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UNIDAD 5.
DECLARACIÓN DE LA VOLUNTAD, VICIOS DEL CONSENTIMIENTO Y LOS ACTOS
IRREGULARMENTE CELEBRADOS.
Los hechos jurídicos voluntarios se subdivide en dos clases importantes: hechos jurídicos
voluntarios lícitos, (contrato); y hechos jurídicos voluntarios ilícitos, (delito).
El Código Civil Colombiano suele emplear la expresión "acto jurídico", como sucede en el
artículo 1.502; pero también el término negocio, por ejemplo en los artículos 2142, 2145,
2146, 2147 y 2160.
1.- Hecho jurídico: Representa toda conducta humana lícita o ilícita, voluntaria o involuntaria.
Así, el contrato, el delito, el nacer, el morir son hechos jurídicos.
2.- Acto jurídico es una variedad especial de hechos jurídicos: los que son imputables a la
voluntad de una persona. Pueden ser lícitos o ilícitos; solamente interesa que intervenga en
forma preponderante la voluntad humana.
Los actos jurídicos son de dos clases:
ACTOS JURÍDICOS
1. Declaraciones de voluntad, es Delito: el hecho es ilícito y
decir, negocios jurídicos. El efecto o cometido con intención de
consecuencia es determinado por la dañar. (Art. 2302 del C.C.)
voluntad individual. LOS Cuasidelito: Hecho
LOS ACTOS 2. Actos lícitos que no son ACTOS culpable pero cometido sin
JURÍDICOS negocios (actos de derecho). El JURÍDICOS intención de dañar. (Art.
LÍCITOS efecto proviene de la ley. No son ILÍCITOS 2302 del C.C.)
(Conformes negocios jurídicos, sino simples actos (Contarios Culpa: El resultado típico
a derecho) de derecho: constitución de domicilio a derecho) es producto de la
(art. 76 C.C.), tomar por ocupación infracción, al deber de
cosas que no pertenecen a nadie (art. cuidado y el agente debió
685 C.C.), el hallazgo (art. 699 C.C.), haberlo previsto por ser
descubrimiento de un tesoro (art. 700 previsible, o habiéndolo
C.C.), gestión de negocios ajenos etc. previsto, confió en poder
evitarlo. (Art. 23 C. Penal)
C. EL NEGOCIO JURÍDICO Y LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD
Entonces por negocio jurídico se entiende el hecho jurídico que contiene una o varias
declaraciones de voluntad de los particulares que, por sí o unidos con otros requisitos,
persiguen un determinado efecto jurídico.
El núcleo principal del negocio jurídico son las declaraciones de voluntad de los particulares.
Esto diferencia claramente las declaraciones privadas de voluntad del negocio, de otras
declaraciones de voluntad que no son privadas, por ejemplo, la declaración de voluntad del
juez (sentencias), las de autoridades administrativas (decretos, ordenanzas, acuerdos) la del
legislador (normas jurídicas o leyes en general).
La declaración de voluntad puede definirse como "la conducta humana externa y consciente
que según los usos sociales permite inferir la existencia y el contenido de una voluntad"
El lenguaje es el más idóneo de exteriorización de una voluntad. Pero existen otros medios,
como ciertos signos; como una inclinación de cabeza o ponerse de pie en una junta de
accionistas, levantar la mano, dar una palmada en una mesa, etc. Supongamos reunidas en
un salón 60 personas, con la calidad de socios. El gerente somete a votación una proposición
sobre aumento del capital social; y para no perder tiempo, se acurda que los socios que
quieran expresar su voluntad para permitir el aumento, simplemente levanten la mano, y si
quieran expresar su voluntad en sentido contrario, no la levanten.
1.- Voluntad Expresa: Cuando se ha hecho conocer mediante el lenguaje hablado o escrito, o
mediante un signo por el cual se quiere dar a conocer directamente esa voluntad.
a) El artículo 1640 prescribe que el poder conferido por el acreedor a una persona para
demandar en juicio al deudor, no la faculta por sí solo para recibir el pago de la deuda. Esto
indica que el poder para recibir exige una voluntad expresa.
b) Según el artículo 2373, la fianza no se presume, es decir, que no pueden existir fianzas
tácitas.
c) El artículo 2004 prohíbe al arrendatario ceder el arriendo o subarrendar, a no ser que se le
haya autorizado expresamente.
2.- Voluntad Tácita o Presunta: cuando no se ha hecho conocer directamente, pero puede
deducirse de ciertos hechos o circunstancias. En otros términos, nuestra propia conducta,
nuestro comportamiento hacia los demás, suelen revelar nuestro querer, nuestra voluntad
(nuestras obras hablan por nosotros).
3.- Una voluntad es tácita Cuando la ley permite que de nuestra conducta se deduzca nuestra
voluntad, entendemos que admite una voluntad tácita o presunta; en cambio, cuando en
ciertas circunstancias prohíbe hacer tales deducciones, exigiendo una voluntad directa,
decimos que la ley exige una voluntad expresa.
4.- El Código, en general, solo exige que la voluntad del negocio sea declarada, es decir,
consignada en una forma que permita su conocimiento, ya sea expresa o tácitamente; y de
manera excepcional exige que la voluntad sea expresa.
El artículo 2151 hace una aplicación del silencio como expresión de voluntad tácita, “las
personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios ajenos, están obligadas a
declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una persona ausente les hace,
y transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como aceptación…”
También el artículo 1290, ya citado, constituye una aplicación de los efectos jurídicos del
silencio.
