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Lo primero que debemos tener en cuenta es que el objetivo fundamental de toda la estructura

metrológica internacional es conseguir que cuando dos personas en lugares diferentes del
mundo midan el mismo mesurando (cantidad a medir), obtengan resultados compatibles (lo
ideal es que fuese el mismo resultado).
Dado que la mayor parte de las transacciones económicas llevan asociadas una o varias
medidas, para poder desarrollar una economía global es necesario alcanzar el objetivo de
medidas compatibles, pues ofrece confianza en las transacciones económicas internacionales.
Por ejemplo, si alguien quiere comprar 100 g de oro, quiere estar seguro de que no recibe menos
de 100 g y el que vende quiere asegurarse de que no entrega más de 100 g.
La compatibilidad de las medidas se consigue con tres pilares básicos: Un sistema de medida
común, la trazabilidad de las medidas y la determinación correcta de la incertidumbre de la
medida. La trazabilidad de las medidas es precisamente lo que justifica la necesidad de la
calibración de los equipos.
¿Qué es la trazabilidad de una medida?
¿Qué es una calibración de un instrumento?
¿Por qué se debe calibrar un instrumento?
¿Qué equipos son los que tengo que enviar a calibrar?
¿Qué es la incertidumbre de medida?
¿Qué diferencia hay entre incertidumbre y tolerancia/especificación?
¿Cómo puedo utilizar el resultado de un certificado de calibración?
1. ¿Qué es la trazabilidad de una medida?
La trazabilidad es una propiedad de la medida y su definición se recoge en el vocabulario
internacional de metrología, VIM, como: “Propiedad del resultado de una medida donde el
resultado puede ser relacionado con una referencia a través de una cadena ininterrumpida y
documentada de calibraciones, todas ellas con sus incertidumbres “. La referencia citada puede
ser la definición de la unidad de medida o un estándar de medida.
En la figura siguente se visualiza lo que es la trazabilidad con un ejemplo sencillo de una medida
de masa.
2. ¿Qué es una calibración de un instrumento?
De nuevo acudimos a la definición del VIM: “Operación que establece una
relación entre los valores de las cantidades aplicadas con sus incertidumbres
provistas por estándares de medida y las correspondientes indicaciones con sus
incertidumbres“.
Básicamente en una calibración se aplica el valor de un mensurando con incertidumbre
conocida y se obtiene la indicación del instrumento, a la que se le asigna una incertidumbre que
se debe calcular.
Es fácil darse cuenta que la incertidumbre del valor indicado por el instrumento será mayor
que el del valor aplicado, por ello las incertidumbres van aumentando a medida que
descendemos por la cadena de trazabilidad.
3. ¿Por qué se debe calibrar un instrumento?
Los instrumentos se deben calibrar por los siguientes motivos:
Para establecer y demostrar la trazabilidad.
Para asegurarse que las medidas realizadas por el instrumento son consistentes con las de
otros.
Para determinar la exactitud de las medidas realizadas con el mismo.
Para establecer la fiabilidad del instrumento. Tras su calibración podremos tomar la decisión
de si el instrumento se puede utilizar o no para tomar las medidas que esperamos realizar con
él.
Y estos son básicamente los motivos técnicos, pero si no los ves suficientes y tienes implantada
la ISO-9001, o quieres implantarla, tendrás que hacerlo por mandato imperativo pues en el
apartado 7.6 ítem a) dice: “Cuando sea necesario asegurarse de la validez de los resultados, el
equipo de medición debe calibrarse o verificarse, o ambos, a intervalos especificados o antes de
su utilización, comparado con patrones de medición trazables a patrones de medición
internacionales o nacionales “.
4. ¿Qué equipos son los que tengo que enviar a calibrar?
En principio todos los equipos con los que tenemos que realizar medidas deberían calibrarse,
pues de lo contrario nunca estaremos seguros de su fiabilidad. La calibración de los equipos
puede ser interna (en la empresa) o externa (en un laboratorio de calibración especializado).
Los parámetros que se tienen en cuenta para decidir cuándo se calibra internamente o
externamente son:
Número de equipos iguales o similares. Si hay que calibrar muchos equipos iguales, tal vez
pueda ser rentable adquirir un calibrador y calibrar externamente solo el calibrador.
El coste del calibrador o referencia. Los calibradores son generalmente costosos y su calibración
también, por lo que a la amortización del equipo hay que añadir el coste anual de su calibración.
Por otra parte, un calibrador, como cualquier referencia requiere de un seguimiento que
asegure su funcionamiento.
La calibración de los equipos se hace en recintos con las condiciones ambientales controladas,
por lo que hay que habilitar uno en la empresa.
Para calibrar hace falta un procedimiento de calibración y experiencia, por lo que se requiere
personal cualificado
Atendiendo a estos parámetros tenemos los siguientes casos:
Calibración externa del mínimo número de equipos. Es el caso de empresas grandes o muy
grandes donde es rentable la creación de un departamento de calibración, que trabajaría como
si fuese un laboratorio de calibración externo.
Calibración externa de todos los equipos. Es el caso de las empresas pequeñas donde al tener
pocos equipos no les sale rentable comprar equipamiento para calibrar y no necesitan contratar
personal cualificado. La persona encargada de la calidad solo tiene que preocuparse del plan
de calibración de los equipos.
Por último tenemos el caso intermedio donde no se llevan todos a calibrar, pues con la
calibración externa de alguno de ellos se pueden calibrar internamente otros similares. Por
ejemplo, si seleccionamos adecuadamente un juego de pesas, podríamos calibrar diversos tipos
de balanzas.

