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Contaminación por arsénico en suelos afectados por actividades mineras del


sector oriental de la sierra de Guadarrama (España)

Conference Paper · October 2010

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5 authors, including:

F. Garrido Javier Garcia-Guinea


Spanish National Research Council The National Museum of Natural Sciences
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Contaminación por arsénico en suelos afectados por actividades mineras del sector
oriental de la Sierra de Guadarrama (España)

RECIO-VÁZQUEZ L. 1, CARRAL P. 2, ÁLVAREZ A. 2,


GARRIDO F.1, GARCÍA-GUINEA J.3
1
Centro de Ciencias Medioambientales (CSIC), Serrano, 115B 28006 Madrid, España. E-mail:
lorena.recio.vazquez@gmail.com
2
Departamento de Geología y Geoquímica, Facultad Ciencias, Universidad Autónoma Madrid, Cantoblanco, 28049 Madrid,
España.
3
Departamento de Geología, Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), José Gutiérrez Abascal 2, 28006 Madrid,
España.

Resumen

La minería extractiva, asociada a los yacimientos de sulfuros metálicos en la Sierra Norte de


Madrid, desarrollada a mediados del siglo XX, dejó una gran cantidad de escombreras
abandonadas que actualmente suponen un foco de contaminación para los suelos y los
recursos hídricos de la región. Con el objetivo de cuantificar el impacto de la minería sobre el
suelo, se seleccionó una finca localizada en el término municipal de Guadalix de la Sierra
(Madrid, España) con alta presencia de escorias de una antigua fundición minera. Se tomaron
muestras de minerales y rocas depositadas en las escombreras para su posterior análisis por
DRX, así como de los diferentes horizontes de los perfiles estudiados. En laboratorio, se
determinaron las propiedades físicas y químicas diagnósticas para su posterior clasificación
según la WRB (2006). Se determinaron las concentraciones totales de arsénico (As) en cada
horizonte y se realizó el fraccionamiento secuencial para el horizonte superficial por el
método de la BCR. La DRX reveló la existencia mayoritaria de fragmentos de arsenopirita
alterada a escorodita y jarosita en las escombreras. La descripción de campo y la
determinación de las propiedades físico-químicas del suelo permitieron clasificarlo como
Tecnosol espólico tóxico. Las concentraciones totales de As detectadas fueron muy elevadas a
lo largo de todo el perfil, encontrándose valores de hasta 16527 mg·kg-1 en el horizonte
superficial. La distribución del As en las diferentes fracciones del suelo apunta a que éste se
encuentra mayoritariamente retenido en la fracción residual (78%), formando parte de la
estructura de los minerales primarios y secundarios del suelo, unido a la materia orgánica
(11%) y a los oxi-hidróxidos de Fe y Al (10%). La cantidad de As presente en forma
fácilmente intercambiable o soluble, aunque apenas representa un 1%, implica que existe una
gran cantidad de As fácilmente biodisponible en el suelo. Estos resultados sugieren que nos
encontramos ante un suelo altamente contaminado debido a la alteración y posterior
dispersión de los residuos mineros abandonados en las escombreras y destacan la necesidad
de llevar a cabo tareas de descontaminación en la zona.

Palabras clave
Arsénico, minería, especiación, Tecnosol.

IV Congreso Ibérico de la Ciencia del Suelo

El suelo: Funciones y Manejo


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1. Introducción

La ubicuidad del arsénico en el medio ambiente se debe a causas naturales, si bien es


