 1 i9).

Pleitos colombinos. Además de los estudios. aún hoy fundamentales, de C. Fernánd~z Duro, ZI Summa de pbilosopbia natural,Sevilla, 1547, f. 64r, 7Ov, 71 r, 73v.

cf. A. Conesao, Historia de América, dirigida por A. Ballesteros, 11, p. 689 SS.; F. Morales Padrón, :ti Auto de los RE!}'es Magos, 216 (p. 33 Han).

Revista de Indias, XX1(J%I) 95 y sS.,y J. Manzano, Los Pinzones, l. Madrid, 1988, passim. :JO Breve compendio de la spbera, parte n, cap. 13, f. 44v.

22 BRAH, lXXXVllI (1926) 759.


T

26 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 27

tiéndese que, cuando vulgarmente se dize "a diez dias de tal mes", que
aquel décimo dia se acaba en aquel mesmo mediodía y las horas que
If aprecia una visible duda a la hora de buscare! acoplamiento entre los

dos sistemas cronológicos, entre lo que se llama «día natural" (de me­

corren de aquel mediodia adelante son del día onzeno; y así los astróno­
mos lo usan-. Con arreglo a esta norma está dispuesto el Diario de Pedro
l
! diodía a medíodía)39 y .día artificial» (de. salida a puesta del sol). El
de noviembre, miércoles, escribe: "Este día se apartó Martín Alonso Pin­
il
Sarmiento de GaIllbo:l;- qlle;,.sirrembargo, acaba por ajustar su relación a zón con la caravela Pinta"" pero el Diario del jueves 22 comienza con
las salidas del sol. Por el orto solar se rige al parecer el piloto Rodrigo de esta sorprendente afirmación: «Miércoles en la noche", palabras que
Espinosa, pues de otra suerte no se entiende que anote como una excep-: parecen retrotraernos al 21 de noviembre; la oscuridad de la noche
ción en su cuaderno: cEntiéndese la zingladura del domingo dend'el sá­ amparó la defección pinzoniana como protegió la escapada del patache
bado a mediodía hasta el domingo a mediodia. 3t . Como es lógico, este S. Lucas en la expedición de Legazpi. El 26 de noviembre dice haber
. sistema un tanto esotérico se presta a mil confusiones. Se origina así al­ descubierto el cabo de Campana, y el 27 apunta: -Ayer al poner del sol
gún que otro desbarajuste, que salpica de pequeñas incertidumbres cro­ llegó cerca de un cabo que llamó Campana». Esta inútil y absurda repe­
nológicas el Diario: .se avista Canarias el miércoles de agosto según tición se debe a un desdoblamiento a postertori d~ las singladuras; Por
Las Casas, el jueves 9 de agostO según D. Hernando,.y aunque los dos esta .djferen9...a..flltt~eLq~iQ(nP~~i1e.)~.x._el__'.'.gi~E?9~·:!s!r"ll~mic.(}~ expli­
cron1stas se muestran conformes a partir del 6 de septiembre (partida ca E. A. O'Albertis i4l la variedad de fechas. del-edipse ue 1494, que Las
de la Gomera), subsiste alguna disparidad: D. Hernand0 33 fecha la par· Casas 41 y D. Hernand0 42 datan en 15 de septlerñbre ¡Jecha real), el pro­
tida de Cuba el miércoles 5 de diciembre, mielÍtras que Las Casas la data pio Colón el 14 de septiembre (LX, LXIX). Este es.é!.:::iOtivO también de
~ martes 4. El descubrimiento tiene lugar -es un hecho averiguado-­ 1 que se diga que -en 7 de julio [de 1495J salio-ei"Almirame a tierra por

. '2 horas después de la median.ocne del jueves. Esta cuenta le parece tan
estrafalaria a Las Casas 34 que no vacila en comentar: «pa~eceque, pues
¡ oír misa» 43, cuando en realidad la misa hubo de-'celebrarse en 6, do­

mingo. En los capítulos 95 y 96 de las Historie de H. Colón -y sólo en


se vido.la tierra dos horas. después de media. noche, jueves, se debe ) ellos-- las referencias al día de la semana tienen lugar con un día' de

atribuir al viernes este descubrimiento; y por consiguiente,' fue a 12 de. adelanto (enero-febrero 1503).

otubre». Ahora bien, el dato cabe interpretarlo de manera distinta, in­ Se ve muy claro, ahora, que Colón va poniendo nombres a los ríos
cluyendo esta noche en la singladura del mediodía del miércoles 10 al según el día de la semana en Que esté, y aueel DOIrungO no se acuerda
mediodía del jueves 11, de suerte que el descubrimiento queda adelan­ del Señor, sino .del Sol, de acuerdo en todo con viejísimas concepciones
tado al 11 de octubre, que es la fecha que dan G. Fernández de Oviedo 35 astrológicas. La estructura septenaria impone su ritmo aquí y en otras
y F. López de Gómara 36, un testigo presencial, el marinero Francisco ocasiones al Almirante. Efectivamente Colon dIce' que terna 28 años
García Vallej o 31, y el licenciado Marcos Felipe 3S en un momento solem~ '(7 x 4) cuando negó a ofrecer sus servicios (LXXIV) y que trabajó 14 años
ne, en la redacción del epitafio de D. Hernando Colón. En último tér­ x 2) para el Rey de Portugal (XCVlI); en la Corte española brega 7
mino, aquí se ve muy claro cómo el dominico o D. Hernando arreglan años 44 ; una vez descubierta la Española -según este cálculo en un año
según su leal saber y entender la cronología; pero en otros casos se climatérico de su vida, el 49- promete a los Reyes que en otro septenio
les entregaría oro a raudales para ganar ]erusalén(XL'v1II-LXlX). Hay que
l'
I observar que también los milagros y aparicion~s se producen de 7 en. 7
31 Cel. doc. inéd. Ultrcmlar, segunda.sene; 11, p. 441.
años: Navidad de 1492 y Navidád de 1499. Resulta curioso ver los esfuer­
n Historie,. 16 (1, p. 128).

II Historie, 30 (1, p. 194).


I
:K Historia, 39 (p. 140 a) .

)S Historia de las Indías. 11 5 (BAE 117, p. 25 Ó -26 a)

• .. Tal es la definición de Pedro de Medi02, Suma de c(;¡smograjú:t.. Sevilb,1948, f. 54r. El


w-. Historia de /as Indias, 16 (BAE22. p. 166 ó)•.
cómpulO del día rultural es tO<lavía visible en G. Femández de Oviedo,. Historia. VI 3 (BAE
n Col. doc. ined. Ultramar, segunda serie. VIII; p. 220. Siento no haber logrado conven·
117, p. 146 ó-147 a).
cer a J. L Comellas, El cielo de Colón, Sevilla, 1991, p. 197 SS., que hace una crítica muy .. Raec., IV l. p. 159.

ponderada de mis argumentos. La verdad es que el testimonio de Garda Vallejo (el jueves .. Historia. 198 (p. 277 a), pero cf. I 96 (p. 273 a).

para él es 10 Y el viernes es 11) puede interpretarse como se quiera. .

h:ill6 l2s Ind12S y Nuevo Mundo a XIde..ocubre del dicho mo- (J. Hem:mde2 Ol:lZ y A. Muro
Orejón, El testanumto de-- Don Hemando Colón y otros documentos para su biograffa, Se­
1

1* .F:IlIescio... XXXIll mos después del bllescimiento de su padre, el CU2I... descubrió y


u Historie 59 (ll, p. 12). .

43 Las Casas, Hisloria, 196 (p. 273 b); H. Colón, Historie 57 (Il, p. 6).
4.
.

Cf..XXX; XXXII; XLVJIl; LllI Y LXXIV (cf. H. Colón, Historie 2 [1, p. 18J Y G. Fernández
de OViedo, Historia,1l4 [BAE 117, p. 21 bD; de 8 años habla el propio Colón en XLIX. yaun
villa, 1941, pp. 229-230). cr. asimismo Ju:m Lópcz de Velas<:o, Geografía y descripci6n: uní­ precisa que los siete años de servicio· a la Corona española se cumplieron el 20 de enero de
versal de las, IndÚlS (BAE.248, p_ 3 a). 1493 (14 en.).
/
.W;iíib,;¡¡-"~-~· ~. ....

28 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 29

zos de los investigadores <AS por reducir a plazos reales estas aproximadas y muy escandalizado corrigió 'en consecuencia. Otras veces una simple
semanas de años que se acompasan a la fantasía del Almirante, muy de­ letra hace cambiar el sentido: "la -resaca es grande, que no da lugar a que
voto estrellero según· vemos. Ahora bien, cuando se repasa el Diario, el la- nao labore sobre las amarras ni el agua del río- (8 dic.); parece que hay
. propio Colón, sus hijos O Las Casas tienen miedo de que este influjo que corregir la bire, esto es, que ni el oleaje ni la corriente del do
astrológico quede demasiado en evidencia; así se camuflan los pasajes mueven las naos (para la expresión er. ~no podían virar sobre el ancla la
correspondientes, que quedan distribuidos según el siguiente cuadro: proa al viento» 41). En XL se lee: «tierra infinita pues al austro,,; una
simple adición, en realidad de una letra, da sentido al pasaje (pues(ta}),
[){a Rfo Diarío
si bien no cabe descartar bl corrección, normalmente aceptada, qu'es.
lune.5 Luna Lunes 30 oct. Dos palabras semejantes seguidas se prestan a un salto de ojo; por prime­
M:utes Mares Lunes 30 OCt.
Domingo Sol
ra vez, según creo, se salvan ahora las haplografias «no me deterné más
Lunes 12 nov.
aqur ni (iré) estaisJa alrededor- (23 oct.) y -hastaJlegar a la tierra en lon­
Mas una sana desconfianza no ciebe convertirse en' esteril y vana gura d~ una <nao) no llegó lasondaresa o plomada al fondo- (6 dic.); Las
hipercrftíca que, lievadaasus últimas consecuencias, conducirfaa la ne­ ditografías también son temibles. Colón -aconseja a su hijo: -Al Rey y a la
gación misma de la Historia. Hay múltiples pasajes en que .Las Cas~ co­ Reina ... no los importunar, fasta que plega a Nuestro Señor de me traer
pia ciegamente el original, incluso sin comprenderlo; como cuando tacha salvo si viviésedes el tíempo a su voluntad" (LXVIII); se recupera el sentido'
de "algarabía. la menci n l:L uinsay de Marco Polo, ese Marco hulo leyendo «no losiínportunar..., salvo si viésedes». En ocasiones ha habido
Q!:le él, que no ha leído, confunde con Paulo ToscaneUr,o-como cü:iQ­ una falsa separación de palabras; así recuperamos en LXXIV al tu (o quizá
do anotiSOi:prendido: -si no está mentirosa la Jetra. (8 oct.), -si no está mejor al to, con un to -tu- que se encuentra en italiano septentrional")
corrupta lá letrn. (30 oct.; cf. Historia, 144 [p.. 158 aJ; 45 [p. 160 aJ), por alto o bien memoraci6n por memoria con. La omisión de una abre­
-creo que dize. (17 nov.); tampoco es creíble que Las Casas tuviera viatura causa·confusiones en' la Relación del. Tercer Viaje:.es curioso que,
mucho vagar ~a hacer·arnafios en.el Diario4$. Esta precisión es impor­ después de haberse hablado una y otra vez de los -hileros de corriente­
tante porque petmiteaplicar alas.. copiaslos principios <le la critica tex­ que impedían el avance de las naves, se encuentre por dos veces en el
tual para intentar recuperar, no ya lo que quisoescIibir Las Casas, sino manuscrito «hilos de lacorriente-,sin advertir la señal del compendio en
. las palabras mismas del arquetipo, pues hablar de Original sería presun­ la l.
tuoso y hasta absurdo. En las páginas quesiguen se va a hacer frecuente Los textos que manejaban los copistas debían de presentar tachaduras
uso de este criterio, por lo que me voy a limitar ahora a señalar unos y cOi:recclones, que a veces aeJaban al lector sl.ii!:ilOO en un mar de con­
cuantos ejemplos generales. , .... , fusiones. El apógrafo del terc~r viaje (XXX), menos elaborado que la co­
En la escritura colombina hay veces' en que resulta dificil de apreciar pla del primero. nos deja vislumbrar algunas de estas dudas. Cuando Las
la cedilla, por lo que no es de. extrañarqüe 'Se omita o se añada arbitra­ Casas escribe, por ejemplo, -les dixe de los pueblos que yo avía visto, en
riamente: rabtforc;ado (29 sep~.; 4o¿ r, poco por poqo (XII), Bocas por que o de que se podrían salvar muchas ánimas-, parece claro que lo que
POt;as (LXXIV); este puede ser el otigetl, según creo, de la estridente sala tenía ante su vista era un original con una doble lección
del 16 nov.: el copista no entendi6 cata, supuso que estaba escritO (.I2la
de que
en que se podrían SalVllC muchas ánimas
... De Lonis, que 2a:pla los catorce años portugueses y la semana de años española (Cris.
toloro Colombo, pp. 60-61,67, Racc., 12, p. CXXXVJIl ss. y CCVII), se ve obligado a corre. sin que Las Casas se atreviera a decidirse pOr ninguna de· las variantes.
gir 28 en 38 (Race., 12, p. 204 nou). Los años en POrtugal discurren, según Vígnaud (Histoire Otras veces incorpora al texto las notas marginales: «trabajaron Romanos
critique, 1, p. 3(3), del 1477 al I 484!85. según C. R. Markham (LifeoICbristopberColumbus, y Alexandre y Griegos» refleja un original en que se leía ..Romanos y
Londres, 1892, p. 51) del 1474 al 1488, según Manzano (CristolJal Colón, p. 160) del 1476 al
1488. En cambio, A. AltOlaguirre (8RAH, XXI [1892J 480 ss. y sobre todo 484 ss.), pata salvar
.la. autoridad colombi!n, supone que los catorce años son en realidad· meses (a una conclusión 41 Berna!, Crónica de los Reyes Cat6licos, 128 (p. 320).
pareja babía negado D'Avezac). Ni que decir tiene que.ta1 empeño es vano. ,;oG.Rohlfs. Grammal/cJ2 storlca, 1I, p. 122.. Esu corrección no Implica nece.sarbInente
.. Recuérdese que, a menudo, Las Casas expresa su disconformidad con Colón mediante que Colón fuera ¡ud/o. Ahora bien, comoargurnento en conta de que Colón fuea isaeliu
un rorundo Non allll:Olrgen; de b misma maneta se comporta al copi2r b obta de Palacios Ru. aduce M. Pollak (Revista de Historia de Amér/cJ2, LXXX [1 975) 147 ss.) el silencio al respecto
bios, en b que nadie supone que hubo manlpubci6n alguna. Defiende la fidelidad de las Ca. del judlo genovés Yosef ha-Koben¡ pero ha-Kohen atribuye en sus Crónicas el descubrimien­
sas corno copista A. Rumeu (Re/.'. Indias, XXXVI 11976J 7-17) e insisto sobre ella en mi intro­ to de AmériC:l a Vespuche; de acuerdo con el mismo ra:tOnamiento habria que concluir que
ducción a Pedro Mán:ir. CoJón no eCl genovés. .
30
---f'··
Introducción 31

Cristóbal Colón. Textos y documentos

Griegos», y en el que con una lliunada al margen se añadió: «Y 3. La lengua Y el mundo de Colón

Alexandre». De la misma maner.l., la muy forzada frase «hizieron traer pan


Y de muchas maneras frutas e vino· de muchas maneras, blanco e tinto, A la falta de originales se une Otra dificultad que agrava la edición de
mas no de uvas,., permite quizá suponer una corrección marginal <lis­ las copias: <;1 debatido problema de la lengua ~da por Cristóbal Colón,
puesta así:, j que necesita tOdavía un estudio ponnenorizado."Como es sabido, .~
navegante no se expresa de manera correcta en ~ idioma. En su
hlzieron tr:aer pan + + de muchas mane12S frutaS castellano se encuentran PQrtuguesismos claros: hasta un deter cdetener..
e vino blanco e tinto en la relación del tercer vi2je~ A su vez, cuando escribe en italiano no de­
ja de incurrir en groseras faltas que revelan que no era éSte el idioma en
que después pasó al texto por duplicado, al copiarse por inadvertencia la el que redactaba'normalmente. Y aun hay que contar sin duda con algún
nota tanto después del fmal de renglón como en su lugar correspondien­ que otro catalanismo.
te. Hay que leer, pues, «pan e vino de muchas frutas ... Por un error simi­ Todo ello es lógico. En efecto, se ecl1a demasi2do en olvido queCo­
lar se originó en LXXIV "los más oro los más eran geme de la mar». Ión es ante todo un hombre de. !r..ar, y, qu~ este. marino estaba' acos....
¡ rumbrado a chapurrear mil lenguas s~ lúgr:ar e::;:presarse bien ennil1gul1a.
minas y los más oro ! A 4iaÓQ y: durante sus años mOlas'e! Al.rmrante hubo de entenderse con
~ compañeros en la jerga que enWo¿~se llan1aba .levantisca», esto es,

I
En efecto, -oro- es una llamada de atención al lector, que se incorporó
del Levante, del Mediterráneo en z.eI1erai, Un ejemplo nosayud;lr:i a
distraídamente al texto, Estas notas incorporadas al texto son especial­
comprender este aspecto de la cuestión. En 1636 tuvo lugar en la ciudad
mente frecuentes en la Relaciónepitomada del Tercer Viaje, sin que los
de México un ruidoS\). proceso contra unos marineros catalarles e ita­
editores hayan reparado en ellas: así, p.e" ese da primera luz fue aquí en
lianos, a los que se acusaba de ser en realidadfranc(!Se5 Y de tratar de ha­
Oriente» parece que'no puede ser más que una acocación marginal al cer descubrimientos, en deservicio' de ,'España. Corno es natural, en el
texto "porqu'el sol, cuando Nuestro Señor lo hizo, fue en el primer juicio se prestó entonces· especial atención:al aspecto lingUístico. Pues
punto de Oriente", Otra vacilación encontramos en XLIII:
1
bien, como botón de muestra oigamos 10 que dice uno de los encarga~
liados
I:!s es~as, que eran o'e11:!s los líoshed1os I


dos, Andrés Falcón, natural de la dudad de Mallorca:
Aunque este declarante tiene conf=do· es mallorquino, escríve letr:1itallana por averse
que ha pasado también inadvertida. Hasta en el primer viaje podaulos
quizá encontrar una ditografía: .fui en tierra, adonde aquí no avía otra
pobla<;ión que una casa- (21 oct.), con un pleonasmo realmente extraor­
il
§
criado y navegado toda su vida con itilianos, y salio de su tierra <k'edad de diez mos, y se
enseñó a leer y escrivir por la muo y s.2be abiar muy bien la lengua italí2m y !a mallorquina
poco; y no save hablar otra lengua ninguna sino eSta C"'..stetlaria muy poco".
dinario; aunque en XXX aparezca .donde allí se detuvo grande 7f

espacio», cabría5uponer que en el texto se lefa j .t AGlS, Guadalajara 133, Exproienre de Francisco Esteban C:ubonel, 1, f. 11Bv. Hay que

I
contar; sin embargo, con que la declanciónen un'¡ulcio,puede ser inter=da: resultaaperu¡s
creíble que Diego Alonso, natural de Malta, dijese -que de,la dicha lengua mal.tesa sabe abIar
adonde muy poco y que no lá entiende toda. si no es algunaspal:lbras; y que 00 sabe Otras lenguas si
aquí [o a quiJ no avía Otlll poblacIón no es la castellarul y muy poco_ (ibid., f. 123v): ¿cómo se expresaba enrooccs Diego Alonso?

con otra duda no resuelta. En cualquier caso, la iUlportancia de estos


ejemplos estriba en que demuestran que Las Casas era un copista fiel,
incluso cuando no acertaba a dar con el sentido del pasaje, y en que, por
otra parte, permiten remontamos a un estadio del texto prelascasiano, Ya
¡I
I

Aprovecho la ocasión para se1'lalar la falsedad de un extraordinario documento, presunta­


mente conservado corno hoja de guarda en un libro antiguo yen la. actualidad propiedad de
R. Aramil (U.S,A.), pubJicadopor el ABC del 21 de agostO de 1931 y despUés por R. Llanas de
Niubó en Sefarad, XXI (1961) 58-64 (d. su libro El enigma de Cristóbal Colón. Barcelona.
1964, p, 129 ss.). Se trata de una estupenda confesión de Juan de Borromeo en la que se ~fir·

es bastante.
Aprovecho la tercera edición (1992) para introducir una nueva con­
1
roa que Colón era de Mallorca y no de Uguria: que.• U dicto Pler d' Ang!l.ien istimo che filsse
nascosra l'astutJ:a usata da Giovan Colon, perche cagion di politio ct cdigiose lo havean con­
sigliato di ftngnersi Christophoren.s C(olon) per dimandat Ji ajuti deIle navi al Re di Spagna. El
diro anchora esser Colom uguale a Colombo, perche,lu.vendo dlscoper!:o che vive in Zenova
jetura en .el Diario (21 dic.): donde antes había señalado una laguna un quidam Christopnoro Colombo lanajola, figlio di Oomenico ct 5 = Fontamrossa, non
(,,*"" fallados siempre lo mejor del otro".), corrijo ahora «fallados siem­ s'habia a confundere col navígatore dell'Indie Ocddentali>. Lia. ingenua y burda supercherla,
pre uno mejor del Otro", suponiendo que la corrupción se originó a que llega a la creación de un imposible Christophoren.s. recibió ínc!:plic:Iblemente la. aproba­
dén de J. Millás VaIllcrosa. Tesoro de los judfus sefardies, VI (19<)3) VII-XV y La& Tablas
partir de un «la"" mal entendido en «lo».
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32 Cristóbal Colón. Textos y documenros Introducción 33
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También Colón entra «de muy pequeña edad a navegar» (LIII) y way va el futuro Almirante. Portugal proyecta su futuro hacia la India, \
también él, aunque genovés, no escribe sino letra castellana. Pero una di­ por lo que prosigue de manera febril la exploración de Afdca; Colón no
ferencia abismal .media entre un Andrés Falcón y él: Falcón navega sólo vive en Porto Santo, sino que llega hasta S. Jorge de la Mina, cuya
siempre con italianos, mientras que es probable que elpriIIR:r viaje de fortaleza se erige en 1482. Este ambiente excitante y exótico, preñado de
Colón con castellanos fuera'.precisamente el de 1492. He aquí un punto grandiosos proyectos, enriquece su experiencia y posibilita el descubri­
de la vida de Colón no suficientemente aclarado, porque no es creíble miento, pues cuando se establece en España -su tercera y defulitiva es­
que un marino, por muchos aires de cortesano que se diese, aprendiera a cala en la vieja ecúmene-, Colón disponfa de un amplísimo caudal de
hablar y a escribir castellano en Portugal: por pura lógica se ha de conocimientos en .mundos y mares tan dispares como el Mediterráneo y
concluir que ~!..?Stellano-parlan~de Colón, un ~::"'9.u~ deb~~_ el Atlántico. Y esta etapa portuguesa resulta tan decisiva que marca con
de tener una facilidad es~~~ li~ísticQ,.ke_al:>!~..fQ~" un sello indeleble la mentalidad del Almirante, que 'se muere creyendo
~ venida a España. haber alcanzado su sueño, un sueño propio de un pÓnugués y que sólo a
Esta venida a España no debe entenderse como un establecimiento un portugués estaba reservado: navegar de Europa a la India. Pero es en
deflOitivo: Colón se encuentra todavía a caballo entre Portugal y España Castilla donde se integra esta dicotomia del alma colombina y donde en­
en 1488. No sabemos cuándo comenzó esta situación un tanto ambigua: cuentra terreno abonado su fanático misticismo y su espíritu profético y
en último término, de 1484 (y no <!~...1_481) data como fecha m~!.<-:'IP.2~. visionario; y si un arwbispo de Toledo como Don Alonso Carrillo había
la primera ~Ua del Almirante escrita en un castellano aportuguesado consumido gran parte de su hacienda en buscar tesoros por arte de
o en uñ 2Qrtugués castellaniz.añte, apOSB1'Ei:'qtle"dabueniprué1::),á-ae--sn alquim,iaSl, Colón persigue otra locura, pero más simple y sublime: ir en
li16riclismóliñguTstTco'-(I gJ.Por otra parte, Colón no olvidó nunca su len­ demanda del oro indiano por el Océano al Poniente.
gua nativa (1 f), de la que todavfa hay huellas. en sus escrltos"castellanos
-que, con tOdos sus barbarismos,.alcanzan a veces una sorprendente altu­
ra literaria. 4, Los términos náuticos
El hecho.fundamental es que, en pleno brío de su juventud, Colón.se Quizá el lenguaje marinero sea la mejor piedra de toque para apreciar
sintió atraído por la. llamada de· ese Océano que poco a poco ,descubría estas dos vertientes, mediterránea y atlántica, de la personali.dad de Co­
sus secretos a la audacia de las naves lusitanas. Es. así como echó raíces lón, que escribe de paso el primer Diario que haya llegado hasta nosotros
en Portugal, y de una manera tan profunda, que no sólo su mujer y su en la historia de la náutica penirisular. Pero hay que insistir en que su vi­
primogénito son portugueses, sino que también lo son durante los años sión del Océano es .la de un navegante portugués: en él no ha ejercido
de madurez sus objetivos: Colón tiene una personalidad lo suficiente­ apenas influjo la jerga de la Marina de Castilla. Es lógico. Puede que sea
mente versátil como para adaptarse 2. ·toÓa$.l~ circunstancias. Con Gal­ un modismo castellano encabalgar el cabo -doblar el cabo> (31 de ocL)
way tiene relación amistosa y comercialIz._ c:~r~e~lusitana5Q; pues a GaJ- i o encabalgar la tierra «dirigirse a la tierra.. (16 febr.); de esta última
expresión, en efecto, se había servido Díez de Games (<<remavan de cara
astronómicas del rey Don Pedro el Cenmu,J''¡osc; Madrid-BarcelOIl:!, 1962, pp. lH-84. A día el biento por encabalgar la tierra..)52, pero también Pigafetta 53 habla de
se aferl'lln los folletos de J, SUlIU AllIbern, wlesis tllallorqui1Ul de Cristóbal Colón. P~lm~ dc
.cavalcare uno capo>, aunque este giro podría ser uno .de los tantos hIs­
Mallore;¡, 1967, y del hermano Nectario María de la Salle, Cris16bal Colón, el descubridor de
América, era español y judío, Madrid, 1978. A su vez, Juan Cerdá (Mallorca, ¿CU1Ul de Co­ panismos de su lengua. En último término, subsiste el hecho innegable
lón? Felanitx, 19(8) hace a Colón hijo del príncipe de Yiana y hermanastro por ende de Fer­ de que algunos términos náuticos castellanos no lograron ser asimilados
nando el Católico. Mesurada crítica de estaS ;¡Jucinaciones. que por desgracia se han de mul­ plenamente por Colón, que todavía en 15..02 escribía: las naos -jamás se
tiplicar en el quinto centenario. en M, Alvarez de Sótomayor, ¿Colón mallorquín? juicio
des abarcan de la costa hasta llegar donde quíer» (LXVII). Existe, sí, eJ ver­
critico de la tesis del Colón balear (Historia de Mallorca, coordinada por J. Mascaró, Palma
de Mallore;¡. 1971. p. 209 ss.),
.. D. Enrique el Navegante mandó un león a -um fidalgo ingres, grande seu servidor, que CoOlt:lt3ción, 5S75, n, o 1), En el cuarto viaje, en cambio, si fue por grumente de la na() capi­
vivia em Galueu. a. de Barros, Asia, Década primera, libro 1, cap, IS red. Lisbo:¡, 1945, 1, tana un -Donis de Galue.,
p. 63J). En su globo M, Behaim señala en Irlanda .un u>ales que E. G. RavetlS!ein (Martín SI Ce. Hernanoo del Pulgar, Garos z'arones de Castilla. 20 (p. 119, Domínguez Bordona).
Bebaim. Nis Life arui bis Glabe, Londres, 1908, p. 75) identifica con Galway. En el primer 52 ViClorlal. cap, S.'! (p. 141, 10 Carriazo); en Ott:l ocasión (cap. 87, p. 25S, 21) usa -enca­
viaje dice' Navartete (Colección de viajes, n, p. 25) que quedó en el fuerte de 12 Navidad un balgar el viento.; Col. doc. inéd. Ultramar, segunda serie, VIn, p. 9S; -pensaron que encaral­
-Guillermo lres, natural de Galuay •. Efectivamente. un -Guillermo ¡res marinero, narural de ¡¡aran la isla Españoia •.
Galvey en Irlanda; tiene una hija en Tenerife. cita una relación de difumos en Indias, pero ca· Sl Rae,., V 3, p. '61. 11; d . •<:al'aleare lo capo de Bonna Sper;¡nza. (¡bid. p.1Il, 16). Esle
rente de fedu y desde luego n6 relacionada ron los muertos en el fuerte de la Navidad (AGI, uso no está recogido en los diccionarios italianos consultado/;.
/1;­
34 Cristóbal Colón. TextOs y documentos lnrroducción 35

bo abarcar, pero las naos no abarcan, sino se abrazan o desabrazan nuado», palabra usada poco después: «esta razón ha<;e que no naveguen.
de la costa 54 • He aquí uno de los pasajes en los que, como advierte Las salvo con colla». Ahora bien, colla es un término que ya aparece en
Casas", Colón «no penetra del todo la significación de los vocablos de la italiano en 1431, mientras que los ejemplos castellanos son tan raros ss
lengua castellana,.. que se considera palabra propia de Filipinas y, por tanto, de origen
Es muy fácil, en cambio, reunir palabras de origen mediterráneo 56, asiático. El manuscriw tarraconense ha ratificado mi conjetura. Como ya
y esta iístase puede quizá engrosar con alguna palabra más desfigurada observó De Lollis; también es un italianismo balt:;os de viento (20 en.),
por la defectuosa transmisión textual. En LXXIV se lee: "El navío sospe­ que no entiende Las Casas y transcribe baltos: ¿podría ser saltos?
choso avía echado a la mar por escapar fasta la ¡sola». No es preciso ser Por otra parte, Colón usa expresiones de la marinería mediterránea
un lince para percatarse de que falta el complemento directo; todo nos que muy poco después van a ser mal interpretadas. Así ocurre, por
induce a pensar que en realidad Colón escribió gisola, palabra docu­ ejemplo, con dar reguardo (5 y 9 dic.; 6, 12 y 23 en.), que significa
mentada .varias veces en el s. XV1 57 . Y así lo ha venido a corroborar el -prestar atención», y de ahí -tener cuidado con.; ni que decir tiene que
nuevo manuscritO de Tarragona. Este gisola no es más que el veneciano reguardo en este caso es el it. riguardo, fr. régard, caL reguard. Ahora
ceso la, gesola, genovés gezoa, francés y provenzal gesole, gísole, «bitá­ bien, este dar reguardo S9 al:erl""l muy pronto con dar resguardo, va­
cora». Es decír"en los tremendos apuros de la echazón se arroja al mar riante sólo posible a P:lrt1f de: italiano, lengua en ia que riguardo y ris­
hasta la gisola, el armario donde se guarda la brújula, el instrumento guardo son intercantbiabks.
imprescindible para enderezar el rumbo. Y tengo la impresión de que Más que los términos' mediterráneos 60 nos interesan los tecnicismos
se trata, en realidad, de un giro proverbial para encarecer la desespera­ , ..
ción del momento. . " Cf. por ejemplo el parecer de Antón de Pablos sobre t2 población del EStrecho de Ma­
En la misma carta escribe Colón: "Allí mudé desentem;iade volver gallanes (Pastells, El descubrimiento del Estrecho de Magallanes,1I.p•.330): los navíos que
a las minas y hazer algo, fasta que me viniese con ella para mi viaje y vayan par.! el Estrecho. convendr¡i que .saIgan <:on tiempo hecho y colio. asentiada •. Aparece
marear". No da sentido con ella, (<<lempo» traduce R.,dedonde el "tiem­ tambitn eslevOCibto en una Crt:l de Francis(:o Duarte.al Rey de 25 de octubre de' 1586 (AGI;
lndifereme Generu, 1097): -b.sg:¡lerasde1c:ugo de Don.Sancho de.~ese adeiam2ron por
po» de Navarrete), que parece se ha de corregir en colla «viento conti­ goo;u del buen tiempo. hasu w islas; y crehen codos los marineros que las verán m:u'\ana.
qu'es de grand.lsimo comentmilemo que cnliempodeibiemo ay:¡ Olvide un buena colio. de
.. Cf. Gaines, VicIOrial. 40 (p;:.!II, 1): -b.s galel'3S fueron desabrazadas de la tierrn., 67 I!empopara g~ la dichosa sa!lda que a [enldo eSI::Ifleta•. Otrov:dor tiene,colio. eaG.Fer­
(p. 190, 26): .f1l.iesenmu<:ho .por se a.brazLlr· a Angltnerra., S9 (p. 2SS, 14): -a remos con
ruindez de Oviedo (Historia, XXIX 10 fBAEI19, p. 249 aJ): <se fue primero en ciertas naos
grand fuerza al:trazaron la tierrn de España •. Pedro Sarmiento de Gamboa, Derrotero (en P.
que esl.:lban a b coi/a.; el duque de Alburquerque avisa el 5de mayo de 1659 al Rey: -la Clp¡'
Pastells, El descubrimiento del Est7VCbo de Magallanes. Madrid, 1920, 11, p. 131): ~y mientras
cana y .alrniranu que un año a llegaron de Philípin:l.S w tengo puestas ~ la colla- (AGI, Filípi­
nús noslvm1os de:sabrarandc de ¡ierra y salJendo a la mar. m2s en descubierto nos fatigava
nas, 23 2 9). Se trata en efecto de una traducción de la expresión i¡aliar¡;¡ essere alle colle -es,
l:I. tormenta>. La misma acepción tiene en portugués abrarar (d. J. Leitlo y J. Vicente Lopes,
lar a pumo de alzar vélas •.
Diccion4rlo da Linguagem de Marlnba anligQ e tACtuai, Lisboa, 1974, s.u.).
" Todavía Martín de Uriatle dice -dar reguatdo. (BAE 77,p. 144 a), pero -dar resguatdo>
ss Historia I 136 (p. 364 a).
aparece en Pedro Satmlemo de Gamboa, Relaci6n y derrotero del l'ÍlJge y descubrimiento de
'" Algunos v0C2blos medlterclneos habían llegado :1 Portug~J hadl mucho, como treu (22
el Estrecho de la Madre de Dios. antes lio.mado de MagaUanes, BN ms. 3102, f. 35v: -porque
jUIUQ de 14S4 en Documentos das CbanceJarios reais anteriores a J531relatiIJos a Marro­
nos h:dlábamos cerca de tierra y dábamosie resguardo>, 121r: 'fue menester ir... dándoles
cos, Lisboa, 1915, l •. p. 4S5: .huum treu com qU:ltro monet:lS [te. bonetasJ e escotaS e quetes
resguardo., f. 162r: 'procuren con mucho aviso dalle resguardo.; en el Derroterode ¡sidro
e' boltn2S e conttaboünas e ~ de tro.;ar», papafigo (14 diciembre de 1426. Documentos
de la Puebla (Madrid, BN ms. 4541) f. 2r: <reinan en este tiempo los bientos sobre el poniente
. reaJs, 1, p. 4(9), proeses {OU:lrte Pacncco Perdra, Esmera/do de situ orbis, Lisboa, 1892, 1 19 y hay necesidad de darle esle resguardo •• f. Bv: -darás resguardo a los baxos., 15v: -a de dar
(p. 32): <devese lt2m2rt2r lUlCOr.! e proyz., d. 1 2Q (p. 34], etc. resguatdo a una baxa., f. 16r: .si el biento fuere calma, dénle resguatdo.; en relaciones publi­
11 Cf. G. Fern2ndez de Oviedo, Historia de las bullas, II9 (BAE 117, p. 39 b; cf. 40 a):
cadas por C, Kelly. Austrlalia Franciscana,'Madrid, 1963, 1, p.97, llI, p. 96; en el Marqués
-en t2 dtedra 'de la giso/J:l, que es aquel lugar donde va puesta el ;¡guja de navegar., Relación
de Varinas, Derrotero de Indias. Madrid BN ms. 2957. -dando resguardo al farallón. (f. 12r.
de JIWl Ladrillero apud P:l.Stells, Descubrimiento del Estrecbo, 1, p. 306: -se nos saltó :1 la mar
cl. 61r, 72v). En portugués d. Joilo de Barros, Asio.. primera déclda, IV 3 (Lisboa, 1945.
de un salto una;¡guja con su = de t2 glfOU;p., Rodrigo de Espinosa, Diario (Col. Doc. lned.
p. 139): -o qua! temOr Ihe fa dar lanto resguardo por fugir a lerr.!., André Pires, O 1i1'YO de
Ultramar, segunda serie, n, p.433): .jumo a la gf.zoio. dondeesti el aguja., -est:mdoyo el 1
marínbarla (ed. de Luís Mendon.;a·de Albuquerque, Lisboa, 1963, p. 221): .dareis resguatdo
didIo pUoto 2lrlm.ado :i t2 gf.zola vi la tierra. (ibld.• p. 448). Según Battistl y Alessio (Diziona­
~
río etimologice It4iimw, 11, Florencia, 1975, p. 898 b), l:I primera documentación de gtsoio. •
~
as ¡lhas de Trist:Io da Cunha., André Simois, Roteiro (BN ms. 3176) f. l08v: .pora dar res­
guardo a este baíxo., f. 122v, 'por dar resguatdo a huma restinga pequena •• f. l25r: .daran
en ital!ano es del 5. XVI; pero en el invent:lrlo de l:I nave de Angelo Lomellini, vendida en Gé­ resguardo as pedras•• Luis Serrao Pimemel. Roteiros (ed. de A. Fomour.! da Costa, Lisboa,

I
nova el. 19'cnero de 1495. se lee: .:¡gulle quaruor nalJigandl ... gesole duo. (Racc., IV 1, 1960, p. liS, 116, liS, 120, 121, 124, elc.), y Manuel Momeiro y Gaspar Ferreiro, Roteiros
p. 230). !.:as dIficu1t:¡de; del texto de Colón se aprecian en l:I inverosimil traducción de C. Ja­
(ed. de H. Leililo, Lisboa, 1963, p. 53, 54, 70,77, 7S), ele.
ne: e lhe unsc:llWOrtby vcsse:l had put out [O sea in order ro escape; ncu the IsWld the GaJ/e­
.. Interesa reseñar 'una expresión antiquísima que resulta dificil de entender al lector ac'
ga lost he!: boat•.
tual: .allí la luna al Suduesle cuarta del Sur es baxamat. (lS nov.). Compárense los textos si-

36 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 37

que hubo de ~render Colón en sus navegaciones atlámicas, pues ellos Do mar a encbente subita, grandissima
nos van a permjtir·descubrir algunos portuguesismos interesantes, escla­ E a vazante que fogeapressurada.
reciendo de paso algunos vocablos oscuros 61 • Pero antes bueno será re­
Se trata, pues, de una forma portuguesa, como acredita entre otras cosas
cordar algo ya conocido: cuando tiene que indicar el rumbo, no. acuden
la falta de aspiración (no etimológiCa, por lo demás) y de diptongación.
a la mente de Colón los vientos carageclsticos .lIl~.Q!!.erráneos·l:reveaíe,
Este tecnicismo pasa muy tardíamente a ser usado por los pilotos cas­
~estral; jalogue, siroco). ElAliñiiiñte se muestra plenamenre-!lecnó-a la
tellanos. Gaspar González de .Leza anota en su Diario": «ay muy gentiles
navegación atlán.!!fa, mostrando una adiñiIable capaaaid""ae"idái:itación
terrales_.. y también ay incbente y vaciante de marea., yen este extraño
al medio que no consiguieron ni por soñación Cadamosto O Pigafetta.
it'lChente un lector quiso corregir la primera e en i, para acercaIlo, sin du­
El 13 de marzo se hace Colón a la vela desde el puerto de Lisboa «con
da, a hincbiente. Otro piloto, Diego Ramírez de AreIlano, duda al utilizar
la marea de ingente». Sobre el significado de ingente no hay disputa:
la palabra: es notable que en el manuscrito BN 3190'7 prevalezca la for­
«creciente de la mar., glosa con toda razón J. Guillén 62 y «a la marée
ma . incbente, mientras que en el códice BN 3019" se vacila entre
montante. 'traduce Cioranescu. Con todo, nadie, curiosamente, parece
htnchente o aun bincbiente.Este ejemplo nos dice mucho sobre la mane­
haber reparado en el origen' de este ingente que. desbanca al castizo
creciente&3, si bien tampoco puede caber duda alguna sobre su origen y
ra en que Colón adaptaba a la lengua escrita ese ponugués que hablaba
etimología. Según Duane Pacheco Pereira", la cuenta de las mareas se de corrido, pero sin seguridad gráfica: la eh le resulta ajena, yasi acaba
ordena «com seis horas de e1'lcbente do mar com outras seis na vasante-. por dargrafia conocida, pero disparatada, a un voCablo que se le resiste,
A su vez Camoes u canta aun a trueque de confundir eh y g palat.alizadá.
En un breve inciso reclama nuestra atención la marea contraria, ya
que en un fragmento del Diario del tercer viaje . conservado por Las
gulent~ de Q!d:i.!nosIO (lomo la cita de Th. FiScher, Sammlung mittelalterJicber WeJt- und Casas69 se lee: «La corriente sugente; que es laque viene de arriba, y la
Seelwrten iitdieniscben Ursprungs, reimpr. Amsterdam, 1961, p.·74):.-Lisbona quana de siro­ montante, que es la que para arriba sube de abajó, dice que ·parece ser
co ver levante bass2 mar., Duane Pacheco (Esmera/do, 1, 12 Ip. 20)): -Noroest e Suest baixa
mar... Nordeste S\Jduest prea m:ar., Martín Conés (Brel'ecompendio de la spbera yde la arre
grande•. Los editores corrigen surgente, contra toda lógica y evidencia.
de navegar¡Z:Ir.I.go22, 1945, pane n, 6p.18,· f.. 53v)ccestllndo la lUll2 en el Nordeste o en el En efecto, al francés jussant y al ponugués ¡usante70 corresponde el cas­
Sudueste es pIOmar,.y estllndo en et Sueste oen el Norueste'es bax:I mar.; GarCÍ2 de P:alacios tellanojusente 71 y el veneciano zosente 72 , con un sufijo -ente analógico
(/nstrucción·náutica, Madrid, 1944, f.58v): -cuando la IUM esú en el Suduest o en el Nor­
desi es pleamar, y estando en el Suest o Noruest es baxa mar>. Es Impol12nte elvento abal
de LXV (fe. vent d'avaf), todllvÍ4. no contracto en vendQbal; d. G. Fern~ndez de Oviedo. His·
tOria, XXIX 6 (BAE 119.p. 223 a): cel cu:al tiempo saltó en vendabaLque otros lIam~n po. quais o Nilo frio).A 5U vez, Gabriel Soares (Roteiro geral con largas informa~óes de toda a
nienle maestro. (-oeste. o bien cQes.Sudoeste. según Jorge Ju::in'j .A;1Jlloa, Re/aclcm. l. costa que pertenece ao Estado do Brasil, Madrid, BN ros. 3007, f 38v) escribe: -este :alagoa
p. 116) Y Las Cas<Is, Historia, 11 3 (BAE 96, p. 13 a): -vendQó"l, que es viemo 2uStro o del crece as vezes tanto que faz gtlInde encbente" P~ra fondear en Lisboa advierte Luis Serrao Pi­
austro colateral.. • : '. ~ mente! (Practica da arre de navegar, Lisboa, 1960, p. 121) que -seja com maré encbente•. En
" No vale la pena insistir en algunas palabras dé claro orígeD iusitanc. como escaramojo el Livro da marinbarlo de Gasp2r Moreira se ·anota: -ha hi'marés que com a vaz:uue vos tirao
(Relación de J. Ladrillero apud Pastells, Descubrimiento del .1';strecbÓ, J. p. 330; Relación de atras quanto andais.na encbente. (p. 150), -se fores com encbente, correm multo as':agoas pera
Gatoira en C. Kelly, Ausrrla/ia Franciscana, !l, p. 208; caramujo en Camoes, Lus. VI lB Y en Bintiio. (p. 197),·-de Pulo P:agam as encbentes e vazantes sao muilO rijas. (p. 200). En el Ro­
la Relación de Pedro Sarmiento de Gamboa, BN ros. 3102, f. 194v: -nuestra nao venia hecha Idro do Rio das Amazonas de Manuel de Sousa (AGI, Patronato. 272 5, f. Ir) documento: -be
un prado de hic:rb;¡ y c:aramujo. [d. en la Relación de A. Urdaneta publicada por F.. Uncilla, tenh2 avirtensill que nao pode emtrar senio com encbente demare•.
Urdaneta y la conqWsta de las Filipinas, S. Sebastián, 1907, p. 320: el patache -iba muy su­ .. BN ms. 3212, f.44v.
cio, lleno de porcebes e yerba.J), gar.r:ao, rabiforcado, etc. n -Sabida la m~rea del estrecho de San VI~me el día de luna nueva, veamos adónde
&> ~ parla marinera en el Diario del primer viaje de Cristóbal Colón, Madrid, 1951, cQrían (sic) las aguas con las incbenres y vao;;iantes. (C. 66v), -ansimiSrno en la costa del Leste
p.88. observamos también en ambos tiempos de la incbente y v~iante que las :aguas siempre corian
f3 Cf., por ejemplo, Alfonso X, General Estoria, V 14 (1, p. 11 B a 35 Solalinde), CrónIca a la Mar de! Sur. (f. 173v),ccon la incbente corren las aguas a la Mar del Norte. (f. 32r).
de AlJonso XI, 264 (BAE 66, p. 340 a), Garnes, Victoria/, 24 (p. 75, 18 Carriazo), 64 (p. 184, .. Ya en e! título se lIIluncia que va a trat:ar ca qué pane de el mundo corren las aguas con
12; 186,4),68 (p. 193,83),73 (p. 205. 18), Diego de Valera, Crónica de los Reyes Católiccs, las bincbentes y vaziantes de e! agua. (bincbente r:arnbién en f. 21 v), -supuestOS estos funda­
p. 56, 24; 60, 1 Carr.iazo, Andrés Bernal, Crónícade /os Reyes Católicos, 126 '(p. 315 Gó­ mentos cienos prob:aré cómo con la bincbiente corren las aguas :al norte y con la vaziante van
mez Moreno-Camazo); en poesía eC. Juan de Mena, lAberinto, 176. la buelta del Sur. (f. 20v) .
... Esmeraláo de siru orbis, 1 12 (p. 20); cf. I 15 (p. 25-26). SObre la observación de las .. Historia, 1, 132 (pp. 353-54f
mareas en la antigu2 Maríru! ponuguesa cf. A. Fomoura da Costa, A Marinbaria dos descobri­ 111 Duarte Pacheco, Esmera/do, 1 12 (pp. 20, 21, 22).

~o~ ~boa, 1960,p.260~. n Games, Victoria/, 25 (p. 76, 5 Carriazo) -Mvegar para se tomar a Sevilla con Iajusente.,
e Lusladas X 106 c-d; dos veces más emplea tmCbente para desigMr las crecidas del Nilo 67 (p. 189, 23-24) -s:a.lieron las galeras del pueno a prima noche con.la.jusente>, 68 (p. 194.
(IV 62 e-f as terras que se reg:un das tmCbentes Nllótic:as undosas y X 127 e: tem as encbentes 21) ccon la sujenle s:alieron las galeras..; Urdaneta, Relación (ed. de F. Uncilla, Urdanela y la
.....--

Introducción 39
38 Cristóbal Colón. Textos y documentos

quizá de creciente. Pero he aquí que a Colón se le atraviesa la pronun­ curtiendo al comunísimo pozo. De esta suerte la confusión de pozo y po· ".~

ciación de jusente, que convierte por una fácil metátesis en sujente; de so tenía casi un siglo d,e vida cuando se burlaba de ella Góngora eri 1580:
nuevo parece que la g palatalizada viene a sacar del apuro gci.fico y foné­ Estése aIIá Durandarte
Donde la suerte le cupo
rko al genovés, que por aproximación escribe sugente, si bien no cabe Buen pozo ai2 su alma
descartar. que se trate de un simple yerro del copista (cf. la variante su­ ~
1 pozo que esté sin. cubo 71.
jente en Games) o incluso del propio Almirante: el 15 de mayo de 1589
escribía Juan de Uribe Apallúa: -con la sugente salí bolteando» (AGI, Indi­
i También está documentado poso en un pasaje que nos trasmite Las
ferente General. 1099),'Tometiendo el mismo error que acabamos de co­ Casas: •Yo me e hallado traer dos naos y dejar la una en el Puerto Sancto
a hazer un poco (entiéndase p~o), en que se detuvo un día. (IX); tan de­
mentar.
El 4 de diciembre aparece un pozo singular; -ay una grande baía que
sería buen pozo para Lesnordeste y Suest{e) y Sursudueste». La frase no
I satinada parece la expresión a los editores que se suele corregir chacer un
poco de agua», y hasta Ulloa 16 se desconcierta y traduce: .per una certa
tiene sentido en castellano, pero si én portugués, que emplea pauso en la
acepción de -fondeadero». Así se lee en eLDiarto del viaje de. Vasco de I
~
cosa che mi occorse.¡ compárese, sin embargo, en Azurara 71 ; .E d'alli
passarom ao Cabo Mastos e flzerom aíli pauso e fOfom a terra», Claro
es que esper;¡ríámOS entonces bacer'pcx;o, como se dice· en castellano
.Gama 13: -Mandou Pho d'Alanquer no batell a sumdar se achava bom
pauso». En evidente que Colón castellaniza pauso, pero no escribiendo
I -hacer puerto~o en italiano .far pono-¡ no obstante, no me atrevo a ha­
sin más poso 14 -palabra que no recuerda haber visto escrita- sino re­ cer ninguna ·corr.;cc'ión al titubeante lenguaje colombino, que puede ha­
1 ber confundido...hacer poso. con .hacer un pozo;,. Es ambiguo el -pozo.·
conquisra de Filipinas) cencal.Wnos con las naoS,todas, seyendo medlo.jusente> (p. 323) •.• es·
I del 14 oct.: «la mar: no se mueve más que dentro ep un pozo», pues puede
tI..dkh2 tarde con la jusente surgimos.obr:a de cinco leguas del boqueróo más estrecho del
I tratarse de un término de comparación, como se dice o~ veces «escudilla,..
Estrecho> (p. 325¡ Uocillaimprime.juguete.·en ambos pasajes),Martío de Ul'Í2rte (BAE 77.
1 Sólo en el Diario está· documentada la voz turbiaaa(3 marzo = His-
. p. 137 b)coos tomÓIa}usente>;G. Fernández de .Oviedo, HistoriaHlS(BAE 117, p. 7tb)
I - toria 1, 73 (p.225 a]: .Vínole unaxurbíada que le rompió todas las

I
.jusente o mengu:mte» (d. VI 7 fBIIE 1\7,.p. 153 al; XX9fBAEllS; p. 249 bl; XXI 3 fBIIE velas») o turlJionadas (14; feb, ",' Historia 1, 69 [p. 219 b] -con los
118, p. 315 al; XXI 6fBAE liS. p. 323 bl; XXIX 2 IBAE 119. po, 209 b!; ManínCortés. [Jre"e aguaceros y turbionadas se mudó el viento al Güeste»), con vacilación in­
compendio.de la spberá (p:ute n. op. IS, L 54v) -medi2jusente>; 'P. Sartnjemo' de Gambm.
Relación y Derrotero•. (BN. ms. 31 02f. 143v) -aquell'-lS corrientes, siendo de 1:1 jusen/e. no comprensible yde la que hemos de hacer responsables a las copistas, En
podía ser que fuesen para:mcón oenset12da sinsaJida.; Rodrigo Zamorano (Compendio del 1 efecto, Colón debió de escribir turbonadas (d. XIII), portuguesismo
1
arte de navegar. Sevilla. 1588. f. 53 .... 54r y v, 56...) emplC3 sólo /as fonn'-lS .mom::m¡e· y <fu­ náutico que, sin duda, aprendió en sus viajes a la Mina. ESle mismo
sente». Otros ejemplos en Lópe-J: de Gomara (Historia. LXIII ¡BlIE 22. p. 194 bl). López de
Velasco (Geografla ¡BlIE 248. p. 30 bJ) Y Andrés de Poza. Hydrografía. Bilbao. 1585, l.
f. 16v, 17r, 11, f. 33r, 43r. etc:
i vocablo usa un incansable navegante, Pedro Sarmiento de Gamboa 18, al

1'l Así en Cad:unostO (As ,'jagens de Caáo.mosto e de Pedro de Sinlra. Lisboa. 1948, pp.
73-74). UUoa (F. Colón. Historie 71 In. p. 9S. Caddeol) h:otbl2 de giusante.
n .Edición f:lcsimilar.dePocto, .1945. f.". eL Duarte Pacheco. Esmeralda. 1 14 (p. 24) .em
Spart~t da b:mda de for.¡¡· do Susuest es! hum muito bom pauso•• i 19 (p. :\.2), 1 28 (p. ';9); <)
.manusCrito.ValenlimFernandes~ (ed, de. A.Balao, Lisboa•. 1940) p. 215 (bis). 216. 221. 222.
I1 esta misma grafía -pofO> emplea Juán de Velaseo de Barrios el 21 de septi<:mbre. de 1577 (10­
difereme, 1094 24 n:" 245). Es lógico, por ende, que poso ap:lCezca con 2lguna asiduidad en
la. Hydrografía de Aodrés de Poz:¡' (BUbao. ! 585). segúo me seti:lla. muy oportunamente .
D. Manuel carrera; pero hallo que el propio Poza incluye- el vocabio entré Jos que se cree en
la obligación de explior en el aviso :al leaor previo al libro segundo: - Poso Y surgidero c:lSi es
22S (hi.~). 228. 2.~(); Poncevera en Racc. III 2. p. 281, 22, Por la gI'.lf'¡a <.'S imporr:mu: el ROl<!ÍfYI

I
de Luis Serrao Pimentel: ctl.nto que fores demro no (XJ<;0, (p. 141);.defronte do po<;o, lo mismo, sino que el poso sigoiflCa menos seguridad y commodidad.; bech:a esta aclaraciÓn.
(p. 166); .antes do po<;o' (p. 167). usa Poza f:;¡ palabra, siempre con la grafía etimológica, en !I, f. 5r; 9r. 35..-; 3&; 42r. etc.
,. Se utiliza en el arcaismo -que aya buen poso>. (cf. Cetvames. Quijo/e, 11 21)·des=se ,. Es el ejemplo que aduce R. Lapesa. Ceceo y seseo. en Estructuralísmo e Historia. Mis·
en paz'. De todas maneras. poso gozó de'efimera vida en la jerga marinera del s. XVI. Martín celánea bomenaje a André Martinet, La Lagu!l:l. l. 1957. p. 76.
de Uri2cte (BAE77, p.: 129 a). :mOta' que la isla de S. Mateo ·tiene buen poso •. Encuentro con 7' F. Colón, Historie 4 (1, p. Cioranescu (Primera biograFr.a de Cristóbal Colón,
clero' frecuenci2: la palabra eo· documentos referemes al despacho de las annadas' de Indias; ~ p. 75) propone corregir fXXio.
71 Crónica de Guiné, cap. 53 en el ms. Valeotim Fem:indes (p. 179).
aSí. p.e:, el 12 de junio··de 1576 escribe Antonio de Melgosa al Rey: _El sábado nueve'd'este
,. Relación y derrotero (BN, ms._ 31 02, f.. 184r). Sarmiento en ~del:mte castellaniza la pa­
mes hlzebal<2r al pozo de Bartllmeda /a.~ naos opitalU y almiranta. (AGI, lodifereme General.
1094 17 n. o 166); c:i mismo Melgos:;! informa el 29 de junio de 1563 de que .I:;! oao opilana y labra: .después de pasado este aguacero o torbooada. (f. IS41'); .por = las torbonadas.
(f. 185r); .nos vínO una turbonada. (f. IS5v); .algunas turbonadas del Sueste» (i. 186r); '.víno
a1mirant:l ... eSluvieroo tres dí'-lS en salir. surgendo de pozo en pozo> (ibid.• n. o 171). De estOS
pozos se mendOlUn .el pozo de. !3arnmeda. (cart:a de los oficiales de l:a Casa de la' Comtllla. una Il,Irbonada de mucha agua y viento. (f. 18Sv); .calmeri2s. grandes calores._ turbonadas­
ción;.de 17 de junio de 1576. ibid.. n.O 168; 1095 17 n.O 193). el.pozo del BarrooaJ. (orla (f. 190r). Escribe una vez .torboada. en el Derrotero del viaje-ajo Estrecho de 1583 (P, PasteJls,
de-AntonioM:mrlque·:a1 Rey de-30 de'junio de 1576: Indiferente Generall094l••que es cerca El descubrimiento del Estrecbo, JI,_ p. 99), pero oonnatmeme .turbonada. (íbid., p. 105, 11.3.
dela.bart".I.. (ibid.. 109418n~" 2(4), y el-pofodeChipiona~(lndifereme, 1095 17 n." 2(1); 121. 175. 208).

Vt.
;. 40 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 41

describir el temporal que sufrió cerca de Africa antes de Hegar a la costa mo .Diego Ramírez de Arellano" conoce sólo de oídas la palabra,' .que
de Sierra Leona, el 26 de abril de 1580: escribe mal terooada, igual que Gaspar González de Lezal$. Se .trata, en
A estoS agu.:¡ceros llaman los portugueses en esta Guinea "turboadas"; son pesadas, pe. consecuencia, de un término náutico que tarda mucho tiempO'en aclima­
ligrosas y espantables si no se tienen gran recato,r.y (;;On,.todo han peligrado muchos navíos :tarse en castellano, y que sólo comienza a ser usual cuando se llnpone en
con ellas; y por huir diellas han dejado de venir por est.a vla las naos de la India, que solí:m
venir por aquí. 4:; las naves españolas el léxico de los pilotos portugueses ..Es revelador que
Las Casas 86, al describir un temporal semejante, hable de «aguaceros o
Muy pronto la palabra sufrió en portugués una metátesis de la vibran­ turbiones», usando una palabra que explica la corrección a que fue some­
te. Alvaro Velho en el Diario del viaje de Vasco de Gama emplea ya la tido el texto colombino.
forma secundaría, pero -y esto es lo más importante- con un sentido El término es de lo más significativo para indicar dónde creía hallarse .
muy específico. Antes de llegar a Calicut (20 mayo 1498) no pueden re­ el 14 de febrero Colón, que el 15 de enero pensaba que las Indias esta­
conocer la costa «pellos muHos chuiveiros e trovoadas que faziam emes­ ban a menos de 400 leguas de las Canarw y que el 18 de enero, al ver
ta terra. (f. 36). A la salid;!. de Calicut «deu nos hiía trovoada que nos le­ atunes, se acordaba ya de las_almadrabas del duque. de ConiL 'Su h,ceni­
vou pera o mar. (1. 64). También después de zarpar de Mogadoxo les dumbre se revela en las vacilaciones respccro a la l;aútud que aún se en­
sobrevino de súbito una torooada (f. 76), y calguuas trovoadas~ en­ cuentran en el Diario: tanto se encuentra a la altura del cabo de S. Vicen­
contraron antes de llegar a Río Grande (f. 79). Por tanto la trovoada afec­ te (3 de feb.) o a 75 leguas por debajo de las Azores (7 de feb.) como a la
ta sobre todo a la zona que discurre desde los 14 o N. al Ecuador. misma latitud que Anafe (10 de feb.) o hasta en las Canarias, desde donde
De este tecnicismo se sirve Vespuchedos veces, las dos correctamen­ fecha su famosa cana (V) a 15 de febrero.
i:
1-· te, en sus tan traídas y llevadas cartas: en efecto, cuando en el tercer Ala misma raíz quetrovoada pertenecen los trombones que con re­
L . viaje (15()1) parte de la ensenada de Beseguiche (Cabo Verde. en Mandin­
!:: lámpagos acompañaron la terrible. tempestad que sufrió el Almirante en
l' . ga), sufre ~molti aguazeri etturbonate et tormente. 79. También en el su cuarto viajé (LXXIV). Se trata,enefecto, de1.a palabra trovó es «truenos»
1; cuarto vú¡je (1503) «leturbonate. le impiden tomar tierra durante cuatro castellanizada, y no de una «tromba marina», como interpretaR.
I días en .Serra Liona. 80; Pues bieq,h:¡.t.qií'e destacar que la asociación Caddeo87 • A su vez lIoviznero (19 de sept.) parece ser un híbrido de cbu­
I aguazeri etturbonate remonta a, ColóFÍI; qUe.a su vez la aprendió de lo,s veiro y llovizna, comomultidumbre, según vio Menéndez Pidal, es un
i
í portugueses 81. cruce demuitidiio y, muchedumbre.
En los Roteiros de principios del s. XVII se le,e normalmente
trovoada 8Z , más rara vez trevoada 83 • En 1621 un piloto de renombre co­
.... de Marinbaria. Lisboa, 1977 (ed. L. Bourdon y Luís de Albuquerque), p. 1, 154, Manuel Mon­

t . " Racc.,
. -'
III 2, p. 162, 2. Aguazeri es un híspanismo, como ·so,robramo·(R. 147, 51),
(eiro y Gaspar Ferreira, Roteiros, p_ 45.62,73; BN ms. 3176, f. 20v, 80r y v, 81r, 84r y v,
85r.96r, 100v, 148v, 154r, 173r. También Camoes (Lus. V 16 e) se acuerda de las ~subítas
i serrazon (pp. 166, 7); moza (pp. 144, 5) es un término comÚn, que pt'no. 1'. Aretino en su trovoadas temerosas •.
Corligiana (ed. de Venecia, 1539, acto segundo) en la boca del carnal'erp !'!;ar.¡inio: ·d:aIl2 r.
al BN, ms. 3176, f. i6r, 161r (en 2r está corregido turboada). Aun documento una tra­
mucciaccia e da! mo=o muf lindo e agradable., y que los italiall..,s ap:-endieron óe b solda· I'oada en el Esmeraldo de Duarte Pacheco (U 8, p. 74) Y en la trnducclón portuguesa de Pon·
desca, como el cygw di putla, traidor. del acto quinto. cevera (Raec., III 2, p. 281, 38). .
.. Racc., 1112, p. 167, 21..Pigafena (Race., V:l, pp_ 54, 9 Y 11) las llama agrupada. O <gra­ ¡.¡ BN, ms. 3019, f. 25v: <encontrando con los agua\;eros de Guinea, a que los portugueses
pada-, palabra que usa asimismo P. Sarmierito de Gamboa (Pastell$; El Descubrimiento del .Ilaman terboadas de Guinb (d. 3190. e. 91r), f. Ir .Em~ronnos las terl:loada:s de Guiné
'Estrecbo, 11, p. 129, 225). con 12 grndos de altura, dizléndonos los pilOtos portugueses que acostumbrnban a emp~3r
., Todavía el ínfortunado Juan de Benavides Bmn en el Resumen del Memorial principal en 7 grados al Norte y acabaren 4 grados al Sur•. Los Nodales (Relación del l'lage que por or­
que se ha dQdo a los Señores de la Junta, etc. (BN, ms. 2360, f. 302r) asocia en 1628 las dos den de S. M .... hicieron los capitanes Bartbolomé Garc{a de Nadal y Gonzalo de Nada/, Cá­
palabras:-Desde el alba fueron tantas las turbonái:ias y;;guaceros. que obligaron a que esru· diz, s. a. !después de 17691) emplean siempre <turbonada. en un sentido lato: -calmas y tur­
viese la gente toda l:¡ mañana con las trilWas y esc6~ en las· manos., En la relación del Viaje de bonadas de la costa de Guinea. (prólogo sin foliar); <nos dio una turbonada de Loesle y Loes­
las caravelas del cargo del general Ruy Gon¿á)ez de Sequeira (AGI, Filipinas 200: se trata del Sudueste. a 32· 50' S. (p. 27); «todo este dla anduvimos con turbonadas. a 53 o 40' S. (p. 62,
rOlero de la carabel:i de Fernando Muñoz de Aramburu) se lee: -Lunes a las 13 nos dio una .ce. también p. 78 Y 122).
torlxmada de Leste Lesueste con mucha agua. (f•. 2r) y -esta larde nos dio una torbonada de .n BN, ms. 3212, f. 67v: <tuvimos muchas terboadas. (se trata ya del "'.leí/leo).
Leste con aguacero.(f 3r). Incluso Jorge Juan y A. Ulloa (Relación histórica del l·íage a la S6 Historia, I 84 (p. 246 b). Sobre el.conflicto de latitudes a que después hago referencia,
Améril::a meridional, Madrid, 1748, 1, p. 15) escriben: «empezaron a experimentar turborlO· d. De Lollís, Rae... , 1, p. XLIU, con el que se muestra de acuerdo C. Jane (Tbe Híspanic Ame­
das de ráfagas y :;,guaceros •. rican Historical RelJiew, X P930j 37 n. o 17). j. Zaragoza, Markham (Cbristopber ColUmbus•
• 2 Cf., por ejemplo, Duarte Pacheco, Esmeraldo, 123 (p, 41), 128 (p. 48), 133 (p. 57 bis), p. l~l) Y Vignaud (Hisloire critique, U, p. 241 Y 267 n. 16) piensan foradamcntc que Cana­
1l 3 (p. 63), 1I lO (P,77), IV 5 (p. 103); Manuscrito Valemim Fernandes, p. 50, 60, 63, 95, rias es error por .Stamarla• • Santa Maña •.

123, 130 (en Mozambique p. 24; en el cabo de Buena Esperanza p. 14); Gaspar Moreira, Licoro ., F. Colón, Historie, 11, p. 222, nota.•Truenos. glosa Las Gas2s (Historia, JI 20, p. 54 b).

42 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 43

Mas no siempre acierta Colón a expresarse con el término atlántico. doentios» 92 para los hombres blancos, porque, en definitiva, buena parte
En la exploración de Africa los portugueses hicieron frente a. una serie in­

de su experiencia marinera hasta 1492 la debe a los portugueses. Y esta

terminable de peripecias marítí.mas. Tristes experiencias les enseñaron, impronta lusitana se sigue notando atI!l_<;i~~ su muerte. Es ñOtabie

por ejemplo, que enlos bancos del Río Grande la marea creciente puede q~~eitos- colQrnbinos aQarezcan ~-ºras' portuguesa."I gue)des­

producir «hum macareo, sCilieet, quando o mar enche supitarnente, le­ pu~c!esaparecer sin dejar apenas rastro; como furna .bahía,..3l¡~

vantaaugua dose e quinze brac;;as, e com tamanha forsa corre, que se al­ ue SID_g.ll~r~a en~~ºiar!os., de d~~_c:I_~ ]a _tO~on~~E~l?!'

la!:)!;L<L
gum navio aü estiver pousado, por milagre pode escapar. que nom seja
alaguado»81. Es prob~ble que Colón en su tercer viaje el 4 y el 13 de 1 ~ induirla en sus probanzas. Pero hay otro aspecto en el que la estan­

cia:ej}-Portugal fue~.1J;'3. eTgenoves: s.lLc.QnQ.Cin:lientQJ:!¿NriCa~

agosto sufriera unmacareu en. el delta del Orinoc0 89 , pero no supo defi­
nir qué era aquella loma de agua tan alta como la nao que avanzaba ru­
giendo hacia él. También Vicente Yáñez Pinzón y sus compañeros cuan­
I ~
de otro continente distinto a Europa.

do exploraron el Amazonas en 1500


,f
,. La visión de las Indias
en=ron;en.un río en que falJaron'e!-agua.dulce, que entraba en la mar treinta leguas el .;;..

agua dulce, y fallaron dentro del río un maquareo (tachado y escrito a continuaci6nmaca­ tt -Cólón descubre un mundo nuevo. Ahora bien, él no acepta la reall- .
neo) y esundo surtos los navíos a la manern de golpe de la mar y el roído les al.;ó cuatro brn­ i ~ ',iid De este mundo tar como le viene da~ sino que, como es natural, la
zas el navío".

Antón Ferrumdez Colmenero, deponiendo testimonio en 1515, sí i ?cCf¡loda a 'unos conocimientos previos y a un criterio propio, desde el
~úé'?rbcede a su interpre.tación. Este enfoque subjetivo de la realidad se
sabía, pues, lo que les había acontecido. También Las Casas 91 , al narrar el I refleja de manera muy clara en algo tan .elemental corno las palabras con
. que. describe lo que ve, o mejor dicho, lo que cree ver. Existe, en efecto,
peligro de Pinzón, anota: -parece aquí lo que acaeció al Almirante cuan­ i un claro desajuste entre la. capacidad cognoscitiva y ·el mundo circundan­
do entró por la boca de la. Sierpe y salió por la boca del Drago» .. ClarO es
que no tiene mayor importancia esta ignorancia aparente de Colón, 'que
.I te; qúe tiene por consecuencia,. según,es sabido,que Colón oiga cantar el
tiene malos recuerdos de aquéllos ríos de Guinea, ríos .muito

.. Duarte Pacheco, Esmeraldo. 131 (pp. 52·53). par.¡ la identificación del Río Grande con
el aCtual Geba cf. D. Peres, His.tória dos descobrimentos portugueses, Porto, 1943. p. 105 Y
II ruiseñor o vea mastines y branchetes en unas islas en lasque jamás han

un hombre maduro y curtido en mil viajes, tiene ya una

experiencia colonial adquirida en sus navegaciones con los portugueses .

Se trata de un hecho capital, yá que por fuerza esta experiencia se pro­

ss.• pero el macareo se produce también en el río Fancaso según la crónica la,tina del ms. Va­
¡enum Fernandes (p. 193).
,. Poe el mascaret se decide. tras una discusión de las diversas posibilidades, J. B. Char­
I yecta sobre las vivencias que siente en estas Indias. por él descubiertas y

muy en especial sobre el lenguaje empleado en las descripciones, Gracias


Cot, Cbrlstopbe Colomb vu par un marino París, 1928, p. 249. En cambio, S. E. Morison (El
A.lmirante de la Mar Océano, Buenos Aires. '94S, p. 659) se inclina por un trastorno volclni­
co;me parece-excesiva es:;. repetíción tarI seguida de dos explosionesvolcánicas .. Ernombre
J f
a sus expediciones :r Guinea sabía Colón que los negros, según le~
los portugueses, comían «arroz, miIhoeinhameS;94~EStOSinbame.1 estas
--'---:--'--------- . ­
mtit:areo está en rcladón evidente' con el fr. mascaret. localizado en el río Garona (sobre l:L. .~~
.··.1
mareas en: este río d. J. Bernard. Nav;res et gens de mer a Bordeau:x (LoeT'S 140G-!lers 1550),
. Paris,. 1968, l. p. 176 Y ss. y todo ello parece estar coneCtado con escarceo, sin que alcance a ,. cr. Duarte Pacheco, Esmeralda, 11 8 (p. 74). También 5e llama ~ al Río San Domingo
ver claral:a lig2ZÓn etimológica. en el manuscrito Valentim Fernandes. p. 85.
"" Col. doc. ined. Ultramar, segunda serie, VIII, .pp. 164-65. He corregido el texto a la
vista del original (AG/S, P:ltronato 12 n. Q 2 [23) f. 27r), pero la palabra clave es dudosa. En
I1 " En la duodécima pregunta de l:a probanza hecha. a petición de D. Diego Colón en 1514
(Col. doc. inéd. Ultramar, segunda serie. VII, p. 397) se intenta esclarecer si -luego el dicho
. cambio, está claro el macareo de 1565 en Filipinas (Col. doc. ined. Ultramar, segunda serie. Almirante descubrió en la tierra fll'me WI2 proviricia dicha Maya. adonde é:st:I,v;¡ una grand Jur­
lIt, p. 62). Mucho se habló del macareo del Amazo!lllS a raíz. de la expedición de Aguirre: cr. na o baía, e a la punta d'ella se puso nombre puma de C:ljinas»; el testigo JU3ll Moreno afirma
fe; Toribio de Ortiguera. Jornada del rio Marañón. XLII y XLlII (NBA!!. 15. p. 374 by 377 a) 'J que Colón .descubriÓ la' provincia dicha Maya, donde está una grand furntZ> (Col. doc. illM.
y Pedlllt'Í2S de Almcsto. Jornada de Omagua y Dorado (NBAE 15. p. 449 b; 450 b). El mal':}' Ultramar, segunda serie. vm, p. 76). Todavía aparece el vocablo en Cia:l de León. Crónica
reo dio nombre a WI2 de las bocas del OrinOCt>:· • fuimos este día [Viernes 20 de fulio de IS82J del Perú, IV (BA.E 26, p. 357 11): .en medio de la Juma que se hace de la bahía están unas ro­
a 12 b<>CI de unrio que se llama Macareo. que. alU se toma en través. desde la dicha isla de la cas•.
Trinidad la tielT2 fume- (Derrotero de Jorge Griego en AGI, Santo Domingo. 14 1 25, f. Sv); .. Duarte Pacheco. Esmeraldo, 1 31 (p. 53); 114 (p. 68); 11 9 (p-. 76); Códice Valentim Fet-;
en efeCto, por el año' M:;¡careo se va normalmeme de la Trinidad a la Guayana. como re· nandes. p.79, 81. 82. 93. 122, 128. Se trata de tubérculos (legumi los llama Cadamosto,
·x
tmlch:l. el padreC:lulín (Historia de la /Vuel'Q Andalucía, ¡ 9 fBAE 107, p. 287 bj). ~j Viagens, p. 18, 45, 59. 75). Durante todo el s. XVI' se designa con ñame a toda.rai4 bulbosa,
,.. Historia, 1 172 (p. 458 a). que puede enCOntrarse en Filipinas (Col. doc. inéd. Ultramar, seguncla serie, 11, pp. 150, 270;
....
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44 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 45 11~f
raíces, los reencuentra también en ~~~s:~ ..t;:LamºJgl1a: muy sabrosas: proprio gusto de castañas» afrrma el Almirante (16 dic.; cf.
11Ir'
IJ
: ¡f ¡
-mames \4 y 6 novJ o nit¿mes.03 y 21 dic.). Se suele pensar que este 6 nov.); "inhames he hiia raiz como de cinoíra... esom de outro sabor as­
. ni
si como castanhas colerinhas», se lee en el manuscrito Valentim
"h
doblete se debe a una falsa interpretación gráfica, a una confusión del
.grupo in con la letra m. El ~echo en sí no es improbable: por este mismo Femandes lo3 .Colón llama alcacahuet por su forma gont;a avellanada

error los autores del S.XV en vez de CadmO decían Cadino , o Las Casas
95 ,(21 dic.); a los marineros de Vasco de Gama el coco les sabe como junt;a
96
convierte en DoUnosal navegante que H. Colón llama Dolmos. Ahora avellanada 104. Se trata de la planta «cuya raíz:en Valencia se llama cbufe

bien, durante todo el s. XVI se siguió manteniendo la pronunciación ma­ y juncia. avellanada en Castilla, por parecerse en figura y en sabor a las
mes: en la jornada de Mendaña señala el piloto mayor, Hernán Galleg0 97, avellanas mondadas. lOS. Yes de notar la imprecisión gráfica de Colón,
que hay «unas raíces que llama [D. Hernando Lamero] mames y otros lla­ que en vez de gont;a debería haber escrito junt;Q;esta vacililción se debe
man ñames.; asimismo vacila G. Femández de Oviedo 98 , y López de a influjo portugués: en documentos del s. xv se escribe Tego por Tejo l06,
Gómara'9 se arma un lío con las «mameyes> (mameis, mamats). Cabría ima­ que es como los portugueses -y Colón (25 nov.)- dicen Tajo; hasta en
ginar que esta confusión proviene del propio Colón, desconcertado ante la carta impresa (V) se lee cobigan (A : cobijan B), y Cubiga o Cubíja y
·el parecido formal de inhame y .mame)'. Sea como fuere,"con los mames Gutga o Guija se llaman lli.a población y una .tierra descubiertas ene!
asocia el Almirante, como es lógico, los faxones (4 nov.) o faxoes (11 cuarto viaje 101 •
,No ~lQ_J;L~e.ge.~ll~j~·tQ.J~_ re~~~~..!._Africa, sino que también en los
n

nov.); se trata de los feixOes de que tanto se habla en el manuscrito Va­


lentim Fernandes1!)(J, es decir, los «frijoles., cuya variedad y productivi­ ~.aga.l1as.....en las laguoas'Yiv-eilCUlebras. en los árboles U

dad en América acabó por hacer popular en castellano esta denomina­ :te ven papagayos. Es más, a pesar del desprecio con qu7 hab.la de­ if f
ción aportuguesada de las judías. Todavía Las Casas, al hablar de ellos, se Guinea, ~olón ve a los indios americanos con ojos avezados al Africa. " !
j

cree obligado a dar una explicación: «son como atramuces del Resulta así que los negros y los indios van desnudos y son idólatras, se ¡f
Andalucía',cson como habas. 101. Y justo es recordar. que Cadamosto 102, alimentan de inhames,ataca.n con:azagayas, navegan enalmadíaslOlS,.a n
l i:
más seguro de SlJ lengua nativa, hábla de fasoli y no de faxoes; que es un trueque de sus metales.recibenalaqueques 109, ceu~tsuo, casCabeles, con- . · ¡

extraño híbrido conraízIt:lliana ysufijo portugués. L


í
Incluso se produceri asociaciones mentales parejas al ver o paladear 10l P. 81. l..:¡sb:naras'<saben a cast:nias con azúcar o a mazapán. según Gómara (Historia

frutos desconocidos. De los ajes «nac;enunas raíiescomo c;anahorias ... de las Indias. 71 {BAE22, p. 201 al). Cf. asimismo Pedro Mánir, De orbe nouodecades.