Hay ocasiones en que una persona está en la obligación de hablar; pero si guarda silencio,
puede causar perjuicios a otra persona o crear una situación de incertidumbre; por tal motivo
la ley permite deducir una voluntad tácita del no cumplimiento de dicha obligación, por
ejemplo: en el caso del artículo 1290, entiende la ley que cuando un asignatario no dice si
acepta o repudia, se debe a que no tiene interés en la herencia, y permite deducir la voluntad
de repudiación; en el artículo 2151 autoriza deducir la voluntad tácita de aceptación, pues, de
lo contrario, se podrían ocasionar graves perjuicios a quien hace la oferta; y en los otros
ejemplos se permite deducir una autorización, ya que lo normal es que cuando en presencia o
con el consentimiento del titular de un derecho, otro se entromete en la esfera de sus
actividades, aquel rechace tal intromisión.
No sucedía esto con los romanos, pues daban preponderancia al formalismo en el comercio
jurídico. Con la evolución del derecho y el progreso del comercio, el formalismo fue cediendo
ante el consensualismo, pues las voluntades formales o solemnes representan excepciones; y
por lo tanto se requiere un texto legal expreso que establezca una forma determinada.
a) Todos los negocios jurídicos que tienen por objeto una adquisición derivada por acto entre
vivos de la propiedad en bienes inmuebles. Ejemplo: la compraventa, permuta, donación etc.
b) Todos los negocios jurídicos que tienen por objeto la constitución de un derecho real en
inmuebles por acto entre vivos como la hipoteca, el usufructo, uso o habitación. Igual
observación vale para la extinción de tales derechos.
c) El testamento
b) La emancipación voluntaria, fuera del permiso judicial, exige escritura pública (art. 313 los
padres emancipan al hijo menor adulto, y el hijo consiente en ello en donde el favorecido va a
gozar de cierta libertad jurídica).
5.- Las declaraciones de voluntad de un hombre y una mujer, para que constituyan
matrimonio, deben hacerse ante un juez o notario, de ellas debe quedar constancia escrita.
7.- Fuera de los grupos de negocios enunciados, la ley prescribe formalidades para algunas
declaraciones de voluntad consideradas singularmente, por ejemplo la constitución del
patrimonio de familia no embargable.
Todos estos casos exigen una formalidad como condición esencial para que tenga valor la
declaración de voluntad; si falta dicha formalidad, la declaración de voluntad carece de
eficacia jurídica. Al lado de estas formalidades existen otras que se refieren no a la
constitución del negocio jurídico, si no a su prueba ante la justicia.
Lo cual indica que los negociantes deben cuidarse de hacer constar en escrito las
obligaciones importantes originadas en un contrato o convención, para facilitar su prueba (art.
232 parágrafo 2 C.P.C.)
NEGOCIOS POR ACTO ENTRE VIVOS Y POR CAUSA DE MUERTE: el negocio entre vivos
(inter vivos) es el que produce efectos entre las personas que lo celebran (la permuta, la
compraventa y el arrendamiento entre otros); en cambio, el negocio por causa de muerte
(mortis causa) es aquel cuyos efectos se condicionan a la muerte del que lo realiza, y cuyo
objeto principal es la distribución de un patrimonio (Testamento. Se dispone la distribución de
los bienes de una persona para después de su muerte. El que lo celebra no pretende que tal
negocio altere en nada la situación jurídica de sus bienes o de su patrimonio mientras viva).
El negocio jurídico inter vivos se diferencia del negocio mortis casusa en:
1.- El negocio inter vivos produce efectos en vida de quienes intervienen en él, en cambio el
negocio mortis causa solo produce efectos después de la muerte de quien lo realiza, es decir,
del testador.
2.- El negocio inter vivos en general es irrevocable en el sentido de que una sola de las
voluntades que intervinieron en su formación, no lo puede disolver; en cambio el negocio
mortis causa es esencialmente revocable, así lo establece el artículo 1055 C.C.
Dentro del proceso civil actual es necesario distinguir entre condiciones (presupuestos) de
existencia, validez y oponibilidad (o eficacia) de un negocio jurídico.
NEGOCIO DEFINICION CARACTERISTICAS EJEMPLO
JURIDICO
INEXISTEN No alcanza a nacer a la vida 1.- Por la falta de uno o varios Si se vende por
TE jurídica por faltarle un elementos esenciales del documento privado
requisito esencial para su negocio o acto jurídico, ejemplo: un inmueble, pues
existencia. Estos negocios compraventa sin pago, pues no la ley exige como
quedan privados de toda sería compraventa si no condición esencial
eficacia jurídica, y no llegan donación, o arrendamiento sin el otorgamiento de
a nacer a la vida jurídica, es canon sería comodato. escritura pública.
decir, no produce efectos 2.- Por ausencia de una
jurídicos, razón por la cual solemnidad o formalidad Matrimonio
los sujetos de derecho no como elemento esencial para celebrados ante un
pueden exigirse el que nazca a la vida jurídica, alcalde.
cumplimiento de las ejemplo: compraventa de bienes
obligaciones, ya que estas inmuebles sin la escritura Arts.1760, 1857,
no se gestaron. pública. 2200 inc 2, 2222,
3. No puede ser saneada por 2237 y 2411 C.C.
ratificación de las partes ni
por el paso del tiempo, pues el
acto no ha nacido si quiera a la
vida jurídica de manera que la
única vía para que el acto
tengan efectos jurídicos es con
la creación del acto o
celebración del negocio.
