La Mujer Santo de Los Ultimos Dias Parte A

La Mujer Santo de los Últimos Días
Manual básico para las mujeres,

Parte A
Publicado por
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Salt Lake City, Utah
2 http://bibliotecasud.blogspot.com/
Índice
Prefacio
1 Fe en Jesucristo ....................................................................................................... 6
2 Arrepentimiento ...................................................................................................... 10
3 El bautismo, un convenio continuo ........................................................................ 13
4 El don del Espíritu Santo ........................................................................................ 16
5 Testimonio .............................................................................................................. 20
6 Ayuno ..................................................................................................................... 24
7 Reverencia .............................................................................................................. 27
8 Amor, caridad y servicio ......................................................................................... 30
9 Castidad y modestia................................................................................................. 33
10 Matrimonio eterno.................................................................................................. 36
11 La importancia del sacerdocio .............................................................................. 39
12 Las ordenanzas del sacerdocio ............................................................................. 42
13 La mujer y el sacerdocio ....................................................................................... 45
14 La mujer Santo de los Últimos Días ..................................................................... 49
15 Comunicación entre los miembros de la familia ................................................... 53
16 La noche de hogar para la familia ........................................................................ 56
17 Reuniones de la Iglesia ......................................................................................... 59
18 La obra misional y el hermanamiento .................................................................. 62
19 Preparación y esfuerzo de los misioneros ............................................................. 67
20 Cómo administrar mejor nuestro hogar ................................................................. 70
21 La administración monetaria en la familia ............................................................ 72
22 La nutrición para la familia .................................................................................. 75
23 La nutrición para la madre y el bebé ..................................................................... 77
24 Cómo prevenir las enfermedades ......................................................................... 80
25 Horticultura en el hogar ........................................................................................ 83
26 La productividad en el hogar ................................................................................ 87
27 Cómo desarrollar nuestros talentos........................................................................ 90
28 Cómo desarrollar nuestras habilidades profesionales............................................ 94
29 Cómo enseñar a nuestras familias el valor del trabajo y la responsabilidad ......... 97
30 Cómo lograr y enseñar el autodominio ................................................................. 101
31 Cómo crear un hogar edificante en nuestro hogar ................................................ 105
32 Aprendamos el evangelio en nuestro hogar .......................................................... 109
33 Preparémonos para enseñar .................................................................................. 113
34 La enseñanza de las Escrituras ............................................................................. 117
35 La enseñanza por el poder y la influencia del Espíritu Santo ............................... 120
Presidentes de la Iglesia .............................................................................................. 123
Bibliografía ................................................................................................................ 126
Prefacio
Este manual es para mujeres jóvenes y adultas, miembros nuevos de la Iglesia, y también para otras
hermanas que deseen aprender los principios básicos del evangelio. Estas lecciones no solamente las
instruirán en cuanto a los principios y doctrinas del evangelio, sino también motivarán a la mujer de la Iglesia
a (1) amar el evangelio, (2) desear vivir de acuerdo con sus enseñanzas, (3) llegar a ser mejores amas de casa,
y (4) utilizar en una forma más sabia su tiempo, talentos y posesiones, para bendición de su familia y la
edificación del Reino de Dios.
Este será el manual de lecciones para las mujeres jóvenes y adultas, en donde haya organizada una
rama pequeña, y se lleve a cabo la reunión del domingo. Frecuentemente esta reunión se efectúa mientras los
hermanos están en el sacerdocio. Esta reunión estará bajo la dirección de la presidenta de la Sociedad de
Socorro y ella recomendará al presidente de la rama las hermanas que deberán llamarse para enseñar estas
lecciones.
Estudio individual
Durante la semana cada hermana deberá estudiar su propio manual, traerlo a la clase junto con sus
libros de escrituras, y prepararse para participar en las discusiones. De esta manera cada persona será
inducida a poner en práctica estas enseñanzas en su hogar y se convertirá en mejor miembro o maestra en su
familia. El desafío sugerido al final de cada lección será de ayuda para poner en práctica los principios
aprendidos.
Ayudas para la maestra

Al final de cada lección se encuentran algunas sugerencias bajo el título "Preparación de la maestra".
Junto con estas lecciones estudie el manual Principios del Evangelio, especialmente aquellas partes que
aparezcan bajo título de "Preparación para la maestra". La maestra puede asignar a miembros de la clase para
que presenten informes sobre los Principios del Evangelio. Estas asignaciones deben hacerse con bastante
anticipación a fin de que se preparen debidamente.
Las ayudas visuales se encuentran al final de casi todas las lecciones.
Las instrucciones para la maestra y las preguntas para las discusiones dentro de la clase se han
imprimido en tipo más pequeño para que la maestra pueda reconocerlas fácilmente. Se aconseja usar
cualquier otro método o ayuda didáctica, a fin de que la lección sea más significativa. Permita que los
miembros más jóvenes participen en las discusiones de la clase tanto como sea posible, ya que estas lecciones
les ayudarán a prepararse para ser mejores amas de casa y para la edificación del Reino de Dios.
Lecciones
En este manual se incluyen solamente treinta y cinco lecciones. Esto les permitirá que tengan tiempo
extra durante el año. Cuando ciertas lecciones necesiten un poco más de estudio, la maestra puede utilizar uno
o más días para dicha lección. También de vez en cuando, el tiempo de la clase se puede utilizar para invitar a
un orador, efectuar proyectos especiales, tener una reunión de testimonios u otro propósito que tanto la
maestra como los miembros de la clase sientan que vale la pena llevar a cabo.
No obstante, todas las lecciones sugeridas en este manual deben presentarse. La mayoría de ellas se
aplican a todas las hermanas; sin embargo, la maestra debe adaptar las lecciones de ciencia del hogar de
acuerdo con las necesidades de las hermanas de la clase.
Es mejor estudiar las lecciones en orden numérico dentro de las cuatro unidades. Sin embargo, las
lecciones sugeridas para cierta temporada del año se deben enseñar a su debido tiempo. Tenemos como
ejemplo la lección 25 sobre jardinería en el hogar, la cual deberá impartirse antes que llegue la temporada de
sembrar.
Como información general, al final del manual se incluyen fotos y reseñas biográficas de los
presidentes de la Iglesia. El manual contiene citas de estos hermanos y de otras Autoridades Generales. El
señor nos bendiga mientras nos esforzamos por seguir las enseñanzas de estos grandes profetas.
Lección 1
Fe en Jesucristo
El objetivo de esta lección es el de fortalecer nuestra fe en Jesucristo.

" .. .Fe no es tener un conocimiento perfecto de las cosas; de modo que si tenéis fe, tenéis esperanza en
cosas que no se ven, y que son verdaderas" (Alma 32:21).
¿Qué es fe? ¿Ha ejercido su fe este día?
Primero, debemos saber la verdad

Para incrementar la fe en Jesucristo, debemos saber quién es El. No podemos tener fe en El si no
sabemos nada de El.
Es posible que la mayoría de nosotros jamás tenga el privilegio de verlo en esta vida mortal, pero es
nuestro privilegio y deber saber la verdad acerca de El. A través del testimonio del Espíritu, debemos adquirir
un conocimiento de Jesucristo y sabiendo más acerca de El, podremos confiar en El, obedecerlo y contar con
su ayuda cuando la necesitemos. ¿Por qué es importante que abandonemos las ideas falsas en cuanto a
Jesucristo? "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que
le hay, y que es galardonador de los que le buscan" (Hebreos 11:6).
De esta escritura aprendemos que para agradar a Dios, debemos tener fe en El. A fin de poder tener fe
debemos (1) creer que existe y (2) creer que El nos contestará cuando tratemos arduamente de conocerlo y
reclqir su ayuda. Estas son dos grandes e importantes verdades con respecto a la fe en Jesucristo.
La fe debe basarse en la verdad. No importa cuánto creamos en una ¡dea falsa, aún así no es verdad, y
no hay base de fe en ella.
Pida a las hermanas que relaten en qué forma el conocer los verdaderos principios del evangelio les
produjo mayor felicidad que sus anticuadas y falsas ideas.
Debemos estudiar las Escrituras y escuchar los testimonios de los siervos del Señor sobre la tierra y de
esta manera aprenderemos la verdad acerca de Jesucristo y de su evangelio. Si somos humildes, sinceros y
devotos, podremos llegar a saber por nosotros mismos que El es el Unigénito Hijo de nuestro Padre Celestial,
que vive hoy en día, y que nos ama a cada uno de nosotros a pesar de nuestras imperfecciones. Podemos
aprender que El sabe toda verdad, y que revelará ésta a todos aquellos que trabajen arduamente para
encontrarla. Podemos aprender que El es un Dios justo que castiga al inicuo; sin embargo es misericordioso
con aquellos que se arrepienten. Podemos llegar a saber que El pagó por nuestros pecados y nos dio la
resurrección. Cuando estas verdades se arraigan y empiezan a desarrollarse dentro de nuestro corazón, cuando
las dudas y los temores comienzan a disiparse, es entonces cuando la fe en Jesucristo empezará a crecer
dentro de nosotros.
¿En qué manera el estudio de las Escrituras nos ayuda a reemplazar la duda y el temor por la fe? ¿Qué
otras cosas nos ayudan a Incrementar nuestra fe?
Pida a una de las hermanas que relate brevemente la forma en que desarrolló su fe en Jesucristo.
Debemos ejercitar nuestra fe

Podemos saber la verdad por medio del estudio de las Escrituras, el ayunar y orar, así también al
escuchar los testimonios de otros. Sin embargo, el creer sólo en la verdad no quiere decir que estamos usando
nuestra fe. Hay personas que creen que Jesús es nuestro Salvador y que el evangelio es verdadero, pero no
guardan Sus mandamientos; por lo tanto, estas personas no están ejercitando la fe. La fe es una fuerza motriz;
y si la usamos, podremos tener confianza en que Jesucristo nos ayudará a encontrar las formas correctas para
vivir de acuerdo con Sus mandamientos.
Las Escrituras nos enseñan lo siguiente:
"Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus
caminos, y él enderezará tus veredas" (Proverbios 3:5-6).
Nefi es un verdadera ejemplo de un joven que tuvo fe y confió en el Señor para que le ayudara a
guardar los mandamientos. Por mandato del Señor, su padre le encomendó que junto con sus hermanos
regresaran para obtener los anales de sus antepasados, que estaban en posesión de un hombre poderoso e
inicuo. Ellos temían en gran manera a este hombre; sin embargo, les pidió que llevaran a cabo esta tarea tan
difícil. Nefi expresó su fe en el Señor, cuando dijo:
".. .Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da ningún mandamiento a los hijos
de los hombres sin prepararles la vía para que puedan cumplir lo que les ha mandado" (1 Nefi 3:7). ¿Por qué
estaba Nefi dispuesto a obedecer al Señor?
En la actualidad, hay muchos miembros de la Iglesia, jóvenes y adultos, que poseen una fe parecida a
ésta. La hermana Sachiko Hotta de Nagoya, Japón, relata la siguiente historia:
"Antes de que mi esposo y yo contrajéramos matrimonio, acordamos en que la Iglesia era lo más
importante de nuestra vida y que debíamos emplear nuestro tiempo y los talentos que tuviéramos a su
servicio. Pero pronto nos dimos cuenta que resultó mucho más fácil decirlo que hacerlo.
"Después de nuestro matrimonio, tuvimos que mudarnos a un apartamento bastante retirado del centro
de reunión. Tardaba hora y media para llegar hasta la capilla; en bicicleta llegaba hasta la estación ferroviaria,
de allí abordaba el tren que iba a la siguiente ciudad y después en ómnibus para llegar hasta la capilla; desde
luego, si perdía el primer tren y tenía que esperar el siguiente, el viaje se alargaba a más de dos horas. Como
consecuencia, al presidente de la rama se le hacía difícil darnos un puesto en la Iglesia. Además, tres meses
después del matrimonio, mi esposo se enfermó gravemente y tuvo que hospitalizarse, de modo que yo me vi
obligada a conseguir trabajo para sotenernos. Cada día, después del trabajo, iba al hospital a visitar a mi
esposo y muchas veces sentía deseos de acudir a la capilla, pero parecía que no había suficientes horas en un
día.
"Todo esto me preocupaba, porque sabía que si viviéramos más cerca, me sería posible tener un
llamamiento en la Iglesia, pero las propiedades cercanas a la capilla eran sumamente caras, tanto que no nos
era posible ni siquiera alquilar un apartamento en esa zona tan residencial, y mucho menos comprar una casa.
Basándome en la lógica, sabía que era imposible, pero en las Escrituras se habla de la importancia de la
oración de modo que oré sin cesar. No sabía cómo el Señor podría contestar una petición tan imposible para
nosotros; sólo me dediqué a orar. Poco después, un tío que vivía a sólo trece minutos de la capilla, decidió
repentinamente mudarse y nos ofreció su hermosa casa. Entonces supe que se había contestado mi oración.
Estábamos sumamente felices porque al fin podríamos trabajar en la Iglesia; para entonces, mi esposo había
salido del hospital y pudimos asistir juntos a nuestras reuniones.
"Después de habernos mudado, la Iglesia anunció el proyecto de construir una capilla en Nagoya, y
todos comenzamos a trabajar mucho, con el fin de conseguir el dinero para el fondo de construcción. Un poco
antes de eso, mi esposo había decidido emprender su propio negocio, una panadería. Como teníamos muy
poco dinero, usamos nuestros ahorros para comenzar el negocio y utilizamos mi sueldo mensual para vivir.
No sabíamos de dónde sacar dinero para contribuir al fondo de construcción, especialmente porque yo
esperaba un bebé y sólo podría seguir trabajando por poco tiempo. Aunque el negocio iba prosperando, no
nos daba lo suficiente para vivir, donar al fondo de construcción y prepararnos para recibir al bebé. Trabajé lo
suficiente para obtener mi aguinaldo y lo aparté para pagar los gastos del alumbramiento; ese era todo el
dinero que teníamos.
"Una noche, el presidente de la rama nos llamó, nos dijo que faltaba muy poco para completar lo
necesario para empezar a construir, y nos preguntó si podíamos contribuir. El único dinero de que
disponíamos era para el niño que pronto nacería; y como era todo lo que teníamos, también era eso lo único
que podíamos dar. Esa noche llevamos todo el dinero al presidente de la rama. Era exactamente lo que
necesitaba para completar lo que la rama tenía que contribuir para la nueva capilla.
"Después de ese incidente, no nos preocupamos por el dinero para pagar los gastos de nuestro hijo;
sabíamos que el señor nos ayudaría. Por supuesto pensaba a menudo en esto, pero en esas ocasiones me
invadía un sentimiento de paz.
"Al mes siguiente, mi esposo fue contratado para un empleo de jornada completa ... en la zona de
Nagoya. Jamás habíamos sabido siquiera que existiera esa clase de trabajo; con su nuevo sueldo, tendria mos
suficiente cuando naciera nuestro hijo para pagar las cuentas del hospital. Dios nos dice que debemos hacer
todo que esté de nuestra partey y que dejemos lo demás en sus manos. Yo sé que es verdad". ("A dos horas de
la capilla", Liahona, junio de 1976, pág. 8.)
Después que la hermana Hotta oró con fe para poder servir en ia Iglesia, ¿en qué forma bendijo el
Señor a su familia?
¿En qué forma bendijo el Señor a los hermanos Hotta al donar al presidente déla rama el dinero que
tenían reservado para su bebé?
La hermana Hotta es un ejemplo vivido de fe. Tener fe significa hacer todo lo que esté de nuestra parte
para vivir los principios del evangelio (aun cuando lógicamente parezca imposible). Entonces confiamos en el
Señor para que nos ayude, aún más allá de nuestra propia capacidad para ayudarnos a nosotros mismos.
La fe se mantiene activa cuando obedecemos

Sin esfuerzo alguno nuestra fe no permanecerá activa. Es como una planta llena de vida; si no la
alimentamos ni protegemos se marchitará y morirá.
La forma de mantener viva nuestra fe es por medio de la obediencia a los principios del evangelio
conforme los aprendamos. "Lafe es un don de Dios otorgado como un galardón a la rectitud personal" (Bruce
R. McConkie, Mormón Doctrine, pág. 214). Nuestra fe se debilita cuando comenzamos a quebrantar los
mandamientos y Satanás utiliza armas para persuadirnos a que desatendamos los mandamientos y en esta
forma debilita nuestra fe.
Leemos en 1 Nefi que Laman y Lemuel eran hermanos de Nefi, y que su padre, Nefi, y aun los ángeles,
les enseñaron los principios del evangelio; pero ellos nunca desarrollaron una fe activa porque ni aceptaron ni
vivieron de acuerdo con los principios verdaderos, a menos que se les forzara a hacerlo. Constantemente se
quejaban de que los mandamientos eran muy difíciles de cumplir. Criticaban a su padre y hermano; y ya que
no quisieron hacer lo que se les mandaba, pronto cayeron en el pecado.
Nefi, en cambio, cumplió con cada cosa que se le pidió y a causa de la confianza que tenía en Dios, fue
bendecido con una fe firme, y muchos milagros maravillosos acaecieron durante su vida. Pudo construir un
barco, aunque nunca había aprendido nada en cuanto a construcción naval. Fue dotado de un poder
sobrenatural y pudo derrotar los inicuos planes de sus hermanos. Tuvo el privilegio de ver visiones y hablar
con un ángel de Dios y a causa de su obediencia, fue bendecido con fe, y por esa razón tuvo el poder de Dios
en su vida.
Mediante la obediencia, nosotros también podemos mantener una fe fuerte. Podemos fortalecer nuestra
fe por medio del ayuno y la oración, leyendo las Escrituras, asistiendo a las reuniones de la Iglesia, y
obedeciendo a lo que los líderes nos pidan que hagamos. Nuestra fe estará protegida siempre que no
critiquemos ni protestemos. ¿Por qué es que el criticar y protestar debilitan nuestra fe?
A todos se nos probará la fe. Quizás aún pensemos que el señor no se ha dado cuenta de nuestra fe y
obediencia, o que El está muy lejos de nosotros, que no ha visto nuestras penas y que no contestará nuestras
oraciones. Cuando lleguen estos momentos, será de mucha ayuda el pensar que nuestra fe se ha puesto a
prueba. Mas si perserveramos con paciencia y continuamos haciendo lo correcto, la prueba llegará a su fin y
entonces seremos recompensados por nuestra fe y obediencia.
Moroni enseñó que".. .fe consiste en las cosas que se esperan y no se ven; así pues, no contendáis
porque no veis, porque no recibís el testimonio sino hasta después que vuestra fe ha sido puesta a prueba"
(Éter 12:6).
Y el señor dijo: "Mi pueblo debe ser probado en todas las cosas, a fin de que esté preparado para
recibir la gloria que tengo para él, aún la gloria de Sión; y el que no aguantare el castigo, no es digno de mi
reino" (D. y C. 136:31). Es importante que nutramos nuestra fe por medio de la oración, el ayuno, obediencia
a los mandamientos del Señor, lectura de las Escrituras, y la asistencia a las reuniones. Cuando lo hagamos,
entonces tendremos la fortaleza para hacerle frente a las dificultades que se nos presenten en la vida.
Escrituras adicionales
Mateo 8:5-10 (la curación por medio de la fe).
Mateo 17:20 (con fe no hay nada imposible).
Marcos 9:23 (con la fe todo puede ser posible).
Lucas 8:43-48 (la curación por medio de la fe).
Juan 20:24-29 (bienaventurados los que creen).
Romanos 10:13-17 (para tener fe, debemos escuchar la palabra de Dios).
2 Corintios 5:6-7 (por fe andamos).
1 Nefi 3 (la fe de Nefi).
1 Nefi 4 (poder por medio de la fe).
Alma 32:17-43 (el dicurso de Alma sobre la fe).
Éter 12:6 (Moroni da su definición de fe).
Moroni 7:33-39 (la fe obra milagros).
Lección 2
Arrepentimiento
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender y a utilizar el principio del arrepentimiento.
¿A qué llamamos arrepentimiento?

Cada uno de nosotros se encuentra de viaje a través de la vida, viaje cuyo objetivo es un destino eterno.
Mientras viajamos, oímos dos voces. Una es la voz del Señor que nos persuade a alcanzar el reino celestial; la
otra es la voz de Satanás, que nos induce a alejarnos del bien. Tenemos la libertad de escoger entre las dos y a
actuar de acuerdo con nuestro raciocinio. Lea 2 Nefi 2:16, 27-29.
Posiblemente confundamos estas voces mientras no sepamos la verdad, y quizás creamos que estamos
haciendo lo correcto, cuando en realidad se nos ha engañado. Conforme aprendemos el evangelio de
Jesucristo nos daremos cuenta de ello, pero si continuamos por el sendero equivocado, llegaremos al final de
la jornada y comprenderemos que no estamos en el reino celestial. El desviarnos del camino correcto se le
llama pecado; el encauzarnos por la senda correcta que nos encamina otra vez al reino celestial, se le llama
arrepentimiento.
Jesucristo nos promete lo siguiente:
"De cierto, así dice el señor: Acontecerá que toda alma que desechare sus pecados y viniere a mí, e
invocare mi nombre, obedeciere mi voz y guardare mis mandamientos, verá mi faz, y sabrá que yo soy; y que
soy la luz verdadera que ilumina a cada ser que viene al mundo " (D. y C. 93:1-2).
". . .Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida"
(Juan 8:12).
Pida a las hermanas que relaten un ejemplo de cuando hayan tenido que viajar o caminar en la
obscuridad y que expliquen lo que sintieron cuando por fin vieron la luz primera.
Jesucristo nos mostró la forma de llegar al reino celestial para estar con nuestro Padre Celestial. El es
nuestro faro en la obscuridad que ilumina nuestro sendero cuando andamos en la rectitud y lo seguimos, así
como un barco que se encuentra perdido entre rocas peligrosas y aguas traicioneras. Estas son las trampas que
nos tiende Satanás para que no alcancemos nuestro destino celestial, ya que una vida llena de pecado no nos
conducirá al final de una jornada feliz. Lo más que nos hundamos en el pecado, mayor será el poder que
tendrá Satanás en nosotros. Es por eso que Jesús dice: ".. .todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado"
(Juan 8:34).
Satanás se complace cuando pecamos, ya que él quiere tenernos en su poder. Su voz nos dice que lo
que hicimos era correcto, que lo llevamos a cabo con sobrada razón, y que si pecamos se nos puede disculpar
(véase 2 Ne. 28:21-22). El quiere que pensemos que el pecado no es tan serio como en realidad es. El lo sabe,
y mientras nos disculpemos por nuestros pecados no nos habremos arrepentido totalmente de ellos.
Jesucristo también sabe que esta es la forma como trabaja Satanás y es por eso que su voz nos hace
sentir incómodos cuando pecamos, y nos impulsa y exhorta al arrepentimiento y a volvernos al camino
correcto.
Cuando Jacob habló con el poder de Dios a su pueblo, trató de despertarlos habiéndoles de sus pecados
en la siguiente forma:
"¡Oh, mis queridos hermanos, apartaos de vuestras culpas! Sacudios de las cadenas de aquel ser que
quisiera ataros fuertemente; venid a aquel Dios que es la roca de vuestra salvación.
Preparad vuestras almas... para el día del juicio, a fin de que no os... acordéis de vuestra horrorosa
culpa con claridad, y os veáis constreñidos a exclamar: ¡Santos, santos son tus juicios, más reconozco mi
culpa; violé tu ley; mías son mis transgresiones, y el diablo me ha dominado, y soy presa de su terrible
miseria!
Mas he aquí, mis hermanos ¿conviene que os recuerde la terrible realidad de estas cosas?
¿Atormentaría yo vuestras almas, si vuestras intenciones fueran puras? ¿Sería yo franco con vosotros, según
la claridad de la verdad, si os hallaseis libres del pecado?
He aquí si fueseis santos, os hablaría de cosas santas; pero como no lo sois, y me tenéis por maestro, es
necesario que os enseñe las consecuencias del pecado." (2 Nefi 9:46-48.)
Cuando nos enteramos de lo horrible de nuestros pecados, o continuamos cometiéndolos, o decidimos
valientemente admitir nuestros errores y enmendarlos. Si continuamos cometiéndolos, será el empeño de
Satanás cegarnos más y más hasta que perdamos todo deseo de arrepentimos. Si esperamos hasta que estemos
a las puertas de la muerte, posiblemente será demasiado tarde.
Lea Alma 34:32-35
¿Por qué no es aconsejable postergar nuestro arrepentimiento?
Todos necesitamos arrepentimos

Aunque nuestros pecados no sean tan graves como los que cometieron los hermanos de Nefi, todavía
necesitamos arrepentimos. Lea Romanos 3:23.
Debemos arrepentimos de las cosas que no debimos haber hecho, tales como: decir una mentirilla,
chismear, o tomar el nombre del Señor en vano. También debemos arrepentimos de las cosas que no hicimos
y que debimos, por ejemplo: pagar nuestro diezmo, orar con frecuencia, guardar el día de reposo, ofrecer
amistad a nuestro prójimo o cumplir con alguna asignación. Es importante que nos arrepintamos,
especialmente de aquellas cosas que más nos remuerden. Debemos reconocer la voz del Señor que nos da
fuerza e inspiración para vencer nuestros errores.
"Un joven dijo en su testimonio: 'Pienso ahora en todo el pesar que les causé a mis padres, y a mí
mismo, al no darme cuenta de que el pecado no puede traer felicidad. Después de terminar mis estudios
secundarlos, me mudé a un apartamento y empecé a beber, fumar y hacer uso de las drogas. En ese entonces
me parecía que la estaba pasando muy bien, pero ahora comprendo que llevaba una vida miserable.
" 'Un día me puse a pensar: "¿Qué pasaría si mis padres me vieran así? ¿Qué pensarían de su hijo?"
" 'Entonces hice un esfuerzo por cambiar.... Nunca hubiera logrado el cambio sin la ayuda de algunos
buenos amigos, de un obispo comprensivo y del Espíritu Santo. Pero con toda esa ayuda, pude arrepentirme;
ahora me doy cuenta lo infeliz que me sentía, y testifico que el arrepentimiento y vivir en toda justicia traen la
felicidad. Sé por experiencia propia que el Señor siempre está dispuesto a ayudarnos a cambiar, si tan sólo se
lo permitimos'". (Jay A. Parry, "Mlracles Today?" Ensign, enero de 1978, pág. 56.)
Al arrepentimos de nuestros pecados, nos acercamos más a la senda correcta. Cuando nos encontramos
en el camino correcto hacia el reino celestial, nos damos cuenta de que todas las leyes de Dios son
importantes. No podemos ver el pecado con el más mínimo grado de tolerancia. Llegamos a ser más como
Jesucristo y vemos el pecado en la misma forma que El lo ve. En otras palabras, no podemos tolerar el
pecado en ninguna manera. Esta debe ser nuestra meta, aunque aún no la hayamos alcanzado, debemos
esforzarnos para lograrla. SI oramos con humildad, pidiendo al Señor que nos ayude a reconocer nuestros
errores, El lo hará. Lea Éter 12:27
El perdón es el resultado del verdadero arrepentimiento

Cuando nos damos cuenta que cada uno de nuestros pecados es abominable ante la vista de Dios,
entonces sentimos por ellos "la tristeza que es según Dios" (Véase 2 Corintios 7:10). No podemos recordarlos
sin que nos causen un dolor agudo de culpabilidad y remordimiento, los cuales abruman y se convierten en
una carga pesada, y es entonces cuando comprendemos un poco del sufrimiento que padeció Jesucristo
cuando murió por nosotros. (Véase Alma 36:12-13.)
Cuánta alegría debería darnos no tener que llevar siempre sobre nosotros esa carga. Podemos
desecharla por medio del arrepentimiento, y del gran amor que nuestro Señor Jesucristo mostró por nosotros,
al sufrir, derramar su sangre y morir por nuestros pecados, a fin de que no tuviéramos que padecer de lleno si
nos arrepentíamos. (Véase Principios del Evangelio, capítulo 12, "La expiación".)
Jesús dijo:
"Porque, he aquí, yo, Dios, he padecido estas cosas portodos, para que no padezcan, sí se arrepienten.
"Mas si no se arrepienten, tendrán que padecer aun como yo he padecido;
"Padecimiento que hizo que yo, aun Dios, el más grande de todos, temblara a causa del dolor y echara
sangre por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu" (D. y C. 19:16-18).
Discuta las siete partes del arrepentimiento. Si es posible, permita que participen varias hermanas.
Mientras se esté hablando de ese tema, muestre una gráfica de las siete partes del arrepentimiento.
Las siete partes del arrepentimiento son: (1) Reconocer el error, (2) Sentir pesar, (3) Dejar el pecado,
(4) Confesar nuestros pecados, (5) Hacer una restitución, (6) Perdonar a otros, (7) Guardar los mandamientos
de Dios. El Señor nos promete que si seguimos estos pasos, El perdonará nuestros pecados y no los recordará
más, porque El ya ha pagado por ellos y por lo tanto tiene poder para perdonar. Lea D. y C. 58:42
Por medio del arrepentimiento, nos volvemos limpios y puros; por lo tanto, podemos recordar el
pasado, así como nuestros pecados, pero sin aflicción. En vez de dolor, sentimos paz en el alma. Un
misionero, que prefiere conservar su nombre anónimo, relata una historia que ilustra la manera en que
podemos alcanzar el perdón total cuando verdaderamente nos arrepentimos.
Una jovencita, la cual estaba a punto de ser bautizada, dudaba de que su arrepentimiento por los
pecados cometidos en su adolescencia pudiera ser aceptado por el Señor, de modo que continuaba orando
para asegurarse de que el Señor la había perdonado. Un poco después de su bautismo, el élder que le
confirmó el don del Espíritu Santo, dijo lo siguiente:
"Al poner mis manos sobre la cabeza y decirle que recibiera el Espíritu Santo, sentí como si su cuerpo
se hubiera sacudido por un golpe eléctrico. Me alarmé por unos momentos, pero luego recobré la calma y
finalicé la oración. Como es costumbre en la Iglesia, después me acerqué a ella para felicitarla, y me di cuenta
de que se encontraba en un estado de estupor. Mantenía cerrados los ojos y corrían lágrimas por sus mejillas.
Estuvo así como por cinco minutos, luego se levantó, movió la cabeza y se dirigió a su asiento.
"Por supuesto, sentía curiosidad por saber la razón de su reacción mientras la confirmaba; por lo tanto,
más tarde le pregunté acerca de eso. Me dijo que una sensación más hermosa, más limpia y dulce había
pasado por su cuerpo; experimentó como nunca antes en su vida un espíritu bello y limpiador."
Los resultados de esta experiencia fueron sorprendentes. Por el término de unos tres días la expresión
de la cara cambió, aun sus rasgos físicos se volvieron más finos y sus ojos tenía una expresión más serena. El
élder dice:
"Mi compañero y yo obtuvimos un gran testimonio al ver el verdadero cambio que puede efectuar el
Espíritu del Señor en una persona arrepentida, tanto espiritual como físicamente, en un ser bello y hermoso.
El poder limpiador del Espíritu Santo que obtiene una persona al entrar en las aguas del bautismo, es real."
(Margie Calhoun Jensen, When Faith Writes the Story, págs. 18-19.)
Este es un relato dramático sobre el poder del Espíritu del Señor para limpiarnos. Aunque algunos de
nosotros nunca pasemos por una experiencia como ésta, podemos recibir el mismo espíritu dulce y limpio.
Aunque es sólo una vez que nos bautizamos, podemos arrepentimos del pecado durante nuestra vida y
corregir nuestro camino para merecer el reino celestial. Es una gran bendición saber que cuando nos
arrepentimos verdaderamente, el Señor nos perdona y no se acuerda más de nuestros pecados.
2 Corintios 7:8-11 (Porque la tristeza que es según Dios .. .)
1 Juan 1:8-9 (todos somos pecadores)
Enós 1:1-8 (los pecados son perdonados por la fe)
Mosíah 26:29-31 (confiesa los pecados y se perdonan unos a otros)
D. y C. 42:18-29 (guardar los mandamientos)
Lección 3
El bautismo, un convenio continuo
El objetivo de esta lección es animarnos para vivir continuamente de acuerdo con los convenios que
hicimos al bautizarnos.
Introducción
El deseo de nuestro Padre Celestial es que todos su hijos tengamos fe en su Hijo Jesucristo y nos
arrepintamos de nuestros pecados. Después de arrepentimos, somos bautizados en la Iglesia de Cristo.
Debemos bautizarnos para poder obedecer los principios que nos conducen a la salvación. Pero el hecho de
ser bautizados no es suficiente, sino que debemos empezar una vida nueva y continuar progresando hacia la
perfección.
El profeta Alma preguntó a su pueblo después de ser bautizados:". . .¿Habéis nacido espiritualmente de
Dios? ¿Habéis recibido su imagen en vuestros rostros? ¿Habéis experimentado este gran cambio en vuestros
corazones?" (Alma 5:14). ¿Hemos sentido un cambio en nuestro corazón y ha renacido nuestro espíritu? Es
así como debemos sentirnos después del bautismo en la Iglesia de Jesucristo.
Deténgase un momento y recuerde la forma en que se sintió cuando fue bautizada. Alma menciona que
el bautismo es el principio de ese "gran cambio". Es posible que no seamos una de esas personas que ha
sentido un cambio repentino al ser bautizadas, pero que a través del tiempo nuestra vida ha mejorado, y es
entonces cuando podemos ver el cambio. El bautismo nos ofrece un nuevo principio; y así como Cristo,
debemos ser "sepultados" en el agua al ser bautizados y resucitados a una vida nueva. (Véase Romanos 6:3-
4.) Por medio de la obediencia, esta vida nueva nos conducirá a nuestra meta de vivir para siempre con
nuestro Padre Celestial.
Muchas personas experimentan un sentimiento espiritual en el momento de bautizarse. Un miembro lo
describió en esta forma: "¡Nunca olvidaré la emoción que embargó mi alma, al quedar limpio y principiar
nuevamente como un niño de Dios... fue un sentimiento muy especial!" (Hartman y Connie Rector, A/o More
Strangers, 3:175.)
El bautismo representó un cambio muy importante dentro de nosotros, porque al ser bautizados, fuimos
limpiados y se nos dio la oportunidad de volver a empezar una vida nueva. Debemos recordar frecuentemente
ese sentimiento limpio y de seguridad que obtuvimos al ser bautizados.
Pida a una o dos hermanas que relaten el sentimiento que experimentaron al ser bautizadas. Pregúnteles
los cambios que han tenido desde que se bautizaron. Pida que también participen en la discusión las hermanas
más jóvenes.
Nuestro convenio bautismal

Un convenio es un acuerdo o promesa entre dos o más personas. El presidente Spencer W. Kimball
dijo: "Ser bautizado significa concretar un convenio ... con Dios ... de obrar justicia asi como evitar la
maldad" (El Milagro del Perdón, página 92).
Pida a los miembros de la clase que lean y marquen D. y C. 20:37.
¿Cuáles son los requisitos para el bautismo que menciona esta escritura? Enumérelos en la pizarra.
1. Ser humilde.
2. Tener un corazón quebrantado y un espíritu contrito.
3. Estar listo para tomar sobre st el nombre de Jesucristo,- .
4. Tener la determinación de servirle hasta el fin.
¿Que significa tomar sobre sí el nombre de Jesucristo?
Tomar el nombre de Jesucristo es ser llamado progenie de Cristo. (Véase Mosíah 5:7-8.) Llevar el
nombre de alguien es una gran responsabilidad. Así como tenemos la responsabilidad hacia las personas que
nos han dado nuestro apellido, de la misma manera, esa misma responsabilidad la tenemos al tomar sobre
nosotros el nombre de Jesucristo; por lo tanto, debemos vivir así como El vive.
Los convenios que hacemos cuando participamos del sacramento, son los
mismos que hacemos al bautizarnos. Se nos da una promesa si guardamos
los convenios y mandamientos.
¿Cuál es la promesa que ofrece nuestro Padre Celestial a los que guardan sus mandamientos? (Tendrán
su Espíritu consigo).
¿En qué forma el tener su Espíritu nos ayuda a servirlo y guardar sus mandamientos?
Nuestro progreso después del bautismo

Algunas personas tienen la creencia de que se salvarán únicamente con ser bautizadas. Como
miembros de la Iglesia de Cristo, nos damos cuenta de que el bautismo es solamente el comienzo. Es cuando
se registran nuestros nombres en los libros de la Iglesia; pero el solo hecho de bautizarse no es suficiente.
Después del bautismo debemos hacer muchas cosas para lograr la vida eterna.
¿Cuáles son nuestras obligaciones después del bautismo? lean Moronl 6:4-9.
1. Orar al Padre Celestial.
2. Ayunar en ocasiones especiales.
3. Asistir y participar en reuniones de la Iglesia.
4. Participar con regularidad del sacramento.
5. Velar por el bienestar de los demás.
6. Arrepentimiento de nuestros pecados.
7. Seguir la guía del Espíritu Santo.
Pida a los miembros de la clase que verifiquen la lista que se encuentra en la pizarra.
¿En qué forma necesito mejorar para guardar mis convenios bautismales?
Al bautizarnos empezamos un renacimiento espiritual y debemos continuar en esa nueva vida,
haciendo las cosas que Moronl enumera. Muchas veces olvidamos nuestros convenios al contraer
compromisos dentro de las cosas de este mundo, al tratar de cumplir con otras responsabilidades diarias
como: cuidar de nuestras familias y hogares, asistir a la escuela, etc.
¿En qué forma podemos aumentar nuestra espiritualidad y guardar nuestros convenios bautismales?
Cuando cometemos errores, es allí cuando debemos arrepentimos y guardar nuestros convenios
bautismales. Cuando admitimos haber pecado y nos arrepentimos (véase la lección 2 de este manual), es
cuando estamos encaminándonos hacia la perfección. Nuestro Padre Celestial se complace cuando buscamos
sinceramente la guía del Espíritu Santo mediante la oración.
El camino hacia la perfección

¿Cumpliremos en su totalidad alguna vez con nuestros convenios bautismales? Es posible que no lo
logremos en esta vida, pero debemos tratar de continuar perfeccionando nuestra vida, cambiando los malos
hábitos por los buenos. El presidente Spencer W. Kimball dijo:
". . .el camino a la perfección es un cambio en la vida de la persona, al substituir en todo caso lo bueno
por lo malo. Los cambios pueden darnos mejor resultado si los tomamos uno por uno. Si uno paga
anualmente la décima parte de sus ingresos, está perfeccionándose en cuanto a esa ley. No es difícil llegar a
ser perfecto, si para evitar el hábito de blasfemar o maldecir, uno cierra la boca para no proferir palabras
inmundas y maldicientes, y es así como uno se encamina a la perfección. Si uno estudia las Escrituras con
dedicación, entonces en ese sentido está acercándose a la perfección." ("Be Ye Therefore Perfect," Salt Lake
Institute of Religión devotional, 10 de enero de 1975, pág. 11).
El profeta Nefi dijo que el bautismo no era todo lo que se debía hacer, Dijo que debemos "seguir
adelante" y perseverar hasta el fin. El Señor nos ha prometido que viviremos con El eternamente si
mostramos nuestro amor al obedecerle. (Véase 2 Nefi 31:19-21.) Lograremos la verdadera felicidad sobre la
tierra y el gozo eterno en la vida venidera si guardamos los convenios bautismales que hemos hecho con el
Señor.
El presidente José Fielding Smith lo explica en esta forma:
"Uno de los grandes propósitos de la Iglesia verdadera es enseñar a los hombres lo que deben hacer
después del bautismo para ganar la bendición completa del evangelio ...
Debemos perseverar hasta el fin; guardar los mandamientos después del bautismo ... vivir en tal forma
como para adquirir los atributos de santidad y llegar a ser la clase de persona que pueda gozar de la gloria y
las maravillas del reino celestial." ("The Plan ofSalvation", Ens/g/n, Nov. de 1971, pág. 5.)
Una exmonja católica, conversa a la Iglesia, explica lo que el bautismo significa para ella:
"Todo lo que vi y oí en la Iglesia desde el principio, me impresionó muchísimo. Todo el entusiamo y
amor, así como la gran preocupación del uno hacia el otro, me hicieron darme cuenta de que esta religión
tenía algo especial.. .
"Entonces comprendí que me encontraba en la iglesia incorrecta y que La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días es la única Iglesia verdadera sobre la faz de la tierra, y sabía que también debía . ..
unirme a ella...
"No fue muy fácil el cambio de mis antiguas costumbres a mi nueva vida, mas la cosa que me ha
mantenido firme durante esta experiencia fue y es la renovación de mis convenios bautismales cada semana
durante la reunión sacramental, el convenio de tomar sobre mí el nombre del Salvador, de siempre recordarlo
y guardar los mandamientos, y a su vez, el convenio del Señor que dice que si cumplo con esto, me promete
que su Espíritu estará siempre conmigo .. .
"Luego recuerdo mi bautismo y la inmersión completa en el agua. Para mí significa la extinción del
egoísmo y el pecado y el renacimiento a una vida nueva como una hija de Dios. Me parece que el acto del
bautismo es un símbolo de la manera que el señor quiere que vivamos, para vencer el egoísmo y luchar contra
la tentación. En esta forma extinguimos el placer y el pecado y nos levantamos, y progresamos diariamente
encaminándonos hacia la presencia de nuestro Padre.
"Después silenciosamente renuevo mis convenios al tomar el nombre de Jesucristo sobre mí,
diciéndole que nuevamente estoy renovando la promesa de aceptarlo, así como observar los principios del
evangelio y sus enseñanzas; que acepto la Iglesia y apoyo y sostengo al profeta y a las autoridades de la
Iglesia, los únicos comisionados divinamente para guiarnos en el nombre de Dios. En mi oración le comunico
que otra vez estoy renovando el convenio de siempre recordarlo, por ejemplo, que reclamaré su presencia
durante el día, especialmente en momentos de tentación o cansancio. Finalmente hago la renovación del
convenio de guardar sus mandamientos, teniendo conocimiento de que si hago esto fielmente, tendré su
Espíritu conmigo." (No More Strangers, 3:154, 157, 159.)
Conclusión
En el momento del bautismo, un "cambio en el corazón" dio principio dentro de nosotros. Hicimos
convenios de tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo y guardar sus mandamientos. Mientras tratemos
de hacer estas cosas diariamente, tendremos su Espíritu con nosotros, y éste nos ayudará a ser más como El
es.
Gálatas 3:27-29 (llegar a ser uno en Cristo mediante el bautismo).
1 Pedro 3:21 (el bautismo y la resurrección).
D. y C. 27:2 (participar del sacramento).
Lección 4
El don del Espíritu Santo
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender las grandes bendiciones que pueden
otorgársenos por medio del don del Espíritu Santo.
¿Por qué necesitamos el don del Espíritu Santo?

Antes de que nos uniéramos a la Iglesia, el Espíritu Santo nos acompañó algunas veces. Cuando
escuchamos a los misioneros, el Espíritu Santo nos hizo sentir bien en cuanto al evangelio; nos ayudó a
comprenderlo y aceptarlo; pero nunca tuvimos la constante compañía de éste sino hasta después de que
fuimos bautizados y confirmados, y se nos confirió el don del Espíritu Santo por medio del poder del
Sacerdocio de Melquisedec.
Uno de los dones más grandes que el hombre puede recibir sobre la tierra es el del Espíritu Santo. El
presidente Lorenzo Snow declaró que: "Desde el momento en que recibimos ... el don del Espíritu Santo ...
contamos con un amigo .. "(Manual de la Noche de Hogar para la Familia, 1975, pág.56). ¿Por qué debemos
aspirar a contar con la compañía del Espíritu Santo?
Pida a los miembros de la clase que lean en Juan 14:16-17, 26 y Juan 16:13.
¿Cuáles son algunas de las razones por las que necesitamos el Espíritu Santo como nuestro
compañero?
Enumere las respuestas en la pizarra. El nos ayuda a:
1. Enseñar el evangelio.
2. Recordar cosas.
3. Protegernos del mal.
4. Inspirarnos para que demos mejores clases y lecciones.
5. Advertirnos cuando nos encontramos en peligro.
6. Decirnos las cosas que debemos hacer.
7. El tiene un poder limpiador y santlficador.
Lea 2 Nefi 32:5.
El élder LeGrand Richards hizo este comentario: "Preferiría que mis hijos y mis nietos gozaran de la
compañía del Espíritu Santo más que de cualquier otra compañía en este mundo porque si prestan atención a
las indicaciones de ese Espíritu, El los conducirá a toda verdad y velará por ellos para que regresen a la
presencia de su Padre que está en los cielos" (en Conference Report, abril de 1966, pág. 112; véase, además,
Improve-mentEra, junio de 1966, pág. 540).
El Espíritu Santo es un compañero muy deseable. Debemos de hacer todo lo que podamos para
conservar su compañía.
¿Cómo conservar el Espíritu Santo con nosotros?

Si guardamos los mandamientos, tendremos el Espíritu Santo con nosotros. Cada vez que participemos
del sacramento, nos comprometemos a obedecer los mandamientos; y si guardamos nuestra promesa, a
cambio, el Señor nos promete que tendremos "siempre su Espíritu con nosotros" (Véase D. y C. 20:77).
El Señor nos ha pedido que nos conservemos moralmente limpios, que protejamos nuestro cuerpo
como templos, porque si mantenemos nuestros pensamientos limpios y puros, nuestro lenguaje, vestido y
acciones, el Espíritu Santo nos acompañará. (Véase 1 Corintios 3:16-17.) Debemos evitar lo malo, aun
aquello que pueda tener simplemente la apariencia de malo.
El Espíritu Santo puede ofenderse con lo que nosotros consideramos "cosas pequeñas". En 3 Nefi
11:29 aprendemos que la contención viene del diablo. Se llama contención o disputa cuando no existe unidad
ni armonía. Cuando discutimos acaloradamente o peleamos, el Espíritu Santo se aleja.
El mismo profeta José Smith no podía recibir inspiración, a menos que se encontrara en armonía con
todos. Una mañana se molestó por algo que su esposa había hecho, luego fue y trató de traducir parte del
Libro de Mormón y no pudo. Así que se dirigió a la arboleda y oró. Regresó después y le pidió a Emma que
lo perdonara, y fue hasta entonces que pudo traducir. ("Thou Shalt Love Thy Wife With All Thy Heart",
Ensign, enero de 1974, pág. 37.)
Cuando nos enteramos de que nuestros hijos han hecho algo malo, no debemos descontrolarnos, sino
permitir que el Espíritu Santo nos dirija para poder corregirlos. (Véase D. y C. 121:43.)
¿Cuáles son algunas cosas que hacemos para ahuyentar el Espíritu Santo? ¿Qué debemos hacer para
preservar su compañía? En dos columnas enumere ¡as respuestas en la pizarra.
El presidente José Fielding Smith dijo:
"El Espíritu Santo no morará en una persona que no está dispuesta a obedecer, ni a guardar los
mandamientos de Dios ... el espíritu del Espíritu Santo no puede morar allí.
"Ese gran don viene a nosotros únicamente mediante la humildad, la fe y la obediencia...
"¿Se ha puesto a pensar el gran privilegio que significa para nosotros tener como compañero a un
miembro de la Trinidad? ¿Lo ha pensado de esa manera? Sí, es nuestro privilegio, si guardamos los
mandamientos que el Señor nos ha dado." (Church News, 4 de noviembre de 1961, pág. 14.)
En que forma nos ayuda el Espíritu Santo

Cuando mostramos por medio de nuestra fidelidad que deseamos tener al Espíritu Santo como nuestro
compañero, él nos ayudará en muchas maneras.
NOS AYUDA TENER FAMILIAS MAS FELICES
El Espíritu Santo "inspira virtud, bondad, misericordia, ternura, mansedumbre y caridad" (Parley P.
Pratt, Key to trie Science oí Theology, 9a. edición, pág. 101). Hay más armonía en el hogar cuando los
miembros de la familia desarrollan estas cualidades.
EL NOS INDICA QUE HACER
El Espíritu Santo nos ayuda a hacer decisiones importantes y a saber lo que debemos hacer.
Pida a los miembros de la clase que lean D. y C. 8:2 y 6:15.
¿En qué forma nos indica el Espíritu Santo lo que debemos hacer?
NOS AYUDA A PROGRESAR EN LA IGLESIA
El élder Franklin D. Richards menciona la forma en que el Espíritu Santo lo ha guiado: "He oído esa
suave voz del Espíritu muchas veces al reunirme con vosotros; al conferir el sacerdocio; al apartar personas
para que ocuparan cargos en la Iglesia; al dar bendiciones de salud; al ofrecer mi testimonio a personas que
no son miembros, lo mismo que a los santos; al decir un discurso, y en muchas otras oportunidades" ("El
constante poder del Espíritu Santo", Liahona, julio de 1973, pág. 36).
EL NOS ADVIERTE
Algunas veces el Espíritu Santo nos advierte cuando nos encontramos en peligro o tentación. El élder
Franklin D. Richards nos cuenta la experiencia de un joven padre:
"Una noche se despertó con una voz que le decía claramente que se levantara y fuera al primer piso;
obedeciendo la advertencia bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, donde se encontró con que una de las
paredes estaba en llamas. Rápidamente despertó a la familia, llamó a los bomberos y entre todos se las
arreglaron para controlar el fuego hasta que éstos llegaron.
"Este hombre no tuvo la menor duda de que la advertencia que recibió fue una manifestación de la
protección que da el Espíritu Santo a los que se mantienen en armonía con él" ("El constante poder del
Espíritu Santo", Liahona, julio de 1973, pág. 36).
Desde que se convirtió a la Iglesia ¿ha tenido la advertencia del Espíritu Santo alguna vez, cuando se
hallaba en peligro o tentación?
EL PUEDE CONSOLARNOS
Muchas personas han testificado del espíritu de consolación que han recibido en ocasiones de dolor y
pena. El Espíritu Santo les ha ayudado a encontrar paz y comprensión.
El élder Franklin D. Richards nos cuenta la siguiente experiencia:
"Hace unas semanas tuve el privilegio de conocer a dos mujeres, amigas íntimas, que habían perdido a
sus esposos en un trágico accidente de aviación. Pensaréis quizás que las encontré hundidas en la
desesperación y el dolor. Ciertamente que no. Nunca he visto valor y fortaleza mayores; ambas testificaron
del gran consuelo que les había brindado el Espíritu, y de que sabían que había un propósito en el
llamamiento que sus maridos habían recibido, que ellas y sus familias estarían perfectamente mientras se
mantuvieran fieles a la Iglesia, guardando los mandamientos del Señor" ("El constante poder del Espíritu
Santo", Liahona, julio de 1973, pág. 36).
El presidente Heber J. Grant nos dice la forma en que los miembros de su familia recibieron
conocimiento y consuelo del Espíritu Santo: "Aproximadamente una hora antes de que muriera mi esposa,
llamé a mis hijos a su habitación y les dije que su madre estaba a punto de morir y que debían despedirse de
ella. Una de las niñas, como de doce años de edad, me dijo: 'papá, yo no quiero que mamá se muera. He
estado contigo en el hospital durante seis meses una y otra vez; cuando mamá estaba angustiada tu la ungías y
calmabas sus dolores haciendo que apaciblemente se quedara dormida. Quiero que pongas las manos sobre
mamá y la cures'.
"Le dije a la pequeña que todos teníamos que morir algún día y sentía la seguridad en mi corazón que
para ella había llegado su hora. Tanto la niña como el resto de los demás abandonaron el cuarto.
"Entonces me arrodillé al lado de la cama de mi esposa (la cual entonces estaba inconsciente) y le dije
al Señor que reconocía su mano en la vida, en la muerte, en el gozo, en las penas, en la prosperidad y la
adversidad. Le agradecí el conocimiento de que mi esposa me pertenecía por toda la eternidad .... Pero le dije
al Señor que me faltaba la fuerza para ver morir a mi esposa y temía que esto afectara la fe de mis pequeños
... y le supliqué al Señor con toda la fuerza que poseía que le diera a mi pequeña el conocimiento de que era
Su voluntad y Su deseo de que muriera su madre.
"Después de una hora, mi esposa falleció y volví a llamar a mis hijos. El niño pequeño de cinco años y
medio lloraba amargamente, entonces mi pequeña hija lo tomó en los brazos y le dijo:... 'No llores, Heber;
desde que salimos de este cuarto, la voz del Señor de los cielos me ha dicho que en la muerte de mamá se ha
cumplido su voluntad'." (Manual de la Noche de Hogar para la Familia, lección 10, pág. 56.)
EL NOS TESTIFICA DE LA VERDAD
Es a través del Espíritu Santo que recibimos nuestro testimonio del evangelio. Pida a la persona
asignada que presente el siguiente relato.
Una señora judía, la cual se encontraba interesada en saber más sobre la Iglesia, se dirigió a una
biblioteca pública y llevó prestado el libro Doctrina del Evangelio por Joseph F. Smith. Mientras se hallaba
leyendo el libro, tuvo un deseo muy fuerte de saber más, así es que visitó la Iglesia Mormona. Dijo lo
siguiente:
"Siendo que me encontraba casada, le pedí a mi esposo que me llevara a la Iglesia Mormona. Recuerdo
muy claramente la indecisión que tuve al encontrarme en la puerta, pues tenía temor de encontrar un crucifijo.
Qué gozo más grande invadió mi alma cuando "al entrar, vi una capilla llena de personas afectuosas y
amigables. Durante todo el servicio de la Escuela Dominical me sentí como si hubiera llegado a casa después
de una larga jornada.
"Después del servicio se nos comunicó que había clase para todos, y se nos pidió que asistiéramos a
una de ellas la que después supe era la clase para los investigadores. Ese día la clase se trataba de la
organización de la Iglesia. Cuando llegó al punto de discutir el oficio del obispo, el maestro explicó - creó
que lo hizo por cortesía y consideración a mi esposo y a mí— que un obispo es casi como un rabí. Después,
mientras se encontraba mostrándonos la capilla, le dije: 'Espero que no le moleste que le diga mi punto de
vista, pero un obispo no es como un rabí. El es solamente un maestro, mientras que un obispo tiene la
autoridad de Dios.'
"Me sorprendí bastante cuando me di cuenta de lo que había dicho. Y eso fue solamente el principio.
En esa ocasión no me daba cuenta de donde provenía todo ese conocimiento. Ciertamente acababa de
terminar de leer el libro Doctrina del Evangelio, pero dos días de lectura no son suficientes para absorber
intelectualemente 543 páginas llenas de ideas y conceptos nuevos. Más tarde me di cuenta que es el
discernimiento del corazón —la confirmación del Espíritu— que transforma el conocimiento en entendi-
miento". (Renée Pool Vorhaus, "The God of My Fathers", Ensign, febrero de 1978, pág. 20.)
Por medio del Espíritu Santo, todo miembro de la Iglesia puede llegar a saber cuando un profeta de
Dios revela la verdad. El presidente Brigham Young dio este consejo:
"Sabremos si el orador es inspirado por el Espíritu Santo solamente si nosotros mismos somos
inspirados por el Espíritu Santo. Por consiguiente, es fundamental que los miembros de la Iglesia sean tan
diligentes en su fe como lo son sus líderes." (Citado por Henry D. Moyle, en Conference Report, abril de
1962, pág. 101; véase, además, Improvement Era, junio de 1962, pág. 407.)
Las bendiciones del Espíritu Santo son reales. Todos los miembros de la Iglesia tienen derecho a estas
bendiciones si las buscan diligentemente.
Invite a un miembro de la clase a que relate alguna ocasión en que haya sentido el compañerismo del
Espíritu Santo. (Esta puede ser un sentimiento cálido de gozo mientras entonaba un himno, decía o escuchaba
una oración, o un discurso o se sintió cerca al Señor. También puede ser una experiencia similar a las que se
mencionan en la lección.)
Conclusión
El Espíritu Santo es una gran bendición que es concedida a todos aquellos que son confirmados
miembros de la Iglesia. Este espíritu es esencial que lo tengamos para que podamos completar nuestra misión
sobre la tierra. El Espíritu Santo nos ayudará en todo momento de nuestra vida si somos dignos y le
permitimos permanecer con nosotros.
Hechos 5:32 (El Espíritu Santo, un testigo)
1 Nefi 10:17 (ver, oír, y conocer por el poder del Espíritu Santo)
2 Nefi 31:13 (hablar en lenguas de ángeles)
D. y C. 107:56 (prediciendo por medio del Espíritu Santo) Moisés 6:61 (el Consolador)
Lección 5
Testimonio
El objetivo de esta lección es ayudarnos a obtener, edificar y dar testimonio del evangelio restaurado de
Jesucristo.
¿Qué es un testimonio?
Un testimonio no es la conclusión que viene de nuestros poderes de razonamiento. El presidente
Spencer W. Kimball dijo: "Los testimonios son sentimientos, no una acumulación de hechos" (Margaret
Hoopes, "Com-munity and Communing", Ensign, enero de 1978, pág. 50).
Un testimonio del evangelio "llega a nosotros cuando el Espíritu Santo habla a nuestro propio espíritu;
cuando se escuchan los susurros de esa voz apacible y delicada." Llega con una certeza firme y calmada....
"En todo testimonio válido, deben incluirse estas tres grandes verdades: 1. Que Jesucristo es el Hijo de
Dios y Salvador del Mundo. (D. y C. 46:13); 2. Que José Smith es el Profeta de Dios, por el cual el evangelio
se ha restaurado en esta dispensación; y 3. Que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es
la 'única Iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra'. (D.yC. 1:30.)" (Bruce R. McConkie,
Mormón Doctrine, 2a. ed., págs. 785-86.)
El presidente Joseph F. Smith presentó el siguiente testimonio:
"Mis hermanos y hermanas, deseo daros mi testimonio porque he recibido una seguridad que se ha
apoderado de todo mi ser. Ha penetrado profundamente en mi corazón; llena toda fibra de mi alma, por lo que
me siento impelido a decir ante este pueblo,... que Dios me ha revelado que Jesús es el Cristo, el Hijo del
Dios viviente, el Redentor del mundo; que JoséSmithes, fue y siempre será un profeta de Dios, ordenado y
escogido para estar al frente de la dispensación ... .Sé, como sé que vivo, que esto es verdadero, y doy mi
testimonio de su verdad ... Sé que éste es el Reino de Dios, y que El lleva el timón. El preside a su pueblo;
preside al presidente de esta Iglesia ... y continuará presidiendo a los que dirijan esta Iglesia hasta la escena
final. El no permitirá que sea dada a otro pueblo, ni que sea dejada a los hombres". (Doctrina del Evangelio,
págs. 494-495.)
Estas son las palabras de un profeta de Dios que estremecen el alma; pero un profeta no es el único que
pueda tener un testimonio fuerte. El presidente Brigham Young dijo: "Es tanto deber como la responsabilidad
de todo Santo de los Últimos Días saber que su religión es verdadera" (Discursos de Brigham Young, pág.
429).
Todos tenemos el privilegio y el deber de obtener un testimonio de Jesucristo, de José Smith y de
nuestro profeta viviente. Podemos obtener un testimonio de la veracidad del Libro de Mormón, del principio
del diezmo, de la Palabra de Sabiduría, y de otros principios del evangelio.
Pida a las hermanas que recuerden su propia conversión a la Iglesia. Pídales que enumeren los
principios del evangelio de los cuales obtuvieron testimonio antes del bautismo.
¿En qué forma se recibe un testimonio?

