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UNIDAD 4

EJERCICIO DE LOS DERECHOS

A. Teoría general del negocio jurídico.


B. Hechos jurídicos, actos jurídicos, negocios jurídicos, delitos y cuasidelitos.
C. El negocio jurídico y la declaración de voluntad.
C.1.- Noción de negocio jurídico.
C.2.- La declaración de voluntad.
C.2.1.- Medios aptos para exteriorizar la voluntad.
C.2.2.- Voluntad expresa y voluntad tácita (directa e indirecta)
C.2.3.- El silencio como declaración tácita de voluntad.
C.2.4.- Declaraciones de voluntad libres y solemnes.
C.2.4.1.- El consensualismo.
C.2.4.2.- Principales negocios formales o solemnes.
C.2.5.- Negocios jurídicos unilaterales, bilaterales y plurilaterales.
C.2.6.- Negocios inter vivos y mortis causa.
C.2.7.- Condiciones de existencia, validez y eficacia en los negocios jurídicos.

UNIDAD 5.
DECLARACIÓN DE LA VOLUNTAD, VICIOS DEL CONSENTIMIENTO Y LOS ACTOS
IRREGULARMENTE CELEBRADOS.

A. Capacidad de goce y de ejercicio


1.- La capacidad jurídica o "de derecho"
2.- Discapacidad proveniente de la edad
2.1.- Clases de discapacidad para los distintos grupos de menores
2.2- Discapacidades provenientes de las enfermedades mentales
2.3.- Discapacidad proveniente de la disipación
2.4.- Discapacidad proveniente de la sordomudez
B. Vicios de la voluntad
1.- Teoría del error
1.1. Error de derecho
1.2. Error de hecho
1.2.1. Error sobre la persona
1.2.2. Error sobre la misma naturaleza del negocio
1.2.3. Error sobre el objeto
1.2.4. Error sobre los motivos
2.- El dolo
3.- La violencia o fuerza.
3.1. La violencia física
3.2. La violencia o fuerza moral
3.2.1. Elementos que integran la violencia moral
3.2.1.1. El elemento cuantitativo
3.2.1.2. El elemento cualitativo
4.- La lesión enorme
UNIDAD 4
EJERCICIO DE LOS DERECHOS

A.- TEORIA GENERAL DEL NEGOCIO JURÍDICO


LOS HECHOS JURÍDICOS: son aquellos que constituyen la conducta humana capaz de dar
nacimiento, modificar, transmitir o extinguir un derecho subjetivo o un estado o situación.

Los hechos jurídicos se clasifican en dos categorías:


Hechos jurídicos voluntarios: imputables a la voluntad del sujeto de derecho (El contrato, el
cumplimiento de una obligación, el testamento, el delito) y hechos jurídicos involuntarios,
imputables al sujeto de derecho, sin tener en cuenta la intervención de su voluntad (El
nacimiento, la llegada a la mayoría de edad, la muerte, etc.)

Los hechos jurídicos voluntarios se subdivide en dos clases importantes: hechos jurídicos
voluntarios lícitos, (contrato); y hechos jurídicos voluntarios ilícitos, (delito).

El Código Civil Colombiano suele emplear la expresión "acto jurídico", como sucede en el
artículo 1.502; pero también el término negocio, por ejemplo en los artículos 2142, 2145,
2146, 2147 y 2160.

B. HECHOS JURÍDICOS, ACTOS JURÍDICOS, NEGOCIOS JURÍDICOS, DELITOS Y


CUASIDELITOS
Veamos las siguientes expresiones:

1.- Hecho jurídico: Representa toda conducta humana lícita o ilícita, voluntaria o involuntaria.
Así, el contrato, el delito, el nacer, el morir son hechos jurídicos.

2.- Acto jurídico es una variedad especial de hechos jurídicos: los que son imputables a la
voluntad de una persona. Pueden ser lícitos o ilícitos; solamente interesa que intervenga en
forma preponderante la voluntad humana.
Los actos jurídicos son de dos clases:

ACTOS JURÍDICOS
1. Declaraciones de voluntad, es Delito: el hecho es ilícito y
decir, negocios jurídicos. El efecto o cometido con intención de
consecuencia es determinado por la dañar. (Art. 2302 del C.C.)
voluntad individual. LOS Cuasidelito: Hecho
LOS ACTOS 2. Actos lícitos que no son ACTOS culpable pero cometido sin
JURÍDICOS negocios (actos de derecho). El JURÍDICOS intención de dañar. (Art.
LÍCITOS efecto proviene de la ley. No son ILÍCITOS 2302 del C.C.)
(Conformes negocios jurídicos, sino simples actos (Contarios Culpa: El resultado típico
a derecho) de derecho: constitución de domicilio a derecho) es producto de la
(art. 76 C.C.), tomar por ocupación infracción, al deber de
cosas que no pertenecen a nadie (art. cuidado y el agente debió
685 C.C.), el hallazgo (art. 699 C.C.), haberlo previsto por ser
descubrimiento de un tesoro (art. 700 previsible, o habiéndolo
C.C.), gestión de negocios ajenos etc. previsto, confió en poder
evitarlo. (Art. 23 C. Penal)
C. EL NEGOCIO JURÍDICO Y LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD

C.1. NOCIÓN DE NEGOCIO JURÍDICO: Se funda en una declaración de voluntad,


encaminada a obtener una o varias consecuencias jurídicas, protegidas por el orden jurídico:
nacimiento, modificación o extinción de un derecho subjetivo. Así, en la compraventa la
declaración de voluntad del vendedor se dirige a la transmisión de la propiedad que tiene
sobre una cosa y a la adquisición de una suma de dinero.

La declaración de voluntad no siempre tiene como fin exclusivo la adquisición, modificación o


extinción de un derecho subjetivo. El reconocimiento de un hijo extramatrimonial se dirige a
establecer un estado o situación jurídica: la de padre e hijo extramatrimonial, aunque el
establecimiento de ese estado es supuesto de importantes derechos subjetivos, ya que a la
muerte del padre, el hijo adquirirá derechos herenciales; además el padre asume la obligación
de criarlo, educarlo y sostenerlo.

En algunos casos, la sola declaración de voluntad de una persona engendra el negocio


jurídico; en otros, debe estar unida a otros hechos. Así, en la celebración de un contrato se
requiere la concordancia recíproca de las declaraciones de dos personas, que en relación con
sus intereses están la una frente a la otra. El elemento esencial de todo negocio jurídico es la
declaración de una o varias voluntades; en consecuencia negocio y declaración de voluntad
no son equivalentes.

Entonces por negocio jurídico se entiende el hecho jurídico que contiene una o varias
declaraciones de voluntad de los particulares que, por sí o unidos con otros requisitos,
persiguen un determinado efecto jurídico.

En los negocios unilaterales solo se requiere una declaración de voluntad (aceptación de


una herencia, el testamento, reconocimiento de un hijo extramatrimonial).
En los negocios bilaterales se exigen dos declaraciones de voluntad (contrato, tradición).
En algunos negocios plurilaterales se exigen varias declaraciones (el acuerdo para formar
una sociedad, para modificar su objeto social o para extinguirlo).

El núcleo principal del negocio jurídico son las declaraciones de voluntad de los particulares.
Esto diferencia claramente las declaraciones privadas de voluntad del negocio, de otras
declaraciones de voluntad que no son privadas, por ejemplo, la declaración de voluntad del
juez (sentencias), las de autoridades administrativas (decretos, ordenanzas, acuerdos) la del
legislador (normas jurídicas o leyes en general).

En ocasiones son suficientes las simples declaraciones de voluntad (negocios consensuales);


en otras se requiere además una determinada formalidad para la plena validez del negocio
(negocios solemnes o formales).

La declaración de la voluntad del negocio persigue un determinado efecto jurídico, pues el


negocio jurídico es el instrumento principal que el orden jurídico pone a disposición de los
particulares para que por su voluntad ejerzan sus derechos y satisfagan sus intereses
racionales y legítimos. El efecto jurídico perseguido se traduce en la creación, modificación o
extinción de una relación jurídica.
C.2. LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD: el Código Civil habla de declaraciones de voluntad
(arts. 1502, 1517, etc.), que no es más que la voluntad exteriorizada. Desde este punto de
vista se contraponen dos especies de voluntad: la simple interna y la declarada.

La voluntad interna (no exteriorizada) carece de eficacia en formación de las relaciones


jurídicas, ya que el derecho solo tiene en cuenta la voluntad declarada, que puede conocerse.
Pero cuando el Código Civil exige que la voluntad del negocio jurídico sea declarada, hace
referencia a la voluntad o querer de una persona, que debe plasmarse en signos que permitan
que las demás personas lo conozcan, pues si no se exterioriza, carece de eficacia jurídica. De
otra manera el comercio social, que implica un permanente intercambio de voluntades, sería
imposible.

