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INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA

PUNTUALIZACIONES SOBRE LA PRIMERA TÓPICA DEL APARATO PSÍQUICO


FREUDIANO

Concepto de Tópica
Tópica es un término que proviene de la palabra griega τόπoς (topos, «lugar») y en
psicoanálisis alude inicialmente a los “lugares” y luego a las “instancias” en que
ocurren los procesos psíquicos.
Según el Diccionario de Psicoanálisis de Jean Laplanche y Jean Bertrand Pontalis, la
tópica es una Teoría o punto de vista que supone una diferenciación del aparato
psíquico en cierto número de sistemas dotados de características o funciones
diferentes y dispuestos en un determinado orden entre sí, lo que permite
considerarlos metafóricamente como lugares psíquicos de los que es posible dar una
representación espacial figurada. Corrientemente se habla de dos tópicas freudianas,
la primera en que se establece una distinción fundamental entre inconsciente,
preconsciente y consciente, y la segunda que distingue tres instancias: el ello, el yo, el
superyó

Concepto de “Aparato Psíquico”


El término “aparato” viene del latín apparatus que significa: reunión de lo que se
necesita para un fin, conjunto de instrumentos para hacer un trabajo; conjunto de
órganos que concurren a una misma función. Bajo la referencia de aparato psíquico
Freud sugiere la idea de una cierta disposición u organización interna, atribuyendo
diferentes funciones a lugares psíquicos específicos, asignándoles un orden. Es una
expresión que, lejos de ser la concepción de un simple mecanicismo, es utiliza da por
Freud como una imagen o una
"ficción", para designar el modelo figurativo según el cual podemos comprender que
una energía se transmite, se transforma y se diferencia, siguiendo las diversas
instancias.
La función del aparato psíquico consiste en mantener a un nivel lo más bajo posible la
energía interna de un organismo, y su diferenciación en subestructuras ayuda a
concebir las transformaciones de la energía (elaboración psíquica). Es decir que, el
aparato psíquico funciona como regulador entre la energía interna y las energías
externas del ambiente.
Freud define el aparato psíquico de una manera equiparable a los aparatos ópticos en
donde lo más importante no son los estímulos perceptivos, si no la interpretación que
el aparato óptico hace de ellos; de esta forma intenta hacer inteligible la complicación
del funcionamiento psíquico, dividiendo este funcionamiento y atribuyendo cada
función particular a una parte constitutiva del aparato.
Lo que podría comúnmente llamarse "mente" es denominado por Freud "aparato
psíquico" para señalar que es una organización compuesta por partes (llamadas
"sistemas" o "instancias") y por los cuales circula energía.
En este aparato existen representaciones que surgen de huellas mnémicas investidas y
que se asocian entre sí.
Aparte de las representaciones, hay que tener en cuenta el afecto, que tiene que ver
con la tonalidad emocional que tiñe las representaciones y también con un aspecto
cuantitativo relacionado con el monto o quantum de energía que se moviliza. La carga
de energía que recibe una representación se denomina “investidura”.
La energía que circula por el aparato puede ser libre (o móvil), que es como se mueve
en el proceso primario inconsciente, o ligada (controlada) como en el proceso
secundario (preconsciente).
El aparato psíquico funciona de acuerdo con determinados ordenamientos legales,
fundamentos de su actividad.
En un principio, Freud (en su Proyecto de Psicología para Neurólogos) menciona un
principio llamado "de inercia neuronal". Más adelante hablará de un "principio de
constancia" (tendencia a mantener constante la cantidad de energía del aparato) que
podríamos equiparar a la posterior noción biológica de homeostasis.
De él deriva el "principio del placer" (evitar el displacer que implica un aumento de
cantidad, y en lo posible lograr su descarga, lo que se siente como placentero) y el de
realidad (que no se opone al anterior, sino que trata de que se pueda cumplir
adaptativamente).

Características del Sistema Inconsciente


Proceso Primario
La energía psíquica fluye libremente, pasando sin trabas de una representación a otra
según los mecanismos del desplazamiento y de la condensación, tiende a cargar
plenamente las representaciones ligadas a experiencias de satisfacción constitutivas
del deseo (alucinación primitiva). El núcleo del inconsciente consiste en agencias
representantes de pulsión que quieren descargar su investidura, por tanto, en
mociones de deseo. Estas mociones pulsionales están coordinadas entre sí, subsisten
unas junto a las otras sin influirse y no se contradicen entre ellas. Cuando son activadas
al mismo tiempo dos mociones de deseo cuyas metas no podrían menos que
parecernos inconciliables, ellas no se cancelan recíprocamente, justamente porque no
existe el principio de contradicción, ni de negación, ni el de temporalidad, ni el de
espacialidad (los procesos inconscientes son atemporales y aespaciales). Tampoco se
rigen por la realidad sino que están sometidos al principio de placer (dado por la
descarga de la tensión del aparato). Su destino sólo depende de la fuerza que poseen y
de que cumplan los requisitos de regulación de placer-displacer. El acto inconsciente
tiene sobre los procesos somáticos una intensa influencia plástica que nunca posee el
acto consciente. Dentro del inconsciente sólo existen contenidos investidos con mayor
o menor intensidad. Prevalece una movilidad muy grande de acuerdo a las
intensidades de investidura. Por el proceso del desplazamiento, una representación
puede entregar a otra todo el monto de su investidura, y por el de condensación,
puede tomar sobre sí la investidura íntegra de muchas otras. Un ejemplo de ello es
fácil de encontrar en la producción de los sueños. Resumiendo, las características del
proceso primario más destacadas son:

