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La Huelga como Derecho Constitucional y sus Implicancias dentro de la Estructura

Social: A propósito de la Huelga Docente en el Perú

Carlos Gustavo Viloche Armas

Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Trujillo.


Director de Investigación de la Sociedad de Filosofía del Derecho y Estado
Constitucional del Instituto Ápex Iuris.

I.- Introducción y Contexto Histórico.

El Perú, como la mayoría de países de Latinoamérica, adolece de graves deficiencias


dentro de los servicios prestados por el Estado que se constituyen en Derechos
Fundamentales, es decir aquellos que la Constitución garantiza dentro del conocido
“Cote Protegido”; a pesar de que muchos de estos países han venido evolucionando y
mejorando las políticas sociales y del acceso a estas; pues un aspecto que muchas
veces se deja de lado es que el cumplimiento y no vulneración de un Derecho
Fundamental no se reduce a un mero concepto de presencia; vale decir, en el caso de,
por ejemplo, el Derecho a la Educación, que este sea de naturaleza pública y gratuita,
sino que también se garantice el acceso y la calidad del mismo. En el caso peruano,
refiriéndonos al Sistema Educativo Básico, encontramos más de una evidente
deficiencia en diferentes niveles, así por ejemplo nos encontramos con uno de los
presupuestos destinados a la educación (Dentro del PBI) más bajos, no solo a nivel
del continente, sino también a nivel mundial.

Con un presupuesto de solo 3,7% resulta bastante lógico que se surjan problemas
como el que hoy presenciamos; esta afirmación no resulta para nada gratuita pues al
contar con un reducido presupuesto, las limitaciones de la aplicación del Sistema
Educativo, sobre todo en un país que cuenta con aspectos tan particulares como su
accidentada geografía y su diversa multiculturalidad, se convierten en algo más bien,
para nuestro pesar, esperado. Vemos así que el Derecho a la Educación ya de por sí,
por lo menos en opinión del autor, sufre carencias indudables en nuestro contexto.
Tema para investigación aparte resulta el carácter conservador y casi escolástico que
nuestro país aún mantiene a pesar de ser, por lo menos en Teoría, un Estado Laico.

Por otra parte, siendo también un pilar de la satisfacción del Derecho a la Educación,
tenemos a los educadores, quienes reclaman hoy otro Derecho de Vital Importancia:
Un sueldo digno a través de la Huelga. En concatenación con el paupérrimo
presupuesto destinado a la educación, no es de extrañar que tengamos también de los
peores sueldos docentes del globo.

Por el aspecto descrito en el párrafo anterior, los docentes se encuentran en huelga


desde hace varias semanas, reclamando principalmente de esta manera, un aumento
progresivo del sueldo que hoy perciben. (Logrando hasta ahora que el sueldo base
aumente a 2,000 soles a partir del mes de noviembre).

II.- La Huelga Como Derecho Constitucional.


La Constitución garantiza, dentro de la gama de Derechos Constitucionales
relacionados con el ámbito laboral, el Derecho a la Huelga (más específicamente
dentro del artículo 28 de la Carta Magna). Este resulta el Derecho más polémico, en
cuanto al aspecto del trabajo se refiere; sobre todo porque al día de hoy se encuentra
culturalmente condicionado a un rechazo por la mayor parte de la población; más aún,
como en el caso docente, cuando este derecho se ejerce en concatenación de otro
Derecho Constitucional, la protesta. En el ámbito meramente conceptual, la Huelga
consiste en el cese ordenado de las labores de un sector determinado de trabajadores
(a diferentes niveles), en la situación que estamos analizando, por el sector
conformado por el Sindicato Único de Trabajadores de Educación del Perú, en otras
palabras, los docentes. En una estrecha relación entre los Derechos Constitucionales
a la Huelga y la Protesta, estos van a perseguir un fin socioeconómico (el aspecto
económico tiene un carácter neurálgico en el Derecho a la Huelga).