La declaración de voluntad puede definirse como "la conducta humana externa y consciente
que según los usos sociales permite inferir la existencia y el contenido de una voluntad"

C.2.1. MEDIOS APTOS PARA EXTERIORIZAR LA VOLUNTAD

El lenguaje es el más idóneo de exteriorización de una voluntad. Pero existen otros medios,
como ciertos signos; como una inclinación de cabeza o ponerse de pie en una junta de
accionistas, levantar la mano, dar una palmada en una mesa, etc. Supongamos reunidas en
un salón 60 personas, con la calidad de socios. El gerente somete a votación una proposición
sobre aumento del capital social; y para no perder tiempo, se acurda que los socios que
quieran expresar su voluntad para permitir el aumento, simplemente levanten la mano, y si
quieran expresar su voluntad en sentido contrario, no la levanten.

C.2.2.-VOLUNTAD EXPRESA Y VOLUNTAD TÁCITA (DIRECTA E INDIRECTA)

El Código Civil Colombiano adopta la noción de "voluntades declaradas expresas" y "tácitas" o


"presuntas".

1.- Voluntad Expresa: Cuando se ha hecho conocer mediante el lenguaje hablado o escrito, o
mediante un signo por el cual se quiere dar a conocer directamente esa voluntad.
a) El artículo 1640 prescribe que el poder conferido por el acreedor a una persona para
demandar en juicio al deudor, no la faculta por sí solo para recibir el pago de la deuda. Esto
indica que el poder para recibir exige una voluntad expresa.
b) Según el artículo 2373, la fianza no se presume, es decir, que no pueden existir fianzas
tácitas.
c) El artículo 2004 prohíbe al arrendatario ceder el arriendo o subarrendar, a no ser que se le
haya autorizado expresamente.

2.- Voluntad Tácita o Presunta: cuando no se ha hecho conocer directamente, pero puede
deducirse de ciertos hechos o circunstancias. En otros términos, nuestra propia conducta,
nuestro comportamiento hacia los demás, suelen revelar nuestro querer, nuestra voluntad
(nuestras obras hablan por nosotros).

a) El artículo 1287 prescribe que si el heredero o legatario vende, dona o transfiere, de


cualquier modo, el objeto que se le ha deferido, o el derecho de suceder en él, se entiende
que por el mismo hecho acepta.
b) El artículo 1290 establece que el asignatario constituido en mora de declarar si acepta o
repudia, se entenderá que repudia. Se trata de una voluntad presunta de repudiación.
c) El artículo 1713 habla de la remisión tácita, es decir, de la condonación de una deuda
deducida de la entrega voluntaria que hace el acreedor al deudor del título de la obligación.

3.- Una voluntad es tácita Cuando la ley permite que de nuestra conducta se deduzca nuestra
voluntad, entendemos que admite una voluntad tácita o presunta; en cambio, cuando en
ciertas circunstancias prohíbe hacer tales deducciones, exigiendo una voluntad directa,
decimos que la ley exige una voluntad expresa.

4.- El Código, en general, solo exige que la voluntad del negocio sea declarada, es decir,
consignada en una forma que permita su conocimiento, ya sea expresa o tácitamente; y de
manera excepcional exige que la voluntad sea expresa.

C.2.3. EL SILENCIO COMO DECLARACIÓN TÁCITA DE VOLUNTAD

El silencio, puede en ciertos casos interpretarse como declaración tácita de voluntad. El


artículo 736 del C.C. establece que cuando una persona ha tenido conocimiento del uso “que
de una materia suya se hacía por otra persona, se presumirá haberlo consentido”; el parágrafo
2 del artículo 739 dice que si se ha edificado, plantado o sembrado a ciencia y paciencia del
dueño del terreno se presume una tácita autorización del propietario.

El artículo 2151 hace una aplicación del silencio como expresión de voluntad tácita, “las
personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios ajenos, están obligadas a
declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una persona ausente les hace,
y transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como aceptación…”

También el artículo 1290, ya citado, constituye una aplicación de los efectos jurídicos del
silencio.

Hay ocasiones en que una persona está en la obligación de hablar; pero si guarda silencio,
puede causar perjuicios a otra persona o crear una situación de incertidumbre; por tal motivo
la ley permite deducir una voluntad tácita del no cumplimiento de dicha obligación, por
ejemplo: en el caso del artículo 1290, entiende la ley que cuando un asignatario no dice si
acepta o repudia, se debe a que no tiene interés en la herencia, y permite deducir la voluntad
de repudiación; en el artículo 2151 autoriza deducir la voluntad tácita de aceptación, pues, de
lo contrario, se podrían ocasionar graves perjuicios a quien hace la oferta; y en los otros
ejemplos se permite deducir una autorización, ya que lo normal es que cuando en presencia o
con el consentimiento del titular de un derecho, otro se entromete en la esfera de sus
actividades, aquel rechace tal intromisión.

C.2.4. DECLARACIONES DE VOLUNTAD LIBRES Y SOLEMNES

1.- EL CONSENSUALISMO: Las personas tienen la libertad de exteriorizar su voluntad


libremente; ya sea por el lenguaje hablado o escrito, ya sea por signos, hechos etc. Ello indica
que la voluntad puede escoger cualquier forma para darse a conocer o exteriorizarse, y que
tan pronto se ha declarado o emitido en forma que cualquiera la puede reconocer, asume
pleno valor jurídico.

No sucedía esto con los romanos, pues daban preponderancia al formalismo en el comercio
jurídico. Con la evolución del derecho y el progreso del comercio, el formalismo fue cediendo
ante el consensualismo, pues las voluntades formales o solemnes representan excepciones; y
por lo tanto se requiere un texto legal expreso que establezca una forma determinada.

En el comercio se suele entender que un negocio es consensual cuando la ley permite su


perfeccionamiento mediante el simple lenguaje oral; y solemne o formal, cuando se exige que
la voluntad se exteriorice por escrito.

C.2.4.2. PRINCIPALES NEGOCIOS FORMALES O SOLEMNES: las formalidades de


declaración de voluntad son de distinta naturaleza:

1.- Algunas declaraciones de voluntad exigen simplemente un escrito, es decir, un instrumento


privado, como sucede con las promesas de contrato.

2.- Un importante grupo de declaración de voluntad requieren de escritura pública y, además,


para la tradición, la inscripción de este documento en la oficina de registro de instrumentos
públicos. Esas declaraciones son:

a) Todos los negocios jurídicos que tienen por objeto una adquisición derivada por acto entre
vivos de la propiedad en bienes inmuebles. Ejemplo: la compraventa, permuta, donación etc.

b) Todos los negocios jurídicos que tienen por objeto la constitución de un derecho real en
inmuebles por acto entre vivos como la hipoteca, el usufructo, uso o habitación. Igual
observación vale para la extinción de tales derechos.

c) El testamento

d) Las capitulaciones matrimoniales

3.- Otro grupo de declaraciones de voluntad requiere la autorización de un juez competente. A


este grupo pertenecen:

a) Todos los negocios jurídicos de disposición en bienes inmuebles que pertenezcan a un


incapaz, no pueden ser realizados por sus representantes legales (padre o madre, tutor o
curador) sin autorización judicial.

b) La emancipación voluntaria, fuera del permiso judicial, exige escritura pública (art. 313 los
padres emancipan al hijo menor adulto, y el hijo consiente en ello en donde el favorecido va a
gozar de cierta libertad jurídica).

4.- El reconocimiento de hijos extramatrimoniales exige documento auténtico

5.- Las declaraciones de voluntad de un hombre y una mujer, para que constituyan
matrimonio, deben hacerse ante un juez o notario, de ellas debe quedar constancia escrita.

6.- Toda constitución de una persona jurídica de derecho privado es solemne.

7.- Fuera de los grupos de negocios enunciados, la ley prescribe formalidades para algunas
declaraciones de voluntad consideradas singularmente, por ejemplo la constitución del
patrimonio de familia no embargable.
Todos estos casos exigen una formalidad como condición esencial para que tenga valor la
declaración de voluntad; si falta dicha formalidad, la declaración de voluntad carece de
eficacia jurídica. Al lado de estas formalidades existen otras que se refieren no a la
constitución del negocio jurídico, si no a su prueba ante la justicia.

Lo cual indica que los negociantes deben cuidarse de hacer constar en escrito las
obligaciones importantes originadas en un contrato o convención, para facilitar su prueba (art.
232 parágrafo 2 C.P.C.)

C.2.5. NEGOCIOS JURÍDICOS UNILATERALES, BILATERALES Y PLURILATERALES

EL NEGOCIO JURÍDICO UNILATERAL. Solo exige la declaración de voluntad de una


persona. Son negocios unilaterales: la aceptación de una herencia o legado (art. 1282), el
testamento (art. 1055) etc.
La ley reconoce validez a la declaración de voluntad de una sola persona en los casos en que
tal declaración solo afecta el patrimonio de quien hace la declaración.

LOS NEGOCIOS JURÍDICOS BILATERALES pueden perseguir diversas finalidades. Algunos


se limitan a establecer una obligación entre las personas que lo celebran; otras establecen
modificación en una relación jurídica, como cuando el acreedor otorga un plazo al deudor para
el pago, o cuando los contratantes sanean (convalidan) el negocio constituido irregularmente,
etc. Finalmente, un grupo importante de negocios tiene por objeto extinguir la obligación
mediante el pago o cumplimiento o la ejecución del hecho convenido.