cierto que su presencia se ve amplificada por la actividad humana, responsable de problemas
de contaminación a escala local. Las mayores concentraciones de arsénico en la naturaleza se
presentan en asociación con diversos minerales, principalmente sulfuros, ya que se trata un
elemento calcófilo (Leermarkers et al., 2006). Así, es posible encontrar diversos minerales de
arsénico como la arsenopirita (FeAsS), oropimente (As2S3) o rejalgar (As4S4), asociados a
otros minerales de interés comercial como la galena (PbS), esfalerita (ZnS), calcopirita
(CuFeS2), pirita (FeS2), wolframatos [(Fe,Mn)(WO4), (FeWO4), (PbWO4)], e incluso en
mineralizaciones de estaño, plata y oro (Lázaro et al., 1997). El escaso valor económico que
en el pasado se otorgaba a los minerales de arsénico encontrados en este tipo de yacimientos,
es responsable de que, en la actualidad y a lo largo de todo el mundo, existan grandes
cantidades de residuos de mina abandonados en escombreras. Si este tipo de residuos quedan
expuestos durante el suficiente tiempo a las condiciones ambientales, el mineral se torna
inestable y se produce su oxidación, con la consiguiente liberación de arsénico y
contaminación del medio próximo (Filippi, 2004). Este proceso constituye la principal fuente
antropogénica de arsénico en el suelo y su impacto en algunas zonas del mundo resulta
especialmente problemático, no sólo desde el punto de vista ambiental, sino también por sus
repercusiones sobre la salud humana (Liu et al., 2010; Salvarredy-Aranguren et al., 2008; Lee
et al., 2006; Rapant et al., 2006; Peplow & Edmons, 2004; Flynn & Meharg, 2003).

Para conocer hasta qué punto un suelo puede estar contaminado por un elemento tóxico
es necesario disponer de información sobre sus niveles de referencia. El contenido medio total
de arsénico en suelos no contaminados se encuentra en torno a los 5 – 6 mg·kg-1, con un
rango típico de entre 0.1 – 40 mg·kg-1 (Tamaki & Frankenberger, 1992). No obstante, estos
valores varían en función del área geográfica en el que nos encontremos: en las regiones
sometidas a procesos de vulcanismo reciente el promedio de concentración de arsénico se
encuentra en torno a 20 mg·kg-1; los suelos derivados de rocas sedimentarias ricas en
arsénico, pueden presentar un valor de 20 – 30 mg·kg-1; y los suelos desarrollados sobre
material granítico o esquistoso con mineralizaciones de arsénico importantes pueden llegar a
contener concentraciones muy elevadas e incluso superiores a los 250 mg·kg-1 (Wang &
Mulligan, 2006). En el caso concreto de los suelos de la Comunidad de Madrid desarrollados
sobre rocas metamórficas, donde se ubica el presente trabajo, el valor de fondo definido para
el arsénico es de 51 mg·kg-1 (de Miguel et al., 2002).

Aunque es indudablemente importante conocer el contenido total de arsénico en el


suelo, este dato no proporciona ninguna información acerca de la distribución del elemento en
el equilibrio sólido-líquido y su movilidad potencial hacia otros compartimentos. Para la
evaluación de un proceso de contaminación, los análisis de especiación aportan una
información crucial acerca de las características ecotoxicológicas (reactividad,
biodisponibilidad, toxicidad, movilidad, etc.) de los contaminantes, ya que los elementos traza
pueden aparecer en el suelo en diferentes estados de solubilidad y movilidad en función de su
interacción con las fases sólidas del mismo (Van Herreweghe et al., 2003).

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2. Objetivos

El ámbito geográfico donde se enmarca la zona de estudio, se trata de un área


tradicionalmente dedicada a la minería debido a la presencia de numerosos yacimientos
metálicos de gran valor comercial como la plata, el cobre, el estaño o el wolframio. En este
marco geológico resulta por tanto habitual, encontrar antiguas minas abandonadas en las que
los residuos mineros aun permanecen en su ubicación original. El presente trabajo se centra
en una zona minera especialmente perturbada por la actividad extractiva con el objetivo de
conocer el grado de contaminación que presentan los suelos y hasta qué punto esa
contaminación podría suponer un riesgo para los demás recursos naturales.

3. Metodología

Zona de estudio

La zona de estudio del presente trabajo se localiza en el término municipal de Guadalix


de la Sierra, situado al norte de la Comunidad de Madrid (España), en la vertiente sur del
sector oriental de la Sierra de Guadarrama. Concretamente, el muestreo se llevó a cabo en una
finca llamada “El Verdugal” de coordenadas geográficas 40º45’20’’N, 3º40’30’’O (Figura 1),
donde se ubican una serie de filones pneumatolíticos hidrotermales de Sn-W con
mineralizaciones de arsenopirita, casiterita y moscovita. A unos 60 metros de los filones se
encuentra una antigua fundición en ruinas donde se aprovechaba la mena al tiempo que la
ganga quedaba acumulada en las escombreras asociadas a la fundición. Actualmente, estas
escombreras permanecen en su ubicación original, donde los residuos mineros se encuentran
ampliamente diseminados ocupando una extensión aproximada de unos 300 m2.