5. ¿Qué es la incertidumbre de medida?


Otra vez tenemos que echar mano del VIM, cuya definición es; “Parámetro no negativo que
caracteriza la dispersión de los valores de la magnitud que se atribuyen a un mesurando, sobre
la base de la información utilizada“. Esta definición se entiende en toda su dimensión cuando
eres un experto en la materia, pero no creo que sea clarificadora para los neofitos, por lo que
se va a intentar arrojar un poco de luz sobre ella.

Incertidumbre hace referencia a duda y cuando se hace una medida siempre tendremos una
duda de si el valor que se ha medido es exactamente el valor del mesurando. Por lo que se puede
afirmar que no basta con hacer la medida si no que debemos ser capaces de calcular la
incertidumbre que tiene el valor de la medida. La incertidumbre de medida puede ser
determinada de varias formas. El método más extendido, empleado y aceptado es el
recomendado por la ISO “Guide to the expression of Uncertainty in Measurement” (GUM) y
lo más recomendable es que se calcule según se establece en dicha guía.
Cuando obtienes un valor de incertidumbre de medida aplicando la GUM, puedes calcular los
límites de tu error de medida, con un 95,45% de probabilidad. Veamos esto con un ejemplo
donde el valor medido es 100,00 V y la incertidumbre de la medida calculada según la GUM es
de 0,06 V:
Valor medido = (100,00 ± 0,06) V. El valor real estará comprendido entre 100,06 V y 99,94 V
con un 95,45% de probabilidad.
Por tanto ya estamos en condiciones de decir que la incertidumbre es la medida cuantitativa de
la calidad del resultado de una medida, permitiendo compararlo con otros resultados, valores
de referencia, especificaciones o estándares.
El cálculo de la incertidumbre de una medida debe hacerse por necesidad, pues hay que conocer
la calidad de la medida, pero tiene otras utilidades como determinar si dos o más medidas son
compatibles o si una determinada cantidad se encuentra o no dentro de una tolerancia y por
extensión nos permitirá decidir si un instrumento está dentro de especificaciones o no.
6. ¿Qué diferencia hay entre incertidumbre y tolerancia/especificación?
Dado que la tolerancia, en algunos casos, se puede expresar prácticamente igual que la
incertidumbre, muchos usuarios tienden a pensar que es lo mismo. La incertidumbre ya se ha
visto lo que es, por lo que se va a explicar ahora qué es la tolerancia.
La tolerancia es un concepto relacionado con la metrología industrial y se debe a la
imposibilidad de fabricar piezas o elementos que cumplan exactamente con las medidas
nominales. La tolerancia es el margen de valores entre los que se debe encontrar la cantidad a
medir para que se acepte como válida. Veamos un ejemplo de una masa de 100 g de clase M1,
que según la OIML el máximo error permitido, m.e.p., es de ±5,0 mg.
Para que pertenezca a dicha clase, la pesa debe pesar más de 99,995 g y menos de 100,005 g,
con total seguridad.
La cuestión es qué pasa con la incertidumbre de medida cuando medimos la pesa para saber si
está dentro de clase o no. La solución nos la da la norma ISO 10576, que nos indica que a la
tolerancia habrá que restarle la incertidumbre de medida para tener una seguridad del 95,45%
de que la medida está dentro de tolerancia. Sigamos con el ejemplo de la pesa de 100 g M1 y
supongamos que la incertidumbre de medida es de ±1,6 mg.
Para estar seguros al 95,45% de que está dentro de clase, el valor medido deberá estar
comprendido entre 100 g ±3,4 mg, es decir 99,9966 g y 100,0034 g.
7. ¿Cómo puedo utilizar el resultado de un certificado de calibración?
