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La ventana
ISSN: 1405-9436
revista_laventana@csh.udg.mx
Universidad de Guadalajara
México
tre hombres y mujeres, como lo seña- no basta, ya que por otro lado se si-
la Mañeru (1999): guen transmitiendo a través del cu-
rrículo vitae (oculto o explícito)
Se trata de que las mujeres habitemos contenidos que parten de un modelo
el mundo entero a nuestra manera, masculino hegemónico.
cada cual a la suya y de que ellos re- Finalmente, señala que es necesa-
conozcan su parcialidad para habitar- rio iniciar la revisión de la cultura es-
lo, también entero, en las formas que colar como una herramienta valiosa
articulen desde esa parcialidad, una que ayude a reconstruir la cultura fe-
vez reconocida (p. 12). menina, que la haga presente en el
currículo y que se vea plasmada en las
Pero cómo construir esa nueva reali- relaciones personales y profesionales
dad, pues a partir de un proceso de de los centros escolares.
transformación que comience en el En el capítulo dos, María Elena
ámbito doméstico y sus tareas; es de- Simón nos lleva al campo de la coedu-
cir, en la familia. Habría que tomar en cación con las siguientes preguntas:
cuenta también la transformación de “¿Tenemos escuela coeducadora? ¿El
los medios de comunicación como sistema escolar es coeducativo? ¿Las
herramienta poderosa para la repro- leyes y normativas contemplan la co-
ducción de los modelos de comporta- educación?”
miento sexistas y que funcionan como Ella responde que en España el sis-
componentes de una acción pedagó- tema escolar todavía no ha llegado a
gica visible del discurso publicitario, y alcanzar un proceso verdaderamente
así llegamos al papel que tiene la es- coeducativo, si se toma en cuenta el
cuela (se debe reconocer) como correc- concepto de coeducación como:
tora de desigualdades sociales, lo cual
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ción igual o más que los hombres? ¿Por concebido a la escuela desde un pun-
qué no se presentan a concursar por to de vista mecanicista sin tomar en
dichos puestos?” cuenta otras dimensiones como las de
Una posible respuesta es que la la ideología, la política y la ética en la
invisibilidad de las mujeres está ligada dinámica escolar.
a todo fenómeno discriminatorio de las Pero, ¿cuáles son para Santos Gue-
mujeres, y este hecho o fenómeno tie- rra las causas de la “(auto)exclusión?”;
ne dos filos: el primero es que los hom- pues la mayor parte de ellas están li-
bres siempre han discriminado a las gadas a cuestiones culturales y bioló-
mujeres; el otro, que las mujeres se han gicas, entre otras, a la necesidad de
autodiscriminado. atender la casa, a la obligación de es-
A partir de las preguntas mencio- tar al pendiente de los hijos e hijas; a
nadas, Santos Guerra hace un análisis esa posibilidad casi siempre presente
a fondo de los hechos y de las causas de quedar embarazada y a una más,
por las cuales las mujeres no toman quizá la de mayor importancia, a la
como deberían los puestos de direc- falta de confianza en sí mismas, que
ción en las escuelas, pasando por una va acompañada de un condicionamien-
revisión de factores tales como el de to histórico y de los estereotipos fe-
la epistemología, en el sentido de que la meninos, así como de algunos mitos
organización escolar siempre se abor- como el que sostiene que “si una mu-
da desde perspectivas marcadamente jer puede, cualquiera puede”, lo que
androcéntricas; si es desde el campo impide darse cuenta de que el conjunto
de la administración escolar, se apli- de las mujeres vive condiciones de in-
can a la escuela teorías procedentes ferioridad para alcanzar los espacios
del área de la administración gerencial hasta donde llegan los hombres.
o de la alta burocracia; también se ha
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Por otro lado, la especificidad de la Para que las mujeres lleguen a alcan-
función directiva escolar en la actuali- zar el poder al que tienen derecho,
dad tiene mucho que ver en sentido tendrá que haber un vasto movimien-
divergente con la función de educar, to de empuje entre ellas mismas den-
de tal manera que el modo de enten- tro de las actividades organizativas. La
der la autoridad desde el punto que se oposición dice despectivamente que
ha querido imponer (empresarial) está las mujeres no saben trabajar juntas;
orientado a la eficacia, al control y al nosotras reaccionamos a esto defen-
orden; mientras que en la escuela, la sivamente, pero sabemos que hay algo
autoridad tiene que ver con la educa- de verdad en la acusación (p. 67).
ción, el crecimiento y el desarrollo de
un buen clima moral. Una última propuesta se refiere a que
Finalmente, Santos Guerra hace su poco se ha escrito acerca de las expe-
propuesta en varios sentidos para riencias directivas de las mujeres en la
avanzar; entre otras, la de poner en educación, lo que puede aportar una
práctica políticas de redistribución y de dimensión que enriquezca y profun-
reconocimiento, que están relaciona- dice en este campo.
