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1.¿QUÉ ES LA CATEQUESIS FAMILIAR?

http://www.parroquia.de/catequesis/area/area1.htm

El Concilio Vaticano II, al hablar de la misión educativa de la familia, llama a ésta


«iglesia doméstica» (Lumen Gentium, 11) donde cada uno recibe y da, y reconoce que los
padres son los principales y primeros transmisores de la experiencia de la fe. En 1971, en
el Directorium Catechisticum Generale (n. 78), se afirma que: «se debe fomentar la
adecuada intervención de los padres cristianos ayudados por una formación apropiada
que hay que darles (...) pues la Iglesia se construye cuando los padres reciben ayuda
para cumplir rectamente su misión». Juan Pablo II en su encíclica Redemptor Hominis (n.
19), afirma que la forma fundamental de catequesis es la catequesis familiar, es decir, la
catequesis de los padres a sus propios hijos.

Como se aprecia en las últimas décadas, los pasos hacia una evangelización más
integral han ido diseñando un tipo de catequesis en el que el papel protagonista va
recayendo en la familia cristiana. A finales de la década de los 50, en Francia hay ya un
intento serio de catequesis familiar, que irá fraguando en las siguientes décadas, para ser,
a principios de los años 70, cuando surge en Chile de una manera definitiva lo que hoy
conocemos como Catequesis Familiar.

En la Parroquia de la Asunción de Torrent, es a partir del curso 98-99 cuando de


manera sistemática se va sustituyendo la catequesis tradicional por la catequesis familiar
(previamente se había dado una experiencia de forma extraordinaria). Este cambio se
produce al mismo tiempo en todo el arciprestazgo de la Mare de Déu del Pòpul de Torrent.
Y es a partir del curso 2000-01, cuando se implantará de manera total en los tres cursos
de catequesis de primera comunión en nuestra parroquia.

Podemos contestar a esta pregunta con los siguientes puntos:

 Es una acción evangelizadora y educadora en la fe que pretende cristianizar a todo


núcleo familiar: los padres, los hijos y demás familiares, aunque los adultos tienen
que ser los preferidos y dedicarles una atención constante.
 Es una forma de catequesis al servicio de la única gran misión de la Iglesia, que es
construirse a sí misma para ser signo de salvación. Trabaja de forma articulada con
los otros ministerios y grupos de la parroquia.

 Forja una comunidad no cerrada en sí misma, sino al servicio de la persona,


integrada en la parroquia en íntima comunión con la liturgia y la línea pastoral, pero
prestando un continuo servicio al barrio y al pueblo.

 Lleva a integrar a las familias que la han vivido, de una manera u otra, en los
grupos de matrimonios o en cualquier otro ámbito de acción pastoral que la
parroquia debe tener previstos.

 Es una respuesta a las necesidades reales de nuestro tiempo, como veremos


posteriormente.

2. OBJETIVOS DE LA CATEQUESIS FAMILIAR

Podemos sintetizarlos y concretarlos del siguiente modo:


a) A corto plazo:

 Anunciar el Evangelio de Jesucristo a las familias, concienciarles de su misión


evangelizadora y dar cohesión al grupo familiar.
 Guiar a los padres y ofrecerles los medios necesarios para fomentar la oración y la
catequización familiar.

 Celebrar la fe en la familia y en la comunidad parroquial.

b) A medio y largo plazo:

 Integrar a las familias en distintos grupos de la Iglesia, para que puedan seguir
viviendo la fe cristiana.
 Evangelizar nuestra barriada.

Como se aprecia no es misión preparar exclusivamente a los niños para recibir el


sacramento de la Eucaristía. La catequesis familiar abre un itinerario de iniciación
cristiana, que se ve jalonado por pequeños pasos, que incluso se van formalizando en
pequeñas celebraciones a lo largo del año litúrgico. Así, nos encontramos con hitos como
son: la Entrega de la Palabra, Renovación de las promesas del Bautismo, Reconciliación
y Primera Comunión.

