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La técnica es una mezcla de arte, filosofía oriental (en particular budismo zen),
misticismo, culturas antiguas en general, reencarnación, gnosticismo, Nueva Era. Se nota
especialmente la influencia de autores como George Gurdjieff y Carlos Castaneda.
Alejandro Jodorowsky
Entonces, sabiendo que la psicomagia cumple con la hermenéutica del arte, no nos
sorprenda que los Jodorowsky, tomaran la gran riqueza obtenida a lo largo de años en su
trabajo en teatro (a través del teatro pánico y el cabaret místico), danza y cine (con las
simbólicas películas, ya de culto, de Alejandro Jodorowsky).
Según Jodorowsky:
El único lenguaje que aumenta el nivel de conciencia es el lenguaje del arte y de
la poesía.
a) EL ACTO POÉTICO
“Debe ser bello, estético y prescindir de todo justificación. Puede también acarrear cierta
violencia. El acto poético es un llamado a la realidad: hay que enfrentar a la propia
muerte, a lo imprevisto, a nuestra sombra, a los gusanos que hormiguean dentro de
nosotros. Esta vida que nosotros quisiéramos lógica es, en realidad, loca, chocante,
maravillosa y cruel. Nuestro comportamiento, que pretendemos lógico y consciente, es,
de hecho, irracional, loco, contradictorio. Si observáramos lúcidamente nuestra realidad,
constataríamos que es poética, ilógica, exuberante. [Hay que aprender a] percibir la loca
creatividad de la existencia y no identificarme con los límites dentro de los cuales la
mayoría de la gente se encierra hasta que no aguanta más y revienta […] La poesía no
guarda una estereotipada del mundo, es convulsiva, está ligada al temblor de la tierra.
Ella denuncia las apariencias, atraviesa con su espada la mentira y las convenciones”.
Alejandro Jodorowsky
Los actos nos sacuden, nos obligan a abrirnos. ¿Qué más puedes hacer ante lo
imprevisto? La vida es así, ¿comprendes?: totalmente impredecible. Crees que la
jornada va a acontecer de tal o tal manera; en realidad puedes ser atropellado por un
camión en la esquina, encontrarte con una antigua amante y llevarla al hotel a hacer el
amor, recibir el techo sobre la cabeza mientras trabajas. El teléfono puede sonar para
anunciarte la mejor o la peor de las noticias. Nuestros actos poéticos no hacen sino
evidenciar esto, a contracorriente del mundo rígido en que muchas veces vivimos
atorados.
Los actos poéticos tienen un valor purificador y terapéutico. Porque, pensándolo bien, la
historia de uno está compuesta de palabras y de actos. La mayor parte del tiempo la
gente se conforma con pequeños actos inocuos, hasta que un día ‘estallan’, sin control,
les da rabia, rompen todo lo que se interpone en su camino, gritan insultos, se entregan a
la violencia, incluso al crimen... Si un criminal en potencia supiera de los actos poéticos,
sublimaría sus gestos asesinos trayendo a jugar un acto simbólico equivalente.
Al realizar actos poéticos podemos movernos a nuestro antojo, hacer los gestos más
insólitos, reunir los ingredientes de algo garantizadamente suntuoso, caminar disfrazado
interpretando un personaje para dejar de interpretar a un personaje en comparación con
otros personajes, para acabar eliminado todo personaje y acercarse poco a poco a la
persona que llevamos encerrada dentro de nosotros. Es la ruta inversa de las escuelas de
teatro antiguas; en vez de la persona yendo fuera hacia el personaje un acto
poético/teatral intenta llegar desde el personaje a la persona que uno lleva dentro de uno
mismo. Este “otro” que despierta cuando enactuamos un acto poético/teatral o un ‘acto
psicomágico’ no es un fantoche hecho de definiciones y de mentiras, sino un ser con
limitaciones menores. La euforia de lo «efímero» conduce a la totalidad, a la liberación de
las fuerzas superiores, al estado de gracia.
Nuestro ego -poco importa el nombre que le demos a ese factor de alienación- no es más
que una copia pálida, una aproximación de nuestro ser esencial. Nos identificamos con
ese doble tan irrisorio como ilusorio. Y de pronto aparece «el Original». El amo del lugar
vuelve a tomar el sitio que le corresponde.