La Constitución va a prescribir también los límites a los cuales el Derecho a la Huelga


está sujeto, no obstante lo hace de una manera bastante somera ya que solo
menciona que este Derecho deberá ser aplicado en armonía con la estabilidad social;
estas limitaciones han sido desarrolladas tanto por leyes especiales como por
jurisprudencia vinculante del Tribunal Constitucional; aunque, a pesar de los esfuerzos
descritos, siegue siendo un aspecto oscuro dentro de la legislación nacional en cuanto
a definiciones y preceptos. Es importante mencionar que la doctrina en esta
problemática tampoco tiene una naturaleza totalmente uniforme.

Para este caso en particular, existe una delegada línea entre si se afecta o no la
armonía social en cuanto al desarrollo del año escolar; la posición por parte del
Sindicato de Trabajadores de Educación del Perú es poder recuperar los días de
clase, reajustando los días de la semana en el que se dicta clase, así como las horas
diarias. Por parte del Estado, la negatoria y represión docente constituye, sobre todo
desde su posición de ente garantizador; constituyen decisiones que lejos de solucionar
la crisis, aporta a agudizarla.

III.- La Huelga Docente y la Crisis del Sistema Educativo.

Tal como hemos desarrollado en líneas anteriores, actualmente el Perú está


atravesando por una crisis del Sistema Educativo y no precisamente debido a la
Huelga Docente, sino que más bien esta huelga es resultado de la crisis que la
educación peruana arrastra desde fines de los años noventa y la entrada de un
Sistema Socio Económico Neoliberal que puso en segundo plano a diversos Derechos
Fundamentales con una naturaleza eminentemente social, la educación entre ellos
claro está.

Es así que las relaciones sociales y de poder político, dentro del concepto de
Modernidad, han ido esbozando cómo se van a desarrollar los distintos aspectos
sociales públicos del Estado, llevando estas decisiones programáticas a una
reducción, en más de un apartado, mermada y por tanto a una crisis que se ve
expresada principalmente el resultado de posicionar a nuestro país en un nivel tan
decadente (Cifras de PBI, Posiciones en comprensión lectora, etc.) pues, a criterio del
autor, se trata de implementar, tal como se hace en sistema jurídico, instituciones
importadas de otra realidad que en vez de fomentar el desarrollo educativo juegan un
papel en contra de este desarrollo, sobre todo considerando la ya mencionada
multiculturalidad presente en nuestro país; multiculturalidad que se expresa en idiomas
y costumbres que van a resultar incompatibles con el Sistema Educativo de carácter
único en inflexible que hoy por hoy impera. Aquí se centra una de las funciones más
infravaloradas y desconocidas del docente peruano, pues va a ser este quien va a
intentar, mediante sus propios recursos, subsanar las fallas del Sistema Educativo; así
por ejemplo, la mayoría de textos educativos básicos son impresos en español (Recién
en los últimos años se ha observado el avance en poder distribuir materiales
didácticos en idiomas diferentes al español pero que mantienen una importante
presencia demográfica, no obstante estos esfuerzos no han resultado suficientes) por
lo que el docente que labora en zonas en las cuales los educandos están ligados a un
idioma o dialecto distinto, debe por sí mismo, aprender este idioma para poder cumplir
su función de educador de una manera óptima, la misma lógica sigue los esfuerzos
por parte de los docentes a la adaptación de las diferentes cosmovisiones presentes y
que, bajo un sencillo razonamiento, podemos inferir que van a condicionar e incluso
cambiar el método de enseñanza, como es obvio estos métodos nuevamente difieren
(pero de manera acertada) del Sistema Educativo “Formal”.

Dentro de un aspecto más formal, es decir sin considerar las implicancias, sociales
(Aunque importantes sin duda alguna), podemos mencionar que la accidentada
geografía de nuestras regiones dificulta el acceso, hablando ya físicamente, de tanto
los educadores como educandos a los centros educativos, además que va dificultar,
en cuanto a los educandos, un pleno desarrollo biológico y psicológico necesario para
la correcta asimilación de los conocimientos. Desarrollo aparte merece también el
condicionamiento económico de los “Niños del Perú”, como nos mencionaría el
pedagogo Carlos Castillo Ríos y la conocida teoría de la “Pedagogía del Oprimido” de
Paulo Freire y estudios afines en la Pedagogía y Lucha de Clases que nos mencionan
que el nivel socioeconómico va a delimitar casi directamente el nivel educativo en
potencia (Tanto para educandos como educadores en retroalimentación).

