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Contenido

 Introducción
 I. Periodo prehispánico
 II. Conquistas y colonias
 III. Virreinatos
 IV. Independencia de Bolivia
 V. La República
 VI. Los republicanos. El signo del estado II
 VII. La Guerra del Chaco
 VIII. Viejo Orden o Revolución (1936-1952)
 IX. La Cultura Mirándonos en el Espejo (1880-1952)
 X. La Revolución Nacional (1952-1964)
 XI. Bajo el Signo de Las Fuerzas Armadas (1964-1978)
 XII. La nación sin rumbo. El estigma de la coca 1978-1982 (Parte I)
 XIII. En los caminos de la Democracia. La Era del Gas. El Estigma de la Coca II (1982-1997)
 XIV. La crisis del estado. A la sombra del gas (1997-2006)
 Folklore de Potosí

Introducción
La historia de Bolivia se remonta desde el periodo prehispánicoque involucra el tiempo de la llegada de los
primeros hombres a nuestro continente, las diversas migraciones, el desarrollo de las diferentes culturas, el
descubrimiento de América por los europeos, los virreinatos y audiencias, la independencia, la época
republicana y toda la historia contemporánea.
El pasado de nuestra sociedad siempre ha sido tomado desde un punto de vista colonial, sin tomar en cuenta los
hechos plurales e importantes de personas que han determinado en y contribuido en su momento. El período
prehispánico refleja la integración geográfica, el aporte cultural de los pueblos y culturas que ocuparon el actual
territorio de Bolivia, grandes imperios como el tihuanacota e incaico. La época de la república refleja los
acontecimientos por los sucesos que vivió nuestro país camino a su consagración como país y los diferentes
conflictos importantes antes y después de la declaración de nuestra independencia.

La época contemporánea refleja situaciones importantes como la revolución agraria, los gobiernos militares y otros
que marcaron la historia hasta nuestros días.

I. Periodo prehispánico
El periodo prehispánico abarca un lapso que va desde la llegada del hombre a nuestro continente hasta el
descubrimiento de América por los europeos.

Este periodo tuvo en lento desarrollo que se inició con los primeros recolectores y cazadores hasta la formación de
asentamientos estables debido a la práctica de la agricultura que obliga a esperar en un mismo sitio el producto de
la cosecha. Estas sociedades incipientes se agrupan en aldeas formadas por viviendas muy simples,
convirtiéndose con el tiempo en centros ceremoniales que responden a una ideología, la que se expresa mediante
diversas manifestaciones religiosas.

Es característico de estos grupos humanos el cuidado que ponen en los enterramientos a causa de su creencia en
la otra vida. Por ello se conservan los cuerpos mediante procesos de momificación.

Finalmente, se forman grandes y poderosos estados gracias a una organización eficiente, al uso de una tecnología
avanzada y a la distribución del trabajo, lo que permite tener un excedente que se utiliza al servicio de la
comunidad. Se construyen templos, palacios y caminos, y se conforman las primeras ciudades. Existe un arte
desarrollado que se manifiesta principalmente mediante la cerámica y la textilería.

 Las Migraciones en América


 Viscachani
 El hombre americano
 Periodo prehispánico en Bolivia
 Cultura Andina
 Wankarani
 Chiripa
 Tihuanaco
 Población y lengua
 Período aldeano
 La transición
 La ciudad sagrada
 Puma punku
 Otras ciudades tiahuanacotas
 Periodo expansivo
 El colapso de tiahuanaco
 La cerámica. pariti
 Religión: el mito de la creación
 El Collasuyo
 Los incas conquistan el collasuyo

Las Migraciones en América


En la actualidad se admite que fueron las diversas migraciones las que poblaron el continente americano,
señalándose para ellos dos vías, el estrecho de Behring, que une Asia con Alaska y que fue por donde pasaron los
primeros cazadores y recolectores después de la última glaciación; y la migración marítima a través del océano
pacífico de donde procedían los navegantes que partiendo de Polinesia llegaron a las costas de América. Ambas
migraciones se distribuyeron por todo el continente, los primeros de norte a sur, expandiéndose hacia las tierras
bajas del este de Sudamérica, descendientes de ellos son los arawak. Los segundos llegaron a las costas del
Ecuador, portando ya una cultura incipiente.
La antigüedad del hombre en América se estima en más de 40.000 años. En la zona andina se encuentran restos
de este tipo datables hacia el año 10.000 a.c. Entre esta fecha y el cuarto milenio se sitúa el periodo lítico cuyo
exponente más importante en nuestro país es la cultura Viscachani.

Viscachani
El hombre llegó a los andes durante la era cuaternaria, convivió con los grandes animales del periodo, como el tigre
de dientes de sable y otros. Algunos de estos animales se transformaron pero la mayoría no sobrevivieron tal el
caso del caballo. La población debido a la corriente migratoria de cazadores procedente del norte, invadió los
Andes huyendo de las rigurosas condiciones climáticas de la última glaciación.

Los nuevos migrantes se asentaron definitivamente desarrollando una cultura incipiente. A este período pre
cerámico y pre agrícola corresponde la industria lítica de Viscachani, que se adjudican una antigüedad de varios
milenios.

De Viscachani se hallaron piezas similares a las hojas de laurel que les sirvieron para la caza y se usaron
adheridas a lanzas arrojadizas. En esta etapa ulterior estos pueblos cazadores convivieron con la fauna post-
glaciar, desarrollaron una cultura incipiente relacionada con la arquitectura rupestre.

A los pueblos cazadores les siguieron los pescadores que usaron embarcaciones de totora, cuya herencia quedan
en el lago Titicaca y en las costas del Pacífico, en Huanchaco Perú. Sus descendientes son los Urus.

Si consideramos el entorno físico de la región altiplánica situada entre la Cordillera Occidental y la Cordillera
Oriental, tenemos la cuenca lacustre cuya historia está ligada a la fluctuante climatología de la zona. Según el
informe de Ostrom hacia el año 10.000 antes de nuestra era el nivel del algo estaba 5 mts. más alto que el nivel
actual, de manera que su extensión era mayor a la que conocemos. En el sur existía un gran lago, llamado Tauca,
el cual cubría el territorio que ahora ocupan los salares de Uyuni y Coipasa y los lagos Poopo y Uru-Uru con una
extensión de 43.000 kilómetros cuadrados. A partir del año 8.500 antes de nuestra era empiezan a decrecer las
lluvias produciéndose una gran sequía hacia el año 5.00 a.c. Es entonces que el lago Tauca se seca y el lago
Titicaca disminuye su volumen y extensión, quedando el lago menor o Wiñaymarca sin agua. Esto indica que
culturas antiguas como la de Viscachani, quedaban muy cerca a las fuentes de agua. Es posible que los urus
desciendan de pueblos similares a los de Viscachani, pueblos que estuvieron sujetos a una vida dependiente de la
pesca y otros recursos que proporciona la cuenca lacustre, como la totora.

A partir de la gran sequía las condiciones mejoraron y hacia el año 2.500 a.c. las condiciones hidrológicas fueron
tan favorables que antes del año 1.000 a.c. aparecen las primeras culturas del formativo, como Wankarani y Chiripa
y más tarde Pucara.

El hombre americano
La antiguedad del hombre en América se estima en más de 40.000 años. Los pueblos más tempranos son
recolectores y cazadores. Estos grupos humanos siguen una trayectoria que partiendo de Alaska llega a la
Patagonia. Hacia los 20.000 años de antiguedad aparecen las industrias líticas consistentes en puntas de proyectil
desbastadas por percusión; entres las más antiguas industrias de la cueva de Sandía que se relacionan con los
grandes animales de fines del Cuaternario.

Periodo prehispánico en Bolivia


El período prehispánico en Bolivia se da en dos zonas la altiplanicie situada en la región de la cordillera y las tierras
bajas.

El sector de la altiplanicie abarca el occidente de Bolivia, y se halla relacionado con las culturas de la sierra en el
Perú, las costas y más al norte de Chile. Existe una secuencia que culmina con la aparición de Tihuanaco, la
formación de los señoríos aymaras y la dominación incaica. Las tierras bajas tienen un desarrollo diferente, los
pueblos de oriente contactan con los incas a raíz de una invasión guaraní a territorio incaico.

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Cultura Andina
En el segundo milenio antes de Cristo, después de la revolución agraria y la aparición de la cerámica, que
corresponde al final del periodo arcaico, aparecen las primeras aldeas y empiezan a definirse las altas culturas. A
este periodo se lo denomina formativo.

El área donde se encuentran los actuales países de Ecuador, Perú y Bolivia, tiene dos zonas geográficas bien
determinadas la costa y la sierra. Esta última a partir del nudo de Vilcanota, donde la cordillera se divide en Oriental
y Occidental, abarca el Altiplano cuya altura media sobre el nivel del mar es de 3.800 mts.; en esta parte se sitúa el
complejo lacustre Titicaca-Desaguadero-Poopó. Más allá de la cordillera y la sierra están los valles mesotermos y
el trópico con los que las altas culturas altiplánicas y de la sierra mantenían contactos temporales.

Las culturas andinas de la costa tienen una arquitectura en base al adobe y una economomía sutentada en las
pesca y el maíz. Las de la sierra y altiplano presentan arquitectura preferentemente de piedra y una economía en
base a la papa y los camélidos. Uno de los complejos más antiguos, situado en la sierra norte del Perú, es el
Kotosh con su famoso templo de las Manos Cortadas. Cerca del primer mileio aparece Chavín de Huantar, cuyo
centro ceremonial tiene pirámides atravesadas por galerías internas, cabezas clavadas en los muros y patios
hundidos.

En la zona del Cuzco, cerca del asentamiento Huari de Pikillajta, aparecen los Incas, fundadores del Cuzco,
quienes entre los siglos XIII y XIV inician su expansión estableciendo un imperio pan-andino, tal como en su
momento lo hizo Tihuanaco, que logró ponerse en todo los Andes

Wankarani
La cultura Wankarani se desarrolló en los actuales departamentos de La Paz y Oruro, al norte y noreste del Lago
Poopó. Creció en base a asentamientos aldeanos, conoció la manufactura de cerámica y la escultura en piedra.

La antiguedad de esta cultura se remonta al año 1.200 antes de nuestra era y pervive hasta el siglo segundo
después de Cristo. Establecida en una región de puna donde las condiciones de vida son sumamente duras no
llegó a desarrollarse plenamente, manteniendo su estado de tipo aldeano hasta sucumbir al influjo de la expansión
tiahuanacota. Los hombres de la cultura Wankarani practicaron la agricultura y su economía se basjó en el
pastoreo de camélidos de donde sacaban la lana para su vestimenta. Llevaban caravanas de llamas a través del
altiplano, probablemente conectando las tieras altas con las costas del pacífico. Conocían la fundición del cobre por
medio de huairas que son hornos de barro que funcionan con el viento y que se colocaban en lugares propicios.
Usaban hojas de cuarcita y heliobasalto procedentes de las canteras de Querimita en sus instrumentos de
labranza. La cultura Wankarani cuenta con 17 sitios entre los que sobresalen Pucara de Belén, Upsa-Upsa, Kella-
Llollu y Wankarani propiamente dicho. Llegaron a tener algunas aldeas sobre las escribaciones del valle
cochabambino.

Esta cultura se desarrolla durante el período Formativo y es anterior a la aparición de las altas culturas, como
Tihuanaco. Sus aldeas están situadas sobre montículos algunos de los cuales son muy extensos, como el Upsa-
Upsa que tiene 150 mts de longitud por 150 mts de ancho. Las casas son de adobe y de planta circular con un
diámetro máximo de seis metros; posiblemente se cubrían de paja. Estas viviendas se hallaban muy próximas unas
de otras en un asentamiento sumamente denso; la aldea se rodeaba de una muralla, como puede verse en Kella-
Kollu, cuyo perímetro tiene cimiento de piedra. No hay diferenciación en las viviendas lo que hace suponer que
estamos en una sociedad igualitaria, previa a la división de clases y a la concepción especializada del trabajo.

No hay restos de construcciones correspondientes a centros religiosos, ni templos; tan solo se han encontrado
cabezas de camélidos, especialmente llamas, tallados en piedra con un largo cuello espigado. No están asociados
a ninguna pared por los que se supone que se clavaban enel suelo. Posiblemente responden a una concepción
religiosa y ceremonial. La cerámica carece de pintura; son especialmente significativas las figurillas humanas
modeladas.
Chiripa
La cultura Chiripa se ubica en el departamento de La Paz, en la península de Taraco sobre el lago Titicaca. Se trata
de un montículo artificial de 60 por 50 metros de superficie, aproximadamente, y de seis metros de altura, sobre el
cual se encuentran varias habitaciones de planta rectangular dispuestas en semicírculos en torno a un templete
semisubterraneo.

Se debe señalar que las habitaciones tienen paredes dobles, usándose este espacio para almacenamiento y para
proteger el interior de los cambios climáticos. Las puertas de ingreso son corredizas, penetrando la hoja en una
ranura de la pared. Los muros son de adobe los cuales se solían pintar, el piso de tierra apisonada, bajo los cuales
se realizaron algunos enterramientos y usaron la paja para techar.

Este tipo de habitación con paredes dobles es único en el ámbito andino. El templete semisubterráneo central
tienen los parámetros de grandes lajas de piedra y es similar al Templete semisubterráneo de Tihuanaco. Existen
patios semisubterráneos, además de Tihuanaco y Chiripa, en Pucara.

La escultura de la cultura Chiripa muestra piezas líticas decoradas con serpientes y batracios. Existe una lápida con
un rostro humano central del que emergen dos piernas y cuatro rayos con punta de flecha. Serpientes y llamas
dispuestas dos a dos, decoran los costados alternando con los apéndices de la figura central. La escultura de
Chiripa se halla relacionada con monolitos decorados en sus cuatro caras; en la anterior y la posterior se
representan seres humanizados uno masculino y otro femenino a cuyos pies hay determinadas plantas y en los
costados serpientes. Al parecer se trata de ídolos relacionados con la lluvia y presentan la dualidad propia del
ámbito andino. Este tipo de esculturas representan una tracición religiosa característica de los poblados situados a
orillas del lago Titicaca. En cuanto a su industria los chiripas fundían el cobre. Para este objeto utilizaron sopladores
a manera de tubos modelados en cerámica; estas piezas se decoran con cabecitas, unas veces humanas y otras
zoomorfas. En general la cerámica Chiripa es sencilla, el elemento más característico es un recipiente de fondo
plano, de color ocre claro pintado en rojo con motivos escalonados, muchas veces estas piezas presentan también
cabecitas modeladas y adheridas.
Chiripa es una cultura lacustre que dominaba la agricultura. Se ubico en el siglo XIV antes de Cristo y dura hasta
los primeros años de nuestra era. En un momento es coetánea a Tihuanaco.

Tihuanaco
Tiahuanaco: bases productivas y tecnología

Esta cultura, para su mejor comprensión, ha sido dividida en tres grandes épocas de acuerdo a su desarrollo
histórico y social: se denominan Período Aldeano, Período Urbano y Período Expansivo. El primer período,
contemporáneo a Wankarani y Chiripa, se inicia después del año mil a. C, con los primeros asentamientos
humanos en el sitio de Tiahuanaco y dura hasta poco antes de nuestra era. Entre los siglos II y I a.C. se desarrolla
en la zona occidental del lago Titicaca la cultura Pucará (Perú). A comienzos de nuestra era nace en Tiahuanaco
un gran centro religioso en el cual existe una población estratificada en clases sociales. En este período, que
podemos llamar urbano, empieza a definirse la formación de un estado que trasciende los límites de la ciudad. La
producción agrícola tiene excedentes que sirven para sostener a la aristocracia dominante: a los sacerdotes y a los
guerreros. Aparecen artesanos especializados tanto en cerámica como en metalurgia. En este período nacen otras
ciudades y centros como Ojje, a orillas del lago Titicaca, Konko - Wankani, cerca del actual pueblo de Jesús de
Machaca, y Lucurmata cercana a las tierras que se cultivan por medio de “camellone” o zanjas transversales que
permiten retener el agua de las lluvias para asegurar el cultivo en tiempo seco, también se crearon pequeñas
lagunas artificiales. Los “camellones” reciben el nombre aimara de suka - kollus. Su subsistencia se basaba en el
pastoreo y el cultivo de la patata la cual una vez deshidratada podía conservarse por largo tiempo, para la
obtención de diversos productos se establecieron enclaves en los valles subtropicales y con la costa donde existían
centros tan importantes como San Pedro de Atacama. La domesticación de la llama les permitió crear caravanas
que posibilitaron el transporte de los diferentes productos. Finalmente los tiahuanacotas explotan diferentes
metales y mediante la amalgamación del cobre con el estaño obtienen el bronce logrando así una superioridad
técnica sobre los otros pueblos que aun no lo conocían.

El período urbano dura hasta el siglo séptimo de nuestra era. Para esta fecha se había iniciado la expansión del
estado tiahuanacota que tuvo diversas modalidades, según se realizara en zonas con una cultura propia, muy
desarrollada, o en zonas de poca tradición cultural. En el primer caso, como aconteció en la sierra central y en la
costa del Perú, se produce un mestizaje cultural que une las características tiahuanacotas a las locales ya
existentes; además, hay localidades estrechamente relacionadas con Tiahuanaco, como Huari, cerca de Ayacucho,
ciudad que llegó a ser uno de los centros más poderosos de la expansión tiahuanacoide. Sobre Huari actuaron
tanto Tiahuanaco como las influencias costeñas de Nazca; así la difusión tiahuanacoide sobre el área andina se
realizó desde dos puntos: Huari al norte, que se expandió sobre las culturas de la costa desde Moche hasta Nazca;
y al sur Tiahuanaco que se expandió hasta Cochabamba, llegó a Moquegua y el desierto de Atacama.

En el siglo XIII el colapso de Tiahuanaco fue inevitable y esta cultura desaparece dejando en la región una serie de
grupos humanos, muchas veces en pugna entre sí, los que se con el nombre de los “Señoríos Collas”; están
formalmente caracterizados por sus enterramientos en forma de chullpas y sus pucaras.

Población y lengua
Respecto a la población, los cálculos más modernos dan para ciudad de Tiahuanaco unos cuarenta mil habitantes,
suma muy alta para los cánones de la época. Era una sociedad multiétnica pues junto a la población pukina, que
era la dominante, estaban los urus quienes habitaban alrededor de los lagos y ríos, y población de origen aimara,
estos últimos, así como los choquelas, se dedicaban al pastoreo. Además, el control de los pisos ecológicos
permitía un intercambio, no solo de productos sino de culturas entre las poblaciones del valle y las tierras calientes
con Tiahuanaco; así parece evidenciarse en la cerámica encontrada en la isla de Pariti donde están representados
diferentes grupos étnicos.

Los idiomas utilizados eran el pukina, casi extinto en el siglo XVI y del que solo queda el vocabulario recogido por el
Franciscano Jerónimo Oré; el huruquilla, hablado por los uru-chipayas y el jaqe o proto-aimara.

Período aldeano
En este período el sitio de Tiahuanaco estaba ocupado por una pequeña aldea con casas rectangulares techadas a
dos aguas a las que se adosaba un recinto circular, posiblemente destinado a la cocina. Los cimientos eran de
piedra y los muros de adobe; pequeñas calzadas unían las viviendas. No se han encontrado vestigios de
arquitectura religiosa o monumental. Tampoco hay indicios de que existieran clases sociales. Los enterramientos
se realizaban directamente en cistas de piedra. Los cuerpos hallados indican que se practicaba la deformación
craneana. Su economía se basaba en el cultivo de la papa, que para su almacenaje era deshidratada en la forma
que hoy se conoce como chuño. Así mismo se cultivaba la oca. Uno de los elementos decisivos fue la
domesticación de la llama lo que permitió el pastoreo; se formaban caravanas que sirvieron para el intercambio de
productos. La lana fue necesaria para la textilería y su carne servía de alimento. Mantenían un comercio
suplementario a través del intercambio de flechas de obsidiana tan características de la cultura Wankarani. Se traía
la sodalita para la manufactura de cuentas que se utilizaban como ornamento; también se traía heliobasalto de las
canteras de Querimita. Se conocía el cinabrio, cuyo color rojo era utilizado en los enterramientos. Se trabajaba el
cobre incluyendo el vaciado. Así mismo se trabajaba el oro y la plata.

En el período aldeano hay dos tipos de cerámica, uno de ellos que tiene similitud con la cerámica Pucará es incisa
y pintada de color marrón, rojo y blanco sobre fondo castaño claro. Son notables las vasijas globulares decoradas
con esta técnica, algunas presentan un felino c m el cuerpo de perfil y el rostro humanoide de frente. Otras vasijas
tienen forma de aves. El segundo tipo carece de pintura y algunas de sus piezas están modeladas en forma de
figura humana.

La transición
Al período aldeano sigue un período de transición que muestra ciertas concomitancias formales con la cultura
Pucará que se desarrolla al noroeste del lago Titicaca a partir del siglo II a.C. A esta época pertenecen las dos
estatuas de Pocotia que se caracterizan por su realismo; son estelas antropomorfas sedentes que tienen las
costillas vistas. Existen otras dos estelas del mismo estilo, también sedentes, que se encuentran a la entrada de la
iglesia de Tiahuanaco.

Finalmente, también correspondería a este período de transición la llamada “Piedra del Rayo” que fue llevada a
Tiahuanaco desde Arapa, localidad situada en el noroeste del lago Titicaca. La "Piedra del Rayo" está decorada
con volutas y batracios y tiene relación estilística con algunas estelas de Pucará. Parece que fue un trofeo de
guerra, pues la base se conserva en Arapa. Posiblemente se llevó a Tiahuanaco cuando esta cultura estaba en su
apogeo.

La ciudad sagrada
En el siglo segundo de nuestra era Tiahuanaco dejó de ser la aldea concentrada de los primeros tiempos para
convertirse en la gran urbe ceremonial que tiene dos centros dominantes: el conjunto de Akapana con 13S edificios
que la rodean y el de Puma - punku situado al sudoeste de la Akapana. Ambos muestran la estructura doble la
ciudad de Tiahuanaco, que evidencian la división propia de la sociedad andina, división que pervive hasta la
llegada de los españoles y después. Todas las ciudades andinas, incluyendo el Cuzco, se dividen en dos: Anan (los
de arriba) y Urin (los de abajo).

El centro que se halla situado en torno a la Akapana comprende los siguientes edificios: el templete
Semisubterráneo, la pirámide Akapana, Kalasasaya, Kantataita, Putuni y Keri-kala.

El Templete Semisubterráneo es el edificio más temprano pues pertenece a la época III; se halla formado por un
patio hundido de forma rectangular delimitado por cuatro muros de contención en los que se han empotrado
cabezas clavas que muestran diferentes estilos escultóricos; se supone que representan a los distintos pueblos que
estaban sujetos a Tiahuanaco como sociedad multiétnica que era. Al Templete Semisubterráneo se accede por una
escalinata situada en el muro sur. Esta edificación tiene similitud con los patios hundidos de Chiripa y Pucará
aunque la inclusión de cabezas clavas determina una notable diferencia. Como antecedente a este tipo de
decoración podemos señalar las cabezas clavas de Chavín de Huantar (Perú), cultura anterior a Tiahuanaco. En
todo caso las cabezas clavas así como los patios hundidos y las estructuras pirámidales, son características de la
arquitectura anterior a los “señoríos aimaras”.

En el interior del Templete se encontró la llamada “estela barbada” que es antropomorfa: ostenta nariguera en el
rostro y tiene los brazos colocados sobre el pecho y vientre; en la parte baja hay dos pumas y a los costado
serpientes ascendentes. Está relacionada con una serie de estelas que están en torno al lago Titicaca y que se
conocen como estilo “Pajanu” o como “la tradición yaya-mama, nombres de derivan del carácter bifronte de estas
esculturas. Entre las estelas de este tipo son conocidas la de Santiago de Huata, en Bolivia, y la de Taraco, en el
Perú. Estas esculturas tienen dos rostros y a los costados serpientes. Son algo anteriores a la época III de
Tiahuanaco. Según indica el extirpador José de Arriaga, quien vio una de estas esculturas en el siglo XVII, se las
adoraba pidiéndoles lluvia para las sementeras.

También se encontró dentro del Templete Semisubterráneo el “monolito Bennett” (nombre del descubridor) que es
una representación humana de más de siete mts. de altura; figura que tiene las manos sobre el pecho y sostiene un
vaso “kero” en una de ellas. En el cuerpo están tallados símbolos del desarrollo agrario, plantas alucinógenas y
camélidos.