C.2.6. NEGOCIOS INTER VIVOS Y MORTIS CAUSA

NEGOCIOS POR ACTO ENTRE VIVOS Y POR CAUSA DE MUERTE: el negocio entre vivos
(inter vivos) es el que produce efectos entre las personas que lo celebran (la permuta, la
compraventa y el arrendamiento entre otros); en cambio, el negocio por causa de muerte
(mortis causa) es aquel cuyos efectos se condicionan a la muerte del que lo realiza, y cuyo
objeto principal es la distribución de un patrimonio (Testamento. Se dispone la distribución de
los bienes de una persona para después de su muerte. El que lo celebra no pretende que tal
negocio altere en nada la situación jurídica de sus bienes o de su patrimonio mientras viva).

El negocio jurídico inter vivos se diferencia del negocio mortis casusa en:

1.- El negocio inter vivos produce efectos en vida de quienes intervienen en él, en cambio el
negocio mortis causa solo produce efectos después de la muerte de quien lo realiza, es decir,
del testador.

2.- El negocio inter vivos en general es irrevocable en el sentido de que una sola de las
voluntades que intervinieron en su formación, no lo puede disolver; en cambio el negocio
mortis causa es esencialmente revocable, así lo establece el artículo 1055 C.C.

C.2.7. CONDICIONES DE EXISTENCIA, VALIDEZ Y EFICACIA EN LOS NEGOCIOS


JURIDICOS

Dentro del proceso civil actual es necesario distinguir entre condiciones (presupuestos) de
existencia, validez y oponibilidad (o eficacia) de un negocio jurídico.
NEGOCIO DEFINICION CARACTERISTICAS EJEMPLO
JURIDICO
INEXISTEN No alcanza a nacer a la vida 1.- Por la falta de uno o varios Si se vende por
TE jurídica por faltarle un elementos esenciales del documento privado
requisito esencial para su negocio o acto jurídico, ejemplo: un inmueble, pues
existencia. Estos negocios compraventa sin pago, pues no la ley exige como
quedan privados de toda sería compraventa si no condición esencial
eficacia jurídica, y no llegan donación, o arrendamiento sin el otorgamiento de
a nacer a la vida jurídica, es canon sería comodato. escritura pública.
decir, no produce efectos 2.- Por ausencia de una
jurídicos, razón por la cual solemnidad o formalidad Matrimonio
los sujetos de derecho no como elemento esencial para celebrados ante un
pueden exigirse el que nazca a la vida jurídica, alcalde.
cumplimiento de las ejemplo: compraventa de bienes
obligaciones, ya que estas inmuebles sin la escritura Arts.1760, 1857,
no se gestaron. pública. 2200 inc 2, 2222,
3. No puede ser saneada por 2237 y 2411 C.C.
ratificación de las partes ni
por el paso del tiempo, pues el
acto no ha nacido si quiera a la
vida jurídica de manera que la
única vía para que el acto
tengan efectos jurídicos es con
la creación del acto o
celebración del negocio.
4. Opera de pleno derecho, es
decir, sin necesidad de
declaración judicial. (como no
existe contrato no se puede
sanear)
VÁLIDOS Pueden afirmar su a) Que sea celebrado por Venta de una
existencia por haberse personas capaces de ejercer casa, vendedor y
celebrado con todas las sus derechos. comprador son
condiciones o requisitos b) Que exista una declaración capaces, emitieron
exigidos por la ley (art.1502 de voluntad exenta de vicios. una declaración de
C.C.) voluntad sanas
c) Que dicha declaración de
sobre el objeto
voluntad tenga un objeto posible
lícito y posible
y lícito.
d) Legitimación negocial
(vendedor y tradente de la
propiedad de una cosa se
encuentre legitimado para tal
negocio por ser realmente el
propietario.
NULO Tiene todas las condiciones Puede pedirse a la justicia su La persona no
esenciales de existencia, destrucción, es decir, debe ser goza de plena
pero es falta uno o varios declarada por el juez, salvo que capacidad de
requisitos para su plena las partes lo convaliden en ejercicio, o la
validez, como sucede en los forma expresa o tácita o que el declaración de
negocios en que uno de los vicio desaparezca por el mero voluntad adolece
negociantes incurre en un transcurso del tiempo. de algún vicio
vicio del consentimiento. (error, dolo,
violencia) o el
El negocio jurídico nulo objeto es ilícito
produce efectos mientras no (contrario al orden
sea deshecho mediante público o las
sentencia judicial; pero buenas
también el negocio nulo costumbres).
puede convalidarse
posteriormente, con lo que
desaparece la nulidad. (art.
1740 C.C.)
NULIDAD Surge cuando acaecen Puede ser alegada por Los guardadores
ABSOLUTA anomalías cuya severidad o cualquiera de las partes, un (tutores y
gravedad es insoslayable, tercero con intereses o por un curadores): los
por lo que el negocio está juez, de oficio, puesto que es de negocios de
condenado casi con orden público. (art.1742 C.C.) disposición que
inminencia a su recaigan en
aniquilamiento (art. 1741 Se genera por: inmuebles de
C.C.). propiedad de los
a. Objeto o causa ilícita: incapaces, solo
1.- La nulidad absoluta NEGOCIOS ILÍCITOS: en pueden verificarse
puede ser declarada de razón de su objeto (art. 1523 mediante licencia
oficio por el juez, cuando C.C.); los negocios judicial y subasta
aparece de manifiesto en el prohibidos en forma absoluta pública (art. 483 y
instrumento en que costa el (art. 1520 a 1522 C.C.); los 484 C.C.); la
negocio; en cambio, la negocios contrarios al orden omisión de tales
nulidad relativa en ningún público o a las buenas requisitos anula el
caso puede ser declarada costumbres (art. 1518 par.3 negocio en forma
de oficio (art. 1743 C.C.). C.C.). (No es viable la absoluta.
ratificación.)
Debe ser declarada por el b. Incapacidades
Juez, y para que pueda absolutas: (art. 1504 C.C.).
hacerlo de oficio se Son absolutamente
requiere: incapaces los dementes, los
- Que el vicio aparezca de impúberes y los sordomudos
manifiesto en el mismo que no pueden darse a
instrumento que sirve de entender por ningún medio.
prueba al respectivo (No es viable la ratificación.)
negocio jurídico. c. Omisión de algún requisito o
- Que el negocio o contrato formalidad que las leyes
haya sido invocado en el prescriben para el valor de
litigio como fuente de ciertos actos o contratos en
derechos u obligaciones consideración a la naturaleza
para las partes. de ellos y no a la calidad o
- Que al pleito hayan estado de las personas que
concurrido las mismas los ejecutan o acuerdan. (art.
partes que celebraron el 1741 C.C.).
negocio.
NULIDAD Tiene alguna irregularidad Solo puede ser alegada por la
RELATIVA leve o moderada que tiende parte afectada. (art. 1743 C.C.)
a su destrucción.
Se genera por:

a. Vicios de la voluntad
(error, fuerza o dolo).
b. discapacidad relativa
(menores adultos y
disipadores interdictos).
(art. 1504 par.3).

Es saneable por ratificación o


por el transcurso del tiempo.
INOPONIBL Se produce cuando un acto Quien celebra un negocio Cuando alguien
E o negocio nace a la vida jurídico debe estar dotado de carece de
jurídica, es válido, existente legitimación negocial para que competencia o
y eficaz, plenamente sea plenamente eficaz. idoneidad para
vinculante para los sujetos disponer o
de derecho pero no produce Es una especie de administrar el bien
efectos externos frente a inoperatividad que se aplica que no le
terceros. ipso iure, es decir, de pleno pertenece.
derecho, sin declaración judicial.
Es una sanción al acto
jurídico que no puede ser La venta de cosa
saneada, ni por el paso del ajena: plenamente
tiempo, ni por ratificación. válida entre las
partes que la
Es ineficaz o inoponible celebra, pero no
frente al verdadero titular produce efectos
del derecho o relación frente al dueño del
jurídica que forme su negocio.
contenido, es decir, no
produce los efectos que
debería producir
NEGOCIO Es un negocio válido pero La sanción consiste en ordenar Lesión enorme en
ANÓMALO causa grave perjuicio a una una indemnización de perjuicios la venta de
de las partes o su anulación. inmuebles

1.- NO EXISTE DECLARACIÓN DE VOLUNTAD:

a) Cuando una persona es violentada físicamente, pues por definición el negocio es un hecho
voluntario, y la violencia física destruye totalmente el elemento voluntad; cuestión diferente
sucede con la violencia mora, pues el coaccionado quiso el negocio; solo que ese querer no
fue lo suficientemente libre.

b) Si en un contrato una de las parte entiende empréstito y la otra donación, respecto a la


suma de dinero que una entrega a la otra (art. 1510 C.C.); hay, ausencia de voluntad, pues
para que haya empréstito se requiere la concordancia de ambas voluntades sobre la
naturaleza del negocio; en el ejemplo propuesto no hubo empréstito y, por la misma razón, no
hubo donación.
2.- NO EXISTE LA FORMA AD SOLEMNITATEM:

a) En las ventas de inmuebles hechas por escritura privada.


b) En los matrimonios que no se celebren ante un juez o notario.