El lenguaje es el más alto producto del sistema nervioso. El lenguaje modifica la médula
nerviosa de las personas. Si insultas, ¡te perjudicas! Podemos sanarnos con poesía.
Escribe un poema cada mañana. También podemos renovar la realidad por medio de la
poesía, renombrando las cosas que nos rodean con nuevas palabras. De esta manera las
transformamos, porque los nombres imprimen la identidad. Así, un acto poético saca la
poesía de la palabra y la convierte en acción, es la experiencia viva de la poesía. Por
ejemplo, antes de salir a pisar la calle, perfuma las suelas de tus zapatos.
Acto poético debería permitir manifestar con bondad y belleza energías creativas
normalmente reprimidas o latentes en nosotros. Un haiku japonés da una clave: el
alumno le muestra al maestro su poema:
Una mariposa:
¡Obtengo un pimiento!
Un pimiento:
La lección era clara: el acto poético debía ser siempre positivo, buscar la construcción y
no la destrucción.
Por último hay una significativa diferencia entre acto poético y psicomagia. El acto
psicomágico nace como una necesidad de curar, mientras que el acto poético puede
prescindir de toda justificación, aunque el resultado final resulte sanador. Se trata con
ellos de abrir una puerta a otra dimensión, creando una nueva realidad en seno mismo de
la realidad ordinaria, usando la belleza.
Tenemos el ejemplo del acto psicomágico realizado por los poetas al bombardear el
palacio de la Moneda (Santiago de Chile) con poemas arrojados desde un helicóptero. El
Palacio Presidencial había sido convertido por los militares en un sitio poblado de
angustia. Los poetas, al regarlo con poesía, lo convirtieron en un sitio espiritual. Antes
del bombardeo la Moneda era una tumba estéril. Después del bombardeo se ha
convertido en el corazón de un cambio espiritual que afectará a todo el planeta.
Por tanto vivir como poeta es en primer lugar, no temer, atreverse a dar, tener la audacia
de vivir con cierta desmesura. Es esencialmente un cuestionamiento de la realidad
obligatoria.
b) EL ACTO TEATRAL
“No olvides nunca que la flor de loto surge del cieno. Hay que explora el fango, tocar la
muerte y el barro para subir hacia los cielos límpidos”.
Alejando Jodorowsky
Para llegar a la euforia pánica, según el autor, primero debemos liberarnos del edificio
teatro, ya que estén como estén concebidos, su función es aislar la escena de la realidad
(principal factor anti pánico). De esta manera se impone que el actor debe servir primero
al arquitecto y luego al autor. Premisas totalmente anti pánicas. El lugar donde acontece
lo efímero es un espacio no delimitado, de tal manera que no se sabe dónde comienza la
escena y donde comienza la realidad. Puesto que lo efímero es una manifestación
concreta, no se puede evocar en él problema de espacio y de tiempo: el espacio tiene sus
medidas reales y no puede simbolizar otro espacio: es lo que es en el instante mismo.
Algo similar sucede con el tiempo: no se puede figurar la edad en él.
Con respecto al actor, antes del pánico podía rastrearse dos escuelas claras: en una, la
persona-actor tendía a fundirse totalmente en el personaje, mentirse a sí mismo y a los
demás, con tal dominio que llegara a extraviar su persona para volverse otro, un
personaje con límites más concisos. En la segunda escuela se enseñaba a actuar de una
manera ecléctica, de modo que el actor, a la vez que persona, era simultáneamente
personaje. En ningún momento uno debía olvidar que estaba actuando, y la persona,
durante la representación, podía criticar a su personaje. El hombre pánico, no actúa en
una representación y ha eliminado totalmente el personaje. En lo efímero, este hombre
pánico intenta alcanzar a la persona que está siendo.
En resumen: el hombre pánico no se esconde detrás de sus personajes, sino que intenta
encontrar su modo de expresión real. En vez de ser un exhibicionista mentiroso, es un
poeta en estado de trance.