Akapana es una pirámide hecha a mano, tiene 140m. de este a oeste y 180m. de norte a sur, con una altura de
15m. Está orientada a los puntos cardinales y su planta asume una forma escalonada con un patio hundido en su
interior. Sobre el lado oriental estaba la escalera principal. La pirámide está formada por siete plataformas
sucesivas delimitadas por muros de contención los cuales se componen de pilares asentados por su peso y
trabados lateralmente entre los que se levanta una pared de sillar. En el lado oeste había una escalera menor,
señalando la puesta del sol. Desde lo alto de la Akapana pueden verse el Illimani al este y el lago Titicaca al oeste:
como las dos grandes “huacas” o sitios sagrados que eran venerados por los tiahuanacotas. A su vez, la pirámide
Akapana tenía el carácter de una montaña sagrada o “huaca”que prefiguraba las montañas como fuente del agua
vital, ya que con los deshielos se conseguía el agua necesaria para las cosechas. El patio central, situado en la
cúspide de la pirámide, estaba conectado a una serie de canales que desaguaban en las diferentes plataformas.
Toda la superficie estaba cubierta con una grava verdosa que daba coloración a toda la pirámide. Al pie de la
Akapana se han encontrado restos de sacrificios propiciatorios (algunos de ellos de seres humanos) hechos para la
consagración del edificio.

El Kalasasaya es un edificio que tiene una plataforma y un patio interior al que se accede por una gran escalinata
orientada a la salida del sol. El interior del patio estaba embaldosado y cuenta con 14 recámaras cuadrangulares
dispuestas a los costados, que se supone fueron mausoleos de los señores de Tiahuanaco. Al centro se halla el
monolito Ponce de tres metros de altura. En la misma plataforma se encuentra el monolito denominado el Fraile,
que es importante por mostrar cangrejos marinos en la cintura; lo que testifica las relaciones de Tiahuanaco con la
costa del Pacífico. La plataforma del Kalasasaya queda limitada en el lado este por un gran muro formado por once
pilares monumentales.

Actualmente dentro del Kalasasaya está la Puerta del Sol, pieza monolítica que es la más representativa de la
cultura Tiahuanaco. Tiene un vano a manera de puerta. El reverso de la “Puerta del Sol” muestra dos nichos
grandes a los costados, y nichos menores a la manera de friso en la parte alta, las jambas de la puerta son
escalonadas. El anverso se decora con un friso que tiene una figura central con la cabeza radiada y cetros en las
manos, sendas cabezas cortadas cuelgan de los codos. Treinta figuras antropomorfas aladas, dispuestas en tres
filas, están a ambos lados del personaje principal; en la fila del medio las figuras tienen cabeza de cóndor. Las
interpretaciones con referencia a la “Puerta del Sol” son varias sin que los estudiosos se hayan puesto de acuerdo
acerca de su significado ni de la identidad del personaje central, sin embargo, la opinión más aceptada es que se
trata del dios creador andino cuyo antiguo nombre es Tunupa. Tunupa era el dios de los fenómenos atmosféricos y
geotectónicos y estaba relacionado con el fuego; en cierta manera sus características son similares a las del dios
del rayo de los aimaras, llamado Illapa. Con el tiempo Tunupa fue sustituido por Viracocha, y supeditado a él.
Viracocha era el nombre que los incas daban al dios creador.

Hacia el lado este del Kalasasaya está el edificio llamado Putuni que fue el palacio o residencia de los señores
tiahuanacotas, después convertido en necrópolis. Consta de un patio central al que se accedía por una escalinata
polícroma situada en el lado este. El patio estaba rodeado de habitaciones.

Junto al Putuni estuvo situado el “Palacio Multicolor”, nombre que recibe debido a las pinturas que cubren muros y
pisos, todos ellos pintados con tierra, minerales: rojo-naranja de cinabrio, (mineral de mercurio), verde de malaquita
y azul cobalto. Los diseños se han perdido, pero sí quedan parte de los pigmentos.

Algo más retirado está el Kerikala que también tiene un patio central rodeado de habitaciones, pero es de adobe y
mucho más sencillo. También en este sector se encuentra la llamada Puerta de la Luna.

En el lado oeste está el conjunto de Kantataita donde hay un bloque tallado en piedra, con la apariencia de una
maqueta arquitectónica similar, en su forma, al Kalasasaya.

Las excavaciones hechas por la Universidad de Chicago revelan la existencia de un gran foso que rodeaba todo
este conjunto ceremonial separándolo del resto de la ciudad. Dicho foso servía para separar física y
psicológicamente la ciudad del centro sagrado y permitía crear una isla artificial que recordaba de la Isla del Sol,
donde, según la leyenda, Viracocha creo el Sol. El centro de Tiahuanaco era el símbolo de la cosmogonía andina.

Puma punku
El conjunto de Puma-punku se encuentra a 2 Km. del centro ceremonial descrito; en torno a estos dos puntos
determinantes de la ciudad de Tiahuanaco se encontraban las viviendas y los diferentes barrios.

El edificio principal de Puma-punku se sitúa sobre una plataforma en U sustentada sobre muros continuos de
piedras finamente pulimentadas. Tiene al centro un patio hundido y, a los costados de la plataforma, dos alas
laterales. El edificio interior, descrito por Diego de Ocaña, era de piedra tamo en su piso, formado de grandes
piezas monolíticas, como en su muros, ventanas, puertas y techo, este último estaba tallado imitando paja. En la
base del edificio hay tres bloques donde se han señalado los sitios para los muros y recámaras. Los bloques están
unidos con grampas de bronce de las que aún quedan las huellas. El bloque mayor pesa cerca d 130 toneladas; se
estima que se necesitaron más de 1.000 hombres para trasladarlo, lo que había muy claro respecto al régimen
social, inevitablemente duro y organizado, que permitía sincronizar la fuerza de tan grande masa humana, buena
parte de la cual debió dedicarse a levantar la formidable ciudad. Posiblemente en Puma-punku estaba la Puerta del
Sol y allí quedan restos de tres puertas más, mucho más simples en su decoración.

Si bien la Akapana llega a todo su esplendor hacia el año 500 d.C, justamente cuando las lluvia en la región
comenzaban a ser más intensas hacia el año 700 d.C. se construye Puma-punku con un sistema de desagües
similar al de Akapana; y es entonces que este recinto centraliza el culto.
Otras ciudades tiahuanacotas
Simultáneamente a Tiahuanaco aparecen otras ciudades, como Konko Wankane a 17 Kms. de Jesús de Machaca
en el departamento de La Paz. Allí se han iniciado las excavaciones y en su parte visible presenta pilares
evidenciando muros. Hay en este conjunto tres monolitos similares a la “Estela Barbado” del Templete
Semisubterráneo, los cuales, estilísticamente, están relacionados con la tradición “Yaya-Mama" o Pajano.

Otro conjunto importante es el de Ojje, localidad situada a orillas del lago Titicaca, el cual presenta una plataforma
delimitada por muros de contención. Su lado oeste, situado sobre la orilla misma, tiene una serpiente de piedra,
enroscada sobre sí misma y trabajada de manera muy realista; dentro del agua del lago hay varias piezas
dispersas y, casi a cien metros de distancia, puede verse una gran plataforma lítica, lo que hace pensar que Ojje
fue un templo desde donde se regulaban las crecientes del Lago Titicaca.

Finalmente, un conjunto importante es Lukurmata, que tiene un templete de aproximadamente 27 metros


cuadrados en su centro ceremonial, y que se halla rodeado de “suka-kollos”; sin duda es un poblado destinado al
control de la producción agraria, muy especialmente al cultivo de la papa.

Periodo expansivo
En el siglo VIII de nuestra era, Tiahuanaco se expande políticamente sobre la base de los enclaves preexistentes,
tanto en la costa como en los valles mesotermos; así mismo extiende su poderío sobre el altiplano y la sierra. Esta
expansión fue posible gracias al dominio del bronce que le permitió una gran superioridad militar. La expansión se
evidencia por la difusión de los símbolos y elementos tiahuanacotas, que aparecen en la cerámica y los textiles de
todo el ámbito conquistado. Esta expansión llega hasta el norte de Chile (San Pedro de Atacama) y muestra
relaciones con la cultura de la Aguada en la Argentina, deja su huella en los valles de Cochabamba y avanza por el
norte hasta la ciudad de Huari, cerca de Ayacucho; allí adquiere modalidades propias. La ciudad de Huari es un
gran foco de expansión tiahuanacoide sobre las culturas de la costa del Perú. La ciudad propiamente dicha, con
sus grandes murallas de piedra cortada, es diferente a Tiahuanaco, con excepción del sitio de "Cheqo Wasi" cuyas
cámaras, realizadas con grandes bloques, recuerdan a la urbe altiplánica. Otro tanto puede decirse de los estratos
inferiores con muros de sillar pulimentado de tipo tiahuanacota.

Las modalidades más conocidas de la cerámica Huari son Robles Moko, con motivos tiahuanacoides pero de
formas globulares y escultóricas, así como los vasos “Pacheco” con grandes figuras similares a las de la Puerta del
Sol.

Después del siglo VIII se establece un gran imperio pan-andino que en el norte, a través de Huari, se expande
hacia hasta el Pacífico incidiendo sobre las culturas Moche y Nazca; al sur, es a través de Tiahuanaco que llega
hasta Chile y el norte de la Argentina.

En el siglo XII el colapso se había producido el colapso de Tiahuanaco y en la región donde había florecido esta
cultura emergen diferentes grupos collas en la forma que hoy conocemos como “señoríos aimaras”.

El colapso de tiahuanaco
Hoy sabemos que uno de los factores determinantes del colapso de Tiahuanaco fueron los cambios climáticos.
Hacia el año 950 de nuestra era el régimen de lluvias comenzó a decrecer, llegándose a producir una larga e
intensa sequía entre 1250 y 1310 d.C. Este hecho trajo como consecuencia la total escasez de cosechas y la
desaparición de los campos de cultivo, incluidos los suka-kollus. Los centros urbanos fueron abandonados y la
población se dispersó hacia las aldeas y los asentamientos menores, como se ha evidenciado en Caquiaviri y
Machaca donde, en este período, la poblador se incrementó. A esta situación se suma el arribo al altiplano, y
especialmente a la zona del lago Titicaca, de diferentes pueblos de pastores. Estos pueblos según algunos
cronistas, como Cieza de León y Guarnan Poma de Ayala, procedían del sudoeste, de las regiones de Coquimbo y
Potosí.
Mercado Peñaloza (1536), hablando de los Pacajes, nos dice que unos vinieron de Carangas y otros de Chucuito,
lo que explicaría el fenómeno de la dispersión a raíz del colapso de Tiahuanaco y la llegada de oleadas migratorias
desde el sur-oeste. Todos estos grupos humanos se ubicaron en las zonas altas en pequeñas ciudadelas
fortificadas y hoy los conocemos con el nombre de “Señoríos Aimaras”.

La cerámica. pariti
A tiempo que se construye la ciudad aparece una cerámica típicamente tiahuanacota consistente en keros
finamente pulimentados, pintados con figuras estilizadas sujetas a una estructura geométrica; los ojos de las figuras
tienen una línea vertical que divide en dos negro y blanco la niña del ojo. Los colores son rojo, ocre, negro y blanco
sobre fondo castaño. Aparecen también los incensarios en forma de keros con pequeños apéndices mostrando una
cabeza de puma; también hay incensarios con la forma del animal completo, ya sea de puma o de llama. Otra
cerámica característica es la del vaso “challador” que tiene forma de embudo y parece que sirvió para rociar. La
cerámica también se presenta en la forma de cabeza humana o “huaco-retrato”. Hasta los descubrimientos de
Pariti, nunca se había presentado el cuerpo humano modelado en forma completa.

Varias de las formas descritas para el Tiahuanaco clásico se dan en cerámica negra incisa, sobre todo aquella que
tiene forma de kero o incensario.

Entre la cerámica encontrada en la ciudad de Tiahuanaco es excepcional la cabeza gris excavada al pie del
Kalasasaya que, por su fuerza y valor estético, puede competir con los mejores ejemplares de cerámica mochica.

En las excavaciones del año 2004 realizadas en la Isla de Pariti se encontraron más de cuatrocientas piezas
cerámicas las que, por razones ceremoniales, fueron quebradas. Pariti es una pequeña isla del lago Huiñaymarca,
o lago menor del Titicaca, la cual no tiene más de 4 Km2 de superficie. La cerámica encontrada corresponde
tecnológicamente al período expansivo de Tiahuanaco y pueden situarse entre los años 950 y 1150 de nuestra era.
Sorpresivamente están modeladas y no se restringen a las formas tradicionales de platos, kerus e incensarios,
pues suelen representar diversos personajes y varios animales entre los que hay ofídeos, primates, aves y
camélidos. Los personajes modelados muchas veces son de cuerpo entero y hay varias figuras femeninas. Es
notable el llamado “Señor de los patos” que recuerda la cabeza hallada al pie del Kalasasaya. Varias figuras
masculinas llevan “tembetás” y sus rasgos responden a etnias tropicales. Estas formas parecen reforzar la idea de
que Tiahuanaco constituyó una sociedad pluriétnica. Es necesario mencionar que se han encontrado en la isla
Pariti pies humanos modelados en cerámica, similares a los de la cultura Huari

Religión: el mito de la creación


Para una buena parte de los cronistas y para muchos investigadores modernos, Viracocha es el dios creador
andino que toma el lugar de otro, mucho más antiguo de nombre Tunupa. Cieza de León dice. “Generalmente le
nombraron en la mayor parte Ticci Viracocha aunque en la provincia del Collao le llaman Taguapaca que es el otro
nombre de Tunupa a quien Bertonio considera dios de los hombres que habitan a orillas del lago Titicaca”.

La estructura de Viracocha es cuatripartita ya que de él emanan Viracocha Pachayachachic que domina el norte y
el Chichasuyo, Tocapo Viracocha que domina el occidente y el Cuntisuyo, Imaymana Viracocha que domina el
oriente y el Antisuyo y Tunupa o Taguapaca que domina el sur o Collasuyo. De este modo Tunupa, antiguo dios
creador, queda supeditado a Viracocha. Este, a su vez, se esconde en un ser plural cuya naturaleza asoma a
través de sus diferentes nombres. La palabra Viracocha, con la que los Incas denominaron al dios creador andino,
etimológicamente significa “espuma de mar” o “espíritu de las aguas”.

Viracocha es quien crea la primera humanidad y la destruye mediante un diluvio. Después de un tiempo de
oscuridad e intensas lluvias hace que el sol y la luna emerjan en la Isla Titicaca (hoy Isla del Sol) y finalmente crea
una nueva humanidad y envía a sus dos servidores Imaymana Viracocha y Tocapo Viracocha a poblar la selva
(oriente) y la costa (occidente) y da muerte al rebelde Tunupa en la Isla del Sol: su cuerpo es atado a una balsa y
arrojado al lago. Al chocar con la orilla abre el curso del río Desaguadero.
Según el jesuita Bernabé Cobo (hacia 1620) los moradores del Collao estaban divididos en dos pareceres: los unos
afirmaban que la creación fue realizada en Tiahuanaco y los otros en la isla Titicaca (hoy Isla del Sol); y añade:
“cuando empezaron a decrecer las aguas la primera tierra que se descubrió fue la isla Titicaca en la cual afirman
haberse escondido el sol mientras duró el diluvio, y que en pasando se vio allí primero que en ninguna otra parte”.
Y continúa: “Otros dicen que después que cesó el diluvio, en que perecieron todos los de la primera humanidad el
Creador formó de barro en Tiahuanaco las naciones todas que hay en esta tierra, pintando a cada una el traje y
vestido que habían de tener, y así mismo dio a cada nación la lengua que había de hablar, los cantares que había
de cantar y las comidas, semillas y legumbres con que habían de sustentarse...”.

Hoy sabemos que hubo épocas de muy intensas lluvias y subidas del lago (informe Ostrom), el recuerdo de este
hecho se cristalizó en lo que los españoles llamaron "diluvio".

Respecto al sitio donde el hombre, según la tradición andina fue creada, se mencionan indistintamente la Isla
Titicaca y Tiahuanaco; la arqueología nos soluciona este dilema pues dice que ambos lugares fueron equivalentes
ya que Tiahuanaco era una réplica simbólica de la Isla Titicaca donde Viracocha inició la creación.

Fuera de Viracocha, existe un dios pan-andino llamado Pachacámac, que era considerado el ánima del mundo;
este dios bifronte pues tenía dos rostros, uno femenino y otro masculino. Dominaba los fenómenos geotectónicos.
Su principal santuario estaba cenca de Lima junto al mar, y de él quedan unas pocas huellas en los alrededores del
lago Titicaca.

El Collasuyo
Desaparecido el Imperio Tiahuanaco, la región del altiplano quedó fragmentada en varias etnias que se dividían en
dos “mitades” antagónicas y complementarias situadas al oeste y al este del altiplano, llamadas Urcoduyo y
Omasuyo. En el sector accidental (Urcusuyo) denominaron los pastores y en el sector oriental (Omasuyo) los
agricultores y pescadores.

De norte a sur , en los que hoy es Bolivia y Perú, nos encontramos con los siguientes pueblos aimaras que ocupan
las riberas del lago Titicaca: los collas con su doble “cabecera” Hatuncolla y Paucarcolla; luego están los lupacas,
en la orilla occidental, con su capital Chucuito; y, al sur del río Desaguadero están los Pacajes con su capital
Caquiaviri. Al norte, entre el lago Titicaca y Cuzco, están los canas y los canchis. Vecinos y fuera del área aimara,
se encuentran los quiruas, de quienes se sabe muy poco, y los callahuayas que son el paso hacia el antisuyo.

Los incas conquistan el collasuyo


Vivía aún en Inca Viracocha cuando empezó a reinar en el Cuzco su hijo Pachacuti, que había adquirido gran fama
por haber conquistado para los incas muchas comarcas sometiendo a varios pueblos, entre ellos a los chancas. En
tiempo de este Inca el collasuyo estaba gobernado por Chuchi Capac, posiblemente hijo de Cari.

Todos los cronistas coinciden en decir que Pachacuti estuvo tan solo una vez en el Collao, por eso debemos
pensar que fue que esta expedición, cuando ocurrió lo de Ayaviri, del que quedó sangrienta memoria entre los
collas.

II. Conquistas y colonias


La idea de la existencia de tierras al otro lado del océano Atlántico se remonta a la época de Platón, la geografía de
Ptolomeo, los viajes de Marco Polo. También desde la antiguedad se sustentaba la idea de la redondez de la tierra.

En el renacimiento, el cosmógrafo Florentino Toscanelli hizo varios cálculos basados en la redondez de la tierra,
que influyeron de gran manera en Colón. Según este estudioso el radio de la tierra era inferior al verdadero y la
distancia a las islas de Occidente relativamente corta, hecho que animó a Colón en su empresa.
 i. Inicio del Descubrimiento de América
 ii.Los viajes de Colón
 iii. Posesión de América
 iv. Tratado de Tordesillas
 v. La Conquista del Imperio de los Incas
 vi. Difícil ruta de la conquista
 vii. Atahuallpa (1500 -1533)
 viii. Muerte de Huascar
 ix. Muerte de Atahuallpa
 x. La conquista de Charcas
 xi. El inca paullu
 xii. Guerras entre Pizarro y Almagro
 xiii. El Padre las Casas
 xiv. Creación del Virreinato del Perú
 xv. Rebelión de Gonzalo Pizarro
 xvi. Guerras civiles del Perú
 xvii. La Gasca, pacificador
 xviii. Batallas de Huarina y Xaquisaguana
 xix. Fundación de La Paz
 xx. Alonzo de Mendoza
 xxi. Fundación de Potosí
 xxii. Descubrimiento del Cerro Rico
 xxiii. La Mita
 xxiv. Fundación de Cochabamba
 xxv. Fundación de Tarija
 xxvi. Fundación de Santa Cruz de la Sierra
 xxvii. Fundación de San Lorenzo y traslado de Santa Cruz
 xxviii. Los misioneros - conquista de los chunchos
 xxix. Fundación de la Audiencia de Charcas
 xxx. Estratos sociales

i. Inicio del Descubrimiento de América


Se dice que Cristobal Colón para realizar su intento de llegar a las Indias por mar, acudió a los gobiernos de
Génova, Portugal e Inglaterra, pero estos lo consideraron como una locura. Se casó con la hija de un tal Perestrello
que llegó a ser gobernador de las islas Madera. es posible que Colón llegara a poseer una carta de Toscanelli de
1474, gracias a las relaciones qe consiguió por intermedio de su esposa.

Convencido de la realidad de sus ideas, y para realizar la expedición que pudiera llevarlo a lo que se denominaba
"el camino del occidente", necesitaría alguién que patrocinara su viaje. Los monarcas Fernando V de Aragón e
Isabel I de Castilla, aceptaron y firmaron capitulaciones en las que Colón quedó como Almirante de los mares y
tierras a descubrirse, además sería nombrado gobernador y virrey de las tierras, teniendo un décimo de las
riquezas que allí se obtuvieran. Por su parte Cristobal Colón se obligaba a contribuir con el octavo del precio y
gastos de la expedición.

ii.Los viajes de Colón


Primer viaje

Colón se asoció con los hermanos Yañez Pinzón, y con el dinero facilitado a la reina por el tesorero de Fernando V,
el judío Santangel, se compraron y armaron tres carabeles que tenían como desplazamiento una cien toneladas
cada una. Los nombres tradicionales fueron: Santa María, La Pinta y La Niña. La tripulación, constituida por 120
hombres, fue alistada en la región de los puertos en el sur de Andalucía. Cristobal Colón iba de Almirante en la
Santa María, llevando de piloto al vizcaino Juan de la Cosa. En La Pinta iba como piloto Francismo Martín Pinzón y
como comandante Martín Alonzo Pinzón. En La Niña viajaba como jefe Vicente Yañez Pinzón y como piloto uno de
los dueños de las carabelas, Pedro Alonso Niño.
La expedición salió de Palos el 3 de agosto de 1492. Se proveyó de agua en las Canarias y siguió rumbo al
sudoeste, arribando después de un viaje sin contratiempos a la isla Guanahani en la mañana del 12 de Octubre de
1492, fecha memorable para la historia de la humanidad, pues un nuevo continente fue descubierto para la cultura
de los pueblos de occidente. El primer grito de tierra fue dado, según la tradición, por el marinero Rodrigo de
Triana.

Colón después de desembarcar en la isla Guanahani, exploró otras islas. Llegó a Cuba y después a la isla
Española (hoy Haiti), donde fundó el Fuerte de la Natividad. Regresó a España con sólo La Pinta y la Niña, pues la
Santa María se perdió en una tormenta. El viaje de regreso fue accidentado y los arriesgados navegantes se
dispersaron, llegando Colón a las costas portuguesas de donde pasó a España. El almirante del mar océano fue
recibido por los Reyes Católicos en la ciudad de Barcelona. Allí dió cuenta de su viaje y mostró a los reyes los
productos de la fauna y flora americanas, presentando además algunos nativos de las islas que llamaron
poderosamente la atención, tanto por su raza como por su vestimenta.

Segundo viaje

El segundo viaje de Colón hacia el nuevo mundo se hace del puerto de Cádiz, el 25 de septiembre de 1493. Entre
su tripulación se encontraba Fray Diego Buil, Diego Álvarez Chanca, médico destacado, Alonso de Ojeda y Diego
Colón. El 3 de noviembre llegó a las pequeñas Antillas, descubriendo la isla Dominicana y otras. El 16 de
noviembre descubrió la isla de Boriquen (Puerto Rico) y otra que denominó San Juan Bautista.

Luego arribó al fuerte de Natividad, construido durante el primer viaje en la isla española, así se enteró que había
sido destituido por los caciques Caonabó y Mayrení, quienes habían dado muerte a toda la guarnición.

En mayo de 1494 construyó una nueva fortaleza: La Isabela, donde dejó de Gobernador a su hermano Bartolomé,
quién demostró gran pericia en su gobierno. Colón exploró el sur de la Española y fundó la población de Santo
Domingo. De regreso a España desembarcó en Cádiz en 1496 y fue recibido en Burgos por los reyes Fernando e
Isabel, quienes demostraron gran benevolencia, concediéndole nuevos favores.

Tercer viaje

El tercer viaje de Colón salió del puerto de Sanlúcar de Barrameda en mayo de 1498, haciendo escala en Puerto
Santo y Madera de donde pasa a las Canarias. En este viaje descubre la Costa Occidental del continente en la
desembocadura de Orinoco (Venezuela) a la que denomina Tierra Firme.

A Colón no le faltaron los enemigos, estos consiguieron que se nombrara a Francisco de Bobadilla como juez
pesquisidor y, dos meses más tarde, como Juez y Gobernador de la Española. Bobadilla llegó a Santo Domingo en
agosto de 1500 y como Colón se negó a reconocer sus poderes fue puesto preso y encerrado en una fortaleza.

