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El jueves por la mañana se realizó la charla “Mujeres, Armas y Violencia” en el

marco de la presentación, por parte de la diputada Carla Pitiot, de un proyecto de


ley que busca reducir la violencia social, los accidentes y suicidios producidos por
el acceso a las armas de cuenta, poniendo el foco en las mujeres. Solo en 2017 de
292 femicidios, 80 fueron con armas de fuego. “Este proyecto busca acercarle
herramientas al Estado para controlar y regular el acceso de los ciudadanos a la
adquisición, la tenencia y portación de armas”, explico la diputada.

“Las más vulnerables en caso de muerte violenta por armas en general son
mujeres, y estas situaciones se dan en situaciones de violencia doméstica, social o
suicidios impulsivos”, expresó Pitiot “las cifras espantan, de 292 muertes de
mujeres en 2017, de los cuales 31 son femicidios vinculados y 3 son travesticidios,
80 de estos fueron con armas de fuego y 77 fueron con armas blancas”, agregó.

La charla se realizó a raíz de la representación del proyecto de ley la semana


pasada, antes presentado 3 veces por la ex diputada Margarita Stolbizer en el
Congreso, quien estuvo presente. También concurrieron Marisol Merquel,
vicepresidenta de la Cámara de Diputados provincial, representantes de la
Asociación Civil Alfredo Mercenac, y referentes de Inecip. El encuentro fue
realizado por Parlamentarians for Global Action y la Asociación para Políticas
Públicas (APP). Los ejes principales la violencia de género, los femicidios y las
políticas públicas vinculadas a la circulación de armas en la Argentina.

En 2014 el Tratado de Comercio de Armas entró en vigor. Al día de hoy, cuenta


con 92 ratificaciones y 42 Estados firmantes, este acuerdo “impone normas en el
comercio internacional de armas y obliga a los Estados a tener un control sobre el
comercio nacional. El incremento de la violencia está vinculado con el acceso a las
armas, en general, pero la violencia de género en particular. No podemos
permanecer imperturbables ante el daño que las armas producen. Con este
proyecto tratamos de disminuir el riesgo”, expresó Margarita Stolbizer.

El titular de la Red Argentina para el Desarme, Alfredo Mercenac, informó que en


nuestro país “hay alrededor de 4 millones de armas en manos de civiles. La
Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAc) tiene 1 millón 200 mil armas
registradas de las cuales 300 mil tienen licencia, el resto están vencidas. Solo un
10 o 12 por ciento están registradas correspondientemente. Esto indica un
descontrol en esta materia”. 8 personas mueren a diario por armas de fuego.

Mercenac es uno de los impulsores del Plan de Entrega Voluntaria de Armas de


fuego que comenzó 2007 y ya recolectó 175.000 armas. Pero desde hace un
tiempo, viene en retroceso recepcionando diariamente 80 armas, cuando antes el
promedio era de 128. El programa funciona con la entrega de un incentivo
económico “si se quisieran sacar todas las armas de circulación costaría entre 7 y 8
millones de pesos. Esta es la situación compleja en la que estamos”, aseguró
Mercenac.

Descontrol

La Ley 26.216 que da nacimiento al programa de desarme, crea un Comité de


Coordinación de Políticas de Armas de Fuego, un Consejo Consultivo y obliga a las
autoridades a llevar un inventario, pero ninguno de estos tres existe aún. Esta
normativa también prohíbe la comercialización, la fabricación e importación de
juguetes bélicos, que tampoco se cumple. “Hoy el programa sigue vigente sin
publicación de datos y sin difusión. No hay información sobre las armas
entregadas”, detalló Mercenac.

“Falta información, estadísticas y una política integral a largo plazo de desarme.


Falta control del mercado legal y persecución de las armas ilegales, sobre esto no
se ha hecho nada. El mercado de municiones tampoco tiene ningún control. Falta
un plan estratégico y el Estado solo toma partido cuando hay un hecho trágico”,
denuncio Mercenac, quien añadió que los costos para obtener una licencia de
armas son “demasiados elevados, lo cual genera que haya más armas no
registradas. No hay que elevar los costos, sino hacer los análisis psicológicos más
severos”.