EFECTOS GENERALES DE LOS NEGOCIOS INEXISTENTES:

El negocio inexistente puede producir efectos entre las partes, pero el ordenamiento jurídico
no los protege.

Si las partes entienden que la venta de inmuebles se perfecciona por documento privado y
cada una cumple su obligación: el vendedor entrega materialmente el inmueble al comprador,
y este paga el precio a aquel, nos encontramos ante una serie de hechos que carecen del
significado jurídico que entendieron darle las partes. Si esos hechos son objeto de
interpretación mediante sentencia, el juez declarará:

1.- Que no hubo compraventa

2.- Que la entrega no constituye cumplimiento de una obligación que no nació a la vida
jurídica; tampoco la entrega del dinero.

Se comprende, pues, que una cosa es declarar que no hubo compraventa, y otra declarar que
se trata de una venta irregular que es necesario invalidar en razón de un vicio del
consentimiento, por ejemplo. Aún más: si el comprador no paga el precio, el vendedor carece
de acción para coaccionarlo judicialmente para el pago.

En algunos casos puede ser necesaria la intervención de la autoridad judicial, sobre todo en
relación con los efectos de hecho que se han producido como consecuencia del negocio
inexistente. Dicha intervención judicial no puede tener por objeto invalidar o deshacer lo que
no tiene existencia jurídica sino evitar que una de las partes se enriquezca indebidamente a
expensas de la otra, es decir, restablecer el equilibrio en los respectivos patrimonios, esto se
logra mediante una de estas dos formas:
a) Obligando a una de las partes a que celebren el negocio como lo ordena la ley.
b) Si lo anterior no fuere posible o no lo permitieren derechos de terceros, ordenando el
retorno al estado anterior.

EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD:


La nulidad, según hemos dicho, consiste en la declaración de ineficacia del negocio jurídico.
Así, la nulidad de una compraventa indica la invalidación del negocio traslaticio de domino y,
como consecuencia, de la tradición hecha con fundamento en tal negocio.

Si se trata de un negocio en que las obligaciones no han sido cumplidas, la nulidad indica que
las partes quedan exoneradas de su cumplimiento; pero si habían sido cumplidas, la
nulidad “da a las partes derecho para ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no
hubiese existido el acto o contrato nulo” (art. 1746 C.C.).

Por no ofrecer dificultad el primer caso, solo contemplaremos el segundo, esto es, cuando las
partes, o por lo menos una de ellas, cumplieron sus respectivas obligaciones y el negocio es
declarado nulo.

La restitución o el restablecimiento del estado anterior de que trata el artículo 1746 del C.C.,
comprende la anulación de los efectos producidos por un negocio nulo. Si A vende a B una
casa por $100.000 y dicho contrato se anula, se producen estos efectos: B debe devolver la
casa a A y este el precio recibido, con la respectiva indexación, es decir, a valores presentes a
B, pero podemos suponer que cuando B es condenado a restituir la casa a A, la había
vendido a C; entonces, por haberse declarado inválido el contrato entre A y B, también lo sería
el efectuado entre B y C, por lo tanto, A puede reivindicar la casa del poseedor C.

Lo anterior nos induce al estudio del restablecimiento al estado anterior, resultante de la


declaración de nulidad, desde dos puntos de vista: el referente a las partes y respecto de
terceros.

EFECTOS DE NULIDAD ENTRE LAS PARTES: estos efectos se rigen por el inciso 2 del art.
1746 del C.C., según el cual, en las restituciones mutuas que hayan de hacerse los
contratantes en virtud del pronunciamiento de nulidad, será cada cual responsable de la
perdida de las especies, de su deterioro, de los intereses y frutos, y del abono de las mejoras
necesarias, útiles y voluptuarias, tomándose en consideración los casos fortuitos, y la
posesión de buena o mala fe de las partes; todo ello según las reglas generales.

1.- En el ejemplo antes citado, A debe pagar a B los intereses del capital durante el tiempo
que lo usufructuó, y B, pagar el valor de los frutos que produjo la casa.

2.- Si B hizo mejoras en la casa, se discriminará si su posesión fue de buena o mala fe. Será
de buena fe si no tuvo conocimiento del vicio que hacía anulable el negocio; en el caso
contrario, será considerado como poseedor de mala fe. El poseedor de buena fe tiene
derecho a que se le indemnice el valor de las mejoras necesarias y útiles, pero el de mala fe
solo tiene derecho al valor de las mejoras necesarias (art. 965 C.C. y siguientes)

3.- Si la casa pereció en poder de B o se desmejoró por su hecho o culpa, este queda
obligado a pagar el equivalente en dinero. También es esta la solución aplicable respecto de
los frutos. Si estos no existen, deben reemplazarse por el valor que tenían, o hubieran tenido
al momento de la sentencia.

El restablecimiento del estado anterior tiene efecto retroactivo y por lo tanto se remonta hasta
el día de la celebración del negocio jurídico.
Tal regreso al estado anterior solo es posible en algunos contratos, especialmente aquellos
que generan obligaciones de dar, como la compraventa, la permuta etc., en cambio en otros
negocios no es posible dicho restablecimiento, como sucede en los contratos de
arrendamiento, de mandato, de trabajo etc. Lo cual enseña que la sanción para estos
negocios no puede ser la nulidad, si no la de terminación o la de indemnización de perjuicios.

EFECTOS DE NULIDAD RESPECTO DE TERCEROS: estos efectos son regulados por el


artículo 1748 C.C. que establece: “La nulidad judicialmente pronunciada da acción
reivindicatoria contra terceros poseedores, sin perjuicios de las excepciones legales”.

Esta regla es consecuencia del principio enunciado en la primera parte del artículo 1746 sobre
el restablecimiento del estado anterior. Si un tercero ha adquirido un derecho y la fuente de
adquisición de su antecesor es inválida, también se invalida la suya.

¿Cuales son las excepciones previstas en el artículo 1748 del C.C?. según la doctrina estas
son de dos clases: respecto de los negocios de administración como el contrato de
arrendamiento y otras relativas a la protección de buena fe de terceros.

1.- Todos los negocios de administración (arrendamiento por ejemplo) son refractarios a la
nulidad cuando han sido celebrados por terceros. En consecuencia, los contratos de
arrendamiento que el tercero haya celebrado sobre una cosa objeto de un contrato anulado,
son mantenidos en pie.

2.- La buena fe exenta de culpa es fuente de derechos por si misma, ya que transforma la
simple apariencia en realidad. De esta manera, la declaración de nulidad no alcanza al tercero
que ha obrado con buena fe invencible, es decir, cuando el derecho que había adquirido
aparecía regularmente constituido por el tradente. Por ejemplo: B compra un inmueble a A;
antes del negocio examina la escritura pública que le exhibe A y las anteriores traslaciones del
dominio durante un periodo no inferior a 20 años, esto es, el tiempo necesario para adquirir el
dominio por prescripción extraordinaria; tales traslaciones las encuentra correctas. Pero, por
una irregularidad oculta, es anulado uno de esos negocios, dando por el resultado la invalidez
de la venta celebrada entre A y B. ¿procede en este caso la reivindicación contra B?. De
ningún modo; B ha obrado con buena fe exenta de culpa; encontró en A un derecho
regularmente constituido, de manera que cualquier persona prudente y diligente habría
incurrido en el mismo error.

3.- La nulidad del contrato de sociedad no perjudica las acciones que corresponden a terceros
de buena fe contra todos y cada uno de los asociados, por las operaciones de la sociedad si
existiere de hecho. La jurisprudencia ha ampliado este punto de vista al decir que tampoco los
terceros pueden oponer la nulidad del contrato de sociedad para eximirse del cumplimiento de
sus obligaciones. En síntesis, a pesar de la nulidad de la sociedad (o de su existencia), las
obligaciones de terceros no se anulan, osea, que a esos terceros de buena fe no alcanza la
declaración de nulidad; las obligaciones de terceros respecto a la sociedad tampoco se
anulan.

Todo lo cual nos enseña que la declaración de nulidad deshace retroactivamente el negocio
entre las partes; pero tal rescisión no es posible en relación con terceros de buena fe.

SANEAMIENTO DE LAS NULIDADES:


El vicio que hace anulable un negocio puede desaparecer por el transcurso del tiempo
(prescripción), o por la declaración (expresa o tácita) de quienes lo celebraron.

A la declaración de voluntad de las partes que tiene por objeto sanear un negocio nulo, el
código la denomina con el nombre de ratificación (art. 1752 C.C.). Este es un término
impropio, pues debe denominarse “confirmación” o “convalidación”.

REQUISITOS DEL NEGOCIO DE CONFIRMACIÓN O DE CONVALIDACIÓN:

El negocio de confirmación debe ser válido, pues de lo contrario el vicio seguirá existiendo.

1.- Una declaración escueta de voluntad es suficiente respecto de los negocios irregulares en
razón de un vicio del consentimiento. La parte violentada moralmente, una vez que está en
plena voluntad, estima que el negocio le es conveniente o acepta una reparación de perjuicios
de la otra parte, y, en consecuencia, renuncia a ejercer acción de nulidad.

2.- En relación con los negocios anulables por incapacidad, es apenas natural que mientras la
persona siga siendo incapaz no puede confirmar válidamente.