Recibimos un testimonio cuando el Espíritu Santo comunica la verdad del evangelio a nuestro espíritu,
corazón y mente.
Lea D. y C. 8:2-3. Explique en qué forma testifica el Espíritu Santo. Consulte en el manual Principios
del Evangelio, capítulo 7, págs. 34-35, la sección "¿Por qué es necesario el Espíritu Santo?
Para algunos, obtener un testimonio es una experiencia vivida. Eso fue lo que le sucedió a Heinrich
Stilger de Frankfurt, Alemania. El había recibido la visita de los élderes y había decidido bautizarse. Pero
mientras más se acercaba la fecha, más indeciso se encontraba. Todavía no se convencía que podía o debía
dejar de tomar y fumar. Los misioneros tuvieron paciencia, pero no podían convencerlo de que cumpliera con
la Palabra de Sabiduría y que ésta era verdad. Otro misionero llegó y le pidió que orara para obtener un
testimonio. Finalmente lo hizo y más tarde dijo:
"Vi una figura brillante y oí una voz que me dijo que la Palabra de Sabiduría y la ley del diezmo son
mandamientos de Dios" ("His Testimony Carne Through Prayer", Church News, 17 de enero de 1970, pág.
6).
Un testimonio, para la mayoría de las personas, llega en una forma menos espectacular. Estos
testimonios en forma menos espectaculares no son menos importantes o válidos. Aun los profetas y apóstoles
de la Iglesia han recibido su testimonio en forma menos espectacular. En el siguiente relato el presidente
David O. McKay explica la manera que recibió su testimonio: "Cuando era apenas un muchacho tuve la
oportunidad de escuchar un testimonio de los principios del evangelio, el poder del sacerdocio y la divinidad
de esta obra. Escuché asimismo la admonición de que todos también podemos obtener este testimonio si
oramos, pero no sé cómo se formó en mi mente joven la idea de que nunca podríamos conseguir un
testimonio sin que previamente tengamos alguna manifestación. Leí el relato de la Primera Visión del Profeta
José Smith y comprendí que él supo que lo que había recibido venía de Dios. Conocí a élderes que habían
escuchado voces ... y ciertamente recibí la impresión de que ello era la fuente de todo testimonio.
"Recuerdo que cierta tarde había estado cabalgando por las colinas comprendidas en la propiedad de
mi padre, pensando en estas cosas; consideré entonces allí, en medio del silencio de esas colinas, era el mejor
lugar para obtener ese testimonio. Detuve mi caballo ....
.. ."Me arrodillé y con todo el fervor de mi corazón vertí a Dios mi alma y le supliqué por un
testimonio de su evangelio. Mi mente contenía fija la idea de que una manifestación especial iba a producirse
y que recibiría alguna transformación que alejaría todas mis dudas.
"Al cabo de unos momentos me incorporé y monté el caballo. Y mientras regresaba a la casa, recuerdo
que hurgué dentro de mí sacudiendo involuntariamente la cabeza, me dije: 'No hay caso. No ha habido
cambio alguno. Sigo siendo el mismo muchacho que era antes de arrodillarme'. La manifestación largamente
anticipada no se había efectuado.
"Pero no obtuve el testimonio de que esta obra es divina por medio de una manifestación . . . sino
mediante la obediencia a la voluntad de Dios, conforme a la promesa de Cristo: 'El que quiera hacer la
voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.' (Juan 7:17.)" ("Un
testimonio personal," Liahona, noviembre de 1962, págs. 241, 263-64.)
El presidente Marión G. Romney explica la forma en que obtuvo su testimonio:
"Algunas veces una persona recibe su testimonio lentamente, durante un largo período de tiempo. No.
recuerdo que yo haya adquirido el mío repentinamente ... tampoco recuerdo una época en mi vida en que no
haya poseído un testimonio. Naturalmente, se hafortaleciao a través de los años, más no puedo recordar un
solo momento en que no haya creído. Pero, ya sea que un testimonio se obtenga repentina o gradualmente,
causa en la persona un efecto especial; uno es diferente después que lo recibe." ("Un testimonio personal,"
Liahona, noviembre de 1976, pág. 3.)
Nadie debería pensar que nuestros testimonios son inferiores por el simple caso de que no los hemos
recibido en la misma forma dramática.
¿En qué forma nos preparamos para recibir un testimonio?

Muestre el cartel que enumera las cinco maneras para prepararnos para recibir un testimonio:
1.Tener deseo para creer.
2.Escudriñar las Escrituras.
3.Hacer la voluntad de Dios.
4.Meditar y orar con fe en Cristo.
5.Ayunar y orar frecuentemente.
Mientras discute el cartel, haga hincapié en los siguientes puntos:
TENER DESEO PARA CREER
El.primer paso, tener un deseo para adquirir un testimonio es importante.
Lea Alma 32:26-27. ¿En quéforma el deseo de saber la verdad, influyó en las experiencias que tuvieron
el presidente McKay y Heinrich Stiiger? ¿En qué forma afectó a José Smith el mismo deseo?
ESCUDRIÑAR LAS ESCRITURAS
El estudio de las Escrituras nos ayuda a recibir nuestro testimonio. Un
testimonio no puede llegar a nosotros si no hacemos lo que está de nuestra
parte para adquirirlo.
Lea D. y C. 9:7-9.
HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
Esta es la forma en que el profeta David O. McKay recibió su testimonio.
Lea Juan 7:17
MEDITAR Y ORAR CON FE EN CRISTO
Para recibir conocimiento del Espíritu Santo, debemos pedir, también confiar que Dios nos ama lo
suficiente para no permitir que Satanás o nadie más nos engañe. Lea Moroni 10:3-5
AYUNAR Y ORAR FRECUENTEMENTE
El ayuno aumenta el poder de la oración. Ayunar y orar nos ayudará a ganar nuestro testimonio.
Lea Alma 5:45-46.
Una jovencita llamada Annette Parkinson tuvo dificultad para obtener un testimonio, aun después de
orar, leer las Escrituras, y guardar los mandamientos. Ella dice:
"Me acosaba el temor de que pudiese engañarme, de que llegara acaso a autoconvencerme de que
poseía un testimonio, en lugar de realmente obtener uno mediante el Espíritu Santo. Más que cualquier otra
cosa, temía y aborrecía la idea de tal decepción. El solo pensar en depositar esa confianza en Dios me parecía
casi tan atemorizante como saltar al vacío y esperar que alguien estuviese allí para salvarme. Sin embargo,
me daba cuenta de que si deseaba obtener un testimonio, tendría que hacer algo al respecto.
"Descubrí que obtener fe no es algo que se logre de la noche a la mañana; pero sinceramente traté de
sentir y ejercer confianza en el Señor. Con el transcurso del tiempo, algo hermoso empezó a ocurrir en mi
interior; un día, mientras me encontraba sentada en la cama, me embargó un sentimiento que nunca había
notado; no obstante, no era un sentimiento totalmente nuevo. Estando allí sentada, recuerdo haberme dicho
mentalmente: '¡El Señor ha dado respuesta a mis oraciones! ¡Ahora sé que El vive; ahora realmente sé que
vive!'
"El sentimiento fue hondo y profundo, sin embargo dulce y tranquilo; sabía que Dios vivía, ¡y cuán
feliz me sentía!
"Naturalmente, esto no fue el fin de mis luchas; aún necesitaba saber si Jesucristo era en realidad mi
Salvador, si José Smith era un profeta, si el Presidente de la Iglesia es un profeta....
"Desde entonces, mi comprensión del evangelio se ha magnificado y he recibido un testimonio de
muchas cosas" ("La confianza, una clave para el testimonio", Liahona, enero de 1979, pág. 17).
¿Por qué algunas veces es difícil tener la habilidad para confiar? ¿En qué forma el deseo de tener un
testimonio afecta nuestras acciones, aun después de haberlo obtenido?
¿Qué debemos hacer para guardar un testimonio?
El élder Heber C. Kimball dijo:
"Para hacerles frente a las dificultades que se avecinan, será necesario que obtengan un testimonio, por
sí mismos, de la veracidad de esta obra ....
"El tiempo vendrá cuando ni el hombre ni la mujer podrán perdurar con una luz prestada. Cada uno
tendrá que guiarse por la luz que despida de sí mismo. Si usted no la tiene, ¿cómo puede substituir?" (Orson
F. Whitney,
Life of Heber C. Kimball, 3a. ed., pág. 450).
El presidente Harold B. Lee declaró:
"El testimonio no es algo que usted tiene ahora, y que va a tener siempre. Un testimonio es frágil. Es
tan difícil de sostener como un rayito de luna. Es algo que usted tiene que recobrar cada día de su vida" (J. M.
Heslop, "President Harold B. Lee Directs Church; Led by the Spirit", Church News, 15 de julio de 1972, pág.
4).
El élder George Q. Cannon escribió:
"No basta que ayer, o anteayer, o la semana pasada, o hace un mes, o hace un año, nos hayamos dado
cuenta con certeza que esta obra es verdadera para que podamos sentirnos verdaderamente felices, debemos
—y como obligación— saber que dicha obra es verdadera hoy, en cada momento de la vida .... Y sólo
podemos retener la verdad en el corazón cuando vivimos cerca de Dios" (Gospe/ Truth, 1:343).
Alma compara el testimonio con una semilla, la cual debe cuidarse para que pueda convertirse más
tarde en un frondoso árbol.
Lea Alma 32:37-38. ¿Cuáles son las cosas que podrían hacernos perder nuestro testimonio? Lea Alma
32:41. ¿En qué forma podemos alimentar nuestro testimonio?
Una forma en que podemos edificar nuestro propio testimonio y el de los demás es compartiéndolo
frecuentemente. Es nuestra obligación darlo a los no miembros de la Iglesia, y es en cada mes, durante la
reunión sacramental, que podemos testificar que sabemos que los principios del evangelio son verdaderos.
Podemos explicar las razones porque lo sabemos; podemos testificar de la divinidad y expiación de nuestro
Salvador, del llamamiento de José Smith como profeta, así como del de nuestro profeta actual. Cuando damos
nuestro testimonio, esto nos ayuda a comprender y evaluar nuestros sentimientos; ayuda a que nuestro
testimonio crezca dentro de nosotros. Simplemente el compartirlo constantemente nos ayuda a darnos cuenta
que tenemos uno.
Cuando damos testimonio por el poder del Espíritu Santo, los que nos escuchan pueden recibirlo de la
misma manera, por el Espíritu Santo; es entonces que pueden darse cuenta de que lo que decimos es
verdadero. Ellos también tratarán de vencer sus faltas y ser mejores personas. Las reuniones sacramentales
espirituales hacen que los miembros de los barrios y ramas se unan más y caminen como una sola y gran
familia.
El testimonio es la posesión más valiosa de hombre alguno. Debemos vivir rectamente, servir a otros y
dar nuestro testimonio; si así lo hacemos, éste se fortalecerá y nos dará gozo, fortaleza y paz en la vida.
Lección 6
AYUNO
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender la forma en que podemos fortalecernos tanto a
nosotros mismos, como a nuestra familia, por medio del ayuno.
La manera correcta de ayunar

Pida a las personas asignadas que presenten un repaso de tres minutos del capítulo 25 del manual
Principios del Evangelio: "Ayuno" que se encuentra en las pág. 149-153.
Cuando ayunamos aumentamos la espiritualidad

Cuando ayunamos y oramos, nos alejamos de las cosas mundanales. El ayuno nos ayuda a reconocer
que dependemos del Señor. El ayuno pone hincapié en la seriedad de nuestra oración, abre nuestro corazón
para poder aprender y aceptar la voluntad de Dios en cuanto a nosotros y nuestra familia.
Pida a los miembros de la clase que lean Alma 32:27. ¿En qué forma puede enriquecer sus experiencias
motivadas por el ayuno? Anime a las hermanas a obtener el deseo de ayunar y pianear mejorar éstos.
Cuando deseamos cambiar algo en nuestra vida, debemos planear, preparar y practicar aquellas cosas
que harán posible ese cambio.
AYUNAR CON PROPOSITO
El hecho de tener una razón para ayunar, hace que nuestro ayuno tenga más significado. Muchas
familias e individuos, con humildad y el espíritu de oración, ponen a consideración aquello por lo que desean
ayunar antes de empezar a hacerlo. Debemos ayunar para: (1) Bendecir a algún enfermo (véase 2 Samuel
12:16); (2) recibir la fortaleza espiritual para vencer algún problema (véase Omni 1:26); (3) recibir
inspiración y revelación (véase Alma 17:3); (4) pedir ayuda y consuelo (véase Helamán 9:10); (5) aumentar
el amor y la armonía en el hogar.
¿Cuáles son algunas de las razones por las que deben ayunar las familias? ¿Por qué es más fácil ayunar
cuando se tiene un propósito? ¿En qué forma puede este objetivo aumentar el significado dei ayuno?
AYUDAR A LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA A QUE AYUNEN
No debemos obligar a nuestros hijos a ayunar cuando están pequeñitos. Debemos explicarles el
propósito del ayuno, incluirlos en nuestras oraciones cuando principiamos el ayuno, y ayudarlos a aprender a
ayunar pidiéndoles que dejen de comer únicamente una comida. Cuando ellos lleguen a la edad de
responsabilidad, deberá preparárseles para hacer un ayuno completo. Debemos estar al tanto de la salud de
los miembros de la familia y tratar de encontrar la forma para que los miembros de la familia ayunen. Cuando
los miembros de la familia están tratando de ayunar, podemos ayudarles alimentando a los pequeñitos,
separadamente. Podemos cambiar la rutina diaria y cocinar alimentos sencillos en vez de comidas que llenen
la casa con un aroma tentador. Como esposas y madres, podemos preparar los alimentos para el domingo, el
día sábado, y en esta forma tendremos tiempo para estudiar las Escrituras, orar y meditar sobre el propósito
de nuestro propio ayuno. También podríamos utilizar el tiempo para leer las Escrituras a los niños, hablar con
ellos, y ayudarlos para que aumenten su amor por el evangelio. Si llenamos el tiempo que generalmente
usamos para comer con otras actividades, pensaremos menos en los alimentos no ingeridos. Si durante el
ayuno nos sentimos con hambre, debemos evitar pensar en ¡os alimentos, y concentrarnos en nutrirnos
espiritualmente. Al hacer esto, "deleitaos en las palabras de Cristo" (véase 2 Nefi 32:3). En vez de comer,
debemos estudiar las Escrituras, meditar, ejercer la fe y continuar orando.
Lea D. y C. 59:13-15. ¿Cuál deberá ser nuestra actitud al preparar los alimentos para finalizar el
ayuno? ¿En qué forma podría aumentar nuestra espiritualidad, el seguir el consejo en la escritura
mencionada?
AYUNAR CON HUMILDAD
Siempre debemos empezar nuestro ayuno con una oración. Es cuando debemos pedir a nuestro Padre
Celestial que nos de la fortaleza necesaria para completar el ayuno. Debemos expresar nuestro deseo de
ayunar, el propósito del ayuno y la importancia que éste tiene para nosotros. También debemos pedir la ayuda
para recibir las bendiciones que necesitamos. Cuando terminamos con el ayuno, también debemos orar,
poniendo en acción nuestra fe para lograr el objetivo del ayuno. Si otras personas se han unido a nosotros
para ayunar con el mismo propósito, todos debemos unirnos en oración. Si nuestros hijos han podido
exitosamente completar su ayuno, debemos expresar nuestra gratitud por ser niños obedientes y fuertes,
deseosos de gozar de las bendiciones del ayuno.
¿Cuáles son las cosas que debemos hacer entre los miembros de la familia para aumentar la
espiritualidad en el ayuno?
Si es usted joven y soltera, ¿Qué puede hacer para ayudar a los otros miembros de la familia a que se
preparen para el ayuno y tengan gozo en ello?
El ayuno es una fuente de poder

Cuando nos encontramos con problemas, es cuando más necesidad tenemos de sentirnos fuertes. Los
poseedores del sacerdocio ayunan frecuentemente para aumentar su habilidad y utilizar ese poder. El mismo
principio del ayuno, también lo podemos aplicar cuando solicitamos las bendiciones del sacerdocio. El élder
Matthew Cowley contó el siguiente relato sobre el ayuno y el poder que éste dio a ciertos padres:
"Hace poco más de un año, una joven pareja vino a mi oficina con un niño en los brazos, el padre me
dijo: 'Mi esposa y yo hemos estado ayunando por dos días, y nos han mandado con usted para que le dé una
bendición a nuestro hijito'.
"Les pregunté que era lo que padecía el niño y ellos me dijeron que éste había nacido ciego, sordo y
mudo, que no tenía coordinación en sus músculos, que aún no había gateado a la edad de cinco años. Me dije
'Este género no sale sino con oración y ayuno' (Mateo 17:21). Tenía una fe ciega en el ayuno y la oración de
aquellos padres. Bendije al niño, y unas semanas más tarde recibí una carta que decía así: 'Hermano Cowley,
como deseamos que ahora pudiera ver a nuestro hijo. Está gateando, cuando le tiramos una pelota sobre el
piso para que la alcance, corre tras ella sobre sus manos y rodillas; puede ver y cuando aplaudimos, nos oye'.
Cuando la mano de Dios ejerce su poder, la ciencia y la medicina se quedan atrás" ("Miracles", Speeches of
the Year, 18 de febrero de 1953, pág. 8).
Una mujer recta, obediente a Dios, puede atraer bendiciones no tan sólo para ella misma y para su
familia, sino también para toda una nación. Tal mujer fue Ester, cuya historia se encuentra en el Antiguo
Testamento. Ester fue una joven judía que halló gracia delante del rey persa y se convirtió en su esposa. En el
mismo país había un hombre poderoso llamado Aman, que era enemigo acérrimo de Mardoqueo, primo de
Ester. Por motivo de que Mardoqueo se negó a inclinarse ante Aman, éste planeó matar a todos los judíos.
Cuando Mardoqueo se enteró de las trágicas noticias, pidió que se las comunicaran a la reina Ester para que
ésta intercediera ante el rey y le pidiera protección. Ester explicó la ley y dijo:". . . cualquier hombre o mujer
que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; salvo
aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey estos
treinta días" (Ester 4:11). Mardoqueo le comunicó que si ella no hacía algo, todos serían exterminados,
incluso la propia familia de Ester.
Ester se dio cuenta de su responsabilidad y contestó: "Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en
Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré
igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca" (Ester
4:16). Ester, sin importarle su propia vida, ayunando y orando, se presentó ante el rey; él le extendió su cetro
para que ella pudiera acercarse e implorar por su vida. Ella había puesto sus problemas y su vida en las manos
del Señor, y por esto había sido perdonada. El rey proclamó que los judíos podrían defenderse por sí mismos
y sobrevivir.
¿En qué forma le ayudó a Ester su propio ayuno y el de los demás, para tener fuerzas y valor? ¿Cuáles
situaciones en su vida requieren fuerza y valor? ¿En quéforma le ayudará el ayuno?
La fuerza espiritual que se obtiene del ayuno se logra por la obediencia y la fe. Cuando oramos y
ayunamos, estamos ejercitando nuestra fe, de esta manera podemos recibir bendiciones colmadas de la
fortaleza que necesitamos. Al ayunar, la fuerza de nuestro testimonio aumentará, y entonces tendremos el
deseo de compartir dicho testimonio en la reunión sacramental dedicada para ese propósito. También nuestros
hijos crecerán espirl-tualmente al oír y sentir nuestro amor por el evangelio.
2 Samuel 12;16 (David ayunó).
Mateo 6:16-18 (cómo orar).
Lucas 2:37 (el servicio a Dios por medio del ayuno y la oración).
Mosíah 27:22-23 (la sanidad por medio del ayuno y la oración).
Alma 5:46 (revelaciones por medio del ayuno y la oración).
Lección 7
Reverencia
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender mejor la manera de enseñar la reverencia a

nuestra familia, y la forma de mejorar nuestra propia conducta de reverencia.
Introducción
Somos un pueblo ricamente bendecido. El Señor nos ha dado todo; el evangelio de Jesucristo, la luz
del Espíritu Santo, el sacerdocio, el poder, las promesas, los convenios, los templos, nuestra familia, la
verdad. Deberíamos ser el pueblo más feliz de la tierra. También deberíamos ser el pueblo más reverente,
cada individuo y cada familia debería examinarse a sí mismo. ¿Somos un pueblo reverente? ¿Muestran
nuestras acciones/tanto en el hogar como en la Iglesia, reverencia hacia nuestro Creador? A veces nos
preguntamos si lo somos. Asistimos a las reuniones sacramentales y conferencias en las cuales los niños
andan por los pasillos a su gusto. Durante los servicios notamos que los adultos hablan con sus compañeros
de asiento, otros dormitan y los jóvenes se reúnen en grupos en el vestíbulo. Vemos que algunas familias
llegan tarde y entran caminando con pasos fuertes hacia sus asientos. Hay grupos de personas que en la
capilla hablan en voz alta después de la reunión.
Nuestros pensamientos van hacia los investigadores, hacia los amigos y hacia aquellos cuyos
testimonios son frágiles y están desarrollándose. ¿Son nuestras reuniones la clase de ayudas misionales
poderosas que pueden ser, en las que el Espíritu del Señor reina y penetra en los corazones? ¿Es necesario
que nos veamos en la necesidad de extirpar muchas distracciones innecesarias a fin de sentir el Espíritu?
Examinemos la reverencia, no solamente su significado e importancia en nuestra vida sino también
algunas de las formas por las que podemos enseñarla a nuestros hijos y mejorar nuestra conducta.
El significado e importancia de la reverencia

La reverencia se ha definido como un "sentimiento o actitud de profundo respeto, amor y veneración
hacia algo sagrado". Otra manera de expresar el significado de la reverencia es describirla como devoción a
Dios. Muchos de nuestros líderes han expresado interés en la reverencia indicando que es una de las
cualidades más elevadas del alma; que ella comprende verdadera fe en Dios y en su justicia, elevada cultura y
amor hacia las cosas más finas de la vida.
REVERENCIA A DIOS
El Señor por medio de la revelación moderna nos ha ayudado a entender el significado y la importancia
de la reverencia. Una de las escrituras parece indicar que la reverencia hacia el Padre y el Hijo es un requisito
o característica esencial de aquellos que alcanzan el reino celestial. En la sección 76 de Doctrinas y
Convenios, conocida como "La Visión", dada a José Smith y a Sidney Rigdon en febrero de 1832,
encontramos:
"Y así vimos la gloria de lo celestial que sobrepuja todas las cosas—donde Dios, aun el Padre, reina
sobre su trono para siempre jamás; "Ante cuyo trono todas las cosas se inclinan en humilde reverencia, y le
rinden gloria para siempre jamás.
"Los que moran en su presencia son la Iglesia del Primogénito; y ven como son vistos, y conocen como
son conocidos, habiendo recibido de su plenitud y de su gracia;
"Y los hace iguales en poder, majestad y dominio" (D. y C. 76:92-95). REVERENCIA POR LAS
COSAS DIVINAS
Se nos instruye a que tengamos respeto y reverencia por las cosas divinas; se nos dice que no
profanemos el nombre del Padre y que evitemos el uso de su nombre con frecuencia. (Véase D. y C. 107:2-4).
Se nos recuerda que uno de los Diez Mandamientos dice:
"No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare
su nombre en vano" (Éxodo 20:7).
La reverencia hacia Dios y su nombre es una de las cualidades más importantes que podemos
desarrollar.
REVERENCIA HACIA LA CASA DEL SEÑOR
El Señor nos ha enseñado, por medio de la revelación moderna, que debemos tener la reverencia
adecuada hacia su santa casa. En la oración dedicatoria del Templo de Kirtland, se dio instrucciones a José
Smith, respecto a este templo como los otros templos erigidos para el Señor, que fuera cada uno de ellos un
lugar de reverencia a El. (Véase D. y C. 109:16-21). En todo sentido, lo que se menciona sobre los templos
sagrados de la Iglesia se aplica a toda "casa del Señor", sea una capilla, o cualquier lugar donde se reúnan los
santos para adorar Su nombre, o cualquier hogar de los Santos de los Últimos Días.
LA REVERENCIA IMPLICA FELICIDAD
Al igual que con otros principios del evangelio, la reverencia aumenta nuestro gozo. La reverencia no
es una conducta sombría ni provisional que se adopta sólo el domingo. La verdadera reverencia incluye
felicidad, así como amor, respeto, gratitud y temor divino. Debe ser parte de nuestra forma de vida. De hecho,
los Santos de los Últimos Días deberíamos ser el pueblo más reverente de toda la tierra.
LA REVERENCIA Y EL HOGAR
¿Dónde comienza la reverencia y cómo podemos desarrollarla? El hogar es el punto de partida hacia la
reverencia, así como lo es hacia toda otra virtud divina.
Debemos enseñar a nuestros hijos a orar. Es durante las oraciones personales y familiares cuando los
niñitos aprenden a inclinar su cabeza, a cruzar los brazos y a cerrar los ojos mientras oramos a nuestro Padre
Celestial. La conducta que aprenden en el hogar determina su conducta en las reuniones de la Iglesia. El niño
que aprende a orar en el hogar pronto comprende que debe estar en silencio y quieto durante las oraciones en
los servicios de adoración.
Del mismo modo, cuando las noches de hogar son parte de la vida familiar, los niños saben que hay
momentos especiales, no solamente en la Iglesia sino también en el hogar, cuando aprendemos acerca de
nuestro Padre Celestial y cuando todos tienen que comportarse de la mejor manera.
La música es una atracción especial para los niños. Los himnos que con frecuencia se cantan en la
Iglesia, pueden cantarse también en el hogar. Los niños pequeños podrían beneficiarse especialmente si los
padres les enseñan himnos sencillos en el hogar. Será ésta la forma que los niños ansiosamente esperarán la
oportunidad de cantar en la reunión sacramental y en otras reuniones.
REVERENCIA EN LA IGLESIA
Los padres deberían asistir a las reuniones dominicales con sus hijos. El padre y la madre deben
trabajar juntos para asegurarse que la preparación para las reuniones sea una agradable experiencia familiar.
Los apuros de último momento para reunir a los niños, vestirlos y salir corriendo a la reunión, son nefastos
para la reverencia.
Cuando las familias caen en este hábito, generalmente llegan tarde a las reuniones, hay expresiones de
enojo y sentimientos heridos y los niños a menudo se ponen de mal humor y están inquietos durante el
servicio. ¡Cuánto más reverente es la familia que se prepara con anticipación para las reuniones, que llega al
centro de reunión antes del comienzo de la reunión y se sienta para escuchar la música del preludio y alejar
de la mente sus preocupaciones mundanas!
Los padres con niños pequeños a veces tienen dificultad para ayudar a sus pequeños a apreciar las
reuniones e impedir que molesten. La perseverancia, la firmeza y la preparación en el hogar son ingredientes
esenciales para el éxito. Si se sienten perplejos en cuanto a la manera de manejar a sus hijos en la Iglesia, los
padres jóvenes deberían buscar el consejo de alguna pareja con más experiencia.
A menudo, antes y después de las reuniones, los miembros de la iglesia se agrupan en la capilla para
intercambiar saludos. Parte de la evidente irreverencia se debe inocentemente al hecho de que somos un
pueblo amistoso y a que el día de reposo es una oportunidad conveniente para saludarnos, hermanarnos, y
para conocer gente nueva. Los padres deberían dar el ejemplo a su familia efectuando sus encuentros en el
vestíbulo y en otros lugares fuera de la capilla anfes o después de las reuniones. Después de una reunión, los
padres pueden cooperar para llevar el espíritu de la reunión al hogar comentando con sus hijos un
pensamiento, un número musical, o algún otro aspecto positivo de la reunión.
Mejorando la reverencia
Hemos comentado la Importancia de la reverencia y hemos examinado algunos de sus significados.
También hemos ofrecido varias sugerencias para fomentar la reverencia en el hogar y en la Iglesia. El
mejoramiento verdadero en las acciones de la gente, sin embargo, vendrá cuando los directores locales y las
familias combinen sus esfuerzos para vencer los problemas particulares gue reducen la reverencia. Podemos
vislumbrar, a través de toda la Iglesia, un esfuerzo tendiente a mejorar la reverencia. Respaldamos este
esfuerzo y esperamos proveer aliento y materiales para apoyarlo.
La verdadera reverencia es una cualidad vital, pero está desapareciendo rápidamente en el mundo
porgue las fuerzas del mal están ampliando su influencia. No podemos comprender todo el bien que podría
venir si los millones de miembros de la Iglesia de Cristo sirviéramos como modelo de una conducta
reverente. No podemos imaginar el número de almas sobre las que influiríamos y más importante aún,
predecir el gran impacto espiritual que produciríamos sobre nuestra propia familia si llegáramos a ser tan
reverentes como debemos ser. Ojalá podamos esforzarnos para desarrollar mayor reverencia en nuestra vida.
¿En qué forma pueden los padres ayudar a sus hijos a gozar más de las reuniones de la Iglesia y a ser
más reverentes? Después que los miembros de la clase hayan contestado estas preguntas, pida a una de ellas
que lea las siguientes sugerencias:
Sugerencias para que los padres enseñen la reverencia

Los padres pueden ayudar a sus hijos a gozar de las reuniones de la Iglesia en la siguiente forma:
1. Participando en la Escuela Dominical y en las reuniones sacramentales junto con sus hijos.
2. Haciendo preparativos para las reuniones, agradable y apaciblemente.
3. Llegando unos cinco o diez minutos antes de la hora de la reunión.
4. Sentándose juntos, como familia.
5. Comentando posteriormente un discurso, un mensaje, un número musical u otro aspecto de la
reunión.
¿En qué forma podemos enseñarles a los pequeñltos en cuanto a la reverencia? Después de que los
miembros de la clase hayan respondido a esta pregunta, pida a una de ellas que lea las siguientes sugerencias:
1. Ayudar a sus hijos a entender lo que está pasando.
"Los niños pequeñitos se pueden entretener en silencio con un libro para colorear o un cuaderno para
dibujar, pero es Importante ayudarlos a entender todo lo que sea posible acerca del desarrollo de la reunión.
Un comentario ocasional, susurrando, para aclarar los asuntos presentados o el mensaje del orador, pueden
ayudar al niño a mantenerse al tanto de lo que está aconteciendo. Por ejemplo, el padre podría susurrarle así:
'Ahora está hablando el papá de Pedrín. El está contando acerca de los pioneros' ".
2. Dar énfasis a los himnos.
En el concepto del niño el canto puede ser una de las partes más atractivas de la reunión. Aliente el
interés del niño en los himnos cantando himnos sencillos en el hogar, y enseñándolos a los pequeñitos. El
director de música del barrio podría dar una lista de los himnos que se usarán en reuniones futuras."
3. Dar mayor énfasis a las normas aprendidas en el hogar, en la Primaria, y en la Escuela Dominical.
"Ayude a los niños a recordar que tienen que cruzar los brazos e inclinar la cabeza durante las
oraciones, y que deben permanecer sentados y en silencio durante la Santa Cena. Los niños deben entender
que es descortés jugar en los pasillos o andar entrando y saliendo durante la reunión."
4. Dar el ejemplo.
"Dé un buen ejemplo mostrando interés en la reunión, comunicándose con los demás solamente cuando
sea necesario y alentando a los niños a actuar del mismo modo".
5. Asegurarse de que los niños estén preparados para las reuniones.
"Las visitas a los cuartos de baño y a los bebederos deben efectuarse antes y después de la reunión."
(Spencer W. Kimball, "We Should Be a Reverent People," folleto, 1976.)
Lección 8
Amor, caridad y servicio
El objetivo de esta lección es ayudarnos a amar y servir a otros.
Dios nos ama a todos con perfecto amor

El amor perfecto, llamado también "caridad" es el amor puro de Cristo. (Moroni 7:47.) Aquellos que
han tenido la oportunidad de deleitarse con el, no lo han podido describir. La hermana Erma Braack, una
señora norteamericana, nos cuenta la experiencia que tuvo su esposo con el amor de Dios.
"Bert Braack . . . había seguido el consejo de la Biblia que dice: 'Pedid, y se os dará; buscad, y
hallaréis; llamad, y se os abrirá' (Mateo 7:7) ... la que había sido como una invitación personal a orar que se le
hacía a él . . . Deseaba desesperadamente saber si había un Dios; y si así era, quería saber cómo era Dios.
"Empezó a visitar a diferentes iglesias y a leer la Biblia. Las palabras que encontró en Mateo lo
impulsaron a tratar de averiguarlo por sí mismo y, al igual que el joven José Smith, con un intenso deseo de
conocer la verdad, ofreció su primera oración. 'Si existes, Dios, házmelo saber, y yo haré lo que tu quieras.'
Y, según sus propias palabras: 'Una gran paz me envolvió, sentí como un fuego en el pecho y me inundó un
gozo que nunca había experimentado. Tuve la sensación de que me sumergía en una extraordinaria esencia
espiritual.'
"Esa sensación perduró durante tres días, de los cuales él dice: 'Me parecía que al andar, mis pies no
tocaban el suelo. Era un sentimiento maravilloso, como si el amor puro de Dios me rodeara completamente;
además sentía gran amor por todo lo que estaba a mí alrededor. Nunca me habían importado mucho los niños,
pero entonces sentí por ellos un cálido afecto; siempre había odiado la lluvia y sin embargo, aun empapado,
disfrutaba enormemente de ella. Si aquello fue una pequeña muestra del amor que sentiremos en el reino
celestial, no me extraña pensar en que el león y el cordero puedan apacentarse juntos, pues allí no existirán ni
el temor ni el deseo de dañar' " (Un hombre en busca de la verdad", Liahona, abril de 1977, pág. 21).
Más tarde se unió a la Iglesia este caballero, Bert Braack.
Recuerde una ocasión en que se haya sentido llena de amor. ¿Por qué debemos saber personalmente
que Dios nos ama?
El Salvador nos dio el verdadero ejemplo de cómo debemos amar. No le hizo daño a sus perseguidores,
a pesar de que lo trataron tan injustamente. Por el odio que le demostraron, él en cambio, les dio amor.
Cuando lo abandonaron, después de haber clavado sus manos y pies en una cruz de madera, El pidió por los
soldados romanos: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34). El tuvo paciencia con
sus apóstoles, algunos de los cuales no comprendían clara y completamente su misión. El amó a los niños. Un
relato conmovedor sobre el amor del Salvador podemos leerlo en 3 Nefi 17.
Pida a la hermana que ha sido previamente asignada para leer los versículos que ha seleccionado de 3
Nefi 17, que muestran el amor del Salvador.
Se nos ha dado el mandamiento de amar

Unas horas antes de la crucifixión, el Salvador enseñó a sus discípulos lo siguiente: "Un mandamiento
nuevo os doy: Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros"
(Juan 13:34).
El nos mandó que en la misma forma que el ama a su prójimo, nosotros nos amemos los unos a los
otros. El enseñó: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
"Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5:44-45).
El.élder Marión D. Hanks nos cuenta cómo se enseñó a una hermana desde su niñez, acerca del amor
puro de Cristo:
"Recuerdo a una dama muy especial, quien nació con un problema físico muy notorio ... quien relató
un incidente durante su niñez. Sus compañeri-tas de juego la apodaban esto y aquello lo cual le causó tristeza
y lágrimas. Cuando llegó a casa, su padre la sentó en el regazo y rodeándola con sus brazos, lloró con ella
mientras le decía ... que esa experiencia haría de su vida una fructífera y feliz. 'Mi reina,' le dijo... 'tienes una
joroba en la espalda y muchos problemas serios más, pero no es tu culpa, ni la de tus padres, ni de tu Padre
Celestial.... Lo que los chicos dicen es cierto, pero no fue justo ni bondadoso que te trataran así. Si durante
toda tu vida, tratas de ser correcta y bondadosa con otros, más de lo que ellos puedan serlo contigo, entonces
hallarás felicidad, y tu vida será llena de gozo y utilidad'" (More Joy and Rejoicing," Ensign, Nov. 1976, pág.
32).
Solicite a alguien que lea 1 Corintios 13:2-7. Pida a los miembros de la clase que expliquen este pasaje
de las Escrituras. ¿Puede una hermana que tenga el verdadero amor de Cristo tener prejuicios raciales?
¿Puede volver la espalda al enfermo, al pobre o al hambriento? ¿Puede sentir envidia por el éxito de otras
personas? ¿Puede murmurar de sus semejantes o criticar a los demás?
El servicio cristiano crea amor

El presidente Harold B. Lee dijo que una noche tuvo algo que muchos lo calificarían como visión, en la
cual se le fue dicho: "Si deseáis amar a Dios, debéis aprender primero a amar y servir a vuestros semejantes.
Porque ésta es la forma de mostrar amor por Dios" (Stand Ye ¡n Holy Places, pág. 189).
A través de las obras de servicio, ya sean grandes o pequeñas, podemos aprender a amar más
profundamente. La hermana Cora Hill Arnold, nativa de los Estados Unidos, aprendió a amar a través del
servicio, aunque vivió cerca a una mujer que le desagradaba:
"No sé porqué simplemente no me gustaba. Nunca me complacía lo que ella hacía, y aunque me
avergüenza confesarlo, no siempre callé mi opinión; otros me dijeron que ella tenía la misma clase de
sentimiento hacia mí. Parecía que constantemente trataba de lucirse y mostrar a los demás cuán importante
era.
"Nunca fue muy amigable conmigo y me limitaba a decirle 'adiós' simplemente o a saludarla con un
movimiento de cabeza. Cada vez que pensaba en ella —que era con demasiada frecuencia— me sentía muy
desdichada, porque el despreciar a una persona no lo hace a uno feliz.
"Un día me enteré de que estaba enferma. '¿Y a mí que me importa?' pensé; 'no es amiga mía'.
"Pero esa no era verdad. Como poseo una conciencia activa, me dirigí finalmente a la cocina y
comencé a preparar una torta y un azucarado para cubrirla. ¡Y se la llevé!
"Su cara se iluminó con sorpresa y placer y una cálida sensación cubrió mi corazón, haciendo
desaparecer todo sentimiento enojoso inmediatamente. De regreso a mi casa en mi rostro se dibujaba una
sonrisa y el día parecía brillante y hermoso. "Ahora ella es una de mis mejores amigas.
"Alguien ha dicho: 'El odio es amor que tomó el camino equivocado. Odiamos aquellos que podríamos
haber amado'" (¿Deberé considerarla mi amiga?" Revista de la Sociedad de Socorro, agosto de 1970, pág.
596).
Pida a las hermanas que le cuenten una experiencia propia por la que hayan pasado cuando
demostraron amor a alguien. ¿En qué forma, mediante el servicio, podemos desarrollar una relación más
profunda con los miembros de nuestra propia familia?
Hemos hecho convenio de servirnos los unos a los otros

Cuando nos bautizamos, hacemos convenio con el Señor de: ". . .sobrellevar mutuamente el peso de las
cargas, ... llorar con los que lloran; .. .consolar a los que necesitan consuelo" (Mosíah 18:8-9). Tenemos la
responsabilidad de ayudar a aquellos que tienen necesidad, y hacerlo sin que se nos mande o recibamos un
mandamiento. (Véase D. y C. 58:29.)
Hemos hecho convenio de servir a aquellas personas que tienen necesidad, tal como sirvió Cristo a sus
semejantes. No debemos esperar que alguien solicite el servicio caritativo; puede tener necesidad de el,
alguien que tal vez no conozcamos y quizás nunca nos pueda devolver el favor; quizá no sea del todo
agradable y requiera mucho esfuerzo de nuestra parte. Posiblemente se necesite cuando nos sea más difícil
hacerlo, y tal vez ni recibamos palabras de felicitación o reconocimiento, pero debemos servir a nuestros
semejantes porque amamos a todos los hijos de nuestro Padre Celestial y porque queremos hacerlo
deseosamente desde el fondo de nuestro corazón.
El padre del élder Bruce R. McConkie escribió en su diario la siguiente experiencia por la que pasó su
madre, la hermana Emma Sommerville McConkie:
" 'Mamá era la presidenta de la Sociedad de Socorro en Moab. Fulano (un hombre que no era miembro
de la Iglesia y que se oponía a ella), se casó con una muchacha mormona y tuvieron varios hijos (últimamente
tuvieron otro). Eran muy pobres y mamá iba día tras día a cuidar al bebé, a llevarles alimentos, etc.; mamá
estaba enferma y más de una vez le fue muy difícil volver a casa después de trabajar con esta familia.
"Fue entonces que soñó que bañaba a un bebé, que resultó ser el Niño Jesús; en el sueño, ella pensó:
¡Oh, qué gran honor servir al Cristo mismo! sintiéndose maravillada mientras tenía el la falda al Niño Jesús.
También pasó por sus pensamientos: ¿Quién más ha sostenido realmente al Niño Jesús? y un gozo
indescriptible invadió todo su ser, encendido por la gloria del Señor, llegando a sentir como si la médula de
los huesos estuviera a punto de derretírsele. Tan grande fue su gozo que se despertó, y al abrir los ojos
resonaron en sus oídos las siguientes palabras: "... en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mí los hicisteis.'" (Bruce R. McConkie, "El amor nunca deja de ser", Revista de la Sociedad de
Socorro, Marzo de 1970, pág. 169). Lea Mateo 25:34-40.
Pida a las hermanas que le digan las formas en que pueden servir a otros. (VéasePrincipios del
Evangelio, capítulo 28, "Servicio".)
El presidente David O. McKay dijo: "Tenemos responsabilidades como nunca jamás de hacer que
nuestros hogares irradien en nuestro prójimo, armonía, amor, deberes comunes, lealtad, de dejar que nuestro
prójimo lo vea y lo oiga .... Ojalá que el Señor nos ayude como miembros ... de la Iglesia a irradiar. .. amor...
caridad ... y servicio" ("Radiation of the Individual," Instructor, Oct. de 1964, pág. 347).
Lección 9
Castidad y modestia
El objetivo de esta lección es ayudarnos a vivir la ley de castidad y enseñarla a nuestros hijos.
Introducción
Cuando el presidente SpencerW. Kimball dirigió la palabra a las jovenci-tas Santos de los Últimos
Días durante la Conferencia de Área de México y Centroamérica, dijo: "Vosotras sois hijas de Dios . . .
fuisteis hechas a la imagen de vuestra Madre Celestial . . . Vuestro cuerpo es sagrado y de mucho valor para
vosotras" (véase Informe Oficial de la Primera Conferencia de Área de México y Centroamérica de La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, agosto de 1972, pág. 111). Nuestro cuerpo es un
templo en el cual mora nuestro espíritu; por lo tanto, debemos conservarlo puro y digno de regresar a la
presencia de Dios. "Ninguna cosa impura puede morar con Dios..." (1 Nef i 10:21; véase también 1 Corintios
3:16-17).
La ley de castidad
Dios nos ha bendecido con un poder sagrado en nuestro cuerpo para crear otros cuerpos, para que de
esta manera pueda continuar la vida sobre la tierra. Para ayudarnos a preservar la santidad de este poder y
utilizarlo con sabiduría, Dios nos ha dado la ley de castidad.
Pida a la hermana asignada que lea en Principios del Evangelio, la parte titulada: "¿Qué es la ley de
castidad?" que se encuentra en el capítulo 39, titulado: "La ley de castidad". ¿Qué es la ley de castidad?
Ser casto significa evitar todos aquellos pensamientos y acciones impuros que puedan conducirnos al
mal. (Véase Mateo 5:27-28.) No debemos permitir que las normas de un mundo inmoral se apoderen de
nosotros.
La importancia de la ley de castidad

Es muy importante obedecer la ley de castidad porque es un mandamiento de Dios. Las Escrituras nos
dicen que la castidad es "lo más caro y precioso que todas las cosas" (Moroni 9:9). El Señor dijo: "Porque yo,
el Señor Dios, me deleito en la castidad de las mujeres" (Jacob 2:28). Al vivir la ley de castidad seremos
merecedores de grandes bendiciones del Señor. Nos prevendrá de enfermedades venéreas y el sufrimiento
que viene con ellas. El vivir la ley de castidad nos hará sentirnos dignos de la confianza y guía del Espíritu
Santo. Debemos ser castos para entrar en el templo y casarnos por tiempo y eternidad. La castidad será un
factor contribuyente para que gocemos de una vida familiar feliz en esta tierra y nos asistirá para que seamos
dignos de continuar con una familia eterna.
Pida a la hermana que trajo a su bebé a la clase, que exprese el gozo que ella y su esposo sienten.
Quebrantar la ley de la castidad es un pecado muy serlo. Nos trae tristeza, puede destruir nuestro
autorespeto y nos agobiará de culpa. Violar la iey de castidad puede traer desconfianza entre los miembros de
la familia y hasta destruir la familia. Cuando no se obedece la castidad, la persona no es digna de la guía del
Espíritu Santo. Pueden venir al mundo niños fuera de la unidad familiar. Los miembros de la Iglesia que
quebrantan la ley de castidad, violan convenios sagrados que han hecho con Dios. SI utilizamos el poder de la
creación demasiado pronto, o no hacemos el debido uso de el, nos hará perder el privilegio del progreso
eterno.
Las relaciones sexuales premarltales son considerados como pecados muy serlos que manchan la vida
de aquellos que participan. Estas manchas pueden desaparecer únicamente cuando las confesamos y nos
arrepentimos. (Véase lección 2: "Arrepentimiento".) Algunas veces cometemos errores sin darnos cuenta de
cómo puede sentirse el Señor cuando desobedecemos la ley de la castidad. Cuando lo comprendemos,
entonces es que debemos hablar con nuestro presidente de rama, obispo o presidente de misión, respecto al
asunto. El nos aconsejará y ayudará para que nuestro arrepentimiento sea completo. El Señor está dispuesto a
perdonar nuestros pecados cuando verdaderamente nos arrepentimos de ellos; lo dice en D. y C. 58:42: "He
aquí, quien se ha arrepentido de sus pecados es perdonado; y, yo, el Señor, no más los tengo presente".
Cómo enseñar la castidad a nuestros hijos

Escriba en la pizarra las cinco sugerencias para enseñar a nuestros hijos a vivir la ley de castidad, o
muestre un cartel con las mismas.
1. Ayudarlos a comprender la naturaleza y lo sagrado de las funciones del cuerpo humano.
2. Darles todo nuestro amor.
3. Animarlos a que cumplan con las normas del cortejo.
4. Animarlos a que se vistan modestamente.
5. Darles el debido ejemplo como padres.
AYUDARLOS A COMPRENDER LA NATURALEZA Y LO SAGRADO DE LAS FUNCIONES
DEL CUERPO HUMANO
Los niños por naturaleza son sumamente curiosos acerca de su cuerpo. Los padres deben explicar con
sencillez, en el momento apropiado, las formas correctas de cuidar el cuerpo. Debe explicárseles que el
cuerpo es algo muy personal y sagrado y que no deben palparlo ni ellos ni nadie más.
Dar algunos ejemplos del momento apropiado para enseñar a los niños que deben respetar su cuerpo.
Si se comienza cuando aún son pequeños, pueden desarrollarse con ideas correctas. Las actitudes de los
padres pueden reflejarse en la vida de los niños, o sea, que si los padres Incurren en el error de reírse de
sugerencias obscenas, de asistir a películas de mala reputación, o permiten que en sus hogares se filtren libros
o revistas pornográficos, los hijos aprenderán actitudes erróneas. Los padres deberían hablar reverente pero
francamente y sin vergüenza en cuanto al cuerpo. Si se demuestra un cariño genuino del uno al otro, ellos
enseñarán que la procreación es sagrada. La instrucción en cuanto al papel que desempeña el sexo es
indispensable porque ayudará a los niños a tener buenos sentimientos sobre el hecho de pertenecer al sexo
masculino o femenino, y los padres que tienen buenos sentimientos en cuanto a su papel ya sea como hombre
o mujer, transmitirán este sentimiento a sus hijos. ¿En qué forma puede la actitud de los padres enseñar más
que las palabras?
Los niños deben comprender claramente la forma en que vienen los bebés al mundo, también debe
enseñárseles que el Señor ha mandado que las relaciones íntimas sean limitadas para el esposo y la esposa.
Jóvenes, señoritas, hombres y mujeres, no deben quebrantar este sagrado mandamiento; deben aprender a
refrenarse hasta el matrimonio.
Muestre la lámina 9-a DELES TODO SU AMOR
Cuando los niños todavía están pequeños, podemos enseñarles las maneras más apropiadas para
expresar sus sentimientos de cariño dentro del hogar. Es importante que les demos suficiente cariño para que
ellos no vayan más tarde y lo busquen en la forma incorrecta. Cuando los padres son sinceros y cariñosos,
ayudan a los hijos a desarrollar fe en ellos, así es que, cuando surjen preguntas, o tienen problemas en su vida
personal, se sienten con la confianza de acercarse a sus padres para recibir consejo.
ANÍMELOS PARA QUE CUMPLAN CON LAS NORMAS DEBIDAS DE CORTEJO
El presidente Spencer W. Kimball declaró: "Las citas o salidas entre parejas, deben posponerse hasta
después de los dieciséis años ..." ("La decisión matrimonial", Liahona, julio de 1976, pág. 2). Se anima a los
jóvenes a que tengan una relación casual y amistosa hasta que el joven haya cumplido una misión.
En una conferencia de área, el presidente Spencer W. Kimball recordó a las hermanas que algunos
hombres "no están dispuestos a esperar hasta casarse para que esa intimidad sea legal y apropiada ... Si tenéis
un novio que insiste en acariciar vuestro cuerpo con las manos o de otro modo, decidle que no de un modo
terminante; y si insiste, tendréis que defenderos . . . Mis queridas hermanas, ¿recordaréis eso? Cuando estéis
con vuestro novio, insistid en que se comporte con decoro. No le permitáis nunca convenceros de efectuar
actos indebidos". (Véase Informe Oficial de la Primera Conferencia de Área de México y Centroamérica de
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, agosto de 1972, págs, 111-112.) ¿Cuáles son las
normas correctas del cortejo para los Santos de los Últimos Días?
ANÍMELOS A QUE SE VISTAN MODESTAMENTE
Desde los tiempos de Adán y Eva, el Señor ha pedido a sus hijas que cubran su cuerpo. Hasta que Eva
fue tentada por Satanás en el Jardín del Edén, ella y su esposo Adán no se habían dado cuenta que estaban
desnudos. Después de participar del fruto prohibido, se enteraron de su desnudez.
Trataron de cubrir sus partes más sagradas con delantales de hojas de higuera. El les
proporcionó.túnicas de pieles para que pudieran cubrirse, aunque en aquel entonces se hallaban solos en el
mundo. (Véase Moisés 4:13, 27.)
Las normas de modestia del Salvador no son las mismas del mundo. Desde el tiempo del Profeta José
Smith hasta nuestro actual profeta, se nos ha pedido que tengamos nuestros propios estilos y modas para
vestir. (Véase SpencerW. Kimball, "AStyleof OurOwn", BYU Devotlonal Assembly, 13 de febrero de 1951).
El presidente Brigham Young describe la clase de moda que podría ser el modelo para nosotras, cuando dijo:
"Suponemos que un ángel del sexo femenino se apareciera en vuestra casa y tuvierais el privilegio de verla,
¿en qué forma crees que estaría vestida? . .. Probablemente ella luciría linda y pura, el semblante lleno de
gloria, brillante, y perfectamente hermoso, y haría que cada movimiento conquistara el corazón de cada
espectador. No hay nada superfluo en ella, ya que ninguna de mis hermanas cree que estas modas, tontas e
inútiles podrían existir en el cielo. Así es que seguid el modelo de las cosas buenas y celestiales, y permitid
que la belleza de vuestros vestidos sea la hechura de vuestras manos, la cual adorne vuestro cuerpo" (Journal
of Discourses, 16:21).
Podemos juzgar nuestras normas de modestia al preguntarnos: ¿Cómo me vestiría si supiera que el
profeta de la Iglesia iba a venir a visitarme a mi casa? ¿Es mi vestido un buen ejemplo de lo que una
muchacha o mujer Santo de los Últimos Días debería usar? Aun en nuestra propia casa debemos practicar la
modestia. Los miembros de la familia necesitan tener cuidado de no desvestirse enfrente de los otros
miembros de la familia que sean del sexo opuesto. Aun debe mantenerse modestamente tapados a los niños.
Debemos ser responsables por lo que nuestras normas de vestir puedan afectar a otros. Cualquier cosa
que pueda traer a la mente pensamientos obscenos o poner un mal ejemplo ante los demás no es modesto. Es
especialmente importante que enseñemos a nuestras jovencitas a que eviten vestirse en una forma que puedan
crear en la mente de un joven, pensamientos malsanos.
¿Qué estilos de ropa que están de moda debemos evitar?
La modestia puede ayudarnos a guardar nuestra castidad. Necesitamos
escoger estilos que sean agradables a los ojos del Señor.
DE EL DEBIDO EJEMPLO COMO PADRE
Al guardar la ley de castidad y ser modestos, los padres también están estableciendo un buen ejemplo.
¿Qué pueden hacer los padres para enseñar a sus hijos a vivir la ley de castidad y a vestir
modestamente?
Repase las cinco sugerencias que se hallan en la pizarra o cartel para enseñar a los hijos a ser castos.
¿En qué forma podemos protejernos y también a los hijos para no quebrantar la ley de castidad?
1 Corintios 10:13 (Dios nos provee la salida de escape de la tentación).
Jacob 2:22-35, 3:1-3 (el Señor se deleita en la castidad).
Alma 39:1-9 (Corlantón es reprendido por su conducta pecadora).
Lección 10
Matrimonio eterno
El objetivo de esta lección es ayudarnos a planear y prepararnos para recibir el convenio del
matrimonio eterno.
¿Por qué debemos casarnos en el templo?