IV.- La Huelga Docente y su Implicancias en la Estructura Social.

A pesar de que este punto ya se ha ido desarrollando a través del presente trabajo, el
objetivo de este apartado e fungir como conclusiones.

Siguiendo la organización de un Estado Neoliberal y los conceptos dialécticos de


Estructura Social (y conciencia social también) podemos observar que la aplicación de
derechos de tanta relevancia social como la Huelga o la Protesta van afectar el status
quo de la Estructura Social, consecuencia que no es negativa por sí misma, ya
después de todo los derechos laborales han sido conseguidos históricamente a base
Huelgas y Protestas que han llegado a dimensiones mucho mayores. Esta afectación
del status quo va a traer consigo en la mayoría de los casos que el Ente Estatal intente
restablecerlo mediante la modificación de la estructura formal; en este caso de ciertos
aspectos del Sistema Educativo que resultan, como ya hemos descrito, deficientes.

No obstante, el Ente Estatal puede también tomar acciones negativas, social y hasta
jurídicamente hablando; y han sido este tipo de acciones las que hemos venido
observando; citando como ejemplo desde la manipulación por parte de los medios de
comunicación (Véase el hecho de difundir la idea que el sector docente en huelga
busca mediante esta, no solo el aumento salarial, sino también el examen de
suficiencia; afirmación a todas luces sesgada ya que, como se ha aclarado en
reiteradas ocasiones que lo que se busca es adaptar esta evaluación al contexto en el
que los docentes laboran en realidad) hasta la represión policial.

Como conclusión y concatenación final, ha resultado evidente que la aplicación y


satisfacción de los Derechos Fundamentales van más allá de su mera presencia en el
etéreo, sino que necesitan ser garantizados por un conjunto programático que incluye
el acceso al Derecho Fundamental, la calidad óptima en su satisfacción y su
retroalimentación con el contexto social en específico.

"El caso del CAS", por José Luis Bonifaz

"Si bien es necesario estandarizar los derechos de los funcionarios públicos bajo un
mismo régimen, hay que hacerlo con sumo cuidado", refiere Bonifaz

El proyecto de ley que ordena el traslado de 275.000 trabajadores bajo el régimen de


Contrato Administrativo de Servicio (CAS) a la planilla del Estado y que fue aprobado
en la Comisión de Trabajo del Congreso demandaría un gasto anual de S/2.236
millones. El Ministerio de Economía y Finanzas podría observarlo debido a la carga
que representaría para las cuentas fiscales.

El CAS es un régimen especial de contratación laboral para el sector público, que se


rige por normas especiales. Los funcionarios bajo este régimen no perciben
gratificaciones, CTS, ni tienen derecho a vacaciones.

El CAS es de plazo determinado, pero puede ser prorrogado o renovado cuantas


veces considere la entidad contratante en función de sus necesidades. Si bien es
necesario estandarizar los derechos de los funcionarios públicos bajo un mismo
régimen, hay que hacerlo con sumo cuidado.

Debemos recordar que, en promedio, del 2000 al 2011, cada año han ingresado cerca
de 40.000 personas al Estado. Por otro lado, el gasto en personal aumentó cada año
en alrededor de S/1.000 millones (un promedio de 9% anual).

Así, en el año 2014, el gasto de personal fue de más de S/38 mil millones. Esto implica
un crecimiento de más del 72% en un corto período de cinco años. Así, en el año 2009
teníamos cerca de un millón de servidores civiles y hoy tenemos alrededor de 1,5
millones.

Del total de servidores públicos, 47% presta servicios en gobiernos regionales, 14% en
gobiernos locales y 39% en el gobierno nacional.

De otro lado, sin contar las carreras especiales, de cada 10 servidores que laboran
para el Estado, cuatro pertenecen al régimen CAS, cuatro al régimen de carrera
administrativa (Decreto Legislativo 276) y dos al régimen privado (Decreto Legislativo
728). Es decir, casi 40% de nuestros funcionarios son CAS.