4. Opera de pleno derecho, es
decir, sin necesidad de
declaración judicial. (como no
existe contrato no se puede
sanear)
VÁLIDOS Pueden afirmar su a) Que sea celebrado por Venta de una
existencia por haberse personas capaces de ejercer casa, vendedor y
celebrado con todas las sus derechos. comprador son
condiciones o requisitos b) Que exista una declaración capaces, emitieron
exigidos por la ley (art.1502 de voluntad exenta de vicios. una declaración de
C.C.) voluntad sanas
c) Que dicha declaración de
sobre el objeto
voluntad tenga un objeto posible
lícito y posible
y lícito.
d) Legitimación negocial
(vendedor y tradente de la
propiedad de una cosa se
encuentre legitimado para tal
negocio por ser realmente el
propietario.
NULO Tiene todas las condiciones Puede pedirse a la justicia su La persona no
esenciales de existencia, destrucción, es decir, debe ser goza de plena
pero es falta uno o varios declarada por el juez, salvo que capacidad de
requisitos para su plena las partes lo convaliden en ejercicio, o la
validez, como sucede en los forma expresa o tácita o que el declaración de
negocios en que uno de los vicio desaparezca por el mero voluntad adolece
negociantes incurre en un transcurso del tiempo. de algún vicio
vicio del consentimiento. (error, dolo,
violencia) o el
El negocio jurídico nulo objeto es ilícito
produce efectos mientras no (contrario al orden
sea deshecho mediante público o las
sentencia judicial; pero buenas
también el negocio nulo costumbres).
puede convalidarse
posteriormente, con lo que
desaparece la nulidad. (art.
1740 C.C.)
NULIDAD Surge cuando acaecen Puede ser alegada por Los guardadores
ABSOLUTA anomalías cuya severidad o cualquiera de las partes, un (tutores y
gravedad es insoslayable, tercero con intereses o por un curadores): los
por lo que el negocio está juez, de oficio, puesto que es de negocios de
condenado casi con orden público. (art.1742 C.C.) disposición que
inminencia a su recaigan en
aniquilamiento (art. 1741 Se genera por: inmuebles de
C.C.). propiedad de los
a. Objeto o causa ilícita: incapaces, solo
1.- La nulidad absoluta NEGOCIOS ILÍCITOS: en pueden verificarse
puede ser declarada de razón de su objeto (art. 1523 mediante licencia
oficio por el juez, cuando C.C.); los negocios judicial y subasta
aparece de manifiesto en el prohibidos en forma absoluta pública (art. 483 y
instrumento en que costa el (art. 1520 a 1522 C.C.); los 484 C.C.); la
negocio; en cambio, la negocios contrarios al orden omisión de tales
nulidad relativa en ningún público o a las buenas requisitos anula el
caso puede ser declarada costumbres (art. 1518 par.3 negocio en forma
de oficio (art. 1743 C.C.). C.C.). (No es viable la absoluta.
ratificación.)
Debe ser declarada por el b. Incapacidades
Juez, y para que pueda absolutas: (art. 1504 C.C.).
hacerlo de oficio se Son absolutamente
requiere: incapaces los dementes, los
- Que el vicio aparezca de impúberes y los sordomudos
manifiesto en el mismo que no pueden darse a
instrumento que sirve de entender por ningún medio.
prueba al respectivo (No es viable la ratificación.)
negocio jurídico. c. Omisión de algún requisito o
- Que el negocio o contrato formalidad que las leyes
haya sido invocado en el prescriben para el valor de
litigio como fuente de ciertos actos o contratos en
derechos u obligaciones consideración a la naturaleza
para las partes. de ellos y no a la calidad o
- Que al pleito hayan estado de las personas que
concurrido las mismas los ejecutan o acuerdan. (art.
partes que celebraron el 1741 C.C.).
negocio.
NULIDAD Tiene alguna irregularidad Solo puede ser alegada por la
RELATIVA leve o moderada que tiende parte afectada. (art. 1743 C.C.)
a su destrucción.
Se genera por:
a. Vicios de la voluntad
(error, fuerza o dolo).
b. discapacidad relativa
(menores adultos y
disipadores interdictos).
(art. 1504 par.3).
a) Cuando una persona es violentada físicamente, pues por definición el negocio es un hecho
voluntario, y la violencia física destruye totalmente el elemento voluntad; cuestión diferente
sucede con la violencia mora, pues el coaccionado quiso el negocio; solo que ese querer no
fue lo suficientemente libre.
El negocio inexistente puede producir efectos entre las partes, pero el ordenamiento jurídico
no los protege.
Si las partes entienden que la venta de inmuebles se perfecciona por documento privado y
cada una cumple su obligación: el vendedor entrega materialmente el inmueble al comprador,
y este paga el precio a aquel, nos encontramos ante una serie de hechos que carecen del
significado jurídico que entendieron darle las partes. Si esos hechos son objeto de
interpretación mediante sentencia, el juez declarará:
2.- Que la entrega no constituye cumplimiento de una obligación que no nació a la vida
jurídica; tampoco la entrega del dinero.
Se comprende, pues, que una cosa es declarar que no hubo compraventa, y otra declarar que
se trata de una venta irregular que es necesario invalidar en razón de un vicio del
consentimiento, por ejemplo. Aún más: si el comprador no paga el precio, el vendedor carece
de acción para coaccionarlo judicialmente para el pago.
En algunos casos puede ser necesaria la intervención de la autoridad judicial, sobre todo en
relación con los efectos de hecho que se han producido como consecuencia del negocio
inexistente. Dicha intervención judicial no puede tener por objeto invalidar o deshacer lo que
no tiene existencia jurídica sino evitar que una de las partes se enriquezca indebidamente a
expensas de la otra, es decir, restablecer el equilibrio en los respectivos patrimonios, esto se
logra mediante una de estas dos formas:
a) Obligando a una de las partes a que celebren el negocio como lo ordena la ley.
b) Si lo anterior no fuere posible o no lo permitieren derechos de terceros, ordenando el
retorno al estado anterior.