La vida no termina con la muerte, ni tampoco se estableció el matrimonio para que terminara con la
muerte. Pero el matrimonio civil o por oficiales eclesiásticos fuera del templo, es únicamente para esta vida.
El matrimonio celestial es el único matrimonio que perdurará hasta después de la muerte, y la exaltación la
reciben sólo aquellos que hacen y cumplen con el convenio del matrimonio celestial.
Lea D. y C. 131:1-4.
Después de nuestra resurrección, ¡remos a uno de los tres grados de gloria, en donde permaneceremos
portoda la eternidad, y no podremos progresar de un grado a otro. (Véase SpencerW. Kimball, El Milagro del
Perdón, págs. 248-249.) A causa de esto debemos hacer decisiones correctas en nuestros primeros años de la
vida. Algunas personas no permanecen en armonía con las leyes de Dios y por lo tanto no se sellan por la
eternidad. Ellos permanecerán separados y solos para siempre. Lea D. y C. 132:15-17.
José Smith dijo: "A menos que un hombre y una mujer entren en un convenio sempiterno ... y sean
unidos por las eternidades ... no tendrán hijos después de la resurrección" (Enseñanzas del Profeta José
Smith, pág. 366).
"La exaltación únicamente está al alcance de los miembros justos de La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días; sólo de aquellos que aceptan el evangelio; sólo de aquellos que reciben sus
investiduras y han sido sellados por la eternidad en los santos templos de Dios, y luego continúan viviendo
rectamente toda su vida" (Spencer W. Kimball, El Milagro del Perdón, pág. 251).
¿Por qué deseamos que toda nuestra familia se selle en el templo? Después de que nos hemos sellado
en el templo, ¿qué debemos hacer para conservarnos casados por toda la eternidad?
Las bendiciones del matrimonio eterno

Lea la siguiente cita. ¿Cómo se sentirían si fueran a recibir estas bendiciones?
El presidente Lorenzo Snow lo describió de la siguiente forma: "Cuando son unidos en matrimonio dos
Santos de los Últimos Días, les son declaradas promesas concernientes a su descendencia que se extiende de
eternidad en eternidad. Seles promete que tendrán el poder y el derecho de gobernar y regir y administrar
salvación, exaltación y gloria a su posteridad, por los siglos de los siglos. Y la posteridad que no tengan aquí,
indudablemente habrá oportunidades para tenerla más adelante. ¿Qué más podría desear el hombre? Un
hombre y una mujer, en la otra vida, con cuerpos celestiales, libres de males y enfermedades, inefablemente
glorificados y embellecidos, de pie en medio de su posteridad, gobernándolos y dirigiéndolos, administrando
vida, exaltación y gloria por los siglos de los siglos" (Spencer W. Kimball, El Milagro del Perdón, págs. 250-
51).
¡Qué hermosas promesas! Si nos sellamos en el templo por la eternidad y continuamos viviendo
dignamente, estaremos con nuestra familia para siempre, nos pertenecerán, y podremos continuar agregando
hijos espirituales a nuestra posteridad.
El hermano B. G. Wennerlund, originario de Suecia, expresa los sentimientos que tuvo después de su
sellamiento con su esposa en el Templo de Suiza:
"Nunca odvidaré el gozo, la felicidad y la determinación de vivir el evangelio que llenó nuestra alma
después de aquella primera visita al templo. Adquirí un conocimiento y una comprensión sobre mi destino
eterno, que nunca había imaginado. Lo más notable ocurrió cuando nuestra familia fue sellada por el tiempo y
la eternidad.
"Miré a los ojos de mi esposa a través del altar y vi en ellos lágrimas de gozo que rodaban por sus
mejillas. Siempre la había amado, pero nunca tanto como en ese momento. ¡Ella, una hija de Dios, era la
madre de mis hijos! Parecía que nunca había llegado a comprenderlo en toda su magnitud. Desde entonces
nuestras oraciones han sido más significativas, amamos al Señor más que nunca y deseamos servirle.
Hemos continuado asistiendo al templo porque apreciamos la obra por los muertos y el Espíritu que allí
mora. Cada vez que regresamos se nos recuerdan los convenios que hemos hecho, y esa es la mayor
motivación para que continuemos viviendo en la senda del evangelio" ("La había amado antes. . .", Llahona,
enero de 1975, pág. 19).
¡Vale la pena arrepentirse y vivir dignamente para merecer estas bendiciones! Debemos estar
dispuestos a sacrificarnos para obtenerlas.
Invite a algunas de las hermanas que han estado en el templo, a que expresen sus sentimientos en
cuanto al matrimonio eterno y sus familias eternas.
Cómo prepararnos para el matrimonio eterno

Dé una explicación en cuanto a la entrevista para obtener la recomendación para asistir al templo.
Muestre el cartel en el cual se encuentran enumeradas algunas de las preguntas que se hacen durante la
entrevista (véase el manual Principios del Evangelio, capítulo 38, págs. 229-230), o escríbalas en la pizarra.
Si no hemos cumplido con los requisitos para entrar al templo, ¿qué podemos hacer para corregir esto?
¿Cuáles son los sacrificios que podríamos hacer para lograr un matrimonio en el templo?
Siempre debemos tener presente la meta del matrimonio en el templo. Una de las formas de hacernos
recordar esto y así también a nuestros hijos, es adornando las paredes de nuestra casa con láminas del templo
más cercano. Muestre la lámina 10-d.
Como madres en Sión, podemos enseñar a nuestras hijas la Importancia del matrimonio en el templo,
enseñarles a tener fe en Dios, a buscar buenos esposos que las guíen por el camino correcto por medio del
poder del sagrado sacerdocio. Un hombre de Dios es un gran aliento para su esposa, especialmente durante
las pruebas y problemas de la vida. Es también importante que enseñemos a nuestros hijos a buscar lo bueno,
esposas dignas que los apoyarán en la Iglesiay enseñarán los principios correctos a sus hijos.
Una joven señorita de Centro América estaba muy enamorada de un hombre que no era miembro de la
Iglesia. Ella trató que él aprendiera del evangelio pero a él no parecía interesarle y estaba a punto de decidirse
a casarse con él, cuando recibió una llamada telefónica de algunos amigos, los cuales en su plática recalcaron
la importancia de vivir ligada a un hombre que la apoyaría en sus pruebas y la llevaría a la exaltación después
de la muerte. Ella escuchó cuidadosamente, dándose cuenta de las consecuencias de su decisión. El aliento
que recibió fue suficiente para fortalecerla contra la tentación de casarse con ese hombre. Hoy día se siente
muy agradecida porque encontró al esposo digno que la llevó al templo. ¿Qué debemos enseñar a los hijos
que busquen cuando están seleccionando un cónyuge?
Necesitamos enseñarles que si ellos verdaderamente desean una esposa o esposo correcto, deben
empezar ellos mismos a ser correctos. ¿Por qué debemos empezar ahora a prepararnos para el matrimonio en
el templo?
Aquellas de nosotras que ya estamos casadas civilmente, podemos prepararnos para sellarnos en el
templo a nuestro esposo. Si tenemos hijos, podemos sellarlos a nosotros, pero no debemos prostergar este día.
Una vez que hemos oído y aceptado el evangelio, debemos hacer todo lo que está en nuestro poder para
recibir las ordenanzas mientras nos encontramos en la tierra. (Véase Spencer W. Kimball, El Milagro del
Perdón, pág. 251.)
"Aun cuando la mayor parte de los jóvenes no disponen en este momento de templos en sus propias
comunidades, los mismos se encuentran generalmente, a distancias razonables ....
"Sinceramente espero que cuando hayáis cumplido con vuestro cortejo, podáis planear vuestra luna de
miel de tal forma que os alleguéis al templo más cercano de la Iglesia donde podáis sellaros por la eternidad,
para que de esa forma vuestros hijos os pertenezcan para siempre y vosotros seáis sus padres eternos, unidos
todos, por el convenio del matrimonio eterno" (Spencer W. Kimball, "La decisión matrimonial", Liahona,
julio de 1976).
Algunas personas por causas ajenas a su voluntad, no podrán entrar al templo antes de morir, mas es
alentador saber que podrán recibir la ordenanza vicaria del matrimonio eterno en el templo.
Pida a la persona previamente asignada que haga un corto repaso de las dos secciones del capítulo 40
del manual Principios del Evangelio.
Debemos estar dispuestos a sacrificarnos

El Señor sabe hasta que punto podemos ser capaces de sacrificarnos para obtener algo que deseamos.
Si verdaderamente deseamos un matrimonio eterno, estaremos dispuestas a sacrificarnos por él. El hermano
Vaha'i Tonga y su esposa de las Islas de Tonga, se sacrificaron para poder ir al templo. " ...para los santos
tonganos no resultaba fácil ahorrar el dinero necesario para un viaje. Después de muchos meses de
preparación y sacrificios, logramos reunir e I dinero y empezamos a hacer los planes".
Sin embargo, el presidente de la misión le pidió al hermano Tonga que contribuyera para la edificación
de la capilla, de su rama, todo el dinero que había ahorrado para ir al templo. Si no hacía esto, les tomaría dos
años más para que se pudiera construir la capilla. El hermano Tonga consultó la situación con su esposa.
era muy difícil resignarse a renunciar a nuestro sueño de asistir a la dedicación del nuevo templo", pero
al siguiente día le dieron el dinero al presidente de la misión. Esa noche el herm ano Tonga le dijo a su
esposa: el Señor nos ha prometido que, si guard amos los mandamientos, El nos abrirá el camino para ir al
templo. Tenernos las vacas, los cerdos, los caballos y además, los muebles. Podemos venderlo todo y reunir
así el dinero para ir a recibir las bendiciones del templo". Estos hermanos trataron de vender todo su ganado
el jueves y viernes, pero nadie quiso comprarlo. El tiempo se estaba acercando y el siguiente lunes zarparía el
buque para Nueva Zelanda.
" 'El sábado por la mañana recibieron la visita de tres familias interesadas en comprar, y en menos de
media hora habían reunido el dinero necesario para el viaje.' " Ahora que contaban con el dinero podrían ir.
El hermano Tonga y su esposa fueron la primera pareja que se selló en el Templo de Nueva Zelanda. Pero la
historia no termina aquí. El hermano Tonga dijo:
" 'Pero en el momento de ser sellados, ambos sentimos un gran pesar porque nuestros hijos no podrían
estar con nosotros y se nos empañaron los ojos de lágrimas. Al regresar a casa, les prometimos a los niños
que si ellos estaban dispuestos a colaborar, podríamos ir al templo juntos y sellarnos como familia. Me sentía
como si no tuviera el derecho de enseñarles ni aconsejarlos, porque al no estar sellados en el templo, me
parecía como si no fueran míos.
" 'Durante dos años lo sacrificamos todo. Después de apartar el dinero para el diezmo y la ofrenda,
guardábamos el resto que era muy poco en dos años- vivíamos de lo que plantábamos o podíamos recoger en
los bosques. Los niños no tenían zapatos, ni podían comprar golosinas o ir al cine, porque ellos también
estaban ahorrando para ir a I templo .. . "'... andaba en bicicleta para ahorrar en gastos de transporte . .. asistía
a reuniones de distrito ... a siete millas de distancia ... la mayoría de nuestras reuniones empezaban a las 6:00
de la mañana, así es que tenía que salir muy de madrugada.
" 'Cuando llegó el momento de entregar el dinero, juntamos todo lo ahorrado, que era más que
suficiente para cubrir los gastos del viaje.
" 'Vivimos frugalmente para poder ir al templo y ser sellados como familia. Tuvimos que hacer algunos
sacrificios, pero nos sentimos enormemente bendecidos.' " (Véase "Vivimos frugalmente para poder ir al
templo", Liahona, julio de 1976, págs. 11, 12, 21.)
Conclusión
Cuando somos sellados mediante el matrimonio en el templo y vivimos dignamente, seremos una
familia eterna. En la vida venidera podemos continuar creciendo, agregando hijos espirituales a nuestra
familia. Si no nos hemos casado por el templo, deberíamos prepararnos mediante una vida recta para recibir
bendiciones eternas.
Lección 11
La importancia del sacerdocio
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender lo que es el sacerdocio y la forma en que éste
puede ayudar a nuestra familia a ganar la exaltación.
El sacerdocio - El poder para actuar en el nombre de Dios

Siendo que Dios y Jesucristo no viven en la tierrra en persona, le han dado a ios hombres el poder y la
autoridad para efectuar su obra aquí. La obra de Dios es "llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del
hombre" (Moisés 1:39). El sacerdocio no es nada más ni menos que el poder de Dios delegado al hombre,
mediante el cual éste puede actuar en la tierra para la salvación de la familia humana en el nombre del Padre
y del Hijo, y del Espíritu Santo, y actuar legítimamente" (Joseph F. Smith, Gospel Doctrine, pág. 134).
El 15 de mayo de 1829 se apareció Juan el Bautista a José Smith y a Oliverio Cowdery y les confirmó
el Sacerdocio de Aarón. Más tarde, Pedro, Santiago y Juan les confirieron el Sacerdocio de Melquisedec.
Después, el 6 de abril de 1830, José Smith y Oliverio Cowdery se ordenaron el uno al otro élderes en el
sacerdocio.
Todo poseedor del sacerdocio puede averiguar su "línea de autoridad" hasta Jesucristo. Esto significa
que puede saber quién lo ordenó, y la persona que lo ordenó a él, y así hasta llegar a José Smith, que fue
ordenado por Pedro, Santiago y Juan, quienes fueron ordenados por Jesucristo. A esto se le llama "línea de
autoridad del sacerdocio".
El sacerdocio se confiere a todos los miembros varones dignos de la Iglesia. Como en el caso de José
Smith y Oliverio Cowdery, ellos fueron ordenados a un oficio o grado en el sacerdocio. Después de que a un
varón le es conferido el Sacerdocio de Aarón, es ordenado al grado u oficio de diácono, maestro o presbítero.
Más tarde cuando le es conferido el Sacerdocio de Melquisedec, puede ser ordenado al oficio de élder,
setenta, o sumo sacerdote; los sumo sacerdotes son ordenados de acuerdo con un llamamiento especial al
oficio de obispo, patriarca o apóstol. Estos oficios son todos llamamientos en el sacerdocio, cada uno de ellos
con diferentes responsabilidades.
Cuando una persona se bautiza en la Iglesia, él o ella puede ser llamada a una posición en la Iglesia
para desempeñar cierto trabajo en particular. De la misma manera, cuando un miembro varón recibe el
sacerdocio, será ordenado a un oficio en el sacerdocio para desempeñar un trabajo en particular. Cuando los
varones poseen el sacerdocio, pueden llevar a cabo ordenanzas sagradas del evangelio, tales como: bautismo,
confirmación, administración del sacramento, y otros. (La Lección 12 en este manual, explicará más
ampliamente estas ordenanzas del sacerdocio.)
El poder del sacerdocio se obtiene por medio de una vida justa

El profeta José Smith enseñó un principio fundamental del sacerdocio: "Que los derechos del
sacerdocio están inseparablemente unidos a los poderes del cielo, y que éstos no pueden ser gobernados ni
manejados sino conforme a los principios de justicia" (D. y C. 121:36).
El presidente N. Eldon Tanner ilustró la importancia de una vida justa y el poder del sacerdocio con la
siguiente historia:
"Cuando yo era obispo, tenía en mi barrio seis muchachos de edad suficiente para ser ordenados
élderes, pero pude recomendar sólo a cinco, pues uno de ellos no estaba listo. Habíamos hablado varias veces
y él me había dicho que no era digno; se sentía muy mal en cuanto a esto, pero no esperaba ser recomendado
.. .Su tío se acercó a mí diciéndome: 'Seguramente usted no dejará al muchacho atrás mientras sus cinco
amigos son adelantados'. Me suplicó que lo dejara pasar; me dijo: 'si no lo hace, hará que el muchacho se
aleje de la Iglesia'.
"Entonces le di a aquel hombre la siguiente explicación: 'El sacerdocio es lo más Importante que
podemos dar a este muchacho. No lo repartimos en bandeja de plata .. .Este joven y yo nos comprendemos
perfectamente y él no está listo para ser ordenado élder'. Y no fue recomendado.
"Pocos años después, asistía yo a una conferencia general . . . cuando se me acercó un joven que me
dijo: 'Presidente Tanner, no se acordará usted de mí. Yo soy aquel muchacho al cual usted no recomendó para
ser ordenado élder'. Y extendiéndome la mano, prosiguió: 'Quiero darle las gracias por eso. Ahora soy obispo
en California; si me hubiera recomendado cuando yo no era digno, posiblemente no habría llegado nunca a
reconocer lo que es el sacerdocio ni lo que se espera de uno, y seguramente nunca habría llegado a ser
obispo'." (En Conference Report, abril de 1973, pág. 122; véase, además, Ensign, julio de 1973, pág. 94.)
¿Por qué no hubiera sido justo que el joven fuera ordenado élder cuando no era digno?
El Señor ha dicho que los hombres reciben las bendiciones del sacerdocio sólo y mediante la vida
recta. Los hombres deben magnificar su llamamiento en el sacerdocio cumpliendo con las asignaciones que
se les den. También deben guiar a su familia con amor, bondad y paciencia. (Véase D. y C. 121:34, 41-42.)
La hermana Yu Kum Ok de Corea nos relata la siguiente historia acerca de su esposo, el cual es un
hombre que magnifica su sacerdocio.
"Soy esposa y madre de tres hijos, un joven y dos señoritas. Tengo treinta y cuatro años de edad; me
casé en 1964, y deseo expresar mi testimonio.
Me bauticé el 14 de septiembre de 1974, y mi esposo hace cuatro años. Estoy muy orgullosa de que mi
esposo sea un verdadero Santo de ios Últimos Días. Es una gran persona; cuando se bautizó, se hizo el
propósito de ser un hombre como Jesucristo. Yo no sabía nada en cuanto al significado de la vida y tenía
muchas preguntas tales como: ¿De dónde venimos? ¿Por qué estamos aquí? y ¿Adonde vamos después de la
muerte? Yo creía que no existía Dios, sino que era sólo Jesús. Toda mi idea era ayudar a mi esposo, criar a
mis hijos fuertes y sanos, pero nunca me preocupé por la salvación, es decir por la vida sempiterna.
"Pero ahora soy una persona diferente, conozco el verdadero significado de la vida. A través de los
hechos y palabras de mi esposo he llegado a conocer el verdadero significado del mormonlsmo. Mi esposo
jamás fuma, bebe licor, ni café, tampoco té. Viene a casa tan pronto como termina con su trabajo. No ofende
a nadie y le gusta jugar con los niños, lavar los platos, tener la casa limpia; no miente, siempre habla
cálidamente y con toda voluntad hace algunas de las tareas de la casa. Todo esto lo veo a través de mis ojos y
creo que no hay mayor milagro que éste. Mi esposo se convirtió totalmente en otra persona.
"Después de la conversión de mi esposo, me preguntaba qué era lo que lo había cambiado a una
persona tan diferente. Lo he comprendido por fin; fue el Libro de Mormón, que siempre leyó. Tomé la
determinación de inscribirme en una clase del instituto de religión, para saber del Libro de Mormón, y estudié
con los misioneros norteamericanos que me presentó mi esposo. Por fin fue bautizada por mi amado esposo y
creo que el mismo poder espiritual que hizo que mi esposo se convirtiera en otra persona, influye en mi vida
y me bendice actualmente.
"Quiero vivir por tiempo y eternidad con mi esposo e hijos en un hogar de gloria celestial. Me gustaría
ser un miembro devoto de la Sociedad de Socorro, una buena madre, una buena esposa que apoye todos los
hechos de ese poseedor del sacerdocio, que es mi esposo" ("A Real Latter-day Saint", León Hartshom,
Inspirational Missionary Stories, págs. 30-31).
A causa de su mismo cambio, este hombre inspiró a su esposa a que ella deseara ser una mejor esposa,
madre e hija de Dios.
¿En qué forma Influyó en la vida de su esposo e hijos la resolución de esta hermana de vivir
rectamente? ¿Cómo puede Influir en nuestro esposo e hijos una vida recta? ¿En qué manera afectará esto en
nuestra vida eterna?
El sacerdocio es necesario para la exaltación de la familia

Debemos hacer ciertas cosas para ganar la exaltación y vivir con nuestro Padre Celestial. Con la ayuda
del sacerdocio podremos hacerlas.
El presidente Brigham Young dijo: "Mucho se ha dicho en cuanto al poder de los Santos de los
Últimos Días. ¿Es la gente Santo de los Últimos Días la que tiene este poder o es el sacerdocio? Es el
sacerdocio; y si viven de acuerdo con ese sacerdocio, pueden iniciar su obra aquí.. .y prepararse para recibir
gloria, inmortalidad y la vida eterna" (Discourses of Brigham Young, págs. 131-32).
El Señor nos ha dado mandamientos y principios del evangelio, los cuales debemos obedecer para la
exaltación de la familia. Aunque podemos obedecer algunos de los mandamientos sin el sacerdocio, las
ordenanzas de la exaltación dependen de este poder. El bautismo, la confirmación, el matrimonio en el
templo, dependen del poder del sacerdocio. Sin estas ordenanzas no podemos ser exaltados.
Algunas de nosotras quizás nos sintamos incapacitadas porque nuestro esposo o padre no es miembro o
no magnifica su sacerdocio. Debemos ser pacientes, amarlo, y orar para que algún día el Espíritu del Señor
pueda tocar su corazón. Mientras tanto, podemos recibir las ordenanzas mediante otros poseedores del
sacerdocio.
"Nuestro Padre Celestial claramente ha indicado a los hijos de los hombres que la única forma de
obtener el poder para llegar a ser miembros del reino celestial, es bajo las manos de aquellos que poseen la
divina autoridad" (George Albert Smith, Conference Report, abril de 1934, pág. 28).
Lea D.y C. 132:19. ¿Cuál es la ordenanza de! sacerdocio que se menciona en esta escritura y que es
necesaria para la exaltación? ¿Qué es la exaltación? ¿En qué forma puede ser exaltada una familia?
"La exaltación es la vida en el grado más alto del reino celestial con nuestro Padre. Una pareja que vive
dignamente se puede sellar en el temlpo y los hijos que tengan, serán parte de esa unidad familiar. También
una familia que se une a la Iglesia y ya tienen hijos, si prueban su dignidad, podrá obtener esta ordenanza del
sellamiento en el templo. En ambos casos, perdurar hasta el fin con dignidad es esencial para la exaltación"
(véase Learn of Me and Listen to My Words, Manual para laureles, Curso A, 1977, pág. 118).
Conclusión
Por medio de la restauración del sacerdocio, nuestro Padre Celestial nos da el poder de ganar la
exaltación. Debemos recibir las ordenanzas de sellamiento y vivir rectamente. Debemos vivir para la
eternidad y no para el momento. Debemos esforzarnos para ser dignos y recibir las ordenanzas del sacerdocio
que nos darán la exaltación.
D. y C. (ordenación de José Smith y Oliverio Cowdery al Sacerdocio de Aarón)
D. y C. 131:1-3 (el nuevo y sempiterno convenio)
D. y C. 132:18-20 (el matrimonio eterno)
Leccón 12
Las ordenanzas del sacerdocio
El objetivo de esta lección es animarnos a utilizar las ordenanzas del sacerdocio para derramar
bendiciones sobre nuestra familia.
Ordenanzas del sacerdocio

Las ordenanzas del sacerdocio son obras especiales con las cuales pueden actuar los poseedores del
sacerdocio para bendecir a los hijos del Señor. Los padres dignos, cuando tienen la autoridad, pueden llevar a
cabo estas ordenanzas con los miembros de su familia. Cuando nos unimos a la Iglesia, recibimos dos
ordenanzas: el bautismo y la imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo.
Algunas ordenanzas del sacerdocio son fundamentales para nuestra salvación y exaltación. Estas son:
el bautismo, la imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo, la investidura y sellamientos del
templo. Otras ordenanzas como: la sanidad para los enfermos o bendiciones especiales para consolar al triste,
se confieren por medio del sacerdocio para ayudarnos durante el trayecto de la vida.
Muestre un cartel con las siguientes ordenanzas:
1. Bautismo
2. Imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo, que también es llamado la confirmación.
3. El llamamiento al sacerdocio (para varones).
4. La investidura del templo.
5. El matrimonio y sellamiento en el templo por tiempo y eternidad.
6. El sacramento.
7. Bendiciones y poner nombre a los niños.
8. Bendecir a los enfermos.
9. Bendiciones especiales.
10. Bendiciones patriarcales.
¿Hay algunas ordenanzas que no hayan recibido ni usted ni su familia?
Bendiciones de las ordenanzas del sacerdocio

El recibir las ordenanzas del sacerdocio nos puede traer grandes bendiciones a nuestra vida. El obispo
H. Burke Peterson mencionó algo de esto cuando se dirigió a los poseedores del sacerdocio en cierta ocasión:
"Si vivimos para lograrlo, podemos poseer el poder del Padre Celestial que lleve la paz a un hogar con
problemas, que bendiga y reconforte a los niños, que lleve un descanso apacible a los ojos enrojecidos por el
llanto de las horas amargas, que lleve felicidad a una noche de hogar, que calme los nervios de una esposa
cansada, y que guíe a los adolescentes confundidos y vulnerables. Podemos poseer ese poder para bendecir a
una hija antes de que salga por primera vez con un joven o antes de su casamiento en el templo, o bendecir a
un hijo antes de su partida para una misión o para estudiar fuera del hogar. Podemos poseer el poder, mis
jóvenes hermanos, de detener los pensamientos viles de un grupo de jóvenes en medio de una conversación
vulgar; el poder de sanar enfermos y de llevar una palabra de aliento a los solitarios". ("La autoridad y el
poder del sacerdocio", Liahona, agosto de 1976, pág. 26.) ¿Si usted necesitara una bendición, cómo se
sentiría al recibirla de su esposo o padre?
La hermana Kyuln Lee de Corea recibió el consuelo por una bendición del sacerdocio que recibió en su
hogar. Ella nos relata la siguiente historia: "Sucedió aproximadamente hace siete años, cuando.. .mi esposo,
un miembro de la presidencia del distrito en Corea, tenía que viajar largas distancias, casi cada fin de semana,
para llevar a cabo sus asignaciones de la Iglesia, dejándome sola con Po Hee, nuestra hija. Este fin de
semana, en particular, tenía que viajar 435 kilómetros a Pusan el día sábado (aproxima-damente catorce horas
¡dayvuelta)y luego regresara .. .la rama Oriente de Seoul el domingo. Era un viaje muy pesado para él y me
daba mucha pena. "Po Hee estaba muy bien de salud ese sábado y domingo, y aunque se comportó un poco
ruidosa en la reunión sacramental, regresamos a casa, se tomó su biberón y luego se durmió. Como a las
21:30 horas empezó a llorar. Cada vez era más fuerte su llanto, de modo que decidí cargarla y al levantarla
me di cuenta que tenía mucha fiebre. No sabía que hacer. Luego me enteré que el hospital más cercano a la
casa ya lo habían cerrado por el resto del día. Su llanto continuó por un rato y cuando mi esposo al fin llegó,
empecé a llorar yo también.
"Mi esposo nos abrazó a la niña y a mí y me preguntó lo que pasaba. La pobrecita Po Hee se miraba
mal. Cuando le conté lo que sucedía, se quitó su saco, guardó su maletín y tomó aceite consagrado y bendijo
a nuestra hija. No recuerdo las palabras exactas, pero después de la parte administrativa dijo: 'Padre celestial,
estoy agradecido por la vida que tengo, por mi esposa e hijita. Estoy agradecido por este evangelio restaurado
que nos da la oportunidad de servir. Me enviaste a Pusan y a la Rama Oriente de Seoul para encargarme de
ciertos asuntos de la Iglesia. He cumplido con la responsabilidad que me diste ayer y hoy, y ahora me
encuentro con que mi hijita está muy enferma. Tú me has ayudado siempre; te suplico que me ayudes esta
noche'.
"Antes de que finalizara con la oración, la niña se había quedado profundamente dormida, y cuando
miré a mi esposo, noté que le corrían lágrimas por las mejillas.
"Nuestra niña está ahora en segundo grado y es feliz y saludable, pero aún puedo recordar claramente
la parte de la oración que ofreció mi esposo, donde mencionó que había cumplido con su llamamiento que le
había sido asignado ese día, y el anterior. Espero poder seguir apoyándolo para que siempre pueda decirle al
Señor que lo está obedeciendo. ¡Es una bendición tener un esposo que honra su sacerdocio!" ("Our Baby, My
Husband, and the Priesthood", Ensign, agosto de 1975, pág. 65).
Todos los miembros de la familia pueden gozar de las bendiciones especiales del sacerdocio. Un niño
con un problema difícil puede solicitar una bendición. Una esposa, o joven soltera en busca de consuelo o
guía, puede también solicitar una bendición. Sin embargo, debemos recordar que muchas de nuestras pruebas
las recibimos para ganar experiencia. Debemos trabajar con ellas tanto como nos sea posible. Cuando nos
demos cuenta de que necesitamos más de la ayuda que podemos obtener, podemos dirigirnos a un poseedor
del sacerdocio, ya sea nuestro esposo, maestro orientador, u otro líder del sacerdocio para que nos dé esa
bendición especial.
Pida a las hermanas que mencionen alguna bendición que hayan recibido a través de las ordenanzas del
sacerdocio.
Aceptar la voluntad del Señor

Después de recibir una ordenanza del sacerdocio, es posible que no recibamos inmediatamente la
bendición deseada. Algunas veces no recibimos toda la bendición deseada porque no tenemos la suficiente fe
en el Señor. Quizás no hayamos estado cumpliendo con todos los mandamientos, o tal vez estemos pidiendo
algo que no pueda cumplirse.
No podemos esperar salir del paso de cada problema que tenemos en nuestra vida. Algunos de los
problemas nos enseñan a ser humildes, pacientes y comprensivas. Otros nos enseñan a soportar el dolor. El
presidente Spencer W. Kimball dijo que algunas veces deseamos deshacernos de los problemas porque no
comprendemos el motivo por el cual los tenemos. Si cada oración egoísta e ignorante fuera contestada, no
habría dolar, ni tristeza, ni desánimo ni aun la muerte. Pero sin los problemas tampoco habría gozo, ni éxito,
ni resurrección, ni vida eterna, ni divinidad. El presidente Kimball dijo: "Estoy agradecido que aun a través
del sacerdocio no siempre puedo sanar al enfermo, ya que de otro modo podría sanar a las personas que
deben partir de esta vida, o aliviar del sufrimiento a aquellos que debieran padecerlo (por su propio bien)".
(Véase Faith Precedes the Miracle, págs. 97-99.)
La hermana Edna O. F. Shaw aprendió esta lección mediante la siguiente experiencia:
"Nuestra amada hija mayor, Carol Jean, se había enfermado, inflamándosele las glándulas linfáticas.
La llevamos al doctor y él nos envió a la ciudad de Salt Lake para que se le hicieran algunos exámenes, y fue
entonces que nos enteramos que tenía un tumor en el estómago. Ella estaba tan enferma que no podía
mantener alimentos en el estómago. La llevamos a casa, pero empeoró en tal forma que tuvimos que
regresarla al hospital. Fue entonces que se nos comunicó que padecía de sarcoma, una clase de leucemia.
"Nunca antes oré con tanto fervor como ahora. No podía creer que esto nos estuviera pasando a nosotros. Los
élderes la ungieron varias veces cuando estaba en el hospital, y a pesar de nuestros esfuerzos, ella falleció.
Me culpaba a mí misma, pensaba que yo .. .no había tenido suficiente fe para que ella viviera. Me
dirigí a las Escrituras y leí algunos versículos en una sección en Doctrinas y Convenios que me hicieron
reflexionar" ("If Appoin-ted Unto Death", Ensign, Dic. de 1972, pág. 32). Lea D. y C. 42:44, 46, 48.
¿Cuál es la razón por qué no todos los enfermos sanan?
No todas las bendiciones del sacerdocio se cumplen cuando deseamos. Una hermana se acercó al
obispo Vaughn J. Featherstone cuando él formaba parte del Obispado Presidente y se quejó de que no todas
las bendiciones del sacerdocio se le habían cumplido. Todavía tenía muy mala salud y no había podido tener
hijos. El obispo Featherstone recibió la inspiración para decirie que ella le había puesto un tiempo límite al
Señor, y que como esas bendiciones no se habían cumplido pasados los cinco años de matrimonio, ella se
había desilusionado, y le repitió: "Pero ahora te prometo, como que Dios vive en el cielo, que aquellas
promesas que os dieron aquellos poseedores del sacerdocio, se cumplirán en tu vida". El tiempo apropiado
del cumplimiento de las bendiciones no ha llegado aún. Debemos confiar en el Señor, tal como lo hizo Job.
(Véase "Acres of Diamonds, " BYU Speeches of the Year, 1974, págs. 346-49.) Por medio de las ordenanzas
del sacerdocio podemos recibir la salvación y la exaltación. Podemos recibir la guía y consuelo, ser
protegidos del peligro y ser sanados de enfermedades. Debemos prepararnos para recibir estas ordenanzas.
3 Nefi 17 (el Salvador sana al enfermo y bendice a los niños pequeños).
Lección 13
La mujer y el sacerdocio
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender nuestra relación con el sacerdocio.
Los hombres y mujeres tienen responsabilidades separadas

La mayor responsabilidad para gobernar y controlar los asuntos de la Iglesia pertenece a los hombres.
El sacerdocio es el poder y autoridad de Dios para ayudar al cumplimiento de las cosas. Las mujeres no
poseen el sacerdocio porque ellas no necesitan tenerlo, tampoco la Iglesia, ni la familia, necesitan dos
cabezas. El Señor ha designado que los hombres en su Iglesia sean los poseedores del sacerdocio y la cabeza
espiritual de la familia. Las mujeres deben apoyar, pedir consejo y seguir la guía de los líderes del sacerdocio.
Aquellos que tengan el sacerdocio deben seguir la orientación y guía de nuestro Padre Celestial. ¿Por qué
crearía confusión si los hombres y las mujeres tuvieran el sacerdocio?
Una mujer tiene más gozo cuando comprende su papel y propósito en esta vida. Cada día debemos
tratar de aprender nuestras responsabilidades y privilegios en el divino plan de nuestro Padre Celestial. Una
de las responsabilidades mayores es de dar a luz y criar a los hijos.
"En el verdadero orden patriarcal, el hombre posee el sacerdocio y es la cabeza de su hogar... pero no
puede tener la plenitud de gozo aquí o la recompensa eterna después si permanece solo. La mujer se
encuentra a su lado para ser su copartícipe con él en la plenitud de todas las cosas. La exaltación y la progenie
eterna es tanto suya como de él." (Véase D. y C. 132:19^20.) (Bruce R. McConkie, Mormón Doctrine, pág.
844).
Las mujeres tienen tantas responsabilidades y privilegios en la Iglesia como los hombres. Ellas son
responsables como lo son los varones de llevar a cabo la obra misional, trabajar en el plan de bienestar, la
obra genealógica y también de desempeñar puestos en las organizaciones auxiliares de la Iglesia. Ellas han
recibido un llamamiento especial de brindar servicio caritativo a aquellas hermanas que lo necesiten. Si son
fieles a sus llamamientos, recibirán la misma clase de exaltación que recibirá un fiel poseedor digno del
sacerdocio. Pero en el reino celestial sus llamamientos serán diferentes. Los hombres que sean exaltados
continuarán gobernando por medio del sacerdocio tal como lo hace nuestro Padre Celestial. Las mujeres que
reciben la exaltación continuarán teniendo hijos, criándolos y siendo ayuda idónea para su esposo. Las
mujeres están especialmente adaptadas para enseñar, consolar, aconsejar y ayudar.
Al hombre no se le ha dado una posición más destacada ni una tarea más importante que a la mujer.
Hablando de esta relación, el élder Thomas S. Monson dijo:
"Su esposo le pertenece. Ambos' son copartícipes con Dios. Su esposo como es poseedor del
sacerdocio es la cabeza del hogar. Usted como ayuda idónea, no es la cabeza, pero de igual importancia, es el
corazón del hogar" (Véase "The Women's Movement; Liberation or Deception?" Ensign, enero de 1971, pág.
20).
En qué forma son diferentes las responsabilidades de la esposa en el hogar que las del esposo?
El presidente Spencer W. Kimball habló sobre la creación del hombre y la mujer:
"Esta es una sociedad .... Al contemplar (los Dioses) la suprema creación ... dijeron que era buena, muy
buena, algo que los intelectuales modernos no podrán superar; el varón para labrar la tierra, mantener a la
familia, dar la guía apropiada; y la mujer para cooperar, traer los hijos al mundo, criarlos e instruirlos. Fue
una obra buena, muy buena.
". . .Esa es la manera en que el Señor la organizó; no fue un experimento porque El sabía lo que estaba
haciendo." ("The blessings and Responsabilices of Womanhood", Ensign, marzo de 1976, pág. 71.)
Podemos aprender mucho en cuanto a nuestro papel como mujeres y la relación que tenemos con el
sacerdocio de la revelación que recibió Emma Smith, la esposa del profeta José Smith. El Señor le dijo:
".. .eres señora elegida a quien he llamado ....
"Y tu llamamiento será el de consolar en sus aflicciones a mi siervo José Smith, hijo, tu marido, en el
espíritu de mansedumbre, con palabras consoladoras.
"Serás ordenada bajo sus manos para exponer las escrituras, y para exhortar a la Iglesia, según las
Impresiones de mi Espíritu.
"Porque te impondrá sus manos y recibirás el Espíritu Santo, y dedicarás tu tiempo a escribir y
aprender mucho.
"Y no hay que temer, porque tu marido te sustentará en la iglesia ... Y de cierto te digo, que desecharás
las cosas de este mundo y buscarás las de uno mejor.
"Continúa en el espíritu de mansedumbre y cuídate del orgullo. Deleítese tu alma en tu marido y la
gloria que él recibirá.
"Guarda mis mandamientos continuamente, y recibirás una corona de justicia. Y si no haces esto, no
podrás venir donde yo estoy." (D. y C. 25:3,5, 7-10, 14-15.)
¿Qué se mandó a Emma que hiciera para su esposo y para la Iglesia?
¿En qué forma le ayudará seguir ese mismo consejo?
El élder John A. Widtsoe explica la manera en que los hombres y las mujeres se ayudan
recíprocamente en sus responsabilidades.
"La mujer coopera con el hombre en todas las buenas obras y comparte con él las bendiciones que
vienen del sacerdocio. Ambos toman parte en las actividades de la vida. La fuerza de uno fortalece al otro; la
virtud del uno hace más virtuoso al otro; el amor del uno, aumenta el amor del otro. Cada uno suplementa y
complementa al otro. El hombre tiene el don de la paternidad; él es el protector por derecho. La mujer tiene el
don de la maternidad; ella alimenta y cuida de las generaciones venideras. Comparten juntos el gozo de una
familia bien educada y criada ...
"El lugar de la mujer en la Iglesia de Cristo es junto a su esposo, gozando de cada privilegio,
compartiendo cada bendición, elevándose al mismo destino glorioso." (Man and the Dragón and Other
Essays, págs. 225, 227.)
La relación de la mujer con el sacerdocio

El conducto debido de autoridad viene directamente de Dios, -el sacerdocio. Provee una manera
ordenada para dirigir las actividades del hombre. Las mujeres también reciben la dirección por medio del
sacerdocio. Esto no significa que las mujeres no pueden recibir revelación directa o dirección del espíritu.
Quiere decir que la dirección y guía para la familia o la Iglesia vendrá mediante el conducto debido del
sacerdocio. Por ejemplo, lea la introducción que contiene la sección 25 de Doctrinas y Convenios. ¿A quién
se dirigió la palabra del Señor? ¿A través de quién fue dada?
En nuestros hogares existe el mismo orden. El Señor dirige sus palabras a nosotros por medio de
nuestro esposo.
Lea en Efesios 5:23. ¿Quién es la cabeza del hogar? ¿Quién es la cabeza de la Iglesia? ¿Por qué debe
existir el mismo orden en el hogar y en la Iglesia?
Los hombres que poseen el sacerdocio tienen la gran responsabilidad de actuar en el nombre de Dios y
representarlo. Las mujeres no tienen esta responsabilidad. El presidente Charles W. Penrose dijo: "Las
hermanas no son ordenadas a ningún oficio en el sacerdocio y existe la autoridad (sacerdocio) en la Iglesia, el
cual no pueden ejercer, porque no les pertenece" (Conference Report, abril de 1921, pág. 198).
Por supuesto, las mujeres reciben y comparten los beneficios y bendiciones del sacerdocio.
Las mujeres deben honrar y apoyar el sacerdocio
Con frecuencia se aconseja a los hombres que recuerden que tienen que honrar el sacerdocio que
poseen. Las mujeres también deben honrar el sacerdocio.
Escriba las siguientes referencias en la pizarra. Mientras se lee cada escritura, pida a las hermanas que
escuchen las formas en que pueden honrar el sacerdocio. Al lado de cada referencia escriba la sugerencia que
sea dada.
1. D. y C. 19:23 Aprender, escuchar y ser dócil a las enseñanzas.
2. D. y C. 20:33 Hacer caso, orar siempre.
3. D. y C. 64:33-34 No cansarse de hacer lo bueno.
4. D. y C. 58:26-27 Estar anhelosamente consagrados a una causa justa.
Podemos aprender el evangelio por medio del estudio y la oración. Al comprender mejor las
ordenanzas del sacerdocio, podemos animar a los poseedores del sacerdocio que viven dentro de nuestro
hogar a que cumplan con su deber. Nosotras debemos de ser dignas de recibir las bendiciones de las
ordenanzas del sacerdocio. En nuestras oraciones familiares, debemos expresar nuestra gratitud por los
poseedores del sacerdocio en nuestro hogar, y también tomarnos el tiempo para agradecerles la dirección que
nos dan como líderes del sacerdocio. Al trabajar en la Iglesia, podemos darnos cuenta que un llamamiento en
el sacerdocio es un llamamiento del Señor. Debemos honrar el asesoramiento de los líderes del sacerdocio —
nuestros esposos, obispos o presidentes de rama, maestros orientadores, y profetas de Dios.
También es nuestra responsabilidad apoyar al sacerdocio. Apoyar, según la Real Academia Española,
significa: "confirmar, probar, sostener alguna opinión o doctrina". Es importante que animemos a nuestro
esposo e hijos a que honren y magnifiquen sus llamamientos en el sacerdocio y si son dignos podrán entrar en
la gloria celestial. No debemos quejarnos cuando sus asignaciones los apartan un poco de nosotras.
Una hermana nos cuenta la forma que aprendió a apoyar a su esposo en el sacerdocio:
"Cuando mi esposo recibió el llamamiento para ser miembro del sumo consejo, mis desafíos para
apoyarlo, cambiaron radicalmente, ya que frecuentemente se encontraba visitando otros barrios en nuestra
extensa estaca.
"Ahora tenía que ver que mis siete hijos y yo pudiéramos ir a la Escuela Dominical y al servicio
sacramental. Papá no se hallaba entre nosotros para poder llevar a nuestro diácono a la reunión de sacerdocio.
"Ciertamente comprendí mejor los sentimientos de las viudas y de las hermanas cuyos esposos no eran
miembros de la Iglesia, y al mismo tiempo me deleitaba ver el crecimiento espiritual de mi esposo ... "Y al
pasar los años aprendí algunos principios más de cómo seguir adelante con los llamamientos de mi esposo, a
apoyarlo y ayudarlo para que a pesar de sus ausencias, todavía se mantuviera cerca de la familia cuando
pudiera:
"Ser flexible . . . .Frecuentemente tenía que estar dispuesta a cambiar el tiempo que teníamos reservado
para nuestros planes.... Esto me ha proporcionado hermosos momentos que posiblemente de otra manera no
los hubiera tenido.
"Prepararle sus alimentos. El necesita comer.a tiempo, y si no podía sentarse, entonces se lo preparaba
para que lo llevara consigo. Es necesario poner un poco de esmero y cariño cuando se preparan las comidas
ya sea que tengan que recalentarse o llevarse consigo, ya que esto significa mucho para un obrero de ia
Iglesia del Señor.... "Prepararle su ropa. Una camisa limpia, un traje presentable y un par de calcetines
siempre debe tenerlos a la mano. Muchos hombres no notan el estado de su ropa, así que su apariencia
depende mucho de usted.
"Interesarse por su estado personal y tenerlo al tanto de lo que pasa en la casa.Tener una reunión
semanal con él para coordinar sus actividades y ponerlo al tanto de cualquier problema.... Asegúrese de que
él está enterado de lo que está pasando con la familia. El no puede participar de las hermosas actividades de
las que toma parte usted por estar siempre en casa.
"Tener una casa limpia. Un hogar limpio y ordenado hace que la mente esté tranquila y ayuda a
renovar el espíritu.
"Ser paciente. Sucederán muchas cosas exasperantes .... Si evita... decir palabras hirientes, permitirá
que las influencias del Espíritu del Señor le sean reveladas. Y más tarde es mucho más fácil ser paciente, y sí
que lo es.
"Desarrollarse espiritualmente. Además de las formas en que los llamamientos de mi esposo me han
ayudado a desarrollarme espiritualmente, yo también he tenido mis propios llamamientos, mis propias
oraciones, mi propia lectura de las escrituras, mi propio testimonio. Si no me siento completamente satisfecha
espiritualmente conmigo misma, ¿cómo puedo ayudar a otros que me necesitan?" (Sherry Downing, "For the
Love of a Busy Man" Ensign, marzo de 1977, pág. 21).
¿Cuáles son algunas de las maneras en que podemos ayudar a nuestro esposo, padres, hijos y hermanos
a magnificar sus llamamientos en el sacerdocio? ¿En qué forma afectará nuestra actitud la forma en que
nuestros padres y esposos sirvan con sus responsabilidades en el sacerdocio?
"La prerogativa de sostener el sacerdocio se observa tanto por las mujeres así como por los hombres.
No puede haber inspiración y progreso, ni en el hogar ni en la organización de la Iglesia, cuando las mujeres
no sostienen a los dirigentes del sacerdocio.
I.. .El trabajo de la mujer en su esfera de actividades es tan esencial parala salvación y progreso de la
familia humana como lo es el trabajo del hombre en su esfera, el cual, por mandato de Dios y no del hombre,
es el sacerdocio" (Matthew Cowley, Matthew Cowley Speaks, pág. 195).
El sostener y apoyar el sacerdocio es algo más que un servicio labial o levantar la mano. Es aprender,
orar, obedecer y consagrarse a una causa justa.
Conclusión
Los hombres y mujeres han recibido responsabilidades separadas. La combinación del hombre y la
mujer, cada uno cumpliendo con las responsabilidades que el Señor les ha dado, les darán felicidad en esta
vida y en la venidera. La actitud de una mujer puede influir en gran manera en los poseedores del sacerdocio
de su familia. Ella debe apoyarlos y sostenerlos. Debe esforzarse por cumplir con sus responsabilidades y de
esta manera los poseedores del sacerdocio pueden cumplir con las de ellos más fácilmente.
1 Corintios 11:3, 8-12 (la relación del hombre y la mujer).
Colosenses 3:18-24 (amarse el uno al otro).
1 Pedro 3:5-7 (honrar uno al otro).
Lección 14
La mujer Santo de los Últimos Días
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender nuestras responsabilidades y bendiciones como

mujeres Santos de los Últimos Días.
Introducción
El presidente Brigham Young explicó el papel de la mujer en la manera siguiente:
"Una cosa es muy cierta, creemos en ella, es que la mujer es gloria del varón ....
"Al pensar en los deberes y responsabilidades que incumben a nuestras madres y hermanas, y la
influencia que ellas ejercen, las considero como la causa principal y esencial de nuestro ser aquí. Es cierto
que el hombre es primero ... pero cuando vino nuestra madre Eva, ella ejerció una magnífica influencia en
(nuestro padre Adán)....
"(Hermanas), queremos vuestra influencia y poder para ayudar a edificar (el) reino." (Discourses of
Brigham Young, pág. 199.)
Responsabilidades y bendiciones de una esposa Santo de los Últimos Días