CompJuti, 1530. 1 1 (f. 4r).

·
, t
~
~ <.

10< Diario da Viagemde Vasco da Gama, f. 2 1.


¡
.¡:
271, 279, 280, 303, 392, 404, 408, 412; 111, p.32, 207, 249,399) en Polinesia (C: Kelly, m A. l..:¡guna, Pedacio Dioscórides AlUlZLlrbeo, p. 15.La forma junt;a aparece t:jmbién en
· H:
Austrialla Franciscano, Madrid, 1963, 1, p. 45, 56, 65. 66, 73. 79; IlI. p.70, 146,.I4;9;·lV,
p. 328). en la India (Códice Valentim Femandes. p. 28), en Madagascar (Duarte Barbosa, L[t·~
el Regimiento del azaque y normas para los cogedores de él, obra de un morico aragonés

(Memorial histórico español, V, p. 316, nota de la pág. anterior): .ni ay a~que (diezmoj en

¡r

.t
en que da relw;áo do que l'iu e OUl'iou no Oriente. Lisboa, 1946. p. 27; en Caliéu¡. p. ! 57) o. , las ort:alizas ni en el cotón ni en las cañas ni en las bigas ni en la junqueruela ni en la junt;a•.
H
¡ !

¡ ¡
en Brasil (Race., 1Il l. p. 85, 6; Pastells.EI descubrimiento dé(Estrecho. 1, p:2">,) y ct, ei . , lOE Documentos reais, 1, p. 14 (del a. 1438).
1,
Amazorl2s. según afirma Juan Salinas de Loyola (M. Jiméne-¿ de la Espada, Relaciones iéográJi· 101 Las Casas, Historia, 11 22 (p. 61 a), 23 (p. 61 b).
n
10t Es notable la unanimidad de I:lS descripciones: las almadías de los ne~f(~~ son -rule de

¡i
cas de Indias, IV. p. LXXVIII): .mras que se dicen ñames, de los que hay en Gu"iea •. n
9S Rima con serpentino en Santillana, Infierno XXIII (p. 14 Garcia de Diego); no hay que
corregir, por tanto, Cadino en Cadmo en Diego de San Pedro, Trae/ado de amores. p. J8. 20
un legno. (Cadamosto,' Víagens, p. 33, ef. pp. 55·56 y.65-66); -petittes barques longues el

estroietes bien faictes el f:aletes tout d'une piece. (Eustaquio de la Fosse. ed. Foulché·Delbosc,

¡ r

Gilí y Gaya. como propone el editor. Ret'. Hisp., IV [1897] 181); -todas de hum paao> (Duarte Pacheco, Esmeraldo, I 33. p. 57);
l.!!

-feita de huü p:¡¡¡o' (Azurara, Crouica de Guillé. ~-ap. 2;'> del ms. Valentim Femand<:li); -batees

I
•• Histon'a 1 13 (p. 49 b) Y Historie 9 (1, p. 75) respectivamente.
1
.7 Austrialla FranciscalUl, III, p. 133 Y p. 122; ñames según Mendaña, ¡bid. p. 229, 237,
langas cavados de huum pao. (Manuscrito Válentim Fernancles,p. 65; el. p. 83, 93,40). A su

!l
245. Todavía Catoira (Auslrialia Franciscana, 11, p. 121, 122) habla de yñames, con grafía vez. III almad{a de los indíos es -todo de un pedao;o. (13 oct.) O ·dehun solo madero. (V).

portuguesa. . Pedro Mártir tomó de las descripciones de los bateles de la lndía el grecismo monoxylon, que

.. Historia de las Indias. VII 19 (BAE 117, p. 244 b). tuvo enorme forruna en los escritores IlItinos, como bien observa Las Casas (Historia. 1 41

i f--­
.. Historia de las Indias, XVI (BAE 22, p. 174 a); -La fruta de cuesco son hobos, hicacos, [p. 145 aJ, el. Pedro de Aguado, Historia de Venezuela, Madrid, 1918, 1, p. 52).
liIt Según Duarte Pacheco(Esmeraldo, I 271p. 47)) en el reino de Tucurol (Senegal) se res­ ~ t
maca~uas. guiabaras y mameis. que es la me¡or de todas.; mama;.\' en LXVII (pág. 198 a).
100 Cr., por ejemplo, p. 68, 79, 81, 82, 93. 238, 239; Duarte .Pacheco, Esmeraldo, I 28 cata -:algum ouro per leno;o e pano vermeIho. alaquecas (que son humas pedI2S a que nos chao
49).
101 Historia, , 45 (p. 161 a; cE. 146, p. 162 b) Y II 21 (p. 57 a) respectivamente. CL G.
mamas de estancar sangre)., ef. 129 (p. 50), 1 31 (p.:53); 132 (p. 55),1 33 (p. 56); 1Il 1 (p. 60)
Y Manuscrito V:alentim Fern:andes p. 45 Y 95. Un <collar de buenos :alaqueques. da Colón a 'Hh

Fernández de OViedo, Historia de las Indias, VII 18 (BAE 117, p. 243).


102 Viagens, p.40 Y 42; fagiuoli traduce correctamente Lilloa (H. Colón. Historie 27 [1,
p. 184]).
Guacanagarí (30 die.).
11' 13 oct., ef. Diario da VIagem de Vasco da Gama, f. 4 -com ceitis, que \evavamos, res­
gatamos conchas·. .1~'I

11
'I··e:
¡ Ir:.' .. ,:
46 Cristóbal Colón. Textos y documemos Introducción 47

tezue/as, son los mayores nadadores del mundo y cubren sus partes na­ ta de la unidad lingüistica de. las Antillas. Su interés se centra .obsesiva­
turales con paños de algodón. Observa Azurara 111 que los negros viven mente .en una única mercancía,. ese oro que busca por doquier: así puede
-em temías e alquitoes, como nos trazemos quando os nossos principes asegurar que en la parte .occidental de la Española el oro se llamaba tuob
andam em hoste.; tambíénlas chozas llaman la atención de Colón,. pero y no caona., -como le llaman en la primera parte de la isla, ni. .. no~y,
él, que ha vivído en un real-¡cuántOS recuerdos de Antequera hay en el como lo nombran en San Salvador y en .otras islas» (H.en.; cL 1 nov.).
Diarto!-, emplea la palabra justa: aifaneque .tienda de campaña. uz . En Antes (26 dic.) había anotado que los lndios ..mosITavandóspeda<;os de
el tercer viaje es el propio Almirante quien establece la comparación: i oro diciendo chuq i::buq por cascaveles». Es muy probable que tengan ra­
.Trujeron pañezuelos de algodón muy labrados y tejidos de colores y la­ ! zón los que piensan que se trata de una .onomatopeya -en tOdo caso
bores, como los llevan de Guinea, de los Ríos a la Sie~ra de Lioa, sin dife­ I una onomatopeya algo extraña y apagada para designar el ruido de l.os
rencia. 113 ; a estOs pañezuelos de colores les da el nombre de ~ cascabeles-o Así y todo, me viene sin querer a la mente otro dato del
buen señor De la Fosse: que oro en Guinea se deáa cbocqua118~ ¿Es que
almaizar U 4., el pañuelo con que tOcaban su cabeza los moros granadi~
nos. Tanto los negros como los indios sirven· principalmente para una el Almirante está transponiendo a las Antillas. el recuerdo· de aquellos
granjería: el trato. de esclavos, mala costumbre-que al Almirante «se le pe··· negros que, al ver aproximarse a la costa los bateles portugueses, salían a
gó 'de la que tuvieron y hoy tienen los portugueses en la negociación C!; su encuentro' alborozados gritando cbocqua, cbocqua.? Eo último térmi:
por verdad decir, execrabilisima tiranía en Guínea"us. Y Las Casas,',que no,sobr(:_1a.1QP.0llÍ!IlÍa..indiaQª_~J2royectannombrés claramente africa·
es quien hace esta observación, se queja de la ceguedad de «venir a estas nos: Cabo do Monte, Cabo Verde, ¿abo-'Roxo;caoo-diíS~P:iliñas;-Rfo<:Rl
tierras e tractar a las gentes d'ellas como .si fueran las de Africa» 11íi. T ::un--· "'. '. Q.1.:!!S]ortO Santo, etc.,--eñtre--otrOs·-·tan P9rtu~eses como ralle'aer
. bién es significativa lá importancia que se concede a los mismos rasgos > Paraíso. Y, en fin, elmonarca lusitano tenía en Guinea una Mina de oro;
distintivos. Sólo a los portugueses, acostumbrados al pelo corto yensor· ., '''pues'1i1'uente del oro es lo que busca Colón en las Indias c.on una insis­
tijado delos negros. de Guinea., .les puede parecer digno de mención que .i tencia rayana en el fanatismo.
un pueblo tenga:elcabello liso~dosnegr()s de Etiopíá superior «ternos ca- ~ Laexperiencía afric:ma es, pues; fundamental para. comprender la ac­
bellos corredios» , anota Duarte Pachec0 111 ¡ la misma observación hace ticuddel Almirante.al encontrarse con las Indias. Claro que también
Colón de los habitantes de las Antillas: .los cabellos no crespos, salvo actúa de manera imperiosa sobre Colón.el mundo de loímaginarío, de lo
corredfos» (13 oct.). leido en los libros, ese mundo que.él quiere a todá costa ver reflejado en
Ala hora de cerrar un trato pueden bastar los ademanes; de todas. ma­ la realidad. Es así como en el primer viaje (17 nov.) encuentra, como no
neras es indispensable tener unas nociones mínimas del lenguaje podía menoS:-los que llamaba Nffi'CüPoío «ratones del Faraóñ;11S-:-Y-Cflié~
indígena, al.menos para designar la mercanáa, mostrar aprobación o des­ como explica en apostilla a este pasaje el propio Almirante, 500 las botías
agrado, etc. El flamenco Eustaquio de la Fosse, que fue a Guinea en un (hutías dicen los autores posteriores)120. En el tercer viaje. -hallaron infi·
navío castellano en 1749, nos indica que en la costa de la Mina dede sig­ nitos gatos paulos. 121 ; en el cuarto un ballestero da c:u.a a un animal, el
nifica -bueno», faniorma .malo~, Esta razón impele a Colón a tomar
cuanto antes lenguas, eswes, intérpretes. gracias a los cuales se da cuen­ 114 Edirndo por Foulché·Delbosc. Ret!. Hisp.• IV (1897)182. Hay. que observar que el -jeu
d'amour. se deda cboa:¡ue cboa:¡ue (ibid., p. 182 Y 184). ¿Acaso se:lSOCió todo en la meme
de Colón?
lit 1lI 47 Y D 359.
111 Cronica de Guiné. cap. 42 del M:muscrito Valemim Fernandes, m cc, !.as Casas, HistOria. I 56 (p. 188 a); lOO (p. 278 b): 106 (p: 293 11); 114 (p. 309 a);
. 112 CC, Las CIsas. Historia, I 134 (p. 360 a). 116 (p. 312 b); 121 (p. 324 a; 325 a); 169 (p. 448 a); 1130 (p. 76 a; Tl 11); 32 (p. 79 11); 1lI 22
113 C:l.s2S, Historia, 1 13 (p. 358 a).
Las (p. 228 a); A. Bemáldez, Crónica de los Reyes Católicos 118 (p. 278) Y 120 (p. 301); H. Co­
U4XXX y Las Casas, Historia, 1 132 (p. 355 a), d. 134 (p. 358 b); 156 (p. 411 a); sirve el lón, Historie 53 (I, p. 303), 101 (I1, p. 262), 102 (Il, p. 268); G. Feroández de Ovíedo, Histo­
almaizar de. taoarrabo en .H¡stnria, 11 20 (p. 55 11). 21. (p. 56 11); H.Colón. Historie. 99 (ll•. na de las Indias, 11 13 (BAE 117, p. 48 b) Y XII 1 (BAE 118, p. 29 a). 'R;¡¡os. grandes como
p. 1%): Col. {¡oc. inéd. Ultramar, segunda serie, VIII, p. 15. La palabra aparece en Diego de conejos líllbía también en la sierra de BaCor, en Afriea (Códice ValentÍlD Femandes, p .. 51). y
Valera, Crónica de los Reyes Cat6licos, 87 (p. 270. 24 Carriazo): .el Dorduxenbíó un presen­ es de notar que en la isla Chaoo de la Indla, según JU2n de Mandavilla (o.p. 28; utilizo el ma·
te al Rey e a la Reina de almaizares y albomozes y alman::af2S.y cmÍ5:!S•. cr. G. Femánde-./: de nuscrito de la BC 7-5-35, f. 26(, ql,le desgracillclameme no tiene aposti1las colombinas), hay
Oviedo, Historia, XVII 26 (BAE 118, p, 173 b): un ccique de Ta5Clluza Uevaba carrevuelto a 'magní mures, quos nos dicimus· 'ranos, ee sum in. quantílate paruorum anum, et quoniam
la cabcz¡. cierta toca como almaizar, tocado como moro>.. per CUCos cap; non possunt, capíumur per canes maíores- (.men taken hém with grete masty·
"" Las C2S:1s, Historia, I 150 (p. 398 a).
. ies., dice la. traducdón inglesa IP: Hamelius. Mander'iIIe's Tral'els. Oxfun:l, 1919, l. p. 111,
1» Las: C2S:1s. Historia, 1I 27 {p.. 70 11),

20!); se trata según Cordier de la Thaoo de. Marco Polo. .


Ul Las Casas, Histori4, 1133 (p. 357 b),
117 Esmeraldo, I 27 (p. 46).

48 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción, 49

pecari, &que se parece a un gato paul>; .son los gatti pauli que Marco obsesión. En el primer viaje (6 en.) oye hablar de una isla Yamaye, -a la
POI01Z2 situaba en Comari (la península de Comorin), es decir,las ~onas, que arriba en el segundo viaje. Es entonces cuando, de creer.al vene­
según explica LaS Casas ro . ciano Angelo Trevisan 127, Colón llega a la conclusión de haber llegado a
--ranomenctaffirli::::rtos permite seguir al Almirante en sus fat)tásticas la lanna maior de los cosmógrafos, isla «mayor que la Sicilia y que tiene
singladuras por una geografla quimérica, como cuando manifiesta hallar­ un solo monte en el medio>. Curiosamente, a partir de entonces esa isla
se ante Zaitón y Quinsay (1 pov.), siempre dentro de la estela deMarco Yamaye se convierte corno por ensalmo en Yanabica (CÍ. LXIV). Creo que
Polo. Y es más, al margen del ejemplar del Marco Polo colombino u , se tiene toda la razón De Lollis us cuando pone en relación este cambio de
anota: Portus Zaizen, id est, caput de alpba et O; es decir, el cabo de Al­ grafia (Yama- convertido en Yana-) con el deseo de identificar la laná
fa et o (y esta o se pronunciaba tal cual, no omega), la punta Maisí de Cu­ de Marco POI0129 con lana-hica: ingenua superchería que revela una
ba, viene a convenirse por arte de magia en el puerto «al cual arriban las buena dosis de irúantilismo en el Almirante, que se deja guiar en exceso
naves de India con mercancías en enorme muchedumbre, pues por una por los parecidos fonéticos y lis asonancIaS, como cuando identifica en
que va con pimienta a Alejandría ... vienen cien •. Ha habido, pues, una el Mediterráneo Abido con Negroponte 13Ú , Eubea, sin dudaper esatermi­ !

evolución en el pensamiento g.eográfico del Almirante, que en el Diario nación "ponte que confunde con e!, Heles-ponto, o cuando escribe
del primer viaje no había llegado todavía a semejante conclusión. El . Abenrroim131 '.Averroes. sin duda por influjo de «ruin•.
problema queda bien planteado en una leyenda del excelente mapamun­ Quizás pueda encontrarse en el Diario un eco de la terminología clá­
di de Johannes Ruysch U5, que acompaña a la edición de la Geografía de sica. Encontrándose en la Española escribe Colón que «navegó.,. hasta
Ptolemeo (Roma, 1508): un cabo que hace el Cheranero. (7 diC,). Es doctrina oficW que Colón se
refiere al cabo que se llama actualmente Carenero; la sintaxis, sin embar­
Dice Marco Polo IIIl, 2 de la edición latina] que desde el puerto Zaitón al Oriente, a 1.400 go, no parece abonar esta interpretación y por otra parteCheranero se
tilillas, está un3 isl2muy grande llamada Sipango: sus habitantes son idólatr.ls y ~ienen rey, pe' parece demasiado alChersonesus clásico, forma que ya Pío n simplifica­
ro no son tributarios de nadie. AqUÍ hay gran. abundancia de oro y de toda clase de piedrds
preciosas. Pero ya que. las islas descubiertas por los navegantes españoles ocupan este lugar,.

ba en Cheronnesus (cf. B36):buen ,cúmulo de variantes 'nos brinda la


no nos atrevemos.a 'siruar aquí esta isla, pensando que la isla que llaman los españoles EspañO' Crónica de Bernal 132 siempre que sale a colación 'esta, palabra: chene­

la es Sipango:¡·y:¡ que todo lo qué se' rellere:de Sip:l.ng() se encuentra en la Española, salvo la rezo, generoso, cherneco, cherrezo, o teroneso, terenoso, etc. Me inclino

idolatría. .' ' ' .


a creer, en consecuencia, que Colón el 7 de diciembre ,está pensando en
i. , -.."
el Quersoneso, sin que,. pOI. desgracia, podamos sacar ulteriores conclu­
r

I
Como se ve, combinando las noticias de Marco Polo con las de los mari- ;
nos hispanos la Española se convierte en Cipango, tal como quería Co- ,
siones de este dato ambiguo en exceso.

Varias veces en la Lettera raríssima precL<;a Colón su situación exact2


Ión. Pero .aquí hay una tremenda dificultad: Zaitón distaba 1.400 millas. ~ : en el mundo de la fantasía; oye hablar de las minas de Ciamba, llega el 13
de Cipango. A 100 leguas de ese puerto pensaba encontrarse Colón el'] . ! de mayo de 1503 a Mango. Pero nos va a ocupar un caso concreto, cuan-
de noviembre, a 60 o 70 leguas el 6 de enero; ahora, con la nueva iden':i­ , do dice entusiasmado: .La gente de que escrive el Papa Pío, según el sitio
ficación, resulta que Zaitón, el cabo de Alfa et o, se encuentra a 18 legl1 ?s y señas, se a falado, más no los cavallos, pretales y frenos de oro; ni es
de Cipango, la Española. Pero cientos de millas son menudencias para ¡, maravilla, porque allí las tierras de la costa de la mar no requieren salvo
Colón, que salta por encima de longitudes y latitudes con pasmosa facili- pescadores>. Es notable que, ante el silencio de De Lollis, señale Jane que
~. . ~ no debe buscarse la referencia en la Historia rerum, esa Historia rerum
Claro es que el ansia imperiosa de encontrar un punto de referencia, tan manoseada por Colón, sino en la Cosmographia de Pío n. Pero no:
de poder contar con el respaldo de los libros llega a convertirse en una
lZ7 Carta desde Ecija dd 3 de diciembre de 150! (Hace., 111 1, p.65. 10) .
• 21 Racc, , 12, p. 177. Aclaro más este punto en mi introducción a 13 traducción de Pedro
122 1II 32, con apostilla D 322. Mártir, cuya primera edición viene a confirmar la hipótesis de De Lollis.
123 Historia, I 128 (p. 341 a; cf. 1170, p. 452 a). '" 1II lO. OC' la misma manerd en Cubanacan creen C'lltender Gran Can (Las C:lsas, Jlis/()­ • ,~~o.i

124 III 9; f. 59v (D 272); De Zaitón se ha hablado por extenso en II 70 (f. 55v). ría, 144 [p. 158 aJ).
m Tan excelente es, que en la carta de -Juan Roxo alemán· basan sus alegatos los, defen­ no C 332 (Helespomo aparece en el texto de d'AiIly); que Negropome es Eubea lo sabe
sores de España en el pleito del Maluco (BAE 76, c. 624 a; el original se encuentra en AGIS, h:ista Las Casas (Historia. 1 81p, 38 aJ).
Patronato 48 13 f. 6v; copia en 48 18 n. o 1 f. 91 v). El ejemplar del Ptolemeo (BC 119-8-5) Jo 131 e 377 (AI'erroys trae d'Ailly y Abenruiz suelen decir los escritOres castellanos).
compró Hemando Colón en 1512. m Crónica de los Reyes Católicos, 128 (p. 323) Y 129 (p. 324) respectivameme (cf. XIII).

;~
j
so Crístóbal Colón. Textos y documentos Introducción 51

en la Historia se hace cumplida descripción de un pueblo que llama la extienden los antropófagos (caribes) que, como refiere Bernal l36 ,
atención del A1micinte, que resume al margen (B 82, f. 8v):Sitos utant
aureas zonas et frenaaurea et pectoralia. Argenti et ferri carent, ere et I tienen «los caxcos de las cabet;as colgados por las casas, a manera de ba­
sijas para tener cosas de. servicio de casa... Cerca, sin gran precisión, se
auro abundant. Merece la pena dar por extenso la traducción del origi­
nallatino: f
;
encuentra la tierra. de los grifos 137, riquísima en oro, que Colón,. obse­
sionado siempre con. Ofir,. asocia sin: du®condas minas del rey Salo- !f'
i món: huellas de grifos había creído encontrarerrCilba en 1494 138 . . ----.J
Hubo entre ellos [los MaságetasJ jinetes e infllntes excelentes, que usaban el arc(), la espa­
da, la coraza y el hacha de bronce. y tenían cinturones de oro, y de oro también los frenos y

í Pero hora es ya de descender otra vez a las menudencias lingüísticas,


los petrales de los cabanos~ 'Poco hierro había en su t.erra; carecían de pl:Ha. abunrn.b-.ln en

bronce y or~. Los habitantes de las islas comÍlID ¡a.~ ,dices de la~ hierbas y I()~ frutos del cam­

il
que no por su pequeñez resultan a la postre menos reveladoras.

po, de los cuales esculpían vasos. Su vestido era la corte'la de los arboles. Los que habiraban '!
ir
en las lagunas se alimentaban de peces. se cubrían con la piel de las f(x:as que 5~líaJ'l oel
mar.. Los montañeses se alimentaban de frutas silvestres, sin atreverse a mataf< las ovejas. por
tener pocas y reservarlas para leche 'y lllna. Los <del llano. aunque ocupaban U01I regiéÍn muy
I
~
6. Ortografía y fonética

extendida; no· cultivabarr-Ia< tierr:r;;sino que vivían de oveías y pescado. Son hombr.es belicO:< En su clásico esmdio sobre la lengua de Colón, Menéndez Pidal 139 ha
sos, aunque simples y nada astutos en el comercio. Al oriente y septentrión se eficuer¡frJJ1 Jos
antropófagos, que, según se cree, tienen por ali\Oemo execrable ia carne h'un\ana. Asu alrede.
,1
--..i"
señalado, con razón, que los autógrafos.castellanos tienen un ciaro bar­
niz portugués, perceptible sobre todo en la grafía y en el vocalismo: se
dar hay un desierto pavorosísimo y el mar que llaman Tabis, y los Esédoncs. que,¡c->lice que

se sirven como vasos de las calaveras de sus padres eng-,lStadas en oro, y lo.~ Es"ito';""f(~< que
i trata de esas formas estridentes y tan características del Almirante, que al
inmolan a los ex:tt:mjeros como víctimas. Julio Salino·" dice que en esta parte lás iierFJ5 son II diptongo úe sustituye oe (poerto, acoerdese), desconoce el diptongo ie
ricas pero inhabitables. pues. a pesar de abundar en oro y en gem35. afirma que los gilfos ocu­ (quer, atamentos), cierra o final en u (deseu, correu), vacila en el timbre
pan todo el IUgllr. de la vocal protónica (pudido, puder; multetud:·: empostble) o labializa la
<j
nasal final (um, tam). Los apógráfos, por el contrario,presentan una. J

l.
Este análisis de fuentes, además'de>permitimos una plena compren­ 1

sión del texto; nos permite confrontar la ficción yla realidad tal como la i ortografía uniforme, que ha sacrificado .esas y otras.estravagancias. en aras
de la norma castellana. No siempre, sin embargo, ocurre asE ahí tene­
·interpreta Colón. Re.sulta, en efecto. que los indios. son eScitas,pues no I mos, por ejemplo, ese penurbador cogujo<<<cogollo" (llnov.), de sos- ..
envano el propio Colón anota en el f. 23v (B 291) De Scitia uei Tartara i
pechoso parecido al porro cogulo, pero con una f que aparece en otros
(SiC) babuitoriginem Magnus Kan y los mapamtmdis ptolemaicos sitúan', ,
la Scytbia extra Imaum montem en la actual China, el Catayo de Marco
i¡ derivados castellanos 140; Merecería la pena, en consecuencia, estudiar sis­
i
temáticamente todas las discrepancias de la norma; aquí sólo vamos a
Polo 13$,. Pero entre estos· escitas hay diversos pueblos, y'. Colón conoce
SÓlo a pescadores de la costa, que comen raíces (ñames, ajes) y frutas (ca­ !
I
labazas) que después les sirven de vaso, que carecen de hierroyque son
torpes traficantes. Al Este y al Norte de los escitas costeros (Veragua) se
J
, ~
"6 Crónica de los Reyes Católicos, 119 (p. 283). De los escitas se acuerda también Oviedo
. (Historia de las Indias, II 8 [BAE 117, p. 35 al) al hablar de los caribes.
m Sobre< los grifos· hay mil letreros <!n <los.< mapamunctis medievales« (d. Th. I'lschei.
Sammlung mittelalterlícber Well-· und Seekarten itaiieniScben Ursprungs, reimpr.· Aroster­
III Select Documents. n. p. 99 n.· 4. Aciertan más Morlson (lil Almíraml!. p. 735);< Cio,.!­ dam, 1961, p.. I92 ss.), que. los enlazan pórlo. general con piedras pl:edQsas (carbuñclos,
nescu (Oeul·res. p. 487. n. 42). diamantes, etc.). .
'u Coniectanea 15, 22. En el manuscrito de Solino de la Be (7,4-19: se trata de un códice' 1" Crónica de los Reyes Católicos; 128 (p. 321). Resulta curioso observar-cómo se des­
facticio, cuya primera parte abarca desde d f. 1 a182; carece de nOl35 de· Colón) este p35aje se peña la imaginación al observar huellas de anim¡¡les. En' el tercer viaje Bernardo de lbarra
encuentra en f. 27v. Toda la descripción de los M35ágetas remonta en último término a Estra­ asegura que <truxeronal Almirante un cesped< de< tierra en que venía una patada señalada
bón (Geogr. XI 6-7,513 A ss.). No esd de más recordar que. si en este vi<lje Colón oye hablar de elefante» (CoL doc. inéd. Ultramar, segunda serie¡ VlI. p. 139); má$ realista. Hernando
de. éiamba, Bastidas descubre en 1502 el puerto de Zamba (Oviedo, Historia lU 8, (BAE U 7. Pacheco sólo vio • paradas grandes como de una yegua. (ibid., p. 146), mientras que el Al­
p_ 71 al); todos los esfuer.los se e110minan a encontrar los mismos lugares imaginarios. De es­ mirante (XXV y Las Casas, Historia, 1 132 {p. 354 bD halló huellas de obra. Recuérdese que
tos raptos de fantasia se burla Fernánde:.: de Oviedo. Historia. XXVII 6 (BAE 119. p, 151 aJ: en la Española un cabo se !lama <del Elefante».
<aqueste nombre bmba es puesto a disparate...• porque Zamba es nombre de negro de 1lt La lengua de Crisl6bal. Colón, Buenos Aires, México. 1944. Consúltese t:uTtbién la
Guinea•. Como se ve, ni siquiera Oviedo sabía ya las aspiraciones que guiaron a los primeros introducción de]. Arce a la edición del Dtario de a bordo (1971) y su contribución al Con­
navegantes: nOlable olvido de la segunda generaCión de colonos. ¡'egno lnternazionale di Studi Colombtani, Génova. 1974. p,.53 ss.: .Problemi línguistici ¡ne­
us Como d'Ailly señaia y apostilla Colón (e 159), la Escilia antigua corresponde al Catayo. renti il Diario di Crist%ro Colombo.
No deja de<seccurioso que Ferrulnde:.: de Oviedo (Hisloria. XXIX 27 ¡BAE 119•. p. 320!) note • <0 Cf. Coromínu-Pascual. Diccionario critico ettmolégico caste/J.ano e· biSpánico, n,
cierta semejanza entre las costumbres de los indios y las de los tártaros .. < p.124b.

.F'
52 Cristóbal Col6n. Textos y documentos Introducción 53

examinar algunos casos que nos puedenayudar·a la constitución del tex­ Esta curiosa anarquía, que nos resulta chocante, es tan típica de los
to. escritos portugueses de la época que sobran los ejemplos. Otro tanto
~ no distingue a menudo entre I y JI, indicio J:)ie!1_.. ~~ portu­ debe decirse de grafías italianizan tes a primera vista como aqua (V).
guesismo "(Menendez P¡(iaI) , olen de italianismo (Arce) o mejor de.ambas En definitiva, el Almirante se sirve de una nórmamás portuguesa que
.cosas a-ra vez: tanto peca por exceso (fallado [V] y falló [Ü]:I];aseñalló italiana. En portugués se escribe constranger «constreñir»: de ahí cons­
¡xrnrcomo por defecto (desfacele [XXVII); dales [XXXIII]; certificaie tringio (LXXXI), constringa (XIX) o constringe (XXIV); quíngentos
[LXXIV]; escamializale [LXXXI];fale~ió [LXXXVIII, XXV], aquela [LIIl, LXI], (XXXIII; XXXVI), en cambio, más bien parece latinismo. Las vocales na­
alá [LV]; alí [XL; LVI; LX; LXI; LXXXIII; LXXXVII; LXXXIX; XC]). Esta vaci· salizadas de! portugués dan origen a los trombones ya comentados y al
lación apenas se encuentra en los apógrafos, por obra y gracia del celo «asensar la ánima» documentado e! 14 de febrero: asensar, en efecto,
purista de los sucesivos copistas y correctores. No falta con todo un aH ha de ser «asesar», verbo utilizado por Gil Vicente: «assesa tus locu­
(LXXIV). Más nos interesa, sin embargo, que sea esta confusión la causa ras» 143. Los grupos de oclusiva + I evolucionan en portugués a oclusi­
de una grosera falta en LXXIV: «Allí dice que ay infinito oro y que traen va + r: algunos ejemplos aparecen en Colón: .temprado (5 oct.), prática
corales en I.:! cabeza»; parece claro, en efecto, que e! original no hablaba (27nov.),frecbas (V), repricar (XXX), tiniebras (!.XXX!). Y ,reslllta curio
de corale.s,quenopueden ser de oro,'smo de cotares «collares•. Citando . sa la castellanización del portugués angra "ensenada» (19 oct., 6 dic.,
este pasaje habla Las Casas 1i1 de «coronas de oro» (<<corone de oro. R), 11 en.) en angla, palabra esta última que el Diccionario marítimo de 1831
posible interpretación personal de los colares colombinos; hasta podría interpreta -no sé con qué razones-- como «cabo". En iII julgar "juz­
ser que la falta contraria ocurriera unas lineas más abajo, pues donde dice gar» puede ser considerado un arcaísmo castellano; pero es más sencillo
.clas mujeres de alí traían collares. Las Casa<i habla de sartas de corales. La pensar que se trata de la forma portuguesa. Otros casos no son tan cla­
misma relación anuncia que .la gente de que escrive Papa Pío ... se a ros: soldar -sondan (5 en., 27 nov. Bist. 148 [p. 171 aJ) o Rondán
hablado> (.parlato. R). Conmu)' buen acuerdo corrige Navarrete babla­ -Roldán. (10 febr.) parece tener también un cierto regusto lusitano 1'";
do en baIlado, si bien lo que escribió Colón fue un ambiguoIgladopor pero Las Casas emplea normalmente la .forma soldflr·
«fallado», comQanteshabía dicho falló por ..faló •. ~ués de tantos años de vivir en Andalucían~ued~~Jftrañar ~e
Un extranjero encuentra-siempre dificultades a .lahora de captar la di­ el Almirante seseara;eñ1a:"fárrios:Ccarta (\7) A yB imprimen sivíles, desir;
ferencia ortográfica que existe entre gte/gé, gui/gi; y sin querer extiende . 'Es COSta, pero d6ñae A pone Osidente, provinstas, nase1l, la copia .más
por analogía este sistema a un hipotético pero "inexistente doblete castellana B trae ya .occidente, provincias, nascen; su macarrónico .latín
guo/go, gualga. Pues bien, Las Casas transcribe en el Diario (6 dic.): permitesertum, sertam (B 216, C 852),suseSive(e 841) opresiosas (D 78).
«los que consigno de las isletas traía.; la falta es evidente, pero también ED.ronrrapartida abundan las grafías ceceantes como ~ufrir (lOod.; 8
parece claro que ColQn escribió constguo. Asimismo cabe sospechar que , c~;.; 9- en.; 19 febr.; 21 febr.; 5 marz.), r;u/rimiento (XXIV), ~ervicto (V),
el extraño cambio de tiempos en XXX ( «Cuando yo navegue d'España a e! coment~dopozoyen las apostillasarenoza (e 234), excuzauit(C 781),
las Indias, fallo luego que.. ~.) se debe a una falsa interpretación de un na­ mCe7JCe'(e 383), scicionem (B 40: scissíonem Pío JI),procequendo (C ta­

I veguo. Hace tiempo que se sabe que el famoso Rodrigo de Triana se lla·
maba en realidad Juan Rodríguez: el error podría explicarse a partir de un
" ambiguo Rodrigue de! Diario original. Recuérdese que Rui Faleiro, el
.blá) Sin embargo, me inclino a pensar que estos titubeos_ reflejan más
bien ¡¡¡Oscilante grafía portuguesa deIa época. tan dada a escribir eujo
J!.()!..!!f.io o perigoza por perig!!-sa, También al seseo se podría quizá atri­
"gran cosmógrafo compañero de Magallanes, castellaniza su nombre y fir­ b'tir1a frecuencia con que trastuecaxy s (oxe, oxan [LXXXVI); oxa [LXXXIII]
ma con un ultracorrecto Rodriguo en su carta latina dirigida al obispo de y 'viceversa: desado, desm-án [LXX]; desé [LXXXVIII], etc.); el colmo
Tortosa l42 • La falta aquí sería a la inversa. De esta manera se explican las
ultracorrecciones contrarias que pululan en los autógrafos: cargé (XXIX),
gerra (XXIX; LXIII), legé (V), gisa (LXXXVI), aplogíere (XXVI), plogiese
(XLVIII; LXIII) e incluso plege (III). La misma vacilación ofrece luguares I(] Auto de los cuatru tiempus, 299; eL en el Manuscri!o Valentim Fernandes (p. 83): -el
(V, lección de A: lugares B),pagua (XVIII) frente a agardando (XXIX). rey d'esta terra ha presente he homem mal asisado>.
,.. Cf. -roldando de noile O~ muros> en un documemo real de .¡ de abril de 1436 (Docu­
mentos das Cbancelarias reais ameriores a 1.531 relalÍl'OS a Marrocos: Lisboa. 191 S. 1. p. 8;
cf. otro diploma del 1(, de junio de 1459!ibid.• p. 85J). Has!a un esrudioso de CoJón !.an
,.. Historia. II 20 (p. 56 a).

cuidadoso como E. Jos (Re!'. IlIdias, X [l9S0J 750) dice de la grafia: .debe ser error del pro·
1<2 AGlS, Patronato 34. 12.

pio Las Casas,.


54 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 55

es dizé por dezé «desé,. (Le. «dexé •• ) documentado el 21 de diciembre. Abruzzo (parli)1"¡ y que, por últímo, quizá por influjo de estos hechos
Otra vez no obstante, nos puede deslumbrar un espejismo: hay que re­ morfológicos, en italiano literario, 'cuando el verbo precede al sujeto, ~
cOl'dar que en escritos coetáneos del Norte de Italia tal confusión está te puede ir en singular 1<11. Y que Colón, en. una frase como «fue descu­
a lá orden del día y que, por vía de ejemplo, fra Mauro en su mapamundi bieno las Indias)"., consideraba esta forma verbal como un singular lo
y con él todos los venecianos usan casi exclusivamente la grafía íxola confirma una apostilla.latina:!'Íuit~iTltientum naues (B 8)144. A su vez,al
por ísola.. «es... ("" son) los que- corresponde-una frase comu .invero in questa o
También, como es lógico, aspiraba Colón la s final (cf. Tauru, en ne l'altar di san Zuanne si e do corpí de sancti. 1<19.
(Iivm~Eñ la frecíieñriSnfia confUsiórrenrre7é y les;que M"enéndezPidal El estudio de los escritos de Colón nos lleva, pues, a unos resultados

considera italianismo, si bien ¡be en portugués antiguo tiene cierta ten­ desconcertantes e imprevisibles. Y no es este el único caso en que. nos

dencia a fosilizarse, puede haber tenido cierto infiujo esta aspiración, que sorprende la complejidad de su lengua: en V está documentado un puede

también causa perturbaciones en algunos pasajes (cf. 17 ~ept.; 14 oct.; 29 que no puede ser sino una primera persona de singular: «tengo por dicho

oct.; 31 oct.; 1 nov.; 25 nov.; 30 nov.; 13 dic.; 18 dic.; 20 dic.; 21 dic.; que iamás pierden la Joia, según lo puedecomprehender~, «según puede

1S marz.; XLVIII). Incluso la morfosimaxis de Colón a.veccs s.prneja fiel tra­ entender d'estos indios qúe yo tengo., Cabe alegar que en italiano diálec­
sunto de la lengua hablada. Esos castízos «como sus tÍladres ios parió. (6 tal hay confusión de primer y tercera persona en e! pasado remoto: en

nov.; 3 dic.; pero «como su madre los parió. [-1'1 :oct.]) pueden ser índice Prígnano cantó significa tanto .canté» como «cantó-, partí en la lengua

otra vez de la perplejidad y embarazo que sentía el :Almirante al tener que arcaica es .pard. y _partió"lS0. Pero no es esta la razón exdusiva: ...;:;.;::.~.::::.!.._

escribir una s final; por ello nos ponemos en "'qoizá injustificada­ educado entre italianos y portugueses, vive ahora con castellanos, que

mente, cuando la copia lascasiana presenta «madres que los parieron. usan unos diptongos (ue, ie) extraños por. completo a su conciencia

(16,21 Y 25 dic.) o la carta impresa (V) ·así como sus madres los paren •. lin üística:este es otro de los motivospo¡;, lasque el genovés, muy du-

De hecho,en una relación anónima de la conquista de Cartagena. por doso a la hora de distinguir entre e y puede, acaba al mal~~

Pedro de Heredia (A G/, Patronato 27,1, f; -le) vuelve a aparecer la curiosa la forma diptongada por ultracorieccIDO castellaoizaa~,-La lengua de Co­

expresión: -El traje d'ellos es como sus madres los parió, machos y lón se nos sigue escurriendo de las .manos en Jos siguientes pasajes:

hembras».
,Con todo hay que confesar que con excesiva frecuencia los matices del
}ingular v' del Plurai se esfuman; «no faltó almadi"a;;"'(i60¿t)""no me
aprovechó armas» (XLvlII), «después sucedió en mí Otras ocupaciones»
«fue descobierto las Indias» (LXI), «jamás se desabarcan de la costa
I

~
.tierra no cerrada con montes, sino rasa como hermosas campifuis" (6

dic.), «vidolo todo sembrado como cebadaS" die.; «como de» Las Ca­

sas, Rt'storia; 1 52 [p: 178 bJ). La construcción es.dUl;a;pero tolerable.a

fin de cuentas; de todas maneras, siempre nos queda la sospecha de que

Colón pensara no en el castellano comq, sino en el portugués (y catalán y

hasta llegar donde quier» (LXVII), «d'esto es en mayorconoszimiento los provenzal) com «con» (cf. en el 27 dic.: «vinieron como» Diario: «vi­

que continuo allí tractan. (LIX). Aunque es claro que el·olvido de la tilde nieron con» Historia, 161 [p. 199 aJ). En el primer caso abonaría esta in­

de abreviatura puede originar supuestas faltas de concordancia (d. 25 terpretación no ya el estilo paraleüstico, sino el uso de los roteiros portu­

sept.; 7 oct.; 14 oct. o VII: -se. ha descubierto tantos ríos.), el número de gueses: .illdrés Simois 151 escribe -ate de ficar hutnailha raza com aruore­

ejemplos es demasiado importante como para darle una explicación tan :j do a Leste» o .ilheta pequena e raza com pouco aruoredo~, Gabriel
banal. Tampoco cabe pens!ll' en una extensión analógica del impersonal Soares 152 «contra a ponta de Taparica esta outro ilheo raso com atuore-
(«faltó almadías- construido como -hubo almadías»). Más bien hay que
recordar que en los dialectos septentrionales de 1talia las' desinencias de
d
Iq

146Rohlfs, Grammatica storica, 11, p. Y 320 respectivamente.

la tercera persona.del singular y plural se confunden en presente de indi­ ,.7Rohlfs, Grammatica storica, 1lI, p. 20.

cativo {canta equivale a canta y a cantan)B5; que otros dialectos, como toe No obstante, tampoco faitan en .C:lStellano ejemplos semejantes; !Xlr su especi:lI <.lureza

el bergamasco o el paduano del Ruzzante, tampoco distinguen en el per­ escojo éste de Juan Saliruls de Loyola (M. jiménez de la. Espada, Relaciones Gl.'Ográfícas de (n­
días, IV, p. LXXVI1l): ,Tomó el altura pilotos que llevaba, especiaimentp. un Francisco
fecto entre la tercera persona de singular y de plural (porté, mande y
Martín-,
mette, respectivamente), encontrándose esta indistinción hasta en el lit Marin Sanudo, Le uite dei dogi (Rerum lIaJicarum sáiptor~s, XXll ~, p. lb¿. (Í.7).
G. Rohlfs, Grammatica storica, n, 316 y 318.
\ 1.9
t51 BN, ms. 3170. f. 115r y I
1S2 BN, ms. 3007, f. 89r. En aparece la expresión 'ras2 con la mar- (BN, ms.
I~ G. Rohlfs, Grammatica storica de/la lingua ilaJiana e de; $uOi dialetti; Turln, 1968. 4541, [. 16r; 17"; 2.4v; 25r; 37"; 80r; que tampoco es desconodda en portUgués (d.
%
n. p. 256. Duarte Pacheco, Esmeraldo, III 9 [p. 94J i1heos som multo rasos com ho mar».

.
li /',-<;: ~~ .
:~W HiFfE S ~WV "·-·2 Fi Wrr mnTS·m JJ& v -¡r"¡¡~-'" ::-",,·¡¡¡.,.,.:¡j:·=¡j¡-¡¡¡-¡¡¡-iií"i'¡¡¡;iii·¡¡¡·¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡iiiiiII_iííii_IlB¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡;;¡R¡:¡¡¡;¡¡¡¡¡iiiilliiilliiiiiiliiiliiiliiillllliíiiiiiliiiilil¡¡¡¡¡¡¡iiiiiillliiillil• • •IíIíií. . . .

56 Cristóbal Colón. Textos y documentos


I Introducción

gués porem«sin embargo" y aun en su vocalismo al italiano pur; se trata


57

do". También es anfibología la forma pusad (LIII); es probable, como


quiere Menéndez Pidal, que equivalga a «puxad., si bien el texto latino de una forma que es producto, pues, de un salpicón de lenguas.
corresponáiente ofrece un turbador pulsate «golpead>; en apoyo de la Por es emplea Colón une italiano, portugués, catalán, francés y hasta
interpretación de Menéndez Pida!' parece venir el muy extraño «reposar. andaluz (ceh». Así se explican esas oraciones que carecen aparentemente
de LXXN: «me reposó atrás el viento», «allí me tornó a reposar atrás la de verbo: _el capitán d'ella que Martín Alonso Pin~Ón,. (23 en.); _de Isaía
fortuna". disen que no solamente propheta, mas hevangelista" (LIll); «dixea
Vuestras Altezas lo que pude de mayor seguridad d'esta navegazión, que
en después de ser el sol enTauru" (LXVII). Efectivamente, bajo ese que se
7. La ambigüedad lingüística oculta en realidad que e, que se ha impreso qu'e(s) para no atormeQtar :al
lector con acertijos. Pero todavía es tiene más usos para el Almirante,.qlle,
En definitiva, el rasgo más característico de los escritos de Colón es la lo confunde con héis «habéis>; «notifico' el estado de Vuestras AltezltS y
economía de su lengua, 'que procura siempre utilizar la forma que se en­ cómo asiento és (=héis) en España» (XXX), muy probablemente es Co­
tienda mejoren IÚás Idiomas, 'a sabiendas de que sus interlocutores o lec­ lón .ambiguo a propósito cuando escribe a Gorricio:",es de continua¡-,.
tores van a deshacer fácilmente el equivoco. Por este motivo es difícil (XLVII). De manera inevitable de nuevo que pasa a equivaler a qu'es
precisar si es porruguesismo o italianismo el uso de per (20 oct.), se «si. ( = qu 'és, «que héis»: «Yo 3/yuestra causa y de las personas que
nótese que tam-bién utiliza esta forma Gil Vicente),forza (V), opó' (= "qu'es", o quizá que e "qlleson") con vos ... e detenido los navíos~
sito (13 en., 15 mar., LXXIV) o de sintagmas como grande mucbo (21 (XXXVIII).
oct.) 153, al longo de la costa (20 oct.; la forma castellanizada en 14 oct., Por hay suele utilizar Colón otro ambivalente a que. no siempre corri­
24 y 26 nOY.. 4 y 9 dic. XLI). También es ambiguo fugir; pero la aparición gen los copistas: «a muchos arboledos y muy espessos y muy grandes•...
defugioyfugeron (15 OCL) se explica mejor por el POrtll:guésfugio y «creo que a en ellas muchas yerbas. (19 oct.); «a naos y mareantes mu­
fugirom. . ... . . \ chos. (21 oct.); -ha lugares .... «en este río~ .. sin duda ha grandíssima can­
En portugués laoposiciónjuilfoi corresponde a la castellana fuilfue;, tidad dealmát;;iga_ .. y ha muchos y muy grandes (árboles).". «ha aquÍ...
pero Col6nno se quiebra la cabeza y émplea de manera indistinta la for­ el mejor puerto que fasta oyvi>, (12nov,); "a abamaje eneSlOS» (XXXIII),
ma de mayor frecuencia, fue, que se acerca también al italiano fo(e). Los «a }'3 fartos mercaderes» (XLVIII) «diez ducados ha de ganancia». (LXI) 164.
copistaS corrigen sistemáticamente, pero no· sin que se les escape un «fue Como era de esperar aparecen confusiones inevitables: "aquí es unas gran­
al luengo de la isla. (14 oct.),~fue a tierra. (15 oct.), «fue a~erca del cabo des lagunas» (21 oct.), -en Guinea, adonde es mill maneras de lenguas,
. de la isla- (17 oct.), "yo a ellajl.:e» (XII), «yo estos días quefue a las islas (12 noy:); .con un es ambiguo que puede equivaler a «son., por la confu­
de Cabo Verde» (XXXIII), «la possession fu.e yo a tomar» (XLVIII), <<fue sión de tercera persona de singular y de plural. Pues bien, quizá esta sea
por privilegio y assiento» (LXXIV), casos todos ellos.en quefue es primera la m:mera niás sencilla de enmendar un pasaje complicado: «no pudo ver
persona. La coníunción puesto que es plenamente castellana; pero bajo esa nada '-p'~r ..las grandes arboledas, las cuales muy frescas, odoríferas- (3
forma se encubre asimismo el italiano posto che y el portugués posto que, en el que muy probablemente hay que entender «las cuales (es).• ,
en cuyo semido «aunque» la emplea siempre Colón. Muy característico con omisión del verbo por haplograña:
del Almirante es puriende (XIX, r.x::x:A'VII, LXXXVIII), corregido en el Dia­ En la mayor pane de la Romania no existe anículo neutro, por lo que
rio en porende (14, 17 Y 21 oct.); ahora bien, puriende no equivale sin .' cno:se puede hacer distinción entre un sustantivo y un adjetivo sustanti­
más a «por ende,., como suele pensarse, sino que corresponde al portu­ vado, que matiza el castellano con la oposición elllo. Así es como surgen

153 En el Man;o Paulo portugués editado por Valentim Fernandes (Lisboa, 1502) aparece ... También parece emplear Colón bada con este sentido: -bazfa de mí a él siete leguas.
.fremosas muyto. (1 46; II 58), ctnbalhosos muyto. (1 59), .proveitoso muyto. (111 8), .salios (24 oct.), .Ie quedaban otras .,:inco para llegar al cabo, adonde en medio de dos grandes mono
muyta. (111 30), con una posposición del adverbio que se encuentra también en Cadamosto tes bazia un degollado. (13 nov.), .allí hazta un altO de piedra. (16 nov.). Este uso se en­
(Viagens, p, 54) -el vento essendo bonazavole molro>, y que juzgo ajena al castellano, donde cuent..... también en portugués (eL ROleiro (.\(; André Simo¡s. HN. 111,;. 5176. r. 1 l·h': .no (';.lbo
documento -huevos mucho menudos. (Games, Victorial, 89, p. 281, 5) -mucho alegre. (Vale· dellos fas huma restinga de arda•. f. 121 r: .no (-aoo fas hum morro alto., F, 112r: -no (';lbo
n, Crónica ele los Reyes Católicos, p. 47, 17), .un perro... mucho bueno. (Urdaneta, relación da ense"dda fas huma serreta pequem.) )' en italiano (Cadamosto, Viagells, p,l6: -dal dilo
editada por F. Undlla, Uraaneta y la conquista ae las Filipinas, p. 411), pero no .menudos fiume sopra cada una dele doe bo<:'he faí banehi e schagni> J: en realidad, la elipsis del sujeto
mucho. o -bueno.mucho •. es la causante de que bace funcione como impersonal en apariencia.
58 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 59

esas extrañas expresiones de Colón que habá «del temporal» (XXX), «el deftnido, sino es que se trata de un fantasma lingüístico; se encuentra en
espiritual y el temporal .. (XXX; XXXVI; XLIX), «el más alto del mundo» los frecuentísimos que cualquier que encabezan .la frase en toda instruc­
(XXXI), «el contrario» (XXXVI; XXXVIII; XLIII; XLVIII, XCVIII), "el im­ ción, y que Colón, en su castellano hablado, funde en unasola palabra.
posible" (LXXXI), «el gastado» (LXI), «el necesario" (LXVIII), «el mío... La misma imprecisión aparece el 12 nov.: .ha aquí... el mejor puerto que
el suyo,; (XXXI), «el passado» (LXIX), «non haya effecto ni el uno ni el fasta oy vi... y que cualesquier navíos se puedan llegar el bordo a los mu­
otro,. (LXIX). De ahí se origina la. falta contraria: .10 porqué, yo sé que ros»; efectivamente, también-en este caso se puede interpretar quecuales­
no lo pudo ver ni sentir» (LXXVII, cf. IX), «otro libro de mis privilejios quier como una sola palabra. De existir quecualquier el 22 oct. quizá ha­
como lo sobredicho desé en Calis» (LXXXVIII). . ya que corregir verdad en erdad, portuguesismo por -heredad-. Al escri­
También es ambiguo el uso, ajeno al castellano, de la preposición a bir como hablaba, Colón incurre en errores de fonética sintáctica (cf. que
con infiníto sujeto o complemento directO: «desayudaría a pensar que -que e-); es probable que haya desaparecido otro verbo en la frase enig­
ninguna cosa grande se puede llevar a effew salvo .con pena, y asimismo mática: -desde enton<;es en mayor pena con los cristianos que no con los
consuela a.creer» (XXIV); «tanto más se doblava el poner esto a vitupe­ indios» (XLIII): da la impresión, en efecto, de que entoncesen no es
rio» (XXX); «la primera diligencia que fizo fue el tomar el oro';' (XLVIII); otra cosa que «entonces so en~. .
«no deve nadie de temer a tomar,. (LII!); «iu~ra grán cargo de con5<;ien­ Claro es que no siempre se mantiene' una-absolma ambigüedad y que
cía a dos dexar y dezamparalos» (I..XX.:'..Á1I); ~Su¿ Altezas mandan a hazer en los escritos de Colón aparecen italianismos, y no sólo en palabras co­
alguna innovación» (LXIV, cf. LXXXV, I.XA'XVí, XC!, XCII, XCIII); «en su mo símplice (14 oct.) o sintagmas como «jamás dicen de no. (V) i5S. Re­
mano parece que estaba a las descobrir..:{~{;:lV); «en mil papeles no sultan muy curiosos, por ejemplo, los siguientes pasajes: .avía en ella do­
cabría a recontar las asperezas de las tormentas» (LXXVI) «es imposible ze leguas fasta un cabo, y aquí yo llamé el cabo Hermoso» (19 oeL); ·este
a lo dezir por. escritO» (XCIII) ..En el último ejemplo parece sentirse un aqu( digo cabo'.Fermoso creo. que es isla apartada. de Samoeto.(190ct.);
«impossibile a dirlo» , con. una construcción híbrida como la que apare­ .despuésse llegaron a nos unos hombres d'ello~ y unoselleg6aquí; yo
ce enla Crónica 154 de Dino Compagni: «.i giovani e pió agevolea lngan­ di unoscascaveles ... y quedó muy contento:' (:21 oct.); .Diego dé Sal¡;edo
nare che i vecchi». Pero el hecho es que en antiguo veneciano él funcio­ llegó a mL.., el cual me dio la vida: .. ; aqu.í no se puede pagara precio
na igual que lo usa Colón: «Dio a impromesoa dar», «mata causa sea aprecíado»(LXXVII). Una lecmra atenta nos sugiere que hay que leer «cabo
demandar» ( «estúpida cosa es preguntar» )l~jde tOdas maneras también a quí., <uno a quio, etc.: aunque en castellano antiguo Plleda existir este
en. portugués es posible decir: «custaa crer umacoisa assim» 151. qui, sospecho que en realidad nos encontramos ante un ehi ¡táliano. Así
La vacilación que presentan el portugués y el castellano en el uso de también ruxengero (LXXVI) parece más bien un italianísmoque la forma
la (1- protética le resulta a Colón de la mayor utilidad; así, sin hace.t: más arcaica castellana.
averiguaciones, confunde cerca y acerca, tajar y atajar, tras y .atrás, Dante usa en característica colocación enfática el adverbio tanto en la
fuera y afuera, dentro y adentro, llegar y allegar, tentar y atentar, ca­ frase .tantO e amara_ 159 .Ejemolos semejantes, a veces mal entendidos, se
tamientp y acatamiento, catadura y acatadu.ra, etc. En último término, encuentran en Colón: .Tant~ son gente de amor» (25 dic.); ~tanto son
parece daro que Colón ha aprendido el. castellano de oído, practicándolo fieles» (26 dic.); «tanto los teníac;iegos la cudi¡:;ia» (XLIII), v en segun­
día a día. Es bien conocido que los pronombres, y sobre todo los indefi­ do lugar de la frase «quedaron tanto nuestros que era maravilla. (11 oct.),
nidos, se prestan siempre a múltiples confusiones; pues bien, una muy .son tánto sin engaño» (V); «esternJ mal es tan malo y el frío tanto con­
curiosa aglutinación de que y quequier aparece en -daban cuanto tenían forme a me le fabore<;er» (LXXXIII). Por tanto, sorprende leer: «tanto fue
porquequequiera que les davan» (3 dic.), yen otro pasaje, en un cOntex­ el grande aviamiento y diligencia" (25 dic.), que quizá deba corregirse en.
to semejante, se' lee: .mas es tan poco que no es nada; que es verdad «tanto fue grande el aviamiento •. Ahora bien, hay que guardarse de po­
quecil.alquier poca cosa que !Se les dé> (22 OCL). El origen de este raro in- ner con demasiada ligereza etiqueta de italianismo a «quiero ir tanto
avante» (19 oct.), «grande avante» (15 oct.) o «tantavant,. (L'XV1I); en efec­
to, en portugués .se pueden aducir paralelos exactos: -como fores (anto
ISSRerum' Itallcarum .scriptores, IX 2, p. 66.
1" G. Rohlfs, Grammatica s/Orica. 1II. p. 94.
1>1 Pi12r V<1zquex Cuesta y Maria Albertina Mendes da Luz, Gramática portIlRIlt!sa. Madria,

1971, ll. p. 241. Vf::3se la diferO!ncia de los ejemplos de infinitivo con a ,itaúos por R. Menén­ W Decir de no aparece en la lozana Andaluza, M:lmo!reto 48, 60.

dez Pida! (Cantar de Mío Cid. l. p. 351, § 161 2), aunque también sO! lI~a .(., ti kr· ·h,,\" quc' 1$1 In/erno l 7. Claro es que el mismo orden de palabras aparece en ClStellano medie"al

hacer•. (d. R. Menéndez Pidal, Cantar de Mío Cid, n, p. 862, \O ss.).

~
'!!I
60 Introducción 61
Cristóbal Colón. Textos y ,documentos

avante como ell:l~16G, y aun en castellano del s. XVI coexisten las dos for­ «parec:;ióle que cierto devía de tener oro» (25 nov.); gierto yo non tengo

mas en el mismo derrotero: «llegando tan adelante como la boca del río. armas» (XXIX); «gierto, si así fuera ..., yo creo,. (XXX); ..que cierto yo

frente a «estando tanto abante como donde debemos de ir~ 161; «tanto cognozco que todo es vano,. (XXX frg.); "y cierto, la razón que dan a

avante. y también «poco avante» es la única expresión que conoce el pi­ ello pare<;e auténtica), (XXXIII); «y cierto non sería .su servic:;io» (XIX);

loto Martín de Uriarte 162 ; en defmitlva, ha sido,el extranjerismo el que ha "como cierto allegamos más grande enseñanza de aquello que depren­

triunfado en nuestro .léxico náutico, que usa un absurdo «tanto avante demos por nuestra propia espirenzia» (LXVII); «gierto, estoy con gran

con•. temor» (LXXXI); «Y cierto sin ninguna duda después devuelto aquí non

El 13 dic. se lee: cDixeron los cristianos al Almirante que era toda sosegaré» (LXIX); «cierto los vi en mayor peligro que nunca" (LXXIX);

gente más hermosa y de mejor condir;ión que ninguna otra de las que «cierto yo avía caído en lo qu.e cumplía» (LXXIX), Pues bien,en una

avían hasta alli hallado, porque dize el Almirante que no sabe cómo ocasión copia Las Casas: «por cierto, cuando me preguntaron por las

puedan ser de mejor condición que las otras,,; así también en LXXIV: «La personas de acá en quien pudiese tener el Señor Adelantado <;onsejo y

calidad (del oro) es grande, porque ninguno d'estos jamás .avía visto mi­ confianza, yo os nombré primero que a otro» (XXXVIII). Todo hace

nas,. Parece claro, si se examina con un poco de atención ambos pasajes, sospechar que·sedebe corregir "'por(que) cierto», secuencia que apa­

que porque aqui significa "aunque.; pero tal semido no lo tuvO nunca rece dos veces más: -"porque cierto son necesarios" (VII) y «porque

porque, que en realidad encubre, bajo una forma castellana, el italiano cierto, bien que yo estuviese acá absente... » (XXIV). Este cierto recuerda

purcbe (cf. pur enpuriende). De la misma manera, y siguiendo la norma mucho al certo italiano, pero el adverbio --conviene advenirlo-- aparece

de economía ya apuntada, el tan habitual bien que usado como caunque. también en castellano 165, y se convierte incluso en una muletilla no ya de

no parece ser otra cosa que bencbe, así como afin que (IX, LXII) debe Las Casas, que podía haberla tomado de Colón, sino de fray Diego Du­

1: de ser affincbe. rm 166. Otra vez, pues, la sospecha no puede materializarse en una realidad.

I
Colón efi1plea muy a menudo el adverbio proprio en la acepción ita­ San! Theramo(16 en.) se llama el cabo oríentaIde la isla Española. El
1; liana «cabalmenté.:«aquela escritura, la cual viene proprio fIx:ada para . motivo de esta denominación lo encontramos en. el Breve compendio de
I~ tan altos prínc:;epes» (LIV). Pero este propn'o está enmascarado ·la . la spbera de Martín Cortés 161: «Este nombre de Erasmo dizen los de Ná c .
mayoría de las veces: «per;e ... que. parer;ía proprio puerco. (16 nov,); poles Eremo, y por discurso· de días quitada una.e. por síncopa ha
«aquella tÍerra·era muy alta ... propria dii tierra de Castilla. (7 dic.); quedado en .el nombre de Santermo. Los. españoles, que jamás saben - :,'
r ~saltó una lir;;a como las de España propria en la barca. (7 dic.); craizes guardar vocabló ageno o estrangero, le llaman Santelmo»; Por tanto, para ",:

que son muy sabrosas: proprio gUStO de castañas. (16 dic.); cun cinto tener un buen tomaviaje, se ha puesto a este cabo bajo la advocación .de
r que es proprio como los de Castilla. (18 díc.); «que parece propria como Santelmo, nombre que todavía conserva su fonética primitiva (<<capo di
[; la sierra de Córdova. (5 en.); «las flechas son proprias como las azaga­ Santo Elmo» traduce._Ulloa 168 , que sin embargo escribe poco después
15
" yas de las otras gentes. (15 en.). No obstante, el saonés,Michele de cSanto Ermo<), Coh una -a- que quizá sea anaptíctica1$9. Tampoco falta en
Cuneo usa estas curiosas formas flexionadas: csonf\o carne..proprie de el Diario el récuerdoa.otro de los Cuerpos Santos, S. Nicolás, que da
sturnellh, eJi e a11cora de un'altra tatione pesce proprie como uno nombre 2 un puerG é: la Española (6 dic.), cercano, como no podi:;: me­
bagio. 163 . Es una pena que la misma construcción aparezca en
portugués 164.: -outras acbores ha hi proprias como aquellas., che proprio
como a grlia', enace proprio como ho d'aca». e, .~~5_.1'n Bernal. Crónica de los Reyes Católicos, 179 (p. 420), Lozana Atltialuza Ma­

OtrO adverbio que Colón gusta mucho de emplear es cierto: moúéfo44, etc. (para el portugués cf. Carnees, Lus. V 95; VII 38; VIII 39; X 55). Pero ¿bkr.

vese que un Marqués de Santillana había preferido el uso de certas, 'daro gaJidsmo.

iN Historia de las Indias de Nueva Espaiia., ¡ 9,21; I 10,17; 1 11,22; etc., edici6n de

no M2nuscrito Valentim Femandes, p. 213; er. en el ms. BN 3176, f. lOO r. loar, 116r. A. M. G:uibay.

etc. o Diario tia Viagem de Vasco da Gama, f. 12. 107 Parte n, cap. 20, f. 58t.

¡l. Derrotero de Isidro de la Puebla, BN ~s. 4541, f. 16v y S9r respectivamente «tanto 1" H. Colón, Historie 36 (1, p. 219) Y 45 (1, p. 261) respectivamente. Ariosto recuerd:! da

avante. también enf. 61r, 66r, BOv); asimismo Hemando de los Ríos Coronel (BN. ms..~212. disiata luce di santo Ermo. (Orlando furiOSO. XIX 50). En una cart:a escrita en Granad:! en sep­

f. 79r) usa ces=do tantO avante como ella •. cr. otros casos en Col. doc. inéd. Ultramar. sé· tiembre de 1SO 1, anma An~elo Trevisan (Racc.• JlI 1, p. S8. 26) que las naves de Colón _qllam

gune!;¡ serie, III, p. 50, 70.


primum zonseno a San Thermo, che cosi llano chi:unata quella costa Xamana. ( '" Pedro Már·

111 &tE 77, p. 137 b; 138 b Y 1S4 a respectivamente.


tir, [)ecades, 12, f. 6r).

UI Racc., III 2, p. 101,20 Y 30.


Uf cr. C 258, 296, 316 y 406 Atbalans, e 374, 404 Atbalan/em (Atb Jantem d·Am~·). que

1M Manuscrito Valentim Femandes, p. S9 y 128.


es forma quizá portuguesa: Atalante usa Duane Pacheco (Esmeralda, 121 ¡p. 35).

"-r­
t'
,.

62 Cristóbal Colón. TextOs y documentos Introducció'n 63

nos, al Cabo de la Estrella, el más occidental de Haití. De esta suerte la Al.leer en la Historia rerum una sucinta relación de las islas Lípari,
Española queda enmarcada en náuticas luminarlas. Colón anota al margen: Eedem imute uicanie, id est, burcam, $Unt, 9 173 •
El 16 de septiembre ve Colón en el mar «muchas manadas de yerba Todo el interés de este telegráfico texto reside en la pahlbra burcam o
muy verde-, Navarrete, sorprendido, con razón', ante la aparición de tales burcan, que Buron 11• no entiende (de ahí su errónea interpretación in
manadas, propone corregír «manchas,.. No obstante, sobre toda enmien­ Boream «situées en Borée») y que de manera palad.in;¡ quiere decir «vol­
da: manada no es más que un manata «manojo» castellanizado t
cán». En efecto, en antiguo genovés se utilizaba la palabra borcban con la
(cmaccrue d'erba» traduce sin embargo UUoa 171), como «aburrir la vida.
(XXIV) hace que se transparente un ..ahorrire la vita» , «odiar la vida», por
más que no cabe olvidar que esta acepción de aburrir es propia también
del español medieval y que asimismo, según afirma Covarrubias. en su
I

acepción figurada de infierno m; y de este uso deriva el otro nombre de


Tenerife, la «isla del Infierno. m .
Con todo el Almii:ante siempre nos sorprende: en varias ocasiones
usa la palabra tablacbina 111 , un diminutivo de ta/:>oiaa:io «escudo».,
Tesoro (s.u., f. 535r), -manada de alcacel o yervase dize aquello que se
puede coger con la mano": y así escribe AndréS de Tapia en la relación
publicada por. Ga,rcfa !cazbaiceta (Col. doc. inéditos. Hist. México, lI,
I

cuando en el vecino Portugal se seguía diciendo por aque! entonces con


mayor propiedad tavolacbina 178 ; claro es que Ulloalnusa un macarróni­
co tablacine en su traducción italiana.
p. 586) (rl.:le~los indios vinieron dende a pocos días a traer ciertas mana­
das de . 'verde., ItalianO' semeja también con pena ccon dificultad»
(23 dic" L"OCIV). Resulta chocante que hasta ahora no se hayan 8. Las apostillas colombinas
traído a ·cobcién algunos claros. italianismos que se cuelan en las apos­
.tillas. Un lugar de hono.r merece porsimoium (B 861) ..perejil», forma Como es sabido, se conserva hoy en la Biblioteca Colombina de Se­
.dialectal que corresponde al veneciano· y . mantuano persémolo 111 • En villa una serie de libros anotados por e! Almirante, algunos q.e·,los cuales
otro lugar se le escapa a Colón un extreti (C23: per.ea que bic extreti ex .fueron conocidos y utilizados desde antiguo. Al hablar del volumen . de
suis libris),de.estrarre, perfecto típico deLitaliano, pero de.un italiano Pedro d'Ailly, Las. Casas anota: ,«este libro muy viejO tuve yo muchas ye­
dialectal. que ha extendido la desinencia en -ettí a losverbos,en _a_m. ces en mis manos, de donde saqué algunas cosasescripcasen latín por el
Más dificiles de etiquetar son vocablos como uiagium(C 23), pasagium. dicho Almirante CristóbaiColón. 180 • A finales del siglo el bene­
(C 297), seta <seda» (D 137), comunes al latín bajomedieval, pero de \

empleo.. espontáneo en un genovés. Tampoco es determinantelitu


(C 323), ya que lito es común al italiano y al portugués, ni misclatur
(B 414), de un misclare .. mezclar». En cambio, apuntan al italiano grafiaS 173 C 350, f. 31r. En el texto está impreso wlcanie, lo que el despiste del Alminm­
como totto, totta (B 498, 856), o la asimilación, con posterior simplifica­ (e. que no es un lince para detectar errores. En el f. 7r de la nrrom se lee que los

1
dón, del grupo -Cl- (proferí en B 599, subata en B 196, etc.), con la~ Atacas disfrutan de miram... aeris dementiam (e!. Salín. Conifi!J;t. 51 !); esta errara evidente

por clememiam es recogida cuidadosamente en la apostilla (B 59: miram ti.icum aeris de­
muy curiosas ultracorrecciones ectate (C 709; 742; 800; 818; B 240);,.
mentíam ministrare). Así se mantiene en B 14 agatus por agatur, en D ;4 assesiuis en vez

nacttones (C639), complecta (C 621); también suena a italianismo la ge­ de assesinis, en B 715 parríssima por p81'l:issima, ere.

minación de la dental sorda en ciuitatte (C 287; 654;- B 570), ectatte ,,< ¡mago mundi. ll, p. 41 L

. (C 800), medietatti (C 494), sactetatte (C 485), pluralitatte (C 654), nati­

11S Battisti-A1t:ssio, Dizionario 'etimologico, V, p.4093. Del italiano bolean procede el

portugués I7ulcam, <um negrume no ar a que os marinheiros de GUiné c.hamam bulcáo. Ooao
vitatte (C 805), propinquitattem (B 240), qualitatte (B404). En C 100
de Barros, Asia, primero década; libro V, cap. II, ed. Lisboa, 1945, 1, p. 185). Duarre Pacheco
aparece uenierunt ymagi; bien es verdad que la apostilla está escrita en (Esmeraldo IV 5 p. 103) recomienda que, -na oro em que virem alguum relampaguo ou fmil
la ymago mundi, pero ymagi disfraza un italíarusimo i magi -los magos». ou óulcam negro, hamainem suas veUas•.
l7S '¡¡ha do Enfemo porque ¡cm emdma huü algar pe!' ande sae c:ontinuada.'11ente fogo>

(Manuscrito Valentim Femandes, p. 103); cf. Las Casas, Historia, 120 (p. 78 b); La denomina~
ción aparece. ya en el¡ru¡pa dePizzigani (1367)..
170 H. Colón, Historie. 17 (1, p. 140). 17~ 9 en., XV, cf. Berna!, Crónica de los Reyes Católicos, 119 (p. 286), las Casas, His­
171 Battisti-A1essio, Dtzionario etimologico, IV, p. 3077 b. En esta misma aposülla remolio toria, 1 132 (p. 354 b Y 355 a y b). 133 (p. 357 b).
es· ciar.! grafía latinizante de un .remojo> que. convendrí:¡ documentar en italiano; salJJlO­
niDco proviene por haplogrofía de salamwl/iaco. do<:um..:nrado en ~':lStdlan() ya en 1440; se­
nieo, en fm, parece deberse a un falso corte etimológico de ar-senico.
\, In Cf. Diario da viagem de Vasco da Gama. f. 20: .tr.lzlam arcos c:om suas frechas·muito
Comprldas e tauo~, Manuscrito Valentim Femandes, p: 114: ,fazc:m d'ele tauolacb­
mas (síc) e pauezas e gamellas grondes e pequenas•.
In Rohlfs, Grammatica storica, U,. p. 322, documenta estas form3S en la Umbría, en el 17t Historie, 70 (!I, p.. 95).
Lado septentrional y en las Marcas. I!q Historia,. 1 1 1 (p. 43 b)..

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64 Cristóbal Colón. Textos y documentos . Introducción
65
mérito bibliotecario de la Colombina Simón de la Rosa añadió otros in­ un domirtio magisttal de la técnica de las abreviatutaS.Desde el punto de vista del contenido,

cunables más a la lista de libros con apostillas colombinas, entre ellos la el glosador ha recibido una educación escolástica (C 562; 564; 588), hace gala de un interés

Historia. rerum ubique gestarum de Pío n, la traducción latina de Marco humanístico (C 197; 751) e histórico (C 777; 787) y su intétés se vuelca sobre los temas reli­

giosos (e 449; 552; 578; 717; 752;810), luego es un religioso. másbien un ftanciscano rC 781

Polo y la versión de la Historia natura.l. de Pilnio. Estas notas, que se li­ y 787), por exclusión, pues, un ftalle de 12 RJíblcJ;;¡: .ni más ni menos que Antortio-de Marche­

mitan en la mayoría de los casos a transcribir sin más el texto .impreso , na, que se puso a enseñar padentemente a Colón cosmogr.lflll., una vez que éste se dio cuenta

ofrecen sin embargo un interés extraordinario para conocer la mentali­ del ridículo que habla hechoaÍlte la Junta Real. En cuanlO a la Historia rerum, reconoce

dad de Colón y aun algunos pormenores de su biografía. Pero nada que Streicher que el libro estuvo en Ponugal, donde se escribieron las notas referentes a viajes a la

costa africana; en el 1484 se encuentta en España, donde se recJ;;¡cta la nota 858; después Pasó

toque a Colón puede ser simple y diáfano, y las apostillas no son la ex­ a manos de un religioso humanista, que muy probablemente era italiano (de ah! su parridismo

cepción a la regla. En efecto, después de transcribir una de .las notas al por Génova). Por último, tanto la ¡mago mundi como la HistOria rerum fueron anotacj;;¡s du­

tratado de d'Ailly (C 23 = 7), concluye: «La letra yo la conozco ser 'de rante algún tiempo por el mismo glosador. En conclusión, pues, de.la ¡mago mundi se salvan

BmoloméColón, porque tuve muchas suyas. m . He ~quí planteado el para Streicher las notas 323.. 547, 780 y 796, mienttas que. todas las apostillas de la Historiase

ven fulminacj;;¡s con el anat~a .


./ espinoso problema: las notas que se encuentran en libros pertenecientes
.'\ a Cristóbal Colón ¿han sido escritas por Cristóbal o por su hennano Bar­ Los argumemos paleográficosresulran extremadamente endebles, y

. tolomé? La dificultad parece agravarse por cuanto se aprecian sobre todo más si se tiene en cuenta que el propio Streicher tiene que reconocer que

dos tipos de letra: una tendente a la cursiva, otra de una minúscula senta c esa letra cursiva que él rechaza como propia de Colón tiene «un parecido

da. verd2deramente chocante. (<<eine geradezu verblüffende Áhnlichkeit.)

S. de la Rosa 182 , consciente de la dificultad, señaló, en general, como con la cursiva de las cartas y de las notas marginales seguras del Almiran­

I propias de B;molomélas notas de letra sentada, es decir, todas las que te. La historia de los libros que traza Streicher viene a corresponder a la

! tienen algún.iralorautobiográfico;Poco después, De Lollis 183 , al hacer la trayectoria vital de Colón; y. sólo un empecinamiento digno de mejor

única edición' completa; declaró que tanto unas como otras eran origina­ causa puede cegar los ojos del estudioso alemá11que,' deslizándose ya por

les de D,Cristóbal; Desde entonces los historiadores manejaron las ano­ un precipicio,tiene que afirmar que en la Relacióndelteréer viaje Colón
-.:;
I
taciones como mejor convenía a su~ ,intt!reses investigadores; hasta. que está aprovechando una serie de notas escritas por otro'lector en el f. 13r
I

en 1928 F. Streicher l84 dio a conocer lo que pretendía ser un riguroso delalmago mundi;Comoera de prever, tales ideas apriorísticas no tu- .

análisis paleográfico de todos los autógrafos colombinos. 'De este estudio vieron gran aceptación, y el propio Menéndez Pídal 18S señaló alguna de

se desprendía que las notas en minúscula sentada no habían sido escritas sus inconsistencias. Con todo,eLfracaso· de. Streíchertrajo una conse­

por Colón; pero tampoco escapaban a la censura intransigente de cuencia negativa, pues supuso que de las presuntas apostillas colombinas

Streicher la mayoría de las notas en cursiva. se siguiera haciendo un.u$o-.~bjtrario: tanto sirven para demostrar una

cosa como otra, ya se las emplea para ilustrar la vida de Cristóbal como

En efectO. Streicher (p. 231 Y ss.) hace tres reparos a su"alltenticicJ;;¡d: a) presentan máli re· para trazar el perfil biográfic() de 'erutoloméIS6.

gularicJ;;¡d y seguricJ;;¡d de la que sería de esperar del Colón de los años 80; b) algunas letras.
como g y m, tienen un ductus que no se encuentta en la. minúscula de Colón; c) demuesttan
,.. lA lengua de CrisIVóai Ca/cm, p. 4~ ss. Siento que no me haya sido accesible la crítica

de G. E Nunn, lsis, XXIV, pp. 136·41. EIi el discreto libro de A. M.a Mateo (COlón e ¡sabella

1&1 Historia, J 27 (p. 104 a). Católica, Valladolid, 1942, p. 19 Y 63 ss.) se aceptan los criterios paleográficos de Slreicher,

112 Líbros y autógrafos de D. Cristóbal Colón. Discursos leídos ante la Real ACademia aunque con ciertos reparos no expresados de manera explícita. Sobre los libros y las apos.

