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OFERTA PÚBLICA DE VALORES

La oferta de valores puede ser definida como el acto por el cual una persona
natural o jurídica ofrece, a fin de celebrar un acto traslativo de dominio, un valor
o un conjunto de valores, poniéndolos a disposición, sea del público en general,
sea de un determinado sector o persona, mediante un procedimiento que
asegure la posibilidad de que el conocimiento de la oferta llegue a la o las
personas potencialmente interesadas, a través de un medio de comunicación
adecuado.

La oferta pública de valores es la venta de valores al público en general; para


personas no determinadas y ajenas a la sociedad. No se considera oferta pública
de valores mobiliarios los actos relacionados con la constitución simultánea de
sociedades anónimas, la oferta de acciones que se emitan por concepto de
aumento de capital efectuado por sociedades cuando la invitación se realiza por
mandato legal o cuando se realiza para que los accionistas ejerzan su derecho
de preferencia. Asimismo, no constituye oferta pública primaria la emisión de
acciones del trabajo y la distribución resultante de la capitalización de las
utilidades, de reservas, de excedentes de revaluación y de obligaciones u otros
casos que no impliquen aporte de capital por el público.
Interconexión del mercado primario y mercado secundario.- La oferta
pública y la oferta privada.

1.1. NATURALEZA JURÍDICA DE LA OFERTA PÚBLICA DE VALORES


La oferta pública de valores es una propuesta unilateral de carácter no receptiva,
por estar dirigida a personas indeterminadas y por tanto, sin fuerza vinculatoria
mientras no se produzca la aceptación; en un acto nominado, desde que existen
normas que lo regulan, además de ser un acto comprendido dentro de los actos
de comercio.

La aceptación da lugar al nacimiento de una relación jurídica con el oferente y a


su vez, la extinción de la oferta en relación con posibles aceptantes. La oferta de
valores, sea pública o privada, es un acto jurídico y como tal responde a una
manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir
relaciones jurídicas. En consecuencia, requiere para su validez, conforme lo
dispuesto en el artículo 140 del Código Civil, de agente capaz, objeto física y
jurídicamente posible, fin lícito y observancia de la forma prescrita bajo sanción
de nulidad.

Las ofertas públicas requieren la inscripción de los valores en el registro, salvo


se trate de valores emitidos por el BCR y gobierno central. En las ofertas públicas
es obligatoria la intervención de un agente de intermediación (los emisores
podrán hacerlo directamente y en la colocación primaria de fondos de inversión
y fondos mutuos). La oferta pública de valores representativos de deuda a plazo
mayor a un año sólo puede efectuarse mediante bonos, sujetándose a lo
dispuesto en la ley y a las disposiciones sobre emisión de obligaciones
contenidas en la Ley de Sociedades. Pueden emitir bonos de acuerdo a dichas
disposiciones incluso las personas jurídicas de derecho privado distintas a las
sociedades anónimas. Toda emisión de bonos requiere del representante de
obligacionistas.

La Ley del Mercado de Valores, Decreto Legislativo Nº 861, en el artículo 4


establece que es oferta pública de valores mobiliarios la invitación,
adecuadamente difundida que una o más personas naturales o jurídicas dirigen
al público en general o a determinados segmentos de éste, para realizar
cualquier acto jurídico referido a la colocación, adquisición o disposición de
valores. Esta definición contiene los siguientes elementos configurativos:

a) Invitación. De acuerdo con el literal “a” del artículo 6 del ROPPV, se


considera invitación a toda aquella manifestación de voluntad que se
efectúa de modo directo o a través de terceros, tenga ésta el carácter
de invitación a ofrecer, simple oferta, promesa unilateral u otra que
tenga por objeto efectuar o recibir propuestas a lo señalado en el literal
“f”.

b) Emisor de los valores. Persona jurídica de derecho público o privado.


En forma general, pueden ser emisores aquellas personas jurídicas
organizadas de acuerdo con las formas societarias previstas en la
LGS. Sin embargo, en la práctica, la sociedad anónima se constituye
en la emisora por antonomasía118.

c) Ofertante. Es el sujeto que realiza la invitación, el cual es considerado


un agente de intermediación.

d) Destinatario de la invitación. Puede ser el público en general o un


determinado segmento de éste. Por público en general se entiende el
conjunto de personas indeterminadas, nacionales o extranjeras, que
sean potenciales inversionistas en el territorio nacional. Se considera
que un conjunto de destinatarios conformado por un número igual o
mayor a cien (100) personas involucra el interés público.
e) Cualificación de la invitación. Hace referencia a que ésta debe ser
adecuadamente difundida a través de cualquier medio, como diarios,
revistas, radio, televisión, correo, reuniones, sistemas informáticos u
otro que permita la tecnología, que resulte idóneo para dar a conocer
el contenido de la misma a su destinatario. Asimismo, se incluye la
utilización de los servicios de las bolsas de valores o de las entidades
encargadas de la conducción de mecanismos centralizados.

f) Propósito de la invitación. La invitación tiene como propósito realizar


cualquier acto jurídico referido a la colocación, adquisición o
disposición de valores mobiliarios, incluyendo el derecho u opción de
suscripción o adquisición. Además dicho acto jurídico, cualesquiera
sean las características del mismo, debe tener la naturaleza de un acto
de inversión para su suscriptor o adquiriente.

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