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A diferencia del número ! , conocido desde muy antiguo como el cociente entre la
longitud de cualquier circunferencia y su diámetro, la aparición del número e es mucho
más reciente en las matemáticas, en concreto en el siglo XVII.
En 1614, John Napier construyó una lista de números con la que se facilitaba el
cálculo de productos y divisiones de números muy grandes o muy pequeños, al
convertir esas operaciones en sumas y restas, así como el cálculo con potencias y raíces
se transformaba en productos y cocientes. Estas tablas eran la base de lo que ahora
conocemos como logaritmos y con ella aparece de forma indirecta el número e.
Fue en 1661 cuando Huyggens propuso encontrar la abcisa x=a, tal que el área
1
entre la hipérbola y = , el eje OX y las rectas x=1 y x=a fuese exactamente uno. En
x
, como el límite de la sucesiónesos momentos ya se sospechaba que esa área estaba
relacionada con los logaritmos. Ese número a es precisamente e, que aparece así de
nuevo de forma indirecta y cuyo valor fue calculado aproximadamente por Leibnitz.
Esta propiedad es la que hace que e sea la base de los logaritmos naturales, aunque los
matemáticos de la época aún no lo entendían así. En notación moderna, se expresaría:
e1
!1 x dx = 1.
En 1668 Mercator encuentra una serie para el cálculo de logaritmos naturales. En
x2 x3 x4
notación actual sería: ln(1 + x) = x ! + ! + ... Aquí se utiliza por primera vez
2 3 4
el término “logaritmo natural” para referirse a los logaritmos en base e, pero este
número sigue sin aparecer explícitamente.
Hasta que en 1683 Jacobo Bernouilli, en un trabajo sobre interés compuesto llega
n
& 1#
a una definición precisa del número e, como el límite de la sucesión a n = $1 + ! .
% n"
Veamos con un ejemplo actual cómo podría haber sido.
Fue el matemático suizo Leonhar Euler quien empezó a utilizar la letra e para este
número y encontró varias propiedades del mismo que publicó en 1748.Utilizó la
x x x2 x3 xk
siguiente serie de la función exponencial: e = 1 + + + + ... + + ... , llegando
1! 2! 3! k!
a calcular dieciocho cifras decimales exactas de e. e=2,718281828459045235…
Hay que hacer notar que para x =1 y tomando veinte términos de la serie anterior se
obtienen dichas cifras.
La función exponencial es la única función que coincide con su derivada, por lo que
presenta un gran interés en el análisis matemático, y que toma el valor 1 cuando la
variable es 0.
Veamos una aplicación particular que nos va ayudar a datar restos arqueológicos,
basada en el carbono 14 (isótopo del carbono). W. Libby (Premio Nobel de Química en
1960) demostró que una medición cuidadosa de la tasa de desintegración del carbono
14 en una muestra de tejido muerto puede usarse para determinar el número de años
desde que murió. El modelo es muy simple y obedece a una ecuación diferencial en la
que la velocidad de desintegración del carbono 14 es proporcional a la cantidad del
dN (t )
mismo: = !k .N (t ) ,cuya solución viene dada por N (t ) = N (0).e ! kt
dt
siendo N(0) la cantidad de carbono 14 en el instante de la muerte del organismo que,
como se supone que ha permanecido constante en los últimos 40000 años, coincide con
la de la actual en los seres vivos.