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 La obesidad es uno de los principales

problemas de salud pública en los países


desarrollados, la prevalencia es mayor que
en los grupos socioeconómicos más
deprimidos.

 La Organización Mundial de la Salud (OMS)


la ha considerado como una de las
epidemias del siglo XXI debido a las
dimensiones adquiridas en los últimos años.
 Chile es el quinto país con más obesidad en el
mundo, según la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE), después de
Estados Unidos y México, que lideran el ranking.

 La OCED es una organización formada por 34 países


que promueve el intercambio de experiencias y la
adopción de políticas que permitan un crecimiento
sostenido de las naciones en términos de su
economía y calidad de vida.

 Chile se sumó a la organización en mayo de 2010.


 Con este escenario, las enfermedades crónicas no
transmisibles se expanden en forma acelerada.

 Según datos de la OMS, cada año fallecen por lo


menos 2,8 millones de personas adultas como
consecuencia del sobrepeso o la obesidad.

“En Chile, se muere una persona cada hora


por enfermedades vinculadas a la obesidad, que tienen
directa relación con los hábitos
alimenticios”.
 El 34% de los niños menores de seis años sufre
obesidad o sobrepeso.

 Así lo confirma el estudio que elaboró el Ministerio de


Salud (Minsal), a partir de los controles realizados a
los niños durante el 2013, el que concluye que hasta
los seis años, el 24% sufre sobrepeso, mientras que el
10%, incluso antes de entrar al colegio ya está en
condición de obesidad.

 Estas mediciones se hacen permanentemente en


niños de entre cero y seis años, a lo largo del país, en
los controles que se realizan en los consultorios.
 A los dos años de vida del menor la curva
de sobrepeso comienza a aumentar y varía
bruscamente al alza cuando los niños
tienen entre tres y cinco años.

 La obesidad empieza a aumentar con los


años en los niños, por eso cuando se
calcula un promedio nacional entre los
cero y los seis años de vida, la prevalencia
es de un 10%, pero cuando uno la calcula
entre los niños de cuatro a seis años, llega a
que entre el 16% y el 18% es obeso.
 Cuando se padece de obesidad o
sobrepeso en la niñez, existe una alta
probabilidad (75%) de continuar con este
problema en la adultez.

 Con este nuevo panorama se hace cada


vez más difícil tener un país sin
enfermedades crónicas no transmisibles
(ECNT) como la diabetes, hipertensión
arterial, esto acompañado del
sedentarismo que hace aun más difícil la
tarea de tener un estilo de vida saludable.
 Chile se encuentra dentro de los países
con más obesidad en el mundo.

 Según el Ministerio de Salud (Minsal), el


74,2% de los adultos chilenos presenta
exceso de peso, casi nueve millones de
personas, de los cuales un 34,4% de ellos
son obesos.
 Aunque el sobrepeso y la obesidad se
definen de forma muy similar, como la
acumulación excesiva de grasa en el
organismo que puede ser perjudicial
para la salud, ambos conceptos no son
sinónimos.

 El diagnóstico de sobrepeso en adultos


se establece cuando el IMC es de 25-
29,9 kg/m2 y el de obesidad cuando el
IMC es mayor o igual a 30 kg/m2.
 La obesidad es una enfermedad crónica
compleja de origen multifactorial que se
caracteriza por un aumento de la masa grasa
y, en consecuencia, por un incremento del
peso corporal con respecto al que le
correspondería tener a una persona por su
talla, edad y sexo.

 La obesidad en la mayoría de los casos es una


enfermedad poligénica, en la que diversas
variantes genéticas, a través de la interacción
con el medio ambiente, dan lugar a un
depósito excesivo de grasa corporal.
 En el mapa génico de la obesidad humana se
han identificado más de 600 genes,
marcadores y regiones cromosómicas
asociadas con la obesidad.