Por su parte Ileana Arduinio y Julian Alfie de Inecip presentaron el informe


Violencia de Género y Armas de Fuego en Argentina. “Partimos de reconocer que
hay un déficit muy grande de información. No hay evaluación para medir impacto
de las políticas. Y las estadísticas no se confeccionan con perspectiva de género”,
anunció Arduino.

Entre el 25 y 28 por ciento de los femicidios cometidos son con armas de fuego.
Pero además estas sirven para someter, dominar, amenazar, producir miedo,
impidiendo muchas veces la denuncia. “El 96 por ciento de los portadores de
armas son hombres, pero quienes padecen las consecuencias son las mujeres”,
agregó Arduino. El Ministerio de Salud realiza cada 4 años una encuesta sobre
factores de riesgo. Desde 2013 se retiró esta la pregunta por la tenencia de armas
en el entorno. “Esta era la encuesta que arrojaba los números más reales”, añadió.

La asociación de las armas para la seguridad personal o del hogar llevó a que los
hombres hagan uso de estas, pero “detrás de esta idea protección de la familia, se
esconde el dominio y la violencia doméstica. Es necesario deconstrir estas
masculinidades que tienen una visión positiva de la tenencia y uso de armas”,
aseveró Alfie.

Los números

1 de cada 4 femicidios se comente con armas de fuego en el interior del hogar.


Entre el 3 y 25 por ciento de los casos tenían denuncias previas. Y en el 76 por
ciento ya habían existido otros episodios de violencia no visibilizados. 2 de cada 10
agresores que tienen medidas de restricción vigente, portaban armas. Según la
Defensoría General de la Nación, la mitad de las medidas de restricción fueron
violadas “si no tenes control de estas medidas ni de las armas, la consecuencia es
letal”, enfatizó Alfie.

Alejandra Otamendi, investigadora del CONICET e integrante de APP, explicó que


dentro de los casos de muertes por armas de fuego hay mil con intención no
determinada “somos el segundo país después de Venezuela que tenemos un
agujero enorme en estadísticas de salud”. En cuanto a registros oficiales de
femicidios recién a partir de 2015.

Fuerzas de inseguridad

La Casa del Encuentro comenzó a notar la gran cantidad de miembros o ex


miembros de las fuerzas de seguridad involucrados en femicidios. “116 femicidios
fueron cometidos por uniformados activos o retirados de 2009 a 2015. También se
demostró además, que intentaban modificar la escena del crimen para que parezca
un suicidio”, explicó Otamendi. El arma reglamentaria va al hogar y es un
problema.

A raíz de esto, el Ministerio de Seguridad de Nación tomó la medida de que en los


casos de miembros de la Policía Federal con denuncias no pudieran llevar el arma
a sus casas. Son 222 los efectivos tienen que entregar el arma cuando terminan
su servicio. En un solo año hubo 1158 denuncias de violencia de género contra
agentes de la Policía Bonaerense. “Hay que pensar cómo interactúan e intervienen
en casos de violencia de género o en investigaciones de femicidios. Entonces hay
que capacitar a esta fuerzas”, subrayó Otamendi quien recomendó integrar las
agendas “de violencia de género, desarme y derechos humanos que aun hoy se
trabajan separadas”.

Suicidios
No solo las armas influyen en el aumento de homicidios y femicidios, también en el
de suicidios. Según la Organización Mundial de la Salud la Argentina esta tercero
en cantidad de suicidios en América Latina. En 2015 hubo 3.202 suicidios, la
primera metodología empleada es ahorcamiento y la segunda, armas de fuego.
Según Alfie, las diversidades de género “al ser rechazadas tienden a acudir a las
armas de fuego para el suicidio, pero no hay estadísticas porque falta perspectiva
de género en la recolección de datos por parte del Ministerio de Salud”. Asimismo,
muchos suicidios de mujeres en realidad esconden “casos de violencia de género
en la que la mujer termina con su vida con el arma con la que fue sometida”.

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