Cuarto viaje

En 1502 Colón hizo velas rumbo a las Canarias, en junio llegó a la Martinica y siguió su viaje hasta la isla Española,
sin entrar al puerto de Santo Domingo pasó por las islas de Santa Cruz y Puerto Rico con rumbo a tierra firme.
Llegó a los Cayos de Morant (Jamaica) y, llevado por las corrientes, llegó a Cuba y a la isla de los Pinos. Con
dirección sur descubrió los Cabos de Honduras y otras tierras de América Central.

Pocas semanas después dejó de existir la reina Isabel, Colón que había llegado enfermo, no pudo salir de Sevilla
hasta mayo del año siguiente en que se trasladó a Segovia donde se encontraba el rey con su corte.

Abatido por su enfermedad y lleno de pesares morales, murió en Valladolid el 21 de mayo de 1506, después de
recibir los sacramentos.
iii. Posesión de América
Los reyes de españa Fernando e Isabel conociendo de la existencia de nuevos territorios se apresuraron a legalizar
su posesión, que ya se había hecho efectiva por la ocupación de Colón y sus compañeros. Para el efecto
solicitaron del Papa la autoridad máxima terrenal y espiritual de aquel entonces, un título de posesión. El Papa,
Alejandro VI, dió su respuesta favorable a dicha petición, dándoles posesión de las nuevas tierras, a condición de
que enviaran hombres instruidos y temerosos de Dios para evangelizar a los naturales.

iv. Tratado de Tordesillas


Portugal, que veía con cierto recelo los fabulosos descubrimientos de España, pidiendo al Papa se reconozcan sus
derechos a los viajes y exploraciones por el océano. Alejandro VI concedía a España todas las tierras situadas a
cien leguas al Occidente de las Azores e islas del Cabo Verde que eran portuguesas. Juan II de Portugal acreditó a
sus embajadores ante los Reyes Católicos, y en 1494, en la villa castellana de Tordesillas, se acordó la nueva
demarcación. Esta linea pasaba a 370 leguas del Cabo Verde. El trazado de la línea corrió a cargo de dos
carabelas, una española y otra portuguesa. Por este tratado se adjudicaba, impensadamente, a Portugal un gran
trozo del Brasil, hasta el meridiano 46 de longitud occidental. Este territorio fue descubierto en 1500 por el marino
portugués Álvarez Cabral. El tratado de Tordesillas no resolvió las dificultades entre España y Portugal, ya que el
litigio por los territorios americanos subsistió en los siglos XVII y XVIII.

v. La Conquista del Imperio de los Incas


El proceso de la conquista duró varias décadas desde la llegada de Colón en 1492. De manera simultánea se
dieron procesos de dominación y de descubrimiento. Los europeos encontraron paulatinamente un continente
gigantesco cuya dimensión no sospechaban. Las tres Américas superan varias veces en tamaño a Europa y
muchas más el territorio español. Poco a poco, fueron apareciendo ante sus azorados ojos los grandes océanos
(particularmente el Pacífico al que llamaron Mar del Sur), la impresionante cordillera de los Andes y la gigantesca
selva del Amazonas donde supusieron se encontraba el mítico tesoro de El Dorado. Pero sin duda los dos
momentos más impresionantes y decisivos de la conquista, cargados de drama y de sangre, fueron la conquista de
dos imperios, el azteca y el inca. Hernán Cortés conquistó el 13 de Agosto de 1521, después de más de dos años
de batalla en la que estuvo a punto de perecer con sus hombres en más de una ocasión, el gran reino de los
aztecas y la fabulosa ciudad de Tenotchitlán (México) gobernada por Moctezuma. Once años después, Francisco
Pizarro conquistó el imperio de los incas en el sur del continente americano. En algo más de medio siglo el imperio
español dominó un territorio casi veinte veces más grande que el de la península ibérica, que se prolongaba de
norte a sur por más de 10.000 km.

vi. Difícil ruta de la conquista


Entre 1531 y 1532 Pizarro exploró cautelosamente la región, combatió y venció a caciques locales y fundó Piura, la
primera población española del Perú. En noviembre de 1532 se internó hacia el este y se atrevió a subir a los
contrafuertes andinos, reducto del imperio incaico. El minúsculo ejército pizarrista contaba con 62 hombres a
caballo y 106 peones, un total de 168 europeos que iban a enfrentarse al imperio más poderoso de América del
Sur. La fortuna ayudó a Pizarro, los incas estaban divididos y, a pesar de que Atahuallpa había derrotado
militarmente a Huáscar, había gran descontento de los seguidores de Huáscar con el Inca quiteño que por
añadidura se hallaba acampado a pocos kilómetros de Cajamarca, a donde llegó Pizarro el 15 de noviembre de
1532.
Huayna Kápac, entes de morir, dejó el reino de Quito a Atahuallpa y el resto a su primogénito Huáscar.

vii. Atahuallpa (1500 -1533)


Atahuallpa nació alrededor de 1500 en las proximidades de Quito (Hoy provincia de Imbabura en Ecuador), hijo del
último gran Inca, Huayna Capac y de la princesa Tupac Palla. Fue el último de los incas reinantes antes de la
llegada de los europeos; lo sucedieron otros incas sujetos al dominio español y rebeldes al imperio conquistador,
que no pudieron recuperar nunca el poder sobre sus tierras.
El problema de la herencia del reino fue fatal para él y su pueblo. Heredó el norte con su centro en Quito, mientras
su hermano Huáscar, que desde la capital de los incas consideraban el heredero legítimo del imperio, se quedó con
el sur con su centro en Cuzco. Al no haber acuerdo entre ambos estalló una verdadera guerra civil que terminó por
coincidir con la llegada de Pizarro. En 1532, Atahuallpa venció a Huáscar en la batalla de Quipaypán.

viii. Muerte de Huascar


El 16 de noviembre de 1532 fue aprehendido por Pizarro en Cajamarca. Ya preso ordenó a sus hombres matar a
Huáscar y a toda su familia y descendencia. Después de haber ofrecido y entregado a los españoles un rescate por
su vida y libertad, fue ejecutado por Pizarro que lo acusó de idolatría, fratricidio y traición. Murió el 26 de julio de
1533, cuando tenía alrededor de 33 años.

ix. Muerte de Atahuallpa


El Inca hizo llegar a Rumiñawi, que estaba en las proximidades de Quito, la instrucción de atacar a los españoles
con su ejército. El cacique de Cajamarca denunció el hecho ante Pizarro, que con celeridad y frialdad reunió a su
grupo más íntimo y decidió la ejecución del emperador que fue acusado de traición y fratricidio y condenado a la
hoguera. Para el Inca esto era terrible pues rompía la tradición de que el cuerpo (momificado) en buen estado
garantizaba su vida en el más allá. El día de la ejecución que se hizo en el centro de la plaza de Cajamarca, pidió
convertirse al catolicismo y ser bautizado. Lo llamaron Francisco como el conquistador, probablemente lo hizo
porque así se libraba de la hoguera. En efecto, convertido el Inca, se le sometió al garrote (se ajusta un cordel al
cuello y se le da vuelta hasta ahogar a la víctima).

x. La conquista de Charcas
Más tarde, en 1536, Pizarro funda la Ciudad de los Reyes (Lima). Dividió el territorio conquistado en dos partes. El
norte, con 260 leguas, pertenecía a Francisco Pizarro bajo el nombre de Nueva Castilla; y el sur, con el nombre de
Nueva Toledo, a Almagro. Esta gobernación tenía 200 leguas hacia el sur. He aquí uno de los primeros títulos
coloniales de la pertenencia del Litoral a Bolivia. Al sur de la gobernación de Almagro comenzaba la de Pedro de
Mendoza, conquistador del Río de la Plata.

Las desavenencias entre Pizarro y Almagro sobre los límites de sus gobernaciones, hicieron que el Marqués
propusiera al Adelantado Diego de Almagro la exploración del sur, permitiendo a su socio la posesión del Cuzco.
Reunidas las fuerzas suficientes, mandó una expedición marítima de avanzada que llegó hasta cerca de Coquimbo.
Por tierra fueron los hombres al mando de Juan de Saavedra, quien marchó por la orilla del lago Titicaca y cruzó el
Desaguadero, penetrando al actual territorio de Bolivia. Luego avanzó hacia el sur fundando a su paso Paria y
Tupiza.

Almagro salió del Cuzco en julio de 1535, y siguiendo las huellas de Saavedra, estableció su primer campamento
en Faria. Lo acompañaban el gran sacerdote incaico Villac Urna y el Inca Paullu a fin de facilitar la entrada de los
españoles en los territorios que eran dominio de los incas. La expedición pasó luego a Tupiza y de allí hasta Salta
(Argentina). Después de muchos inconvenientes cruzó la cordillera avistando tierras chilenas el año de 1536.

Desilusionados al no encontrar las riquezas que habían originado la exploración, los españoles decidieron regresar
al Cuzco. Sus avanzadas llegaron al desierto de Atacama y después de grandes tropiezos atravesaron el desierto y
la región de Tarapacá, llegando cerca de Arequipa el año de 1537. Con esta expedición, Diego de Almagro
incorporó a las tierras altas la zona del Litoral; este hecho dio lugar a que, cuando se creó la Audiencia de Charcas,
el litoral formara parte de su jurisdicción.

xi. El inca paullu


Hermano menor de Atahuallpa come todos los caciques del sur era partidario de Huáscar y contrario a Atahuallpa.
Estas son las razones que explican su colaboración con los españoles.
Paullu acompañó a Almagro enviado por Manco II, el Inca de Vilcabamba, y fue a esta empresa junto con el gran
sacerdote o Villac Unu, quien abandonó a Almagro al conocer que Manco se había rebelado contra los españoles.
Paullu, siguió fiel al capitán español, Paullu murió en el Cuzco en 1550, Después de haber sido bautismo bajo el
nombre de Cristóbal. Su casa estaba al pie de la fortaleza de Sacsahuaman. Sus hijos fueron muy respetados y
mantuvieron un lugar privilegiado en la sociedad colonial.

xii. Guerras entre Pizarro y Almagro


En 1537 Diego de Almagro regresaba de Chile. Venía desilusionado, prendió a los hermanos Pizarro y se alzó en el
Cuzco, constituyéndose así en el primer rebelde del Perú. Los Pizarro lograron escapar de esta ciudad,
comenzando entonces la guerra entre ambos bandos. Don Francisco dio la decisiva batalla de las Salinas, en la
que fue derrotado Almagro. Hecho prisionero y conducido al Cuzco, fue juzgado y degollado en la plaza, en abril de
1538.

En contra del nuevo insurrecto se puso el pacificador Vací de Castro quien, auxiliado por los partidarios de Pizarro,
venció a Almagro "el Mozo" en la Batalla de Chupas quién fue ejecutado en el Cuzco en 1542.

Fundación de Chuquisaca
Francisco Pizarro envió a su hermano gonzalo a la conquista de los Charcas y del Collao, regiones que desde la
expedición de Almagro se hallaban sin colonizar. Gonzalo Pizarro entró en 1538 a estas tierras pero los naturales le
hicierón frente y lo cercarón en Cochabamba; tuvo que socorrerlo Hernado desde el Cuzco.

Los charcas estaban comandados por el cacique Ayaviri que, junto a otros caciques que le acompañaban tuvo que
capitular. Es entonces que Gonzalo Pizarro avanza hacia el sur acompañado por Aymoro, cacique de los
yamparas, quién pacta con Pizarro y le entrega el sitio de Pacha donde se acentarón los españoles.

En 1540 Pedro Anzúrez, llegó al sitio desde un lugar próximo a Pacha denomidado conchopata hizo el reparto.
Conformandose así la ciudad de La Plata sobre estos dos asentamientos indígenas, Conchopata y Pajcha, al pie
de los cerros Sicasica y Churuquella.
Gonzalo Pizarro permaneció en el territorio de Charcas explorando las minas de Porco (Potosi).

xiii. El Padre las Casas


El proceso de la idea sobre los abusos y depredaciones realizadas por los españoles en América y en el Alto Perú
en los primeros años de la conquista a comienzos del siglo XVI, y se vuelve álgido hacia la mitad de siglo. Empezó
en las Antillas con los abusos de los conquistadores que provocaron la reacción de la iglesia, en 1511 eleva su
protesta Fray Antonio de Montesinos en un sermón esto trasciende a la Península y esto preocupa al Rey
Fernando. a filósofos y al pueblo español.

Con este motivo se promulgarón las leyes de Burgos de 1512 que trataba de suprimir los abusos cometidos. En
esto aparece Bartolomé de las Casas, nacido en Sevilla en 1474, se convirtio en religioso ingresando en la Orden
de Santo Domingo llegando a ser Opispo de Chiapas. Desde temprano se preocupó por los indíginas y comenzo
sus campañas contra el sistema de entregar a los conquistadores un pedazo de tierra, incluso sus colonos. Trató
de hacerse escuhar por Carlos V redactando escritos ellos son: "Del único modo de atraer a todos los pueblos a la
verdadera religión" y especialmente la obra origen de la leyenda negra hispanoamericana: "Brevísima Relación de
la Destrucción de las Indias". En ella narra los innumerables abusos que según él habian cometido los españoles
desde 1500 hasta 1542 en la conquista de América.

xiv. Creación del Virreinato del Perú


Estas ordenanzas, dictadas por Carlos V, eran la respuesta del estado español a la prédica de Bartolomé de las
Casas a favor de los indios. Para hacerlas cumplir, creó el monarca el cargo de virrey del Perú cuyo nombramiento
recayó en el caballero de Ávila. Núñez de Vela llevaba la misión específica de hacer cumplir las Ordenanzas de
Barcelona las cuales desposeían a los conquistadores de muchos de sus derechos y buscaban la mejora de la
situación de los indios, entro a Lima como Virrey, el 15 de mayo de 1544, no fue bien recibido pues los españoles
no estaban dispuestos a catar las nuevas leyes.

La jurisdicción del Virreinato era muy grande pues comprendía los actuales países de Panamá, Colombia, Ecuador,
Perú y Bolivia. Quedaban exentas Chile y Venezuela.

xv. Rebelión de Gonzalo Pizarro


Al llegar el primer virrey a Lima en 1544, y como hombre duro y inflexible trato de hacer cumplir las nuevas leyes a
todo trance. Era popular entre los conquistadores el partido contrario a estas ordenanzas las que en su parte
principal favorecían a los naturales, lesionando los intereses de los encomenderos.

Un grupo de estos solicito a Pizarro que estaba en Porco (departamento de Potosí) que los encabezase en contra
de las disposiciones del monarca en contra de Vela.

xvi. Guerras civiles del Perú


Del Alto Perú donde surgiría la rebelión, salieron también los contrarrevolucionarios a cuya cabeza estaba Diego
Centeno y sus hombres, mediante hábil golpe, se apropiaron de la plaza y se formo un ejército que hizo frente a
Gonzalo Pizarro el 1544.
El virrey Núñez de Vela se retiro prudentemente hacia Quito, Gonzalo Pizarro lo supo y se encamino en busca del
virrey después de varias escaramuzas se dio el encuentro definitivo en Añaquito cerca del Ecuador, allí las tropas
reales fueron derrotadas y el virrey muerto (enero de 1546). Pizarro fue recibido con grandes honores en Quito y
más de uno le aconsejo proclamarse emperador del Perú

xvii. La Gasca, pacificador


Conocida en España la rebelión de Pizarro y viendo el Emperador el fracaso de su virrey, dio plenos poderes para
pacificar al Perú a un humilde clérigo: Pedro de la Gasca. Sagaz y hábil en política, cuando viene a Indias trae
como única arma su breviario, desembarca en el Perú en 1547. Con gran táctica y valiéndose de promesas, se
gana poco a poco a los partidarios de Pizarro que pasan a formar el partido del rey, dejando abandonado al
soberbio rebelde.

xviii. Batallas de Huarina y Xaquisaguana


A pesar del prestigio de la Gasca, le estrella de Carvajal aun no había declinado y después de varias alternativas
derrotas a su implacable enemigo Centeno en Huarina (1547) . Centeno logra escapar del desastre y pasa a
engrosar las tropas del Pacificador a las que se habían unido Benalcázar y Alonso de Mendoza, que antes figurara
en el bando rebelde.
Al cabo de algunos meses se dio la gran batalla en xaquisaguana donde fueron derrotados Pizarro y Carvajal
fueron presos, juzgados por traidores y ejecutados en el Cuzco el 9 de abril 1548.

xix. Fundación de La Paz


La Gasca envió en uno de los más importantes capitanes realistas Alonso de Mendoza, a fundar una ciudad nueva
en memoria de la conclusión de las guerras civiles del Virreinato.

Con este motivo el 20 de Octubre de 1548 se reunieron en la Iglesia de Laja, junto a Alonso de Mendoza, un grupo
de conquistadores entre ellos se hallaban Juan de Vargas, Diego Alemán, Juan de Rivas, Alonso de Zayas,
Francisco de Cámara y otros.
Redactaron el acta de fundación, Alonso de Mendoza como Justicia Mayor de la ciudad, nombrado alcaldes y
regidores.
A los tres días, el 23 de octubre, se ubico a la ciudad, con el titulo de Nuestra Señora de La Paz, en el cercano valle
de Chuquiago, allí se realizó un nuevo acto en el que se colocó el rollo y la picota como símbolo de la justicia en la
zona de Churubamba, cercana a la vivienda del cacique Quirquincha.

San Pedro fue consagrada como la iglesia parroquial con el primer cura Juan Rodríguez, una vez decidido que el
lugar definitivo de La Paz seria el Chuquiago se nombro a Juan Gutiérrez Paniagua para que realizara el tramo de
la ciudad y la distribución, esto se verificó en noviembre de 1549. Más tarde en 1550, se trato de llevar La Paz.

Habiendo sido desterrada la idea de trasladar la ciudad, el Emperador Carlos V, en 1555, concede a La Paz un
escudo de armas que según Cédula real estaba constituido de la siguiente manera: en la parte superior un yelmo
rematado por una paloma que llevaba en el pico un ramo de olivo, en el centro una corona, debajo un león
enfrentado por un cordero, ambos de pie, y en la parte inferior un rio. Alrededor tenia la siguiente inscripción: “LOS
DISCORDES EN CONCORDIA EN PAZ Y AMOR SE JUNTARON Y PUEBLO DE PAZ FUNDARON PARA
PERPETUA MEMORIA”. Años más tarde, el escudo sufrió transformaciones.

xx. Alonzo de Mendoza


Natural de Garrobilla, provincia de Badajoz, desde 1538 tomó parte activa en las luchas entre Pizarro y Almagro
donde se destaco como hábil militar. Después de la derrota de Pizarro recibió órdenes de la Gasca de fundar una
nueva población a la que pondría el nombre de Nuestra Señora de La Paz.

En 1549 Alonso de Mendoza tuvo que actuar contra un levantamiento de indios en Potosí. Al parecer murió en
Tipuani, propiedad que explotaba, en mayo de 1550.

xxi. Fundación de Potosí


Potosí no se fundo como otras ciudades del Alto Perú, levantando un acta y con trazado regular, sino que nació por
el desordenado agrupamiento de viviendas de los mineros que acudían al cerro. Desde 1546 se intensificaron las
construcciones aunque en forma desordenada.

Mediante Cédula Real el Rey Carlos V en 1546 dio el titulo de fundador de la nueva población a Juan de Villarroel
dándole el nombre de villa imperial y a la nueva villa se dio el escudo de armas con el cerro rico, columnas con dos
cintas donde está escrito: Plus Ultra, que significa “más halla” y la corona imperial, las primeras parroquias fueron
Santa Bárbara y San Lorenzo.

La importancia dela ciudad de Potosí en la colonia fue grande ya que se colocó, gracias a sus inmensas riquezas,
como una de las más importantes durante la colonia.

Potosí fue obra de la fiebre de riqueza de los conquistadores que construyeron sus casas apresuradamente,
afanados con la explotación del cerro. La verdadera fundación y planeamiento de la ciudad recién fue hecha en
1572, en época del Virrey Toledo.

xxii. Descubrimiento del Cerro Rico


En medio de las guerras civiles se llevo a cabo uno de los acontecimientos de la historia de Charcas: el
descubrimiento de los yacimientos de Plata en el Cerro de Potosí. El descubridor fue el indio yanacona Diego
Huallpa, qua había servido al inca Huayna Capac.

En enero 1545, fue enviado junto a otro indio desde un cerro vecino al Sumac Orco o Cerro Rico, donde descubrió
una veta de plata, mineral del que prácticamente estaba constituido del cerro, según Bartolomé Arzans y vela el
cerro era una huaca sagrada que los indígenas conocían desde muy antiguo y que no se podía tocar, ocultaron
este hecho a los españoles, pero huallpa los traiciono.
Huallpa estuvo explotando la plata del cerro por su cuenta, pero dio aviso de su hallazgo a Huanca como este era
mayordomo del encomendero fue al cerro y registró como suya la propiedad de las minas del cerro rico. Corrió la
noticia hasta Perú y decidieron explotar las fabulosas riquezas del cerro de Potosí, inmediatamente se
establecieron rancheríos y casi cerca del cerro.

xxiii. La Mita
El Rey Toledo reorganizó el sistema de la mita practicado por los incas, quienes lo habían implantado en los
territorios conquistados.

Las grandes riquezas descubiertas en la colonia fueron explotadas en gran escala, trabajo para el que se necesitan
brazos. Como los negros no se adaptan a las zonas frías abundantes en minerales, se recurrió al indio al que se le
obligó a trabajar en turnos de doce horas durante cuatro meses.

Este sistema de trabajo forzado llamado mita, fue instituido por el Virrey Toledo en 1572 y estaban obligados a
participar en él todos los indígenas comprendidos entre los 18 y los 60 años, quienes eran sorteados y recibían un
salario por el trabajo realizado.

Sin embargo, y para colmar la desmedida ambición de los conquistadores, fueron obligados a trabajar de por vida
con el consiguiente perjuicio para la salud.

xxiv. Fundación de Cochabamba


Desde el año 1542 un núcleo de colonizadores españoles habitaba en el valle de Kjocha Pampa, al lado del
poblado indígena de Canata. Diez años más arde uno de los capitanes de Pizarro, Garci Ruiz de Orellana, compró
tierras a los caciques de Sipesipe, Achatay y Cosavana y sobre estas propiedades y otras vecinas, por encargo del
virrey Toledo, se fundó la Villa de Oropesa el 2 de agosto de 1571. Recibió este nombre en homenaje al título del
virrey.

La población estaba constituida por unos mil españoles y dos mil indígenas. El fundador fue el capitán Don
Jerónimo de Osorio, viejo soldado que había guerreado en Flandes, Alemania e Italia. Antes de la fundación,
Canata tenía su iglesia consagrada a San Sebastián y era partido judicial dependiente de la Audiencia de Charcas.
El primer corregidor y justicia mayor fue Don Jerónimo de Osorio, cargo que desempeñó hasta fines de 1573.

La fundación nominal también fue realizada por encargo de Toledo y se la encomendó al Juez de Residencia, Don
Sebastián Barba de Padilla (1º de enero de 1574). La nueva ciudad quedó emplazada a orillas del río Rocha, al que
dio su nombre el capitán Martín de la Rocha por haberlo desviado para trabajos agrícolas.

Desde los primeros días de su existencia, la Villa de Oropesa dio muestras de su gran riqueza agropecuaria y
abundancia de ganado ovino, bovino, porcino y caballar.

xxv. Fundación de Tarija


Por provisión del Virrey Don Francisco de Toledo emitida el 22 de enero de 1574, se encarga al Capitán Don Luis
Fuentes la fundación de una villa en el valle de Tarija, en los términos y región de los chiriguanos. Fuentes y 45
españoles se pusieron en camino hacia el sur del país; llegados a las faldas del Calama, lugar habitado por los
“tomatas”, hicieron un fuerte para contener las posibles acometidas de los chiriguanos. Este grupo a llegar al valle
encontró una antigua población levantada por los conquistadores que trabajaron en la zona con anterioridad; esta
población se conoce hoy como San Lorenzo o “Tarija la Vieja”. Pasaron más adelante, y a orillas del río Nuevo
Guadalquivir Luis de Fuentes fundó la Villa de San Bernardo de Tarija el 4 de julio de ese mismo año de 1574.
Fuentes fue nombrado Capitán y Justicia Mayor.
La riqueza ganadera del valle era proverbial y se fue incrementando con los años. Este ganado provenía de la
hacienda de Juan Ortiz de Zarate, quien pobló aquellos parajes hacia 1563. En el año de 1575 fue fundado el
convento de Santo Domingo por e fraile Francisco Sedeño que había llegado acompañando al primer grupo de
colonizadores. La tranquilidad de la ciudad recién fundada se vio alterada frecuentemente por las invasiones de los
chiriguanos que la asediaron los 25 primeros años de su existencia. Para contener estas invasiones, y después del
combate de Matará (1578), los españoles construyeron fuertes avanzados en Narváez, San Diego, San Luís,
Zapatera y Caraparí. Fuentes murió en 1598.

xxvi. Fundación de Santa Cruz de la Sierra


En 1556, el virrey Andrés Hurtado de Mendoza, Marqués de Cañete, recibió la noticia de la existencia de una zona
sin colonizar, al otro lado de las llanuras, al sudoeste de los Charcas y dentro de su jurisdicción. Con la intensión de
poblar estas tierras encarga una expedición al capitán don Andrés Manso Sierra de Leguízamo, quien había estado
anteriormente en Potosí y Charcas.
Hizo su entrada este conquistador por la denominada ruta de Tomina con el propósito de poblar toda la región
comprendida entre los ríos Paraguay, Pilcomayo y Bermejo. Fundo entre el Parapeti o condorillo, una población con
el nombre de Nueva Rioja, en un tolderio de chiriguanos.
Está situación histórica llevó al historiador Humberto Vázquez Machicado a decir: El Collasuyo incaico y la
gobernación de Ñuflo de Chavez, vienen a soldarse en ese año de 1560 y formar un solo bloque al redor del núcleo
central de Potosí , Charcas, para formar una sola conciencia de formar la que llegaría a ser la República de Bolivia.