das respectivamente con el equilibrio y En el capítulo cuarto, “La educa-
la igualdad entre los grupos; opina que ción sentimental. Una carencia del sis-
es necesario incorporar cambios que nos tema educativo”, Mercedes Oliveira
lleven a la transformación de la cultura confronta nuestra cultura, en la que
organizativa y a la ruptura de los este- se ha dado un valor mayor a lo ra-
reotipos, así como a acabar con el mito cional, lo intelectual, alejándose del
de que las mujeres no pueden trabajar sentimiento y de la naturaleza. Esta
juntas, ya que éste es nefasto y, como situación, entre otras, la lleva a plan-
lo dice Wolf (1994): tear preguntas tales como: “¿qué de-
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presan la violencia originada por la violencia hacia las niñas y más tarde
dificultad que éstos tienen para reco- hacia las mujeres.
nocer la diferencia sexual, y esa dificul- Hernández y Jaramillo describen
tad para reconocer a “la otra” o a “las algo que es muy importante, el hecho
otras” se aprende a través de una di- de que la convivencia cotidiana que
versidad de mecanismos que, habría tienen los niños con las niñas (y vice-
que aclarar, no se dan sólo en la escuela, versa) en la escuela, en lugar de redu-
pero que los lleva a pensar que la dife- cir esa violencia ha provocado que cada
rencia no es de sexos, sino “que las di- vez con más frecuencia las niñas y
ferentes son las niñas, mientras que chicas hagan uso de la violencia para
los normales son ellos”. hacerse escuchar, para defenderse y
Con estas formas de aprendizaje, la para buscar el reconocimiento dentro
mayoría de los niños piensan y creen de ese espacio vital que es la escuela.
que pueden hacer cualquier tipo de co- Por otro lado, hacen notar que en
mentario como el burlarse del cuerpo el freno a la violencia intervienen dife-
de las niñas o que pueden tocarlas sin rentes variables por separado o en for-
su consentimiento. Lo grave de esta si- ma conjunta, tales como el lenguaje
tuación es que no se le da la necesaria de los derechos, algunas prácticas que
importancia a este comportamiento, lo prevengan la violencia como los mo-
que es más, llega a interpretarse como delos educativos que valoran a las y
un producto de la curiosidad “natural” los alumnos por la totalidad, de tal
de los niños. ¿A qué conduce esta for- manera que se induzca a aceptar la
ma de apreciar ese comportamiento diversidad que hay entre el alumnado
así? Pues a una normalización de esas mismo y “fomentando y potenciando
actitudes y conductas que significan las relaciones entre escolares que ayu-
dan no sólo a aceptar o tolerar las di-
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mente en sus roles y responsabilida- zaje de sus hijos y, por otro, en la par-
des con respecto al cuidado de los hi- ticipación obligatoria del “padre” de
jos e hijas y del hogar. contribuir en colaboración con la es-
Uno de los objetivos políticos de cuela, para mejorar el desarrollo de la
los social-demócratas y que fue segui- adquisición de conocimientos de sus
do por los investigadores (sociólogos, hijos e hijas.
psicólogos y pedagogos) fue el de acor- Las acciones anteriores alteraron las
tar las desigualdades entre las fami- expectativas acerca del rol que debe-
lias menos favorecidas y las de mayores rían desempeñar los padres y de las
ingresos mediante políticas de igual- relaciones de éstos con la escuela. Es-
dad de oportunidades educativas, lo tas expectativas de cambio acerca de
que llevó al consenso de que una for- cómo debería ser la educación y la
ma de lograr que los niños y las niñas colaboración de la familia tuvieron
mejoraran su rendimiento era dismi- consecuencias en los roles de los
nuir la separación y la disonancia en- miembros de la familia. Sin embargo,
tre la escuela y la casa. esas actividades las han llevado más
Lo anterior derivó en un hecho muy las madres que los padres, poniendo
importante: la noción de propiciar la de manifiesto que en el sistema pa-
participación de la familia en la edu- triarcal es a los “padres” (varones) a
cación, de manera cotidiana y regular, quienes las instituciones oficiales,
sobre todo en preescolar y primaria, como el gobierno, la Iglesia y la es-
como estrategias iniciales para lograr cuela, dirigen las indicaciones y reco-
el éxito académico como instrucción. mendaciones acerca de los hijos por
Esta noción bifurcó, por un lado, en la medio de publicaciones y folletos, va-
obligación de las familias de propiciar lidando la dominación patriarcal y dan-
un ambiente positivo para el aprendi- do por hecho que esas indicaciones e
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das, sólo se encontraron 255 mujeres do socialmente, que implican las acti-
identificadas en su individualidad, fren- tudes y conductas adecuadas a la ima-
te a 2 468 hombres de la misma cate- gen propia y a la que ven los demás.
goría. De acuerdo con lo anterior, el enveje-
En el capítulo ocho y último se tra- cimiento social tiene relación con to-
baja un tema novedoso e interesante: dos aquellos cambios experimentados
“El envejecimiento del profesorado en durante la vida, y en este caso el gé-
las organizaciones educativas. Mati- nero marca en forma notable el enve-
ces a través del género”. En él, Rafael jecimiento social.