Tenemos dos casos a considerar:
Equipos sencillos. En el caso de equipos sencillos como pesas, resistencias, etc., donde solo se
mide un solo valor de una determinada magnitud, lo normal es que el certificado te ofrezca el
valor “real” y la incertidumbre de calibración. Cuando se utilice dicho equipo, se podrá
emplear el valor del certificado y se tendrá en cuenta la incertidumbre.
Equipos complejos. Es el caso de equipos que se calibran en diferentes puntos del rango de
medida, como por ejemplo piés de rey, voltímetros, luxometros, etc., donde lo normal es que el
instrumento mida un valor que no aparece en el certificado de calibración. En este caso tenemos
dos opciones:
Si todos los puntos medidos de una magnitud reflejados en el certificado de calibración se
encuentran dentro de las especificaciones del fabricante, se puede deducir que el valor medido
también lo estará, por lo que se puede tomar el valor medido por el instrumento como valor
real y la especificación como un término del mensurando.
Si el valor medido se encuentra entre dos valores medidos en el certificado de calibración o
cerca de uno, se puede obtener una tendencia del error cometido por el instrumento y
corregirlo, por lo que el valor real será el valor corregido y la incertidumbre de dicho valor será
la del certificado. Posteriormente habrá que tener en cuenta un término que contemple el
posible error de interpolación.
Calibración de un sistema de medición
El procedimiento de medición empleado en el proceso de calibración debe ser tan idéntico como
sea posible al procedimiento de medición de la operación normal.

En general la calibración es la comparación del instrumento respecto a la medida que debe


tomar, a comparación del ajuste que es la corrección de los errores de calibración.

La curva de calibración de los instrumentos varia a lo largo del tiempo y del grado
de utilización de los mismos.

*Calibración a punto: Consiste de tal manera que para un punto de referencia, la salida del
instrumento muestre el valor más exacto posible.

*Calibración de cero y sensibilidad: Se trata de la calibración de dos puntos y de su respectiva


pendiente.
Estabilidad

Estabilidad (o desplazamiento) es la variación total en las mediciones obtenidas con un sistema


de medición sobre el mismo Patrón o partes cuando se mide una característica individual sobre
un periodo de tiempo prolongado.

Trazabilidad de Medición

La trazabilidad es la característica de medición o el valor de un estándar por medio del cual


este puede ser relacionado a referencias establecidas, usualmente estándares nacionales o
internacionales, mediante una cadena intacta de comparaciones teniendo todas establecidas la
incertidumbre. Al incluir tanto el término de las fuentes de variación de la medición a corto y
largo plazo que son presentados por el sistema de medición y la cadena de trazabilidad, la
incertidumbre de medición del sistema de medición puede ser evaluada asegurando que todos
los efectos de trazabilidad son tomados en cuenta.
La metrología y sus conceptos clave
 Por: Julio César Santana
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“La metrología, definida como ciencia que se ocupa de las medidas, es una disciplina situada
horizontalmente en la base del conocimiento, que juega un papel primordial en campos tales
como la investigación y el desarrollo, la fabricación industrial, la medicina, las
telecomunicaciones, el comercio, etc. El progreso de la ciencia siempre ha estado íntimamente
ligado a los avances en la capacidad de medición”.