En julio de 1560 Chávez, después d e haber reforzado sus tropas, regreso a la Barranca; allí dejo una fuerza de
custodia continuando su expedición a cincuenta leguas al este de La Barranca Chávez fundo la ciudad de Santa
Cruz de la Sierra el 26 de febrero de 1561 y el 20 de abril del siguiente año se hizo el repartimiento de naturales.

xxvii. Fundación de San Lorenzo y traslado de Santa


Cruz
Lorenzo Suárez de Figueroa fue gobernador en 1581. En 1590 fundo San Lorenzo el Real, ciudad ubicada entre
Santa Cruz la Vieja y Charcas. Cinco años después, San Lorenzo se traslado a los llanos de Grigota, pasando a
ser de la gobernación de Santa Cruz de la Sierra. A su vez, la ya fundada ciudad de Santa Cruz 1561,,, conocida
también como Santa Cruz de la Vieja, se traslado a Cotoca (1601 - 1604) por indicación del oidor de la Audiencia,
Francisco de Alfaro, quien fue al oriente a pedir cuentas al gobernador Mate de Luna. San Lorenzo el Real absorbió
la población de Santa Cruz de la Vieja y Santa Cruz de la Nueva (ubicada en la región de Cotoca). Esta población,
que se llamo indistintamente Santa Cruz de la Sierra y San Lorenzo el Real de la Barranca, se traslado a su actual
ubicación sobre el río Piray en 1622.

xxviii. Los misioneros - conquista de los chunchos


El primer sacerdote que ingreso a la tierra de Moxos fue el carmelita Vázquez de Urrea que participo en las dos
últimas expediciones militares que se internaron por esta región. Recorrió las tierras del actual departamento de
Pando, entre 1560 y 1568, pereciendo junto a Gómez de Tordoya cuando su expedición fue atacada por los
toromanas.

El cura de Mataca, Cabello de Balboa, con autorización de la Audiencia de Charcas, salió el año 1549 de La Paz
dirigiéndose hacia el norte por la provincia de Lecos. Siguiendo la orilla izquierda del rio Beni atravesó la
confluencia del Tuichi hasta llegar al Madre de Dios. Tres años más tarde, en 1579, el jesuita Juan de Urrea salió
de La Paz por la ruta de Apolobamba hasta llegar a la región de los chunchos, siendo victimado por los indios.

xxix. Fundación de la Audiencia de Charcas


La más alta autoridad jurídica y administrativa en el territorio del Alto Perú, durante los tres siglos de la colonia, fue
el organismo conocido con el nombre de Audiencia de Charcas.
Este organismo constaba de cinco oidores y un presidente, más algunos empleados subalternos. Las prerrogativas
civiles y eclesiásticas de las que gozaban sus miembros eran tan grandes que en ocasiones crearon serio;
conflictos de potestad, especialmente con la iglesia. El presidente gozaba de varios títulos, entre los cuales
constaba el de capitán general de La Plata. En América del Sur la Audiencia de Charcas gozaba de la más amplia
preeminencia después de la de Lima.

La Real Audiencia de Charcas fue creada por Cédula de 18 de septiembre de 1559, dada en Valladolid; sus límites
fuere n fijados por Cédula de 29 de agosto de 1563. Posteriormente el mismo rey Felipe II, quien había fundado la
Audiencia, le señaló nueva jurisdicción quitándole el distrito y término de la ciudad del Cuzco para hacerla
depender de la Audiencia de los Reyes. Los límites de la Audiencia de Charcas quedaron definidos por el norte
hasta el Collao (Ayaviri y Asillo), provincias de Sayabamba y Carabaya; al noroeste las provincias de Moxos y
Chunchos, al este y sudeste las tierras pobladas por Andrés Manso y Ñuflo de Chávez (Chaco Boreal) y las
jurisdicciones de Tucumán, Juries y Diaguitas. En el siglo XVII (1617) estos límites fueron reducidos, quitando de la
Audiencia de Charcas el gobierno del Río de La Plata.

Por el sur, pertenecía a la Audiencia de Charcas la zona del Desierto de Atacama hasta el paralelo 25º 30'
(desembocadura del Río Salado). Este último límite se mantuvo hasta la fundación de la república, quedando
incorporada esa zona a Bolivia con el nombre de Departamento del Litoral.

Toda la jurisdicción de esta Audiencia se llamaba “Nuevo Reino de Toledo” desde los tiempos de Pizarro y
Almagro. El primer presidente de la Audiencia fue Pedro Ramírez de Quiñones y el cuerpo de la misma estaba
compuesto por los Oidores Juan Matienzo, Pedro López de Haro y el Licenciado Recalde.

xxx. Estratos sociales


Al terminar la conquista sólo existía la clase de los vencedores, o sea los hidalgos, soldados y encomenderos y la
de los vencidos, o sea el pueblo indígena. Pronto, por táctica y aun por conveniencia, los españoles reconocieron a
las antiguas autoridades incaicas y aimaras dándoles los mismos privilegios que tenían los españoles nobles. Así
subsistieron bajo la tutela española los incas principales, los caciques regionales, los mandones etc.; todos ellos
eran objeto de atenciones y se les rendía homenaje al igual que a los españoles. Se les concedieron encomiendas
de tierras y minas, teniendo derecho a anteponer el don a su nombre.

De la mezcla de razas nació la clase mestiza que desde su comienzo se dedicó a los oficios artesanos, como
carpintería, zapatería, platería, herrería, etc. En el siglo XVI no vemos a esta clase ocupar papel alguno; estiba a la
expectativa, ocupando puestos inferiores en una sociedad donde la graduación era español peninsular, criollo o
español nacido en América, indígenas nobles, mestizos, indios y negros esclavos.

De acuerdo a los cruces raciales se fueron formando varias castas así el hijo de español e india, era mestizo; el de
español y negra recibía el nombre de mulato y el de indio y negra, el de zambo, etc. El hijo de españoles nacido en
América recibía el nombre de criollo.

III. Virreinatos
Al dejar de existir Felipe II, le sucedió su hijo Felipe III, gobernó el imperio español desde esa fecha hasta su
muerte acaecida en Madrid el año 1621. Con este rey comienzas los síntomas de una decadencia que se acentuó
durante todo el siglo XVII con Felipe IV y con el último de los reyes Asturias, Carlos II que débil y enfermizo no dejó
descendencia.

Entre las causas más importantes de este declinar está la mala administración, debida al abandono que hacía los
reyes de su mando en manos de favoritos quienes satisfacían sus propios intereses en perjuicio de los del pueblo.
Estas causas, junto con el abandono del campo y la agricultura, fueron motivo de la pobreza que tuvo que sufrir
España durante todo el siglo XVIII.

La decadencia española influye poco en América ya que este siglo es de auge y grandeza en los virreinatos. El
siglo de conquista había pasado y una vez asentados los colonizadores en los lugares ya conocidos se afianzan en
la tierra. Se fundan nuevas ciudades además de las existentes, que se desenvuelven paulatinamente alcanzando
en algunos casos el punto culminante de su desarrollo urbano y económico.
Llama la atención que a principios del siglo XVII, Chuquisaca y Potosí alcanzan gran esplendor. Potosí con sus
guerras civiles, sus desastres y su opulencia económica. El lento progreso de La Paz y Cochabamba, las
insurrecciones en el sur, los bandos en el Paraguay en torno a la figura de Cárdenas y la sublevación de Gallardo
en La Paz hacia la mitad del siglo, son las notas más sobresalientes del Alto Perú.

 La sociedad Virreinal
 Fundación de Oruro
 Fundación de Trinidad
 Personalidad de Cipriano Barace
 Instituciones
 Consejo de Indias
 La sociedad mestiza
 Expulsión de los jesuitas
 Rebelión de Túpac Amaru
 Los levantamientos previos
 Plan de Túpac Amaru
 Tomas Catari
 Julian Apaza - Tupac Catari
 El sitio a Sorata
 Primer sitio a la ciudad de La Paz
 Segundo sitio a la ciudad de La Paz
 Muerte de Túpac Catari
 Rebelión de Oruro

La sociedad Virreinal
De los cuatro virreyes que gobernarón el Perú en el siglo XVII el más el importante para el Alto Perú fue fue Don
Pedro Fernández de Castro Conde de Lemus Nombrado Virrey en 1666 llegando acompañado con su esposa
Doña Ana De Borja.

Al llegar el Conde de Lemus se encontró con el problema de la insurrección de Laicacota, no resuelto por su
antecesor ni por la Audiencia de Lima. Para solucionarlo se embarco hacia Arica y desde allí paso a Paucarcollo.
Sofoco la rebelión y se fue luego a Copacabana e 1668, visito toda la provincia después de la pacificación,
reasumiendo el gobierno en 1669. Se preparaba para celebrar la canonización de Santa Rosa de Lima y San
Francisco de Borja, cuando lo sorprendió la muerte a los 32 años en 1672. Fue nombrado muy devoto y gran
protector de la Compañía de Jesús.

El vigésimo virrey del Perú fue Baltasar de la Cueva Enríquez que gobernó entre 1673 y 1677. Hombre muy estricto
en materia económica, tuvo desavenencias con los comerciantes y el consulado del mar por sus severas
ordenanzas contra la corrupción.

Mediante real orden el gobierno paso a Don Melchor de Liñán y Cisneros ocupo el cargo de Obispo, tres años
después fue designado virrey , durante su gobierno llego la célebre recopilación de las Leyes de Indias. En 1681
comenzó a producir oro en una las minas al costado del Illimani, y fue la cantidad de oro recogido, que bajo la
cotización de este metal.

El Duque de la Plata Don Melchor de Navarra y Rocafull (1680-1689), la planificación de la Casa de Moneda de
Lima que se opuso a la de Potosí y el primer intento de supresión de la mita.

El último virrey del siglo XVII fue Don Melchor Portocarrero Conde de la Monclova quien ocupo el cargo y murió en
su desempeño.

Fundación de Oruro
El año de 1605 el cura de Colquemarca, Francisco Medrano, y otros españoles descubrieron minerales ricos en
plata en un cerro de la región de los Urus al que pusieron de nombre San Cristóbal. Ala noticia de la abundancia
del codiciado metal se trasladaron a la región muchos españoles para consagrarse a la explotación de las citadas
minas. Pronto nació un poblado que estaba bajo la advocación de San Miguel, pues el día del Arcángel se había
empezado a explotar sistemáticamente las mismas.

Acababa de morir el conde Monterrey, cuando llegaba la solitud de los vecinos de esta nueva ciudad hasta la
Audiencia de Charcas para que se oficializara la fundación de la Villa. Fue encargado el Lic. Don Manuel Castro de
Padilla quien, trasladándose hasta el asiento de San Miguel y junto al cerro Pie de Gallo, efectuó la fundación
definitiva el 1º de noviembre de 1606. Nació así la actual ciudad de Oruro con el nombre de “Real Villa de Don
Felipe de Austria” en honor del monarca reinante Felipe III. El primer alcalde de la ciudad fue el descubridor de las
minas, el presbítero Francisco Medrano. Se pobló la Villa rápidamente y hacia 1618 estaba habitada por mil
españoles y una gran población indígena. En sus proximidades había 20 ingenios destinados a beneficiar el mineral
extraído de los cerros. Se agrando este distrito minero con la inclusión de la ya centenaria población de Paria y la
Berenguela. En un principio se habían señalado indios para la mita de Oruro, pero en 1618 se quitaron para
beneficiar al cerro de Potosí; el grueso del trabajo se hizo sobre la base del sistema de “minga” o jornal.

En el aspecto urbano Oruro fue pobre en sus primeros años, por eso casi todas sus casas están hechas con paja;
sin embargo, no tenía un año de vida ya contaba con 700 casa. Hacia la mitad del siglo se había edificado iglesias
y conventos, como los de San Francisco, Santo Domingo, San Agustín, La Merced, La Compañía y un hospital para
los enfermos. Al igual que Potosí, Oruro Tenia oficiales reales encargados de las gestiones económicas para la real
hacienda.

Fundación de Trinidad
Prosiguiendo con sus conquistas espirituales, el padre Barace agrupo a varios indígenas del Maguhana en el
antiguo sitio donde se había establecido ante los padres Bermudo y Aller. En el año de 1686, a orillas del rio
Mamoré, fundó la misión de la Santísima Trinidad; así el Padre Barace es el verdadero fundador de la ciudad de
Trinidad (Beni).

Personalidad de Cipriano Barace


Nació en Isaba el año1641 siendo destinado por petición suya, a la conversión de infieles en el Perú entro el año
1675 consagrándose durante 11 años a la labor de sus fieles sirviendo de sacerdote, medico, artesano, vaquero,
etc.

A él se debe la introducción del ganado en el Beni. Desde Trinidad el padre se encamino hacia el este encontrando
a los Guarayos. Prosiguió adelante hasta hallar a los Baures, indios aguerridos y feroces cuya conquista espiritual
intento el año de 1702. Murió mártir de la religión católica al querer evangelizar a estos pueblos después de haber
misionado en Moxos por espacio de 27 años.

Instituciones
Al establecer los españoles en América trajeron a las nuevas tierras todas las instituciones políticas, legislativas y
jurídicas que existían en España a fines del siglo XV y en comienzos del XVI. En el dominio político de las tierras de
América dependieron de un Consejo especial radicado en Madrid, que se denominó Consejo de Indias; tenía
potestad soberana del rey en América y su fundación ya estaba en mente de los reyes católicos.

Consejo de Indias
Este consejo constaba de un presidente y cinco consejeros, posteriormente se amplio su número a doce. Empezó a
funcionar en 1524su primer presidente García de Loayza. Al ampliarse la conquista, el Consejo tomo bajo su tutela
la Casa de Contratación creada en 1502 con residencia en Sevilla, que atendía asuntos comerciales, algunos
judiciales y todo lo referente a los embarques a las Indias.
La jurisdicción del Consejo de Indias era amplia; trataba sobre asuntos civiles, eclesiásticos y militares, y también
sobre el Supremo Consejo: virreyes, audiencias, etc. Dictaba las leyes y proponían al rey las personas que
desempeñarían los altos cargos civiles y religiosos.

Los Virreinatos

España adopto la división política de las Indias la misma forma que tenia la península. Fueron estos el virreinato de
Nueva España creado en 1535, abarcaba México y toda la parte sur de los Estados Unidos. El virreinato del Perú
creado en 1542, que comprendía los actuales territorios del Perú, Ecuador y Bolivia y parte de la Argentina y el
Paraguay. Más tarde se creó el virreinato de Buenos Aires o La Plata (1776) que abarcaba la Argentina, Uruguay,
Paraguay y Bolivia. El virreinato de Nueva Granada constituido por Colombia y parte del Ecuador se creó en último
tercio del XVIII.

Los virreyes se escogía entre las personas más nobles de España, su mando era absoluto podían hacer todo lo
que “hiciera el rey si estuviera presente”, mandaban el ejército y la marina, supervisaban la economía y entendían
asuntos religiosos. Desde 1603 se les negó intervenir en la justicia en segunda instancia, que estaba reservada a
las audiencias, así mismo la apelación final se hacía al Consejo de Indias.

Su gobierno era de tres años, estaban sujetos al llamado juicio de residencia, y mientras no se diese el fallo no
podrían salir del lugar. La vida de los virreyes se desarrollaba dentro del mas ceremonial y lujo, los virreyes debían
realizar una visita durante el periodo de su gobierno al territorio de su jurisdicción.

La sociedad mestiza
Tratados entre España y Portugal

Las demarcaciones entre las posesiones españolas y portuguesas de América, fue desde los primeros años del
descubrimiento motivo de disputa y aun de guerra. La frontera, entre el actual Brasil y la Audiencia de Charcas,
siempre estuvo sobre las armas y en no pocas ocasiones se efectuaron encuentros entre tropas de uno y otro
grupo.

El año de 1680 fundó el gobernador del Rio de Janeiro, sobre la ribera del Rio de La Plata una colonia con el
nombre de Sacramento; los españoles miraban ese territorio como suyo, por lo que pidieron se suprimiera esa
fundación. Los portugueses quisieron mantener su nueva colonia y proponían no entablar comercio alguno con las
provincias españolas en tanto se resolvieron el litigio que se pensaba llevar al Papa. Con este fin se firmo un
tratado en 1701, pero prontos sobrevino una nueva guerra ambos países y los españoles se apoderaron por las
armas de Sacramento; fue recuperado por Portugal el año 1735. Madrid ordeno que cesaran las hostilidades en
tanto procuraba que Sacramento pasara a su dominio mediante alguna compensación a la que Portugal se negaba
terminantemente.

En realidad el fuerte de sacramento era una de las avanzadas de Portugal sobre las posesiones españolas de
América. Centro de contrabando de toda clase era una puerta de escape difícil de controlar por su alejamiento tanto
del centro del virreinato como de la Audiencia de Charcas. Los portugueses no solo se asentaron allí sino que
hacían continuas penetraciones en el territorio de la audiencia, teniendo serios choques con los jesuitas, cuyas
guarniciones eran la única avanzada de Charcas en su frontera oriental.

Razones son estas que hacían recrudecer día a día el problema de la colonia de Sacramento, en tiempo del virrey
Manso de Velasco, se pensó llegar a una sola solución mediante un nuevo tratado por lo que España tomaba
posesión de de Sacramento, cediendo en cambio 500 leguas de territorio en la provincia de Paraguay. Esto no se
pudo efectuarse, pues los indios de misiones se negaron a pasar a manos extrañas. Los portugueses a su vez
incursionaron a Moxos, habiendo hecho suyas dos de las reducciones jesuíticas: Santa Catalina y San Miguel,
ambas sobre el rio Itenez. Este estado de cosas prosiguió hasta 1777 en que se firmo el tratado de San Idelfonso.
En el que estipulaba lo siguiente: la navegación del rio de La Plata y el Uruguay pertenecía exclusivamente a
España, hasta el punto en que el rio Parapeti – Guasu desagua en el Uruguay y Portugal renunciaba renunciaba a
Sacramento y la Isla de San Gabriel.las lagunas de Merim y Mangueira y las tierras que les separan, quedaban
dividiendo las posesiones españolas de las portuguesas, sin que ninguna de las dos naciones pudiera ocuparlas.
España de su parte restituía a Portugal la Isla de Santa Catalina y a Inglaterra el Peón de Gibraltar; este país
desocupaba en cambio Filipinas, y Portugal renunciaba a los derechos que pudiera tener sobre ellas y las islas
Marianas.

Expulsión de los jesuitas


Desde el punto de vista de América, la obra de la compañía fue beneficiosa: incorporó a la civilización a cientos de
tribus, revirtió a las misiones americanas cuanto de ellas se extraía, logrando un gran progreso material causante
de resquemores de parte de las autoridades civiles. Su labor educacional, tanto en colegios como universidades,
fue amplia y efectiva, pero estos dos puntos (misional y de educación), sobre todo el primero, dio lugar a que se
pasaran a España informes contrarios a su obra, entre los informantes estaba el virrey Amat.

Los despachos del conde de Aranda llegaron secretamente a manos del virrey Amat y en la misma forma fueron
trasmitidos al presidente de la audiencia para que se realizara la expulsión sin escándalo y la mayor premura. Estos
despachos no podían ser abiertos hasta el primero de marzo y todos a un tiempo, para evitar que corriera la noticia.
Una vez que las autoridades respectivas se enteraran del contenido, organizarían la expulsión en el menor plazo
posible, sacando de sus casas y misiones a todos los jesuitas sin distinción de edad, incluyendo a los novicios que
quisieran seguirles. No deberían hacerse excepciones ni siquiera con los enfermos.

Así salieron los jesuitas. Hubo algunos intentos de sublevación, pro unos fueron sofocados y otros pacificados por
los mismos expulsos. También, siguiendo real orden, se los hizo salir por despoblado; en Charcas se tomó la ruta
de Oruro y el desierto de Atacama, llevándolos hasta la costa entre gente armada. Varios murieron antes de llegar
a su destino, sobre todo aquellos muy ancianos a quienes se forzó a hacer este penoso recorrido.
Momentáneamente, colegios, universidades y misiones quedaron en gran confusión y abandono; se trato de
subsanar esto enviando franciscanos a las reducciones y reorganizando los planteles sobre la base del clero
secular.

Rebelión de Túpac Amaru


Vuelto Amat a España, toma el mando del Perú el virrey Guirior, quien ya no gobierno sobre la Audiencia de
Charcas. Su actitud se distingue por una extrema prudencia y por las sabias mediadas que tomó a favor de los
naturales; se negó a todas las peticiones que se le hicieran para el empleo de los indios mitayos en Huancavelica.
Era enemigo de los repartimientos y del monopolio mercantil de los corregidores. Durante su gobierno se
empezaron a sentir los primeros movimientos subversivos; Guirior, comprendiendo la difícil situación, puso su
autoridad al lado de los quejosos indígenas, pero no pudo seguir su política pues llegó de España el visitador José
Antonio de Areche decidido a aumentar los impuestos.

Los levantamientos previos


El año 1780 todo el Bajo Perú se hallaba levantado; la causa, que dieron los sublevados como razón inmediata, fue
el nuevo impuesto de aduana contra el cual se levantaron Arequipa y Cuzco y en Charcas La Paz, Cochabamba y
la sede de la audiencia. El grito de rebelión fue “Viva el Rey y muera el mal gobierno”. En La Paz es donde este
alzamiento tuvo mayores alcances; a media noche del 12 de marzo de 1780 tocaron arrebato todas la iglesias de la
villa, congregándose dos mil hombres. No pudieron los revoltosos dar con el corregidor ni con los funcionarios de la
Real Hacienda, lo que les salvó la vida.

Junto a la queja de los indios contra los corregidores se sumaba el descontento por algunos curas que, además de
dar mal ejemplo, abusaban de los indígenas, exigiendo de ellos contribuciones contra toda la ley y justicia. Este
mal, que agudizo a fines del XVIII, eran contrarrestados por sacerdotes que compadecidos de la condición de los
naturales, predicaban contra los abusos de que eran objeto y, en le terreno de los hechos, contribuían directamente
a la sublevación.

Plan de Túpac Amaru


José Gabriel Condorcanqui, descendiente de Tupac Amaru (el inca que hizo ajusticiar el virrey Toledo, decidió
restablecer el incario ; no en un régimen semejante al antiguo Imperio del Sol, sino en uno que, manteniendo la
monarquía de los aborígenes, sustituyera al español. Tenía pensado proclamarse inca o rey y que bajo su
autoridad se mantuvieran cuatro virreyes.

El plan de Tupac Amaru no era el de una exclusiva reivindicación de las clases indígenas en contra de todo lo que
fuera blanco, pues claramente incluye este “inca”, en uno de sus manifiestos, a los criollos o españoles americanos,
quienes también soportaban el mal gobierno. El criterio del jefe indígena no fue compartido por la mayoría de los
indios, quienes no hacían distingos entre los españoles pudiendo verse esto en la contienda al caer indistintamente
unos y otros.

Tupac Amaru declara guerra sin cuartel a los españoles a quienes desea expulsar de todo el continente. En esta
lucha social, que ha sido la más grande de América, se proponía la supresión total de la mita y el retorno de las
tierras a manos de los indios, sus verdaderos dueños; esto dicho del caudillo altoperuano Nicolás Catari.

Esta rebelión no se hizo precipitadamente, sino que maduro durante 10 años en los que se establecieron contactos,
antes de decretar el alzamiento general recurrió el presunto inca a todos los medios legales posibles para obtener
su cometido. Así mismo pedía se respetara la jerarquía de los caciques y todas las prerrogativas, pedían también
que estos pudieran gobernarse por sí mismos y que se le reconociese a él como descendiente directo y legitimo de
los incas.