Figura 1. Mapa de localización de la zona de estudio

De cara a una futura interpretación de los resultados de dispersión de la contaminación,


cabe destacar que la finca está atravesada por varios arroyos de escaso caudal entre los que
destacan, por su proximidad a los puntos de muestreo, el arroyo del Horcajo y el arroyo de
Valdemoro, así como numerosos regueros de tipo estacional.

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Trabajo de campo

Se tomaron muestras de los residuos mineros depositados sobre las escombreras (Figura
2) para su posterior caracterización mineralógica. Estos residuos se componen
mayoritariamente de un material pulverulento, de color verde-grisáceo y tacto untoso, muy
extendido por toda la zona de estudio; así como de una serie de fragmentos minerales de
tamaño variable (2 – 15 cm) en los que a simple vista pueden diferenciarse diferentes fases
minerales.

Figura 2. Fotografía de la antigua fundición en ruinas rodeada de las escombreras en la finca “El Verdugal”

Por su parte, la toma de muestras de suelo tuvo lugar tras un previo reconocimiento de
la zona y selección de los puntos más representativos. Se procedió a la apertura de los perfiles
para la diferenciación de horizontes y se llevó a cabo la descripción macromorfológica del
suelo. En cada punto seleccionado para el muestreo, se tomaron muestras de todos los
horizontes y se llevaron a cabo tres réplicas espaciales de cada muestra, separadas de su
original unos 50 – 70 cm.

Análisis mineralógicos

Las muestras minerales tomadas de las escombreras fueron caracterizadas por


Difracción de Rayos X (DRX) mediante un difractómetro Philips PW-1710/00, empleando la
radiación Kα del Cu y un monocromador secundario (filtro de Níquel). La intensidad y el
voltaje del tubo generador de rayos X se ajustaron en todas las medidas a 40 mA y 40 KV
respectivamente. Los difractogramas se registraron para el intervalo 2 entre 3 y 65º, con una
velocidad de paso de 7º/min y un tiempo de acumulación de 0.5 segundos. El procedimiento
de búsqueda de coincidencia cualitativa se apoyó en las bases de datos ICDD-PDF2 y
DIFDATA.

Análisis edafológicos

Las propiedades fisicoquímicas se determinaron sobre las muestras de suelo seco y


pasado por tamiz de 2 mm. La clase textural se determinó por el método del densímetro
(Bouyoucos, 1962). La densidad real, la densidad aparente y la porosidad según metodología
propuesta por Blake & Hartge (1986). El color del suelo fue determinado en seco y en
húmedo por comparación con patrones de color (Munsell, 1975). El pH se midió en relación
1:2.5 (Chapman & Pratt, 1961) y la conductividad eléctrica en relación 1:5 (Bower & Wilcox,
1965). El contenido de carbonato cálcico de las muestras se estimó por reacción con ácido

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clorhídrico y posterior volumetría con hidróxido sódico (Allison & Moodie, 1965). La
capacidad de intercambio catiónico (CIC) fue determinada por el método propuesto por
Hendershot & Duquette (1986) y la concentración amonio se valoró mediante electrodo de
ión selectivo. Las bases de cambio del suelo (Ca2+, Mg2+, Na+ y K+) fueron desplazadas por
sucesivas extracciones con una solución 1M de acetato amónico a pH 7 con posterior
cuantificación mediante espectrofotometría de absorción atómica. El contenido de materia
orgánica de los dos primeros horizontes de cada perfil fue estimado por oxidación parcial en
húmedo (Walkley and Black, 1934).

Contenidos totales y especiación del arsénico en el suelo

Con el fin de comparar las cantidades de arsénico presentes en los suelos de la zona de
estudio con los límites establecidos por la legislación vigente, se han determinado las
cantidades totales del elemento en cada uno de los horizontes de tres de los perfiles
muestreados, mediante digestión con aqua regia según el procedimiento establecido en la
norma ISO 11466 (1995).