Por lo tanto, el negocio anulable por incapacidad solo puede confirmarse válidamente:
a) Si desaparece la incapacidad
b) Por autorización del representante legal del incapaz (padre, madre, tutor o curador).

3.- En cuanto a los negocios irregulares por falta de una formalidad, la confirmación exige
precisamente el cumplimiento de tal formalidad, ya que la declaración escueta de voluntad no
suple la ausencia de los requisitos formales (art. 1753 C.C.).

La validez del negocio de confirmación exige que se celebre entre las partes que ejecutaron el
negocio irregular (art. 1755 C.C.)

El negocio de confirmación puede ser tácito, lo cual ocurre cuando una de las partes advierte
el vicio que hace anulable un negocio y, no obstante, ejecuta sus respectivas obligaciones
(art. 1754 C.C.).

NEGOCIOS IRREGULARES CUYA SANCIÓN ES SU TERMINACIÓN O LA


INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS: la nulidad no es la única sanción para los negocios
irregulares. En primer término, existen negocios que, por irregulares que los supongamos, son
inmunes a la nulidad por ser indestructibles retroactivamente; en segundo lugar, respecto de
ciertos negocios es suficiente ordenar la reparación del perjuicio sufrido por alguna de las
partes en razón de un vicio o irregularidad.

1.- Los negocios que generan obligaciones de hacer para algunas de las partes, son
inmodificables retroactivamente, Por ejemplo: ¿Cómo puede restablecerse el estado anterior
en un negocio de arrendamiento, o en uno de trabajo o en uno de comodato? En estos
negocios solo puede hablarse de terminación, es decir que, sin destruir los efectos ya
producidos (lo cual es imposible físicamente); y en cuanto a los perjuicios que a una de las
partes ocasionó el negocio, se ordenará su reparación.
2.- Existen otros negocios que alcanzaron a producir la totalidad de sus efectos, y, por lo
tanto, ni siquiera cabe hablarse de terminación. Supongamos que un demente contrata con un
arquitecto la construcción de una casa, y que ambas partes cumplen sus obligaciones, ¿Cómo
deshacer el cumplimiento de este negocio? Una interpretación objetiva y social nos enseña
que la sanción para tal irregularidad no puede ser otra sino esta: discriminación de las
condiciones del negocio para deducir si se causó o no algún perjuicio al incapaz.

En algunos casos la ley se ha limitado a sancionar la irregularidad del negocio mediante una
simple indemnización de perjuicios, como sucede con la lesión enorme en el mutuo (art. 2231
C.C.) y con la lesión enorme en inmuebles (art. 1948 C.C.)

No existe una pauta segura en el Derecho Civil Colombiano para establecer en cada caso
concreto el alcance de la sanción a un negocio irregular, lo cual indica que los jueces deben
buscar la solución más racional y adecuada.

LA LEGITIMACIÓN NEGOCIAL: es un presupuesto de eficacia del negocio jurídico frente al


titular del derecho subjetivo o situación jurídica, cuando se crean obligaciones o se celebran
negocios de disposición o de administración que afecten el contenido de ese derecho o
situación.

En general se denomina oponibilidad la realización de la eficacia del contenido del negocio


jurídico frente a la persona dotada de la llamada legitimación negocial.

En cuanto a la legitimación negocial, debemos distinguir entre la falta de legitimación para


celebrar negocios jurídicos sobre derechos ajenos y la falta de legitimación para concluir
negocios jurídicos sobre derechos propios.

1.- La falta de legitimación para llevar a cabo negocios sobre derechos ajenos produce
normalmente la inoponibilidad frente al dueño o titular del derecho.
La inoponibilidad es noción diversa de la nulidad, pues en esta los efectos se producen
provisionalmente hasta que una sentencia judicial anule el negocio (art. 1746 C.C.). En
cambio, el negocio inoponible en sí es válido, pero no produce los efectos que debería
producir. Ejemplo: el acreedor de un derecho no lo puede oponer o alegar judicial o
extrajudicialmente frente a la persona que se encontraba realmente legitimada para contraer
la respectiva obligación (caso de venta o de permuta de cosas ajenas). El adquirente de una
cosa o derecho que pertenece a persona distinta de la que le hizo la tradición o cesión
tampoco puede oponer semejante adquisición al titular o dueño de la cosa o derecho.

2.- La falta de legitimación para concluir negocios jurídicos sobre derechos propios produce
una nulidad, por cuanto la ausencia de esta clase de legitimación se fundamenta en una
prohibición legal (vender o enajenar derechos embargados o derechos personalísimos cuya
enajenación está prohibida).

En la hipótesis de derechos ajenos, se trata de derechos que se encuentran en el comercio y


sobre los cuales no existe prohibición de enajenación; en cambio, en el segundo caso se trata
de enajenación de derechos cuya enajenación se halla prohibida legalmente.
UNIDAD 5.
DECLARACIÓN DE LA VOLUNTAD, VICIOS DEL CONSENTIMIENTO Y LOS ACTOS
IRREGULARMENTE CELEBRADOS.

A. CAPACIDAD DE GOCE Y DE EJERCICIO


NOCIÓN DE LA CAPACIDAD DE GOCE Y DE EJERCICIO: el término capacidad en su más
amplia acepción indica aptitud para ser sujetos de derechos, por una parte, y aptitud para
ejercer tales derechos mediante negocios jurídicos. De aquí surge un dualismo fundamental
en materia de capacidad: aptitud o capacidad para ser sujeto de las relaciones jurídicas,
especialmente de los derechos subjetivos, y capacidad para obrar jurídicamente,
introduciendo cambios o modificaciones en las relaciones jurídicas de que se es sujeto.
1.- LA CAPACIDAD JURÍDICA O "DE DERECHO" y aún capacidad de goce) se refiere
simplemente a la posibilidad de que determinado derecho se radique en cabeza de una
persona. En cuanto se refiere a los derechos civiles de orden patrimonial (derechos reales,
créditos, derechos inmateriales y hereditarios), toda persona por el solo hecho de serlo, tiene
"capacidad jurídica", vale decir, que tanto el infante como el loco, tanto las personas físicas
(sin distinción de sexo o edad) como las personas jurídicas, pueden ser titulares de esos
derechos.
No sucede así con otras categorías de derechos. Por ejemplo, los derechos políticos solo se
otorgan a los Colombianos mayores de 18 años.
Pero no toda persona que tenga capacidad jurídica respecto a los derechos civiles
patrimoniales, tiene la capacidad de ejercicio de los mismos. En efecto, para ejercer un
derecho civil patrimonial mediante negocio jurídico, se exige en el sujeto o persona la
existencia de una voluntad plenamente desarrollada. Así, un infante o un loco tienen
capacidad jurídica, pero no capacidad de obrar (capacidad negocial).
El orden jurídico ha establecido una presunción general, consistente en considerar que al
cumplir una persona 18 años adquiere, capacidad de ejercicio, en cambio los menores de
edad son incapaces de obrar, es decir, carecen de capacidad negocial. La presunción anterior
se desdobla en dos aspectos: uno NEGATIVO y otro POSITIVO, que tienen alcance diferente.
EN SU ASPECTO NEGATIVO, o sea, presumir que las personas menores de 18 años
carecen de capacidad de obrar, constituye presunción juris et de jure, que no admite prueba
en contrario. A ningún menor de 18 años se le admite la prueba de que ya ha llegado al pleno
desarrollo de sus facultades mentales.
EN SU ASPECTO POSITIVO, o sea, presumir que los mayores de 18 años son capaces de
negociar, es presunción relativa, juris tantum, es decir, que puede caer bajo el peso de la
prueba contraria.
Evidentemente, si la mayor edad hace presumir que la persona esta provista de capacidad
negocial, no obstante puede existir otras causas que destruyen la existencia del tal voluntad,
como acaece con las personas atacadas por una enfermedad mental.
Además de las enfermedades mentales, pueden existir otras causas que excluyen la
existencia de la voluntad (disipación), o, aunque no la excluyan, incapacitan a la persona para
emitir o recibir una declaración de voluntad (sordomudos que no pueden darse a entender por
alguna clase de lenguaje).
Son entonces discapacidades:
- Los menores de 18 años
- Las enfermedades mentales
- Los disipadores
- Los sordomudos que no pueden darse a entender por alguna clase de lenguaje.

2. DISPACIDADES PROVENIENTES DE LA EDAD

El periodo del menor de edad, cuya duración es de 18 años, es aquel en que de manera
general la ley presume que no se ha alcanzado un amplio desenvolvimiento mental.
En la menor de edad se distingue tres periodos:

1.- Infantes: que son los menores de 7 años


2.- Impúberes: mujeres y hombres mayores de 7 años y menores de 14 años.
2.- Menores adultos: mujeres y hombres mayores de 14 años y menores de 18 años.