María D. del Campo y José Robles Carbonell del Centro Español de Metrología

En esta entrega seguimos con los conceptos fundamentales de la metrología moderna,


disciplina indispensable en todos los procesos que determinan de manera decisiva el
progreso de las naciones.

• Exactitud
La exactitud, precisión e incertidumbre son los conceptos más importantes en Metrología y,
aunque se confunden, son diferentes y están claramente definidos en el VIM. De acuerdo con
este Vocabulario la exactitud describe la proximidad entre un valor medido y el valor verdadero
del mensurando y es un concepto que no se expresa numéricamente. De este modo

“… se dice que una medición es más exacta cuanto más pequeño es el error
de medida”.

Consecuentemente, el concepto de exactitud se refiere a la capacidad de obtener valores o


indicaciones próximas al valor verdadero de la magnitud medida. El resultado de una medición
será más exacto cuanto más pequeño sea el error sistemático de medida; es decir, cuanto menor
sea la diferencia entre el valor medio de los sucesivos resultados obtenidos y el valor
convencionalmente verdadero de la magnitud.

• Precisión
Por su parte, la precisión se refiere a

“… La proximidad entre las indicaciones o los valores medidos obtenidos en medicionesrepetidas


de un mismo objeto o de objetos similares, bajo condiciones especificadas”. A diferencia de la
exactitud, “es habitual que la precisión de una medida se exprese numéricamente mediante
medidas de dispersión tales como la desviación típica, la varianza o el coeficiente de variación
bajo las condiciones especificadas” (Vocabulario Internacional de Metrología).

Cuando el VIM aduce a “condiciones especificadas” quiere decir “condiciones de repetibilidad,


de precisión intermedia o de reproducibilidad”. Bajo las condiciones de repetibilidad se obtienen
resultados independientes, con el mismo método, en muestras idénticas, en el mismo
laboratorio, por el mismo operador, y utilizando los mismos componentes del sistema de
medida, durante un corto intervalo de tiempo y sin calibraciones entre las mediciones.
Por condiciones de reproducibilidad son aquellas bajo las que los resultados se obtienen con el
mismo método, en muestras idénticas, en laboratorios diferentes, con operadores distintos y
utilizando diferentes componentes del sistema de medida (ver: ISO 3534-1).
La idea de precisión refleja la capacidad de obtener valores o indicaciones próximas entre sí, al
efectuar mediciones repetidas.

Una medición, o su resultado, será más preciso cuanto menor sea la dispersión que presentan
entre sí los sucesivos resultados obtenidos.

Como señala Emilio Prieto, jefe del Área de Longitud del Centro Español de Metrología, en un
interesante trabajo de divulgación de los conceptos analizados:

“Considerando mediciones individuales, la más próxima al valor verdadero será la más exacta.
Sin embargo, tras una serie de mediciones repetidas será la distancia desde el valor medio de la
distribución de valores observados, habitualmente el resultado, hasta el valor “verdadero”; es
decir, el sesgo (valor estimado del error sistemático), es el que caracterizará la exactitud de la
medición. La dispersión de la distribución de los valores, estimada por su desviación típica,
caracterizará, como dijimos, la precisión. Así pues, en mediciones repetidas, la exactitud
depende solamente de la posición del valor medio (resultado) de la distribución de valores, no
jugando papel alguno en ella la precisión” (ver: Antonio Prieto. ¿Sabías que Exactitud no es lo
mismo que Precisión? En: e-medida. La Revista Española de Metrología. Febrero 2012).

Asociados a la noción de precisión se definen los conceptos de repetibilidad y reproducibilidad,


más concretamente se habla de precisión en condiciones de repetibilidad y precisión en
condiciones de reproducibilidad.

a) La repetibilidad

Se entiende como el grado de concordancia entre los resultados de sucesivas mediciones del
mismo mensurando efectuadas con aplicación de la totalidad de las mismas condiciones de
medida.