¿Quién iba a poner orden en este desorden de contrataciones?

Pues Servir, que es la institución pública encargada de crear una verdadera carrera en
el sector público sobre la base de una ley dictada en el 2013.
Sin embargo, de las más de 2.000 entidades que deberán transitar por Servir solo 373
han comenzado el proceso. De estas, 168 están en la primera etapa y apenas una,
la ONP, acaba de culminar la tercera y deberá convocar concursos.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué ha ido tan lento? El proceso ha tenido trabas
principalmente debido a la falta de voluntad política.

Por eso le pedimos al Congreso no enmarañar más al sector público con leyes que
solo crearían forados fiscales. Lo que se debe hacer es respaldar la Ley Servir e
involucrar a todas las instituciones públicas bajo su ámbito. Se ha exonerado al propio
Congreso, Poder Judicial, Banco Central y a la Superintendencia de Banca de esta
ley.

¿Por qué? Recordemos que, para ingresar a la OCDE, el tener una carrera pública
meritocrática y transparente se convierte en un objetivo fundamental. Ojalá este nuevo
Gabinete mire con lupa el tema y enfrente este problema que le resta competitividad a
nuestra economía.

Legis.pe en su ciclo de entrevistas, recibió en sus instalaciones al abogado


laboralista José Luis Jara Bautista, quien disertó sobre los derechos de los
trabajadores pertenecientes al régimen CAS. Y absolvió las preguntas dejadas en la
caja de comentarios. A continuación pueden leer la transcripción de la entrevista y, la
final, ver el vídeo completo.

Para comenzar ya el tema que nos ha convocado el día de hoy, primero quisiera que
nos delimite qué regímenes laborales tenemos actualmente y cuáles serían los
elementos que distinguen a uno del otro.

Bien. En la administración pública el Estado contrata bajo diferentes modalidades,


pero dentro de estas modalidades emplea tres regímenes laborales generales. Es
decir tres regímenes laborales que vas a encontrar en cualquier institución, cualquier
entidad pública del norte, del sur o del centro, vas a encontrar esos regímenes
laborales que son: el régimen laboral de la carrera administrativa, conocido
como 276 y el más antiguo que existe actualmente porque es del año 1984, su
reglamento del año 90; dentro de este régimen laboral existen lo que son los
servidores de carrera y los servidores contratados que tienen una regulación especial.
También está el régimen laboral de la actividad privada, regulado por el Decreto
Legislativo 728 –el que usan las empresas es usado por el Estado–. Entonces con la
misma particularidad del Estado. Pero tenemos un régimen laboral, podríamos decir
que algo nuevo, porque ya este año cumple diez años de creación, ya no está tan
nuevo, que es el régimen CAS.

Lea también: Tratamiento de la prórroga automática en el régimen laboral especial


CAS. Análisis a partir del IV Pleno Jurisdiccional Supremo en materias Laboral y
Previsional

La diferencia entre esos tres regímenes laborales, lo notan los trabajadores, yo creo al
momento de fechas claves; por ejemplo el veintiocho de julio, fiestas patrias y navidad.
Unos trabajadores van a recibir un sueldo, una remuneración, que son los trabajadores
del régimen laboral de la actividad privada (278) mientras que, va a haber unos
trabajadores que van a recibir no una gratificación, hay trabajadores que lo llaman
gratificación, pero lo que reciben es un aguinaldo. Entonces el aguinaldo son
trescientos soles y los aprueban todos los años bajo la Ley de Presupuesto y todos
los años por esas fechas sale una norma que te regula los requisitos para recibir los
aguinaldos. Estos aguinaldos les corresponden a los trabajadores de la Ley de Bases
de la Carrera Administrativa, es decir los 276 y los trabajadores CAS. Entonces hay
una diferencia por lo menos en las fechas de fiestas patrias y navidad.

Lea también: Ya es oficial: Otorgan de manera excepcional y por única vez


bonificación al personal administrativo y jurisdiccional del PJ y del Ministerio Público

O sea los 728 no reciben aguinaldo.