(Sentencia C-534 de 2005 declaró inexequible el art. 34 del C.C. que decía que la edad del
menor adulto era en mujer desde los 12 años y en hombre desde los 14 años y estableció que
es desde los 14 años en hombre y mujer, hasta los 18 años)
2.1. CLASES DE DISCAPACIDAD PARA LOS DISTINTOS GRUPOS DE MENORES: es de
distinta naturaleza la incapacidad de cada grupo de incapaces
a.- Los infantes se encuentran totalmente desprovistos de discernimiento; por lo tanto, no
pueden emitir ninguna clase de voluntad jurídica. Los negocios que celebren son inexistentes.
El art. 1504 establece que los impúberes son incapaces absolutos; por lo tanto se deduce que
los infantes carecen de toda capacidad y sus negocios resultan inexistentes.
b.- La ley prohíbe en forma absoluta a los impúberes la celebración de negocios jurídicos. El
art. 1504 dice que los impúberes son incapaces absolutos, y por lo tanto los negocios que
celebren quedan atacados de nulidad absoluta.
c.- Los menores adultos son tenidos como incapaces relativos y por ello el código manda que
en la celebración de sus negocios estén asistidos por un representante legal; si no se cumple
este requisito el negocio queda afectado de nulidad relativa.
Las principales excepciones a la regla general de que solo los mayores de 18 años pueden
celebrar negocios válidos son: el matrimonio, el testamento, el reconocimiento de hijos
extramatrimoniales, el mandato y al administración del peculio profesional.
a.- Respecto al matrimonio se permite a los menores adultos contraer matrimonio con
autorización de los padres o del respectivo curador.
b.- Respecto al testamento es necesario decir que el art. 1061 del C.C. establece que tiene
capacidad para testar los menores adultos.
c.- Los menores de 18 años pueden reconocer válidamente a un hijo extramatrimonial.
d.- Los menores adultos obligan válidamente en su condición de mandatarios a sus
mandantes, en relación con contratos celebrados con terceros (art. 2154 C.C.)
e- El menor de 18 años puede disponer y administrar libremente sus bienes que forman su
peculio profesional o industrial (art. 294 C.C.). Quienes en su trabajo o industria pueden
ahorrar, es lógico que pueda hacer inversiones del capital ahorrado, sin autorización de sus
padres o representantes legales.

2.2. DISCAPACIDADES PROVENIENTES DE LAS ENFERMEDADES MENTALES

Se considera que una persona tiene una discapacidad mental absoluta cuando sufren una
afección o patología severa o profunda de aprendizaje, de comportamiento o de deterioro
mental, es decir, se altera la voluntad de una persona sea porque la destruye o porque la
vicia. (art. 17 Ley 1306 de 2009), y sus actos son absolutamente nulos aunque se alegue que
se han ejecutado mientras se encontraba en un periodo de lucidez (art. 48 Ley 1306 de 2009)
En razón de esta alteración de la voluntad, las enfermedades mentales son causales de
incapacidad civil, especialmente de incapacidad para los negocios jurídicos, cuyo núcleo
esencial es la existencia de una voluntad sana y libre.
Todas las enfermedades mentales sea cual fuere su nombre que altere la libre y correcta
manifestación de la voluntad constituye causales de discapacidad.
Se pregunta en la doctrina si ciertas alteraciones de la voluntad, no debidas a enfermedades
mentales propiamente dichas, incapacitan a una persona, como sucede con los negocios
celebrados en estado total de embriaguez. Igual pregunta se hace para los casos de simple
debilidad mental que, por definición excluyen la existencia de una voluntad razonable y libre.

La Ley 1306 de 2009 en su artículo 2 contempla los sujetos con discapacidad mental y al
respecto cita: Una persona natural tiene discapacidad mental cuando padece limitaciones
psíquicas o de comportamiento, que no le permite comprender el alcance de sus actos o
asumen riesgos excesivos o innecesarios en el manejo de su patrimonio.

La incapacidad jurídica de las personas con discapacidad mental será correlativa a su


afectación, sin perjuicio de la seguridad negocial y el derecho de los terceros que obren de
buena fe.

PARÁGRAFO: El término "demente" que aparece actualmente en las demás leyes se


entenderá sustituido por "persona con discapacidad mental" y en la valoración de sus actos se
aplicará lo dispuesto por la presente Ley, en lo pertinente.

Para la fijación del domicilio del discapaz mental absoluto, puede hacerlo directamente,
siempre y cuando su aptitud mental sea suficiente para ello, y no ponga en peligro su
integridad personal o la de la comunidad, pero si no es así, la residencia la determina el
guardador. (art. 19 Ley 1306 de 2009)
Hay dos clases de enfermos mentales: interdictos y no interdictos
La interdicción civil es el estado en que se encuentra una persona a quien judicialmente se ha
declarado que es incapaz para realizar negocios jurídicos.
El enfermo mental en interdicción judicial es un discapaz absoluto, y por ello no puede
celebrar negocios jurídicos válidos, es decir, que la discapacidad abarca toda clase de
negocios jurídicos y no se podrá admitir la prueba de que a pesar de la interdicción, el
interdicto se encontraba en un estado lúcido.
Los mayores de 18 años que no se encuentran en interdicción, gozan de la presunción
general de sanidad. En consecuencia, si un enfermo mental no interdicto celebra determinado
negocio jurídico, dicho negocio solo puede invalidarse suministrando la prueba de que se
celebró bajo el imperio de una enfermedad mental.
La interdicción por discapacidad mental absoluta es una medida de restablecimiento de los
derechos del discapacitado que puede ser solicitada por cualquier persona, pero deben
provocarla:

1. El cónyuge o compañero o compañera permanente y los parientes consanguíneos y civiles


hasta el tercer grado (3°);
2. Los directores de clínicas y establecimientos de tratamiento psiquiátrico y terapéutico,
respecto de los pacientes que se encuentren internados en el establecimiento;
3. El Defensor de Familia del lugar de residencia de la persona con discapacidad mental
absoluta; y,
4. El Ministerio Público del lugar de residencia de la persona con discapacidad mental
absoluta.

Si los parientes sin justa causa incumplen este deber de provocar la interdicción y en
consecuencia se produzcan perjuicios a la persona o al patrimonio del discapaz mental
absoluto, son indignos para heredarlo; y si se trata de directores de establecimientos y los
funcionarios públicos incurrirán en causal de mala conducta. (art. 19 Ley 1306 de 2009)

La declaración de la interdicción por discapacidad mental absoluta antes de la mayoría de


edad, mantiene al adolescente como incapaz absoluto y por tanto se prorroga la patria
potestad al cumplimiento de la mayoría de edad, la cual terminará en esos casos:

1. Por la Muerte de los padres;


2. Por rehabilitación del interdicto, que puede ser solicitada por el mismo discapaz o por
cualquier persona,
3. Por matrimonio o unión marital de hecho declarada de la persona con discapacidad; y,
4. Por las causales de emancipación judicial.

2.3. DISCAPACIDAD PROVENIENTE DE LA DISIPACIÓN

La disipación o dilapidación es el consumo de bienes que hace una persona en cosas inútiles
y caprichosas que no guardan que no guardan proporción con los medios de que puede
disponer para atender a las necesidades familiares.
a.- Jurídicamente solo puede calificarse de disipadores a las personas que por hechos
repetitivos de dilapidación manifiestan una falta total de prudencia.
La falta total de prudencia, implica ausencia de una voluntad razonable, y, por este motivo, se
les asimila a los menores adultos.
b.- Se requiere que a consecuencia de la disipación, exponga su familia a la miseria.

Dicha discapacidad es relativa y el artículo 32 Ley 1306 de 2009 habla de la discapacidad


mental relativa refiriéndose a las personas que padezcan deficiencias de comportamiento,
prodigalidad o inmadurez negocial que pongan en serio riesgo su patrimonio por lo que
pueden ser inhabilitados para celebrar algunos negocios jurídicos, a petición de su cónyuge,
el compañero o compañera permanente, los parientes hasta el tercer grado de
consanguinidad y aún por el mismo afectado, ante solicitud presentada al Juez de Familia y en
consecuencia, sus actos son relativamente nulos en los campos sobre los cuales recae la
inhabilitación (art. 48 inc final Ley 1306 de 2009).

Esta inhabilitación es frente a negocios que por su cuantía o complejidad requiere la


realización con el acompañamiento de un consejero, por ello, el juez fija una suma para sus
gastos personales y para su libre administración, sin que exceda el 50% de los ingresos reales
netos.
El inhabilitado se considera capaz para todos los actos jurídicos que sean diferentes a
aquellos sobre los cuales recae la inhabilidad.
Puede solicitar la rehabilitación el mismo inhabilitado o su consejero una vez haya sido
evaluado técnicamente su comportamiento
2.4. DISCAPACIDAD PROVENIENTE DE LA SORDOMUDEZ
Como su nombre lo indica, al sordomudo le faltan dos sentidos: por la carencia del primero,
difícilmente puede captar manifestaciones de voluntad que se le dirijan; por la del segundo, no
puede comunicar a los demás su voluntad. No solo es necesario tener, voluntad, sino,
principalmente, tener los medios adecuados para exteriorizarla.
El Código Civil art.1504 divide a los sordomudos en dos clases:
- Los que no pueden darse a entender por escrito
- Los que si pueden darse a entender por escrito

Solo los negocios que celebre el sordomudo que no puede darse a entender por ningún
medio, quedan atacados de nulidad absoluta.