 Entre los genes implicados se encuentran:

› Genes que codifican péptidos: su función es la señal


de hambre y saciedad.
› Genes implicados en el crecimiento y diferenciación
de adipositos.
› Genes metabólicos.
› Genes implicados en el control de gasto energético.
 Según la distribución del tejido adiposo existen
distintos tipos de obesidad, representando un mayor
riesgo para la salud aquella situada a nivel
abdominal.

 La adiposidad central o visceral aumenta el riesgo


de enfermedades cardiovasculares y otras
enfermedades en forma independiente de la
obesidad. Se utiliza la medición de la circunferencia
de cintura (CC) como método de tamizaje de
obesidad visceral.
Riesgo Riesgo alto
moderado
Hombres ≥ 94 cm. ≥ 102 cm.
Mujeres ≥ 80 cm. ≥ 88 cm.
 La clasificación morfológica de la
obesidad es:

 Androide
 Ginecoide.
 Este tipo de obesidad constituye un factor de riesgo en la
génesis de enfermedades crónicas como Diabetes
Mellitus II, HTA, dislipidemia, enfermedad cardiovascular
(en especial infartos), algunos cánceres, síndrome de
apnea del sueño, por lo tanto, quienes la padecen
deben extremar los cuidados para evitar la aparición de
dichas complicaciones.

 Es en forma de manzana.

 El exceso de grasa se acumula


principalmente en la región cervical, facies,
tronco y abdomen superior (cintura).

 Por lo general es hereditaria.


 El exceso de grasa se deposita en
caderas, región glútea y muslos.

 Es en forma de pera.

 Puede favorecer la aparición de


hemorroides, várices, problemas en
rodillas o en caderas y celulitis.
Factores de
riego

OBESIDAD

Enfermedades
asociadas a la
obesidad
 La mala alimentación usualmente
ocurre cuando se inicia la etapa de
jardín infantil, y se añaden a su dieta alimentos
procesados de alto contenido calórico.

 Los niños con una mamadera llena de bebida


azucarada, una bolsa de papas fritas o galletas les
adiciona 200 a 300 calorías, y para un niño, que
debe consumir 1.000 a 1.200 calorías, este consumo
frecuente los lleva a la obesidad o al sobrepeso en
sólo seis meses.
 Entre los múltiples factores que predisponen
al desarrollo de la obesidad, cabe citar, la
edad y el sexo, la dieta y los hábitos
alimentarios, factores psicológicos
socioeconómicos culturales y ambientales.

 Los índices ponderales y la prevalencia de


obesidad aumentan con la edad, con un
valor máximo entorno a los 60 años, siendo
mayores en mujeres.
 Las alteraciones emocionales y psicológicas pueden
influir en la génesis de la obesidad ya que juegan un
papel importante sobre todo en la cronificación de la
enfermedad (sobrepeso – rechazo a la propia imagen
– depresión y frustración – hiperfagia – mayor
sobrepeso).

 Existe alteración del comportamiento alimentario


entre los que se incluye: hábitos alimentarios
inadecuados, la costumbre de comer deprisa y de
forma compulsiva, la ingesta de grandes cantidades
de comida en poco tiempo, el hábito de levantarse a
comer durante la noche y ciertos trastornos cíclicos
como el síndrome premenstrual y el trastorno afectivo
estacional.
 Los cambios socioeconómicos, como la
capacidad de comprar alimentos han impactado
el estilo de vida de los chilenos generando
consecuencias negativas.

 El uso generalizado de los medios de transporte y


la disminución de la actividad física conllevan un
menor gasto calórico.

 La falta de ejercicio o sedentarismo disminuye la


capacidad de adaptación de la actividad física
desarrollando un círculo vicioso. El sedentarismo
afecta a más del 90% de la población chilena.
 Dentro de las barreras más relevantes
para llevar una vida saludable, se
encuentra:

 El alto grado de estrés.