Estas condiciones de medida comprenden el mismo procedimiento, mismo observador, lugar,


instrumento utilizado en las mismas condiciones y la repetición durante un corto periodo de
tiempo. La observación de una distancia entre dos puntos varias veces seguidas, con una misma
cinta métrica y los mismos operadores y forma de trabajo, proporcionará unos resultados de
precisión en condiciones de repetibilidad.

b) La reproducibilidad

Se define como el grado de concordancia entre los resultados de las mediciones del mismo
mensurando bajo diferentes condiciones de medida.

• Veracidad de la Medida
Es frecuente también la utilización del término “veracidad de la medida” que el VIM define
como la proximidad entre la media de un número infinito de valores medidos repetidos y
un valor de referencia. El Vocabulario apunta que:

“La veracidad de medida no es una magnitud y no puede expresarse numéricamente, aunque


la Norma ISO 5725 especifica formas de expresar dicha proximidad”. Además, “la veracidad
de medida está inversamente relacionada con el error sistemático, pero no está relacionada con
el error aleatorio”.
El VIM recomienda no utilizar el término “exactitud de medida” en lugar de “veracidad de
medida”, y viceversa. En la Norma ISO 5725-1 y en otras, nacionales equivalentes, el término
exactitud engloba a la veracidad y la precisión:

Exactitud = Veracidad + Precisión


La veracidad se expresa usualmente en términos de sesgo, el cual se define como la diferencia
entre el valor medio obtenido y un valor aceptado como referencia (por ejemplo, un valor
convencionalmente verdadero del mensurando).

El sesgo es el valor estimado de un error sistemático total, por oposición al error aleatorio,
pudiendo existir uno o más errores sistemáticos que contribuyan al sesgo. A mayor error
sistemático respecto al valor aceptado como referencia, mayor sesgo y viceversa.

El Concepto de Trazabilidad Metrológica


El VIM define la trazabilidad Metrológica del siguiente modo:

“Propiedad de un resultado de medida por la cual el resultado puede relacionarse con una
referencia mediante una cadena ininterrumpida y documentada de calibraciones, cada una de
las cuales contribuye a la incertidumbre de medida”.

En cuanto a la referencia, con la cual debe relacionarse el resultado de medida, el VIM establece
los siguientes tipos:

a) La definición de una unidad de medida, mediante una realización práctica.

b) Un procedimiento de medida que incluya la unidad de medida cuando se trate de


una magnitud no ordinal, o un patrón”.

En términos más sencillos, la trazabilidad es un proceso donde la indicación de un equipo de


medición (o el valor de una medida materializada) puede ser comparada en una o más etapas,
dadas unas incertidumbres en cada una de ellas, con un patrón (preferentemente el de mejores
cualidades metrológicas posibles) para el mensurando en cuestión.

Resulta obvio entonces que todo instrumento utilizado para realizar una medición debe ser
comparado previamente con instrumentos patrones de las mejores cualidades metrológicas con
el fin de:

a) Transmitir o diseminar la unidad de medida del SI correspondiente a la magnitud de lugar,


y

b) de este modo, conocer el estado de su calibración-verificación para garantizar mediciones


confiables.

Es pertinente recordar que, para confiar en la calidad del proceso, en la práctica,


la incertidumbre no debe sobrepasar la tercera parte del error máximo permisible
para el instrumento de medición que se calibra.
El propósito de que los resultados de una medición tengan trazabilidad es asegurar que la
confiabilidad de los mismos, expresada cuantitativamente por la incertidumbre asociada a ellos,
se conozca en términos de unos patrones nacionales o internacionales de medición
absolutamente confiables, asumidos como el origen de la trazabilidad para tales mediciones.

Esta propiedad de los resultados de las medidas (la trazabilidad metrológica) garantiza así la
confianza en las mediciones que se realizan en las industrias, el comercio, los servicios y en los
sectores de la salud, del medioambiente y, en general, en todos los sectores de la sociedad.

Un usuario final puede obtener trazabilidad de tres formas conocidas:

c) Al máximo nivel internacional (patrones primarios extranjeros como referencia).

d) Directamente de un Instituto Nacional de Metrología (NMI, los patrones nacionales de las


mejores cualidades metrológicas).

e) De un laboratorio secundario de calibración, Normalmente un laboratorio acreditado.