Como miembros de la Iglesia entendemos la relación ideal entre esposos y esposas. "Si les
preguntamos a las hermanas nuevas cuál es el cambio mayor que tuvieron al convertirse a la Iglesia, ellas
contestarán que es la forma diferente en que ahora ven su hogar, a su esposo, y sus hijos. Algunas veces se les
ha dificultado cambiar sus actitudes, pero todas han puesto en relieve la importancia de aprender a respetarse
mutuamente y apoyar al hombre como patriarca del hogar" (Anna Lindback, citado del artículo "The Gospel
Counterculture", Ensign, marzo de 1977, pág. 26).
Como una esposa Santo de los Últimos Días, ya sea que su esposo sea miembro o no, activo o inactivo,
debe ser una compañera, y ayuda idónea para él.
El presidente N. EldonTanner, un consejero a un profeta moderno, ha dicho: "Mujeres, vosotras sois
una gran fuente de fortaleza y apoyo para los hombres y a veces cuando ellos más necesitan ayuda es cuando
menos la merecen. Un hombre no puede tener mayor incentivo, fuerza y esperanza que el de saber que su
madre, novia o esposa confía en él y lo ama. Y debe luchar cada día por ser merecedor de esa confianza y ese
amor" ("Ser mujer es el más alto honor", Liahona, junio de 1974, pág. 40).
¿En qué forma podemos comunicar a nuestro esposo que lo amamos y confiamos en él? ¿Por qué
debemos comunicarle esto a nuestro esposo aun cuando pensemos que es lo último que merece?
Se dice que detrás de cada buen hombre se halla una mujer buena. Cuando se propone a un hombre
para algún oficio en la Iglesia, siempre se toma en cuenta la dignidad de la esposa. Ella necesita darle todo su
apoyo. Su corazón no debe estar en las cosas materiales de este mundo, sino en las cosas que pertenecen a la
vida eterna, porque es la única manera en que podrá estar al lado de su esposo y apoyarlo. (Véase las formas
específicas para apoyar a los poseedores del sacerdocio en la lección 13 de este manual.)
Algunas de nosotras quizás nos hayamos casado con personas no miembros de la Iglesia o con
miembros inactivos. Es posible que nos desanimemos cuando nuestros esposos no son completamente activos
en la Iglesia. Puede ocurrir un milagro si la esposa es paciente y tiene fe. A ciertos hombres les toma más
tiempo que a otros, pero debemos continuar orando y viviendo en nuestro hogar de acuerdo con las
enseñanzas del evangelio.
"Marilyz de Doldel del Barrio Segundo de La Plata, ha sido un miembro activo en la Iglesia desde que
tenía nueve años y ha ocupado diferentes puestos en la Iglesia. Se casó con un hombre muy bueno que no era
miembro de la Iglesia, y ella buscó consejo y sabiduría para poderlos aplicar dentro de su hogar. De esta
experiencia dice: 'Tenemos que encontrar un balance'. Con interés y amor puso todo su empeño a su hogar, su
esposo y sus hijos. Después de las reuniones de la Iglesia, nunca se quedó para charlar con los hermanos y
amigos, sino que se dirigía inmediatamente a su hogar para cumplir con sus obligaciones.
"Su esposo se convirtió a la Iglesia hace dos años y ahora se encuentra ocupando el puesto de obispo
del Barrio Segundo de La Plata" (Carol Larsen, "Gospel Counterculture", Ensign, marzo de 1977, pág. 27).
¿Qué fue lo que hizo la hermana Dolder para cumplir con sus obligaciones con su esposo y al mismo
tiempo permanecer activa en la Iglesia?
"Había un padre, hombre tranquilo y modesto, a quien le era difícil expresar el amor que sentía por su
familia. Por sugerencia de su esposa, la familia comenzó atener oraciones familiares, lo cual fue para él una
oportunidad de decir lo que guardaba en el corazón. Para su hija, que había interpretado la actitud de su padre
como de indiferencia, esto constituyó una revelación. Sus oraciones eran sencillas y a veces toscamente
articuladas, y ella se conmovió al oirlo decir: 'Bendice a mi amada hija para que se porte bien'" (Ann H.
Banks, "The Extra Blesslngs of Family Prayer, Ensign, enero de 1976, pág. 37).
¿En qué forma podemos ayudar a nuestros esposos a que se conviertan en líderes espirituales dentro de
nuestro hogar?
Una de las formas de ayudar a nuestro esposo es llevar a cabo una actividad familiar durante la noche
de hogar. Podemos ayudar a nuestros hijos a preparar relatos del evangelio para que puedan presentarlos al
resto de la familia e invitar a vuestro esposo para que participe. Poco a poco podemos animarle para que se
encargue de la noche de hogar, y más tarde que ellos mismos presenten las lecciones. Muchos hombres se
sienten mucho más cómodos en una noche de hogar que en una reunión formal de la Iglesia. Una vez que se
acostumbren a esta clase de reuniones en el hogar, será mucho más fácil que puedan asistir también a la
Iglesia.
Como esposas Santos de los Últimos Días, debemos crear un sentimiento espiritual en el hogar,
aumentando nuestra paciencia y alegría. Necesitamos trabajar para desarrollar una buena relación familiar.
Debemos ejercitar nuestra fe diariamente y vivir el evangelio. Lea Romanos 15:1-5. ¿Por qué es importante
ser una esposa paciente?
Responsabilidades y bendiciones de una madre Santo de los Últimos Días

La responsabilidad de los hombres y mujeres casados, es la de darle vida a los hijos espirituales de
Dios aquí en la tierra. Si lo hacemos, somos copartícipes con Dios; les damos cuerpo a sus hijos espirituales,
nuestros hermanos y hermanas espirituales. Negarse a tener hijos o refrenarse de tenerlos es un error de
omisión. (Véase Spencer W. Kimball, El Milagro del Perdón, pág. 95.)
Para ayudar a las hermanas a que aprendan sus deberes hacia sus hijos, escriba en la pizarra, las
siguientes escrituras: D. y C. 20:70; D. y C. 68:25-28; Mosíah 4:14-15. Pida a las hermanas que lean en voz
alta estas escrituras. Escriba en la pizarra los deberes mencionados. (Este manual contiene lecciones
adicionales que pueden ayudarnos a cumplir nuestras responsabilidades como padres.)
No hay honor más alto que una mujer pueda obtener, que el ayudar en el plan divino de traer hijos
espirituales a la tierra, y "enseñarles a orar y a andar rectamente delante del señor". Una mujer hallará más
alegría y regocijo al ser una madre sabia y digna y en educar a sus hijos. Esta es una gran contribución para la
humanidad que cualquier otra vocación. (Véase N. Eldon Tanner, "Ser mujer es el más alto honor", Liahona,
junio de 1974, pág. 37-41).
Siendo que los padres tienen sus obligaciones diarias en el trabajo, no tienen la oportunidad de estar
mucho tiempo con sus hijos e influir en ellos como lo hacen las madres. Las madres parece que poseen más
poder que los padres para amoldar la vida de sus hijos. (Véase Gospel Standards, pág. 152.) Es ésta la razón
por la cual las madres deben permanecer en el hogar para cuidar a sus pequeñitos. Ellas no deben dejarlos al
cuidado de otras personas. Nuestros líderes han aconsejado a las madres que si es posible, no salgan a trabajar
fuera del hogar.
"Aun cuando las circunstancias requieran que las madres tengan que trabajar a causa del salario bajo de
sus esposos, o porque se han quedado viudas, no deberán descuidar sus deberes y cuidado en el hogar,
particularmente en la educación de los hijos" (véase Harold B. Lee, "Manten tu lugar como mujer", Liahona,
julio de 1972, pág. 4-5).
Las mujeres solas que tienen que criar su familia, o cuyas familias ya están grandes o cuyos esposos las
han dejado, tienen el privilegio de recibir una ayuda especial de los líderes del sacerdocio. El presidente
Harold B. Lee, le dijo lo siguiente a una hermana que se había quedado sola con ocho niños: " 'No se sienta
sola porque su esposo no está con usted. Manténgase en contacto con los maestros orientadores y con el
obispo'. Con una sonrisa le contestó: 'Hermano Lee, tengo los mejores maestros orientadores que podría
tener, y nadie tiene un obispo mejor que el nuestro. Está velando por nosotros; tenemos a alquien que nos
protege, un poseedor del sacerdocio en nuestra vida'" (Harold B. Lee, "Manten tu lugar como mujer",
Liahona, julio de 1972, pág. 5).
Algunas mujeres no pueden criar a todos sus hijos, porque algunos de ellos se van de su lado a muy
temprana edad. El profeta José Smith enseñó que muchos de estos niños ".. .son demasiado puros, demasiado
bellos para vivir sobre la tierra; por consiguiente, si se considera como es debido, veremos que tenemos razón
para regocijarnos, en lugar de llorar, porque son librados del mal...." (Enseñanzas del Profeta José Smith,
pág. 237). El también enseñó que aquellos pequeñltos que mueren antes de los ocho años regresaran al seno
de nuestro Padre Celestial. (Véase La Visión de José Smith 1:10.) Las madres de estos niños que permanecen
fieles, tendrán el privilegio de criar a sus hijos hasta que alcancen el estado maduro de hombre o mujer.
(Véase Joseph F. Smith, Doctrina del Evangelio, pág. 447.)
Algunas hermanas en la Iglesia sufren porque no es posible que ellas puedan tener hijos propios. Las
hermanas sin hijos regularmente llenan su vida cuando adoptan y crían a un niño desamparado. Tanto las
hermanas infecundas, como las hermanas solteras mayores, pueden llenar ese vacío en su vida al trabajar
como enfermeras, maestras, institutrices o en cualquier otra forma en la que puedan dar de sí a otros.
Aquellas hermanas que hacen esta clase de trabajo proporcionan felicidad y una influencia saludable en la
vida de los niños, especialmente en aquellos a quienes la vida les ha negado el cariño de una madre.
El presidente Brigham Young consoló a aquellas mujeres sin hijos que han sido fieles a los convenios
del templo con estas palabras:
"Hermanas no os aflijáis porque no sois bendecidas con progenie. Llegará el tiempo cuando estaréis
rodeadas de miles de niños, porque si sois fieles a vuestros convenios, seréis madres de naciones ... .Sed
fieles, y si en esta tierra no sois bendecidas con hijos, lo seréis en la vida venidera" (Journal of Discourses,
8:208).
¿En qué forma consuelan estas doctrinas únicas de la Iglesia a las hermanas sin hijos y a aquellas que
se lamentan? ¿En qué forma esta verdad revelada nos anima a que vivamos correctamente?
El papel que desempeña la mujer soltera

Es esta tierra todas las mujeres ya sean solteras o casadas, tienen deberes y responsabilidades
importantes. Una joven soltera juega un papel muy esencial en su juventud. Debe prepararse para una misión
como esposa y madre. Puede aprender de su madre los quehaceres; puede tomar clases de educación para el
hogar a través de la Iglesia y en escuelas especializadas. Debe prepararse para ser una maestra en su propio
hogar. Debe ser un ejemplo ante sus amigos miembros y no miembros, guardándose pura y casta.
Si es joven y soltera, ¿en qué forma puede prepararse para cumplir con su futuro llamamiento? ¿Por
qué es importante que desarrollen espiritualidad, especialmente mientras los jóvenes varones se encuentran
sirviendo una misión?
Algunas hermanas tal vez no encuentren su compañero ideal sino hasta que el otoño ha llegado a su
vida. Algunas permanecen solteras durante toda la vida terrenal y no pueden encontrar el compañero digno. A
tales hermanas les es prometido que tendrán esposos dignos e hijos en la vida venidera porque el Señor no les
negará bendición alguna. El presidente Harold B. Lee dijo:
"Vosotras hermanas que veis pasar los años y aún no habéis aceptado una proposición matrimonial, si
sois dignas y os preparáis para entrar en la casa del Señor (el templo) y tenéis fe en este principio sagrado del
matrimonio celestial para la eternidad, el Señor os bendecirá en su debido tiempo y no habrá bendición que os
sea negada. No os sintáis obligadas a aceptar una proposición matrimonial de un hombre indigno de vosotras
por miedo de no recibir las bendiciones." (Ye Are the Light of the World, pág. 308.) ¿En qué forma consuela y
tranquiliza esta promesa a las hermanas solteras?
Una hermana soltera se expresó de esta manera: "En la Iglesia hay una multitud de bendiciones
particulares y oportunidades especiales al alcance de los miembros solteros ....
"En nuestra ansiedad por casarnos, fácilmente podemos descuidar muchas oportunidades que se nos
presentan para prepararnos, no sólo para el matrimonio, sino para la exaltación eterna ....
"Como miembro de la Iglesia, frecuentemente me he impacientado por ver cumplida la promesa que se
me hizo en mi bendición patriarcal. He llegado a darme cuenta de las bendiciones especiales que están al
alcance de los miembros solteros que son fieles y a estar agradecida por ellas.
"Disponemos de tiempo y del privilegio de ocuparlo en la manera en que deseemos, pero asimismo
somos responsables por la manera en que utilizamos ese precioso don. Como miembros solteros de la Iglesia,
podemos deplorar nuestro estado de soltería y vivir al borde déla desesperación, o utilizar este período
intermedio en nuestra vida como un tiempo de espera activo y creador. Estoy firmemente convencida de que
la manera en que empleemos este tiempo es de crítica importancia ... para nuestra felicidad actual como para
nuestro progreso eterno.
"La primera consideración concierne a la carrera u ocupación .... Algunas mujeres encuentran gran
satisfacción en hacer frente a los problemas de una carrera exigente .... Mediante la oración y las bendiciones
del sacerdocio, he recibido también la seguridad personal y consoladora de que lo que estoy haciendo en la
actualidad es agradable ante la vista del Señor....
"Debo confesar que los más grandes y permanentes gozos en mi vida se derivan, no de mi ocupación
poco común, sino de los actos anónimos y sencillos del servicio caritativo .... Es tan fácil preocuparse tanto
por nuestras propias necesidades y problemas, que nos volvemos espiritualmente sordos ante los lamentos y
desgracias que nos rodean ....
"Nunca dispondremos de un tiempo tan exento de cargas como ahora. Tenemos la oportunidad de
tomar una clase de instituto o un curso de estudio .... Disponemos de tiempo para leer extensamente (Leamos
tan sólo los mejores libros), para desarrollar una variedad de talentos e intereses, ... para continuar la
genealogía ... (Esto podría Inspirar a la familia entera en la búsqueda de registros ....
"No se puede menospreciar la gran satisfacción de un servicio regular y diligente en la Iglesia.... Yo...
experimento gran gozo en servir como maestra de la Escuela Dominical en el barrio ....
"Disponemos de tiempo para prepararnos físicamente;... la gozosa sensación de vigor que produce un
ejercicio regular enérgico eleva el espíritu y las emociones.
"Disponemos de tiempo libre en el que podemos estar tranquilos y pasarlo con nuestro Padre Celestial.
No puedo dejar de reconocer la importancia que el ayuno y la oración prolongada han tenido en mi vida ....
Adquirí un testimonio del amor y la preocupación especial del Señor por mi bienestar.
".. .en nuestra hora de necesidad hay manos amorosas a nuestro alrededor para elevarnos, fortalecernos
y ayudarnos. Mirad a vuestro alrededor; os prometo que están allí.
"Y cuando el desánimo sobrevenga pesadamente ... he encontrado que una cura segura para la
depresión es el darme cuenta de que alguien me necesita. Mis necesidades y problemas desaparecen
rápidamente al ayudar a mi prójimo, al saber que he iluminado su vida y al sentir que lo que he hecho es
agradable al señor.
"Regocijémonos entonces en este precioso tesoro, el tiempo; y demos gracias al Señor por este don
especial". (Anne G. Osborn, "Los años de soltería", Liahona, junio de 1978, págs. 29-31.)
¿En qué forma puede una hermana soltera mayor ser una persona útil para sí misma y para la sociedad?
Conclusión
Cada hermana en la Iglesia puede hacer de su vida algo útil. Si vivimos fieles, seremos bendecidos
algún día y tendremos el privilegio de ser compañeras, ayudas idóneas y madres. Ya sea que esta oportunidad
venga en nuestras vidas tarde o temprano, éstas se verán llenas. Podemos servir a otros y cumplir con nuestro
papel como mujeres Santo de los Últimos Días.
Efesios 6:4 (no provoquéis a vuestros hijos)
1 Timoteo 5:3-14 (algo sobre las viudas)
Lección 15
Comunicación entre los miembros de la familia
El objetivo de esta lección es ayudarnos a fortalecer nuestras familias por medio del asesoramlento con
nuestro esposo e hijos.
El padre dirige el hogar

Canten el himno "Cuando hay amor" (Véase el manual Principios del Evangelio pág. 324). Nuestros
hogares terrenales son el inicio de nuestros hogares celestiales. La paternidad es, en cierto sentido, una
preparación a la divinidad. "Cada hogar Santo de los Últimos Días debe ser un hogar modelo, donde el padre
es cabeza, y lo preside con amor y en completa armonía con los justos deseos de la madre. Juntos deben
buscar las mismas metas para la familia y los hijos deben sentir el amor y armonía que existe entre ellos" (N.
Eldon Tanner, "Fatherhood", Ensign, junio de 1977, pág. 2).
El padre es el patriarca y autoridad presidente de la familia y es su responsabilidad dirigir los asuntos
de la familia. Los padres tienen la responsabilidad de criar una familia recta; pero desde luego, ni uno lo hace
sin la ayuda del otro porque cada uno es Importante. Nosotras como esposas juntamente con nuestros esposos
somos copartícipes. Podemos levantar un hogar fuerte y conducir a nuestra familia de vuelta a la presencia
del Señor. Debemos reunimos en consejo con nuestro esposo afín de gozar y recibir el espíritu del Señor en
nuestro hogar.
Mostrar amor y consideración para con nuestro esposo

Como esposas, debemos establecer una casa de orden y amor. El modelo del verdadero amor y
comunicación debe empezar en el hogar. SI recientemente hemos estado aprendiendo sobre el evangelio, hoy
es el tiempo para establecer un modelo. Debemos orar juntos, mostrar amor y respeto mutuo, leer y estudiar
las Escrituras juntos, y guardar los mandamientos de Dios y convenios que hicimos al casarnos.
El presidente J. Reuben Clark, Jr. describió el verdadero amor de la siguiente manera: "El verdadero
amor.. . bendice y consagra cada pensamiento y hecho" de los esposos. "Debe haber respeto y honor en ese
hogar. Debe encontrarse también paciencia en abundancia y ... lealtad en pensamiento, palabra y hecho....
"La fe debe cubrir el hogar como una luz bondadosa.
"La obediencia a los mandamientos de-Dios los guiará y alentará" (tomado del "Perfecto Hogar
Terrenal, La Inmortalidad y la Vida Eterna, tomo 2, Curso de estudio del Sacerdocio de Melqulsedec, 1969-
70, págs. 12-13). ¿En qué forma podemos mostrar amor y consideración hacia nuestro esposo? ¿Cómo puede
nuestra demostración de amor ayudarnos a establecer orden en el hogar?
Mutuo asesoramiento
Es importante que exista una buena comunicación entre esposos, porque de esa manera podemos
trabajar juntos para resolver los problemas que surjan en el matrimonio. Podemos enfrentarnos y vencer las
dificultades cuando como esposos recibimos la guía del Señor, ea Alma 37:37. ¿En quéforrrla pUede
ayudarnos si pedimos consejo al Señor? Debemos hablar con regularidad el uno con el otro. Bajo la
inspiración del Señor, debemos discutir los problemas y metas con nuestro esposo. Si es que amamos a
nuestro esposo, debemos siempre buscar su guía y ayuda para resolver los problemas familiares. Todas las
decisiones mayores deberán consultarse entre sí; y para esto, debemos establecer una hora y lugar para
discutir y resolver los problemas, finanzas, hijos, religión, las noches de hogar, y Otros asuntos que
conciernen a la familia. Cuando se llegue a una determinación de algo, debe haber unidad entre ambos. La
siguiente experiencia nos demuestra la manera en que una pareja se reunía para consultarse:
El hermano Jackson era un hombre sabio y educado; con toda facilidad podía tomar personalmente
todas las decisiones familiares, pero en cambio, siempre encontraba la ocasión de discutir los problemas y
posibles soluciones con su esposa. Por lo menos una vez a la semana, generalmente el domingo por la tarde,
se sentaban los dos en la cocina y hablaban sobre los problemas familiares. Algunas veces hacían participar a
los niños en la discusión. Por el hecho de cambiar opiniones, este hombre y su esposa siempre estaban de
acuerdo sobre el modo en que debían educar a sus hijos. Nunca discutían en mal tono, sino que eran amables
entre sí. Este hombre fue muy sabio al buscar el valioso consejo de su esposa y dio el ejemplo de un hogar
muy aproximado a lo celestial." (Manual Básico para Poseedores del Sacerdocio, Parte A, lección 13.)
¿tn qué forma puede ayudarnos la comunicación para evitar las discusiones y problemas en nuestro
hogar. ¿En qué forma puede ayudar la comunicación a aumentar el amor en nuestro matrimonio?
Asesoramiento entre la familia

Cuando los esposos se han puesto de acuerdo en algo, deben llamar a sus hijos y reunirse como consejo
de familia para discutir los planes y metas familiares. Es muy Valioso juntarse en concilio con la familia
entera. Ello puede mejorar la v¡da familiar y hacer más profundo el amor entre los miembros de la farn¡|¡a.
Los hijos deben estar enterados de los planes familiares para que cada uno sepa lo que los demás están
haciendo y haya orden y armonía. Cuando sea posible se les debe permitir a los niños participar en las
dec¡s¡0nes familiares y después deben ayudar para llevar a cabo dichas decisiones. Cuando nos reunimos con
los miembros de la familia para tratar asuntos de interés, debemos respetar las opiniones, problemas y
proyectos de cada Individuo.
¿Cuándo es el tiempo propicio para tener reuniones de consejo familiar? (Sugiera el domingo por la
tarde.) ¿Cuáles son algunas de las áreas que pueden discutirse en dicha reunión familiar?
No siempre es necesario tener una entrevista formal para aconsejar a nuestros hijos, sino que debemos
aprovechar cualquier oportunidad, cuando y donde se presente, para escuchar sus problemas. Al reunimos
con ellos, debemos ver las cosas desde su punto de vista, sin reírnos de sus preocupaciones o pensar que no
son importantes, sino escuchando con amor y tratando de comprenderles y ayudarles. Es importante que el
padre se reúna en privado con cada uno de los hijos.
"Es maravilloso cuando un padre se sienta junto a un hijo o una hija y discuten un problema personal
(ellos tienen problemas, que, si somos sabios, les daremos la importancia debida). Existen tentaciones e
incluso injustas acusaciones,... contra las cuales nuestros hijos e hijas necesitan ser fortalecidos....
"En tales conversaciones abiertas y sinceras, los padres ayudarán a su hijos a establecer objetivos"
(EIRay L. Christiansen, "Paternidad de Éxito -Un digno logro", Manual Básico para Poseedores del
Sacerdocio, Parte A, Lección 13).
En el caso de ser una jovencita, ¿qué le gustaría discutir con sus padres? Como madre: ¿Qué le gustaría
discutir con sus hijos? Sería bueno advertir a nuestras hermanas que acepten los puntos de vista de los otros.
Nuestros problemas no son siempre los mismos.
El élder Richard L. Evans, hablando en cuanto a aconsejar a los hijos, dijo:
"Usted y ellos tienen el privilegio, el derecho, el deber, de sentarse y compartir sus ideas y considerar
éstas mutuamente, para que ambos puedan escucharse y respetarse —y trabajar, y orar y planear juntos para
lograr toda la felicidad posible— para siempre y jamás" ("As Parents and Children Come
toCommpnGround",Improvemenf Era, mayo de 1956, pág. 342).
Conclusión
Siendo que viviremos en paz y armonía en el reino celestial, ahora debemos empezar a lograr la unidad
y el amor, ya que esto no sucede naturalmente. El presidente David O. McKay, dijo:
"No puedo pensar en algo más desagradable como lo es que no exista la unidad y armonía en el hogar.
Por otra parte, sé que un hogar en el que existe la unidad, un espíritu servicial y el amor... es como un pedazo
de cielo en la tierra" {Discurso de la conferencia, Octubre de 1967, pág. 7). Cuando nos reunimos con
nuestro esposo e hijos, podemos fortalecer los lazos familiares. Es cuando podemos sentir un amor grande y
una cercanía del uno hacia el otro.
1 Corintios 13 (la preeminencia del amor)
Gálatas 5:22-23 (el fruto del Espíritu)
Jacob 2:35 (los nefitas pierden la confianza en sus hijos)
Jacob 3:7 (los lamanitas amaban a sus hijos)
D. y C. 121:41-43 (reprender y entonces mostrar amor crecido)
Lección 16
La noche de hogar
El objetivo de esta lección es Inspirarnos y ayudarnos a efectuar con todo éxito la noche de hogar.
La noche de hogar es para todos

Toda familia debe tener una noche durante la semana para llevar a cabo la reunión para la familia. La
Iglesia ha sugerido que se haga en día lunes por la noche y que se omita cualquier otra clase de actividades
para ese propósito.
No todas las familias son iguales; en algunas los padres y los hijos viven en la misma casa; en otras
está uno de los padres con los hijos; y todavía hay otros padres que no tienen hijos en el hogar. Muchos
adultos solteros viven solos o con compañeros de cuarto; pero cualquiera sea el caso, la noche de hogar es
para todos. Si una persona vive sola, puede reunirse con otras para tener la noche de hogar. Esta puede ser
una bendición especial para aquellos que viven muy solos.
"No existe lugar más apropiado para la enseñanza del evangelio que el hogar. Es en el hogar que los
niños pueden aprender la naturaleza de la vida familiar tal como fue creada por nuestro Padre Celestial. El
lunes por la noche es cuando la familia establece el espíritu para todas las experiencias familiares. Aquellos
que tengan este espíritu entre ellos, hallarán la fuente del más grande gozo" (Carta de la Primera Presidencia,
Noche de Hogar, 1971).
Tener regularmente la noche de hogar es una de las mejores maneras para enseñar a nuestros hijos los
principios del evangelio. Esto hace que la familia se conserve unida y en amor.
Sostenga un puñado de palillos o fósforos en su mano y diga a los miembros de la clase que éstos
representan a los miembros de la familia. Tome ahora uno de los palillos del puñado y quiébrelo por la mitad.
Diga a las hermanas que cuando nos encontramos solas no somos tan fuertes como cuando nos hallamos
unidos como familia. Tome ahora un elástico o hule y ate los palillos juntos; diga a las hermanas que ese
elástico representa la influencia que los une por medio de las enseñanzas del evangelio. Luego muestre lo
difícil que es quebrar los palillos cuando están juntos. Explique que somos más fuertes cuando estamos
unidos como familia y enlazados con los principios del evangelio.
Cómo llevar a cabo una noche de hogar

El padre, como patriarca del hogar, es el que preside; pero cuando éste se encuentra ausente o no hay
padre en el hogar, la madre deberá tomar la responsabilidad de dirigir. Sería bueno que los padres planearan
juntos cada noche de hogar, y luego asignaran a los demás miembros de la familia.
Al principio de cada noche de hogar, es aconsejable tener una pequeña reunión para enterarse de las
actividades y planes durante la semana de cada uno de los miembros de la familia. Esto es especialmente de
mucha ayuda para los adolescentes que forman parte de la familia.
"El padre imparte la lección o delega esta responsabilidad a la esposa o a uno de los hijos que tenga
edad suficiente para hacerlo.. . .Los niños pequeños pueden ayudar, ya sea dirigiendo la música, leyendo o
citando pasajes de las Escrituras, contestando preguntas, sosteniendo ilustraciones, repartiendo el refrigerio y
orando.
"A continuación se da un ejemplo de la manera en que se puede efectuar una noche de hogar.
Primer himno (por la familia)
Primera oración (por un niño)
Poema o lectura de las Escrituras (por un miembro de la familia)
Lección (por el padre, la madre o un niño mayor)
Actividad (un juego dirigido por un miembro de la familia y en el cual todos participan)
Himno final (por la familia)
Oración final (por un miembro de la familia)
Refrigerio
"Hay muchas maneras en que la familia puede llevar a cabo una noche de hogar. Cualquier actividad
que reúna a la familia y la fortalezca en amor el uno para con el otro, así como en llevar una vida recta,
cumple la función de una noche de hogar. Tales actividades podrían ser la lectura de escrituras, comentarlos
acerca del evangelio, compartir testimonios, efectuar un proyecto de servicio, cantar juntos, tener un día de
campo, participar en algún juego como familia, dar un paseo y otros. Se sugiere que en todas las actividades
relacionadas con la noche de hogar se incluya una oración." (Guía de organización para la familia, pág. 3.)
Como miembros déla familia todos podemos ayudar para que estas noches sean un éxito. Primero,
debemos planear nuestras actividades de la semana y así estar libres para reunimos para la noche de hogar.
También cada uno de los hijos debe cumplir con una asignación o ayudar en alguna forma a prepararla.
Durante la semana, tanto la madre como los hijos mayores pueden ayudar a los pequeños con sus
asignaciones. A los hijos más jóvenes les encanta participar, especialmente narrando relatos con la ayuda de
una tabla de franela. Cada hijo podrá participar si tanto el padre como la madre los Incluyen en la noche de
hogar y son pacientes con sus esfuerzos. Podemos mejorar nuestras asignaciones si oramos al Padre Celestial
conforme preparamos debidamente nuestras asignaciones.
Lo siguiente es una muestra de una noche de hogar que se llevó a cabo con éxito:
La familia Thompson intituló una de sus noches de hogar "El Premio Honorífico". Los siete hijos, de
acuerdo con su edad de cinco a diecisiete años; seleccionaron con un voto su comida predilecta para la cena.
El menú ganador fue servido, y luego se anunció que se llevaría a cabo "El Premio Honorífico".
El padre se vistió con sus mejores ropas, y se colocó un corbatín para servir como maestro de
ceremonias. La madre se vistió con su mejor vestido y se colocó al lado del padre para sostener los sobres que
contenían los nombres de los "ganadores"." También se invitó a los abuelos para servir de audiencia y ver los
premios que recibían los niños. Después de unas palabras de bienvenida, el padre hizo la siguiente
presentación: "Entre los candidatos por un logro sobresaliente en el campo de las matemáticas, se encuentran
los siguientes: Albert Einstein y Pablo Cruz. Por favor, el sobre". La madre le alcanzó el sobre y después de
abrirlo, anunció muy emocionado: "¡El ganador es . . . Pablo Cruz!" La familia aplaudió mientras Pablo se
acercaba para recibir su "Premio Honorífico". (En este caso los premios consistían en pequeñas estatuas de
plástico que tenían escrito al frente el nombre y el logro.) El programa continuó hasta que todos los hijos
fueron premiados después de haber competido contra personas célebres nacionales, internacionales o
campeones. Mima recibió su premio por haberse destacado en la natación; Roberto, por el escultismo; Miguel
por sus logros musicales; Jorge por su actuación tan sobresaliente en la pequeña liga de béisbol; Dora, por
excelencia en aprender a leer; y Cindy, por su éxito en alegrar la vida del resto de la familia. Su premio fue
uno muy especial llamado "Rayito de luz". Después de éste, cada niño tomó parte al presentar un número
especial en el que había estado practicando durante la semana, el cual fue muy bien recibido y aplaudido por
el resto de la familia. Luego, Dora y Cindy cantaron el himno: "Hazme andar en la luz". (Véase el manual
Principios del Evangelio, pág. 337.) Después de la oración ofrecida por Jorge, se sirvieron los refrescos.
Es importante planear las noches de hogar de acuerdo con las necesidades e intereses de la misma.
Haga cosas que atraigan a los niños, ya que las noches de hogar son para ayudar a la familia. En muchas
ocasiones, se goza más de una noche de hogar original, planeada de acuerdo con la creatividad de la familia
misma.
¿Cuánto tiempo se toma para preparar la noche de hogar? ¿En qué forma mejoran las noches de hogar
cuando éstas se preparan bien?
"¿Pasa usted igual cantidad de tiempo preparando el éxito de su familia y su hogar, así como
persiguiendo el éxito social y profesional? ¿Está obsequiando su energía más creativa a la unidad más
importante de la sociedad, la familia? o, ¿su relación con su familia es simplemente una parte rutinaria y sin
recompensa de su vida?
"Los padres y los hijos deben estar dispuestos a colocar las responsabilidades de la familia en primer
lugar para lograr la exaltación de la misma." (Mensaje de la Primera Presidencia, Manual de la Noche de
Hogar, 1973.)
¿En qué forma podemos utilizar la oración para ayudarnos a mejorar nuestra noche de hogar?
Las bendiciones que vienen por tener la noche de hogar

Nuestra familia recibe muchas bendiciones cuando llevamos a cabo la noche de hogar. Cuando los
hijos participan, esto hace que ellos desarrollen sentimientos de autoestimación. Los problemas de disciplina
disminuyen y aumentan la lealtad y la armonía.
La hermana Remde Malloy, un miembro de la Misión de Alemania Occidental y madre de cinco niños,
dijo: "Aunque nuestro hijo mayor tiene solamente seis años, hemos notado un cambio en el comportamiento
de todos nuestros hijos, desde que empezamos a tener la noche de hogar los lunes por la noche .... Es
maravilloso notar que están absorbiendo muchas de las enseñanzas que les estamos dando" ("To Be a Woman
in the Church", Ensign, agosto de 1973, pág. 38). Tal como lo explica la hermana Malloy, los niños recuerdan
las enseñanzas que reciben en la noche de hogar.
Acompañado de su abuelo, un niñito de cinco años se encontraba jugando en el jardín cuando vio que
algunos niños en la casa vecina empezaron a discutir. La discusión era acalorada y podían oírse sus vocecitas
gritando en tono enojado mientras se empujaban unos a otros. Una de las niñas golpeó a la otra, y ésta
empezó a gritar en señal de protesta. Este niñito que presenciaba la escena, muy pensativamente dijo al
abuelo: "Abuelito, ¡yo creo que lo que estos niños necesitan es tener sus noches de hogar!" Cuando se llevan
a cabo las noches de hogar con regularidad, éstas hacen que haya más amor y confianza hacia nuestro Padre
Celestial, también aumenta la comprensión del evangelio, fortalecen a la familia y animan a todos a
desarrollar sus talentos.
La Primera Presidencia de la Iglesia en una declaración dijo:
"En los pasados últimos años, hemos visto en acción nuevas y sofisticadas fuerzas de Satanás,
contendiendo contra la lealtad de nuestros hermanos, principalmente de nuestros jóvenes. El programa de la
noche de hogar con su gran poder encaminado hacia el bien, ha sido de gran ayuda para los padres .... En
nuestras noches de hogar y en otras experiencias familiares positivas, podemos llenar nuestras almas con las
cosas de Dios, sin dejar espacio para que el mal encuentre lugar en nuestros corazones y mentes." (Manual de
la Noche de Hogar, 1972, pág. 4.)
¿Cuáles son algunas de las bendiciones que han recibido como resultado de sus noches de hogar?
"Nuevamente instamos a los padres a reunir a sus hijos a su alrededor con amor, paciencia y
comprensión, para instruirlos en la verdad y justicia ....
El hogar es el lugar primordial y el más eficaz para que los niños aprendan las lecciones de la vida."
(La Primera Presidencia, Manual de la Noche de Hogar, 1975, pág. 3.)
Desafío
Animen a los miembros de la familia a tener sus noches de hogar. Recuerde la fórmula que consiste en
planear, tener paciencia y orar.
Escriba un principio del evangelio que le gustaría que tanto usted como su familia aprendieran en su
próxima noche de hogar.
Lección 17
Las reuniones de la Iglesia
El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender el propósito de las reuniones de la Iglesia y a

inspiramos para asistir a ellas con regularidad.
El propósito de las reuniones de la Iglesia

Jesús dijo: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto"
(Mateo 5:48). Siendo que es muy difícil que podamos llegar a ser perfectos, nuestro Padre Celestial nos ha
ayudado poniendo su iglesia, llamando a líderes y dándonos mandamientos, principios y ordenanzas. En
nuestras reuniones de la Iglesia, recibimos todas las instrucciones referentes a estas cosas. Debemos obedecer
y vivir de acuerdo con las leyes de Dios para llegar a ser perfectos. El Señor dijo:".. .cuando os juntareis, os
instruiréis y edificaréis los unos a los otros, para que sepáis ... cómo obrar en los puntos de mi ley y
mandamientos que os he dado" (D. y C. 43:8).
REUNIÓN SACRAMENTAL
Pablo dijo a los santos en Corinto: ".. .el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan:
"Y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es
partido; haced esto en memoria de mí.
"Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en
mi sangre, haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
"Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis
hasta que venga" (1 Corintios 11:23-26).
El propósito de la reunión sacramental es que todos participemos del sacramento, ya que esto nos
recuerda el sacrificio que nuestro Señor hizo por nosotros. Renovamos el convenio que hicimos al
bautizarnos; nos convertimos en miembros de su iglesia, y tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo.
En Doctrinas y Convenios leemos: "Conviene que la Iglesia se junte a menudo para participar del pan y
el vino en memoria del Señor Jesucristo" (D. y C. 20:75). El pan y el agua del que participamos son "los
emblemas de la carne y sangre de Cristo" (D. y C. 20:40). Participar de estos emblemas es un privilegio muy
sagrado. Nadie debe participar del sacramento indignamente. (Véase 3 Nefi 18:28-29.)
Pida a la hermana asignada que Informe sobre la sección "¿Qué actitud debemos tener cuando
participamos de la santa cena?", que se encuentra en el manual Principios del Evangelio, capítulo 23, "La
Santa Cena", pág. 149.
La reunión sacramental es para todos los miembros de la familia, incluso para los niños. Por motivo de
que la mayoría de los pequeños no pueden sentarse tranquilos y callados durante la reunión, tal vez nos
preguntemos si la reunión sacramental les servirá de algún provecho. Sin embargo, cada niño tiene un espíritu
que puede aprender y el ir a las reuniones de la Iglesia permite que el espíritu aprenda.
Esta es la única reunión a la que se nos manda asistir. Cuando Jesús les enseñó a los nefitas el
propósito de la santa cena y cómo participar de ella, dijo: "Y os mando que hagáis estas cosas [tomar el pan y
el agua]" (3 Nefi 18:12).
"La Iglesia manda que se lleven a cabo reuniones sacramentales en todas las unidades organizadas.
Estas son las reuniones más solemnes y sagradas dentro de la Iglesia. Su propósito es el de que sus miembros
puedan renovar sus convenios al participar de la santa cena; para recibir instrucción en cuanto a las doctrinas
del reino; para adorar al Todopoderoso mediante el canto, laoración y los discursos." {Mormón Doctrine,
Bruce R. McConkie, pág. 661.)
LA REUNIÓN DE AYUNO Y TESTIMONIO
Una vez al mes, se lleva a cabo la reunión de ayuno y testimonio. Regularmente es el primer domingo
del mes y durante la reunión sacramental. Esta reunión es para que voluntariamente demos nuestro
testimonio. Estos deberán ser breves expresiones de fe y conocimiento de la misión de Jesucristo, de los
líderes de la Iglesia, sus llamamientos y autoridad, y una gratitud sincera por la misericordia del Señor hacia
nosotros. Estas reuniones elevan el espíritu, y nuestra fe hacia Dios aumenta. En la reunión de testimonios es
apropiado llevar a cabo ordenanzas tales como dar nombre y bendecir a los niños y la confirmación de
miembros nuevos de la Iglesia.
REUNIÓN DE SACERDOCIO
Esta reunión es semanal y es para todos los poseedores del Sacerdocio Aaronico y de Melquisedec. Es
permisible invitar a ella a los miembros de la Iglesia que no tengan el sacerdocio.
REUNIÓN DOMINICAL PARA HERMANAS, JOVENCITAS Y NIÑOS Existe una reunión semanal
para las hermanas, jovencitas y niños, para el estudio del evangelio. Si hay suficientes personas de cada grupo
que asisten, entonces se divide en tres grupos separados. {Véase Guía para directores del sacerdocio -Para
Grupo o Rama Pequeña, págs. 14,15.)
LA ESCUELA DOMINICAL
La Escuela Dominical tiene la responsabilidad de enseñar el evangelio ¡i todos los jóvenes y a todos
los adultos desde los doce años en adelanto durante un período de clase todos los domingos.
REUNIONES AUXILIARES
Si hay suficientes miembros como para formar una rama o barrio de la Iglesia, se ofrecen reuniones
adicionales, como:
La Escuela Dominical que se lleva a cabo cada domingo y es para todas las personas de todas las
edades, a fin de que reciban instrucción en cuanto al evangelio.
La Primaria es una reunión semanal para los niños de tres a doce años de edad.
La Iglesia efectúa un programa para Mujeres Jóvenes y Hombres Jóvenes del Sacerdocio Aarónico,
que comprende las edades de los doce a los dieciocho años.
La Sociedad de Socorro es una reunión semanal para mujeres de la Iglesia de los dieciocho años de
edad en adelante en la que tienen lecciones y actividades en cuanto a la religión, el refinamiento cultural, las
labores en el hogar y la crianza de los niños.
Maneras de efectuar reuniones de la Iglesia con todo éxito

Cualquiera que sea la reunión, podemos ayudar a que ésta sea mejor.
La hermana La Rué C. Longden contó el siguiente relato acerca de ella misma:
"Cuando aún era muy jovencita (y cuando pensaba que lo sabía todo), recuerdo haberle dicho a una de
mis maestras de la Escuela Dominical que no iba a ir más a la reunión sacramental porque era muy aburrida y
desabrida . ... [La maestra] me miró y dijo: '¡No me vuelvas a decir eso!' Dios te ha invitado para que puedas
participar de los emblemas del sufrimiento de Jesucristo y de su expiación. Deberías de sentirte privilegiada
de haber recibido esta invitación. Si llevas contigo el verdadero espíritu a la reunión, siempre saldrás con algo
bueno'." (León R. Hartshorn, comp., Remarkable Stories from the Uves of Latter-day Saint Women, 1:97-98.)
¿Qué fue lo que la maestra le sugirió a la hermana Longden? Además de llevar el verdadero espíritu
con nosotros, ¿qué más podemos hacer para ayudar a que la reunión valga la pena? Escriba las sugerencias en
la pizarra.
Para que la reunión tenga éxito, debemos ir con devoción. Esto hará que recibamos el verdadero
Espíritu cuando estemos allí. Podemos llegar a tiempo, asistir con regularidad, ser amigables hacia todos y
unirnos en el canto y la oración con aquellos que están participando en la reunión. También podemos ser
reverentes (fijando nuestros pensamientos en lo que se está diciendo y haciendo), estar dispuestos a participar
cuando se nos pida, obedecer rápidamente los susurros del Espíritu y ofrecer nuestro testimonio.
Cada madre tiene una responsabilidad especial en preparar a sus hijos para que tengan una experiencia
feliz y de éxito al asistir a las reuniones. Cuando alimentamos a los niños y los vestimos con tiempo para
evitar carreras de última hora, será de mucha ayuda. Cuando se les explica calladamente lo que está
sucediendo en el servicio, puede ayudarlos a comprender y gozar más de la reunión. Cuando les enseñamos
los himnos en la casa, les será de ayuda para participar cantando en las reuniones de la Iglesia.
El presidente Spencer W. Kimball nos ha recordado que:".. .no asistimos a las reuniones del domingo
para que se nos agasaje… Vamos para adorar al Señor Si uno desea adorar al Señor en espíritu y en verdad
nadie puede adorar en vuestro nombre, sino que debéis hacerlo vosotros mismos" ("El día de reposo, un
placer", Liahona, julio de 1978, pág. 5). Había una vez una hermana casi sorda que asistía a la reunión
sacramental cada semana. Mostraba mucho interés en lo que se decía y ella se expresó así: "Espero con
ansiedad el momento ... de encontrarme en la presencia de aquellos a quienes amo y qUe aman el evangelio.
Puedo participar en su espíritu sin oír una palabra, y si me encuentro verdaderamente en armonía con el
Espíritu del Señor, éste me susurra" (Robert K. Thomas, "Listening with the Spirit", Ensign, enero de 1978,
pág. 40).
Cuando asistimos a las reuniones de la Iglesia, podemos dar fortaleza y apoyo, así como recibirlo de
los demás.
Las bendiciones que se obtienen por asistir a las reuniones de la Iglesia

Hemos hablado de las cosas con las que podemos contribuir cuando asistimos a las reuniones; ahora
consideremos el provecho que podemos adquirir cuando asistimos.
Pida a las hermanas que discutan lo bueno que reciben por asistir a las reuniones de la Iglesia. Asistir a
las reuniones de la Iglesia nos puede ayudar a ser más obedientes a los mandamientos del Señor. Las
reuniones nos dan la oportunidad de aumentar nuestros talentos, nuestro conocimiento de la doctrina y princi-
pios del evangelio y a desarrollar una fe y un testimonio más fuertes. Ellas fortalecen los lazos que nos unen a
los amigos y vecinos que nos apoyan para que podamos vivir correctamente; nos acercan a nuestro Padre Ce-
lestial y a Jesucristo nuestro Salvador. Nos ayudan a sentir el Espíritu del Señor. El Salvador nos ha
prometido que "donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mateo
18:20). El asistir a las reuniones de la Iglesia nos puede guiar para que vivamos en paz en esta vida y en la
vida eterna. Las reuniones son bendiciones del Señor para nosotros.
Efesios 4:11-13 (la perfección de los santos)
D. y C. 20:45, 55 (los élderes dirigen los servicios; se reúnen frecuentemente)
D. y C. 59:9-12 (guardar el día del Señor)
Lección 18
La obra misional y el hermanamiento
El objetivo de esta lección es ayudarnos a ser más activos y a buscar y enseñar a los futuros miembros
de la Iglesia, así como también hermanar a los miembros nuevos.
La importancia de la obra misional

La hermana Petra G. de Hernández, de Monterrey, México, nos cuenta su propia historia:
"Hace diecinueve años mi esposo falleció en un accidente automovilístico, y fue entonces cuando sentí
la necesidad de encontrar a Dios para que me ayudara a llevar adelante mi familia. Mi hija menor tenía once
meses.
"Una noche me encontraba sola con mis hijos en medio de mi desesperación, y oré al Señor como si le
estuviera hablando a otra persona; le dije que yo sabía que El existía, pero que no sabía dónde estaba; le pedí
que me indicara cómo y dónde encontrarle, y lo hice con tal fe y deseo de hallar la verdad que nunca olvidaré
esa oración.
"La respuesta a mi oración no demoró mucho en llegar. Una mañana, dos jóvenes misioneros
golpearon a mi puerta y dijeron que eran de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y que
tenían un mensaje muy importante para mí. Había oído hablar de los mormones, pero no me había interesado
en absoluto en su religión. Les hice pasar, y tan pronto como comenzaron con la primera lección, supe que lo
que decían era verdadero. Les dije que deseaba bautizarme con mi familia ....
"Desde aquel día en que conocimos el evangelio nuestra vida cambió totalmente, y ahora estoy segura
de que el Señor oye nuestras oraciones ...
"Puedo afirmar que somos una familia unida debido al evangelio y a aquellos misioneros que
golpearon en nuestra puerta para traernos ese maravilloso mensaje.
"Siempre estaré agradecida a estos misioneros por haber golpeado mi puerta, y sé que ahora hay gente
que está agradecida a mis hijos que han servido como misioneros y han golpeado a sus puertas también para
llevarles el evangelio." (Liahona, diciembre de 1975, págs. 24-25.)
Pida a las hermanas que compartan su gratitud por los misioneros que les enseñaron el evangelio.
Pídales también que relaten brevemente la forma en que el evangelio ha cambiado sus vidas.
Nuestro Padre Celestial nos ha mostrado su gran amor al enviar a los misioneros con el evangelio de
Jesucristo. El se preocupa por todos sus hijos. El Señor ha dicho:".. .id portodoel mundo y predicad mi
evangelio a toda criatura que no lo haya recibido" (D. y C. 112:28; cursiva agregada).
Desde que la Iglesia fue organizada en 1830, miles de misioneros, tanto hombres como mujeres, han
sido llamados a predicar el evangelio.
El presidente Spencer W. Kimball ha dicho:
"El Señor ha dicho claramente por medio de los profetas, que debemos llevar el evangelio a las
naciones del mundo, que todos deben oírlo en su propio idioma, hasta los confines de la tierra. No hay nadie
más en el mundo para enseñar a las naciones excepto nosotros, y como el número de jóvenes es limitado, es
muy conveniente que cada miembro sea un misionero ... de acuerdo con el mandato del Señor.
" 'He aquí, os envié para testificar y amonestar al pueblo, y le conviene a cada ser que ha sido
amonestado, amonestar a su prójimo'. (D. y C. 88:81.)"
(Liahona, enero de 1974, pág. 4.)
¿Por qué debemos animar a nuestros hijos e hijas a cumplir con una misión?
¿Por qué debe ser cada miembro un misionero?
Hay gozo cuando compartimos el evangelio
Ahora que somos miembros de la Iglesia, por supuesto queremos compartir con otros el gozo que nos
da el evangelio.
Lea D. y C. 18:15-16.
El presidente Kimball nos recuerda que: "Tenemos el evangelio de Jesucristo, el evangelio de paz, el
evangelio de gozo. Tenemos verdades que pueden hacer mejor a cualquier persona, más feliz y amoroso a
cualquier matrimonio, verdades que pueden hacer que cualquier hogar sea más celestial. Tenemos el poder
del sacerdocio de Dios para bendecir nuestro hogar, nuestra vida y la vida de otras personas…… Y ahora se
nos pide que digamos a nuestro prójimo que todavía no es miembro de la Iglesia: 'Lo que tengo te doy'. El
Señor nos ha dado este mandamiento y debemos esforzarnos por cumplirlo" ("Una iglesia de conversos",
Liahona, junio de 1976, pág. 2). Pida a una hermana que relate la forma en que se ha sentido al compartir el
evangelio.
En qué forma debemos ser misioneros