Sel'illana de Buenas Letras en la recepción pública del Dr. Simón de la Rosa y López el 29 . ¡IÍlas colombinas remito ahora a mis Mitos'y utopías del Descubrimiento. 1. Colón y su tiem.
dejunio de 1891, Sevilla, 1891, p. 31 ss. Con gran rigor cientifico De la Rosa concluía que la po; Madrid, 1989, p. 123 ss. De la bibliografía extranjera reciente destacan sobre tOdo dos
lmago mundi debió de haber continuado en manos de Bmolomé y en Lisboa por lo menos excelentes artículos de S. Pittaluga: .1I "Vocabulario" usato da Cristoforo Colombo., Coturn­
hasta 1491, fecha en que se escribió la apostilla e 621. Esta conclusión es inaceptable. a mi beis, I (1986) 107 ss., y .Cristoforo Colombo amanuense e itsuo incunabulo del Co/bolicon
di Giovanni Balbi>, Columbeis, Il (1.987) J37 ss.
juicio, pero coherente con la historia del volumen. Llevada esta teoría a sus últimas conse·
tu Aceptan, por ejemplo, que las notas y en concreto la C 26 haya sido escrita por Cristó­
cuencias lógicas por H. Vignaud (Histoire critique, n, p. 339 ss.) resulta que este ttatado de
d'Ailiy, fuente fund:;¡memal de los conocimientos geográficos de Colón, no llegó a sus manos bal Cojón Varnhagen, Bulletin de la Socíété de Géograpbíe de Paris,. XV (1858) 71; H. Harris­
hasta 1494, año en que volvieron a reunirse los dos hermanos; lás ideas geográficas de Colón, se, D. Fernando Colón, Sevilla, 1871, p. 76 y n. o 110; J. M. Asensio, Cristóbal Colón, Barce­
que l!C exponen-por primera vez en el Diario del tercer viaje, serían por ende muy wdías
(cL lona, s. a., 1, p. 136, pero en contta S. de la Rosa en p. 217 ss.; C. RMarkham, Llfe of Cbm­
topber Co/umbus, n, p. 344, m, pp. 482-84; Buron; /mago mundi, 1, p. 209; Ballesteros, Cristó­
en COntta De Lollis, Cristoforo Colombo, p. 386 ss.).
1Il RQCc. 1 3, p. Vlm ss.
bal Colón, J, p. 353; Moriscn, El Almirante, p. 72,1 i3, 1~2 ss.; A, Rumeu de Armas, Hemando
114 Die KoIu.mbu.s-Originale, eine paJaograpbiscbe Sludie, en Spaníscbe Forscbunge1'/ der
Colón, bistorlador del descubrimiento de América, Madrid, 1973, p. 11.1, entre otros. Niegan su
pertenencia a D. Cristóbal H. Vignaud y j. Manzano, por ejemplo (d. n. Q 192). Es notllble la
GorresgeselJscbaft, 1(1928) 196 ss.
posición de.la bibliografía portuguesa ante estas notas, en las que, como es sabido, se con­
66 Cristóbal Colón. Textos y documentos. Introducción 67

En esta tesitura conviene volver a Las Casas y a su embarullado dicta­


febrero de 1488 en Londres un mapamundi para presentarlo al rey Enri­

men, pues afirma, sí, que la nota es de mano de Bartolomé, aunque con­
que VII, y de la corte inglesa ya no había de moverse hasta muchos años

fiesa que ignora si la escribió por su cuenta o para su hermano Cristóbal;


después. Los que piensan que Díaz volvió en 1487 úenen que explicar

tampoco se muestra muy preciso sobre si Bartolomé, Cristóbal y los dos


entonces la leyenda latina que encarece el vaior del mapa, leyenda que

al tiempo se hallaron en el descubrimiento del cabo de Buena Esperanza.


por cierto no entendió Las Casas. En efecto, destaca BartoJomé, como

De este piélago de dudas emerge un hecho innegable; y es que" tanto


apOrtaCión importantísima, el hecho de haber diseñado la zona tórrida,

Hernando Colón 181 como el propio Las Casas 188 utilizan, al esbozar la vi­
ames desconocida y surcada entonces por.las quillas del pueblo español

da de Colón, otra nota de la [mago mundi (490 =< 5) como si se tratara


(Le. portugués). Evidentemente, Bartolomé Colón dibujó sólo las costas

de un escrito del Almirante, y que ambos citan un breve texto que puede
del Africa equinoccial porque no se había avistado todavía el cabo de

referirse a B 22 (= 2) a C 16 (= 3) o a C 234 ( 4). Pues bien, todas estas


Buena Esperanza, que habría señalado sin duda como novedad máxima

apostillas están trazadas con la inconfundible letra sentada que Las Casas
no sólo en el mapa (como hizo en 1489 Henricus Martellus), sino tam­

considera propia de Bartolomé Colón. Parece más que extraño que D.


bién en el letrero latino, de haber visto los diarios y el derrotero de Díaz.

Herri<lnqo pudiese fncurrir en un error tan garrafal como el de confundir

..la'kt,ra de su padre y la de-su do, esa letra que, en cambio, Las cásas era
cap:u de distinguir. El corolario es que también C 23 (== 7) es un texto de las opiniones varían. H. Vlgnaud(Histoire critique, 1, p. 406 Y sobre lodo 434 ss.), que atribu­

ye a Bartolomé!:l a~tiUa C 23 y iamblén la B 860, pero no laC 490. data la arribada en di­

,D.. ~riStóbal, y que ha de utilizarse como testimonio autObiográfico 190. ciembre de 1487, siguiendo una sugerencia de !.as casas. Tal es también. en resumen, la ~i­

--Ba.itolomé Díaz llegó a Lisboa, según el testimonio expreso de la nota, en ción de J. Manzano (Cristóbal Colón. 7 añ.os decisit'os de su ¡'ida [1485-1492]. Madrid, 1964,

Diciembre de 1488; ese mismo año había doblado el Cabo, según consta p. 451), de acuerdo con las úl[imas ideas de E. Jos. En cambio aceptan la fecha de 1488 como

la de la llegada de Díaz D. Peres (Hist6ria dos descobrimentos ponulweses, POflO, 194:1,

por Duarte Pacheco 191 .. y sólo los más tardíos Barros y Galvao apuntan a p. 220 SS,), Morison (El.tllmirante,. p. 113 Y 119,n;" 29) y,. suponiendo que lano[a st:'.lde

'un retomo en 1487 192 • Pues bien, Bartolomé Colón terminabá el 13 de mano de Bartolomé, E. Jos (ln¡'estigaci01leS sobre la ¡-ida y obra iniciales de Don Fernando

Colón" Sevilla, 1945; p. 129) Y A.·Cones:lo (História da':cartoRrafiá portuguesa. COimbra,

tienen groseros enoresde .mediciÓn; A. Fon[oura da Costa (A ,marlnbaria' dosdescobrlmien- .


1970. 11, p. 2(6), por ejemplo. No está de más editar los pretenciosos hexámetros de Banolo­

to.s, Lisboa, 1960, pp. 36-38) no entra en problemas de atrlbución,.pues lo q\le le.i.meresase­
mé, un tanto desfigurados lamo en las ediciones de D. Fernando (cap. 11 [l. pp. 96-97]) como

i'laI2.r es que. laS tres latitu~ de las a~dllas El 22 (~2), B 8ÓO ( = 6) Y C 490 ( = 5) es~ em­
de !.as Casas (1 29 [p. 1(9));
das: en tan burdaconfusión"t1o podían dler los. grandes naveg¡ulIes portugueses. Es[a ~tura

patriotera :tiene enormes inconvenientes,. porque puede ser utilizada al revés: as! A. MagnaghJ
Terrarum quicumque .cupis. felici[er oras.
(Eolletlnc dei14 Reale Sodeta Geografica Italiana, s. VI, v (1928) 459 SS" 553 ss.), aceptando
Noscere, cuncta decens hae~ te piclura docebit,
la pater¡Íidad cdstobalina, imputa estas equivocaCÍones :1 la ciencia portúguesa, observando d<;
Quam Strabo affirmat, Ptolomaeus, Plinius atque
paso que IMestre José tomó la altura en el di:a que era entonces equinoccio de,péjriiavera; los
lsidorus, non una tamen sememia quisque:.
demás errores de Colón (suponer que Cub:t estab:t a 42" N.) están hechos, según Magnaghi, a
5 Pingitur hic etíam nuper suic~ta carínis

conéiencla, ya que COlón no queña que se supiera que l2s nuevas tierras estaban al S. del pa­
Hispanae zona il!:l, -prius incognita, gentis

ralelo de las Carumas, para evitar que el deTeCho de posesión fuera impugnado por la Corona
Torrida, quae tandem nunc est nmissima mul[ís.

portuguesa. En cambio, ni siquiera se plantea el problema que nos interesa R. A. Laguarda

Trias (El enigmaáe fas lalitudes de C;;¡lón, V:illadoüd~ 1974, p. 29 ss.), sino que da.por hecho
¡anua cui patria est. nomen cuí Bartholomaeus

que las notas sonde D. Cris[óbal: los d1culos equivocados se deben:l que Colón det.ermina
Columbus de Terra Rubr:!, opus edidít isiud

lati[udes deduciéndolas de la situación del punto sobre la carta; en el <::aso de 1a latitud 34 "N,
10 Londiniis anno Domini millesimo quater

señala !..aguarda que Colón ha obtenido esa latitud por la duración del di:a: por eso mide el 13
Cemessimo octles decimo atque insuper anno

de diciembre (solsticio de Invierno) la duración del' d1a, Y a este fm sirve la tabla de duración
Oelauo decimaque die cum tertla mensis
)
.i
de los dlas solstldales inserta en los primeros foUos de la ¡mago mundí.
Februari.Laudes Domino cantentur abunde.

I
ID Historie, 4 (l. p. 31).

lA Historia, 1 3 (p. 24 a).


I felicHer H ; atque aequoris B 2 haec le B : docte H 3 Strabo afftrm:u H : probat et Strabo E
in Este es el gr:m argumento de De Lollis, Raa::., I 3, pp: XII-Xlll, y de él se apercibe sin
4 quisque H : quels est E. que parece corrección para enderezar el metro 5 PingilUr om. B 6
refutarlo H. Vlgnaud (Hlstolre- crl1tque, l. p. 64 n., y 96). Quiero señ2Iar aquí que !:IntoMag- Hispanae corrección mía: Híspania B, Hlspanis H 1/ gend.~ corrección mía: gentí HE (antes
02gbi (Boli. R. Soc. Geogr. It,; v (1928) 468 n." 2) como Morison (El Almirante, p. 72) unen
bab(a pensado 1m ~'UncIL~) 8 lanua H : Gennua B 11 LXXX H : octíesque uno E 12 cum tertia
en e 490 ( .. 5) sepe con navlgando.. Tr:;¡duzco como mejor corre el texto latino y como lo en­
om. B 13 l'ebruari H: l'ebruarii E.
tendió Las. Ds:Is (es':unblgua la versión de D. Hetn2I1do).
!xislen Otras incongruenci2s: Bartolomé, que según Las Casas (Historia, I 10 I [p. 282 aJ),
110 Tal es el argumento de H. Hamsse (D. Fernando Colón, p. 76; n." 110) Y de E. G. Ra­ -era muy buen escribano, mejor que el A1mir.:Ulte>, resulta que hace es[eepigrama -de muy
vensteln, Geogr. jOUTtUli, XVI (19OOJ 639 ss. mala y corrupta letra y sin ortogrnl:l' (Historia, 129 [p. 109 al), yeso que en este mapa hubo
1'1 EsmertJldo. III 7 (p. 90). d<; esmerarse al má.ximo para atraerse el {¡¡vor real. D. Hemando (Historie II [1, p. 95» afirma
Uf u imprecisión' cronológica en torno al vl:lje de B:utoJomé DI':u: es grilnde, y por eUo, que no tenia letras latinas. !.as Casas (1 29 [p_ 109 aJ) que era .latino>.
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68 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción


69
Para poder entender el problema de las apostillas interesa destacar un pues resulta que también las apostIllas «autógrafas,. son «copias,., y que
hecho fundamental, y es que Colón, tan poco ducho en la lengua latina, para revelar el pensamiento o la lengua de Colón resultan igualmente
,
. f; tan tosco a veces en su manera de anOtar, no comete ni una sola in­ ilustrativas esas presunt2S notas que no hansidó pasadas.a limpio por la
corrección, no hace la más mininia tachadura 193 en esasnota5 que resul­ mano del Almirante. En definitiva, pues, .las apostillas forman un bloque
tan impecables. Tan sorprendente limpieza en la ejecución gráfica no homogéneo, 'que refleja una misma manera de pensar, una misma lengua
puede deberse a una casualidad. La única explicación lógica que se ofre­ y unos hábitos gráficos comunes, que no pueden ser~tribuidos sino a
ce es que Colón, antes de pasar a limpio las apostillas al margen de' su

<
Cristóbal Colón. Algunas singularidades gráficas se dan tanto en cursiva
ejemplar, hacía un borrador previo: el precio de los libros entonces no como en sentada: por cum aparece có 'en cursiva en C 558 (f. 50v), B 743
permitía otra cosa. Existe pues, una fase de copia, y de hecho, sólo a par­ (f. 76v), en minúscula sentada en B 860 (f. final vuelto); en letra redonda
. tir de la copia de un borrador se pueden explicar galimatías como los está uenierunt (por uenerunt) en C 100 (f, 19r), en cursiva en B 10 (f. 2v)
que ofrecen algunas apostillas, como por ejemplo B 332 Maumetbes y C 246 (f. 25v)lH.
Pbeudo (sic) e:rortus propbeta est boc tempore (pío 11: Hoc tempore Este carácter unitario de.lasnotas explica las referencias cruzadas que
Maumetbes pseudo propbetaexortus est) o C 385 ab Occeano Sitico pro­ se reúnen en 1 dlt~. Y esta.scítas también pueden referirse<l.l texw impre­
I, cedensper quem Hircanos in Sitas descendens (d'Ailly:ab Oceano pro­ so: la apostilla C 881 (f. 129r) ut t'n isto in 127 constat envía .allector al
cedens Scttico el in ScUas Hircanosque descendens). La primera ha de f. 127r, donde efectivamente se habla de que Dios arrojó a Adán del
proceder, en efecto, de.una minuta dispuesta así: Paraíso al campo de Damasco; en B 22 (f. 3v) ut laciusbic folía de fronte
constat la referencia es más cercana, al «folio de enfrente,., el 4r, que
exortus
Maumetbes pseudo proPbeta es! boc ¡empore enumera los intentos de unir el mar Rojo y el Mediterráneo. y obsérvese
i que en ese f.13r, tan fundamental para Colón, predominala.letrasenta­
~ da, que poco a poco en las últimas líneas sevaéonvirtiendo en cursiva
1, éolón se saltÓ eLparticipio ylo añadió sobre. el renglón; después, al
f copiar maquinalmente ia frase, se insertó exortus en un lugar disparatado. por ,la premura de espacio y.elcansancio. De la misma manera en el
f­ f. 21v (e 166}la cl,lidadaminúscula desemboca en la cursiva. Es bueno y
También, como es ·lógico, exist~n. err.ores de .interpretación cuando
no se éntiende la letra del borrador: un·'disparate como C 5 uelut dícunt necesario,por tanto,el ey.amen paleográfico de las notas¡peroeste er..2­
speraGrecam (la a de -cam corregida en u) esse deriva de un original men, por muchas manos que distinga, no puede. alterar la conclusión ge- .
uocabúlum' (o ueroum) dicunt spera Grecum esse; y aun en esa misma neral: todas las.apostillas escritas en cursiva o en sentada han sidoprepa­
apostilla se copia dos veces la misma frase. En ocasiones, incluso, se radas conforme a un plan previo por Cristóbal Colón, y es este plan el
que nos irlteresa, más que la mano qu.o: 10 escribió.
transcriben no sólo las equivocaciones, sino también las correcciones; . ..­
tal despiste queda patente en C 156: ubi secídisse perhibettt:r arca Noe
post diluuium (d'Ailly: sedisse) remonta a un borrador que presentaba
.. '
la corrección

se
cidísse

¡
y, efectivamente, cedísse por sedisse esta documentado en el mismo con­ la letra sentada aparece con frecuencia un cambio de u. en o, que apunta quizás a
,1
italianismo: noncupatur (e 294, f 27v; B 291, f. 23v), speloncas (e 292, f. 27v; B 75, r: Br),
texto en C 271: ubi arcbam Noe post diluuium cedisse (d'Ailly sedisse),
esta vez con omisión de perbibetur; No hace falta acumular más errores:
baste citar como broche final el extraordinario consunt por consumte
defon/us (8 342, f. 31 v), sonpsise (B 193, f. 16r), fOndamentus (C 527, f. 46r).
11$ De una de ellas, la C 496, se había dado cuenta De LÓllis,Racc., l 3, p. XVII Y Cristo­
foro Colombo nella leggenda e neUa stona, Milán-Roma, 1931, p.397. Strelcher (Die
I
sunt de C 655, donde la haplografia es clarísima y el dictado interior ha­ KOlumóus-Oríginale, p. 233), sin percatarse de este sistema de referencias cruzadas, cree que
los uide de e 166 y e 496 son advenencias que hacían a Colón sus colaboradores; tiene sin
ce que de un consuntsunt se pase a un consunt.
Considerada bajo este aspecto varía considerablemente la cuestión,

lU Hay una tacludura en el f. 69r de la ¡mago mundi (C 655): ín confiTIio (tachado cOll/i·
embargo el mérito de haber visto la apostilla del f. 21v de la ¡mago mun.t/í, que él transcribe
en Su pane fU'llÚ nostris a papírl (a mi juicio, a es .sólo un adorno). Tampoco Simón de la Ro­
sa (Líbros y autógrafos de Cristóbal Colón, p. 38) comprendió bien el juego de referencias:
de a.hI que suponga que Banolomé Colón dibujó trece canas geogrificas y cuatro astrOnómi­
I
cas. Buron, que desecha ya esas trece canas geográficas, sigue traduciendo en e 660 eqUlltle
nío) se conttnens quinque regiones: mejor hubiera sido corregir se en suo. de nos canes. (¡mago mUndi, II, p. 6(3).
¡'
1
r
Introducción 71
70 Cristóbal Colón. Textos y documentos
gótica y guardado en cofre de cedro, qued'Auberville entregó en Gibral­
9. Falsificaciones colombinas tar a un librero americano l98 ; de la Roca, pues, llegaba a España no sólo
propaganda política y religiosa, sino que hasta podía colarse de contra­
Una personalidad tan apasionante y compleja como Colón, protago­ bando un zafio simulacro del Diario disfrazado de reliquia venerable.
nista de una de las más grandes hazañas de la Humanidad Y víctima al En las postrimerías del s. XIX se acabaron también ias románticas como
mismo tiempo de su propio descubrimiento, por fuerza:cha;;desatado, de­ posturas en pergamino. La magna celebración del cuartO centenario. del
sata y .desatará pasiones sin cuento tanto a su favor como en su contra; Descubrimiento produjo falsarios más expertos, sabedores ya de, que el
sorprendentemente, sirl, embargo, las falsificaciones de los escritos del Al­ material escriturario corriente en época colombina era el papéL Pues
mirante no abundan, y ello contra todo lo que sería de esperar después bien, es hora ya de desenmascarar otra extraordinaria superchería que
de tantos años consumidos en el (osario de pleitos vivacísimos contra la aún hoy pasa por ser uno de los más valiosos y evocadores autógrafos
Corona: hay si, ocultaciones, mixtificaciones y fantasmagorías, pero nun­ del Almirante: nada menos que un fragmento del Cuaderno de a bordo
ca fraudes documentales. LaS supercherías surgen después, forjadas nor­
malmente con comprensible ánimo de lucro.
En pergamino está confeccionado un ápócrifo famoso, el llamado co­
I l
del primer viaje, que, amén de unas frases poco inteligibles, conserva un
primer mapa de una Española que todavía no había .terminado de desve·
lar sus secretos al intrépido nauta. Tan inapreciable joya le fue vendida a •

i
". "'. . meUo milltat, en virtud del cual' el Almirante no sólo donaba después de la benemérita duquesa de Albáen 1894 por una misteriosa señora, 'viúóa; .

.
._.4 .....
su muerte a la dudad de Génova un libro de preces que le había regalado
el Papa Alejandrb VI, sino que también instituía la fundación de un
I
de un difunto Rocamora, que, en operadón rocambolesca, logró ultimar
el negocio dando señas falsas de su domicilio; así, cuando después de la
....

,-....
nuevo hospital de póbres en su patria y es más, disponía que, de extin­ compra se quiso apurar más la información, el pájaro -más bien la
guirsesudescendencia por línea masculina, le sucediera en el Almiranta­ pájara- había volado 199, Uevándose.muy bien guardado su secreto.
do y en todos sus demás 'privilegios la República de San Jorge . Esta úl~
l96
Corresponde a H. Vignaudelmérito de haber sido el primero en mOstrar
tima voluntad, fechada enVall:.¡,dolid el 4.de mayo de 1506 y que, ade­ ~u .escepticismo ante semejante documento; señala con acierto. el erudito
más de halagar sentimientos patrios; favorecía intereses muy concretos, .. americano ZGO que. faltan en el mapa muchos nombres de lugar, como. el
sólo pudo fraguarse cuando· entró en. su fase postrera el prolongado liti­ Puerto de la Concepción, donde estuvo Colón fondeado varios días, uti­
gio entre la casa de Alba y los Larreategui por el ducado de Vecigua, lizándolo 'de., base deoperacíones: aSimismo llama .la atención sobre la
fallado a favor de estos últimos en 1790; el nuevo e inesperado codicilo extraña forma Nativida en vez de .la correcta Navidad; en resumeh, a
haóa su aparición en 1779, introduciendo por si acaso un perturbador su juicio apenas hay probabilidad de que sea obra del Almirante un cro­
elemento de discordia en el inextricable embrollo genealógico. quis que no hace en cualquier caso honor alguno a su autor.
Más burdo es el segundo pergamino ficticio, copia esta vez de la carta A su vez Streicher 201 , al comentar.los caracteres gráficos de la toponi­
de Colón a la Banca de San Jorge, que recibió el inmediato anatema de mia del mapa, resalta mla serie de elementos que, a su juiciO, 'parecen
H. Harrisse: el falsario había sido lo suficientemente ingenuo como para excluir totalmente su pertenencia al tipo 0:" de los autógrafos colombi­
reproducír en sus más mínimos detalles, hasta en sus errores, una nos, como la. o de Tortuga o la e de Monte y de Espa:ñola. También el
litografia del autógrafo colombino llevada a cabo en 1856 197 • No hay dos pequeño texto que se encuentra en el reverso del croquis presenta letras
sin tres: a fmales del siglo pasado se eSVMció el .rumor de que un tal
d'Auberville, capitán del navío Chíeftai'l de Bastan, había encontrado el
1M ce. J. M. Asensio, Cristóbal Cololl. 1, pp. 388-89, Thacher se tomó el trabajo, vano por
27 de agosto de 1852 la relación hológrafa del descubrimiento, la misma supuesto, de averíguar la existencia del capiún y del navío (Cbristopber Columbus. 11, p. 6
que el propio Colón había confiado a las olas durante la tempestad nota).
deshecha de 1493; como no podía menos, se trataba de otro pergamino

I
\,. Los detalles se refieren en Nuet'Os· autógrafos,de CríSlóbai CoJón y relaciones de
-así lo aseguraba el propio Almirante el 14 de febrero-, escrito en letra UlJramar. Los publica la duquesa dé Berwid! Y de Alba, condesa de Siruela, M2drid, 1902,
p. I ss. I.a ilustre d2m:¡¡ fue elegida. como vlctima de 12 r:úsíficación por su conocido aprecio a
las Letras y su respeto a la figura d-cl Descubridor, bien patente desde la publiC2ción de los

1M Tragaron el anzuelo del codicilo miliurper-;o!l2jes tan doctos como el abate O. Juan
Andrés y O. Josef Nicolás de- Azara, al remitir copia :¡¡ O.luan Bautista Munoz desde Roma el
.12 de febrero de 1784. Lo impugnó de manera definitiva Navarrete, Colección de viages, 11,
I
primeros Aut6grafos. fruto de un ejemplar desvelo que es l:5stlma que no fuera imil2<1o por

otras casas dUC2les españolas.


:tOO Histoire critique, 11, pp. 537-38•

p. 339-'46. Lo reproduce'fotogd.fiC2meme Thachet', Cbristophe1"Coiumbus. IIl, p. 512 ss.


lU Relat:lla divertida histona·Thacher, Cbristopber Columbus. 111. p. 252 ss. Pal'2 L. Ulloa
:1
"'1 Die KoIumbus·Originale, pp. 221-22. Los otros rasgos que e:nr.tfI2n a Strdcher soo: la
fall2 de nexo de e y () en coñoscimiento, la g escrita como una línea ~ descendente y

~
(Noves probes de la catalanitat de·Colom; París-, 1927, p. 177 ss.) son falsos. como es lógicO. la fonna de a con panza oval que remata en un trazo g:mchudo. normalmente venica1
~
~.
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72 Cristóbal. Colón, Textos y documentos


'Introducción 73
que chocan al estudioso alemán: la e carente de Ojo, la rcon hasta rota
(galardón), la b trazada como una línea ondulada venical, el erróneo podría prolongarse quizá hasta el infinito sin llegar a una conclusión fir­
compendio de que con q sin señal de abreviatura, la falta de puntos me. En efecto, inmediatamente .saltan a la vist;t formas aberrantes comp
sobre las íes y otras características más lo inducen por un momento a malcia por malicia, .desboesidad pordesbonestidad, o Nativ/da por
escribir: cen propiedad, no se debería dudar .apenas del carácter no co­ Natividad, tres únicos que no se encuentran el resto de los autógrafos
lombino de estaS líneas~, Sin embargo, Streicher, en uno de sus no infre­ colombinos (sólo puedo citar mereé en p. 451) Yque se dan cita ahora
cuentes vaivenes metodológicos, acaba defendiendo la autenticidad de con complaciente profusión. Por el contrario, n.o aparece aquí ninguno
este fragmento del Cuaderno alegando que no conocemos ningún escrito de los idiotismos más típicos: es sabido que Colón vacila a la hora .de
t· del Almirante entre 1492 y 1498, por lo que su escritura pudo haber escribir el sufijo -miento, que con frecuencia trastueca con -mento,' aquí
cambiado con el transcurso del tiempo, y argumentando que una serie aparece el correcto acrescentamiento. Todavía en 1504 Colón hace uso
de rasgos anómalos, como la g Yla b m , se encuentran también en otros de un flagrante ponuguesismo, perigos, que aparece tres veces en un
autógrafos de Colón escritos a v'uelapluma. autógrafo de Alba de 1501 (p_ 466; 467; 468) Y en sendas ocasiones en
Mala cosa es fundarse en excepciones cuando está en lela de juicio la otro autógrafo de Alba (p. 510) yen otro de Veragua(p. 350), ambos de
autenticidad de un documento solemne, que mal pudo ser redactado a la 1504, En este fragmento no hay vacilación: su autor se decide sin más ti­
ligera, yrnás aún cuando pueden espolear la suspicacia otros detalles grá­ tubeos por peligros_ ¿Hemos de suponet que escribía mejor castellano en
ficos relevantes. En efecto, Colón utiliza nonnalmente la cedilla para 1493 que en 1504, dos años antes de su muerte? Bien es verdad que pe­
escribir el grupo ~e, fí, hasta cuando se expresa en latín, rasgo que ligro está atestiguado en el Diario, que carece de valor probante por ser
sorprende a Menéndez Pidal203; pues bien, este breve fragmento rompe una copia lascasiana (p. 125), Yque aparece incluso en otro autógrafo, fal­
este uso inveterado con pasmosa unanimidad, nada menos que con cin­ so según Streicher (p. 255; 256); mas se trata de una carta dirigida a los
co ejemplos en cinco -líneas (plácida, malcia, -coñoscimiento, servicio, Reyes que ha sido evidentemente limada, pues no presenta las típicas
acrescentamiento). Como señala en otra ocasión Streicher, Colón recurre extravagancias de la grafia colombina .. Lo mism() -se argüirá-I:la ocurri­
a la abreviatura cuando emplea la palabra ser1Jieío; ahora el vocablo apa­ do aquí: en ese caso, sería de esperar que la corrección se hubiese exten~
rece escrito con rodas sus letras, sin el compendio ser~. La duquesa de dido a maleta; desboesidad y Nativida, que han resistido incólumes la
Alba y el propio Streicher -leenredusgan cuando lo que está escrito en revisión.
realidad es reduzgan:- buena prueba de la extrema anomalía que reina en De aceptarse una extraña construcción anacolútica 205 , resultaría que
la escritura de estas líneas 2lH • el Almirante se encuentra ..veramente abalumado con esta grande vitoria~
Pero a estos factores gráficos vienen a añadirse otros argumentos de que Dios le ha concedido. Este abalumado parece equivaler a algo así
carácter língüístico, ya que, de atenerse sólo a la paleograffa, la discusión como -abrumado-, Ahora bien, no es éstl el-sentido primitivo de este
vocablo marinero, que sí emplea Colón .de" manera correcta en la Lettera
rarissima: el navío «en que yo iva, 'a'nlaraviUa., Dios lo sal­
vó (p. 317): en efecto, es el navío eí Rue eStá~ avalumado, el que recibe
1102 Por otra parte, Streicher enCuentra sólo p:rralelo para la 8 de peligros (no la de reduz­
y
gan) elJo en el nexo dgo (Diego); tampoco esabsolutamente parangonable la b de benero,
el valume, la carga. Todavía el sabor náutico se paladea en un pasaje de
también en ligadura. ' Hemán Conés: cen los navíos no podíamos ir sino a mucho peligro, por­
243 La lengua de Crist6bal COI6n, p. 49, que ívamos muy avalumados- (Carta quinta p. 139 a]), al igual
ZGi Por la misma incertidumbre gráfica la duquesa de Alba, y con ella los editores, interpre­
que en otro de Pedro de Aguado (Historia de Venezuela, IV 27 [1, p. 560
tan como pleje lo que es de hecho plege. En cualquier facsímil del texto puede apreciarse la
extrema rarez;¡ de que sin abreviatura, de 8, de z, de e, que llega a desaparecer en fecho, de h
Bécker]): «como las piraguas biniesen cargadas y embalumadas de cosas
y la falta de cedilla. El Cuaderno evita de manera casi sistemática los nexos, que vienen espon­ de comer .. , no pudieron usar de la presteza y ligereza de otras vezes~.
táneamente a la pluma de quien está-acostumbrado a escribir: JaIta n en ,gr, en bo, en co yen Por tanto, el uso metafórico de abalumado queda documentado sólo en
d, en lO, ta, ma; frente al correcto dios, que carece sin embargo de punto sobre la 1, aparec'~ este Cuaderno: otra rareza más,
sin nexo da (pero d. en'cambio darme), do (pero nada menos que con tres nexos diferentes
en Olras tanw palabras) y de, Un caso curioso, que merece aiención especial, es la ligadura te:
se interpreta mal, en efecto, el nexo colombino, y así sucede que el ojo de la e pasa a conver­ .... Tampoco hay que descartar, a pesar del punto aparente que implica la raya vertical
tirse en el trazo transversal de la t; el grupo st no está unido, como es la costumbre. Es de ob­ después de peligros, que abalumado concierte con galardono Es de observar que el significa­
servar, por último, el extraño,servido frente a la forma esperada con abreviatura, y esa u con do de abalumado se le escapó tanto al traductor italiano de la Lettera, que vertio
bucle que procede de la ligadura ur(uir en el recibo de Alba) y que nos sorprende oita vez en <uavaglialO" como al propio De Lollis, que interpretó «veleggiato>. Hoy se usa todavía balu­
ver, me y ba{umoso en Nuevo México, México, Honduras, Santo Domingo, Chile y Argentina (cL
L. F1órez, La pronunciaci6n del español en Bogotá, Bogotá, 195 J, p. 60).
74 Cristóbal Colón. Textos y documentos
Introducción 75

También resulta extraña la.sintaxis del verbo Placer las dos veces que que quizá derive lejanamente de un original colombino y que en la repre~
aparece en estas cinco líneas: Colón, además de emplear el verbo de ma­ sentación de este grupo insular, como ha señalado Morison208 , presenta
nera absoluta o acompañado de un adverbio, procura complementarlo una estrecha semejanza con la realidad. El presunto croquis de Colón,
con una oración de subjuntivo introducida por que o bien con la prepo­ por el contrario, nos cautiva no solamente por su fragmentariedad,que,
sición de seguida de infmitivo. Ningunadeestasodos"construcciones es ·Ia en teoría, nos permite asomarnos a una Española todavía in ¡ieri, sino
aquí elegida. Por otra parte, tampoco es frecuente- el pretérito perfecto también por la delicada fIrmeza con que se ha trazado d perfIl de la isla,
de placer en las cartas colombinas. La casuística es la siguiente: ~dile buscando ante todo ofrecer una idea global tanto de los accidentes geo­
cuanto me ha plazido de su prosperidad» en un autógrafo de 1505 gráficos como de la Española en su conjunto; de esta suerte, el puerto
(p. 525) Y «a Nuestro Señor a plazida así" en un fragmento de 1506 de San Nicolás, tan marcadamente cerrado en el mapa de Juan de la Cosa
(p. 532); solamente en una ocasión está documentado «a Dios ha plasido< y en el dibujo de 1516, se abre de manera desmesurada hasta desapare­
darme tal gracia,. (p. 255), construcción en todo similar a la que encabe­ cer, .y eso que el propio Colón había observado que en su boca -tiene le­
za este trunco fragmento: -ha placido así darme galardón". Ahora bien, gua y media de ancho» (p, 154). El dibujo, en definitiva, está presidido por
en el documento que presenta este paralelo, documento firmado sólo el impresionismo; pero el impresionismo data del s. XIX. Creo, para­
por Colón y muy limado sin duda por un escribano, aparecen otras for~ concluir; que existe-'una serie' de razones objetivas que inducen,,;l' ronsi- '
"' .. mas que recuerdan de manera extra."ia a nuestro texto: el subjuntivo re­ derar el Cuaderno como una falsificación moderna, aunque: dUela, te11er .
que renunciar a una figura familiar desde los libros de texto y q\lt: qast2 ­
duzgan, el seseante Sus Altesas. Para nuestro asombro, o quizá para con­
. . flClÍlación de nuestras sospechas, se trata de la instrucción dada a Torres, ha merecido figurar recientemente en un sello conmemorativo. .-,_ .... ;. .
el escrito más cercano en el tiempo al presunto Cuaderno de 1493. Pero
todavía el. uso del verbo placer nos depara otra sorpresa: C.olón no utili­
za nunca el subjetivo plegue (aquí plege), sino que escribe siempre el más
correcto plega 2Oll , tanto'en'.un documento autógrafo de 1504 como ocho
veces en las copias.
A éste cúmulo de indicios convergentes se I.me la. sorpresa que nos
produce la propia factura del mapa. Típico de la cartografía de esta época
Meditemneo que, a firulles de 1501. fue con su tío Kemal Ra'is en un;;¡ experlición que captu·
es el contorno atormentado de las costas, que avanzanyse repliegan en ró en Valencia sletebal'cos espmoJes;enuno deeUos se encomraria. a su juicio, ese español
duro y tosco relieve, absolutamente refractario a la línea curva y a la tran­ que navegó con Colón y que bien pudo tener un mapa del tercer viaje.
sición difuminada. Así dibuja sus cartas de marear Juan de la ,Gosa,así Se [[':Ita de un mapa dibujado al mooo de Jos portulanos italianos y portugueses. que se ba­
aparecen pintadas la Guadalupe e islas vecinas en el mapa de Pin Ra'is 201 , sa p:rra la descripción de América del Sur en los últimos descubtimJentos lusitanos. Los
nombres que aparecen son. entre otros, Wad!uk (Guadalupe), Uster. (Lucía. interpretada la I
(1
i
inicial como un an(culo). Sama Mardia y Garlanda (en reaiidad una sola i:sl::I: Sama Maria Ga­ ".1

206 No está de más ofrecer la lista de ejemplos: .al cualplega de les dar larga vida. (p. 134);
iame), Samo Kresto (Santa Cruz), San Juan Battísbdo (Puerro Rico); :ti N. E. de Puerto Rico se
-que les plega mucho mirar. (p. 262.); -por ser jusm.que les plega> (p. 356); -que les plega encueml'2 un grupo de 11 islas con la leyenda; <estas islas se !l:am:m undí:zj ve-rgine. que quiere
de no consemir- (p. 356); .plega· a Nuesrro Señor de tirar de memoria a las personas que decir onze vírgenes. (Las Once MlI Vírgenes; según Kah!e (p. 23). se trata de la mismisima de­
an impugnado... tan ex<;eleme ' (p. 382);.plega a Dios Nuesrro Señor de me librar nominación colombina), Kalewot (Galeot. cabo-de la Galera), isla d'!'S'tmfia (isla d'Espania,
d'ellos» (p. 404); ·Casta que plega a N. S. de me traer> (p. 477); .plega esso mesmo a Vuestra ¿Española? Kmle [p, 261 subr,¡ya que se parece en su forma a Cipango, dobjetivo de CoJón),
Santidad de dispensar> (p. 480); -plega a la Santa Trinidad de dar salud a la Reina- (p. 511), Porto Gbanda (Puerto Grande). Kaw Punta Orofay (Omofay). Condu~ Kahle (p. 35) que la
Bien es verdad que en la Raccolta aparece una.vezplegue: se trata en realidad del texto que única carta de Colón que consta positivamente que existió es Ja dd t = viaje: de ella 'se hi·
en la edición de C. Varela, hecha sobre el documento de Veragua,presema pluga (p. 357), cieron copias, una de las cuales llegó a manos de Plrí Ra·is.
formado sobre el compuesto com-Plugo. La predilección colombina por placer de explica el No hay duda de que Kahle. emusiasm;¡do con su gran descubrimi<:nto_ exagero no poco
pleonasmo que nos choca tantO en p. 370: .p1U80 a Nuestro Señor que al cabo de estos ocho sus conclusiones. Ya R. Almagí:l (en mappamondo di Pin Reis e la = di Colombo del 1498.
ellas de me dar buen viemo levante., salta a la vista el carácter adventicio en este pasaje de· que. en el Bol/etino áella Reale Saeieta Geografica italiana, S. VI, XI (1934) 442 ss.) excluyó la
hipótesis de que en el mapa de Pirl Ra'is se conserve la cana colombina de 1498, aunque hay
:07 Se traU, como es s:lbido, de un mapamundi ac:lbado en 1513 Y ofrecído a Selim en
1517 en El C2iro (cí. P. K:mle. Die verscbollene Columbus-karte ron 1498 in einer turkiscben de ella algunos ecos innegables. como Wadluk o Undizi Vergine. Con r2ZÓO observa Almagí:l
que el escl:lvo español hubo de exagerar su participación en la empresa dd gran navegante.
Weltkarte von 1513. Bcrlín-Leipzig. 1933). Como autoridades se citm 8 mapas de Ptolemeo.
De los colombinistas españoles acepta sin más las concluSiones de ~ Madariaga (Vida
un mapa árabe dd HÚld (India), 4 C2.l't:IS portuguesas y un mapa- decColón. En una leyenda del
del muy Magnífico Señor Don Cristóbal Colón. p. 576); mis crítico se muestr,¡ A. Ballesteros
mapa se- dice: .EI difunto Gazi Kemal [m. en 1511 en Naxo, tio de Piri Ra'isj tenía un esclavo
(Cristóbal Colón, 11, p. 752 ss.).
español. Este esd:lvo le dijo: "Tres veces he ido con Colón a esas regiones" y dio not¡c~ y
"'" El Almirante de la Mar Océano, p. 491.
h:W16 de ello al difunto Kemal b·lso. Como sdi'aI2 K:ahle. Pirí Ra'is afirma en su obr,¡ sobre el
a .'" ~~-?'=--=@iñ- d mm •

76 Cristóbal Colón. Textos y documentos lntroducción 77

10. Las nuevas cartas a los Reyes 'Iación consciente,·queseadvierte de manerapaJ.adina en':'1asevidentes deformaciones que
se aprecian, por vía de ejemplo, en la primera carta anunciando el descubrimiento. Se trata
de las típicas refundiciones interesadas que han sufridotqdos los originales colombinos,
La Navidad de 1985 nos deparó tanto ami mujer como a mí una
primero en vida del primer almirante, y después en los apógrafos m:ís o menos alterados de
gratísima sorpresa. En efecto, D! Mercedes Dexeus, entonces Directora sus descendientes. Este conjunto documental, agrupado con fines que habrá que esclarecer
del Centro del Tesoro Biblíográfico y Documental, recabó urgentemente traS un estudio -serio y reposado, constituye el caso más ejemplar de esta perversión texrual
nuestro parecer sobre un nuevo manuscrito con cartas de Cristóbal Co­ en aras de unos intereses muy concretos y determinados. Su .interés, en consecuencia. es
lón que unos libreros de Tarragona, los Sres. del Río, habían ofrecido extraordinario.
y para que así conste y surta los efectos oportunos, firmamos el presente ínforme en
al Estado español para su compra. El análisis externo (de! papel, de la Sevilla, a 29 de diciembre de 1985. Juan Gil y Consuelo Varela-.
tinta, de la paleografía, etc.) había arrojado hasta. entonces resultados
positivos sobre su autenticidad. Con el comprensible interés y emoción Después vinieron Otras sorpresas menos gratas y entraron en liza, a
realizamos por nuestra parte el estudio interno del texto y emitimos el enredar las cosas, nuevos personajes ypersonajillos: que al conjuro de
siguiente Colón se suelen desatar las pasiones, y no siempre acaban por dar la
cara las más :noblesy excelsas. Las cartas, en fin -pues no es cuestión
INFORME SOBRE El NUEVO MANUSCRITO DE DOCUMENTOS COLOMBINOS de cansar al lector con sórdidos chismes y raposerias--, fueron editadas
El manuscrito en cuestión contiene una serie de canas enviadas por Colón a los reyes, por primera vez por D.Antonio Rumeu de Armas en 1989, con vistas a
numeradas de , al IX, en las que por orden cronológico se van narrando los diversos avatares acompañar el facsímile hecho por D. César Olmos en la colección Ta­
de la vida del gran marino desde 1492 hasta 1503. De ellas nos eran conocidas la IV, a través bula Americae 210 ; facsímile (y transcripción), por cierto, al que ya falta,
de las Memorias de A. Bemáldez (capítulos CXXl:CXXXI), la VI (Relación del tercer viaje) y
la IX (Lel/era rarissima), que presenta sin embargo una serie de añadidos interesantes. En por incuria no sé de quién, el ángulo superior derecho de las pági­
cambio, en la carta que anuncia a los.reyes el descubrimiento aparecen cambios muy nota· nas. 63-72. roto que, aunque ya desgajado, se conservaba todavía en las
bies de forma. M:ís interés todavía ofrece el hecho de que no se conocía e! sumario del fotQcopias. que pusieron .a nuestra disposición tanto los Sres .. elel Río
Diario del segundo viaje (II) ni la relación de la expedición al Cibao (IIl) ni la narración
del reconocimiento de la Vega Real y de. la guerra contra Caonabó (V), así como se ignoraba
como la Sra. Dexeusy que guardamos hoy cotno oro en paño;
la existencia· de las CartaS escritas.en. 1500 (VII-VIII).. Estos textos desconocidos no arrojan Es lástima que la edición príncipe de las nueve cartas colombinas no
novedades espeCl;lculares,peros( perfilan de' manera. muy nítida y precisa una serie de haga honor . a la· ciencia y .sabiduría· acreditada del ilustre historiador,·
acontecimierttos sumidos hasta ahora en espesa bruma y suponen en suconíunto el bloque que preparó a lo que parece el· texto aprisa y corriendo. sin tratar de
documental m:ís importante que se conozca para historiar la totalidad de los viajes colom·
binos a partir de originales del. propio almirante. Además de los muchos datos novedosos,
calar su verdadero significado ni de solucionar los problemas que plan­
que han de ser incorporados debidamente a la biografía de Colón, el manuscrito encierra tea. A veces este apresuramiento hace que Rumeue.ntienda lo contrarío
enorme importanciaporJa aportación que supone a la historia de la transmisión telltual de de lo que dice el original. Baste un ejemplo. NuestHl-admirado profesor,
las cartas del almirante. .
hablando de la tempestad de .1495, conduye coÍ1ftrmeza: "las naos Ca­ .~,

En efecto, este nuevo hallazgo permite subsanar una serie de deficiencias y de disparates,
viniendo a confirmar en algún caso alguna coníetura propuesta por críticos y, en nuestro
pitana y Gallega, bien amarradas, soportaronerten6meflQ sin quebran­
caso, por j. Gil (así quil/¡;¡, escrito quila, en la relación del reconocimiento de Cuba; colla, to" au So lar so good¡ pero cuando el lecto!' acude: a 'ia carta de Colón
gisola, así como la reposición de V..A en la Lettera rarissima), y ofreciendo en otraS ocasiones encuentra sobresaltado que e! terremoto y la tempestad del cielo «que­
lecturas palmarias que nos dejan penetrar en el verdadero sentido de las palabras del almi· bró las amarras a estaS naos y las hechó a fondo Junto con tierra", eso
rante. He aquí un ejemplo entre muchos: donde en las Memorias de Bernáldez se leía en la sí, sin que hubiera alteración en la mar. A la misma precipitación vaga­
edición preparada por Gómez Moreno y Carriazo: eestovieron allí toda una noche a la cuer­
da, pa¡rando, que no les pareció una ora de mano por el suavísimo olor que de la tierra rosa se debe que tampoco se ventilen sustanciosas cuestiones de crítica
venía-, el nuevo testimonio ofrece la variante eun abrir de mano. que desvela lo que antes en' las más de cuatrocientas páginas de comentario compiladas por el
semejaba algarabía, pues .abrir de mano. está empleado de la misma manera que -abrir y afamado polígrafo, que prefiere dedicar su bien cortada pluma a hacer
cerrar Jos ojoso. Los ejem,plos se podrían multiplicar, sobre todo en una relación tan erizada
de dificultades como es 1a Lettera rartsstma. Ahora bien, si muchos pasajes reciben ahora
una glosa desleída del original: así, "seguir la pista» por primera vez al
nueva luz, tampoco cabe negar que la copia adolece de graves defectos y hasta disparates, famoso grano de oro de 20 onzas que el almirante trajo a la Península
producto de' la disrracción del escribano que no entiende bien lo que tiene ante su vista: en
la misma frase adudda m:ís arriba el apógrafo presenta en vez de epairando. un imposible
-pariando., sin duda por desconocer el alcan¡::e del término marinero. Así también por dos aoo A su entrada en el Centro estatal nue..~t¡'o informe quedó registrado con ~I número
veces da a BobadiUa el título de «contador. y nO.de <comendador., al desarrollar mal la
abreviatura ¿:¡r. I 0.1.24/86. Queremos que quede constancia de que ni por él ni por nuestro asesoramiento
pósterior sobre la materia percibimos remuneración alguna.
Pero la copia, escrita a mediados del S.. lM, no está suje,ta sólo a los errores comunes a
todo telltO repetidamente transcrito; antes por el contrario, ha sido objeto delUna manipu·
I a10 Manuscrito del Libro copiador de Cristóbal Colón, Madrid, 1989. 2 vols.
nl Libro copíador, 1, p. 298.

I

78 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 79

en 1496 me llevó en 1986 medía página 212 ; al Sr; Rumeu en 1989 se le ticos: como cuando propone para «desmanchar,. una etimología a partir
van casi tres en el mismo asunto, yeso que se limita a recoger mi ex­ de 'desmán'217 í siendo así que el verbo en cuestión deriva de 'malla:.
plicación sin citarme aI3 . El catálogo de errores y despropósitos podría multiplicarse sin ma­
Mas el comentario, hinchado o deficiente, es aquí lo de menos: la yor utilidad de los lectores. Por taíno, me contentaré con señalar algunaS
tarea del editor estriba primordialmenteen'-depurar errores, en desbro­ sensibles equivocaciones en la onomástica, siempre capital para la recta
zar asperezas naturales o adheridas, en fijar en suma el texto, labor interpretación histórica. Un topónimo tan extravagante como «Tin; de
minuciosa que es previa-al uso precipitado de todo documento nuevo, España» encubre a poco que se piense el correcto «Fin de España»
y máxime de la import~ncia de estas cartas. Se trata de un proceso que (como se dice «Fin de Oriente», etc.), y no «cabo de San Théramo"21S.
sólo requiere reflexión, eso sí, paciente y sosegada. En una reunión «El piloto de la nao capitana, apellidado Camareco,. 219, no es ni piloto
extraordinaria del comité editorial del Repertorium Columbianum, que ni Camareco (nombre intrigantísimo por lo exótico), sino un más pro­
presidió la Infanta D.> Cristina de Barbón el 6de febrero de 1992, tuve saico y lógico "camarero,. (llamado por más señas Pedro del Atroyal).
ocasión de proponer dos correcciones al texto tan obvias y palmarias El tan repetidamente citado Diego Márquez ha de sonar ~Marque,;, y
que extraña no fueran propuestas antes; Colón, navegando por el mar, como tallo conoció su paisano Bartolomé de las Ca..<¡as; el apellido tiene
no «pasó a una colina,. (¿cómo hubiera podido hacerlo?), sino que se todas las trazas de remontar en origen a un «March~ ;;011' una ~ocal de
embarcó en la Colina, la carabela de Bartolomé Colín, el conocido maes­ apoyo para facilitar en castellano la pronunciar.ión'.de la"odusiva final
tre de Palos; y no envió a los reyes «cartas de su divina¡" (¿qué palabreja (como Margarit,e, Viqu-e, ete.). El fantástico «Fermín Zedo»~a30hace tiem­
"
.-.' '!!, ­
es esa?), sino de su "diurnal,., es decir, el giornale de a bordo. y para po que debería haber sido sepultado en el baúl de tos.. recuerdos: la
aviso de incrédulos conviene añadir que la palabra "diurnal» vuelve a forma correcta es Hormicedo (o Formicedo). Y así sucesivamente.
apareceren la jerga florida de los espfas flamencos del siglo XVII: «El Con la presente edición, la primera dirigida al gran público, he tra­
diurnal del dicho Hudsonyjuntamente sus cartas.están·en manos de Sir tado de poner un poco de orden en este caos. Quedan todavía pasajes
Thomas Smits,., escribió un corresponsal anónimo a mi mercader de difíciles y de comprensión dudosa, pero creo que el texto de las cartas,
Amberes en 1611 214 . conservadas actualmente en el Archivo. de Indias, ha recibido por fin
Monstruos tan bizarros o más que los susodichos piafan por doquier parte de la atención debida. El aparato crítico y un nutrido cuerpo de
sin freno ni castigo en la. transcripción del Sr. Rumeu, para pasmo e notas será publicado en su momento en otro lugar.
intranquHidaddel lector. y lo que· es peor,·esasvariantes falsas y abe­
rrantesencuentran de vez en cuando anatema precipitado o -defensa JUAN
inoportuna. Un ejemplo al canto. Tiene toda la razón el ilustre profesor
al afirmar que "locustra no es palabra casteHana ni término marinero

arcaico» 215; pero en el manuscrito no se lee «Iocustra» sino "Iocusta,.,
palabra ésta que sí parece encajar en el contexto: un italianismo más de
los· no pocos- que. se deslizan en estas cartas (donde también aparece
«robines», 'rubíes', etc.). Otro ejemplo más. Al excelente escritor que es
el Sr. Rumeu al6le suena a castellana la expresión «buen puerto... y defen­
sible... al modo». No: Colón hubo de escribir' más latinamente «defen­
stble ultra modo" ,siendo «al" vestigio clarísimo del correcto «u/t,. ul­
tra). Salta a la vista que la crítica textual no es el fuerte del gran histo­
riador, a quien tampoco sonríe la voluble fortuna en sus pinitos lingüís­

312 El libro' de Marco Polo. Madrid, 1986, pp. 63-64 (=Mitos, 1, p. 120).
m Libro copiador, 1, p. 429.

313 Libro copiador, r, pp. 306-309. .


m Libro copiador, 1, p. 167; curiosameme el propio Rumeu considera que un -fin de

m A.G.r., Indif. 1528.


España- sería un -dislate geográfico- (1, p. 166, nota 256).
215 Libro copiador, 1, p. 416,
l19 Libro copiador. 1, p. 116.
l18 Libro copiador, r, pp. 419·420.
:!20 libro copiador, 1, p.178.
_ .
....-.='.----~.

80 Crístóbal Colón. Textos y documentos .lntroducción 81

II das dos de las cartas. 'En 1670 Lorenzo Oderigo¡,descendientedel ~mba·


jador, donó estas cartas a la República de Génova. El tercer :autógrafo
l. Los autógrafos de Cristóbal Colón que posee la ciudad es la carta que Colón dirigió. a los mandatarios de la
Banca de San Jorge (doc. LXXI). Descubierta en sus Archivos en 1829 fue
18 documentos autógrafos de Colón existen en el Archivo de la Casa depositada en custodia en el Ayuntamiento de la ciudad, junto con un
de Alba de Madrid, 16 en el Archivo General. de Indias de Sevilla, 3 posee vial de cristal conteniendo una reliquia del Almirante.
el Palacio Munidpal de Génova, 2 la Biblioteca de la Real Academia de la El resto de los autógrafos colombinos que se encuentran en Simancas
Historia de Madrid, 2 el Archivo Histórico Nadonal y 1 el Archivo Gene­ y en Madrid, salvo una carta que posee la Academia de la Historia y que
ral de Simancas. Tanto la serie que se conserva en la Casa ducal de Alba procede de una donación, deben de haber llegado a esos Archivos por
como la del ArChIVO General de Indias derivan directamente del propio los avatares propios de las canCillerías, ya que se trata de cartas a los Re­
archivo del Almirante. La explicación es sencilla. Colón casó a su hijo yes.
primogénito Diego con doña María de Toledo, sobrina carnal del duque Colón utilíza siempre el papel corno material escritorio, induso cuan­
de Alba, cuya hija Isabel Colón de Toledo cOntrajo matrimonio con don dodibuia. Parece fuer:; de duda que mandaba hacer copia de todos sus
Jorge de Portugal, conde de Gelves, Sabemos que en 1609 don Nuño documentos y ello está suficientemente atestiguado. Ademá~ hay que se­
Colón de Ponogal, V Almirante de las Indias, III duque de Veragua y V ñalar la total ausencia de tachaduras. Las cartas que poseemos son
duque de Alba era el poseedor de! archivo familiar. Hasta 1790 los du­ pulcras: rara vez aparece una palabra sobre el renglón O al margen, lo
ques de Alba fueron también duques de Veragua. A partir de esta fecha y que indica que Colón hada borradores de las cartas, como comprueban
como remate de un pleito, el titulo y las dignidades del Primer Almirante las tachaduras y correciones que hace de su mano a la copia de una Carta
i¡ pasaron a la famil.i.a Colón-Ortegón y Avila, rama de la que. descienden a los Reyes en el Libro de las· Profecías.·.Generalmente emplea en sus car­
I los actuales duques de Veragua.. tashojasde tamaño folio, que doblacuidadosaffienteparahac~ret.bille- .
1,
\
.AJgunos de los documentos que poseían los Alba quedaron en sus te, como era' ia costumbre. de 'la época. En el. doblez aparece el nombre
"l". archivos; traspapelados. quizá, . no fueron entregados en' su momento a
I
del destinatario, la dirección.y algunasveces añade como rerriite:deIAlmi·
los nuevos ~edores del titulo; e incl1t~o Jueron ampliados en su nú­ rante de las Indias.Otras.veces¡ las menos, utiliza el tlrnaño cuartilla o
). mero al adquirir la duquesa de Berwick eLdudosoCuademode a Bordo incluso octaVOjsona modo de billetes yoo suelen ir dobladas ..
L, del Primer Viaje, de que. se tratÓ en l 9. .,se.ha, dicho 'que Colón,. como. Su Majestad Indica,. sehabfa montado
L
¡ Los Veragua, en.cambio,.se deshicieron de los documentos referentes su propia cancillería: él mismo copiaba como notario los documentos
r a Colón a comienzos de este siglo, cuando en 1924 Cristóbal Colón de que como canciller había dictado y en los que había pUesfO_BU propia
Aguilera vendió al gobierno de don Miguel Primo de Rivera su importan­ rúbrica. Efectivamente, en 19 de sus cartas, a la izquierda del inagram2
l' te coleCCión, que pasó del archivo de Veragua al de .If).dias al c1ausurarse con que firma, aparece un signo como una J retorcida: que algun.'?s, han
la Exposición internacional en 1930 donde fueron expuestos. querido identificar como una J mayúscula entrelazada con líoa..5'. dando
La Biblioteca Colombina de Sevilla sigue en importancia numérica en uru¡ rápida explicación de su significado: Jesús. Me pa.r-::ce demasiado
.cuanto al número de autógrafos se refiere. Don Hemando, hijo menor complicado y creo ver, con Streicher, un signo de rúbrica.
. del Almirante, reunió en su finca de la calle Goles de Sevilla una Tanto don Hemando Colón como Las Casas nos dicen que Colón no
. importantísima biblioteca c\..¡o fondo, al párecer, empezó con los libros tomaba la pluma sin escribir estas palabras J85US cum Maria si! nobis in
que pertenederon a su padre. Así han podido llegar hasta nosotros una i vía, y con tan buena letra que bastaba para ganar de comer. Sin embar­
gran parte de los autores que Colón dice haber leido y precisamente en go, este encabezamiento sólo aparece en tres de los autógrafos. Sí apare­
las ediciones que manejó. Tras una serie de avatares, desde mediados de ce en la carta copiada en el Libro de las Profecias a que antes aludíanlOs,
1552 la biblioteca de don Hemando pasó al Cabildo de la Catedral Hispa­ pero no figura en ninguna de las copias que de las cartas de Colón hace
lense, donde hoy se encuentra, cambiando el nombre de Biblioteca Fer­ Las Casas, lo que me hace suponer que el Almirante usaba muy pocas ve­
nandina a Colombina. ces esos encabezamientos y que el celo de Las Casas por demostrar la
En el Palado Municipal de Génova se encuentran, corno ya se ha piedad de su héroe le llevó a exagerar lo que pensaba podía considerarse
dicho, tres cartaS autógrafas. De los amigos genoveses que rodean a Co­
un rasgo de religiosidad que quena resaltar. Sí, en cambio, y de esto nada
lón hay que destacar la figura de Nicolás Oderigo, que fue durante años
nos dicen sus biógrafos, practicamente todos sus escritos estan encabeza­
embajador de Génova en la Corte de los Reyes Católicos; a él van dirigí­
dos por una cruz, y en la cana que escribe a la Reina figura como enca­
.----.---­

82 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introducción 83

bezamiento JHS. POCO le hubiera costado a Colón, si tal era su cos­ misma razón queda excluida la extrañísima carta a Rodrigo de Escobedo
tumbre, haber añadido debajo de esa cruz, que no se le olvida pj siquiera que posee la Biblioteca Nacional de Madrid. De todas formas siguen
en .los pagarés, .la invocación citada. incluidas en este volumen de manera testimonial.
En cuanto a .la aftnnación de .la bondad de su letra, sí podemos estar Para intentar desentrañar el origen de este cambio tan radical comen­
de acuerdo. Colónemplea~distintos tipos de letra: librarla y semicursiva zaremos por recordar que esta rúbrica es comentada por 'Las Casas de la
en las anota.dones margínaies.ai'sus, libros, y cursiva en la mayoría de las siguiente manera~ -Llamase por nombre Cristóbal, conviene a saber
cartas Y borradores. En los tres casos .la letra es muy correcta ya veces Cbristum Ferens, que quiere decir traedor o llevador de Cristo, y así se
llega a ser caligráfica. firma él algunas veces~. Como me dice J. Gil, «todo parece llano y sen­
Los renglones son en general muy rectos. El margen izquierdo del cillo menos un simple detalle: Cbristum ferens sí significa "portador de
documento suele ser de una extrema verticalidad, sólo alterada por las CriStO", pero Colón no firma Cbristum ferens, sino Cbristo ferens, y el
letras iniciales de un' nuevo párrafo que se sale de la caja. Almirante es mal latino, pero no tanto como para no distinguir entre un
Los acentos suelen ser finos y altos, las más de las veces colocados a acusativo y un dativo. Por tanto Cbristo ferens quiere decir no "el que
la derecha de la letl'2 que puntúan. El punto sólo sirve. para señalar deter­ lleva a Cristo" sino "el que lleva para Cristo" ..Falt1 dI! manera muy os­
minadas abreviaturas, p.e. S.M., V.M. Acostumbr:a:' a;,jntercalar unas rayi­ tenSible-un complemento directo: ¿qué lleva para-Cristo Colón? Sería bierr
tas verticales bien sencillas o dobles, indicando punto y coma respectiva­ sugestivo pensar que el secreto seencerr;;.se en -'tÍ enigmático anagrama
mente. Como norma se observa que a mayor solemnidad del escrito, ma­ que antecede a la flrma· que ha sido tan varl:h'TIe.'1i.e-imerpretado y nunca
yor es la proliferación de signos. con éxito»_ No olvidemos que CriStO significa ielUngido, ei Mesías:>, y que
En los encabezamientos y en las despedidas que hace en sUS cartas a lo largo de estos años un autentico frenesí sacudía los animos de los ju­
Colón, hombre regular, utílizaunas formulas de las que rara vez se sepa­ dios; baste recordar las revueltas de los conversos de Herrera y Sevilla en
ra. Nada deja al azar,. todo está estudiado y repite el esquema una y otra 1500 y 1501, la profecía de Isaac Abrabanel que hada de 1503 la fecha
vez, de tal suerte que cuando estas normas se quiebran habremos de bus~ mesianicaoincluso la aparición en 1502 de un Asher L.imm1ein anun­
car un motivo que lo justifique. ciándose como procursor del Mesías o el Mesías en persona. Contagiado
Como firma utiliza el' curioso anagrama, que describe en e! documen­ por este movimiento ¿piensa Colón que la redención se encqentra cerca­
to en que instituye el Mayorazgo (p. 193), y que vemos repetido en. todas na? y él mismo ¿se erige ene! portador para Cristo de todos:lós habitan­
sus cartas. Normalmente nunca estampa la firma sin poner primero la tes de las islas que al final· del.mundo irian a postrarse a Jerusalem, dado
fecha,generalmente en cifras, completa o incompleta, y no suele olvidar que de Tarsis habría de comenzar la emigración a Jerusalem?
indicar el lugar desde donde escribe.
Al repasar las firmas que Colón pone a sus escritos encontramos tres
tipos diferentes. Hasta el 6 de febrero de 1502 Colón flrma· siempre con 2. Entorno histórico de los documentos
el anagrama seguido de' las palabras El Almirante, salvo en dos documen­
tos que son dos autorizaciones reales para monopolios' en. las Indias en No es. este el lugar de hacer una biografia de Galón. Sin embargo, sí
los que pone; tras el anagrama, la palabra Vimry. Hasta aquí, pues, sigue conviene, como guía. del lector, encuadrar de manera sucinta la vida del
sus propias instrucciones, pero a partir de esta fecha y sin ninguna ex­ Almirante en los documentos presentados en este libro.
cepción a continuación del anagrama firma Cbristo Ferens. En tres libra­ El 3 de agosto de 1492, con la nao Santa María, dos carabelas, la Pinta
mientros de pago yen la últirnacma que escribe a. su hijo Diego, sólo y la Niña, y un total de 90 tripulantes, que recluta con el apoyo de los
firma Cbristo Jerens y en minuscul.a; los cuatro documentos estan escri· hennanos Pinzón, zarpa Colón' del puerto. de Palos (Huelva). Tras una
tos por un amanuense y Colón se limita a flrmar. Este cambio radical en travesía de 33 días llega a la isla de Guanahaní el 12 de octubre. En el
la manera de firmar obliga a dar la razón a Streicher, que por razones pa­ Nuevo Mundo permanece tres meses costeando unaserle de islas en bús­
leográficas considera una copia el Memorial a los Reyes, que yo dí por queda de Cipango, que pronto identifica conHaltí (La Española). Allí fun·
autógrafo en la anterior edición de este libro y situé en vísperas del Ter­ da el fuerte de Navidad (IV: carta a Rodrigo de Escobedo, 4 de enero de
cer Viaje,. y a retrotraerlo a las. vísperas del Cuarto Viaje. La flrma Cbristo 1493), en el que deja 39 hombres. Las vicisitudes del viaje y tornaviaje
ferens sería, por otro .lado, una., prueba más de la inautenticidad del docu­ están narradas en II (relación del viaje, conservada en una copia de fray
mento que posee la Biblioteca Condumex de México, una Ordenanza Bartolomé de las Casas), III (nota autógrafa del Almirante), y V (la famosa
fechada en 1493, que. reproduce una parte del Memorial anterior. Por la carta impresa anunciando el Descubrimiento).
84 Cristóbal Colón. Textos y documentos Introdúcdón 85

Llegado a España Y recibido por los Reyes en Barcelona, prepara el Asimismo, y según la autorización que desde el 23 de abril de 1497 tenía
2. o viaje, que le llevará a las Antillas Menores y en el que recorrerá casi de los Reyes, estableció el 22 de febrero de 1498 el Mayorazgo (XXV).
toda la costa cubana. Como es lógico, se abre un período de intensa acti­ El 30 de mayo de 1498 inicia su tercer vlaje, en el que al fin había
vidad diplomática. Para conseguir los derechos a las tierras descubiertas, de tocar tierra firme en la Península de Paria y desembocadura del Ori­
Fernando el Católico consigue· 4 bulas de Alejandro VI (Inter coetera¡ noco. Gracias a una copia de Las Casas conserv~mos .la relación de este
E:dmiae devotionis,. 2. a Inter coetera y Dudum siquidem). De Colón se viaje (XXX). Se encuentra a su llegada a la Española con que un impor­
conserva una Ordenanza del'2 de febrero de 1493, en laque da comien­ tante sector de la población se ha amotinado al mando de Francisco
zo a su tarea administrativa en relación con el gobierno de las tierras re­ Roldán, al que envía dos cartas conciliatorias (XXXVIII y XXXIX). Escribe
cién descubiertas (VI). En Septiembre de este mismo año inicia el 2. o a los Reyes (XXXI al XXV, XLII y XLIII) dando su versión de los hechos.
viaje, acompañado esta vez de hidalgos, religiosos y clérigos. El obispo Manda ainojonar unas tierras para su hijo Diego que quiere vivir en las
Juan Rodríguez de Fonseca es nombrado agente de los Reyes para los Indias (XLI). Concede.el privilegio exclusivo para la venta de jabón en
asuntos de Indias en Sevilla. A partir de ahora la -empresa americana la Española a Pedro Salcedo (doc. XLIV).
queda vinculada 2 Cadiz y Sevilla, desligándose de Huelva. Cuando Co­ Los Reyes envían al comendador Bobadil!a a la Española ante los gra­
lón arriba a la Navidad encuentra a todos los colonos muertos por los ves disturbios que se estaban produciendo. En un acto de justicia sumarí­
indígenas. EI2 de febrero de 1494 Antonio de Torres, alcaide de la Isabe­ sima Colón es devuelto a Castilla cargado de grilletes (primavera de
la, el 2. o asentamiento en la Española, toma a Castilla siendo ponador de 1500). A este momento de enorme desesperación corresponde la carta a
un Memorial para los Reyes (IX). Poco después despacha Colón la ins­ doña juana de la Torre, ama del Príncipe donjuan (XLVIII), y la carta a los
trucción a Pedro Margarite, capitán de la fortaleza de Santo Tomás en la señores, quizá el Consejo de Castilla (XLIX). Por su parte, los Reyes co­
! ,:
región de Cibao, para reconocer las provincias de la isla de Cuba (X). mienzan a autorizar que Otras personas puedan navegar a las Indias, aun­
Muy pronto empiezan a surgir disensiones entre los colonos. FrayJuan que respetando lo descubierto por Colón. Estas· capitulaciones ocasionan·.
Bui! y P. Margarite a su vuelta a Castilla difunden quejas sobre el mal los viajes que se han llamado Menores O Andall!ces, c,Uya finalidades des­
gobierno del.Almirante, razón porla que en octubre de 1495 llega a la cubrir nuevas tierras y rescatar (es decir, hacer comercio derrueque) oro,
Española Juan Aguado como Pesquisigor de parte de ·los .Reyes. Colón perlas, etc. Son los viajes de AJonso de Hojeda, Juan de la Cosa,AmériCO
protesta de esta medida ante los Reyes .(XIl), prepara su tornaviaje y, Vespucci, Pero ,Alonso .Niño, Vicente Yáñez Pinzón, Diego de. Lepe y
dejando a.su hermano Bartolomé como gobernador de la isla (XV), re­ Rodrigo de .Bastidas, entre otros. Como es. lógico Colón ve lesi<;mados
gresa a Castilla en marzo del 96. sus intereses; escribe los Memoriales de agravios y los informe~ a sus Pri­
¡ Dos años permanecen en la Corte tratando de recuperar el favor de vilegios (LXI al LXIV), las cartas a los reyes (XLV, LXIII), la
i los Monarcas, empañado por los informes adversos de Fray Buil, Marga­ rrespondencia con el P. Garrido (UV al LIX), la carta al Pap; !L)(.!X), a
t.. rite, etc. Ante la protesta de la Corte lusitana por violación de las cláu­ Nicolás Oderigo, embajador de Génova y a la Banca' de San Jorge
:·4"
i sulas fundamentales del Tratado de Tordesillas, redacta quizá para los en Génova pidiendo que se hiciera cargo de sus negocios y remas (r..xXÍ)~
Reyes el informe que conocemos como Memorial de la Mejorada (XVI). La redacción del Libro de las Profecías queda tc::minaaa antes
Asimismo realiza dos Memoriales dirigidos a los Reyes, relativos a la po­ de emprender su cuarto y último viaje (fines de mayo de 1502). Poco
blación de las Indias (LXII y XX). Un contrato hecho con un comerciante ames de partir d~ja un Memorial a su hijo Diego (LXVIII) y escribe a
sevillano, Antón Maríno, para el envío de mantenimientos a las Indias fray Gaspar de Gorricio (LXXII y LXXIII).
(XXI) nos presenta la faceta comercial de la empresa americana. De los En este 4. o viaje, en el que le acompaña su hijo Hernando, que sería
frecuentes apuros económicos del Almirante son pruebas el reconoci­ cronista del mismo, dirige la expedición sólo con el títtilo de Almirante,
miento de deuda del 17 de febrero de 1498 (XXIII) Yel albalá de 26 de y no como Virrey Gobernador: el gobernador de la Española era Nicolás
abril del mismo año (XXVI). A los pocos días de morir el Príncipe don de Ovando. La desgracia parece cebarse en el Almirante, que tiene-prohi­
Juan, a quien sus hijos Diego y Hernando servían como pajes, otorga un bido tocar en la isla de sus sueños. Enfermo y casi ciego naufraga ante la
'poder a jerónimo Agüero, ayo de éstos, para que en su nombre pueda costa de Jamaica, donde se ve obligado a pasar un año lleno de penalida­
cobrar los emolumentos que les fueran debidos (XVIII). Se conservan des. Sólo lo salvó el valor de Diego Méndez (portador de la Relación y de
las cartas que por estas fechas escribe a Juan de Fonseca, obispo de la carta a. Gorricio, LXXIV y LXXV) que en una canoa india navega hasta
Badajoz (XXiI), a su hijo Diego (XXVII), a su hermano Bartolomé (XXIV) la Española y consigue que el gobernador Ovando, meses después, envíe
ya su gran amigo el fraile Gaspar de Gorricio de Novara (XXVIII y XXIX).
86 Cristóbal Colón. Textos y documentos
Introducción 87
una carabela a recogerlo (las dos cartas que dirige a Ovando son los
la Casa de Alba (Madrid), Real Academia de la Historia (Madrid), Archi­
documentos LXXVI y LXXVII).
vo Histórico Nacional (Madrid), Biblioteca Nacional (Madrid), Archivo
En septiembre de 1504 regresa a Sanlúcar maltrecho y agobiado de
General de Simancas, Biblioteca Universitaria de Salamanca, Archivo
deudas, como lo atestiguan los íibramientos que se ve obligado a dar
de Protocolos (Sevilla), Biblioteca Colombina (Sevilla), Biblioteca Con­
los días 7, 8 Y 9 de septiembre (LXXXVIII, LXXIX Y LXXX). Para colmo,
dumex (México). Agradezco vivamente las atenciones y la ayuda prestada
la Reina muere.en:.íloviembre. Colón escribe cartas angustiadas a su hijo
por donjuan Manuel Hernández, doña Pilar López Brea, doña Consuelo
Diego (LXXXI al LXXXVII), a Nicolás Oderigo (LXXXVIII), al Rey don
Gutiérrez del Arroyo, don Manuel Mariana, doña Teresa Santander, don
Fernando (LXXVIII-XXIII al XCVII), a fray Diego de Deza, su amigo en
Francisco Alvarez Seisdedos, don Edmundo O'Gorman y don Juan Mu­
la Corte (XCIX), e incluso a los nuevos Reyes de Castilla, don Felipe y
tiozabal que en todo momento me facilitaron la tarea, así como a don Al­
doña Juana (C); de nuevo a su hijo Diego (LXXXIX y XCII al XCIV) y á
fonso Alvarez Cantillana de la Biblioteca de la Escuela de Estudios Hispa­
Garrido (XCI), para intentar por todos los medios que le sean devueltos
no Americanos de Sevilla. Quiero hacer constar mi especial gratitud a
sus antiguos honores y preminencias.
Juan Gil, mi marido, que ha revisado los originales y me ha ayudado en
A fin de obtener una audiencia del Rey don Fernando viaja a Valla­
todos los problemas filológicos del texto; ~in su ayuda este libro no
dolid. AHí se agravan sus achaques, hace testamento el 19 de mayo de
ilUbiera sido posible.
1506 (XCIII), Ymuere al día siguiente sin haber conseguido la entrevista.
Para la edición de los dos do-ó~mentos. que se encuentran en el Pa­
lazzo Municipale de Génova me he ser'\Lidq de las magníficas fotografías
de la Raccoltaj la edición de la CanadtjOl·5 de febrero está hecha sobre
* * las reproducciones publicadas por C. Sanz. Los documentos del Archivo
de Indias (Sevilla) sólo los he podido consultar~~n fotografías.
Con la excepción de V, en el que se ha reproducido con la.máxima fic Sería fácil ahora hacer una crítica de las ediciones anteriores, totales o
délidad el texto de A, se han manteIiido.las grafías originales enJa medi­ parciales, así como seguir la pista a errores de lectura o de imprenta que
da de lo posible, siguiendo las siguientes normas por indicación del pro­
han hecho montar teorías a eminentes historiadores sobre frases inexis­
fesor J. A. Pascual:
tentes; pero no es este el 'fin de nuestro trabajo, queúnicamentepreten­ ..
de poner al día, en modesta escala, la gran obra comenzada el siglo pasa­
da por De Lollis, un ven:!adero hito en la bibliografía colombina. Precisa­
-q iIiicial se ha transcrito por c, salvo en quatorze y quantidad.
-u y v se han transcrito según su valor consonántico o vocálico. mente para no entrar en cominerías se han corregido de manera tácita los
errores.
-y se ha sustituido por i.
-Se han eliIJlJnado las consonantes dobles al inicio de palabra. ;:1
CONSUELO VAREL..
-Se han desarrollado las abreviaturas.
-Se han puntuado los textos.