El 4 de noviembre de 1780 Tupac Amaru proclama la rebelión en un momento en que España estaba en guerra
con los ingleses. Las sublevaciones previas de La Paz, Cuzco, Arequipa, Cochabamba y de la capital de la
audiencia, habían creado el clima propicio y los acontecimientos se habían precipitado en Chayanta, teniendo
Tupac Amaru que alzar el grito de rebeldía quizá antes de lo previsto. El corregidor fue apresado por Amaru y
obligado a firmar una orden para que entregaran a los sublevados todos los fondos disponibles, después que
recogieron los indios el dinero y algunas armas, el corregidor fue ahorcado en la plaza del pueblo de Tungasuca.

Tomas Catari
Uno de los mayores focos descontento estaba en Chyanta, allí desarrolla su labor el cacique Tomás Catari, quien
estaba en comunicación con Tupac Amaru. Era fácil de comprender por qué esta región fue uno de los centros más
importantes del levantamiento si tenemos en cuenta la cercanía de Chayanta a las minas de Potosí a donde se
envía mitayos para trabajar en el Cerro Rico.

Los sucesos de Chayanta comenzaron con el reclamo hecho por Tomas Catari contra Blas Bernal por usurpación
de sus derechos al cacicazgo. Asesorado por el protector de naturales presento su reclamación, pero el corregidor
lo apreso. Catari logro fugar. La audiencia y los oficiales reales apoyaron al caudillo, pero el corregidor no daba
curso a sus despachos. Viendo lo infructuoso de sus reclamos.

Catari retorna a Chayanta y, sin esperar la solución legal de su caso, se auto nombra cacique y empieza su lucha
contra caciques que habían sido impuestos por los corregidores por lo que fue apresado nuevamente.

La audiencia no daba curso al expediente del caudillo, favoreciendo al corregidor Alós. La venalidad de este
tribunal había llegado a ser escandalosa, por haber cedido ante Alós, Flores, que se hizo cargo de la audiencia de
Charcas después de los sucesos Catari habría que solucionarlo sin intervención de la audiencia, la cual “no había
más que retardar el proceso sin poder conseguir justicia ninguna”.

Julian Apaza - Tupac Catari


Nace el pueblo de Ayo Ayo, provincia de Sicasica, pertenecía a la masa indígena y toma su nombre, combinando
los de los más grandes caudillos de la rebelión. Apaza era analfabeto y tenía muy poca preparación. A veces lo han
tratado de impostor alegando que se había erigido jefe en forma arbitraria y con nombre supuesto; sin embargo, el
Presidente de la Audiencia de Charcas, Ignacio Flores, por testimonio de la mujer de Túpac catari, nos dice que el
caudillo estuvo dos veces en Tungasuca hablando con Túpac Amaru. Vale decir que las relaciones del caudillo
paceño con las del rebelde del Perú; asimismo, su ambición era muy grande; Túpac Catari. No solo carece de la
prudencia de Tomás Catari, sino que su arrojo lo lleva a realizar uno de los actos bélicos más importantes de la
rebelión: el sitio de la ciudad de La Paz.

Junto a él está la figura de Bonifacio Chuquimamani, hombre letrado que le asesora. Chuquimamani era
oficialmente el encargado de redactar cartas y proclamas, y correr a cargo de los papeles inherentes a la situación.

El sitio a Sorata
Andrés Túpac Amaru, después de la ejecución de su tío inca José Gabriel, conquisto toda la provincia de Larecaja,
sitiando luego el pueblo de Sorata. Tres meses duró el asedio sin que sitiadores ni sitiados cedieran. Los sorateños
fueron intimados a la rendición, cuando ya estaban extenuados por falta de víveres. La resistencia de los vecinos
fue heroica, hasta costarles la vida. Túpac Amaru ingeniosamente hizo que durante el sitio sus tropas se ocuparan
de construir un dique que fue desbordado, arrasando la población y ahogando a la mayor parte de sus habitantes,
el 5 de agosto de 1781. Luego de su triunfo, las tropas de Andrés Túpac Amaru, fueron a colaborar en la conquista
de la ciudad de La Paz.

Primer sitio a la ciudad de La Paz


A principios de marzo de 1781 estallo la rebelión encabezada por Túpac Catari y rápidamente cayeron en sus
manos las Provincias de Sica Sica,Carangas Pacajes, Yungas Omasuyos y Chucuito. Luego de la cual puso sitio a
la ciudad de La Paz, al mando de 40.000 hombres. El primer sitio duró 109 días y en el cayeron 10.000 españoles.

Durante este tiempo la población moría de hambre, sin embargo los indios no pudieron apoderarse de la ciudad por
falta de armamentos adecuados. Los sublevados, en las escaramuzas que hacían, apresaron a varios mestizos;
estos, fingiendo simpatía a la causa de Catari, enseñaron a usar armas a los indios; pero la confianza que
depositaron en ellos los indígenas, tuvo que pesarles mas tarde, pues se traicionaron a los jefes indios que fueron
entregados a los españoles. Entre estos fue descubierto Mariano Murillo como espía de los españoles; al
percatarse de ello Túpac Catari le corto ambos brazos, enviándolo con una carta a Don Sebastián de Segurola,
defensor de la ciudad.

El presidente de la audiencia, Ignacio Flores, al saber la gravedad del sitio, organizó un ejército para ayudar a La
Paz. Flores entro en la ciudad dejando algunos víveres, mientras los indios desde los cerros circundantes seguían
acosando. Por motivos difícilmente explicables, el presidente de la audiencia dejo la ciudad, abandonándola a
manos de sus sitiadores. Antes de irse puso a la orden de Segurola un destacamento de 80 soldados veteranos y
quedaron los paceños solos con su entereza, bajo el mando de su excelente defensor: Sebastián de Segurola.

Segundo sitio a la ciudad de La Paz


Los indios volvieron a tomar posiciones y, por consejo de Andrés Túpac Amaru, intentaron el mismo golpe que en
Sorata: construir un dique para inundar la ciudad, pero, felizmente para sus habitantes, el dique reventó antes de lo
previsto sin causar el daño esperado. No tuvieron los sitiadores tiempo de hacer otro ni madurar un nuevo plan,
pues los Virreyes de Lima y Buenos Aires se habían puesto de acuerdo y venían con tropas desde ambas partes a
defenderla ciudad. Jáuregui, virrey del Perú, con la política que habían usado los españoles desde la rebelión de
Gonzalo Pizarro, y a la vista de las costas amenazadas por los ingleses, publicó un bando de perdón general para
todos los rebeldes. El virrey Vértiz no era de esta opinión, pero siguió la misma política: este fue un golpe maestro
con el que se desmoralizó a los jefes indígenas que empezaron a tratar su rendición.

Así estaba la situación cuando el general Roseguín, enviado de Buenos aires, llegó a Charcas, derrotando a las
huestes de Túpac Catari quien tuvo que replegarse en el Santuario de Peñas; en la batalla fue apresada la mujer
del caudillo: Bartolina Sisa, colaboradora de Julián Apaza y también jefe activo de la rebelión.

Túpac Catari fue llamado por los españoles para que se presentase a las autoridades, pero este no se fio de sus
promesas al ver que de ningún modo podía obtener la libertad de su mujer. Poco después fue traicionado Por
Tomás Inca Luque quien le entrego a los españoles.
Muerte de Túpac Catari
Francisco Tadeo Diez de Medina, comisionado para el efecto, fue inexorable y condenó al caudillo a ser
descuartizado en la plaza del pueblo de Peñas (Cajamarca) el mártir indígena Túpac Katari estaba rodeado de los
representantes del poder colonial.

La orden fue dada y los caballos partieron a los cuatro puntos cardinales. Su cuerpo descuartizado fue expuesto
por todo el territorio de Kollasuyu, como escarmiento a los indios rebeldes: Su cabeza en el cerro de K'ili K'ili (La
Paz); la mano derecha en Ayo Ayo, la izquierda en Achacachi; su pierna derecha en Chulumani y la izquierda en
Caquiaviri. Más tarde su esposa Bartolina Sisa, moriría estrangulada por los mismos verdugos.

Como citar a Dámaso y Nicolás Catari, hermanos de Tomás, que, después de la muerte de este, siguieron la
guerra en Chayanta al mando de 7.000 hombres. Esta tropa fue desbandada por el ejército que comandaba Paula
Sanz, intendente de Potosí.

Rebelión de Oruro
Todas las sublevaciones ocurridas en la ciudad de Oruro tuvieron un carácter especial, pues en ellas los criollos y
mestizos se adhieren prontamente a todo levantamiento indígena. Esto preocupo a las autoridades, sobre todo
cuando se enteraron de los levantamientos de Túpac Amaru y Túpac Katari. Estos antecedentes, eran graves,
sobre todo si se tiene en cuenta el estado económico de esta urbe minera, cuya franca decadencia había creado un
clima de descontento y hostilidades. Las minas semi abandonadas no podían ya sostener a sus propietarios
criollos; los únicos habilitados eran los europeos y estos no querían prestar a mestizos ni criollos cantidad alguna,
encendiéndose más aun el secular odio de clases.

El que te dio el grito de alarma fue Sebastián Pagador. El pueblo cometió actos de violencia no dejando vivo a
ninguno de los españoles que caía en sus manos las casas de los europeos fueron quemadas y saqueadas (10 de
febrero de 1781).

Posteriormente Pagador en medio de la vuelta al alcalde Jacinto Rodríguez a quien proclamo su jefe y jefe de los
rebeldes. A los criollos se unieron los indios de las minas que estaban acantonados en el cerro Conchupata;
bajaron al atardecer, entrando a la ciudad al saqueo. Al día siguiente llegaron los indios de las comarcas más
alejadas, apoyando a los rebeldes.

En esta rebelión tomaron parte, unidas, las tres clases sociales en que estaban divididos los americanos (indios,
mestizos y criollos), pero esta unión no pudo durar, pues los indios acantonados en la ciudad pidieron que se los
mantuviese en holgura. Como la situación de la Villa no lo hacía posible, la masa indígena comenzó a saquear las
casas de los criollos más acomodados. Los vecinos empezaron a temer a sus peligrosos huéspedes Jacinto
Rodríguez se vio en la necesidad de pedir ayuda a un cacique a migo. Chungara, quien se comprometió a lograr la
retirada de la masa indígena a cambio de que todos los criollos y mestizos que tuvieran haciendas y tierras, las
cedieran a las comunidades.

Apremiados los criollos por la constante amenaza de sus compatriotas, quienes no hacían grandes distingos entre
los blancos americanos y europeos, tuvieron que renunciar a gran parte de lo que poseían para comprar la paz de
la ciudad,
Sebastián Pagador, que tan fervientemente había sido para la causa revolucionaria, murió a manos de los indios en
uno de los saqueos que estos practicaban en la ciudad.

IV. Independencia de Bolivia


Los años difíciles que llevaron a la Audiencia de Charcas a su independencia de España, y su autonomía de los
virreinatos del Perú y Rio de Plata dejaron a la nueva república en uns situación política inestable y una economía
destruida. Los intereses de buena parte de América del Sur colocaron a Charcas en el centro mismo de un
continente totalmente convulsionado.
La lucha se inició con las rebeliones de 1809, luego de las cuales llegaron a Charcas ejércitos provenientes tanto
de la Argentina y Perú y de Colombia.

 La situación de España en Europa


 La situación de la Audiencia de Charcas
 Levantamiento de Chuquisaca
 Levantamiento de La Paz
 Fin de la revolución de julio - La Paz
 Levantamientos indígenas en Cochabamba
 Primer ejército auxiliar
 Levantamiento en Cochabamba y otras ciudades
 Las Heroínas de la Coronilla
 El segundo ejercito auxiliar
 Levantamientos indígenas
 Los movimientos indígenas en La Paz
 Levantamientos indígenas en Moxos
 El tercer ejercito auxiliar
 El cuarto ejercito auxiliar
 Los esposos Padilla
 Juana Azurduy
 Ejércitos Libertadores
 Los Ejércitos Libertadores en el Norte
 Simón Bolívar
 Batallas de Junin y Ayacucho
 Sucre en el Alto Perú
 Creación de la República de Bolivia (Asamblea Constituyente)
 Gobiernos de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre
 Simón Bolívar
 La constitución vitalicia
 Antonio José de Sucre
 Gobierno del Mariscal Sucre (1826-1828)

La situación de España en Europa


Durante el reinado de Carlos IV, España y Francia se aliaron, lo que permitió a los franceses penetrar a España a
fin de atacar a Portugal, que era aliado de Inglaterra país que estaba dispuesto a frenar el avance de Napoleón
sobre Europa.

Las tropas de Bonaparte ingresaron a España y ocuparon Portugal, obligando a los reyes portugueses a salir para
el Brasil. En vista de estas circunstancias, España que ya estaba ocupada por los franceses, preparó la resistencia
creando Juntas Provinciales de gobierno y una junta central ubicada en Sevilla. Mientras duró la ocupación
francesa entre 1808 y 1814 las cortes trataron de conseguir la adhesión de todas las provincias españolas y
también de las americanas, con este objeto José Manuel de Goyeneche fue enviado a Charcas como delegado.

La situación de la Audiencia de Charcas


La Audiencia de Charcas, que perteneció al Virreinato del Perú hasta el año 1776 en que se fundó el Virreinato de
Buenos Aires, pasó a formar parte de la nueva jurisdicción en su integridad, incluyendo sus cuatro intendencias: La
Paz, Potosí, Chuquisaca y Santa Cruz, esta última comprendía parte de Cochabamba, más las gobernaciones de
Moxos y Chiquitos las que se erigieron como tales el año 1777, después de la expulsión de los jesuitas. Las
gobernaciones de Moxos y Chiquitos dependían de la audiencia de Charcas en lo político y administrativo y de
Santa Cruz de la sierra en lo militar.

El 3 de agosto de 1810, en plena guerra de la independencia, la Audiencia de Charcas volvió a la jurisdicción del
Virreinato del Perú, siendo virrey José de Abascal. La ya declarada independencia de las provincias del Plata y las
necesidades militares de un momento tan conflictivo como aquél fueron las causales inmediatas de esta
transferencia, la cual afirmó la unidad y autonomía de Charcas que no se consideró ligada a ninguno de los dos
virreinatos, ni al peruano ni al rioplantense.

Levantamiento de Chuquisaca
Desde 1797 la Audiencia de Charcas estaba presidida por el militar Ramón García de León y Pizarro que durante
su gobierno estuvo preocupado por los problemas de abastecimiento y las obras municipales. El tribunal de la
Audiencia estaba formado por cinco oidores, mismo que desde la creación de las intendencias había perdido
poderes y tenía continuas discrepancias con Pizarro, que representaba al virrey, por lo que procuraron limitar su
autoridad.

Entre tanto en España se había producido la invasión de Napoleón, la renuncia de Carlos IV en favor de su hijo
Fernando VII y, más tarde, en Bayona, Francia, en la entrevista que el monarca español sostuvo con Napoleón y la
renuncia al trono en favor del francés. Es entonces que los españoles iniciaron la resistencia, formando una junta
de gobierno en Sevilla.

Bajo estas circunstancias llegó a Charcas, como delegado de la junta, José Manuel de Goyeneche con la misión de
conseguir apoyo de los virreinatos de Buenos Aires y Lima, antes se dirigió a Rio de Janeiro, donde tomó contacto
con Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII, que pretendía gobernar sobre las posesiones españolas en
América en hombre de este rey. De tal manera que la misión de Goyeneche tenía doble cara, por una parte como
emisario de la junta de Sevilla y por otra actuaba como mensajero de Carlota.

A su llegada a Chuquisaca Goyeneche desencadenó las tensiones existentes entre la Audiencia y Pizarro. Mostró a
la audiencia las credenciales que le había dado la junta de Sevilla, a lo que los oidores respondieron que debían
deliberar antes de dar a conocer su decisión, a lo que Goyeneche amenazó con mandar presos a quines se
oposieran. El arzobispop aplacó los ánimos y Goyeneche mostró entonces las cartas de Carlota Joaquina,
declarándose heredera del trono de España, cartas que ya conocían el presidente Pizarro y el arzobispo. Después
de esto Goyeneche se fue a La Paz.

Los oidores quedaron sorprendidos y es entonces que señalaron que se había creado un partido carlotino formado
por Pizarro, Moxó y Goyeneche quienes eran partidarios de una anexión al Brasil y por lo tanto los consideraban
"traidores a la nación" en tanto que la audiencia de Charcas permanecía fiel al rey. El objetivo de los "doctores" era
independizar estos territorios de España.

Se produjo un total rechazo a los propósitos de Carlota Joaquina y se proclamó como único rey a Fernando VII,
además el oidor López Andreu presentó un memorial a la audiencia condenando a Pizarro y Moxó y mostrando su
aversión al virrey Liniers. Se formaron dos grupos el presidente y arzobispo y por otro lado la Audiencia más los
"doctores" de Charcas que ponían en tela de juicio la ambigua conducta de las autoridades.

Pizarro viendo que la situación era grave, pidió ayuda a Paula Sanz, intendente de Potosí indicando que "todas las
señas quieren quitarme el mando y eregirse en junta y desconocer la autoridad del Gobierno Superior".

Levantamiento de La Paz
En un principio los conspiradores paceños declaran como finalidad el defender los derchos de Fernando VII y por
medio de ella, a la corte de Portugal exiliada en el Brasil. Las acusaciones se dirigieron contra el obispo de la cidad,
Remigio La Santa y Ortega quién procedía de acuerdo con el obispo Moxó y el presidente Pizarro.

La mayor parte de los conspiradores era propietarios de haciendas, entre ellos había varios doctores graduados en
Charcas como Mariano Michel, Juan Basilio Catacora, Juan Bautista Sagárnaga y Gregorio García Lanza. Estaba
José Antonio Medina que era cura de Sicasica. Y entre los revolucionarios había algunos españoles como Pedro de
Indaburo, Saturnino Castro y Sebastian de Figueroa. Todo este grupo reconoció como jefe a Pedro Domingo
Murillo.
Murillo tenía como antecedentes el haber actuado durante la sublevación de Tupac Catari, prestando sus servicios
al ejército real. Aprovechando la procesión de la Virgen del Carmen que se realizaba el 16 de Julio de 1809,
detuvieron al intendente Tadeo Dávila mientras tocaban a rebato desde la catedral y llamaban a cabildo abierto. El
levantamiento se realizó al grito de "viva Fernando VII". Mueran los traidores. Pedro Domingo Murillo fue nombrado
jefe militar y Pedro Antonio de Indaburo como segundo. El día 17 se obligó a los españoles a presentarse en la
plaza mayor y jurar alianza con los criollos y se quemaron los papeles de la real hacienda.

El 24 de julio se conformo la Junta Tuitiva, la que empezó a trabajar junto al cabildo que ejercía las funciones de
gobierno en el que Murillo fue nombrado presidente de la Junta que tenía 12 representantes entre otros tres
representantes indígenas. Por ese entonces ya circulaban en La Paz, manifiestos o proclamas cuyo texto señalaba:
"hasta ahora hemos tolerado una especia de destierro en el seno mismo de nuestra patria".

Fin de la revolución de julio - La Paz


El virrey de Abascal ordenó a Goyeneche, presidente de la Audiencia de Cuzco, organizar tropas para dominar la
sublevación de La Paz. El 30 de septiembre se disolvió la Junta Tuitiva y Murillo quedo al mando de la revolución,
es entonces que envió emisarios a Goyeneche con el ofrecimiento de rendir la plaza a fin de evitar el
derramamiento de sangre en la ciudad. En octubre se llegó a un acuerdo comprometiéndose los revolucionarios a
reponer a las autoridades y entregar las armas.

El cura Medina, Castro y Rodriguez, que eran radicales en sus ideas, no estuvieron de acuerdo con la rendición,
por lo que Castro y Figueroa huyeron a Chacaltaya. Murillo fue apresado por Indaburo que había quedado como
comandante de las tropas rebeldes y que tampoco estaba de acuerdo con la rendición. Castro retorno a La Paz y
dio muerte a Indaburo. Entre tanto Murillo fue apresado por Indaburo que había quedado como comandante de las
tropas rebeldes y que tampoco estaba de acuerdo con la rendición. Castro retorno a La Paz y dio muerte a
Indaburo, pero mantuvo preso a Murillo y se lo llevó con él a los Yungas donde su tropa pensaba resistir.

Los insurrectos al dirigirse a Yungas, encabezados por Castro, trataron de reunirse con Lanza, quien era uno de los
últimos sustentadores de la causa patriótica después de los sucesos de julio, pero las tropas realistas los alcanzó y
victimó cerca del río Mosetenes, Goyeneche dispuso que la cabeza de Castro sea exhibida en El Alto y la de Lanza
en Coroico. Murillo logró escapar hasta Zongo junto con su hija, pero fue traicionado y entregado al ejército realista.

El 25 de octubre de 1809 Goyeneche entró en La Paz e inicio un juicio a los sublevados, En total doce rebeldes
fueron condenados a la horca, a los demás se los condenó a prisión y destierro. Las sentencias se ejecutaron pese
a que algunos realistas prominentes solicitaron clemencia. Se indica que Murillo antes de morir dijo "La tea que
dejo encendida nadie la podrá apagar".

El crecido número de acusados y condenados nos muestra la magnitud del levantamiento que se inicio vivando a
Fernando VII y que llegó a ser uno de los más radicales. Los protagonistas pese a las indecisiones propias de las
circunstancias por las que atravesaban, a la hora de la muerte mantuvieron una dignidad de héroes.

Levantamientos indígenas en Cochabamba


El 25 de mayo de 1810 en la ciudad de Buenos Aires, después de llamar a cabildo abierto, se destituye al virrey
Hidalgo de Cisneros y se crea una junta gubernamental, primando los conceptos de un gobierno autónomo que
propiciaba el libre comercio. El potosino Cornelio de Saavedra preside esta junta de la cual formaban parte Juan
José Castelli, Manuel Belgrano y Mariano Moreno.

No todo el virreinato estaba involucrado en este nuevo gobierno, tal ocurrió con el Alto Perú donde Vicente Nieto,
presidente de la Audiencia, controlaba Chuquisaca, el intendente Paula Sanz controlaba Potosí y Manuel de
Goyeneche la zona norte con La Paz y sus alrededores. La junta decidió enviar un ejército, denominado auxiliar, a
liberar las provincias altas y, si era posible, llegar hasta Lima.

Todo era producto de un gran fervor revolucionario teñido, en algunos de sus participantes, de un jacobinismo
inspirado en la revolución francesa. Así mismo había ideas dispares respecto a qué tipo de gobierno se quería
alcanzar; por un lado estaban los monárquicos con Belgrano a la cabeza, quienes aspiraban reinstalar el imperio
incaico, idea que fue combatida desde el periódico La Gazeta por Pazos Kanki cuya calidad de indio le daba gran
autoridad en la materia. También se pensó en una monarquía de corte europeo y, finalmente, en un sistema
republicano.

Primer ejército auxiliar


En julio de 1810 partía de Buenos Aires con destino al Alto Perú un ejército de 1.200 hombres comandado por
Antonio González Balcarce, el cual llevaba al abogado Juan José Castelli como adjunto político. Integró también
esta expedición Bernardo Monteagudo. En su camino hacia Charcas le salió al encuentro el ex-virrey Liniers,
defensor de Buenos Aires cuando las invasiones inglesas, le acompañaba un grupo de simpatizantes de la causa
realista. Fueron derrotados y Castelli ordenó el fusilamiento de Liniers. En vista de estos hechos Nieto, presidente
de la audiencia, decidió pedir ayuda a Abascal, virrey del Perú, quien decide incluir nuevamente a Charcas en la
jurisdicción peruana y enviar a Goyeneche para ayudar a los realistas.

El ejército auxiliar siguió avanzando desde Córdoba hacia el norte, y tuvo en Suipacha un enfrentamiento con las
tropas realistas comandadas por el general Córdova, las que fueron totalmente derrotadas. Nieto y Córdova se
retiran a Potosí donde los esperaba el intendente Paula Sanz. Pero Potosí también se levanta y depone a las
autoridades, poniendo en prisión a Nieto, Córdova y Paula Sanz. Al entrar el ejército auxiliar, Castelli ordena el
fusilamiento de los tres prisioneros; hecho que repercutió desfavorablemente en la población, sobre todo porque
Castelli debía su carrera a la ayuda que había recibido del intendente Paula Sanz cuando era joven. Por otra parte
los soldados del ejército auxiliar cometieron gran cantidad de atropellos en la ciudad ante los vecinos que estaban
sorprendidos y temerosos por semejante actitud, totalmente injustificada.

Castelli nombró a Juan Martín de Pueyrredón, presidente de la Audiencia y quién al llegar a Chuquisaca dispuso
que hubiera un diputado indio por cada provincia.

El 3 de abril Castelli entra en Oruro. El general Juan Ramírez, comisionado por Goyeneche, al conocer la situación
envía al coronel Piérola para enfrentar a los insurgentes que contaban con refuerzos provenientes de Cochabamba
comandados por Arze y Rivero. La batalla entre Piérola y Arze tuvo lugar en Aroma, cerca de Sicasica, donde los
patriotas obtuvieron la victoria. De allí se dirigieron a La Paz, plaza que había sido abandonada por Ramírez.

