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Con el objetivo de implementar intervenciones adecuadas, la psicología de la emergencia centra su estudio en los
comportamientos y emociones de las personas afectadas por distintos eventos críticos. A lo largo de este artículo
revisaremos las manifestaciones biológicas, conductuales y emocionales que pueden surgir durante el desarrollo
este tipo de eventos y con posterioridad a ellos.
Tal como se revisó en la primera unidad, la psicología de la emergencia se centra en el estudio de las reacciones de
los individuos antes, durante y después de una situación de emergencia, desastre o catástrofe, generando
intervenciones para cada uno de estos momentos.
Durante la emergencia, el foco de esta disciplina está puesto en ayudar a las personas
a afrontar las consecuencias inmediatas, mitigando posibles respuestas inadaptadas.
Para cumplir con este objetivo resulta fundamental identificar las respuestas que pueden presentar los individuos
expuestos a este tipo de situaciones y las manifestaciones biológicas, comportamentales y emocionales que les
caracterizan.
Teniendo en cuenta la magnitud y secuelas que trae consigo un hecho de estas características, la vivencia de un
evento crítico puede hacer surgir en las personas una serie de emociones (miedo, angustia, ansiedad, entre otras.),
las que irán acompañadas por manifestaciones de origen fisiológico que determinarán su reacción frente a estos
eventos. Revisemos a continuación estas manifestaciones.
Psicología de la emergencia
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Psicología de la emergencia
Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
El estrés generado por la vivencia de un evento crítico estimula el cerebro de los afectados y otros sistemas de su
organismo (por ejemplo, el sistema cardiovascular e inmune), esta activación permite al individuo reaccionar ante los
estímulos estresantes.
Las situaciones estresantes estimulan al sistema nervioso central, activando el sistema autónomo (SNA), el eje
hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA) y algunos neurotransmisores encargados de preparar al individuo para
reaccionar ante el peligro. Esta reacción del organismo frente al estrés se denomina “Síndrome General de
Adaptación” (SGA), término que fue acuñado por el psicofisiólogo Hans Selye quien, a raíz de sus estudios, definió 3
fases asociadas a esta respuesta: alarma, resistencia y agotamiento. Revisemos las particularidades asociadas a
cada una de estas fases1 :
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
Es importante tener en cuenta que el SGA no siempre debe llegar hasta la fase 3, siendo ideal que la resistencia del
individuo le permita adaptarse retornando a su estado normal sin agotar su capacidad de respuesta.
De acuerdo a lo anterior, el funcionamiento ideal del SGA considera las siguientes funciones:
Alertar al individuo frente a la amenaza (lo que implica, entre otras cosas, su activación cortical).
Si bien las reacciones biológicas ante el estrés tienen por objetivo proteger al individuo en el momento indicado,
revirtiendo sus efectos en cuanto el peligro cesa, el incremento o la mantención del funcionamiento de estos
mecanismos biológicos, afecta la excitabilidad de las neuronas y la estructura cerebral, fomentando la aparición de
respuestas ineficientes o desajustadas.
Como se revisó anteriormente, lo ideal es que el organismo llegue hasta la fase 2 y no al estado de “agotamiento”
(fase 3), en la cual pierde su capacidad de adaptación, sobreviniendo una serie de enfermedades vinculadas al
estrés como por ejemplo: alteraciones del sueño (insomnio), pérdida de concentración, depresión, agotamiento,
enfermedades inmunológicas, cardiovasculares, metabólicas y endocrinas, problemas gastrointestinales, infartos, etc.
(De Camargo, n/d).
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
“El sistema de respuesta al estrés es un sistema genético fundamental que responde a las necesidades de
supervivencia del individuo y activa el despertar y la respuesta al estímulo físico y psicosocial del exterior y a
los signos internalizados de peligro. Los sistemas de la memoria están implicados de manera intrincada
para asistir este proceso. El sistema cognitivo y afectivo responden y las funciones de
identificación/evaluación ante el peligro se enfocan en la sobrevivencia”.
(Fernández, 2010)2
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
Resulta importante considerar que no todas las personas son iguales y, por ende, reaccionarán de distinta forma
frente a estos eventos, existiendo una amplia gama de sentimientos y reacciones, algunas leves y otras más graves.