¿Qué podemos hacer ahora para ser misioneros?
Muestre el cartel enumerando las siguientes maneras de ser misioneros:
1. Tener el valor de ser testigos.
2. Expresar el testimonio cuando se sienta impulsado a hacerlo.
3. Obsequiar literatura de la Iglesia.
4. Seguir las indicaciones del Espíritu.
5. Dar un buen ejemplo y ser pacientes con las familias y amigos que no son miembros.
6. Invitar a nuestros amigos o conocidos a que vengan a nuestra casa o a que asistan a la Iglesia.
TENER EL VALOR DE SER TESTIGOS
El élder Gene R. Cook del Primer Quórum de los Setenta dijo: ".. .puede suceder que los miembros de
la Iglesia sientan temor de hacer uso de la palabra para defender los principios de justicia. .. como lo ha
indicado el Señor; esto debe hacerse con arrojo, mas no con altivez. Tomad la palabra y afianzad los
principios del Señor con respecto a los temas de discusión de más candente actualidad" ("¿Es usted un
misionero?", Liahona, agosto de 1976, pág. 95).
El élder Cook nos relata la forma en que una hermana defendió la verdad:
"Hallándose esta hermana en un almuerzo al que habían asistido algunos miembros de la Iglesia, entre
ellos activos e inactivos, así como otras personas que no eran miembros, el tema de la conversación giró
sobre el aborto y el control de la natalidad. Una de las personas que no era Santo de los Últimos Días habló
durante unos cinco minutos de sus firmes convicciones, diciendo que el aborto no tenía nada de malo y que
no deberían restringirse en modo alguno las medidas para evitar hijos. Esta buena hermana de la Iglesia se vio
en la difícil encrucijada de no saber si optar por hacer algún comentario sobre las condiciones del tiempo o
cambiar a otro tema que no se prestara a tantas controversias, o tomar la palabra y dejar en claro la justa
verdad;... optó por lo último, y después de exponer lo que ha declarado el Señor con respecto a estos asuntos,
testificó de las razones en que fundamentaba su opinión personal. Como podéis imaginar, el almuerzo
concluyó más bien abruptamente. Sin embargo, después, una de las hermanas inactivas de la Iglesia se acercó
a esta buena dama y le dijo que nunca antes había ella comprendido el punto de vista del Señor sobre dichos
asuntos y que por su parte había sentido en esa oportunidad que se había establecido lo que era justo." ("¿Es
usted un misionero?", Liahona, agosto de 1976, pág. 95.)
¿Cómo podemos apoyar la verdad cuando tratamos de asuntos Importantes para la comunidad?
EXPRESE SU TESTIMONIO CUANDO SE SIENTA IMPULSADO A HACERLO
Podemos aprovechar la oportunidad de esparcir el evangelio. Si iniciamos una conversación con un
extraño, podemos dirigir el cauce de la conversación hacia el evangelio y con la guía del Espíritu Santo, no
será difícil expresar nuestro testimonio.
Una hermana ciega, llamada Alice Colton Smith, nativa de una ciudad en Europa, recibió el desafío de
su presidente de estaca de ser un miembro misionero. Siendo que todos sus amigos eran miembros de la
iglesia, ella le preguntó: "¿Cómo puedo traer a alguien a la Iglesia?" La historia continúa así:
"El presidente de la rama le dijo: 'Hermana, si usted tiene fe y un deseo de hacer Su voluntad, el Señor
le mostrará el camino'.
"Unas semanas después, esta hermana se encontraba viajando en un tren y durante la jornada los
pasajeros que se sentaron en el lado opuesto a su asiento, la ayudaron con sus maletas y la atendieron cuando
ella lo necesitaba a causa de su problema. La hermana pensó: '¿Qué puedo hacer para pagarles todos sus
favores?' Unos momentos después ella se inclinaba hacia sus compañeros de viaje y les decía: 'Quiero
pagarles con algo su bondad. Tendré gusto en darles un obsequio, si ustedes me lo aceptan'.
"Los nuevos amigos se sonrieron; no se explicaban en qué forma podría esta señora, que no estaba muy
bien, darles un gran obsequio. Cortes-mente le agradecieron pero le dijeron que no era necesario. Ella
insistió, hasta que una de las mujeres dijo finalmente: 'Yo tendré mucho gusto en aceptarlo'.
"La hermana le dijo que 'ese regalo no es dinero ni joyas; es el regalo o don del Espíritu Santo. Yo sé
que Dios vive, que Jesucristo también vive, y que sobre la tierra se encuentra un profeta viviente de Dios que
nos revela su palabra. Este regalo o don de conocimiento es lo que yo puedo ofrecerles'.
"La señora Interesada, a pesar de lo extraño de la situación, preguntó: '¿Cómo?'
" 'Si me dan su dirección, les enviaré a dos jóvenes para que se los explique'. Y así sucedió.
"[Esta señora se unió a la Iglesia y más tarde siete de sus parientes.]" (León Hartshorn, comp.,
Inspirational Missionaries Stories, págs. 168-69).
OBSEQUIE LITERATURA DE LA IGLESIA
Un ejemplar del Libro de Mormón, un folleto de la Iglesia, o algún otro libro puede hacer mucho para
preparar a una persona a recibir a los misioneros. Patricia Lett, una maestra de escuela, nos cuenta la
siguiente historia:
"Un día, durante la primavera del año pasado, Carol, una de mis alumnas, puso un libro sobre mi
escritorio y me preguntó si me gustaría leerlo.
" '.. .¡Claro Carol, me gustaría leerlo!' -le dije.
"El año escolar pronto llegó a su fin y había muchas cosas que tenía por terminar, de modo que me
olvidé del libro. Pero Carol no, ya que no había pasado mucho tiempo cuando oí una voz que me decía:
'Señora Lett, ¿ha leído mi libro?'
"Lo leí....
"Al día siguiente me trajo un ejemplar dei Libro de Mormón. Unos días después volví a oír la voz que
me decía: 'Señora Lett, ¿le gustaría conocer a algunas de las personas de nuestra iglesia?'...
"El viernes siguiente, diez minutos antes de que la clase terminara, los élderes Grassley y Lott se
encontraban en mi salón de clase." (León Hartshorn, comp., Inspirational Missionary Stories, págs. 70-71.)
Muchas veces aun los niños pueden ser buenos misioneros. SIGA LAS INDICACIONES DEL ESPÍRITU
Es Importante que tomemos nuestro tiempo para hacer lo que nos dirija el Espíritu Santo. Quizás sus
indicaciones sean insignificantes en esa ocasión, así es que debemos aprender a escuchar y a atenderlas.
Catherine A. Martín nos relata su experiencia en cuanto a ser guiada por el Espíritu Santo:
"Recuerdo la primera vez que vi el pequeño establecimiento. Cuando pasaba caminando por allí, tenía
un sentimiento extraño; me parecía que algo me decía que dentro de ese lugar se hallaba alguien que debía ser
miembro de la Iglesia. Siempre andaba de prisa, así que pasé por ese lugar varias veces y cada vez parecía
tener un sentimiento extraño de que debía entrar.... Un día ... caminaba por ese sitio cuando repentinamente
sentí como si algo me empujara a entrar; tenía la sensación que había algo dentro de interés espiritual.
"Al abrir la puerta .. .pude ver marcos para cuadros de todos tamaños y formas....
"Pasé la vista alrededor del cuarto ... y una pintura colgada en la pared me llamó la atención. Era una
de esas series de pinturas de soldados en diferentes uniformes. Algo me dijo que a la persona que había
pintado esos cuadros, debía yo hablarle del evangelio.
"Le pregunté al dependiente si podía darme la dirección del artista. El vaciló ya que el artista le había
pedido que nunca diera ninguna información acerca de él, solamente su nombre, pero dijo: 'Sabe, creo que en
esta oportunidad a él no le importará; lo llamaré a él y le daré su nombre y número telefónico'.
"El artista ... me llamó y decidimos que nos juntaríamos y discutiríamos arte e historia....
"Recuerdo haberle dicho que había algo que yo sabía y que iba a cambiar toda su vida a una mejor. El
se mostró interesado en lo que podría ser, así es que con tal ánimo, procedí a hablarle sobre la restauración de
la Iglesia de Cristo sobre la tierra. Le dije acerca de mi búsqueda por la verdad y el deseo que tenía de saber
lo que el Señor tendría para mí. Luego le conté los acontecimientos tan extraños y a la vez maravillosos que
me condujeron a descubrir el evangelio y la belleza que vino a mi vida....
"El estaba muy atento a lo que le decía, pero decidió estudiar y evaluar todo antes de darme una
respuesta. Tenía una mente abierta; era honesto y diligente en sus esfuerzos por saber acerca de la verdad, y a
pesar de toda la oposición, se bautizó el 18 de julio de 1969 ....
"El Señor verdaderamente nos conoce y nos ama. El sabe de aquellos que están listos para escuchar su
palabra; y si oramos y hacemos lo que debemos, El nos llevará a aquellos que son rectos. He tenido varias
experiencias mediante las indicaciones del Espíritu, el cual es un don que podemos tener si amamos y
valorizamos la exaltación de nuestro prójimo así como la nuestra." (MargieCalhoun Jensen,
comp.,Storiesoflnsightand Inspiration, págs. 124-25.)
¿En qué forma le indicó el Espíritu a la hermana Martfn en varias ocasiones a que encontrara a este
hombre? ¿Algunas veces siente el impulso de seguir las indicaciones del Espíritu, pero cree que está
demasiado ocupado para seguirlas?
DE UN BUEN EJEMPLO Y SEA PACIENTE CON LAS FAMILIAS Y AMIGOS QUE NO SON
MIEMBROS
El élder Adney Y. Komatsu del Primer Quórum de los Setenta relató lo siguiente:
"Muchos de ustedes son los primeros en sus familias que se unieron a la Iglesia, o sea que son los
pioneros de su familia....
"Al discutir los principios del evangelio con sus padres, amigos y vecinos, no se desanimen cuando no
los escuchan o no comprenden los principios que ustedes están tratando de enseñarles. Seamos pacientes y
recordemos que nuestros padres, hermanos, hermanas y amigos son las personas más importantes en nuestra
vida. Les amamos y por eso deseamos lo mejor para ellos, lo cual es el evangelio de Jesucristo. Nuestra
felicidad personal y gozo en este mundo y en el mundo venidero incluye la exaltación con nuestra familia.
"Si, como persona soltera, usted vive todavía con sus padres y hermanos y ellos no aceptan su nuevo
modo de vida, hónrelos, déles su afecto y muéstreles, por medio de su ejemplo, la belleza de los principios
del evangelio." (En Official Report of the Korea Área Conference, agosto de 1975, pág. 4.)
La obra misional no es para darnos gloria a nosotros mismos. Debemos amar a la gente que hemos
escogido, que ayudaremos. Es necesario darles nuestra amistad sincera y duradera, aun cuando ellos no
acepten el evangelio o si les toma muchos años para aceptarlo.
INVITEN A SUS AMIGOS Y CONOCIDOS A SUS HOGARES O A ASISTIR A LA IGLESIA
Podemos hablar a otros acerca de la Iglesia, invitándolos a que participen con nosotros, haciendo
arreglos para tener una noche de hogar especial e invitando también a los misioneros. Deberíamos invitar a
todos nuestros amigos y familiares que no son miembros, a que asistan a la iglesia con nosotros. De esa
manera pueden ellos juzgar personalmente la clase de iglesia a la que pertenecemos, y después decidir si
desean conocer más.
En San Fernando, México, la hermana Villafranca invitó a cincuenta personas, a que se congregaran en
su casa consistente de un cuarto, en donde los misioneros pudieron tener la Escuela Dominical especial, y
luego se les pidió que se quedaran para escuchar la primera charla. Más tarde, varias de estas personas se
bautizaron, y en seis años la rama de San Fernando cuenta con doscientos miembros. (Véase Glenn V. Bird,
"Miracle at San Fernando", New Era, enero de 1977, págs. 28-29.) Pida a una o dos hermanas que relaten la
forma en que se interesaron en la iglesia.
Hermanándonos los unos a ios otros

Cuando entre nosotros se encuentran miembros nuevos, es nuestra responsabilidad poner todo nuestro
esfuerzo por ser amigables con ellos y ayudarlos. Quizás se sientan extraños, pero debemos hacerlos sentir
como en casa, y a esto en la Iglesia le llamamos "hermanar".
El presidente Spencer W. Kimball nos recuerda nuestro deber de amar y hermanarnos los unos a los
otros. El nos cuenta de los miembros de la iglesia primitiva, a quienes Jesús y sus discípulos enseñaron:
"Ha sido para mí un verdadero regocijo imaginar la amistad y hermandad que debe haber florecido en
muchas de esas primeras ramas de la Iglesia; se nota que había en ellos una gran preocupación por el
bienestar eterno de cada uno, un interés sincero por la felicidad de todos; se pronunciaban palabras cariñosas,
quizás tan cariñosas y tan hermosas como los términos hermano y hermana lo son para nosotros en estos
tiempos.
"Muy a menudo me he preguntado si todos esos primeros miembros de la Iglesia realmente se
aceptarían los unos a los otros como hermanos, tal como se les enseñó.
".. .¿trabajarían juntos en amor y hermandad, sin envidias, ni celos, sin divisiones de categorías,
educación, o nacionalidad? Es suficientemente claro aun para nosotros por qué el Señor dedicó sus últimas
horas, antes de ir a Getsemaní, a enseñar: 'Este es mi mandamiento: Que os améis un°s a otros, como yo os he
amado' (Juan 15:12).
"El mensaje es exactamente el mismo . . .hoy .... Es el plan del Señor que haya conversos entre
nosotros, hermanos recién traídos al redil de Jesucristo, a través de los esfuerzos de sus amigos y vecinos que
les af^an. Hermanémonos y amémonos los unos a los otros en la verdad del espíritu del evangelio." ("Una
Iglesia de conversos", Liahona, junio de 1976, pág. 2.)
Lea en Efesios 2:19-20. ¿En qué forma podemos mostrar a los nuevos miembros qO® los amamos y
aceptamos?
Podemos ayudar a los miembros nuevos, invitándolos a que asistan a la Iglesia con nosotros. Podemos
ser amigables con ellos en la Iglesia y ©n el vecindario; debemos recibir bien al extranjero que viene a
nuestra reuP ¡on. Debemos darnos cuenta que es nuestra responsabilidad como Santos de los Últimos Días de
predicar el evangelio al mundo. Si hacemos esto, nos estaremos convirtlendo en misioneros. Debemos
preparar a nuestros amigos y vecinos para que reciban las lecciones de los misioneros, y para ssto no
necesitamos salir al mundo a predicar, pero podemos mencionar a nuestros amigos y vecinos sobre el
evangelio. También cuando somos fieles a los mandamientos del Señor, podemos mostrar a los que s& en-
cuentran alrededor, nuestra forma de alcanzar la vida eterna.
Lección 19
Preparando y alentando a los misioneros
El objetivo de esta lección es enseñarnos la forma de ayudar a nuestros jóvenes a prepararse para
cumplir con su llamamiento misional.
La preparación de nuestros jóvenes para la misión

El presidente Spencer W. Kimball ha pedido que haya más misioneros que lleven el evangelio al
mundo, pero ha puesto especial énfasis en que deben estar mejor preparados que antes. Lo dice en la forma
siguiente: "Todos los muchachos y muchachas jóvenes y matrimonios deben servir en misiones. Cada posible
misionero debe prepararse moral, espiritual, mental y económicamente y poner su vida en orden para servir
fiel y eficazmente en el gran programa misional" ("Consejo a un joven: Este es el momento de prepararse",
Liahona, enero de 1974, pág. 6).
El presidente Kimball recalcó que la responsabilidad para capacitar misioneros descansa
primordialmente en los hombres de la familia. El nos aconseja que instruyamos a nuestros misioneros
"mucho mejor, con más anticipación y durante más tiempo, de manera que cada uno espere su llamamiento
con gran gozo" ("Id por todo el mundo", Liahona, Nov. de 1974, pág. 4).
¿En que forma podemos instruir a los jóvenes desde una tierna edad para el servicio misional?
El élder S. Dilworth Young del Primer Quórum de los Setenta dio algunas sugerencias concernientes a
la forma de preparar a nuestros hijos como misioneros. Dijo que es nuestra responsabilidad orar
constantemente con ellos, suplicándole a nuestro Padre Celestial que los bendiga para que puedan cumplir
con una misión. Es necesario compartir con ellos nuestras experiencias misionales. También sugiere que
ayudemos a los jóvenes a que se familiaricen con las Escrituras, que aprendan la obediencia y que les
brindemos la oportunidad de servir a otros. El élder Young sugiere que se pueden enseñar estos grandes
principios en la noche de hogar, durante las comidas, antes de ir a dormir, y durante actividades recreativas de
la familia. (Véase "Missionary Training Begins Early", Ensign, julio de 1972, págs. 76-77.)
El presidente Franklin D. Richards del Primer Quórum de los Setenta dijo: "Cuando yo era apenas un
jovencito, una de las cosas que más aspiraba era poder ir a una misión .... Tengo la seguridad de que mi
familia constituía para mí todo, y recuerdo haber escuchado a mi abuela, Jane Snyder Richards, contarme
relatos de mi abuelo .... Siempre lo admiré mucho. Fue un gran misionero y cumplió con varias misiones
durante su vida. Estoy seguro que eso influyó en mi vida" ("Have a Dream", New Era, enero de 1978, pág. 4).
Debemos ayudar a nuestros adolescentes a que se conserven físicamente fuertes, para que cuando se
encuentren sirviendo como misioneros no se agoten. Deben aprender a preparar comidas simples y nutritivas
y a utilizar el dinero con sabiduría. Los buenos hábitos son esenciales para que puedan conservarse bien y
tener fortaleza en sus labores. Es nuestra responsabilidad enseñarles a lavar, planchar y zurcir la ropa;
también podemos instruirlos en la manera de conservar limpio el lugar donde se alojan, y a saber vestirse y
arreglarse. Debemos indicarles la manera de ahorrar dinero, postergar el galanteo serio, ganar y expresar su
testimonio, y seguir los pasos del arrepentimiento. Todo esto puede hacerse antes de salir al campo de la
misión. ¿En qué forma podemos animar a la juventud a ganar y ahorrar dinero para una misión?
El élder M. Russell Ballard, cuando se encontraba sirviendo como presidente de misión, les hizo una
pregunta a los misioneros:" '¿En qué forma me hubiera preparado mejor mi madre?'
"Ellos contestaron: 'De alguna manera mi mamá hubiera insistido en que yo aprendiera más sobre el
cuidado de la casa, cómo cocinar, limpiar, lavar la ropa, aprovechar las liquidaciones, higiene personal,
remendar, y varias recetas rápidas' ".
El élder Ballard dio un consejo muy importante: "Madres, enseñad a vuestros hijos a ser sensibles a las
necesidades de los demás; enseñadles los principios básicos de las buenas relaciones humanas .... Rodeadlos
con vuestros brazos y miradlos cara a cara y decidles que es importante que aprendan estas cosas para su
propio beneficio, para que sean felices y tengan una misión culminada en éxito" ("The Making of
Missionary", Ensign, noviembre de 1976, pág. 88).
¿En qué forma podemos ayudar a nuestros hijos a que se enteren de las necesidades de otros? ¿Durante
las comidas? ¿En casa de los amigos? ¿En lugares públicos?
A fin de que los misioneros puedan cumplir como el Señor lo espera, éstos deben aprender el principio
del trabajo. En el Libro de Mormón, el Señor aconseja a aquellos que predican la palabra a que lo hagan "con
toda diligencia" y trabajen "con todas sus fuerzas" (Jacob 1:19). El misionero que es dedicado y trabaja
arduamente, será feliz y productivo.
El élder Vaughn J. Featherstone hizo el siguiente relato, experiencia que recibió como presidente de
misión:
"Un élder de nuestra misión había tenido algunos problemas serios de salud .... Cuando llegamos a la
misión, estaba durmiendo más de lo necesario; trataba de evitar que le diera un resfrío y éste se convirtiera en
bronquitis, de lo que solía padecer, y pudiera debilitarse. Después del almuerzo volvía a dormir otras dos
horas más, y su compañero ya molesto con esto me llamó.
"Yo me comuniqué con el médico del misionero, quien me dijo: 'La condición de este joven es muy
mala, pero ha mejorado desde que llegó a la misión. Su condición no cambiará, no importa las horas que
trabaje'. Más tarde llamé al misionero a mi oficina y le sugerí que prefería verlo con el resfriado, a verlo con
aquel temor constante. Discutí con él el principio de ponerse a trabajar y de hacer lo que el Señor le había
mandado....
"Tomó mi consejo y lo puso en práctica. Más tarde se convirtió en uno de los mejores misioneros. El
había descubierto cómo .. .cumplir con su trabajo." ("Abnegación", Liahona, enero de 1979, págs. 39, 40.)
¿En qué forma pueden influir las señoritas en los jóvenes para prepararse para una misión?
Las jovencitas pueden influir en gran manera en el comportamiento de los jóvenes. Una muchacha
debe establecer normas de moral altas en cuanto a su vestir, lenguaje y acciones. Siempre deberá ser un
ejemplo de femineidad. Hablando a las jovencitas de la iglesia, el élder David B. Haight dijo:
"Vosotras (jovencitas) debéis dar el ejemplo apropiado ... ayudar a nuestros jóvenes a mantenerse
moralmente limpios para que puedan ser dignos y puedan estar preparados para servir al Señor....
"Vosotras, hijas de Sión, podéis ser una luz radiante si dais el ejemplo. Debéis absteneros de salir en
citas a temprana edad o de comenzar una relación demasiado formal.... Aconsejamos que concentréis
vuestros esfuerzos en el desarrollo de la mente y de la personalidad .... Tenéis talentos que debéis desarrollar
y compartir con los demás.
"Leed buenos libros; escuchad buena música; estudiad y analizad las bendiciones que contiene la
Palabra de Sabiduría...
"Leed las Escrituras....
"Vosotras podéis animar, influir y aun proteger a un joven en un momento crítico de su vida...
demostráis vuestro amor por un joven cuando le ayudáis a ser digno de prepararse para servir al Señor."
("Jóvenes, sed las guardianas ...", Liahona, febrero de 1978, págs. 80, 81.)
Es importante que las señoritas respeten el deseo que tienen los jóvenes de servir una misión.
Cualquier pensamiento de matrimonio deberá postergarse, hasta que el joven haya terminado su misión.
Ayudar a los misioneros para que cumplan con sus llamamientos

A menudo pensamos acerca de los misioneros que hemos conocido, y especialmente en aquellos que
nos enseñaron el evangelio; apreciamos sus sacrificios y ejemplo. Podemos demostrar nuestra gratitud hacia
ellos y a nuestro Padre Celestial cuando ayudamos a otros misioneros a que cumplan con sus llamamientos en
una forma mejor. Cuando estos jóvenes están sirviendo una misión, necesitan de nuestra ayuda continua y
también de nuestro apoyo. Podemos orar por ellos y hacerles comprender la importancia de la oración.
El élder Hugh B. Brown nos relata la forma en que su mamá le ayudó a confiar en el Señor durante su
misión en Inglaterra. Antes de salir, ella le dijo: " 'Hugh, mi hijo, ¿recuerdas que cuando eras pequeño,
frecuentemente tenías pesadillas, y como yo dormía en el cuarto continuo al tuyo, me preguntabas: "¿Madre,
madre, estás allí?" Recuerdas que yo siempre te decía: "Sí hijo, estoy aquí, sólo date vuelta y vuelve a dormir.
Todo está bien'." Ella le dijo: 'Mi hijo, ahora nos separarán ocho mil kilómetros, entre el continente y el
océano. No solamente tendrás pesadillas durante la noche, sino también durante el día; es cuando vas a
necesitar ayuda y consuelo. Hijo, cuando te sientas abrumado por las dificultades, cuando te encuentres en
tentación, cuando te sientas confundido y no sepas adonde ir, clama y di: "Padre, ¿estás allí?" Hijo, te
prometo que El siempre te contestará y no tendrás más miedo' ". (The Abundant Life, págs. 202-203.)
¿Cuáles son las otras necesidades en las que podemos ayudar a los misioneros a cumplir con sus
llamamientos?
El misionero tiene que recibir correspondencia de su casa. El élder Gordon B. Hinckley dio el siguiente
consejo en cuanto a escribir a los misioneros: "Hay familias que tienen dificultades para disponerse a escribir
cartas, y compadezco al misionero que no las recibe regularmente. En general, es suficiente una carta por
semana. Por otra parte, demasiada correspondencia puede ser contraproducente para la moral del misionero.
Para ser eficaz en su labor, ha tenido que alejarse de su casa; por lo tanto, la clase de cartas que reciba harán
una gran diferencia en su trabajo o sus sentimientos. Cartas que describan problemas del hogar, que detallen
las dificultades, dañan la moral del joven. Las personas comprensivas se aseguran de comunicar sus
sentimientos positivos: —cuán orgullosos se sienten de tenerlo en el campo de la misión, y cómo los está
bendiciendo el Señor por causa de su trabajo en el ministerio. Estas son las cartas que bendicen la vida de un
misionero" ("Una entrevista con el élder Gordon B. Hinckley, sobre la obra misional", Liahona, enero de
1974, pág. 11). ¿Qué clase de cartas deben escribir las jovencitas a los misioneros? Las señoritas deben leer
las Escrituras y compartir sus experiencias espirituales con los misioneros, así como contarles noticias
agradables de amigos y de la casa.
¿En qué forma podemos ayudar a los misioneros en nuestra área?
Podemos presentarles familias que no sean miembros y también amigos. Debemos tener mucho
cuidado de no abusar del tiempo de los misioneros. Cuando los invitemos para que vengan a comer a nuestra
casa, debemos servirle la comida prontamente y luego animarlos para que continúen con su trabajo. No
permitiremos que nos ayuden a limpiar los platos, ni que vean televisión. Debemos aprender las reglas de la
misión y ayudarlos para que las cumplan.
Las jóvenes, especialmente deben refrenarse en no tomar el tiempo de los misioneros en otra clase de
actividades. Nunca deben estar a solas con ellos, ni dar rienda suelta a una relación íntima. Las jóvenes no
deberán tener correspondencia ni llamadas telefónicas con misioneros dentro de su propia área.
Al mostrar respeto por los misioneros y sus llamamientos, estaremos ayudando a que el evangelio
llegue a otros.
Conclusión
El élder Gordon B. Hinckley dijo que: "El trabajo misional nunca ha sido fácil, pero la recompensa de
gozo no puede igualarse con ninguna otra experiencia. Algo tan precioso como el evangelio de Jesucristo es
digno de todo esfuerzo y los sacrificios de tiempo y de medios materiales que se emplean para enseñarlo"
("Una entrevista con el élder Gordon B. Hinckley, sobre la obra misional", Liahona, enero de 1974, pág. 9).
Como hermanas miembros de la Iglesia, debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar
a nuestra juventud a prepararse y cumplir con sus llamamientos misionales. Nuestros esfuerzos harán una
diferencia ya sea que vaya o no a una misión. Nuestro ánimo puede hacer una gran diferencia en su
comportamiento dentro del campo de la misión. Podemos ayudarles para que se preparen y tengan gozo al
llevar el evangelio de salvación a nuestros hermanos y hermanas. (Véase D. y C. 18:15-16.) Es necesario
evaluar esfuerzos con frecuencia, consultar con los líderes de la Iglesia y con otros miembros en cuanto a
ideas, y pedirle a nuestro Padre Celestial que nos de la inspiración conforme ayudamos a nuestros misioneros
a que lleven el evangelio a todo el mundo.
Lección 20
Cómo administrar mejor nuestro hogar
El objetivo de esta lección es ayudarnos a organizar mejor nuestro hogar y a utilizar más eficazmente
nuestro tiempo.
"Aprended orden y limpieza en vuestras variadas ocupaciones .... Haced de vuestro hogar un lugar
hermoso y adornad vuestro corazón con la gracia de Dios" (Discourses of Brigham Young, pág. 200).
Los hogares ordenados nos permiten hacer otras cosas importantes.

Es parte de nuestro deber ser buenas y eficientes amas de casa. Cuando mantenemos nuestro hogar
pulcro y ordenado, no perdemos tiempo buscando las cosas. Un hogar ordenado nos permite sentir un poco de
orgullo, porque se goza de un ambiente de paz; además, podemos encontrar todo lo que deseamos cuando lo
queremos. Es mucho más fácil mantener limpio un hogar bien organizado que uno desorganizado.
Necesitamos organizar no solamente nuestro hogar sino también nuestro tiempo. Algunas amas de casa
pasan demasiado tiempo tratando de limpiar y organizar sus hogares. Ellas necesitan aprender cómo pasar
menos tiempo haciendo el trabajo de la casa, porque de esta manera encontrarán más tiempo para estar con ¡a
familia y servir a otros. Los quehaceres de la casa son importantes, pero no deben absorbernos de otras cosas
más importantes. Nuestra meta principal es ser feliz y tener familias felices. Necesitamos tiempo para
desarrollar nuestros talentos y aprender a vivir de acuerdo con los principios del evangelio. Debemos tener
tiempo para ocupar puestos en la Iglesia, ayudar a nuestros vecinos y a todos aquellos que tienen necesidad, y
ser buenas misioneras. Cuando mantenemos nuestros hogares limpios sin utilizar mucho de nuestro tiempo,
nos sentimos libres para usar ese tiempo en otras actividades familiares y hacer otras cosas importantes.
¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿En qué debo utilizar la mayor parte de mi tiempo? ¿Por qué es
importante tener un balance entre mis actividades, familia y los quehaceres de la casa?
Un lugar para cada cosa

Para sentirnos cómodos, debemos tener una casa que sea práctica, o sea, que cada cuarto, cada gaveta,
cada rincón, debe tener un propósito especial. Sería muy confuso si encontráramos cubiertos en el dormitorio
o en la sala. La primera cosa para organizar nuestro hogar es decidir el funcionamiento que está destinado
para cada cuarto de la casa, luego poner todo lo relativo al cuarto en gavetas y roperos bien organizados.
Demostración opcional: Coloque sobre la mesa una caja que contenga muchos artículos variados. Pida
a una hermana que pretenda que está ayudando a una vecina a organizar su casa. Pídale que separe de la caja
todas las cosas, poniéndolas por montones. Cada montón deberá contener artículos parecidos como para
colocarlos en una gaveta bien organizada o un aparador.
Algunas veces no tenemos suficientes gabinetes, aparadores o gavetas, así es que debemos sugerir a
nuestro esposo que nos compre unos o los haga él mismo. Nosotras también podemos confeccionar algunos.
Aun cuando tenemos suficientes aparadores, todavía así nos damos cuenta de que no hay suficiente
lugar para todas las cosas. En este caso, es una buena idea separar las cosas y ver si algunas de ellas que no
necesitamos puede utilizarlas alguien más, o deshacernos de ellas, o almacenarlas en otro lugar. Si decidimos
guardar algunas cosas, entonces éstas deberán colocarse en recipientes claramente marcados con etiquetas;
éstas nos ayudan a ubicar lo que necesitamos en una forma rápida y fácil. Todos los papeles importantes, por
ejemplo: testamentos, título de propiedad, pólizas de seguros, y fotografías familiares, deben organizarse,
ponerles una etiqueta y archivarlos.
Si los miembros de la familia cooperan, es muy fácil mantener la casa limpia y ordenada. La
responsabilidad de mantener el hogar en esta forma debe ser compartida por todo miembro de la familia. El
presidente Brigham Young aconsejó:
"Enseñad a los niños pequeños los principios del orden; la niña podrá colocar la escoba en el lugar
correcto ... y todo en su lugar. Enseñadles a guardar su ropa para que puedan encontrarla después.... Enseñad
al niño a guardar el azadón del jardín, la pala, etc., donde no puedan oxidarse ... y ved que los niños recojan
todas las herramientas cuando hayan terminado de usarlas; deberán depositarlas en el debido lugar"
(Discourses of Brigham Young, pág. 211).
Pida a las hermanas que le cuenten la manera en que enseñan a los miembros de su familia a formarse
el hábito de poner las cosas en su lugar.
Cómo simplificar nuestros quehaceres

Toma menos tiempo llevar a cabo un trabajo si previamente hemos organizado nuestras condiciones de
trabajo. Antes de iniciar nuestras labores debemos pensar; es conveniente arreglar todo para que pueda
moverse en la misma dirección, así no tendremos que volver sobre nuestros pasos. Igualmente podemos
ahorrar energía si ponemos las herramientas que necesitamos al alcance de nuestras manos.
Otra manera de simplificar el trabajo es limpiar lo sucio y derramado tan pronto como sucede. El
desorden se acumula más rápido. Muchas cosas se caen debido al desorden de dejarlas sobre los mostradores
o gavetas. Es mucho más difícil limpiar las ollas y las sartenes cuando se han dejado por un rato,
especialmente si todavía tienen comida. Más pronto los lavemos, más fácil será.
La tercera forma de hacer que nuestros quehaceres sean menos pesados es cumplir con varias cosas al
mismo tiempo. Algunas amas de casa usan un delantal con varios bolsillos, recogiendo las cosas que
encuentran por la casa mientras la ordenan y colocándolas en éstos. Otras amas de casa muy eficientes
combinan sus tareas; por ejemplo, hablan o planean algo mientras trabajan con las manos. Doblan la ropa
mientras les enseñan a sus hijos cómo resolver sus problemas personales o hablan por teléfono. Es divertido
crear maneras para usar nuestro tiempo con eficacia.
Pida a las hermanas de la clase que compartan sus ¡deas de la manera de hacer las tareas en menos
tiempo.
Muchos de nosotros perdemos demasiado tiempo porque no planeamos de antemano la forma de
utilizarlo.
¿En qué forma podemos usar nuestros ratos libres en algo productivo?
Podemos usar nuestro tiempo extra obtenido por haber desempeñado un trabajo en forma eficaz para
descansar y gozar con nuestra familia, para ayudar a otros en sus problemas, o para trabajar en proyectos de
largo plazo, como la genealogía.
¿Para qué quisiera tener tiempo?
La planificación ayuda a que completemos las cosas

Algunas personas están siempre ocupadas, pero no parece que hacen mucho. Una buena regla a seguir
es ésta: No sacrifique las cosas de más valor por las que no valen la pena. Necesitamos decidir qué cosa es la
más importante y hacerla ante todo.
Pida a una de las hermanas que mencione las seis cosas más importantes que tiene que hacer al día
siguiente. Enumérelas en la pizarra y pídale que las ponga en orden de importancia. Sugiera a todas las
hermanas que utilicen este sistema cuando planeen su día, tratando de terminar con una tarea antes de
empezar con la próxima.
Algunas veces quizás no nos dé tiempo de terminar con todo lo que habíamos planeado para el día. Si
hemos cumplido con las cosas más importantes, hemos utilizado nuestro tiempo como es debido. Al planear
nuestro trabajo, debemos recordar que es necesaria la flexibilidad. Nuestros planes nunca saldrán como
esperábamos. A veces pequeñas o grandes emergencias nos interrumpen durante el día, pero si sabemos por
donde vamos, cumpliremos con nuestro trabajo, y esto nos dará felicidad al final del día. Pasaremos más
tiempo con nuestra familia. El sentido del orden puede agregar a nuestro hogar más paz y mayor armonía.
Tendremos más tiempo para desarrollar nuestros talentos y servir a otros.
Lección 21
La administración monetaria en la familia
El objetivo de esta lección es ayudarnos a aprender la forma de administrar nuestro dinero
Introducción
"De Jehová es la tierra y su plenitud" (Salmos 24:1).
El presidente Brigham Young dijo que el Señor "entregó una buena parte a este pueblo .... Pero no es
nuestra, y todo lo que tenemos que hacer es tratar de averiguar lo que el Señor espera de nosotros, con lo que
poseemos, entonces Ir y hacerlo". Brigham Young también dijo que podremos hacer esto "mediante nuestra
fe, paciencia y diligencia" {Discourses of Brigham Young, pág. 305).
¿Qué es lo que nos ha dado el Señor para que proveamos el sustento de nuestra familia? Piense la
forma en que el ingreso de la familia depende de lo que el Señor proveyó cuando creó esta tierra.
El Señor nos ha dado la plenitud de la tierra. Los hombres han creado el dinero para pagarse entre sí
estas cosas. "El dinero equivale a cualquier cosa que la gente acuerde en aceptar a cambio de las cosas que
venden o el trabajo que efectúan" (World Book Encyclopedia, 1977, vol. 13, pág. 588). El dinero es una
medida de valor. Todas las culturas tienen alguna forma de dinero; debemos aprender la manera de utilizar
éste en la forma que el Señor lo desea.
Planes para utilizar los ingresos

El dinero que se gana honradamente y se administra con sabiduría, puede llegar a ser una herramienta
para el bien, y esto es lo que el Señor desea que logremos. El espera que estemos al cuidado de nuestra
familia y que contribuyamos con su obra aquí en la tierra. Cuando administramos sabiamente nuestro dinero,
gastándolo de acuerdo con su parecer, El nos bendice para que podamos satisfacer nuestras necesidades.
Debemos aprender la forma de administrar nuestro dinero y prepararnos para manejarlo con sabiduría. La
forma en que gastamos nuestro dinero denota nuestra actitud hacia otros, hacia el Señor y su obra, y hacia
nosotros mismos. Demuestra si somos generosos o egoístas, ahorrativos o derrochadores. Lea en Lucas
14:28-30. ¿Qué debemos hacer antes de empezar a gastar el dinero? (Planear)
Como familias necesitamos planear juntas la forma de gastar nuestro dinero. A este plan se le llama
"presupuesto". Nos ayuda a controlar, a no dejar que usemos el dinero para cosas que no son Importantes.
Todo negocio que ha tenido éxito se maneja teniendo como base un presupuesto. Aun nuestra Iglesia utiliza
un presupuesto. Cada familia tendrá un presupuesto diferente. Lo que puede ser importante para una familia,
quizá sea menos importante para otra. Necesitamos decidir lo que es más importante para nuestra familia.
Necesitamos establecer metas financieras; esto puede llevarse a cabo en una reunión especial de consejo
familiar.
La ley de los diezmos es uno de los mandamientos más grandes que el Señor nos ha dado. Como
Santos de los Últimos Días esto es lo primero que debemos tomar en consideración en nuestro presupuesto.
Si cumplimos con este mandamiento, el Señor nos bendecirá porque cuando pagamos fielmente una décima
parte de nuestros ingresos, tenemos la certeza de que Dios, en su propia manera, nos bendecirá. (Véase
Malaquías 3:10 y Mateo 6:33.) Es un consuelo saber que el Señor se interesa por nuestro bienestar temporal.
Cuando tenemos problemas monetarios, el Señor nos bendecirá si actuamos honradamente y le mostramos
que estamos dispuestos a buscar primeramente el reino de Dios.
COMO PREPARAR UN PRESUPUESTO
El primer paso para planear un presupuesto es sumar todas las fuentes de
ingreso. Necesitamos saber el ingreso total de cada mes.
En la pizarra escriba, "Ingreso total".
Luego sacamos el 10 por ciento del ingreso total para nuestro diezmo.
Escriba en la pizarra, "Diezmo — 10 por ciento".
El siguiente paso es determinar la cantidad de dinero para contribuciones de la Iglesia, incluyendo la
ofrenda de ayuno y los aportes al fondo misional.
Escriba en la pizarra, "Contribuciones a la Iglesia".
Si hemos pagado nuestro diezmo y hemos hecho las contribuciones debidas a la Iglesia, entonces nos
debemos una parte del dinero. Ese dinero es para ahorros. Los líderes de la Iglesia nos sugieren que tratemos
de ahorrar la misma cantidad de dinero que pagamos mensualmente como diezmo, en otras palabras, el 10
por ciento. (Véase Cursos de estudio para la Sociedad de Socorro, 1977-78, págs. 57, 58). Si tenemos
problemas financieros, podemos reducir la cantidad para el ahorro; pero necesitamos ahorrar aunque sea un
poco cada mes. Este dinero ahorrado puede servirnos para emergencias inesperadas, como la pérdida del
trabajo, una enfermedad o accidente. También necesitamos ahorrar para una misión, educación, viajes al
templo, u otras metas de largo plazo. Escriba en la pizarra, "Ahorros".
Si no podemos ahorrar mucho dinero, podemos practicar la forma de ser más ahorrativas en nuestros
hogares; podemos confiar en nuestros talentos y habilidades. Esto nos ayudará a ahorrar una buena cantidad
de dinero. Podemos plantar y cosechar algunos de nuestros propios alimentos. Podemos transformar nuestros
vestidos en un nuevo estilo, hacer muebles nuevos de viejos, nuevos juguetes de canastas, leños, pedazos de
madera, perlas, y botones. Al transformar nuestra ropa o reconstruir nuestros muebles, podremos obtener
muchas cosas para nosotras mismas.
Pida a las hermanas que muestren los artículos que hayan traído. Pídales que indiquen lo que ahorraron
por haber plantado o haber confeccionado esas cosas.
Las próximas cosas en nuestro presupuesto deben ser las necesidades básicas de la vida, como:
Alimentos, ropa y casa. La cantidad que gastamos vahará, dependiendo en lo ahorrativos que seamos y en el
tamaño de nuestra familia. Algunas personas compran alimentos que se han preparado comercialmente u otra
clase de productos alimenticios de preparación instantánea y por supuesto gastan más. Aquellas que compran
los ingredientes para preparar y cocinar sus propios alimentos, o que comen lo que cosechan en sus huertos,
gastan menos. El cuidado en lo que compramos quiere decir que debemos estar pendientes de las ventas de
liquidación, comprar sólo lo que necesitamos y evitar los lujos. Aquellas hermanas que alteran su ropa vieja o
compran tela en liquidación para hacerse su propio vestuario, gastarán menos que aquellas que compran su
ropa ya hecha. Algunas familias ahorran también dinero, viviendo en casas baratas. Agregue a la lista:
"Alimentos, ropa y casa"
Las familias deciden gastar su dinero en otras áreas. Una de éstas son los gastos médicos. Algunas
otras Incluyen el medio de transporte, la luz, el agua, etc. A estas cosas se les llaman "servicios públicos".
Agregue a la lista en la pizarra: "Gastos médicos, transporte, servicios públicos". Con el dinero que nos sobra
podemos presupuestarlo para lujos, aquellas cosas que nos gustarfa tener, pero que realmente no las
necesitamos. Por ejemplo: vacaciones familiares, joyas, diversiones, etc. Escriba en la pizarra: "Otros".
Si no nos sobra mucho dinero, o si no hay suficiente para nuestras necesidades, entonces tendremos
que hacer algunos cambios en cuanto a la cantidad que debemos planear en las diferentes áreas. Una vez que
hayamos planeado cómo gastar nuestro dinero, debemos seguir el presupuesto al pie de la letra. Después de
que hayamos gastado el dinero asignado en una área específica, no debemos gastar más en eso, hasta que
recibamos nuestro próximo ingreso. Si se nos presenta una emergencia, debemos pedir prestado de la área
menos importante en nuestro presupuesto.
El siguiente mes tal vez nos gustará presupuestar nuestros gastos en una forma diferente a la del mes
anterior. Debemos hacer un presupuesto que se adapte a nuestras necesidades familiares. Al planear nuestros
gastos, nos daremos cuenta de que esto nos ayudará a utilizar nuestro dinero en una forma sabia.
¿Cuáles son las bendiciones que recibimos cuando seguimos los planes de nuestro presupuesto? ¿Por
qué es importante que enseñemos a nuestros hijos la manera de administrar el dinero? ¿En qué forma
podemos hacerlo?
Evitar las deudas
Lea en D. y C. 104:78.
También hemos recibido el consejo del presidente J. Reuben Clark, hijo: "Evitemos las deudas en la
misma forma que evitamos una plaga; si nos encontramos en deuda actualmente, salgamos de ella, si no
ahora, entonces mañana.
"Vivamos limitada y estrictamente con lo que recibimos y ahorremos un poco" (Discursos de la
conferencia, abril de 1937, pág. 26).
Podemos reducir nuestras deudas si incluimos los pagos en nuestro presupuesto. Quizá sea necesario
reducir la cantidad de dinero en otras áreas. Nuestros profetas nos han aconsejado que evitemos las deudas,
excepto para comprar una casa u otras cosas importantes. También debemos evitar las compras a plazos. Si
debemos dinero debemos pagarlo tal como lo prometimos; debemos de ser honrados en nuestros tratos con
otros.
El presidente N. Eldon Tanner nos advierte sobre uno de los grandes peligros de las deudas:
"Las personas no pueden gozar de la vida si saben que se encuentran atadas en deudas hasta el punto de
no saber cómo podrán subsistir. Esto causa los desacuerdos en la familia, trae preocupación y molestias y
algunas veces hasta el divorcio, sólo porque la gente no sabe cómo vivir dentro de sus propios medios"
(discurso pronunciado en la Reunión Agri-cultural de Bienestar, 9 de abril de 1966; véase Cursos de estudio
de la Sociedad de Socorro, 1977-78). ¿Cuáles son las bendiciones que recibimos al no encontrarnos
endeudados?
Conclusión
El Señor nos ha dado esta tierra para que obtengamos de ella sus frutos. El desea que prosperemos. Si
hacemos uso de nuestro dinero en una forma sabia y buscamos primeramente el reino de Dios en nuestra
vida, el Señor nos bendecirá financiera y espiritualmente.
Lección 22
La nutrición para la familia
El objetivo de esta lección es ayudarnos a aprender las clases de alimentos que debemos comer para
conservarnos saludables.
Introducción
Nuestro Padre Celestial nos ama mucho, y por tal razón desea que gocemos de buena salud aquí sobre
la tierra. El nos ha dado pautas sobre los alimentos y las cosas que debemos Ingerir. Estas reglas se
encuentran en la sección 89 de Doctrinas y Convenios; a esta sección se le llama "La Palabra de Sabiduría".
En esta revelación se nos dice que debemos comer ciertos alimentos para tener buena salud y evitar otros, a
saber, el té, el café, el alcohol, y el tabaco, porque son dañinos para nuestro cuerpo.
Hay diferentes alimentos que nos conservan saludables en maneras especiales

Lea D. y C. 89:10-11
¿Cuáles son las clases de alimentos que se mencionan en estos versículos? ¿Cuáles son las frutas y
verduras que podemos obtener en nuestra área?
Las frutas y verduras son importantes porque nos ayudan a protegernos de ciertas enfermedades. SI
comemos algunos de estos alimentos, nos ayudarán para prevenir que padezcamos de ceguera, enfermedades
infecciosas y para que las heridas sanen como es debido. Estos alimentos también nos protegen contra otros
problemas de salud. Lea D. y C. 89:12-13.
¿Qué clase de alimentos se mencionan en estos versículos?
Esta escritura nos menciona que debemos comer "carne" con moderación. Además de la carne de res,
carne de pescado, y aves, otros productos animales también son buenos para nosotros, tales como: huevos,
queso y leche. Tanto la carne como los productos animales contienen una substancia conocida como
"proteína" la cual ayuda al cuerpo a crecer fuerte. La proteína edifica los tejidos musculares y nos ayuda a
recuperarnos de las enfermedades. Especialmente las mujeres embarazadas y los niños pequeños necesitan de
proteínas para desarrollarse adecuadamente.
Lea D. y C. 89:14-17.
¿Qué clase de alimentos se mencionan en estos versículos? ¿Qué alimentos ingiere usted que son
parecidos a los mencionados en los versículos? ¿Qué clase de tubérculos se encuentran en su área?
Además de los granos, el versículo 16 menciona los alimentos que crecen en viñedos, tales como los
melones, tomates, calabaza (zapallo, chayóte, guicoy, etc.) arvejas y ejotes (habichuelas, etc.). También se
incluyen los tubérculos: papas, camote (boniato, batatas) y otros. Todos estos productos son buenos para el
cuerpo porque se asemejan a los granos; nos dan las proteínas, vitaminas y minerales que necesitamos.
También con ellos obtenemos los carbohidratos. Nuestro cuerpo necesita los carbohidratos para producir la
energía diaria que consuminos.
Hay tres clases de alimentos que son necesarios

Hemos aprendido sobre tres clases de alimentos mencionados específicamente en la revelación
moderna.
Escriba en la pizarra las tres clases de alimentos: verduras y frutas, carnes y productos animales, granos
y tubérculos. A estas tres clases de alimentos les llamamos "grupos".
Ninguna clase de alimento puede reemplazar a otros. Cada clase tiene su valor especial, si hace falta un
tipo de alimento, en nuestra alimentación diaria, las otras no pueden hacer su parte.
Necesitamos ingerir alimentos de estas tres clases o grupos. Necesitamos las frutas y las verduras para
protegernos de las enfermedades. Necesitamos las carnes y los productos animales para el crecimiento y los
granos y tubérculos para la energía.
Algunas personas piensan que no es importante lo que comen; les basta con tener el estómago lleno,
pero esto no es cierto. Cada día necesitamos comer por lo menos un alimento de los tres grupos. Si fuera
posible, diariamente deberíamos de comer un alimento de cada grupo en cada comida.
Pida a las hermanas que recuerden las comidas que comieron ayer y antes de llegar a la clase hoy.
Utilice sus propias comidas como ejemplo. Escriba en el pizarra las cosas que comió.
¿Comió algo de cada grupo? ¿Comió algo de los tres grupos en cada comida? Si hizo falta algún
producto de uno de los grupos, ¿con qué podemos reemplazarlo?
¿Hay un grupo de alimentos que es difícil incluir en sus comidas? ¿Cuál de los alimentos locales puede
usted agregar a su dieta para que sea completa?
Cuando preparamos las comidas, debemos ver que todos los alimentos, utensilios de cocina, etc. se
conserven limpios y libres de microbios que podrían hacernos daño.
Incluir en nuestras comidas los tres grupos de alimentos

Podemos hacer varias cosas para incluir un alimento de cada grupo en cada comida.
1. Muy temprano en la manñana, podemos pensar en lo que vamos a preparar. Algunas veces cuando
esperamos hasta el último momento, nos damos cuenta de que quizá no tenemos todos los ingredientes
necesarios.
2. Cuando planeamos una comida, es fácil pensar en el alimento más común. Arroz, trigo, y maíz son
los alimentos más comunes en algunas partes del mundo. Al principiar con un alimento común, entonces
podemos combinar uno de los otros grupos.
3. Cuando compramos los alimentos en el mercado, debemos hacer una lista para que podamos
recordar los tres grupos.
4. Podemos plantar un huerto y cosechar legumbres y frutas. Si no tenemos lugar para un huerto,
podemos hacerlo en una maceta, cubeta o caja de madera. Quizás alguno de nuestros familiares o amigos
quieran compartir un pedazo de tierra con nosotros.
Además de los tres grupos de alimentos ya mencionados, en algunas partes del mundo los científicos
recomiendan agregar otros alimentos. Estos alimentos adicionales ayudan a las personas en sus necesidades
especiales.
Todos queremos sentirnos saludables. Si planeamos cuidadosamente lo que ingerimos, incluyendo los
tres grupos de alimentos en nuestras comidas, nos ayudará.
Lección 23
Nutrición para la madre y el bebé
Todas las mujeres, jóvenes y adultas, deben saber cuáles son los alimentos convenientes tanto para la
mujer embarazada como para los bebés recién nacidos.
Introducción
Las jóvenes y las demás hermanas deben comprender lo que es bueno para las madres embarazadas y
los bebés recién nacidos. Quizás en algún tiempo u otro todas tendremos que saber sobre esto.
La nutrición para la madre embarazada

Una madre embarazada necesita tener cuidado de lo que come, a fin de que pueda beneficiarse a sí
misma como a su bebé. Debe asegurarse de ingerir los alimentos catalogados en los tres grupos. Estos grupos
son: (1) legumbres y frutas; (2) carnes y productos animales (tales como leche, queso, y huevos), (3) granos y
tubérculos. Las hermanas que seleccionan sus alimentos con sabiduría, regularmente son más sanas y tienen
niños más saludables que aquellas que no comen lo correcto.
Pida a las hermanas que mencionen alimentos de cada grupo. Después, sugiérales que planeen una
comida para una hermana embarazada. Asegúrese de que incluya un alimento de cada grupo.
¿Por qué es Importante una buena nutrición para la madre embarazada?
"Si la madre no está bien alimentada y no está comiendo los alimentos que el bebé necesita en las
cantidades apropiadas, el bebé no crecerá ni se desarrollará debidamente.
Un gran número de bebés mueren en su primer año de vida, en muchos países del mundo. Esto se debe
a los problemas sanitarios o a la propagación de infecciones yalos problemas de desnutrición. Sin embargo
aun en países desarrollados donde hay antibióticos para tratar muchas enfermedades y es más común el
cuidado prenatal, la mala nutrición entre las mujeres embarazadas ha contribuido a la muerte de muchos
bebés. Si una madre se alimenta mal durante el embarazo, especialmente si es muy joven, es mayor la
posiblidad de que su bebé sea pequeño y de peso bajo al nacer. El riesgo de morir poco después de haber
nacido es mayor para un bebé que nació con un peso bajo. La nutrición de la madre durante el embarazo es
muy importante para la salud de su bebé. Debe comer alimentos que proporcionen los nutrientes que
formarán y protegerán el cuerpo de su bebé." ("Las mujeres encinta necesitan alimentos nutritivos", Curso de
Estudio de la Sociedad de Socorro, 1973-74, pág. 98, cursiva agregada.)
La leche materna es la mejor para los bebés

Nuestro Padre Celestial bendijo el cuerpo de la mujer para que pudiera producir la leche. Este alimento
es especialmente para el consumo del recién nacido. Este alimento es mejor para los niños que la leche de los
animales. El primer líquido que sale del pecho de la madre, después que el niño ha nacido, es muy
importante, porque contiene substancias que ayudan a proteger al niño de enfermedades durante los primeros
meses de vida.
Algunas veces, por motivos de salud, la madre no puede amamantar a su pequeño, entonces puede
utilizar la leche de vaca, cabra, o fórmulas preparadas. Pero hay que tener cuidado de mantener la leche en
buenas condiciones. Si es posible, la madre debe amamantar a su pequeño. La dieta de la madre influye
mucho en la cantidad de leche que produce para el bebé. Una madre que come de los mejores alimentos,
tendrá suficiente leche para amamantar a su bebé.
¿Cuál es la razón por la cual algunas madres no amamantan a sus bebés? ¿Por qué el líquido que sale
primero del pecho de la madre es bueno para el bebé?
¿Cuáles son las satisfacciones que obtenemos de amamantar a nuestros bebés? (Una mejor nutrición
para el niño, más sano, seguridad para el niño, gozo de la madre y es más barato.)
La alimentación con biberón
Si la madre no puede amamantar al bebé, puede utilizar otra clase de leche. Esto quiere decir que será
por medio de un biberón (más tarde con una taza). Hay ciertas precauciones que se deben tomar cuando se
alimenta al bebé con biberón:
1. Mantenga el biberón limpio. Si se cae al suelo o las moscas se posan en él, puede acarrear microbios
y el bebé contraerá enfermedades. Lave los biberones completos con agua caliente, jabón y enjuague muy
bien.
2. Nunca use agua sucia. Cuando la leche se mezcla con esta clase de agua, el niño puede enfermarse
por los microbios que el agua contiene. Si hay sospecha de que el agua no es pura, puede hervirse durante
veinte minutos y enfriarla antes de dar de comer al niño.
3. Si la leche se echa a perder, tírela y use leche fresca.
4. Lea las indicaciones escritas en la leche preparada o fórmula y ponga la cantidad sugerida. Los niños
se enferman si la leche no se disuelve bien o si tiene demasiada agua.
El doctor James O. Masón ilustra en el siguiente relato, en cuanto a las madres que no disuelven bien la
leche preparada para los niños:
Unos padres le pidieron al doctor que viniera a casa para ver a su niñita. Cuando la madre desenvolvió
a su pequeña hijita de seis semanas, el doctor se sorprendió al ver lo delgada que estaba la pequeña. Podía ver
la forma de los huesos. Los padres le explicaron que la madre no había podido amamantar a la niña, porque
ésta había estado muy enferma durante el embarazo. Cuando la niña nació, los padres compraron una lata de
leche en polvo, pero al terminarse ésta no pudieron comprar otra por falta de fondos.
El doctor les preguntó: "¿Con qué la están alimentando?" y ellos le mostraron un biberón lleno de un
líquido casi transparente. El líquido consistía de agua con una gotas de leche condensada que habían obtenido
de una pequeña lata. El doctor Masón le dio dinero al presidente de la rama para que la familia pudiera
comprar leche. El doctor también instruyó a la pareja sobre la forma de preparar la leche. A pesar de los
esfuerzos del médico, la niña murió más tarde. Mucho después se enteraron de que contaban con recursos
locales que hubieran proveído la leche para la niña. (Véase "For the Health of the Saints", Speeches of the
Year, 1974, págs. 153-54.)
Cuando se alimenta a un niño con biberón, hay que tener cuidado especial, sin embargo los niños
alimentados en esta manera pueden gozar de buena salud. Aún así es preferible que la madre pueda
amamantar al pequeño, aunque de vez en cuando tenga que darle un biberón.
Otros alimentos para los niños