 La gran cantidad de horas que los chilenos
dedican a ver televisión.
 El sedentarismo.
 Un gran porcentaje de la población chilena es
sedentaria, es decir, no realizan actividad
física, por lo tanto, el consumo energético ha
ido en aumento mientras que el gasto
energético es leve o mínimo.

 El 86,7% de los chilenos reconoce que es


sedentario o tiene una baja actividad física.

 Estas causas son las consecuencias a las que


nos enfrentamos hoy en día, altas tasas de
obesidad y enfermedades crónicas.
 Ante la realidad del sedentarismo
en Chile, es poco probable que la
población se vuelque al deporte
con el método y la disciplina
deseables de un momento a otro.

 Sin embargo, existe una serie de


actividades que no requieren
grandes inversiones de tiempo o
dinero y que tienen igualmente un
gran beneficio para la salud.
 No es necesario ponerse el traje deportivo para llevar una
vida menos sedentaria y con hábitos saludables.

 Siempre debe elegir moverse:

 Dejar el auto en la casa y caminar más.


 Elegir las escaleras o bajarse del ascensor .
 Preferir la bicicleta al taxi.
 Jugar con los hijos en el parque e, incluso, sacar a pasear al
perro.

Todas estas son actividades cotidianas


que al hacer la sumatoria son más beneficiosas para
la salud general que ir a jugar fútbol sólo una vez al mes.
 La obesidad está asociada a muchas complicaciones que
generan problemas que afectan notablemente la salud y la
calidad de vida de las personas que la sufren:

 Síndrome metabólico: Conjunto de factores de riesgo interrelacionados


de origen metabólico que parecen promover directamente el desarrollo
de enfermedades coronarias.

 Diabetes Mellitus tipo II: la obesidad se relaciona con la diabetes tipo II o


diabetes no insulinodependiente. La intolerancia que presentan estas
personas a la glucosa es proporcional a los años del paciente, duración
de la obesidad e incremento de peso.

 Hipertensión arterial: las personas que presentan un sobrepeso del 20% o


superior desarrollan hipertensión arterial con una frecuencia 10 veces
mayor.
 Hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia: la
obesidad conlleva al aumento de los niveles de
colesterol y otras grasas en la sangre, lo que genera
alteraciones coronarias e infartos de corazón.

 Coronariopatías e infarto de miocardio: la obesidad


incrementa el riesgo de enfermedad coronaria,
insuficiencia cardiaca y muerte por infarto de
miocardio.

 Cáncer : Un IMC elevado conlleva un riego mayor


de sufrir cáncer. En los varones un incremento del
IMC en 5 puntos aumenta el riesgo de desarrollar
cánceres principalmente de esófago, tiroides, colon
y riñón. En las mujeres este incremento conlleva aun
aumento de cánceres de endometrio, vesícula biliar,
esófago y riñón.
 Cálculos biliares o piedras de la vesícula biliar: más
de 1/3 de mujeres de 45 años que presentan un
sobrepeso del 100% padecen piedras en la vesícula
biliar.

 Insuficiencia respiratoria y problemas pulmonares: la


obesidad puede conducir a problemas respiratorios;
trastornos bronquiales, apnea o trastorno respiratorio
del sueño, embolismos pulmonares que pueden
evolucionar a hipertensión pulmonar, hipertrofia
ventricular y fallo cardiaco.

 Alteraciones de la menstruación: puede ocurrir que


las personas obesas sufran de alteraciones de la
menstruación e infertilidad.
 Alteraciones dérmicas e infecciones fúngicas
de la piel: los pliegues de la piel favorecen las
infecciones y la colonización de ésta por
hongos y/o parásitos.

 Problemas óseos y articulares: el sobrepeso que


soporta el esqueleto produce problemas
articulares y de columna.