La finalidad del teatro es provocar accidentes, es decir accidentes efímeros. Nuestro ego
–poco importa el nombre que le demos a ese factor de alienación- no es más que una
copia pálida, una aproximación de nuestro ser esencial. Nos identificamos con ese doble
tan irrisorio como ilusorio. Y de pronto aparece “el origina”. Se vive encerrado en una
autoconcepción de uno mismo. La idea del acto teatral es tomar nuestro lugar, de ese
otro original, en la comedia misma de la existencia.
c) EL ACTO ONIRICO
La interpretación de los sueños ciertamente constituye una práctica tan vieja como el
mundo según afirma Jodorowsky, misma que ha ido cambiando paulatinamente, desde la
interpretación simplista que atribuye un significado simbólico a cada imagen; pasando
por el planteamiento de Jung en relación a seguir viviendo el sueño para ver a dónde
conduce en el análisis; y finalmente una entrada en el sueño lúcido. Este último connota
un estado en el que uno sabe que se encuentra soñando, lo cual a su vez posibilita a la
persona trabajar sobre el contenido del sueño.
El tema cobra popularidad a partir de la obra de Carlos Castaneda; sin embargo, el primer
libro que alude a un tratamiento del sueño lúcido es: Les rêves et les moyens de les
diriger, publicado escrito por Hervey de Saint Denis y publicado en Francia hacía en a
finales del siglo XIX, 1867 para ser exactos. Señala en un fragmento del mismo que al
parecer existe un cierto grado de coherencia dentro de emanado como reflejo de la vida
real. A raíz de ella es lógico pensar que tal como en la vida real al colocar una mano sobre
los ojos y oscurecer la mirada, sucederá lo mismos si se realiza esta operación en estado
de sueños, misma operación que realizó el autor en un sueño lúcido y concluyó que sólo
por esta vía le es posible modificar la trayectoria de ese sueño guiado por la mente.
Así, es factible reconocer en este hecho la facultad de la voluntad hacia sueños lúcidos y
tranquilos, misma voluntad que sin duda interviene también en los sueños incoherentes y
apasionados, donde entra en juego la influencia de deseos tumultosos y pensamientos
dolorosos que deben ser dominados en pos de las ilusiones felices.
Señala Jodoroswky algunas de sus experiencias con este tipo de sueños, que dieron
inicio a la joven edad de 17 años. En un inicio el pánico se apoderó de él, dirigiendo todos
sus esfuerzos hacia el despertar, alcanzando su cuerpo en la superficie desde las
profundidades de lo onírico.
En posteriores oportunidades toma valor para intentar ver hacia dónde conducen los
sueños hasta llegar a controlar la volición para dominarlos conforme a los deseos. Surge
la interrogante: ¿Cómo estar seguro que se está soñando? A esta interrogante responde
por medio desarrolló una técnica que le permite corroborar la cualidad de lo onírico, un
simple impulso para volar.
Algo digno de resaltar es que la lucidez del sueño está ligada a dos elementos
determinantes, el deseo y el miedo. Cuando se sucumbe ante las pasiones humanas y
adviene la identificación con la acción en el sueño, éste escapa a todo control y absorbe
a su guión. Por otra parte, en tanto la persona es la responsable de alimentar sus miedos
y huye de ellos, no advierte que aquello que la atemoriza pierde toda su fuerza en el
momento que se deja de combatirla.
Estos principios en tanto enseñanzas de la vivencia del sueño lúcido adquieren toda su
fuerza y valor en la medida en que son aplicadas a las vicisitudes de la cotidianidad.
Tomando lo anteriormente señalado dice Jodorowsky: “Está permitido huir mientras no
se sientan las fuerzas necesarias para hacerle frente; pero hay momento en que debes
mirarlo a los ojos”. Hacerle frente a lo que nos causa temor, desarma a este ente y torna
en un aliado.
Otra aplicación de los principios del sueño lúcido está relacionada con la capacidad de
cambiar el contenido del sueño; cambiar la “realidad“que no existe por sí misma, sino
que es creada a cada instante por uno mismo, puesto que la vida corresponde a la idea
que cada persona se hace ella y ésta te corresponde hacia tus deseos en la medida de la
entrega y el esfuerzo para superar el egocentrismo.
