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Los procesos lectores

Leer y comprender lo que se lee no es una acción única, la lectura está formada por una serie de procesos
lectores, es decir, una cadena de operaciones mentales que hacen que esto sea posible.

Es importante conocer esta visión de la lectura, sobre todo, cuando hablamos de dificultades o trastornos de
la lectura, porque implica que uno o varios procesos lectores no están funcionando adecuadamente, no la
lectura en general. Por otro lado, la intervención y recuperación deben centrarse, principalmente, en los
procesos lectores afectados.

Los procesos lectores implicados en la lectura

Como acabo de indicar en la introducción, la lectura no es una acción única, funciona de manera global. Sin
embargo, desde que vemos las letras y palabras escritas hasta que logramos comprender en su totalidad la
información presentada, tienen lugar una serie de acciones cognitivas que conforman los procesos lectores.

Procesos perceptivos

La lectura comienza con la percepción visual de las letras y de las palabras escritas. Es el primero de los
procesos. Está percepción está también condicionada por los llamados movimientos sacádicos, es decir,
movimientos que los ojos realiza a lo largo de los renglones. El ojo no hace un rastreo como si fuera un
escáner; los movimientos sacádicos son pequeños saltos que el ojo realiza en diferentes puntos de la línea
escrita. La percepción visual es el primero de los procesos lectores.

Procesos léxicos

Los procesos léxicos son las operaciones cognitivas encargadas de leer palabras, o mejor dicho, de
“decodificar” las palabras escritas.

Los procesos léxicos son realmente importantes porque condicionan la velocidad lectora y la comprensión,
aunque su misión, no es propiamente la comprensión, sino transformar los signos escritos (las letras) en
fonemas y palabras orales o mentales, si se hace lectura silenciosa.

En próximos artículos, cuando nos dediquemos a explicar los procesos léxicos más detenidamente, veremos
que en lenguas transparentes, como el español, donde existe una correspondencia casi total entre los
grafemas y los fonemas, existen dos formas (dos rutas se llama técnicamente) de leer palabras: la ruta
fonológica y la ruta léxica.

Procesos sintácticos

Continuando con los procesos lectores, el tercero de ellos son los procesos sintácticos. Estos son los
responsables de establecer las relaciones sintácticas entre los elementos del discurso escrito. Estas
relaciones están asociadas principalmente al orden en el que están escritas, el uso de los signos de
puntuación y sobre todo, el uso de las palabras funcionales, es decir, preposiciones y conjunciones
principalmente.

Los procesos sintácticos pueden modificar el sentido de una oración sin apenas cambiar las palabras o sin ni
siquiera cambiarlas, como en este ejemplo:

“Vamos a perder, poco se resolvió”

“Vamos a perder poco, se resolvió”

Procesos semánticos

Al final de la cadena de procesos lectores están los procesos semánticos, es decir, los procesos de
comprensión de la lectura propiamente dichos. La comprensión está referida a palabras, oraciones y textos
de diferente longitud.

La comprensión lectora implica extraer el significado de lo escrito, pero también la capacidad de inferir
información que no está explícitamente señalada en el texto. Esto ocurre, por ejemplo, en las fábulas donde
la moraleja, es una información que se debe inferir de la historia, pero no siempre está señalada
explícitamente en el contenido del texto. Finalmente, la comprensión lectora, implica integrar parte de la
información en la memoria del lector.

Importancia de los procesos lectores

Comprender que la lectura no es una operación única, sino que está formada por diferentes procesos
interrelacionados, es clave por dos razones. Por una lado, a la hora de hacer una valoración y diagnóstico de
posibles dificultades, habría que localizar qué procesos están afectados y qué procesos lectores están
preservados.

Un niño puede tener dificultades de comprensión lectora, pero su principal problema puede estar en los
procesos léxicos, que son los que impiden que se llegue a la comprensión. Cuando se hace un diagnóstico, no
deberíamos hablar solo de “dificultades o trastornos de las lectura”, deberíamos especificar qué procesos
están alterados.
Por otro lado, comprender la lectura como un proceso también es clave para la intervención educativa,
especialmente cuando se trata de rehabilitar las dificultades. No deberíamos hablar de mejorar o trabajar la
lectura, sino señalar qué procesos son los que requieren tratamiento, porque cada proceso implica
estrategias de recuperación diferentes.

Fuente Consultada: Cuetos, F (2010) Psicología de la lectura. Editorial Wolters Kluwer Educación.

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