No, ellos reciben una gratificación, un sueldo. Eso es durante el transcurso de la


relación laboral. Durante ese transcurso, si el trabajador del régimen laboral de la
actividad privada 728 tiene un hijo, menor de edad, tiene derecho a una asignación
familiar, que es el diez por ciento de la remuneración mínima vital, que ahora son
ochenta y cinco soles. Mensualmente junto con su remuneración reciben ochenta y
cinco soles. Mientras que va a haber otros trabajadores que no van a tener ese
beneficio. Los trabajadores 276 que habíamos dicho que habían nombrados y
contratados, sólo los nombrados perciben un beneficio que no es la asignación familiar
sino uno que se llama bonificación familiar, que es un monto más chiquito que los
ochenta y cinco soles. Luego tenemos a nuestros amigos CAS, que no reciben nada.
Ahí está también la diferencia.

Lo que me preguntan siempre es si cuando termina la relación laboral (renuncia, no


renovación de contrato) si reciben o no liquidación. Y ya lo voy adelantando, los CAS
no tienen derecho a la compensación por tiempo de servicio. Me imagino que más
adelante vamos a ver con más detalle. Pero los trabajadores del sector privado sí
tienen ese derecho, no sólo lo tienen, sino que el Estado igual que el empleador
privado hacen depósitos semestrales, cada seis meses hacen un depósito de su CTS
en una entidad financiera, en un banco o una caja de repente. Mientras que los
trabajadores 276 tiene una CTS, pero el Estado no la deposita al banco sino actúa
como depositario, es decir, el día que vas a dejar de trabajar yo te voy a liquidar y te
voy a pagar. No te voy a pagar intereses, como lo harían en un banco y no te voy a
liquidar el monto que yo le liquido a un 728, sino en base a un monto pequeño.
Mientras que la remuneración de un 728 es una remuneración integra en el caso de la
remuneración de un 276 está conformada por una suma de varios conceptos.

Conozco a personas que incluso han trabajado veinte años y ganan doscientos,
quinientos soles. ¡Imagínate! La diferencia de un trabajador 728 con los
trabajadores CAS que no tienen ese beneficio. Los CAS, simplemente no tienen ese
beneficio. El único beneficio que tienen es que al finalizar su relación laboral es el
pago de sus vacaciones. Si es que no ha gozado de sus vacaciones, recibe sus
vacaciones y si no completó el año unas vacaciones truncas. Es decir menos de un
sueldo.

¿Cómo se ingresa al régimen CAS? Tienen que pasar previamente por un concurso
¿verdad? Una persona no puede ser designada a dedo o por resolución como
trabajador CAS.
No, justamente esa pregunta me hace recordar que cuando recién surge el CAS en el
año dos mil ocho, el CAS surge para solucionar el problema del empleado público,
porque habían demasiados servicios no personales, personas que trabajan para el
Estado y emitían recibos por honorarios y no estaban en planillas, pero firmaban un
cuadernito de ingreso y salida que lo escondían para que no se haga un proceso
judicial. Pero igual a ese cuadernito le sacaban copia, lo presentaban al juzgado y
ganaban su proceso judicial. Entonces el Estado entre otras razones justamente
buscó, ideó este régimen laboral, justamente para evitar seguir perdiendo procesos
judiciales. Fue un mecanismo para parar esta avalancha de procesos judiciales
perdidos, ya que se contrate bajo los servicios no personales y se contrate bajo este
contrato administrativo de servicios.