Sobre las mismas muestras se ha realizado un estudio de especiación del arsénico en las
diferentes fases del suelo siguiendo el procedimiento revisado de la Community Bureu of
Reference (BCR) (Mossop & Davidson, 2003). Este procedimiento consta de tres etapas que
permiten diferenciar entre las siguientes fracciones: (i) fracción soluble en agua,
intercambiable y unida débilmente; (ii) fracción unida a los oxi-hidróxidos de Al, Fe y Mn;
(iii) fracción unida a la materia orgánica; y (iv) fracción residual incorporada en la estructura
interna de los minerales primarios o secundarios. La metodología de extracción parte de 1 g
de suelo y las diferentes etapas experimentales aparecen resumidas en la Tabla 1.

Tabla 1. Esquema de la metodología experimental adoptada para el estudio de la especiación del arsénico en las diferentes
fases del suelo (procedimiento revisado de la BCR).
Tiempo de agitación y
Etapa Fases del suelo Extractante
temperatura

I Soluble en agua, 40 mL de CH3COOH 0.11M 16 h a temperatura ambiente


intercambiable y
unida débilmente

II Oxi-hidróxidos de 40 mL de HONH2 · HCl 0.5M (pH 1.5) 16 h a temperatura ambiente


Al, Fe y Mn

III Materia orgánica 10 mL de H2O2 30 % (pH 2) 1 h a temperatura ambiente y


1 h a 85ºC
10 mL de H2O2 30 % (pH 2) 1 h a 85ºC
50 mL de NH4OAc 1M (pH 2) 16 h a temperatura ambiente

(Modificado de Mossop & Davidson, 2003)

Los procedimientos de extracción total, extracción secuencial BCR y respectivos


blancos, se realizaron por triplicado. Los extractos resultantes se conservaron a 4ºC en botes
de polietileno herméticos hasta la determinación de las cantidades de arsénico mediante
espectrometría de emisión atómica (ICP-AES) en un Perkin Elmer OPTIMA 4300DV, con un
límite de detección para el arsénico de 4 µg·L-1.

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4. Resultados

Composición mineralógica de las muestras de las escombreras

Los análisis de DRX sobre las muestras del material pulverulento, han permitido
identificar dos minerales mayoritarios en todas ellas: escorodita [FeAsO42H2O] y jarosita
[KFe3(SO4)2(OH)6]. Ambos son minerales secundarios que se forman como resultado de una
serie de procesos de oxidación de los sulfuros arsenicales largamente expuestos a un ambiente
oxidante (Foster et al., 1998).

Estos resultados son coherentes con los análisis llevados a cabo sobre los fragmentos
minerales tomados de las escombreras, los cuales revelan que, en la mayoría de las muestras
estudiadas, las tres fases minerales predominantes son el cuarzo, la arsenopirita y la
escorodita. La presencia de cuarzo y arsenopirita se explica por la propia naturaleza
hidrotermal de las muestras que, antes de su explotación minera, formaban parte de los filones
pneumatolíticos referidos anteriormente. Por su parte, la escorodita es un mineral secundario
frecuente en este tipo de mineralizaciones ya que es un producto de la alteración de los
sulfuros arsenicales y por lo tanto, suele aparecer formando costras verdosas sobre la
superficie de los arseniuros (Craw et al., 1999). La Figura 3 recoge una fotografía de una de
las muestras empleadas para los análisis de DRX antes de su destrucción, así como los valores
medios de abundancia relativa de las fases minerales identificadas.

Figura 3. (a) Fotografía de una de las muestras empleadas para los análisis mineralógicos de los residuos mineros. (b)
Resultados de los análisis de DRX sobre cada una de las fases minerales identificadas.