Se consideran con discapacidad mental absoluta porque padecen una afección o patología
severa o profunda de aprendizaje (art. 17 Ley 1306 de 2009).

Guardadores

PUPILO GUARDADOR FUNCIONES


DISCAPACIDAD MENTAL CURADOR (art. CUIDADO DE LA PERSONA Y
ABSOLUTA 52 Ley 1306 de ADMINISTRACIÓN DE SUS BIENES –
2009) REPRESENTA AL PUPILO EN TODOS
LOS ACTOS JUDICIALES QUE LE
CONCIERNAN (art. 88 Ley 1306 de 2009)
IMPUBER EMANCIPADO CURADOR (art. CUIDADO DE LA PERSONA Y
53 Ley 1306 de ADMINISTRACIÓN DE SUS BIENES
2009)
MENOR ADULTO CURADOR (art. CUIDADO DE LA PERSONA Y
EMANCIPADO 54 Ley 1306 de ADMINISTRACIÓN DE SUS BIENES
2009)
DISCAPACIDAD MENTAL CONSEJERO GUIAR, ASISTIR Y COMPLEMENTAR
RELATIVA (art. 55 Ley SU CAPACIDAD JURIDICA EN LOS
1306 de 2009) NEGOCIOS OBJETO DE
INHABILITACIÓN – SOLO
REPRESENTA AL INHABIL CUANDO
HAYA RECIBIDO UN MANDATO
GENERAL O ESPECIAL (art.90 Ley
1306 de 2009)
NIÑOS, NIÑAS Y CURADORES DESIGNADORS POR LOS PADRES
ADOLESCENTES O TESTAMENTA POR TESTAMENTO Y ESTÁ EN
PERSONA CON RIOS (art. 63 SUSPENSO MIENTRAS EL INCAPAZ
DISCAPACIDAD MENTAL Ley 1306 de SE ENCUENTRE SOMETIDO A
ABSOLUTA O HIJOS QUE 2009) PATRIA POTESTAD, UNA VES ESTA
ESTAN POR NACER TEREMINE, ADQUIERE PLENA
EFICACIA.

B. VICIOS DE LA VOLUNTAD
1. TEORÍA DEL ERROR

Puede existir desacuerdo entre la voluntad interna es decir, lo querido realmente y la voluntad
declarada; Esta disconformidad puede ser consciente o inconsciente.

Es consciente cuando los contratantes hacen una declaración de voluntad que no han querido
o solo han querido parcialmente. Tal sucede con los negocios simulados.

Solo el desacuerdo inconsciente entre la voluntad interna y la declarada constituye error.

Diversas clases de errores pueden presentarse en la vida de los negocios, como puede
comprobarse por los siguientes ejemplos:
1) 1.- A debe a B mil pesos; muere B, y A creyendo que el heredero de B es C, le paga la
deuda, pero el heredero resulta ser D.
2) 2.- A entiende hacer donación a B, pero se equivoca y la hace a C.
3) 3.- A entrega un libro en préstamo de uso, pero B entiende que se lo regala.
4) 4.- A se constituye en deudor de una suma de dinero, cuando entendió obligarse como
fiador.
5) 5.- A compra una anillo con la creencia de que es de oro, pero resulta de cobre.

Las diferentes clases de error pueden agruparse en dos categorías:


1- Error de derecho: cuando recae sobre determinada norma jurídica
2- Error de hecho: si recae sobre alguno de los elementos del negocio jurídico.

1.1. ERROR DE DERECHO: La doctrina moderna sostiene unánimemente que un error de


derecho, cuando es determinante, es decir, cuando ha viciado la voluntad en forma tal
que la expresión de ella no ha sido libre, tiene la virtualidad de invalidar el negocio
jurídico.

Sin embargo el artículo 1509 del C.C. dice lo contrario “el error de derecho no vicia el
consentimiento”. Al respecto, la Corte Constitucional mediante sentencia C-993 del 29 de
noviembre de 2006 declaró exequible el artículo 1509 aduciendo que la norma no vulnera el
principio de la autonomía de la voluntad privada, puesto que el desconocimiento de la ley no
priva a las personas de la facultad de celebrar negocios jurídicos y de definir los términos y las
condiciones de los mismos Además que prevalece en este caso el principio que establece: “la
ignorancia de la ley no sirve de excusa”; principio que asegura la estabilidad jurídica, por lo
que el contratante debe asumir las consecuencias del negocio.

1.2. ERROR DE HECHO: el error de hecho puede ser de diversas clases


a) Puede ocurrir con respecto a la persona con quien se tiene la intención de negociar o
acerca de la existencia de determinadas calidades en dicha persona.
b) Puede recaer sobre la misma naturaleza del negocio.
c) Error sobre el objeto.
d) Error sobre los motivos.

1.2.1. ERROR SOBRE LA PERSONA: debemos distinguir el error en el negocio generador de


obligaciones: contratos, error en el negocio que la extingue: cumplimiento o tradición y error
en el matrimonio y el testamento.

Error en el contrato: según el artículo 1512 del C.C. “el error acerca de la persona con
quien se tiene intención de contratar, no vicia el consentimiento, salvo que la
consideración de esta persona sea la causal principal del contrato”. La doctrina clásica
sostuvo que en general, en los negocios a título gratuito la consideración del donatario
constituye el principal motivo del donante para donar, y que en los contratos a título oneroso,
en cambio, cada contratante concentra su atención sobre los elementos del contrato. Según
esto, en una venta no juega papel la calidad de los contratantes, pues el vendedor preferirá
siempre a la persona que le dé un precio más alto, sin tener en cuenta sus condiciones
personales o civiles.

Pero esta doctrina exacta en muchos casos no lo es en otros. Muchos contratos a título
oneroso se celebran en consideración a la persona. Así, un cliente se dirige, no
indiferentemente a un abogado, médico, arquitecto o escultor, sino a un abogado, médico,
arquitecto o escultor determinado; en circunstancias semejantes, el error que se padezca
sobre la identidad física del otro contratante, anula el negocio.

También el contrato de trabajo suele celebrarse en consideración a ciertas calidades morales


o técnicas del trabajador; y si estas resultan fallidas, el patrono, puede declarar su
terminación.

Debe tenerse en cuenta que el artículo 1512 del C.C. no solo se refiere al error sobre la
identidad física del otro contratante, como cuando se entiende contratar con B pero resulta
celebrándose el contrato con C, sino también el error acerca de una calidad esencial del
contratante. Así, una casa de comercio puede declarar terminado el contrato cuando descubre
que uno de sus agentes, en quienes se supone una máxima honradez, había sido condenado
por algún delito contra la propiedad.

Error en el matrimonio: según el ordinal 1 del artículo 140 del C.C., el matrimonio es
nulo “cuando ha habido error acerca de las personas de ambos contrayentes o de la de
uno de ellos”. Es comprensible que el matrimonio se celebre de manera especial en
consideración a la personalidad de los cónyuges; y no solo se tiene en cuenta el error que
recae sobre la identidad física de alguno de los cónyuges, caso más bien excepcional, sino
ante todo, el error que recae sobre las condiciones civiles o morales de los contrayentes.

Error en el testamento: el testamento implica distribución gratuita de bienes por causa de


muerte; en consecuencia, el error sobre la persona del heredero o legatario, o sobre algunas
de sus cualidades morales o civiles que pudo tener en cuenta el testador, y en consideración
a las cuales lo instituyó como heredero o legatario, anula la respectiva asignación.

Error en cuanto a la persona respecto de quien se cumple la obligación: esta clase de error
recae únicamente sobre la identidad física del acreedor e invalida el negocio jurídico de
cumplimiento, pues el deudor debe pagar o cumplir a su acreedor o a la persona que sea su
sucesor en el crédito (artículo 1634 C.C.). Si por error cumple o paga a persona distinta, no
cancela la obligación y tendrá que pagar nuevamente a su legítimo acreedor.

Le quedará apenas una acción para repetir lo pagado indebidamente (arts. 2313 a 2321 del
C.C.)

1.2.2. ERROR SOBRE LA MISMA NATURALEZA DEL NEGOCIO: tiene lugar cuando las
partes se equivocan sobre la clase de contrato. Ejemplo: una persona transfiere una cosa a
otra, creyendo vendérsela; quien la recibe piensa que el precio no es real y que se le está
haciendo una donación. (art. 1510 C.C.)

1.2.3. ERROR SOBRE EL OBJETO: el error acerca del objeto es de dos clases:

- Error sobre la identidad de la cosa específica de que se trata, como si en el contrato de venta
el vendedor entiende comprar otra (art. 1510 C.C.), o sobre la existencia de la cosa, como si
en el momento de perfeccionar un contrato de venta se supone existir la cosa vendida y esta
no existe (art. 1870 parágrafo 1). En general, esta clase de error hace que el negocio jurídico
no alcance a nacer a la vida jurídica; trátese en consecuencia de un negocio jurídico
inexistente.

- Error sobre la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o contrato (art.
1511 C.C.): cuando el error recae sobre una calidad esencial intrínseca de aquellas que hacen
que un objeto se distinga claramente de otros objetos, como en el ejemplo del código: comprar
un anillo de 24 quilates y resulta ser un anillo de oro golfi. Este error se denomina “error
sustancial intrínseco del objeto”.