Al ir creciendo los niños, van necesitando de otros alimentos para crecer sanos, ya que la leche no es
suficiente. No se sabe a ciencia cierta hasta donde podrá la leche materna satisfacer las necesidades del niño.
Por consiguiente el niño deberá comenzar a comer otros alimentos a los seis meses de edad. Los niños
necesitan de los tres grupos diferentes de alimentos, en la misma forma que los adultos. Estos alimentos
deberán conservarse muy limpios; molerlos o colarlos para que el niño pueda ingerirlos con facilidad, aunque
no tenga dientes todavía.
FRUTAS Y LEGUMBRES
Las frutas con cascara regularmente son más limpias que las otras. Los bananos (plátanos) maduros son
excelentes para los niños, las otras frutas deberán pelarse con un cuchillo limpio y tomarse con las manos
limpias. Las legumbres verdes son también excelentes; pueden picarse o molerse para que el niño pueda
ingerirlas con facilidad.
CEREALES Y TUBÉRCULOS
Los cereales son mejor alimento para los niños, que las batatas (papas), o tubérculos. Los niños no
pueden comer sólo papas y ser saludables, porque estos alimentos no son adecuados para ellos, pero son
buenos si se combinan con otros alimentos como huevos, frutas, verduras y carne.
CARNES
El caldo de los frijoles (porotos) o carne, casi no tiene ningún valor nutritivo.
El valor principal se halla en la carne de los frijoles, pescado, carne, pollo, etc. El caldo regularmente
es un buen líquido porque siendo que está cocinado, está libre de microbios, pero si se toma solo, no ayudará
al niño en nada.
¿Cuáles son los alimentos de cada grupo que puede comer un bebé?
¿En qué forma deberán prepararse?
Si fuera posible, demuestre la forma de preparar dos o tres clases diferente de alimentos para bebés.
Anime a las hermanas a alimentar a sus hijos con la leche materna. Cuando los pequeños han crecido lo
suficiente, deberán tener una variedad de alimentos cada día.
Conclusión
Cuidadosamente debemos escoger los alimentos que comemos. Esto es especialmente importante para
las hermanas embarazadas y las que están amamantando. También podemos influir mucho en la salud del
niño por lo que les damos de comer. La leche materna es lo mejor para el bebé, pero después de unos meses,
el niño necesita comer alimentos de los tres grupos para crecer fuerte y saludable.
Lección 24
Cómo prevenir las enfermedades
El objetivo de esta lección es recordarnos que debemos practicar los principios de prevención contra
enfermedades y de esta manera conservarnos sanos.
Introducción
En los tiempos antiguos la gente no comprendía la causa de las enfermedades. Ellos suponían que éstas
venían como ataque del maligno, por dejar de hacer sacrificios, o por hechizos de otras personas. Después de
cientos de años de estudio llevados a cabo por varios científicos y médicos, sabemos las causas de muchas
enfermedades. Desde el año 1830 cuando se restauró el evangelio, hemos adquirido mucho conocimiento. El
Espíritu del Señor se ha derramado sobre la tierra desde ese entonces, y se han hecho muchos decubrimientos
para ayudarnos a tener una buena salud.
Como personas adultas, necesitamos saber y hacer las cosas que nos ayudarán a estar más saludables y
en la misma forma enseñar estos principios a nuestros hijos. Es preciso instruir a nuestras familias atener una
buena actitud hacia el hecho de mantenernos en buena salud. En algunos países, los padres acostumbran decir
a sus hijos que si no se portan bien, les pondrán una inyección, esto es absurdo, ya que enseña a los niños a
pensar en el cuidado de la buena salud, como un castigo.
En esta lección repasaremos algunas de las cosas que nos ayudarán a conservarnos sanos.
Prevenimos las enfermedades cuando controlamos los microbios

Los microbios son seres vivientes pequeños que pueden causar enfermedades. Algunos de ellos se
transmiten de persona a persona, otros de animales a personas. Ocasionan diferentes clases de enfermedades
al penetrar en nuestro cuerpo. Se desarrollan bien en lugares calientes, húmedos y obscuros. Crecen alrededor
de animales o en el excremento de animales o de seres humanos. Necesitamos librarnos de las condiciones
donde se crían los microbios.
¿Cómo podemos eliminar estas condiciones . Agregue las siguientes sugerencias a las que den las
hermanas:
NO PERMITA QUE HABITEN INSECTOS EN LA CASA
Una forma de evitar los insectos en la casa es poniendo puertas y ventanas de cedazo o malla de
alambre. Estas deberán estar en buenas condiciones, especialmente durante el verano.
LIMPIE LOS LUGARES DONDE SE CRIAN LOS MICROBIOS
Los lugares donde regularmente cocinamos, nos bañamos, o lavamos la ropa, a menudo están
húmedos, y hay maneras de conservarlos secos. Los lugares húmedos casi siempre son problemáticos
especialmente si están tibios. Aunque el sol es caliente, ayuda a prevenir el crecimiento de los microbios.
¿Cuáles son los objetos que podríamos poner de vez en cuando bajo el sol para librarnos de los
microbios? (La ropa, [especialmente cuando se acaba de lavar], ropa de cama, colchones y muebles cubiertos
con tela).
LÍBRESE DEBIDAMENTE DE LOS DESECHOS DE ANIMALES Y OTROS
Los microbios viven y se crían en el excremento. Cuando estos desechos están al aire libre, las moscas
se paran sobre ellos y recogen con sus patas los microbios, los cuales pueden quedar en otra parte cuando las
moscas se paran sobre otro lugar.
¿En qué forma podemos librarnos de las heces humanas y animales? (Utilice una letrina, inodoro, o
excusado para librarse del excremento. Mantenga a los animales en un corral. Entierre en el jardín, los
desechos de animales que no comen carne. Cúbralos con tierra, malla de alambre o cubra los recipientes
donde tire los excrementos para que las moscas no puedan llegar hasta ellos.
PROTEJA LOS ALIMENTOS CONTRA LOS INSECTOS
Los alimentos que no coma, guárdelos en recipientes donde los insectos no puedan penetrar, si es un
lugar fresco, mejor. Un refrigerador, hielera, etc. mantiene frescos los alimentos. Ya que algunos microbios
pueden volarse con el aire, también debemos proteger los alimentos contra el viento. En los climas tropicales,
se almacena la comida en lugares seguros. Esta es una práctica muy buena, aunque el aire puede llegar hasta
allí y depositar microbios que pueden vivir y desarrollarse en la comida.
La inmunización ayuda a prevenir las enfermedades

Al ser inmunizados nos protegemos a nosotros mismos y a nuestras familias de contraer enfermedades.
Para algunas enfermedades es necesario una sola inmunización, pero para otras, necesitamos varias, a ciertos
intervalos. La polio es una enfermedad que en un tiempo fue muy común, pero hace unos años, un médico
científico descubrió la manera de proteger a la gente para que no contrajera esta enfermedad; él inventó una
vacuna contra la polio. Las personas que se vacunan están protegidas de esta enfermedad que hace algún
tiempo mató a muchas personas y dejó inválidas a otras tantas. Actualmente existen clínicas y médicos que
pueden suministrar esta clase de vacuna.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes en su área? ¿Cuáles son las vacunas que recomiendan los
doctores u otro personal médico en las clínicas? ¿Con cuánta frecuencia deberán suministrarse? ¿Qué puede
hacer para obtener las vacunas necesarias para proteger a su familia?
Averigüe con tiempo dónde y cuándo se pueden recibir las vacunas. Sugiera que las hermanas vayan y
se vacunen.
Los buenos hábitos de salud evitan las enfermedades

Podemos desarrollar hábitos que pueden ayudarnos atener mejor salud. Algunos de estos buenos
hábitos son: dormir lo suficiente por las noches, comer los alimentos apropiados, y hacer el ejercicio
necesario cada día. También debemos tener buenos hábitos para eliminar las impurezas del cuerpo: bañarnos
con regularidad, limpiar y cepillar los dientes después de cada comida, lavarnos las manos después de haber
ido al cuarto de baño y cubrirnos la boca y la nariz cuando estornudamos. En los climas tropicales, debemos
usar sandalias para evitar infección en los pies.
Pida a las hermanas que le digan la forma en que ha enseñado a su familia los buenos hábitos de
higiene y limpieza.
Cuando nos ataca la enfermedad

La enfermedad regularmente provoca un cambio en nuestro modo de sentirnos, en la apariencia de
nuestro cuerpo y acciones. Un cambio repentino o uno drástico, frecuentemente es una señal de que algo no
funciona bien. Algunos de los síntomas de la enfermedad son dolor, fiebre, escalofríos, pérdida del apetito,
náusea, palidez, mareos, debilidad, erupción en la piel, comezón, hinchazón y diarrea.
Si nos enfermamos, debemos Ir a una clínica (o al centro de salud) para que un médico nos haga un
diagnóstico y nos diga la forma de vencer la enfermedad. Las bendiciones del sacerdocio también pueden
ayudarnos. El Señor espera que hagamos nuestra parte para recibir las bendiciones. Debemos permitir al
médico que nos dirija en la curación de una enfermedad, luego tener buenos hábitos de salud, fe, oraciones, y
las bendiciones del sacerdocio. Si hacemos estas cosas, podemos vencer las enfermedades. ¿Qué puede hacer
para prevenir las enfermedades esta semana?
Conclusión
Somos los obreros del Señor en esta tierra. Para poder servirlo eficazmente necesitamos tener buena
salud. Podemos ayudar a edificar a Sión cuando nos encontramos en buenas condiciones físicas y criamos
niños sanos.
El Señor nos ha dado muchos medios para prevenir las enfermedades. El espera que usemos la
sabiduría para hacer todo lo que esté de nuestra parte. El espera que cuidemos al enfermo. Nos ha prometido
que por medio de la fe, oración, y el poder del sacerdocio podemos sanarnos, si es que todavía no ha llegado
la hora para morir. El presidente Brigham Young dijo:
"Busquemos la manera de extender nuestra vida a lo máximo, observando cada ley de salud, y
balanceando apropiadamente nuestra labor, estudio, descanso y recreación, y de esta manera prepararnos para
una vida mejor. Enseñemos estos principios a nuestros hijos" (Discourses of Brigham Young, pág. 186).
Lección 25
Horticultura en el hogar
El objetivo de esta lección es ayudarnos a iniciar un huerto en nuestra casa o mejorar el ya existente.
Nuestros profetas nos han sugerido que tengamos un huerto

El presidente Spencer W. Kimball ha exhortado a todos los Santos de los Últimos Días en todo el
mundo a que cultiven sus propios alimentos. Durante varios años nos ha pedido que tengamos nuestro propio
huerto. El dice:
"Os alentamos a cultivar todo lo posible para vuestra propia mantención: árboles y arbustos frutales, y
la mayor cantidad posible de vegetales. Aun aquellos que viven en apartamentos, con un poco de buena
voluntad podrían plantarlos en macetas, latas u otro tipo de recipientes. Estudiad los mejores métodos para
proveeros de los artículos alimenticios. Haced que vuestro huerto sea, además de productivo, ordenado y
hermoso. Si tenéis niños en la casa, haced que os ayuden en el trabajo del huerto" ("Preparación familiar",
Liahona, agosto de 1976, pág. 110).
Cuando el presidente Kimball nos pidió que cultiváramos nuestro propio huerto, sólo estaba
recordándonos las palabras del Señor que dicen: "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo
digo?" (Lucas 6:46).
Si verdaderamente creemos en las palabras del Salvador, ¿qué debemos hacer cuando sus profetas nos
exhortan?
Existen muy buenas razones por las cuales debemos seguir esta amonestación de los profetas. La
horticultura nos trae muchos beneficios. Expande nuestro aprecio por la naturaleza y nos enseña a trabajar
juntos como familia. Cuando tenemos un huerto que produce sus frutos, verdaderamente no dependemos
tanto de otros para obtener nuestros alimentos. Podemos seleccionar las cosechas que nos darán una dieta
nutritiva. El cultivar nuestros propios alimentos nos brinda la satisfacción de que hemos obtenido nuestro
propio sustento. Podemos intercambiar algunos productos con nuestros vecinos, ahorrar dinero y ayudar a los
necesitados. Pida a las hermanas que expliquen los beneficios que han recibido portener su propio huerto.
Comience con un plan

Antes de que podamos plantar un huerto, debemos hacer algunas decisiones.
EL LUGAR PARA PLANTAR
Debemos primeramente decidir el lugar donde vamos a tener nuestro huerto. Este merece el mejor
lugar posible, porque se convertirá en un pedazo de tierra de mucho valor. Escoja un lugar donde le dé el sol
por lo menos seis horas cada día. Inspeccione el terreno, ya que algunos tienen mucha arena, y no podrán
retener el agua, o están llenos de barro en cuyo caso el agua se estancará en pozas y correrá demasiado
despacio. Si es así, debemos agregar un abono o lo opuesto de lo que el terreno ya tiene en demasía, para
poder mejorarlo. Si en su área no llueve mucho, el agua de otras fuentes es necesaria. El huerto deberá estar
cerca de la casa, para que no sea difícil ir varias veces a la semana. Escoja un lugar que no sea escarpado,
porque al correr el agua arrastra con ella las semillas y la tierra misma. Si prepara el único lugar que tiene y
se encuentra en un lugar escarpado, haga los surcos horizontales en vez de verticalmente. Las personas que
viven en apartamentos, pueden cultivar sus alimentos en macetas y otros recipientes parecidos.
Aquellas personas que deseen un huerto de mayor proporción, deberán transformar el jardín de flores o
césped en un huerto, o pedir prestado, o arrendar un pedazo de tierra. Dos familias en Alemania hallaron la
forma de tener su propio huerto:
"Somos dos familias de la Misión de Frankfurt, y quisiéramos contarles sobre nuestro huerto.
No nos fue fácil encontrar un pedazo de tierra en esta gran ciudad. Es un huerto pequeñito y cuando lo
alquilamos, parecía una selva; tenía el cerco roto y caído, la casa también en ruinas y el pasto silvestre que lo
cubría todo. Pero eso no nos desalentó.
Primero hicimos nosotros mismos un cerco nuevo, arreglamos la casita y dimos vuelta la tierra; en
primavera plantamos vegetales, y los vecinos nos dijeron que perdíamos el tiempo, que no crecería nada.
Cerca corre un arroyito a donde vamos en bicicleta con recipientes en los que traemos agua. Oramos al Señor
para que bendijera nuestro huerto y El contestó nuestras oraciones. Es maravilloso ver crecer las plantas. Nos
turnamos para ir a regarlas. Nos sentimos muy felices de tener un huerto." ("Informe y desafío a los
miembros", üahona, febrero de 1977, págs. 1, 2.)
LO QUE DEBEMOS PLANTAR
El segundo paso que tenemos que dar es decidir lo que deseamos plantar. Algunos huertos tienen
suficiente espacio, otros muy poco. Si el espacio es limitado, escoja productos que crecerán hacia arriba, tales
como: bayas, habichuelas (ejotes), o tomates en estacas. Escoja las semillas que se reproduzcan
abundantemente, tales como la calabaza y los tomates, en vez de aquellos cultivos que reproducen poco con
una semilla, tales como los rábanos.
Asegúrese de escoger los alimentos que le darán a su familia los nutrientes que necesitan. Evite cultivar
los alimentos que no les gusta o que no comerán. Las plantas leguminosas, como las lentejas, semillas de
soya, arvejas (chícharos) y nueces, ayudan a reconstruir los tejidos del cuerpo.
Las frutas y las verduras de hojas verdes nos protegen de enfermedades. Los tubérculos nos dan
energía. Los granos también nos dan energía, siémbrelos si tiene suficiente espacio para cultivarlos.
Seleccione los alimentos que crecerán bien de acuerdo con la clase de tierra que tiene y el clima.
Muestre una gráfica que exponga las diferentes frutas, verduras, plantas leguminosas, tubérculos y
granos que crecen en su área.
¿Cuáles son los cultivos que producen más en un espacio limitado?
Cuando está planeando su siembra, es una buena idea dibujar un mapa del huerto cada año. No deben
crecer las mismas plantas en el mismo lugar año tras año. Si las siembras no se alternan, la calidad del
producto empobrecerá cada vez más y más.
CUANDO PLANTAR
Otra decisión que debemos tomar es la de saber cuándo se debe plantar. Cada cultivo crece mejor bajo
sus condiciones climatológicas más apropiadas. Algunas crecen mejor en la estación seca, mientras que otras
en la estación húmeda. Algunas hortalizas prefieren el clima fresco, por ejemplo: las remolachas (betarraga,
betabeles), repollo, zanahorias, lechuga, cebollas, arvejas (chícharos), y espinacas. Otras crecen en clima
caliente, como los ejotes (habichuelas), maíz, melones, calabaza (zapallo), y tomates.
Muestre un esquema que exponga las mejores épocas para plantar, específicamente el cultivo que
crecerá mejor en su área.
Prepare el lugar para su huerto

Unas cuatro a seis semanas antes de plantar, limpie el predio, quite las hierbas, raíces, piedras, basura y
ramas. Desmenuce la tierra con una pala o azadón para que el agua pueda penetrar con facilidad. Al momento
de plantar, la tierra deberá estar suelta, no en terrones. Es entonces cuando se puede mejorar la tierra. El
abono, y los desechos tanto animales como vegetales mejorarán la textura de la tierra, ya sea arenosa o
barrosa. También ayudará a mejorar la cosecha porque agregará los nutrientes necesarios. Este abono no
podrá prepararse y al mismo tiempo mezclarse con la tierra, deberá dejarse en la tierra de cuatro a seis meses
para que ésta lo pueda absorber.
Para preparar el abono, deberá empezar con un montón, o cavar un foso, o construir un cerco de
madera o alambre de tres lados, poner una capa de basura orgánica, como hojas secas, elotes (maíz
despedazado, paja, cascara de frutas y verduras, o comida sobrante (excepto huesos o grasa, que no se
descomponen rápidamente). Tenga cuidado de no incluir latas, objetos de metal o cualquier otra basura que
no se descomponga. Agregue el estiércol animal, tal como el de gallinas, cabras, vacas, caballos o cerdos.
Pero nunca agregue heces humanas o animales que comen carne, porque éstas pueden introducir animales o
bacterias en la tierra.
Cubra la capa de desperdicios con una capa de tierra de dos pulgadas do espesor. Asegúrese siempre de
que la parte superior del montón termine en una cuenca o endidura, la que pueda recoger agua. Al juntar más
de los desperdicios, agregue otra capa de tierra de seis pulgadas de espesor para cubrirla. Continúe agregando
capas al recoger más desperdicios y humedezca cada capa que va colocando. Siempre mantenga el montón de
desperdicios húmedos, pero no mojados. Revuélvalo con una horquilla cada semana o tan frecuente como
pueda para que el aire penetre en el centro. El montón se descompondrá más rápidamente si el centro recibe
el calor de 160 grados de temperatura. Si el centro de la parte superior del montón no está suficientemente
caliente, agregue un abono rico en nitrógeno o mantillo. Cuando el montón de desperdicios haya perdido el
mal olor, es una indicación que está listo para añadirlo a la tierra. Pida a las hermanas que expliquen sus
propias formas de preparar el abono.
Cómo plantar el huerto

En regiones donde la estación para cultivar es corta, puede iniciarse dentro de la casa, en macetas o
latas. Si empieza plantando afuera, plante las semillas en hileras rectas para que pueda reconocer la hierba
mala de las verdaderas verduras. Deje un espacio proporcionado entre las semillas. Entérese de la época de
año apropiada para plantar las diferentes semillas y hágalo en esa fecha. Plante una hilera del mismo
producto, como una de maíz, cada semana, durante varias semanas, entonces tendrá un período más largo de
cosecha.
El tamaño de las semillas varía; si todas se plantan a una misma profundidad, no crecerán iguales. Tres
veces el diámetro de cada semilla determinará la profundidad a la cual deberá plantarse la misma, luego
presione la tierra hacia abajo y asegúrese de que haya suficiente espacio entre las hileras para que pueda
remover la tierra alrededor mientras se encuentran las plantitas en proceso de crecimiento.
Mantenga la tierra húmeda después de haber plantado las semillas, si la tierra se seca, las semillas no
germinarán.
Atienda el huerto
No servirá de nada el planeamiento del huerto, la preparación de la tierra y sembrar las semillas, si más
tarde descuidamos el huerto. Necesitamos hacer lo siguiente:
REGARLO
Si no llueve, riegue muy bien el huerto una vez a la semana. El agua deberá penetrar en la tierra a una
profundidad de siete pulgadas. Nunca riegue cuando el sol está en su punto más fuerte, para que la tierra no
se cocine.
CULTIVARLO
Las hierbas malas roban a las plantas todos los nutrientes y agua que éstas necesitan. Arránquelas con
la mano o sáquelas con un azadón. Una gruesa capa protectora de paja y estiércol, alrededor de las plantas
evitará que crezcan las hierbas, pero para poder aflojar la tierra, tendrá que hacer a un lado la capa protectora
y luego volver a colocarla al terminar de remover ésta.
CAPA PROTECTORA
Cuando las plantitas hayan crecido algunos centímetros, saque cualquier hierba y coloque una capa
gruesa de dos o tres pulgadas de aserrín, periódico en pedazos, pasto, hojas o paja, alrededor de cada planta y
entre las hileras. Esta capa protege la tierra para que no se seque ni se caliente mucho. Muchas personas que
utilizan'esta capa protectora, se han dado cuenta de que no necesitan arrancar tanta hieba.
CONTROL DE LOS INSECTOS DAÑINOS
Los insectos dañan las plantas y pueden arruinar las cosechas. Asegúrese de remover cualquier fruto
maduro antes de que el fruto se pudra. Si no lo hace, los insectos se lo comerán. También remueva cualquier
cultivo que ha dejado de dar fruto. Quite los insectos con la mano, regándolos con una manguera o utilice un
insecticida. Si utiliza esto último, asegúrese de lavar el fruto antes de comerlo.
COSECHA
Si corta las frutas o verduras poco antes de comerlas, cocinarlas o envasarlas, éstas tendrán mejor sabor
y valor nutritivo. Algunas cosechas, como la de los pepinos, se reproducen mucho mejor, si se recogen con
más frecuencia. No deje que se maduren demasiado, se marchiten o se sequen. Cuando estén tiernas corte las
verduras de hojas.
¿Qué sucede con un huerto, cuando después de planearlo, prepararlo y sembrarlo, lo descuidamos?
Conclusión
Al seguir los consejos de nuestros profetas, podemos demostrar que amamos y confiamos en el Señor.
Cada uno de nosotros será bendecido si planea y prepara un huerto, y lo cuida para que pueda producir bien.
El presidente Kimball nos ha aconsejado lo siguiente:
"Exhortamos a todos los Santos de los Últimos Días a fortalecer y hermosear su hogar con renovados
esfuerzos, en los siguientes aspectos: producción, preservación y almacenamiento de alimentos, y de otros
artículos de primera necesidad; arreglo y limpieza de la casa y los alrededores. Haced que vuestro huerto sea,
además de productivo, ordenado y hermoso" ("Preparación familiar", Liahona, agosto de 1976, pág. 110).
Lección 26
La productividad en el hogar
El objetivo de esta lección es ayudarnos a aprender a ser autosuficlentes al producir lo que necesitamos
en el hogar.
Autosuficientes
El presidente Spencer W. Kimball ha dicho: "Alentamos a todas las familias de la Iglesia a que lleguen
a ser autosuficlentes e independientes" (Preparación familiar", Liahona, agosto de 1976, pág. 110). Hay una
gran razón por la que hemos recibido tal consejo. El presidente Marión G. Romney, dijo:
"Veamos a nuestro alrededor y tratemos de entender las señales de los tiempos .. . Debemos darnos
cuenta de que el tiempo se aproxima y es el mismo del cual el Señor Jesucristo hablaba. Se nos fue dicho que
nos preparáramos y viviéramos para estar... independientes de todas las otras criaturas bajo el mundo
celestial" (Discursos de las conferencias generales, octubre de 1975, pág. 323) (véase D. y C. 78:13-14).
El presidente Kimball nos ha exhortado a que nos convirtamos en personas autosuficlentes porque las
profecías antiguas se están cumpliendo, él dijo:
"Creo que es el tiempo cuando debe ponerse más énfasis, cuando hay más tornados y más inundaciones
... más terremotos ... y creo que van a amenazarnos con más fuerza, al Ir acercándonos más y más al fin, y es
por esto que debemos prepararnos" (Discursos de las conferencias generales, abril de 1974, pág. 184). El
presidente Kimball también dijo:
"Cuando lleguen los tiempos de problemas y necesidades, muchos desearán haber llenado sus envases
de frutas y verduras y haber cultivado su huerto, así como haber plantado algunos árboles frutales, todo ello
para llenar sus necesidades y espantar el espectro del hambre del seno familiar.
El Señor desea que seamos independientes de toda criatura, pero aún así vemos que en muchos lugares
por ejemplo, hay granjeros que compran la leche en los almacenes en lugar de tener la propia, y muchos
propietarios con la cantidad de terreno cultivable, que en lugar de desarrollar su propio huerto familiar
continúan dependiendo completamente de los mercados para su alimentación. Y cuando los camiones no
abastezcan más los estantes de las tiendas con los alimentos, habrá muchos que se morirán de hambre."
(Discursos de las conferencias generales, octubre de 1974, pág. 184.) Pida a las hermanas que se Imaginen
que las tiendas están cerradas y que tienen que depender de ellas mismas para todo. Pregúnteles qué es lo que
les gustaría producir en el hogar, mientras se hallan en tal situación.
La forma de hacer frente a nuestras necesidades

Cuando el élder Vaughn J. Featherstone era miembro del Obispado Presidente de la iglesia, nos mostró
las formas de desarrollar nuevas habilidades para subsistir.
"Con respecto a la producción casera quisiera aconsejaros que criéis animales, allí donde los medios y
las leyes locales lo permitan. Plantad árboles y arbustos frutales, parras y vegetales. De esa forma podréis
proveeros de alimentos frescos. Algunos alimentos pueden ser envasados e incluidos como parte del
almacenamiento anual. Siempre que sea posible, producid vosotros mismos los artículos de primera
necesidad que no sean alimenticios, más aún, hermosead, reparad y mantened en buen estado vuestra
propiedad." ("Almacenamiento de alimentos", Liahona, agosto de 1976, pág. 105.)
Para poder seguir el consejo del hermano Featherstone, debemos aprender la forma de proveer para
nosotras mismas y nuestras familias.
Muestre un cartel con la siguiente lista:
1. Críe ganado.
2. Plante árboles, parras y arbustos frutales.
3. Plante un huerto.
4. Preserve los alimentos.
5. Cosa y remiende.
6. Fabrique sus propios artículos de primera necesidad.
7. Repare y mantenga en buen estado lo que tiene.
CRIE GANADO
Si tenemos un terreno grande y nos es permitido tener ganado, hagámoslo. Antes de que podamos
decidir los animales que tendremos, debemos aprender sobre los alimentos, resguardo y el cuidado que
necesitan para que sean sanos. Debemos aprender a cuidarlos antes de comprarlos. Algunos animales que no
necesitan mucho cuidado son: las gallinas, los conejos, los patos y las cabras.
PLANTE ARBOLES, PARRAS Y ARBUSTOS FRUTALES
Hay árboles que producen fruto cada afto y otros cada dos años, que no necesitan volverse a plantar
cada año como las hortalizas, sin embargo, los árboles no darán fruto por varios años después de haberlos
plantado, así es que debemos hacerlo lo antes posible, para que podamos cosechar el fruto cuando lo
necesitemos.
Cada árbol, arbusto o parra necesita la cantidad correcta de agua. Debemos controlar las plagas y
enfermedades. Algunos de estos árboles crecen más grandes que otros; antes de plantarlos, debemos
enterarnos del espacio que necesitan para que puedan crecer bien. Discuta sobre los árboles y arbustos
frutales, y parras que crecen mejor en su región.
PLANTE UN HUERTO
El presidente,Kimball ha pedido que cada familia tenga en su casa un huerto, para que pueda darnos las
frutas y verduras frescas que necesitamos para guardar y preservar. La lección 25 incluye todas las
instrucciones al respecto.
PRESERVE LOS ALIMENTOS
Por varios años ya, nuestros profetas nos han aconsejado que donde legalmente se pueda, guardemos y
preservemos la comida. Necesitamos guardarla en caso de que vengan tiempos difíciles de escasez. Cuando el
huracán azotó la República de Honduras en 1974, los miembros de la Iglesia se sintieron agradecidos porque
habían secado y guardado su propia comida. Unos meses antes de esta tragedia, el presidente de la misión les
había advertido sobre un desastre que amenazaría, y les desafió a que principiaran con el programa de
almacenamiento de alimentos. Habían guardado fríjoles (porotos), harina, arroz y otros alimentos que les
permitieron subsistir. (Véase "Huracán en Honduras", Bruce Chapman, New Era, enero de 1975, pág. 30-31.)
Podemos preservar y guardar la comida en las siguientes formas:
1. En un depósito subterráneo, se pueden guardar tubérculos y ciertas verduras verdes, esto donde las
condiciones climáticas lo permitan.
2. Secándola. Durante la estación caliente, pueden secarse al sol las frutas y verduras. Deberán
cubrirse con un paño fino para protegerlas de los insectos y si llueve o el tiempo está muy húmedo, hay que
hacerlo en un lugar cubierto o dentro de la casa.
3. Envasándola. Este método es simple, pero peligroso si no se hace en la forma correcta. Si se hace
como es debido, conservará su sabor. Para envasar los alimentos es necesario una olla o recipiente grande
donde puedan poner a hervir varios frascos. (Si se desea, varias personas pueden compartir los gastos para
comprar estos utensilios.) Es importante que los frascos estén esterilizados y sin roturas al emplear este
método.
4. Salándola. Este es un método barato para preservar las frutas, verduras y carnes. No es necesario
ningún equipo especial.
COSER Y REMENDAR
Debemos aprender a coser y remendar nuestra propia ropa. Para estar preparadas para el tiempo de
necesidad, debemos aprender a rehacer nuestra vestimenta. Es una buena ¡dea, guardar algunas telas para
confeccionar nuestra propia ropa, en caso de escasez. Podemos aprender a hacer muchos artículos además del
vestuario, la ropa de dormir, cobertores, cortinas, alfombras, toallas, manteles y a tapizar muebles. También
podemos aprender otras artes, tales como: tejer, hacer acolchados, tejidos a crochet y otros trabajos con
agujas. Todos éstos pueden embellecer nuestros hogares y nuestra ropa. ¿Qué podemos coser o confeccionar
para nuestros hogares?
FABRICAR LOS ARTÍCULOS DE PRIMERA NECESIDAD
En caso de un desastre, debemos estar preparados para cocinar, calentar nuestros alimentos y casas, y
limpiar nuestra ropa, cuerpo y los alrededores. Es importante que guardemos combustible, y jabón, o
aprendamos a hacerlo para estar preparados para una emergencia.
En una emergencia, también podemos encontrarnos con que debemos reconstruir nuestra casa,
graneros, o corrales. Es importante que todos los miembros de la familia aprendan a trabajar con madera y
otros materiales, y también a saber cómo utilizar las herramientas, para que puedan confeccionar y reparar
sus pertenencias.
¿Conocemos algunas personas con habilidades en nuestra región? ¿En qué forma podemos animar a los
miembros de nuestra familia a que se interesen por aprender otros oficios y artes?
REPARAR Y MANTENER EN BUEN ESTADO LAS PERTENENCIAS
Necesitamos ahorrar tiempo y dinero y evitar depender de otros. Para lograrlo, debemos aprender a
reparar y mantener en buen estado lo que tenemos.
¿Por qué es importante mantener nuestras cosas en buen estado?
Aprendamos los oficios que no sabemos

La Iglesia nos ha recomendado que nos inscribamos en clases para aprender nuevos oficios y artes para
nuestra autodependencia. Algunas de nosotras sabemos cosas que podemos enseñar a las otras hermanas. Si
hay labores que todavía no sabemos, debemos buscar aquellas personas que las saben y aprenderlas. Quizás
podemos tomar clases por correspondencia, leer revistas y libros, tomar clases de artes domésticas, y otros
programas escolares.
Averigüe cuales de las hermanas tienen talentos y habilidades que podrían enseñar a las otras. ¿Hay
personas de afuera que saben cosas que nos gustaría aprender? ¿Cuáles son las clases en las que animamos a
nuestros hijos a que se inscriban en la escuela para aprender algo útil?
Aun en el Antiguo Testamento, el Señor animaba a la gente a que fueran autosuficientes e
independientes. Los proverbios nos describen al ama de casa que usa sus habilidades y talentos para proveer
para los suyos:
"Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos.
Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos.
Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca.
Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso.
No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
Ella se hace tapices.
Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde." (Prov. 31:13, 16, 19-22, 27.)
Parte del plan del Señor, son las penas y tribulaciones aquí en la tierra. Pero El ha sido misericordioso
con nosotros ya que nos ha dado las formas de resolver estos problemas. SI obedecemos el consejo que se nos
da por medio de los profetas, podemos aprender a producir para nosotras mismas. Entonces no temeremos en
los momentos difíciles porque estaremos preparadas. El Señor ha dicho: "Mas si estáis preparados, no
temeréis" (D. y C. 38:30).
Lección 27
Cómo desarrollar nuestros talentos
El objetivo de esta lección es ayudarnos a descubrir, desarrollar y utilizar los talentos y habilidades
individuales que nos ha dado nuestro Padre Celestial.
Todos tenemos talentos y habilidades

El presidente Spencer W. Kimball dijo: "Dios nos ha dotado con talentos y con tiempo, con habilidades
latentes y con oportunidades para utilizarlas y desarrollarlas en su servicio. Por tanto, espera mucho de
nosotros, sus hijos privilegiados" (El Milagro del Perdón, pág. 98).
¿Cómo contestaríamos si alguien nos preguntara qué talentos tenemos? Algunos pensaríamos que no
tenemos ninguno. Quizás no seamos creativos en el aspecto artístico en cuanto al canto, baile o escritura, pero
podemos tener habilidades que no reconocemos como talentos. Quizás tengamos habilidades para organizar,
hacer amigos, ser pacificadores, enseñar a otros o en el cuidado de los niños.
Se cuenta la historia de una chica adolescente llamada Elsa, la cual no era feliz porque no tenía los
talentos que sus hermanas mayores tenían, y por lo tanto, no recibía los halagos ni atención que ellas recibían.
Con los ojos llenos de lágrimas se dirigió a su tía Susana y sollozando le dijo: "Nadie me quiere, no sirvo
para nada".
Después de haber calmado a Elsa y de reflexionar por un momento, su tía Susana le dijo: "Sé como te
sientes, y me parece que sería muy difícil vivir con dos jovencitas tan talentosas y populares como tus dos
hermanas. Tal vez te sientas un poco inferior a ellas. Elsa, nuestro Padre Celestial se preocupó de crear a cada
uno de nosotros individualmente. No trates de compararte con las demás. Debes estar agradecida de que
tienes tus propios talentos y dones y haz todo lo que puedas por cultivarlos".
La tía Susana le explicó a Elsa que tenía la habilidad para cuidar muy bien a los niños, y continuó
diciendo: "He oído que tu madre dice que sabes hacer las cosas muy bien y con buena disposición y te
esfuerzas mucho para que tu hogar sea algo muy especial.
Elsa, ¿te has dado cuenta de que cuando alguien está enfermo, tú has sabido qué hacer para darle
consuelo? Cuando yo me encontraba enferma, eras tú la que corrías a hacerme los mandados, la que ponía
flores frescas en la mesita de noche y me alegrabas con tus visitas. Eres muy inteligente Elsa... Te gusta ir a la
escuela y eres muy buena estudiante ... Tienes muchos talentos y dones que te convierten en una jovencita
muy especial.
¿Sabes que dos diamantes no son, ni podrían ser iguales jamás? Esa es una de las razones por la cual el
diamante tiene el valor más grande entre todas las cosas del mundo. No hay dos diamantes iguales, pero
siguen siendo joyas. No olvides que eres una joya, Elsa" (véase Daryl V. Hoole y Donette V. Ockey, With
Sugar 'n Spice, págs. 10-21).
Nuestros talentos y habilidades son dones que nos ha dado nuestro Padre Celestial. Cada persona es
dotada con algunos de estos dones.
Descubramos y desarrollemos nuestros talentos

Es importante que descubramos y desarrollemos nuestros talentos. El apóstol Pablo dijo: "No descuides
el don que hay en ti" (Uimoteo 4:14).
Encontrar y desarrollar nuestros talentos requiere esfuerzo de nuestra parte.
¿Cómo podemos descubrir nuestros talentos?
Debemos pedir en oración a nuestro Padre Celestial que nos guíe en la búsqueda para descubrir
nuestros talentos individuales. Podemos pedirle una bendición especial para que podamos reconocerlos. Si se
nos ha llamado para desempeñar un puesto en la iglesia, tal vez uno de ellos se mencionó cuando se nos
apartó o al tiempo del relevo. Podemos hacernos las preguntas: ¿Qué talentos poseo que pueden ayudarme a
presentar una lección, ofrecer un discurso, trabajar en una asignación en un comité, o ayudar a planear una
fiesta? Debemos observar la vida de aquellas personas que admiramos, luego investigar si tenemos aunque
sea un poco de las buenas cualidades de esa persona. Tanto nuestros padres, como nuestros amigos y
maestros, pueden ayudarnos a reconocer y desarrollar los talentos que tenemos.
En lugares donde se encuentran estacas organizadas, los miembros dignos pueden recibir una
bendición patriarcal en la que les son revelados los talentos y dones especiales con los que el Señor los ha
dotado. Esto nos puede servir de guía para buscar y desarrollar nuestros talentos. El presidente Kimball dijo:
".. .es nuestra gran esperanza que a cada persona, incluyendo a los jóvenes, se les dé la oportunidad de
obtener una bendición patriarcal..." ("The Foundations of Righteousness", Ensign, nov. de 1977, pág. 4).
La hermana Nancy Seljestad de Homer, Alaska, nos cuenta la forma en que ella descubrió sus talentos.
Le pidió a su esposo que le diera una bendición especial y en ella, él recibió la inspiración de decirle que, si
no desarrollaba sus talentos pronto, les sería quitados y dados a otra persona. Ella dijo: "Estaba muy asustada
e Impresionada, y me sentí humilde. Me hizo pensar que ... no poseía nada que fuera una evidencia de que
tenía un talento. ¿Cómo podía desarrollar algo que me era imposible reconocer? Enterrado muy dentro de mí,
tenía que haber una fuente de dones que me eran desconocidos, y que jamás había utilizado. Siendo yo un
miembro nuevo podía ver dentro de la Iglesia cantidad de personas dotadas de talentos, que a través de los
años habían podido cantar, escribir y hablar en público, y yo no poseía ninguno de estos talentos.
Súbitamente pude darme cuenta de que podía actuar de acuerdo con mis deseos e intereses que tenía y
de esa manera revelar y utilizar mis talentos en una forma pequeña.
Descubrí a través de la oración que mis intereses y deseos eran: La gente: Decidí llevar a cabo las
buenas intenciones que siempre tuve, pero que raras veces practiqué, y era la de hacer felices a otros. Como
un inicio cociné un pastel para un niñito cuya madre se hallaba lejos.
La música: No puedo leer música ni tocar un instrumento, pero me gusta mucho la música. Me puse en
contacto con una hermana con el talento musical y le indiqué que deseaba cantar un dueto con ella.
£/ drama: Me ofrecí para encargarme de una 'noche de drama', la cual sería pagada y cuyos fondos
utilizaríamos para ayudar a los jóvenes en su proyecto para ir al templo.
El escribir: A menudo me conmueven ciertos hechos o palabras que alguna persona hace o dice y
decidí poner esos sentimientos por escrito y mandárselos por correo a la persona que dijo o hizo tal cosa ...
Tal vez nunca llegue a ser famosa ... Pero sí sé que lo que es mío, lo puedo compartir con otros a
quienes aprecio, como mi familia, nuestros miembros en al rama y vecinos. Pequeños, quizás aún no muy
desarrollados, valiosos y dados por Dios, son mis propios talentos" ("1 Dug Up My Talents," Ensign, marzo
de 1976, pág. 31).
Nuestros talentos al principio quizás sean pequeños, pero si somos constantes pueden crecer. Cuando
tratamos de mejorar un talento, con frecuencia desarrollamos otros talentos. Una capacitación especial o una
educación formal puede ayudarnos a crecer en muchas artes. Cuando nos enfrentamos a los problemas u
obstáculos, éstos pueden ayudarnos a desarrollar nuevos talentos. Como miembros de la Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Últimos Días tenemos muchas oportunidades para encontrar y desarrollar nuevos
talentos, especialmente cuando aceptamos llamamientos para servir. A muchos de nosotros se nos llama no
por lo que podemos hacer, sino por lo que somos.
El élder Franklin D. Richards dijo: "Frecuentemente, cuando se le pide a una persona que acepte un
cargo en la Iglesia, se le oye a ésta decir: 'Yo no puedo hacer eso; no tengo tanta experiencia ni educación
como la persona que ha estado sirviendo'. Pero con fe, estudio, trabajo y oración, el Señor hará posible para
nosotros llevar a cabo las cosas que parecen imposibles" ("Edificar el reino", Liahona, mayo de 1975, pág.
21).
La hermana María Teresa P. de Paredes, esposa del Presidente de la Misión de México-Veracruz, dice:
"Cuando una mujer es activa en la iglesia, desarrolla talentos inesperados que ella misma ignoraba
poseer. Al estudiar el evangelio y aplicar los principios correctos en su vida diaria, se convierte en una
persona mejor y más capacitada para ayudar a su familia y a la comunidad" ("La mujer y el evangelio",
Liahona, marzo de 1977, pág. 4).
El presidente Kimball citó del presidente Brigham Young lo siguiente: "Todo logro, todo talento
refinado, todo conocimiento en matemáticas, música y todas las ciencias, debe ser patrimonio de los santos"
("Las artes de acuerdo con el evangelio", Liahona, abril de 1978, pág. 2).
El presidente Kimball espera el día cuando los grandes artistas y maestros se convertirán en miembros
de la Iglesia. Nosotros como miembros de esta iglesia deberíamos ser iguales o superiores a otros en
habilidad natural y capacitación, porque tenemos el Espíritu Santo que nos proporciona luz y verdad. (Véase
"Las artes de acuerdo con el evangelio, Liahona, abril de 1978, pág. 2).
Use sus talentos o los perderá

Una vez que hayamos descubierto y desarrollado nuestros talentos, el Señor espera que los utilicemos,
porque si no lo hacemos, los perderemos. Podemos comparar nuestros talentos al maná que envió el Señor a
los israelitas en el desierto. Cada día se hallaban con que la tierra estaba cubierta de maná y la gente juntaba
todo el que podía, ya que el que quedaba se echaba a perder. Así sucede con nuestros talentos: Si no los
usamos los perderemos.
El Señor ha dicho: "Mas con algunos no estoy complacido, porque no quieren abrir sus bocas, sino que
esconden el talento que les he dado, a causa del temor de los hombres. ¡Ay de los tales! porque mi enojo está
encendido en contra de ellos.
Y acontecerá que si no me son fieles, les será quitado aun lo que tienen" (D. y C. 60:2-3).
El élder Richard L. Evans contó de una madre que se hallaba preocupada con su hija por lo que estaba
o no estaba haciendo con sus talentos y oportunidades ... Un día la madre le dijo: "Te he dado la vida, ahora
haz con ella algo". Entonces el élder Evans dijo: "¿Podemos imaginarnos al Padre diciéndonos la misma
cosa?" "Os he dado la vida, ahora saca provecho de ella, os he dado tiempo, inteligencia, todo lo que la buena
Tierra ofrece, ahora usadlo" ("We are Going to Be What We Live Like", Improvement Era, diciembre de
1970, pág. 88).
La cantidad de talentos que tengamos no es tan importante como la manera en que los usamos. El
Señor ha dicho: "Porque de aquel a quien mucho se da, mucho se requiere" (D. y C. 82:3). Ya sea que los
talentos sean mayores o menores, debemos utilizarlos.
La felicidad viene por el uso correcto de los talentos

El Señor ha dicho: "Buscad diligentemente los mejores dones, recordando siempre para qué se dan.
Porque de cierto os digo, que se dan ... para que se beneficien todos" (D. y C. 46:8-9).
Los talentos y habilidades pueden ayudarnos tanto a nosotros mismos como a otros. Con gratitud
debemos utilizar nuestros talentos especiales para ayudar espiritualmente a otros. Debemos usarlos para
enseñar a los niños y jóvenes y para inspirarlos a esforzarse más. Nuestras familias son bendecidas cuando
utilizamos los talentos que poseemos, si aprendemos a cocinar, a coser y mantener nuestra casa en orden,
podemos embellecer la vida de otros así como la nuestra. Al ser nobles y bondadosas, nuestros hogares son
bendecidos con paz y armonía. Podemos extender nuestro conocimiento y talentos a los vecinos en donde
residimos. Podemos proporcionar gozo a los amigos que nos rodean y a los que nos necesitan.
Desafortunadamente, algunas personas descubren su talento, lo desarrollan bien, pero lo utilizan para
ayudar a otros en la forma equivocada. De hecho, algunos lo utilizan para el mal. La persona que posee una
hermosa voz para cantar, utiliza ese talento para cantar canciones inmorales. La persona que se inspira
escribiendo poesía, puede hacer mal uso de su talento al escribir literatura pornográfica. Un orador dotado
con ese talento puede guiar a otros al pecado. "El talento sin carácter se debe temer más que estimar"
(Richard L. Evans, Thoughtsfor One HundredDays, pág.208).
Anteriormente en esta lección nos enteramos de la hermana Seljestad, quien desarrolló varios talentos
desconocidos para ella. El presidente de esta hermana le pidió que fuera la directora de relaciones públicas de
la rama, lo que le dio la oportunidad de usar algunos talentos escondidos. Se acercó al editor de un diario para
pedirle que le permitiera escribir una columna religiosa para el diario semanal de su comunidad. Esto le
brindó la oportunidad de trabajar con líderes de otras iglesias, ya que dijo en una de las columnas: "He podido
disipar varias leyendas en cuanto a la Iglesia, y he tenido la oportunidad de obsequiar varios ejemplares del
Libro de Mormón" (véase "Calling Inspires NewTalent", Church News, 4 de febrero de 1978, pág. 14).
El élder Boyd K. Packer nos da este desafío: "¡Adelante, vosotros que poseéis talentos; cultivad
vuestro don! Desarrolladlo en cualquiera de las artes y en cada ejemplo digno de ellos. Si tenéis la habilidad y
el deseo, buscad una carrera o emplead vuestros talentos como una vocación o cultivadlos como un
pasatiempo. Pero de todas maneras bendecid a otros con ellos. Estableced una norma de excelencia ... Nunca
expreséis vuestros dones indignamente" ("Las artes y el Espíritu del Señor", Manual de la Sociedad de
Socorro 1977-78, pág. 20).
Hemos sido muy bendecidos con talentos y habilidades y con oportunidades para desarrollarlos.
Nuestro Padre Celestial espera que utilicemos estos talentos para nuestro propio beneficio, y el de otras
personas. Cuando utilizamos nuestros talentos en la forma debida, traemos gozo a otros, y al utilizarlo en
propósitos correctos, se expandirán y desarrollaremos nuevas habilidades y oportunidades. Es muy
importante que recordemos que nuestras habilidades son dones de Dios y que somos responsables por lo que
hacemos con ellos.
Desafío
Examine sus intereses, busque y desarrolle un talento escondido. Entusiasme a la familia a que
descubra y desarrolle sus talentos.
Escritura adicional
Mateo 25:14-30 (la parábola de los talentos).
Leccón 28
Cómo desarrollar
nuestras habilidades profesionales
El objetivo de esta lección es inspirarnos a encontrar y desarrollar nuestras habilidades profesionales.
Algunas veces las mujeres también deben trabajar fuera del hogar
En la mayoría de los casos, el padre o esposo trabaja para el sustento de la familia, sin embargo, no
siempre es así. Hay otros que deben prepararse para ayudar. Muchas mujeres trabajan para poder mantenerse
y otras veces para el sostenimiento de su propia familia.
¿Cuáles son algunas razones por las que una hermana con familia trabaja? Enumere las respuestas de
las hermanas, juntamente con las siguientes:
Una hermana tal vez necesita buscar trabajo porque:
1. Su esposo o padre ha fallecido.
2. Su esposo o padre se encuentra incapacitado por causa de enfermedad o de accidente.
3. Es soltera y tiene que mantenerse.
4. Es divorciada.
5. El sueldo del esposo no es suficiente para sufragar las necesidades de la familia.
6. Hay necesidad de una entrada adicional o por una enfermedad inesperada o por causa de otros
problemas.
Las mujeres deben prepararse para un empleo profesional

Las mujeres deberían estar preparadas para un empleo en dos formas: ser una ama de casa y poder
ganar el sustento de la familia. "Una hermana soltera es siempre más feliz si tiene una preparación en la cual
pueda servir socialmente y ser financieramente independiente . . . Cualquier mujer puede enviudar
inesperadamente. La propiedad puede desaparecer al momento de fallecer el esposo. Así es que cualquier
mujer puede encontrarse bajo la necesidad de ganar el propio sustento y el de sus hijos. Si ella se ha
preparado para las emergencias de la vida, las cuales podrían ocurrirle, se sentirá mucho más feliz y tendrá un
mejor sentido de seguridad." (Camilla Kimball, "A Woman's Preparation," Ensign, marzo de 1977, pág. 59.)
No se anima a las madres con hijos pequeños que trabajen fuera del hogar, pero de todas maneras
deben prepararse para ganarse la vida. Antes de que una mujer decida trabajar fuera de la casa, para satisfacer
las necesidades de la familia, deberá considerar si vale la pena. Ella deberá estar segura de que aunque haga
un cuidadoso presupuesto y la producción en el hogar, todavía necesita trabajar. Deberá hacer cualquier
esfuerzo por quedarse en la casa con los niños.
"Las madres con hijos pequeños deberán dedicar todas sus energías a permanecer en el hogar, cuidar
de sus hijos y dedicarse a enseñarles, y no a buscar empleo fuera del hogar, a menos que no haya otra manera
de sufragar las necesidades básicas de la familia." (Carta de la Primera Presidencia al hermano Neal A.
Maxwell y Dallin H. Oaks; citado por Dallin H. Oaks, "Insights", Ensign, marzo de 1975, pág. 56.)
La madre que, además de cumplir con sus obligaciones en la casa, de repente tiene que trabajar para
sostener a la familia, tiene una gran necesidad de prepararse profesionalmente. Si ella ya previno esto, se le
presentarán mejores oportunidades de trabajo con más facilidad.
Si podemos trabajar, no debemos esperar que una agencia gubernamental o de bienestar se haga cargo
de nuestras necesidades. El Obispado Presidente dijo: "El sistema del Señor está diseñado de forma tal que se
pueda ayudar a cada uno de nosotros en forma separada y de acuerdo con nuestras necesidades" (Victor L.
Brown, "La Iglesia y la familia en los Servicios de Bienestar", Liahona, Agosto de 1976, pág. 100).
La forma de prepararnos para un empleo
Discuta con las hermanas las formas en que las mujeres pueden prepararse para un empleo. Anime a
las hermanas a que le den otras ideas.
Las hermanas solteras ya sean jóvenes o adultas pueden:
1. Establecer una meta para una carrera profesional y obtener toda la educación y capacitación
posibles.
2. Tomar clases regulares o por la noche para prepararse.
3. Buscar un trabajo eventual (salario por horas) para obtener experiencia y preparación.
4. Buscar instrucción para prepararse para las responsabilidades de esposa y madre.
5. Ofrecer voluntariamente su trabajo en hospitales, agencias públicas, escuelas, etc.
6. Aprender artes con las que puedan ganar dinero en el hogar.
¿Hay oportunidad de trabajar por horas en su región? ¿Se imparten clases para continuar su educación?
Las hermanas casadas que actualmente no necesitan trabajar, pueden:
1. Tomar clases que las prepararán para un empleo.
2. Buscar el consejo y orientación en escuelas y servicios públicos.
3. Ofrecer servicios voluntarios que le ayude a mejorar sus habilidades de trabajo.
Por supuesto que ninguna de estas actividades deberán alejar a la madre de los cuidados de su familia.
No deberá sentirse tentada a trabajar fuera de la casa, cuando todavía tiene hijos pequeños en casa.
¿Cuáles son algunas maneras adicionales que pueden prepararla para una empleo?
Una hermana en Centroamérica se quedó viuda, cuando su hijo menor contaba solamente con un año
de edad. Al principio se sintió muy inútil, con tres niños pequeños que mantener y se dio cuenta de que tenía
que aprender a hacer algo para sostener a su familia. Tomó unas clases para preparar moldes de costura y
vestuario, para poder trabajar y estar al mismo tiempo con sus niños en la casa. Mejoró en tal forma sus
habilidades que más tarde se le pidió que irnpartiera algunas clases para el gobierno. Como resultado de sus
esfuerzos y su capacidad para manejar el dinero, sus tres hijos pudieron asistir a las mejores escuelas,
obteniendo todos, diplomas de maestros. Esta hermana es una de las muchas que han hallado la manera de
desarrollar sus talentos y convertirlos en habilidades de trabajo.
Cuando estamos buscando empleo, debemos decidir lo que queremos hacer, si fuera posible,
seleccionar algo que nos interese. Luego, aprender todo lo que se pueda con respecto a eso. Si decidimos
producir algo en casa, debemos tratar de conseguir algo que se venda bien y que nos deje ganancia. Podemos
mostrar nuestros trabajos manuales a nuestros amigos, vecinos y parientes, o ponerlos a disposición en algún
lugar.
Debemos siempre orar para recibir la ayuda necesaria para hacer decisiones. También es necesario
pedirle al Señor que nos ayude a encontrar la forma de prepararnos.
"En vez de esperar para ver qué es lo que el Señor va a hacer por nosotros, busquemos algo que
podamos hacer por nosotros mismos" (Discourses of Brigham Young, pág. 293).
Cómo ganar dinero en la casa