Propiedades morfológicas y fisicoquímicas del suelo

El marco edafológico en el que se halla encuadrada la zona de estudio, se caracteriza


por una serie de suelos desarrollados sobre rocas metamórficas (esquistos, gneises, pizarras,
cuarcitas, etc.), incluyendo pequeñas extensiones de coluviones y conos de deyección situados
sobre estos materiales. De forma genérica, los suelos naturales que aparecen en este ámbito
geográfico han sido clasificados como Cambisoles húmicos, Leptosoles dístricos y Leptosoles
úmbricos (de Miguel et al., 2002). Sin embargo, la zona en la que se ubica el presente trabajo
se encuentra totalmente perturbada por la actividad antrópica, de modo que los horizontes
primitivos del suelo han quedado eliminados total o parcialmente. Adicionalmente, una
característica destacable de estos suelos es la gran abundancia de residuos mineros, cenizas y

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escorias de fundición, que ocupan un 30 – 40% del volumen total de los horizontes
superficiales.
Cada uno de los perfiles estudiados muestra características muy heterogéneas debido,
precisamente, a la perturbación introducida por la actividad minera. A grandes rasgos, se han
podido identificar tres horizontes: (i) un horizonte Ap (2 – 15 cm) de color marrón claro y con
gran actividad biológica, fuertemente marcado por la presencia de artefactos de diferente
tamaño, que se apoya gradualmente y de forma irregular en (ii) un horizonte Bw (40 – 60 cm)
de color pardo-rojizo, también con gran número de artefactos en su composición y con un
límite difuso e irregular con respecto al (iii) horizonte C, constituido por gneises ligeramente
alterados que aun conservan la apariencia de la roca.

Los resultados de los análisis físicoquímicos del suelo aparecen recogidos en la Tabla 2.
Las propiedades físicas más relevantes están relacionadas con la textura del suelo, definida
entre la clase textural franco arenosa y franco arcillo limosa, por lo que se trata de un suelo
con una buena capacidad de drenaje y, por tanto, una buena aireación. Esta facilidad de
difusión del aire en el suelo se ve favorecida por la elevada porosidad del horizonte
superficial (54%). En cuanto a las propiedades químicas, cabe destacar el hecho de que nos
encontramos frente a un suelo entre moderada y ligeramente ácido, con un importante
contenido de materia orgánica en el horizonte superficial (7.4%) y con elevados valores de
CIC.

Tabla 2. Valores medios de las principales propiedades fisicoquímicas del suelo en la zona de estudio.

Horizonte Ap Bw C
Profundidad (cm) 0 – 15 15 – 60 > 60
Arcilla (<0.002 mm, %) 8 22 18
Limo (0.05–0.002 mm, %) 23 25 19
Arena (2–0.05mm, %) 69 53 63
Clase textural Franco arenosa Franco arcillosa Franco arcillo limosa
Densidad aparente (Mg·m-3) 0.93 1.84 1.95
Densidad real (Mg·m-3) 2.00 2.33 2.27
Porosidad (%) 54 21 14
Color (seco) 10YR 3/2 2.5Y 7/4 10YR 6/3
Color (húmedo) 10YR 2/2 10YR 4/6 10YR 5/6
CaCO3 (%) - - -
pH (w/s 1:2.5) 5.6 6.1 5.8
C.E. (dS·m-1 to 25ºC) 6. 16 · 10-2 5.92 · 10-2 4.85 · 10-2
CIC (cmolc·kg-1) 125.0 172.2 180.6
Saturación en bases (%) 11.8 15.7 9.4
Materia orgánica (%) 7.4 1.2 No determinada

Contenidos totales y especiación del arsénico en el suelo

Los contenidos medios totales de arsénico en los horizontes Ap, Bw y C de los tres
perfiles seleccionados para el estudio de contaminación, aparecen recogidos en la Figura 4.

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Figura 4. Contenidos totales de arsénico (mg·kg-1 de peso seco) en los horizontes Ap, Bw y C de los tres perfiles
seleccionados para el estudio de contaminación.

Por su parte, los resultados del procedimiento de extracción secuencial revelan que sólo
existen valores detectables de arsénico en aquellos extractos en los que se partió de muestras
del horizonte superficial del suelo. Por esta razón no se dispone de datos sobre la especiación
del arsénico en los horizontes Bw y C. En cuanto a los resultados de dicha especiación en las
muestras del horizonte Ap éstos aparecen recogidos en la Tabla 3.

Tabla 3. Valores medios de especiación del arsénico (mg·kg-1 peso seco) en las muestras del horizonte superficial del suelo
calculados tras la aplicación del procedimiento de extracción secuencial de la BCR.