Signos empleados:
De esta forma pensamos que esta edición puede resultar un instru­
mento útil de trabajo para lingüistas y mólogos, sin que el texto ofrezca
por ello grandeS dificultades de lectura.
Se ha procurado limitar al má.ximo el número de notas, incluyendo
sólo las que· considerarnos necesarias para la comprensión del texto,y () indica una adición
prescindiendo de todo alarde bibliográfico. A propósito se ha rehusado [J indica una supresión
entrar en. polémicasinútí,les. Se añade un vocabulario de palabras desl,.lsa­ •• * indica una laguna
das y de términos marineros que no figuran en los diccionarios de con­ ( ) indica que se han suplido letras hoy ilegibles
...! indica que el texto resulta ininteligible
sulta habituales. Cierra el volumen un índice de topónimos y otro de
nombres propios, identificados siempre que ello ha sido posible. • indica que el documento es autógrafo
Hemos consultado todos los originales que existen en el Archivo de indica que la firma es autógrafa
indica que el documento es de autenticidad dudosa
r---==========================__;;;¡¡.... _===~;;:; ..._====__=_=¡¡;;;__ ¡¡;¡¡iiiii;;;;¡;¡;¡;¡_=_=_;;;¡¡_=¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡;¡¡;;;¡¡;';¡;;;;~"'~_W'=4 o:g¡.~~,Io-Ita" _ __

88 Cristóbal Colón. Textos y documentos

Siglas emPleadas: DOCUMENTOS

ADA Archivo de la Casa de Alba, Madrid

AGlS Archivo General de Indías, Sevilla

AGS Archivo General de Símancas

AHN Archivo Histórico Nacional, Madrid

APS Archivo de Protocolos, Sevilla

BC Biblimeca Colombina, Sevilla

BN Biblioteca Nacional, Madrid

'BNP Bibliotheque Nationale, París

BRAH Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Madrid

BUS .Biblimeca' Universitaria de Salamanca

NYPL New York Public Libra!')'

Libros citados abreviadamente


• L Apostillas
Navarrete. M. Femández de Navarrete. Colección de los viajes y descubrt'mien·

tos que hicieron por mar lós españoles, desde fines del s. XV, Madrid, 1825.

Racc. Raccolta di documentie studi pubblicati dalla R. Commissione Colom·

bina nel quano cemenario delta. scopeHa dell'A merica. Scrt'tti di Cristoforo Co· De las muy frecuentes notas que escribía Colón en sus libros se .recogen·14n sólo
lomba, pubblícati ed iIlustrati da Cesare.de Lollis, Roma 1892·94. las quecontürnen algún detalle autobiográfico: son las que. se encuéntranen los
márgenes de la Imago mundi, de Pedrod'Alliy, y de la Historia rerum ubique
Las Casas. Historia genera/de las Indias, edición de Juan Pérez de Tudela y gestarum,de Eneas St'll!io Piccolomín; (BC, n. o 3.122 y 3. ¡ 23 respectivamente
Emilíp López Oto, BAE,Madrid, 1957. del Registro de D~ Hernando). Saluo la 1, 9, lO, 13B Y 15. escritas en cursiua, to· .
jane. CecilJane, V'oyages ofChrístopher.Columbus,.Londres, 1930, das las demás apostillas presentan una/etra redonda también muy caracterís­
Cioranescu. A Cioranescu, Oeuvresde Christopbe Colomb, Ed. GalJimard, 1961. tica.
Ballesteros. A Ballesteros Berena, Cristóbal Colón y el descubrimiento de Amé·
rica, Barcelona, 1943.
.4 e. .... Morison, S. E. Morison, El Almirante de la Mar Océano, Buenos Aires, 1945. ..0_.
Cartas. J. Gil·e. Varela, Cartas de paniculares a Colón y relaciones coetáneas, a) Irlanda
Madrid, 1984. , ~

Mitos. J Gil. Mitos y utopías del Descubrimiento. 1. Colón y su tiempo, Madrid, HR f. 2v (Racc. 10): (Homine)s de Catayo uersus' oriefls_
1989 uenierunt. (N)os uidi[miJmus multa notabilia et (spe)cialite" in .Gál­
ueí Ibernie uirum et (ux)orem in duobus lignis' arreptis ex mira­
bili (for)ma,
Hombres de Catayo vinieron al OríeRte. Nosotros hemos visto muchas cosas no­
tables y sobre todo en Galway. en Irlanda, un hombre y una mujer en unos leños
arrastrados por la tempestad de forma admirable. .

b) La fortaleza de la Mina

2 HR f. 3v (Racc. 22): Sub linea equinociali perpendiculariter est


castrum Mine serenissimi regís Portugalie, quem uidimus.

l.-Be.

89
90 Cristóbal Colón. Textos y documentos 1. Apostíllas 91

Debajo de la línea equinoccial, en perpendicular, se encuentra la fortaleza de la tura del sol con el cuadrante y otros instrumentos muchas veces, y encontré que

Mina del serenísimo rey de Portugal, que hemos visto. concordaba con Alfcagano, es decir,que correspondían a cada grado 56 millas y

213. Por 10 tanto, hay que prestar fe a esta medida. En consecuencia podríamos

3 1M f. 12r (Racc. 16): Zona torida non est inhabitabilis, quia per decir que el perímetro de la tierra en el circulo equinoccial es de 20.400 millas.

eam hodie nauigant Portugallenses, imo est populatissima; et sub Lo mismo halló el maestrO José, tísico y astrólogo y orros muchos, enviados con

linea equinoxialis' est castrum Mine serenissimiregis PortugaJie, este fin sólo por el serenísimo rey de Portugal. y esto 10 puede ver cualquiera que

mida por las cacras de marear, tomando las medidas de Norte a Sur por el océano,

quem uidímus: fcera de toda tierra, en línea recta, lo que bien se puede hacer empezando en

lnglaterra o Irlanda en línea recta hacia el Sur hasta Guinea.

La zona tórrida no es inhabitable, porque por ella navegan hoy los porrugueses,
sino que está muy poblada; y debajo de la línea equinoccial se encuentraIa forta­
leza de la Mina del serenísimo rey de Portugal? que hemos visw. .. c) Colón en Lisboa (después de 1485)

4' 1M f.25:t. (.ltaee. 234): Africa in duplo est quam Europa. et 6 HR f. final v (Raee. 860): (Rex) Portugalie misit in Guinea anno
quamuis in medioipsius sit terra arenoza, tamen (tq corregido en Domini 1485 magister Ittosepius,fixicus eius et a5trologus, (ad

tn) in aliquibus locis habitantur. A parte australi et septentrionali comperien)dum altitudiOé:ill' SG::s .in totta Guinea. Qui omnia

habitant gentes sine numero, nec impedit maximum calorem. Et adinpleuit et renuncianit~ dico serenissímo regí, me presente,

sub linea equinociali, ubi dies semper sunt horarum 12, haber 1 quod (H') is in die Xl,MarcE ¡nuenit se distareab equinoxiali gra­

castrum serenissimi regís Portugalie, in quo fui. et inueni locus dus V minute in ínsul~: {jocata~ «de los Ydolos», que est prope

temperatus esse: (ser)ra Lioa; et hoc cum·maxima diligentia procurauit. Postea

Africa es el doble que Europa; y, aunque en su centro la tierra es arenosa, en algu­


ueco se pe ditus serenissimus rex misit in Guinea in alliis .locis

nas partes la habitan. Por la parte del Sur y del Norte la pueblan gentes sin núme­ postea (oo.) et semper inuenit concordad com ipso magistro lose··

ro, y no 10 impide el máximo calor. Y debajo .de la línea .equinoccial, donde los pio; quare sertum habeo esse castrum Mine sub lineaequinoxiali.

días siempre son de 12 horas,está la fortaleza .del serenísimo rey de Portugal, en


la que estuve y encontré que era un lugar templado. El rey de Portugal envió a Guinea en el año del Señor .1485 al maestrO José, su. tí­

sico y astrólogo, para reconocer la altura del sol en toda Guinea. Este cumplió

5 1M f. 42r (Raee, 490): Nota quod sepe nauigando exUlixbona ad con todo y dio cuenta al dicho serenísimo rey, cuando yo me encontraba presen­

te, que (... ) en el día ¡lde marzo encontró que distaba de la equinoccial 5 grados

austrum in Guinea notauicum' diligentia uiam, ut solent nauc1e­ y minutos Z en la isla I!ámadade los ldolos, que está cerca de Serra Lioa. Y esto lo

res et malineríos, et postea accepi altitudinem solís cum quadran­ procuró con máxima diligencia. Después, el mencionado serenísimo envió a

tem etaliis instrumentis piures u¡ces, et inueni concordare cum Guinea a otros lugares (... ) y encontró siempre que concordaba con el maeslroJo­

Alfragano, uidelícet respondere quolibet gradu miliaria 56 213. sé. Por estO tengo la certeza de que la forraleza de la Mina está debajo de la línea

Quaie ad hanc mensuram fídem adhibendam ese Igitur posimus equinoccial.


dicere quod circuitus terre sub arcu equinocialí est 20.400 mi­
liaria; similiter quod id inuenir magíster losepius fixicus et astro­ Colón en Lisboa (diciembre de 1488)
logus et alii piures, misi soium ad hoc per serenissimum regem
Portugalie. ldque potest uideri quisquam me[n]tientem per cartas 7 1M f. 13r (Raec. 23): Nota quod hoc anno de 88, in mense de­
nauigationum, mensurando de septentrione in austro per oecea­ cembd apulit in Ulíxbona Bartholomeus Didacus, capitaneus
num extra omnem teriam per lineam rectam; quod. bene potest tdum carauelarum, quem miserat serenissimus rex Portugalíe in
incipiendo in Anglia uel Hibernia per lineam rectam ad austrum Guinea ad temtandum. terram. Et renunciauit ipso serenissimo re­
usque in Guinea. gi prout nauigauerat ultra yan nauigarum leuche 600, uidelicet
NOta que con frecuencia navegando desde Lisboa al Sur, a Guinea, observé con
450 ad austrum et 250 ad aquilonem, usque uno promontorium
diligencia la derrota, como suelen los capitanes y marineros, y después tomé la al­ per ipsum nominatum «cabo de boa esperanc;a", quem in Agesin­
ba estimamus. Quique in eo loco inuenit se distare per astrola­
bium ultra linea equinociali gradus 45, quem ultimum locum dis­
1 Interpreto habel como un impersonal, como en HR (Raee. 56) habel pro­
fundas niues: también puede entenderse habet castrom serenissimus rex Porlu­ 2 Quizá se deba t1::aducic: <un .grado y cinco minutos>. La latitud en todo caso

galie, desarrollando de otra manera> las abreviaturas s.r.p.


es errónea.

-----.J
r
~'!"~;...~:'<:~~

1. Apostillas 93
92 Cristóbal Colón. Textos y documentos

tatab Ulixbona 1euche 3100. Quem uiagium pictauit et scripsit Est:t 2pOStlII>., ref=nle toda dl:l a = de las obsesiones de Colón, Taisls(L:dlsp:zilola), llene gran VlIIor. ya
que Colón h:Ice referencia 2 una -obr.>.- suya, obra que quid pod2mos ¡oc:>Jlz2r e kIc:otlfi= hoy; en los cin·
de leucha in leucha in una carta nauigacionis, ut occuli uisui os­ co últimos folios C2ltác<:os de la HRse encuentra efectiv:unenle dlbujad2 un;¡ es{"",. se n::únen teStimonios
sobre Tar:síS.se dlll por extenso b traducción l2tin2 de Josefo (A.). VIII·5) Yse dejo espaCio en bl:mco par:!
tenderet ipso serenissimo regi, in quibus ómnibus interfui. Hoc compleur 12 lis!> de aUlorid2des. Ahora bien. en e'''2S p~ 1211 mim,,,j,,,, pOr el Almir:mte se h:IIbn predsa·
concordat cum dita Marini, quem Ptholomeusemendat, de pe­ menlC b =1lI de ToscasneUi a M::utins (RQCC. 854) y el cómpulo de b creación <id mundo ..:gún los ¡udlos
(Racc. 8S8); b penenencÍ2 re:d a Colón de estos óos Import2ntlslmos documentos p:¡i'Ctt qu<d:>r 2l\egurad2.
ragracione ad Garamantes, que disir peragratum fuisse ultra En úlllmO término, U02 de las 2u!orld2des de Colón es, para gran :I5OInbro nuestro. lo que despUés, en lTIlI'
yor es<:2l2 y con ayud2 del padre Gorricio, se convertlr:j eo el Libro de /aS Profecú>!¡·
equinocialem stadii 27500, quod Ptholomeusimpugnat et emen­ 11 Dos veces más vuelve Colón a citm"s. a $1 mismo en 14 1M: J. 42v (Roce. 496): Vide jn CU"lis. 13· id quoc
Ibi annolllui .pe<:ttntibus istO capirulo, quod aqW1 non copen! tres (fW1tt25 lerre. el qUO<! omnium (omnem
dat. de LoUis. Buron) lIl2fCltl sit ruwigabUe (= Mira en el folio 13 lo que allí anOlé tocante 2 este aopítulo. que el
a¡¡u:¿ no cubre las tres cua.rus partes de l. tierra y que l. de lodos los mareS iSCl ruavegable). Dlusión, como.ya
Nota que en este año de 88, en ei mes riP !)!::;::,~,:-.:. -::::::::-!: ~n 1 ;ChM ¡:¡"r.~I~-':' QarJtrtzO Duror., ~~-. ~~::" ,,.1- J_ 'lM"tIc.tnIJe__ se ª,~n los aU_lores que CcJdn 'f1I.IlN!}12 e7J la parte teórica de Jo
Re/J:JCjón del tercer viaje; y J. 7"v (""""'. "",,/..._- ..: .~,~ ~, .. ,.. < ~"I latine. primi clim2lis .iuxllI.insul."
Díaz, capitán de tres carabelas, que había enviado el serenísimo rey de Portugal 12 Merois. Ipsa est ciuiw in qua nOIllNm fui! eclipsls ¡une.ut dieil Ptholomeus .íu." Y'¡¡"~ ü; ¿:." " :: ~;: ~ ...
a Guinea a descubrir la tierra. Y dio cuenta al serenísimo rey de cómo navegó tagioe in hora lercia. Hec ciuiw dist2t .b equinodali gradus 18 elab ocdden!e gradus 62.' Vide in Ptholo­
más a.llá de lo ya navegado 600 leguas, es decir, 450 al Sur y 250 al Norte, hasta meo el in q"'lIuor c:anls nOSlre ( _ Advierte que'" dud2d de Arbis está al tinal del primer dilTlll juniO' la isl.
de Méroe. Esa es la ciud2d en b que se regiStrÓ un eclipse, como dice Ptolomeo en su 'libro primerO, en b
·un promontorio por él llamado Cabo de .Boa Esperam;a,. que suponemos en Age­ hora qUinlll, y en C2rIlIgo en 12 hora lercera. Est:t ciudad dist:l de b equinocti:ll 18 grados y del occidente 62
sinba. En este lugar encontró que por el astrolabio distaba de la línea equinoccia! grados. Mir;¡ "" l'tol0= y en eHolio cua.-to b ouestr:l.. que remite.al folio 4. en reaJi.tIt>d. ~r de IaIM (la
45 grados; el lugar más remolO dista de Usboa 3100 leguas. El cual viaje lo dibujó numeración de pos/os primeros jolios esm()(lerna:.de abí 14 conjusIÓn). dende.se encuentra u"'" labJa de
dlstanc14s a la eqwtWCCiaJ. escrita por el Almiranle. Tan satlsjecbo se .",contraba COlón de su ciencl4.
y lo escribió legua a legua en una carta de marear, para presentarlo ante los ojos
de! serenísimo rey. En todo estuve presente. Esto concuerda con las palabras de
Marino, a quien corrige PtQlomeo, sobre el viaje a los Garamantes, el cual escri·
bió que recorrieron más allá de la equinoccial 27500 estadios, lo que impugna e) Recetas colombinas
y corrige PlOlomeo.
¡¡3A HR (Raec. 861) último folio vuelto:
8 . HRif. 2r (Racc. 6): Serenissimo regí Portugalie renunciatum fuít Vt subito nascatur porsimolum, pone in i:émoliosemine in aceto

ab uno' suocapitaneo anno. de 88, quemmiserat adtemt:mdum perspacium IlImdierum. Postea fereipsasubáSélis dies tres, .;;:(

terram imGuinea, quod nauigaUit ultra equinociálemgradus45. quando uoluerissemina ipsa; et postea in hora. L nascatur el. co­
Al'serenísrmorey c. . Portugiu ¡'e:dio tuéntaen el año de 88 uno de sus capitmes, I
me[nJdatur.

que nabía enviado'a Guinea para tantear la tierra, que habianavegado más allá de ¡13B Accipiunt puluer solphari, quem ponuntsuper eum etco(m)bús­

la equinoccial 45 grados. ta recedit .lpsum moliunt et fondant cum salmoniacoet senic(o)

et aliquando ponunt de puluere aurifabris, cum qua soUdant. Re·

d) Los «papeles» de Colón


'.'- dunt .r. albis (?) cum sale et aceto.
... f; .... ' ... _

'" _.<
9 '" .J_M·"..­ f. 21 v (Racc. 166): Nota quod regnum Tharsis. est in fine Para que nazca al punto el perejil, pon en remoío la semilla en vinagre porespa­
., '
Ofien~is in fine .Katay: .. Vide in libro 3, Regum.c. o 9 ... et Nico­ cio de tres dias. Después llévala debajo del sobaco tres días, y cuando quieras,

~ l?us de Lira... et actor iste Petrus de Ayliaco ... et translator Ptho­


síémbrala; y después en una hora brota y se come.

Toman polvo de azufre, que ponen encima de él, y queda quemado. Lo majan y

lomeL .. et uide in nosteis canis a papiri ubi est spera. Al pie del lo disuelven con amoníaco y arsértico (?); y a veces ponen polvo de orfebre, con

.mismo folio y en letra diminuta que escapó a la sagacidad de el que lo solidifican; y lo hacen blanco (?) con sal y vinagre.

10 De Lollis y de Buron se lee Hec omnia habemus de uerbo ad uer­ yo primera ree""" es l. m:ís d ..... En e{ecIO, y. los antiguos conoci2n los efectos diuréticos del peTejil (Plin.
bum in papiris. N: H. xx 1111, Dios<:. llJ 70). Y Andrés Laguna, en su Dioscórláes rom:m:z;ado (p. 313) .punla: .La..
raízes. l2S
hoj ... y b simiente del apio hortense, que en griego se c!ize se/inon y pere:1dI en nuestra lengua esp2t'101:<.
lienen ac!mirable virtud de abrir y desopilar el hígado y b~o. provocrr la oriru> y el menstruo y desh:azer l.
Nota que el reino de Tarsis está en el fin de Oriente, en el fin de Catay ... Consulta piedra de'" vexiga y de los riñones' (eL ...imismo 5U Epi/ome GaJeni Persamen; operum. 6osile.e 1551.
el libro 3, cap. 9 de los Reyes ... y Nicolás de Lira... y este autor Pedro d'Ailly ... y p. 2001 len rC2lid2d 1101). y Am.IUS LusiWlu5, In Diosroridis Anazarb<li d. medica materia libros qu,inque,
Lugdunl, 1558. p. 490 ss.). Por WlIO. parecen preocuparle a Colón I:!s enfermed2c!es del rit'1ón. queiambién
el traductor dePtolomeo y consulta nuestros folios] de papel donde está la esfe· le Impuls2n a seiialar remedios cootra loscllcu!os en I:!s Historie de Plinio.
ra ... Todas estas cosas las-renemos palabra por palabra en los papeles.
f) Notas en italiano
] E. Buron (Ymago muY/di de Pierre d'Ai/(v, París, 1930, 1, p. 307) piensa que
por -cartas- se debe entender -canas de m¡¡rear. y despistado por el plural se pre­ 14
Libro de las profecías (doc.L) f. 58r: Dopo el peccato delli primi
gunta si Cristóbal y Banolomé habrían hecho varios ejemplares del mapa de la BNP parenti cadendo l'homo de male en pegio perdete la simigUanc;;a
identificado como colombino por Ronciere. La apostilla siguiente descarta tal su­ de Dio et, comO dice el psalmista, prese similitudine de bestÍá.
posición.
._.- ..... _-,._-­

Cbldn J
'7}1'6¡-/O
94
cWJ5?~e Cristóbal Colón. Textos y documentos Il. Diario del Primer Viaje (1492) 95

15 Historia di PUnio (Be. n. o 3358 del Registro, Racc. 23) [ 242v. U lel"', como ya sefWó SUeichct. no parece de Colón. No se puede dudar •. sín cmb2rgo, de que 1" noc"se

Del ambra es ~ierto nascere in India soto tierra, he yo ne ho fato escribió en el .e:s.crl¡xotlo* del Almirante, cU)'2S p--.nicul2rld2des lingüisti= <::omp;arte. Estos cómputos, de
mg;unbte medlev:ll. sirven en rcaJld2c1 p2D ínc1l= los años que qued2n :ti mundo (d. el dlculo
cauare in moltí montí in la isola de Feyti uel de Ofir uel de Cipan­ milenaristic:o de XLlII).

go, a la quale habio posto nome Spagnola, y ne o trouatO pie~a


grande como el capo, mano tota chíara, saluo de chiaro y parda,
y.otra negra; y ve n'e asay.
II

Este es el Primer Viaje y las derrotas y camino que hizo el al­


g) La era del mundo mirante don Cristóval Colón cuando descubrió las Indias, pues­
to sumariamente, sin el prólogo que hizo a los Reyes que va a la

16 HR (Racc.858) penúltim.o folio vuelto: letra y comienr;:a á 'esta manera: In Nomine Domtni NostriJesu

Esta es la coenta de la criac;ión del mondo segondo lo judíos. Vi­


Christi. .

vio Adán 120 años' y estOnc;es engendró Aset. Vivío Ase! 105
Porque, cristianíssimós y muy altos y muy excelentes y muy
anos y estonc;es ingendró Enos. Vivío Enos 90 años y estonc;es
poderosos 'P¡:fnc;ipes, . Rey e Reina de las Españas y de las islas
íngendró Cainán. Vívío Caínán 70 años y estOnc;es ingendró Ma­
de la mar, Nuestr-Os Señores, este presente año de 1492. después
lakhel. Vivío Malache! 65 años y estonc;es ingendró ]ared. Vivío
de Vuestras Altezas aver dado fin a la guerra delos moros, que
]ared 162 años y estono;;:es ingendró Enoch. Vivío Enoch 65 años
reinavan en Europa, y aver acabado la guerra en la. muy gran­
y estonc;es ingendró Mathusalén. Vivío Mathusalén 187 años y
de. ciudad de Granada, adonde este presente año, a dos días del
estonc;es íngendró Lamech. Vivío Lamech 182 años y estOnces ¡nc
mes de Enero, por fuerc;a de armas vide poner las vanderas rea­
gendró Noé. VivioNoé500añosyestono;;:es ingendróSen. .y Sen
les de Vuestras, Altezas en las torres de la Alfambra, que es la
.. havía ciento quando foe el diluvio. Así que de la criac;ión del
fortaleza de la dicha ciudad, y vide saliTal rey moro a las puer­
mondo hasta el dilubio son 1656 años. Vivío Sen dos años des­

poís de los ciento sobredichos, y despois del' di/ubio estOno;;:es in­


gendró Arfaxat. Vivío Arfaxat 35 años y estonc;es ingendró Sala.
Vivío Sala 30 años y estono;;:es ingendróHeber. Vi vio Heber 34
años y estonc;es ingendró Phalech. Vivío Phalech 30 años y
I
I

I!
I
tas de la ciudad, y besar las reales manos de Vuesrras Altezas
del Príncipe! mi Señor, y luego en aquel presente mes, por
informac;iónque yo avía dado a Vuestras Altezas de las tierras de
India y de un Príncipe que es llamado Gran Can 2 (que quiere de­
zir en nuestro roman<;;e Rey de los Reyes), como muchas vezes él
>
estonc;es ingendró Reu. Vivío Reu 35 años y estonc;es ingendró y sus ante¡;essores avían enbiado a Roma a pedir doctores en
Saruch. Vivío Saruch 30 años y estonc;es ingendró Nacor. Vivío I nuestra sancta fe porque le enseñasen en ella, y que nunca el
Nacor 29 años y estOn<;:es ingendró Thare. Vivio Thare 70 años y
eston~es ingendró Abraam. Y desd'e} diluvio hasta que nac;io I Sancto Padre le avía proveído y se perdían ta!1tos pueblos, cayen­
do en idolatrías e resc;ibiendo en sí sectas de perdi~ión; y
Abraam son 295 años, y segundo los judíos son 292. Vivio Abraam Vl,lestras Altezas, como cathólicos cristianos y prín¡;ipes amado­
ciento años y estOnc;es ingenaró Isac. (Vi)veo Isac .. .. * res de la sancta fe cristiana y acie<;entadores d'ella y enemigos de
(Des)que nac;io Isac hasta que saliron de EgiptO 400 años. (Y
des)que saliron de' Egipto has<t>a que se fabricó la primera Casa
I la secta de Mahoma y de todas idolatrías y heregías, pensaron de
enbiarme a mí, Cristóval Colón, a las dichas partidas de India pa-
480 años. (Y des)que foí fabricada la primera Casa fasta su
destruc;ión son 410 años. (Ydes)que foi destruída la primera Casa
fasta la .salida del cativerio (de Ba)bilonía a 70 años, y eston~es se
comeno;;:ó la segunda Casa. (Y duró) la segunda Casa 400 años. Y ,
I n,-BN. Ms. Vilr. 6-7. Copia de. fray Bartolomé de las Casas.
! Boabdil ,dio las llaves de la Alha¡nbra y de las Otras fortalezas y ciudad al
desque nacio Abraam fasta que foe destruído la segunda Casa Rey, y el Rey se las dio a la Reina, y la Reina se las dió al Príncipe dón Juan, su hi­
1088 años. Y desde la destrución de la 2.1. Casa [fasta] segundo jo; y el Príncipe don Juan se las dio al Conde de Tendilla. (Alonso de Santa Cruz,
Crónica de los Reyes Católicos, edición Carriazo. Sevílla. 1951, j, p. 47),
I05"júdíos, fasta agora, (siendo) el año del nac;imento de Nuestro Z A raíz del regreso de Nicolás y Marco Polo de su viaje a Oriente, corrieron
Señor de 1481, son 1413 atios. (Y desde el) c;omieno;;:o fasta esta por toda Europa fabulosas historias del Gran Can. quien parece que a través de
era de 1481 son 5241 años· * .. (mundo)· • • 5244. ellos pidió al Papa cien teólogos para eonvertir a los mogoles.
, == "'1#'1)"5 #3 T - It~"., F ;; ,a1itfffl rE iIIU ~

96 Cristóbal Colón. Textos y documentos Il. Diario del Primer Viaje (1492)
i. 97
ra ver los dichos prín¡;ipes y los pueblos y las tierras y la mente, de día en día todo lo que yohiziese y viese y passasse,
disposi¡;ión d'ellasy de todo, y la manera que se pudiera tener como adelante se veirá. También, Señores Prin~ipes,a11ende de
para la conversión d'ellas a nuestra sancta fe, y ordenaron que yo' escrevir cada noche Jo qu' el día passare yel día lo que la noche
no fuese por tierra al Oriente, por donde se costumbra de andar, navegare, tengo propósito de haz.er carta nueva de navegar, en la
salvo por el camino de Occidente, por donde hasta oy no sabe­ cual situaré toda la mar e tierras del mar Occéano en sus proprios
mos por cierta fe que aya passado nadie; así que, después de aver lugares, debaxo su viento, y más componer un libro y poner to­
echado fuera rodos los judíos de rodos vuestros reinos y do por el semejante por pintura, por latitud del equinocial y lon­
señoríos, en el mismo mes de Enero, mandaron Vuestras Altezas gitud del Occidente, y sobre todo cumple mucho que yo olvide
a mí que con armada suffi¡;iente me fuese a las dichas parridas de .. el sueño y tiente mucho el navegar, porque así cumple; las cuales
India, y para ello me hizieron grandes mercedes y me serán gran trabajo.
anoble¡;ieron, que dende en adelante yo me llamase Don y fuesse
Almirante.Mayor de la mar Occéana y Visorey .e Governador per­
petuo de tod.as las islas y tierra firme que yo descubriese y ganas­
se, y de aquí adelante se descubriesen y ganasen en la mar Occé­ Viernes, 3 de Agosto
ano, y así sucediese mi hijo mayor, y él así de grado en grado pa­
ra siempre jamás 3. Y p;;¡rtí yo de la ciudad de Gr.anada, a doze Partimos viernes 3 días de Agosto de 1492 años de la barra de
días dei mes de Mayo del mesmo año de 1492, en sábado, y vine Salrés, a las ocho oras. Anduvimos con fuerte virazón hast~ pI ':-'~
a la villa de Palos, que es puerto de mar, adonde yo armé ¡res ner del sol hazia el Sur sesenta nüUas, que son 15 le~uas; después
al Sudueste y al Sur cuarta delSudueste, que era el camino para
navíos muy aptos! para. semejante fecho. Y partí del dicho puer· las Canarias.
tO muyabaste¡;ido de muy muchos mantenimientos y de mucha
gente de la mar' a tres días delmes de Agosto del dicho año s, en
un viernes, ames de la salida.delsoI con media ora, y llevé el ca­
mino de las islas de Canaria 6.de Vuestras.Altezas,que son en la Sábado, 4. o de Agosto
dicharnar o ccéana , para de allí lomar mi detrota y navegar tan­ Anduvieron al Suduesre cuarta del Sur.
ro, que yo llegase ajas Indias, y darlaembaxada de Vuestras Al­
tezas a aquellos prín<;;ipes y complir lo que así me avían manda­
do., y para esro pensé de escrevir todo este viaje muy puntual-
Q.< ....
l' .,.
~ -. Domingo, 5 de Agosto
.., . Anduvieron su vía entre día y noche más de cuarenta leguas .
3 ~E€ eJ..¡~::or
de las Capitulaciones de Santa Fe (17 de aoril de 1492)
~ El Diano emplea el término nal'íos al referirse a las tres embarcaciones que
tomaron parte en la expedición. Es Constante la diferencia entre -nao- y _carabeo
la-.· como nor;¡ Alvar (Diario del Descubrimiento. ediciones del Exmo. Cabildo Lunes, 6 de Agosto
Insular de Gran Canaria. n. 1976. pp. 56-57); incluso se especifican las embarc-.l­
ciones auxiliares: la nao lleva batel, la carabela barca. La nao Santa María, también Saltó o desencasóse el governario a la caravela Pinta, donde
llamada La Gallega, pertenecía aJuande la Cosa, que iba de contramaestre en este ¡va Martín Alonso Pin<;ón, a lo que se creyó o sospechó por. in­
primer viaje. La carabela Pinta llevaba por capitán a Martín Alonso Pinzón. copro· dustria de un Gómez Raséón y Cristóval Quintero 1, cuya era la
pietario de la embarcación junto con Cristóbal QUintero. La Niña, propiedad de
Juan Niño, lJe\'aoo por capitán a Vicente Yáñez, hermano de Martín Alonso. caravela, porque le pesava ir aquel viaje, y dize el Almirante que
5 Los judíos fueron expulsados por decreto del 30 de marzo de 1492; el plazo a.ntes que partiesen avían hallado en '~iertos reveses y grisquetas,
para abandonar Españúerminó el 3 de agosto de ese mismo año. como dizen, a los dichos. Vídose allí el Almirante en gran
6 Como anouJ. Manzano (CoIÓn.v su secreto. Madrid, 1976, p. 245), Canarías
se encontrab2 en camino obligado. al ser la base española más adelantada; la ruta
ideal, añade Manz:mo siguiendo a Jos y Morison, hubiese sido una aún más meri­
dional, pero Colón lenía prohibido navegar al sur del paralelo 28. el de Canarias. 1 Los Reyes habían exigido de la villa de Palos la entrega de tres navíos para la
Por otra parte, de haber seguido una ruta más septentrional, pabría quedado fuera expedición colombina (orden del 30 de abril). Se puede pensar quizá en un sabo­
de la zona de los vientos favorables, que hicieron posible su primera travesía. raje por parte del propiet:lrio de estas naves.
I
I

98 Cristóbal Colón. Textos y documentos n. Diario del Primer Viaje (1492) 99

turba~ión por no poder ayudar a la dicha cara vela sin su peligro, la isla de la Madera al Rey a le pedir Uria cara vela para ir a esta
y dize que alguna pena perdía con saber que Martín Alonso cic:rra 4ue vía 12, el cual jurava que cada año la vía y siempre de
Pin~ón era persona esfor~ada y de buen ingenio. En fin,andu­ una manera. Y también dize que se acuerda que 10 mismo dezían
vieron entre día y noche veinte y nueve leguas. . c:n las islas ue los A<;ores y todos estos en una derrota y en una

manera de señal y en una grandeza. Tomada, pues, agua y lena,y

Martes, 7 de Agosto carnes y lo demás que tenían los hombres que dexó en la Gome­

Tornóse a saltar el governalle a la Pinta y adobáronlo yandu­ ra el Almirante cuando fue a la isla de Canaria a adobar la carave­

vieron en demanda de la isla de Lan<;arote, que es una de las islas la Pinta, finalmente se hizo a la vela de la dicha isla de 'la Gomera

de Canaria, y anduviefon entre día y noche XXV leguas. con sus tres cara velas , jueves a seis días de Setiembre.

Miércoles, 8 de Agosto Jueves, 6 de Setiembre .


Ovo entre los pilotos de las tres cara velas opiniones diversas Partió aquel día por la mañana delpueno de la Gomera 13 y ro­
dónde estavan, y el Almirante salió más verdadero, y quisiera ir a mó !abuelta. Dara ir Su viaje. Y supo el Almirante de una caravela .
Gran Canaria por dexar la caravela Pima, porque iva mal ¡tenía de :a isla del Hierro que andavan por allí tres cara velas
acondi<;ionada del governario y hazía agua, y quisiera tomar allí .Portugal para lo tomar; devía de ser de enbidia qu'el Rey tenía
otra si la hallara; no pudieron tomarla aquel día. por' aversé i-do a Castilla. Y anduvo todo aquel día y noche en
c:l.!ma,·faJa mañana se halló entre la Gomera y Tenerife.
Juftves, 9 de Agosto
. . Hasta el domingo en la noche no pudo el Almirame tOmar la Viernes; 7 de Setiembre
Gomera, y Martín Alonso quedóse en aquella costa de Gran Ca­ Todo el viernes y el sábado, hasta tres oras de noch~, estuvo 1
I
naria por mandado del Almirante, porque no podía navegar. Des­ en calmas.
pués tornó el Almirame a Canaria y adobaron muy bien la Pinta
.con mucho trabajo y diligen~ia del Almirante, de Martín Alonso y Sábado, 8 de Setiembre
de los demás, .y al cabo vinieron a la. Gomera: Vieron salir· gran Tres oras de noche sábado comen<;ó a ventar Nordeste, yto..:
huego de la sierra de la isla de Tenerife 8 , qu'es muy alta en gran mó su vía y camino al Gueste H . Tuvo mucha mar por proa que
manera. Hizieron la Pima redonda 9, porque era latina; tornó a la
Gomera domingo a dos de Setiembre con la Pima adobada. Dize
el Almirante que juravan muchos hombres honrados españoles
que en la Gomera estavan con doña lnes Pera~a 10, madre de
II Se hace referencia a la leyenda de San Brindan, monje irlandés del siglo VI,
Guillén Pera~a que después fue el primer conde de la Gomera,
que junto con 14 monjes del monasterio de Conflen: emprendió la búsqueda de la
que eran vezinos de la isla del Hierro, que cada año vían tierra al tierra prometida. Tras un largo viaje de siete IDOS por las islas del Atlántico y tras
Vueste de las Canarias, que es al Poniente, y otros de la Gomera atravesar un círculo de niebla, llegaron a ella; Durante toda Edad Media las islas
afirmavan otro tanto con juramemo. Dize aquí el Almirante que fueron identificadas con Las Canarias (así en la mayor parte los mapas desde el
se acuerda qu'esrando en Portogal el año de 1484 vino uno ll de siglo XIII). La isla perdida, la .non truba(ja. de la leyenda, fue objeto de diversos
intentos de descubrimiento. El último de ellos fue el· realizado por Juan Mur. y
Aguirre, capitán general de Canarias, en 1721. Por causa de especiales condiciones
• Colón, como ha dejado daro A. Cioranescu (Colón y Canarias, Santa Cruz atmosféricas la isla aparece de vez en cuando: así, los.habitames de San Borondo,
de Tenerife, J 959), nunca estuvo en la isla de Tenerife, que no se conquistó hasta aldea al Oeste de Las Palmas, vieron la isla en el horizonte e incluso el diario ABC
1495.. Por tanto habla de oídas cuando menciona este gran fuego que veían salir de Madrid (10 de agosto de 1958) asombró a sus lectOres con una insólita
de: la isla~ ya que no se tienen noticias de una erupción del Teide. por aquellas fotografía de la mítica isla (ef; L. A. Vigneras, La búsqueda df!l Paraiso y las legen­
fechas. . . ciarias islas del Atlántico, Valladolid, 1976).
, Según el testimonio de Hernando Colón, se cambiÓ el velamen a la Niña y 13 En el puertO de San Sebastián empieza el viaje de descubrimiento. Hasta
no a la Pinta. el camino era conocido;
10 Parece una interpretación de Las Casas, ya que el título de primer conde de 1~ Para Manzano (Colón y su Secreto. p. 252), a partir de este momento man­
La Gomera le fue: dado a Guillén Peraza en 1516. tiene a lo largo del viaje un rumbo occidental por orden expresa de 105 Reyes,
11 Para M. Ballesteros se t(ata probablemente de fernán Domingues do Arco, que impusieror· !as circunstancias pólíticas del momento, por la necesidad de res­
ql2e obtuvo de Juan Ir la capitanía de una ~~Ia imaginaria. petar el convenio vigente con Portugal (Tratado de Alcá¡;ovas).
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;tl~ir !r~ y~ _ _~~_

100 Cristóbal Colón. Textos y documentos n. Diario del Primer Viaje (1492) 101

le estorbava el camino. Y andaría aquel día nueve leguas 15 con su Viernes, 14 de Setiembre
noche. Navegaron aquel día su camino al Güeste con su noche, y an­
duvieron XX leguas. Contó alguna menos. Aquí díxeron los de la
Domingo, 9 de Setiembre caravela Niña que avían visto un garxao y un rabo de junco, y es­
Anduvo aquel día 15 leguas, y acordó contar menos 16 de las tas aves nunca se apartan de tierra cuando más XXV leguas.
que andava, porque si el viaje fuese luengo no se espantase y
desmayase la gente. En la noche anduvo ciento y veinte millas, a Sábado, 15 de Setiembre
diez millas por ora, que son 30 leguas. Los marineros governavan Navegó aquel día con su noche XXIII leguas su camino al Güeste
mal, decayendo sobre la cuarta del Norueste y aun a la media y algunas rilás. y en esta noche al principio d'ella vieron caer del
partida, sobre lo cual les riñó el Almirante muchas vezes. ~ielo un maravilloso ramo de huego en la mar, lexos d'ellos
cuatro o cinco leguas .
. Lunes, 10. o de Setiembre
En aquel día con su noche.andúvo seseo.ta leguas, a diez Domingo, 16 de Setiembre
millas por ora, que son dos leguas y media, pero no contava sino Navegó aquel día y la noche a su camino el GÜeste. Andarían
cuarenta y ocho leguas, porque no se asombrase la gente si el XXXVIIII leguas, pero no contó sino 36. Tuvo aquel día algunos
viaje fuese largo. ñublados; lloviznó. Dize aquí el Almirante que «ay y siempre de
aW2de1ante h~lI?é':)n aires tf"m~erantíssimos, que era plazer gran­
Martes, 11. o de Setiembre de el gusto de las mañanas, que no faltava SInO Olr rUlSc;tlor...".,
Aquel día navegaron a su vía, que era el Güeste, y anduvieron dize él. Y era el tiempo como por Abril en el Andaluzía. Aquí
20 leguas y más, y vieron un gran tro~o de mástel de nao de comen~aron a ver muchas manadas de yerba 18 muy verde que
~iento y veinte toneles, y no lo pudieron tomar. La noche andu­ poco avía (según le pare~ía)que se.avía desapégado detierra, por
vieron sercade veinte leguas, y contó no más de diez y seis por la cual todos juzgavan queestavan cerca de alguna isla, pero no
la causa dicha. de tierra firme,según el Almirante,que dize:"porque la tierra .fir­
me hago más adelante».
Miércoles, 12 de Setiembre
Aque!día yendo su vía anduvieron en noche y día 33 leguas, Lunes, 17 de S etíembre
contandGmeQ.os por la dicha causa. Navegó a su camino al Güeste, y andarían en día y noche ..."6 ­

--- -'. cincuenta leguas y más; no asentó sino 47. Ayudávales la corrien­ ".
Jueves, :13
de Setiembre te. Vieron mucha[s] yerva y muya menudo y era yerva de peñas
Aque! Qí::¡-con su noche, yendo a su vía, que era el GÜeste. y venían las yerva(s) de hazia Poniente. ]uzgavan estar ~erca de
anduvieron 'XXXIII leguas, y cantava tres o cuatro menos. Las tierra. Tomaron los pílotos el Norte, marcándolo, y hallaron que
corrientes le eran contrarias. En este día, al comien~o de la las agujas noruestea van una gran cuarta, y temían los marineros y
'l' noche, las agujas noruesteavan y ala mañana nordestea van algún estayan penados y no dezían de qué. Cognosciólo e! Almirante,
tanto l7 . tri:,iiidó que tornasen a marcar e! Norte en amane~iendo, y halla­
ron qu'estavan buenas las agujas. La causa fue porque la estrella
que parece haze movimiento y no las agujas. En amane~iel1do
aquel lunes vieron muchas más yervas y que pare~ían yervas de
ríos, en las cuales hallaron un cangrejo bibo 19 , el cual guardó el
15 El Diario hace referencia indistintamente a leguas o millas. Hay que tener en
cuenta que la legua empleada por Colón es la de los marinos italianos r equivale a Almirante. Y dize que aquellas fueron señales ciertas de tierra,
cuatro millas.
I! Todo el viaje llevó Colón una doble contabilidad. La longitud era difícil de
calcular, no así la latitud. la Están atravesando el mar de los Sargazos, cuya exístencia no era desconoci·
17 La proximidad del meridiano magnético O o y el movimiento de la estrella da.
polar hacen variar las brújulas. Aunque era un fenómeno conocido. Colón fue el n Pudiera ser el nautilograpsus miTlutus, crustáceo que sólo se encuentra en
primero en señalarlo. el mar de los Sargazos.
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1
I 102 Cristóbal Colón: Textos y documentos 11. Diario del Primer Viaje (1492) 103

I porque no se hallan ochenta leguas de tierra. El agua de la mar alcatra<;es y después otro, que fue señal d'estar <;erca de tierra; y
r vieron mucha yerva, aunqu'el día passado no avían visto d'ella.
hallavan menos salada desde que salieron de las Canarias, los
aires siempre más suaves. Ivan muy alegres todos, y los navíos, Tomaron un páxaro con la mano que era como un garjao; era pá­
quien más podía andar andava por ver primero tierra. Vieron xaro de río y no de mar, los pies tenía como gaviota. Vinieron al""
muchas toninas· y los de la Niña mataron una. Dize aquí el Almi­ navío, en amane<;iendo, dos o tres paxaritos de tierra cantando y
rante que aquellas señales eran del Poniente -donde espero en después, antes del sol salido, desaparecieron. Después vino~UIl:a!­
aquel Alto Dios, en cuyas manos están todas las victorias, que catraz; venía del Güesnorueste <y) iva al Sueste, que era señal
~i
(. muy presto nos dará tierra .. , En aquella mañana dize que vida que dexava la tierra al Güesnorueste, porque estas aves duermen
~~
una ave blanca que se llama rabo de junco que no suele dormir en tierra y por la mañana van a la mar a. buscar su vida yno se
en la mar. alexan XX leguas.

i;\
!}:
Martes, 18 de Setiembre Viernes, 21 de Setiembre .
Navegó aquel día con su noche y andarían más de cincuenta y ·Aql,le! .día fue todo lo más calma y después algún viento,
<;inco-leguas, pero no asentó sino 48: Llevava en todos est0s días - Andarían entre día y noche; d'ello a la vía d'ello no, hasta 13 le­
mar muy bonan<;o, como en el río de Sevilla. Este día Martín .. '-, guas: En amane<;iendo hallaron tanta yerva que parecía ser la mar
Alonso con la Pinta, que era gran velera, no esperó, porquedixo . . ' .. C~j~da d'ella, y venía del GÜeste. Vieron un a1catraz~ La mar
al Almirante desde su caravela que avía visto gran multitud de -. . .muy llana como un río y los aires los mejores de! mundo. Vieron
aves ir hazia el Poniente, y que aquella noche esperava ver tierra una vallena, qu'es señal que estavan cerca de tierra, porque
y por eso andava tanto, Apare<;ió'a la parte del Norte una gran siempre andan <;erca. .
<;errazón, qu'es señal de estar. sobre la tierra,
Sábado, 22 deSetiembre
Miércoles, 19 de Setiembre Navegó al Güesnorueste más o menos, acostándose·a una y
Navegó su'.camino y entre .día y noche andaría XXV leguas; otra parte; andarían XXX leguas. No vÍan cuasiyerb,a. Vieron
porque tuvieron calma, Escrivió XXII. Este día, a las diez oras, vi­ unas pardelas y otra ave. Dize aquí el Almirante: «mucho me fue
no a la nao un alcatraz y a la tarde vieron otro, que no suelen ne<;essario este viento contrario, porque mi genteandavan muy
apartarse XX leguas de tierra. Vinieron unos llovizneros sin vien­ estimulados, que pensavan que no ventavan en estos mares vien­
to, lo que es señal <;ierta de tierra. No quiso detenerse barloven­ tos para bol ver a España,,21. Por un peda~o de día no ovo yerba,
teando e! Almirante para averiguar si avía tierra, más de que tuvo después muy espessa.
por ¡;;ierto que a la banda del Norte y del Sur avía algunas islas,
¡
!
como en la verdad lo estavan y él iba por medio d'ellas. «Porque
su voluntad era. de seguir adelante hasta las Indias, y el tiempo es
Domingo, 23 de Setiembre
Navegó al Norueste y a las vezes a la cuarta del Norte.'y a las
bueno; porque. plaziendo a Dios a la buelta todo se vería •. Estas vezes a su camino, que era el Güeste; y andaría hasta XXII leguas.
son sus palabras: Aquí descubrieron sus puntos los pilotos lO: el Vieron una tórtola y un alcatraz y otro paxarito de río y otras
de la Niña se hallaba de las Canaria<s) 440 leguas, el de la Pinta aves blancas. Las yervas eran muchas, y hallavan cangrejos en
420, e! de la donde iva el Almirante 400 justas, ellas. Como la mar estuviese mansa y llana, murmurava la gente

Jueves, 20 de Setiembre
II Las Casas (1, 37): ....Ia mar tan llana, que más parecía. laguna de agua muerta.
. NavegÓ este día al Güeste cuarta del Norueste y a la media que mar, a 10 cual no poco ayudava no la:hallar tan salobre como la que. dejavan
partida, . porque se mudaron muchos vientos con la calma que atrás. Por manera que inferían que. pues siempre lIevavan un viento .. , y Jamar
avía. Andarían hasta siete o ocho leguas. Vinieron a la nao dos tan mansa,que devían de estar en otro mundo... y que no temían viento con que
se tomar.. , poe.lo cual las murmuraciones y maldiciones que antes consigo mes·
mo decían y echaban a su general capitán y a quien lo había enviado, comenzá­
ronlas a manifestar, y desvergonzadamente.decille en la Cat'll que los había,engaña­
2C) Sancho Ruiz e1'll el píloto de la Santa María.· Cristóbal Garda Sarmiento de la do y los lIevava. perdidos a matar y que juravan a tal y a cual que, si no se torna­
Pinta y Juan Niño de la Niña. ba, Que lo habían primero a él de echar en la mar ... '
;..

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104 Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diarto,del.Primer Viaje (1492) 105

diziendo que, pues por ~íno avía mar grande, que nunca Subiéronse todos sobre elmastel yen la xar~iay'todosaffirmaron
ventaría para bolvera España. Pero después al¡;óse mucho la mar que era .tierra, y.al Almirante así pare~ió y que avnaa ella 25 le­
y sin viento, que los asombrava, por lo cual dize aquí el Almiran­ guas.Estuvieron hasta la noche affirmando todos ser tierra. Man­
te: «Así que muy ne¡;essario me fue la mar alta, que no pare¡;ió dó el Almirante dexar su camino, que era el Güeste, y que fuesen
salvo 'el tiempo de los judíos cuando salieron de Egipto contra todos .al Sudueste, adonde :avía parecido la tierra. Avríanandado
Moisén 22, que los sacava del captiverio-. aquel día al Güeste 4. o leguas y media,y -en la noche al Sudueste
17 leguas, que son XXI, puesto que dezía a la gente 13 leguas,
Lunes, 24 de Setiembre porque siempre fingía a la gente que haria poco camino, porque
Navegó a su camino, al Güeste, día y noche, y andarían no les parec;iese largo, por manera que escrivió por dos caminos
quatorze leguas y media; contó doze. Vino al illlvío un alcatraz y aquel viaje; el menor fue el fingido y el mayor el verdadero. An­
vieron muchas pardelas. duvo la mar muy llana, por, lo cual se echaron a nadar muchos
marineros. Vieron muchos dorados y otros pe~es.
Martes, de Setiembre
Este día ovo mucha calma y después ventó, y fueron su cami­ Miércoles, 26 de Setiembre
no al Güeste hasta la noche. lva hablando el Almirante con Navegó a su camino al Gúeste, hasta después de mediodía; de
Martín Alonso Pin¡;ón¡ capitán de la otra caravela Pinta, sobre allí fueron al Sudueste hasta cognos¡;er que 10 que dezían que
una carta 23 que le avía enbiado tres días avía a la cara vela, donde, avía sido tierra no lo era, sino cielo. Anduvieron día y noche 31
segund pare¡;e, tenía pintadas el Almirante ciertas islas por leguas, y contó a la gente 24. o La mar era como un do, los aires J
aquella mar, y dezía el Martín Alonso que esta van en aquella co­ dul¡;es y suavíssimos.
marca, y respondía el Almi'rante que así le pare¡;ía a él; pero pues­ :\q
to que no oviesen dado con ellas lo devía<n) de aver causado las Jueves, 27de Setiembre ;1
corrientes, que siempre avían echado los navíos al Nordeste, y Navegó a su vía al GÜeste. Anduvo entre día y noche 24 le­ '1
que no aVlan andado tantó como los pilotos dezían. Y estando en guas. Contó a la gente 20 leguas.. Vinieron muchos dorados; ma­
estO, díxo1e el Almirante que le enbiasela carta dicha y enbiada taron uno. Vieron un rabo de junco. j
con alguna cuerda,comen¡;ó el Almirante a cartear en ella con su
piloto y marineros. ~l sol puesto, subió el Martín Alonso en la Viernes, 28 de Setiembre
popa de su navío, y <?on_mucha alegría llamó al Almirante, pidién­ Navegó a su camino al GÜeste. Anduvieron día y noche con ,
dole albri~ias que vía (.~.rta. y cuando se Jo oyo dezir con afirma­ calmas 14 leguas. Contó treze. Hallaron poca yerva. Tomaron I
ción el Almirante 'dize que,s;e, echó a dar gracias a Nuestro Señor dos pec;es dorados, y en los otros navíos más.
de rodillas, v el MartÍl.rAlonso dezía Gloria in excelsis Deo con
su gente. Lo' mi~"\1o ilizo·la gente del Almirante y los de la Niña. Sábado, 29 de Setiembre
Navegó a su camino al GÚeste. Anduvieron 24 leguas. Contó a
la gente XXI. Por calmas que tuvieron anduvieron entre día y
22 ¿Se identifica aquí Colón con Moisés? No hay que olvidar que emprende el
noche poco. Vieron un ave que se llama rabifor~ado, que haze
viaje el mismo día de la expulsión de los judíos, parece ser (lUe en el rol de gumitar.a los alcatra¡;es lo que comen para comerlo ella y no se
esta primera navegación aparece gran cantidad de U"IJl'.V~· mantiene de otra cosa. Es ave de la mar, pero no posa en la mar
23 El problema de las cartas de Toscanellí a Colón se ha debatido ampliamen. ni se aparta de tierra 20 leguas. Ay d'estas muchas en las islas de
te. Para Vignaud (La iettre et la carte de Toscanelli sur la route des lttdes par Cabo Verde. Después vieron dos alcatraces. Los aires eran muy
l'ouest, Paris, 1901), es una falsificación que atribuye a Las Casas y a Luis Colón.
La autenticidad ha sido defendida por Altolaguirre (Colón JI Toscanellí, Madrid, dul¡;es y sabrosos, quediz que no faItava sino oír el ruiseñor, y la
1903), seguido por la historiografía española: las relaciones entre Colón y Tosca­ mar llana como un río. Pare¡;ieron después en tres vezes
nelli se deberían a la estancia portuguesa de Colón y a sus relaciones con Hernán alcatra~es y un forc;ado. Vieron mucha yerva.
Martínez, canónigo de Lisboa. Según Cioranescu (<<POrtugal y las cartas de Tosca­
nelli., Estudios Americanos,XIV, [1957J), se trata de una falsificación portuguesa
para sentar su prioridad, quedatarfa de los preliminares del Tratado de Torde· Domingo, 30 de Setiembre
sillas. Navegó su camino al GÜeste. Anduvo entre día y noche por
;,1

106 Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diario del Primer Viaje (1492) 107

las calmas 14 leguas. Contó onze. Vinieron al navío cuatro rabos drada un mo<;;o de la caravela. Vino á la nao un rabiforcado y una
de junco, qu'es gran señal de tierra, porque tantas aves de una blanca como gaviota.
naturaleza juntas es señal que no andan desmandadas ni perdidas.
Viéronse cuatro alcatra<;es en dos vezes, yerra mucha. «Nota que Viernes, 5. o de Otubre
las estrellas que se llaman las Guardas, cuando anoche.;e, están Navegó a su camino. Andarían onze millas· por ora.:. Por noche
junto al bra<;<;> de la parte del Poniente, y cu~ndo amane<;e están y día andaría 57 leguas, porque afloxó la nocheatgoel viento.
en la línea debaxo del bra<;o al Nordeste, que pare<;e que en toda Contó a su gente 45. La mar bonan<;a y llana. «A Dios», dize,
la noche no andan salvo tres lineas, que son 9 oras, y esto cada «muchas gracias sean dadas». El aire muy dul<;e y temprado. Yer­
noche". Esto dizeaquí el Almirante. También en anoche.;iendo va ninguna, aves pardelas muchas; pe<;es golondrinos volaron en
lasas.\li.a'! nQJ:uestean.l.lna.cuarta y eI:L~mane<;iendo están con la la nao muchos. .
estrella justo, por lo cual pare<;e que la estrella haze movimiento
como las otras estrellas, y las agujas piden siempre la verdad: Sábado, 6 de Otubre

Navegó su camino al Vueste o Güeste, qu'es lo mismo. An­

Lunes, l. o de Otubre . . Juvieron 40 leguas entre día y noche. COntó a ía gente 33 leguas.

Navegó a su camino al GÜeste. Anduvieron 25 leguas. Contó a',:, . ­ 'Esta noche dixo Martín Alonso que sería bien navegar a la cuana

la gente 20 leguas. Tuvieron grande agua.;ero. El piloto del Almi' - -, . del Güeste a la parte de Sudueste, y al Almirante par~.;ió que. no.
rantetenía oy, en amane<;iendo, que avían andado desde la isla -_." • Oezía esto Martín Alonso por la~de S;:ipanB:2! y el Almirante ';i:..
del Hierro hásta aquí 578 leguas al GÜeste. La cuenta menor que vía que si la erra van que no pudieran tan presto tomar tierra, y
el Almirante mostrava a la gente eran 584, pero la verdadera que que era mejor una vez ir a la tierra.firme.y después alas islas.
el Almirante juzgava y guardava eran 707. .
Domingo, 7 de Otubre
Mart<?s/2 de Otubre Navegó a su camino al GÜeste.Anduvieron 12 millas por ora
Navegó a su camino al Güeste noche y día. 39 leguas. Contó a dos oras, y después 8 millas por ora; y andaría hasta una ora de
la gente obra de 30 leguas. La mar Hana y buena. «Siempre a Dios 50123 leguas. Contó a la gente IR En este díaiallevantar del sol,
muchas. gra<;ias sean dadas», dixo aquí el Almirante. Yerva venía la caravela Niña, que iva delante por ser velera, yandavanqukn
de Leste a Güeste, por el contrario de lo que solía. Pare.;ieron más podía por ver primero tierra, por gozar de la merced que los
muchos pe<;es, matóse uno. Vieron una ave blanca que pare.;ía Reyes a quien primero la viese avía(n) prOfiletido, leva~tó una
gaviota. vandera en el topo deL mástel y tiró una lombarda por señal que
vían tierra, porque así 10 avía ordenado el Almirante. Tenía tam­
Miércoles, 3 de Otubre bién ordenado que al salir. del sol y al ponerse se juntasen todos
Navegó su vía. ordinaria: Anduvieron 47 leguas. Contó a la los navíos con él. porque estos dos tiempos son más propriospa~ .
gente 40 leguas. Aparecieron pardelas, yerva mucha; alguna muy ra que los humores den más lugar a ver más lexos. Como en la
'yf vieja y otra muy fresca, y traía como fruta. No vieron aves algu­ tarde no viesen tierra, la que pensavan los de la caravela Niña
~,i
naS, y creía el Almirante que le quedavan atrás las islas que traía que avían visto, y porque passavan gran. multitud de aves de la
pintadas eilsu carta. Dize aquí el Almirante quena se quiso dete­ parte del Norte al Sudueste, por lo cual era de creer que se ivari. a
ner barloventeando la semana passada y estos días que vía tantas' dormir a tierra, o huíanqui<;á del invierno, que en las tierras de
señales de tierra, aunque tenía noticia de .;iertas islas en aquella donde venían devía de querer venir, por esto el Almirante acordó
comarca, por no se. detener, pues su fin era passar a las Indias, y dexar el camino del Güeste, y pone(r) la proa hazia GÜesueste z•
si se detuviera. dize. él, que no fuera buen seso .
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~t

Jueves, 4.° de Octubre u Cambio de ruta que parece debido a Ja. indicación de M. Alonso Pinzón; se­
Navegó a su camino al GÜeste. Anduvieron entre día y noche' gún consta en los Pleitos. De no haber virado, la expedición nubiera llegado a
Florida. Como anota Manzano (Colón y su secreto, p. 293), el día anterior se pro­
6} leguas. Contó a la gente 46 leguas. Vinieron al navío más de dujQ el primer motín del viaje, el de los vizcaínos de la rutO Santa Maria" que fue
,1"
1,
cuarenta· pardalas t juntos Ydos alcatra<;;es y al uno dio una pe­ sofocado gracias a la actuación de, Martín Alonso.
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108 Cristóbal Colón. Textos y documentos Il. Diario del Primer Viaje (1492) 109
con determinar;ión de andar dos días 'por aquellavia. Esto de la caravela Niña también vieron otras señales de tierra y un pa­
comenc;ó antes una ora del sol puesto. Andaría en toda la noche lillo cargado d'escaramojos. Con estas señales respiraron yalegrá­
obra de cinco leguas y XXIII de! día; fueron por todas veinte y ronse todos. Anduvieron en este día, hasta puesto el sol, 27 le­
ocho leguas noche y día. guas. Después del sol puesto, navegó a su primer camino ~l
GÜeste. Andarían doze millas cada ora, y hasta dos, oras después
Lunes, 8 de Otubre de media noche andarían 90 millas, que son 22 leguas y media. Y
Navegó al Güesudueste y andarían emre día y noche onze le­ porque la caravela Pinta era más velera e iva delante del A1miran~
guas y media o doze, y a ratos parece que anduvieron en la te, halló tierra y hizo las señas qu'el Almirante avía mandado. Es­
noche quinze millas por ora, si no está mentirosa la letra. Tu­ ta tierra vido primero un marinero que se dezía Rodrigo de
vieron la mar como el río de Sevilla. «Gracias a Dios», dize e! Al­ Triana:l&, puesto Que el Almirante, a las diez die la noche,estando
mirante. Los aires muy dulces, como en Abrilen Sevilla, qu'es en d casliiíode popa,vluu lurnbre"'; aunque fue cosa tan
plazer estar a ellos, tan olorosos son. Pareció la yerva muy fresca; cerrada que no quiso affirmar que Juese tierraj'pero llamó a Pero
muchospaxaritos de campo, y tomaron uno, que ivan huyendo Gutiérrez repostero d'estrados del Rey e díxole que parecía
al Sudueste, grajaos y ánades y un alcatraz. lumbre, que mirasse él, y así lo hizo, y vídola. Díxolo también a
Rodrigo Sánchez de Segovia, qu'el Rey y la Reina enbiavan en e!
Martes, 9 de Otubre armada por veedor, el cual no vido nada porque no estava en lu­
Navegó al Sudueste. Anduvo 5 leguas. Mudóse el viemo y gar do la pudiese ver. Después qu'el Almirante Jo dixo, se vido
corrió al Güesre cuarta del Norueste y anduvo 4 leguas; después una vez b dos, y era como una candelilla de cera que se alcava y
con todas XI leguas de día y a la noche XX leguas y media; Con­ levantava, lo cual a pocos' pareCiera ser indicio de tierra; pero el
tó a la gente 17 leguas. Toda la noche oyeron passar páxaros. A1mirame tuvo por cierto estar junto a la tierra. Por lo cual, cuan­
do dixeron la Salve, que la acostumbran dezir e cantar a su ma­
Miércoles, 10de Otubre nera todos los marineros y se hallan todos, rogó y amonestólos el
NavegÓ ilGÜesudueste.Anduvíero<n)adiez millas por ora y Almirante que hiziesen buena guarda al castilIode proa, y mira­
a ratos 12 y algún rato a: 7, y entre día y noche 59 leguas. Contó sen bien por la tierra, y que al que le dixese primero que vía
a la gente 44 leguas no más. Aquí la gente ya no lo podía c;ufrir 25 : tierra le daria luego un jubón de seda, sin las otras mercedes que
quexávase ddIargo viaje, pero e! Almirante los esforc;ó 10 mejor los Reyes avían prometido, que eran diez milI maravedís de juro
que pudo, dándoles buefla 'esperanca de los provechos que a quien primero la viese. A las dos oras después de media noche
podrían aver, y añidía que por' demás era quexarse;;pues que él pareció la tierra, de la cual estarían dos leguas. Amainaron todas
avía venido a las Indias,: y que: así lo avía,de proseguir hasta las velas,y quedaron con el treo que es la vela grande, sin bone­
hallarlas con el ayuda de Nue§tw Señor. tas, y pusiéronse a la corda, temporizando hasta' el día viernes
que llegaron a una isleta de los lucayos28, que se llamava en len-
Jueves, 11. o de Otubre
Navegó al GÜesudueste. Tuvieron mucha mar, más que en to­ Zi Tres testigos de los Pleitos dicen que fue Juan Il.odríguez Bermejo de Moli­
nos (Sevilla) quien primero vio tierra. Una tradición que recoge Fernández de
do el viaje avían tenido. Vieron pardelas y un junco verde junto a Oviedo refiere que Rodrigo de Triana. despechado ante la actitud de Colón, se hi­
la nao. Vieron los de la cara vela Pinta una caña y un palo, y to­ zo mahometano y se fue a vivir a Africa. «Juro. es una pensión perpetua que se
maron otro palillo labrado a lo que parecía con hierro, y un concedia sobre las rentas públicas. Las Casas cuenta que los Reyes asignaron esta
pedaco de caña y otra yerva que nac;een tierra y una tablilla. Los cantidad a Colón, quien la cobró toda su vida con cargo a las carnicerías de la
ciudad de Córdoba. y que parece fueron usufructuadas por Beatriz Enríquez de
Arana, madre de Hemando Colón (ver Testamento). '
25 La idea del motín, que Las Casas insinúa en varios pasajes, se ve avalada por 27 Según los cálculos modernos se' encontraban a unas 56 millas de tierra, alre­
Femández de Oviedo; también en los Pleitos se dice que los maestres de los tres dedor de 90 kms. Parece improbable que Colón viera «lumbre •. Lás explicaciones
navíos dieron un plazo de tres días a Colón para descubrir tierra y, si no, regresar de Las Casas, l, 89 Y Hernando Colón (Historia del Almirante don Cristóbai ,Co­
a Castilla. Manzano (Colón y su secreto. p. 300), piensa que tras este motín general lón. Madrid, 1892, cap. XXXI), que hablan de caminantes paseándose con una a!l­
Colón se vio obligado a confiar a M. Alonso su «secreto., la seguridad de ia exis­ torcha, no parecen suficientes. '.' ,
tencia de ricas tierras. el testimonio del píloto desconocido y la razón que había :. Quizá lucayós no sea otra cosa que lecuyos (lequios), los habitantes de unas
tenido para navegar en dirección Oeste hasta aquel momento. islas que la tradición situaba al Oriente de Asia.
110 Cristóbal Colón. Textos y documentos
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1 II. Diario Primer Viaje (1492)


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gua de indios Guanahaní. Luego. vieron gente desnuda, y el Almi- ! los cabellos gruessos cuasi como sedas de cola de cavallos e cor­
rante salió a tierra en la barca armada y Martín Alonso Pin~ón y I tos. Los cabellos traen por en<;ima de las <;ejas, salvo unos pocos
Viceinte Anes, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Al­ detrás que traen largos, que jamás corran. D'ellos se pintan de
mirante la vandera real y los capitanes con dos vanderas de la prieto, y (d'}ellos son de la color de los canarios 32, ni negros ni
Cruz Verde, que lIevava el Almirante en -todos los navíos por se­ blancos, y d'ellos se pintan de blanco y. d:ellos de colorado y
ña, con una F y una 1, en<;:ima de cada letra su coróna, una de un d'ellos de lo que fallan; y d'ellos se piman'lascaras, y d'ellostodo
cabo de la + y otra de otro. Puestos en tierra vieron árboles muy el cuerpo, y d'ellos solos los ojos, y d'eflos solo el nariz. Ellos
verdes yaguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante no traen armas ni las cognos<;en, porque les amostré espadas y
llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a las tomavan por el filo y se cortavan con ignoran<;ia. No tienen
Rodrigo d'Escobedo escrivano de toda el armada, y a Rodrigo algún fierro; sus azagayas son unas varas sin fierro y algunas d'e­
Sánches de Segovia, y dixo que le diesen por fe y testimonio có­ llas tienen al cabo un diente de pe<;e, y Otras de otras cosas. Ellos
mo él por ante todos toman, como de hecho tomó, possessión 29 , todos a una mano son de buena estatura de grandeza y buenos
de la dicha isla por el Rey e por la Reina sus señores, haziendo 125 . gestos, bien hechos. Yo vide algunos que tenían señales de feri­
protesta(iones que se requirían, como más largo se contiene das en sus cuerpos, y les hize señas qué era aqueIlo, y ellos· me
los testimonios que allí se hizieron por escripto. Luego se ~yuntó amostraron cómo allí venían gente de otras islas 33 que estavan
allí mucha gente de la isla 30 .Estoq ue se sigue son palabras formales· a<;erca y les querían tomar y se defendían. Y yo creí e creo que
de! Almirante en su libro de su primera navega~ión y descubrr­ aquí vienen de tierra firme a tomarlos por captivos. Ellos deven
miento d'estas Indias l1 . • Yo», dize él, "porque nos tuviesen· ser buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy pres­
mucha amistad, porque cognos(Í que era gente que mejor se to dizen todo lo que les dezía. Y creo que ligeramente se harían
libraría y convertiría a nuestra sancta fe con amor que no por cristianos, que me pare<;ió que ninguna secta tenían. Yo plazien­
fuer<;a, les .dia algunos d'ellos unos bonetes colorados y unas do a Nuestro Señor levaré de aquí al tiempo de mi partida seis
éuentas de vidroque se ponían al pescue~o, y otras cosas a Vuestras Altezas para que deprendan rabfar. Ninguna bestia de
muchas de poco valor, con que ovieron mucho plazer y queda­ ninguna manera vide, salvo papagayos en esta isla». Todas son
ron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después venían a palabras del Almirante.
las barcas de los navíos adonde nos estávamos, nadando, y nos
traían papagayos y hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras Sábado, 13 de Otubre
cosas muchas, y nos las trocavan por otras cosas que nos les dá­ Luego que amaneció, Vlnleron a la playa muchos d'estos
vamos, como cuentezillas de vidro y cascaveles. En fin, todo to­ hombres, todos man(ebos, como dicho tengo,y todos de buena
mavan y daban de aquello que tenían de buena voluntad, mas me estatura, gente muy fermosa; los cabellos no crespos. salvo corre·
parecíó que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos días y gruessos como sedas de cavallo, y todos de la freme y
desnudos como su madre parió, '! también las mugeres, aun~ cabe!;a muy ancha, más que otra genera<;:ión que fasta aquí aya
que no vide máS de una farto mo<;a, y todos los que yo vi eran visto; y los ojos muy fermosos y no pequeños; y eHos ninguno
todos manGebos, que ninguno vide de edad de más de XXX años, prieto, salvo de la color de los canarios, ni se deve esperar otra
.muy bien hechos, de muy fermosos cuerpos y muy buenas caras, cosa, pues está Lestegüeste con la isla del Fierro en Cánaria, so
una línea. Las piernas muy derechas, todos a una mano, y no
barriga, salvo muy bien hecha. Ellos vinieron a la nao con
19 Sobre esta ceremonia eL F. Morales Padrón (<<Descubrimiento y tOma de
almadías, que son hechas del pie de un árbol como un barco
posesión., An. Est. Am., XXI [1955], pp: .321·80). ..