La globalización de los mercados, de la ciencia y la tecnología, y la jamás vista intensificación y


ampliación del comercio, convierte la trazabilidad metrológica de los resultados de las
mediciones en un requisito cuyo cumplimiento garantiza que los resultados sean fácilmente
comparables, válidos y reproducibles, independientemente del lugar donde hayan tenido lugar
las mediciones.

Así, la trazabilidad metrológica asegura la equivalencia de las mediciones a nivel mundial, evita
enormes pérdidas a las empresas por mediciones incorrectas, eleva la eficacia del trabajo de
vigilancia e inspección de los reguladores gubernamentales y fundamenta sobre bases firmes la
protección de los derechos de los consumidores en el ámbito de las mediciones a nivel nacional.
La tendencia del comercio multilateral, en materia de Normalización, mediciones y ensayos,
habrá de regirse por el siguiente principio: “Una vez que un producto ha sido normalizado, medido
o ensayado bajo normas y preceptos de consenso internacional, la aceptación debe ser mundial”.

La creciente aceptación de los resultados de las mediciones entre los países se sustenta
fundamentalmente en los esquemas de acreditación de laboratorios de ensayo y calibración,
bajo la observancia de los requisitos de la Norma internacional ISO/IEC 17025: Requisitos
Generales para la Competencia de los Laboratorios de Ensayo y Calibración.

Esta norma internacional, una de las más difundidas y aceptadas, contempla la obligatoriedad
de alcanzar la trazabilidad de las mediciones a las unidades de medida del SI, existiendo
métodos alternativos para cuando esto no sea posible.

Por tanto, el sistema de comercio internacional de nuestros días exige como nunca antes la
confirmación de la trazabilidad metrológica. Esta confirmación implica un conjunto de
operaciones llamadas a asegurar que los equipos de medición cumplan con los requisitos
correspondientes y son, por tanto, confiables.

No bastaría con que las autoridades declaren los instrumentos de medición aptos para el uso o
que certifiquen que los mismos entregan mediciones exactas. Es necesario establecer también
que las características inherentes a los instrumentos y equipos de medición se corresponden con
su destino metrológico o con los requisitos del proceso donde habrán de ser utilizados.

La ILAC considera que los elementos necesarios para confirmar la trazabilidad metrológica
son:

Una cadena de trazabilidad metrológica ininterrumpida a un patrón internacional o a un patrón


nacional.

2. Una incertidumbre de medida documentada.

3. Un procedimiento de medida documentado.

4. Una competencia técnica reconocida.

5. La trazabilidad metrológica al SI y

6. Los intervalos entre calibraciones (ver: Inter American Accreditation Cooperation


(IAAC). Política de ILAC para la Trazabilidad de los Resultados de Medición. Traducción al
español del documento ILAC P10-2002, preparada y endosada por IAAC: ILAC P-10:2002.
2003-09-01 IAAC GD 002/03. Mimeo).
La Fig. No. 14 resume los elementos presentes en el proceso de confirmación de la trazabilidad
metrológica. Dada su importancia crucial, veamos brevemente cada uno de los elementos de
confirmación de la trazabilidad.

Cadena de Trazabilidad
La cadena de trazabilidad, como se ha explicado, se remite a referencias aceptables para las
partes, por lo general un patrón nacional o internacional. Se trata de una sucesión de patrones
y calibraciones que relacionan un resultado de medida con una referencia mediante una
jerarquía de calibración.
Esta jerarquía de calibración supone una secuencia que va desde una referencia hasta el sistema
de medida final (de tal modo que el resultado de cada calibración dependerá siempre del
resultado de la calibración precedente). Siempre de acuerdo con el VIM, un sistema de medida
es “un conjunto de uno o más instrumentos de medida y, frecuentemente, otros dispositivos,
incluyendo reactivos e insumos varios, ensamblados y adaptados para proporcionar valores
medidos dentro de intervalos especificados, para magnitudes de naturalezas dadas. Un sistema
de medida puede estar formado por un único instrumento de medida”).