Por lo tanto, el sueño lúcido es montar un acto dentro del contenido del sueño. Existe sin
embargo, un paso más allá del sueño lúcido, algo a lo que Jodorowsky ha llamado “El
sueño terapéutico”, señalando que la lucidez es utilizada para curar una herida o
consolar una carencia que se experimenta en el estado de vigilia, valga decir en la
realidad. Resultan sueños muy positivos y reparadores, por medio de los cuales el
inconsciente canaliza su fuerza para la cura Ya sea el encuentro con un ser difunto, una
vivencia que subsane faltas en las relaciones, entre la infinidad de situaciones que
pueden surgir.
Un peldaño más arriba del sueño terapéutico se encuentra “el sueño Humilde”, un tipo de
sueño donde la persona se ya no se propone actos, si bien mantiene la calidad de
lucidez, se posiciona como un agente pasivo, como un mero observador y deja que el
sueño se desarrolle y siga su curso, absteniéndose de toda intervención. Un sueño en el
que admira el valor ajeno.
En esta escala onírica se encuentra el nivel más sutil, “El sueño Sabio”. Son sueños
bastante cortos y de gran simpleza, donde el protagonista al que asiste el soñante es un
sabio que pronuncia frases, mismas que podrían ser extraídas de cualquier libro sagrado,
pero que surgen desde lo más hondo inconsciente. Por ejemplo el autor nos relata una de
sus experiencias y dice: Me encuentro en una clase de artes marciales. El maestro me
dice “déjate caer en mis brazos relajado”. Entonces me viene el pensamiento “Vaya, voy
a conseguir una relajación total”, y me dejo caer sin reservas. El maestro me sostiene y
me tiende en el suelo. Entonces intenta hacerme una llave. Es tal mi abandono que no lo
consigue. Entonces dice a su ayudante: “Imposible luchar con él. Está como muerto, y
contra un muerto no se puede hacer nada.
Entre otro tipo de sueños encontramos el “Sueño Generoso”, en el que se comparte con
el resto de la humanidad todo lo que uno ha aprendido, y aprende no solamente a dar,
sino a recibir, pues también implica una forma de generosidad.
En la cúspide de esta tipología, Jodorowsky señala “el Sueño mágico, creativo”, del cual
nos comparte una única experiencia: «Estoy en mi dormitorio. Apoyándome en el aire con
las palmas de las manos, alzo el vuelo. Entonces, decido sentir toda la potencia de mi
voz. Dejando que el canto brote de mí, emito con una fuerza casi ilimitada unos sonidos
que van mucho más allá de la ópera. No he de esforzarme en emitir la voz, la invoco y
viene. Solamente debo dejar que me salga por la boca para descubrirla, viva y mágica...
Profundamente emocionado, siento que me abro a una dimensión de mí desconocida
hasta ahora. Con plena lucidez, abro los ojos y despierto. Siento mi corazón latir con
fuerza. Sin moverme, rememoro todos los detalles del sueño. De pronto, llega a mis oídos
un canto que no es cercano ni lejano. No es emitido por una voz humana, pero no por ello
deja de tener sonoridad humana, es como si todo un barrio de la ciudad cantara. Me
parece que el canto llega desde otra dimensión. Pienso que todavía estoy medio dormido
y tengo que observar más lúcidamente lo que ocurre. El fenómeno se repite y me
abandono a la escucha, a pesar de que el carácter totalmente nuevo de la experiencia
modifica mi ritmo cardíaco. Por un lado, me siento víctima de una alucinación; por otro,
me parece que se abre una puertecita hacia lo que podríamos llamar el tercer oído, no el
tercer ojo, el oído de la "clariaudición". Me duermo profundamente y, en sueños, me veo
en una calle de Montmartre. Camino murmurando: "Era una voz divina, un diosa. No salía
de una garganta, sino que era exhalada por la realidad misma. Provenía de las calles, de
las casas y del aire".
d) EL ACTO MAGICO
México para Jodorowsky es un país onírico, donde el inconsciente no deja de aflorar. Por
ser una tierra rica en tradiciones, revelan saberes, mitos, leyendas, religiones y rituales
que han ido evolucionando lentamente desde las comunidades primitivas que estaban en
comunicación constante con su entorno natural. En la misma ciudad nos dice
Jodorowsky hay todo un mundo de brujos, que cuando la gente tiene dificultades de
cualquier índole acude a estos para conseguir ayuda.
“Es una práctica muy corriente, y no solamente entre gentes del pueblo. Intelectuales y
políticos no dudan en entregarse a ella, puesto que la brujería forma parte de la vida
mexicana.”