Después de esta victoria de los cochabambinos Castelli instaló su cuartel general en Laja, donde reinaba un
sentimiento antirreligioso y disipado. Goyeneche, a su vez, había instalado el centro de operaciones de su ejército
en el pueblo de Zepita. Se iniciaron negociaciones por ambas partes sin resultado alguno y en junio de 1811 tuvo
lugar el enfrentamiento con la victoria de las tropas de Goyeneche. El ejército auxiliar derrotado, tomó la retirada
rumbo al sur. Castelli se dirigió a Chuquisaca para reunirse con Pueyrredón y de allí partieron a Potosí donde se
cometieron los mayores atropellos. Pueyrredón había pedido a las autoridades potosinas 400 muías con las que
pensaba llevarse la plata de la Casa de la Moneda, cosa que realizó la noche del 27 de agosto de 1811. Al
amanecer la población, percatada del hecho, salió en persecución de los auxiliares sin resultado alguno.

Levantamiento en Cochabamba y otras ciudades


Antes de la batalla de guaqui, cuando Castelli se aproximaba a Oruro, el cacique del pueblo de Toledo (Oruro)
encabeza un levantamiento indígena que había estado latente desde los sucesos de 1780 y el cual fue alentado
por Juan Manuel Cáceres que escapó de las muertes ordenadas por Goyeneche después del levantamiento de La
Paz. Cáceres había sido secretario de la Junta Tuitiva.

El presidente Nieto pide ayuda a Cochabamba, desde donde envían a Francisco del Ribero, Esteban Arze y
Melchor Guzmán, quienes después de ver apaciguado el levantamiento de Oruro, retornan a Cochabamba
negando, desde aquel momento, su ayuda al presidente Nieto y a la causa realista. En Cochabamba, el 14 de
septiembre de 1810 Ribero proclama la causa de la independencia; se forma una junta de guerra y se llama a
cabildo abierto el cual declara su adhesión al gobierno de Buenos Aires.
Santa Cruz también llama a cabildo abierto el 24 de septiembre de 1810 y se forma una junta integrada por el
presbítero Salvatierra y el doctor Vicente Seoane. Algo más tarde, Tarija proclama su adhesión a la junta de
Buenos Aires. En Oruro se levanta Tomás Barrón que recibe ayuda desde Cochabamba con un ejército
comandado por Esteban Arze; Oruro estaba entre Potosí y La Paz, ambos centros ocupados por los realistas, por
lo que tenía gran importancia estratégica.

Las Heroínas de la Coronilla


Después de la batalla de Guaqui y de su triunfo en Amiraya Goyeneche se dirigió a Cochabamba, y de allí a
Chuquisaca y Potosí, con objeto de detener a los argentinos que ya estaban formando el segundo ejército auxiliar;
para ello mandó a Picoaga a la fortaleza de Cotagaita de donde salió para enfrentar a los patriotas, comandados
por Díaz Vélez en enero de 1812, venciéndolos nuevamente en Suipacha.

Después de este triunfo Goyeneche pensaba avanzar hasta Salta, pero tuvo que cambiar de planes al saber que
Cochabamba se había levantado nuevamente. Su ánimo no era conciliador como la vez primera sino que iba
dispuesto a dar un escarmiento a los rebeldes.

Para entonces Esteban Arze había coordinado con los jefes patriotas de Chayanta, Sicasica y Tapacarí,
obstaculizando seriamente el movimiento de las tropas realistas. Para esa fecha, 1811, ya había un movimiento
guerrillero considerable.

El encuentro entre las tropas de Arze y Goyeneche tuvo lugar en Pocona, en mayo de 1812. Arze fue vencido y
Goyeneche avanzó hacia Cochabamba que preparaba la resistencia con muy escasos recursos. Se intentó un
pacto con Goyeneche, pero éste pedía que les entregaran a los cabecillas. La ciudad se negó a hacerlo,
especialmente las mujeres, y se atrincheraron en la colina de San Sebastián, en el lugar conocido como "la
Coronilla". Goyeneche entró en Cochabamba el 27 de mayo, quebrando totalmente la heroica resistencia. Las
tropas realistas se dieron al saqueo y los principales jefes revolucionarios fueron ejecutados.

El segundo ejercito auxiliar


Pese a los éxitos de Goyeneche las tropas realistas no podían avanzar hacia lo que fue el Virreinato de la Plata
pues su paso al sur se veía obstaculizado por los focos rebeldes que habían estallado a lo largo de todo el trayecto.
Finalmente las tropas realistas de Pío Tristán fueron vencidas en Tucumán y Salta, por lo que se desvaneció el
sueño de las autoridades virreinales de Lima de recuperar el Río de la Plata a través del Alto Perú.

Tristán había sido vencido por el general Manuel Belgrano que comandaba el segundo ejército auxiliar. Belgrano, a
diferencia de Castelli, era un hombre prudente con una base intelectual muy sólida. Disciplinó sus tropas y supo
guardar respeto por las ideas de los demás. Sin embargo, según Mitre, cometió el gran error de establecer su
cuartel general en Potosí donde prevalecían los sentimientos realistas.

Entre los nombramientos que Belgrano hizo está el del español Juan Antonio Álvarez de Arenales para el mando
de Cochabamba y el del porteño Ignacio Warnes, para Santa Cruz. Vale la pena indicar que estando Belgrano en
Potosí se tributó un gran recibimiento al cacique chiriguano Cumbay, con su escolta de flecheros.

Por renuncia de Manuel de Goyeneche, nombrado Conde de Guaqui, se hizo cargo del ejército realista en el sur el
brigadier Joaquín de la Pezuela quien marchó hacia Potosí. Belgrano lo esperó en Vilcapugio, donde se libró la
batalla en octubre de 1812. Pezuela resultó vencedor y tuvo lugar una segunda batalla en Ayohuma, en la cual el
ejército auxiliar también fue derrotado. La retirada de los sobrevivientes fue penosa, y de ella da testimonio el
general Paz, que formaba parte del ejército auxiliar.

Belgrano, una vez en Potosí, decidió hacer volar la Casa de la Moneda, colocando barriles de pólvora en la sala
donde se pesaban las monedas. Nada justifica esta terrible decisión que hubiera ocasionado el destrozo de buena
parte de la ciudad a causa de la explosión. Según testimonio del general Paz se ordenó desalojar las casas
aledañas a la Moneda; los ciudadanos extrañados por la orden no querían apartarse del edificio. Pese a todo,
Belgrano inició la retirada seguro de que durante el trayecto estallaría la dinamita. Tal cosa no sucedió, pues el
oficial Anglada, del ejército auxiliar, quien tenía amistad con personas de Potosí, arrancó la mecha por donde debía
avanzar el fuego. Se ha tejido una romántica leyenda en torno a esta actitud.

Levantamientos indígenas
Juan Manuel Cáceres, comprometido con la revolución del 16 de julio, había logrado escapar evitando así ser
ejecutado por Goyeneche. Era mestizo y escribano y conocía muy bien la zona norte. Él había estado en
comunicación con Titicocha que se levantó en Oruro; este cacique junto con Carlos Colque y el cura Jiménez
Manco Capac habían elaborado un programa revolucionario de 12 puntos, el cual consideraba la supresión del
tributo indígena, de la mita y de los cacicazgos, así mismo proponía el reparto entre los naturales de las tierras
pertenecientes a los españoles.

Cáceres reunió un considerable contingente indígena con el que acompañó al ejército auxiliar en su marcha a
Guaqui. Después de la derrota se replegó en Sicasica desde donde dirigía a los campesinos que obstaculizaban el
paso de los realistas por la zona. Un grupo de sus partidarios bajó a La Paz donde se produjeron graves disturbios
frenados por la llegada de Ribero quien venía de Cochabamba. La tregua duró poco, pues bajo el mando de
Cáceres se levantaron los indígenas de Ayo-ayo, Calamarca y Sicasica, poniendo un cerco a la ciudad de La Paz,
cerco que duró 45 días.

En La Paz se esperaba la ayuda de Goyeneche que tenía que venir del Desaguadero; al fin llegó un contingente
comandado por José de Santa Cruz y Villavicencio, padre de Andrés de Santa Cruz. Cáceres se replegó a
Larecaja, intentando poco después un nuevo sitio a La Paz. La situación en el altiplano era tan difícil que las
autoridades del virreinato peruano decidieron pedir ayuda al cacique de Chincheros (Cuzco) Mateo Pumacahua
para que haga frente a las tropas de Cáceres. Pumacahua, que había ayudado a los realistas en contra de Túpac
Amaru, se alió con el cacique Manuel Choquehuanca, también colaborador de los realistas, y entre ambos entraron
en La Paz. La atemorizada ciudad que conocía la penuria de dos cercos tuvo que soportar saqueos y represalias.

Cáceres no pudo llevar adelante su proyecto que incluía la reconstitución del incario y su figura se desvanece sin
dejar rastro. El tambor mayor Vargas nos dice que todavía estaba activando la guerrilla de Sicasica en 1814- Nada
más sabemos de él.

Los movimientos indígenas en La Paz


Las tropas realistas trataban de controlar el altiplano pese a los constantes ataques de los guerrilleros. En 1814 La
Paz fue ocupada por tropas independentistas venidas del Cuzco donde se había levantado, proclamando la
independencia, el cacique Mateo Pumacahua otrora aliado de los realistas. Su actitud fue de adhesión a los
hermanos Ángulo de Cuzco que se rebelaron apoyándose en el elemento indígena; rebelión que según el
historiador peruano Vargas Ugarte, tenía mucha similitud con el levantamiento de Túpac Amaru en 1781. Como el
movimiento indígena de 1814, pretendía extenderse al Alto Perú se envía un contingente a La Paz, encabezado por
Juan Manuel Pinelo y por el cura Ildefonso de Las Muñecas, canónigo de la catedral de Cuzco. Pumacahua, entre
tanto, fue a Arequipa junto con Vicente Ángulo pero, perseguido por las tropas realistas, fue apresado y ahorcado
en Sicuani el año de 1815.

La figura de este cacique es una de las más controvertidas de la historia andina, muestra las indecisiones y
angustias de quienes tuvieron que vivir el paso de la sociedad virreinal a la sociedad republicana.

Pinelo y Muñecas, bajaron con sus tropas por Azángaro y Carabaya donde se les plegaron millares de indios;
llegaron a Puno y de allí se dirigieron a La Paz. Era intendente de la ciudad el marqués de Valdehoyos que se
preparó para resistir. Los asaltantes tomaron la ciudad y apresaron al intendente. Cuatro días después de la
entrada de los cuzqueños explotó el cuartel donde éstos estaban alojados, se culpó del desastre a Valdehoyos y
los otros realistas que estaban en la ciudad, y empezó una matanza en la que perecieron José de Santa Cruz y
Jorge Ballivián, padres respectivamente de Andrés de Santa Cruz y José Ballivián quienes serían posteriormente
presidentes de la república de Bolivia. Para controlar la rebelión vino a La Paz el general Ramírez, entonces Pinelo
y Muñecas huyeron a Larecaja. En La Paz algunos revolucionarios resistieron, entre ellos estaban dos mujeres:
Vicenta Juaristi de Eguino y Simona Manzaneda. El general Ramírez entró en la ciudad en noviembre de 1814,
encarcelando y fusilando a todos los comprometidos con los rebeldes. Fue nombrado intendente de la ciudad
Mariano Ricafort.

Levantamientos indígenas en Moxos


En 1792 llegó a Moxos en calidad de gobernador Miguel Zamora y Triviño, pero fueron tales los excesos que
cometió, que los indígenas encabezados por Juan Maraza, cacique de los canichana, lo expulsaron. Algo después
fue nombrado gobernador Pedro Pablo de Urquijo quien, dándose cuenta del poder de Maraza, lo condecoró
alegando que “tiene al pueblo en el mejor orden”. En 1810 Urquijo tuvo noticia de los acontecimientos tanto en
España como en la audiencia por lo que decidió abandonar Moxos, y pedir ayuda a Maraza. Entre tanto se había
revelado la misión de Trinidad encabezada por el cacique Pedro Ignacio Muiba, lo que hizo que en 1810 ambos
caciques se enfrentaran; Maraza colaborando a Urquijo, y Muiba ayudado por el cacique Bopi, en una abierta
actitud de rebelión con miras a la independencia. En 1811 Muiba muere después de ser vencido por Maraza quien
lo enfrentó con gente armada compuesta por canichanas, cayubabas y movimas.

Este hecho había sido precedido por cartas que envía a Maraza el hermano de Muiba, el cacique Gregorio
Gonzales, quien le informa de los acontecimientos y trata de evitar un enfrentamiento. En una de las cartas se dice:
“Nuestro Rey ya murió en Francia, ya mataron y Bonaparte está en Palacio donde estaba nuestro Rey y Espania ya
está perdido...y aquí no quieren avisar la verdad engañando a nosotros estamos prontos con tus hijos trinitarios
como hermanos y así no triste taita, avisa a tus hijos canicianas (canichanas)...no avisar esta carta al señor
gobernador, a nadies, ni al padre...”.

En tanto esto ocurría en el oriente, en la parte occidental de Charcas avanzaban las tropas argentinas, así, en 1815
llegaba el tercer ejército auxiliar, y en 1817 el cuarto y último ejército. Nada de ello repercutía en Moxos, que vivía
su propia cruzada sin que los movimientos indígenas se hubieran apaciguado.

La región de Moxos continuaba inquieta, pues en 1818 los indígenas de Baures, pueblo situado sobre el río Iténez,
se levantaron encabezados por el cacique Gabriel Ojeri. Entre tanto Maraza continuaba como cacique de los
canichanas, y allí gobernó hasta 1822 en que el gobernador Velasco, temeroso de su poder, le pidió el bastón de
mando; ante la negativa de este cacique el gobernador lo victimó produciéndose entonces otro gran levantamiento
indígena.

Las juntas patrióticas de Santa Cruz y Cochabamba no hicieron intento alguno para enviar una expedición que
sometiera a la región de Moxos al nuevo orden de cosas. Pudiendo considerarse que, dejados a su propio destino,
los mójenos encararon los difíciles años de la independencia bajo su propia perspectiva.

El tercer ejercito auxiliar


En enero de 1815 avanza hacia el Alto Perú un nuevo ejército auxiliar comandado por el general José Rondeau; el
general realista Pezuela estaba en Jujuy con la intención de llegar a Tucumán, cuando recibió la noticia de la caída
de Montevideo en manos de los patriotas y del triunfo de los independentistas en la Florida, lo que dejaba a Santa
Cruz de la Sierra fuera del control realista, y, finalmente, tuvo noticia del levantamiento de Cuzco que había
sucedido en agosto de 1814. Todos estos triunfos del lado patriota le llevaron a retroceder hasta Challapata,
enviando un ejército a La Paz y Puno.

Todo el Alto Perú ardía y los guerrilleros eran los dueños virtuales de casi todo el territorio. Arenales y Padilla
tomaron la ciudad de Chuquisaca y Betanzos Potosí. Otros guerrilleros salieron de sus territorios para ayudar;
Arenales salió de Cochabamba, Lanza de las alturas de Inquisivi y Camargo de Chayanta.

En tanto las tropas de Rondeau subían al Alto Perú, llegando a Potosí en mayo de 1815. Allí se formó un Tribunal
de Recaudación que confiscó los bienes de los que habían emigrado y luego las tropas se dedicaron al pillaje. Los
realistas, encabezados por Pedro Antonio de Olañeta, vencieron a los patriotas en Venta y Media y en Viloma.
Pezuela, que era el jefe de toda la operación militar, fue nombrado virrey del Perú.
Sin pasar por Potosí las tropas de Rondeau se dispersaron, tratando de alcanzar Humahuaca, al norte de la
Argentina. La derrota del ejército auxiliar fue total.
El cuarto ejercito auxiliar
El año de 1817, cuando las guerrillas internas estaban muy activas, llega al Alto Perú el cuarto ejército argentino
comandado por el coronel Gregorio Araoz de la Madrid. Para entonces Charcas estaba ardiendo, por el este se
habían levantado varios grupos guerrilleros. La Paz, ligada al Cuzco y dominada por las tropas que venían del
Perú, trataba de mantener la calma pese a los reiterados cercos indígenas que había sufrido. Los realistas estaban
acorralados y divididos políticamente: por un lado los liberales y por otro los absolutistas. Las tropas patriotas, dada
la desgraciada actuación de los ejércitos auxiliares, no podían conseguir el mantenerse unidos.

El cuarto ejército auxiliar fue un esfuerzo inútil y sin sentido. La Madrid se encaminó hacia Tarija; cerca de esta
ciudad estaba un destacamento realista al mando de Andrés de Santa Cruz. Ambas tropas se enfrentaron en La
Tablada, venciendo el ejército argentino. Entre los prisioneros estaba Santa Cruz.

La Madrid pensaba llegar a Potosí, lo que no fue posible pues le salió al paso otro contingente realista al mando de
Ricafort, entonces desvió su ejército hacia Chuquisaca pero fue perseguido por las tropas de O'Really que lo
derrotó en Sopachuy en junio de 1817. Era el fin de la intervención argentina en el Alto Perú.

Los esposos Padilla


Manuel Ascencio Padilla tenía sus tropas en la región de La Laguna, Tomina y El Villar, en el actual departamento
de Chuquisaca. Había nacido en Chayanta el año de 1774 perteneciéndole, por herencia, varias fincas de la región.
Su padre lo envió a estudiar a Chuquisaca y allí trabó amistad con algunos de los que serían destacados
revolucionarios, como Bernardo Monteagudo y Mariano Moreno. Allí también conoció a Juana Azurduy a quien
haría su esposa el año de 1805. En 1810, a la llegada de Castelli a la ciudad de La Plata, ayudó al ejército Auxiliar
con alimentos y cabalgaduras. Apartado por Balcarce de los altos puestos del ejército argentino, Padilla empezó a
actuar independientemente con el apoyo de un buen grupo de indígenas quechuas, más varios mestizos y algunos
criollos. Su acción fue tan efectiva que los españoles se empeñaron en destruirlo para alejar el peligro patriota de la
región de Chuquisaca. Padilla tenía ideas autonomistas muy claras pues cuando le escribe a Rondeau le dice
“aborrecemos la dominación extranjera, queremos el bien de nuestra Nación, nuestra independencia...”.

En 1816 Padilla había dejado un destacamento en Tarabuco conformado mayormente por indígenas, los cuales
vencieron al batallón realista de “Los Verdes” comandado por Herrera, dando muerte a la mayoría de los
combatientes y fusilando a sus jefes. En septiembre de ese año fue enviado el general cruceño Francisco Xavier de
Aguilera para desbaratar a los guerrilleros de Padilla. El enfrentamiento tuvo lugar en La Laguna y el triunfo fue de
Aguilera. Padilla, junto con su esposa y su capellán, lograron huir, pero fue alcanzado por Aguilera quien le dio
muerte.

Juana Azurduy
Juan Manuel Ascencio estuvo acompañado por su esposa Juana Azurduy, la cual dejando su papel de ama de
casa dedicada a criar a sus cuatro hijos, abandonó el hogar y se sumó a la lucha por la independencia. Montada a
caballo seguía paso a paso la contienda llevando consigo a sus hijos que, por su tierna edad, no pudieron soportar
los avatares de la guerra, muriendo antes de que ésta termine. Sólo le quedó la menor, Luisa, quien acompañó a
Juana en su larga vejez.

A la muerte de su esposo, Juana Azurduy fue nombrada “Teniente Coronel” por el gobierno argentino,
reconociendo sus méritos durante la campaña. Habiéndose nombrado nuevos jefes de la insurrección Juana se
retiró a Tarija, y de allí a Salta, donde permaneció hasta 1825. Fundada ya la república retornó a Chuquisaca
donde murió pobre y olvidada el año de 1862.

Ejércitos Libertadores
El año de 1816 el congreso de Tucumán proclamó la independencia de las provincias del Río de La Plata, tanto del
rey de España como de la metrópoli cualquiera que fuera el gobierno que en ella prevaleciera. Era la culminación
de un proceso que, nacido en la universidad de Charcas, había tenido una etapa revolucionaria de carácter radical,
jacobina en muchos casos, la cual iba moderándose.

En el congreso se discutió el tipo de gobierno a elegirse, algunos se inclinaban por un estado monárquico; entre
ellos estaba Manuel Belgrano, con la variante de que llegó a pensarse en un descendiente de los incas para el
futuro monarca. Esta idea fue rebatida por Vicente Pazos Kanqui que era partidario de un gobierno republicano,
idea que defendió en Buenos Aires desde el periódico La Gazeta en el cual trabajaba. Su opinión tuvo mucho peso
pues se trataba de un hombre de origen aimara. Otros pensaron en una monarquía con un rey europeo a la
cabeza, idea que se mantuvo latente durante mucho tiempo. Pero, finalmente, prevaleció la postura abiertamente
republicana.
En cuanto a Charcas, cuya separación de las provincias del Río de La Plata se hacía evidente después de las
desastrosas campañas de los ejércitos auxiliares, las opiniones fueron dispares. Mariano Moreno, formado al fin y
al cabo en Charcas, lo lamentó, no así Rivadavia y su círculo quienes tenían sus miras puestas en el Atlántico.

En la práctica, el año de 1816, buena parte del territorio de Charcas todavía estaba controlada por los realistas
aunque se mantenían activas las guerrillas y los ejércitos argentinos hacían los últimos intentos de penetración

Los Ejércitos Libertadores en el Norte


Fernando VII, después de aceptar la constitución de 1812 la deroga en 1814, iniciando un gobierno absolutista. La
situación en el norte del continente sudamericano, por esos mismos años, era difícil.

En Caracas se había constituido la junta suprema conservadora, la cual empezó a actuar en forma autónoma. Esta
junta envió como emisarios a Londres a Simón Bolívar y Andrés Bello. Allí Bolívar conoció a Miranda y ambos
retornaron a Venezuela en 1810. En 1811 el congreso creado en Caracas con la participación de Miranda, declaró
la independencia de Venezuela, naciendo una precaria república pues el general realista Monteverde, después de
abatir a los rebeldes, restableció el antiguo régimen. Miranda cayó preso y Bolívar embarcó para Nueva Granada
(Colombia), formando parte allí de las tropas revolucionarias.

Después de larga contienda, Monteverde abandona Caracas y Bolívar la ocupa, siendo nombrado presidente de la
república. El año de 1816 los realistas se apoderan nuevamente de Venezuela y Bolívar huye a Jamaica, de allí
pasa a Haití, retornando poco después a Venezuela con mayor ímpetu. Toma el camino de la Angostura y forma
allí un gobierno que él mismo preside, al cual titula “República de Colombia”. El congreso de Caracas se reunió en
1819 y Bolívar inicia sus campañas.

Después de los triunfos en Boyacá (1819) y Carabobo (1821) los Ejércitos Libertadores estaban consolidados en el
norte y, es entonces, que Bolívar emprende su gran sueño: la libertad de toda América. Vence la resistencia de
Pasto y Popayán (sur de Colombia) y avanza rumbo a Quito, esta vez encomendando las tropas al general José
Antonio de Sucre quien vence en Pichincha. Andrés de Santa Cruz participó en esta batalla al lado de los patriotas.

El Virreinato del Perú formado después de 1811 por el territorio comprendido entre Potosí y el norte del Perú, era el
único reducto realista y estaba dentro de una tenaza formada por los ejércitos libertadores. El general José de San
Martín controlaba el sur y los ejércitos de Bolívar el norte.

Simón Bolívar
Simón Bolívar nació en Caracas el año de 1783. Tuvo por maestro a Simón Rodríguez quien lo inició en la lectura
de Rousseau y los enciclopedistas. Hijo de una familia acaudalada realizó sus estudios en España. Pasó a Italia y,
acompañado de su maestro, subió al monte Aventino en Roma, jurando allí dar libertad a América. Volvió a su
patria, realizando en 1810 un nuevo viaje a Europa acompañado de Andrés Bello, entonces pudo ver el
debilitamiento de España a raíz de la invasión napoleónica.

Bolívar tuvo una inteligencia excepcional y una gran clarividencia para prever el futuro de América. En lo personal
era un hombre cultivado y seductor. Estuvo casado en su juventud con su prima Teresa de Toro de quien quedó
viudo muy joven.
Bolívar, al retornar nuevamente a Venezuela, luchó contra !a dominación española dispuesto a cambiar el sistema
imperante en toda América. Después le diversos acontecimientos en la lucha entre las fuerzas patriotas y las
realistas, Bolívar entró Triunfante en Caracas el año de 1813, donde fue proclamado “Libertador”. Pero aún le
esperaban muchos contratiempos para llamar al congreso de la Angostura a cuya asamblea presentó un proyecto
de constitución y propuso la unión de Colombia y Venezuela. Este sería el primer paso, que luego fracasó, en el
que se ve la idea del "Libertador" de unir en una gran nación a tocia la América Hispana. Con esta idea Bolívar
avanzó hacia el sur con el fin de llegar a Lima que era la sede del virreinato más poderoso de América del Sur. A su
paso por Quito conoció a Manuelita Saenz que fue el gran amor de su vida.

