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lo que se dice fue dicho por Platón, es todo falso o erróneo.

Por ejemplo, se afirma en el artículo lo

siguiente: “cuando el estadista griego Solón visitó Egipto hacia el año 600 a. de C., los sacerdotes

egipcios le contaron la historia de la destrucción de la Atlántida, acaecida unos nueve mil años antes…”

Primero, Solón visitó Egipto entre el 580 y el 570 A.C, pero bueno, admitiremos ese pequeño error de

entre veinte y treinta años de más, pero lo que si no podemos admitir es lo de que “los sacerdotes

egipcios le contaron la historia de la destrucción de la Atlántida, acaecida unos nueve mil años antes”,

porque es ¡no es cierto! Como vengo demostrando desde hace casi veinte años, en ningún momento los

sacerdotes egipcios usan la cifra de 9000 años para referirse a la fecha de la destrucción de la Atlántida,

sino solamente para fijar la antigüedad de la ciudad de Atenas y los atenienses mismos. La fecha de la

antigüedad de Atlantis no se da ni una sola vez, y la destrucción de Atlantis, se ubica en el Critias 110a-
b y 112b, en los tiempos en que reinaban en Atenas los reyes del linaje de los Cecrópidas, y poco antes

del cataclismo del Deucalión. Para los griegos antiguos, la época de los Cecrópidas y de el cataclismo de

Deucalión, se fijaban entre el 1580 y el 1530 A.C. En números redondos, entre el 1600 y el 1500 A.C. o

sea, finales de la Edad del Bronce.

Además, tales 9000 años para la fundación de Atenas y 8000 para al fundación de Sais, que es lo que

claramente se lee en los textos en griego (los cuales he estudiado directamente, es decir, en los códices

y manuscritos), ni siquiera serían años griegos o solares como los nuestros, sino egipcios de uno o dos

meses contados como si fueran años, según los cálculos o sistemas (diakosmoseos) de calendarios de

los sacerdotes de Sais (como se precisa en el Timeo 23), y según Eudoxo, el mayor astrónomo y

matemático, experto en sistemas de calendarios egipcios -precisamente- y discípulo de Platón, que

convivió con los mismos egipcios por muchos años, estos años de los egipcios de Sais, eran ciclos de dos

meses lunares (mêna) contados como si fueran ciclos de un año (eniauton), por tanto, los 9000 años

lunares no serían más que 18000 meses lunares de treinta días, por tanto, no más de 1500 años, que
sumados a la fecha en que Solón habló con los sacerdotes egipcios, no rebasarían el 2080 A.C. Por lo

que tales 9000 años, según el sistema o regulaciones o cálculos (diakosmoseos) registrado en los

archivos de Sais, equivaldrían a unos 1500 años antes, y esa era la antigüedad de la fundación de

Atenas, mientras que la de Sais, según el mismo sistema de años lunares egipcios, era de 8000 años

que serían en años solares griegos, unos 1333 años antes de la conversación con Solón, o sea, que Sais

habría sido fundada en el 1913 A.C.

Ahora bien, suponiendo incluso (aún sin fundamento ni motivo alguno) que Eudoxo hubiera mentido, y

que realmente estos años de los sacerdotes egipcios de Sais fueran iguales que los años de los griegos,

o sea, como los nuestros, de doce meses, aún en tal caso, la cifra de los 9000 años sólo se da para fijar
la antigüedad de la fundación de Atenas, o sea, del pueblo ateniense, es decir, la cantidad de años que

habían pasado desde que fue fundada la primera Atenas hasta unos mil años antes de la conversación
(como se dice en el Timeo 23) cuando entonces surgió la guerra entre los Atlantes y los pueblos del

interior del Mediterráneo, especialmente contra la fracción greco-egipcia, tal como leeemos en griego el

Griego Clásico de Platón, en el Critias 108e, “Recordemos que la suma (o totalidad) de años transcurrido

había sido de 9000, cuando entonces surgió la guerra entre los pueblos de fuera de las Columnas de

Hércules (del Atlántico) y los pueblos del interior (del Mediterráneo)…”

Todos los detalles de estas demostraciones que he venido haciendo durante casi veinte años podéis

verificarlas personalmente, con toda precisión, mediante la exposición de las fuentes primarias extraídas

directamente de los códices y manuscritos en cualquiera de mis más recientes libros donde trato este

asunto, como, por ejemplo, el Tomo I del Epitome de la Atlántida Histórico-Científica

(www.AtlantidaHistorica.com), el libro ATLANTIS CHRONOLOGIA – Antigüedad y Tiempos de la Atlántida

(Atlantología Histórico-Científica) de Georgeos Díaz-Montexano


( http://www.amazon.es/dp/B00C2DQ3K4 ) o Eudoxo de Cnido y las fuentes egipcias sobre la

cronología de la Atlántida (ATLANTOLOGIA HISTORICO-CIENTIFICA) de Georgeos Díaz-Montexano

( http://www.amazon.es/dp/B00A946FA6 ).

Bueno, de todo lo demás que se dice sobre la Atlántida, según las profecías y videncias de Cayce, pues

sobraría explicar nada. Mientras que todo el mundo sepa que son solo eso, supuestas visiones, sueños,

contactos espirituales, etc, y no fuentes históricas antiguas, creo que es suficiente, aunque si me

gustaría aclarar que es una completa falacia, el asumir y hasta dar por sentado que Atlantis fue la cuna

de Egipto y que fue quien enseñó a los egipcios a construir pirámides, por cuanto no existe en ninguna

de las fuentes primarias sobre la historia de la Atlántida nada que hable de que construyeran pirámides

ni de que hubieran sido los fundadores o progenitores de la civilización egipcia. Entiendo que cualquiera

puede pensar lo que le vengan en gana, y hasta lanzar cualquier especulación o hipótesis, pero al menos

que se deje bien claro, que no existe ni una sola fuente antigua sobre la Atlántida que acredite que esta
hubiese construido pirámides ni que fuera la progenitora o maestra tecnológica de los egipcios.

Otra de las grandes mentiras en este artículo (que simplemente la han tomado de otro autor moderno)

es la siguiente:

“…¿Y cómo encontró Atanasius Kircher, el jesuita del siglo XVII, el mapa de la Atlántida que por primera

vez llamó la atención de Randy Flemming a causa de su gran parecido con la Antártida? En el primer

volumen de su obra enciclopédica Mundus subterraneus, publicada en 1665, Kircher afirmó que el mapa

que había descubierto en sus investigaciones lo robaron de Egipto los invasores romanos. El original del

mapa no se ha encontrado, pero parece improbable que un erudito jesuita lo inventase, especialmente

en una obra científica…”


Pues bien, como ya demostré mediante un estudio directo desde el texto en Latín de Mundus

Subterraneus, de Kircher, eso es ¡completamente falso¡. No solo no dice Kircher nada de que el mapa

fuera egipcio ni que lo hubieran sustraído y llevado a Roma, sino que claramente dice que es una

reconstrucción suya, o sea, un mapa dibujado por el mismo, siguiendo la descripción de la Atlántida,

según lo que leyó en Platón. O sea, una mera reconstrucción paleogeográfica de cómo él creía que había

sido la Atlántida y dónde había estado emplazada, por tanto, un mapa dibujado por él mismo, para

ilustrar su hipótesis o interpretación sobre la Atlántida que Platón describió.

Pueden ver mi lbro al respecto, o bien descargarse la versión gratuita, en PDF,

aquí:http://www.youblisher.com/p/252351-Athanasius-Kircher-Atlantis/

Un cordial saludo,

Georgeos

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