Entre estos brujos y curanderos existen expertos en rituales que combinan desde
hierbas, plantas alucinógenas, agua bendita, objetos personales e incluso excrementos
de animales; ya sea que estos ritos elaborados sean utilizados para curar una
enfermedad, mejorar la suerte en los negocios o sus relaciones personales. También se
practica la magia negra, hay persones que recurren a brujos para echar maleficios a sus
enemigos y gracias a esto también hay quienes se encargan de deshacer estos
maleficios. La elaboración de estos rituales son considerados por Jodorowsky arte. Una
forma específica en la cual estas personas se comunican con el inconsciente a partir de
un lenguaje simbólico; siendo este uno de los principales aportes a la psicomagia.
La Pachita una curandera famosa y hábil en México accedió a trabajar con Jodorowsky,
este se convirtió en su ayudante en las sesiones que está reconocida bruja realizaba.
Esta mujer estaba rodeada por un misticismo impresionante que envolvía a cualquier
persona que la conociera, en días de consulta dice, podía atraer fácilmente a tres mil
visitantes. Por lo tanto al estar enterado del riesgo que suponía visitar a un personaje con
semejante poder, para su primer encuentro con esta mujer Jodorowsky decide
protegerse, yendo a visitarla vestido completamente diferente a lo usual, desligándose de
la imagen personal que tenia de sí mismo, creando una nueva apariencia e incluso una
nueva identidad, todo esto para no ser atrapado por la magia que rodeaba a la Pachita.
Sin embargo a pesar de todos las disposiciones que realizo, no pudo evitar ser atrapado
por el encanto de esta anciana que desde un primer momento supo intuitivamente que
palabras dirigirle y a quien se dirigía ofreciéndole como regalo un medallón de un ojo
dentro de un triángulo, el símbolo del El Topo (Película de Jodorowsky), impresionado
por esta experiencia inaudita, y siguiendo las razones que lo habían llevado a este lugar,
Jodorowsky le pide a Pachita que lo acepte como ayudante y es aceptado por ella. Nos
comenta entre sus experiencias como ayudante de Pachita algunas recetas que ella
dictaba a sus usuarios, y en los casos más graves las operaciones que realizaba, con
ayuda del “Hermano” un espíritu que la ayudaba, sirviendo ella de canal para curar a los
enfermos y que era heredado por generaciones en su familia, con instrumentos
rudimentarios y en un ambiente casi religioso, pero que en general resultaban efectivos
para sus pacientes.
La efectividad del tratamiento implica también una dosis de fe, pues aquel que no cumple
con las indicaciones recibidas no podrá curarse, por ende también entra en juego el
deseo de ser curado, si una persona no desea estar bien, entonces conciente e
inconcientemente hará todo lo posible para evitar estar bien.
Por esta misma razón Jodorowsky no es ningún mago, si bien utiliza los principios de
estas prácticas, no son más que la base para una terapia que utiliza el lenguaje simbólico
y la comunicación con el inconciente para el proceso. No por nada explica aquellas
fuerzas que parecerían sobrenaturales con lenguaje psicoanalítico.
Algunos principios importantes que podemos rescatar del acto mágico son:
El uso de la palabra, tanto hablada como escrita. “En todas las culturas se
encuentra la idea del poder de la palabra, la certeza de que el deseo expresado en la
forma adecuada provoca su realización.”
Algo fundamental para estos actos mágicos y psicomagicos más allá de la fe, es la
obediencia. “Es conveniente permanecer imparcial y darle todas las posibilidades de
actuar.”, es de esta manera que teniendo fe o no, si sigue al pie de la letra las
instrucciones recibidas, se pueden obtener resultados satisfactorios.