Fracción Soluble en agua, Asociada a oxi-


Asociada a
intercambiable y hidróxidos de Al, Residual Total
materia orgánica
Muestra unida débilmente Fe y Mn
Ap1 178 1872 1561 12419 16030
Ap2 197 1682 1643 17527 21049
Ap3 205 1836 1601 8860 12502
Media 193 1797 1602 12935 16527

5. Discusión

Procesos de de alteración de los residuos mineros

Los resultados de los análisis de DRX sobre las muestras de las escombreras ponen de
manifiesto que los residuos de mina de la zona se encuentran sometidos a procesos de
alteración importantes debido a su exposición a las condiciones ambientales. Los sulfuros
arsenicales se encuentran marcadamente sustituidos por fases secundarias como la escorodita
o la jarosita, que crecen a expensas del mineral primario en sus bordes y fracturas. La
formación de estas fases secundarias ocurre como consecuencia de la oxidación y posterior
disolución de la arsenopirita en contacto con una solución acuosa, y se ve magnificada cuando
dicha solución se encuentra cargada de especies oxidantes como en el caso de las aguas de
escorrentía que circulan próximas a los residuos mineros (Olias et al., 2004). La solución
formada por disolución del sulfoarseniuro penetra en el cuerpo mineral, donde se enriquece en
As5+ y Fe3+, y finalmente precipita como un cemento secundario (Foster et al., 1998).

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Tanto la escorodita como la jarosita son fases minerales secundarias de mayor


solubilidad que la arsenopirita lo cual, unido a la condición de encontrarse como material
pulverulento diseminado por toda la superficie de la zona de estudio, hace que exista un alto
riesgo de dispersión del arsénico en el medio natural convirtiendo a las escombreras en focos
de contaminación a escala local.

Impacto de la contaminación sobre los suelos de la zona de estudio

Los contenidos totales de arsénico en los horizontes Ap, Bw y C de los perfiles


seleccionados para el estudio de contaminación superan en todos los casos el nivel de fondo
establecido para los suelos desarrollados sobre rocas metamórficas (51 mg·kg-1) (de Miguel et
al., 2002). Más aun, estos valores son muy superiores a la cantidad de arsénico fijada como
valor límite para suelos no contaminados de uso forestal o ganadero en la legislación vigente
de la Comunidad de Madrid (Orden 2770/2006). Mientras que el valor límite está establecido
en 24 mg·kg-1, los suelos estudiados presentan contenidos totales medios superiores a 16500
mg·kg-1 en los horizontes Ap, 190 mg·kg-1 en los horizontes Bw y 90 mg·kg-1 en los
horizontes C. Estos resultados apuntan a que el suelo afectado por la actividad minera se
encuentra gravemente contaminado.

Por otra parte, destaca el notable contraste entre las cantidades de arsénico detectadas en
los horizontes superficiales y las cantidades halladas en los horizontes subsuperficiales: el
horizonte Ap contiene 90 y 170 veces más arsénico que los horizontes Bw y C,
respectivamente. Esta comparativa confirma el hecho de que la contaminación del suelo no
obedece a causas naturales, sino que procede de los residuos mineros de las escombreras.

La marcada influencia antrópica se hace también patente en las características


morfológicas del perfil. Debido a la importante cantidad de artefactos inmersos en el suelo y a
la influencia de los mismos sobre todas sus propiedades, la clasificación según la WRB
(FAO, 2006) permitiría definir el suelo de estudio como Tecnosol espólico tóxico.

Especiación del arsénico en las diferentes fracciones del suelo

Puesto que sólo ha sido posible obtener resultados de las concentraciones de arsénico
unidas a las diferentes fracciones del suelo para los horizontes superficiales, cabe concluir que
en los horizontes Bw y C de la zona de estudio, el arsénico aparece fundamentalmente en la
fracción residual del suelo (probablemente como fragmentos de arsenopirita y minerales
secundarios), la cual es la fracción menos preocupante desde el punto de vista de la
contaminación debido a su escasa movilidad. Es muy común en suelos contaminados
históricamente que los metales aparezcan exclusivamente en esta fracción (Voigt et al., 1996).