Es evidente que este método también podrá ir adaptándose a otros ámbitos como
la catequesis pre-bautismal, padres del Movimiento Junior, preparación a la sacramento
de la Confirmación, etc.

Lo más complicado siempre es romper los estereotipos que funcionan y que han
llevado a la pastoral parroquial, en muchas ocasiones, al funcionamiento por pura inercia,
por costumbre. Pensemos que la catequesis familiar intenta favorecer el compromiso
personal y solidario en la construcción de una sociedad.

La catequesis familiar apoya y promueve el derecho de los padres a ser los


primeros y principales educadores de sus hijos para que alcancen la madurez personal y
de esta forma se construya una sociedad más humana y cristiana. La parroquia y la
escuela no podrán sustituir a la familia en su ministerio educativo, de ahí la importancia de
esta metodología y su posible integración en los grupos parroquiales de iniciación en la fe.

Por último la catequesis familiar tiende a la formación integral del ser humano,
integra fe y cultura, promueve el diálogo familiar, la lectura de la Palabra, la oración en
familia, el intercambio de vivencias de cada uno, etc.

3. AGENTES DE LA CATEQUESIS

Matrimonios-guía: son los catequistas, preferentemente matrimonios, que con un


mayor o menor grado de implicación pastoral en la parroquia, trabajan al servicio de los
padres y junto con éstos preparan, todas las semanas, la catequesis que los padres
habrán de realizar y transmitir a los hijos en la familia.

Padres: son los verdaderos catequistas, que desarrollan en casa con sus hijos la
catequesis.

Niños: son los receptores de la catequesis.


Animadores: son los jóvenes que, después de haberse formado en la escuela de
Agentes de Pastoral, inician su compromiso pastoral en la parroquia. Se reúnen
semanalmente con los niños para repasar la catequesis que los padres han hecho con
sus hijos, celebrar la fe y vivir la experiencia de la Iglesia.

4. ORGANIZACIÓN DEL ÁREA

De todos es sabido las dificultades que vive hoy la familia para realizar la tarea de
la educación religiosa de los hijos. La mayoría de las familias, teóricamente cristianas, han
sufrido y sufren el duro impacto de una sociedad que intenta borrar a Dios de sus vidas.
Muchos padres, además de estar sobrecargados por el trabajo y las ocupaciones, se
sienten incapaces de educar religiosamente a sus hijos, por falta de formación o por
debilidad de su propia fe.

La transmisión de los valores religiosos a sus hijos, lejos de tener una prioridad, es
algo secundario en relación con otros valores más prácticos y útiles a la convivencia
social.

En muchas familias, el tema de la religión y la fe se relega al campo de lo privado-


personal, o bien a la educación recibida por medio de grupos, asociaciones o instituciones
religiosas de la Iglesia. En otras, se vive una cierta relajación o difuminación en algunas
verdades de nuestra fe, así como en la doctrina y moral cristianas, que las sitúa en la
ambigüedad, incertidumbre que conduce a un «Dios, una iglesia y una moral a la propia
medida».

Otra dificultad importante en no pocos casos es la sobrecarga de tensiones


internas y problemas externos, como las rupturas matrimoniales, la falta de trabajo, o las
nuevas costumbres sociales que no favorecen esta educación cristiana.

5. HORARIOS

En el primer curso, los niños son convocados los sábados por la mañana A LAS
12:00H en la Casa Abadía. También allí se reúne el segundo curso A LAS 11:00H , de
manera que de 12 a 12:30h tengan una celebración que les inicie a la Eucaristía paso a
paso (ver iniciación a la Eucaristía). El tercer curso se reúne también el sábado por la
tarde, comienzan a las 17:00h con la celebración d ela Eucaristía, la cual realizan junto al
movimiento Junior para después tener la sesión con los animadores.

Los padres se reúnen con el matrimonio-guía el día y la hora que mejor les viene, a lo
largo de la semana.