Estando en Quito concertó una entrevista con el general San Martín en Guayaquil, después de la cual el general
argentino se retiró del escenario de la guerra. Esto hizo que Bolívar encontrase el campo expedito para realizar su
gran sueño: la unión americana. En estas circunstancias se inicia el proceso de la creación de Bolivia. El general
Sucre comunicó a Bolívar el resultado de la asamblea que tuvo lugar en Chuquisaca, declarando la Audiencia de
Charcas un territorio independiente de los dos virreinatos, el del Río de La Plata y el del Perú. Bolívar no vio con
buenos ojos esta decisión contraria a la idea de una unión americana; sin embargo, con halagos, los altoperuanos
supieron doblegar su ánimo y al fin aceptó la realidad, y al mismo tiempo el cargo de presidente de la nueva
república la que llevaría su nombre.

Después de breve estadía en Bolivia donde dejó la “constitución Vitalicia”, Bolívar dejó a Sucre en el gobierno y
retornó a Colombia (1827) a la que encontró sumida en una guerra civil a consecuencia de la cual Colombia y
Venezuela se separaron (1829). En tanto Perú había abolido la “Constitución Bolivariana” y Bolivia había hecho
otro tanto con la “constitución Vitalicia”. La audiencia de Quito, por su parte, se había constituido en república
independiente.

Amargado al ver como se derrumbaba su obra renunció al poder en 1830 y se retiró a Santa Marta, allí le
comunicaron el asesinato de su gran amigo y colaborador, el mariscal Antonio José de Sucre. Bolívar murió en
diciembre de 1830.

Batallas de Junin y Ayacucho


Alejado Bolívar de la caótica situación que se había suscitado en Lima, decidió bajar al sur, al encuentro de La
Serna, con un ejército de 8.500 hombres. Las fuerzas realistas llegaron a tener en total 16.000 hombres, pero 3.000
estaban con Valdéz en el Alto Perú y 4.000 estaban con Olañeta quien se había declarado rebelde ese año de
1824. De este modo antes de Junín ambas tropas, realistas y patriotas, estaban equilibradas.

La batalla tuvo lugar el 6 de agosto de ese año, para entonces, Andrés de Santa Cruz formaba parte del Estado
Mayor de Bolívar, en tanto que Sucre, Gamarra y Burdett o'Connor comandaban el cuartel general. En el ejército
realista estaba como jefe el general José Canterac. Presenció la batalla el general Miller quien en sus “Memorias”
relata el desarrollo de la misma que fue favorable a las tropas de Bolívar.

Dos días antes de la batalla de Ayacucho, que tuvo lugar el 9 diciembre de 1824, Bolívar envió una circular a los
gobiernos de Colombia, México, Río de la Plata, Guatemala y Chile invitándolos a reunirse en Panamá para
conformar una asamblea que, según Bolívar, debía servir de “punto de contacto en los peligros comunes, de fiel
intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades”. Estuvieron ausentes de este congreso Argentina,
Chile y Bolivia, esta última por hallarse todavía en plena guerra de la independencia. Los pactos acordados en esta
asamblea no se cumplieron, pero el valor de los documentos de confraternidad entre los americanos sigue intacto.
Canterac, después de la derrota, se dirigió a Cuzco a combinar esfuerzos con el virrey La Serna. El total de las
tropas realistas intentó cerrar el paso a Sucre que avanzaba hacia el sur, pero esto no fue posible pues Sucre se
posesionó de la pampa de quinua frente a la ciudad de Ayacucho. Comandaban las fuerza; patriotas, junto a Sucre,
el general La Mar, Gamarra, O'Connor y Miller, pero no estuvo presente en esta batalla el general Santa Cruz que
expresamente había sido destinado a un cargo administrativo. Las tropas realistas fueron comandadas por La
Serna, Carratalá y Canterac.

La victoria favoreció a las tropas patriotas y se firmó la Capitulación de Ayacucho que fue generosa para con los
vencidos quienes pudieron retornar a España sin sufrir ninguna clase de represalias.
Consumadas las batallas de Junín y Ayacucho el general Olañeta mantenía su actitud, y es entonces que envía a
su sobrino Casimiro a la costa para conseguir armas, éste desvía su camino y se dirige al Desaguadero a dar
encuentro al mariscal Sucre. Era enero de 1825. En abril de ese año muere Pedro Antonio de Olañeta en Tumusla,
víctima del motín del regimiento de chicheños que estaba comandado por Carlos Medinaceli. Este hecho facilitó la
penetración de las tropas colombianas a todo el Alto Perú que se posesionaron del territorio sin disparar un solo
tiro.

Sucre en el Alto Perú


Casimiro Olañeta llegó al Desaguadero el 3 de febrero de 1825 donde ya estaba el mariscal Antonio José de Sucre,
procedente de Cuzco. Ambos cabalgaron lado a lado rumbo a la ciudad de La Paz donde, el 9 de febrero, se
promulgó el decreto en el que se basó la independencia de Bolivia. La parte considerativa del decreto dice:

Que al pasar el Desaguadero el Ejército Libertador ha tenido el solo objeto de redimir las provincias del Alto Perú
de la opresión española y dejarla en posesión de sus derechos.

Que no corresponde al Ejército Libertador intervenir en los negocios domésticos de estos pueblos. Que es
necesario que estas provincias dependan de un gobierno que provea a su conservación, puesto que el ejército ni
quiere ni puede abandonarlas a la anarquía y al desorden.

Que el antiguo Virreinato de Buenos Aires, a quien ellas pertenecían al tiempo de la revolución de América, carece
de un gobierno general que represente, completa, legal y legítimamente la autoridad de todas las provincias, y que
no hay, por consiguiente, con quien entenderse para el arreglo de ellas. Que, por tanto, ese arreglo debe ser el
resultado de la deliberación de las mismas provincias, y de un convenio entre los Congresos de Perú y el que se
forme en el Río de la Plata.

El decreto llama a una asamblea deliberante para que las provincias del Alto Perú decidan su suerte y se establece
que se nombre un diputado por cada provincia. Se señala el 10 de abril para una reunión en la ciudad de Oruro. La
fecha fue pospuesta y la asamblea tuvo lugar en Chuquisaca.

Se sabe que Sucre había enviado desde Puno un borrador del decreto a Simón Bolívar quien lo recibió con
desagrado, pues el propiciar la autonomía del Alto Perú era un duro golpe para su proyecto Pan - Americano. En
realidad, el genio propio del Libertador veía el porvenir de América en la unión de lo que fueron las antiguas
colonias españolas, en tanto que Sucre tenía una visión más apegada a la realidad y adecuada a las circunstancias
políticas que se vivían en ese momento. A través de Olañeta, el mariscal de Ayacucho vio muy claro el deseo de
autonomía de los altoperuanos, aspiración muy antigua, pues siempre fueron renuentes a sujetarse tanto a Lima
como a Buenos Aires.

Sucre, como colombiano que era, no veía con buenos ojos el engrandecimiento del Perú, país con el que Colombia
empezaba a tener grandes dificultades. La autonomía de la audiencia de Charcas era, sin duda, una carta a favor
de Colombia. En esta autonomía coincidió con Casimiro Olañeta, aunque por razones muy diferentes, pues Olañeta
pensaba en una nación no sujeta a los intereses foráneos como había ocurrido hasta ese momento. El historiador
J. L. Roca, que estudia cuidadosamente la actitud del procer boliviano, nos dice. “Charcas pugnaba por liberarse
del triple dominio español, peruano y bonaerense el cual ponía trabas a las aspiraciones de burócratas,
terratenientes, militares y comerciantes locales. La preocupación de Olañeta en su condición de jefe natural de
esas clases criollas en ascenso, consistía en resolver lo que hoy llamaríamos la cuestión nacional.

Un problema muy debatido es si Olañeta tuvo que ver con el decreto del 9 de febrero; sabemos que lo fundamental
del texto ya estaba redactado y enviado a Bolívar antes del 3 de febrero, sin embargo, la emisión del citado decreto
y su redacción final se hizo cuando Sucre y Olañeta estaban juntos. Ambos tenían interés en que se reúna la
asamblea de los representantes altoperuanos que obrarían “por cuenta propia”, aunque sus decisiones quedaban
sujetas a la aprobación tanto de Buenos Aires como de Lima.

Que Sucre tomó consejo de Olañeta en aquella ocasión es evidente pues el 4 de febrero, al día siguiente de la
llegada de Olañeta, Sucre escribe a Bolívar desde Ilabe en los siguientes términos: “Me ha dicho el doctor Olañeta
que él cree no sólo difícil sino imposible reunir las provincias Altas a Buenos Aires: que hay una enemistad
irreconciliable, o que se quedan independientes o agregadas al Perú; porque el voto de los hombres de juicio está
por pertenecer al Perú en cuyo caso quieren la capital en Cuzco, o más cerca de ellos”. Es posible que Olañeta al
dar esta información pensara en Santa Cruz cuya idea de anexión al Perú es bien conocida, asimismo tendría en
cuenta que en ese momento Bolívar gobernaba en el país vecino, razón por la que no menciona una posible
separación del Perú, aunque personalmente Olañeta deseaba la autonomía, cosa que demuestra a través de toda
su vida.

Creación de la República de Bolivia (Asamblea


Constituyente)
De acuerdo a lo establecido por Sucre se eligieron los representantes para la asamblea que tuvo lugar en
Chuquisaca al 10 de julio de 1825; ésta fue presidida por el chuquisaqueño José Mariano Serrano que se había
destacado en el congreso de Tucumán de 1816. El presbítero José María Mendizábal, natural de Jujuy, fue elegido
vicepresidente. Entre los asistentes sólo estaban dos veteranos de la lucha por la independencia: José Miguel
Lanza y José Ballivián, lo que muestra que en los 16 años de contienda muchas cosas habían cambiado, en su
mayoría los grandes idealistas habían muerto y el control político estaba ahora en manos de hombres de letras,
muchos de ellos formados aún en el antiguo régimen. Andrés de Santa Cruz fue elegido diputado por La Paz pero
declinó la nominación. Entre los participantes cabe destacar a Casimiro Olañeta y Manuel María Urcullu, éste último
fue encargado de redactar las actas. Después del discurso inaugural de Serrano y un mensaje del general Sucre, el
cual fue leído, habló Olañeta como el mejor y más convincente orador de su tiempo, él expuso la idea de que era
imposible pensar en la unión a las provincias del Río de la Plata. Pidió luego la palabra Gutiérrez, diputado por La
Paz, sosteniendo que lo que fue la Audiencia de Charcas debía mantenerse unida al Perú. Esta opinión fue
refutada por Moscoso y apoyada, sesiones más adelante, por Olañeta y Serrano que defendieron calurosamente la
idea de la independencia total. La discusión terminó el 28 de julio y en agosto se votó por tres opciones:

¿Se unirían las provincias del Alto Perú a la Argentina o se declaraban separadas, por ser esto más conveniente a
sus intereses y felicidad?

¿El Alto Perú quedará unido con la República del Bajo Perú, o también se declarará separado?

¿Los departamentos del Alto Perú se erigirán en Estado soberano e independiente de todas las naciones, tanto del
Viejo como del nuevo Mundo?

Prevaleció el sentimiento mayoritario por la autonomía, pues la primera proposición no tuvo ningún voto a su favor,
la segunda sólo dos y la tercera fue aprobada por la asamblea en pleno.
Se formó una comisión para redactar la “Declaración de Independencia” formada por siete miembros entre los que
estaban Serrano, Olañeta, Urcullu y Mendizábal. Los 48 representantes firmaron en forma unánime el texto, una de
cuyas partes dice: “Las provincias del Alto Perú firmes y unánimes en tan justa y magnánima resolución, protestan
ante la faz de la tierra entera que su voluntad irrevocable es gobernarse por sí mismas y ser regidas por la
constitución, leyes y autoridades que ellas propias se diesen y creyesen más conducentes a su futura felicidad”. El
acta se firmó el 6 de agosto de 1825, en conmemoración de la batalla de Junín.

La creación de Bolivia fue el producto de 16 años de lucha la cual permitió, a los nativos y residentes de la
audiencia de Charcas, ver como la situación estratégica de su territorio y su gran riqueza eran fundamentales para
quienes deseaban construir una América Nueva. Pasada la avalancha de españoles, argentinos, peruanos y más
tarde colombianos, los habitantes de estas tierras recogieron los despojos de la guerra, y así se dispusieron a
construir su propia patria.

Gobiernos de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre


El día 10 de agosto de 1825, después de firmada el Acta de Independencia, el congreso aprobó una ley de
reconocimiento a los generales Bolívar y Sucre. En homenaje al Libertador el nuevo estado llevaría el nombre de
“República de Bolívar” y su capital (hasta entonces llamada La Plata) recibiría el nombre de Sucre; el poder
supremo correspondería a Bolívar, en tanto permaneciera en el país, con el nombre de “Protector”. Se ordenaba
levantar estatuas ecuestres en todas las capitales de departamento y la colocación de sus retratos en tribunales,
cabildos y casas de enseñanza. También se decretó una gratificación de un millón de pesos al ejército colombiano,
pero al no existir fondos para otorgar tal premio se autorizó tramitar un empréstito que se pagaría con fondos de la
República.

El 13 de agosto la asamblea dictó una ley por la cual se adoptaba el régimen unitario con la división de tres
poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Se creó la moneda y los símbolos nacionales. La primera bandera tenía
una banda horizontal roja con cinco estrellas radiadas por ramos de laurel, en la parte superior inferior se colocaron
dos bandas verdes más estrechas. El escudo tenía en su interior tres campos horizontales, el superior con cinco
estrellas, el del medio con el árbol del pan y una llama y el inferior con el Cerro de Potosí. Dos figuras femeninas
sostenían una cinta con la leyenda: REPÚBLICA BOIIVAR y en la parte baja estaban entrelazadas ramas de laurel
y olivo. Las cinco estrellas aludían a Los cinco departamentos La Paz, Chuquisaca, Potosí, Cochabamba y Santa
Cruz. La Paz incluía lo que hoy es Oruro, Potosí comprendía el Litoral y Santa Cruz la región de Moxos y Chiquitos.
El destino de Tarija aún era incierto. Con posterioridad se crearon los departamentos de Oruro, Beni y Pando. Los
cinco departamentos de la nueva república asumían la jurisdicción de la audiencia de Charcas la cual estaba
constituida per las intendencias de La Paz, Potosí (con el litoral), Chuquisaca y Cochabamba; en Cochabamba
estaba incluida Santa Cruz. Además de estas cuatro intendencias dependían de la audiencia de Charcas las
gobernaciones de Moxos y Chiquitos.

La asamblea nombró una comisión para dar encuentro al Libertador que estaba en La Paz en mayo de 1825,
después de conocer la resolución de Sucre de llamar a una asamblea para que los altoperuanos decidan su
destino, en Arequipa, Bolívar promulgó un decreto según el cual las decisiones que se tomara estaban sujetas al
congreso del Perú. Mendizábal y Olañeta fueron los comisionados por la asamblea para conseguir que Bolívar
derogara el decreto de Arequipa, lo que no consiguieron. La aceptación de parte del congreso del Perú tuvo lugar
en mayo de 1826.

Simón Bolívar
En agosto de 1825 Bolívar había cruzado el Desaguadero, las poblaciones en masa salían a recibirlo. El Libertador
se dirigió a La Paz y de allí a Potosí donde cumplió su promesa de subir al cerro para enarbolar en él la bandera de
la libertad. Así recordaba la promesa hecha en el monte Aventino de Roma de libertar América.

En esta misma ciudad, Bolívar recibió la legación argentina integrada por Alvear y Díaz Velez, cuyo objetivo era
comprometer al libertador en su lucha contra el Brasil, a lo que éste contestó con evasivas, pese a que las tropas
brasileras ya habían invadido la provincia boliviana de Chiquitos, la que se recuperar en el gobierno de Sucre. La
otra solicitud era la restitución de Tarija a la Argentina, a lo que el Libertador accedió. Sin embargo Tarija, por
propia decisión, retornó a la jurisdicción boliviana.

Entre los actos administrativos de Bolívar está la creación de la contaduría para el manejo de los fondos públicos y
se encargó a Simón Rodríguez confeccionar un proyecto educativo. Abolió el tributo indigenal y prohibió que los
originarios fueran obligados a prestar servicios contra su voluntad. Pese a lo positivo de esta disposición tuvo que
derogarse en tiempo de Sucre, pues la economía se sustentaba con este tributo. Otra medida fue la abolición de
los cacicazgos y privilegios de la nobleza indígena.

Bolívar determinó que el puerto Cobija fuera denominado puerto La Mar en homenaje al general de este nombre y
que fuera considerado el principal puerto de la república.
La necesidad de trasladar, e a Lima para inaugurar el congreso, obligó al “Libertador” delegar el mando en el
general Sucre lo que éste aceptó muy a pesar suyo, pues él se había mantenido alejado de los problemas públicos
que pensaba debían ser resueltos por los hombres ilustrados del país.

Bolívar abandonó el país en diciembre de 1825, considerando que llegó en agosto de ese año tenemos que
concluir que estuvo en Bolivia escasamente cinco meses. Vale decir que dedicó muy poco tiempo al país que
levaba su nombre.

La constitución vitalicia
El 26 de mayo de 1826 e1 congreso encargó el mando de la nación al general Sucre, quien lo venía ejerciendo por
delegación de Bolívar, En junio llegó la disposición del congreso peruano aceptando la independencia de Bolivia y
la constitución vitalicia fue aprobada, con muy pocas modificaciones, en noviembre de 1826. Las modificaciones se
referían a la religión. De acuerdo a la tradición y a los sentimientos de la mayoría, se adoptó para la república la
religión católica con exclusión del culto público para cualquier otra. La constitución reconocía el principio “de que no
hay poder humano sobre las convicciones” por lo que se consideraba que en forma privada se podía profesar
cualquier credo.

La constitución proyectada por Bolívar adoptaba el régimen unitario, pero consideraba un presidente vitalicio a la
cabeza del poder ejecutivo, el cual sería nombrado por primera vez por el congreso constituyente y tendría facultad
para proponer al cuerpo legislativo la persona que desempeñaría el cargo de vicepresidente, éste, a su vez,
sucedería al presidente cuando por muerte u otra circunstancia, el primer mandatario cesare en sus funciones.

Bolívar dividía el poder legislativo en tres cámaras: tribunos, senadores y censores, cargos que también eran
vitalicios y quienes lo desempeñaban debían velar por el cumplimiento de la constitución. Apartándose de la
división de tres poderes, el “Libertador” proponía un cuarto poder denominado “poder electoral”.

El 9 de diciembre, en conmemoración de la batalla de Ayacucho, se juró la constitución vitalicia. La asamblea


constituyente entró en receso en diciembre de 1826, determinando que el primer congreso legislativo se reuniría el
6 de agosto de 1828; entre tanto Sucre, como presidente, era el encargado de implantar el régimen constitucional y
citar a la asamblea en caso extraordinario, con lo que se lo revestía de un poder omnímodo que era ejercido bajo la
tutela de Bolívar.

La constitución vitalicia
El 26 de mayo de 1826 e1 congreso encargó el mando de la nación al general Sucre, quien lo venía ejerciendo por
delegación de Bolívar, En junio llegó la disposición del congreso peruano aceptando la independencia de Bolivia y
la constitución vitalicia fue aprobada, con muy pocas modificaciones, en noviembre de 1826. Las modificaciones se
referían a la religión. De acuerdo a la tradición y a los sentimientos de la mayoría, se adoptó para la república la
religión católica con exclusión del culto público para cualquier otra. La constitución reconocía el principio “de que no
hay poder humano sobre las convicciones” por lo que se consideraba que en forma privada se podía profesar
cualquier credo.

La constitución proyectada por Bolívar adoptaba el régimen unitario, pero consideraba un presidente vitalicio a la
cabeza del poder ejecutivo, el cual sería nombrado por primera vez por el congreso constituyente y tendría facultad
para proponer al cuerpo legislativo la persona que desempeñaría el cargo de vicepresidente, éste, a su vez,
sucedería al presidente cuando por muerte u otra circunstancia, el primer mandatario cesare en sus funciones.

Bolívar dividía el poder legislativo en tres cámaras: tribunos, senadores y censores, cargos que también eran
vitalicios y quienes lo desempeñaban debían velar por el cumplimiento de la constitución. Apartándose de la
división de tres poderes, el “Libertador” proponía un cuarto poder denominado “poder electoral”.

El 9 de diciembre, en conmemoración de la batalla de Ayacucho, se juró la constitución vitalicia. La asamblea


constituyente entró en receso en diciembre de 1826, determinando que el primer congreso legislativo se reuniría el
6 de agosto de 1828; entre tanto Sucre, como presidente, era el encargado de implantar el régimen constitucional y
citar a la asamblea en caso extraordinario, con lo que se lo revestía de un poder omnímodo que era ejercido bajo la
tutela de Bolívar.

Antonio José de Sucre


1795-1830). Nació en la ciudad venezolana de Cumaná, era hijo de Vicente Sucre y Urbaneja y de María Manuela
de Alcalá. A los 15 años fue a Caracas a estudiar ingeniería militar. Allí se ve envuelto en la revolución y muy
pronto actúa junto a Bolívar, acompañándolo cuando éste va a la Nueva Granada (actual Colombia), involucrados
ambos en la tarea libertaria. Venció en Pichincha (Ecuador) y Ayacucho (Perú), batallas que fueron definitivas para
la consolidación de las nuevas naciones americanas. Fue presidente de Bolivia (1826-1828). Se casó en Quito con
Mariana Carcelén y Larrea, marquesa de Solanda, quien le dio una hija.

Lo más notable de Antonio José de Sucre es su carácter. Fidelidad para lo amigos, como lo demostró su adhesión
incondicional a Simón Bolívar, la honestidad en el desempeño de sus funciones y la falta de ambición personal,
hecho muy evidente cuando su figura deslumbra en el panorama boliviano y él accede a la presidencia muy a pesar
suyo, pues nunca persiguió el mando político. Fue un hombre perspicaz que supo percibir el curso de la historia
aun antes de que los acontecimientos se desencadenaran, por ello su reticencia a pasar el Desaguadero y sus
consultas antes de tomar la determinación de dejar que los altoperuanos definieran por sí mismos su propio
destino. Buscó la opinión de quienes consideraba los más informados, aunque no tuviera afinidades con ellos, tal el
caso de Casimiro Olañeta, con quien conversa y cambia opiniones, pese a las grandes diferencias que los
separaban.

La opinión de los historiadores sobre Sucre es unánime, fue un hombre incorruptible, fiel a sus ideales; pero
hombre de su tiempo al fin, sus actos respondieron a cambios radicales que dejaban de lado las tradiciones y los
sistemas establecidos. Además, él era un venezolano de corazón que no se hizo eco ni del pan-andinismo de
Santa Cruz ni del panamericanismo de Bolívar, manteniéndose , dentro de las circunstancias, alejado del ajetreo
político de Bolivia. El fue la espada que mantuvo al Perú entre dos fuegos cuando las diferencias entre Perú y
Colombia se ahondaron. Finalmente fue víctima en Berruecos, cerca de Pasto (Colombia), donde fue asesinado en
circunstancias oscuras, el 4 junio de 1830.

Gobierno del Mariscal Sucre (1826-1828)


La actividad de Bolívar en Bolivia se redujo a establecer, mediante leyes, las bases legales de la nueva nación,
correspondiendo a Sucre la tarea de reactivar la economía y de sostener una política de reformas revolucionarias
que significaban un cambio sustancial en todos los estratos de la sociedad. Para lograr este objetivo Sucre
necesitaba rodearse de hombres capaces y de su entera confianza, además debían estar acordes ideológicamente
con el sistema republicano. También era necesario tener una información lo más exacta posible de la situación,
para lo que el general Sucre desde 1825 se había encargado de pedir estadísticas de los ingresos y gastos de las
cinco provincias, y se hizo un pedido especial a Santa Cruz sobre su población, y la de Moxos y Chiquitos. Además
se pidiere n sugerencias, así los notables de Oruro dijeron que se necesitaba un Banco Minero del estado que
pudiese financiar la explotación de las minas y comprar el mineral extraído, decían que el comerció se reactivaría si
se suprimían los impuestos sobre las ventas; para la agricultura solicitaban el mejoramiento de la tecnología. A
fines de 1826 el Gobierno de Sucre pedía una declaración pormenorizada de las finanzas de cada departamento.
La información fue útil pero no todo lo completa que se esperaba. Pero, pese a las difíciles y adversas
circunstancias, se iniciaron las reformas. Para viabilizar la labor de gobierno se crearon dos ministerios: el de
guerra, el del interior y finanzas.

