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http://www.parroquia.de/catequesis/area/area1.htm
Como se aprecia en las últimas décadas, los pasos hacia una evangelización más
integral han ido diseñando un tipo de catequesis en el que el papel protagonista va
recayendo en la familia cristiana. A finales de la década de los 50, en Francia hay ya un
intento serio de catequesis familiar, que irá fraguando en las siguientes décadas, para ser,
a principios de los años 70, cuando surge en Chile de una manera definitiva lo que hoy
conocemos como Catequesis Familiar.
Lleva a integrar a las familias que la han vivido, de una manera u otra, en los
grupos de matrimonios o en cualquier otro ámbito de acción pastoral que la
parroquia debe tener previstos.
Integrar a las familias en distintos grupos de la Iglesia, para que puedan seguir
viviendo la fe cristiana.
Evangelizar nuestra barriada.
Es evidente que este método también podrá ir adaptándose a otros ámbitos como
la catequesis pre-bautismal, padres del Movimiento Junior, preparación a la sacramento
de la Confirmación, etc.
Lo más complicado siempre es romper los estereotipos que funcionan y que han
llevado a la pastoral parroquial, en muchas ocasiones, al funcionamiento por pura inercia,
por costumbre. Pensemos que la catequesis familiar intenta favorecer el compromiso
personal y solidario en la construcción de una sociedad.
Por último la catequesis familiar tiende a la formación integral del ser humano,
integra fe y cultura, promueve el diálogo familiar, la lectura de la Palabra, la oración en
familia, el intercambio de vivencias de cada uno, etc.
3. AGENTES DE LA CATEQUESIS
Padres: son los verdaderos catequistas, que desarrollan en casa con sus hijos la
catequesis.
De todos es sabido las dificultades que vive hoy la familia para realizar la tarea de
la educación religiosa de los hijos. La mayoría de las familias, teóricamente cristianas, han
sufrido y sufren el duro impacto de una sociedad que intenta borrar a Dios de sus vidas.
Muchos padres, además de estar sobrecargados por el trabajo y las ocupaciones, se
sienten incapaces de educar religiosamente a sus hijos, por falta de formación o por
debilidad de su propia fe.
La transmisión de los valores religiosos a sus hijos, lejos de tener una prioridad, es
algo secundario en relación con otros valores más prácticos y útiles a la convivencia
social.
5. HORARIOS
En el primer curso, los niños son convocados los sábados por la mañana A LAS
12:00H en la Casa Abadía. También allí se reúne el segundo curso A LAS 11:00H , de
manera que de 12 a 12:30h tengan una celebración que les inicie a la Eucaristía paso a
paso (ver iniciación a la Eucaristía). El tercer curso se reúne también el sábado por la
tarde, comienzan a las 17:00h con la celebración d ela Eucaristía, la cual realizan junto al
movimiento Junior para después tener la sesión con los animadores.
Los padres se reúnen con el matrimonio-guía el día y la hora que mejor les viene, a lo
largo de la semana.
Catequesis familiar
Padres 90 95 95
Animadores 15 15 14
Niños 90 95 95
El logro más positivo tal vez haya que situarlo en la misma puesta en marcha de la
catequesis familiar, por el esfuerzo humano y de tiempo que ha exigido y exigirá en el
futuro. Se ha realizado un encuentro directo de los sacerdotes con todas y cada una de
las familias implicadas, sobre todo para ir rompiendo la mentalidad existente e ir
animando a que las familias vayan entrando en la dinámica.
Al mismo tiempo, esta área está muy relacionada con el Movimiento de Jóvenes
con quien comparte el compromiso pastoral de los animadores. De igual modo, se
relaciona con el área de matrimonio y familia, de la que se nutre para sus matrimonios-
guía. Y no hay que olvidar la labor que el área de Evangelización desarrolla en el
seguimiento y actuación con las familias que acuden a la catequesis. Cabe señalar
asimismo la presencia en la Comisión arciprestal de catequesis, para coordinar
materiales, encuentros, etc. Y no se debe olvidar el hecho arciprestal, pues todas las
parroquias de Torrent han implantado este nueva metodología.
Por último, cabe señalar el inmenso bien que para algunas de las familias está
suponiendo su participación en la catequesis familiar.
Todo lo anterior también nos lleva a reflexionar sobre las dificultades que se
plantean. La mayor dificultad a la hora de implantar la catequesis familiar se ha debido
fundamentalmente a la oposición de un buen número de familias que no estaban
dispuestas a asumir este método, lo que redunda en críticas y en comparaciones.
Caber anotar como sombra la menor presencia de padres, frente al número de
madres que están trabajando en las reuniones de la catequesis familiar, tanto a nivel de
matrimonios-guía, como en la asistencia a las reuniones de equipos de padres.
De igual modo, aunque resulte doloroso reconocerlo, no todos los padres dan lo
que potencialmente podrían para que esta experiencia resultase mejor, sobre todo en lo
que supone de transmisión de la fe a los hijos.
Otro reto será ver cómo esta metodología puede aportar nuevos impulsos a otros
grupos de la parroquia que trabajan directamente con padres: catequesis pre-bautismal,
padres del Movimiento Junior, etc. Todo ello significa que hay una labor de vertebración
del área que está pendiente de realizarse.
Pero lo que muy pronto se tendrá que plantear nuestra parroquia es: ¿qué
continuidad se dará a estos grupos de padres que semanalmente vienen a nuestra
parroquia a recibir y dar para posteriormente transmitir la fe a sus hijos? Para algunos ya
sabemos que su única pretensión será que sus hijos reciban el sacramento y no se les
podrá pedir más. Pero otros, algunos ya, pedirán más a la parroquia e incluso esperarán
respuestas para su vida familiar.
Otro reto importante es la necesidad de dar una respuesta a las familias que no
entran en la dinámica de la catequesis familiar.