30 Así glosa Las Casas este pasaje en' l, 40: .Ios indios ... estaban atónitos miran·
luengo y todo de un peda~o y labrado muy a maravilla según la
do los cristianos espantados de sus barbas .. " íbanse a los hombres barbados en es­
pecial al Almirante ... , y llegavan con las manos a las barbas maravíllándose d'ellas, u Varias veces se compara el colorde los indios con el de los canarios. Desde
porque ellos ninguna tienen~. Este texto ha dado origen a la teoría de que Colón la Antigüedad se pensaba que el color de los habitantes se iba oscureciendo con­
terna barba, nada.. en realidad se opone, dado que no tenemos ningún retrato forme se avanzaba haciad Sur. En un p,aralelo inferior a las islas Canarias pensaba
auténtico del Almirante. Colón encontrarse con hombres negros. Hernando Colón (cap. XXIII), dice: -de
31 Parece indicar que Las Casas hizo el traslado de este Diario cuando 'se en­ color aceituno como los canarios o rústicos costados con el sol.,
contraba en SantO Domingo.. 31 Primera mención a los caníbales.
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112 , Cristóbal Colón, Textos y documentos II. Diario del Primer Viaje (1492) 113

tierra, y grandes, en que en algunas venían 40 y45 hombres, y van a la mar nadando y venían y entendíamos quenas pregunta­
otras más pequeñas, fastaaver d'ellas en que venía un solo van si éramos venido<s) del C;ielo. Y vino;;uno viejo en el batel
hombre. Remavan con una pala como de tornero, y anda a mara­ dentro, y otros abozes grandes llamavan todos, hombres y mu­
villa, y si se les trastorna, luego se echan todos a nadar y la geres: «Venid a ver los hombres que viníerondel ~ielo, traedles
enderec;an y vazían con calabac;as que traen dIos. Traían ovillos de comer y de bever». Vinieron muchos y muchas mugeres, cada
de algodón filado y papagayos y azagayas y otras cositas que uno con algo, dando gracias a Dios echándose al suelo, y levan­
sería tedio de escrevir, y todo davan por cualquiera cosa que se tavan las manos al <;;íelo y despues a bozes nos llamavanque
los diese. Y yo estava atento y trabajava de saber si avía oro, y vi­ fuesemos a tierra, mas yo tenía de ver una grande restinga de
de que algunos d'ellos traían un peda<;uelo colgado en un agujero piedras, que <;erca toda aquella isla alrededor, y entremedias que­
que tienen a la nariz. Y por señas pude entender que, yendo al da hondo y puerto para cuantas naos ay en toda la cristiandad, y
Sur o bolviendo la isla por el Sur, que estava allí un Rey que la entrada d'ello muy angosta. Es verdad que dentro d'esta <;intha
tenía grandes vaso.§ d'ello y tenía muy mucho. Trabajé que ay algunas 'baxas, mas la mar no se mueve más qUe dentro en un
fuesen allá, y después vide que no entendían en la ida. Determiné pozo. Y para ver todo esto me moví esta mañana, porque supiese
de aguardar fasta mañana en la tarde y después partir para el dar de todo relación a Vuestras Altezas, y también adónde pudie­
Subdueste--que según muchos d'ellos me enseñaron dezían que ra hazer fortaleza, y vide un peda<;o de tierra que se haze como
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I avía tierra al Sur y al Sudueste y al Norueste; y qu 'estas del No­ isla, aunque no lo es, en que avía seis casas, el cual se pudiera
rueste les venían a combatir muchas vezes-, y así ir al Sudueste atajar en dos días por isla, aunque yo no veo ser ne<;essario,
1" porque esta gente es muy símplice en armas, como verán Vues­
a buscar el Oro y piedras pre<;iosas. Esta isla es bien grande y
muy llana yde árboles muy verdes y. muchas aguas y una laguna tras Altezas de siete que yo hizetomar para le llevar y deprender
1: en medio muy grande, sin ninguna montana, y toda ella verde, nuestra fabla y bolvellos, salvo que Vuestras ·Altezas ctlandd man­
l'~ qu'es plazer de mirarla. Y esta gente farto mansa, y por la gana daren puédenlos todos llevar a Castilla o renellos en la misma·
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t de aver de nuestras cosas, v temiendo que no se lesa de dar sin isla captívos, porque con cincuenta hombres los terná(n) todos
que den algo. y no lo tienén, toman lóque gueden y se echan sojuzgados, y les hará( n) hazer todo. Jaque quisiere( n). Y des­
r luego a nadar; mas todo lo que tiene(n) lo dan por cualquiera pués, junto con la dicha Isleta, están güertas de árboles, las más
i cosa qué les den, que fasta los peda<;os de las escudillas y de las hermosas que yo vi, e tan verdes y con sus hojas como lás de
ta<;as de vidro rOtas rescatavan, fasta que vi dar 16 ovillos de al­ Castilla[sJ en el mes de Abril y de Mayo, y mu~ha agua. Yo miré
godón por tres <;eotís de Portugal, quee~; una blanca de Castilla, todo aquel puerto y después me bolví a la nao y di la vela, y vide
v en ellos avría más de una arrova de -aio,odón filado. Esto defen­ tantas islas que yo no sabía determinarme a cuál iría primero. Y
diera y no dexara tomar a nadiesálvoque 'yGdo. mandara tomar aquellos hombres que yo tenía toma[nJdo me dezían por señas
todo para Vuestras Altezas, si oviei'J <;n-::antidad. Aquí na<;e en que eran tantas y tantas que no avía número y anombraron por
esta isla, mas por el poco tiemp,Jno pude dar así del todo fe. Y su nombre más de ciento. Porende yo miré por la más grande,y
también aquí na<;e el ataque traen colgado a la nariz, mas, por (a) aquella determiné andar, y así hago, y 'será lexos d'esta de
no perder tiempo, quiero ir a ver si puedo topar a la isla de Sant$alvador cinco leguas; y las otras d'ellas más, d'dlas menos.
C;ipango. Agora c;omo fue noche todos se fueron a tierra con sus Todas son muy llanas, sin montañas y muy fértiles y todas pobla­
almadías. das, y se' hazen guerra la una a la otra," aunque estos son muy
símpli<;es y muy lindos cuerpos de hombres.
Domingo, 14 de Otubre
En amaneC;iendo mandé aderec;ar el batel de la nao y las bar­ Lunes, 15 de Otubre
cas de las caravelas, y fue al luengo de la isla en el camino del Avía temporejado esta noche con temor de no llegar a tierra a
Nornordeste para ver la otra parte, que era de la parte del Leste, sorgirantes de la mañana, por no saber si la costa era li.mpia de
qué avía, y también para ver las pobla<;iones, y vide luego dos o baxas, y enamane~iendo cargar velas. Y como la isla 34 fuese más
tres, y la gente que venía todos a la playa llamándonos y dando
gracias a Dios. Los unos nos traían agua, otros otras cosas de co­ ¡w' Para Morisoo es Cayo Rurn, a la que llamó Santa María de Concepción; se
mer; otros, cuando veían que yo no curava de ir a tierra, se echa- encuentra a 6 leguas al Sudoeste de Watlíng (Guanahaní).
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114 Cristóbal Colól1' Textos y documentos I I1. Diario del Primer Viaje (1492) 115

lexos de cinco leguas, antes será siete, y la marea me detuvo, ta razón usé esto con él, de le mandar alargar, y le di las dichas
sería mediodía cuando llegué a la dicha isla, y fallé que aquella ­ cosas, porque nos tuviese:en esta estima, porque otra vez cuando
haz, que es de la parte de la isla de San Salvador, se corre Norte Vuestras Altezas aquí tornen a enbiar no hagan mala compañía; y
Sur y an en ella 5 leguas, y la otra, que yo seguí, se corría Leste todo lo que yo le di no valía cuatro maravedíes. Y así partí, que
Güeste, y an en ella más de diez leguas. Y como d' esta isla vide serían las diez. oras, con el viento.:,;Sueste, y tocava de Sur, pa~á
otra mayor al Güeste, cargué las velas por andar todo aquel día passar a estotra isla, la cual es grandíssima, y adonde todos eStos
fasta la noche, porque aún no pudiera aver andado al cabo del hombres que yo traigo de la de San Salvador hazen señas que ay
· Güeste, .a la cual puse nombre de isla de Sancta María de la muy mucho oro, y que lo traen en los bra~os en manillas y a las
Con~ep~ión; y cuasi al poner del sol sorgi a~erca del dicho cabo piernas y a las orejas y al nariz y al pescue~o. Y avía d' esta isla de
por saber si avía allí oro, porque estos que yo avía hecho tomar Sancta María a esta otra nueve leguas Leste Güeste, y se corre to­
· en la isla de San Salvador me dezían que aí traían .manillas de oro da esta parte de la isla~oruesre· Sueste. Y se parec;e que bien
muy grandes a las piernas y a los brat;;os. Yo bien creí que todo avría en esta costa más de veinte ocho leguas en esta faz. Y es
lo que dezían era burla para se fugir. Con todo, mi vQluqtad era muy llana, sin montaña ninguna, así como aquella de., Sant Salva­
· deno passar pornínguna isla de que· no tomase PQsS'essión, pues­ dor y de Sancta María, y todas playas sin roquedos, saívo que a
to que, tomado de una, se puede dezir de toda~::Ysorg! e-estuve· todas ay algunas peñas ac;erca de tierra debaxo del agua, por don­
hasta oy martes que, en amanet;iendo, fue a tierra.c;:m barcas de es menester abrir el ojo cuando se quiere surgir e no surgír
armadas, y saÍí; y ellos, que eran muchos, así desnl1dos y de la mucho acerca de tierra, aunque las aguas son siempre muy claras
misma condi~ión de la otra isla de San Salvador, nos,dexaron ir y se vee el fondo. Y desviado de tierra dos tiros de lombarda, ay
por la isla y nOS davan lo que les pedía. Y porque el viento carga­ en todas estas islas tanto fondo que no se puede llegar a éL Son
va a la traviesa Sueste, no me quise detener y partí. para la nao. y estas islas muy verdes y fértiles yde.aires:muy dult;es,.y puede
una almadía grande estava a boido de lacaravela Niña, y uno de aver muchas cosas.que·yo no sé; porque no me quiero detener
los hombres de la isla de Sant Salvador, que en ella era, se echó por calar y andar muchas islas para faHar oro. Y pues estas dan
a la mar, y se fue en ella; y la noche de antes, t a me dio echado el así estas señas, que lo traen a los brac;os y a las piernas, y es oro,
otro, y fue atras la almadía; la .cual fugió que jamás fue barca que porque lesamostréalgunospedac;os del que yo' tengo, no puedo
le pudiese alcanc;ar: puesto que le teníamos grande avante,con errar con el ayuda de Nuestro Señor que yo no le falle adonde
todo, dio en tierra y dexaron la almadía; y alguno de los de mi nac;e. y estando a mediogolpho d'estas dos islas, es de saber, de
compañía salieron en tierra tras ellos, y todos fugeron como gallí­ aquellaSanctacMaría y d'esta grande, a la cual pongo nombre la
nas, y la almadía que avían dexado la llevamos a bordo de la ca­ Fernandina, fallé un hombre solo en una almadía que se passava
ravela Niña, adonde ya, de Otro cabo, venía otra a,lmadía pe­ de la isla de Sancta María ala Fernandina" y traía un poco de su
queña con un hombre que venía a rescatar un ovillo de algodón; pan, que sería tanto como el puño y una calabat;a de agua, y un
y se echaron algunos marineros. a la mar, porque él no quería. pedac;ode tierra bermeja hecha en polvo y después amassada, y
entrar en la caravela, y le tomaron. Y yo qu'estaba a la popa de la . unas hOjas secas.3S , que debe ser cosa muy aprec;iada entr'ellos)
nao, que vide todo, enbié por él y le di un bonete colorado y porque ya me truxeron en San Salvador d'ellas en presente; y
unas cuentas de vidro verdes, pequeñas, que le puse al brac;o, y traía un c;estillo a su guisa en, que tenía un ramalejo de cuente­
dos casca veles , que le puse a las orejas, y le mandé bolver a su zillas de vídro y dos blancas, por las cuales cognoscí qu'él venía
almadía que también tenía en la barca, y le enbié a cierra. Y di de la isla. de Sant Salvador, y aví(a): passadoa aquella de Sancta
luego la vela para ir a la Otra isla grande que yo vía al Güeste, y María y se passava a la Fernandina. El cual se llegó a la nao; yo le
mandé largar también la otra almadía que traía la cara vela Niña hize entrar, que así lo demandavaél, y le hize poner su almadía
por popa. Y vide después en tierra, al tiempo de la llegada del en la nao y guardar todo lo que él traía, y le mandé dar de comer
otro a· quien yo avía dado las cosas susodichas y no le avía queri­ pan y miel y de beber. Y así le passaré a la Fernandina y le daré
do tomar el ovillo de algodón, puesto qu'él me lo quería dar, y todo lo suyo, porque dé buenas nuevas de nos, por a Nuestro Se-
todos los otros se llegaron a él, y tenía a gran maravilla, e bien le

pareció que éramos buena gente, y que el otro que se avía fugido

nos avía hecho algún daño, y que por esto lo llevábamos. Ya es­ 35 Primera alusión al tabaco.
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116 Cristóbal Colón. Textos y documentos I, 11. Diarío.delPrimer Vtaje(1492) 117

ñor aplaziendo, cuando Vuestras Altezas enbíen acá, que aquellos tenían los ramos de muchas maneras y. todo en un pie, y un
que vinieren resr;iban honra y nos den de todo lo que oviere. ramito es de una manera y otro de otr:1; Y tan disforme, 'que es
la mayor maravilla del mundo cuánta es la diversidad de la una
Martes y Miércoles, 16 de Otubre manera a la otra. Verbigracia: un ramo tenía las fojas de manera
Partí de las islas de Sancta María de Concepr;ión, que sería ya de cañas, y otro de manera de lantisco y así en un solo árbol de
r;erca de mediodía, para la isla Fernandina, la cual amuestra ser ¡;inco o seis d'estas maneras, y todos tan diversos; ni estos son
grandíssima al Güeste, y navegué todo aquel día con calmería. enxeridos porque se pueda dezir que el enxerto lo haze, antes
No pude llegar a tiempo de poder ver el fondo para surgir en lim­ son por los montes, ni cura d'ellos esta gente. No le cognozco
pio, porque es en esto mucho de aver gran diligenr;ia por no per­ secta ninguna y creo que muy presto se tornarían cristianos, por­
der las anclas; y asítemporizé toda esta noche hasta el día, que que ellos son de muy buen entender. Aquí son los pe<;es tan
vine a una población, adonde yo surgí e adonde avía venido disformes de los nuestros, qu'es maravilla. Ay algunos hechos
aquel hombre que. yo hallé ayer en aquella almadía a medio gol­ como gallos, de las más finas colores del múndo, azules, amari­
fo; el cual avía dado tantas buenas nuevas de nos, que tOda est2 Uos, colorados y de todas colores, y Otros pintados de mili ma­
noche no faltó almadías a bordo de la nao, que nos traían agua y neras, y las colores son tan finas, que no ay hombre que no se
de lo que tenían. Yo a cada uno le mandava dar algo, es a saber, maraville y no tome gran descanso a verlos; también ayvallenas.
algunas contezillas, diez o doze d'~llas de vidro en un filo, yalgu­ Bestias en tierra no vide ninguna de ninguna mantra saivo papa­
nas sonajas de latón d'estas que valen en Castilla un maravedí ca­ gayos y lagartos 36. Un. mo<;o me dixo que vido una grande cule­
da una, y algunas agujetas, de que tOdo tenían en grandíssima bra 31. Ovejas ni cabras ni Otra ninguna bestia vide, aunque yo e
exc;elenr;ia,y también les mandava dar para que comiesen cuan­ estado aquí muy poco, que es medio día; mas si las oviese, no
do venían en la nao, y miel de a¡;ucar; Y después, a oras de pudiera errar de ver alguna.. EI¡;erco d'esta·jfiJa escrivirédespués
terr;ia, embié el bateLde la nao en tierra por agua; y ellos de muy que yo la oviere inrrodeada. . ,.
buena gana le enseñav<ln a mi gente adónde esta va el agua, y
ellOS mesmos traían los barriles' llenos al batel y se folgavan Miércoles, 17 de Otubre
mucho de nos hazer plazer. Esta isla es grandíssima y tengo de­ A mediodía partí de lapobla~ión adonde yo estaba surgido y
terminado de la rodear, porque según puedo entender, en ella o adonde tomé agua para ir a rodear esta isla Fernandina y el vien­
a~erca d'eJlaay mina de oro. Esta isla está desviada de la de Santa to era Sudueste y Sur. Y como mi voluntad fuese de seguir esta
María 8 leguas cuasi Leste Güeste, y es..te-<;:.abo adonde yo vine y costa d'esta isla adonde yo estavaal Sueste, porque así se corre
toda esta costa se corre Nornorueste y Sursm;lueste, y vide bien toda Nornorueste y Sursueste, y quería llevar 'el dicho camino del
veinte leguas d'ella, mas aí no acahava AgOra. escriviendo esto, . Sur y Sueste, porque aquella parte (parten> todos estos indios
di la vela con el viento Sur aya pas<ir ~ rodear toda la isla y que traigo y otro de quien ove señas en esta parte del sur a la isla
trabajar hasta que hall Samaet' que es-la isla o ciudad adonde que ellos llaman Samoet, adónde es el oro, y Martín Alonso
es el oro. que así lo dizen s estos que aquí vienen en la nao, Pin~ón, capitán de la cara vela Pinta, en la cual yo mandé a tres
v nos lo dezían los de la isla de San Salvador v de Sancta María. (re~tos indios, vino a mí y me dixo que uno d"ellos muy
Esta gente es semejante a aquella de las dichas islas, y una fabla >ij'ettificadamente le avía dado a entender que por la parte, del
y unas costumbres, salvo qu 'estOs ya me pare<;en algún tanto más Nornorueste muy más presto arrodearía la isla. Yo vide que el
domésticos gente y de tracto y más sotiles, porque veo que an viento no me ayudava por el camino que yo quería llevar' y era
traído algodón aquí a la nao y otras cositas, que saben mejor bueno por el otro. Di la vela al Nornorueste, y cuando fue ac;erca
refetar el pagamento que no hazían los otros. Y aun en esta isla del cabo de la isla, a dos leguas, hallé un muy maravilloso puerto
vide paños de algodón fechos como mantillos, y la gente más con una boca, aunque dos bocas se le puede dezir, porque tiene
dispuesta, y las muge res traen por delante su cuerpo una cosita un isleo en medio, y son ambas muy angostas y dentro muy
de algodón que escassamente les cobija su natura. Ella es isla
muy verde y llana y fertilíssima, y no pongo duda que todo el 36 Debe referirse a caimanes.

año siembran panizo y cogen, y así todas otras cosas. Y vide mu­ 37 Es una iguana. Véase la nota marginal de LaS Casas al domingo 21 de Oc­

chos árboles muy diformes de los nuestros, d'ellos muchos que tubre: ooiguana debió ser esta •.
~ . . . .mt ';l Mwq'l , TE' i:

118 Cristóbal Colón. Textos y documentos U. Diario del Primer Viaíe (1492) 119

ancho para cien navíos, si fuera fondo y limpio y fondo al entra­ Leste GÜeste. y después todos estos indios tomaron a dezir
da. Pareció me razón de 1(0) ver bien y sondear, y así surgí fuera qu'esta isla era más pequeña que no la islaSamoet y que sería
d'él y fui en él con todas las barcas de los navíos y vimos que no bien bolver atrás por ser en ella más presto. El viento allí luego nos
avía fondo. Y porque pensé cuando yo le vi que era boca de al­ calmó y coment;ó a ventar Güesnorueste, el cual era contrat'io
gúnrío, avía mandado llevar barriles para tomar agua, yen tierra para donde avíamos venido,. y-así tomé la buelta y navegué toda
hallé unos ocho o diez hombres que luego vinieron a nos y nos esta noche passada al Leste-Sueste, y cuando al Leste todo, cuan­
amostraron af <;ercala población, adonde yo enbié la gente por do al Sueste, y esto para apartarme de la tierra, porque haZÍa muy
agua, una pa'rte con armas, otros con barriles; y así la tomaron. Y gran ~errazón y el tiempo muy cargado; él era poco y no me de­
porque era lexuelos me detuve por espat;io de dos oras; en este xó llegar a tierra a surgir, Así que esta noche llovió muy fuerte
tiempo anduve así por aquellos árboles, que eran la cosa más fer­ después de medianoche hasta cuasi el día, y aún está nublado pa­
masa de ver que otra que se aya visto, veyendo tanta verdura en ra llover, y nos, al cabo 'de la isla de la parte Sueste, adonde
tanto grado como en el mes de Mayo en el Andaluzía, y los árbo­ espero surgir fasta que aclaresca, para ver las otras islas adonde
les todos están tan disformes de los nuestros ,como el día de la tengo de ir. Y así todos estos días, después ql,le.en estas Indias es­
noche, y así las frutas y así las yervas y la~ pi~.dras y todas las co­ toy, a llovido poco o mucho. Crean Vuestras Altezas que es esta
sas. Verdad es que algunos árDoleseran 'de- ia naturaleza de otros tierra la mejor e más fértil y temperada y llana que aya en el mun­
que ay en Castilla; parende avía muy gran dJfefen~ía, y los otros do.
árboles de otras maneras eran tantos que no· 'ay 'persona que lo
pueda dezjrni asemejar a otros de Castilla. La gente toda era una fuelles, 18 de Otubre
eón los otros ya dichos, de las mismas condi<;iones, y así desnu­ Después que aclaresció seguí el viento, y fui en derredor de la
dos y de la misma estatura, y davan de lo que tenían por cual" isla cuanto pude; y surgíaltíempo que ya no era de navegar, mas
quiera cosa que les diesen, y aquí vide que unos, mot;osde los no fui en tierra, y en amane<;iendo di la vela.
navíos les trocaron (a) azagayas unos peda<;uelos de escudillas
rotas y de vidro. Y los Otros que fueron por el agua me dixeron Viernes, 19 de Otubre
cómo avían estado en sus casas, ,y que eran de dentro muy barrí" En amaneciendo levanté las anclas y enbié la cara vela Pinta al
das-y limpias, -y sus camas 38 y paramentos. de cosas que son co­ Leste y Sueste. y la cara vela Niña al Sursueste, y yo con la nao fui
mo redes de algodón; ellas, las casas, son todas a manera de alfa­ al Sueste, y dado orden que llevasen aquella buelta fasta
neques y muy altas y buenas chimeneas, mas no vide entre mediodía, y después que ambas se mudasen las derrotas, y se re·
muchas pobla~iones que yo vide ninguna que passasse de doze cogieron para mí. Y luego, antes que andássemos tres oras, vi~ .j
hasta quinze casas. Aquí fallaron que las mugeres casadas traían mas una isla al Leste sobre la cual d~scargamos. Y llegamos a ella ~
bragas de algodón, las mo<;as no, sino salvo algunas que eran ya todos tres los navíos antes de mediodia a la puma del Norte,
de edad de diez y ocho años. Y aí avía perros, mastines y adonde haze un isleo y un restringe de piedra fuera d'él al Norte -.--......:
branchetes 39 , y aí fallaron uno que avía al nariz un peda~o de oro y otro entre él y la isla grande, la cual anombraron estos hombres
que sería como la mitad de un castellano, en el cual vieron letras. de San Salvador que yo traigo la isla Sao mete,. a la cual puse, ,.:r~
Reñí yo con ellos porque no se lo resgataron y dieron cuanto nombre la Isabela .0. El viento era Norte, y quedan el dicho isleo
pedía, por ver qué era y cúya esta moneda era, y ellos me res­ en derrota de la isla Fernandina, de adonde yo avía partido Leste
pondieron que nunca se lo osó resgatar, Después de tomada la Güesre, y se corria después la costa desde el isleo al Güeste, y
agua, bolví a la nao, y di la vela y'salí al Norueste, tanto que yo avía en ella doze leguas fasta un cabo, [yJ a qui yo llamé el cabo
descubrí toda aquella parte de la isla hasta la costa que se corre Hermoso, que es de la parte del GÜeste. y así es, fermosü, redon­
do y muy fondo, sin baxas fuera d'él, y al comien~o es de piedra
)3, Se trata de hamacas, como dice la nota al margen de Las Casas. y baxo y más adentro es playa de arena como cuasi la dicha costa
3' Los perros que vio no podían ser ni mastines ni branchetes, no es. Y aí surgí esta noche viernes hasta la mañana. Esta costa toda
existían en el Nuevo Mundo. Dice Las Casas (1, 43): .parecían como es­
[OS y los chicos nunca la<:iran, sino que emiten un gruñido como entre el
gaznate-, Estos perros servían como alimento a los indios, que los cebaban con ~ El manuscrito dice claramente Yslabela; es un claro error por Isabela,
pescado, nombre que le dio Colón en honor de la Reina.
(' ~...
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T 'i '" 'a e_SE ,

120 Cristóbal Colón. Textos y documentos 1


¡ n. Diario del Primer Viaje (1492) 121

y la parte de la isla que yo vi es tOda cuasi playa, y la isla la más Sábado, 20 de Otubre
fermosa cosa que yo vi, que si las otras son muy hermosas, esta Oy, alsolsalido, levanté lasanc1as de. donde yo esta va conla

es más. Es de muchos árboles y muy verdes y muy grandes, yes­ nao surgido en esta isla de Saometo.al cabo del Sudueste,adonde

ta tierra es más alta que las otras islas falladas, y en ella algún[o] yo puse. nombre el Cabo de Ja Laguna y .a la isla la lsabela, para

altillo, no que se le pueda llamar montaña, mas cosa que afermo­ navegar al Nordeste yal Leste de la parte del Sueste y Sur,adon­

sea lo otro, y parec;;e de muchas aguas. Allá, al medio de la isla, dp I"'nrf'nrlí d'estos homnr,p<: ,?!l!eVQ t~i,!o oue,erala pobla<;ión y

d'esta parte al Nordeste haze una grande angla, y ~ ~~'::'!:.8:; ::::-::: el rey d'ella. Y fallé todo tan baxo el fondo, que no puoe entrar

ledos y muy espessos y muy grandes. Yo quise ir a surgir en ella ni navegar a ella, y vide que siguiendo e! camino del Sudueste era

para salir a tierra y ver tanta fermosura,.mas era el fondobaxo y muy gran rodeo, y por esto determiné de me bolver por e! cami­

no podía surgir salvo largo de tierra, y el viento era muy bueno no que yo avía traído del Nornordeste de la parte del Güeste, y

para venir a este cabo, adonde yo surgí agora, al cual puse rodear esta isla para.aí. Yel viento me .fue tariescasso, que:yo no

nombre Cabo Fermoso, porque así lo es. y así no surgí en nuncapudeaver la tierra al langa de la costa, salvo en la noche.

aquella angla,' r aun porque vióe este cabo de allá tan verde y tan Yporqu'es peligro surgir eh estas islas salvo en el día,quese vea

fermoso, así como todas las otras cosas y tierras d'estas islas que con el ojo adónde se echa el ancla, porque es tOdo manchas,una

yo no sé adónde me vaya primero, ni me· se cansan los ojos de de limpio y otra de non, yo me puse a temporejara la velatoda

1
¡! ver tan fermosas verduras y tan diversas de las nuestras,. y aun esta noche del domingo. Las carave!assurgieron porque hallaron

creo que a en ellas muchas yervas y muchos árboles que valen en tierra temprano y pensaron que .a sus señas; que eran cos­

I mucho en España para tinturas y para medicinas de espec;;ería, tumbradas de hazer, iría a surgir, mas no quise.

l' mas, yo no los cognozco, de que llevo grande pena. y llegando


~ yo aquí a este cabo, vino el olor tan bueno y suave de flores o ár­ Domingo, 21 de Otubre
boles de la tierra,que era la cosa más dulc;;e del mundo. De maña­ A las diez oras llegué aquí a este cabo de! Isleo y surgí, y asi­

na, antes que yo de aquí vaya, iré en tierra a ver qué es; aquí en el
f
¡ cabó no' es la población salvd 'allá máS dentro, adonde dizen es­
mismo las caravelas. Y después de aver comido fui en tierra,

adonde aquí no avía otra pobla<;ión que una casa, en la cual no

. tos hombres que yo traigo qu'estáel rey'u y que trae mucho oro. fallé a nadie, que creo que. con temor se avían fugido, porque t"n

y yo de mañana quiero ir tanto avante que halle la poblac;;ión y el!? e""ltav:m tGdos bU.:) .;;..:!.:.L ........ ;:¡,; ~~ :::::!~~.":v no le dexé tocar na­

vea o aya lengua con este rey que, según -estos dan las señas, él da, salvo que me salí cbn estos capitanes y gente a ver la isla, que

señorea todas estas islas comarcanas, y va· ViCstido y trae sobre sí si las otras ya vistas son muy fermosas y vei:des y fértiles, esta es

mucho Oro, aunque no doy mucha fe a:.sus tlezires, así por no los mucho más y de grandes arboledos y muy verdes. Aquí es unas

entender yo bien comO en cognoscer qu'el1os SQb -.tan pobres de grandes lagunas, y sobre ellas y a la rueda es el arboledo en mara­

oro que cualquiera poco qu'este re~r traig2 ks parec;;e a ellos villa, y aquí y en toda la isla son todos verdes y las yervas como

mucho. Este, a qui yo digo Cabo Fermbso, creo que es isla apar­
..e.n... el Abril en el Andaluzía y el cantar de los paxaritos que parec;;e "'\
tada de Samoeto y aun a[y]ya otra entremedias pequeña. Yo no qu'el hombre nunca se querría partir de aquí; y las mana<;ias de
curo así de ver tanto por menudo, porque no lo podría fazer en )Ql¡ papagayos que ascure<;en el sol, y aves y paxaritos de tantas
c;;incuenta años, porque quiero ver y descubrir lo más que yo pu­ maneras y tan diversas de las nuestras que es maravilla. Y des­
diere para bol ver a Vuestras Altezas, a Nuestro Señoraplaziendo, pués ha árboles de milI maneras y todos (dan) de su manera fru­
en Abril 42 : Verdad es que fallando adónde aya oro o espec;;ería en to, y todos güelen qu'es maravilla, que yo estoy el más penado
cantidad, me deterné fasta que yo aya d'ello cuanto pudiere, y del mundo de no los cognosc;;er, porque soy bien cierto que to­
por estO no fago sino andar para ver de topar en ello. dos son cosa de valía y d'ellos traigo la demuestra, y asimismo de
i las yervas. Andando así en <;erco de una d'estas lagunas, vide una
¡, sierpe u, la cual matamos y traigo el cuero a Vuestras Altezas. Ella
¡
I
41 Rey, aquí)' en los pasajes que se refiere a los indios, está por cacique.
4Z Es la primera vez quepíensa Colón en una fecha para volver. En abril del I u .Iguana debió ser'ésta. anota 'Las Casas al margen del pasaje. Llamar sierpes
año siguiente estaría ya en Castilla. I a las iguanas es lugar común a los primeros cronistas, cf. Las Casas (1, 114).

I
122 . Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diario del Primer Viaje (1492) 123

como nos vido se echó en la laguna, y nos le seguimos dentro, con algunos marineros por pedaGos de'vídro, de ta¡;as quebradas,
porque no era muy fonda, fasta que con lanc;as la matamos; es de y por pedaGos d'escudillas de barro. Algunos d'ellos traían algu­
siete palmos en largo; creo que d'éstas semejantes ay aquí en es­ nos peda¡;os de oro colgado al nariz, el cual de buena gana davan
tas higunas muchas_ Aquí cognosc;i dellignáloe y mañana e deter­ por un cascavel~1 d'estosde píe de gavUano y por cuentezillas de
minado de hazer traer a la nao diez qüintales, porque me dizen vidro, mas es tan poco que no es nada, que es verdad que cual­
que vale mucho. También andando en busca de muy buena agua, quier poca cosa que"se lesrdé. Ellos también tenían a gran mara­
fuimos a unapoblac;ión aquí c;erca, adon~e estoy surto media le.- . villa nuestra venida y creían que éramos venidos del cielo. Toma-'
gua, y la gente d'ella, como nos sintieron, dieron todos a fugir y mos agua para los navíos en una laguna que aquí está a¡;erca del
dexaron las casas y escondieron su ropa y lo que tenían por. el cabo del Isleo, que así anombré, y en la dicha laguna Martín
monte. Yo no dexé tomar nada ni la valía de un alfilel. Después Alonso Pinc;ón, capitán de la Pinta, mató otra sierpe, tal como la
se llegaron a nos unos hombres d'ellos, y uno se llegó a qui yo di otra de ayer de siete palmos .. Y fize tomar aquí del liñáloe cuamo
unos casca veles y unas cuentezillas de vidro y quedó muy con­ se falló.
tento y muy alegre; y porque la amistad GreGiese más y los re­
. quiriese algo,lehiie: pedir agua, y 'ellos;"á~spués que fui en la Martes, de Otubre .
nao, vinieron luego a la playa con sus Cala15a<;as, llenas y folgaron Quisiera oy partir para la isla de Cuba, que creo que deve sen
mucho de dárnosla. Y yo les mandé dar ótm..ramalejo de cuente­ <::ipango''', según las señas que dan esta gente de la grandeza
zillas de vidro y díxeron que· de mañana-'vetnían acá. Yo quería d'ella y riqueza, y no me deterné más aquí ni (iré) esta isla alre­
hinchar aquí toda la vasija de los navíos de-agua; porende, si el dedor para ir a la población, como tenía determinado, para aver 1
tiempo me da lugar, luego me partiré a rodear esta isla fasta que lengua con este' rey o señor, que es por no me detener. mucho,
yo aya lengua con este rey y ver si puedo aver deL oro que oyo pues veo que aquí no ay mina de oro, y al rodear d'estas islas a
que trae, y después partir para otra islagrandemucho, que creo menester muchas maneras de viento, y no vientaasí como los
que deve ser <;ipango, según las señas que me dan estos indios hombres querrían. Y pues es de andar adonde aya trato grande,
que. yo traigo, a la cual ellos llaman Colba 44 , en lacualdizen que digo que no es razón de se detener,. salvo ira camino yealar
a naos y mareantes. muchos y muy grandes,y d'esta isla (a) .otra mucha .tierra fasta topar en tierra muy provechosa, aunque mí en­
que llaman Bofío 45, que también dizen qu'es muy grande. Ya las tender es qu'esta sea muy provechosa de espe<;ería, mas que yo
otras que son entremedio veré así de passada, y según yo fallare no la cognozco, que llevo la mayor pena del mundo, que veo
recaudo de oro o especería, determinaré lo que e de fazee Más mill maneras de árboles que tienen cada uno su manera de fruta
todavía, tengo determinado de ir a la tierra firme y a la ciudad y verde agora como en España en el mes de Mayo y Junio y míll
( de QUi say 46 y dar las cartas de Vuestras Altezas al Gran Can y maneras de yervas, eso mesmo con flores; y de todo no se cog­
pedir respuesta y venir con ella. nosció salvo este liñáloe de que oy mandé también traer a la nao
mucho para levar a Vuestras Altezas. Y no e dado ni doy la vela
Lunes, 22 de Otubre para Cuba porque no ay viento salvo calma muerta,. y llueve
.Toda esta noche y oy estuve aquí aguardando sí el rey de mucho y llovió ayer mucha sin hazer ningún frío, antes el día ha­
aquí o otras. personas traherían oro o otra cosa de sustancia, y vi­ ze calor y las noches temperadas como en Mayo en España, en el
nieror~. muchos d'esta gente, semejantes a los otros de las otras Andaluzía.
islas, así desnudos y así pintados, d' ellos de blanco, d' ellos de co­
lorado, d'ellos de prieto y así de muchas máneras.· Traían azaga­
yas y algunos ovillos de algodón a resgatar, el cual trocavan aquí {7 Para poder rastrear los halcones, en caso de pérdida. era costumbre po­

nerles un cascabel.
~ Dice Las Casas: (1,64), «Todas las sierras que .por allí con su vista ver alcan­
" Es Cuba. Se trata de un error del copista O del mismo Colón, que lo enten­ zaba eran todas las de Cibao, donde había y hay hoy las riquezas del oro del mun­
díó así a los indios. do ... , dijo determinadameme que. Cibango estaba en aquesta isla, puesto que él
{S Hay que leer Bohío, nombre que los indígenas daban a Haití (La Española). imaginaba que el Cibango que traía en su carta o mapa que le había enviado
~. Nombre que Marco Polo dio a la ciudad de Kin-See; y que figuraba en el Paulo, físico, de que muchas veces hemos hechado relación, pero basta que era
mapa que Toscanellihizo del oceano Atlántico. Cibao él que también ver deseaba»;
f'"~============~' ~~""~",,,=,,"~~,,=~-~,

124 Cristóbal Colón. Textos 'y documentos n. Diario del Primer Viaje (1492) 125

Miércoles, 24 de Otubre Viernes, 26 de Otubre


Esta noche a media noche levanté las ancl~ela isla lsabela Estuvo de las dichas islas de la parte'del Sur. Era todo baxo
l,
" del cabo del lsle?, qu'e~ de la parte del Nor. t. ,ad de y(o) esta­
ba posado para 1f a la Isla de Cuba, adonde 01 d' sta gente que
c;inco o seis leguas; surgió por ,allí. DixerQo los indios que lIevava
que avía d'ellas ,a Cuba andadura de día y medio con sus
.
( . era muy grande y de gran trato y avía en elta or.9. yespec~rías y almadías, que son navetas de un madero adonde no llevan vela.
naos grandes y mercaderes, y me amostró- 'qtié al Guesudueste (Estas son las canoas). Partió de allí para Cuba, porque por las se­
iría a ella; y yo así lo tengo, porque creo que, si es así como por ñas que los indios le daban de la grandeza y del oro y perlas,
señas que me hizieron todos los indios d' estas islas y aquellos d'ella pensaba que era ella, conviene a saber: <;ipango.
que llevo yo, en los navíos, porque por lengua no los entiendo,
es la isla de"<;ipango, de que se cuentan cosas maravillosas; y en Sábado, 27 de Otubre
lasesperas 49 que yo vi yen las pinturas de mapamundos es ella Levantó las ,anclas salido el sol de aquellas islas, que ,llamó las
en esta comarca. Y así navegué fasta el día al Guesudueste, y islas de Arena, por el poco fondo que tenían de la parte del Sur
amanec;iendo calmó el viento Y 'llovió, y así cassi toda la noche. hasta seis Jegúas. Andubo ocho millas por ora hasta.la unadel día
y estuve así con poco viento fasta que passava' de mediodía y 'al Sursudueste, y 'avnan ::wd~r.r¡ 4.nrn;l¡",,: ~"ho,H.':I" \:;¡ noche
estonc;es tornó a ventar muy amoroso, y llevava todas mis velas and.:Irí;.;:-, 2G ;..¡!;a~ almesrno camino, y antes de noche vieron
de la nao: maestra y dos bonetas y triquete y c;ebadera y mezana tierra. Estuvieron la noche.al reparo con mucha lluvia que llovió.
y vela de gavia, y el batel por popa. ,Así anduve al camino fasta Anduvieron el sábado fasta el poner del sol 17 leguas al Sursu­
que anochec;ió, y estonc,;es me quedava el Cabo Verde de la isla dueste.
Fernandina, el cual es deia parte de sur a la parte de Gueste, me
,quedava al Norueste, y hazía de mí a él siete leguas. Y porque Domingo, 28 de O/ubre ','
ventavaya rezioy no sabía yo cuánto camino oviese fasta la Fue de aIlí en demanda de la isla de Cuba al Sursudueste a la
dicha isla de Cuba, y por no la ir a demandar de noche, porque tierra d'ella más~ercana, y entró en un río muy hermoso y mUy
todas estas islas son muyfonda~ano/1allar fondo todoenderre­ sin peligro debaxas ni de otros inconvenientes, ,y toda la costa
dar salvo a tiro dedos lombardas, y esto es todo manchado: un que anduvo por allí era muy hondo y muy limpio fastatierra.
pedac;o de roquedo y otro de arena, ypor esto no se puede segu­ Tenía la boca del río doze brac,;as, y es bien ancha para barloven­
ramente surgir salvo a vista de ojo, y por tanto acordé de tear.Surgió dentro, diz que a tiro de lombarda. Dize el Almirante
amainar las velas todas, salvo el triquete, y andar con él, y de a que nunca tan hermosa cosa vida, lleno de árboles todo cercado
un rato crec;ía mucho el viento y hazía mucho cant;ñ0 de que du­ el río, fermosos y verdes ydiversos de los nuestros, con flores y
dava, y hera muy gran c,;errazón y llovía. ManQé "an1ai~ar el trin­ con su fruto cada uno de su manera; aves muchas y paxaritos
quete y no anduvimos esta noche dos leguasj'erc. _~ , ". ' que cantavan muy dulc,;emente; avía gran cantidad de palmas de
otra manera que las de Guinea y de las nuestras, de una estatura
Jueves, 25 de Otubre , mediana y los pies sin aquella camisa y las hojas muy grandes,
Navegó después del sol salido al Gueste Sudueste hasta las con las cuales cobijan las casas; la tierra muy llana. Saltó el Almi­
nueve oras. Andarían 5 leguas. Después mudó el camino al Gues­ r.<lI1.te en la barca y fue a tierra, y llegó a dos casas que creyó ser '
te. Andavan 8 millas por ora hasta la una despuéS de mediodía, y de pescadores y que con temor se huyeron, en una de la(s) cuales
de allí hasta las tres (5) Y andarían 44 míllas. Entonc;es vieron halló un perro que nunca ladró; y en ambas casas halló rede:s,de
tierra, y eran siete o ocho islas en luengo todas de Norte a Sur; hilo de palma y I.."uruc:it;!) y au..:.ueio ut: (;UL.íno y fisgas de guesso
distavan d'ellas 5 leguas, etc. ' y otros aparejos de pescar y muchos huegos dentro, y creyó que
en cada una casa se ayuntan muchas personas. Mandó que no se
tocase en cosa de todo ello, y así se hizo. La yerva era grande,
como en el Andaluzía por Abril y Mayo. Halló verdelagas muchas
y bledos. Tornóse a la barca y anduvo por el río arriba un buen
., Parece ser este el primer testimonio de globo terrestre. Al hablarse de esfe­
ras y pinturas de maparriundos, es claro que se distingue entre globos y planisfe­ rato y era diz que gran plazer ver aquellas verduras y arboledas, y
rios. de las aves que no podía dexallas para se bol ver . Dize que es
._ .. _ _ _ . _ _ _ _ . ____ •. _. _ _ _ _ _ _ _ _ "_~<Í';,

n. Diario del Primer Viaje (1492) 127


126 Cristóbal Colón. Textos y documentos

. aquella isla la más hermosa que ojos ayan visto, llena de muy das Y limpias y sus aderec;os muy compuestós .. Todas son de ra­
buenos puertos y ríos hondos, y la mar que parec;ía que nunca se mos de palma, muy hermosas. Hallaron muchas estatuas en figu·
devía de a1c;ar, porque la yerva de la playa llegava hasta cuasi el ra de mugeres 51 y muchas cabec;as en manera de cara<n)tona
agua, lo cual no suele llegar adonde la mar es brava. Hasta muy bien labradas; no sé ~i esto tienen por hermosura o adoran
enton~es no avía experimentado en todas aquellas islas que la en ellas. Avía perros, que jamás ladraron. Avía avezitas salvajes
mar fuese brava. La isla dize qu'es llena de montañas muy hermo­ mansas por sus casas.. Avía maravillosos aderec;os de redes y an­
sas, aunque no son muy grandes en longura, sálvo altas, y toda la zuelos y artific;ios de pescar. No le tocaron en cosa d'ello.
otra tierra es alta de la manera de <;ec;ilia. Llena es de muchas que. todos los de la costa devían de ser pescadores que llevan el
aguas, según pudo entender de los indios que consigo lleva, que pescado la tierra dentro, porque aquella isla es muy grande y tan
tomó en la isla de Guanahaní, los cuales le dizen por señas que hermosa que no se hartava (a) dezir bien d'eÍla. Dize que halló ar­
a y diez ríos grandes y que con sus canoas no la pueden cercar en boles y frutas de muy maravilloso sabor, y dize que deve aver
XX días. Cuando iva a tierra con los navíos, salieron dos almadías vacas en ella y otros ganados, porquevido cabe¡;as en güesso que
Q canoas, y como quelosmarinerosentravari en la barca le parecieron de vaca 52. Aves y paxaritos y el cantar de los. grillos ~~~
y rémaban para ir a ver el fondo ci&~ ,río paca saber dónde avían en tOda la noche con que se ho!gava( n) todos. Los aires sabrosos
de surgir, huyeron las canoas., Dezían ;05 indios que en aquella dul<;es de toda la noche, ni frío ni caliente; mas por el camino
isla avía minas de oro y perlas y vido. eJ Almirante lugar apto para las otras islas (a) aquella diz que hazía gran calor y allí no,
ellas y almejas, qu'es señal d'ellas-.· Y.. entendía el Almirante que salvo templado como en Mayo. Atribuye el calor de las otras islas
allí venían naos del Gran Can y grandes, y que de allí a tierra fir­ por ser muy llanas y por el viento que traían hasta allí ser Levante
me avía jornada de diez. días SG • Llamó el Almirante aquel río y y por eso cálido. El agua de aquellos ríos era. salada a la boca;·
puerto de San Salvador. no supieron de dónde bevían los indios, aunque tenían en sus
casas agua dul<;e. En este río podía{n) los navíosboltejarpara
Lunes, 29 de Otubre entrar y para salir; y tienen muy buenas señas o marcas; tienen
Al<;o las anclas' de aquel puerto y navegó al. Poniente para ir siete o ocho bra<;as de fondo a la boca y dentro c;inco. Toda
diz que a la. ciudad donde le parec;ía que le dezían los indios aquella mar dize que le pare<;e que deve ser síempre mansa como
qu'estava aquel rey. Una punta dela isla le salía al Norueste seis el río de Sevilla yel agua aparejadá para criar perlas. Halló cara­
leguas de allí; otra punta le salía al Leste diez leguas. Andada otra coles grandes, sin sabor ,no como los Señala la dispo­
legua, vido un río no tan grande <de) entrada, al cual puso si<;ión del río y del puerto que arriba dixo y nombró San Salva­
nombre el río de la Luna. Anduvo hasta ora de bísperas. Vido dor, que tiene sus montañas hermosas y altas como la Peña de
otro río muy más grande que los otros, y así se lo dixeron por se­ los Enamorados, y una d'ellas tiene en<;ima otro montezillo a

ñas los indios; y a<;erca d'él vido buenas poblac;iones de casas; manera de una hermosa mezquita 53. Este otro río y puerto en que

Bamó al río el fío de Mares. Enbió dos barcas a una pobla<;ión :1gora estava tiene de la parte del Sueste dos montañas así redon­

por aver lengua, ya una d'ellas un indio de los que traía, porque das y de la parte del Güestenorueste un hermoso cabo llano que

ya los entendían algo y mostravan estar contentos con los cris c sale fuera.
tianos; de las cuales todos los hombres y mugeres y criaturas hu­
yeron, desmanparando las casas con 'todo lo que tenían; y mandó Martes, 30 de Otubre
el Almirante que no se tocase en cosa. Las casas diz que eran ya Salió del río de Mares al Norueste, y vido cabo lleno de pal­
más hermosas que las que avía visto, y creía que cuanto más se mas y púsole Cabo de Palmas, después de aver andado quinze le­

allegase a la tierra firme serían mejores. Eran hecha<s) a manera guas. Los indios que ívan en la cara vela Pinta dixeron que detrás

de alfaneques muy grandes, y parec;ían tiendas en sin con­


cierto de calles, sino una acá y otra acullá y de dentro muy barrí- 51 Se conservan algunas de estas figuras: Guabancex, señora del huracán, era

esculpida en mármol; también exis!en estatuíllas en piedra, hueso y madera.

52 Al margo dice Las Casas:.. .debla de ser manati. (eC. también la descripción de

este mamífero en 1, 54).

so Cf. Las Casas (1, 44); .Ia tierra firme no estaba de allí jornada de cinco días. 53 Según se desprende de lo que dice el 14 de noviembre, se tfata de un edifi·

mas no la que él pensaba, sino la que hoy llamamos la tierra Florida •. cio cuadrado; debe referirse a la mezqui!a de Córdoba.

Cristóbal Colón. Textos y documentos


n. Diario del Primer Viaje (1492) 129
128
cual desde lexos le dio bozes diziendoql.le no oviesen miedo
de aquel cabo avía un ríoS. y del-rio a Cuba 'avía cuatro jornadas;
porque eran buena gente y nohazían mal';2 nadie, ni eran del
y dixo el capitán de La Pinta que entendía que esta Cuba era
Gran Can, antes davan de lo suyo en muchas islas queavían.esta­
,r;iudad y que aquella tierra era tierra firme. muy grande ss , que va
do; y echóse a nadar el indio y fue a tierra, y dos de los de allí lo
.<mucho al Norte, y qu'el rey de aquella tierra tenía guerra con el tomaron de bra~os y lleváronlo a una casa donde se informaron
. Gran Can, al cual ellos llamavan Cami, y asu tierra o ciudad, Fa­
'. ba y otrOS muchos nombres. Determinó el Almirante de .llegar a d'él; y como fueron ~iertos que no se les avía de hazer mal, -se
aquel río y enbiar un presente al rey de la tietra y enbiarle la car­ aseguraron y vinieron luego a los navíos más de diez y seis alma­
ta de los Reyes, y para ella tenía un I11arinero, que avía andado en días o canoas con .algodón hilado y otras casillas suyas; de las
Guinea en lo mismo, y ciertos indios de Guanahaní que querían cuales mandó el Almirante que no se tomasse nada, porque su­
piesen que no buscava el Almirante salvo oro, a que ellos llaman
j\ ir con él con que después los tornasen a su tierra. Al parer;er del «nucay.S9.
Almirante, distava de la línea equinocial 42 56 grados hazia la van­
y así en todo el día,anduvieron y vinieron de tierra a los
da deíNone, si no .está corrupta la letra de donde trasladé esto; y navíos v fuero'" Ap \,..,c r ..¡,,:;~~,"," " ~:~-~'l rnllV. setmr~rnF"ntP' Fl A 1­
dize que avía de trabajar de ir al Gran Can, que pensava qu 'esta­
va por allí o a la ciudad de Cathay, qu'.es del Gran Can,que diz mirante no vida a alguno d'ellos oro, pero dize el Almirante que
que es muy grande, según le fue dicho antes que partiese de Es­ . vida a uno d'ellos un pedar;o de plata labrado colgado a la nariz,
que tuvo por señal que en la tierra avía plata. Dixeron por señas
paña. Toda aquesta tierra dizeser baxa y hermosa y fonda la mar. que antes de tres días vernían muchos mercaderes de la tierra den­
tro a . comprar de las cosas que allí llevan los cristianos .y darían
Miércoles, 31. o de Otubre nuevas del rey de aquella tierra, el cual, según se pudo entender
Toda la noche martes anduvo barloventeando, Y vido un río
donde no pudo entrar por ser baxa la entrada, y pensaron los in­ por las señas que davan, qu'estava de allí cuatro jornadas, porque
dios que pudieran entrar los navíos como entrava(n) sus canoas. ellos avían enbiado muchos portada la tierra a le hazer saber del
Almirante.•Esta gente», dizeel Almirante, «es de la misma calidad
y navegando adelante, halló un cabo S1 que salía muy fuera y
<;:ercadode baxos, y vidó '!.lOaC9fichag baíadonde podían estar y costumbre de los otros hallados, sin ninguna secta que yo cog­
. . navío<s) pequeños; y no lo pudo encabalgar {)orqu'el viento se nazca, que fastaoy<a) aquestos que traigo no e visto hazer nin­
avía tirado del todo al Norte y toda la costa se corría al Norno­ guna orar;ión, antes dizen la Salve y el Ave María con las manos
rueste y Sueste, y otro cabo que vida adelante le salía más afuera. al <;:ielo como leamuestran, y hazen la señal de la Cruz. Toda la
Por esto y porqu'el r;ielo mostrava de ventar rezio se ovo d~ tor­ lengua también es una y todos amigos, y creo que sean todas
nar al río de Mares. .. -­ estas islas, y que tengan guerra con el Gran Chan, a que ellos
llaman Cavila y a la provin~ia Bafan. Y así andan también desnu­
Jueves, 1. o de Noviembre • - .•
dos como los otros». Esto dize el Almirante. El do dize qu muy
En saliendo el soi enbió el Almirante las barcas :" tierr~L a las hondo, yen la boca pueden llegar los navío(s) con el bordo hasta
casas que allí estavan, y hallaron que eran toda la gente huida; y tierra; no llega el agua dul~e :a la boca con una legua, y es muy
dul~e. "y es cierto», dize el Almirante, <'qu'esta es la tierra firme,
d~sde a buen rato pare<;:ió un hombre y mandó el Almirante que
Jo dexasen asegurar, Y bolvieronse las barcas. y después de co­ y Q.IJ'estoy» , dize él, «ante Zaitó y Quinsay, cien leguas poco más
mer tornó a enbíar a tierra uno de los indios que llevava 58, el o poco menos lexos de lo uno y de 10 otro, y bien se amuestra
por la mar, que viene de otra suerte que fasta aquí no a venido;
Si El Máximo.
y ayer que ¡va al Norueste fallé que hazía frío» 60.
55 Al marg.: .Muy a 9scuras andaban todos por no entender a los indios, yo
creo que la Cuba que los indios les decían, era la provincia de Cubanacan, de ss Las Casas (I, 44) comenta, .Yo creo que los cristianos no entendían, porque
aquella isla de Cuba que tiene minas de oro, etc." y en la Historia de las Indias como todas estas islas hablasen una lengua, la d'esta isla Española, donde llaman
añade: .Oían Cubanacan y ... entendíanlo muy al revés y aplicábanlo que hablaban al oro caona, no debían de decir los indios por el oro nucay"
del Gran Can•. 6l\ Zaitón es un puerto chino muy alabado por Marco Polo. La imaginación y
5~ Probablemente se deba a un falseamiento intencionado del Almirante, que el deseo de estar ante Quinsay hace a Colón sentir frío; el Gran Can, que antes era
quizá había visto en otros mapas Cipango a 42° N. . llamado Cami, hoyse llama Cavila; el poblado Faba hoyes Bafan. Las Casas excla­
51 Para Morison es Punta Cobarrubio O Punta Brava. ma al margen: -Esta alga.rabía no entiendo YO"
151 Tal vez se trate de! indio Diego Colón.
--~--_IIlI:i_"'----'--'-------------'----'

130 . Cristóbal Colón. Textos y documentos n. Diario del Primer Viaje (1492) 131

Viernes, 2 de Noviembre indio que traía dos manojos d'ella grandes, pero que no se la osó
Acordó el Almirante enbiar dos hombres españoles: el uno se resgatar por la pena qu'el Almirante tenia puesta que nadie resga­
Ilamava Rodrigo de Xerez, que bivía en Ayamonte, y el otro. era tase. Dezía más, que aquel indio traía unas cosas bermejas como
un Luis' de Torres, que avía bivido con el Adelantado de Murcia y nuezes. El contramaestre de la Pima dixo que avía hallado árbp­
avía sido judío, y sabía diz que ebraico y caldeo y aun algo arávi­ les de canela. Fue el Almirante luego allá y halló que 00 eran.
gOj y con estos enbió dos indios: uno de los que consigo traía de Mostró el" Almirante a unos indios de allí canela y pimienta 62, pa­
Guanahaní y el otro de aquellas casas que en el río esta van pobla­ rez que de la que llevava de Castilla para muestra, y cognos­
dos. Dióles sartas de cuentas para comprar de comer si les falta- . ciéronla, diz que, y dixeroo por señas. que cerca de allí avía
se, y seis días de término para que bolviesen. Dióles muestras de mucho de aquello al camino del Sueste. Mostróles oro y perlas y
espe~eríapara ver si alguna d'ella topasen. Dióles instru~ión de respondieron ciertos viejos que en un lugar que llamaron Bohío s3
cómo avían de preguntar por el rey de aquella tierra y lo que le avía infinito y que lo traíaQ. al cuello y a las orejas y a los bra~as y
avían de hablar de partes de los Reyes de Castilla, cómo enbiaban a las piernas, y también perlas. Entendió más, que dezÍan que
al Almirante para que les diese d p su parte sus cartas y un pre·
sente y para saber de su esr;.tdo y cobrar amisradcon él, y favo­
re<;elle en lo que ovíesc. d'eHos menester, ete., y que supiesen de
avía naos grandes y mercaderías, y todo esto'era al Sueste. Enten- )
dió también que lexos de-aHLavía h.ombres de un ojo y otros con
hoC;;icos de perros que comían los hombres, y que eo tomando
t.
<;iertas provin<;;ias y puertos- l' ríos de que el Almirante tenía no­ uno lo degollavan y le bevían la sangre y le cortavan su natura.
ticia y cuánto distavan dé' ahí; etc. Aquí tomó el Almirante el al­ Determinó de bolver a la nao el Almirante a esperar los dos
tura con un cuadrante esta noche, y halló qu'estava 42 grados de hombres que avía enbiado, para determinar de partirse a buscar
la l~nea equinoc;;ial y dize que por su Cuenta halló que avía anda­ aquellas tierras, si no truxesen aquellos alguna. buena nueva de lo
do desde la isla del Hierro milI y c;;iento y cuarenta y 60S leguas SI , que deseavan. Dize más el Almirante: «Esta geme esmuymansa. y
y todavía afirma que aquella es tierra firmé. muy temerosa, desnuda como dicho tengo; sinarmas y sin ley.
Estas tierras son muy fértiles. Ellos las tienen lienas de mames 64 i
i
Sábado, 3 de Noviembre que son como <;anahorias, .que tienen sabor de castañas, y tienen
En la mañana entró en la barca el Almirante, y porque haze el
río en la boca un gran lago, el cual haze un singularíssimo puerto
muy hondo y limpio de piedras, muy buena playa para poner
navíos a monte y mucha leña, entró por el cio arriba hasta llegar
al agua dul~e, que sería cerca dedos leguas y subió en un monte·
I
¡
faxones y favas .muy diversas de las nuestras, y mucho algodón,
el cual no siembran, y nace por losinontes' árboles' grandes, y
creo que en todo tiempo lo aya para coger, porque vi 10<s) cagujos
abiertos y otros que se abrían y flores, todo en un árbol, y otras
mill maneras de frutas que me no es possible escrevir, y todo de-
zillo por descubrir algo de la tierra, y no pudo ver nada por las ve de ser cosa provechosa». Todo esto dize el Almirante.
grandes arboledas, las cuales muy frescas, odoríferas, por lo cual
dize no tener duda que no aya yervas aromáticas. Dize que todo
era tan hermoso lo que vía, que no podía cansar los ojos de ver
I Lunes, 5 de Noviembre
En amaneziendo, mandó poner la nao a monte y los otros
tanta lindeza y los cantos de las aves y paxaritos. Vinieron en
aquel día muchas almadías o canoas a los navíos a. resgatar cosas
de algodón filado y redes en que dormían, que son hamacas.
II navíos, pero no todos juntos, sino que quedasen siempre dos en
el lugar donde estavan por la seguridad, aunque dize que aquella

Domingo, 4 de Noviembre
I 52 Las Casas (1, 45): -la pimienta montés de aquestas tie~ que llaman ají bien

Luego, en amaneciendo, entró el Almirante en la barca y salió


.a tierra a ca~ar de 1:¡lS aves qu'el día antes avía visto. Después de
!bue1to, vino a él Martín Alonso Pin~ón candas peda<;os de cane­
! pudieron engañarse diciendo que la había, pero la canela nunca se halló en rodas
estas islas>.
61 Al marg.: <Bohío Ilamavan los indios de aquellas islas a las casas, y por eso
creo que no entendía bien el Almirante, ante debía de dezir por la isla Espanola,
que llaman Haití>,
la, y dixo que un portugués que tenía en su navío avía visto a un 1 S4- Al marg,: -Ajes o batatas son estos>, El ñame, el aje y la batata son plantas
distintas, pero se confundieron pronto. El ñame, según la botánica actual, tiene
una distribución norteamericana y no exist~ por debajo.de Texas. Para el térmi­
n Para Navarrete la distancia sería de l. 105 no, d. introducción,
= ..... ""~·,-'-=. . . . _··=~·-,.-~-_·~~-""'O-,~-~7_ ._" .
..,....~-~._-

132 Cristóbal Colón. Textos y documentos n. Diario del Primer Via;e (1492) 133

gente era muy segura y sin' temor se pudieran poner todos los menos por cinco días. Mostraron la canela y pimienta,y otras
navíos junto en monte. Estando así vino el contramaestre de I(a) espe~ias qu'e! Almirante les avía dado, y dixéronles por señas
Niña a'pedir albri~ias al Almirante porque -avía hallado almá~iga, que mucha d' ella avía ~erca de .allí al Sueste, pero que enalIí no
mas no traía la muestra porque se le avía caído; prometióselas el sabían si la avía. VistO cómo no tenían recaudo de ciudad se bol­
Almirante y enbió a Rodrigo Sánches ya maestre Diego a los ár­ vieron, y que si quisieran dar lugar a los que con ellos se querían
boles y truxeron un poco d' ella, la cual guardó para llevara los venir, que más de quinientos hombres y mugeres vinieran con
Reyes y también del arbol; y dize que se cognosció que era ellos, porque pensaban que se bolvían al cielo. Vino, empero,
almác;iga, aunque se a de coger a sus tiempos, y que avía en con ellos un principal del pueblo y un su hijo y un hombre suyo.
aquella comarca para sacar mil! quint~les cada año. Halló diz que Habló con ellos el Jo mirante, hízoles mucha honra, señalóJe
allí mucho de aquel palo que le pareció lignáloe. Dize más, que muchas tierras e islas -lue avía en aquellas panes. Pensó de traer­
aquel puerto de Mares es de los mejores del mundo, y porque lo a los Reyes, y diz que no supo qué se le antojó parez que de
tiene un cabo de peña altillo, se puede hazer una fortaleza, para miedo, y de noche escuro quísose ir a tierra, y el A~miramc: di,¿
que, si .aquello saliese rico y cosagrande,estarí::.\(n)allí los mer· que porque tenía la nao en seco en tierra, no le queriendo eno­
caderes seguros de cualquiera otras nac;iones. Y dize: «Nuestro jar, le dexó ir, diziendo que enamane~iendo lomaría, e! cual
Señor, en cuyas manos están todas las victorias, adereza todo lo nunca tomó. Hallaron los dos cristianos por el camino mucha
que fuere su servicio». Diz que dixo un indio por señas que el gente que atravesaba a sus pueblos, mugeres y hombres, con un
almá<;iga era buena para cuando les dolía el estómago. tizón li6 en la mano, (y) yervas p;¡ra tomar sus sahumerios que
acostumbravan. No hallaron poblac;ión por el caruií.0 d..:., wá;) ':::c :-:r,:

Martes, 6 de NOlJiémbre ~inco casas, y todos les hazían el mismo acatamiento. Vieron
Ayer en la noche, dizeel Almirante, vinieron los dos hombres muchas maneras de árboles, yervas.y· flores odoríferas. Vieron
que avíaehbiado a ver la tierra dentro, y le dixeron cómo avían aves de muchas maneras div<,':rsas de las d'España, salvo pe,rdizes
andado doze leguas que avía hasta una pobla~iónde cincuenta y ruiseñores que cantavan yánsares, que d'estos ay allí hartos;
casas, dondediz que avríamilLvezinosporque biven muchos en bestias de cuatro pies no vieron, salvo perros que no ladravan. La
una casa. :Estas casas sonde manera de .alfaneques grandíssimos. tierra muy fértil y muy labradade aquellos mames y faxoes y ha­
Dixeron que los avían res~ibido con gran solenidad, según 'su bas muy diversas de las nuestras, eso mismo panizo y mucha can­
costumbre, y todos, -así hombres como mugeres, los venían a tidad de algodón cogido y filado y obrado; y que en una sola ca­
I:j; ver, y aposentáronlos en las mejores casas; los cuales los locavan sa avían vistO más de quinientas arrovas y que.se pudiera averallí
y les besaban las manos y los pies maravillándose y creyendo que' .• cada año cuatro mill quintales. Dize el Almirante que le pare¡;;:ía
venían del cielo, y así se lo davan a entender.. Dávanles de comer, .. que no lo sembravan y que da fruto todo el año: es muy fino,
de lo que tenían. Dixeron que en llegando los Hevardnde bra<;os .' ". tiene e! capillo grande. Todo lo que aquella gente tenía diz que
los más honrados del pueblo a la casa principal, y diéronles d9 s ' dava por muy vil prec;io, y que una gran espuerta de algodón da­
sillas 65 en que se assentaron, y ellos· todos se assentaron en el' va por cabo de agujeta o otra cosa que se le dé. Son gente, dize
suelo en derredor d'ellos. El indio que con ellos iva les notificó el Almirante, muy sin mal ni de guerra, desnudos todos, hombres
la manera de bibir de los cristianos y cómo eran buena gente. y mugefes, como sus madres los parió. Verdad es que las muge­
Después, saliéronse los hombres, y entraron las mugeres y sentá­ res traen una cosa de algodón solamente, tan grande que le cobi­
ronse de la misma manera en derredor d'ellos, besándoles las ma­
nos y los pies palpándolos, atentándolos si eran de carne y de
6S Cf. Las Casas (1, 46): <siempre los hombres con un tizón en las manos y cier­

güesso como ellos. Rogávanles que se estuviesen allí con ellos al tas hierbas para [Ornar sus sahumerios, que son unas hierbas secas metidas en una

cierta hoja, seca también ... y encendido por una parte d'él, por la otra chupan o

sorben o reciben con el resuello para adentro aquel humo, con el cual se ador­

65 Se llamaban duhos, cf. Hernando Colón (cap. XVII): .hechos de una pieza mecen las carnes y cuasi emborracha, y así diz que no sienten el cansancio. Estos

de extraña forma, y semejante a un animal que tiene brazos y las piernas cortas \' mosquetes llaman ellos tabacos. Españoles cognoscí yo en esta isla Española que

la cola un poco levantada para apoyarse, la cual no es menos larga que el asiento, los acostumbraron tomar, que siendo reprendidos por ellos, diciéndost;:les que

para estar con más conveniencia, con una cabeza en la facha y los ojos r oreias de aquello era vicio, respondían que no era en su mano dejallas; no sé qué sabor o

oro. A estOs asientos llaman los indios duchi •. provecho hallaban en ello•.

134 Cristóbal Colón, Textos y documentos n, Diario del Primer Viaje (1492) 135

ja su natura y no más. Y son ellas de muy buen acatamiento ni aquel río para llevar a los Reyes porque aprendieran nuestra U:n­
muy negro[s) salvo menos que Canarias. «Tengo por dicho, gua, para saber lo que ay en la tierra y porque bolviendo sean
Serepissimos Prín~ipes", dize aquí el Almirante, «que sabiendo la lenguas de los cristianos y tomen nuestras costumbres y las cosas
lengua dispuesta suya. personas devotas religiosas, que luego to­ de la fe, «porque yo vi e cognozco», dize el Almirante, «qu'esra
dos se tornarían cristianos, y así espero en Nuestro Señor que gente no tiene secta ninguna ni son idólatras; salvo muy mansos
Vuestras Altezas se determinarán a ello con mucha diligen~ia para ysin saber qué sea mal ni matar a otros ni prender, y sin armas
tornar a la Iglesia tan grandes pueblos, y las convertirán, así co­ y tan temerosos que a una persona de los nuestros fuyen dento
mo an destruido aquel,los que no quisieron confessar el Padre y d'ellos, aunque burlen con ellos, y crédulos y cognos~edores que
el Hijo y el Espíritu Sancto; y después de sus días, que todos ay Dios en el ~ielo, e firmes que nosottos avemos venido del
somos mortales, dexarán sus reinos efl muy tranquilo estado y ~ielo, y muy presto(s) a cualquiera ora<;ión que nos les digamos
limpios de he regía y maldad y serán bien res~ebidos delante que digan y hazen el señal de la Cruz. Así que deben Vuestras
del Eterno Criador, al cual pIega de les dar larga vida y Altezas determinarse a los hazer cristianos, que creo que si co­
acre~eñúimiento_gra:~1de de mayores reinos y señoríos, y volun­ mien<;an, en poco tiempo acabará( n) de los aver convertido a
tad y dísposü;i6n:par3 acre~entar ¡a sancta religión cristiana, así nuestra sancta fe- multidumbre de pueblos, y cobrando grandes
como hasta aquí' tien~n fecho. Amen. Oy tiré la n:;¡o de monte y señoríos y riquezas, y todos sus pueblos de la España. Porque sin
me despacho para p:mlf el jueves en nombre de Dios e ir al Sues­ duda es en estas tierras grandíssíma suma de oro, que no sin
te a buscar der oro 'y espe~erías y descobrir tierra». Estas todas causa dlzen estos indios que yo traigo que ha en estas islas luga­
son palabras del Almirante, el cual pensó partir el jueves, pero res adonde cavan el oro y lo traen 'al pescue~o, a las orejas y a
porque le hizo el viento contrario no pudo partir hasta doze días . los bra~os e a las piernas, y son manillas muy gruessas; y también
de Noviembre. ha. piedras y ha perlas preciosas yinfinita especería. Yen este río
de Mares, de adonde partí esta noche,sin duda ha grandíssima
'Lunes,.12 de Noviembre cantidad de almá~iga y mayor, si mayor se quisierehazer, porque
Partió del puerto y río de Mares al rendir del cuarto de alva, los mismos árboles plantándoios prenden de ligero, y ha muchos
para ir a una isla que mucho affirmavan los indios que traía que y muy grandes, y tienen la hoja como lentisco yelfruto, salvo
se Ilamava Baveque67, adonde, según dizen por señas, que la gen­ que es mayor así los árboles como la hoja,como dize Plini0 68 e
te d'elIa coge el orO con candelas de noche en la playa y después yo e visto en la isla d'Exí0 69 en el Arcipiélago; y mandé sangrar
con martillo diz que hazían vergas d'ello, y para ir a ella era me­ muchos d'estos árboles para ver si echaría resina para la traer, y
nester poner la popa al Leste cuarta dei Sueste. Después de aver como aya siempre llovido el tiempo que yo e estado en el dicho
andado ocho leguas por la costa delante halló un río, y dende an­ río, no e podido aver d'ella, salvo muy poquita que traigo a Vues­
dadas otras cuatro halló otro río que pare~ía muy caudaloso y tras Altezas; y también puede ser que no es el tiempo para los
mayor que ninguno de los. otros que avía hallado. No se quiso sangrar, que esta creo que conviene al tiempo 'que los árboles
detener ni entrar en alguno d'ellos por dos respectos: el uno y comien<;an a salir del invierno y quieren echar la flor, y acá ya
principal porqu'el tiempo y viento era bueno para ir en demanda tienen el fruto cuasi maduro agora; y también aquí se avría gran­
de la dicha isla de Babeque; lo otro, porque, si en él oviera algu­ de suma de algodón y creo que se vendería muy bien acá sin le
na populosa' ciudad cerca de la mar, 'se pare~iera, y para ir por el . llevar a España, salvo a las grandes ciudades del Gran Can que
río arriba eran menester navíos pequeños, lo que no eran los, que se descubrirán sin duda y otras' muchas de otros señores que
llevava; y así se perdiera también. mucho tiempo, y los semejan­ avrán en dicha servir a Vuestras Altezas, y adonde se les darán de
tes ríos son cosa para descobrirse por sí. Toda aquella costa era otras cosas de España y de las tierras de Oriente, pues estas son
poblada mayormente ~erca del río, a quien puso por nombre el a nos en Poniente. y aquí ha también infinito lignáloe, aunque
río del Sol. Dixo qu'el domingo antes, onze de Noviembre, le
avía parecido que fuera bien tomar algunas personas de las de
53 Plinio Hist. Na!. cap. Xlll y XXIII. .
lit Ce. Las Casas (1,46): «en la isla d'Exío,.en el archipiélago, en el tiempo que
allí estuvo, donde sacaban de provecho d'ella cincuenta mil ducados, si bien se
61 Quizá ¡nagua Grande, al norte del canal que separa Haití de Cuba. acordaba., La isla pertenecía a la Señoría de Génova.

136 Cristóbal Colón. Textos y documentos


n. Diario del Primer Viaje (1492) 137
no es cosa para hazer gran caudal; mas delalmác;iga es de enten·
der bien, porque no la ha salvo en la dicha isla de Xío, y creo por señas. Venido el día claro, dio las velas sobre la tierra )' passó
que sacan d'ello bien cincuenta míll ducados, si mal no me acuer· una punta que le pare¡;:ió anoche obra'de dos leguas, y emró en
do. Y ha aquí, en la boca del dicho río, el mejor puerto que fasta un grande golpho cinco leguas al Sur Sudueste; y le quedavan
ay vi, limpio e ancho e fondo y buen lugar y asiento parahazer otras cinco para llegar al cabo, adonde en medio de dos grandes
una villa e fuerte, e que cualesquier navios se puedan llegar el montes hazía un degollado, el cual no pudo determinar si era
bordo a los muros, e tierra muy temperada y alta y muy buenas entrada de mar. Y porque deseava ir a la isla que l1amavan Bane­
aguas. Así que ayer vino a bordo de la nao una almadía con seis que, adonde tenía nueva, según él entendía, que avía mucho oro,
manc;ebos, y los cinco entraron en la nao; estos mandé detener 70 la cual isla le salía al Leste, como no vida alguna grande
e los traigo. Y después enbié a una casa que es de la parte del poblac;ión para ponerse al rigor del viento que le crec;ía más que
río del Poniente, y truxeron siete cabec;as de mugeres entre chi­ nunca hasta allí, acordó de hazerse a la mar y andar al Leste con
cas e grandes y tres niños. Esto hize porque mejor se comportan el viento que era Norte; y andava 8 millas cada ora,· y desde las
los hombres en Españaaviendomugeres de su tierra que sin diez del día que tomó aquella derrota hast:'-l e! ¡X;'uer ae! sol
ellas, porque ya otras muchas vezes se acaesc;ió traer hombres anduvo 56lseís] millas, que son 14 al Leste desde el cabo
de Guinea para que deprendiesen la lengua en Portugal, y des­ de Cuba. Y de la otra tierra de Bohío que le quedava asotaviento
pués que bolvían ypensaban de se aprovechar d'ellos en su tierra comenc;ando del cabo del sobredicho golpho, descubrió a su pa­
por la buena compañía que le avían hecho y dádibas que se les re<;er 80 millas, que son XX leguas, y corrías e toda aquella costa
avían dado, en llegando en tierra jamás parec;ía(n) otros, no lo Lesueste y GÜesnorueste.
hazían así. Así que, teniendo sus mugeres 71 , ternán gana de ne­
goc;iar lo que se les encargare y también estas mugeres mucho Miércoles, 14 de Noviembre
enseñarán a ·los nuestros su lengua, la cuales toda una en todas Toda la noche de ayer anduvo al reparo ybadovénteando,
estas islas India, y todos se entienden y todas las andan con porque dezía que no era razón de navegar entre aqueHas islas de
sus almadías, lo que no. han en Guinea, adonde es milI maneras noche hasta que las oviese descubierto; y porque los indios que
.de lenguas que la una no entiende la otra. Esta noche vino a traía le dixeron ayer martes que avría tres jornadas desde el río
bordo en una almadía el marido de una d'estasmugeres y padre de Mares hasta la isla de Baneque, que se de ve entender jornadas
de tres fijos, un macho y dos hembras, y dixo que lo dexase venir de sus almadías, que pueden andar 7 leguas, y el viento.también
con ellos, y a mí me aplogo mucho, y quedan agora todos con­ le escaseava, y aviendo de ir al Leste no podía sino a .la cuarta del
solados con él, que deben todos ser parientes, y él es ya hombre
- .... -, . ­ Sueste, y por otros inconvenientes que allí refiere, se ovo (de)
4.. _,<

de 45 años». Todas estas palabras son formales del· Almirante. detener hasta la mañana. Al salir del sol determinó de ir a buscar
Dize también arriba que hazía algún frío y por esto quena le : "puerto, porque de Norte se avía mudado el viento al Nordeste, y
fuera buen consejo en invierno navegar al Norte para descubrir. si puerto no hallara, fuérale ne~essarío bolver atrás a los puertos
Navegó este lunes hasta el sol puesto 18 leguas al Leste cuarta del que. dexava en la isla de Cuba. Llegó a tierra aviendo andado
Sueste, hasta un cabo aque puso por nombre el cabo de Cuba. aquella noche millas al Leste cuarta del Sueste. Anduvo al Sur
...... millas hasta tierra, adonde vio muchas entradas y muchas
Martes, 13 de Noviembre isletas y puertos; y porque el viento era mucho y la mar muy al­
Esta noche toda estuvo a la corda, como dizen los marineros, terada no osó acometer a entrar, antes corrió por la costa .al No­
que es andar barloventeando y no andar nada, por ver un abra, rueste cuarta del Güeste, mirando si avía puerto; y vida qúe avía
que es un abertura de sierras como entre sierra y sierra, que le rIlUchos, pero no muy claros. Después de aver andado así 64
comenc;ó a ver al poner del sol, adonde se mostravan dos grandís­ millas halló una entrada muy honda, ancha un cuarto de milla, y
simas montanas, y parec;ía que se apartavala tierra de Cuba con buen puerto y río, donde entró y puso la proa al Sursudueste y
aquella de Bofia; y esto dezían los indios que consigo lleva van después al Sur hasta negar al Sueste, todo de buena anchura y
muy fondo, donde vida tantas islas que no las pudo contar todas,
70 Al marg.: -No fue lo mejor del mundo esto>, de buena grandeza, y muy altas tierras llenas de diversos árboles
71 Al marg.: -Mira qué maravilla! •. de mill maneras e infinitas palmas. Maravillóse en gran manera
ver tantas islas y tan altas y ~ertifica a los Reyes que 'desde las
138 Crisróbal Colón. Texros y documenros ll. Diario del Primer Viaje (1492) 139
montañas que desde antier a visto por ~stas costas y las d'estas hazía un alto de piedra y peña como cabo, y al pie d'él era muy
islas, que le parec;e que no las ay más altas en el mundo ni tan fondo, que la mayor carraca del mundo pudiera poner el bordo
hermosas y claras, sin niebla ni nieve, y al pie d'eUas grandíssimo en tierra, y avía un lugar o rincón donde podían estar seis navíos
fondo; y dize que cree que estas islas son aquellas innumerables sin anclas como en una cala 74. Parec;ióle que se podía hazer allí
que en los mapamundos en fin de Oriente se ponen. Y dixo que. una fortaleza a poca costa, si en algún tiempo en aquella lThlr de ..
creía que avía grandíssimas riquezas y piedras prec;iosas y islas resultase algún resgate famoso. Bolvíéndose a la nao, halló
espec;ería en ellas, y que duran muy mucho al Sur y se ensanchan los indios que consigo traía que pescavan caracoles muy grandes
a toda parte. Púsoles nombre la mar de Nuestra Señora. Dize tan­ que en aquellas mares ay. Y hizo entrar la gente allí e buscar si
tas y tales cosas de la fertilidad y hermosura y altura d'estas islas avía nácaras, que son las hostias donde crían las perlas; y hallaron
que' halló en este puerto, que dize a: los· Reyes quena se .mara­ muchas, pero no perlas, y atribuyólo a que no devía de ser el 1
villen de encarec;ellas tanto, porque les sertifica que cree que no' tiempo d'ellas, que creía él que era por mayo y .junio. Hallaron
dize la <;entessima part.e: algunas d'ellas que parec;ía que llegan al los marineros un animal que parec;fa taso o taxo. Pescaron tam­
C;íelo y fr.:ch:,s como puntas de diamantes; otras que sobre su ¡
1
bién con redes y hallaron un pe<;e, entre otros muchos, que
gran·altura tienen enc;ima como una mesa, y al pie d'ellas fondo parec;ía proprío puerco 7~, no como tonina; el cual diz que era to­ ,. -,.. ,,¡1
grahdísstmo, .que podrá llegar a ellas una grandíssima carraca, to­ do concha muy tiesta, y no tenía cosa blanda sino la cola y los
das Henas de arboledas y sin peñas. ojos y un agujero debaxo d'ella para expeler sus superfluidades. 1
_ . 4. ~

Mandólo salar para llevar que lo viesen los Reyes. !


Jueves, 15 de Noviembre 1
Acordó de andalIas estas islas con las bárcas de los navíos; y Sábado, 17 de Noviembre
dize maraviltas d'.ellasy quehalIó almá<;iga ejnfinito Iignáloe;y Entró en la barca por la mañana y fue a ver !asislas que no
algunas d'eUaseranlabradas de las raizes. dequeha~en su pan 14 avía visto por lavanda del Sudueste. Vida muchaS otras y muy
'los· indios, y halló aver enc;endido huego en algunos lugares. fértiles y muy gra<;iosasy entremedio d'ellas muy gran fondo .
.Gente avía alguna y huyeron. En todo lo que anduvo halló hondo Algunas ¿'ellas dividían arroyos deaguadul<;e, y creía que aque­
de quinze y diez (y) seis bra<;as,y todo basa, que quiere dezir lla agua y arroyos s;¡.lían dealgunas fuentes que manavan en los·
que el suelo de abaxo es arena y no peñas, 10 que mucho desean altos de las sierras de las islas. De aquí yendo adelante halló una
los marineros, porque las peñas cortan los cables de las anclas ríbera d'agua muy hermosa y dul<;e, y salía muy fría por loenxuto
de las naos. . d'ella; avía un prado muy lindo y palmas muchas y alrfssimas más
que las que avía visto. Halló nuezes 16 grandes de las de India,
Viernes, 16 de Noviembre creo que dize, y ratones 17 grandes de los de India también, y
Porque en todas las partes, islas y tierras donde entrava dexa­ cangrejos18 grandíssimos. Aves vida muchas y olor vehemente de
va siempre puesta una cruz, entró en la barca y fue a la boca de almizque, y creyó que lo debía de aver ailí. Este día, de seis
aquellos puertos y en una punta de la tierra halló dos maderos man<;ebos que tomó en el río de Mares, que mandó que fuesen
muy grandes, uno más largo que el otro, y el uno sobre el otro en la caravela Niña, se huyeron los dos más viejos.
hechos cruz 73 , que diz que un carpintero no los pudiera poner
más proporcionados; y, adorada aque!lacruz, mandó hazerde Domingo, 18 de NOlliembre
los mismos maderos una muy grande y alta cruz. Halló cañas por Salió en las barcas otra vez con mucha gente de los navíos y
aquella playa, que no sabía dónde nac;ían, y creía que las traería fue a poner la gran Cruz, que avía mandado hazer de los· dichos
algún río y las echava á la playa, y tenía en esto razón. Fue a una
¡zala dentro de la entrada del puerto de la parte de Sueste (cala es
una entrada angosta que entra el agua del mar en la tierra). Allí ,. En el manuscrito Sala.
15 Piensa Alvar (Il, p. 113) que puede trararse del manarÍ­
16 Los cibayoes que cira Anglería.
72 Era pan de yuca, raíz que en guaraní se llamó mandioca. 11 Al marg.: -hutías debían de ser•. La hutía es un mamífero roedor de las An­

¡
Podría ser el símbolo del huracán, dios de las tormentas, los cuarros brazos I
13 ríllas parecido a una rara.
représemando los cuatro vientos en acción. n Jaibas.