“Nacer en una familia es, por decirlo así, estar poseído” Ya en el psicoanálisis nos
percatamos de la proyección de los ideales de los padres a los hijos, acción que viene de
generación en generación y se convierte inevitablemente en un círculo vicioso muy difícil
de romper, según Jodorowsky, para la solución de los problemas y de esta posesión de
la familia es fundamental hacerse conciente de esto, tomar conciencia de lo que sucede y
hacer algo al respecto; de ahí el por qué y para que del acto psicomagico
Los Consejos Psicomagicos están dispuestos de manera general y entre otras cosas
para:
Dejar de fumar
Lograr el orgasmo
Coger fuerzas para un cambio radical
Quitarse etiquetas
Controlar la cólera
Este cambio en todos estas dimensiones nos ayudaran como seres humanos para poder
desligarnos de muchas ataduras que ahora no dejan que seamos libres y en mente y
cuerpo, citando a: Jodorowsky “la política y muchos grupos o sectas son un veneno
universal que no nos dejan volar, hace que la persona se estanque u no cambia ni
desarrolle”. Es así que el propósito de cada ser humano o persona será el mutar,
cambiar, haciendo que el ser humano no sea definido por la cantidad mayor o menor de
valores; sino que se tiene ver al ser humano desde su calidad, para esto se debe
desarrollar lo que es la conciencia, que se la debe trabajar para uno mismo y para el
resto; además de que se la debe repartir. Este trabajo se lo hará desde la escuela, calles,
el arte, que será una forma de cura poderosa contra ese veneno universal que nos va
consumiendo de a poco. El proceso de cambio debe partir desde cada ser individual, ya
que las masas solo lentifican este proceso de cambio, porque lo que causara la masa
será que cada uno nos vayamos hundiendo, es así que a partir de este actuar individual
es que se podrá lograr una conciencia colectiva de cambio, necesaria para que el espíritu
sea libre; pero este cambio no se dará de la noche en la mañana, sino que se dará
paulatinamente, conjuntamente con el desarrollo de las artes, la belleza. Esta conciencia
a partir de las dinámicas de grupo, esta toma de conciencia se podrá adjuntar a la
percepción en medida de que en el momento en que la persona percibe, su entorno, así
mismo y los otros es que muestra que este está vivo, haciendo así que al percatar este
desarrolle una capacidad de estar consciente de si mismo y de los otros. Ser consciente
y darse cuente de uno mismo y del otro es una característica esencial de la mirada
gestáltica, donde una es consciente de todo su cuerpo, mente, emociones, globalidad del
ser , ser consciente de lo que uno va realizando, ser conscientes de que el mundo es
parte de cada uno de nosotros, y además de ser conjuntamente consciente de los demás,
así esta conciencia se hará colectiva.
tengo ningún límite. Son cosas no agresivas, cosas benignas, jamás destructivas. Por
ejemplo, si enterramos algo debemos plantar algo. La creatividad no debe verse desde el
lado del mal o como una posibilidad de hacer mal, ¿comprendes? Porque la creatividad
desde el mal se convierte en destructibilidad. Y la destructibilidad no es interesante. ¿La
psicomagia puede aplicársela uno mismo o hace falta un maestro? Por supuesto que
puede aplicársela uno mismo. Yo lo hago continuamente. Tengo fetiches propios y
sagrados, y también cómicos. Me he creado un altarcito, reflejos condicionados. ¿Qué
características tiene que tener un hombre para curar a otro? No se cura a otro, se ayuda
a otro a curarse. El que quiere curar a otro es un vanidoso.Ni siquiera el otro se cura.
Dios lo cura. Yo creo que el motor de todo. Cada caso es distinto, pero siempre he dicho
que hay que manifestarlos de una forma psicomágica Hay que descubrir qué te da miedo
y hacerlo. Si una persona teme morir, le hago pasar por un funeral, la entierro
simbólicamente. A quien teme ser pobre le envío a otra ciudad a mendigar durante un día.
Les hago colocarse en el límite de lo que temen. Enfrentarse a ello. George Groddeck dijo
algo que me gustó mucho: “Tienes miedo a lo que deseas”. Si una persona tiene miedo a
ser homosexual, le mando vestido de travestí a un bar de homosexuales. Para vencer al
miedo, hay que dejarlo entrar en tu vida de forma concreta.
ENTENDER LA VIDA: Es decir, todo es variedad, diferencia. Pero al mismo tiempo todo
esta comunicado, estamos unidos por secretos hilos. La vida es una creación milagrosa.