Al inicio no era una relación laboral, al inicio decían «No ustedes no son trabajadores
ah. Ustedes no tienen vacaciones, tienen un descanso físico.» Entonces el CAS del
dos mil ocho no es el mismo CAS que tenemos actualmente. Porque el CAS ha
pasado hasta por tres etapas. Primero se decía que no eran trabajadores sino
prestadores de servicios bajo una modalidad que les concedía ciertos derechos
mínimos. Y para ingresar a este régimen, deberían sentirse agradecidos, deben
ingresar por concurso público. Ojo las personas que ya habían trabajado varios años
por servicios no personales, es decir, que ya habían ganado estabilidad, pueden pasar
en forma directa. Entonces se les dio esa posibilidad a esas personas. Obviamente al
Estado le convenía, y muchas personas lo hicieron porque sacaron su cuenta y
dijeron: «¿cuánto me va a demorar? Un año, dos años». Y durante ese año cómo lo
pasa mi familia, cómo lo paso yo. Entonces muchos se vieron forzados a firmar esos
contratos CAS sin concurso. Se llamaba CAS por sustitución, sustituir un contrato de
servicios no personales por un contrato CAS. Ya después del año dos mil ocho para
adelante todos ingresan por CAS a través de un concurso público, transparente.

En el desarrollo de sus labores, digamos, tiene un problema y quiere pedir un permiso


o una licencia. ¿Nos podría decir cómo funcionan estas instituciones con las personas
que están laborando bajo este régimen?

En relación con los permisos y las licencias, como tú lo dices al comienzo, no eran
considerados como un régimen laboral sino que pasa por varias etapas, entre ellas la
más conocida es la sentencia del Tribunal Constitucional que dice que era
inconstitucional y que debíamos crear un régimen laboral. Y a partir de eso sucedieron
cambios, que se modificó incluso el reglamento del CAS y salió una ley de eliminación
progresiva en el año dos mil doce. Pero, de hecho no eliminaron nada y ha ido
subiendo progresivamente.

Dicen que hay quinientos mil trabajadores que están bajo este régimen.

Ello representa un cuarenta por ciento de los trabajadores del Estado. Es decir más
que los de la Ley 276 y de la Ley 728. Actualmente es el régimen más usado. Como
decías esta ley de eliminación progresiva, la Ley 20849, que salió el año dos mil doce
incorporó el tema de varios beneficios laborales. Y a partir de esta norma ya decían los
CAS sí son trabajadores formalmente. Es decir expresamente se les reconocía.
Porque al inicio sólo a nivel jurisprudencial se aseveraba ello.
Y se ha reconocido todas las licencias que correspondan a los trabajadores de los
regímenes 728 y 276 les van a ser extensibles a los CAS, entonces de repente un
trabajador podría solicitar una licencia sin goce de remuneraciones, o una licencia por
fallecimiento. Para eso se tiene que seguir las mismas reglas de juego que un 276 o
un 728, obviamente con algunas limitaciones. Ojo que la norma regula el tema de las
licencias, no te dice permisos. Justamente hice un video sobre permiso y me
preguntaban «Doctor Jara ¿puedo pedir licencia por estudios igual que otros
trabajadores?» Pero ojo, las licencias son por días, los permisos son por horas. Y la
norma no ha dicho nada de las horas.

Es decir una persona bajo el régimen CAS no tiene derecho a permisos.

No tendría derechos para ejercer la docencia o para realizar estudios que sí tiene un
trabajador 276 y sí lo regula su norma. Entones ahí debemos tener mucho cuidado ya,
porque siempre se presentan esas confusiones. Licencia es una cosa y permiso es
otra cosa.

Ahora por lo general las personas que trabajan bajo este régimen van renovando cada
tres meses, cada tres meses llevas tu adenda, te lo firman. Pero más o menos uno
sabe que cada tres meses va a tener que firmar. Pero ¿qué pasa si el empleador se
olvida de traernos nuestra adenda y nosotros seguimos laborando?, ¿nos convertimos
en 728?

Seguramente las personas que nos están viendo están cruzando los dedos para el
CAS.

Te diré que el tema que has tocado implica desarrollar el tema de la prórroga
automática. La prórroga automática significa que eres un CAS contratado y tu contrato
obviamente tiene un plazo de vigencia y continúas trabajando y tu empleador se olvidó
de hacerte firmar tu renovación o tu prórroga: dentro del año fiscal –de enero a
diciembre- adenda de prórroga. Para pasar a otro año fiscal: adenda de renovación.