Si se trata de un negocio en que las obligaciones no han sido cumplidas, la nulidad indica que
las partes quedan exoneradas de su cumplimiento; pero si habían sido cumplidas, la
nulidad “da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no
hubiese existido el acto o contrato nulo” (art. 1746 C.C.).
Por no ofrecer dificultad el primer caso, solo contemplaremos el segundo, esto es, cuando las
partes, o por lo menos una de ellas, cumplieron sus respectivas obligaciones y el negocio es
declarado nulo.
La restitución o el restablecimiento del estado anterior de que trata el artículo 1746 del C.C.,
comprende la anulación de los efectos producidos por un negocio nulo. Si A vende a B una
casa por $100.000 y dicho contrato se anula, se producen estos efectos: B debe devolver la
casa a A y este el precio recibido, con la respectiva indexación, es decir, a valores presentes a
B, pero podemos suponer que cuando B es condenado a restituir la casa a A, la había
vendido a C; entonces, por haberse declarado inválido el contrato entre A y B, también lo sería
el efectuado entre B y C, por lo tanto, A puede reivindicar la casa del poseedor C.
EFECTOS DE NULIDAD ENTRE LAS PARTES: estos efectos se rigen por el inciso 2 del art.
1746 del C.C., según el cual, en las restituciones mutuas que hayan de hacerse los
contratantes en virtud del pronunciamiento de nulidad, será cada cual responsable de la
perdida de las especies, de su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras
necesarias, útiles y voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos, y la
posesión de buena o mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales.
1.- En el ejemplo antes citado, A debe pagar a B los intereses del capital durante el tiempo
que lo usufructuó, y B, pagar el valor de los frutos que produjo la casa.
2.- Si B hizo mejoras en la casa, se discriminará si su posesión fue de buena o mala fe. Será
de buena fe si no tuvo conocimiento del vicio que hacía anulable el negocio; en el caso
contrario, será considerado como poseedor de mala fe. El poseedor de buena fe tiene
derecho a que se le indemnice el valor de las mejoras necesarias y útiles, pero el de mala fe
solo tiene derecho al valor de las mejoras necesarias (art. 965 C.C. y siguientes)
3.- Si la casa pereció en poder de B o se desmejoró por su hecho o culpa, este queda
obligado a pagar el equivalente en dinero. También es esta la solución aplicable respecto de
los frutos. Si estos no existen, deben reemplazarse por el valor que tenían, o hubieran tenido
al momento de la sentencia.
El restablecimiento del estado anterior tiene efecto retroactivo y por lo tanto se remonta hasta
el día de la celebración del negocio jurídico.
Tal regreso al estado anterior solo es posible en algunos contratos, especialmente aquellos
que generan obligaciones de dar, como la compraventa, la permuta etc., en cambio en otros
negocios no es posible dicho restablecimiento, como sucede en los contratos de
arrendamiento, de mandato, de trabajo etc. Lo cual enseña que la sanción para estos
negocios no puede ser la nulidad, si no la de terminación o la de indemnización de perjuicios.
Esta regla es consecuencia del principio enunciado en la primera parte del artículo 1746 sobre
el restablecimiento del estado anterior. Si un tercero ha adquirido un derecho y la fuente de
adquisición de su antecesor es inválida, también se invalida la suya.
¿Cuales son las excepciones previstas en el artículo 1748 del C.C?. según la doctrina estas
son de dos clases: respecto de los negocios de administración como el contrato de
arrendamiento y otras relativas a la protección de buena fe de terceros.
1.- Todos los negocios de administración (arrendamiento por ejemplo) son refractarios a la
nulidad cuando han sido celebrados por terceros. En consecuencia, los contratos de
arrendamiento que el tercero haya celebrado sobre una cosa objeto de un contrato anulado,
son mantenidos en pie.
2.- La buena fe exenta de culpa es fuente de derechos por si misma, ya que transforma la
simple apariencia en realidad. De esta manera, la declaración de nulidad no alcanza al tercero
que ha obrado con buena fe invencible, es decir, cuando el derecho que había adquirido
aparecía regularmente constituido por el tradente. Por ejemplo: B compra un inmueble a A;
antes del negocio examina la escritura pública que le exhibe A y las anteriores traslaciones del
dominio durante un periodo no inferior a 20 años, esto es, el tiempo necesario para adquirir el
dominio por prescripción extraordinaria; tales traslaciones las encuentra correctas. Pero, por
una irregularidad oculta, es anulado uno de esos negocios, dando por el resultado la invalidez
de la venta celebrada entre A y B. ¿procede en este caso la reivindicación contra B?. De
ningún modo; B ha obrado con buena fe exenta de culpa; encontró en A un derecho
regularmente constituido, de manera que cualquier persona prudente y diligente habría
incurrido en el mismo error.
3.- La nulidad del contrato de sociedad no perjudica las acciones que corresponden a terceros
de buena fe contra todos y cada uno de los asociados, por las operaciones de la sociedad si
existiere de hecho. La jurisprudencia ha ampliado este punto de vista al decir que tampoco los
terceros pueden oponer la nulidad del contrato de sociedad para eximirse del cumplimiento de
sus obligaciones. En síntesis, a pesar de la nulidad de la sociedad (o de su existencia), las
obligaciones de terceros no se anulan, osea, que a esos terceros de buena fe no alcanza la
declaración de nulidad; las obligaciones de terceros respecto a la sociedad tampoco se
anulan.