 Problemas psicosociales: las personas con


sobrepeso están sometidas a un gran estrés que
puede desembocar en trastornos depresivos.
 Tener una alimentación:

 Equilibrada.
 Variada.
 Suficiente.
 Motivación, sin una actitud de alta motivación
es imposible seguir avanzando con un
tratamiento.

 Existe un gran desafío para llegar a construir un


Chile Saludable, que consiste en generar un
cambio de mentalidad en la población que
permita integrar hábitos saludables a lo
cotidiano y de forma permanente, tales como
tener un buen dormir, cambiar la forma de
alimentarnos, aumentar la actividad física y
otros aspectos que contribuyen al bienestar
como la vida familiar.
 Chile es un país productor de frutas y
verduras por lo que sería lo más común
ingerir alimentos naturales.

 El estar insertos en una vida acelerada hace


que la alimentación no sea una
preocupación y los más dañados son los
niños, que sus padres con el fin de darle las
mayores comodidades y se pasan el día
trabajando con lo que les es imposible
preocuparse de los requerimientos
nutricionales que el menor necesita.
 Sería necesario concordar una política multisectorial
para abordar la obesidad infantil e intentar revertirla.
Hay responsabilidades personales, familiares y
sociales en el problema de la obesidad y se
requieren cambios estructurales para contrarrestar la
actual prevalencia.

 Una sola acción no sirve, los niños deben hacer más


actividad física, las familias deben tender a una
alimentación más saludable, los colegios deben
incentivar la vida sana y evitar el consumo de
productos altos en calorías.
 Todo el mundo debería realizar ejercicio por lo
menos una vez a la semana.

 Moviendo el cuerpo, se pueden reducir desde


un 18% a un 36 % las posibilidades de sufrir un
ataque cardíaco.

 La obesidad y la falta de actividad física son


factores que intervienen con el buen
funcionamiento de nuestro corazón como
músculo que bombea sangre, así como
también contribuyen a la formación de placas
y obstrucciones en las arterias.
 Es bueno realizar caminatas diarias de 30 minutos,
por lo menos cinco veces a la semana.

 La actividad física no sólo es buena en sí misma sino


que además constituye un indicador de ‘buena
vida’, es decir, que la gente que adhiere a la
realización de ejercicios, suele tener en general
hábitos más saludables.

 Además de ayudarte a mantener o bajar de peso, la


actividad física ayuda a dormir mejor, ayuda a
disminuir el stress y te aleja de malos hábitos como el
cigarrillo o comer papas fritas mirando televisión.
 Chile es uno de los países con el más bajo
consumo de pescado en el mundo: no más
de 7 kilogramos (kg) por habitante al año
en los últimos 30 años, frente a los 75 kg que
cada chileno consume al año en otras
carnes (vacuno, cerdos, aves).

 En Perú, el consumo de pescado por


persona es de 22 kg al año.
 En España la cifra supera los 30 kg.
 En Japón sobrepasa los 50 kg al año.
 El consumo diario promedio de verduras y
frutas en Chile es de 166 gramos (gr) por
habitante, mientras que la OMS
recomienda consumir al menos 400 gr de
vegetales al día.

 La población prácticamente no las incluye


en la preparación de los alimentos y ha
disminuido su consumo.
 Se han instalado hábitos alimentarios
“modernos”, como las bebidas gaseosas al
almuerzo, las pizzas de fin de semana o las
hamburguesas preparadas con apuro por
padres con escaso tiempo para cocinar.

 Décadas anteriores el consumo de legumbres


era diario, actualmente en cambio, es menos
de una vez por semana. Por otro lado, un
bebé sólo comía frutas frescas, en compota o
zumos y hoy es común que ingiera yogurt,
flanes y otros productos calóricos.
 Nutrición en el ciclo vital. Verónica
Cornejo y Sylvia Cruchet. Editorial
mediterráneo. Año 2013.

 Nutrición y dietoterapia. Carroll Lutz,


Karen Przytulski. Quinta edición. Mc
Graw Hill.

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