El cuento equivocado

(Dedicado a Nebgik)

—¿Por qué lo mataste?

—Tuve que hacerlo. Estaba en la historia equivocada y no sé cómo enviarlo a la correcta. Su
guión iba sobre una niña que se parece un poco a mí pero nada más. Es muy estúpida para
compararnos, además. Pero él vio la capa roja, a ti cuidándome y lo malinterpretó todo. Traté de
explicárselo pero en su afán de protegerme, no supo escucharme. Tuvo que morir, no había de otra.
“Y con esa pinta de soltero engreído que tiene, no creo que nadie lo extrañe.
—Eres más fría que esta nieve.
—Las mujeres con cerebro vivimos en invierno perpetuo. Hasta cuando estallan las flores. No
podemos tener compasión.
“Ahora cómetelo. Es un desperdicio pero no le haré una tumba. Me miró con lascivia y solo tengo
diez años.
—¿Yo? Huele a colonia barata.
—Por eso no puedo guisarlo para hacer conservas. Su carne está arruinada. Y solo un poco menos
peludo que tú pero no lo bastante para hacerme un tapado de piel bonito.
—Me pondrá enfermo.
—De ninguna manera. Te prohibo enfermarte.
—Antes de que me domesticaras, yo comía liebres. Algún que otro fotógrafo vegetariano. Esos
estaban flacos pero olían bastante bien.
—¿Estás intentando darme conversación para no comer?
—¡No me pegues! Comeré...¿lo ves?
—Solo estás lamiendo sus dedos.
—¡Y saben mal! Era un fumador. Cigarrillos baratos, por si fuera poco. He comido tabaco. No es
tan malo pero he oído que sale un pastón.
—Te zurraré. Y luego le diré a mi madre que me has faltado el respeto. Ella te zurrará entonces
más y peor. No habrá más carne ni vino en casa para ti hasta la próxima luna llena. Da gracias de
que no tengo un padre. Y de que no le diré a mi abuela. Ella quiere disecarte desde que te traje a
vivir con nosotras.
—¿Y si al menos me cuentas el final de su historia?
—¿La de él? Pues no es gran cosa. Él me protege de ti, que me has comido. Te mata y me saca
entera de tu vientre. Entonces se casa conmigo o algo así.
—¿Te casas con él después de que mató a tu mascota? Qué feo.
—No eres mi mascota. Eres solo un lobo de por ahí. Como antes de que te domesticara.
“Pero sí, la gente que cuenta esas historias parece pensar que lo único más idiota que un niño es
una niña.
 “Y ahora come. Detesto que trates de ser más listo que cualquiera de nosotras, solo porque has
aprendido a hablar...