Todo lo cual nos enseña que la declaración de nulidad deshace retroactivamente el negocio
entre las partes; pero tal rescisión no es posible en relación con terceros de buena fe.
A la declaración de voluntad de las partes que tiene por objeto sanear un negocio nulo, el
código la denomina con el nombre de ratificación (art. 1752 C.C.). Este es un término
impropio, pues debe denominarse “confirmación” o “convalidación”.
El negocio de confirmación debe ser válido, pues de lo contrario el vicio seguirá existiendo.
1.- Una declaración escueta de voluntad es suficiente respecto de los negocios irregulares en
razón de un vicio del consentimiento. La parte violentada moralmente, una vez que está en
plena voluntad, estima que el negocio le es conveniente o acepta una reparación de perjuicios
de la otra parte, y, en consecuencia, renuncia a ejercer acción de nulidad.
2.- En relación con los negocios anulables por incapacidad, es apenas natural que mientras la
persona siga siendo incapaz no puede confirmar válidamente.
Por lo tanto, el negocio anulable por incapacidad solo puede confirmarse válidamente:
a) Si desaparece la incapacidad
b) Por autorización del representante legal del incapaz (padre, madre, tutor o curador).
3.- En cuanto a los negocios irregulares por falta de una formalidad, la confirmación exige
precisamente el cumplimiento de tal formalidad, ya que la declaración escueta de voluntad no
suple la ausencia de los requisitos formales (art. 1753 C.C.).
La validez del negocio de confirmación exige que se celebre entre las partes que ejecutaron el
negocio irregular (art. 1755 C.C.)
El negocio de confirmación puede ser tácito, lo cual ocurre cuando una de las partes advierte
el vicio que hace anulable un negocio y, no obstante, ejecuta sus respectivas obligaciones
(art. 1754 C.C.).
1.- Los negocios que generan obligaciones de hacer para algunas de las partes, son
inmodificables retroactivamente, Por ejemplo: ¿Cómo puede restablecerse el estado anterior
en un negocio de arrendamiento, o en uno de trabajo o en uno de comodato? En estos
negocios solo puede hablarse de terminación, es decir que, sin destruir los efectos ya
producidos (lo cual es imposible físicamente); y en cuanto a los perjuicios que a una de las
partes ocasionó el negocio, se ordenará su reparación.
2.- Existen otros negocios que alcanzaron a producir la totalidad de sus efectos, y, por lo
tanto, ni siquiera cabe hablarse de terminación. Supongamos que un demente contrata con un
arquitecto la construcción de una casa, y que ambas partes cumplen sus obligaciones, ¿Cómo
deshacer el cumplimiento de este negocio? Una interpretación objetiva y social nos enseña
que la sanción para tal irregularidad no puede ser otra sino esta: discriminación de las
condiciones del negocio para deducir si se causó o no algún perjuicio al incapaz.
En algunos casos la ley se ha limitado a sancionar la irregularidad del negocio mediante una
simple indemnización de perjuicios, como sucede con la lesión enorme en el mutuo (art. 2231
C.C.) y con la lesión enorme en inmuebles (art. 1948 C.C.)
No existe una pauta segura en el Derecho Civil Colombiano para establecer en cada caso
concreto el alcance de la sanción a un negocio irregular, lo cual indica que los jueces deben
buscar la solución más racional y adecuada.
1.- La falta de legitimación para llevar a cabo negocios sobre derechos ajenos produce
normalmente la inoponibilidad frente al dueño o titular del derecho.
La inoponibilidad es noción diversa de la nulidad, pues en esta los efectos se producen
provisionalmente hasta que una sentencia judicial anule el negocio (art. 1746 C.C.). En
cambio, el negocio inoponible en sí es válido, pero no produce los efectos que debería
producir. Ejemplo: el acreedor de un derecho no lo puede oponer o alegar judicial o
extrajudicialmente frente a la persona que se encontraba realmente legitimada para contraer
la respectiva obligación (caso de venta o de permuta de cosas ajenas). El adquirente de una
cosa o derecho que pertenece a persona distinta de la que le hizo la tradición o cesión
tampoco puede oponer semejante adquisición al titular o dueño de la cosa o derecho.
2.- La falta de legitimación para concluir negocios jurídicos sobre derechos propios produce
una nulidad, por cuanto la ausencia de esta clase de legitimación se fundamenta en una
prohibición legal (vender o enajenar derechos embargados o derechos personalísimos cuya
enajenación está prohibida).
El periodo del menor de edad, cuya duración es de 18 años, es aquel en que de manera
general la ley presume que no se ha alcanzado un amplio desenvolvimiento mental.
En la menor de edad se distingue tres periodos:
(Sentencia C-534 de 2005 declaró inexequible el art. 34 del C.C. que decía que la edad del
menor adulto era en mujer desde los 12 años y en hombre desde los 14 años y estableció que
es desde los 14 años en hombre y mujer, hasta los 18 años)
2.1. CLASES DE DISCAPACIDAD PARA LOS DISTINTOS GRUPOS DE MENORES: es de
distinta naturaleza la incapacidad de cada grupo de incapaces
a.- Los infantes se encuentran totalmente desprovistos de discernimiento; por lo tanto, no
pueden emitir ninguna clase de voluntad jurídica. Los negocios que celebren son inexistentes.
El art. 1504 establece que los impúberes son incapaces absolutos; por lo tanto se deduce que
los infantes carecen de toda capacidad y sus negocios resultan inexistentes.
b.- La ley prohíbe en forma absoluta a los impúberes la celebración de negocios jurídicos. El
art. 1504 dice que los impúberes son incapaces absolutos, y por lo tanto los negocios que
celebren quedan atacados de nulidad absoluta.
c.- Los menores adultos son tenidos como incapaces relativos y por ello el código manda que
en la celebración de sus negocios estén asistidos por un representante legal; si no se cumple
este requisito el negocio queda afectado de nulidad relativa.