I
140 Cristóbal Colón. Textos y documentos II. Diario,del Primer Viaje (1492) 141

dos maderos, a la boca de la entrada de!dícho .Puerto del del Sueste, yal poner del sol avía andado 12 millas. Aquí se halló
Prím;ipe, en un lugar vistoso y descubierto de árboles, ella muy el Almirante en 42 grados de la línea equino~iala la parte del
alta y muy hermosa vista. Dize que la mar cre~e y descre~e allí Norte, como en el puerto de Mares, pero aquí dize que tiene sus­
mucho más que en otro puerto de lo que pOr aquella tierra aya penso e! cuadrante hasta llegar a tierra que lo adobe. Por manera
visto, y que no es más maravilla por las muchas islas, y que la que le pare~ía que no devía distar tanto y tenía razón, porque no
marea es al revés de las nuestras, porque allí la luna al' Sudueste era possible como no estén estas islas sino en "" "grados. Para
cuarta del Sur es baxamar en aquel puesto. No partió de aquí por creer qu'el cuadranteandava bueno, le movía ver diz que e! Nor­
ser domingo. . te tan alto como en Castilla. Y si esto es verdad, mucho a llegado
y alto andava con la Florida; pero ¿dónde están luego agora estas
Lunes, 19 de Noviembre ~I.::!," ~"~ .. -~~:_ 'íúauv:s lr,u;ú Ayuwva ,;l ¿;:'lV "fU\.: ~14zia --;:;~L. ~-¡:fC:-~~-'
Partió antes ~qu'el sol saliese y con calma, y después al gran calor, pero claro es que si estuviera en la costa de la Florida
mediodía ventó algo el Leste y navegó al Nornordeste. Al poner que no oYieracalor, sino frío; y es también manifiesto que en
dei sol le quedava el ,PuertO del Prín¡;:ipe al Sursudueste, y estaría cuarenta y dos 'grados en ninguna parte de la tierra se cree· hazer
d'él siete leguas. Vido la isla de Baneque al Leste justO, de la cual calor, si no fuese por alguna causa de per accidens, lo que hasta
estaría 60 millas. Navegó toda este noche al Nordeste escasso; oy no creo yo que se sabe. Por este calor que allí el Almirante di­
andaría 6 millas y hasta las diez del día martes otras doze, que ze que padecía, arguye que en estas'Indias y por allí donde anda-
son por todas 18 leguas, y al Nordeste cuarta del Norte. va devía de ayer mucho oro 79. Este día se apartó Martín Alonso
Pin~ón con la carave!a Pinta 80, sin obedien.;ia y voluntad de! Al­
Martes, 20 de Noc1iembre mirante, por cudi¡;:ia, diz que pensando que un indio que el Almi­
QuedávanJe el Baneque olas islas del, Baneque al Lesueste, de ranteavía mandado poner en aquella carave!a le avía de dar
donde salía el viento que Ilevava contrario; y viendo que no se mucho oro. Y asíse fue sin esperar, sin causa de m:ll tiempO"si­
mudava y la mar se alterava, determinó de dar la bue!ta al Puerto no . porque quiso. Ydize aquí el Alrnirante: «otras muchas me
del Príncipe, de donde avía salido, que le qu(:dava XXV leguas. tiene hecho y dicho.. .
No quiso ir a la isleta que llamó Isabela, que le estava 12 l[uJegu2s,
que pudiera ir a surgir aquel día, por dos razones: la una porque juel Jes,22
vida dos islas al Sur, las quería ver; la otra, porque los indios que Miércoles en la noche navegó al Sur cuarta del Sueste con el
traía, que avía tomado en Guanahaní, que llamó San Salvador, .• _viento Leste, y era cuasi calma. Al ter¡;:ero cuarto ventó Nornor­
que estaba ocho leguas, de aquella Isabela, no se le fueSen, de los ~ _cÚ::ste. Todavía iba al Sur por ver aquel/a tierra que pOr allí le
cuales diz que tiene ne~essidad y por traellosa' Castilla, etc. ..qu:epJva. Y cuando salió el sol se halló tan lexos como e! día pas­
Tenían diz que entendido que en hallando oro los avía el Almi­ - S2do por las corrientes contrarias, y quedávale la tierra cuarenta
rante de dexar tornar a su tierra. Llegó en paraje del Puerto del . -millas. Esta noche Martín Alonso siguió el camino del Leste para
Príncipe, pero no lo pudo tomar, porque era de noche y porque ir a la isla de Baneque, donde dizen los indios que ay mucho oro,
lo decayeron las corrientes al Norueste. Tornó a dar la buelta y el cual iva a vista del Almirante y avría hasta él 16 millas. Anduvo
puso la proa al Nordeste con viento rezio; amansó y mudóse el eí Almirante toda la noche ia buelta de tierra y hizo tomar algu­
viento al terzero cuarto de la noche; puso la proa en el Leste nas de las velas y tener farol toda la noche, porque le pare¡;:ió que
cuarta del Nordeste; el viento era Susueste y mudóse al alva de
todo en Sur y toca va en e! Sueste. Salido el <sol) marcó el PuertO
del Prín~jpe y quedávale al Sudueste y cuasi a la cuarta del Gües­
7~ Que los rayos del sol tenían el poder de engendrar metales y píedras pre­

te, y estaría d'él 48 millas, que son 12 leguas. ciosas fue lugar común durante toda la Edad Media. Por tanto se pensaba que eran

más fáciles de encontrar en las zonas tórridas,

Miércoles, 21 de Noviembre 80 Hasta el 6 de Enero se separó la Pinta de la expedición. Dado que Manín

Al sol salido navegó al Leste con viento Sur. Anduvo poco Alonso murió a los pocos días de llegar a Castilla y que no poseemos un Memorial

de .su mano, sólo los Pleitos colombinos aclaran algo; parece que descubrió una

por la mar contraria. Hasta oras de bísperas' ovo andado 24 parte de la costa de la Española y en ella el río de Martín Alonso, al que luego Co­

millas. Después se mudó el viento al Leste y anduvo al Sur cuarta lón llamó río de Gracia.
_a'~vm rnwmz 3 llEnE R! [Zar .FIE q mInk
<1

n. Diario del Primer Viaje (1492)


142 Cristóbal Colón. Textos y documentos

venía hazia él, y la noche hizo muy clara y el ventezillo bueno

I a quien viniese de la mar de la parte del Norte, qu'es su travesía


143

para venir a él si quisiera[


d' esta costa, están las dichas islas al pie de una grande montaña,
qu'es su longura de Leste Güeste, y es harto luenga y más alta y
Viernes, 23 de Noviembre luenga que ninguna de todas las otras que están en esta costa,
Navegó el Almirante todo el día hazia la tierra al Sur, siempre
adonde ay infinitas; y haze fuera una restinga al luengo de la
con poco viento, y la corriente nunca le dexó llegar a ella, antes
dicha montaña como un banco que llega hasta la entrada; roda
estava ay tan lexos d'ella al poner del sol como en la mañana. El
esto de la parte del Sueste; y también de la parte de la isla Llana
viento era Lesnordeste y razonable para ir al Sur, sino que era
haze otra restinga, aunqu'esta es pequeña, y así entremedias de
poco. Y sobre este cabo encavaiga otra tierra o cabo que va tam­
ambas ay grande anchura y fondo grande, como dicho es. Luego
bién al Leste, a quien aquellos indios que llevava·J..1amavanBQhío,
a la entrada, a la parte del Sueste, dentro en el mismo puerto,
la cual dezían que era muy grande y que avía en ella gente'que
vieron un río sa grande y muy hermoso, y de más agua que hasta
tenía un ojo en la frente, y otros que se llamavan caníbales, a
enton<;es avían visto, y que be nía el agua du!l;ehasta la mar. A la
quien mpstravan tener gran miedo; y d~sque vieron que lleva es­
entrada tiene un banco, mas después dentro es muy hondo, de
~ camine, diz que no podían hablar, porque los comían y que
ocho y nueve bra<;as. Está todo -lleno de palmas y de muchas "" .,.
, f. SOD .gente muy armada. El Almirante dize que bien cree que avía arboledas como los otros.
. . algo, d'ello, mas que, pues eran armados, serían gente de razón, y

r:r:.e;Q '<lue av rían captivado algunos y que, porque no bolvían a


Domingo, 25 de Noviembre
sus tierras, dirían que los comían. Lo mismo creían de los cris­
Antes del sol salido, entró en la barca y fue a ver un cabo o
tianosy del Almirante, aLprin~ipio quealgurtos los vieron.
punta u de tierra al Sueste de la isleta Llana, obra de una legua y
media, porque le pare<;íaque deví;¡. aver algún río bueno ..
S4bado, 24 de NOtJÍembre Luego ala entrada del cabo, de la parte .del Sueste, andando dos
Navégó aquella noche toda, y a la ora de tercia del día tomÓ
tiros de ballesta vio venir un grande arroyo de muy linda agua
la tierrasobreda isla Llana, en aquel mism'olugardonde avía arri­
que de~endía de unamontaüa abaxo, y hazía gran ruido. Fue al
bado la semaná passada cuando iva.a la isla de Baneque. Alprin­
río y vio en él unas piedras 84 reluzir; coI). unas manchas en ellas
cipio no osó llegar a la tierra, porque le pare.:;ió qu'e(n> aquella
de color de oro, y acordase que, en él iíoTejo, al pie d'él, junto a
abra de sierras rompía la mar mucho en ella. Y en fin, llegó a la
la mar, se halla oro, Y pare<;ióle que cierto devfa de tener oro, y
mar de Nuestra Señora, donde avía las muchas islas, y entró en el
mandó coger r;ienas de aquellas piedras para llevar a los Reyes.
puerto S1 qu'está junto a la boca de la entrada de las islas. Y dize
Estando así, dan bozes los mo<;os grumetes diziendo que vía n pi­
que si él antes supiera este puerto y no se ocupara en ver las islas
nales. Miró por la sierra y vídolos tan grandes y tan maravillosos,
de la mar de Nuestra Señora, no le fuera ne~essarío bol ver atrás,
que no podía encare~er su altura y derechura como husos, gor­
aunque dize que lo da por bien empleado, por aver visto las
dos y delgado(s>; donde cognost;fó que 3e podían hazer navíos e
dichas islas. Así que llegando a üerra enbió la barca y tentó el
infinita tablazón y másteles para las mayores naos d'España. Vida
puerto y halló muy buena barra, honda de seis bra~os y hasta
robles y madroños, y un buen río y aparejo para hazer sierras de
veinte y limpio, todo basa. Entró en él, poniendo la proa al Su­
agua. La tierra y los aires más templados que hasta allí, por la al­
dueste y después bol viendo al Güeste, quedando la isla Llana de
tura y hermosura de las sierras. Vida por la playa muchas otras
la parte del Norte; la cual, con otra su vezina, hazen una laguna
piedras de color de hierro, y otras' que dezían algunos que eran
de mar en que cabrían todas las naos d'España y podían estar se­
minas de plata, todas las cuales trae el río. Allí cojó una entena y
guras, sin amarras, de todos los vientos. Y esta entrada de la par­
mástel para la mezana de la caravela Niña. Llegó a la boca del río
te del Sueste, que. se entra poniendo la proa al Susudueste, tiene
y entró en una 8S cala, al pie d.e aquel cabo de la parte del Sueste,
la salida al Güeste muy honda y muy ancha, así que se puede pas­

s.ar ~ntre medio de las dichas islas. Y por cognoscimiento d'ellas

IZ Río Moa.

n Punta de Mangle.

8l . Al marg.' -Este debió ser el puerto que llamó S<lm<l C<lcalina,. porque !legó a
,
N Al marg.: .Estas debían ser piedras de mangasita •.

I
él su víspera». . as Puerto de Jaragua.

J
, __ ~_. ____ ~~.,,,,~="~_,~-~~O~~C~'. ~,."."".~"".,.,.,.-,..,,~~~~~-:-~~~~:==~~~~~~-

144 Cristóbal Colón. Textos y documentos II. Diario del Primer Viaje (1492) 145

muy honda y grande, en que cabrían (,;ient naos sin .alguna que dondequiera que saltav.an en tierra halla van señales de ayer
I

I

amarra ni :mclas; y el puerto, que los ojos otro tal nunca vieron. gente y huegos muchos. Estimava que la tierra que oy vido de la
La<s) sierras altíssimas, de las cuales descendían muchas aguas parte del Sueste del cabo de Campana era la isla que llamavan los i
lindíssimasj todas las sierras llenas de pinos y por rodo aquello indios Bohí0 87 • Y paréceloporque el dicho cabo está apartado de
diversíssimas y hermosíssimas florestas de árboles. Otros dos o aquella tierra. Toda la gente que hasta oya hallado diz que tiene
tres rios le queda van atrás. Encare(,;e todo esto en gran manera a grandíssimo temor de los de Caniba o Canima, y dizen que biven
los Reyes y muestra ayer res<;ebido de verlo, y mayormente los en esta isla de Bohío, la cual debe ser muy grande, seg(¡n"le
pinos, inextimable alegria y gozo, porque se podían hazer allí pare(,;e, y cree que van a tomar a aquellos a sus tif"r-:.., y casas, co­
cuantos navíos desearen, trayendo los <ldere(,;os si no fuere made­ mo sean muy cobardes y no saber.. n'" : .. Ud.s; y a esta causa le pa­
ra y pez, que allí se hará harta. Y afirma no encare(,;ello la rece queaau/'Ilf''' '::_;':;v" qu.e traía no suelen poblarse a la costa
<;entéssima pane de lo que es, y que plugo a Nuestro SeÍiV! úc ic ue la mar, por ser vezinos a esta tierra, los cuales diz que después
-mostrar siempre una cosa mejor que otra, y .siempre en lo que que le vieron tomar la buelta d'esta tierra no podían hablar, te­
hasta .allí avía descl!píerto íva de bien en mejor,ansí en las tierras miendo que los avían de comer, y no les podía quitar el temor. y
y arboledas y yerv<lS y frutos y flores como en las gentes, y dezían que no tenían sino un ojo y la cara de perro; y creía &t el
siempre de diversa manera, y así en un lugar como en otro, lo Almirante que mentían, y sentía el Almirante que devían de ser
mismo en los puertos y en las aguas. Y finalmente dize que, del señorío del Gran Can que los captibavan.
cuarido el que lo vee le es «ln grande admira(,;ión,' cu:ínto más se­
rá a quien lo oyere, y que nadie 10 podrá creer si no lo viere. Martes, 27 de Nouíembre
Ayer al poner del sol llegó cerca de un cabo que llamó Cam­
Lunes, 26 de Noviembre pana. y porqu'el (,;ielo claro yel viento poco, no quiso ir a tierra
.Al salir del sol levantó las anclas del puerto de Sancta Cathali­ a surgir, aunque tenía de sotavientocincoo seispl;lertosmara­
ria,adonde estavadentro de la isla Llana, y navegó de luengo de . villosos, porque se detenía más de lo que quería por el apetito y
la costa con poco vientoSudueste al camino del .cabo del Pico, delecta(,;iónque tenía y res<;ebía de ver y mirar la hermosura y
que era al Sueste. Llegó al cabo tarde porque le calmó el vjento. frescura de aquellas tierras dondequíeraque entrava,y por no se
y llegado vido al Sueste cuarta del Leste otro cabo qu'estaría d'éi tardar en proseguir lo que pretendía. Por estas razones se tuvO
60 millas; y de allí vido otro cabo qu'estaría hazia el navío al aquella noche a la corda y temporejar hasta el día. Y porque los
Sueste cuarta del Sur, y parecióle qu'estaría d'él 20 millas, al cual aguajes y corrientes lo avían echado aquella noche más de (,;inco
puso nombre el cabo de Campana, al cual no pudo llegar de día o seís' i~~.uas al Sueste adelante de donde avía anoche~ído, y le
porque le tornó a calmar del todo el viento. Andaría en todo avía pare(;ido.la tierra de Campana; y allende aquel cabo pare(,;Ía
aquel día 32 millas, que son 8 leguas; dentrode'las cuáles hotó y una gl,~mdeehirada que mostrava dividir una tierra de otra y
marcó nueves. puertos muy señalados, los cuales todos los mari­ h2 7 ía comó isla en medio. acordó bol ver atrás con viento Su­
neros hazían maravill<lS, y ¡;incoríos grandes, porque iva siempre dueste, y vlno adonde le avía pare(,;ido el abertura, y halló· que
junto con tierra para verlo bien todo. Toda aquella tierra es mon­ no. era sino una grande baía, y al cabo d' ella, de la parte del Sues­
tañas altíssimas muy hermosas, y no secas ni de peñas, sino todas te, un cabo en el cual ay una montaña alta y cuadrada 89 que
andablesy valles hermosíssimos; y así los valles como las monta­ pare(,;ía isla. Saltó el viento en el Norte y tornó a tomar la biJelta
ñas eran llenos de árboles altoS y frescos, que era gloria mirarlos, del Sueste, por correr la costa y descubrir todo lo que pOr allí
y pare.;ía que eran ·muchos pinales. Y ta(m)bién detrás del dicho oviesej y vido luego al pie de aquel cabo de Campana un puerto
cabo del Pico, de la parte del Sueste, están dos isletas que terná maravilloso y un gran río, y de a un cuarto de legua, otro río, y
cada una en (,;erco dos leguas, y dentro d'ellas tres maravillosos de allí a media legua, otro río, y dende a otra media legua, otro
puertos Y dos grandes ríos. En toda esta costa no vido poblado
ninguno desde la mar; podría ser averlo, y ay señales d'ello, por-
81 Al marg.: -este Bohío debe ser la isla Española •.
s8.A! marg.:«No los entendían •. Es evidente que Colón no emendía lo que los
indi()úrataban de explicarle. .
K Morison no contó mis que siete puertos en este trayecto. 89 La montaña llamada actualmente Yunque.
~ • .. emz ti I!~mt'w~zrrw:- UtUtA 'II!~e:IiUIS •
mi
a La, 4&
3FF?
3;

146 C''''ób>! Colóo. te"", y dorume"",

río; y dende a una legua, otro río, y dende a otra, otro río; y
r
I
11. D',,'o del P,'m" V"ie (1492) 147

Almirante en la barca para soldar el puerto, qu'es como una es­


dende a otro cuarto, otro río; y dende a otra legua, otro río gran­ codilla; y cuando fue frontero de la boca al Sur halló una entrada
de, desde el cual hasta el cabo de Campana avría 20 millas y le de un río que tenía dea.nchura que podía entrar una galera por
quedan al Sueste. Y los más d'estos ríos90 tenían grandes entradas ,ella, y de tal manera que no se vía hasta que se llegase a ella, y,
y anchas y limpias, con Sl,lS puertos maravillosos' para naos entrando por ella tanto como ¡ongura de la barca tenía ~inco
grandíssimas, sin bancos de arena ni de piedras ni Lesrringas. Vi­ bra<;ost y de ocho de hondo. Andando por ella fue cosa mara­
niend0 así por la costa a la parte del Sueste del dicho postrero villosa,' y las arboledas y frescuras y el agua claríssima y las aves y
río, halló una grande pobla-;ión 91 , la mayor que hasta oy aya amenidad, que dize que le pare-;ía que no quisiera salir de allí.
hallado, y vido venir infinita gente a la ribera de la mar dando Iva diziendo a los hombres que lleva va en su compañía que, para
grandes bozes, todos desnudos, con sus azagayas en la mano. De­ hazer rela<;ión a los Reyes de las costas que vían, no bastaran mill
seó de hablar con ellos y amainó las velas y surgió, y enbió las lenguas a referillo ni su mano para lo escrevir, que le pare~ía
barcas de la nao y de la caraveIa, por manera ordenados que no qu'estava encantado. Deseava que aquello vieran muchas otras
hiziesen daño alguno a los indios ni lo res<;ibiesen, mandando personas prudentes y de crédito, de las cuales dize ser <;ierto que
que les diesen algunas cosillas de aquellos resgates. Los indios hi­ no encare<;ieran estas cosas menos que él. Dize más el Almiran~t~ .
, . ,zieron adamanes de no los dexar saltar en tierra y resistillos. Y aquí estas palabras: «Cuánto será el benefi-;io que de aquí se"".
"" viendo que las barcas se allegaban más a tierra y que no les avían puede aver, yo no lo escrivo. Es' cierto, Señores Prín~ipes, que __ .:"
- ..~ ;. miedo, se apartaron de la mar, y creyendo que saliendo dos o donde ay tales tierras que deve de aver infinitas cosas de pro- ...
tres hombres de las barcas no temieran, salieron tres cristianos vecho, mas yo no me detengo en ningund puerto, porque
diziendo que no oviesen miedo en su lengua, porque sabían algo querría ver todas las más tierras que yo pudiese para hazer rela­
d'ella, por la conversa-;ión de los que traen consigo. En fin ción d'ellas a Vuestras Altezas; y también no sé la lengua, y la
dieron todos a huir, que ni grande ni chico quedó. Fueron. los gente d'estas tierras no me entienden, ni yo ni otro que yo tenga
tres cristianos a las casas, que son de paja y de la hechura de las a ellos; y estos indios que yo traigo, muchasvezes le entiendo
otras que avían visto, y no hallaron a nadie ni cosa en alguna una cosa por otra al contrario; ni fío mucho d'ellos; porque
d'ellas. Bolviéronsea los navíos y a1<;aron velas a mediodía para muchas vezes an provadoa fugiLMasag9ra,plaziendoa Nuestro
ir aun cabo hermoso que quedava al Leste, que avría hasta él Señor, veré lo más que yo pudiere, y poco a poco andaré enten­
ocho leguas. Aviendo andado media legua por la misma baía, vi­ diendo y cognos~iendo y faré enseñar esta lengua a personas de
do el Almirante ala parte del Sur un singularíssimo puert0 92, y de mi casa, porque veo qu'es toda la lengua una fasta aquí. Y des­
la parte del Sueste unas tierras hermosas a. maravilla, así como pués se sabrán los benefi<;ios y se trabajará de hazer' todos estos
una vega montuosa dentro en estas montañas; y pare<;ían grandes pueblos cristianos, porque de ligero se hará, porque ellos no
humos y grandes pobla-;iones en ellas,. y las tierras muy labradas; tienen secta ninguna ni son idólatras. y Vuestras Altezas manda­
por 10 cual determinó dese baxara este puerto y provar sí podía rán hazer en estas partes <;iudad e fortaleza y se convertirán estas
aver lengua o prática con ellos; el cual era tal que, si· a los otros tierras. y <;ertifico a Vuestras Altezas que debaxo del sol no me
puertos avía alabado, este dize que alabava más con las tierras y pare-;e que las pueda aver mejores en fertilidad, en temperanCia
templan-;a y comarca d' ellas y pobla<;ión. Dize maravillas de la de frío y calor, en abundan<;iade aguas buenas y sanas, y no co­
lindeza de la tierra y de los árboles, donde ay pinos y palmas;'y mo los ríos de Guinea, que son todos pestilen~ia, porque, loado
de la grande vega, que aunque no es llana de llano que va al Sur- . Nuestro Señor, hasta oy de toda mi gente no a avido persona que
sueste, pero es llana de montes llanos y baxos, la más hermosa le aya mal la cabe<;a ni estado en cama por dolen~ia, salvo un
cosa del mundo, y salen por ella muchas riberas de aguas que viejo de dolor de piedra; de que él estava. toda su vida appas­
des<;ienden d'estas montañas. Después de surgida la nao, saltó el sionado, y luego sanó al cabo de dos días. Esto que digo es en to­
dos los tres navíos. Así que plazerá a Dios que Vuestras Altezas
!lO No debían de ser sino los riachuelos: Mar.lví, Toa. Duaba, Macaguanigua.
embiacln acá o vernán hombres doctos y verán después la ver­
Miel, Soma, Mata y Yumurí. . dad de todo. Y porque atrás tengo hablado del sitio de villa e for­
9t Baracoa. taléza en el río de Mares, por el buen puerto y por la comarca, es
n Al que llamará Puerto SantO el 1 de Diciembre; Es Saracoa o Mata. <;ierto que' todo es verdad lo que yo dixe; mas no a ninguna
148 Cristóbal Colón. Textos y documentos Il.Diario:deIPrimer Viaje (1492) 149

comparac;ión de all.áaquí. ni de la mar de Nuestra .señora, porque poblac;iones. Hallaron en una casa un pan de c;era 93, que truxo a
aquÍ deve aver mfra la tíerragrandespoblaciones y gente innu­ los Reyes, y dize que adonde c;era ay también deve aver otras mil
merable y cosas de grande provecho, porque aquí y en todo lo cosas buenas. Hallaron también los marineros en casa una cabec;a
otro, descubierto y tengo esperanc;a de descubrir antes que yo de hombre'" dentro en un c;estillo cubierto con otro cestillo y
vaya a Castil1a, digo que terná toda la cristiandad negociac;ión en colgado de un poste de la casa, y de la misma manera hallaron
ellas, cuanto más la España, a quiendeve estar subjeto todo. Y otra en otra poblac;ión. Creyó el Almirante que devía ser de algu­
digo que Vuestras Altezas no deven consentir que aquí trate ni fa­ nos princ;ipales de linaje, porque aquellas casas eran de manera i·
ga pie ningund estrangero, salvo cathólicos cristianos, pues esto que se acojen en ellas mucha gente en una sola, y deven ser pa­ I
fue el fin y el comienc;o del propósito, que fuese por
acrec;entarnienlo y gloria de la religión cristiana,ni venir a e~tas
rientes desc;endientes de uno solo. I
partes ninguno que no sea buen cristiano». Todas son suspa­ Viernes, 30 de NOlJiembre
labras. Subióalli por el río arriba y halló unos brac;os del río,y, No se pudo partir, porqu'el viento era Levante, muy comrario
rodeando el puerto, halló a la boca del río estavan unas arboledas asu camino: Enbió ocho hombres bien. armados y con ellos dos
muy .graciosas, cómo una muy deleitable güerta; y allí halló una indios de los que traía para que viesen aquellos pueblos de la
almadía o ca.noa, hecha de un madero tan grande como una fusta tierra dentro y por aver lengua. Llegaron a muchas casas yno
de doze bancos, muy hermosa, varada debaxo de una atarac;ana o hallaron a nadie ni nada, que todos se avían huido. Vieron cuatro
ramada hecha de madera y cubierta de grandes hojas de palma, man<;;ebos qu'est<.lvan cavando en su(S) heredades; así como
por manera que ni el sol ni el agua le podían hazer daño. Y dize vieron los cristianos, dieron a huir; no los }.JudierÜl1 a;":al1¡;ar. An­
que allí era el proprio lugar para hazer una villa o c;iudad y forta­ duvieron diz que mucho camino. Vie.ron muchas pobla<;;iones y
leZa, por el buen puerto, buenas aguas, buenas tierras, buenas co· tierra fertilíssimay toda labrada, y grandes riberas de agua; y
marcas y mucha leña. c;:ercadeunavieron una almadía o canoa de noventa y c;inco pal­
mos de longura de un solo madero, muy hermosa, yque el! ella
cabrían y navegarían <;;iento y c;íocuenta personas. .
Miércoles, 28 de Noviembre'
Estúvose en aquel puerto aquel día porque llovía y hazía gran Sábado, 1. o dia de Diziembre
c;errazón, aunque podía correr toda la costa con el viento, que No se. partió por la misma causa del viento contrario y porque
era Sudueste, y fuera a popa; pero porque no pudiera ver bien llovía mucpo ..Asentó una cruz grande a la entrada de aquel puer­
la tierra, y no sabiéndola es peligroso a los navíos, no se partió. to, que' cr.ec-llamó el Puerto Santo, sobre unas peñas bibas. La
Salieron a tierra la gente de los navíos a lavar$u ropa. Entraron punta, e'S aq¡jeH;'! qu'está de la parte del Sueste, a la entrada del
algunos d'ellos un rató por la tierra dentro. Hallaron grandes puerto, y guíen oviere de entrar en este puerto se devellegar
poblaciones y las casas vazías, porque se avían huido todos. Tor­ más .:>obre la parte del. Norueste de aquella punta que sobre la
náro{n)se por otro río abaxo, mayor que aquel donde estavan otra del Sueste, pues.to que al pie de ambas; junto con la peña, ay
en el puerto.
93 Al marg.: .Esta cera vino por allí de Yucatán, y por eso creo qu'est:1 tierra es
Jueves, 29 de Noviembre Cuba., y en 1, 48: .Esta cera nunca la hobo en la/isla de Cuba, y aqueste pan que
Porque llovía y el cielo estava de la manera c;errado, que ayer dize que halló era del reino y provincias de Yucatán, donde había'inmeJ;,¡sa cami­
no se partió, llegaron algunos de los cristianos a otra poblac;ión dad de cera, y muy buena, amarilla, el cual pudo venir allí, o porque algunos in­
c;erca de la parte de Norueste, y no hallaron en las ca.sas a nadie dios de aquella isla fuesen a Yucatán en sus canoas .., o que los indios mercaderes
de las mismas provincias ,~e Yucatán, que trataban por muchas partes de la costa
ni nada. Y en el ca.minotoparon con un viejo que no les pudo de aquella tierra firme, cón tOrmentas se les trastornase alguna canoa y por tiem·
huir; tomáronle y dixéronle que no le querían hazer mal, y po los aguajes lo trujesen a la costa de Cuba •. La cera de Yucatán se empleó como
diéronle algunas cosillas del resgate y dexáronlo. El Almirante tributo de los indígenas,
'l4 En la religión arahuaca existía el culto a los antepasados, d, Las Qlsas (1,
quisiera vello para vestillo y tomar lengua d'él, porque le canten· 84): .Víeron muchas cabezas de hombres cplgadas y reslOs de huesos humanos.
tava mucho la felicidad de aquella tierra y disposición que para Del?ían de ser señores o personas que ellos amaban, porque decir que er,¡n de los
poblar en ella avía, y juzgava que devía de aver grandes que comían no es cosa probable.,
~ . . . .*-. . . .~~=-~m~·~.WE. . .»F~MU-=~~. .ma. . . . . . . . . . . . . . . . . .~. .~

150 Cristóbal Colón. Textos y documentos II. Diario del Primer Viaje (1492) 151

. doze bra~os de hondo y muy limpio. Más a la entrada del puerto, el Almirantecascaveles Y sortijas de latéÍn y contezuelas de vidro
sobre la punta del Sueste, ay una baxa que sobreagua. la cual verdes y amarillas, con que fueron muy contentos. Visto· que no
dista de la punta tanto que se podría passar entremedias, aviendo tenían oro ni otra cosa pre!;iosa y que bastava dexallos seguros, y
ne~essídad, porque al pie de la baxa y del cabo todo es fondo de que toda la comarca era poblada y huidos los demás de miedo (y
doze y de quinze bra~os; y a la entrada se a, de poner la proa al certifica el Almirante a los Reyes que diez hombres hagan huir-a
Sudueste. diez mill, tan cobardes y medrosos son, que ni traen armas, salvo
unas varas y en el cabo d'ellas un palillo agudo tostado), acordó
Domingo, 2 de Diziembre bolverse. Dize que las varas se las quitó todas con buena manera,
Todavía fue contrarlo el viento y no pudo partir. Dize que to­ resgatándoselas, de manera que todas las dieron. Tornados adon­
das las noches del mundo vienta terral y que todas las naos que de avían dexado las barcas, enbió ciertos cristianos al lugar por
allí estuvieren no ayan miedo de toda la tormenta del mundo, donde subieron, porque le avía pare~ido que avía visto un gran
porque no puede recalar dentro por una baxa que está al princi­ colmenar. Antes que viniesen los que avía enbiado, ayuntáronse
pio del puerto, etc. En la boca de aquel río diz que halló un gru­ muchos indios y vinieron a las barcas, donde ya se avía etA}!T!í­
met.e ciertas piedras que pare~en tener oro. Trúxolas para rante recogido con su gente toda. Uno d'eilos se ade1aató en el
, . mostrar a los Reyes. Dize que ay por allí, a tiro de lombarda, río junto con la popa de la barca y hizo una grande plátiCa que. er
~ .. _.... . grandes ríos. Almirante no entendía, salvo que los otros indios de cuandy",en'
_ ,:ji ....
cuando al~avan las manos al~ielo y davan una grande bozo Pen­ ,¡
Luru!s, 3 de Diziembre sava el Almirante que lo aseguravan y que les plma de su venida,
Por causa de que hazía siempre tiempo contrario no partía de pero vido al indio que consigo traía demudarse la cara y amarillo
aquel puerto, y acordó de ir a ver un cabo muy hermoso un
cuarto de legua del puerto de la parte del Sueste. Fue con las bar"
como la .-;era, y temblaba mucho, diziendo por señas que el Almi­
rante se fuese fuera del río, que los querían matar, y llegóse a un
I
.casy alguna gente armada; al pie del cabo avía una boca de un cristiano que tenía una ballesta armada y mostróla a los indios; y
.buen rí0 95 , puesta la proa al Sueste para entrar, y tenía cient pas­ entendió el Almirante que les dezía que los matarían todos, por­
sos de anchura; tenía una bra~a de fondo a la entrada o en la bo­ que aquella ballestatiravalexos y.matava; también tomó una es­
ca, pero dentro· avía doze bra~as y ~inco y cuatro y dos, y pada y la sacó de la vaina mostrándosela,díziendo lo mismo. Lo 1
cabrían en él cuantos navíos ay en España. Dexando un bra~o de cual oído por ellos, dieron todos a huir, quedando todavía temblan­ I
aquel río fue al Sueste y halló una caleta, en que vido cinco muy do el dicho indio de cobardía y poco cora~ón.No quiso el Almirante 1
grandes almadías que los indios llaman canoas, como fustas, muy salir del río, antes hizo remar en tierra hazia donde ellos estavan,
hermosas, labradas, que era, diz que era plazer vellas, y al pie del 1
que eran muy muchos, todos tintos de colorado y desnudos co­ 1
mon~e vido todo labrado. Estavan debaxo de árboles muy espes­ mo sus madres los parió, .y algunos d'ellos con penachos en la 1
sos, y yendo por un. camino que salía a ellas, fueron a dar a· una cabe~a y otras plumas, todos con sus manojos de azagayas. aLte­
atara<;ana muy bien ordenada y cubierta, que ni sol ni agua no les guéme a ellos y diles algunos bocados de pan· y demandéles las
podía hazer daño, y debaxo d'ella avía otra canoa hecha de un azagayas, y dávales por ellas a unos un cascaveUto, a otros una
madero como las otras, como una fusta de diez siete bancos, sortizuela de latón, a otros unas contezuelas, por manera que to­
que era plazer ver las labores que tenía y su hermosura. Subió dos se apaziguaron y vinieron todos a las barcas y daban cuanto
una montaña arriba y después hal1óla toda llana y sembrada de tenían por quequequiera que les davan. Los marineros avían
muchas cosas de la tierra y calaba~as, que era gloria vella; y en muerto una tortuga y la cáscara estava en la barca en peda~os, y
medio d'ella estava una gran pobla~ión; dio de súbito sobre la los grumetes dávanles d'ellacomo la uña, y los indios les davan
gente del pueblo. Y como los vieron, hombres y mugeres dan de un manojo de azagayas. Ellos son gente como los otros que e
huir; asegurólos el indio que llevaba consigo de los que traía, di­ hallado (dize el Almirante) y de la misma creencia, y creían que
ziendo que no oviesen miedo, que gente buena era; hízolos dar veníamos del cielo, y de lo que tienen luego lo dan por cual­
quiera cosa que les den, sin dezir qu'es poco, y creo que así
harían de especería y de oro si lo tuviesen. Vide una casa hermo­
,$ Río Miel. sa no muy grande y de dos puertas, porque así son todas, y entré
II. Diario del Primer Viaje (1492) 153
152 Cristóbal Colón. 'TextOs y documentos
las creía, sino que devían tener más astucia y mejor ingenio los
en ella y vide una obra maravillosa, como cámaras hechas por de aquella isla Bohío para los captivar qu'ellos, porque eran muy
una cierta manera que no lo sabríadezir,y colgado al <;ielo d'ella flacos de cora¡;ón. Así que porqu'el tiempo era Nordeste y toma­
caracoles y otras cosas; yo pensé que era templo, y los llamé y va del Norte, determinó de dexar a Cuba o]uana, que hasta entonces
dixe por señas si hazían en ella ora<;ióni dixeron que no, y subió avía tenido por tierra fírme por su grandeza, porque bien avría
uno d'ellos arriba y me dava todo cuanto allí avía, y d'ello tomé andado en· un paraje ciento y veinte leguas, y partió al Sueste
algo». cuarta. del Leste. Puesto que la tierra qu 'él avía visto se hazía al
Sueste, dava este reguardo, porque siempre el viento rodea del
Martes, 4. o de Diziembre Norte para el Nordeste y de allí al Leste y Sueste. Cargó mucho
Hízose a la vela con poco viento y salió de aquel puerto que el viento y llevava todas sus velas, la mar llana y la corriente que
nombró Puerto Santo. A las dos leguas vida un buen no de que le ayudava, por manera que hasta la una después de mediodía
ayer habló. Fue de luengo de costa, y corríasetoda la tierra, pas­ desde la mañana hazía de camino 8 millas parara, y eran seis
sado el dicho cabo, Lesuestey· Güesnorueste hasta el Cabo Lin­ oras aún no complidas, porque dizeque allí eraD 12.s noches
do, qu'está alcaba deJMonte al Leste cuarta del Sueste, yay de <;erca de quinze oras. Después anduvo diez millas por ora, y así
uno a otro cinco leguas. Del cabo del Monte a la legua y media andaría hasta el poner del sol 88 millas, que son 22 leguas, todo
ay un gran río algo angosto. Pare~ió que tenía buena entrada, y al Sueste. Y porque se hazía noche, mandó a la caravela Niña que
era muy hondo. Y de allí a tres cuartos de legua vida otro se adelantasse para ver con día el puerto, porque era velera; y
grandíssimo río, y deve venir de muy lexos. En la boca tenía bien llegando a la boca del puerto que era como la baíade Caliz y,
cien passos y en ella ninglín banco, y en la boca ocho bra¡;as y porque era ya de noche, enbióa su barca que sondase el puerto,
buena entrada, porque lo enbié a ver y sondar con la barca; y la cual llevó lumbre de candela; yantesqu:elAlmirante llegasse
viene el agua dul~e hasta dentro en la mar, y es de los caudalosos adonde la caravela estava barloventeando y esperando qúe la bar­
que avía hallado y deveaver grandes pobla~iones. Después del ca le hiziese señas para entrar en el puerto, apagósele la lumbre
éaboLindo ay Una grande baía que ~ería buen pozo por Lesnor­ a la barca; la caravela, como no vida lumbre, corrió de largo y
deste y Suest(e> y Sursudueste. hizo lumbre al Almirante, y, llegado a ella, contaron lo que avía
acae<;ido. Estando en esto, los de la barca hizieron otra lumbre:
Miércoles, 5 de Diziembre la caravela fue a ella, y el Almirante no pudo, y estubo toda aque­
Toda esta noche anduvo a la corda sobre el Cabo Lindo, lla noche barloventeando.
'"' .Ct< ....
adonde anocheció, por ver la tierra que iba al Leste. Y al salir del
sol vida otro cabo al Leste a dos leguas y media; pass ado aquel, jueves, 6 de Dlzieníbre.
vido que la costa bolvía al Sur y tomava del~·Sudueste, y vido . Cuando amaneCió 'se 'halló cuatro leguas del puerto. Púsole
luego un cabo 96 muy hermoso y alto a la dicha derrota, ydistava nombre Puer,to íVla~ía ss y vida un cabo hermoso y al Sur cuarta
dest'otro siete leguas. Quisiera ir allá, pero por el deseo que tenía delSudueste, al cual puso nombre Cabo del Estrella, y pare<;iole
de ir a la isla de Baneque que le quedava, según dezían los indios que era la postrera tierra de aquella isla hazia el Sur y estaría el
que Hevava, al Nordeste, lo dexó. Tampoco pudo ir al Baneque, .~lrrlirante d'él XXVIII millas.Pare~íale otra tierra como isla 100 no
porqu'e1 viento que lleva va era Nordeste. Yendo así, miró al grande al Leste, y estaría d'él 40 millas. Quedávale otro cabo
Sueste y vida tierra y era una isla 91 muy grande; de la cual ya muy hermoso y bien hecho, a quien puso nombre Cabo del.Ele­
tenía diz que informa¡;ión de los indios, a que Ilamavan ellos fante, al Leste cuarta del Sueste y distaba ya 54 millas. Quedávale
Bohío, poblada de gente. D'esta gente diz que los de Cuba o otro cabo al Lessueste al que puso nombre el Cabo de Cinquín;
Juana 98 y de todas estas otras islas tIenen gran miedo porque diz
que comían los hombres. Otras cosas le canta van los dichos in­
dios, por señas, muy maravillosas; mas el Almirante no dizque 99 Debe ser un error de trascripción de Las Casas, 'porque más adelante añade
al margen: -no entiendo cómo a este puerto puso arriba Pucrto María y ahora eJc
San Nicolás•.
100 CL Las Casas (1, 51): .Esta fue isla que después que llegó a ella la llamó la
96 Al marg.: -Esta debe ser la puma de Maisí,qu'es la postrera de Cuba •.

97 -Esta es 1lI Española según parece», al margen.


Tortuga. Y así hasta hoy se llama, que será tan grande como la isla de Canaría •.
98 Al marg.: -Aquí parece que debía de haber puesto nombre a Cuba, Juana •.

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77;77 m + f! E Mi

154 Cristóbal Colón. Textos y documentos n. Diario del Primer Viaje (1492) 155

estaría d'él 28 millas. Quedávale una gran scisura o abertura o y desabahado de árboles, raso. Toda esta isla le parec;ió de máS
abra a la mar, que le parec;ió ser río, al Sueste y tomava de la peñas que ninguna otra que aya hallado; los árboles más pe­
cuarta del Leste; av ría d'él a la abra 20 millas. Parec;íale que entre queños y muchos d'ellos de la, naturaleza de España, como
el cabo del EHfante del de Cinquin avía una grandíssima entrada, carrascos y madroños y otros, y lo mismo de las yervas. Es tierra
y algunos de los marineros dezían que era apartamiento de isla; muy alta, y toda campiña o rasa y de muy buenos aires, y no se a
(a> aquella puso por nombre la isla de la Tortuga. Aquellaisla visto tanto frío como allí, aunque no es de contar por frío, mas
grande parec;ía altíssima tierra, no cerrada con montes, sino rasa díxolo al respecto de las otras tierras; hazía enfrente de aquel
como hermosas campiñas, y parec;e todá labrada o grande parte puerto una hermosa vega y en medio d'ella el río susodicho, yen
d'ella, y parec;ían las sementeras como trigo en el mes de Mayo aquella comarca, díze, deve aver grandes poblaciones, según se
en' la campiña de Córdova. Viéronse muchos huegos aquella vían las almadías con que navegan, tantas y tan gr..u1des, d'ellas
noche y de día muchos humos como atalayas, que parecía estar como una fusta de 15 bancos. Todos los indios hUY'eron y huían
sobre aviso de alguna gente con quien tuviesen guerra. Toda. la como vían los navíos. Los que consiguo de las isletas [raía, tenían·
costa d' esta tierra va al Leste. A oras de bísperas, entró en el tanta gana de ir a...su tierra. que pensaba, dize e: -~r;niraIll'::, que
puerto dicho, y pusole nombre Puerto de San Nicolao, porque después que se partiese de allí, los tenía de llen.! casas, y.
era día de Sant Nicolás, por honra suya, ya la entrada d'él se ma­ " •

que ya lo tenían por sospechoso, porque no lleya el cafT!.ino de

'" - >

.. - '.,. ravilló de su hermosura y bondad. Y aunque tiene mucho alaba­ su casa, por lo cual dizeque ni les creía lo qUe -n'1'!zían ni los

.- 4 ...
dos los puertos de Cuba, pero sin duda dize él que no menos entendía bien, ni ellos a él, y diz que avían el ffiafor miedbdel

este, antes los sQbrepuja Y ninguno le es semejante. En boca y mundo de la gente de aquella isla, así que, porquerér aver len­

entrada tiene legua y media 'deancho,y se pone la proa al Sur­ gua con la gente de aquella isla, le fuera nec;essario 'det!!nerse al­

sueste, puesto que porJa grande anchura se puede poner laproa gunos .días en .aquelpueno, pero ..noJohazíaporver. mucha

adonde' quisieren; va d'esta manera al Sursueste dos leguas ya la tierra, y por dudar qu'el tiempo le duraría~ Esperava~n Nuestro

entrada d'él, por la parte del Sur, se haze como una angla, y de . Señor que los indios que traia:sabrían su lengua y.élla suya,y

allí se sigue así igual hasta el cabo, adonde está uria playa muy después tornaría, y hablará con aquella gente y pla:zerá a Su

hermosa y un .campo de. árboles de milI maneras y todos carga­ Magestad 101 , dizeél, que hallará algún buenresgate de oro antes

dos de frutas, que creía el Almirante ser de espec;erías y nuezes quebuelva.


moscadas, sino que no estaba(n) maduras y no se cognoscían, y
un río en medio de la playa. El hondo d' este puerto es maravillo­ Viernes, 7 de Diziembre
so, que hasta llegar a la tierra en longura de una (nao) no llegó la Al rendir del cuarto del alba, dio las velas y salió de aquel
sondaresa o plomada al fondo con cuarenta brac;as, y ay hasta es­ puerto de Sant Nicolás Y navegó con eL viento Sudueste al Nor­
ta longura el hondo de XV brac;as y muy limpio; y así es todo el deste dos leguas hasta un cabo que haze el Cheranero 102, Y
dicho puerto de cada cabo, hondo dentro una pass ada t de tierra quedávale al Sueste un angla 'Id cabo de la EStrella al SlJdueste,
de 15 braC;as y lfmpio, y d'esta manera es toda la costa, muy hon­ y distava del Almirante 24 millas. De allí navegó al Leste luengo
dable y limpia, que no parec;e una sola baxa, y al pie d' ella, tanto de costa hasta el cabo Cinquin, que sería 48 millas; verdad es que
como longura de un remo de barca de tierra. tiene cinco brac;as. las veinte fueron al Leste cuarta del Nordeste, Y aquella costa es
y después de la longura del dicho puerto, yendo al Sursueste(en tierra toda muy alta y muy grande fondo; hasta dar en tierra es de
la cual longura puedan barloventear mili carracas), bojó un brac;o veinte y treinta bra<;as, y fuera tanto como un tiro de lombarda
del puerto al Nordeste por la tierra dentro una grande media le­ no se halla fondo, lo cual todo lo provó el Almirante aquelt por
gua, y siempre en una misma anchura como que lo hizieran por la costa, mucho a su plazer con el. viento Sudueste. El angla que
un cordel; el cual queda de manera qu' estando en aquel brac;o, arriba dixo llega diz que al puerto de San NicoláS tanto como tiro
que será deanchura de veinte y cinco passos, no se puede ver la de una lombarda, que si aquel espac;io se atajase o cortase
boca de la entrada grande, de manera q1:le queda puerto c;errado,
yel fondo d'este bra~o es así en el comienc;o hasta la fin de onze
101 Se refiere a Dios. Magesrad es título que roma Carlos V; los Reyes antes usa­
bra~os, y todo basa o arena limpia, y hasta tierra y poner los bor­
dos en las yervas tiene ocho bra~as. Es todo el puerto muy airoso ban sólo Alteza.
•.¡' 102 Ha de referirse' a{ Chersoneso .

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- 'illlll:llo.'El!li* 1fP.=......."...t?lQ

156 Crist6bal Co16n.TextOsy documentos n. Diario ~el Primer Víaje(1492) 157

quedaría hecha isla; lo demás bajaría en el cerco 3 (ó) 4 millas. grande que no da lugar a que la nao la bire 103 sobre las amarras ni
Toda aquella tierra era muy alta y no de árboles grandes, sino co­ el agua del río. Después de media noche se tornó -el viento al
mo carrascos y madroños, propria diz que tierra de Castilla. An­ Nordeste y después al Leste, de los cuales vientos es aquel puerto
tes que llegase al dicho cabo Cinquincon dos leguas, halló un bien abrigado por la isla de la Tortuga, que está frontera a 36
a(n)grezuela como la abertura de una montaña, por la cual d.::s­ millas.
cubrió un valle grandíssimoi y vídolo todo sembrado como ceva­
das y sintió que devía de aver en aquel valle grandes pobla­
ciones, ya las espaldas d'él avía grandes montañas y muy altas. Y Domil1go, 9 de Diziembre
cuando llegó al cabo de Cinquin, le demorava el cabo de la isla Este día llovió y hizo riempo de invierno como en Castilla por
Tortuga al Nordeste, y avría treinta y dos millas; y sobre este ca­ Orubre. No avía visto poblac;:ión sino una casa muy hermosa en
bo Cinquin, a tiro de una lombarda, está una peña en la mar que el puerto de Sant Nicolás 'Y mejor hecha que en otras partes de
sale en alto que se puede ver bien. Y estando el Almirante sobre las queavía"visto. La isla es muy grande, y dizeel Almirante.no
el dicho cabo, le demorava el cabo del Elefante al Leste cuarta será mucho que boje dozientas leguas. A vistoqu'estóda muy
del Sueste, y avríahasta él 70 millas, y toda tierra muy alta. Y a labrada; creía que devían ser las poblaciones lexos de la mar, de
cabo de seis leguas halló una grande angla, y vida por la tierra donde veen cuándo llegava, y así huían todos y llevavan consigo
dentro muy grandes valles y campiñas}' montañas altíssimas, to­ todo lo que tenían y hazían ahumadas como gente de guerra. Es­
do a semejanc;:a de Castilla. Y dende a ocho millas halló un río te puerto tiene en la boca mill passos, que es un cuarto de legua;
muy hondo, sino que era angosto, aunque bien pudiera entrar en en ella ni ay banco ni baxa, antes no se halla cuasi fondo hasta en
él una carraca, . y la boca toda limpia, sin banco ni baxas; y dende tierra a la orilla de la mar, y hazia dentro en luengo. va tres mili
a diez Y seis millas ·hallÓ un puerto muy ancho y muy hondo, pass os todo .limpio y basa, que cualquiera nao puecl~,surgir:en él
hasta no hallar fondo enla entrada ni alas bordas atrespassos, sin miedo y entrar sin reguardo; al cabo d'él tiene dos. bocas de
sah'015 bra~os,y va dentro'un cuarto de legua; Y puesto que ríos que traenpocaagua;enfrented'él ay unas vegas las más her­
fuese aun 'muy temprano, ·comblaillna: después de mediodía,. yel mosas del mundo y cuasi semejables a las tierras de Castilla,antes
viento era a popa y rezio, pero porque el cielo mostrava querer estas tienen' ventaja, por lo cual puso nombre a la dicha isla la isla
llover mucho y avía gran cerrazón, que es peligrosa aun p;rra la Española 104.
tierra que se sabe, cuanto más en la que no se sabe, acordó de
entrar en el puerto, al cual llamó Puerto de la Conc;:epción. y sa­ ~ .~'~

lió a tierra en un río no muy grande qu'estáaI cabo'del puerto, Lunes, 10 de Diziembre ~ .
que viene por unas vegas y campiñas que eramaraviHa ver su Ventó mucho el Nord~ste:'~l~ hízole garrar las anclas medio
hermosura. Llevó redes para pescar, y antes que llegase a tierra, cable, de que se maravilló ..e1·Almirante, y echólo :a que las anclas
saltó una lic;:acomb las de España propria en la barca, que hasta estaban mucho a tier'ra y venía sobre ella el viento; y visto que
entonces no avía visto pec;:e que parec;:iese a los de Castilla. Los era contrario para ir donde pretendía, enbió seis hombres bien
marineros pescaron y mataron otras, y lenguados y otros pec;:es aderec;:ados de armas a tierra, que fuesen dos o tres leguas dentro
como los de Castilla. Anduvo un poco por aquella tierra, qu'es en la tierra para ver si pudier,an aver lengua. Fueron y bolvieron
toda labrada,y oyó cantar el ruiseñor y otros paxaritos como los 110 aviendo hallado gente ni casas; hallaron enpero unas cabañas
de Castilla. Vieron cinco hombres, mas no les quisieron aguardar, y caminos muy anchos y lugares donde avían hecho .lumbre
sino huir. Halló arrayán y otros árboles y yervas como las de Cas­ muchos; vieron las mejores tierras del mundo y hallaron árboles
tilla, y así es la tierra y las montañas. de almác;:iga muchos, y truxeron d'ella y dixeron que avía mucha,
salvo que no es agora el tiempo para cogella, porque no cuaja.

Sábado, 8 de Diziembre
.Allí en aquel puerto les llovió mucho con viento Norte muy
m Labore, dice e-l manuscrito.
rezio. El puerto es seguro de todos los vientos excepto Norte, 104 Nombre que duró durante toda la dominación española, y fue el cemro de
puesto que no le puede hazer daño alguno, porque la resaca es irr:ldiación colonial en las Indias (hoy Santo Domingo).
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]58 Crislóbal Colón. Textos y documemos 11. Diario del Primer Viaje (1492) 159

Martes, 11. de Diziembre


Q hermosa, a la nao, y habló con aquellos indios, porque todos
No partió por el viento, que todavía era Leste y Nordeste. tenían una lengua-. Hízola el Almirante vestir y diole cuentas de
Frontero de aquel puerto, como está dicho, está la isla de la Tor­ vidro y cascaveles y sortijas de latón y tornóla enbiar a tierra
tuga, y pare~e grande isla y va la costa d' ella cuasi como la Espa­ muy honradamente, según su costumbre, y enbióalgunas perso­
ñola, y puede aver de la una.. a.. la otra a lo más diez leguas, con­ nas de la nao con ella, y tres de los indios quellevava consigo, i
viene a saber, desde el cabo de Cinquin a la cabe~a de la Tortu­ porque hablasen con aquella gente. Los marineros que iban en la
ga; después la costa d'ella se corre al Sur. Dize que quería ver barca, cuando la llevavana tierra, dixeron al Almirante que ya no
aquel entremedio d'estas dos islas, por ver la isla Española, qu'es quisiera salir de la nao, sino quedarse con las otras mugeres indias
la más hermosa cosa del mundo, y porque; según -le dezían los que avía hecho tomar en e! Puerto de Mares de la isla Juana de
indios que traía, por allí se avía· de ir a la isla de Baneque, los Cuba. Todos estos indios que venían con aquella india diz que
cuales· le dezían que era isla muy grande y de muy grandes mon­ venían en' una canoa, qu'es su carave!a en que navegan, de algu­
tañas y ríos y valles, y dizían que la isla de Bohío era mayor que na parte, y cuando asomaron a la entrada del puerto y vieron los
la Juana, a que llaman Cuba, y que no está <;ercada de agua, y navíos, bolviéronse atrás y dexaron la canoa~ por all.:: en algún lu­
pare<;e dar a entender ser tierra firme, qu'es aquí detrás d'esta Es­ gar y fuéronse camino de su pobla<;ión. ~lla-rpostrJYa e! paraje de
pañola, a que ellos llaman Caritaba, y que es cosa infinita, y cuasi la pobla<;ión. Traía esta muger un pedacHo de. m.o en la nariz,
traen razón qu'ellos sean trabajados de gente astuta, porqueto­ que era señal que avía en aquella isla oro. _: ...........""
~.
das estas islas biven con gran miedo de los de Caniba, «y así tor­
no a dezir como otras vezes dixe .. , dize él, «q1Je Caniba no es.otra Jueves, 13 de Diziembre
1
cosa sino la gente delGran Can,que deve ser aquí muy vezino;y Volviéronse los tres hombres que avía enbiado el ,Almirante
terná. navíos y vern:ina captivarlos,. y cOfI).ono bueIven; creen con la muge! a tres oras deJa noche, ynofueronconeUa.hasta. ~l
la pobla~ión, porque les pare<;ió lexos 'o porque. tuvieron miedo .. '1-,
que se l,Os (han) comido. Cada día entendemosrnás a estosin c . i

dios y ellos a nosotros, puesto que muchas vezes ayanentenoido Díxeron que otro día verní:p1 mucha gente-a los navíos, porque

uno por otro:o, dize el Almirante. Enbió gente a tierra. H.allaton ya debían. d'estar asegurados potlasnuevas que daría. la muger.

muchaalmá<;iga sin cuajarse; dize queiasaguas lo devenhazer, y El Almirante, con dese<;> de saber si avía alguna cosa de provecho

que en Xío la cogen por Mar<;o y que en Enero la cogerían en en aquella tierra y por averaigunalengua con aqueUa gente, por.

aquellas tierras, por ser tan templadas. Pescaron muchos pesca­ ser la tierra tan hermosa y fértil y tomasen gana de servír a los i
dos corno los de Castilla: albures, salmones, pijotas, gallos, pám­ Reyes, determinó de tornar a embiar a la pobla<;ión, confiando en :l

panos, lisas, corvinas, camarones y vieron sardinas. Hallaron las nuevas que la india avna dado de IOscrístianos ser buena gen~

mucho lignáloe. te, para lo cual escogió nueve hombres bien adere<;adosde armas 1
y aptos para semejante negocio, con los cuales fue un indio de I
Miércoles. 12 deDíziembre 10(s) que traía. Estos fueron a la pobla<;ión qu'estav;r cuatro le­

No partió aqueste día por la misma causa del viento con.trario guas y media al Sueste, la cual hallaron en un grandíssimo valle, y

dicha. Puso un(a> gran cruz a la entrada del puerto de la parte del vazía, porque como sintieron ir los cristianos, todos huyeron de­

Hueste en un alto muy vistoso, en señal (dize él) que Vuestras Al­ xando cuanto tenían la tierra dentro. La pobla~ión era de mil ca­

tezas tienen la tierra por suya, y principalmente por señal de je­ sas y de más de tres mm hombres. El indio que llevavan los cris­

sucristo Nuestro Señor y honra de la cristiandad; la cual puesta, tianos corrió tras ellos dando bozes, diziendo que no oviesen

tres marineros metiéronse por el monte a ver los árboles y yer­ miedo, que los cristianos no eran de Caniba, mas ames eran de!

vas; y oyeron un gran golpe de gente, todos desnudos, como los cielo y que daban muchas cosas hermosas a todos los que halla~

de atrás, a los cuales llamaron e fueron tras ellos, pero dieron los van. Tanto les imprimió lo que dezía, que se aseguraron y vi­

indios a huir. Y finalmente tomaron una muger, que no pudieron nieron juntos d' ellos más de dos milI, y todos venían a los cris­

más, "porque yo .. , él dize, «les avía mandado que tomasen algu­ tianos y les ponían la manos sobre (la) cabe~a, que era señal de

nos para honrallos y hazelles perder el miedo y se oviese alguna gran reveren~ia y amistad, los cualesestavan todos temblando

cosa de provecho, como no parece poder ser otra cosa, segund hasta que mucho los aseguraron. Dixeron los cristianos que, des­

la fermosura de la tierra; y así truxeron la muger, muy m~a y pués que ya estaban sin temor, ivan todos a sus casas yeada uno

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160 Cristóbal Colón. TexlOS y:documentos 11. Diario del Primer Viaje (1492)
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les traía de lo que tenía de comer, que es pan de niamas, que son y lignáloe y algodonales; oro no hallaron, y no es maraviUa en

unas raízes como rábanos grandes que nac;en, que siembran y tan poco tiempo no se halle. Tomó aquiel Almirante experien<;ia

na<;en y plantan en todas estas tierras,)' es su vida, y hazen de qué oras era el día y la noche, y de sol a sol halló que passa­

d'ellas pan y cuezen y asan y tienen sabor proprio de castañas, y ron veimeampolletas que son de a media ora, aunque dize que

no ay quien no crea, comiéndolas, que no sean castañas:- Dá­ allí puede aver defecto, porque o no la buelven tan presto o dexa

vanles pan y pescados y de lo que tenían. Y porque los indios


que traía en el navío tenían entendido qu'el Almirante deseava te­
ner algún papagayo 105, parez que aque! indio que iba con los cris­
tianos díxoles algo d'esto, y así les truxeron papagayos y les da­
I de passaralgo. Dize también que halló por el cuadrante qu'está

de la línea equinoc;ial 34 grados.

Viernes, J 4 de Diziembre

van cuanto les pedían, sin querer nada por ello. Rogávanles que Salió de aquel puerto de la Concepción con terral, y luego

I
no se viniesen aquella noche y que les darían cras muchas cosas desde a poco calmó, y así lo experimentó cada día de los que

que tenían en la sierra'. -Al -tiempo que toda aquella gente estava por allí estuvo. Después vino viento Levante. Navegó con, él al

junta con los cristianos, vieron venir una ~ran batalla o multi­ Nornordeste. Llegó a la isla de la Tortuga; vida una punta d'ella

tud de gente con el marido de la muger que avía el Almirante que Hamóla Puma Pierna, qu'estava al Lesnordeste de la cabec;a

honrado y enbiado, la cual traían cava llera sobre sus hombros, y de la isla, y avría 12 millas; y de allí descubrió otra punta que

venían a dar grac;ias a los cristianos por la honra qu' e! Almirante llamó la Punta Lanc;ada, en la misma derrota del Nordeste, que

le avía hecho y dádivas que le avía dado. Dixeron los cristianos al

I
avría diez y seis .millas. Y así, desde la cabec;a de la Tortuga hasta

Almirante que era toda gente más hermosa y de mejor condi<;ión la punta Aguda, avría 44 millas, que son onze leguas al Lesnor~

que ninguna otra de las que avían hasta allí hallado, porque dize deste. En aquel camino. avía algunos pedac;os de playa grandes.

el Almirante que. no sabe cómo puedan ser de mejor condi<;ión Esta isla de la Tortuga es tierra muy alta, pero no montañosa, y

que las otras, dando a entender que todas las que avían en las es muy hermosa y muy poblada degente'como la de la isla Es­

otras -islas hallado era(n> de muy buena condición. Cuanto a la 1\

pañola, )' la tierraasítoda labradá, que pare<;Ía ver la campiña .de


hermosura,dezían los cristianos. que ,no avía compara<;ión, así en Córdoba. Visto que el viento le era COntrario y no podía ir a la

los hombres' como en las' m-ugeres, y que son blancos más que isla Baneque, acordó tornarse al Puerto de la Conc;epc;ión de don­

los otros, y que entre los otros vieron dos múgeres mo<;as tan de avía salido, y no pudo cobrar un río qu 'está de la parte del

blancas como podían ser en España. Dixeron también de la her­ Leste del dicho puerto dos leguas:

mosura de las tierras que vieron, que ninguna comparac;ión


tienen las de Castilla las mejores en hermosura y en bondad, y el Sábado, 15 de Diziembre

Almirante así lo vía por las que a visto y por las que tenía presen­ Salió del puerto de la COflyep:;íÓn, Otra vez para su camino,

tes, y dezíanle que las que vía ninguna comparación tenían con pero en saliendo del puerto, . Les'té cezio su contrario, y to­

aquellas de aquel valle, ni la campiña de Córdoba llegaba (a) mó la buelta de la Tonuga h:<st:l ella;-y de allí dio buelta para ver

aquella con tanta differen<;iacomo tiene el día de la noche. aquel río que ayer quisiera ver y tOmar y no pudo, y d'esta buel­
'"f"

Dezían que [Odas aquellas tierras estavan labradas y que por mé­ ta tampoco lo pudo romar, aunque surgió media legua de sota­

dio de aquel valle passava un río muy ancho y grande que podía vierto en una playa, buen surgidero y limpio. Amarrados sus

regar todas las tierras. Estavan todos los árboles verdes y llenos navíos, fue con las barcas a ver el río y entró por un bra<;o de

de fruta, y las yervas todas floridas y muy altas; los caminos muy mar qu'está antes de media legua, y no era la boca. Bolvió yhalló

anchos y buenos; los aires eran como en Abril en Castilla; canta­ la boca que no tenía aún una bra<;a, y venía muy rezio; entró con

va e! ruiseñor y otros paxaritos como en el dicho mes en España, las barcas por él, para llegar a las poblac;íones que los que amier

que dizen que era la mayor dulc;ura del mundo; las noches canta­ avía enbiado avían visto, y mandó echar la sirga en tierra. Y tiran­

van algunos paxaritos suavemente, los grillos y' ranas se oían do los marineros d'eHa, subieron las barcas dos tiros de lombar­

muchas; los pescados como en España. Vieron muchos almá<;igos da, y no pudo andar más por la reziura de la corriente del río. Vi­

I lOS Dado que los pap~gayos venían de India, el.. Almirante tenía interés en
do' algunas casas y el valle grande donde están las p6bla<;iones, y

dixo que otra cosa más hermosa no avía visto, pOr medio del

traerlos a Castilla, para demostrar que había llegado al lugar previsto. cual valle viene aquel río. Vida también gente a la entrada del

162 Cristóbal Colón. Textos y documentos n. Diario del Primer Viaje (1492) 163

río, mas todos dieron a huir. Dize más, que aquella gente deve del Almirante, que le llevó el presente, el camino que avía de
ser muy ca<;ada pues bibe con tanto cemor , porque' en llegando llevar, y que en dos días iría de allí a ella, y que si de su tierra
que llegan a cualquiera parte, luego hazen ahumadas de las atala­ avían menester algo lo daría de muy buena voluntad. Este rey y
yas por toda la tierra, y esto más en esta isla Española y en la todos los Otros andavan desnudos como sus madres los parieron,
Tortuga, que también es grande isla, que en las otras Que atrás y así las mugeres sin algún empacho, y sqn los más hermosos
dexava. Puso nombreal valle Valle del Paraíso, y al río Guadal­ hombres y mugeres que hasta allí ovieron .hallado: harto blancos,
quivir, porque dfz que así viene can grande como Guadalquivir que, si vestidos anduviesen y se guardasen del. sol y del aire,
por Córdoba; y a las veras O riberasd'él, playa de piedras muy serían cuasi tan blancos como en España, porqu'esta tierra es har­
hermosas y todo andable. to fría 106 y la mejor que lengua pueda dezir. Es muy alta, y sobre
el mayor monte podrían arar bueyes, y hecha toda a campiñas y
Domingo, 16 de Diziembre valles; en toda Castilla no ay tierra que se pueda comparar a ella
A la media noc.he con el ventezuelo de tierra, dio las velas por en hermosura y bondad. Toda esta isla y la de la Tortuga son tO­
salir de aquel golpho, y viniendo del bordo de la isla' Española das labradas .como la campiña de Córdova; tienen sembrado en
yendo a la bolina,' porque luego a ter<;ia ventó Leste, a me.­ ellas ajes, que son unos rarniUo3 Que' ¡:llantan, y al pie d'ellos
dio golphO halló una canoa con un indio solo en ella, de que se nac;en unas raízes como c;anahoriis,que.sirven por pan y rallan y
maravillava el Almirante cómo se podía tener sobre el agua sien­ amassan y hazen pan d'eUas, ·Y;·c:J~sl?ués. tornan a plantar el mismo
do el viento grande; hízolo meter en la nao a él y a su canoa, y ramillo en otra parte y torna ·a.~qar,. 'cuatro y cinco de aquellas
halagado, dióle cuentas de vidro, cascaveles y sortijas de latón, y raízes que son muy sabrosas: proprio gusto de Castmas. Aquí las
llevólo en la nao hasta tierra a una poblac;ión que estava de allí ay las más gordas y buenas que avía visco en ninguna (tierra),
diez y seis millas junto a la mar, donde surgió el Almirante y porque también diz que de aquellas avía en Guinea; las de aquel j
halló buen surgidero en la: playa junto a la poblac;ión, que parecía lugar eran tan· gordas como' la pierna. Yaquella.gente todos diz j
ser de. 'nuevo hecha, porque todas las casas eran nuevas. El indio que eran gordos y valiemes yno flacos, como los otros que antes
fuése luego CGn su canoa a tierra, y da nuevas del Almirante y de avía hallado, y de muydulc;e conversac;ión, sin secta~ Y los árbo­
los cristianos ser buena gente, puesto que ya las tenían por lo les de allí diz que eran tan viC;iosos que las hojas dexavan de ser
passado de las otras donde avían ido los seis cristianos; y luego verdes y eran prietas de .verdura. Era cosa. d~ maravilla ver
vinieron más de quinientos hombres, y desde a poco vino el rey aquellos valles y los ríos y buenas aguas y las tierras para pan, pa­
d'ellos, todos en la playa juntOS a los navíos, porqu'estavan surgi­ ra ganado de toda suerte, de qu'ellos no tienen alguna, para güer­
dos muy cerca de tierra. Luego uno a uno y muchos a muchos tas· y para todas las cosas del mundo qu'el hombre sepa pedir.
venían a la nao, sin traer consigo cosa alguna, puesto que algu­ Después a la tarde vino el rey a la nao; el Almirante le hizo la
nos traían algunos granos de oro finíssimo a las orejas o en la na­ honra que devía y le hizo dezir cómo era de los Reyes de Castilla,
riz, el cual luego davan de buena gana. Mandó hazer honra a to­ los cuales eran los mayores Príncipes del mundo. Mas ni los ia­
dos el Almirante, y dize él, «porque son la mejor gente del mun­ dios qu' el Almirante traía, que eran los imérpretes, creían nada,
do y más- mansa' y sobre' todo", dize, «que tengo mucha ni el rey tampoco, sino creían' que venían del cielo, y que los
esperanc;a en Nuestro Señor que Vuestras Altezas los harán todos reinos de los Reyes de Castilla eran en el cielo y no en este mun­
cristianos, y serán todos suyos, que por suyos los tengo». Vida do. Pusiéronle de comer al rey de las cosas. de Castilla y él comía
también qu'e! dicho rey estava en la playa, y que todos le hazían un bocado y después dávalo todo a sus consejeros y al ayo y a
acatamiento. Enbióle un presente el Almirante, el cual diz que los demás que metió consigo. «Crean Vuestras Altezas qu'estas
rescibió con mucho estado y que sería mo<;o de hasta veinte y un tierras son en tanta cantidad buenas y fértiles, y en especial estas
años, y que tenía un ayo viejo. y otros 'consejeros que-le conseja­ d'esta isla Española, que no ay persona que lo sepa dezir y nadie
van y respondíari, y qu'él hablava muy pocas palabras. Uno de lo puede creer si no lo viese; y crean qu'esta isla y todas las otras
los indios que traía el Almirante habló con él, y le dixo cómo son así suyas como Castilla, que aquí no falta salvo assiento y
venían los cristianos del· cielo, y que andava en busca de oro y
qué quería ir a la isla de Baneque, y él respondió que bien era y lOi Otra alusión a la creencia de que el color de los habitantes depende de la
j que en la dicha isla. avía mucho oro; el cual amostró al alguazil
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proximidad del Ecuador.
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164 Cristóbal CQ\ón.Textos 'y <documentos n.Diario JClelPrimer Viaje (1492) 165

mandarleshazer lo que quisieren, porque yo con esta gente que y enbarcaron en la canoa, él tomó una piedra y la puso en la ma­

j' traigo, que no son muchos, correría todas estas islas sin afrenta, no a mi alguazil para que latirase,al cuatyoavía enbiado a tierra

que ya e visto sólo tresd'éstos marineros descender en tierra y yal·escrivano ya otros para ver si traían algo que'aprovechase, y

ayer multitud d'estos indios y todos huir, sin que les quisiesen el alguazil no les quiso tirar. Allí mostró mucho aquel cac;:ique

hazermal. Ellos no tienen armas, y son todos desnudos y de nin­ que se favorec;:ía con el Almirante. La canoa se fue luego, y dixe­

gún ingenio en las armas y muy cobardes, que mili no ron al Almirante, después de ida,que'en la Tortugaav.ía mas oro

aguardarían tres, y así son buenos para les mandar y leshazer tra­ que en la isla Española, porque es más cerca de Baneque; dixo el

bajar y sembrar y hazer todo lo otro que fuere menester, y que Almirante que no creía que en aquella isla Española ni en la Tor­

hagan villas y se enseñen a andar vestidos y -a nuestras cos­ tuga oviese minas de oro, sino que lo traían de Baneque, y que

tumbres... traen poco, porque no .tiene(n) aquellos qué dar por ello. Y

aquella tierra es tan gruessa que no a menester .que .trabajen

Lunes, 17 de Díziembre much9 para sustentarse nípara vestirse,como anden desnudos,

Ventó aquella noche reziamente viento .Lesnordeste;no sea!­ Ycreía~1 Almirante :qu'estava muy cerca de la fuente y -que

teró mucho la mar porque lo estorvay escuda la isla de la Tortu­ Nuestro Señor le avía df: mostrar dónde nasce el oro. Tenía

ga, qu'está frontero y hazeabrigo. Así estuvo allí aqueste día. En­ nueba que de allí al Baneque 108 avía cuatro jornadas, que podrían

bió a pescar los marineros con redes. Holgáronse mucho con los ser XXX o XL leguas, que en un día de buen tiempo se ~ podían

cristianos los indios, y truxéronles ciertas flechas de los de Cani· andar.

ba o de los caníbales, y son de las espigas de cañas, yenxiérenles


unos palillos tostados y agudos, y son muy largos. Mostráronles Martes, 18 de Diziembre
dos hombres que les faltavan algunos pedac;:os de ~ carne de su Estuvo en aquella playa surto. este día porque no avía viento y

cuerpo y hiziéronles entender que los caníbales los avían comido también porque avía dicho el cac;:ique que avía de traer oro, no

a bocados; el Almirante no lo creyó. Tornó a enbiar ciertos cris­ porque tuviese en mucho el Almirante el oro diz que podía traer,

tianos a la poblac;:ión, y a truequedecontezuelas de vidro resca­ pues allíno avía minas, sino por saber mejor de dónde lo traían.

táron algunos peda<;os de oro labrado en hoja delgada. Vieron a Luego, en amanec;:iendo, mandó ataviar la nao y la caravela de ar­
uno que tuvo el Almirante por governador de aquella provinc;:ia, . mas y vanderas por Ja fiesta que era. este día de Santa María de la
que lIamavan ca<;ique 101 , un peda<;o tan grande como la mano de O o conmemoración de la Anunc;:ia<;ión, Tiráronse muchos tiros
aquella hoja de oro, y parec;:ía que lo quería resgatar; el cual se de lombardas, y el reyl09 de aquella"isJa-fspañola, dizeeJ Almi­
fue a su casa y los otros quedaron en la plac;:a; yéI. hazía hazer rante, avía madrugado de su casa,: que devía de distar cinco le­
pedac;:uelos de aquella pie<;a y, trayendo cada vez un pedac;:uelo, guas de allí, según pudo juzgar, )Z llegó ;¡ara"de terc;:ia a aquella
resgatávalo. Después que no ovo más, dixo por señas qu'él avía poblac;:ión, donde ya estavan algunos cJe.la nao qu'el Almirante
enbiado por más y que otro día lo traerían, «Estas cosas todas y avía enbiado para ver si venía ow;·.Ics cuales dixeron que venían
la manera d'ellos y sus costumbres y mansedumbre y consejo con el rey más de doszientos hombres y que lo traían en unas an­
muestra de ser gente más despierta y entendida que otros, que das cuatro hombres, y era moc;:o como arriba se dixo. Oy estando
hasta allí oviese hallado», dize el Almirante. En la tarde vino allí el Almirante comiendo debaxo del castiHo, llegó a la nao con to­
una canoa de la isla de la Tortuga con bien cuarenta hombres y, da su gente. Y dize el Almirante.a los Reyes: "Sin duda parec;:iera
en llegando a la playa, toda la gente del pueblo qu'estava junta bien a Vuestras Altezas su estado y acatamiento que todós le
se assentaron todos en señal de paz, y algunos de la canoa y cuasi tienen, puesto que ~ todos andan desnudos.· El, así como entró en
todos descendieron en tierra, El cac;:ique se levantó solo y con la nao, halló qu'estava comiendo a la mesa debaxo del castillo de
palabras que pare<;ían de amenazas los hizo bolver a la canoa; y . popa, y él, a buen andar, se vino a sentar a par de mí y no me
les echaba agua y tomava piedras de la pláya. y las echava en el quiso dar lugar que yo me saliese a él ni me levantase de la mesa,
agua, y después que ya todos con mucha obediencia se pusieron
108 Al margo: -Nunca este Baneque pareció; por ventur~ era la isla de Jamaica •.