En dirección al sistema de medida final (hacia abajo, avanzando verticalmente desde los
patrones nacionales o los patrones primarios nacionales extranjeros a los patrones de trabajo),
la incertidumbre de medida va aumentando necesariamente a lo largo de la secuencia de
calibraciones de patrones, instrumentos y sistemas de medida utilizados según procedimientos
de medida (ver Fig. 15). La cadena de trazabilidad metrológica se emplea para establecer
la trazabilidad metrológica de un resultado de medida. La comparación entre dos patrones de
medida puede considerarse como una calibración si ésta se utiliza para comprobar y, si procede,
corregir el valor y la incertidumbre de medida atribuida a uno de los patrones” (Vocabulario
Internacional de Metrología. Ob. Cit.).

Resulta entonces que la cadena de trazabilidad tiene su origen en patrones de medición


primarios extranjeros o nacionales que realicen las unidades del SI, luego pasa por patrones de
referencia en posesión y bajo la custodia de laboratorios de calibración acreditados (o del INM
correspondiente) y termina con el valor del resultado de una medición o con el valor de un
patrón.

Como explica Alejandro Pérez Castorena del Centro Nacional de Metrología de México
(CENAM):

“Generalmente se tiene el valor desconocido de una magnitud, el cual se conocerá


comparándolo con otro valor conocido de la misma magnitud; es decir, se mide la relación
(razón o cociente) de un valor desconocido a un valor conocido. Esto traslada el problema
de “establecer la trazabilidad de un valor” a “establecer la trazabilidad a otro valor conocido”, el
cual a su vez se vuelve a comparar con otro valor conocido, y así sucesivamente.
“Este proceso es aceptable siempre y cuando termine en algún lugar. Termina cuando se llega
al valor el cual se conoce porque se ha definido (y consecuentemente tiene una incertidumbre
de cero). Este valor es el de la unidad en la cual se quiere expresar el resultado de la medición.
Partiendo del párrafo anterior la cadena de trazabilidad también se puede definir de la
siguiente manera: “Una cadena de trazabilidad es una cadena de valores enlazados por
mediciones, la cual consiste en comparar un valor con otro, terminando en la comparación con el
valor de la unidad que se ha elegido para expresar el resultado de una medición”. (Pérez
Castorena, Alejandro. Centro Nacional de Metrología (CENAM). La Trazabilidad en las
Mediciones Químicas. Diciembre 2002, México. Mimeo).

El prominente científico ruso Dimitri Ivánovich Mendeléyev (1834-1907), quien fuera director
de la Oficina de Pesos y Medidas de San Petersburgo (1893), escribió clara referencia a la
metrología que “la ciencia comienza donde empieza la medición, no siendo posible la ciencia exacta
en ausencia de las mediciones”.

El sabio juicio de Mendeléyev permite vislumbrar claramente la importancia de la metrología


en los progresos de la ciencia, los procesos de investigación e innovación, y el desarrollo
económico y tecnológico de nuestros días.

No obstante, hacia finales de 2004 el término metrología en nuestro país era prácticamente
desconocido en su amplio significado moderno. Fueron necesarias muchas intervenciones en los
medios de comunicación, conferencias y reuniones de trabajo para que una fracción de la
delantera del país entendiera la importancia decisiva de esta apasionante ciencia. Tal
desconocimiento se verificaba con un antecedente histórico en contra: la Ley No. 3925 de Pesas
y Medidas con fecha de promulgación… ¡17 de septiembre de 1954! Sin lugar a duda, en la
época de la dictadura hubo más interés en la metrología (y no solamente por aquello de la
famosa Armería San Cristóbal) que durante las siguientes cinco décadas transcurridas desde el
momento del ajusticiamiento del tirano.

La metrología es la necesidad más básica de un sistema de comercio. No podemos imaginarlo


sin medidas precisas y confiables. Si no tenemos los conocimientos y las destrezas técnicas para
determinar longitud, masa, volumen, tiempo y temperatura, las transacciones estarían
inevitablemente expuestas al abuso o a la estafa, y la protección de los derechos de los
consumidores sería un ejercicio más de la demagogia política. Y es que sin metrología las
normas técnicas de productos carecerían de todo sentido porque, ¿cómo mediríamos el
funcionamiento de estos productos y cómo se harían las comparaciones con los requisitos?