De acuerdo al documento “Primera ayuda psicológica: Guía para trabajadores de campo” publicado por la
Organización Mundial de la Salud (2012)4 , el tipo de reacción frente a un evento crítico dependerá de una serie de
factores, entre los que se encuentran:
Su salud física.
Su historia personal y familiar de problemas de salud mental.
Su cultura y tradiciones.
Su edad”.
Pese a la singularidad de cada individuo, generada a partir de sus experiencias y circunstancias de vida, el año 1970
la Asociación de Psiquiatría Americana (APA) publicó un “Manual sobre Primeros Auxilios Psicológicos en casos de
catástrofes”, en el cual se identifican 4 tipos de reacciones clásicas frente a la vivencia de un desastre, estas
reacciones se dividen en 5 :
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
Reacciones normales
Ante un desastre la mayoría de las personas comienzan a sentir los efectos del Síndrome General de Adaptación
(sudoración profusa, temblores, debilidad, náuseas, confusión del pensamiento, entre otros.), estos síntomas tienen
una duración variable, sin embargo, son naturales y transitorios.
Reacciones paralizantes
Personas que por un tiempo se quedan paralizadas, paradas o sentadas en medio del caos
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
(como si estuvieran solas en el mundo), su mirada estará perdida y cuando se les hable
no podrán responder a todo, encogiéndose de hombros o pronunciando una o dos palabras.
Estas personas son incapaces de autoayudarse.
Reacciones hiperactivas
Personas que pueden estallar en ráfagas de actividad sin un propósito definido, hablarán rápidamente, bromearán
en forma inadecuada, harán sugerencias y demandas inaceptables, mostrándose intolerantes frente a cualquier idea
que no sea la suya, y parecerán incapaces
de resistir la más mínima distracción.
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
Reacciones corporales
Aunque estos síntomas son algo molestos, generalmente no interfieren con la habilidad
para llevar a cabo una actividad constructiva frente a una situación difícil.
Algunas de estas reacciones, especialmente la debilidad, el temblor y el llanto,
aparecen después que el peligro es enfrentado y superado.
Todas las manifestaciones revisadas son reacciones normales frente a la ocurrencia de una
situación anormal.
La sintomatología relacionada a la vivencia de un evento crítico no solo considera las respuestas generadas durante
el desarrollo del mismo, existiendo una serie de manifestaciones cognitivas, emocionales, conductuales y fisiológicas
que pueden presentarse una vez que la situación concluye. Te invitamos a revisarlas a continuación.
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
Área cognitiva
Área emocional
Área conductual
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
Área fisiológica
Luego de revisar las múltiples manifestaciones que pueden presentar las personas durante el desarrollo de una
emergencia, desastre o catástrofe, y con posterioridad a ella, cabe preguntarse ¿Cómo podemos mitigar las
reacciones de los individuos, afrontar este tipo de eventos y rehabilitar a los afectados? La Psicología de la
Emergencia tiene la respuesta, por lo que te invitamos a conocerla en la tercera unidad de este curso.
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
¿Cuánto Sabes?
Selecciona tu respuesta:
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B) I, III y IV
C) II, III y IV
D) I, II, III y IV
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Manifestaciones frente a la vivencia de un evento crítico
Respecto a la sintomatología presentada por las personas luego de vivenciar un evento critico, es correcto
afirmar:
Selecciona tu respuesta:
: Activación Cortical: la activación cortical (formación reticular del encéfalo) aumenta el desvelo, la vigilancia, el tono
muscular, la frecuencia cardiaca y la ventilación por minuto (Kent, M. (2003). “Diccionario Oxford de Medicina y
Ciencias del Deporte”. Paidotribo: Barcelona..
activación cortical). : Activación Cortical: la activación cortical (formación reticular del encéfalo) aumenta el
desvelo, la vigilancia, el tono muscular, la frecuencia cardiaca y la ventilación por minuto. (Kent, M. (2003).
“Diccionario Oxford de Medicina y Ciencias del Deporte”. Paidotribo: Barcelona..
1 De Camargo A. (n/d). “Estrés, síndrome general de adaptación o reacción general de alarma”. Recuperado el 22 de
diciembre de 2016 desde http://www.revistamedicocientifica.org/uploads/journals/1/articles/103/public/103-370-1-
PB.pdf
2 Fernández, L.M.(2010). Modelo de Intervención en Crisis: en busca de la resiliencia personal. Recuperado el 17 de
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