condensación y desplazamiento como modo de funcionar,


energía libre que se desplaza con alta movilidad de una representación a otra,
atemporalidad, aespacialidad, fuera de lógica al respecto de la realidad,
regido por el principio del placer.

Características del Sistema Preconsciente-Consciente:


Proceso Secundario
En el caso del proceso secundario, la energía es primeramente “ligada”, las
representaciones son cargadas de una forma más estable, existe el ordenamiento
témporo-espacial, y se rige por el principio de realidad. Es el modo de funcionar del
sistema preconciente-conciente y su contenido son las representaciones palabras .

Síntesis
La primera tópica de Freud, estructurada alrededor de 1900 (La interpretación de los
sueños, especialmente en su capítulo VII), considera al aparato psíquico dividido en
tres sistemas.
El primero es el Inconsciente (Icc), cuyos contenidos son representantes de las
pulsiones y elementos reprimidos. Su modo de funcionamiento es el proceso primario,
regido por el principio del placer, y se caracteriza por la búsqueda de la identidad de
percepción y la representación de cosa. Son especialmente los deseos infantiles los
que encuentran una fijación en él. El Inconsciente siempre presiona para
manifestarse en la conciencia y la motilidad.
El Preconsciente (Prcc) comprende contenidos accesibles a la conciencia, y su modo de
funcionamiento es el proceso secundario, regido por el principio de realidad, la
identidad de pensamiento y la representación de palabra.
El Consciente (Cc) forma en realidad un solo sistema con el Prcc y es la parte que
produce la advertencia de los contenidos mediante investiduras de atención.
La dinámica de la lucha entre lo reprimido inconsciente y las fuerzas repre soras del
Prcc-Cc producen diversas "formaciones del inconsciente" que tienen un carácter de
transacciones; entre ellos, síntomas, sueños, actos fallidos, recuerdos encubridores,
chistes o agudezas, etc., que son retoños más o menos deformados de lo reprimido.
Esquema del Peine (1900)

P= Polo Perceptual Mn= Huella Mnémica Icc: Inconsciente


Pcc: Preconsciente M: Polo Motor

No se puede suponer que un mismo sistema deba conservar fielmente alteraciones


sobrevenidas a sus elementos y a pesar de ello mantenerse siempre abierto y
receptivo a las nuevas ocasiones de alteración. Entonces, hay que suponer dos
sistemas diversos para estas dos operaciones: un sistema P, el delantero, recibe los
estímulos perceptivos, pero nada conserva careciendo de memoria y otro tras él, un
segundo sistema, se dedica a trasponer la excitación momentánea del primero en
huellas permanentes, en huellas mnémicas, siendo la base de las asociaciones por
simultaneidad, contigüidad, semejanza u otras.
Las asociaciones van constituyendo distintas huellas mnémicas (Mn) en donde desde
uno de los elementos Mn la excitación se propaga hacia otro u otros, pues es de
suponer varios elementos Mn, dentro de los cuales la excitación de los elementos P
experimenta una fijación. Freud supone que en el primer sistema Mn esta fijación se
producirá por una asociación por simultaneidad.
Así, el sistema P, que no tiene capacidad para conservar alteraciones y por lo tanto no
tiene memoria, brinda a nuestra conciencia toda la diversidad de las cualidades
sensoriales. A la inversa, nuestros recuerdos, sin excluir los que se han impreso más
hondo, son en sí inconscientes. Es posible hacerlos consientes, pero no cabe duda de
que en el estado inconsciente despliegan todos sus efectos, tanto que Freud llega a la
siguiente conclusión: “Lo que llamamos nuestro carácter se basa en las huellas
mnémicas de nuestras impresiones “.
Al último de los sistemas situados en el extremo motor –M- Freud lo llama
preconsciente – Prcc -, pues los procesos de excitación que contiene pueden alcanzar
la conciencia sin demoras. Este es el sistema que maneja la motilidad voluntaria.
Al sistema que está detrás lo llama inconsciente –Icc - porque no tiene acceso alguno a
la conciencia si no es por la vía del Prcc, y los procesos de excitación tienen que
modificarse para pasar al Prcc.

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