Castañeda presenta algunas reflexio- La edad fisiológica tiene que ver con
nes que son parte de un trabajo de el proceso de envejecimiento fisioló-
tesis (no señala de qué grado); comien- gico. “En este sentido, la edad fisio-
za por aclarar lo que significa el tér- lógica atiende a las necesidades
mino envejecimiento , así como la funcionales y a la propia constitución
distinción sobre los tres sentidos di- física” (p. 150).
ferentes que le dan a la edad las auto- Posteriormente utiliza esos con-
ras Arber y Ginn para poder acercarse ceptos para hacer un análisis del enve-
con más claridad a dicho término; jecimiento desde la óptica social y
cuando se habla aquí de la edad de familiar, desde la cual aprecia que en la
una persona traducida en años, se relación entre envejecimiento y género
habla de la edad cronológica. Desde resulta incoercible separar el transcur-
este punto, el envejecimiento impli- so de los años de las personas del me-
ca cambios del sujeto en el ámbito dio social en el que están inmersos;
social, como el derecho al voto. para apuntalar esta afirmación retoma
La edad social hace referencia a la lo dicho desde un enfoque sociológico
trayectoria que se ha ido construyen- por Arber y Ginn (1996):
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La conexión entre género y envejeci- tienen que ver con nociones tradicio-
miento surge tanto del cambio social nales que le son propias a la cultura
propio del paso del tiempo, como de de los sujetos de una comunidad, que
los acontecimientos relacionados con no sólo establecen lo correcto o inco-
la edad a lo largo de la vida (p. 151). rrecto, sino también los efectos do-
minantes según el género del sujeto.
Establece que el ciclo vital de las per- Desde esta forma de ver las cosas,
sonas comienza con una primera eta- aparecen connotaciones relativas a la
pa de dependencia, socialización e superioridad masculina tradicional y al
inmadurez y educación, seguida por estereotipo de la debilidad y pasividad
otra de independencia, madurez y res- de lo femenino, la noción de que los
ponsabilidad; luego, por una de reali- hombres son los dominantes y las
zación personal y finalmente por otra mujeres las dominadas; y es desde esta
de dependencia, decrepitud y muerte. óptica que se sostiene que el profeso-
Al centrarse en el estudio del en- rado como miembro de una comuni-
vejecimiento del profesorado, hay que dad en la que está inmerso es partícipe
tomar en cuenta los diferentes con- y se impregna de la cultura que en-
textos: el social, el familiar, el de las vuelve al sistema al cual pertenece.
organizaciones y de las instituciones No se puede estar en desacuerdo
que nos rodean en ese ambiente so- con lo anterior; es decir, con que la
cial y, por supuesto, en el campo de lo sociedad influye de manera directa en
público y de lo privado. el profesorado, con la excepción de que
Al hablar de la sociedad, de los ro- por su actividad y al pasar de los años,
les y de los estereotipos, señala que profesores y profesoras adquieren re-
entre las personas se pueden dar res- cursos personales para poder afrontar
puestas de aceptación o rechazo que y emitir respuestas desde una perspec-
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tiva distinta a las demandas que hace no es del todo cierto y cita a Schwartz: e
l
el sistema establecido, proveyéndole envejecimiento no es sólo decadencia,
de herramientas más efectivas, que ¿sabes? Es crecimiento (p. 164).
abona en su favor ante la imagen so- Finalmente presenta las conclusio-
cial deteriorada que actualmente se nes a las que llegó en su investiga-
tiene del profesorado, a través de la ción, entre las cuales está aquélla que
cual se cuestiona seriamente el papel afirma que “el género, como factor en
de los y las profesoras como continua- el proceso de envejecimiento que nos
dores y educadores en unos valores, ocupa, sigue perdurando con sus
por un lado; y por el otro, no son res- condicionantes y sus roles ya estable-
paldados socialmente. cidos. No obstante, en el ámbito edu-
El cuestionamiento social se da de cativo y sobre todo en el profesorado,
diferentes formas, entre ellas está la queda en muchos casos más soslaya-
creencia de que el profesorado mayor do y en otros apenas si se aprecian
no está preparado para asimilar las diferencias importantes”.
nuevas circunstancias, idea que com- Por último, hay que señalar que al
parten incluso otros profesores que final de cada capítulo se da una am-
ocupan puestos altos en la burocracia plia y reciente bibliografía, tanto en
educativa, y sostienen, incluso, que los inglés como en español, que es una
jóvenes profesores y profesoras están magnífica referencia para todos los que
más capacitados para entrar en la diná- estamos interesados en este campo de
mica producida, lo cual, dice el autor, en las ciencias sociales.
esta investigación se comprueba que