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María Elena walsh:

La obra de María Elena Walsh marcó un hito incuestionable en la literatura infantil para
chicos. Entre sus conquistas se encuentran: la renovación de la polémica de los géneros
mayores y menores, el renacimiento del gusto por la poesía y la canción popular en los
niños, la instalación de la función poética en el lenguaje de la escritura para chicos
(Soriano, 2005). María Elena Walsh provoca el cambio de paradigma en la literatura
infantil en la década del 60.
¿De que adolecían los libros para chicos antes María Elena Walsh? De pedagogía y de
nacionalismo sobre todo; de diminutivos y de flora y fauna autóctonos, de próceres, y
viajes místicos, de niños que se portaban muy bien o muy mal. En este clima tenso y
estructurado, donde la literatura infantil tenía una función más o menos explícita de
transmisión de una serie de valores y de construcción de cierto imaginario nacional, la
obra de María Elena Walsh es una bocanada de aire fresco. Esta renovación se explica
frecuentemente por procedimientos como el uso del disparate, la erradicación de los
diminutivos.

Silvia Schujer:

Para mi la poesía tiene que ver con la identidad”, dice María Cristina Ramos y agrega: “leí
y vivo leyendo poesía y si tengo un ratito elijo poesía. La poesía es algo que se puede
volver a leer siempre, si es buena poesía, uno descubre vericuetos, rincones y trasfondos
que permiten otras lecturas. La poesía tiene un instante de plenitud, que es bueno para
uno en determinado momento”.

Pero eso no es todo, María Cristina Ramos va por más y dice que en una conversación
cordial y afectiva encuentra espacios como los que deja la poesía. “cuando hablás
confidencialmente a alguien, cuando hablás con el corazón, todo lo que se dice, lo que no
se dice, el tono, la mirada y el silencio, todo eso tiene que ver con el mundo de lo
poético”.

¿Por qué leer poesía?: “creo que es por aquello interior que convoca en determinado
momento, por esa instantánea emocional que solo uno encuentra en la poesía”, dice
mientras sostiene que más que leer nuevos poetas, necesita volver a “sus” poetas.

Schujer coincide en la idea de que la poesía apela al lector desde otro lugar: “uno como
lector está menos atento a buscar un sentido, a comprender y se deja atravesar, por las
palabras, por las imágenes. Uno a la poesía no le pide que todas las palabras sean
comprendidas por los chicos y uno como lector tampoco, uno lee poesía y se entrega”.

María cristina ramos:


Ramos, por su parte, agrega: “además de recalar en lo emotivo, en lo emocional, además
de eso, leer poesía, implica una mirada lúcida del mundo, diferente a la habitual, pero a la
vez, el bello discurso literario, es un discurso que está constelado de imágenes y de
metáforas y hace que convoque un lector más activo, Para mí es importante que todos los
chicos y todas las chicas estén bien acompañados en su formación de lectores de poesía”.

Es importante pensar qué posibilidades tiene un receptor niño de construir todo lo que
construye un lector a partir de un texto. Es importante la diferencia de experiencia de vida
que puede tener un adulto, si bien aquí entran infinidad de matices. Pero
fundamentalmente la literatura infantil es, en primer lugar, literatura. La edad de los
destinatarios no justifica en modo alguno un tratamiento superficial o descuidado de un
texto. Muy por el contrario, se trata de adentrarse en el intento artístico y procurar un
encuentro en la lectura, sin renunciamientos de ningún tipo y sin subestimación del lector.
La literatura es una ventana al mundo de afuera y a los mundos internos del ser humano.
Creo que a los chicos les interesa todo. Se asoman con curiosidad a la vida en todas sus
formas. Esa curiosidad implica también descifrar esto extraño que somos los adultos.
.
¿Qué lugar tiene la poesía dentro del campo de la literatura infantil?
A veces se asoma tímidamente entre otras propuestas más recurridas. Hay un cierto
temor de los mediadores, de algunos docentes, ante la poesía. Creo que está relacionado
con lo imprevisible del discurso poético. La poesía puede ser una luminosidad instantánea,
un llamado a una gota de música, un puro y gratuito juego con la palabra. Puede ser
apenas, y nada menos, que una resonancia interior a evocar el tiempo en que la palabra
venía en la voz de los afectos, cuando llegaba su corporeidad sonora y musical, antes que
el significado.
Sin embargo su aporte no es equivalente al de la narrativa. Hay que animarse, explorarla,
disfrutarla. Ponerla al alcance de los chicos. De lo demás, ella se encarga.
Elsa bornemann:
Para determinar cuáles son sus más originales hallazgos y de qué manera su poética
encuentra los recursos externos adecuados al mundo infantil para expresar su profunda
‘necesidad poética’, analizaré poemas de sus libros: Disparatario, El espejo distraído y Sol
de Noche, destinados todos a la etapa etaria que se inicia a los ocho años
aproximadamente.
el valor de toda poesía radica en sugerir, en despertar, en provocar una respuesta
emocional, no apelando únicamente al significado literal aunque también éste sea_
obviamente _ muy importante. Es por ello que las palabras de un buen poema infantil han
de ser connotativas, sensorialmente ricas, precisas en su definición, vigorosas. Han de
hablar a los sentidos y estimular la imaginación, ya sea para provocar la risa del niño, su
sorpresa o su simpatía