Las principales excepciones a la regla general de que solo los mayores de 18 años pueden
celebrar negocios válidos son: el matrimonio, el testamento, el reconocimiento de hijos
extramatrimoniales, el mandato y al administración del peculio profesional.
a.- Respecto al matrimonio se permite a los menores adultos contraer matrimonio con
autorización de los padres o del respectivo curador.
b.- Respecto al testamento es necesario decir que el art. 1061 del C.C. establece que tiene
capacidad para testar los menores adultos.
c.- Los menores de 18 años pueden reconocer válidamente a un hijo extramatrimonial.
d.- Los menores adultos obligan válidamente en su condición de mandatarios a sus
mandantes, en relación con contratos celebrados con terceros (art. 2154 C.C.)
e- El menor de 18 años puede disponer y administrar libremente sus bienes que forman su
peculio profesional o industrial (art. 294 C.C.). Quienes en su trabajo o industria pueden
ahorrar, es lógico que pueda hacer inversiones del capital ahorrado, sin autorización de sus
padres o representantes legales.
Se considera que una persona tiene una discapacidad mental absoluta cuando sufren una
afección o patología severa o profunda de aprendizaje, de comportamiento o de deterioro
mental, es decir, se altera la voluntad de una persona sea porque la destruye o porque la
vicia. (art. 17 Ley 1306 de 2009), y sus actos son absolutamente nulos aunque se alegue que
se han ejecutado mientras se encontraba en un periodo de lucidez (art. 48 Ley 1306 de 2009)
En razón de esta alteración de la voluntad, las enfermedades mentales son causales de
incapacidad civil, especialmente de incapacidad para los negocios jurídicos, cuyo núcleo
esencial es la existencia de una voluntad sana y libre.
Todas las enfermedades mentales sea cual fuere su nombre que altere la libre y correcta
manifestación de la voluntad constituye causales de discapacidad.
Se pregunta en la doctrina si ciertas alteraciones de la voluntad, no debidas a enfermedades
mentales propiamente dichas, incapacitan a una persona, como sucede con los negocios
celebrados en estado total de embriaguez. Igual pregunta se hace para los casos de simple
debilidad mental que, por definición excluyen la existencia de una voluntad razonable y libre.
La Ley 1306 de 2009 en su artículo 2 contempla los sujetos con discapacidad mental y al
respecto cita: Una persona natural tiene discapacidad mental cuando padece limitaciones
psíquicas o de comportamiento, que no le permite comprender el alcance de sus actos o
asumen riesgos excesivos o innecesarios en el manejo de su patrimonio.
Para la fijación del domicilio del discapaz mental absoluto, puede hacerlo directamente,
siempre y cuando su aptitud mental sea suficiente para ello, y no ponga en peligro su
integridad personal o la de la comunidad, pero si no es así, la residencia la determina el
guardador. (art. 19 Ley 1306 de 2009)
Hay dos clases de enfermos mentales: interdictos y no interdictos
La interdicción civil es el estado en que se encuentra una persona a quien judicialmente se ha
declarado que es incapaz para realizar negocios jurídicos.
El enfermo mental en interdicción judicial es un discapaz absoluto, y por ello no puede
celebrar negocios jurídicos válidos, es decir, que la discapacidad abarca toda clase de
negocios jurídicos y no se podrá admitir la prueba de que a pesar de la interdicción, el
interdicto se encontraba en un estado lúcido.
Los mayores de 18 años que no se encuentran en interdicción, gozan de la presunción
general de sanidad. En consecuencia, si un enfermo mental no interdicto celebra determinado
negocio jurídico, dicho negocio solo puede invalidarse suministrando la prueba de que se
celebró bajo el imperio de una enfermedad mental.
La interdicción por discapacidad mental absoluta es una medida de restablecimiento de los
derechos del discapacitado que puede ser solicitada por cualquier persona, pero deben
provocarla:
Si los parientes sin justa causa incumplen este deber de provocar la interdicción y en
consecuencia se produzcan perjuicios a la persona o al patrimonio del discapaz mental
absoluto, son indignos para heredarlo; y si se trata de directores de establecimientos y los
funcionarios públicos incurrirán en causal de mala conducta. (art. 19 Ley 1306 de 2009)
La disipación o dilapidación es el consumo de bienes que hace una persona en cosas inútiles
y caprichosas que no guardan que no guardan proporción con los medios de que puede
disponer para atender a las necesidades familiares.
a.- Jurídicamente solo puede calificarse de disipadores a las personas que por hechos
repetitivos de dilapidación manifiestan una falta total de prudencia.
La falta total de prudencia, implica ausencia de una voluntad razonable, y, por este motivo, se
les asimila a los menores adultos.
b.- Se requiere que a consecuencia de la disipación, exponga su familia a la miseria.
Solo los negocios que celebre el sordomudo que no puede darse a entender por ningún
medio, quedan atacados de nulidad absoluta.
Se consideran con discapacidad mental absoluta porque padecen una afección o patología
severa o profunda de aprendizaje (art. 17 Ley 1306 de 2009).
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B. VICIOS DE LA VOLUNTAD
1. TEORÍA DEL ERROR
Puede existir desacuerdo entre la voluntad interna es decir, lo querido realmente y la voluntad
declarada; Esta disconformidad puede ser consciente o inconsciente.