Es por ello por lo que, conociendo que el país tenía más de 50 años sin un sistema nacional de medidas
con trazabilidad al Sistema Internacional de Unidades (SI), a partir de 2005 desplegamos un esfuerzo
considerable para que los estamentos políticos y empresariales comprendieran su enorme importancia
práctica y estratégica.

Al margen de la metrología científica, que por mucho tiempo seguirá en manos de los países
más avanzados del mundo, debiéramos dar apoyo permanente al desarrollo de las bases
primarias de la metrología industrial (mantenimiento y control correctos de los equipos
industriales de medición, que incluye la calibración de instrumentos y patrones de trabajo) y
de la metrología legal (revisión, verificación y reajuste de los instrumentos usados en las
transacciones comerciales y de servicios, según criterios definidos en reglamentos técnicos).

Con más razón si sabemos que cientos de empresas no calibran sus equipos e instrumentos de
medición (metrología industrial), ni siquiera en el ámbito médico, que es mucho decir; por otro,
difícil es comprobar la autenticidad las declaraciones de las etiquetas de los productos,
sencillamente porque todavía el país no tiene la capacidad de verificar adecuadamente las
proporciones cuantitativas de ingredientes o componentes a una escala verdaderamente
nacional.

Ignoramos así una verdad irrefutable repetida en todos los libros introductorios a la
metrología: “No hay calidad sin control de calidad; no hay control de calidad sin mediciones; no hay
mediciones sin calibración; no hay calibración sin laboratorios acreditados; no hay laboratorios
acreditados sin trazabilidad; no hay trazabilidad sin patrones de medición, y no hay patrones de
medición sin metrología”.

¿Cómo podemos garantizar que una determinada cantidad de arroz sea pesada en cualquier
parte del país y fuera de él con idénticos resultados, independientemente del operador, la
localidad, las condiciones ambientales y las características de los instrumentos de medición?

Sabemos que un saco de arroz pesado en Santiago no tendría exactamente el mismo peso que
en Santo Domingo. ¿Será que la pesada no es equivalente debido a pérdidas de contenido en el
transporte o se trata de balanzas no calibradas por autoridad competente?

Podemos asegurar, por ejemplo, que entre un 60 y un 70% de los casos nacionales, la pesada del
camión “de bruto” (camión + carga) indica menos que su peso real, mientras que la pesada “de tara”
(camión vacío) podría indicar más. ¿Quiénes se apropian de los multimillonarios beneficios derivados
de estas malas prácticas?

Para asegurar que esto no ocurra debemos entender un concepto clave: trazabilidad metrológica,
la cual se define como “una cadena ininterrumpida de mediciones de comparación con
instrumentos de exactitud cada vez mayor (menor incertidumbre de medición), empezando con
el instrumento empleado en la industria y subiendo hasta el patrón nacional. Esta medición
repetida con regularidad para comparar un instrumento de medición contra un patrón con
mayor exactitud se llama “calibración” (ver: Sanetra, Clemens et al. Study on Metrology,
Standards, Testing and Quality Assurance (MSTQ) in Thailand. On behalf of GTZ/PTB, july 2004).

Dejaremos de hacer las mismas preguntas que hacíamos a principios de la primera década de
este siglo cuando la infraestructura nacional para la calidad (SIDOCAL) no solo sea reconocida
por la institucionalidad internacional competente, sino por los propios actores clave nacionales.
Entonces tendríamos que:

1. Una norma podrá definirse con una referencia a mediciones confiables.


2. Las mediciones estarían internacionalmente normalizadas, para evitar costosas
equivalencias.
3. Los productos se someterían a ensayos para determinar la conformidad con los
requisitos.
4. Los procedimientos de ensayo normalizados descansarían en mediciones confiables.
5. La acreditación, basada en normas internacionales, sería el procedimiento por
excelencia que torna todo el proceso de evaluación de la conformidad confiable y
fidedigno, fomentando la competitividad dinámica de las empresas y una efectiva
protección de los derechos de los consumidores.
6. Las certificaciones de conformidad, emanadas de entidades acreditadas, se convertirían
en un criterio de compra.

METROLOGÍA Y CÁLCULO DE INCERTIDUMBRE

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