Por su parte, los resultados del fraccionamiento en los horizontes Ap señalan que,
también en este caso, la fracción residual es la que mayor cantidad de arsénico retiene (78%)
subrayando el papel condicionante de los artefactos mineros inmersos en el suelo. A pesar de
la baja movilidad de dicha fracción, ésta representa un foco de arsénico en el ambiente a largo
plazo, especialmente en el caso de estudio, en el que se ha comprobado que los residuos
mineros se encuentran altamente alterados hacia formas más solubles.

La fracción oxidable del suelo, representada fundamentalmente por la materia orgánica,


resulta especialmente relevante en el suelo de estudio, pues la proporción de arsénico retenida
en la misma supone un 11% del total. La razón por la que esta fracción interviene de forma

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tan efectiva en la retención del arsénico se debe a su alta reactividad con los metales, siendo
frecuente la formación de complejos organometálicos con las especies aniónicas del arsénico
a través de cationes puente (Redman et al., 2002). Adicionalmente, la cantidad de materia
orgánica en los horizontes Ap del suelo asciende a unos valores especialmente elevados (7%)
de modo que esta fracción interviene especialmente en la retención del arsénico.

Las cantidades detectadas en la fracción reducible (10%) representan también una


proporción importante, debido a que los oxi-hidróxidos metálicos del suelo reúnen unos
requisitos especialmente apropiados para la retención de este elemento. Así, los hidróxidos de
hierro y aluminio presentan unos puntos isoeléctricos que varían desde 8.0 a 8.6, de modo que
en la mayoría de los ambientes geológicos tienen carga neta positiva y por tanto, muestran
gran afinidad por las especies de arsénico cargadas negativamente (Wang & Mulligan , 2008;
Cheng et al., 2009).

En lo que concierne a la proporción de arsénico asociada a la fracción soluble o


intercambiable, ésta representa sólo un 1% del total debido probablemente a los demás efectos
de retención ejercidos por las demás fracciones del suelo. Sin embargo, el contenido absoluto
de arsénico en esta fracción ofrece un valor de 193 mg·kg-1 de peso seco, especialmente
elevado si se tiene en cuenta que en esta fracción, el arsénico es fácilmente transferible a otros
compartimentos ambientales.

6. Conclusiones

La acumulación y exposición continuada durante décadas de los residuos mineros a los


factores ambientales, ha provocado una gran dispersión de las fases minerales secundarias de
arsénico por toda la superficie de la zona de estudio. Esta dispersión afecta de forma directa al
medio edáfico, de modo que se han detectado cantidades muy elevadas de arsénico en los
diferentes horizontes del suelo superándose en todos los casos el límite legal vigente.
Concretamente, en el caso del horizonte superficial directamente expuesto a la fuente
contaminante, el contenido de arsénico detectado supera 660 veces el valor permitido para
suelos no contaminados en la Comunidad de Madrid. Aunque las cantidades de arsénico
disminuyen en los demás horizontes del suelo, los resultados de especiación ponen de
manifiesto la posibilidad de que la contaminación alcance mayores profundidades e incluso
pueda extenderse hacia otros medios, fundamentalmente las aguas de escorrentía de carácter
estacional que discurren por la zona.

La contaminación del suelo y los recursos hídricos supone un grave riesgo para el
medio ambiente y la salud humana, pues los suelos estudiados se dedican mayoritariamente al
uso ganadero. Debido a que los animales pastan en la zona sin encontrar ningún tipo de
impedimento para acceder al área contaminada, se cree necesaria la implantación de medidas
de prevención que comenzarían con la retirada de las escombreras y la recogida de los
lixiviados producidos en las estaciones lluviosas. Adicionalmente, habría que valorar la
presencia de otros elementos tóxicos y el grado de dispersión de la contaminación para aplicar
tareas secundarias de descontaminación.

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7. Agradecimientos

Este trabajo de investigación se llevó a cabo durante el desarrollo del Proyecto de Fin
de Carrera de Lorena Recio Vázquez, presentado en septiembre de 2008 en la Universidad
Autónoma de Madrid, con la colaboración imprescindible del personal y las instalaciones del
Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y el Centro de Ciencias
Medioambientales (CCMA-CSIC).

8. Bibliografía

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