Laura devetach:
Poética de lo cotidiano
En los textos de Devetach se recrean los elementos más cotidianos, pero –lejos de una
representación realista - estos aparecen sometidos a un proceso de extrañamiento. Como
sucede en Un cuento ¡puaj! (1992), cuyo conflicto se presenta porque la tía Sidonia está
espuajada, palabra que condensa significaciones y que alude, en alguna de ellas, a un
cambio en el carácter de la tía, que la hace exclamar contradictoriamente “¡puaj!” ante las
cosas que normalmente le parecen agradables. Los animales resuelven el problema
sometiendo a Sidonia a una experiencia de “rarificación”: cada uno de ellos sustituye su
sonido característico por el de otro bicho. Ante tamaña sorpresa, la tía recupera su talante
natural. El garbanzo peligroso, un clásico dentro de los cuentos de esta autora, opera
también con esta perturbación de lo cotidiano. Empieza con el título, que constituye casi
un oxímoron. Si hay algo que no esperamos de un garbanzo es, precisamente, que sea
peligroso. Luego, sigue con las reacciones encadenadas de los otros personajes, que se
alteran ante la presencia del garbanzo y se van transmitiendo su alarma. Algo tan pequeño
e inofensivo reviste un carácter amenazante.
Lo literario se esconde en lo más cotidiano, en lo pequeño: la lombriz, la hormiga, la
cáscara de naranja, el mate de leche, el jarrito o un dedal.

Cecilia pisos:

Se trata de un sitio web con una diagramación clara, simple, visualmente limpia y alegre, con animaciones
precisas y una estética caracterizada por colores primarios, secundarios y mucho blanco. Lo icónico es la
dominante visual. Los efectos sonoros son pertinentes y están sincronizados con las animaciones
contribuyendo a reforzar la dinámica lúdica. La navegación es también simple y ágil por la simplicidad de la
estructura del sitio y por la sinergia de los medios de expresión usados: imagen, texto, audio. Se articula
desde cinco botones animados, siempre en el borde superior y a la vista, para que el navegante no se
pierda: biografía, libros, máquina de poemas, novedades y contacto

Quienes trabajamos en relación con la infancia conocemos las preguntas inconfundibles que los niños les
hacen a los escritores cuando tienen oportunidad de entrevistarlos: ¿A qué edad comenzaste a
escribir?¿Cómo llegaste a ser escritora?¿Cómo se te ocurren las historias? ¿Cuál fue tu libro preferido? ¿Te
gustaba leer cuando eras chica? Entre otras. A éstas y a otras más sofisticadas preguntas les da respuesta
Cecilia desde el botón BIOGRAFÍA, entretejiéndolas con fotos de su infancia. Pero también, porque de una
escritora se trata, una vez agotado el imaginario cuestionario, Cecilia ofrece otras 13 biografías (rejugada,
con mascotas, larga y oficial) que transitan la anécdota de una infancia con plazas, libros en la mesita de luz,
mascotas y el territorio poético que habitó y habita la autora.

María rosa mó:

Me gusta que los poemas caminen hacia varios lugares. Eso sucede en general en la
poesía. En la mía aparece el encabalgamiento, no sé si por decisión propia o por algo
dentro que me impulsa a ello. Esto significa que la lectura de un verso continúa en el
siguiente. En realidad, ahondo un poco más al bucear en la diversidad de lecturas. Los
versos, en muchos casos, pueden leerse para arriba o para abajo. En el caso de este libro,
Miradas de vaca, se apunta a eso desde el título: distintas miradas, un pequeño abanico
donde desplegarse. Apuesto a que los lectores encontrarán tantas lecturas como cada
palabra les pueda detonar. Cada uno hará la suya. De todos modos, es como el juego de la
rayuela, donde uno puede saltar de una casilla a otra para llegar a un lugar más alto, un
sitio donde uno esté movilizado. La poesía pasa por el cuerpo, por la panza diría, más que
por la cabeza.”

Liliana Moyano:

Es una escritora introduce lo animales y características de las mismas, es esa palabra que
las abuelas o nuestras madres cuando éramos o somos pequeños nos dicen VAMOS A
HACER NONI

Lo típico de la autora es esos poemas como NANA PARA UN LOBO MIEDOSO Y


NANALACRAN son poemas realizadas para hacer dormir a los niños

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