Los datos del curso 1.999-2.000, son los siguientes:

Catequesis familiar

Curso 1º Curso 2º Curso 3º


Matrimonios-guía 12 14 10

Padres 90 95 95

Animadores 15 15 14

Niños 90 95 95

6. LUCES DE LA CATEQUESIS FAMILIAR

El logro más positivo tal vez haya que situarlo en la misma puesta en marcha de la
catequesis familiar, por el esfuerzo humano y de tiempo que ha exigido y exigirá en el
futuro. Se ha realizado un encuentro directo de los sacerdotes con todas y cada una de
las familias implicadas, sobre todo para ir rompiendo la mentalidad existente e ir
animando a que las familias vayan entrando en la dinámica.

No ajeno a este logro es el esfuerzo de los matrimonios-guía, que semana a


semana, se han reunido para prepararse ellos mismos y luego animar a los padres en su
misión catequética. Es en estos encuentros semanales donde se ha entrado en contacto
con la realidad de las familias de nuestra parroquia, lo que sin duda va a redundar, para
bien, en la pastoral de los próximos cursos.

Al mismo tiempo, esta área está muy relacionada con el Movimiento de Jóvenes
con quien comparte el compromiso pastoral de los animadores. De igual modo, se
relaciona con el área de matrimonio y familia, de la que se nutre para sus matrimonios-
guía. Y no hay que olvidar la labor que el área de Evangelización desarrolla en el
seguimiento y actuación con las familias que acuden a la catequesis. Cabe señalar
asimismo la presencia en la Comisión arciprestal de catequesis, para coordinar
materiales, encuentros, etc. Y no se debe olvidar el hecho arciprestal, pues todas las
parroquias de Torrent han implantado este nueva metodología.

Es necesario mencionar como una realidad muy importantes algunas de las


celebraciones, que con los padres, niños, matrimonios-guía, se han realizado a lo largo de
los cursos.

Por último, cabe señalar el inmenso bien que para algunas de las familias está
suponiendo su participación en la catequesis familiar.

7. SOMBRAS DE LA CATEQUESIS FAMILIAR

Todo lo anterior también nos lleva a reflexionar sobre las dificultades que se
plantean. La mayor dificultad a la hora de implantar la catequesis familiar se ha debido
fundamentalmente a la oposición de un buen número de familias que no estaban
dispuestas a asumir este método, lo que redunda en críticas y en comparaciones.
Caber anotar como sombra la menor presencia de padres, frente al número de
madres que están trabajando en las reuniones de la catequesis familiar, tanto a nivel de
matrimonios-guía, como en la asistencia a las reuniones de equipos de padres.

De igual modo, aunque resulte doloroso reconocerlo, no todos los padres dan lo
que potencialmente podrían para que esta experiencia resultase mejor, sobre todo en lo
que supone de transmisión de la fe a los hijos.

8. RETOS DE LA CATEQUESIS FAMILIAR

No entramos a profundizar en lo que pueda suponer de dejadez en compromisos


propios asumidos en la educación cristiana de los hijos, pero esto nos lleva al reto de
fortalecer la metodología, perfeccionarla, mejorar su presentación, la llamada y animación
a las familias, etc.

Otro reto será ver cómo esta metodología puede aportar nuevos impulsos a otros
grupos de la parroquia que trabajan directamente con padres: catequesis pre-bautismal,
padres del Movimiento Junior, etc. Todo ello significa que hay una labor de vertebración
del área que está pendiente de realizarse.

Pero lo que muy pronto se tendrá que plantear nuestra parroquia es: ¿qué
continuidad se dará a estos grupos de padres que semanalmente vienen a nuestra
parroquia a recibir y dar para posteriormente transmitir la fe a sus hijos? Para algunos ya
sabemos que su única pretensión será que sus hijos reciban el sacramento y no se les
podrá pedir más. Pero otros, algunos ya, pedirán más a la parroquia e incluso esperarán
respuestas para su vida familiar.

Otro reto importante es la necesidad de dar una respuesta a las familias que no
entran en la dinámica de la catequesis familiar.

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