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parece ser. El estrés puede provocar o desencadenar distintos padecimientos que afectan
sensiblemente nuestra salud. Por lo tanto, es muy importante estar al pendiente de este tema. En muchas
ocasiones, el estrés puede estar detrás de mucho problemas de salud, incluso sin saber cuál es su causa. Es
presión arterial alta. Evidentemente, el estrés tiene una incidencia directa en los infartos al corazón y otros
problemas cardiacos.
Problemas de la piel
Igualmente, el estrés parece tener un efecto negativo en nuestra piel ya que ocasiona descamaciones,
pigmentaciones, escozor, resequedad y picazón. En casos más graves también se puede presentar acné,
Trastornos menstruales
Algunas mujeres pueden experimentar trastornos menstruales e incluso problemas hormonales por
culpa del estrés. En casos graves, las afecciones pueden ser tales que causan amenorrea o ausencia del
periodo menstrual. También esterilidad e infertilidad. Esto se debe a que las glándulas sexuales se producen
Problemas digestivos
Los problemas digestivos son otros de los males que puede causar el estrés. En este caso hablamos de
colón irritable, gastritis, nauseas, cólicos, diarreas, inflamación, dolor estomacal, etc. Una de las señales más
comunes para sospechar de que estos padecimientos son causados por estrés es que su aparición se da
trastornos mentales. Al respecto podemos mencionar a la depresión, la ansiedad, los ataques de pánico y la
neurosis. Sin duda, el estrés tiene un efecto importante sobre nuestra salud mental.
Enfermedades virales
Al tener diversos efectos negativos en nuestro organismo, el estrés también facilita la aparición de
enfermedades virales o de virus ya que provoca que el sistema inmunológico de nuestro cuerpo, o
defensas, se vean duramente disminuidas, dejando el campo libre para que invadan nuestro cuerpo. Es por
ello que cuando tenemos altos niveles de estrés suframos alguna enfermedad de este tipo.
Trastornos sexuales
Evidentemente, el estrés también está asociado a padecimientos, problemas o trastornos sexuales de
diverso tipo. Sin embargo, lo más común entre los hombres es la eyaculación precoz y, sobre todo, la
impotencia. En el caso de las mujeres se pueden llegar a presentar cuadros de anorgasmia o de una
las migrañas y los dolores de cabeza, sobre todo cuando se vuelven recurrentes en una época. Al elevar la
presión arterial, el estrés afecta directamente a nuestro cerebro, ocasionando dolores de cabeza de distintas
intensidades. De hecho, el estrés también puede afectar ciertos sentidos como el olfato, el gusto,
Existen enfermedades causadas por el estrés debido a las respuestas emocionales, fisiológicas y
endocrinas que se dan en el organismo. Estas respuestas pueden tener efectos negativos en nuestra
salud, tanto mental como física.
De manera breve podría definirse el estrés como un estado físico y mental en el que entramos como
respuesta a acontecimientos estresantes. Las respuestas ante el estrés no son solo conductuales,
aunque ésta sea la única respuesta que directamente observable.
Las respuestas fisiológicas y endocrinas van encaminadas al aumento de la energía del individuo para
que éste pueda responder al estímulo de una manera rápida y eficaz.
Para ello se activa nuestro sistema nervioso autónomo (se tensan los músculos, aumenta nuestra
presión sanguínea, sudamos, aumenta el tamaño de nuestra pupila…), activa nuestro sistema
inmunológico y nuestro sistema endocrino segrega epinefrina, norepinefrina y esteroides.
La activación de nuestro sistema inmunológico se produce para evitar que suframos alguna infección
mientras respondemos ante el estímulo estresor, pero si este estímulo perdura en el tiempo el sistema
inmunológico cae y nos deja expuesto ante las infecciones. Por ello es tan usual resfriarse justo
después de un periodo de exámenes.
La epinefrina se encarga de liberar los nutrientes almacenados y la norepinefrina aumenta la presión
sanguínea para que estos nutrientes lleguen a los músculos y aumenten su activación.
El cortisol, una hormona esteroide secretada en situaciones estresantes, se encarga de convertir los
glucocorticoides en glucosa para que ésta pueda ser utilizada por el organismo, además aumenta el
flujo sanguíneo, y estimula las respuestas conductuales.
También tiene efectos negativos como disminuir la sensibilidad de los órganos reproductores ante las
hormonas reproductoras (concretamente la hormona luteinizante), lo cual disminuye el apetito sexual.
La vivencia de situaciones estresantes a largo plazo provoca daños cerebrales debidos principalmente
a la exposición de glucocorticoides.
Entre los daños cerebrales destaca la destrucción de las neuronas del hipocampo que causa problemas
de aprendizaje y memoria. También se ha comprobado que la amígdala sufre daños, lo cual hace que
la persona identifique una situación nueva como estresante.
Digamos que las modificaciones de ciertos circuitos cerebrales hacen que se den respuestas
estresantes ante cualquier tipo de situación, lo cual hace que la persona sufra más estrés, vuelve a
modificar su circuito y dan respuestas estresantes cada vez más intensas. Este fenómeno puede
causar irritabilidad, cambios de humor y un aumento de la agresividad.
Los efectos que tenga el estrés sobre nuestra salud depende tanto de variables internas, es decir, las
asociadas al individuo, como externas, las asociadas al contexto.
En los cuadros siguientes pueden observarse algunas de las variables más estudiadas en cuanto a su
relación con el estrés:
Un acontecimiento vital por sí mismo no genera un trastorno, hay que tener en cuenta la
vulnerabilidad o resistencia biológica del individuo y las características del estresor y el contexto.
Las personas más resistentes al estrés suelen tener una predisposición genética que les hace
resilientes, es decir, les hace superar eventos estresantes negativos, tienen un temperamento
calmado, perciben que tienen el control de la situación, sienten que son eficaces, tienen una
autoestima alta y están bien integrados socialmente.
También existen variables externas que hacen que el evento se perciba como menos estresante como
pertenecer a sociedades comunitarias donde sea normal apoyarse en las personas del entorno para
superar eventos estresantes, tener buenas relaciones con los familiares (sin que éstos lleguen a ser
sobreprotectores), que el evento estresante no ocurra durante la infancia y, por supuesto, que los
estresores sean de baja intensidad y no ocurran de manera prolongada.
Además, el modo en el que aparecen los eventos estresantes condiciona el tipo de trastorno que se
puede desarrollar. Las situaciones estresantes de gran intensidad pero que pasan rápido son igual de
perjudiciales que las que perduran a lo largo del tiempo pero son de nivel moderado, sin embargo las
formas agudas del estrés suelen estar vinculadas a los síntomas de ansiedad mientras que las crónicas
predisponen los síntomas depresivos.
Según el modelo de diátesis-estrés desarrollado por Zubin y Spring existen componentes genéticos y
adquiridos que nos hacen reaccionar ante el estrés de diferentes maneras.
Esta reacción nos hace más vulnerables o resistentes ante las situaciones desencadenantes de
trastornos psicológicos.
Pongamos el caso de una persona que tiene genes que le predisponen a actuar de forma exagerada
ante situaciones estresantes.
Esta persona no sufre ninguna condición psicopatológica pero un día se divorcia, no consigue manejar
esa situación, y empieza a manifestar síntomas de algún trastorno psicológico.
Posiblemente otra persona, con una genética diferente, hubiera manejado de otra manera la situación
estresante y no hubiera llegado a desarrollar un trastorno psicológico.
Entre los trastornos psicológicos influenciados por el estrés nos encontramos con: