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Big Four (las cuatro grandes), es el término inglés utilizado para referirse a las firmas más
importantes del mundo en el sector de la consultoría y auditoría.12 Actualmente las Big Four
están integradas por las firmas que se mencionan en el siguiente cuadro en el que se
muestran los datos publicados correspondientes al ejercicio 2016:
Ingreso
Ingres Año Sede
Emplead s por Fuent
Firma os fisc centr
os emplea e
(USD) al al
do
$36.8 Estados
3
Deloitte 244,400 $150,572 2016
millardos Unidos
PwC (oficialmente
$35.9 Reino 4
PricewaterhouseCoop 223,468 $160,649 2016
millardos Unido
ers)
$29.7 Reino 5
Ernst & Young (EY) 230,800 $128,683 2016
millardos Unido
6
$25.4 Países
KPMG 188,982 $134,404 2016
millardos Bajos
Historia
Este grupo de grandes consultoras ha llegado a ser las Big Eight (las ocho grandes),
reduciéndose hasta quedar en las Big Four tras una serie de fusiones.
Las 8 grandes
El grupo, inicialmente conocido como las ocho grandes durante buena parte del siglo XX,
estaba compuesto por las firmas:
Las 6 grandes
La competencia entre estas grandes firmas se intensificó, lo que desembocó en las Big 6
en 1989 cuando Ernst & Whinney se fusionó con Arthur Young para formar Ernst &
Youngen junio,7 mientras que Deloitte, Haskins & Sells se fusionó con Touche Ross
formando Deloitte & Touche en agosto.8
Las 5 grandes
En julio de 1998 Price Waterhouse se fusionó con Coopers & Lybrand para
formar PricewaterhouseCoopers.9
Las 4 grandes
En 2002, tras verse involucrada Arthur Andersen LLP en el escándalo financiero de
Enron,10 y a consecuencia del cual inicialmente se vio privada de poder seguir ejerciendo
sus funciones de auditoría y asesoría para las sociedades registradas en la bolsa de
valores de los Estados Unidos lo que la abocó a desaparecer, quedando en las Big Four.
Las Big Four son las cuatro empresas más importantes del mundo en el sector de
la consultoría integral, asesoría y auditoría. Abarcan todo tipo de especialidades
ligadas al mundo del management contemporáneo a través de una red de oficinas
y capital humano repartidos por todo el mundo.
Ernst & Young: Ahora conocida como EY, cuenta con más de 190.000
empleados que incluyen auditoría, impuestos, finanzas, contabilidad, servicios de
cálculos y estudios actuariales y asesoramiento en la gestión de la empresa. Se
fundó en 1989 y tiene su sede central en el Reino Unido, concretamente en
Londres.
KPMG: Es una red global de firmas de servicios profesionales que trabaja en más
de 156 países en el campo de la auditoría, fiscalidad y asesoramiento financiero y
de negocio. KPMG cuenta con más de 150.000 empleados. La empresa se fundó
en 1917 y tiene su sede central en Amstelveen, Países Bajos.
En definitiva, la Big Four son las grandes marcas a nivel mundial y lo mismo
ocurre en España, de hecho, las big four han cerrado el ejercicio 2016 con unos
ingresos de 1.951 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 5,72%.
Laslos
de
despachos
Biggrandes
Four,
de abogados?
¿verdugos
caso y realizando una práctica a medida.
Deloitte, EY, KPMG y PwC se presentan ante el mercado también como firmas legales
Hace ya casi dos décadas que se destapó el escándalo de Enron Corporation –en
aquél entonces, séptima mayor compañía de EEUU-, en el que Arthur Andersen
actuó como su auditora. Arthur Andersen fue declarada culpable, como detalló el
New York Times en "A chronology of Enron Corp." y, como consecuencia, casi
desaparece por completo. De la noche a la mañana, pasó de tener la friolera de
28.000 empleados en su departamento a poco más de 200 y básicamente con una
misión: resolver sus asuntos procesales-. Este suceso dejó a las conocidas hasta
la fecha como 'Big Five' –Arthur Andersen, Deloitte, EY, KPMG y PwC- en –solo-
las 'Big Four'.
Antes de esta cuasi muerte anunciada, las cinco grandes auditoras se habían
expandido agresivamente desde sus tradicionales negocios de auditoría
añadiendo unos poderosos brazos legales que empezaban a plantar cara a las
grandes firmas de abogados. Pese a sus exitosos comienzos, escándalos como el
citado de Enron frustraron dicho avance por los evidentes conflictos de interés que
vaticinaba la peligrosa mezcla en la misma coctelera de los servicios de auditoría y
de servicios legales.
Pero, como era previsible, las ambiciosas 'Big Four' no iban a cejar en su empeño
por conquistar los mercados mundiales (el mercado de servicios legales globales,
en 2016, fue estimado en 600.000 millones de dólares, el de la contabilidad en
450.000 millones y el de consultoría en 271.000 millones) y desde lo alto de su
cuádruple trono, trazaron un nuevo plan para reinventarse. Y así llegamos a la
última década, testigo de la penúltima y kafkiana de sus metamorfosis. La crisis,
por supuesto, disminuyó el negocio de la auditoría y la consultoría. A este 'ligero' y
catalizador contratiempo, se sumaron, por un lado, la Ley de Auditoría -que
endurece incompatibilidades- y, por otro, la evolución de los servicios que
demandaba el cliente, que ahora se decantaba, entre otras novedades,
por abogados más internacionales. ¿El resultado? Deloitte, EY, KPMG y
PwC empezaron a presentarse ante el sacrosanto mercado también como firmas
legales. Eso sí, no en todos los mercados han podido entrar con las mismas
facilidades ya que han tenido que encontrar las ventanas regulatorias necesarias
para su arranque –como sucedió hace unos años en el Reino Unido-. Por otro
lado, un factor importante que dio tracción a esta nueva tarjeta de visita fue las
relaciones que ya mantenían desde hace muchos años con un gran número de
clientes internacionales y su facilidad –respetando las restricciones de la Ley de
Auditoría- para el denominado cross selling o venta cruzada entre los distintos
brazos de los cuatro gigantes.
Y ahora, ¿en qué punto estamos? El sector legal vive la era de la fiebre de
las fusiones entre firmas de abogados y muchos apuntan a que las cifras record
de concentraciones que estamos observando, mucho tiene que ver con
el crecimiento de las 'Big Four'.
Pensemos que, ya en la recta final de 2017, las firmas de la Liga Oro del ranking
mundial de firmas legales por número de abogados, teniendo en cuenta los datos
de The American Lawyer, quedaría formada por:
2. Yingke -6.278-,
6. CMS -2.719-,
Pues bien, actualmente las 'Big Four' cuentan cada una, de media, con nada
menos que 2.200 abogados, repartidos en 72 países. Estas cifras, ponen a
Deloitte, EY, KPMG y PwC muy cerca de la cabeza de esta llamada Liga Oro de la
abogacía de los negocios mundial.
Un reciente estudio de la neoyorquina ALM Intelligence, realizado a firmas de
abogados líderes, aporta dos interesantes elementos de reflexión sobre cómo se
percibe este imparable avance desde el otro lado de la barrera. El primero es
que 7 de cada 10 de las firmas encuestadas reconocieron que su gran amenaza
son las ramas legales de las 'Big Four'. Y es que no es para menos. La chequera
legal de las 'Big Four' está echando humo, invirtiendo con especial fuerza y
creciendo rápidamente en mercados emergentes. Por citar un ejemplo, podemos
hablar de la integración que EY hará en Centroamérica, que se hará efectiva el 1
de enero y que atañe a una importante firma -fundada hace 78 años- como es
Pacheco Coto. Con esta operación, EY pasará a contar con un equipo de 155
abogados y más de 280 profesionales en una región donde áreas como
infraestructuras y energía se encuentran en pleno apogeo. Y es que los grandes
clientes corporativos exigen soluciones que van más allá del territorio nacional.
Mientras varias firmas españolas importantes iniciaron hace pocos años su
expansión internacional, las 'Big Four' tienen su modelo ya totalmente consolidado
y piensan ya en regiones más "secundarias", ya que en los grandes mercados
emergentes hace años que vienen trabajando. Así, según el mencionado estudio y
por aportar otro dato relevante, un 76% de sus contrataciones laterales en la
industria legal, desde el comienzo de 2016, ha sido en Asia o Latinoamérica.
Por último, se antoja necesario subrayar que los modelos de negocio de las 'Big
Four' son más sofisticados que los de las firmas tradicionales. No se han limitado a
las prácticas habituales del sector legal, como la integración de firmas, sino que
además han hecho una apuesta fortísima –económicamente hablando- por
la tecnología, por equipos de desarrollo de negocio o inteligencia de mercadosque
les están informando de forma continuada sobre la evolución de los mercados.
Eso, sin mencionar la integración de consultoras innovadoras que permiten brindar
mayor valor a sus clientes.
En resumen, el viento –y parece que también el tiempo- juegan a favor de las 'Big
Four'. De momento, van a seguir aumentando su cuota de mercado, copando el
middle market y comiéndose así una nada despreciable porción del pastel global
de la facturación de servicios legales. Pero, ¿qué sucederá cuando hayan
conquistado el middle market?Parece evidente que una vez conquistado ese
territorio, deberán hacer frente a su enemigo natural, el Big Law, que afronta uno
de los mayores asaltos al poder de su historia. La lucha entre ambos
contendientes será encarnizada y ya hemos visto a algunas firmas muy
importantes emular el modelo de generación de valor de las 'Big Four', pero ese
esperado duelo solo llegará si el fantasma de Enron lo permite, mateniéndose esta
vez al margen de la contienda.
FACTURARON 2.088 MILLONES EN 2017