Muchas mujeres han utilizado sus talentos para ganar dinero en casa. Esto es de mucha ayuda cuando
la madre con hijos pequeños tiene que trabajar. A continuación presentamos algunas maneras de ganar dinero
en casa:
1. Cosiendo la ropa de niños, cortinas, vestidos de novia, uniformes, artículos para el hogar, animales
de felpa, muñecas, y ropita para muñecas.
2. Haciendo trabajos manuales como bordar, tejer, hacer acolchados, arreglos florales o confección de
flores, hechura de joyas, platería, ma-cramé, etc.
3. Cocinando o decorando pasteles, haciendo pasteles, pan, galletas, dulces, etc.
4. Cuidando niños: Cuidando niños ajenos en la casa o teniendo en el hogar una escuelita de párvulos.
5. Sembrando y vendiendo lo cosechado: Los productos frescos son siempre una gran demanda.
Algunas hermanas que viven en lugares donde hay muchas huertas, hacen sus propias jaleas y mermeladas de
la fruta local. Ellos los venden al lado del camino o en las tiendas.
6. Enseñando música, baile, o arte.
7. Cuidando a los ancianos.
8. Escribiendo una columna para el diario local.
9. Sirviendo de tutores a estudiantes.
10. Escribiendo a máquina o llevando la contabilidad.
11. Vendiendo por teléfono.
12. Actuando como representante de alquileres para propietarios de apartamentos.
13. Dando hospedaje a alguien en su casa.
14. Proveyendo cuidado a los niños físicamente incapacitados.
15. Acicalamiento de animales.
16. Trabajando como cultora de belleza.
Debemos comprender y obedecer cualquier requisito legal de nuestro país
para obtener un permiso para trabajar en casa lucrativamente.
¿Cuáles son algunas otras formas para ganar dinero en casa?
¿Por qué es bueno mejorar nuestros talentos, aun cuando nunca tengamos que trabajar fuera del hogar?
Conclusión
Se dice que debemos trabajar para ganarnos el sustento. Las Escrituras nos recomiendan que no seamos
ociosas. (Véase D. y C. 42:42). Los líderes de la Iglesia nos han repetido una y otra vez que aprendamos a
sostenernos.
¿Por qué es Importante que nos preocupemos de nuestras propias necesidades? ¿Por qué no debemos
dejar la carga sobre alguien más para que lo haga?
Debemos estar preparadas para conseguir nuestro sostén así como el de nuestra familia. Debemos
empezar temprano a desarrollar nuestros talentos, y estar preparados para ganarnos la vida en caso que sea
necesario. Debemos aprender formas de ganar el sustento diario, utilizando nuestros talentos para sentirnos
satisfechos y seguros.
Si es necesario que trabajemos, debemos obtener toda la información necesaria en cuanto a las
oportunidades de empleo; obtener tanto todo el entrenamiento necesario como la experiencia y orar en cuanto
a las decisiones que necesitamos hacer.
El presidente Marión G. Romney ha dicho que nuestra salvación no puede obtenerse por ningún otro
principio, sino que es un asunto individual que debemos lograr tanto por medio del respeto a las cosas
materiales como a las espirituales. El puso énfasis en que "aquellos que son pobres serán exaltados solamente
cuando sean capaces de lograr la independencia y la autonomía mediante su propia industriosidad y
frugalidad" ("Según mi propia manera", Liahona, febrero de 1977, pág. 70).
Desafío
Haga una lista de los talentos y habilidades que podría proporcionar a la familia. Escoja por lo menos
uno y trate de mejorarlo. Desafíe a las hermanas más jóvenes que principien ahora a desarrollar una habilidad
por medio de experiencias prácticas, clases, lecciones o servicio voluntario.
Lección 29
Cómo enseñar a nuestras familias el valor del trabajo
y la responsabilidad
El objetivo de esta lección es ayudarnos a enseñar a los miembros de la familia a respetar el trabajo y a
sentirse responsables hacia la familia.
El privilegio de trabajar
"El otro día leí una noticia en un diario de Miami acerca de una entrevista con un pastor jubilado cuya
edad se encuentra registrada en los 165 años. Se llama Shirali Mislimov; nació y ha vivido toda su vida en el
Cáucaso en esa región ubicada entre el Mar Negro y el Mar Caspio ...
Mislimov todavía corta leña. 'Estoy convencido de que un ocioso no puede vivir mucho,' le dijo a quien
lo entrevistó ...
El artículo informó que el anciano todavía 'escarba alrededor de los árboles en una huerta, que ha
vuelto a plantar varias veces en su vida.'
'El trabajo constante, el aire de las montañas y el comer moderadamente me ayudó a llegar a tan
avanzada edad' comentó Mislimov, que no toma ni fuma." (Wendell J. Ashton, "La dulzura del trabajo",
Liahona, junio de 1972, pág. 35.)
El presidente David O. McKay dijo: "Démonos cuenta de que el privilegio del trabajo es un don, que el
poder del trabajo es una bendición, y el amor al trabajo es el éxito" (citado por Franklin D. Richards, "The
Gospel of Work", Improvement Era, diciembre 1969, pág. 101).
La mejor forma para hacer frente al aburrimiento y al desánimo es el trabajo arduo. ¿Qué es el trabajo?
El trabajo con un propósito específico es el esfuerzo que produce un resultado positivo. Pintar un cerco,
remover la tierra en un huerto, escarvar una zanja son formas de trabajo físico. El estudio para las clases es
también trabajo. El cuidado de otros es trabajo. ¿Cuáles son algunas otras formas de trabajo?
Cómo enseñar a los niños el trabajo

Es importante que los niños aprendan buenos hábitos y actitudes en cuanto al trabajo mientras estén
jóvenes. Estos hábitos tal vez permanecerán con ellos para siempre. Hay una gran diferencia entre una vida
útil y productiva y otra que es ociosa y pródiga.
¿Por qué deben aprender los niños buenos hábitos y actitudes?
El obispo Vaughn J. Featherstone contó la historia de cómo una hermana le enseñó a un jovencito a
trabajar:
"En cierta ocasión, una dama aristócrata dió empleo a un jovencito de trece años para que se encargara
de su jardín y patio de la casa. Después de la primera semana le dijo: 'Así como hay diferentes personas, así
también hay distintas maneras de cortar el césped y éstas pueden tener un valor desde un centavo hasta cinco
dólares. Digamos que el trabajo que haz hecho hoy vale tres dólares ... un trabajo con un valor de cinco
dólares por cortar el césped es imposible, así es que es mejor olvidarlo.'
Ella permitió que el joven evaluara su trabajo y decidiera lo que ella debía pagarle. La primera semana
de trabajo recibió dos dólares y se fijó la meta de ganarse cuatro dólares la siguiente semana, pero el trabajo
que hizo no valía ni siquiera los tres dólares. Trabajó cuidadosamente y buscó formas para que el jardín se
viera mejor, pero en las próximas semanas no pudo sobrepasar los tres dólares con cincuenta centavos. Por
último decidió que en vez de tratar de ganar cuatro dólares, iba a ganar los cinco. Pensó en todas las formas
posibles de hacer que el patio se viera hermoso. Todo el día trabajó arduamente, descansando sólo de vez en
cuando, le tomó mucho más tiempo que antes, pero cuando ya casi había terminado, se sentía satisfecho que
había hecho un trabajo que si valía los cinco dólares.
Después de revisar el jardín cuidadosamente la dama decidió que el joven había hecho lo imposible, lo
elogió por su trabajo y se sintió gustosa de pagarle los cinco dólares que merecía.
Años más tarde, cuando ya el muchacho se había convertido en un hombre, recordó la importancia que
para él tuvo esa experiencia:
"Desde aquella vez, hace 25 años, cuando me he encontrado en un callejón sin salida, súbitamente, con
el recuerdo de aquella palabra, 'imposible', acude en mi ayuda ese aliciente Inesperado, ese algo, que muy
dentro de mí, me ha hecho saber, cuando no ha habido salida alguna, que siempre existe una posibilidad de
salir adelante" (citado por Richard Thurman, "The Countess and the Impossible, "Reader's Digest, junio de
1958).
Los niños por lo regular sienten que hacer lo mejor es imposible, pero esta historia nos muestra que
podemos darles el desafío de hacerlo aún mejor que antes. Debemos elogiarlos por el trabajo bien hecho y por
el progreso que hayan logrado, para que no se desanimen.
¿En qué forma podemos desafiar y animar a nuestros hijos a desempeñar mejor sus labores escolares?
Pida que alguien diga la forma en que animó a sus hijos a que tuvieran éxito fuera del ramo educativo.
El trabajo contribuye al éxito de la familia

El presidente Spencer W. Kimball dijo: "Creemos en el trabajo para nosotros mismos y para nuestros
hijos ... debemos entrenar y habituar a nuestros hijos a ser laboriosos y ellos deben aprender a compartir las
responsabilidades de la casa, con asignaciones que ayuden a conservarla limpia no obstante lo humilde que
pueda ser; también pueden turnarse en el cuidado del huerto" (". . .un reino que no será jamás destruido ..
.",Liahona, agosto de 1976, pág. 3).
¿Por qué carece de sentido de responsabilidad familiar, el niño que trabaja sólo para su propio
beneficio?
Algunos padres sienten que tuvieron que trabajar arduamente cuando estaban creciendo, y no quieren
que los niños cooperen con el trabajo en el hogar. Otros creen que los niños no son lo suficiente grandes o no
están capacitados para hacer mucho, más sin embargo, algunos piensan que se debe permitir a los hijos
ayudar en el hogar. ¿Cuáles son los resultados de estas actitudes sobre el trabajo? Quizás nos preguntemos
como podemos ayudar a nuestros hijos a que aprendan el gozo del trabajo y a sentirse responsables hacia la
familia. Cada situación familiar es diferente, pero los niños pueden aprender a trabajar y a tomar
responsabilidades en diferentes maneras.
Escriba en la pizarra o muestre en un cartel, las formas de enseñar a los niños a trabajar:
1. Enséñeles a tener cuidado de sus propias necesidades físicas.
2. Pida a los hijos mayores que se encarguen de los más pequeños.
3. Enséñeles a que ayuden con el cuidado del huerto o el negocio de la familia.
4. Organice proyectos de trabajo que puedan desempeñar como familia.
ENSÉÑELES A TENER CUIDADO DE SUS PROPIAS NECESIDADES FÍSICAS
Debemos enseñar a los niños a recoger sus cosas del suelo y cuidar su ropa. Aun en casas donde hay
empleadas domésticas que se encargan de algunas de las tareas, debe enseñársele al niño ciertas
responsabilidades. Algún día tendrán necesidad de enseñar estas mismas cosas a sus hijos o a aquellos a
quienes empleen. Los niños deben aprender a ser autodepen-dientes, necesitan aprender actitudes positivas
sobre el trabajo, así como las lecciones que enseña el trabajo.
¿Cuáles son algunas otras formas de enseñar a los hijos a preocuparse de sus necesidades físicas?
PIDA A LOS HIJOS MAYORES QUE SE ENCARGUEN DE LOS MAS PEQUEÑOS Los hermanos
mayores deben sentir parte de su responsabilidad cuidar a sus hermanos menores. Pueden atenderlos cuando
los padres se encuentran ausentes. Pueden leerles, cantar, jugar con ellos y entretenerlos. La mayoría de los
hijos mayores deberán dar un buen ejemplo. El élder Adney Y. Komatsu mencionó sobre el poder del
ejemplo:
"Recientemente, en una reunión de ayuno y testimonios, un jovencito dio su testimonio por primera
vez después de haberse bautizado. Hizo vibrar el corazón de todos los presentes cuando dijo: 'Mi hermano ha
sido un gran ejemplo para mí. Advertí el gran cambio que se verificaba en él al paso que magnificaba su
llamamiento en el sacerdocio. Sé que mi hermano fue llamado por Dios al cargo que ocupa en la Iglesia; es
una persona que tiene compasión, que presta servicio a sus semejantes y que sirve al Señor con diligencia,
con humildad y alegría. Quiero llegar a ser como mi hermano'." (En Official Report of the Korea Área
Conference, agosto de 1975, pág. 4.)
¿Cuáles son otras de las maneras en las que pueden ayudar los hermanos mayores a los menores?
ENSÉÑELES A QUE AYUDEN CON EL CUIDADO DEL HUERTO O EL NEGOCIO DE LA
FAMILIA
Como miembros de la familia, los niños deberían compartir el trabajo. El presidente Spencer W.
Kimball describió sus propias experiencias de joven, así:
"Estoy agradecido por las experiencias que pasé bajo la instrucción de mi padre de lavar las cosas con
un jabón sin olor para sacar toda aspereza y luego engrasarlas para que pudieran preservarse. Aprendí a pintar
el cerco de estacas, el tanque de agua, el cobertizo del carruaje, el granero, la carretilla y el carretón y por
último la casa. Y aunque algunas veces me salían ampollas en las manos, nunca me he sentido agobiado por
esas experiencias" (Conference Report, abril 1976, pág. 172).
La familia de siete hijos de Willy Herrey de Goteborg, Suecia tenían algo que ver con el éxito del
negocio de la familia. "Padre, madre e hijos -entre los diez y los dieciocho años de edad- entregan periódicos
antes del amanecer; también entrenan y venden caballos. Durante el verano dirigen una finca turística ubicada
en Stromstad donde reciben de cuatrocientos a seiscientos niños originarios de Suecia, Noruega y Finlandia.
Cuando el día apenas empieza para la mayoría de las personas, los Herrey ya han estado en' acción por varias
horas. Después del trabajo y la escuela, el día finaliza con las actividades de la Iglesia. Los lunes por la noche
- la noche de hogar para la familia— cantan y tocan instrumentos musicales.
Todos ellos se encuentran demasiado ocupados y alegres como para sentirse desdichados" (Edwin O.
Haroldsen, "Cambiando vidas", Liahona, noviembre de 1971, pág. 25).
Cuando la familia trabaja unida en un negocio, ésto puede ayudar a los niños a sentirse orgullosos por
su familia y sus logros. Pueden ahorrar dinero para una misión y para estudios futuros.
¿Qué otros beneficios se pueden obtener al incluir a los niños en las labores familiares?
ORGANICE PROYECTOS DE TRABAJO QUE PUEDAN DESEMPEÑAR COMO FAMILIA
Los proyectos de trabajo para la familia proveen buenas experiencias y unión. Sí estos proyectos se
centran en los talentos e intereses de los miembros de la familia, éstos pueden resultar muy divertidos para
todos. Cuando trabajan juntos, tanto los hijos como los padres se sienten más cerca los unos a los otros y
aprenden de cada uno.
En una familia, los padres se hallaban preocupados de que sus hijos no llegaran a comprender el valor
del trabajo. Comprendieron que estaban desperdiciando una oportunidad de enseñar a sus hijos el valor del
trabajo cuando emplearon un conserje para que limpiara la oficina del padre (que era doctor).
Los hijos emocionados acerca de la idea de ganar un poco de dinero, tomaron esta responsabilidad de
limpiar la oficina cada mañana. El trabajo en equipo se convirtió en algo importante, las niñas limpiarían la
oficina una mañana mientras los varones se quedaban en la casa ayudando con los quehaceres. A la mañana
siguiente cambiarían de responsabilidades.
El proyecto requirió el tiempo y esfuerzo de los padres, ya que la madre se encargaba de llevar a los
niños a la oficina cada mañana, pero lo que éstos ganaron tenía mucho más valor que el esfuerzo extra que se
había requerido" (Elwood R. Peterson, "Family Work Projects for Fun and Profit", Ensign, junio de 1972,
pág. 8).
¿Cuáles fueron los beneficios que obtuvo la familia por trabajar junta? (Los niños llegaron a conocer
mejor el trabajo del padre; los hijos sintieron que eran parte del negocio del padre; tenían sus
responsabilidades diarias que cumplir; eran responsables de ver que el trabajo se hiciera bien; aprendieron el
valor del trabajo mancomunado.)
Los niños pueden aprender a sentir gozo y placer por el trabajo

Cuando los niños gozan trabajando, tratan de hacerlo mejor. Aquellos que no gozan del trabajo
regularmente tienen excusas. El presidente N. Eldon Tanner nos cuenta la diferencia entre dos jóvenes
mensajeros que trabajaban para la misma compañía:
"Uno de ellos estaba interesado en todo lo que pasaba a su alrededor... Deseaba servir y ayudar a otros,
también quería aprender todo lo que pudiera con respecto al negocio ... Estaba tratando de ser el mejor men-
sajero ... Tenía apenas unos pocos meses de estar trabajando cuando uno de los supervisores, quien lo venía
observando, deseaba que trabajara con él, de modo que pudo ser avanzado a una posición de más
responsabilidad. Antes que terminara el año, lo habían avanzado a otro puesto, y así continuaría avanzando a
causa de su actitud. Este joven estaba preparado para hacer más de lo que se le pedía. Estaba interesado en
esta compañía y deseaba servir en lo que le fuera posible, era además muy independiente. El otro chico
mensajero se quedó en el mismo puesto que empezó ... Por supuesto creía que era la compañía la que no lo
apreciaba" (Seek Ye First the Kingdom of God, págs. 236-37). ¿En qué consistió que uno tuviera éxito y el
otro no?
Cuando la verdadera recompensa sea la felicidad de otros, los niños gozaran más del trabajo. El
presidente David O. Mckay nos dio un ejemplo: "Me he dado cuenta de que hay jovencitas que pasan todo el
día dedicado a los ancianos en el servicio de ellos, proporcionándoles todo el consuelo y felicidad que
necesitan. Recuerdo en una ocasión cuando una de ellas llegó durante la tarde y de repente se dio cuenta de
que se encontraba agotada, se recostó en el sillón y dijo: 'Estoy muy cansada, pero saben, éste ha sido uno de
los días más felices de mi vida.' Había encontrado gozo en el trabajo que brinda felicidad a otros.
Aprendan a amar su trabajo, aprendan a decir 'Esta es mi obra, mi gloria y no mi destino'" (Stepping
Stones to an Abundant Life, págs. 115-16). Si el niño tiene éxito es porque le ha gustado el trabajo. Cuando
un niño empieza a aprender una tarea, una persona adulta o un niño mayor necesita ayudarlo para que
después pueda hacerlo por sí solo. Luego debemos reconocer el éxito del niño y elogiar sus esfuerzos. Es
muy fácil fijarnos en las cosas que el niño hace mal, porque esperamos que lo haga mejor la siguiente vez,
pero los niños desempeñan mejor su trabajo cuando los elogiamos por las cosas correctas que hacen.
Podemos hacer del trabajo algo más placentero si cantamos o aun si trabajamos en forma de juego. Los
padres pueden contar historias o aventuras propias o de sus antepasados. Todas estas actividades hacen del
trabajo algo divertido. No olviden que de vez en cuando los niños necesitan un día de vacación. Si se les da
un día libre cada semana, harán con más gozo las tareas al día siguiente. También necesitan tiempo para ellos
mismos, para jugar o para otras actividades dianas después de haber terminado con sus responsabilidades.
Pida a las hermanas que le digan la forma en que han hecho que el trabajo sea algo divertido para su
familia.
Conclusión
Para enseñar a nuestros hijos a tener éxito en el trabajo, debemos tener entusiasmo hacia nuestro propio
trabajo. Quizás una forma de ayudar a nuestros hijos es hacer nuestro trabajo con gozo. Brigham Young dijo:
"Cada uno de nosotros probablemente se dará cuenta que la felicidad en este mundo, depende del trabajo que
hace y la forma en que lo llevaa cabo" (Citado por Elwood R. Peterson, "Family Work Projects for Fun and
Profit", Ensign, junio de 1972, pág. 9).
Lección 30
Cómo lograr y enseñar el autodominio
El objetivo de esta lección es ayudarnos a lograr y enseñar el autodominio.
Introducción
El presidente David O. McKay describió a su madre con estas palabras:
"Para sus hijos, y todos aquellos que la conocieron bien, ella era una persona admirable y distinguida.
Aunque era una persona muy alegre, también era calmada y dueña de sí misma. Sus grandes ojos obscuros
declaraban cualquier cambio de emoción la cual, sin embargo, siempre estaba bajo un perfecto control."
(Secrets oí a Happy Life, pág. 1.)
Leemos en las Escrituras: "Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte" (Proverbios 16:32). También
en El Libro de Mormón leemos lo siguiente: "procura también refrenar todas tus pasiones para que puedas
estar lleno de amor..." (Alma 38:12).
Nuestros apetitos y pasiones son como un caballo brioso y enérgico. SI le permitimos que corra
salvajemente, desaparejado, indómito, entonces nos llevará a donde le plazca, quizás a lugares peligrosos.
Pero no nos desha-ceremos de un caballo fino simplemente porque es inquieto. Cuando frenamos el caballo
para poderlo guiar, éste puede prestarnos un mejor servicio. De la misma manera, cuando aprendemos a
dominar y controlar nuestros deseos y sentimientos, aprendemos a cambiar la dirección de ellos de acuerdo
con las enseñanzas del evangelio, entonces, estos sentimientos se convertirán en nuestros servidores y
aumentarán nuestra habilidad para sentir gozo y amor.
Es importante el autodominio para poder progresar

Para nosotros el bautismo fue el iniciador de una nueva vida, lo hicimos para seguir los pasos del
Salvador, y poder resistir lo mundano, nuestras debilidades y el pecado. El Salvador nos enseñó:
".. .Si alguno quiere venir en pos de mí, niegúese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará" (Mateo 16:24-25).
También enseñó: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que
lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
"Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan"
(Mateo 7:13-14).
Para entrar por la puerta estrecha se requiere moderación y abnegación.
Quiere decir actuar pero sin algunas cosas que son muy tentadoras. Cuando conocemos la verdad y
permanecemos en ella, recibiremos la libertad como recompensa. (Véase Juan 8:31-32).
Lea Juan 8:31-32. Escriba lo siguiente en la pizarra. ¿En qué forma puede hacernos libres el cumplir
con los principios del evangelio? Pídales que piensen en esa pregunta.
Cuando refrenamos nuestras pasiones, nos estamos librando de sentimientos que podrían dominarnos.
Si demostramos enojo, celos, revancha, egoísmo, orgullo, jactancia, odio, etc. ésto nos atará. Continuamente
crecerán en nosotros, penetrarán en nuestro carácter y se convertirán en nuestros hábitos. En esta forma, no
perderemos solamente nuestra libertad, sino también el autorespeto.
Cuando refrenamos nuestros apetitos, nos libramos de deseos que podrían convertirse en nuestros
amos. Si nos entregáramos a nuestros deseos por comer demasiado o por substancias dañinas tales como el
café, tabaco, té y licor, podrán controlarnos, nuestros cuerpos principiarán a apetecerlos y nos convertiremos
en sus esclavos.
El hambre por las cosas materiales (cuando ya tenemos lo necesario), por dormir mucho o por
divertirnos mucho (como la televisión), son apetitos que debemos mantener dentro de nuestros propios
límites.
Pida a las hermanas que piensen en los deseos, sentimientos y hábitos con los que tienen más
problema. Pregúnteles que si se entregan a estos apetitos se sienten encadenadas. Lea 2 Nefi 9:45. ¿En qué
forma nos hace libres el cumplir con los principios del evangelio?
Nuestro bondadoso Padre Celestial nos dio mandamientos porque nos ama, desea protegernos del mal,
desea ayudarnos a que ganemos el autodominio para que seamos bendecidos. Nos dio la ley del ayuno, en
parte para que aprendiéramos a controlar nuestros deseos por los alimentos, porque éstos pueden llegar a
gobernar nuestros cuerpos. Nos otorgó la ley de los diezmos, hasta cierto punto para ayudarnos a vencer
nuestros deseos egoístas; también la Palabra de Sabiduría para ayudarnos a evitar los efectos del tabaco, licor
y las drogas. Nos proporcionó la ley de castidad para ayudarnos a controlar nuestros apetitos carnales.
Debemos obedecer este mandamiento de acuerdo con las reglas que El ha fijado. Todos los mandamientos
son para nuestro beneficio.
José Smith dijo: "Todo cuanto Dios requiere es justo, no importa lo que sea, aunque no podamos ver la
razón por ello sino hasta mucho después que se hayan verificado los hechos" (Enseñanzas del Profeta José
Smith, pág. 12).
Ganar autodominio significa privarnos de algunas cosas, controlar nuestros apetitos, pasiones y deseos.
También significa formar hábitos buenos, positivos y sólidos. Debemos levantarnos temprano, estudiar las
Escrituras todos los días, cumplir con prontitud con nuestras responsabilidades. El presidente N. Eldon
Tanner dijo:
"Con sólo vivir y guardar los mandamientos de Dios siendo obedientes en todas las cosas, podemos
gozar plenamente de esta vida y de la venidera, ser capaces de influir sobre el mundo para bien, y ayudar a
edificar el Reino de Dios aquí sobre la Tierra" ("Obediencia", Liahona, mayo de 1974, pág. 36).
¿En qué forma nos ayuda el autodominio a obedecer los mandamientos?
Cómo lograr el autodominio

Lograr el autodominio es un proceso que dura toda la vida. Al comprender el evangelio, tendremos el
deseo de vivir sus principios. Debe ser nuestro desafío continuar logrando el autodominio a través de nuestra
vida.
Escriba en la pizarra o en un cartel, los pasos para lograr el autodominio:
1. Conocernos a nosotras mismas.
2. Establecer metas.
3. Cuando necesiten ayuda, confíen en el Señor y las Escrituras.
CONOCERNOS A NOSOTRAS MISMAS
Muchas veces durante nuestra vida, nos encontrarnos ante situaciones nuevas y aprendemos más sobre
el evangelio y es cuando reconocemos nuestras debilidades y nuestros puntos fuertes, es entonces que
comprendemos el por qué los tenemos y deseamos deshacernos de los malos hábitos y desarrollar los buenos.
ESTABLECER METAS
Hasta que fijemos metas y las llevemos a cabo, seremos como las olas del mar, llevados por el viento
de un lugar a otro. Los vientos son nuestros deseos Incontrolables. Debemos tener metas firmes y confianza
en nosotras mismas antes de que podamos controlar nuestras debilidades. La hermana Kay Newman lucha
con un deseo incontrolable:
"Ya era yo una mujer adulta, casada con hijos mayores cuando me di cuenta de que yo era mi propia
enemiga. ¿Y saben como llegué a saberlo? Me da vergüenza decirlo, pero lo supe por una caja de chocolates.
Durante la época de las fiestas navideñas, me comí sola una caja grande de chocolates ...
Comer chocolates, representa para mí uno de mis puntos débiles. No creo que pueda describir por todo
lo que pasé a alguien que tal vez no haya tenido ese problema. Me sentía rellena de chocolates, disgustada
conmigo misma, desanimada hasta lo más hondo. Satanás trabajó conmigo y me hizo caer en esta debilidad
tan ridicula y tonta. Sentía que todos mis pensamientos y sentimientos en este momento no valían la pena.
Así que durante esos días decidí que jamás iba a encontrarme en otra situación igual. Me senté y me
escribí una carta en donde describía mis sentimientos para que no los fuera a olvidar y me prometía que no
dejaría que pasara otro año sin que lograra controlar mi apetito. Veo mi progreso desde ese entonces y mi
confianza en mí misma ha crecido diariamente, sé que casi he ganado la batalla" ("My worst enemy -
Me\",Ensign, febrero de 1975, pág. 62).
¿Cómo se sintió la hermana Newman cuando pudo probar que había establecido una meta y la había
logrado? ¿Qué fue lo que hizo para recordar tal meta?
CUANDO NECESITE AYUDA, CONFIE EN EL SEÑOR Y LAS ESCRITURAS Todos nuestros
deseos de hacer lo mejor, pueden ser fortalecidos con la oración y la lectura de las Escrituras, ya que éstas
nos dan el mejor modelo a seguir. Las Escrituras nos ayudan a darnos cuenta de que también podemos lograr
el autodominio en la misma forma que lo logró la hermana Newman, que se sintió fortalecida al leer las
Escrituras día tras día por una hora. Ella dice: "Durante esa hora de lectura me di cuenta de la necesidad que
tenía de vencerme a mí misma, de abandonar todos esos malos hábitos que me hacían retroceder, y ese deseo
ha permanecido conmigo a través de innumerables problemas" ("My Worst Enemy - Me!", Ensign, febrero de
1975, pág. 63).
Pfdale a una hermana que le diga en que forma la oración y la lectura de las Escrituras puede ayudarla
a mejorarse.
Cómo enseñar el autodominio a nuestros hijos

Nuestros hogares deben de ser los campos de enseñanza, en donde nuestros hijos puedan aprender el
autodominio. Si fallamos en enseñarles lo suficiente, o si los controlamos demasiado, ellos no aprenderán a
gobernarse. Debemos enseñar a nuestros hijos el autodominio por medio de un sistema disciplinado.
Escriba en la pizarra o en un cartel los siguientes pasos:
1. Poner límites.
2. Enseñar a los hijos los principios del evangelio.
3. Dar responsabilidades a los niños.
PONER LIMITES
El presidente David O. McKay enseñó:
"En mi opinión ... el mejor tiempo para que el niño aprenda a vivir de acuerdo con las reglas de su
creencia es entre los tres y los cinco años ... Si la madre no controla al niño durante esas edades, le será
mucho más difícil hacerlo después... No quiero decir con esto que hay que empujarlo, arrastrarlo o
restringirlo, sólo hay que permitirle que tenga la libertad suficiente para desarrollarse hasta que vaya más allá
de los límites de seguridad. Luego hay que hacerle sentir la mano bondadosa, pero al mismo tiempo firme y
reservada.
En cierta ocasión la hermana McKay y yo vimos esta regla aplicada eficazmente en un zoológico ...
Vimos como un mono pequeño estaba aprendiendo a caminar. La madre lo cuidaba y alimentaba. Al
principio estábamos interesados de ver como la madre le daba una palmadita para que fuera a dormir, pero el
pequeño se le escapó y empezó a subir por la jaula. Aparentemente, la madre no prestaba atención y lo dejó
que subiera hasta que se acercó al peligro. La madre fue hasta donde se encontraba el mono, lo bajó y le
permitió que continuara jugando dentro de los límites de seguridad ... Así vemos que la primera contribución
a la felicidad del niño en el hogar es demostrarle que hay límites que no puede cruzar a menos que haya
protección para él." (Stepping Stones to an Abundant Life, pág. 38.)
Aun cuando hayamos fallado en enseñar a nuestros hijos a gobernarse antes de los cinco años, ¿por qué
debemos tratar de continuar con la enseñanza? Lea D. y C. 93:40-44. ¿Por qué reprendió ei Señor a estos
hermanos?
ENSEÑAR A LOS HIJOS A PONER EN PRACTICA LOS PRINCIPIOS DEL EVANGELIO El
presidente N. Eldon Tanner dijo:
"Los niños no aprenden a distinguir entre el bien y el mal por sf mismos. Los padres tienen que
determinar el momento propicio para que los niños asuman responsabilidades... Mientras nos encontramos
enseñándoles, es nuestra responsabilidad disciplinarlos y ver que hagan lo correcto. Si un niño se ensucia con
lodo, no lo dejamos que decida si se va a bañar o no hasta que haya crecido. No permitimos que espere
decidir si debe o no tomar la medicina cuando está enfermo, o ir a la escuela o a la Iglesia ...
Los padres deben enseñar a sus hijos en su niñez el concepto glorioso y el hecho de que son hijos
espirituales de Dios; inculcarles a seguir las enseñanzas de Jesucristo que son el único camino al éxito, y a la
felicidad aquí en la Tierra, y a la vida eterna en el más allá. Deben aprender que Satanás es un personaje real
y que utilizará todos los medios que se encuentren a su disposición para tentarnos a hacer el mal, a que nos
desviemos del camino correcto, a hacernos sus cautivos, y a alejarnos de la felicidad máxima y exaltación que
podríamos obtener" (Seek Ye Firstthe Kingdom ofGod, pág. 87).
En las Escrituras leemos acerca de Eli, un sacerdote justo que sirvió en el templo. Los hijos de Eli no
siguieron el ejemplo de su padre, en vez de eso, pecaron en gran manera contra el Señor. Eli los amonestó,
pero no los corrigió y a causa de esto el Señor no estaba muy complacido con él y lo juzgó muy duramente.
Lea 1 Samuel 3:13. ¿Qué más espera el Señor que hagamos además de enseñar a nuestros hijos?
Es sumamente importante que demos el buen ejemplo a nuestros hijos para que puedan seguirlo. Si no
controlamos nuestros temperamentos, apetitos y pasiones, nuestros hijos harán exactamente lo mismo.
Necesitamos hacer de nuestros hogares un lugar de felicidad. Nuestros hijos deben sentirse protegidos,
seguros y queridos. Si no encuentran la felicidad de vivir el evangelio en el hogar, se apartarán del evangelio.
Por consiguiente, cuando un niño ha sido desobediente, debemos disciplinarlo y luego mostrarle amor
crecido.
Lea D. y C. 121:43-44. ¿Por qué debemos demostrarle más amor a nuestros hijos al disciplinarlos?
(para que el niño no piense que somos su enemigo).
DAR RESPONSABILIDADES A LOS NIÑOS
El élder F. Enzio Busche ha dicho:
"Mi esposa y yo estamos de acuerdo con que durante el proceso de la madurez espiritual, los hijos
tienen lo que llamaríamos un derecho ... el de tener faltas ... Creemos que es el deber de los padres
comprenderlos ... y perdonarlos, 'para que no se desalienten'. (Véase Colosenses 3:21)... los pequeños inicios
hacia una superación positiva deben hacerse notar mencionar y admirar...
Intentamos guiar a nuestros hijos a tener autorespeto ... y la mayoría de las veces les damos la
oportunidad a que se juzguen por sí mismos. Nos hemos dado cuenta del hecho que uno no es tan buen
maestro como se pensaba cuando descubre y señala los errores de los demás ... como cuando uno permite que
el niño descubra por sí mismo que está haciendo lo incorrecto. Cuando un niño comprende sus errores, ya ha
dado el primer paso para un cambio.
Recuerdo en cierta ocasión cuando le pedimos a nuestro hijo que decidiera su propio castigo después
de una transgresión. El decidió que no se le permitiera mirar televisión por el término de un mes. Eso no
pareció un castigo muy severo, pero nos dio mucho gozo enterarnos más tarde que cuando nuestro hijo se
encontraba de visita en casa de su abuela, él insistió en que ella estaba equivocada al tratar de convencerlo de
que viera ciertos programas de televisión, aún cuando sus padres no se enterarían de ello. Creo que no puede
haber mayor gozo para un padre que el ver a su hijo salir avante en una situación difícil." ("Provoke Not Your
Children", Ensign, marzo de 1976, págs. 41-42.)
¿En qué forma anima el élder Busche a sus hijos a que desarrollen el autodominio? (Disciplina con
paciencia el mismo error; ayuda a sus hijos a descubrir sus propios errores; les da la oportunidad de decidir
sus propios castigos; edifica en ellos el autorespeto, haciendo hincapié en las cualidades positivas en vez de
las negativas).
El élder L. Tom Perry dijo:
"Las palabras del profeta José Smith con respecto a los principios que gobiernan ciertamente se aplican
a nuestros hijos: 'Enseñarles principios correctos y permitir que se gobiernen por sí mismos'. (Citado por John
Taylor, en Millenial Star, 13:339.) Naturalmente, debemos esmerarnos en enseñarles en la debida forma y en
inculcarles la fe y la confianza en el Señor. Tenemos que enseñarles de un modo adecuado y, al empezar ellos
a madurar espiritualmente, debemos darles oportunidades de dar expresión a la fortaleza que vayan
adquiriendo en su alma. Es preciso que les demos nuestra fe y nuestra confianza y también responsabilidad."
(En Official Report of the Sao Paulo Brazil Área Conference, febrero de 1975, págs. 11-12.)
Lección 31
Cómo crear un
ambiente edificante en nuestro hogar
El objetivo de esta lección es inspirarnos a crear un ambiente edificante en nuestro hogar.
La influencia poderosa de la vida familiar

El tiempo que pasamos en la casa tiene una influencia poderosa en nuestra vida. Cada uno de nosotros
puede sentir el ambiente en nuestro hogar. Es en donde los niños forman sus primeros hábitos e ideas.
Dorothy Law Nolte ha expresado su manera de pensar como sigue:
"Si un niño vive con crítica, aprende a condenar.
Si un niño vive con hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive con miedo, aprende a ser temeroso.
Si un niño vive con lástima, aprende a compadecerse de sí mismo.
Si un niño vive con sospechas, aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente.
Si un niño vive con ánimo, aprende a tener confianza.
Si un niño vive con elogios, aprende a apreciar.
Si un niño vive con aceptación, aprende a amar.
Si un niño vive con aprobación, aprende a gustar de sí mismo.
Si un niño vive con reconocimiento, aprende que es bueno tener una meta.
Si un niño vive con honestidad, aprende lo que es la verdad.
Si un niño vive con equidad, aprende justicia.
Si un niño vive con seguridad, aprende atenerte en sí mismo y en los que lo rodean.
Si un niño vive con amistad, aprende que el mundo es-un lugar hermoso en el cual vivir" ("El Obispo
Presidente habla a los padres", Liahona, agosto de 1968, pág. 12).
Cómo mujeres tenemos la responsabilidad de crear un buen sentimiento dentro de nuestro hogar.
Nuestros esposos y padres no pasan tanto tiempo en la casa como nosotras. Podemos hacernos estas
preguntas: ¿Existen las peleas y el enojo en nuestros hogares? ¿Criticamos o denigramos a otros? ¿Contamos
chistes subidos de color? ¿Blasfemamos en nuestro hogar? ¿Se encuentra alguien aburrido, infeliz o
intranquilo? ¿Somos responsables por cualquiera de estos sentimientos y acciones? Si es así, estamos dando
un mal ejemplo a los otros miembros de la familia.
¿Somos pacientes y felices? ¿Corregimos con amor y no con enojo, los errores de nuestra familia?
¿Mostramos reverencia hacia las cosas sagradas? ¿Tenemos fe en Jesucristo? ¿Nos ayudamos mutuamente en
nuestros problemas? ¿Oramos individualmente y como familia? ¿Nos escuchamos los unos a los otros? Si
hacemos estas cosas, estamos creando un sentimiento que inspirará y ayudará a nuestra familia.
Podemos crear hogares en donde los miembros de la familia aprendan a amar lo bello. Si tenemos paz,
comprensión y felicidad, el resto de nuestra familia se sentirá de la misma manera.
Convirtiendo una casa en un hogar

Cada una de nosotras debería tener un buen sentimiento que inspire a nuestra familia en el hogar, un
sentimiento que los ayude a vivir el evangelio y a utilizar los talentos y el tiempo en una forma provechosa,
ya que todos tenemos una mente y un cuerpo que necesitamos ejercitar. Debemos proveerles estudio,
recreación y pasatiempos en nuestro hogar, porque de esta manera los miembros de la familia no buscarán la
diversión fuera del hogar.
El hogar es un lugar donde la gente debe vivir en paz y felicidad. El hogar puede ser ya una cueva, una
tienda, una choza, una cabana, un edificio de ladrillo, o un palacio. El tamaño o la belleza de un edificio no
convierten la casa en un hogar, sino más bien las personas felices convierten un hogar.
¿Qué es lo que puedo hacer para que exista un buen sentimiento en el hogar? Escriba las respuestas en
la pizarra y discútalas. También mencione las siguientes ideas:
1. Tener cuidado con los sentimientos de las otras personas.
2. Tener el Espíritu del Señor.
3. Sentir que es necesitado y querido.
4. Tener la oración familiar.
5. Llevar a cabo las noches de hogar para la familia.
6. Estudiar las Escrituras.
Ya sea que seamos ricos o pobres, podemos hacer de nuestros hogares un lugar en donde la familia
tenga gozo. Podemos organizar actividades por medio de las cuales toda la familia pueda aprender y al
mismo tiempo distraerse.
Pida a las hermanas que le digan sobre los tiempos felices en sus hogares cuando eran niños. Escriba
en la pizarra la palabra música, y luego narre el siguiente relato: "El pequeño Luisito comió todo
silenciosamente y después se bajó de la silla.
-¿Ahora puedo ir a casa de la mamá de Carlitos? preguntó. -Pero Luisito -objeté- estuviste allí ayer y
anteayer. ¿Por qué hoy no le pides a Carlitos que venga acá?
-No, no querría -Los labios le temblaban a pesar de sus seis años de edad- Por favor, mamá.
-¿Por qué te gusta más la casa de Carlitos que la nuestra, hijo? - insistí. De pronto se me ocurrió que
Fred y todos sus amigos siempre querían ir a casa de Carlitos.
-Porque . . . -explicó algo vacilante- porque ... porque la casa de Carlitos es una casa cantarína. -¿Una
casa cantarína? -le pregunté- ¿Qué quieres decir con eso?
— Bueno— se le dificultaba a Luisito explicar la situación— la mamá de Carlitas tararea cuando cose,
Ana canta cuando está haciendo galletitas en la cocina; y el papá de Carlitas silba cuando llega a la casa.
Luisito se detuvo un momento y agregó:
—Tienen las cortinas enrolladas hasta arriba y hay flores en las ventanas. A todos los muchachos les
gusta la casa de Carlitas, mamá.
-Puedes ¡r, hijo - le dije rápidamente. Quería que se fuera para poder pensar.
Eché un vistazo a la casa; todos me habían comentado cuán hermosa era. Teníamos alfombras
orientales que pagábamos en mensualidades; asimismo estábamos pagando los elegantes muebles y el coche.
Quizás ésa fuera la razón porque el papá de Luisito no llegaba silbando cuando entraba a la casa.
Me puse el sombrero y me dirigí a casa de Carlitas, sin Importarme que fueran las diez de la mañana y
fuera sábado. Pensé que a la señora de Vásquez no le Importaría que la Interrumpiera en medio de sus
quehaceres. Nunca parecía tener prisa. Vino a la puerta con la cabeza envuelta en una toalla.
— Oh, pase. Acabo de limpiar la sala. No me interrumpe, de ninguna manera. Voy a quitarme esto de
la cabeza y vuelvo en un momento.
Mientras esperaba, le eché un vistazo a la casa. Las alfombras estaban raídas; las cortinas, con lunares,
tenían vueltas y estaban atadas; los muebles, viejos y maltratados, tenían nuevas cubiertas de cretona. Sobre
una mesita había varias revistas viejas; de las ventanas colgaban cestas con hiedra y otras plantas, mientras
que un pájaro gorjeaba desde su jaula. Algo sencillo, ese era el efecto.
La puerta de la cocina estaba abierta y pude ver a Tomasito, el bebé sentado en el linóleo limpio,
observando a Ana, que daba los últimos toques a un pastel de manzana; y lo hacía cantando ...
La señora Vásquez vino sonriendo.
-¿Bueno? -preguntó- ¿en qué puedo servirla? Porque sé que vino para
algo; ya que es usted una señora muy ocupada.
— Sí —contesté abruptamente— vine a ver cómo es una casa cantarína. La señora Vásquez la miraba
desconcertada.
-Pero, ¿qué quiere decir?
-Luisito me dice que le encanta venir a visitarla porque usted tiene una
casa cantarína, y ahora empiezo a darme cuenta de lo que quiere decir.
-¡Qué cumplido tan hermoso! -La señora empezó a sonrojarse- Pero naturalmente mi casa no se
compara con la suya. Todo el mundo dice que usted tiene la casa más hermosa de la ciudad.
—Pero no es una casa cantarína— objeté— .. . Dígame, ¿qué hizo para tenerla?
—Bueno — sonrió la señora Vásquez— si realmente desea saberlo ... Como ve, Joel no gana mucho
dinero, y pienso que nunca lo hará, él no es de ese tipo. Por tanto tenemos que privarnos de algunas cosas y
decidimos empezar por las cosas que no son esenciales... hay libros, revistas y música ... cosas que pueden
conservarse dentro de sí. Naturalmente la comida buena y bien preparada es otra cosa esencial... La ropa de
los niños es muy sencilla... Pero después de pagar por todas estas cosas, no disponemos de mucho para
comprar alfombras y muebles... No nos endeudamos si podemos evitarlo... Sin embargo, somos felices—
concluyó.
— Ya veo —dije pensativamente. Dirigí la mirada hacia donde Tomasito y Luisito jugaban; se las
habían arreglado para hacer un tren con cajas de fósforos vacías y lo estaban cargando con trigo. Estaban
desparramándolo por todos lados, pero el trigo es limpio y sano.
Volví a casa. Mis alfombras orientales parecían descoloridas. Rápidamente subí las cortinas hasta lo
alto de las ventanas, pero la luz no pudo penetrar completamente a través de las cortinas de seda ... Mi casa
no era una casa cantarína; pero estaba resuelta a hacerla cantar" (Reed H. Bradford, "Prioridades", Liahona,
abril de 1970, págs. 14-15). ¿En qué forma puede ayudar a su familia a entusiasmarse por la música?
Algunas de las canciones de la actualidad no tienen nada de moral ni decente. Algunos de los escritores
lo hacen con el fin de hacernos pensar de esa manera y de apartarnos del espíritu del Señor.
Lea en D. y C. 25:12.
Los himnos son melodías que nos inspiran y cuando los cantamos juntos como familia nos acercan más
al Señor. La música folklórica nos recuerda a nuestros antepasados y su modo de vida. La buena música nos
eleva e inspira. Aprendemos a amarla con frecuencia cuando la escuchamos, la cantamos o interpretamos.
Debemos animar a los miembros de la familia que desarrollen sus talentos musicales, ya que los líderes
de la Iglesia nos han recomendado que hagamos esto, aunque así nos sea un poco difícil. La hermana Margrit
F. Lohner, un miembro de la Iglesia en Suiza, nos relata la siguiente historia:
"Mi madre tenía una hermosa voz que resonaba en nuestro hogar en Suiza, mañana, tarde y noche. Ella
no sabía canciones infantiles, pero cantaba los himnos de Sión ... y como resultado, yo podía cantar esos
himnos cuando estaba aún muy pequeña.
Mis padres no contaban con los medios para comprar un piano ... así que durante todo un año caminaba
todos los días por veinte minutos bajo la lluvia, el sol o la nieve para practicar en un cuarto frío que se hallaba
en la vieja capilla en Zurich. Muy pronto contraje pulmonía a causa de esto y mis padres adquirieron un piano
para mí con muchos sacrificios. Mi madre limpiaba cuartos en los apartamentos del vecindario para poder
ganar algo para mis clases de música. Por todos estos sacrificios, mi vida se vio enriquecida con amistades
escogidas a través de la música" ("With a Song on Your Hearth", Ensign, Agosto de 1975, pág. 27).
Escriba en la pizarra la palabra arte.
¿En qué forma podemos introducir el arte en nuestros hogares?
Los cuadros que colocamos en nuestros hogares indican las cosas que para nosotras tienen más
importancia. Podemos tener cuadros que nos recuerden a nuestra familia, nuestros antepasados, nuestra
religión y nuestras metas. Estos cuadros podrían ser del Salvador, de los templos, o nuestros profetas.
También podemos decorar nuestros hogares con cuadros que nos ayuden a tener amor por la naturaleza, la
paz, la belleza, historia, etc.
Podemos desarrollar nuestros talentos cuando pintamos, esculpimos, hacemos trabajos tejidos y con
agujas, decoramos nuestros hogares con labores hechas a mano. Una manera de entusiasmar a los miembros
de nuestra familia a practicar el arte, es proporcionándoles las herramientas y utencilios que necesitan para
llevar a cabo estas labores dentro del hogar. Nunca debemos burlarnos de sus trabajos manuales o de sus
esfuerzos. Durante las noches de hogar para la familia, podríamos tener un seminario y ponerlos a todos a
crear algo bello, luego podemos regalárselo a alguien que se encuentre solo, enfermo o preso. Escriba en la
pizarra la palabra naturaleza. ¿En qué forma podemos introducir el gozo de la naturaleza en nuestros
hogares?
Algunos de nosotros no tomamos el tiempo suficiente para apreciar las bellezas de la naturaleza, pero
con frecuencia podemos sentir el Espíritu del Señor cuando contemplamos un atardecer, una bella flor, los
rayos del sol a través de los árboles, un caracol o una piedra multicolor. Podemos hablar sobre las bellezas de
la naturaleza y estar agradecidos a Dios por la obra de sus manos. Canten el himno: "Mi Padre Celestial me
ama".
Podemos gozar de las bellezas de la naturaleza en nuestros propios hogares cuando tenemos plantas
fuera y dentro de nuestra casa. A casi todos nos gusta tener el gozo de plantar semillas, regarlas y verlas
brotar. Podemos gozar cuando coleccionamos piedrecitas y estudiamos las hojas. También la crianza de
animales en la casa, nos enseñan sobre el nacimiento y la muerte. Aprenderemos a mostrar afecto y servicio y
halagar cualquier muestra de interés de los miembros de nuestra familia por la naturaleza.
Escriba en la pizarra la palabra libros. ¿En qué forma podemos introducir el gozo de los buenos libros
en nuestro hogar?
Cuando leemos las Escrituras y otros libros buenos, éstos alimentan nuestra mente, en la misma forma
que los buenos alimentos nutren nuestro cuerpo. Los libros son como compañeros, pueden elevarnos o
arrastrarnos al fango. Si somos sabios, leeremos únicamente libros que nos mejoren como personas, ya que
éstos nos ayudan a apreciar lo que es bueno, hermoso y verdadero.
Podemos influir en los hábitos de lectura de nuestra familia al seleccionar buenos libros para ellos, leer
en voz alta unos a otros, y contarles relatos de nuestra vida y nuestros antepasados.
Lea en D. y C. 88:118, 90:15.
¿Cuáles son los libros que pueden traer al hogar para su familia?
Escriba en la pizarra la palabra diversión.
¿Qué clase de diversión debemos dar a nuestra familia?
Tanto el cine como la televisión pueden influir en nosotros así como influyen los libros. Algunos nos
enseñan principios correctos, otros sólo nos asustan, varios nos hacen perder el tiempo, y ciertos nos dan
falsas ideas. Nuestra familia deberá decidir si tales cosas valen la pena o sólo nos harán perder el tiempo.
Muchos de los adultos y niños podrían emplear el tiempo que utilizan para ver la televisión en momentos
para fortalecer la mente y el cuerpo. "Si hay algo virtuoso, bello, de buena reputación, o digno de alabanza a
ésto aspiramos" (Décimo Tercer Artículo de Fe). Escriba en la pizarra las palabras orden y limpieza.
Aunque no tengamos dinero, podemos tener un toque de belleza en nuestro hogar. No debemos
conformarnos con lo manchado, raído y feo, tanto en nosotras como en nuestro hogar. Muchas veces para
poder conservar nuestra casa limpia y arreglada, nos privamos de actividades, pasatiempos o proyectos. Tal
vez pensemos que las cosas en desorden hacen menos atractivo el hogar, pero cada miembro de la familia
necesita la libertad de hacer sus propias creaciones. Es necesario respetar las pertenencias y actividades de los
demás miembros. Cada niño debe tener un lugar especial, una gabeta, o una caja para sus propios "tesoros".
Conclusión
La casa que se conserva hermosa e inspiradora, suele ser un lugar interesante para la familia. A ellos
les gusta estar allí, pueden notar que vale la pena hacer muchas cosas y sienten que son amados y por este
motivo se mantienen llenos de ánimo y de gozo. Este es el lugar para desarrollar y exhibir los talentos y
pasatiempos.
El presidente David O. McKay dijo: "No conozco otro lugar, además del hogar, donde se pueda
encontrar la verdadera felicidad en esta vida. Es posible convertir el hogar en un pedazo de cielo, ciertamente,
me imagino que el cielo es la continuación de un hogar ideal" (Secrets ofa Happy Life, pág. 18). Cada uno de
nosotros tiene el privilegio y el desafío de crear esa clase de hogar.
Canten el himno "Cuando hay amor" (Manual Principios del Evangelio, pág. 324).
Lección 32
Aprendamos el evangelio en nuestro hogar
El objetivo de esta lección es ayudarnos a convertir nuestros hogares en centros de aprendizaje del
evangelio.
Los padres deben enseñar a los hijos

Enós, el hijo de un profeta, frecuentemente oyó hablar a su padre sobre las verdades eternas. Un día
salió al bosque a cazar y dice que mientras se hallaba allí: "Las palabras que había oído de mi padre sobre la
vida eterna y el gozo de los santos penetraron mi corazón profundamente.
"Y mi alma tuvo hambre; y me arrodillé ante mi Hacedor" (Enós 3-4). Después de haber orado todo el
día, escuchó una voz que le dijo que sus pecados le eran perdonados. Esta experiencia fue tan importante para
Enós que enseñó el evangelio y se regocijó el resto de sus días.
Enós fue un joven que aprendió el evangelio en su hogar en forma debida. El Antiguo Testamento nos
enseña: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él" (Proverbios 22:6). Si
somos padres fieles seremos bendecidos con hijos leales que obedezcan nuestros consejos y a nuestro Padre
Celestial. El Señor planeó que cada familia tuviera un plan de aprendizaje. En nuestro hogar podemos formar
el hábito del progreso eterno por medio del estudio del evangelio.
Nuestro hogar como centro de aprendizaje