Toda la realidad es una pura unión de hilos mentales, emocionales. La persona que no
controla su territorio, no controla su existencia. Si uno no es consciente se deja llevar, no
solo exteriormente sino también con los pensamientos que le asaltan. Es muy vulnerable
a sus deseos y sentimientos. El arma más poderosa del ser humano es la imaginación,
¿De dónde viene la imaginación?. La imaginación es un juego de construcción que
tenemos. Por diversos caminos vamos adquiriendo materiales: palabras, emociones,
deseos, necesidades, sensaciones, percepciones. Todos esos materiales los
organizamos con nuestra conciencia racional, de la manera en que hemos aprendido. La
imaginación es crear con estos materiales. Supera los límites racionales. Hay que perder
los resentimientos: es el gran trabajo de resolver la rabia y los rencores. Estamos llenos
de rencores y frustraciones por amor no obtenido. La enfermedad es falta de amor. ¿Y
contra la falta de amor? La creatividad.
Para empezar debemos definir el perfil del psicomago, entonces podemos decir que es:
Poco a poco esta terapia ha ido evolucionando. Ya en Francia Jodorowsky aposto por la
creación de su Cabaret Mistico, un espacio creado para liberar al inconciente, aquellos
asistentes a las sesiones pueden presenciar y participar en happenings que vienen
íntimamente vinculados con el teatro pánico de Jodorowsky y por supuesto la
psicomagia, estas manifestaciones del inconciente por medio del arte, que redirigen
aquellos fines angustiantes y destructivos a la creación de la belleza y sublimación, no
carecen de fines terapéuticos. Es más, durante y después de estas sesiones Jodorowsky
a su vez, prescribe algunos actos psicomagicos específicamente a los asistentes, tanto
de manera grupal o personal.
Es importante, como señala el autor, que se tenga conocimiento del árbol genealógico de
quien acude a esta terapia, ya que de esta forma se tiene acceso a las dificultades que
involucra el sistema total que rodea a la persona, se toma en cuenta todo el contexto
familiar ya que es un gran eje significativo que influye en la esfera psicológica. Todos
estamos marcados por los vínculos que nos rodean, conformamos nuestra personalidad
a través de identificaciones de otros significativos, son rasgos ajenos que van
conformando la entidad personal a medida que uno va creciendo y convirtiéndose en un
sujeto social. Sean rasgos atávicos como resultado de una filogénesis o constante
relacionamiento con el entorno en el que uno vive, somos personas conformadas a
semejanza del otro. Nuestros padres, nuestros educadores son los que proyectan en
nosotros lo que fue proyectado en ellos, obedeciendo a una cultura y sociedad
determinada, nos preparan para poder integrarnos en este sistema en el que nos toca
vivir. Para que podamos entender más la problemática, debemos tomar consciencia de la
totalidad que nos rodea, podemos notar de qué manera influye en nosotros nuestra
historia familiar. Jodorowsky se vale de esto para poder tener más evidencia y
significaciones para abordar las dificultades que se aparecen. No se puede entender un
fenómeno fuera de su contexto, no se puede comprender por qué una persona es como
es sin conocer el contexto en el que vive, sus relaciones significativas, su núcleo familiar.
Algo importante que se debe mencionar es que el autor, como resultado de su
experiencia como artista, de su personalidad carismática, tuvo muchos seguidores,
quienes empezaron a acudir a su ayuda para resolver vicisitudes adversas. En un
principio, comenta el autor, no quería ser posicionado como embrujador, como un actor
facilitador de cura mágica para quien adolecía, ya que resultaba un compromiso con
mucha responsabilidad. La elección de ser terapeuta o médico para poder trabajar con
las personas e influir en su vida, conlleva años de preparación y experiencia para poder
lograr accionar eficazmente el rol de mediador/curador. Jodorowsky es artista, asumir un
rol así implicaba mucha carga. Fue así como surge la idea de prescribir un acto, de
aparecer hacer accionar al otro y que resulte una toma de consciencia eficaz, sin que
tome tutela ni sea responsable de la vida de esa persona. El acto psicomagico surge así,
y funciona bajo responsabilidad propia, es un hacerse cargo de cada uno. Mediante el
lenguaje simbólico y la gama tan amplia de símbolos que poseen las diversas culturas a
lo largo y ancho del mundo, además de tomar en cuenta las particularidades de cada
individuo y la comunicación con su propio inconciente se puede utilizar también un
lenguaje más amplio, de los arquetipos del inconciente colectivo propuesto por Jung
para aplicar esta forma de terapia a grupos diversos.