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Clases de funcionamiento
Clase A
Son amplificadores que consumen corrientes continuas altas de su
fuente de alimentación, independientemente de la existencia de señal en la
entrada. Esta amplificación presenta el inconveniente de generar una fuerte y
constante cantidad de calor, que ha de ser disipada. Esto provoca
un rendimiento muy reducido, al perderse una parte importante de la energía
que entra en él. Es frecuente en circuitos de audio y en equipos domésticos de
gama alta, ya que proporcionan gran calidad de sonido, al ser muy lineal, con
poca distorsión. Son amplificadores que trabajan con la onda completa.
Tiene una corriente de polarización igual a aproximadamente la mitad de
la corriente de salida máxima que pueden entregar. Los amplificadores de
clase A a menudo consiste en tres transistores de salida, conectado
directamente un terminal a la fuente de alimentación y el otro a la carga.
Cuando no hay señal de entrada la corriente fluye directamente del negativo al
positivo de la fuente de alimentación, consumiéndose potencia sin resultar útil.
Clase B
Los amplificadores de clase B se caracterizan por tener intensidad casi
nula a través de sus transistores cuando no hay señal en la entrada del circuito.
Ésta es la que polariza los transistores para que entren en zona de conducción,
por lo que el consumo es menor que en la clase A, aunque la calidad es algo
menor debido a la forma en que se transmite la onda. Se usa en sistemas
telefónicos, transmisores de seguridad portátiles, y sistemas de aviso, aunque
no en audio.
Los amplificadores de clase B tienen etapas de salida con corriente de
polarización infinita. Tienen una distorsión notable con señales pequeñas,
denominada distorsión de cruce por cero, porque sucede en el punto que la
señal de salida cruza por su nivel de cero volt a.c. y se debe justamente a la
falta de polarización, ya que en ausencia de esta, mientras la señal no supere
el nivel de umbral de conducción de los transistores estos no conducen.
Clase C
Los amplificadores de clase C son conceptualmente similares a los de
clase B en que la etapa de salida ubica su punto de trabajo en un extremo de
su recta de carga con corriente de polarización cero. Sin embargo, su estado
de reposo (sin señal) se sitúa en la zona de saturación con alta corriente, o sea
el otro extremo de la recta de carga.
El amplificador clase «C» es exclusivo de «RF». Utiliza como «carga» un
circuito tanque. La característica principal de este amplificador es que el
elemento activo conduce menos de 180º, de una señal senoidal aplicada a su
entrada. Es decir, que amplifica solo una porción de la señal. Su otra
característica, no menos importante es la de su alto rendimiento en potencia.
Clase AB
Los amplificadores de clase AB reciben una pequeña polarización
constante en su entrada, independiente de la existencia de señal. Es la clase
más común en audio, al tener alto rendimiento y calidad. Con señales grandes
se comportan como un clase B, pero con señales pequeñas no presentan la
distorsión de cruce por cero de la clase B.
Tienen dos transistores de salida, como los de clase B, pero a diferencia
de estos, tienen una gran corriente de polarización fluyendo entre los
terminales de base y la fuente de alimentación, que sin embargo no es tan
elevada como en los de clase A. Esta corriente libre se limita al máximo valor
necesario para corregir la falta de linealidad asociada con la distorsión de
cruce, con apenas el nivel justo para situar a los transistores al borde de la
conducción. Este recurso obliga a ubicar el punto Q en el límite entre la zona
de corte y de conducción.
Clase D
Los amplificadores de clase D tienen un elevado rendimiento energético,
superior en algunos casos al 95% (teóricamente entre el 90% y el 100%), lo
que reduce la superficie necesaria de los disipadores de calor , y por tanto el
tamaño y peso general del circuito.
Aunque con anterioridad se limitaban a dispositivos portátiles
o subwoofers, en los que la distorsión o el ancho de banda no son factores
determinantes, con tecnología más moderna existen amplificadores de clase D
para toda la banda de frecuencias, con niveles de distorsión similares a los de
la clase AB.
Los amplificadores de clase D se basan en la conmutación entre dos
estados, con lo que los dispositivos de salida siempre se encuentran en zonas
de corte o de saturación, casos en los que la potencia disipada en los mismos
es prácticamente nula, salvo en los estados de transición, cuya duración debe
ser minimizada a fin de maximizar el rendimiento.
Esta señal conmutada puede generarse de diversas formas, aunque la
más común es la modulación por ancho de pulso. Ésta debe ser filtrada
posteriormente para recuperar la información de la señal, para lo que la
frecuencia de conmutación debe ser al menos 10 veces superior al ancho de
banda de la señal.
Los amplificadores de clase D requieren un minucioso diseño para
minimizar la radiación electromagnética que emiten y evitar, así, que interfieran
en equipos cercanos, típicamente en la banda de FM.
Las clases E, G y H no están estandarizadas como las A y B. Se trata de
variaciones de los circuitos clásicos, que dependen de la variación de la tensión
de alimentación para minimizar la disipación de energía en los transistores de
potencia en cada momento, dependiendo de la señal de entrada.