Dentro de la Iglesia y la sociedad, el hogar viene a ser la organización más importante. Es la única
organización que existirá en el reino celestial y es por esta razón que debemos hacer de nuestro hogar el lugar
para aprender el evangelio. Como padres, tenemos la responsabilidad de enseñarles el evangelio a nuestros
hijos y en esa forma progresar juntos.
Lea en D. y C. 68:25-28. ¿En dónde obtienen los niños el conocimiento básico acerca del mundo? ¿En
qué forma pueden aprender sobre la vida eterna?
Los niños aprenden sobre esta vida en el hogar, en la escuela y con sus compañeritos de juego.
Regularmente no aprenden verdades eternas en la escuela o con los amigos, son los padres los que tienen esa
responsabilidad sagrada de enseñarles a los niños el evangelio. Cuando cumplimos con este deber, estamos
obedeciendo los mandamientos del Señor, pero cuando fracasamos en enseñarles a nuestros hijos, podemos
perderlos por toda la eternidad. Para criar a nuestros hijos en la luz y la verdad, debemos empezar por
estudiar el evangelio en nuestro hogar con nuestra familia. El rey Benjamín declaró a los padres:
"No permitiréis que vuestros hijos anden hambrientos o desnudos, ni que quebranten las leyes de Dios,
ni que contiendan y riñan unos con otros y sirvan al diablo ...
Mas les enseñaréis a andar por las vías de verdad y prudencia; les enseñaréis a amarse mutuamente y a
servirse el uno al otro." (Mosíah 4:14-15.)
Planeemos el estudio familiar del evangelio

Para hacer de nuestro hogar un centro de aprendizaje del evangelio, debemos preparar un plan. Cada
familia deberá hacerlo dependiendo en su situación.
Muestre un letrero o escriba en la pizarra cada uno de estos pasos a medida que se vayan estudiando:
1. Crear un ambiente para el aprendizaje.
2. Orar con la familia.
3. Aprovechar de los momentos en que se pueda enseñar.
4. Estudiar con regularidad las Escrituras.
5. Llevar a cabo la noche de hogar para la familia.
6. Compartir su testimonio con la familia.
CREAR UN AMBIENTE PARA EL APRENDIZAJE
Nuestros niños deberán sentir la libertad de hablar con nosotros en casa. Muchos hogares se mantienen
tan tensos, que los niños se sienten desanimados, no hacen preguntas ni expresan sus sentimientos. El
presidente David O. McKay nos aconseja de la siguiente manera: "Los padres . .. deben mostrar una
disposición para contestar preguntas. Un niño que hace preguntas contribuye a la felicidad de nuestra vida"
(Gospel Ideáis, pág. 480). Debemos entusiasmar a nuestros hijos a que hagan preguntas, especialmente si se
tratan del evangelio. Quizás algunas veces no sepamos las respuestas, pero nosotras también podemos
aprender. ¿En qué forma podemos llevar a cabo discusiones del evangelio en el hogar?
ORAR CON LA FAMILIA
Tener la oración familiar es parte de la enseñanza. Podemos expresar nuestras esperanzas,
preocupaciones e ideales. Cuando oramos con los miembros de la familia y con otras personas, estamos
enseñando amor y preocupación por sus necesidades. Si agradecemos las bendiciones a nuestro Padre
Celestial, los niños también aprenderán a apreciar sus propias bendiciones, porque al comunicarnos con El,
estamos enseñando a nuestros hijos nuestra relación con El y el amor que le tenemos.
APROVECHE LOS MOMENTOS PROPICIOS PARA ENSEÑAR
Podemos enseñar el evangelio en el hogar durante las comidas, como padres podemos explicarles los
acontecimientos diarios y su relación con los principios del evangelio. Las historias que relatamos a nuestros
hijos antes de ir a la cama pueden ser del Libro de Mormón, de la Biblia o nuestras propias experiencias
espirituales; también podemos compartir relatos en nuestra lectura diaria de las Escrituras. Conforme se
presenten las situaciones diarias podemos enseñar los principios del evangelio a nuestros hijos.
ESTUDIAR CON REGULARIDAD LAS ESCRITURAS
A nosotras las mujeres se nos dice que debemos estudiar las Escrituras: "Deseamos que todas vosotras
hermanas Santos de los Últimos Días leáis los libros canónicos, y meditéis en vuestros corazones las verdades
eternas que se hallan en ellos" (Bruce R. McConkie, "Drink from the Fountain", Ensign, abril de 1975, pág.
70). Si ponemos el ejemplo, será mucho más fácil enseñar a nuestros hijos a leer las Escrituras.
Un estante o librero podría ser un buen lugar para formar una biblioteca de materiales del evangelio.
Libros, cuadros y otros materiales podrían estar a la disposición de toda la familia. Los libros canónicos y el
manual Principios del Evangelio deberían ser los libros básicos en su biblioteca. Si fuera posible podría
comprársele una copia del Libro de Mormón y la Biblia a cada uno de los hijos y luego planear un tiempo
específico para que los estudien. No podemos esperar que los niños estudien los libros a menos que nos
pongamos con ellos a leerlos y les demos el ejemplo.
Muestre un cartel con las diferentes maneras para estudiar individualmente las Escrituras. O escríbalas
en la pizarra mientras se van discutiendo.
Hay muchas maneras diferentes de estudiar las Escrituras. Podemos hacerlo ya sea individual o
colectivamente como familia. He aquí algunas de las maneras para estudiar sola:
1. Lea las Escrituras de principio a fin, tratando de hacerlo capítulo por capítulo o por quince minutos
al día.
2. Estudie las Escrituras basándose en una categoría específica (tal como "oración" u "obediencia").
Busque todas las referencias concernientes a esa categoría.
3. Escudriñe las Escrituras para hallar la respuesta a un problema.
4. Haga una lista de las Escrituras que la inspiran.
5. Prepare un plan de estudio de referencias múltiples de las Escrituras.
Pida a las hermanas que sugieran otras maneras para estudiar individualmente las Escrituras.
Exhiba un cartel con las maneras en que la familia puede estudiar las Escrituras, o escríbalas en la
pizarra mientras se discuten.
Como familia podemos estudiar las Escrituras si:
1. Apartamos quince minutos cada mañana antes de que el padre de la casa salga para el trabajo y los
niños para la escuela.
2. Antes de que los niños se vayan a la cama tenga una pequeña reunión de estudio por la noche.
3. Prepare y narre relatos sobre las Escrituras a los niños más pequeños.
4. Escoja algunos versículos de las Escrituras y escríbalos en tarjetas, coloque las mismas en un tablero
de anuncios o en la pared para que todos las puedan ver y luego anime a los miembros de la familia a que las
aprendan.
5. Escoja una escritura que enseñe un principio, luego decida la forma de poner en práctica el
principio, por ejemplo: Lea Mateo 25:31-40; ayude a una familia necesitada. Lea Santiago 1:27 o Gálatas 6:2;
ayude a una persona anciana.
6. Si los tiene a la mano, lea los discursos de la última Conferencia General y ponga en práctica los
consejos de los hermanos.
7. Cualquiera que sea el plan que sigamos, debemos principiar nuestro estudio de las Escrituras con
una oración. Debemos pedir a nuestro Padre Celestial que nos de la guía y entendimiento. Debemos meditar
en lo que leemos y aplicar los principios del evangelio en nuestra vida.
El obispo H. Burke Peterson del Obispado Presidente dijo: "No debería haber, no puede haber una
familia en esta Iglesia que no disponga de tiempo para leer las Escrituras todos los días. Cada familia puede
hacerlo a su manera." (Manual de la Sociedad de Socorro, Vida Espiritual, lección 8, pág. 143.)
¿Por qué es importante estudiar las Escrituras como familia? Seleccione a una hermana la cual estudia
afanosamente (no sólo lee) las Escrituras. Pídale que le diga el método que utiliza e indíquele que exprese sus
sentimientos en cuanto a las Escrituras.
LLEVE A CABO LA NOCHE DE HOGAR PARA LA FAMILIA La noche de hogar para la familia
es una de las mejores oportunidades para enseñar a los niños. (Se ha establecido llevarla a cabo cada lunes
por la noche). Las familias deben estudiar el manual sugerido, también las Escrituras, el manual de Principios
del Evangelio, escuchar grabaciones sobre el evangelio y compartir nuestros sentimientos en cuanto a la
Iglesia con los otros miembros de la familia. El establecimiento de un ambiente ameno y agradable ayudará a
los niños a gozar de la noche de hogar, porque en esa forma desearán siempre participar. La noche de hogar
para la familia no deberá ser una noche llena de sermones que los niños no comprenden, sino algo que toda la
familia pueda gozar.
COMPARTIR SU TESTIMONIO CON LA FAMILIA
Debemos dar nuestro testimonio a la familia durante las comidas, el estudio de las Escrituras, la noche
de hogar para la familia o en discusiones del evangelio. Si nuestros hijos nos escuchan, y nos ven que
vivimos el Evangelio, aumentará en ellos su propio testimonio. Lea Deuteronomio 11:19.
Pida a las hermanas de la clase que compartan las experiencias que hayan tenido al enseñar el
evangelio a sus hijos.
Las bendiciones vienen por el estudio de las Escrituras

Nuestras familias serán bendecidas conforme estudiemos el Evangelio, los testimonios y el hogar
familiar serán más fuertes, hallaremos la solución a los problemas, seremos personas más felices y tendremos
mayor paz porque estaremos tratando de vivir más cerca a Jesucristo y a nuestro Padre Celestial.
La madre de una familia que llevaba a cabo su estudio de las Escrituras por las mañanas, nos relata
sobre las bendiciones que recibió:
"Obtenemos muchos beneficios al llevar a cabo nuestro estudio de las Escrituras por la mañana:
recibimos mejor conocimiento de las Escrituras y su significado en nuestras vidas, iniciamos el día en una
forma más organizada ... gozamos de un desayuno juntos como familia.
Estoy segura de que nuestros hijos van a la escuela con un sentimiento más feliz y seguros de sí
mismos, de su familia y de su mundo" (Gen Brlnley, "Getting a Head Start on the Day", Ensign, Abril de
1977, pág. 8).
El élder Bruce R. McConkie nos dice de otras bendiciones que podemos obtener de tal estudio:
"Deseamos tener paz y gozo y felicidad en esta vida y ser herederos de la vida eterna en el mundo
venidero. Estas dos grandes bendiciones que podemos heredar, también podemos ganarlas por medio de la
lectura y el aprendizaje de las palabras de vida eterna, aquí y ahora, y por guardar los mandamientos"
("Drinkfrom the Fountain", Ensign, abril de 1975, pág. 70).
Romanos 15:4 (Escrituras que dan esperanza).
2 Timoteo 3:14-17 (Escrituras que nos dirigen a la perfección).
2 Nefi 4:15 (Escrituras para instrucción y beneficio).
D. y C. 1:37 (Escrituras verdaderas y fieles).
Lección 33
Preparémonos para enseñar
El objetivo de esta lección es ayudarnos a prepararnos para enseñar el evangelio en una forma eficaz.
Enseñémonos unos a otros

El Señor nos ha mandado que como miembros de Su Iglesia nos enseñemos los unos a los otros. Pida a
las hermanas que lean D. y C. 88:77-78. ¿A quiénes debemos enseñar?
Podemos enseñar a nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y compañeros de escuela.
Podemos enseñar en las organizaciones auxiliares de la Iglesia y también a aquellos que no son miembros.
El Señor nos ha mandado que nos enseñemos los unos a los otros, desde la creación de la Tierra.
Podemos hacerlo durante las noches de hogar para la familia y también en otras ocasiones. Especialmente, la
madre tiene muchas oportunidades de enseñar a los hijos en el hogar. Pida a las hermanas que cuenten sus
experiencias relacionadas con la enseñanza de los hijos.
El élder Boyd K. Packer dijo: "Enseñar es una de las cosas que más hacemos. Al mostrar aun jovencito
como atar sus zapatos,... ayudar a una hija con una nueva receta, al dar un discurso en la Iglesia, compartir
nuestro testimonio, dirigir una reunión de Iiderazgo, y por supuesto, enseñar una clase—todo esto es
enseñanza, y lo hacemos constantemente ...
Enseñamos también cuando predicamos, hablamos o participamos en las reuniones" (Teach Ye
Diligently, págs. 2-3).
Existen muchas oportunidades de enseñar en clases organizadas en la Iglesia. El élder Boyd K. Packer
nos recuerda:
Cada miembro de la Iglesia enseña durante casi toda la vida. Tenemos maestros que enseñan en todas
las organizaciones de la Iglesia. ..
La Iglesia progresa apoyada por el poder de la enseñanza que allí se imparte. Cuando la enseñanza no
se efectúa en la debida forma, la obra del reino se verá interrumpida" (Teach Ye Diligently, págs. 2-3).
Muchas veces nuestra Instrucción no es presentada en un salón de clases, sino se lleva a cabo cuando
nos comunicamos los unos con los otros. El siguiente relato es un vivo ejemplo de esto:
"Conocí al obispo Fred Caroll cuando nuestra familia se mudó al barrio donde él presidía, contaba yo
solamente con catorce años de edad y era un diácono en el Sacerdocio Aarónico. Recuerdo muy claramente
que este obispo me dirigió sólo unas breves palabras pero éstas quedaron grabadas para siempre. Estoy
seguro de que este hermano nunca supo el impacto tan sorprendente que causaron en mí esas pocas palabras,
palabras que valían oro: 'Me he dado cuenta de que eres muy reverente en nuestras reuniones. Has dado un
gran ejemplo para que el resto de los muchachos te imiten.
Fueron solamente unas pocas palabras, ¡pero que poderosas! Estas tuvieron en mí un efecto mayor que
muchas de las asignaciones recibidas. Hasta ese momento nunca me consideré reverente, y creo que el obispo
confundió mi timidez y mi manera de ser reservado con la reverencia, pero eso no importa. Desde ese
momento empecé a ver la reverencia en mi vida en forma distinta y pronto me empecé a comportar como era
debido, y creo que al fin y al cabo el obispo tenía razón en pensar así porque tal vez si era reverente. La
semilla que plantó el obispo Carroll en mí, me sirvió de guía en la vida" (Lynn F. Stoddard, "The Magic
Touch", Instructor, septiembre de 1970, págs. 326-27). Muestre la lámina 33-b.
Los maestros que enseñan en las organizaciones auxiliares de la Iglesia tienen la oportunidad de influir
y guiar a los miembros de la clase. Cuando se esmeran en su trabajo, pueden lograr buenas maneras para
enseñar los principios del evangelio dentro y fuera del salón de clase. El élder Thomas S. Monson nos relata
la influencia que recibió de un maestro:
"Cuando yo era niño, recibí la influencia de una maestra así; en nuestra clase de la Escuela Dominical,
ella nos enseñaba en cuanto a la creación del mundo, la caída de Adán, el sacrificio expiatorio de Jesús; traía
a nuestra sala de clase como invitados de honor a Moisés, Josué, Pedro, Tomás, Pablo y Jesucristo, y
nosotros, aunque no los veíamos, aprendíamos a amarlos, honrarlos y emularlos.
Nunca fue su enseñanza tan dinámica ni su impacto más perdurable que una mañana de domingo
cuando nos anunció con tristeza el fallecimiento de la madre de uno de nuestros compañeros de clase.
Aquella mañana habíamos echado de menos a Billy, pero ignorábamos la razón de su ausencia. El tema de la
lección era: "Más bendecido es dar que recibir". En la mitad de la lección, nuestra maestra cerró el manual y
abrió nuestros ojos, nuestros oídos y nuestro corazón a la gloria de Dios. Nos preguntó: '¿Cuánto dinero
tenemos en nuestro fondo de fiestas de la clase'? .. .Cuatro dólares y setenta y cinco centavos.
Entonces, tan dulcemente como de costumbre, nos sugirió: 'La familia de Billy se halla acongojada y
en apuros económicos. ¿Qué les parece la idea de ir esta mañana y visitar a los miembros de la familia y
llevarles el dinero de nuestro fondo'?
Recordaré por siempre el grupito aquel que después de recorrer las tres cuadras que distaban de la casa
de Billy entró en ésta saludando a su compañero, al hermano de éste, así como a las hermanas y al padre. La
ausencia de la madre era notoria. Siempre atesoraré el recuerdo de las lágrimas que brillaron en los ojos de
todos los presentes cuando el sobre blanco que contenía nuestro precioso fondo para fiestas pasó de la deli-
cada mano de nuestra maestra a la necesitada mano de aquel padre. Entonces emprendimos el camino de
regreso a la capilla con el corazón más liviano de lo que jamás lo hubiera estado; nuestro gozo era más
completo, nuestro entendimiento más profundo. Una maestra inspirada por Dios había enseñado a los niños
de su clase una lección eterna de verdad divina. 'Mas bendecido es dar que recibir'". ("Sólo un maestro",
Liahona, octubre de 1973, pág. 6).
Todo miembro de la Iglesia es un maestro; todos enseñamos a los demás el evangelio por medio de
nuestras palabras y acciones. Cuando nos bautizamos, prometemos "ser testigos de Dios a todo tiempo, y en
todas las cosas y todo lugar en que estuvieseis, aun hasta la muerte" (Mosíah 18:9). Después de que nos
bautizamos debemos compartir el evangelio con nuestros amigos, vecinos y todos los habitantes de la Tierra.
También debemos enseñarlo a nuestros hijos y a otro miembro de la Iglesia.
Estudio y preparación
Debemos prepararnos lo mejor que sea posible para poder llegar a ser maestros eficaces, ya que todos
tenemos habilidad para enseñar, pero debemos mejorarla. El presidente David O. McKay dijo: "No hay
maestro que pueda enseñar algo que no sabe. Ni ningún maestro puede enseñar algo que no ve ni siente"
(Treasures of Life, pág. 476).
Pida a las hermanas que escuchen las ideas que hay para preparar una lección, mientras lee usted la
siguiente cita:
"Aparte un tiempo y lugar para preparar la lección. Tenga a la mano los materiales, escrituras, manual
de lecciones, referencias, papel, y lápices ...
Cuando ... principie a planear la lección, hágalo con una oración. Este es el Evangelio del Señor; y
usted es un maestro que enseña a sus hijos sus enseñanzas. Pida al Señor la ayuda para presentar la lección en
la forma que El desea ... Cuando haya una necesidad especial, el ayuno acompañado de la oración puede ser
el medio para sentirse en armonía con el Espíritu del Señor" (Teacher Development Program, Basic Course,
pág. 133).
Escriba en la pizarra una lista de los materiales que necesita para preparar una lección. ¿Qué deberá
hacer para prepararse?
Para preparar una lección, se sugieren los siguientes pasos:
1. Establezca una meta (propósito) para la lección.
En la mayoría de los manuales se haya esta meta u objetivo, al principio de cada lección. La meta
consiste en la idea principal que usted desea que los alumnos aprendan, recuerden y hagan. Anote la meta y
piense en ella mientras prepara la lección.
2. Conozca el contenido de la lección.
Estudie el contenido de la lección, tanto en el manual como en las Escrituras, con bastante anticipación,
y determine los puntos más importantes. Ore siempre al preparar la lección.
3. Obtenga ayudas visuales por medio de investigación y el estudio.
Utilice cosas visibles en la clase para crear un interés en la lección. Los objetos, gráficas, láminas y
otros artículos pueden considerarse como ayudas visuales. Para enseñar a las personas de todas las edades, es
importante presentar una lección interesante.
4. Tenga organizadas las ayudas visuales y demás materiales.
Ponga en el mismo orden que va a presentar la lección, todos los materiales, ya que esto le ayudará a
evitar la confusión.
Amemos a aquellos que enseñamos

El élder Boyd K. Packer dijo: "El buen maestro ya ha preparado bien la lección. El super maestro
además de esto, también estudia a los alumnos -los estudia en serio y con verdadera intención. Al estudiar
cuidadosamente las facciones y expresiones de los alumnos, emanará dentro del corazón un sentimiento
parecido al de la inspiración, que comparado es el amor que lo inducirá a hacer la obra del Señor - a apacentar
sus ovejas" ("Study Your Students", Instructor, enero de 1963, pág. 17).
A los alumnos que se les demuestra amor, actuarán con más confianza, desearán mejorarse y
aprenderán a amarse los unos a los otros. Los maestros que aman a sus alumnos reciben la inspiración del
Señor, y por lo tanto entenderán mejor las necesidades de los alumnos.
Aun un maestro con poca educación para enseñar, podrá tener un efecto muy grande en el alumno, si lo
ama y respeta y demuestra un interés personal por él.
Recuerdo que consideraba un poco seco y desinteresado a este maestro en particular, un día me buscó y
me dio un libro el cual pensó que podría interesarme, realmente no le puse mucha atención ... pero ese día
nació en mí un aprecio por ese maestro que mostró tal interés en mí, que de allí en adelante, acepté gustoso
sus enseñanzas" (William E. Berrett, "Teaching An Extensión of Your Personality", Ensign, abril de 1973,
pág. 61).
¿En qué forma podemos mostrar a las hermanas que las amamos? ¿En el salón de clase? ¿Fuera del
salón de clase?
Oremos para recibir el Espíritu

El presidente Brigham Young dijo: "Después de todos nuestros esfuerzos por obtener sabiduría de los
mejores libros, etc., todavía queda una fuente abierta para todo; 'si tiene falta de sabiduría, pídala a Dios'"
(Discourses of Brigham Young, pág. 261).
Debemos orar a nuestro Padre Celestial para que nos dé el don para enseñar. El nos ayudará mientras
preparemos nuestra lección, nos ayudará a conocer y a amar a los alumnos. Si pedimos su ayuda, El estará
con nosotros cuando enseñemos.
Conclusión
Tenemos la responsabilidad de enseñar el evangelio a nuestros hijos, a los otros miembros de la Iglesia
y a nuestro prójimo que no sea miembro.
"El presidente David O. McKay dijo: 'No hay mayor responsabilidad en el mundo que enseñar a un
alma humana'. La mayordomía más grande de un padre y de un maestro en la Iglesia es la de enseñar y
capacitar" (Vaughn J. Featherstone, "The Impact Teacher", Ensign, noviembre de 1976, pág. 103).
El Señor desea que para que enseñemos eficazmente, nos preparemos, ya que la preparación significa
estudio, oración y la enseñanza por medio de la influencia del Espíritu Santo.
Deuteronomio 6:5-7(enseñar todo el tiempo).
Mosíah 4:14-15 (enseñar el amor a los hjos).
D. y C. 42:14 (enseñar sólo por el espíritu).
D. y C. 68:25-28 (el mandamiento de enseñar a los hijos).
Moisés 6:57 (el mandamiento de enseñar el arrepentimiento a los hijos).
Lección 34
La enseñanza de las Escrituras
El objetivo de esta lección es ayudarnos a prepararnos para impartir enseñanzas de las escrituras.
Introducción
El presidente J. Reuben Clark, hijo, dijo una vez a un grupo de maestros de la Iglesia: "Vuestra
obligación esencial es enseñar el evangelio del Señor Jesucristo tal como ha sido revelado en estos últimos
días. Debéis enseñar este evangelio utilizando como fuente de enseñanza los libros canónicos de la Iglesia
(las escrituras y las palabras de los que Dios ha llamado para dirigir a su pueblo en estos últimos días" ("The
Charted Course of the Church ¡n Education", pág. 10-11).
La ayuda mayor de que podemos disponer cuando enseñamos es el conocimiento y correcto uso de las
Escrituras.
El Señor nos ha mostrado claramente la importancia de conocer y enseñar las Escrituras a otros.
Durante su visita a los nefitas dijo: "Sí, os doy el mandamiento de escudriñar estas cosas (las Escrituras)
diligentemente" (3 Nefi 23:1). También nos ha mandado que enseñemos el evangelio a otros. (Véase 3 Nefi
23:14). En Doctrinas y Convenios nos manda que escudriñemos las Escrituras. Debemos enseñarlas fielmente
porque ellas testifican y enseñan de Jesucristo. Las Escrituras contienen todas las cosas que debemos hacer.
(Véase D. y C. 1:37).
Además de los libros canónicos, el Señor habla por medio de los profetas en la actualidad y estas
palabras también son consideradas escrituras. (Véase D. y C. 68:1 -4). Los manuales de la Iglesia nos ayudan
a seguir los consejos de los profetas y de las Escrituras. ¿En dónde podemos obtener las palabras de nuestros
profetas vivientes?
Cómo aplicar las Escrituras a nuestra vida

Cuando Lehl y su familia llegaron a la tierra prometida, Nefi enseñó las Escrituras a sus hermanos en
un modo comprensible para ellos cuando les dijo: "Porque apliqué las Escrituras a nosotros mismos para
nuestro provecho e instrucción" (1 Nefi 19:23).
Las Escrituras nos dicen "lo que el Señor había hecho con los pueblos antiguos" (1 Nefi 19:22).
Aunque estas palabras fueron escritas en el pasado, todavía guardan un gran significado para nosotros. El
profeta José Smith nos enseña del significado de las Escrituras cuando nos dice: "Escudriñad las Escrituras;
escudriñad las profecías, y aprended qué porción de ellas pertenece a vosotros" (Enseñanzas del Profeta José
Smith, pág. 7).
Los buenos maestros aplican las Escrituras a la vida moderna, utilizan los acontecimientos del pasado
para ayudarnos a comprender el presente. Muestre la lámina 34-c, Pida a las hermanas que lean 1 Nefi 16:9-
12, 15-30.
Refiriéndose a esta historia en el Libro de Mormón, el presidente Kimball dice:
"Imaginaos siendo Nefi, cuando oyó a su padre que les llamaba la atención sobre algo que acababa de
encontrar en la parte exterior de la tienda. Se trataba de una bola o esfera ... 'De bronce fino, esmeradamente
labrada', como ninguna que hubieran visto. (Véase 1 Nefi 16:10).
Si os encontrarais muy interesados y observarais muy cuidadosamente la construcción de esa esfera
poco común, notaríais que trabajaba según la fe, diligencia y cuidado que le prestaron para que marcara la
dirección que deberían seguir. (Véase 1 Nefi 16:28-29). .. .¿Qué pensaríais al ver en ella escritos que eran
fáciles de leer y que hacían algo más que indicar la dirección, explicando también las vías del Señor?
(Además, las instrucciones eran cambiadas de tiempo en tiempo a medida que pedían más dirección del
Señor, y todo se hacía de acuerdo con la fe y la diligencia que la familia prestaba a la empresa. ¿Qué
pensaríais? (1 Nefi 16:21.)
La esfera o Liahona —que se piensa fuera similar a una brújula—, fue preparada especialmente por el
Señor para mostrarle a Lehi el curso que habría de seguir en sus viajes por el desierto. ¿No os gustaría a
vosotros tener una esfera similar? Entonces, siempre que os encontrarais equivocados, la esfera podría
indicaros el camino correcto y escribir mensajes mediante los cuales siempre pudierais saber cuando os
encontrabais errados.
Eso... todos vosotros poseéis. El Señor le dio a todo hombre, a toda persona, una conciencia que le
hace saber cada vez que se encamina por el mal sendero. SI escuchamos atentamente, podremos oír los
mensajes de nuestra conciencia, pero claro está que las personas pueden llegar a acostumbrarse de tal forma a
los mensajes que los ignoren, hasta que finalmente pierdan la noción de su registro.
"Debéis comprender que tenéis algo similar a una brújula, a una Liahona, en vuestro propio ser. Se le
da a todo niño ... si éste hace caso omiso de esa Liahona que tiene en su propia alma, llegará el momento en
que ésta no le indique nada. Pero si recordamos que cada uno de nosotros dispone de aquello que puede
guiarnos correctamente, nuestra embarcación no emprenderá el rumbo que no debe seguir. . . eso es, siempre
que escuchemos los dictados de nuestra propia Liahona, a la cual llamamos nuestra conciencia." (En
Conference Report, octubre de 1976, págs. 115-117; véase, además, Ensign, noviembre de 1976, págs. 77-
79.)
¿Cómo utilizó las Escrituras el presidente Kimball para enseñar una verdad que podemos usar en la
actualidad? ¿Qué partes de la historia no se aplican a nosotros?
Cuando tenemos un conocimiento de las Escrituras, podemos aplicar a nuestra vida los principios en
ellas enseñados. Los siguientes ejemplos muestran cómo un padre enseñó las Escrituras a sus hijos.
Una noche durante la oración familiar Ana, una niñita de cuatro años, dijo a sus padres que no deseaba
dar sus oraciones. La madre trató de persuadirla, pero Ana rehusó orar. Entonces la madre le relató a la niña
la historia de Daniel. Pida a la hermana asignada que lea Daniel 6:1-23 o relate la historia.
La madre explicó que la oración era muy importante para Daniel, que oró aunque sabía que iba a morir
por orar. Entonces le preguntó a Ana: "Ahora que entiendes el significado de la oración, ¿te gustaría que te
ayudara a decir la oración?"
En otra ocasión, Ana y Juanita se encontraban discutiendo acaloradamente. Las dos querían jugar con
la misma muñeca, entonces la madre acercándose a ellas les preguntó: ¿Por qué no cortamos la muñeca en
dos y tendrán una parte cada una?
—No— dijo Ana, —no la cortes a la mitad.
—Si hazlo— gritó Juanita. La madre contestó:
—Debe ser la muñeca de Ana. ¿Saben como lo supe? Luego leyó con las chicas la historia que se halla
en 1 Reyes 3:16-27.
Pida a la hermana asignada que lea o cuente la historia en 1 Reyes 3:16-27.
¿En qué forma ayudaron las Escrituras a esta madre a enseñar algo a sus hijas? Lea Enós 1:2-5; Mateo
25-1-13; D. y C. 40:1-3.
Preparémonos para enseñar las Escrituras

El presidente Harold B. Lee declaró:
"Digo que necesitamos enseñar a nuestra gente a encontrar las respuestas en las Escrituras. Mas lo
infortunado del caso es que muchos de nosotros no estamos leyendo las Escrituras; ignoramos lo que hay en
ellas y por consiguiente especulamos en cuanto a las cosas que debíamos haber encontrado en las Escrituras
mismas. Creo que en esto yace uno de nuestros mayores peligros de hoy en día". ("Buscad las respuestas en
las Escrituras", Liahona, diciembre de 1973, pág. 3).
Nadie nos obligará a estudiar las Escrituras. Si queremos, podemos hallar un sinnúmero de pobres
razones para no hacerlo, pero debemos comprometernos a llevarlo a cabo por medio de un plan de estudio
regular. No lo lograremos simplemente por coincidencia o accidente. (Véase la lección 32 de este manual).
¿Cuáles son las excusas que ponemos para no estudiar las Escrituras? ¿Cómo podremos vencer estos
obstáculos?
Si es nuestra intención enseñar por medio de las Escrituras, debemos meditar sobre ellas en vez de sólo
leerlas.
Pida a las hermanas de la clase que lean Moroni 10:3. ¿Qué es lo que nos dice Moroni en cuanto al
aprendizaje por medio de las Escrituras?
Moroni nos dice que después de recibir las verdades de las Escrituras, debemos meditar en nuestros
corazones. El presidente Marión G. Romney dijo: "Cuando he leído las Escrituras, he sentido el desafío de
meditar... El diccionario nos dice que esta palabra significa 'considerar mentalmente, pensar profundamente,
deliberar'...
La meditación es, a mi manera de pensar, una forma de oración. Ha sido por lo menos, una manera de
buscar el Espíritu del Señor en muchas ocasiones" ("Magnificando nuestro llamamiento en el Sacerdocio",
Liahona, diciembre de 1973, págs. 42-43).
En Moroni 10:3-4 se nos dice que tras de haber meditado las Escrituras (hacer un análisis mental de lo
que hemos leído) debemos preguntar a nuestro Padre Celestial "si no son verdaderas esas cosas" y "El
manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo".
Conclusión
Para poder enseñar eficazmente las Escrituras, debemos prepararnos leyéndolas regularmente y
debemos meditarlas pensando en lo que hemos leído, sintiéndolo y orando con sincera intención. Después
debemos poner en práctica lo que hemos llegado a saber y comprender por medio del Espíritu. Cuando lo
hayamos hecho, podremos enseñar las Escrituras con poder y persuasión.
2 Nefi 4:15-16 (el amor de Nefi por las Escrituras).
2 Nefi 32:3-7 (deleitarse en las palabras de Cristo).
Alma 37:38-47 (las cosas sagradas que enseñó Alma a su hijo Helamán).
D. y C. 11:21-22 (obtener la palabra de Dios).
Leccón 35
La enseñanza por el poder y la influencia del
Espíritu Santo
El objetivo de esta lección es ayudarnos a enseñar el evangelio mediante el poder del Espíritu Santo.
Introducción
El Señor nos ha mandado que nos enseñemos los unos a los otros en cuanto al reino. (Véase D. y C.
88:77). Para poder enseñar, debemos tener un testimonio de la verdad del evangelio restaurado de Jesucristo.
Debemos enseñar con el poder y la influencia del Espíritu Santo.
El presidente David O. McKay dijo: "Maestros, comenzad la preparación de vuestras lecciones con una
oración. Enseñad vuestras lecciones con un corazón devoto y orad para que el Señor enriquezca vuestro
mensaje . .. por medio de la influencia de su Santo Espíritu." (GospelIdeáis, pág. 223.)
El élder Hartman Rector, hijo, nos cuenta la siguiente historia con respecto al presidente Harold B.
Lee:
"Un poco después de haber sido ordenado al oficio de Presidente ... un reportero le preguntó:
'¿Qué es lo que espera cumplir durante su administración como Presidente de la Iglesia?'
'Bueno', dijo, 'únicamente puedo contestar esa pregunta con las palabas de un gran profeta cuando
recibió la asignación del Señor de obtener unos registros antiguos: 'E iba guiado por el Espíritu, sin saber
anticipadamente lo que tendría que hacer' " (1 Nefl 4:6). ("You Shall Receive the Spirit", Ensign, enero 1974,
pág. 106).
Como maestros debemos aceptar la ayuda del Espíritu. Nuestros pensamientos no son los pensamientos
de Dios. Nuestros caminos no son sus caminos. (Véase Isaías 55:8-9). Para poder enseñar el evangelio de
Jesucristo, debemos tener la guía del Espíritu Santo.
Pida a las hermanas que lean en D. y C. 42:12-14. ¿Qué es lo que se nos dice que enseñemos? ¿Dónde
hallamos esos principios? ¿En dónde obtenemos el espíritu con el que enseñamos? Si no tenemos la
influencia del Espíritu Santo, ¿por qué no debemos enseñar?
La influencia del Espíritu Santo puede hacer que las palabras de los maestros penetren en el corazón de
los que escuchan:".. .porque cuando uno habla por el poder del Espíritu Santo, el poder del Espíritu Santo lo
lleva al corazón de los hijos de los hombres." (2 Nefi 33:1). Muestre la lámina 35-a
El rey Benjamín reunió a toda la gente para darles instrucciones especiales. Todo su deseo era
fortalecerlos espiritualmente.
Pida a las hermanas que lean Mosíah 5:1-2 ¿Qué fue lo que hizo que la gente creyera las palabras que
el rey Benjamín había hablado? Pida a las hermanas que lean Mosíah 5:3-4. ¿En qué forma afectó esta
experiencia su fe?
Cómo obtener la guía del Espíritu Santo

Los hijos de Mosíah enseñaron el evangelio por medio de la influencia del Espíritu Santo. Recibieron
su guía después de mucho esfuerzo.
Pida a las hermanas que lean Alma 17:2-3. ¿Cuáles fueron los tres pasos que siguieron los hijos de
Mosíah para poder enseñar con poder? Enumere los tres pasos en la pizarra. (Escudriñar las Escrituras,
ayunar y orar)
Después de preparar su lección el maestro debe orar.
El presidente Marión G. Romney nos cuenta de una experiencia de su esposa al enseñar mediante el
Espíritu. Ella tenía que enseñar una lección sobre la visión que el profeta José Smith tuvo del Padre y del
Hijo. En su clase había una brillante joven graduada en la universidad, que no era miembro. La hermana
Romney era una joven sin experiencia en aquella época y sentía temor de que su lección no fuera aceptada
por esa inteligente joven y ella tampoco se encontraba segura de que fuera verdad.
Al discutir el problema con su madre, la hermana Romney le dijo: "Mamá, no puedo dar esa lección;
no sé si José Smith tuvo esa visión." Su madre no era una mujer de mucha educación, pero en cambio tenía
un firme testimonio. La respuesta que le dio a su hija fue: "Sabes cómo recibió el Profeta esa visión, ¿verdad?
"Sí... la obtuvo al pedir sabiduría en la oración ..."
"La hermana Romney se dirigió a su cuarto y oró ... El resultado fue que ella ... dio la lección en una
forma convincente, con un poder que sobrepasaba sus habilidades naturales. ¿Cómo pudo hacerlo? Bien, el
Espíritu Santo la acompañó en respuesta a su petición. Sintió el fuego en su pecho y llegó a saber que José
Smith había visto la visión, en la misma forma que él lo sabía. Ella no había visto exactamente con sus
propios ojos las cosas que el Profeta vio, pero había obtenido el mismo conocimiento. Por medio de la
descripción de José Smith, sabía lo que él había visto, y había recibido un testimonio del Espíritu Santo de
que su relato era verdadero." ("How to Gain a Testimony, A/ew Era, mayo de 1976, págs. 10-11)
¿Cuáles fueron los pasos que siguió la hermana Romney? Compare estos tres pasos con los
enumerados en la pizarra. ¿Por qué no el haber estudiado sola le daba la suficiente confianza para dar la
lección? ¿Cómo llamamos a lo que recibió la hermana Romney? (testimonio)
¿Qué diferencia hay entre simplemente leer la verdad y hacer que alguien personalmente testifique de
tal verdad? Pida a las hermanas que lean Moroni 10:4-5. ¿En qué forma nos ayuda el Espíritu Santo a
aprender la verdad? ¿Qué tenemos que hacer para recibir ese testimonio?
Compartamos nuestro testimonio

Enseñar con un testimonio es enseñar con el conocimiento de que el evangelio es verdadero. Con el
espíritu podemos ayudar a otros a comprender mejor el evangelio restaurado. El Espíritu Santo confirmará la
veracidad de los principios del evangelio a todos aquellos que nos escuchen.
(Véase 1 Corintios 2:12-13.)
El élder Alvin R. Dyer relató lo siguiente:
"Dos misioneros llegaron a una casa cuando la familia se estaba preparando para cenar, por lo que
tuvieron poco éxito con el mensaje que intentaron dejar a la puerta. A medida que la mujer comenzaba a
cerrarla, los élderes tupieron el impulso de dar su testimonio de la veracidad del evangelio y uno de ellos
intencionalmente elevó su voz, con el fin de que pudieran oírle las personas que estaban adentro. Entonces,
debido a que comenzaba a llover, empezaron a alejarse rápidamente. No habían caminado media calle cuando
un muchacho de unos catorce años los alcanzó, a la vez que les decía: 'Mi padre quiere que vuelvan a casa'.
Así lo h¡c¡eron y al llegar, el padre les dijo que había escuchado el mensaje que habían dado cuando estaban
en la puerta, pero que no se conmovió hasta que oyo el testimonio, añadiendo, 'Un extraño sentimiento me
invadió y supe que había hecho mal al despedirles'. Esto despertó un interés, y el testimonio de un humilde
élder llevó a toda una familia a las aguas del bautismo. (Véase "When Thou Art Converted", Instructor, julio
de 1961, pág. 225.)
¿Por qué llamó el Padre a los misioneros?
Conclusión
Como padres y maestros en la Iglesia, tenemos la responsabilidad de cambiar la vida de aquellos a
quienes enseñamos; sin embargo, sólo podemos llev&r est0 a cabo enseñando mediante el Espíritu Santo.
Cuando así lo hacemos, no sólo permitimos que aumente el conocimiento y la fe de aquellos a qü¡enes
enseñamos, sino también el propio. Solamente enseñando mediante el poder del Espíritu Santo podemos
enseñar la verdad; pero para ello, debemos ser dignos y estar preparados. La guía del Espíritu Santo viene por
medio del estudio, la oración y la observancia a los mandamientos de Dios.
"Y se os dará e' Espíritu por la oración de fe; y si no recibiereis el espíritu no enseñaréis..
Y al elevar vuestras voces por el consolador, hablaréis y profetizaréis conforme a mi me plazca.
Porque, he aqu'e' Consolador sabe todas las cosas". (D. y C. 42:14,16,17).
Lucas 24:32 (los corazones de los discípulos ardían dentro de ellos).
Juan 14:26 (El Espíritu Santo enseña todas las cosas).
2 Nefi 32:7- 8 (escuchar al Espíritu).
Mosíah 23:14 (el maestro un hombre de Dios).
Alma 5:43-52 (Alma testifica del Espíritu Santo).
Moroni 10:7-10 (Dones dados por el poder del Espíritu de Dios).
PRESIDENTES DE LA IGLESIA
1. José Smith
Nació el 23 de diciembre de 1805, en Sharon, Distrito de Windsor, Ver-mont, Estados Unidos. Fueron
sus padres José Smith, padre, y Lucy Mack Smith. Recibió el Sacerdocio de Melquisedec (fue ordenado
Apóstol) en mayo de 1829, por Pedro, Santiago y Juan (véase D. y C. 20:2, 27:12); fue sostenido como el
primer élder de la Iglesia el 6 de abril de 1830 a los 24 años de edad; fue ordenado sumo sacerdote el 3 de
junio de 1831 por Lyman Wight; fue sostenido como Presidente del sumo sacerdocio el 25 de enero de 1832
en la conferencia que se efectuó en Amherst, distrito de Loraine, Ohio; murió martirizado el 27 de junio de
1844, en la cárcel de Carthage, Carthage, distrito de Hancock, Illinois, Estados Unidos, a la edad de 38 años.
2. Brigham Young
Nació el 1o de junio de 1801, en Whittingham, distrito de Windman, Ver-mont, Estados Unidos.
Fueron sus padres John Young y Abigail Howe Young. Fue ordenado Apóstol el 14 de febrero de 1835 por
los Tres Testigos del Libro de Mormón; fue sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el
14 de abril de 1840; fue sostenido como Presidente de la Iglesia el 27 de diciembre de 1847 a los 46 años de
edad; murió el 29 de agosto de 1877 en Salt Lake City, distrito de Salt Lake, Utah, Estados Unidos, a los 76
años de edad.
3. John Taylor
Nació el 1o de noviembre de 1808 en Milnthorp, distrito de Westmoreíand, Inglaterra. Fueron sus
padres James Taylor y Agnes Taylor Taylor. Fue ordenado Apóstol el 19 de diciembre de 1838 por Brigham
Young y Heber C. Kimball; fue sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 6 de octubre
de 1877; fue sostenido como Presidente de la Iglesia el 10 de octubre de 1880 a la edad de 71 años; murió el
25 de julio de 1887 en Kaysville, distrito de Davis, Utah, Estados Unidos, a los 78 años de edad.
4. Wilford Woodruff
Nació el 1o de marzo de 1807, en Avon (Farmington), distrito de Hartford, Connecticut, Estados
Unidos. Fueron sus padres Aphek Woodruff y Beu-lah Thompson Woodruff. Fue ordenado Apóstol el 26 de
abril de 1839 por Brigham Young; fue sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 10 de
octubre de 1880; fue sostenido como Presidente de la Iglesia el 7 de abril de 1889 a la edad de 82 años; murió
el 2 de septiembre de 1898 en San Francisco, distrito de San Francisco, California, Estados Unidos, a la edad
de 91 años.
5. Lorenzo Snow
Nació el 3 de abril de 1814, en Mantua, distrito de Portage, Ohio, Estados Unidos. Fueron sus padres
Olíver Snow y Rosetta Leonora Pettibone Snow. Fue ordenado Apóstol el 12 de febrero de 1849 por Heber
C. Kimball; fue sostenido como consejero del presidente Brigham Young el 8 de abril de 1873; fue sostenido
como consejero asistente del presidente Brigham Young el 9 de mayo de 1874; fue sostenido como
Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 7 de abril de 1889; fue sostenido como Presidente de la
Iglesia el 13 de septiembre de 1898 a los 84 años de edad; murió el 10 de octubre de 1901 en Sait Lake City,
distrito de Sait Lake, Utah, Estados Unidos, a los 87 años de edad.
6. Joseph Fielding Smith
Nació el 13 de noviembre de 1838 en Far West, distrito de Caldwell, Misurí, Estados Unidos. Fueron
sus padres Hyrum Smith y Mary Fielding Smith. Fue ordenado Apóstol y consejero de la Primera Presidencia
el 1 ° de julio de 1866 por Brigham Young; fue apartado como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles
el 8 de octubre de 1867; fue relevado como consejero de la Primera Presidencia tras la muerte del presidente
Young el 29 de agosto de 1877; fue sostenido como segundo consejero del presidente John Taylor el 10 de
octubre de 1880; fue relevado de este cargo tras la muerte del presidente Taylor el 25 de julio de 1887; fue
sostenido como segundo consejero del presidente Lorenzo Snow el 13 de septiembre de 1898; fue sostenido
como primer consejero del presidente Lorenzo Snow el 6 de octubre de 1901, pero no fue apartado para este
cargo; fue relevado al morir el presidente Snow el 10 de octubre de 1901; fue sostenido como Presidente de la
Iglesia el 17 de octubre de 1901 a los 62 años de edad; murió el 19 de noviembre de 1918, en Sait Lake City,
distrito de Sait Lake, Utah, Estados Unidos, a los 80 años de edad.
7. Heber Jeddy Grant
Nació el 22 de noviembre de 1856, en Sait Lake City, distrito de Sait Lake, Utah, Estados Unidos.
Fueron sus padres Jedediah Morgan Grant y Ra-chel Ridgeway Ivins Grant. Fue ordenado Apóstol el 16 de
octubre de 1882 por George Q. Cannon; fue sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el
23 de noviembre de 1916; fue sostenido como Presidente de la Iglesia el 23 de noviembre de 1918 a los 62
años de edad; murió el 14 de mayo de 1945, en Sait Lake City, distrito de Sait Lake, Utah, Estados Unidos, a
los 88 años de edad.
8. George Albert Smith
Nació el 4 de abril de 1870 en Sait Lake City, distrito de Sait Lake, Utah, Estados Unidos. Fueron sus
padres John Henry Smith y Sarah Farr Smith. Fue ordenado Apóstol el 8 de octubre de 1903 por Joseph F.
Smith; fue sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 1o de julio de 1943; fue
sostenido como Presidente de la Iglesia el 21 de mayo de 1945 a los 75 años de edad; murió el 4 de abril de
1951 en Sait Lake City, distrito de Sait Lake, Utah, Estados Unidos, a los 81 años de edad.
9. David Ornan McKay
Nació el 8 de septiembre de 1873 en Huntsville, distrito de Weber, Utah, Estados Unidos. Fueron sus
padres David McKay y Jeannette Eveline Evans McKay. Fue ordenado Apóstol el 9 de abril de 1906 por
Joseph F. Smith; fue sostenido como segundo consejero del presidente Heber J. Grant el 6 de octubre de
1934; fue sostenido como segundo consejero del presidente George Albert Smith el 21 de mayo de 1945; fue
sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 30 de septiembre de 1950; fue sostenido
como Presidente de la Iglesia el 9 de abril de 1951 a los 77 años de edad; murió el 18 de enero de 1970 en
Salt Lake City, distrito de Salt Lake, Utah, Estados Unidos, a los'96 años de edad.
10. Joseph Fielding Smith
Nació el 19 de julio de 1876 en Salt Lake City, distrito de Salt Lake, Utah, Estados Unidos. Fueron sus
padres Joseph Fielding Smith y Julina Lamb-son Smith. Fue ordenado Apóstol el 7 de abril de 1910 por
Joseph F. Smith; fue sostenido como Presidente en funciones del Quórum de los Doce Apóstoles el 30 de
septiembre de 1950; fue sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 9 de abril de 1951;
fue sostenido como consejero de la Primera Presidencia el 29 de octubre de 1965; fue sostenido como
Presidente de la Iglesia el 23 de enero de 1970 a los 93 años de edad; murió el 2 de julio de 1972, en Salt
Lake City, distrito de Salt Lake, Utah, Estados Unidos, a los 95 años de edad.
11. Harold Bingham Lee
Nació el 28 de marzo de 1899 en Clifton, distrito de Oneida, Idaho, Estados Unidos. Fueron sus padres
Samuel M. Lee y Louisa Bingham Lee. Fue ordenado Apóstol el 10 de abril de 1941 por Heber J. Grant; fue
sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 23 de enero de 1970; fue sostenido como
primer consejero del presidente Joseph Fielding Smith el 23 de enero de 1970 a los 70 años de edad; fue
sostenido como Presidente de la Iglesia el 7 de julio de 1972 a la edad de 73 años; murió el 26 de diciembre
de 1973, en Salt Lake City, distrito de Salt Lake, Utah, Estados Unidos, a los 74 años de edad.
12. Spencer Woolley Kimball
Nació el 28 de marzo de 1895 en Salt Lake City, distrito de Salt Lake, Utah, Estados Unidos. Fueron
sus padres Andrew Kimball y Olive Woolley Kimball. Fue ordenado Apóstol el 7 de octubre de 1943 por
Heber J. Grant; fue sostenido como Presidente en funciones del Quórum de los Doce Apóstoles el 23 de
enero de 1970; fue sostenido como Presidente de la Iglesia el 30 de diciembre de 1973 a los 78 años de edad;
murió el 5 de noviembre de 1985 en Salt Lake City, distrito de Salt Lake, Utah, Estados Unidos, a los 90 años
de edad.
13. Ezra Taft Benson
Nació el 4 de agosto de 1899, en Whltney, distrito de Oneida, Idaho, Estados Unidos. Fueron sus
padres George T. Benson y Sarah Dunkley Benson. Fue ordenado Apóstol el 7 de octubre de 1943 por Heber
J. Grant; fue sostenido como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles el 30 de diciembre de 1973; fue
sostenido como Presidente de la Iglesia el 10 de noviembre de 1985 a los 86 años de edad.
Bibliografía de obras citadas
traducidas al español
Kimball, Spencer W. El Milagro del Perdón. Salt Lake City: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días, 1976.
Kimball, Spencer W. Hemos de ser un pueblo reverente. Folleto publicado por La Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Últimos Días, 1976.
Informe Oficial de la Primera Conferencia de Área para México y Centroa-mérica de La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Salt Lake City: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días, 1973.
Smith, José. Enseñanzas del Profeta José Smith, Compilación de Joseph Fielding Smith. Salt Lake
City: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1975.
Smith, Joseph F. Doctrina del Evangelio, Sermones y escritos de Joseph F. Smith. Salt Lake City: La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1978.

La Mujer Santo de Los Ultimos Dias Parte A

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La Mujer Santo de Los Ultimos Dias Parte A

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La Mujer Santo de los Últimos Días

Manual básico para las mujeres,

Ayudas para la maestra

El objetivo de esta lección es el de fortalecer nuestra fe en Jesucristo.

Primero, debemos saber la verdad

Debemos ejercitar nuestra fe

La fe se mantiene activa cuando obedecemos

El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender y a utilizar el principio del arrepentimiento.

¿A qué llamamos arrepentimiento?

Todos necesitamos arrepentimos

El perdón es el resultado del verdadero arrepentimiento

Nuestro convenio bautismal

Nuestro progreso después del bautismo

El camino hacia la perfección

¿Por qué necesitamos el don del Espíritu Santo?

¿Cómo conservar el Espíritu Santo con nosotros?

En que forma nos ayuda el Espíritu Santo

¿En qué forma se recibe un testimonio?

¿En qué forma nos preparamos para recibir un testimonio?

La manera correcta de ayunar

Cuando ayunamos aumentamos la espiritualidad

El ayuno es una fuente de poder

El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender mejor la manera de enseñar la reverencia a

El significado e importancia de la reverencia

Sugerencias para que los padres enseñen la reverencia

El objetivo de esta lección es ayudarnos a amar y servir a otros.

Dios nos ama a todos con perfecto amor

Se nos ha dado el mandamiento de amar

El servicio cristiano crea amor

Hemos hecho convenio de servirnos los unos a los otros

La importancia de la ley de castidad

Cómo enseñar la castidad a nuestros hijos

¿Por qué debemos casarnos en el templo?

Las bendiciones del matrimonio eterno

Cómo prepararnos para el matrimonio eterno

Debemos estar dispuestos a sacrificarnos

El sacerdocio - El poder para actuar en el nombre de Dios

El poder del sacerdocio se obtiene por medio de una vida justa

El sacerdocio es necesario para la exaltación de la familia

Ordenanzas del sacerdocio

Bendiciones de las ordenanzas del sacerdocio

Aceptar la voluntad del Señor

El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender nuestra relación con el sacerdocio.

Los hombres y mujeres tienen responsabilidades separadas

La relación de la mujer con el sacerdocio

El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender nuestras responsabilidades y bendiciones como

Responsabilidades y bendiciones de una esposa Santo de los Últimos Días

Responsabilidades y bendiciones de una madre Santo de los Últimos Días

El papel que desempeña la mujer soltera

El padre dirige el hogar

Mostrar amor y consideración para con nuestro esposo

Asesoramiento entre la familia

La noche de hogar es para todos

Cómo llevar a cabo una noche de hogar

Las bendiciones que vienen por tener la noche de hogar

El objetivo de esta lección es ayudarnos a comprender el propósito de las reuniones de la Iglesia y a

El propósito de las reuniones de la Iglesia

Maneras de efectuar reuniones de la Iglesia con todo éxito

Las bendiciones que se obtienen por asistir a las reuniones de la Iglesia

La importancia de la obra misional

En qué forma debemos ser misioneros

Hermanándonos los unos a ios otros

La preparación de nuestros jóvenes para la misión

Ayudar a los misioneros para que cumplan con sus llamamientos