Es consciente cuando los contratantes hacen una declaración de voluntad que no han querido
o solo han querido parcialmente. Tal sucede con los negocios simulados.
Diversas clases de errores pueden presentarse en la vida de los negocios, como puede
comprobarse por los siguientes ejemplos:
1) 1.- A debe a B mil pesos; muere B, y A creyendo que el heredero de B es C, le paga la
deuda, pero el heredero resulta ser D.
2) 2.- A entiende hacer donación a B, pero se equivoca y la hace a C.
3) 3.- A entrega un libro en préstamo de uso, pero B entiende que se lo regala.
4) 4.- A se constituye en deudor de una suma de dinero, cuando entendió obligarse como
fiador.
5) 5.- A compra una anillo con la creencia de que es de oro, pero resulta de cobre.
Sin embargo el artículo 1509 del C.C. dice lo contrario “el error de derecho no vicia el
consentimiento”. Al respecto, la Corte Constitucional mediante sentencia C-993 del 29 de
noviembre de 2006 declaró exequible el artículo 1509 aduciendo que la norma no vulnera el
principio de la autonomía de la voluntad privada, puesto que el desconocimiento de la ley no
priva a las personas de la facultad de celebrar negocios jurídicos y de definir los términos y las
condiciones de los mismos Además que prevalece en este caso el principio que establece: “la
ignorancia de la ley no sirve de excusa”; principio que asegura la estabilidad jurídica, por lo
que el contratante debe asumir las consecuencias del negocio.
Error en el contrato: según el artículo 1512 del C.C. “el error acerca de la persona con
quien se tiene intención de contratar, no vicia el consentimiento, salvo que la
consideración de esta persona sea la causal principal del contrato”. La doctrina clásica
sostuvo que en general, en los negocios a título gratuito la consideración del donatario
constituye el principal motivo del donante para donar, y que en los contratos a título oneroso,
en cambio, cada contratante concentra su atención sobre los elementos del contrato. Según
esto, en una venta no juega papel la calidad de los contratantes, pues el vendedor preferirá
siempre a la persona que le dé un precio más alto, sin tener en cuenta sus condiciones
personales o civiles.
Pero esta doctrina exacta en muchos casos no lo es en otros. Muchos contratos a título
oneroso se celebran en consideración a la persona. Así, un cliente se dirige, no
indiferentemente a un abogado, médico, arquitecto o escultor, sino a un abogado, médico,
arquitecto o escultor determinado; en circunstancias semejantes, el error que se padezca
sobre la identidad física del otro contratante, anula el negocio.
Debe tenerse en cuenta que el artículo 1512 del C.C. no solo se refiere al error sobre la
identidad física del otro contratante, como cuando se entiende contratar con B pero resulta
celebrándose el contrato con C, sino también el error acerca de una calidad esencial del
contratante. Así, una casa de comercio puede declarar terminado el contrato cuando descubre
que uno de sus agentes, en quienes se supone una máxima honradez, había sido condenado
por algún delito contra la propiedad.
Error en el matrimonio: según el ordinal 1 del artículo 140 del C.C., el matrimonio es
nulo “cuando ha habido error acerca de las personas de ambos contrayentes o de la de
uno de ellos”. Es comprensible que el matrimonio se celebre de manera especial en
consideración a la personalidad de los cónyuges; y no solo se tiene en cuenta el error que
recae sobre la identidad física de alguno de los cónyuges, caso más bien excepcional, sino
ante todo, el error que recae sobre las condiciones civiles o morales de los contrayentes.
Error en cuanto a la persona respecto de quien se cumple la obligación: esta clase de error
recae únicamente sobre la identidad física del acreedor e invalida el negocio jurídico de
cumplimiento, pues el deudor debe pagar o cumplir a su acreedor o a la persona que sea su
sucesor en el crédito (artículo 1634 C.C.). Si por error cumple o paga a persona distinta, no
cancela la obligación y tendrá que pagar nuevamente a su legítimo acreedor.
Le quedará apenas una acción para repetir lo pagado indebidamente (arts. 2313 a 2321 del
C.C.)
1.2.2. ERROR SOBRE LA MISMA NATURALEZA DEL NEGOCIO: tiene lugar cuando las
partes se equivocan sobre la clase de contrato. Ejemplo: una persona transfiere una cosa a
otra, creyendo vendérsela; quien la recibe piensa que el precio no es real y que se le está
haciendo una donación. (art. 1510 C.C.)
1.2.3. ERROR SOBRE EL OBJETO: el error acerca del objeto es de dos clases:
- Error sobre la identidad de la cosa específica de que se trata, como si en el contrato de venta
el vendedor entiende comprar otra (art. 1510 C.C.), o sobre la existencia de la cosa, como si
en el momento de perfeccionar un contrato de venta se supone existir la cosa vendida y esta
no existe (art. 1870 parágrafo 1). En general, esta clase de error hace que el negocio jurídico
no alcance a nacer a la vida jurídica; trátese en consecuencia de un negocio jurídico
inexistente.
- Error sobre la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o contrato (art.
1511 C.C.): cuando el error recae sobre una calidad esencial intrínseca de aquellas que hacen
que un objeto se distinga claramente de otros objetos, como en el ejemplo del código: comprar
un anillo de 24 quilates y resulta ser un anillo de oro golfi. Este error se denomina “error
sustancial intrínseco del objeto”.
1.2.4. ERROR SOBRE LOS MOTIVOS: el parágrafo 2 del artículo 1511 del C.C. se refiere a
esta clase de error.