1.2.4. ERROR SOBRE LOS MOTIVOS: el parágrafo 2 del artículo 1511 del C.C. se refiere a
esta clase de error.
Una interpretación objetiva y social del inc.2 del artículo 1511 exige, para salvaguardar la
seguridad y la buena fe en los negocios, que el motivo haya sido puesto como condición del
negocio; no es el simple conocimiento que la otra parte tenga del motivo, si no el hecho de
que acceda a condicionar el negocio a la veracidad de ese motivo.

El código exige que el error sobre los motivos debe ser bilateral o compartido, es decir, que
ambas partes deben haber incurrido en error.
2. EL DOLO

Se entiende por dolo todo artificio o maniobra de que se valga uno de los negociantes para
inducir en error al otro.

Diferencia entre el dolo y el error: en el dolo uno de los negociantes incurre en error, mientras
que el otro negociante no solo no incurre en error, si no que se da cuenta exacta del error que
el otro comete y se aprovecha de él.

Ejemplo: un negociante solicita al joyero un objeto de oro, quien le ofrece uno de cobre; el
parecido entre los dos metales es aprovechado por el joyero para inducir en error al
comprador y cobrarle un precio excesivo.

Esencialmente, el dolo consiste en el comportamiento engañoso seguido por uno de los


contratantes al tener conocimiento del error en que el otro incurre.

En el error compartido o bilateral, ambos negociantes incurren en simple error, es decir,


ninguno de los dos tiene conocimiento del error en que cada cual incurre; en cambio, en el
unilateral solo uno de ellos padece error; el otro ignora tal hecho.

La doctrina suele exigir para que haya dolo, que uno de los negociantes use algún artificio o
maniobra para inducir en error al otro. Esta exigencia tiene fundamento, siempre que se
precise que el simple silencio actúa como maniobra; vale decir, que los artificios pueden ser
positivos o negativos.

El dolo debe ser obra de una de las partes: así lo indica el parágrafo 1 del artículo 1515. El
dolo proveniente de un tercero o extraño al negocio no da lugar a nulidad, s no a la acción de
indemnización de perjuicios contra la persona o personas que lo fraguaron o se han
aprovechado de él.

El dolo debe probarse: el artículo 1516 del C.C. establece que los casos de presunción del
dolo son excepcionales, son aquellos establecidos por la ley, ejemplo de dolo: artículo 1025
C.C. numeral 5. Y en aquellos casos que la ley no establece el dolo, debe probarse.

La condonación del dolo futuro no vale: el artículo 1522 indica: 1.- que hay objeto ilícito en la
condonación del dolo futuro y que la cláusula que en dicho sentido se inserte en un negocio,
se mirará como no escrita. 2.- que producido el dolo podrá renunciarse.
3. LA VIOLENCIA O FUERZA.
La violencia o fuerza puede ser física o moral.
3.1. LA VIOLENCIA FÍSICA hace que el acto sea inexistente, pues la persona violentada
físicamente puede afirmar que ella no consintió en el acto, que no hubo declaración de
voluntad.
3.2. LA VIOLENCIA O FUERZA MORAL vicia el consentimiento “cuando es capaz de
producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su
edad, sexo y condición” art. 1513 C.C.

Como en el dolo y en el error, lo que afecta el negocio son las consecuencias o resultados;
no es la violencia o seducción en sí, si no el hecho de que en razón de la coacción un
negociante celebre un negocio que en otras condiciones no hubiera realizado; en resumen, es
la alteración forzada de la voluntad individual y el consiguiente perjuicio.

3.2.1. ELEMENTOS QUE INTEGRAN LA VIOLENCIA MORAL:

Según la doctrina la violencia se compone de dos elementos: uno cuantitativo y otro cualitativo

3.2.1.1. EL ELEMENTO CUANTITATIVO indica que la violencia debe revestir cierta


intensidad, y que debe ser capaz de alterar la voluntad y perjudicar los intereses
privados del violentado. La intensidad requerida para que haya violencia se
analizará teniendo en cuenta el estado psicológico del violentado y del violentador,
así como la naturaleza de las amenazas. No es lo mismo la amenaza que se ejerce
contra un hombre culto que la desatada sobre un ignorante, ni la que se ejerce
contra una mujer, un hombre o un niño. Por eso el código dice que es necesario
tener en cuenta la edad, el sexo y la condición del violentado.

La violencia debe lesionar la integridad física de la víctima o un derecho fundamental de su


personalidad, o simplemente uno de sus derechos patrimoniales. El artículo 1513 C.C. mira
como fuerza moral “todo acto que infunde a una persona un justo temor”

3.2.1.2. EL ELEMENTO CUALITATIVO de la violencia es su injusticia. La violencia debe ser


contraria a derechos, es decir, que mediante ella se busque una ventaja ilícita, o el
reconocimiento de un derecho por vía ilegal. Así, cuando por la fuerza exijo a mi
deudor el pago de su obligación, ha cometido una violencia contraria a derecho,
pues la ley pone en mis manos el procedimiento judicial para hacerme pagar. Es
también violencia toda amenaza desplegada en ejercicio abusivo de un derecho. Si
alguno se hace pagar una suma de dinero por callar determinada infracción penal,
comete una violencia injusta en abuso del derecho de denuncia, que la ley concede
para que se ejerza lícitamente, no para su abuso.

En resumen, el ejercicio legítimo de un derecho jamás constituye violencia moral; y tampoco la


constituye el temor reverencial que se debe a los superiores (art. 1513 par.2 C.C.).
4. LA LESIÓN ENORME

En general, cuando un negociante, en virtud de ciertas circunstancias, sobre todo por


encontrarse en una situación apurada o de necesidad, o por el escaso desarrollo de sus
facultades mentales, o por su inexperiencia en el comercio, realiza un negocio que es
manifiestamente perjudicial a sus intereses, en verdad no ha expresado libremente su
voluntad, es decir, que esta ha sido viciada.
El Código Civil materializó esta idea exigiendo un criterio numérico, esto es, una relación entre
el valor del objeto del negocio y lo que se recibe o se da por él, por una parte; y, por la
otra, circunscribió tal concepto a un número limitado de negocios:

1.- COMPRAVENTA DE BIENES INMUEBLES: (art. 1946 a 1954 C.C.). Existe lesión enorme
cuando el vendedor vende una cosa por más del doble de su justo precio (lesión para el
comprador), o cuando vende por menos de la mitad de tal precio (lesión para el vendedor).

La compraventa de bienes muebles a precios desproporcionados o irrisorios son negocios en


los que se desconocen principios generales del derecho, como la buena fe, la prohibición del
enriquecimiento sin causa y el abuso de los derechos.

2.- PERMUTA DE INMUEBLES: para la permuta de inmuebles existe el mismo criterio.

3.- MUTUO CON INTERESES: (art. 2231 C.C.) tiene efecto cuando el interés que se pacta
excede en una mitad al que se probare haber sido el interés corriente al tiempo de la
convención.

4.- ANTICRESIS: (art. 2466 inc.2 C.C.) en las mismas condiciones que en el mutuo.

5.- CLÁUSULA PENAL: (art. 1601 C.C.) en ningún caso puede ser el doble de la obligación
asegurada.

6.- ACEPTACIÓN DE UNA HERENCIA: (art. 1291 C.C.) cuando en virtud de una disposición
testamentaria de que no tenía conocimiento el heredero en el momento de aceptar, su
asignación se disminuye en más de la mitad.

7.- PARTICIÓN DE BIENES: (art. 1405 par. 2 C.C.) el adjudicatario que ha sido perjudicado
en más de la mitad de su cuota en relación con la que ha correspondido a los otros
adjudicatarios, es titular de la acción de lesión enorme.

8.- DACIÓN EN PAGO: se rige por la compraventa, si se entregan inmuebles para solucionar
la obligación.

9.- LA HIPOTECA: (art. 2455 inc. 2 C.C.) hay lesión enorme si la hipoteca implica mas del
duplo del importe conocido.

El concepto de la lesión en los negocios, debe medirse teniendo en cuenta varios puntos de
vista:
- Una persona puede encontrarse en tres situaciones distintas para realizar un negocio
lesivo a sus intereses:
1- Estado de necesidad: como cuando el vendedor se ve obligado a vender por
cualquier precio.
2- Debilidad de sus facultades mentales
3- Estado de inexperiencia en el comercio.
En cualquiera de estos estados la voluntad carece de la suficiente libertad, es decir, se
encuentra viciada.
- La lesión puede presentarse tanto en los contratos de enajenación (compraventa,
permuta, aporte a una sociedad etc.) como en los de administración (arrendamiento,
trabajo etc.).
En síntesis, todos los negocios onerosos pueden ser usurarios, es decir, viciados por
lesión. En general, negocio oneroso es aquel que tiene por objeto la utilidad de ambos
contrayentes, gravándose cada uno en beneficio del otro (art. 1497 C.C.).
- La usura o lesión puede presentarse no solo en la conclusión de los negocios, sino
también en los negocios de cumplimiento, la explotación usuraria puede realizarse a
favor de otro negociante o de un tercero.

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