109 No había sólo un rey en la Española, sino varios caciques: Guatiguana,

107 Primera documentación de la palabra, GlJarionex, Guanaoconel, Guacanagari.

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166 CriStóbal Colón. Textos y documentos I


I
II. Diario del Primer Viaje (1492) 167
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salvo que yo comiese; yo pensé qu' él temía a bien de comer de fue con sus más de dozientos hombres, y su hijo le lleva van atras
nuestras viandas; mandé luego traerle cOsas qu'él comiesse; y, en los hombros de un indio, hombre muy honrado. A todos los
cuando entró debaxo del castillo, hizo señas con la mano que to­ marineros y geme de los navíos dondequiera que 10 topava les
dos los suyos quedasen fuera, y así lo hizieron con la mayor mandava dar de comer y hazer mucha honra. Dixo un marinero
priesa y acatamiento del mundo, y se assentaron todos en la cu· que le avía topado en el camino y visto, que todas las cosas -que
bierta, salvo dos hombres de una edad madura, que yo estimé le avía dado el Almirante y cada una d'ellas Ilevava delante del
por sus conseíeros yayo, que vinieron y s~ assentaron a sus pies; . rey un hombre, a lo que pare¡;ía, de los más honrados; iva su hijo
y de las viandas que yo le puse delante, tomava de cada una tan­ atrás del rey buen rato, con tanta compañía de gente como él, y
tO como se toma para hazer la salva 110, Y después luego lo demás otro tamo un hermano del mismo rey, salvo que iba el hermano
enbiávalo a los suyos, y todos comían d'ella; y así hizo en el be·

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ver, que solamente llegava a la boca y después así lo dava a los
otros, y. todo con un estado maravilloso y muy pocas palabras; y
aquellas que él dezía, según yo,podía entender, eran muy assen­
a pie, y llevábanlo de bra¡;o dos hombres honrados.

los dichos resgates, y allí supo. el Almirante que al


vino a
la nao después del rey, .al cual dio el Almirante algunas cosas de
llamavan
'en su lengua .ca~ique». En este' día se resgató diz que poco oro,
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tadas y de seso, y aquellos dos le miravan a la boca y hablavan
por él y con él y con mucho acatamiento. Después de comido,
pero supo el Almiraptt:; de"uEc hombre viejo que avía muchas islas
comarcanas a cient leguas y: más, según pudo emender, en las
ij¡ un escudero traiaun cinto, que es proprio como los de Castilla cuales nasc;e muy muchó~cV~Q, hasta dezirle que avía isla que era
en la hechura, salvo que es de otra obra, que él tomó y me lo
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fi; dio, y dos pedac;;os de oro labrados que eran muy delgados, que
toda oro, y en las otras que ay tanta cantidad que lo cogen y
ciernen como conc;edac;o y lo funden y hazen vergas y' milI la­
fi' creo que aquí akanc;;an poco d'él, puesto que tengo qu'están bores; figurava por señas la hechura. Este viejo señaló al Almi­
"l'
-I'~fl¡ ~ muy vezinos de donde riac;;e y ay mucho; yo vide queleagradava
unarambei que yo tenía sobre mi cama; yo se lo di y unas cuen­
rante la derrota y el paraje donde estava. Determinóse el Almi­
rante de ir allá y dixo que, si no fuera. el dichóviejó tan princ;ipal
~~
., i . tas muy buenas. de ámbar, que yo traía al pescue¡;o, y unos
persona de aquel rey, que lo detuviera y llevara consigo, o si
ft c;;apatos colorados y una almarraxa de agua de azahar, de que supiera la lengua que se lb rogara; y creía, segúnestavq. bien con
f· ' quedó tan contento _que fue maravilla; y él Y su ayo y consejeros
ir!¡l.,¡ llevan grande pena porque no me entendían, ni yo a ellos. Con
todo, le cognosd que me dixo que si me compliese algo de aquí,
que toda la isla estava a mi mandar. Yo enbié por unas cuentas
él y con los cristianos, que se fuera con~lde buena gana; pero,
porque tenía ya aquellas gentes por de los Reyes de Castilla, y no
era razón de hazelles agravio, acordó de dexallo. Puso una cruz i
muy poderosa en medio de la plac;;a de aquella poblac;;ión, a lo j
~~
~i ~
j
mías adonde por un señal tengo un exc;;elente de oro en que cual ayudaron los indios mucho y hizieron diz que oración y la
l..lit
U~
está(n> esculpido<s> Vuestras Altezas y se lo amostré, y le dixe adoraron; y por la muestra que dan, espera en Nuestro Señor el
fE otra vez como ayer que Vuestras Altezas mandavan y señoreavan Almirante que todas aquellas islas an de ser cristianas.
todo lo mejDr del mundo; y que' no avía tan grandes prím;ipes, y
le mostré las van deras reales y las otras de la Cruz, de que él tuvo Miércoles, 19 de Diziembre
en mucho, "y ¡qué grandes señores serían Vuestras Altezas!", Esta noche se hizo a la vela por salir de aquel golpho que ha­
dezía él contra sus consejeros, "pues de tal lexos y del cielo me ze allí la isla de la Tortuga con la Española, y siendo de día tornó el
avían enbiado hasta aquí sin miedo". Y otras cosas muchas se viento Levante y con el cual todo este día no pudo salir de entre
passaron que yo no entendía, salvo que bien vía que todo tenía a aquellas dos islas, y a la noche no pudo tomar un puerto que por
grande maravilla». Después que ya fue tarde y él se quiso ir, el Al­ allí pare¡;ía. Vido por allí cuatro cabos de tierra y una grande baía·
mirante Je enbió en la barca muy honradamente y hizo tirar y río, y de allí vido una angla muy grande y tenía una poblaC;ión
muchas lombardas. Y puesto en rierr2, subió en sus andas y se ya las espaldas un valle entre muchas montañas altíssimas, llenas
de árboles que juzgó ser pinos; y sobre los Dos Hermanos III ay
una montaña muy alta y gorda que va de Nordeste a Sudueste, y
110 .Hacer la salva» jurídicamente significó .dar garantía., porque el :lCIO de
probar. da: a entender que está a salvo de roda traición y engaño. Ce. A. Castro
llf Al marg.: -estos Dos Hennanos y el Cabo de Torres no los ha nombmdo

«Hacer la salva,., en Mélanges A Tbomas, París, 1927. hasta agom •.

168 Cristóbal Colón. Textos y documentos n.Diario del Primer Viaje (1492) 169

del cabo de Torres al Lesueste está una isla pequeña,a la cual pu­ por las baxas. Vido también poblaciones y :ahumadas 113 que se
so nombre Sancto Thomás, porque es mañana su vigilia. Todo el hazían.
cerco de aquella isia tiene cabos y puertos maravillosos, según
juzgava él desde la mar. Antes de la isla, de la parte del Güeste, Viernes, 21 de Diziembre
ay un cabo que entra mucho en la mar alto y baxo y por eso le Oyfue con las barcas de los navíos a ver aquel puerto; el cual
puso el nombre Cabo Alto y Baxo. Del cabo de Torres al Leste vido ser tal que afirmó que ninguno se le iguala de cuantos aya
cuarta del Sueste ay 60 millas hasta una montaña más alta que jamás visto, yescúsase diziendo que a loado los passados tanto
otra, que entra en la mar y parec;e desde lexos isla por sí por un. que no sabe cómo lo encare<;er, y que teme que sea juzgado por
degollado que tiene de la parte de tierra; púsole nombre Monte manificador excessivo más de lo que es la verdad. A esto satisfaze
Caribata, porque aquella provinc;ia se llamava Caribata. Es muy diziendo qu' él trae consigo marineros antiguos, y estos dizen y
hermoso y lleno de árboles verdes y claros sin nieve y sin niebla, dirán lo mismo y todos cuantos andan en la mar, conviene a sa­
y era entonc;es por allí el tiempo, cuanto a los aires y templan<;a, ber, todas las alaban<;as que a dicho de los puertos passados ser
como por Mar~ci en Castilla y, en cuanto 2 los árboles y yervas, verdad, y ser este muy mejor que todos ser asimismo verdad. Di­
como por Mayo. Las 'noches diz que eran de quatorce oras. ze más d'esta manera: .Yo e andado veinte y tres años en la'
marlH, sin salir d'ella tiempo que se aya de contar, y vi todo el
Jueves, 20 de Diziembre Levante y Poniente, que dizé por ir al camino de Septentrión,
Oy al poner del sol, entró en un puerto qu'estava entre la isla que es Inglaterra, y e andado la Guinea, mas en todas estas par­
de Sancto Thomas y el Cabo de Caribata y surgío. Este puerto es tidas no se hallará la perfección de los puertos, fallados siempre
hermossísimo y que cabrían en él cuantas naos ay en cristianos; uno mejor del otro; que yo con buen tiemto mirava mi escrevir,
la entrada d'él pare<;e desde la mar impossible a los que no y torno a dezir que affirmo aver bien escripto, y que agora este .,"..
oviesen en él entrado, por unas restringas de peñás que passan es sobre todos,. y cabrían en él todas las naos del mundo, y <;e­ .:\j
.~;

desde el monte hasta cuasI la isla, y no puestas por orden, sino rrado, que con una cuerda, la más vieja de la nao, la tuviese
unas acá y otra (S) acullá, unas· a la mar y otras a la tierra, por lo amarrada». Desde la entrada hasta el fondo avrá cinco leguas.
cual es menester estar despiertos para entrar por unas entradas Vido unas tierras muy labradas, aunque todas son así, y mandó ,,-;<

que tiene mu)' anchas y buenas para entrar sin temor, y todo salir dos hombres fuera de las barcas que fuesen a un alto para ~'\~ i~;
muy fondo de siete bra<;os, y passadas las restringas dentro ay que viesen si avía población, porque de la mar no se vía ninguna,
1.' doze bra<;as. Puede la nao estar con una cuerda cualquiera puesto que aquella noche, <;erca de las diez ~ras. vinieron a la
f. amarrada contra cualesquiera vientos que aya. A la entrada d'este nao en una canoa ciertos indios a ver al Almu ~nte y a los cristia­
puerto diz que avía un cañal 112 , que queda a la parte del Güeste nos por maravilla, y les dio de los resgates, con que ,se holgaron
de una isleta de arena, y en ella mu'chos árboles; y' hasta el pie mucho. Los dos cristianos bolvieron y dixer_vi1 -dónae avían visto
d'ella ay siete bra<;as, pero ay muchas baxasen aquella comarca, una pobla<;ión grande, un poco desvi?r.la de' lá mar. Mandó el
y conviene abrir el ojo hasta entrar en el puerto; después no ayan Almirante remar hazia la parte donde la pobla<;ión estava hasta
miedo a toda la tormenta del mundo. De aquel puerto se pare<;ía llegar cerca de tierra, y vio unos indios que venían a la orilla de
un valle grandíssimo y todo labrado, que desciende a él del Sues­
te, todo <;ercado de montañas aItíssimas que pare<;e que llegan al
cielo, y hermosíssimas, llenas de árboles verdes; y sin duda que 113 Cf. Las Casas (1,77): -Estas ahumadas pensaba el Almirante que eran !:lechas

ay allí montañas más altas que la isla de Tenerife en Canaria, corno las que hacen las atalayas, cuando avisan de enemigos, pero no debía ser
por esta causa, sino que en esta isla especialmente, corno por este tiempo hace se­
qu'es tenida por de las más altas que puede hallarse. D'esta parte ca, y los indios eran inclinados y se holgaban de poner fuego a los herbazales,
de la isla de Santo Thomás está otra isleta a una legua, y dentro que había grandísimos por las innumerables campiñas... que ellos llaman en su
d'ella otra, yen todas ay puertos maravillosos, mas cumple mirar lengua ~abanas; lo uno porque tanta es y tanto crece la hierba, que tapa y ocupa
los caminos, y como andan desnudos la hierba grande los lastima; lo otro, porque
entre la hierba se criaban los conejos d'esta isla ... y con quemar las ~abanas mata­
ban todos los que querían •. Parece dificil que Colón confundiera estos grandes in­
112 Al marg.: -Creo que quiere decir cañaveral>. Pienso que debe ser una mala cendios con simples fuegos de señalización.
trascripción por -canal. que se acomoda mejor al texto. 114 En el prefacio al Libro de las Prof.ec(as, hace las mismas declaraciones.
T
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170 Cristóbal Colón. Textos y documentos ¡ Il. Diario del Primer Viaje (1492) 171

la mar; y parecía que venían con temor, por lo cual mandó dete­ cuanto tenían, porque ninguna duda les queda, sino que creían
ner las barcas y que les hablasen los indios que traía. en la nao el Almirante y toda su gente aver venido del cielo; lo mismo
que no les haría mal alguno. Entonces se allegaron más a la mar, creían los indios que consigo el Almirante traía de las otras islas,
y el Almirante más a tierra, y después que del todo perdieron el puesto que ya se les avía dicho loque devían de tener. Después
miedo, venían tantos que cobrían la tierra, dando mili gracias, así de aver ido los seis cristianos, vinieron ciertas canoas con gente
hombres como muge res y niños; los unos corrían de acá y los a rogar al Almirante, de partes de un señor, que fuese a su pue­
CEros de allá a nos traer pan que hazen de niames, a qu'ellos blo, cuando de allí se partiese. (canoa es una barca en que nave­
llaman ajes, qo'es muy blanco y bueno, y nos traían agua en ca­ gan y son d'ellas grandes y d'ellas pequeñas)llS. Y visto que el
labac:;as y en cántaros .de barro de la hechura de los de Castilla, pueblo de aquel señor estava en el camino sobre una punta de
ynos traían cuanto en el mundo tenían y sabían qu'el Almirante tierra, esperando con mucha gente al Almirante, fue allá. y antes
quería Y todo con un cora<;ón tan largo y tan contento que era que se partiese vino a la playa tanta gente que era espanto, hom­
maravilla. «Y no se diga que porque lo que davan valía poco por bres y mugeres y niños dando bozes que no se fuesse, sino que
eso lo davan liberalmente», dize el Almirante, «porque lo mismo se quedase con ellos. Los mensajeros del otro señor que avía
hazían y tan liberalmeilte los que davan pedac:;os de oro como los venido a conbidar estaban. aguardando con sus canoas, porque
que davan la calabac:;a del agua, y fácil cosa es de cognoc:;er», dize no se fuesé. sin ir a ,vér al señor. Y así lo hizo; y en llegando que
el Alinirante, «cuándo se da una cosa con muy deseoso corac:;ón llegó el Almirante adonde aquel señor le estava esperando y te­
de dar,;. Estas son sus palabras. «Esta gente no tiene varas ni nían muchas··cosas de comer, mandó assentar toda su gentet,
azagayas ni otras ningunas armas, ni los otros de toda esta isla, manda que lleven lo que tenían de comer a las barcas donde
y tengo que es grandíssima. Son así desnudos como su madtelos estaba el Almirante, junto a la orilla de la mar. Y como vido qu'el
parió así muge res como hombres, que en las otras tierras de la Almirante avía resc:;ibido lo que le avían.llevado,lodós d los más
Juana y las otras de las otras islas traían las mugeresdelante de de los indios dieron a corter al pueblo, que debía, estar cerca,
sí unas cosas de algodón con que cobijan su natura, tanto como para traerle más comida y papagayos y otras cosas de lo que
una bragueta de cal<;as de hombre, en espec:;ial después quepas­ tenían con tan franco cora<;ónque era maravilla. El Almirante les
.san de edad de' doze años; mas aquí ni moc:;a ni ~lÍeja; y en ·Ios dio cuentas de vidro y sortijas ge latón y cascaveles, no porque
otros lugares todos los hombres hazíanesconder sus mugeres de ellos demandassen algo, sino porque le pareC:;la que era razón y
los cristianos por zelos, mas allí no, y ay muy lindos cuerpos de sobretodo, dize el Almirante, porque los tiene ya por cristianos
mugeres, y ellas las primeras que venían a dar gracias al cielo y y por de los Reyes de Castilla más que las gentes de Castílla, y
traer cuanto tenían, en espec:;ial cosas de comer, pan de ajes y dize que otra cosa no falta salvo saberla lengua y mandarles,
gonc:;a avellanada U5 y de cinco o seis maneras frutas», de las cua­ porque todo lo que se les mandare harán sin contradic:;ión algu­
les mandó curar el Almirante para traer a los Reyes. No menos na: Partióse de allí el Almirante para los navíos, y los indios davan
diz que hazían las mugeres en las otras partes antes que. se as­ bozes, así hombrescomomugeres y niños, que no se Juessen 'f
condiesen; y el Almirante mandava en todas partes estar todos se quedasen con. ellos los cristianos. Después que se partían ve­
los suyos sobre aviso que no enüjasen a alguno en cosa ninguna nían tras ellos a la nao canoas llenas d'ellos, a los cuales hizo
y que nada les tomassen contra su voluntad, y así les pagavan hazer mucha honra y dalles de comer y otras cosas que llevaron.
todo lo que d'ellos res<;ibían. Finalmente dize el Almirante que Avía también venido antes .otro señor de la parte del Güeste, y
no puede creer que hombre aya visto gente de tan buenos co­ aun a nado venían muy mucha gente, y estava la nao más de
rac:;ones y francos para dar y tan temerosos, que ellos deshazían grande media legua de tierra; El señor que dixe se avía tornado;
todos por dar a los cristianos cuanto tenían y, en llegando los enbiéle ciertas personas para que le viesen y lepreguntasend'es­
cristianos, luego corrían a traerlo todo. Después enbió el Almi­ ras islas; él los res<;ibió muy bien y los llevó consigo a su pueblo
rante seis cristianos a la poblac:;ión, para que la viesen qué era; para dalles ciertos peda<;os grandes de oro, y llegaron a un gran
a los cualeshizieron cuanta honra podían y sabían y les davan

11$ Es el cac:IDuet, al que dice Las Casas que llamaban maní y que comían con
111 Parece una interpolación de Las Casas que no viene demasiado a.cuento,
pan cazabi. .
ya que se ha hablado a menudo de las canoas en el Diario.
r-·---­
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172 Cristóbál Colón. Textos y documentos 11.-. Diario·oeLPrimer -Viaje (1492) . 173

río, el cual los indios passaron a nado; los cristianos no pudieron, y ,la lengua y la nariz. «Y como ;sea 'estagentede-.muy"~franco
y así se tornaron. En toda esta comarca ay montañas altíssimas, corac;;ón, .quecuanto le piden dan con la mejor voluntad del
que pare<;en llegar al cielo, que la de la isla de Tenerife pare<;e mundo, que les parece que pidiéndoles algo -leshazen grande
nada en compara<;ión d'ellas en altura y en hermosura, y todas merced", esto dize el Almirante, toparon la bareay dieron el cin­
son verdes, llenas de arboledas, que es una cosa de maravilla. to a un grumete, y vinieron con su canoa a bordo de la nao con
Entre medias d'ellas ay vegas 117 muy gra<;iosas y al pie d'este su enbaxada. Primero que los entendiese passó alguna parte del
puerto al Sur ay una vega tan grande, que los ojos no pueden día, ni los indios qu'él traía los entendían bien, porque tienen al­
llegar con la vista al cabo, sin que tenga impedimento de mon­ gunadiversidad de vocablos en nombres de las cosas. En fin, aca­
. taña, que pare<;e que deve tener quinze o veinte leguas, por la bó de entender por señas su conbite. El cual determinó de partir
[; cual viene un río, y es toda poblada y labrada, y está tan verde el domingo para allá, aunque no solía partir de puerto en domin­
f
I • agora como si fuera en Castilla por Mayo o por Junio, puesto que go, sólo porsudeboc;;ión y no por superstición alguna, pero con
. las noches tienencatorze oras y sea la tierra tanto SeptentrionaL esperanc;;a,dizeél,queaquellos pueblos an de ser cristianos por
Así, este puerro es muy bueno para todos los vientos que puedan la voluntad que muestran yde los Reyes de Castilla, y porque los
vemar, <;errado y hondo, y todo poblado de gente muy buena y tiene ya por suyos; y porque le sirvan con amor, les quiere y tra­
mansa, y sin armas buenas ni malas; y puede cualquier navío estar baja hazer todo plazer. Antes que partiese oy; eobió seis hombres
sin miedo en él que otros navíos qu~ vengan de noche a los a una poblac;;ión muy grande, tres leguas de allí .de la parte del
sahear, porque, puesto que la boca sea bien ancha de más de dos Güeste, porqu'el señord'ella vino el día passado al Almirante y
leguas, es muy <;errada de dos restringas de piedra que escasa­ dixo que tenía ciertos pedac;;os de oro..En llegando allá los cris­
mem.e la veen.sobre agua, salvo una entrada muy angosta en esta tianos, tomó el señor de la mano al escrivanodelAlmirante, que
restringa, que no pare<;e sino que fue hecho a mano y que dexa­ era uno d'eHos, el cual enbiava el Almirante para que ,no consin~
ron una puerta abierra cuanto los navíos puedan entrar. En la tiese hazer a los demás cosa indebida a los indios, porque como
boca ay s\c::tebra<;asde hondohasta el pie de una isleta llana que fuessen tan francos los indios ylos'españoles tan cudiC;;iosos y
tiene una playa)' árboles; alpied'eliá-dela p<lrte de Güeste tiene desmedidos, que no les basta que por cabo de agujeta, aun por
la entrada, yse puede llegar una nao sin miedo hasta poner el un pedac;;o de vidroy d'escudilla y por otras cosas de no nada les
bordo junto a la peña. [A]y de la parte del Norueste ay tres islas davan los indios cuanto querían, pero, aunque sin dallesa.lgo se
y un gran río a una legua del cabo d'este puerto; es el mejor del
los querrían todo aver y tomar, 10 qu'el Almirante siempre
mundo. Púsole nombre el Puerto de la mar de Sancto Thomás, prohibía, y aunque también eran muchas cosas, O;: poco valor, si­
porque era oy su día; díxole mar por su grandeza. no era el oro, las que davan a los ctistianó~) -pero:él Almirante,
mirando al franco corac;;ón de los indios, que por s::::is':c~ptezuelas
\
L .
Sábado, 22 de Diziembre de vidro darían y davan un pedac;;o de oro, por _eso ¡nandava que
~- Enamanec;iendo, dio las velas para ir su camino a buscar las ninguna cosa se rec;;ibiese d'ellos que no se ·les. diese aigo en pa­
go. Así que tomó por la mano el señor alescrivano y lo llevó a su
islas que los indios le dezían que tenían mucho oro, y de algunas
que tenían más oro que tierra. No le hizo tiempo y ovo de tornar casa con todo el pueblo, que era muy grande, que le acompaña­
a surgir, y enbió la barca a pescar' con la red. El señor 118 de va,'y les hizo dar de comer, y todos los indios les traían muchas
aquella tierra, que tenía un lugar cerca de allí, le enbió una gran­ cosas de algodón labradas y en ovillos hilado. Después que fue
de canoa llena de gente, y en ella un principal criado suyo a ro­ tarde, dioles tres ánsares muy gordas el señor y unos pedac;;itos
gar al Almirante que fuese con los navíos a su tierra y que le daría de oro, y vinieron con ellos mucho número de gente, y les traían
cuanto tuviese; enbiólecon aquel un cinto que en lugar de bolsa todas láscosas que allá avían resgatado, y ellos mismos porfiavan
traía una carátula que tenía dos orejas grandes de oro de martillo, de traellos a cuestas, y de hecho lo hizieron por .algunos ríos y
por algunos lugares lodosos. El Alrriirantemandó dar al señor al­
gunas cosas, y quedó él y toda su gente con gran contentamien­
117 Por las anotaciones de Las Casas ha de referirse a la Vega Real, que aún to, creyendo verdaderamente que avían venido del cielo, y en
conserva el mismo nombre. ver los cristianos se tenían por bienaventurados. Vinieron este
11t Al marg.: .Este era Guacanagari, el señor' del Marien, donde el Almirante hi­
zo la fortaleza y dcxó los treinta y nueve cristianos •.
día más de ciento y veinte canoas a los navíos, todas cargadas de
!!I!I!!pato1II.
,

_ ...

174 Cristóbal Colón. Textos y documentos II. Diario del Primer Viaje (1492) 175

gente, y todos traen algo, espec;ialmente de su pan y pescado y


tenía por cierto que si aquella fiesta de Navidad pudiera estar en
agua en cantarillos de barro y simientes de muchas simientes que
aquel puerto, viniera toda la gente de aquella isla, que estima
son buenas espec;ias. Echaban un grano en una escudilla 119 de
ya por mayor que Inglaterra, por verlos; los cuales se bolvieron
agua y bev(l>énla, y dezían los indios que consigo traía el Almi­
todos con los cristianos a la población; la cual diz que affirmavan
rante que era cosa saníssima.
ser la mayor y la más conc;ertada de calles que otra de las passa­
das y hal1adas hasta alJí, la cual diz que es de parte de la Punta
Domingo, 23 de Diziembre Sancta, al Sueste cuasi tres leguas. Y como las canoas andan
No pudo partir con los navíos a la tierra de aquel señor que lo mucho de remos, fuéronse delante a hazer saber al cac;ique,
avía enbiado a rogar y cohbidar por falta de viento, pero enbió qu'eUos llamaban allí. Hasta entonc;es no avía podido entender el
con los tres mensajeros que allí espera van las barcas con gente y Almirante si lo dizen por rey o por governador. Tambíén dizen
al· escrivano. Entre tanto que aquellos iban, enbió dos de los in·· otro nombre por grande que llaman «nitaíno»; no sabía si lo
dios que consigo traía a las poblaciones que estavan por allí cerca dezían por hidalgo o governador o juez. Finalmente el cacique vi­
del. paraje de los navíos, y bolvíeron con un señor á la nao cón -, no a ellos y se ayuntaron en la plac;a qu'estava muy barrida todo
nuevas que en aquella isla Española avía gran cantidad de oro, y., .. el pueblo, qu'avía más de dos mill hombres. Este rey hizo mucha
que a ella lo venían a comprar de otras partes, y dixéronle 'qíJe' ­ honra a la gente de los navíos, y los populares cada uno les traía
alli hallaría cuanto quisiese, Vinieron otros que confirma van aver . - . . algo de comer y de bever. Después el rey dio a cada uno unos
en ella mucho oro, y mostrávanle la manera que se tenía en co·-- .-." . paños de algodón que visten las mugeres y papagallos para el Al­
gello.Todo aquello entendía el Almiraiue con pena, pero todavía mirante y c;iertos pedac;:os de oro; da van también los populares
tenía por cierto que en aquellas partes avía grandíssima cantidad· de los mismos paños y otras cosas de sus casas a los marineros,
d'elIo, y que hallando el lugar donde se saca, avrá gran barato por pequeña cosa que les davan, la cual, según la rec;ibían,
d'elIo, y según imaginava que por no nada. Yrorna a dezir que parec;ía que la estimavan por reliquias. Ya a la tarde, .queriendo
cree quedeve aver mucho; porque en tres días que avía qu'estac despedir, el rey les rogavaque aguardasen hasta otro día, lo mis­
va en aquel puerto, avía avido buenos pedac;:os de oro, y no mo todo el pueblo, Visto que determina van sU' venida, venieron
puede creer que allí lo traigan de otra tierra. -Nuestro Señor, que con ellos mucho del camino, trayéndoles a cuestas loqu'elcaci­
tiene en las manos todas las cosas, .vea 'de me remediar y dar co­ que y los otros les avían dado hasta las barcas,qlJe queda van a la .
mo fuere su servido». Estas son palabras del Almirante. Dize que entrada del río.
aquella ora cree aver venido a la nao más de mili personas, y que
todos traían algo de lo que posseen, y antes que lleguen a la nao Lunes, 24 de Dtziembre
con medio tiro de ballesta, se levantan en sus canoas en pie y to­ Antes de salido el sol levantó las anclas, con el viento terral.
man en las manos lo que traen, diziendo: -Tomad, tomad». Tam­ Entre los muchos indios que ayer avían venido a la nao, que les
bién cree que más de quinientos vinieron a la nao nadando por avían dado señales de aver en aquella. isla oro y nombrado los
no tener canoas, y estava surta cerca de una legua de tierra; luZ' otros lugares donde lo cogían, vido uno parec;e que más dispues­
gava que avían venido cinco señores y hijos de señores, con toda tO y afic;ionado o que con más alegría le habláva, y halag610 ro­
su casa. mugeres y niños a ver los cristianos. A todos mandava gándole que se fuese COn él a mostralle las minas del oro; este
dar el Almirante, porque todo diz que era bien empleado, y dize: truxo otro compañero o pariente consigo, los cuales entre los
«Nuestro Señor me aderec;e por su piedad que halle este oro, di­ lugares que nombravan donde se cogía el oro, dixeron de Gipan­
go su mina, que hartos tengo aquí que dizen que la saben •. Estas go, al cual ellos llaman Gibao !20; Y allí affirman que ay gran can­
son sus palabras. En f:l noche llegaron las barcas, y dixeron que tidad de oro y qu'el cac;ique trae las vanderas de oro de marti­
avía gran camino hasta donde venían, y que al monte de Cariba­ llo 121, salvo que está muy lexos, al Leste. El Almirante dize aquí
ta(n> hallaron muchas canOas con muy mucha gente que venían a
ver al Almirante y a los cristianos del lugar donde ellos ivan. Y 120 Al marg.: • Las minas de Cibao>. Cibao es una. regíón de la isla de Haití que
en efectO tuvo minas de oro. Si Cuba es tierra fIrme y esta Española. es isla que
además tiene minas, no duda Colón una vez más que se encuentra 2Ilte Cipango.
115 Alvar (Diario, p. 167) piensa. que se refiere al cacao. 121 Ha de ser pan de oro, que adelgazan golpeando con marrillos.
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176 Cristóbal Colón. Tex[os y documentos n. Diario .del Primer Viaje (1492) . 177

estas palabras a los Reyes: «Crean Vuestras Altezas que en el mun­ Martes, 25 deDiziembre,.día de Navidad .
do todo no puede aver mejor gente ni más mansa; deven tomar Navegando con .poco viento el día de ayer desde la mar de
Vuestras Altezas grande alegría porque luego los harán cristianos Santo Thomé hasta la Punta Sancta, sobre .la cual a una legua es·
y los avrán enseñado en buenas costumbres de sus reinos, que tuvo así hasta passado el primer cuarto, que sedan a las onze oras
más mejor gente ni tierra puede ser, y la gente y la tierra en tanta de la noche,acordó echarse a dormir porque avía dos días y una
cantidad que yo no sé ya cómo lo escriva, porque yo ·e hablado noche que no avia dormido, Como fuese calma, el marinero que
en superlativo grado (de) la gente y la tierra de la )uana,a que governava la nao acordó irse a dormir y dexó el governario a -un
ellos llaman Cuba; mas ay tanta differen<;ia d'ellos y d'ella a esta mü<;o grumete, lo que mucho siempre avía el Almirante prohibi­
en todo como del día a la noche, ni creo que otro ninguno, que do en todo el viaje, que oviese viento o que oviesecalma: con­
esto oviese visto, oviese hecho ni dixesse menos de lo que yo viene a saber, que no dexasen governara los grumetes. El Almi­
tengo dicho; y digogue es verdad que es maravilla las cosas de ranteestava seguro de bancos y de peñas, porqu'el domingo.
acá y los pueblos grandes d 'esta isla Española,que así la llamé, . cuando enbió las barcas.a aquel .rey ,avían passadoal Leste de la
y ellos le llaman Bohío, y todos de muy singularísSimo tracto dicha punta Sancta bien tres leguas y media, y avían· visto los ma·
amoroso y habla dul<;e, no como los otros, que pare<;e cuando rineros .toda· la costa y los baxos que ay desde· la dicha Pun ta
hablan que amenazan, y de buena estatura hombres y mugeres, Sancta al .Leste Sueste bien tres .leguas, y vieron por dónde se
y no negros. Verdad es que todos se tiñen 122, algunos de negro podía passar, lo que todo este viaje no hizo, Quiso Nuestro Señor
y otros de otra color, y los más de colorado; he sabido que lo que a las dozeoras de la noche, como avían visto acostar y repo­
hazen por el sol, que no les haga tanto mal; y las cosas y lugares sar el Almirante y vían que era calma muerta y la mar como en
tan hermosos, y con señorío en todos, como juez o señor d'eIlos, una escudilla, todos se acostaron a dormir, y quedó el governaIlo
y todos le obede<;en que es maravilla, y todos estos señores son en la mano de aquel muchacho, y las aguas que corrían llevaron
de pocas palabras y muy lindas costumbres, y su mando es lo más lanaosobreuno de aquellos bancos; los cuales, puesto que fues­
con hazer señas con la mano, y luego .es entendido que es mara­ se de noche, sonavan que de una grande legua se oyeran y
villa». Todas. son palabras del Almirante. Quien oviere de entrar vieran, y fue sobre él tan mansamente que casi no se sentía. El
enla mar de Sancto Thomé; sedebeineter una buena legua sobre moc;o, que sintió el;governalle y oyó el sonido de la mar, dio bo­
la boca de la entrada sobre una ileta llana que en el medio ay, zes, a las cuales salió el Almirante, y fue tan presto que- aún nin­
que le puso nombre la Amiga, llevando la proa en ella; y después guno avía sentido qu'estuviesen encallados. Luego el maestre 1U
que llegare a ella con el tiro lZ3 de una piedra, passe de la parte de la nao, cuya era la guardia, salió, Y díxoles el Almirante a él y
del Güesre y quédele ella al Leste, y se llegue a ella y no a la otra a los otros que halasen el batel que traían por popa y tómasen un
parte, porque viene una restringa muy grande del Güeste, e aun ancla y la echasen por popa; yél con otros muchos·saLtaroñ·'en el
en la mar fuera d'ella ay unas tresbaxas; y esta restringa se llega batel, y pensaba el Almirante que hazían lo que les avía I}1a.nctaaO:
a la Amiga un tiro de lombarda; y entremedias passará y hallará Ellos no curaron sino de huir a la caravela, que estav;l a .bar.lóven­
'a lo más baxo siet.e bra<;as, y cascajos abaxo, y dentro hallará to media legua. La caravelá no los quiso resc;ibir haziéndolo vir­
puerto para todas las naos del mundo y que estén sin amarras. tuosamente, y por esto bol vieron a la nao, pero primero fue a
Otra restringa y baxas vienen de la parte del Leste a la dicha isla ella la barca de ·la caravela, Cuando el Almirante vido que se
Amiga, y son muy grandes y salen en la mar mucho y llega hasta huían y que era su gente, y las aguas menguavan y estava ya la
el cabo cuasi dos leguas; pero entr'ellas pare<;ió que avía entrada nao la mar de través 125, no viendo otro remedio, mandó cortar el
a tiro de dos lombardas, De la Amiga, y al pie del monte Cariba­ maste! y alijar de la nao todo cuanto pudieron para ver si podían
ta[n] de la parte del Güeste, ay un muy buen puerto y muy grande. sacarla; y como todavía las .aguas menguassen, no se pudo reme-
l.

122 Cf. Las Casas (1. 68): .El pintarse de negro y otros colores sin duda lo acos­ 12( El maestre era Juan de la Cosa, que resultaría ser el principal responsable
tumbrab;m por se defender de! sol y porque con aquellas colores se les par:¡ban di!lapérdida de su nave. Sólo tenemos el testimonio de Colón,
las carnes muy tiesas y. no se cansaban tan presto en los trahajos. En las guerras 12S Se había puesto perpendicular a la dirección de las aguas, lo que hada que
también se teñían de aquellas colores •. fuera llevada hacia la costa donde se desharía, como· efectivamente ocurri6. La
123 En el manuscrito 01. ", que Navarrete corrigió en tiro. Santa María quedó encallada en Lo que hoy se llama Bahía del Cal".!col.
178 Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diario del Primer Viaje (1492) 179

diar, y tomó lado hazia la mar traviesa, p~esto que la mar era po­ muy grandes casas, y que más les daría si fuesen menester, y
ca o nada, y enton~es se abrieron los conventos y no la nao. El cuantas canoas pudiesen cargar y descargar la nao, y poner eh
Almirante fue a la carave!a para poner en cobro la gente de la nao tierra cuanta gente quisiese, y que así lo avía hecho ayer, sin que
en la carave!a, y como ventase ya ventezillo de la tierra y tam­ se tomase una migaja de pan ni otra cosa alguna; «tanto», dize e!
bién aún quedava mucho de la noche, ni suppiesen cuanto dura­ Almirante, «son fieles y sin cudi~ia de- lo ageno»; y así era sobre
van los banco,s, temporejó a la corda hasta que fue- de día,_y todos aquel rey virtuoso. En tanto que e! Almirante estava
luego fue a la nao por de dentro de la restringa de! banco. Prime­ hablando con él, vino otra canoa de otro lugar que traía ciertos
ro avía enbiado e! batel a tierra con Diego de Arana, de Córdova, peda~os de oro, los cuales quería dar por.un cascave!, porque
alguazil de la armada, y Pero Gutiérrez, repostero de la Casa Real, otra cosa tanto no desea van como cascave!es, que aún no llega la
a hazer saber al rey que los avía enbiado a conbidar y rogar elsá­ canoa a bordo cuando llamavan y mostravan los peda~os de oro
bado que se fuese con los navíos a su puerto; el cual tenía su villa diziendo «chuq chuq», por cascave!es, que están en puntos de se
adelante, obra de una legua y media del dicho banco. El cual tornar locos por ellos. Después de aver visto esto, y partiéndose
como lo supo dizen que lloró y enbió toda su gente de la vt;;a estas canoas que eran de los otros lugares, llamaron al Almirante
con canoas muy grandes y muchas a descargar todo, lo-de r<loao; y le rogaron que les mandase guardar un cascavel hasta orro día,
y así se hizo y se descargó todo lo de las cubiertas eñmuv br~ve porqu'él traería cuatro peda~os de oro tan grandes como la ma­
espacio; tanto fue el grande aviamiento y díligencia_.qí_.~ ~quel no. Holgó e! Almirante al oír esto. Y después un marinero que
rey dio. Y él con su persona, con hermanos y parientes; estavan venía de tierra dixo al Almirante que era cosa de maravilla las 1
poniendo diligen<;ia, así en la nao como en la guarda de lo que pie~as de oro que los cristianos qu'estavan en tierra resgaravan
se sacava á tierra, para que todo estuviese a muy buen recaudo. por nonada; por una agujeta 126 davan peda~os que serían más de
De cuando .en cuando enbiava uno de sus parientes al Almirante dos castellanos, y que enton~es no era nada al respeto de lo que
llorando a lo consolar, diziendo que no rescibiese pena ni enojo, sería dende a un mes. El rey se holgó mucho con ver al Almiran­
qu'élle daría cuanto tuviese. Certifica el Almirante a los Reyes te alegre y entendio que deseava mucho oro, y díxole por señas
que en ninguna parte de Castilla tan buen recaudo en todas las que él sabía cerca de allí adónde avía d'ello muy mucho en gran­
cosas se pudiera poner sin faltar un agujeta. Mandólo poner todo de suma, y qu'estuviese de buen cora~ón, que·él dana cuanto
junto con las casas, entre tanto que se vaziavan algunas casas que oro quisiese; y d' ello diz que le dava razón, y en espe~ial que lo
quería dar, donde se pusiese y guardase todo. Mandó poner hom­ avía en ~ipango, a que ellos llamavan ~ibao, en tanto grado que
bres armados enrededor de todo, que velasen toda la noche. «El, ellos no lo tienen en nada, y qu'él lo trahería. allí, aunque tam­
con todo el pueblo, lloravan; tanto», dize el Almirante, «son gen­ bién en aquella isla Española, a quien llaman Bohío, y en aquella
te de amor y sin cudi<;ia y convenibles para toda cosa, que certi­ provin~ia Caribata lo avía mucho más. El rey comió en la carave­
fico a Vuestras Altezas que en el mundo creo que no ay mejor la con e! Almirante y después salió con él en tierra. donde hizo al
gente ni mejor tierra. Ellos aman a sus próximos como a sí mis­ Almirante mucha honra y le dio cola~ión de dos o (res maneras .'
mos, y tienen una habla la más dul<;e del mundo, y mansa ysiem­ de ajes y con camarones y ca~a y otras viandas qu'ellos tenían, y
pre con risa. Ellos andan desnudos, hombres y mugeres, como de su pan que llamavan ca~abí; dende lo llevó a ver unas verdu­
sus madres los parieron, mas crean Vuestras Altezas que. entre sí ras de árboles junto a las casas. Y anda van con él bien mill perso­
tienen costumbres muy buenas, y el rey muy maravilloso estado, nas, todos desnudos; e! señor ya traía camisa y guantes, qu; el Al­
de una cierta manera tan continente qu'es plazer de verlo todo, mirante le avía dado, y por los guantes hizo mayor fiesta que por
y la memoria que tienen, y todo quieren ver; y preguntan qué es cosa de las que le dio. En su comer, con su honestidad y hermo­ '"

.J~y

y para qué». Todo esto dize así el Almirante. sa manera de limpieza, se mostrava bien ser de linaje_ Después de
aver comido, que tardó buen rato estar a la mesa, truxeron cier­
Miércoles, 26 de Diziembre tas yervas con que se fregó mucho las manos; creyó e! Almirante
Oy, al salir de! sol, vino e! rey de aquella tierra, qu'estava en
. aquel lugar, a la carave!a Niña donde estava e! Almirante, y cuasi
126 El interés se explica en Las Casas (1, 60): -Toda cosa de latón estimavanen
llorando le dixo que no tuviese pena, que él le daría cuanto
más qúe otra ninguna ... llamándole turey, como a cosa del cielo, porque'el cielo
tenía, y que avía dado a los cristianos qu'estavan en tierra dos llaman turey •.
180 Cristóbal Colón. Textos y documentos ll. Diario del Primer Viaje (1492) 181

que lohazía para ablandarlas, y diéronle aguamanos. Después para más de un :año y simientes para semprar y la barca deJa nao
que acabaron de comer llevó a la playa al Almirante, y el Almi­ yun calafate y un carpintero y un lombardero y un tonelero y
,
rante enbió por un arco turquesco y un manojo de flechas, y el muchos entr'ellos hombres que desean mucho, por servicio de
Almirante hizo tirar a un hombre de su compañía que sabía Vuestras Altezas y me hazer plazer, de saber la mina donde se j/
d'ello; y el señor, como no sepa qué sean armas, porque no las coge el oro. Así que, que todo es venido mucho a pelo, para que
tienen ni las usan, le pareció gran cosa, aunque diz que el se faga este comienc;o; y sobre todo que, cuando encalló la nao,
comien~o fue sobre él habla de los de Caniba, qu'ellos llaman ca­ fue tan passo que cuasi no se sintió ni avía ola ni viento». Todo
ribes, que los vienen a tomar, y traen arcos y flechas sin hierro, estO dize el Almirante. Y añade más para mostrar que fue gran
que en tOdas aquellas tierras no avía memoria d'el y de azero ni ventura y determinada voluntad de Dios que la nao allí encallase
de otro metal salvo de oro y de cobre, aunque cobre no avía visto porque dexase allí gente, que si no fuera por latraic;ión del maes­
sino poco el Almirante. El Almirante le dixo por señas que los tre y de la gente, que eran todos o los más de su tierra, de no
Reyes de Castilla mandarían destruir a los caribes y que a todos querer echar el ancla por popa para sacar la nao, como el Almi­
se los mandarian traer las manos atadas. Mandó el Almirante tirar ranteles mandava, la nao se salvara, y-<lsí no pudiera saberse la
una lombarda y una espingarda, y viendo el effecto que su fuerc;a tierra, dize él, como se supo ,aquellos días que allí estuvo, y ade­
hazían y lo que penetravan, quedó maravillado, y cuando su gen­ lante por Jos que allí entendía dexar; porque él iva siempre con
te oyó los tiros cayeron todos en tierra. Truxeron al Almirante intenc;ión de descubrir y no parar. en parte más de un día,sl no
una gran carátula que tenían grandes pedac;os de oro en las ore­ era por falta de los vientos, porque la nao diz que era muy pesada
1.
i' jas y en los ojos y en otras partes, la cual le dio con otras joyas y no para el officio de descubrir. Y llevar tal nao diz que causaron
If,'". de oro qu'el mismo rey avía puesto al Almirante en la cabec;a y los de Palos que no cumpl,ieron con el Rey e la Reina lo que le
al pescuec;o; y a otros cristianos que con él estavan dio también avían prometido: dar navíos convenientes para aquella jornada,
~ muchas. El Almirante resc;ibió mucho plazer y consolación d'es­ y no lo hizieron. Concluye el Almirante diziendo que detedo lo ],­

f tas cosas que Vía, y se le templó el angustia y pena que avía que en la nao avía no se perdió una agujeta ni tabla ni clavo,

¡l , rescibido y tenía de la pérdida de la nao, y cognosció que Nues­


tro Señor avía hecho encallar allí la nao porque hiziese allí asien­
porque ella quedó sana como cuando partió, salvo que se cortó

y rajó algo para sacar la vasija y todas las mercaderías; y pusié­

tO. «Ya estO», dize él, «vinieron tantas cosas a la mano, ,que ronlas todas en tierra y bien guardadas, como está dicho. Y dize

l verdaderamente no fue aquel desastre salvo gran ventura, porque qu'espera en Dios que, a la buelta que él entendía hazer de Cas­

es cierto», dize él, «que si yo no encallara, que yo fuera de largo tilla, avía de hallar un tonel de oro, que avriafl resgatado losqu~

r-'·
"•. ot•• _. M_

sin surgir en este lugar, porqu'él está metido acá dentro en una avía de dexar, y que avrían hallado la mina del oro y la espec;e(í;:~,:-
.. y aquello en tanta cantidad que los Reyes antes de tres años ern- .. ,
I

. grande baía y en ella dos o más restringas de baxas, ni este viaje "~-."

dexara aquí gente, ni aunque yo quisiera dexarla no les pudiera prendiesen y aderec;asen para ir a conquistar la Casa Sanct;:i :P, • ..

dar tan buen aviamiento ni tantos pertrechos ni tantos manteni­ «que así», dize él, «protesté a Vuestras Altezas que toel-:! 13, ga­

miemos ni aderec;o para fortaleza; y bien es verdad que mucha nanc;ia d'esta mi empresa se gastase en la conquista de Hierusa­
geme d'esta que va aquí me avían rogado y hecho rogar que les lem, y Vuestras Altezas se rieron y dixeron que les plazía, y que

quisiese dar licencia para quedarse. ~gora tengo ordenado de sin esto tenían aquella gana». Estas son palabras del Almirante.

hazer una tOrre y fortaleza todo muy bien y una grande cava, no
porque crea que aya esto menester por esta gente, porque tengo Jueves, 27 de Diziembre
por dicho que con esta gente que yo traigosojugaría toda esta En saliendo el sol, vino a la caravela el rey de aquella tierra, 'Y
isla, la cual creo qu 'es mayor que Portugal y más gente al doblo, dixoal Almirante que avía enbiado por oro, y que lo quería
mas son desnudos y sin armas y muy cobardes fuera de remedio, cobrir todo de oro antes que se fuesse, antes le rogava que no se
mas es razón que se haga esta torre y se esté como se a d'estar,
estando tan lexos de Vuestras Altezas, y porque cognozcan el 121 La conquista de Jerusalén es una idea fija colombina (Cf. Juan Gil, -Colón y
ingenio de la gente de Vuestras Altezas y lo que pueden hazer, la Casa Santa-, Historiografía y Bibliograjíaamericanistas, XXI, p .. 125-3S,
porque con amor y temor le obedezcan; y así ternán tablas para 1977; para otra interpretación cf. A. Milhou, -Notes sur le messianisme de Chris­
hazer toda la fortaleza d'ellas y mantenimientos de pan y vino .ophe Colomb., Cahiers du C.R./.A.R. n.o 1, París, 1981; p. 181-201).
182
Cristóbal Colón. Textos y documentos II. Diario del Primer Viaje (1492) 183

fuese; y comieron con el Almirante el rey e un hermano suyo y oro, los cuales nombres escrivió el Almirante; y supo esto que le

otro su pariente muy privado, los cuales dos le dixeron que avía dicho un hermano del rey, e riñó con él, según el Almirante

quedan ir a Castilla con éL Estando en esto, vinieron ciertos in­ entendió. También otras vezes avía el Almirante entendido que el

dios con nuevas 128 cómo la cara vela Pinta estava en un río al ca­ rey trabajava porque no entendiese donde nas<;ía y se cogía el

bo de aquella isla; luego enbió el ca~ique allá una canoa 129 y en oro, porque no lo fuese a resgatar o comprar a otra parte. «Mas

ella el Almirante un marinero, porque amava tanto al Almir~nte es tanto y en tantos lugares y en esta misma isla Española», dize

que era maravilla. Ya entendía el Almirante con cuanta priesa el Almirante, «que es maravilla';. Siendo ya de noche le enbió el

pOdía por despacharse para la buelta de Castilla. rey una gran carátula de oro y enbióle a pedir un bacín de

aguamanos y un jarro; creyó el Almirante que lo pedía para man­

Viernes, 28 de Diziembre dar hazer otro y así se lo enbió.

. Para dar orden y priesa en el acabar de hazeí la fortaleza, y en


J la gente que en ella avía de quedar, salió el Almirante en .tierra y Domingo, 30 deDiziembre
pare~ióle qu'elrey le avía visto cuando ¡va en la DJrG::; el cual se Salió el Almirante a COmer a tierra, y llegó a tiempo que avían

entró presto en su casa dissimulando y enbro JUh ~u hermano venido cinco reyes subjectos a aqueste que se llamava Guacana­

que res<;ibieseal Almirante, y llevó lo a uni de casas que tenía gari, todos con sus coronas, representando muy buen estado,

dadas. a la gente del Almirante, la cual era la' mllyor" y mejor de que dize el Almirante a los Reyes que «Sus Altezas ovieran plazer
I

aquella villa. En ella le tenían aparejado un estraCtó de camisas de de ver la manera o'ellos». En llegando en tierra, el rey vino a !
.. ¡

palma 130 donde le hizieron asentar. Después el hermano enbió un res~evir al Almirante y lo llevó de bra<;os a la misma casa de ayer,

escudero suyo a dezir al rey qu'el Almirante estavaallí, como que a dO.tenía un estrado y sillas en que asentó al Almirante, y luego

el rey no sabía que era venido, puesto qu'el Almirante creía que . se quitó la corona de la cabe<;a yse la puso al. Almirante, y el Al­
lo· dissimulavapor hazelle mucha más honra. Como el escudero mirante se quitó del pescue<;oun coHar de buenos alaqueques y
se lo dixo; día elca¡;;ique diz que a correr para el Almirante y pa~ cuentas muy hermosas de muy Undos colores, que pare<;ía muy
sóle al pescue<;o una gran plasta de oro que traía en la mano.Es­ bien en toda parte, y se lo puso a él, y se desnud6un capuz de fi­
tuvo allí con él hasta la tarde, deliberando lo que avía de hazer. na grana, que aquel día se avía vestido, y se lo viStiÓ, y.enbió por
unos borzeguíes de color que le hizo cal<;ar, y le puso en el dedo
Sábádo, 29 de Diziembre un grande anillo de plata, porque avían dicho que vieron una
En saliendo el sol, vino a la caravela un sobrino del rey muy sortija de plata a un marinero y que avía hecho mucho por ella.
mo<;o y de buen emendimiento y «buenos hígadosl>,como dize el Quedó muy alegre y muy contento, y dos de aquellos reyes
Almirante; y como siempre trabajase por saber adónde se cogía el qu'estavan con él vinieron adonde el Almirante estava con él y
oro, preguntava a cada uno, porque por señas ya entendía algo; y truxeron al Almirante dos grandes plastas de oro, cada uno la su­
así aquel man<;ebo le dixo' que a cuatro jornadas avía una isla al ya; Y estando así vino un indio diziendo que avía dos días que
Leste que se llama va Guarionex, y otras que se Ilamavan Macorix dexara la caravela Pinta al Leste en un puerto. Tomóse el Almi­
y Mayonic y Fuma y <;;:ibao y Coroay 131, en las cuales avía infinito rante a la caravela y Vi¡;;einte Anes, capitán d'eUa, affirmó que
avía visto ruibarbo, y que. lo avía en la isla. Amiga, qu'está a la
128 En el manuscrito ¡'¡niero,¡ como. Tomo de la Historia de Las Casas (1. (1) entrada de la mar de Sancto Thomé, qu'estava seis leguas de
·ciertos indios con nuevas>. e que avía cognos~ido los ramos y raíz. Dizen qu'el ruibarbo
129 CL Las Casas (1, 61): -Envió en ella el Almirante. un marinero con su~ canas
echa unos ramitos fuera de tierra y unos frutos que pare<;en mo­
de amor a Martín Alonso, disimulando el apartamiento y pena que por él le había
causado, persuadiéndole que se vi¡:¡iese donde él estaba, pues Nuestro Señor les ras verdes cuasi secas, y el palillo qu'está cerca de la raíz es tan
había hecho a todos tanta merced., "I
134 Cf. Las Casas (l, 62): .Estas camisas ... son tan grandes como un cuero de un
gran becerro, y poco menos que de aquella forma, que son muy limpias y frescas,
y que con una se cubre un hombre y defien~e del agua como sise cubrkse con
¡ porque los lugares que le nombf'.lban no eran islas por sí, sino provincias d'c:s¡a

un gran cuero de becerro o de vaca ... y lIámalas >':lguas.. . isla ... Guarionex er-.l el rey gf'Jnde de ;¡que!la Vega ReaL. Querían decirle los in­

t31 Al marg.: -Estas no eran islas sino provincias de la isla Española., d. Las dios () decíanle que en la tierra () reino de Guarionex estaba la provincia de Cí­

Casas (1, 62): -En esto parece cómo el Almirante no entendía nada de los indios, 1 bao ... Nacorix era (Jt¡-J provincia•.. y los· Otros nombres e¡-.tn pf()vincia.~ •.

184 Cristóbal Colón. TextOs y documentos Il. Diario.del,Prjmer Viaje (I492-.93) 185

amarillo y tan fino, como la mejor color que puede ser para pin­ navíos arrnada,·diziendoarcacique quenooviesemiedoa,,)os ca­
tar, y debaxo de la tierra haze la raíz como una grande pera. rib~s aunque viniesen. Todo esto diz que hizo el Almirante por­
que tuviese por amigos a los cristianos que dexava, y por ponerle
Lunes, 31 de Diziembre miedo que los temiese.L1evólo el Almirante a comer consigo a la
Aqueste día se ocupó en mandar tomar agua y leña para la casa dondeestavaaposentado, ya los otros que ivan con él. En­
'. partida a España, por dar noticia prest-o a los Reyes, para que en­ comendóle mucho el Almirante a Diego de Arana y a Pero Gu­
biase navíos que descubriesen lo que quedava por descubrir, tiérrez y .a .Rodrigo Escobedo 132 , que dexava juntamente por sus
porque ya «el negocio pare<;ía tan grande y deranto tomo que es tenientes de .aquella gente que allí dexav.a, porque todo fuese
maravilla., dixo el Almirante. Y dize que no quisiera partirse has­ bien regido y governado a servicio de Dios y de Sus Altezas.
ta que oviera visto toda aquella tierra que iva hazia el Leste y an­ Mostró mucho amor el ca<;ique al Almirante y gran sentimiento
darla toda por la costa, por saber también diz que el tránsito de en su partida, mayormente cuando 10 vido .ira embarcarse. Dixo
Castilla a ella, para traer ganados y otras cosas. Mas como oviese al Almjrante-unpriv.ado·,de~quelrey, .que av.ía mandado hazer un
quedado con un ~olonavio, no le parecía razonable cosa ponerse estatua de oro puro tan grande como el mismo Almirante, y que
a los peligros que le pudieran ocurrir descubriendo. Y quexávase desde adíezdías la avían de traer. Embarcóse el Almirante con
que todo aque! mal e inconveniente <venién de)averse apartado propósito de se partir luego, mas el viento no le dio lugar.
cFélla cara vela Pinta. Dexó en aquella isla Española, que lo indios diz que llama van
Bohío, treinta y nueve hombres m con la fortaleza, y diz que
Martes, 1 de Enero mucho amigos de aquel rey Guacanagari, e sobre aquellos por
A media noche despachó la barca que fuese a la isleta Amiga sus tenientes a Diego de Arana, natural deCórdova, y a Pero Gu­
para traer e! (uib¡lrbo;. bolvió a bísperas con un serón d'elloj no tiérrez, repostero de estrado del Rey, criado del despenseroma­
truxeronmás por que no llevaron aCada para cavar; aquello llevó yor, ea Rodrigo d'Escobedo, naturaldeSegovia, sobrino de fray
por muestra a ~osReyes. El rey de aquella tierra diz que avía en­ Rodrigo Pérez 13i , con todos sus poderes que de los Reyes tenía.
biado muchas canoas. por oro. Vino. la qmoa que fue a saber de la Dexóles todas. las mercaderías que los Reyes mandaron comprar
Pinta y el marinero y no la hailaron. DíxoaqueJ marinero que para los resgates, que eran muchas, para que las trocasen y.resga­
veinte leguas de allí avían visto un rey que traía en la cabe<;a dos tasen por oro, con todo lo que traía la nao; dexóles también pan .
grandes plastas de oro, y luego que los indios de la canoa le vizcocho para un año y vino y mucha .artiIlería, y la barca de la
hablaron se las quitó, y vido también mucho oro a otras perso­ nao para que ellos, como marineros que eran los más, fuesen, ~ '4:' "".

· 'Creyó el Almirante que el. rey Guacanagari devía de aver cuando viessen que convenía, a descubrir la mina del oro, por­ .,t. .... <~

· p·rdhiQjdo a todos que no vendiesen oro a los cristianos, porque que a la buelta que bolviese el Almirante hallase mucho oro; y lu­ -. ~

· ?assasse 'todo por su mano, mas él avía sabido los lugares, como gar donde se assentasse una villa, porque aquel no era puerto a
I
dü;:o- antier, donde lo avía en tanta cantidad que no lo tenían en su voluntad, mayormente qu' el oro que allí traían venía diz que
pre"cio. También la espe<;ería que comen, díze el Almirante, es del Leste, y cuanto más fuesen al Leste tanto estavan <;ercanos I
I
I
· mucha y más vale que pimienta y manegueta. Dexava encomen­ d'Espana. Dexóles también simientes para sembrar y sus offi­
dados a los que allí quería dexar que oviesen cuanta pudiesen. ciales, escrivanó y alguazil, y entre aquellos un carpintero de
naos y calafate y un buen lombardero, que sabe bien de ingenios, y
Miércoles, 2 de Enero I

Salió de mañana en tierra para se despedir del rey Guacanaga­ m Parece que Jos tres tenían e! mando conjuntamente. Las Casas lo :J:clara en
ri e partirse en el nombre del Señor, e diole una camisa suya, y 1,' 63: .Diego de Arana, capitán ... ; si acaeciese aquel morir, Pero Gutiérrez... y si
mostróle la fuer<;a que tenían y effecto que hazían las lombardas, aquel también acaeciese morir. tomase y ejerdtase su oficio Rodrigo de Escobe­ I
por lo cual mandó armar una y tirar al costado de la nao que es­ ~. ­
m Sólo Las Casas confirma la cifra de .39 hombres. Ver A. B. Gould. ERAH
tava en tierra, porque vino a propósito de plática sobre los cari­ LXXXVI (1925).
bes, con quien tienen guerra, y vido hasta dónde llegó la lombar­ 134 No sabemos quién pueda ser. Las Casas (1, 6.3) dice: .Debía de ser fray Juan
da y cómo passó el costado de la nao y fue muy lexos la piedra por Pérez... el que había sido o era confesor de la Reína, que fue mucha parte para es­
la mar. Hizo hazet' también un escaramu<;a con la gente de los tenegodo.,
«1' ~lit ~ 'nrnrn; ZT>5B:n_6 JUImItiJ"'N TEF? ti. ft&W ' 'SS'jf:z;t

186
Cristóbal Colón. Textos y documentos JI. Diario del Primer Viaíe (1493) 187

un tonelero y un phísico 135 y un sastre y todos diz que hombres


costase corre Norueste Sueste y 'es toda playa,,! la tierra muy lla­
de la mar.
na hasta bien cuatro leguas la tierra adentro; después ay monta­
ñas muy altas, y es toda muy poblada de poblaciones grandes y
juelles, 3 de Enero
buena gente, según se mostravan con los cristianos, Navegó así al
No partió ay porq.ue anoche diz que vinieron t.res de los in­
Leste camino de un monte muy alto, que quiere pare<;;er isla pero
dios gue traía de las islas que se avían quedado, y díxéronle-que
no lo es, porque tiene participación con tierra muy baxa; el cual
los otros y sus mugeres vernían al s~.1;. del SOP36. La mar también'
tiene forma de un alfaneque muy hermoso, al cual puso nombre
fue algo alterada, y no pudo la barca estar en tierra. Determinó
Monte Cristo, el cual está justamente al Leste de el Cabo Sancto,
partir mañana mediante la gracia de Dios. Dixo que si él tuviera
y avrá diez y ocho leguas. Aquel día, por ser el viento muy poco,
consigo la cara vela Pinta, tuviera por cierto de llevar un tonel de
no pudo llegar al Monte Cristi con seis leguas. Halló cuatro isletas
oro, porque osara seguir las costas d' estas islas, lo que no osava
de arena muy baxas, con una restringa que salía mucho al No­
hazer por ser solo, porque no le acaec;iese algún inconveniente, y
rueste y andava mucho al Sueste. Do;::ntro ay un gr::'l1degolpho 138
a
se impidiese su buelta Castilla y la noci;:ia, que devía dar a los
que va desde el dicho monte al Sueste bien veinte leguas, el cual
Reyes de todas las cosas que avía b<1!l~do. Y si fuera cierto que
deve ser todo de poco fondo y muchos bancos, y dentro d'él en
la caravela Pinta llegara a salvameilio én Espa'ña con aquel Martín
toda la costa muchos ríos no navegables, aunque aquel marinero
Alonso Pinc;ón, dixo que no dexara hazer lo que deseava, pero
qu'el Almirante enbió con la canoa a saber nuevas de la Pinta, di­
porque no sabía d'el y porque, ya que-vaya, podrá informar a los
xo que vido un río 139 en el cual podían entrar naos.. Surgió por
Reyes de mentiras porque no le manden dar la pena que él me­
allí el Almirante seis leguas de Monte en diez y nueve bra<;as,
recía, como quien tanto mal avía hecho y hazía en averse ido sin
dando la buelta a la mar por apartarse de muchos baxos y restrin­
Iic;enc;ia y estorvar los bienes que pudieranhazerse y saberse de
ga que por allí avía, donde estuvoaqu~llanoche, Da"e1 Almirante
aquella vez, dize el Almirante, confiava que Nuestro Señor le
aviso que el que ovierede ir a la Villa de la Navidad, que cognos­
daríabu,en tiempo y se podía remediar todo.
ciere a Monte Cristo, deve meterse en la mar dos .leguas, ete., pe­
ro porque, ya se sabe la tierra y más por allí no se pone aquí;
Viernes, 4 de Enero concluye que Cipango estaba en aquella isla yc¡ueay mucho oro
Saliendo el sol, lebantó las anclas con poco viento, con la bar" y espe<;eríay almá<;iga y ruibarbo.
ca por proa, el camino del Norueste para salir fuera de la restrin­
ga, por otra canal más ancha de la que entró, la cual y otras son Sábado, 5 de Enero
muy buenas para ir por delante de la VilIa.de ia Navidad 131 , y por Cuando el sol quería salir, dio la vela con eí terral. Después
todo aquello el más baxo fondo que halló fueron tres brac;as has­ ventó Leste, y vida que de la parte del Susueste del Monte Cristo,
ta nueve, y estas dos van de Norueste al Sueste, segund aquellas entre él y una isleta, parec;ía ser buen puerto para surgir esta
restringas eran grandes,queduran desde el Cabo Sancto hasta el noche, y tomó elcamino al Lesueste y después al Sursueste bien
Cabo de Sierpe, que son más de seis leguas, y fuera en la mar seis leguas a<;;erca del Monte; y halló, andadas las seis leguas, diez
bien tres, y sobre el Cabo Sancto a una legua no ay más de ocho y siete bra~as de hondo y muy limpio, y anduvo así tres leguas
bra~as de fondo, y dentro del dicho cabo, de la parte del Leste, con el mismo fondo. Después abaxó a doze bra<;as hasta el inorro
ay muchos baxos y canales para encrar por ellos; y [oda aquella del Monte, y sobre el morro del Monte a una legua halló nueve, y
limpio todo, arena menuda. Siguió así el camino hasta que eneró
entre el Monte y la isleta 140, adonde halló tres bra<;as y media de
135 Cf. Las Casas (1. 61): .Dejó emre aquella geme un zurgíano, quc sc I!;¡m;¡h;¡
fondo con baxamar muy singular puerto, adonde surgió, Fue con
maestre Juan, para curarles las llagas y Otras necesidades a quc su artc se ext<:!l­ .¡
diese., la barca a la isleta, donde halló huego y rastro que avían estado
m CE. Las Casas (1, 64): -No sé cuántos llevó d'esta isla, pero nco quc lIe.vó al­
gunos, ~. por codos llevó a Castilla diez o doce indios, según reficrc la histori;¡
portoguesa, e }'o los vide en Sevilla, puesto que no miré ni me acucrdo haberlos 13.8 Bahía de Manzaníllo; las isletas que vió anteriormente han de ser Los Siete
comado>, Hermanos.

131 Al marg.: .Llamó la villa de la Navidad la fortaleza ye! asicnto quc'allí hizo,
139 El Tapíón, que desemboca en la bahía de Manzanillo.
porque llegó allf día de la Navidad, como parece por lo de- ;lfriba'. 1'0 lsra de Ca br-J..
"~, _ ~.:.::.;;:o-~~ irt1 tm' 'u

188 Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diario del Primer Viaje (1493) 189

allí pescadores. Vida allí muchas piedras pintada de colores, o con él.VinoMartínAlonsoPin¡;ón :a la carave.1a.Niña, donde iva
cantera de piedras- tales de labores naturales t , muy hermosas diz el Almirante, a se escusar diziendo que se avía pártido d'él contra
que para edifi~ios de iglesia o de otras obf~S reales, como las que su voluntad, dando razones l4t2 para ello. Pero el Almirante dize
halló en la isleta de Sant Salvador. Halló también en esta isleta que eran falsas todas, y que con mucha sobervia y cudicia se; .avía
muchos pies de almá<;;iga 141. Este Monte Cristo diz que es' muy apartado aquella noche que se apartó d'él, y que no sabía, dize el
hermoso y alto y andable, de muy linda hechura; y toda la tierra Almirante, de dónde leoviese venidoJas soberviasy deshonesti-:
<;;erca d'él es baxa, muy linda campiña, y él queda así alto que, dad que avía usado con él aquel viaje, las cuales quiso el Almiran­
viéndolo de lexos, pare<;e isla que no comunique con alguna te dissimular, por no dar lugar.a las malas obras de Sathanás, que
tierra. Después del dicho Monte, al Leste, vida un cabo a deseava impedir aquel viaje, como hasta emon¡;es avía hecho, si­
XXVmI millas, al cual llamó Cabo del Bezerro, desde el cual has­ no que por dicho de un indio de los qu'el Almirante le avía enco­
ta el dicho Monte passa(n) en el mar bien dos leguas unas res­ mendado con otros que lleva(va) -en su caravela, el cual le avía
tringasde baxos, aunque le pare<;ió que avía entr'ellas canales dicho que en una isla que se llamavaBaneque avía mucho oro, y.
para poder entraripero conviene que sea de día y vaya soldando como tenía el navíosotil y ligero, se quiso apartar y ir POl ,,;, úc­
con la barca primero. Desd'el dicho Monte al Lestehazia el cabo xandoal Almirante. Pero el Almirante quísose detener y costear
del Bezerro las cuatro leguas es todo playa y tierra muy baxa y la isla Ioana y la Española, pues todo era un camino del Leste.
hermosa, y lo otro es [Odo tierra muy alta y grandes montañas Después que Martín Alonso fue a la isla Baneque diz que y no
labradas y hermosas; y dentro de la t:ierra va una sierra de Nor­ halló nada de oro, se vino a fa costa de la Española, por
deste al Sueste, la más hermosa que avía visto, que pare<;e pro· informa¡;ión de otros indios que le dixeron .aver en aquella isla "
pria como la sierra de Córdova. Parecen también muy lexos otras Española, que los indios llamavan Bohío".muchacantidad de oro
montañas muy altashazia el Sur y delSueste y muy grandes valles y muchas minas; y por esta causa llegó cerca de la villa de La Na­
y muy verdes y muy hermosos y muy muchos ríos de agua; todo vidad obra de quinzeleguas, y avía enton<;;es más de veinte días;
esto en..tanta cantidad apazible que no creíaencare<;erlo la mi­ por lo cual parece que fueron verdad las nuevas que los indios
lIéssima parte. Después vida, al Leste del dicho Monte, una tierra davan,por las cualesenbió el rey Guacanagari la canoa, y el Al­
que pare<;ía otro monte así COmO aquel de Crjsto en grandeza y mirante al marinero, y devia de ser ida, cuando la canoa' llegó. Y
l hermosura; \' dende a la cuarta del Leste al Nordeste es tierra no
tan alta, y avría bien cien millas o <;erca.
dize aquí el Almirante que resgató la cara vela mucho oro, que
por un cabo de agujeta le davan. buenos peda¡;os de oro del rama­
I
¡!,,,­
"

I ño de dos dedos ya veces como la mano, y llevava el Martín


i Domingo:--6.de Enero Alonso la mitad y la otra mitad se repartía por la gente. Añade el i 4. ' - '

Aquél vueno es abrigado de todos los vientos, salvo de Norte Almirante, diziendo a los Reyes: «Así que, Señores Príncipes, que
y N.oiu~~~te,'Y 'dtze que poco reinan por aquella tierra, y aun d'es­ yo cognozco que milagrosamente mandó quedar allí aquella nao
to:; se pueden guare<;er detrás de la isleta; tiene tres hasta cuatro Nuestro Señor, porqu'es el mejor lugar de toda la isla para hazer
bra~as;' 5a11do el sol, dio la vela por ir la costa delante, la cual to­ al assiento y más a¡;erca de las minas del oro». También diz que
da corría al Leste, salvo que es menester dar reguardo a muchas supo que detrás de. la isla Ioana, de la parte del Sur, ay otra isla 143
restringas de piedra y arena que ay en la dicha costa. Verdad es gr:;:lnde, en que ay mayor cantidad de oro que en esta, en tanto
que dentro d'ella ay buenos puertos y buenas entradas por sus grado que cogían los peda<;;os mayores que havas, yen la isla Es­
canales. DeSpués de mediodía ventó Leste rezio, y mandó subir a pañola se cogían los peda¡;os 144 de oro de las minas cómo granos
un marinero al topo del mastel para .mirar los baxos, y vida venir de trigo. Llamávase diz que aquella isla Yamaye. También diz que
la cara vela Pinta con Leste a popa, y llegó al Almirante; y porque supo el Almirante que .allí, hazia el Leste, avía una isla adonde no (1
no avía donde surgir por ser baxo, bolvióse el Almirante al Mon­ avía sino solas mujeres 145, Y esto diz que de muchas personas lo .t
te Cristi a desandar diez leguas atrás que avía andado, y la Pinta
101:Ver Femández Dul'O, Pleitos Colombinos, Madrid, 1892.
1U Al marg.: «Dize verdad, pero es tierra firme, no isla-o
141 ce. Las Casas (1. 64): -MaravGlome que no dice haber hallado sal, porque 1« Al marg.: .y aun como una gran hogaza de pan de Alcalá, e yo lo vi, y
hay en esta isleta muy buenas salinas; pudo ser quejas hobiese apartadas de don· Otros muchos de libra y de dos y tres y de ocho libras se hallaron en la Española>.
de él est:!!ba•. 145 Más adelante, el 7 de enero, las situm en la isla de Matinino (Martinica).
190 Cristóbal Colón. Textos y documentos II. .Diario del Primer Viaje (1493) 191

sabía, y que aquella isla Española· (y) la otra islaYamayeestava mar era llena y entrava la agua salada con la dulc,;e, mandó subir
cerca de tierra firme diez jornadas de canoa, que podía ser sesen­ con la barca el río arriba un tiro de piedra; hincheron los barriles
ta o setenta leguas, y que era la gente vestida allí. desde la barca, y volviéndose a la caravela, hallavan metidos por
los aros de los barriles pedac,;ftos de oro, y lo mismo en los aros
Lunes, 7 de Enero de la pipa. Puso por nombre el Almirante al río el Río del,Oro,
Este día hizo tomar una agua que hazía la. caravela (a¡-.calafe­ el cual de dentro passada la entrada muy hondo, a,unque la en­
taHa, y fueron los marineros en tierra a traer leña, y diz que halla­ trada es baxa y la boca muy ancha; y d'él a la villa de La Navidad
ron muchos almá~igos y lináloe. diez y siete leguas. Entre medias ay otros muchos ríos grandes,
en especial tres, los cuales creía que devían tener mucho más
Martes, 8de Enero oro que aquel, porque son más grandes, puesto qu 'este es cuasi
Por el viento Leste y Sueste mucho que ventava no partió es­ tan grande como Guadalquivir por Córdova 141, y d'ellos a las mi­
te día, por lo cual mandó que se guarneciese la cara vela de agua nas del oro no ay veinte leguas. Dize más eL Almirante, que no
y leña y de todo lo hescessario par:! todo el viaje, porque, aun­ quiso tomar de la dicha arena que tenía tanto oro, pues Sus Al­
que tenía voiuntad de costear toda la costa de aquella Española tezas lo tenían todo en casay a la puerta de su villa de La Navidad,
que andando al camino ·pudiese .. pero, porque los que puso en sino venirse a más andar, por Ilevalles las nuevas y por quitarse
las caravelas por capítanes, que> eran hermanos, conviene a saber, de la mala compañía que tenía y que siempre avíadicho que era
Martín Alonso Pín~ón y Vfceíhte Anes, y otros que les seguían gente desmandada.
con soberbia ycudi~ia, estimando que todo .era ya suyo, no mi­
rando la honJa qu'el Almirameies avía hecho y dado, no avían Miércoles, 9 de Enero
obede~ido ni obede~ían sus mand,amientos, antes .hazían y dezían A media noche levantó las velas con el viento Sueste y nave­
muChas cosas no devidas contra. él, y. el Martín. Alonso lo gó al Lesnordeste; llegó a.una pUnta que llamó Punta Roxa, que
dexó desde 21 de Noviembre hasta seis de Enero sin causa ni ra­
I
está justamente al Leste deI Monte CristO sesenta millas, y al abri­
zón, .sino por su desobediencia, todo lo cual el Almirante avía go d'ella surgió a la tarde, que' serían tres oras antes que
~ufrido y callado por dar buen fin a su viaje; así que, por salir de anoche~iese. No osó salir de allí. de noche, porque avía muchas
tan mala compañía, con los cuales dize que complía dissimular, I¡ restringas, hasta que se sepan, porque después serán provechosas
aunque gente desmandada, y aunque tenía diz que consigo si tienen, como deven tener, canales, y tienen mucho fbndo y
muchos hombres de bien, pero no era tiempo de entender en buen surgidero seguro de todos vientos. Estas tierras, desde Mon­
castigo, acordó bolverse y no parar más con la mayor priesa que te Cristo hasta allí donde surgió, son tierras altas y llanas y muy
le fuesse possible. Entró en la barca y fue al río 148, que es allí lindas campiñas, ya las. espaldas muy hermosos montes que van
junto hazia el Sursueste del Monte Cristo una grande legua, don­ de Leste a Güeste, y son todoslabrados y verdes, qu'es cosa de
deivan los marineros a tomar agua para el navío, y halló que el maravilla ver su hermosura, y tienen muchas riberas de agua. En
arena de la boca del río, el cuales muy grande y hondo, era diz toda esta tierra ay muchas tortugas, de las .cuales tomaron los ma­
que toda Hena de oro, y en tanto grado que era maravilla, puesto rineros en el Monte Cristi que venían a desovar en tierra, y eran
que eta muy menudo. Creía el Almirante que por venir por aquel muy grandes como una grande tablachina. El día passado, cuan­
río abaxo se desmenuzava por el camino, puesto quedize que do el Almirante ¡va al río del Oro, dixo que vida tres serenas 148
en poco espac,;io halló muchos granos tan grandes como lantejas, que salieron bien alto de la mar, pero no eran tan hermosas co­
mas de lo menudito dize que avía mucha cantidad. Y porque la mo las pintan, que en alguna manera tenían forma de hombre en