Una interpretación objetiva y social del inc.2 del artículo 1511 exige, para salvaguardar la
seguridad y la buena fe en los negocios, que el motivo haya sido puesto como condición del
negocio; no es el simple conocimiento que la otra parte tenga del motivo, si no el hecho de
que acceda a condicionar el negocio a la veracidad de ese motivo.
El código exige que el error sobre los motivos debe ser bilateral o compartido, es decir, que
ambas partes deben haber incurrido en error.
2. EL DOLO
Se entiende por dolo todo artificio o maniobra de que se valga uno de los negociantes para
inducir en error al otro.
Diferencia entre el dolo y el error: en el dolo uno de los negociantes incurre en error, mientras
que el otro negociante no solo no incurre en error, si no que se da cuenta exacta del error que
el otro comete y se aprovecha de él.
Ejemplo: un negociante solicita al joyero un objeto de oro, quien le ofrece uno de cobre; el
parecido entre los dos metales es aprovechado por el joyero para inducir en error al
comprador y cobrarle un precio excesivo.
La doctrina suele exigir para que haya dolo, que uno de los negociantes use algún artificio o
maniobra para inducir en error al otro. Esta exigencia tiene fundamento, siempre que se
precise que el simple silencio actúa como maniobra; vale decir, que los artificios pueden ser
positivos o negativos.
El dolo debe ser obra de una de las partes: así lo indica el parágrafo 1 del artículo 1515. El
dolo proveniente de un tercero o extraño al negocio no da lugar a nulidad, s no a la acción de
indemnización de perjuicios contra la persona o personas que lo fraguaron o se han
aprovechado de él.
El dolo debe probarse: el artículo 1516 del C.C. establece que los casos de presunción del
dolo son excepcionales, son aquellos establecidos por la ley, ejemplo de dolo: artículo 1025
C.C. numeral 5. Y en aquellos casos que la ley no establece el dolo, debe probarse.
La condonación del dolo futuro no vale: el artículo 1522 indica: 1.- que hay objeto ilícito en la
condonación del dolo futuro y que la cláusula que en dicho sentido se inserte en un negocio,
se mirará como no escrita. 2.- que producido el dolo podrá renunciarse.
3. LA VIOLENCIA O FUERZA.
La violencia o fuerza puede ser física o moral.
3.1. LA VIOLENCIA FÍSICA hace que el acto sea inexistente, pues la persona violentada
físicamente puede afirmar que ella no consintió en el acto, que no hubo declaración de
voluntad.
3.2. LA VIOLENCIA O FUERZA MORAL vicia el consentimiento “cuando es capaz de
producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su
edad, sexo y condición” art. 1513 C.C.
Como en el dolo y en el error, lo que afecta el negocio son las consecuencias o resultados;
no es la violencia o seducción en sí, si no el hecho de que en razón de la coacción un
negociante celebre un negocio que en otras condiciones no hubiera realizado; en resumen, es
la alteración forzada de la voluntad individual y el consiguiente perjuicio.
Según la doctrina la violencia se compone de dos elementos: uno cuantitativo y otro cualitativo
1.- COMPRAVENTA DE BIENES INMUEBLES: (art. 1946 a 1954 C.C.). Existe lesión enorme
cuando el vendedor vende una cosa por más del doble de su justo precio (lesión para el
comprador), o cuando vende por menos de la mitad de tal precio (lesión para el vendedor).
3.- MUTUO CON INTERESES: (art. 2231 C.C.) tiene efecto cuando el interés que se pacta
excede en una mitad al que se probare haber sido el interés corriente al tiempo de la
convención.
4.- ANTICRESIS: (art. 2466 inc.2 C.C.) en las mismas condiciones que en el mutuo.
5.- CLÁUSULA PENAL: (art. 1601 C.C.) en ningún caso puede ser el doble de la obligación
asegurada.
6.- ACEPTACIÓN DE UNA HERENCIA: (art. 1291 C.C.) cuando en virtud de una disposición
testamentaria de que no tenía conocimiento el heredero en el momento de aceptar, su
asignación se disminuye en más de la mitad.
7.- PARTICIÓN DE BIENES: (art. 1405 par. 2 C.C.) el adjudicatario que ha sido perjudicado
en más de la mitad de su cuota en relación con la que ha correspondido a los otros
adjudicatarios, es titular de la acción de lesión enorme.
8.- DACIÓN EN PAGO: se rige por la compraventa, si se entregan inmuebles para solucionar
la obligación.
9.- LA HIPOTECA: (art. 2455 inc. 2 C.C.) hay lesión enorme si la hipoteca implica mas del
duplo del importe conocido.
El concepto de la lesión en los negocios, debe medirse teniendo en cuenta varios puntos de
vista:
- Una persona puede encontrarse en tres situaciones distintas para realizar un negocio
lesivo a sus intereses:
1- Estado de necesidad: como cuando el vendedor se ve obligado a vender por
cualquier precio.
2- Debilidad de sus facultades mentales
3- Estado de inexperiencia en el comercio.
En cualquiera de estos estados la voluntad carece de la suficiente libertad, es decir, se
encuentra viciada.
- La lesión puede presentarse tanto en los contratos de enajenación (compraventa,
permuta, aporte a una sociedad etc.) como en los de administración (arrendamiento,
trabajo etc.).
En síntesis, todos los negocios onerosos pueden ser usurarios, es decir, viciados por
lesión. En general, negocio oneroso es aquel que tiene por objeto la utilidad de ambos
contrayentes, gravándose cada uno en beneficio del otro (art. 1497 C.C.).
- La usura o lesión puede presentarse no solo en la conclusión de los negocios, sino
también en los negocios de cumplimiento, la explotación usuraria puede realizarse a
favor de otro negociante o de un tercero.