Pero lo que te decía la prórroga automática a pasado hasta por dos etapas. Al inicio no
existía esta figura de prórroga automática que es la presunción de que si continúas
trabajando en una entidad pública y eras CAS, pero trabajas con un contrato CAS
vencido, se presume que tu contrato se ha ampliado automáticamente la vigencia. Al
inicio no existía eso. Y es el Tribunal Constitucional el que incorpora esta figura y a
muchos se les pasa ese detalle. Y después el TC dice: «La prórroga automática no es
compatible con este régimen laboral por los derechos de los trabajadores».
Demasiado tarde, con el Decreto Supremo 065-2011 se incorpora la prórroga
automática a nuestro ordenamiento jurídico. Y el tribunal constitucional ha dado luz
verde para esa figura, a pesar de que había cambiado de criterio. Entonces en el dos
mil once se incorpora formalmente o expresamente la figura de prórroga automática de
la presunción de la extensión al plazo de vigencia. Pero en el dos mil catorce hubo un
cambio con el segundo pleno jurisdiccional supremo en materia laboral. En la cual
señalaba que si continuabas trabajando sin contrato o con contrato vencido no se
daba la prórroga automática. Es decir que si bien el período pasado es válido podrías
empezar a contar los meses para ganar estabilidad laboral, es decir para tener un
contrato a plazo determinado.
¿Cuál de estas posiciones es la que predomina actualmente?

Esa fue la del año dos mil catorce, pero en el año dos mil dieciséis cambio otra vez la
figura y actualmente se dijo: No, sí existe la prórroga automática. Es decir la figura
recogida en el Decreto Supremo 064-2011-PCM sí existe y quiere decir que si en la
actualidad tú tienes un contrato CAS pero se olvidaron de hacerte firmar la renovación,
igual tú estás dos meses, tres meses, cuatro meses, y tú dices «ya soy estable».
Entonces te doy la mala noticia de que la prórroga es automática. Hay que decir que el
mismo plazo de tu contrato o adenda pasada automáticamente se
entiende prorrogado. Entonces ampliado automáticamente por el mismo período. Eso
va para las personas que piensan que trabajar sin contrato ya los hace estables o ya
desnaturalizan su contrato.

Y ahora qué pasa si laboro más de un período. Por ejemplo si yo firmaba mi contrato
cada dos meses. O cada mes y laboro sin contrato dos meses seguidos firmando sin
la adenda correspondiente, ¿se sigue prorrogando de manera consecutiva?

En realidad ahí estaríamos ante la prórroga de la prórroga, que no existe.

Yo considero que ahí podría hacerse una buena defensa. Y decir: la primera prórroga
te la paso, pero la segunda prórroga de la prórroga, no está regulada expresamente. Y
por ahí podría haber un argumento para poder ganar estabilidad laboral de repente.
Porque es muy diferente de cuando a ti te prorrogan formalmente con una adenda y
pasa un mes, dos meses, o un año ya dos años o casi los diez años y no hay límites
para prorrogar en forma escrita. Pero no está regulado la prórroga automática de la
prórroga automática. Es un dato para tenerlo en cuenta para personas en esta
situación.

El otro detalle es de que para la prórroga automática hay dos requisitos: que haya
vencido tu contrato y que sigas trabajando con el contrato vencido.

El empleador tiene la obligación de comunicarte cinco días hábiles antes del


vencimiento, debe decirte “sabes qué ya no voy a renovar tu contrato”. Entonces
digamos que no te comunica, se olvidó de comunicarte, llegó el último día del contrato,
pero tampoco me han hecho firmar mi contrato y no me han comunicado el
vencimiento, así es que yo voy a trabajar el siguiente mes normal. Porque yo escuché
que la prórroga automática se daba y se prorroga en forma automática por el mismo
plazo de vigencia del último contrato. El contrato le daba, digamos, dos o tres meses.
Pero llega el día y no te dejan ingresar ¿se dio la prórroga automática o no? Es decir
se venció tu contrato de trabajo pero el empleador no te notificó. Mucha gente piensa
que ahí se ha dado la prórroga automática, cuando no se ha dado. Porque el requisito
para la prórroga automática son dos como te decía: que haya vencido tu contrato y
que hayas continuado trabajando. Pero si no trabajas por lo menos un día más no se
dio la prórroga automática.

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