147 CE. Las Casas (1, 66): .Dice que es tan grande como Guadalquivir por Cór­

146 Al marg.: .Este río es Yaqui, muy poderoso y de mucho oro, y podía ser doba; yo digo que mayor que Guadalquivir por Camillana .'1 aun por Alcalá del
que lo hallase entonces el Almirame. como díze, porque entonces estaba virgen Río, porque lo sé yo muy bien .. Habrá d'él adonde dejaba la fortaleza y villa que
COmo dizen. Pero todavía creo que mucho d'ello debía ser magasi[a, porque allí decía de la Navidad, diez y siete leguas ... De aquí a las minas del oro estimaba que
hay m'uéha, y pensaba qui~a el Almirante, que era oro todo lo que reluzía •. Es habría veinte leguas, pero diera albricias a quien le certificara que no había cuatro,
uno de los principales ríos de la isla, el Santiago, donde todavía se encuentr.m arco que estaba frontero de las minas de Cibao.,
nas auríferas. ¡-II Sirenas, que comó los marinos de laépoC"J. confunde con las/ocas.
192 O¡"Ób~1 T~'O'Ydocum~,o' l~;
Colón 1I~ ,1 o",w d='V"le (1493) 19

la cara; dixo que otras vezes vida algunas en Guinea en la Costa 11 Leste hasta un cabo que llamó Belprado cuatro .leguas; ydeallí J
Maneguetaug. Dize qu'esta noche con el nombre de Nuestro Se­ :í al Sueste está el monte a quien pusoI\1onte de Plata, y díze que
ñor partiría a su viaje, sin más detenerse en cosa alguna, pues ;! . ay ocho leguas. De allí del cabo de Belprado, al Leste cuarta del
avía hallado lo que buscava, porque no quiere más enojo con Sueste, está el cabo que dixo del Angel, y ay diez y ocho leguas;
aquel Martín Alonso hasta que Sus Altezas supiesen las nuevas de 1\ y d'este cabo al Monte de Plata ay un golpho y tíerraslas mejores
su viaje y de lo que a hecho. • Y después no t;ufriré», dize él, y más lindas del mundo, todas campiñas altas y hermosas,· que
..hechos de malas personas y de poca virtud, las cuales contra 11
i! van mucho la tierra dentro, y después ay una sierra, que va de
quien les dio aquella honra presumen hazer su voluntad con po­ ij) Leste a Güeste, muy grande y muy hermosa; y al pie del mome
coacatamiento». ay un puerto muy bueno, y en la entrada tiene quatorze brac;os.
y este monte es muy alto y hermoso, y todo esto es poblado
fuel'es, 10 de Enero mucho. Y creía el Almirante devía aver buenos ríos y mucho oro.
Partióse de donde .avía surgido y, al sol.puesto, llegó a undo, Del cabo-del Angel al Leste cuarta del Sueste ay cuatro leguas a
al cual puso nombre Río de Gracia 150; dista de la parte del Sueste una punta que puso del Hierro, y~al mismo camino, a cua[ro
tres leguas. Surgió a la boca, qu'es buen surgidero a la parte del leguas, está una punta que llamó la Punta Seca. Y deallí al mismo
Leste; para entrar dentro tiene un banco, que no tiene sino dos camino, a seis leguas, está el cabo que dixo Redondo, y de allí al
brat;as de a~ua y muy angosto; dentro es buen puerto t;errado, si­ Leste está el cabo Franc;és; y en este cabo, de la parte del Leste,
no que tiene mucha bruma. Y d'ella ¡va la caravela Pinta, donde ay una angla grande, mas no le par~c;ió aver surgidero. De allí
¡va Martín Alonso, muy maltratada, porque diz que estuvo allí una legua está el cabo del Buen Tiempo;d'este al Sur cuarta del
resgatando diez y seis días, donde resgataron mucho oro, que era Sueste ay un cabo que llamó Tajado; una grande legua 4'est~
lo que deseava Martín Alonso. El cual, después que supo de los 1
hazia el Sur vido otro cabo, que parec;ióle que "Ivría quinz~ Je\
indios que el Almirante estava en la costa. de la misma isla Espa, d
guas. Oy hizo gran camino, por{ que) el viento y las corrientes
ñola y que no lo podia errar, se vino para él, y diz que quisiera ivan con él. No osó surgir por miedo alas baxos, y así estuvo a .
que toda la gente del navío jurara que no avían estado allí sino u la corda toda la noche.
seis dras; mas diz que era Cosa tan pública su maldad, que no r'

podíaencobrir; el cual, dize el Almirante, tenía hechas leyes que r'


Sábado, 12 de Enero •
fuese para él la mitad del oro que se resgatase o se oviese. Y
cuando ovo de partirse de allí, tomó cuatro hombres indios y dos
r Al cuarto del alva,'. n~~egó al Leste con viento fresco y andu­
vo así hasta el día, y én ~ste tiempo veinte millas, y en dos oras
mot;os por fuer(á:-a ..los cuales el Almirante mandó dar de vestir y después andaría veinte y cuatro millas. De allí vido al sur tierra y
tornar en tierr:a qúe' s~ fuesen a sus casas, «lo cual»,dize, «es ser­ fue hazia ella, y estaría d' ella 48 millas; y dize que dado reguardo
vicio de Vuestr~s""Altezas, porque hombreS ycmugetes son todos al navío andaría esta noche 28 millas al Nornordeste. Cuando vi,
de Vuestras Altezas; así d'esta isla en especial como de las otras. do la tierra, llamó a un cª,bo que vido el cabo de Padre y Hijo,
Mas aquí, donde tienen ya asiento Vuestras Altezas, se deve hazer porque a la punta de la parte del Leste tiene dos farallones, ma­
honra y favor a jos pueblos, pues que en esta isla ay tanto oro y yor el uno qu'el Otro. De~pués al Leste dos leguas vido una gran­
buenas tierra y espec;erí.a». de abra y muy hermosa,~ntre dos grandes montañas, y vida que
era grandíssimo puerto, bueno y de muy buena entrada, pero pOr
Viernes, 11 de Enero ir"~ ser muy de mañana yno perder camino, porque por la mayor
A media noche salió'¡d~lr:íQ de Gracia con el terral. Navegó al
"~,!W"."0"\ parte del tiempo· h~ze por allí Lestes y entont;es le lleva Norno­
l rueste, no quiso de'tenerse, mas siguió su camino al Leste hasta
Cf. Las Casas (1, 66): -la costa de Guinea donde se coje la manegueta•.
fj un cabo muy alto y muy hermoso y todo de piedra tajado, a
1.9
quien puso por nombre cabo del Enamorado, el cual estava al
150 Al marg.: -Este es el río que dicen de Martín Alonso, qu'está cinco leguas !
de Púerto de Plata-, yen la Historia (1, 6'6): .. Llegó al río adonde había estado diez ~ Leste de aquel puerto a quien llamó Puerto Sacro 32 millas. Y en
y seis días Martín Alonso resgatando mucho oro que allí hobo, al cual puso llegando a él descubrió otro muy más hermoso y más alto y re­
nombre Río de Gracia, puesto que- no quedó con este nombre, antes se llam6 dondo, de peña todo, así como el cabo de San Vit;einte en Portu­

,1
siempre y se llama hoy Río de Martín Alonso·. gal, y estava del Enamorado al Leste 12 millas; después que alIe­

t.
194 Cristóbal Colón. Textos y documentos Il. Diario del Primer Viaje (1493) 195

gó a emparejarse con el del Enamorado, vido, entremedias d'él y «tuob» y no entendía por «caona-, como le llaman en la primera
:'f' .-' de otro, vido que se hazía una grandíssima baía que tiene de parte de la isla, ni por «no<,;;ay., como lo nombravan en San Salva­
anchor tres leguas, yen medio d'ella está una isleta pequeñuela; el dor y en las otras islas. Al alambre o a un oro baxo llaman en la
fondo es mucho a la entrada hasta tierra. Surgió allí en doze Española «tuob,.. De la isla de Matinino 156 dixo aquel indio que
bra~as; enbió la barca en tierra por agua y por ver si avían len­ era toda poblada de mugeres sin hombres, y que en ella ay- muy
gua, pero la gente toda huyó; surgió también por ver si toda era mucho «tuob», qu'es oro o alambre, y que es más al Leste de Ca­
aquella una tierra con la Española. Y lo que dixo ser golpho sos­ ribo También dixo de la isla de Goanin 151, adonde ay mucho
pechava no fuese otra isla por sí; quedava espantado de ser tan «tuob». D'estas islas dize el Almirame que avía por muchas per­
grande la isla Española .. sonas [días avía] noticia. Dize más el Almirame, que en las islas
passadas estavan con gran temor de Carib, yen algunas le llama­
Domingo, 13 de Enero van Caníba, pero en la Española Carib; y que deve de ser
No salió d'este puerto por no hazer terral con que saliese. arriscada, pues andan por todas estas islas y comen la gente que
Quisiera salir por ir a ot,ro mejor puerto, porque aquel era algo pueden aver; dize que entendía algunas palabras, y por ellas diz
descubierto, y porque~qtJefí:l ver en qué parava la conjunción de que saca otras cosas, y que los indios que consigo traía entendían
la luna con el soC qu' esperava a 17 d' este mes, y la opposición más, puesto que fallava differen<;ia de lenguas por la gran distan­
d'ella con júpiter y CQi1ftlj1~íón con Mercurio y el sol en oppósito cia de las tierras. Mandó dar al indio de comer, y dióle peda<;os
con júpiter 151 , que es cáusa de grandes vientos. Enbió la barca a de paño verde y colorado y cuentezuelas de vidro, a qu'ellos son
tierra ;en una hermosa playa para que tomasen de los ajes para co­ muy affi<;ionados; y tornóle a enbiar a tierra y díxole que truxese
mer, y haIlar()'n ciertos hombres con arcos y flechas, con los oro si lo avía, lo cual creía por algunas cositas suyas qu'éltraía.
cuales se pararon a hablar; y les compraron dos arcos y muchas En llegando la barca a tierra, estavan detrás los árboles biendn­
flechas y rogaron a uno d'ellos que fuese a hablar al Almirante a cuenta y cinco hombres desnudos, con los cabellos muy largos,
la caravela, y vino. El cual diz que era muy disforme en el acata­ así como las mugeres los traen en Castilla; detrás de la cabe<;a
dura más que otros que oviese visto: tenía el rostro todo tiznado traían penachos de plumas de papagayos y de otras aves y cada
de carbón lSZ, puesto que en todas partes acostumbran de se teñir uno traía su arco 158. Descendi6e:;1 indio en tierra y hizo que]os I
de diversas colores; traía todos los cabellos muy largos 153 y enco" otros dexasen sus arcos y' flechas y un peda<;o de palo que es \
gidos y atados atrás, y después puestos en una redezilla de plu­ como un *** muy pesado que traen en lugar de espada; los cuales
mas de papagayos, y él así desnudo como los otros. juzgó el Al­ después se llegaron a la barca, y la gente de la barca salió a tierra
mirante que devÚl. de ser de los caribes 154 que comen los y comen<;áronles a comprar los arcos y flechas y las otras armas,
porqu'el Almirante así lo tenía ordenado. Vendidos dos arcos no
1
hombres, y que aquel golfo que ayer avía visto que hazía aparta­ 1I
miento de tierra y que seóa isla 155 por sí. Preguntóle por los 'cari­ quisieron dar más, antes se aparejaron de arremeter l59 a los cris­
!

bes y señalóle al Leste, cerca de allí; la cual diz que ayer viO dAI­ lÍanos y prendeUos. Fueron corriendo a tomar sus arcos y flechas ~~

rriiranteantes que entrase en aquella baía, y díxole el indio que donde los tenían apanados y tomaron con cuerdas en las manos
1
en ella avía mucho oro, señalándole la popa de la caravela, que para diz que atar los cristianos. Viéndolos venir corriendo a ellos,
era bién grande, y quepeda<,;;os avía tan grandes. Llamava al oro
lSi Las Casas (1, 67) nos dice que nunca hubo amazonas en esta isla. Según Mo­

151 Al marg.: .Por aquí parece que el AlmirJnte sabía algo de astrología, aun­ cison, existía una tradición de mujeres arahuacas hacia el Este, lo que quiz:í. pudo
que estos planetas parece que no están bien puestos, por falta del mal escriv:mo confirmar a Colón en esta idea. Marco Polo y Juan de Mandevilla situaban en los
que los trasladó •. confines de Asía una isla de hombres y otra de mujeres.
{
157 Al marg.: .Este goanin no era isla; según yo creo, sino el oro bajo que se­
152 Cf. Las Casas (l, 67): no es carbón, sino cierta tinta que hacen de cier­
ta fruta». Es la técnica del embijado, de una planta que llamaban bixa o bija, con gún los indios de la Española tenía. un olor, porque lo preciaban mucho, y a esté
la cual se embetunaban. llamaban guanin.. .
lSlt Al marg.: .Estos ciertos eran los que llamaban ciguayos en las sierrJS y cos­
153 Al marg.: «Estos debían ser los que llamaban ciguayos, que todos traían
los cabellos assí muy largos.,. tas del Norte de la Española, desde cuasi Puerto de Plata hasta Higuay inclusive •.
. 159 Al marg.: .La primera pelea que se hobo entre indios y crL~tianos en la isla
ISol' Al marg.: -No eran' caribes, ni los ovo en la Española jamás".
18& Puerto Rico, que llamaría. el Almirante San Juan.
Española».
(r~~~ "r~ -lit" ..., _/'._­ ""
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196 Cristóbal Colón. Textos y documentos i Il. Diario del Primer Viaje (1493) 1~\
I¡ ~,
estando Jos cristianos apercibidos, porque siempre los avisava muy mal, y que cuando vieron qu'el Almiranteavia entendido el .=;:.<t:t
d'esto el Almirante, arremetieron los cristianos a ellos, y dieron defecto de su obra y los quisiera constreñir a que la emendaran,
a un indio una gran cuchillada en las nalgas, y a otro por los huyeron. Pero no obstante Ja mucha agua que las caravelas
pechos hirieron con una saetada; (a) lo cual, visto que podían hazían, confia en Nuestro Señor que letruxo le tornará por su
ganar poco, aunque no eran los cristianos sino siete y ellos cin­ riedad y misericordia, que bien sabia su Alta Magestad cuánta
cuenta y tantos, dieron a huir que no quedó ninguno, dexando (;ontroversía tuvo primero antes que se pudiese expedir deCas­
uno aquí las flechas y otro allí los arcos. Mataran diz que los tilla, que ninguno Otro fue en su favor sino El, porque El sabía su
cristianos muchos d'ellos, si el piloto 160 que ¡va por capitán d' e­ cora<;ón y, después de Dios, Sus Altezas, y todo lo demás le avía
llos no lo estorvara. Bolviéronse luego a la caravela los cristianos sido contrario sin razón alguna. Y dize más así: eyan seído causa
f con su barca, y sabido por el Almirante, dixo que por una parte que la Corona Real de Vuestras Altezas no tenga, <:ient <:u~J:ltOS de
le avía placido y por otra no, porque ayan miedo a los cristi"i1U~) i\..ut.. lUa:s ~e: la que: Llcuedespués que yo vine a les servir, que'
porque sin duda, dize el, la gente de allí es diz que de mal hazer son' siete años agora, a veinte·días de Henero estemísmo mes 161 ,
y que creía que eran los de Cario y que comiesen los hombres, y más Jo que acrec;entado sería de aqtiíen adelante; mas aquel
y porque viniendo por allí la barca que dexó a los XXXIX hom­ poderoso Dios remediará todo». Estas son sus palabras.
bres en la fortaleza y villa de la Navidad, tengan miedo de hazer­
les algún mal; y que si no son de los caribes, al menos deven de Martes, 15 de Enero
ser fronteros y de las mismas costumbres y gente sin miedo, no Dize que se quiere partir porque ya no aprovecha· nada dete­
como los otros de las otras islas, que son cobardes y sin armas nerse, por aver passado aquellos desconciertos (deve dezir del es~
fuera de razón. Todo eS,todize el Almirante y que querría tomar cándalo de .los indios). Dize también que oy a sabido que toda la
algunosd'eUos. Diz que hazían muchas ahumadas comoacostum- " fuer<;a del oro eSlava en la comarca deta villa d~LaNavidad de
bravan en aquella isla Española. Sus Altezas, y que en la isla de Carib avía muchó alambre y en
Matínino, puesto que será dificultoso en Carib, porque aquella
Lunes, 14 de Énero ,,' gente diz que come carne humana, y que de allí se parec;ía la isla
Quisieraenbiar esta nochéa buscar las casas de aquellos in­ d'ellos, y que tenia determinado de ¡raella, pues está en el cami­
dios por tomar algunosd'ellos, creyendo que eran caribes, y ...... no, y a la de Matinino, quediz que era poblada toda de mugeres
por eLmucho Leste y Nordeste y mucha ola que hizo en la mar, sin hombres, y ver la una y la otra, y tomar diz que algunos
pero ya de día vieron mucha gente de indios en tierra, por lo d'ellos. Enbió el Almirante la barca a tierra, y el rey de aquella
cual mandó el Almiráhie-ir allá la barca con gente bien adere~ada) tierra no avía venido porque diz que la población estava lexos,
los cuales luegovinileron ",todos a la popa de la barca, y especial­ mas enbió su corona de oro como avía prometido, y vinieron
mente el indío qu' e~ día ~a[ll¿S avía venido a lacaravela y el Almi­ " otros muchos hombres con algodón y con pan y ajes, todos con
rante le avía ruejo las' cosillas de resgate. Con este diz que venía . sus arcos y flechas. Después que todo lo ovieron r~sgatado, vi­
un rey, el cual avía dado al indio dicho unas cuentas que diese a nieron diz que cuatro mancebos a la cara vela, y pareciéronle al
los de la barca en señal de seguro y de paz. Este rey, con tres de Almirante dar tan buena cuenta de todas aquellas islas que esta­
los suyos, entraron en ia barca y vinieron a la cara vela. Mandóles ,.van hazia el Leste, en el mismo camino qu'el Almirante avía de
el Almirante dar de comer vizcocho y'miel, y diole un bonete co­ llevar, que determinó de traer a Castilla consigo. Allí diz que no
lorado y cuentas y un peda~o de paño colorado y a los otros tenian hierro ni otro metal que se oviese visto, aunque en pocos
también pedac;os de paño; el cual dixo que traería mañana una días no se puede saber de una tierra mucho, así por la dificultad
carátula de oro, afirmando que allí avía mucho, y en Carib y en de la lengua, que no entendía el Almirante sino por discrec;ión,
Matinino. Después los enbió.a tierra bien contentos. Dize más el como porque ellos no saben lo qu'élpretendía en pocos días.
Almirante, que le hazían agua mucha las caravelas por la quilla, y Los arcos de aquella gente diz que eran tan grandes como los de
quéxase mucho de los calafates, que en Palos las calafetearon
161 Las Casas glosa así este pasaje (I, 72): _De manera que entró en la Corte,

164) ¡Fedro Alonso? año de 1485-. Esta es la indicación más precisa que tenemos sobre la fecha de lle­

gada de Colón a Castilla.

- 'W'll:8dff 7l1'. iUI'Ii . • _IIl''TIIIIIIII - • "M. i llIIiíl! 111!J1l1i1lii!íiIi¡¡¡m¡¡¡

198 Cristóbal Colón. Textos y documentos JI. Diario del Primer Viaje (1493) 199

Francia e Inglaterra; las flechas son proprias como las azagayas de vía hallaría la isla de Matinino, que diz que era poblada de muge­
las otras gentes que hasta allí avía visto, que son de los pimpollos res sin hombres, lo cual ei Almirante mucho quisiera por llevar
de las cañas cuando son simiente, que quedan muy derechas y de diz que a los Reyes cinco o seis d'ellas. Pero dudava que los
longura de una vara y media y de dos, y después ponen al cabo dios supiesen bien la derrota. y él no se podía detener por e! pe­
un peda<;o de palo agudo de un palmo y medio; y em;ima 9' este ligro del agua que cogían las carave!as, mas diz que era cierto que
palillo algunos le inxieren un diente de pescado, y algunos y los las avía y que cierto tiempo de! año venían los hombres a ellas de
más le. ponen allí yerva, y no tiran como en otras partes, salvó la dicha isla de Carib, que diz qu'estava d'ellas diez o doze le­
por una cierta manera que no pueden mucho offender. Allí avía guas, y si parían niño enbiávanlo a la isla de los hombres, y si ni·
muy mucho algodón y .. muy fino y luengo, y ay muchas ña, dexávanla consigo. Dize e! Almirante que aquellas dos: islas
almác;igas, y parec;íale que los arcos eran de texo, y que ay oro y no devían distar de donde avía partido XV o XX leguas, y creía
cobre; también ay mucho axí, qu'es su pimienta, d'eIla que vale que eran al Sueste, y que los indios no le supieron señalar la
más que pimienta, y toda la gente no come sin ella, que la halla derrota. Después de perder de vista e! cabo que nombró Sant
muy sana.; puédens,ecaíl";ar cincuenta cara velas cada año. en Theramo 153 de la isla Española, que le quedan al Güestediez y
aquella Españ.ola: 1)ize-- que halló mucha yerva en aquella baía de seisleguas, anduvo doze leguas al Leste cuarra del 0'ordeste. Lle·
la que halla van r;:n el go!pho cuando venía al descubrimiento, por vaya muy buen tiempo.
lo cual creía que av}:¡'islas al Leste hasta en derecho de donde las
comen<;ó a hallar,-'porque tiene por cieno que aquella yerva Jueves, 17 de Enero
nasc;e en poco fondo, junto a tierra; y dize que si así es, muy cer­ Ayer, al poner del sol, calmólé algo el viento; andaría 14 am­
ca estavan es~as Indias de las islas de Canaria, y por esta razón polletas, que tenía cada una media ora o poco menos, hasta el
creía que distavanmenosde cuatroc;ientasleguas. rendir del primer cuarto. y andaría cuatro millas por ora que son
28 millas. Después refrescÓ el viento y anduvo así todo aquel
MiércoleS, 16 de Enero cuarto, que fueron diez ampolletas, y después otras seis, hasta sa­
.Pa.rtió antes del día., tres oras, del golpho que llamó el golfo lido el sol, ocho millas por ora, y así andaría por todas ochenta y
de las Flechas 162 con viento de la tierra,. después con viento cuatro millas, que son 21 leguas; al Nordeste cuarta deJ Leste, y
Güeste llevando la proa al Leste cuarta del Nordeste, para ir diz hasta el sol puesto andaría unas cu,arerita y cuatro millas, que son
que a la isla de Carib donde estava la gente a quien todas aquellas onze leguas, al Leste. Aquí vino un alcatraz a la caravela, y des­
islas y tierras tanto miedo tenían; porque diz que con sus canoas pués otro, y vida mucha yerva de la que .está en la mar.
sin número andav:an todas aquellas mares, y diz que comían los
hombres que pueden aver. La derrota diz que le avía(n) mostra­ Viernes, 18 de Enero
do unos indios de aquellos cuatro que tomó ayer en el puerto de. Navegó con poco viento esta noche al Leste cuarta del Sueste
ías Flechas. Después de averandado asu parec;er 64 millas seña­ cuarenta millas, que son 10 leguas, y después al Sueste cuarta del
láronle los indios quedaría la dicha isla al Sueste. Quiso llevar Leste 30 millas, que son 7 leguas y media, hasta salido e! sol. Des­
aquel camino y mandó templar las velas, y después de aver anda­ pués de salido sol navegó todo el día con poco viento Lernordes­
do dos leguas, refrescó el viento muy bueno para ir a España: te y Nordeste y con Leste más y menos, puesta la proa a vezes al
Notó en la gente quecomen<;ó a entristec;erse por desviarse del Norte y a vezes a la cuarta del Nordeste y al Nornordeste; y así,
camino derecho, por la mucha agua que hazían ambas caravelas, contando lo uno y lo otro, creyó que andaría sesenta millas, que
y no tenían algún remedio salvo el de Dios. Ovo de dexar el ca­ son 15 leguas. Parec;ió poca yerva en la mar, pero dize que ayer y
mino que creía que lleva de la isla ybolvió al derecho de España, oy parec;ió la mar cuajada de atunes, y creyó el Almirante que de .
Nordeste cuarta del Leste, y anduvo así hasta el sol puesto 48 allí devían de ir a las almadravas del duque 164 de Conil y de Caliz.
millas, que son doze. leguas. Dixéronle los indios que por aquella
163 Al marg.: -Este cabo es Sant Theramo creo cierro que es el que llaman ago­
161 Al m~g.:
.Sospecho que este era el golfo de Samana, donde salen los ríos
Yuma y Tamo. ríos poderosos de:. la isla Española. HOY dexó del todo la ra el Cabo de! Engaño>.
Española...
1" Los duques de Medina Sidonia eran los Señores de Conil,y teriían la con­
cesión de las almadrabas para la pesca de atunes.
$

200 Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diario del Primer Viaje (1493) 201

Por un pescado que se llama rabiforcado que anduvo alrededor das cinco ampolletas, y tres de antes que se comen\2Sela guar­
de la caravela y después se fue la vía del Sursueste, creyó el Almi­ dia, que eran ocho.ampolletas; y .asLavriaandado setenta y dos
rante que avía por allí algunas isl-asj y al Lesueste de la isla Espa­ mUlas, que son diez ocho leguas. Después anduvo a la cuarta del
ñola dixo que quedava la isla de Carib y la de Matinino y otras Nordeste al Norte seis ampolletas, que serían otras 18 núllas. )::>es­
muchas. pués cuatro ampolletas de la segunda guarda al Nordeste, . seis
millas por ora, que son tres leguas al Nordeste. Después, hasta el
Sábado, 19 de Enero salir del sol anduvo al Lesnordeste onze ampolletas 165, seis leguas
Anduvo esta noche cincuenta y seis millas al Norte cuarta del por ora, que son siete leguas. Después al Lesnordeste hasta las
Nordeste, y 64 al Nordeste cuarta del Norte. Después del sol sali­ onze oras del día 32 millas, y así calmó el viento y no anduvo
do, navegó al Nordeste con el viento Lessueste con viento fresco, más en aquel día. Nadaron los indios. Vieron rabos de juncos y
y después a la cuarta del Norte, y andaría 84 millas, que son vein­ mucha yerva.
te y una leguas. Vidola mar cuajada de atunes pequeños; ovo al­
catrazes, rabos dé juncos y rabiforcados. Miércoles, 23 de Enero
Esta noche tuvo muchos mudamientos en los vientos; tan­
Domingo, 20 de Enero teando todo y dados los reguardos que los marineros buenos
. Calmó el viento esta noche, y a ratos ventava unos bal<;os de suelen y deven dar, dize que andaría esta noche al Nordeste cuar­
viento, y andaría por todo veinte millas al Nordeste. Después del ta del Norte 84 millas, que son 21 leguas. Esperava muchas vezes
sol salido andaría onze millas al Sueste, después al Nornordeste a la caravela Pinta, porque andava m.al de la bolina, porque se
36 millas, que son nueve leguas. 'Vido infinitos atunes pequeños. ayudavapoco de la mezanaporel m.1stelno ser bueno.· Y díze
Los aires diz que muy suaves y dul~es,comoen Sevilla por Abril que si el capitán d'ella,qu~e<s>.MartínAlonsoPín~Ón,tUvier~ tan­
O Mayo, y la mar dize, a Dios sean dadas muchas gracias, siempre to cuidado de proveerse de un. buen mástel en las Indias, donde
muy llan",.Rabiforcados y pardelas, y otras aves muchas tantos y tales avía, como fue cudi~ioso de se apartar d'él, pensan­
pare<;ieron. do de hinchír el navío de oro, él lo pusiera bueno. Pare~ieron
muchos rabos de juncos y mucha yerva; el cielo todo turbado es­
Lunes, 21- de Enero tos días, pero no avía llovido, y la mar siempre muy l1;¡na como
Ayer después del sol puesro, navegó al Norte cuarta del Nor­ en un río. A Dios sean dadas muchas gracias. Después del sol sali­
deste, con el viento Leste ,y. Nordeste; andaría 8 millas por ora do, andaría al Nordeste franco cierta parte del día 30 millas, que
hasta media noche, que. serian' cincuenta y seis millas; después son siete leguas y media, y después lo demás anduvo al Lesnor­
anduvo al Nornordeste 8 'mílias por~ ora, y. as.Lserían en toda la deste otras treinta millas. que son siete leguas y media.
noche ciento y cuatro míllas, Rue son XXVI leguas, a la cuarta del
Norte de la parte del .Nordeste. Después del sol salido navegó al Jueves, 24 de Enero
Nornordeste con el mismo viento Leste, y a vezes a la cuarta del Andaría esta noche toda, consideradas muchas mudan~as que
Nordeste, y andaría 88 millas en onze oras que tenía el día, que hizo el viento, al Nordeste 44 millas, que fueron onze leguas.
son 21 leguas, sacada una que perdió porque arribó sobre la ca­ Después de salido el sol hasta puesto andaría al Lesnordeste
ravela Pinta por hablalle. Hallava los aires más fríos y pensava diz quatorze leguas.
que hallarlos más cada día cuanto más se llegase al Norte, y tam­
bién por las noches ser más grandes por el angostura de la espe­ Viernes, 25
ra.. Pare<;ieron muchos rabos de juncos y pardelas y otras aves, Navegó esta noche al Lesnordeste un peda<;o de la noche, que
pero no tantos pe<;es, diz que por ser el agua más fría. Vido fueron treze ampolletas, nueve legua:; y media; después anduvo
mucha yerva.

Martes, 22 de Enero
165 Ohce ampolletas son cilico horas y media, que a seis leguas por hora serían
Ayer después del sol puesto navegó al Nornordeste con vien­ 33 millas, que según el cálculo habitual de Colón (4 millas por legua), darían ocho
to Leste y tomava del Sueste; andava 8 millas por ora hasta. passa­ leguas y cuarta en vez de siete.
- --'._-=- -, -. '-'1
202 Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diario de! Primer Viaje (1493) 203 11

1
al Nornordeste otras seis millas. Salido el sol todo el día, porque leguas. Salido el sol hasta la noche anduvo al Lesnordeste 13 le­
calmó él viento, andaría al Lesnordeste 28 millas, que son 7 le­ guas y media. Vieron rabo de junco y pardelas.
guas. Mataron los marineros una tonina y un grandíssimo tibu­ 1
.-!
rón, y diz que lo abían bien menester, porque no traían ya de GO­ Viernes, 1. (J Hebrero

mer sino pan y vino y ajes de las Indias. Anduvo esta noche al Lesnordeste 16 leguas y media. El día"

corrió al mismo camino 29 leguas y un cuarto. La maf. muy llana,

Sábado, 26 de Enero a Dios gracias.

Esta noche anduvo al Leste cuarta" del Sueste 56 míllas, que


son quatorze leguas. Después del sol salido, navegó a las vezes al Sábado, 2 de Hebrero

Lessueste y a las vezes al Sueste; andaría hasta las onze oras del Anduvo esta noche al Lesnordeste cuarenta millas, que son 10

"día cuarenta millas. Después hizo otro bordo, y después anduvo leguas. De día con el mismo viento a popa corrió 7 millas por

a la relinga, y hasta la noche anduvo hazia el Norte 24 millas, que ora, por manera que en onze horas anduvo 77 millas, que son 19

son seis leguas, leguas y cuarta. La mar muy llana, gracias a Dios, y los aires muy

dul¡;:es. Vieron tan cuajada la mar de yerva, que "i no la ovieran

Domingo, '2 7 de Enero vistO, temieran ser baxos. Pardelas vieron.

Ayer despu'¿:i del: sol puesto, anduvo al Nordeste y al Norte y


al Norte cuarta'del Nordeste, y andaría cinco millas por ora, yen Domingo, 3 de Hebrero I
:!
treze oras serían'65 millas, que son 16 leguas y media. Después Esta noche, yendo a popa con !a mar muy llana, a Dios gracias,
del sol salido, ..anduvo hazla el Nordeste 24 millas, que son seis le­ andaría 29 leguas. Parecióle la estrella del Norremuy alta, como
'guas hasta mediodía,y de allí hasta el sol puesto andaría tres le­
guas al Lesnordeste.
en el cabo deSanrViceinte. No pudo tom.ar el altura con el as­ :j
trolabio ni cuadrante, porquela ola no le dio lugar: El día navegó
;1
al Lesnordeste su camino, y andaría diez millas por ora, y así, en
Lunes, 28 de Enero onze oras, 27 leguas. ;":1
el

Esta noche toda navegó al Lesnordeste; andaría 36 millaS, que j


son 9 leguas. Después del sol salido; anduvo hasta el sol puesto Lunes, 4 de Hebrero ¡
al LeSnordeste 20 millas, que son cinco leguas. Los "aires halló Esta noche navegó al Leste cuarta del Nordeste; parte anduvo

...<i;
~
";
n
~
templados y dulc;es. Vido rabos de juncos y pardelas, y mucha
yerva.

Martes, 29 de Enero
12 millas por ora y parte diez, y así angáría 130 millas, que son

32 leguas y media. Tuvo el cielo muy turbado y llovioso y hizo

algún frío, por lo cual dizque cognoscíaque no avía llegado a las


I I
"-, .
q islas de los A¡;:ores. Después del sol levantado mudó el camino y 1
Navegó al Lesnordeste. y andaría en la noche" con Sur y Su­ fue al Lesre. Anduvo en todo el día 77 millas que son 19 leguas y .:
dueste 39 millas, que son" 9 leguas y media. En todo el día cuarta.
andaría' 8 leguas. Los aires muy templados, como en Abril en Cas­
tilla. La mar muy llana. Pe¡;es que llaman dorados viriieron a bor­ Martes, 5 de Hebrero
do. . Esta noche navegó al Leste; andaría toda ella 54 millas, que
sOn quatorze leguas menos media. El día corrió 10 millas por ora,
MiérCOles, 30 de Enero
y así en onze oras fueron U O millas, que son 27 leguas y media.
En toda esta noche andaría 7 leguas al Lesnordeste. De día Vieron pardelas y unos palillos, que era señal qu'estavan cerca de
corrió al Sur cuarta al Sueste treze leguas y media. Vido rabos de tierra.
juncos y mucha yerva y muchas toninas.
Miércoles, 6 de Hebrero
Jueves, 31 de Enero
Navegó esta noche al Leste; andaría onze millas por ora; en
Navegó esta noche al Norte cuarta del Nordeste treinta millas,
treze oras de la noche, andaría 143 millas que son 3 5 leguas y
y después al Nordeste treinta y cinco millas ,que, son diez y seis cuarta. Vieron muchas aves y pardelas. El día corrió 14 millas por
¡

---~~~--~~---~ ~-

204 Cristóbal Colón. Textos y documentos 11, Diario del Primer Viaje (1493) 205

ora y así anduvo aquel día 154 millas, que son 38 leguas y media, manda ~a Nafe en Africa, y pasa va a barlovento de la isla de la Ma­
de manera que fuero') entre día y noche 74 leguas poco más o dera de la parte del Norte * * * leguas; asíqu'ellos estavan más
menos. Viceinte Anes <halló) que oy por la mañana le quedava la cerca de Castilla qu'el Almirante con 150 leguas. Dize que, me­
isla de Flores al Norte, y la de la Madera al Leste. Rold.án dixo diante la gracia de Dios, desque vean tierra se sabrá quiénandava
que la isla del Fayal o la de Sant Gregorio le quedava al Nornor­ más cierto. Dize aquí también que primero anduvo 263 leguas de
deste y el Puerto Sancto al Leste. Pare¡;ió mucha yerva. la isla de Hierro:a la venida que viese la primera yerva, etc .•
Jueves, 7 de Hebrero Lunes, 11 de Hebrero
Navegó esta noche al Leste; andaría 10 millas por ora, y así, Anduvo esta noche doze millas por ora a su camino, y así en
en treze oras 130 millas, que son 32 leguas y media. El día, ocho toda ella contó 39 leguas, yen todo el día corrió 161eguasy me­
millas por ora, en onze oras 88 millas, que son 22 leguas. En esta dia. Vido muchas aves, de donde creyó estar cerca de tierra.
mañana estava el Almirante al Sur de la isla de Flores 75 leguas,
yel pilo( to >Pero Alonso yendo al Norte passava entre la Ten;era Martes, 12 de HebrerO
yia de Sancta María, y al Leste passava de barlovento de la isla Navegó al Leste seis millas por ora esta noche, y andaría hasta
de la Madera doze leguas de la parte del Norte. Vieron los mari­ el día 73 millas, que son 18 leguas y un cuarto. Aquí comen¡;ó a
neros yerva de otra manera de la passada, de la que ay mucha en tener grande mar y tormenta; y sino fuera la caravela diz que
las islas de los A¡;;ores. Después se vido de la passada. muy buena ybienadere¡;ada, temiera perderse, El día correría
onze o doze leguas, con mucho trabajo y peligro,
Viernes, 8 de Hebrero '~

Anduvo'esta noche tres millas por ora al. Leste por un rato y Miércoles, 13 de Hebrero
después caminó a la cuarta del Sueste. Anduvo toda la noche 12 Después del sol puesto hasta el día, tuvo 'gran trabajo del
leguas. Salido elsol hasta mediodía corrió 27 millas; después has­ viento y de la mar muy alta y tormenta; relampagueó hazia el
tael sol puestootias tantas, que son yeze leguas, al Sursueste. Nornordeste tresvezes; dixo, ser señal de gran tempestad 'que
avía devenir de aquella parte o de su contrario. Anduvo a árbOl
Sábado, 9de Hebrero seco 10 más de la noche, después dio una poca de vela)' andaría
Un rato d'esta noche andarían tres leguas al Sursueste, y des­ 52 [y dos] millas, que son treze leguas. En este día blandeó un
pués al Sur cuarta del Sueste, después al Nordeste hasta las diez poco el vien'to, pero luego crec;ió y la mar se hizo terrible, y ctu­
oras del día otras cinco leguas, y déspu-es hasta la noche anduvo zavan las olas que atormentavan los navíos, Andaría 55 millas,
9 leguas al Leste. .',. que son treze leguas y media.
. ~ -},_ ..... ~ .. '

Domingo, 10 de Hebrero , Jueves, 14 de Hebrero


Después del sol puesto, ~ navegó ~ al Leste toda la noche 130 Esta noche creció el viento y las olas eran espantables, contra­
millas, que son 32 leguas y media. El sol salido hasta la noche an­ ria; una de otra, que cruzavan y embara¡;aban el. navío que no
duvo 9 millas por ora, y así anduvo en onze oras 99 millas, que podía passar adelante ni salir de entre medias d'elas y quebravan
son 24 leguas y media y una cuarta. En 1::1 caravela del Almirante en él; llevava el papahigo muy paxo, para que solamente lo sa­
carteavan <y) echavan punto Viceinte Yanes y los dos pilotos case algo de las ondas; andaría así tres oras y correría 20',millas.
Sancho Ruíz y Pero Alonso Niño y Rondán, y todos ellos passa­ Cre¡;ía mucho la mar y el viento, y viendo el peligro grande,
van mucho adelante de las islas de las A¡;ores al Leste por sus car­ comen¡;ó.a correr a popa donde el viento le llevase, porque no
tas; y navegando al Norte ninguno tomara la isla de Sancta María, avía otro remedio. Enton¡;es comen¡;óa correr también la carave­
qu'es la postrera de todas las de los A¡;ores, antes serían delante la Pinta en que iva Martín Alonso, y desapare¡;ió 166 ,aunque toda ",""",

con cil'lco leguas, e fueran en la comarca de la isla de la Madera o la noche hizo faroles el Almirante y el otro le respondía, hasta
en el Puerto Sancto. Pero el Almirante se hallava muy desviado
de su camino, hallándose mucho más atrás qu'ellos porque esta
noche le quedavan la isla de Flores al Norte, y al Leste iva en de­ 166 Martín Alonso fue llevado por la tormenta al puerto de Bayona {Galícia),
1--~'"

!
!
206 Cristóbal Colón. Textos y documentos !l. Diario del Primer Viaje (1493) 207 ,
• j

que parez que no pudo más por la fuer~a de la tormenta y por­ Escrive aquí el Almirante la causas que le poní4I1 temor de
que se hallava muy fuera del camino del Almirante. Anduvo el Al­ que allí Nuestro Señor no quisiese que perec;iese y otras que le
mirante esta noche al Nordeste cuarta del Leste 54 millas, Que davan esperan<;a de que Dios lo avía de llevar en salvamento para
son 13 leguas. Salido el sol, fue mayor el viento y la mar cruzan­ que tales nuevas como llevava a los Reyes no parec;iesen.
do más terrible; llevava el papahigo solo y baxo, paraqu'el navío Parec;íale qu'el deseo grande que tenía de llevar estas nuevas tan
saliese de entre las ondas que cruza van, porque no fo hundiesen. grandes y mostrar que avia salido verdadero en lo que avía dicho
Andava el camino del Lesnordeste y después a la cuarta hasta el y proferídose a descubrir, le ponía grandíssimo miedo de no lo
Nordeste; andaría seis oras así, en ellas 7 leguas y media. El orde­ conseguir, y que cada mosquito diz que le podía perturbar e im­
nó que" se echase un romero que fuese a Sancta María de Guada­ pedir. Atribúyelo esto a su poca fe y desfaUec;imiento de
lupe y llevase un C;irio de cinco libras de c;era y que hiziesenvoto confianc;a de la Providencia divina. Confortávale, por otra parte,
todos que al que c;lyesse la suerte cumpliese la romería,para lo las mercedes que Dios le avía hecho en dalle tanta victoria, des­
cual man¡jó traer tantos garvanc;os cuantas personas en el navío cubriendo 10 que descubierto avía· y complídole Dios todos sus
venían .;.:: señalar '.1no con un cuchillo, haziendo una cruz, y me­ deseos, aviendo passado en Castilla en sus despachos muchas ad­
tellos. enuh !Jonete bien rebue1tos. El primero que metió la mano versidades y contrariedades; Y que como antes oviese puesto su ~ .
fin y enderec;ado todo su nego~io a Dios y le avía oído y dado to­ "
fue el' Alml\arúe y sacó el garvanc;o de la cruz; y así cayó sobre él
la suerte..)4.desde luego se tuvo por romero y deudor de ir a do lo que le avía pedido, devía creer que le daría complimemo
complir el voto 167 • Echóse otra vez la suerte para enbíar romero a de 10 comen~ado y le llevaría en salvamento; mayormente que,
Santa María de Loreto, que está en la marca de Ancona, tierra del pues le avía librado a la ida, cuando tenía'mayor razón de temer
de los trabajos que (tenía) con los marineros y gente que Ilevava, l
Papa, qu'es casa donde Nuestra Señora a hecho y haze muchos y
grandes milagros, y cayó la suerte a un marinero del Puerto de los cuales todos a una bozestavan determinados de se bol ver y 1
Sanct2 M,aría que se llama va Pedro de Vílla, y el Almirante le pro-' alc;áronse contra él, haziendo protestac;iones, y el Eterno Dios le
metió de le dar dineros para las costas. Otro romero acordó que dio esfuerc;o y valor contra todos, y otras cosas de mucha mara­
se enbiase a que velase una noche en Sancta Clara de Moguer y villa que Dios avía mostrado en él y por él en aquel viaje; allende
hiziese dezir una missa, para lo cual se tornaron a echar los aquellas que Sus Altezas sabían de las personas' de su casa. Así
garvanc;os con el de la cruz, y cayó la suerte al mismo Almirante. que dize que no deviera temer la dicha tormenta; mas su flaqueza
. Después d'esto el Almirante y toda la gente hizieron voto de, en y congoxa, dize él, «no me dexava asensar la anima". Dize más,
llegando a la primera tierra, ir todos en camissa en proc;essión a que también le dava gran pena dos hijos que tenía en Córdoba al
hazer orac;ión en una· iglesia que fuese de la invocación de estudio, que los dexava güérfanos de padre y madre en tierra
Nuestra Señora. Allende los votos generales o comunes, cada uno estraña, y los Reyes no sabían los servicios que les avía en aquel
hazíaen espec;ial su voto, porque ninguno pensava escapar, te­ viaje hecho y las nuevas tan prósperas que les lleva va para que se
niéndOse todos por perdidos, según la terrible tormenta que moviesen a los remediar. Por estO y porque supiesen Sus Altezas
pade<;ían. Ayudava a acrecentar el peligro que venía el navío con cómo Nuestro Señor le avía dado victoria de todo lo que deseava
falta de lastre,. por averse alivianado la carga, siendo ya comidos de las Indias y suppiese(n) que ninguna tormenta avía en aquellas
los bastimento y el agua y vino bevido, lo cual, por cudic;ia del partes, lo cual dize que se puede cognosc;er por la yerva y árbo­
próspero tiempo que entre las islas tuvieron, no proveyo al Almi­ les qu'están nac;idos y crecidos hasta dentro en la mar, y porque,
rante, teniendo propósito de lo mandar lastrar. en la isla. de las si se perdiese con aquella tormenta, los Reyes oviesen noti(ia de
mugeres, adonde lleva(va) propósito de ir. El remedio que para su viaje, tomó un pargamino 168 y escrivióen él todo lo que pudo
esta ne~essidad tuvo fue, cuando hazerlo pudieron, henchir las
pipas que tenían, vazías de agua y vino, de agua de la mar, y con lSS Hernando Colón (cap. XXXVII) dice en primera persona: -Este escrito, ce­

esto en ella se remediaron. rrado y sellado, dirigí con sobrescrito a Vuestras Altezas y con el porte o promesa
de mil ducados a quien se lo presentase cerrado, para evitar que si se lo hallaban
extranjeros no se valiesen del aviso, que incluía, contra la verdad del porte ... hice
otro envoltorio semejante y lo puse en lo alto de la popa, porque si se sumergía
lU Quizá por este motivo le puso el nombre de Guadalupe a una isla descu­
el navío quedase el barril sobre las ondas, a arbitrio de la fortuna,.. Esta carta,
bierta en el segundo viaje. nunca encontrada, debía de ser muy similar a la escrita a Santangel, que
~~----~ .... ====-=;¡;¡¡--;;;;========
..=""..
'~,._-~.""""-~- """"'-~~~~~~~~-,~,~""~~-==='=~~~=

208 Cristóbal ~ Colón. Textos l' documentos n. Diario del Primer Viaje (1493) 209

de todo 10 que avía haHado~rogando mucho a quien lo hallase dormir yquedava muy tollido de las piernas por estar siempre
que lo llevase a los Reyes. Este pargamíno enbolvió en un paño desabrigado al frío y al agua y por el poco comer. El sol salido
encerado, atado muy bien, y mandó traer un gran barril de'made­ navegó al Sursudueste y a la noche lIégóa la isla, y por la gran
ra, y púsolo en él sin que ninguna persona supiese qué era, sino <;errazón no pudo cognosc;er qué isla era.
que pensaron todos que era alguna devoción; y así lo mandó
echar en la mar. Después, con los aguaceros y turbionadas, se Lunes, 18 de Hebrero
mudó el viento al Güeste y andaría así a popa sólo con el triquete Después, ayer, del sol puesto, anduvo rodeando la isla para
cinco oras con la mar muy desconcertada, y andaría dos leguas y ver dónde avía de surgir y romar lengua. Surgió con una ancla
media al Nordeste. Avía quitado el papahigo de la vela mayor, que luego perdió. Tornó a dar la vela y barloventeó toda la
por miedo que alguna onda de la mar no se lo llevase del todo. noche. Después del sol salido, lIegó otra vez de la parte de Norte
de la isla, y donde le pare<;ió surgió con unanc1a; y enbió la bar­
Viernes, 15 deBebrero ca en tierra y ovieronhabla con la gente de la isla, y supieron có­
Ayer, después del sol puesto,comen<;ó a mostrarse claro el mo era la isla de Sancta María, una de las de los A<;ores, y.enseñá­
cielo de lavanda del Güeste, y mostrava que quería de hazia allí ronles el puerto donde avían de poner lacaravéla; y dixo la gente
ventar; dio la boneta a la vela mayor; todavía la mar era altís~ima, de la isla que jamás avían visto tanta tormenta como la que avía
aunque iva algo baxándose. Anduvo al Lesnordeste cu:.uro millas hecho los quinze días passados, y que se maravillavan cómo avían
por ora, y en treze oras de noche fueron treze leguas. Después escapado; los cuales diz que dieron muchas' gracias a Dios e hj­
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del sol salido, vieron tierra; parecíales por proa al Lesnordeste; zieron muchas alegrías por las nuevas que s'abían deaver el Al­
,I
algunos dezían que era la isla de la Madera. otros que era la roca mirante descubierto las Indias. Dize el Almirante que aquella su
de Sintra en Ponugal, ~ junto a Lisboa. Saltó luego el viento por navegación avía sido muy cierta y que avía caneado bíen,que
proa Lesnordeste, y la mar venía muy alta del Güeste; avrfa de la fuesen dadas. muchas gracias .aNuestro Señor, aunque sehazÍa al­
caravela a la tierra 5 leguas. El Almirante, por su navega<;ión, se go delantero, pero terna por cierto qu'estava en la comarca de las
hallava estar con las islas de los A<;ores, y creía que aquella era islas de los A<;ores y que aquella era una d'ellas. Y diz que fingió
una d'ellas. Los pilotos y marineros se 'haIlavan ya en tierra de aver andado más camínopor desatinar a los pilotos y marineros
Castílla. que carteavan, por quedar él señor de aquella derrota de las" In­
dias, como de hecho queda, porque ninguno de todos ellos traía
Sábado, 16 de Hebrero . su camino cierto, por lo cual ninguno puede estar. seguro de su
Toda esta noche anduvo dando bordoscür-- encavalgar la , derrota para las Indias.
tierra que ya se cognoscía ser isla; a vezes i:va 'áTNordeste, otras
al Nornordeste, hasta que salió el sol, quetofí:ú la bue:'ta del Sur Martes, 19 de Hebrero
por llegar a la ísla que ya no vían por la gra,n á:rrazón, y vido por Después del sol puesto, vinieron a la ribera tr~s hombres de
popa otra isla que distaría 8 leguas. Después del sol salido hasta la isla y llamaron; enbióles la barca, en la cual vinieron y truxe­
la noche, anduvo dando bueltas por llegarse a la tierra con el ron gallinas y pan fresco; y era día de Carnestolendas 169, Y truxe­
mucho viento y mar que llevava. Y al dezir de ia Salve, qu'es a ron otras cosas que le enbiava el capitán de la isla, que se llamava
boca de noche, algunos vieron lumbre de sotavento y pare<;ía Juan de Castañeda, diziéndole que lo cognoscía muy bien y que
que devía ser la isla que vieron ayer primero, y toda la noche an­ por ser noche no verna a vello, pero que, en amaneciendo,
duvo barloventeando y allegándose lo más que podía, para ver si verma y traería más refresco, y traería consigo tres hombres que
al salir del sol vía alguna de las islas. Esta noche reposó el Almi­ allá quedavan de la caravela, y que no los enbiava por el gran
rante algo, porque desde el miércoles no avía dormido ni podido plazer que con ellos terna oyendo las cosas de su viaje. El Almi­
rante mandó hazer mucha honra a los mensajeros y mandóles dar
cama~ en que durmiesen aquella noche, porque era tarde y esta-
camos a continuación, que tiene como primera fecha el 15 de febrero. También
pudiera ser que esta segunda cana que colocó en lo alto del navío, con añadidos,
fuera la enviada a SantangeJ y que por eso aparece con dos fechas: 15 de febrero
y 14 de marzo. m Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma.
210 Cristóbal Colón. Textos y documentos
Il. Diario del Primer Viaje (1493) 211

va la poblac;iónlexos. Y porqu'el jueves passado, cuando se vido


en la angustia de la tOrmenta, hizieron el voto y votos susodichos los navíos que topase de Portugal, y que, dado que no le quisiese
y el de que en la primera tierra donde oviese casa de Nuestra Se­ darle su gente, no por esto dexaría de ir a Castilla, pues tenía har­
ñora saliesen en camisa, etc., acordó que la mitad de la gente ta gente para navegar hasta Sevilla, y serían él y su gente bien
fue(se) a complillo a una casita que estava junto con la mar como castigados, haziéndole aquel agravio. Entonc;es respondió el capi­
hermita, y él iría después con la otra mitad. Viendo que era tierra tán y los demás no cognoscer acá Rey e Reina de Castilla, ni sus
segura y confiando en las ofertas del capitán y en la paz que tenía cartas; ni le avían miedo, antes les darían a saber qué era Portu­
Portogal con Castilla, rogó a los tres hombres que se fuesen a la gal, cuasi amenazando. Lo cúal oído, el Almirante ovo mucho
poblac;ión y hiziesen . venir un clérigo para que les dixese una sentimiento y diz que pensó si avía passaéto algún desconcierto
missa. Los cuales idos en camisa, en complimento de su romería, entre un reino y otro después de su partida, y no se pudo t;;ufrir
y estando en sU oración, saltó contra ellos tOdo el pueblo a ca­ que no les respondiese lo que era razón. Después tornóse diz que
vallo ya pie con el capitán y prendiéronlos a tOdos 170. Después, a levantar aquel capitán desde lexos y dixo al Almirante que se j

estandb el Almirante sin sospecha esperando la barca para salir él fuese con la caravela al puerro, y que todo lo que él hazía y avía
... - a-ccomplir su romería con la otra gente hasta las onzedel día, hecho, el Rey su Señor se lo.avía enbiado a mandar; de lo cual el
Almirante tomó testigos los que en la caravela estavan, y tornó el
~ ..
viendo que no venían, sospechó que los. detenían o que la barca
.: se;ayíaquebrado, porque tOda la isla esta cercada de peñas muy Almirante a llamar al capitán y a todos ellos y les dio su fe y pro­
"aitas. Esto no podía ver el Almirante porque la hermita estava metió, como quien era, de no descender ni salir de la caravela
detrás de una· punta. Levantó el ancla y dio la vela hasta en de­ hasta que llevase un ciento de portogueses a Castilla y4espoblar to­
recho de la.hermita y vida muchos de cavallo que se apearon y da aquella isla. Y así se bolvióa surgir en el puerto donde estava
entraron en; la barca con armas,. y vinieron a la caravela: para primero, porqu'el tiempo y viento era muy malo para hazerotra
prender al Almirante; Levantóse el capitán en la barca Y pidió se­
cosa.
guro al Almirante. Dixo que se lo dava, pero ¿qué innovac;ión era

Miércoles, 20 de Hebrero
aquella que no vía ninguno de su gente en la barca? Y añidíó el
~ -';.
Almirante. que viniese y entrase en la caravela, qu' él haría todo lo Mandó aderec;ar el navío y hin~hir las pipas de agua de la mar ,.
qu'él quisiese. Y pretendía el Almirante con buenas palabras trae­ por lastre, porque estava en mUy mal puerto y temió que se le
Uo por prendello para recuperar su gente, no creyendo que viola­ cortasen las amarras; y así fue, por lo cual dio la vela hazia la isla
t'
va la fe dándole seguro, pues él, aviéndole ofrec;ido paz y seguri­ de Sant Miguel, aunque en ninguna de las de los Ac;ores ay buen
dad, lo avía quebrantado. El capitán como diz. que traía mal pro­ puerto para el tiempo que enton<;es hazía, y no tenía otro reme­ ,¡

~ j- pósito, no se fió a entrar: visto que no se llegava a la éaravela, ro­ dio sino huir a la mar.
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góle que le dixese la causa porque detenía su gente, y que d' ello
Jueves, 21 de Hebrero
pesaría alRey de Ponogal, y que en tierra de los Reyes de Castma
1;
ie~ibfan los portogueses mucha honra y estavan seguros como en
PartiÓ ayer de aquella isla de Sancta María para la ish1 de Sant
Lisboa, y que los Reyes (le) avían dado carta de r~comendat;;ión Miguel, para ver si hallara puerto para poder <;,ufrir tan mal tiem­
PO como hazía, con mucho viento y mucha mar, y anduvo hasta
para todos los prín~ipes y señores y hombres del mundo, las
cuales le mostraría si se quisiese llegar, y qu'él era su Almirante la noche sin poder ver tierra una ni otra por la gran cerrazón y
del mar O~éano y Visorey de las Indias, que agora eran de Sus escurana que el viento y la mar causavan. El Almirante dize
Altezas, de lo cual mostrarla las provisiones firmadas de sus fir­ qu'estava con poco plazer, porque no tenía sino tres marineros
maS y selladas con sus sellos, las cuales le enseñó de Iexos,. y que solos que supiesen de la mar,porque los que más allí estavan no
los Reyes estavan en mucho amor y amistad con el Rey de Porto­ sabían de la mar nada. Estuvo a la corda toda esta .noche con
muy mucha tormenta y grande peligro y trabajo, y en lo que
gal y le avíanínandado que hiziese toda la honra que: pudiese a
Nuestro Señor le hizo merced fue que la mar o las ondas d'ella
venían de sola una parte, porque si cruzaran como las passadas,
170 Este cambio de actitud en el capitán Castañeda se emiende ame. el temOr
i muy mayor mal padec;iera. Después del sol salido, visto que no
por parte de los portugueses de que se tratase de una expedición castellana alas vía la isla ds: Sant Miguel, acordó tornarse a. la Sancta María por
costas africanas .. Una vez comprobados los hechos los dejaríanmarchar~
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ver si podía cobrar su gente y la barca y las amarras y anclas que
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¡ 212
Cristóbal Colón. Textos y documentos ·51 n...Diario del Primer Viaíe (1493) 213
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allá dexava. Dize queestava maravillado de tan mal tiempo como la primera guarda de noche, comenc;ó a ventar Güeste y ·Sudues­
avía en aquellas islas y partes, porque en las Indias navegó todo te. Mandó levantar las velas por el gran peligro que en aquellas
1 aquel invierno sin surgir, e avía siempre buenos tiempos, y que islas'ayen esperar el viemo Sur sobre el anda, yertventando Su­
una sola ora no vida la mar que no se pudiese bien navegar, yen dueste luego vienta Sur. Y visto que era buen tiempo 'parair a
aquellas islas avía padec;ido tan grave tormenta, y lo mismo le Castilla, dexó de tomar leña y piedra y hizo que governasen al
acaec;ió a la ida hasta las islas de Canaria; pero, passado o'ellas Leste; y andaría hasta el sol salido, queavnaseis oras y media, 7
siempre halló los aires y la mar con gran templanc;a. Concluyen­ millas por ora, que son 45 millas y media. Después d<11501 salido

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do, dize el Almirante que .bien dixero.n los sacros theólogos y los hasta el ponerse ,anduvo 6 millas porOIa, que en onze oras
sabios philósophos que el Paraíso Terrenal esta en el fin de fueron 66 millas, y cuarenta y cinco y media de la noche fueron
Oriente, porque es lugar temperadíssimo. Así que aquellas tierras 111 y media, y por consiguiente 28 leguas.
que agora él avía descubierto, es -dize él- el fin del Oriente.
Lunes, 25 de Hebrer:o
Viernes, 22 de Hebrero Ayer después del sol puesto navegó al Leste su caminO cinco
Ayer surgió enla isla de Santa María en el lugar O puerto don­ millas por ora¡ en treze oras d'esta noche andaría 65 millas, que
de primero avía surgido, .y luego vino un hombrea capear desde son 16 leguas y cuarta. Después del solsaHdo, hasta ponerse, an­
unas peñas que allí estavan fronteras, diziendo que no se fuesen duvo otras diez y seis leguas y media, con la mar llana, gracias a
de allí. Luego vino la barca con cinco marineros y dos clérigos y Dios. Vino a la caravela un ave muy grande que parecía águila.
un escrivano; pidieron seguro, y dado por el Almirante, subieron
a la carave1a; y porq.ue era noche durmieron allí y el Almirante Martes, 26 de H e b r e r o "
les hizo la honra que pudo. A la mañana le requirieron que les Ayer después del sol puesto navegóasu camino al Leste, la
mostrasse poder de los Reyes de Castilla para que a enos les mar Hana, a Dios gracias; lo más de noche· andaría .8 millas por
constase cómo con poder d'ellos avía hecho aquel viaje. Sintió el ora; anduvo 100 millas,' que son 25 leguas. Después del sol sali­
Almirante que 'aquello hazian por mostrar color que no avían en do, con poco viento, después tuvo aguac;eros; .anduvo obra de
lo hecho errado, sino que tuvieron tazón, porque no avían podi­ ocho leguas al Lesnordeste.
do aver la persona del Almirante, la cual devieran de pretender
coger a las manos, y con temor de lo qu'el Almirante les avía Miércoles, 27 de Hebrero
dicho y amenazado; lo cual tenía propósito de hazer; y creyó que Esta noche y día anduvo fuera de camino por los vientos
saliera con ello. Finalmente, por aver la gente q':le,Ie'ú~i:lÍan,
",;4 ... ,.
ayo contrarios y grandes olas y mar, y hallávase ciento y veinte y cin­
de mostralles la carta general de los Reyes 'p;u;a toc!os los co leguas del Cabo de San Viceinte, y ochenta de la isla de la Ma­
prínCipes y señores de encomienda y otrasptovisiches; y tlioles dera y ciento y seis de la Santa María. Éstava muy penado con
de lo que tenía y fuéronse a tierra contentos, y lqego ei~xaron too. tanta tormenta agora qu'estava a la puerta de casa.
,da la gente con la barca, de los cuales supo que, si tomaran al Al­
mirante nunca lo dexaran libre, porque dixo el éapítán que el Jueves, 28 de Hebrero
Rey, su señor, se lo avía así mandado. Anduvo de la mesma manera esta nocl)e con diversos, vientos
al Sur y al Sueste y a una parte y a otra, y al Nordeste y al Les­
Sábado, 23 de Hebrero nordeste, y d'esta manera tOdo este día.
Ayer comenc;ó a querer abonancar el tiempo. Levantó las
anclas y fue a rodear la isla para buscar algún buen surgidero pa­ Viernes, 1. o de Mart;o
ra tomar leña y piedra para lastre, y no pudo tomar surgidero Anduvo esta noche al Leste cuarta del Nordeste doze leguas;
hasta oras de completas. el día corrió al Leste cuarta del Nordeste 23 leguas y media.
Domingo, 24 de Hebr:ero Sábado, 2 de Mar,o
Surgió ayer en la tarde para tomar leña y piedra, y porque la Anduvo esta noche a su camino al Leste cuarta del Nordeste
mar era muy alta no pudo la barca llegar en tierra; y al rendir de 28 leguas, yel día corrió 20 leguas.
I
214 Cristóbal Col6n. Textos y doctimentos n. Diario del Primer Viaje (1493) 215

Domingo, 3 de Marr;o
Después del sol puesto navegó a su camino al Leste. Vinole
una turbiada que le. rompió todaS las velas, yvídose en gran pe­
I Martes, 5 de Marr;o
Oy después qu'el patrón de la nao grande del Reyde Porto­
gal, la cual estava también surta en &astelo y la más bien artillada
ligro_ Echó suertes para enbiar un peregrino diz que a Santa de artillería y armas que diz que nunca nao se vido, vino el
María de la Cinta en Güelba, que fuese en camisa, y cayó la suer­ patrón d'ella, que sellamava Bartolomé Díaz de Lisboa, con el
te al Almirante. Hizieron todos también voto de ayunar el primer batel armado a la caravela, y dixo al Almirante que entrase en el
sábado que llegasen, a pan yagua. Andaría sesenta m111as antes batel para ir a dar cuenta a los hazedores del Rey e al capitán de
que se le rompiesen las velas; después anduvieron a arbol seco, la dicha nao. Respondió el Almirante qu'él era Alnúrante de los
por la gran tempestad del viento y la mar que de dos partes los Reyes de Castilla y que no clava él tales cuentas a tales personas,
comía. Vieron señales de estar cerca de tierra. Hallávanse todo ni saldría de las naos ni navíos donde estuviese si no fuesse por
~erca de Lisboa. fuer<;a de no poder <;ufrir las armas. Repondió'e1 patrón. que en­
,. biase al maestre de la caravela .. Dixo el Almirante que ni al maes­
rr:e: r¡.i a otra persona, si no fuesse por fuer<;a, porque en tanto
- • tenia el dar persona que fuese como ir él, y qu'esta era la cos­
Lunes, 4 de Marfo •.... "lumbre de los Almirantes de los Reyes de Castilla, de antes morir
Anoche padecieron terrible tormenta, que se pensaron perder ..... _ ,.qu'e ·se dar ni dar gente suya. El patrón se moderó y dixo que,
de las mares de dos partes que venían y los viemos, que· pare<;ía -- -. ~pi.les estava en aquella determinación, que fuese como él
que 1evantavan la cara vela en los aires,. yagua del cielo y relám­ quisiese, pero que le rogava que Ié mandase mostrar las cartas de
pagos. de muchas partes; plugo a Nuestro Señor de lo sostener,. y los Reyes de Castilla, si las tenía. El Almirartte p!ugo de mostrar­
anduvo así hasta la primera guardia, que Nuestro Señor le mostró selas,y luego se bolvió a la nao Y hizo relación al capitán/que se
tierra viéndola los marineros. Y enton¡,;esporno negar a ella has­ lIamava Alvaro Damán, el cual con mucha orden, con atabales y
ta.cognoscel1a, por ver si hallava algún: puerto o lugar donde se trompetas y añafiles, haziendogran fiesta vino. a la caravela, y
salvar, dio el papahigo por no tener otro remedio y andar algo, habló con el Almirante y le ofreció de hazer todo lo qu' él manda­
aunque con gran peligro, haziéndose a la mar; y así los guardó se.
Dios hasta el día, que diz que fue con infinito trabajo y espanto.
Venido el día. cognosció la tierra, que era la Roca de Sintra qu'es Miércoles, 6 de Mar<¡o
junto con el río de Lisboa, adonde determinó entrar, porque no Sabido cómo el Almirante venía de las Indias, oy vino tanta
podia hazer otra cosa; tan terrible era la tormenta que hazía en la gente a verlo y a ver los indios de la ciudad de Lisboa que era co­
villa de Casca(es) que es a la entrada del río. Los del pueblo diz sa de admira~ión, y las maravillas que todos hazian dando gracias
que estuvieron toda aquella mañana haziendo plegarias por ellos, a Nuestro Señor y diziendo que, por la gran fe que los Reyes de
y después qu'esl:Uvo dentro, venía la gente a verlos, por mara­ Castilla tenían y deseo de servir a Dios, qUe Su Alta Majestad los
villa de cómo avían escapado; y así, a ora de ten;ia, vino a passar .j clava todo esto.
a Rastelo dentro del río de Lisboa, donde supo de la gente'de la
mar que jamás hizo invierno de tantas tormentas y que se avían ¡ Jueves, 7 de Marr;o
perdido 25 naos en Flandes y otras estavan allí que avía cuatro Oy vino infinitíssima gente a la caravela y muchos cavalleros,
meses que no avian podido salir. Luego escrivió el Almirante al y entr'ellos los hazedores del Rey, y todos clavan infinitíssimas
Rey dePortogai, qu'est<1.va nueve leguas de allí, de cómo los Re­ gracias a Nuestro Señor por tanto bien y acre~entamiento de la
yesqe Castilla le'-vía(n> mandado que no dexase de entrar en los Cristiandad que' Nuestro Señor avía dado a los Reyes de Castilla,
puertos de Su Alteza a pedir lo que."oviese menester por sus dine­ el cual diz que apropiavan porque Sus Altezas se trabajavan y
ros, y qu'el Rey le mandase dar lugar para ir con la caravela a la
ciudad de Lisboa, porque algunos ruines, pensando que traía
I! exercítava(n) en el acre~entamiento de la religión de Cristo.

mucho oro, estando en puerto aespoblado, se pusiesen a come­


ter alguna ruindad, y también porque supiese que no venia de
I Viernes, 8 de Marr;o
Oy re~ibió'el Almirante carta del Rey de Portogai con Don
Guinea. sino de las. Indias. Martín de Noroña, por la cual1e rogava que se llegase adonde él
r
¡
¡.

216
Cristóbal Colón. Textos y documentos 11. Diario del ·Primer. Viaje (1493) 217

estava, pues el tiempo no era para panir con la caravela; y así Jo después.de comer, y enbió con él a DonMartín de Noroña, y to­
hizo, por quitar sospecha, puesto que no quisiera ir, y fue a dor­ dos aquellos cavalleros le vinieron a acompañar y hazerhonra
mira Sacamben. Mandó el Rey a sus hazedores que todo lo que buen rato. Después vino a un monasterio-,:de Sant Antonio, qu'es
oviese el Almirante menester y su gente y la caravela se lo diese sobre un lugar que se llama ViIlafranca, donde estava la Reina, y
sin dineros y se hiziese todo como el Almirante quisiese. fuele a hazer reverencia y besarle las manos, porque le avía en­
Sábado, 9 de Man;o
biado a dezirque no se fuese hasta que le viese, con la cual esta­
va el Duque y el Marqués 173, donde rescibió el Almirante mucha
Oy panió de Sacanben para ir adonde e! Rey estava, que era honra. Partióse d'ella e! Almirante de noche y fue a dormir a
e! Valle del Paraíso 1'l1, nueve leguas de Lisboa; porque llovió no (A)llandra.
pudo llegar hasta la noche; el Rey le mandó rest;ebir a los
prin~ipales de su casa muy honradamente, y e! Rey le rescibió Martes, 12 de Marfo
con mucha honra, y le hizo mucho favor y mandó sentar y habló Oy, estando para partir de Allandra para la carave!a, llegó un
muy bien, ofreciéndole que1e mandaría hazer todo lo que a Jos escudero del Rey que le ofret;ió de su parte que, si quisiese ir :l
Reyes de Castilla y a su servicio compliese complidamenre y más Castilla por tierra, que aquel fuese con é! para lo :;¡f'0sent~r y
que por cosa suya y mostró aver mucho plazer del viaje aver aví­ mandar dar bestias y todo lo que oviese menest.er. Cuando e! Al­
do buen término y se aver hecho; mas que entendía que en la mirante d'él se partió, le mandó dar una mulay otra a su piloto,
capitula~ión que avía entre los Reyes yél que aquelJa conquista que llevava consigo, y diz que al piloto mandó hazer merced de
le pertenet;ía m. A lo cual respondió el Almirante que no avía vis­ veinte espadines, segund supo el Almirante. Todo dizque se
to la capitula~ión ni sabía otra cosa, sino que los Reyes le avían dezía que lo hazía porque los Reyes lo sl.lpiesen. Llegó a la cara·
mandado que no fuese a la Mina ni en toda Guinea, y que así se

l
i~ avía mandado apregonar ,en todos los. puertos del Añdaluzía antes
vela en la noche. .
, que para el viaje partiese. El Rey grat;iosamente respondió que Miércoles, 13 de Marfo
tenía él por cierto que no avría en esto menester tert;eros. Díó1e Oy a las ocho oras, con la marea de ingente y el viento Nor­
I por güesped al prior de! Clato, que era la más print;ipal persona
que allí eSlava, del cual e! Almirante rest;ibió muy muchas honras
norueste, lebantó las anclas Y dio la vela para ir a Sevilla.

r y favores.
Jueves, 14 de Mart;o
Ayer, después del sol puesto, siguió su camino al Sur y antes
Domingo, 10 de Marfo ... 'o de! sol salido se halló sobre el cabo de San ~iceinte, que es en
Oy, después de missa, le tornó adezir el Rey, si avía menester', '", Portugal. Después navegó al Leste para ir a Salrés, y anduvo todo
¡ algo que luego se lo daría, y departió mucho con e! Almirante' .. 'el día con poco viento hasta agora, qu'está sobre Faro.
i· sobre su viaje, y siempre le mandava estar sentado y haz~r
mucha honra, Viernes, 15 de Marfo
Ayer, después del sol puesto, navegó a su camino hasta e! día
Lunes, 11 de Marfo
con poco viento, y al salir del sol se halló sobre Saltés, ya ora de
Oy se despidió del Rey, e le dixo algunas cosas que dixese de mediodía, con la marea de montante, entró por la barra de Saltés
su parte a los Reyes, mostrándole siempre mucho amor.Partióse hasta dentro del puerto de donde avía partido a tres de Agosto
171 A causa de una epidemia de peste en Lisboa, el Rey estaba en el convento
del año passado. Y así díze él que acabava agora esta escriptura,
de Santa María das Virtudes, en el Valle del Paraíso. salvo qu'estava de propósito de ir a Bar~elona por la mar, en la
172 Por el tratado de Alcá<;ovas-Toledo (1479) y la Bula Aeterni cual ciudad le davan nuevas que Sus Altezas estavan, y esto para
los límites de las conquistas portuguesas y españolas habían quedado les hazer relación de todo su viaje que Nuestro Señor le avía de­
tadas. Era lógica la suspicacia del Rey portugués. El cronista portugués Rui de Pi­
na, relata una proposición de algunos cortesanos al Rey don Juan en la que indi­
can la posibilidad de matar a Colón y así poder aprovechar los descubrimientos. 173 El duque erJ don Manuel, duque de Béjar, hermano de la Reim, que sería
También Las Casas (1, 74) relata los remordimientos de don Juan por no haber en 1495 Rey de Portugal; el marqués, don Pedro de Noroña, marqués de Villarre­
oído las súplicas de Colón cuando le propuso financiase su viaje. al.
218 Documentos IIl-V (1493)
Cristóbal Colón. TextOs y documentos 219
\
xado hazer y le quiso alumbrar en él. Porque ciertamente, allen­ cómo os doy en segreto la custodia eguard:t de las cuatro caxas.
de qu'él sabía y terna firme y fuerte sin escrúpulo que Su Alta Ma­ grandes y las V más chicas, que os entrego y que son de mí mis­
gestad haze todas las cosas buenas y que todo es bueno salvo el mo, por ser cosas queme dio Guacanaxan como sabedes; e non
pecado y que no se puede abalar ni pensar cosa que no sea con debéis de mostrar ni dar sino a pedimentO mío, confianc;a que
su consentimiento, -esto d'este ,riaje cognosco», dize el Almiran­ ago a la amistad y a que sois onrado, y no pudréislo ni mostrar ni
te, «que milagrosamente lo a mostrado{s], así como se puede traspasar ni c;edellas, que yo sé cuanto a los Reyes e de dezir.
comprehender por esta escriptura, por muchos milagros señala­ Fundar en cuantO los consejos y la instrucción que a todos dexo
dos que a mostrado en el viaje, y de mí, que a tanto tiempo por poder de los Reyes, nuestros Señores, ya mi bueita diréis lo
qu'estoy en la Corte de Vuestras Altezas con oppósito y contra que pudiesse pasar y no ayan dicho.
senten<;ia de tantas personas prin<;ipales de vuestra casa, los cua­ D'esta costa a día cuatro de Henero, año de Cristo de mil
les todos eran contra mí, poniendo este. hecho que era burla, el cuatrociemos noventa y tres.
cual espero en Nuestro Señor que será la mayor honra de la A lo que mandardes
Cristiandad que así ligeramente aya jamás aparet:;ido". Estas son
#.
finales palabras del Almirante don Cristóbal Colón, de su primer .S.
viaje a las Indias y al descubrimiento d'etlas.

/"
.5.A.5, .
XMY . - ...
Xpo FERENS
? III _.,:J '"

Fragmento de un escrito en el Cuaderno de a Bordo

Ha placido así darme el galardón d'estos afanes y peligros. Ve­


v
r2mente abaJumadocon esta grande vitada, pIege a Dios se reduz"
gan los disfamadores de mi honra, que con tanta deshoesidad y Carta a Luis de Santángel
rqal<i)<:Ía han fecho burla de mí e disfamado mi empresa sin co­
ñoscimiento de midezir y del servicio e acrescentamientode Sus 15 de Febrero de 1493
Altesas.
Señor: Porque sé que avréis plazer de la grand vitoría que
nuestro Señor me ha dado en mí viaje vos escrivo ésta, por la
? IV
Carta a Rodrigo de Escobedo dejado allí, se encontraba este Rodrigo de Escobedo, a quien va dirigida esta carta
(d. Diario, miércoles 2 de enero y nota !32del doc. lI). Probablemente falsa.

i La Española, 4 de Enero de 1493 L V.-AGS. Estado, lego 1-2.' (copia coetánea); NYPL (l.' edíción en castellano,
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Barcelona, talleres de P. Posa, comienzos de Abril de 1493). Cana fechada el 15
A Rodrigo de Escobedo: de febrero de 1493 que Cristóbal Colón escribió dando cuenta de sus descubri­
I( A punto de partir os digo a vos, Rodrigo d'Escobedo y yuen miem.os al escribano de radón de los Reyes Católicos, Luís de Samangel. El Almi­
rante añadió una nota fechada el 14 de marzo en Lisboa, explicando su arribada
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amigo, de cómo restáis aquí en oficio de justicia en esta isla, e de forzosa a POrtugal y anunciando haber enviado desde allí Otra misiva a los Reyes.
i' Existe una carta muy similar dirigida a Gabriel Sánchez, tesorero de Aragón. Para
¡ IIL.....,.ADA. Un mapa de la ísla Española, al parecer trazado por Colón, ocupa
la edición de la Carta nos hemos servido del texto impreso en Barcelona, cuyo
j' único ejemplar se conserva en la NYPL, y de la copia del AGS. De la importancia
los folios X vuelto y parte del XI recto de un Cu;¡derno de a bordo, hoy desgr.l­ de esta carta nos da índíce el sorprendente número de edícíones que alcanzó en
ciadameme mútilo; a las espaldas de ese mapa, en el f. X recto, se encuentra esta el siglo xv. Traducida al latín por el clérigo aragonés Leander del Cosco, tuvo 9
nota autógrafa del Almirante. edíciones(3 en Barcelona [1493J; I en Amberes {14931, 1 en Basilea [1493J, 3 en
P:::rís [14931, 1 en Basilea (l494J). Traducida al italiano en oaava rima por
IV.-BN. Ms. 21534 1 . El viernes 4 de enero salió Colón de la Villa de la Navidad Giuliano Datí, conoció 3 ediciones en 1493 (1 en Roma, 2 en Florencia). La ver­
para emprender el tOrnaviaje a Castilla. Entre las.W personas que nos dice haber sión alemana apareció en Estrasburgo en 1497, De 1497 es la segunda edición es­

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