En cuanto a sus colaboradores, Sucre contó en su gabinete y en los cargos de mayor responsabilidad con el apoyo
de extranjeros, salvo pocas excepciones, entre las que estaban el general Andrés de Santa Cruz que fue nombrado
prefecto de Chuquisaca y después de La Paz; el general Urdininea, Casimiro Olañeta y Miguel Lanza. Sucre quedó
muy descontento de la labor administrativa de estos dos últimos. Sus hombres de mayor confianza eran el español
Facundo Infante, que fue su ministro del interior, él suprimió la costumbre colonial de poner los cargos públicos a
subasta lo que se prestaba a toda clase de abusos, pues las autoridades durante el ejercicio del cargo sólo
trataban de cubrir lo que habían pagado por el puesto cobrando un porcentaje de los impuestos.

La elección de Infante fue muy criticada, pero Sucre alegaba que un español recién llegado como él era menos
sospechoso de ser realista que muchos americanos. Entre sus destacados colaboradores estaba el general Miller,
inglés, que llegó a ser prefecto de Potosí. Le sucedió el general José María Pérez de Urdininea en el cargo, quien
llegó a ser presidente de la república. Finalmente fue prefecto de Potosí el coronel colombiano León Galindo que
llegó a identificarse totalmente con nuestro país.

La elección que hizo Sucre de sus colaboradores le trajo, a la larga, el resentimiento de los nacionales, pues éstos
consideraban que se los subestimaba. Este hecho, las radicales reformas en materia religiosa y de enseñanza, y la
carga que significaba sostener económicamente a un ejército colombiano de 8000 hombres, hizo que en 1828
estallara el motín de abril que terminó con el gobierno del mariscal José Antonio de Sucre; cuando ese momento
llegó, se trabajaba febrilmente en las reformas propuestas.
Durante el gobierno del mariscal Sucre, el 23 de enero de 1826, se crearon por Decreto Supremo los siguientes
departamentos: Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Potosí. Una ley de septiembre del mismo año
creó el departamento de Oruro.

V. La República
Entre los años 1829 y 1839 suceden los hechos más importantes y decisivos de la historia republicana del siglo XIX
en Bolivia. Nunca en la historia del país fue el estado bolivianos más sólido, mejor dirigido y más respetado tanto en
América como en Europa. Este periodo está ligado a la personalidad de Andrés de Santa Cruz y Calahumana, el
hombre providencial que con certero plan preparado durante los años 1825 y 1829, accedió al poder por la voluntad
total de la nación. Andrés de Santa Cruz trajo consigo uno de los equipos más inteligentes y decididos, tanto en el
campo bélico, como de los realizadores del bienestar interno y de los pueblos convencidos del evangelio que
predicó.

 i. Andrés de Santa Cruz y Calahumana


 ii. Gobierno
 iii. Administración
 iv. Relaciones Internacionales
 v. El ejercito
 vi. Economía
 vii. Confederación Perú - Boliviana
 viii. Guerra con Chile
 ix. Batalla de Ingavi
 x. La guerra del pacífico
 xi. El Litoral boliviano
 xii. El guano, salitre y la plata
 xiii. Antofagasta
 xiv. Inicio del conflicto
 xv. Invasión de Antofagasta
 xvi. Avaroa, Cabrera y la defensa de Calama
 xvii. Participación de Perú en la Guerra
 xviii. Batalla del Alto de la Alianza
 xix. Negociaciones postguerra
 xx. La nación oligárquica
 xxi. Tensiones Políticas
 xxii. Partidos políticos liberales y conservadores
 xxiii. ¿Qué era lo que dividía a liberales y conservadores?
 xxiv. Elecciones y voto
 xxv. El ferrocarril
 xxvi. Los pueblos del oriente y la masacre de 1892
 xxvii. El problema agrario
 xxviii. La minería de la plata
 xxix. Hechos Históricos
 xxx. La guerra federal y la sublevación indígena
 xxxi. El desastre de corocoro y la masacre de Santa Rosa
 xxxii. Primer crucero - masacre de Ayo Ayo
 xxxiii. La masacre de mohoza
 xxxiv. Segundo crucero
 xxxv. Los liberales
 xxxvi. El no al federalismo
 xxxvii. La guerra del Acre
 xxxviii. Otros acontecimientos

i. Andrés de Santa Cruz y Calahumana


Es sin ninguna duda la gran figura de la historia republicana de Bolivia. El único de los presidentes nacidos en
Bolivia cuya obra trascendió las fronteras e influyó en el destino de la región del Pacífico Sur sudamericano. Fue el
verdadero constructor de la nación. Nació en la ciudad de La Paz el 5 de diciembre de 1792. Fueron sus padres el
español Josep de Santa Cruz y Villavicencio y Juana Basilia Calahumana, hija del cacique de Huarina y
descendiente de los incas. Estudió en el colegio de San Francisco de La Paz y posteriormente ingresó a la
universidad de San Antonio Abad del Cuzco, donde tuvo como compañero al que sería general peruano y uno de
sus mayores rivales políticos Agustín Gamarra. Fue militar realista. Cayó prisionero en el combate de la Tablada
(diciembre de 1820). Se caso con la cuzqueña Francisca Cernadas.

Decidió ponerse al servicio de las armas patriotas, ingresando al ejército de San Martín en 1821. Su más
importante acción de armas fue la batalla de Pichincha (Ecuador), donde actúo como jefe de estado mayor. Bolívar
lo ascendió a general y le encargó llevar un ejército al Alto Perú. En Zepita (1823) obtuvo una victoria que lo llevó al
mariscalato, por eso se lo conoce como Mariscal de Zepita.

En 1824 estuvo en la batalla de Junín como Jefe de estado mayor. Fue ascendido a general de división; alcanzó el
grado de Gran Mariscal del Perú, honor no alcanzado por ningún otro boliviano.

En 1825 fue prefecto de La Paz y en 1826 fue elegido Presidente del Perú. Gobernó esa nación entre 1826 y 1827.
Tras dejar el cargo pasó a Chile como ministro plenipotenciario de Bolivia.

Fue elegido Presidente provisional de Bolivia en 1829 a la que gobernó por casi diez años (fue elegido Presidente
Constitucional en 1831 y reelegido en 1835). Ordenó la economía, saneó el tesoro hasta lograr superávit, fortaleció
el ejército, creó las universidades de La Paz y Cochabamba, hizo de puerto Lamar una zona franca, le dio a Bolivia
sus primeros códigos (los primeros del continente), llevó adelante la más ambiciosa idea de la región, la integración
de Perú y Bolivia en una sola unidad política. Fue el verdadero organizador de la nación.

Solicitado en 1835 por el Presidente Orbegoso del Perú para poner orden en esa nación, emprendió una campaña
militar, venciendo en las batallas de Yanacocha, Uchumayo y Socabaya. En 1836 creó la Confederación Perú
Boliviana de la que fue Supremo Protector. El ejército boliviano obtuvo también entonces victorias frente a las
armas argentinas en Iruya y Montenegro. Después de la batalla de Yungay (1839), en la que fue vencido por los
chilenos, el Mariscal Santa Cruz se retiró al Ecuador y después de una serie de vicisitudes y fallidos intentos de
volver al gobierno (1841-1843), fue entregado a Chile quedando prisionero en esa nación, en Chillan. Un acuerdo
posterior entre Chile, Perú y Bolivia, que consideraban al Mariscal como peligroso para esas naciones, forzó el
exilio de Santa Cruz en forma definitiva en Francia. El gobierno del Presidente Belzu, reconociendo su talento y
capacidad en los negocios del país, le confío la embajada de Bolivia en Francia y otras naciones europeas, que
desempeño con gran solvencia en diversas misiones y arreglos ante varios gobiernos. Santa Cruz murió el 25 de
septiembre de 1865. El gobierno boliviano, al celebrarse el centenario de su fallecimiento, repatrió sus restos
mortales que se han depositado en un bello mausoleo en la capilla frontal de la catedral de La Paz (1965).

ii. Gobierno
El mariscal Santa Cruz ocupaba la presidencia del Perú en 1828, mientras en Bolivia se efectuaba la asamblea en
la cual se presentaron incidentes y serios trastornos después de la salida de Sucre. La situación era tan grave que
el general José Miguel de Velasco, que ocupaba la presidencia de la República, decidió declarar por decreto la
disolución de la asamblea, llamando al mariscal Santa Cruz como Presidente provisorio designado por el Congreso
Constituyente y “deseado por todos los bolivianos”. El héroe de Zepita regresó al país vía Arequipa y Puno. A su
paso fundó una logia que tenía por objeto la unión de Perú y Bolivia, idea acariciada por Santa Cruz desde hacia
tiempo. La logia se denominó “Titicaca” y él fue elegido Gran Maestro bajo el nombre simbólico de “Arístides”.

Llegó a La Paz el 19 de mayo de 1829 donde fue recibido y aclamado por el pueblo como el salvador de la patria.
El día 24 del mismo mes juró solemnemente al cargo ante el prefecto de La Paz. El problema que se le presentó
inmediatamente fue la reorganización de un país seriamente afectado por el desgobierno producido por la salida
del Mariscal Sucre y por la invasión del General Gamarra desde el Perú, más el desastre económico producido por
los pagos al Ejército Libertador.
El país se presentaba como un gran territorio de más de dos millones y medio de kilómetros cuadrados, apenas
ocupados por un millón de habitantes de los cuales cerca de 750.000 eran quechuas y aimaras. El déficit del erario
era de cuatro millones de pesos. La no aceptación de un ejército extranjero pagado por Bolivia, las ambiciones de
algunos caudillos, el grave problema que significó la invasión peruana, el trágico fin del Presidente Blanco y los
inútiles esfuerzos del general Velasco ponían en serio riesgo la suerte del país.

Santa Cruz que traía en su portafolio las ideas básicas de lo que sería su gobierno, puso inmediatamente manos a
una obra que en muy corto tiempo transformó al país. Primero nombró a José María de Lara (español) como
ministro de Hacienda y encargado de otros ministerios. José Miguel Velasco como ministro de Guerra, Casimiro
Olañeta ministro de gobierno y Mariano Enrique Calvo de Relaciones Exteriores. También formó parte de su
gabinete Otto Felipe Braun. El Presidente estableció un orden muy riguroso que le daba la capacidad de disolver el
congreso si así lo creía necesario. A través de una nueva constitución, el Presidente podía ser reelegido por otros
cuatro años a la terminación de su mandato. Impuso el catolicismo como única opción en el campo religioso y
favoreció la designación de obispos, que desde el período virreinal habían tenido dificultades de permanecer en sus
diócesis. Le tocó asistir a la colación canónica de monseñor José María Mendizabal, consagrado en Arequipa y
posesionado el 16 de diciembre de 1829.

iii. Administración
El Presidente Santa Cruz brilló por su diligencia en la administración del país. Para ello nombró una comisión que
en cuatro años dotó al país del grupo de Códigos que fue el primero propio que aprobó una nación sudamericana.
Estos códigos fueron el Civil (1831), Penal (1831), de Procedimientos (1831), Mercantil (1834) y de Minería (1834).
Intervinieron en esta tarea: Oroza, Dalence, Loza, Sánchez de Velasco, Torrico y otros. Al mismo tiempo
reglamentó mediante adecuadas ordenanzas al ejército de Bolivia y a la guardia nacional. Con esto Bolivia pasó a
ser la república más moderna y ordenada en su derecho y fue ejemplo para otros países. Hasta entonces se
habían aplicado los códigos españoles, algunos de ellos ya obsoletos. El tenor de los códigos era moderno y
basado en el liberalismo francés, expresado en los códigos napoleónicos, garantizando el liberalismo, la propiedad
y el derecho de cada ciudadano. En 1831 se promulgó la nueva Constitución con 154 artículos, que fue la segunda
del país después de la bolivariana de 1826. Durante su gobierno, en lo jurídico, se creó la Corte Superior de
Cochabamba y en lo administrativo el departamento de Tarija. En el aspecto ceremonial Santa Cruz fue el primer
Presidente que usó como insignia de la presidencia la medalla que devolvió al país el Libertador Bolívar por manda
testamentaria y que hasta hoy sirve a los presidentes del país por mandato de 1839.

iv. Relaciones Internacionales


La presencia del Presidente y sus adecuadas medidas constituyeron la admiración de los diplomáticos acreditados
en el país, que transmitidas a sus respectivas autoridades le dieron al Mariscal el respeto y las buenas relaciones
con países europeos, como Inglaterra y, Francia y en América, con los países vecinos y los Estados Unidos. Es
tradicional la frase de un embajador británico que señalaba: “Me acerco al mariscal Santa Cruz con el mismo
respeto que a mi Reina”.

v. El ejercito
A la salida de las tropas del ejército libertador, Bolivia hubo de crear un ejército propio. Este fue el principio que
rigió el ordenamiento militar del país con sus propios reglamentos (1829) que garantizaron la defensa nacional y
especialmente el cuidado que se debía tener por las amenazas y expediciones del general peruano Agustín
Gamarra. Se modernizó la milicia y se creó un tribunal militar con sanciones muy serias para los contraventores. Se
contrató a oficiales extranjeros como el general Otto Felipe Braun y otros, que dieron gloria al país en sus
intervenciones bélicas en años posteriores.

vi. Economía
A su llegada al poder y habiendo constatado que las arcas estaban vacías, Santa Cruz estableció primero una
política proteccionista en el comercio y paulatinamente, a medida que la economía se estabilizó, una postura más
proclive al librecambismo. Para mejorar la mala situación de la minería, muy venida a menos, ideó un nuevo
sistema de trabajo: en lugar de asistencia obligatoria se estableció la asistencia voluntaria de los obreros mineros.
Para 1831 ya había 300 trabajadores en el cerro de Potosí. También introdujo la minería del cobre abandonada
desde los días virreinales; se establecieron minas que explotaban este mineral en el Litoral y que funcionaron por lo
menos hasta 1835.

La preocupación del gobernante en relación con la riqueza del país se expresó también en la explotación del oro.
Para el rescate del oro se destinaron 100,000 pesos, con los que se compraría durante dos años toda la
explotación del metal áureo en el departamento de La Paz. A partir del año 1831, se acuñó piezas de oro cuyo
peso era de 542 gramos con 22 quilates.

Así, en el ramo de las importaciones, se prohibió la llegada de tocuyos madapolanes, pouverlon (telas de algodón
con percal) y otras telas que pudieran hacerle sombra a los tocuyos de industria boliviana. Los tejidos de seda, lino,
la mercería, cristales, loza, alhajas y piedras preciosas se gravaron con el 5% “ad valorem”, las telas de algodón
7% y luego 20%. Los licores desde el 10% hasta el 30%.

Para la producción local se gravó los vinos en 4% y el aguardiente en 6%. La coca se cargó con el 4% de alcabala
y para fines de extracción se cobraba 4 reales por cesto. El azúcar de Santa Cruz para comercio interno se cargó
con el 3%, siendo su valor de 20 reales la arroba.

A fin de dar trabajo y elevar la calidad del puerto único que tenía el país en Cobija, se prescribió una tarifa
aduanera mínima de 5% a artículos de lujo como alhajas, seda, lino y otros artículos, como la cristalería. Era libre la
internación de ganado por ese puerto El tocuyo pagaba 10%.

A Santa Cruz le corresponde el haber abierto el primer banco del país: “Banco de Circulación”, residenciado en
Potosí. Su capital era de 50.000 acciones a 200 pesos cada una. Otro “Banco de refacciones” para ayudar a los
mineros para sus trabajos. Sólo duró cinco años. Asimismo se hizo una “Caja de Montepios” para el aporte de
cuotas de los empicados públicos.

En el agro se declaró propietarios a los caciques e indígenas que demostraran tener posesión de por lo menos 10
años. El viejo problema heredado de la etapa virreinal de las “capellanías” y “mayorazgos” se solucionó al repartir la
tierra entre el poseedor y su sucesor inmediato.

Acorde con el juicio de los economistas, bajo el ministerio del Sr. Lara, se hizo una política muy clara que se
continuó en el ministerio del Dr. Dalence. Lo único criticable que llevó a cuestas el país en las gestiones posteriores
hasta que se suprimió, fue la moneda “feble”.

vii. Confederación Perú - Boliviana


La idea acariciada por largo tiempo de unir a Perú y Bolivia, fue común a muchos peruanos y bolivianos. Tal fue el
proyecto de Agustín Gamarra explicitado en su invasión de 1828, expresado nuevamente en el hecho de 1841.
Otro tanto se debe indicar del mariscal Santa Cruz, que la expresó en 1829 en Puno con la logia Titicaca. Las
reformas y los ogros alcanzados en Bolivia por Santa Cruz lo llevaron a poner en marcha su antiguo proyecto en
1835. La continuidad de territorio y culturas prehispánicas, tanto en el Imperio Tiahuanaco romo en el Imperio
Incaico, continuó durante el período hispánico en el cual la Audiencia de Charcas formaba parte del virreinato
peruano. La independencia lograda por Bolivia en 1825 no alteró las ideas que promovieron personajes que
ansiaban unir a los dos países. Santa Cruz quiso tener a Bolivia lista con las reformas que movieron al país hacia
mejores horizontes en lo político, militar e institucional con lo que tuvo, hacia 1834, la nación en pie de poder lograr
su antigua idea. Varios intentos por parte del Perú reflejados en la conducta del General Gamarra en los años
1830-31, y problemas con el barco Libertad y otros hacían ver que tanto el militar peruano como el Presidente
Santa Cruz, deseaban esa unión cada cual a su manera. La oportunidad inmediata la dio la situación interna del
Perú cuyo Presidente, el general José Orbegoso, preocupado por la situación política interna de su país, pidió al
Presidente de Bolivia que ayude al Perú a poner orden. Ello se debía a que el Perú estaba dividido entre tres
gobernantes, el legítimo Presidente Orbegoso dominando el norte, el Gral. Felipe Santiago Salaverry con el control
del centro, y el sur en poder de Gamarra. Santa Cruz creyó llegada la hora de la intervención. Con un ejército bien
armado atravesó el río Desaguadero (frontera entre ambas naciones) y en la batalla de Yanacocha venció al
general Gamarra (13 de agosto de 1835) quien huyó y luego fue desterrado a Costa Rica. Quedaba Salaverry,
apuesto militar muy imbuido de un sentido peruano de patriotismo. El 24 de septiembre de 1835 atacó y
desmanteló el puerto boliviano de Cobija. Santa Cruz ocupó Arequipa y el 30 de enero de 1836 se desarrolló la
batalla de Socabaya en la que Salaverry fue vencido. Capturado el joven general fue condenado a muerte y
fusilado (18 de febrero de 1836).

Santa Cruz quedó como vencedor e inmediatamente se decidió a realizar la confederación de ambos países. Para
ello ideó dividir el Perú en dos estados: uno al norte, con capital en Huaura y otro al sur con su capital en Sicuani.
Bolivia continuaba con su integridad. Santa Cruz logró reunir un congreso en cada estado: el nor Perú en Huaura,
el sur Perú en Sicuani y Bolivia en Tapacarí (Cochabamba). En junio de 1836 los tres congresos aprobaron el
confederarse y concedieron a Santa Cruz todas las facultades para llevar a cabo la unión que debía efectuarse y
ser sancionada por el congreso en Tacna el 1Q de mayo de 1837. Un grupo de plenipotenciarios ratificó el pacto
fundamental de la Confederación el 28 de octubre de 1836.

Se ha criticado la actuación de Santa Cruz en sentido de haber dado mayor preponderancia al Perú en detrimento
de Bolivia cuando fue Presidente del Perú (1826). Entonces se negó la propuesta boliviana de canjear la península
de Copacabana en el lago Titicaca por el puerto peruano de Arica. Si bien es cierto que desde la óptica boliviana
ese fue un grave error histórico, Santa Cruz respondía entonces a los intereses del Perú al ser su primer
mandatario. Ya en tiempos de la Confederación al parecer hubo resistencia en Bolivia a la unión con el Perú,
expresada en la actitud reticente del Congreso (28 de septiembre de 1837). Se puede señalar sin embargo, que la
división del Perú en dos estados era favorable a Bolivia que no fue separada.

Desde el punto de vista militar fue el período más exitoso de la historia republicana de Bolivia. Los triunfos de las
armas bolivianas o confederadas frente a los ejércitos de Perú, Chile y Argentina (este último país bajo la dictadura
de Rosas) no tuvieron parangón en años posteriores. En el período 1834-839 la sucesión de lauros militares fue
ininterrumpida, los ejércitos de la patria se pasearon por el territorio de tres países, dos de ellos (Argentina y Chile)
que intentaron invadir suelo boliviano o confederado sin éxito hasta 1839. Deben destacarse además de las
batallas ya mencionadas, los triunfos de Iruya y Montenegro bajo el mando de Otto Felipe Braun frente a las tropas
argentinas

viii. Guerra con Chile


El ministro chileno Diego Portales, con profunda intuición, se dio cuenta del peligro para su patria al crearse la
Confederación. Pese a su muerte, asesinado por un motín militar (6 de junio de 1837), el que fuera el peor enemigo
de la Confederación y de Santa Cruz convenció al gobierno chileno de ir a la guerra. Este envió por mar un ejército
comandado por el general Blanco Encalada que desembarcó en lio y ocupó el territorio peruano concentrándose en
la toma de la ciudad de Arequipa. Santa Cruz con su ejército dominó la situación y venció fácilmente al ejército
chileno en Paucarpata (17 de noviembre de 1837). El general chileno recibió todas las facilidades para reembarcar
lo que quedaba de su ejército y regresó derrotado a Valparaíso, a cambio de un compromiso que no cumplió de
abogar por una paz duradera entre ambos estados. Chile se negó a aceptar la paz. El presidente Prieto, quien en
1838 después de una serie de intentos del ministro plenipotenciario boliviano Casimiro Olañeta, no cesó en su
propósito de destruir a Santa Cruz y la Confederación, organizó otro ejército al mando del general Manuel Bulnes
que embarcó en Valparaíso con 5.400 hombres a bordo de 26 buques. Parte del ejército lo constituía una pequeña
fuerza peruana fiel al general Agustín Gamarra que quería reconquistar el poder en su país y que era viejo enemigo
de Santa Cruz y de Solivia. Santa Cruz anoticiado de la segunda invasión a la Confederación, preparó sus tropa y
fue a buscar al ejército chileno en el Callejón de Huayllas donde se había atrincherado el ejército chileno. Después
de inútiles misiones de paz en las que se empeñaron los partidarios y simpatizantes de Santa Cruz, la batalla se dio
el 20 de enero de 1839 y fue ganada por el ejército chileno de Bulnes que destruyó a buena parte del ejército de
Santa Cruz, quien huyó hacia Lima para rearmarse. No pudo hacerlo, prefirió entonces buscar apoyo en el sur
donde residía su mayor fuerza y popularidad. Pero tanto en Perú como en Bolivia se había iniciado la sublevación.
José Miguel de Velasco, que había acompañado a Santa Cruz como vicepresidente, comandó el levantamiento y
envió una carta de agradecimiento a Bulnes por haber derrotado al “monstruo” (se refería al Mariscal de Zepita).
Santa Cruz no tuvo más remedio que renunciar al mando y retornar a la patria. Nunca más pisó territorio boliviano.
Desde Arequipa se trasladó al Ecuador donde iniciaría un largo vía crucis personal en el exilio.

La frustrada Confederación quiso restablecer por un lado el imperio incaico y por otro el virreinato de Perú, de tal
manera que no era algo nuevo, sino una continuidad de una realidad de siglos.
ix. Batalla de Ingavi
El General Agustín Gamarra con un ejército muy numeroso en hombres y bien armado, atravesó la frontera y
penetró en Bolivia posesionándose cerca de La Paz. Mientras tanto Ballivián, cuyo ejército era menor pese al
refuerzo de Velasco, viajó hacia el sur llegando hasta Calamarca. De allí volvió al teatro de operaciones (la zona de
Viacha) y enfrentó a Gamarra en los llanos de Ingavi. Al enfrentarse al enemigo hizo a su ejército una arenga de
encendido patriotismo concluyendo con la famosa frase: “Soldados, los enemigos que tenéis al frente
desaparecerán como las nubes cuando las bate el viento”. Algunos analistas peruanos critican la débil estrategia
empleada por el general Gamarra que fue vencido en Ingavi perdiendo la vida en el combate. Numerosos soldados
y jefes peruanos fueron hechos prisioneros, entre ellos el comandante en jefe del ejército peruano don Ramón
Castilla quien pisó un par de años de cautiverio en Santa Cruz y recién regresó a su patria en 1842, de la que fue
Presidente en 1845. Desde ese cargo se entendió con Ballivián. La batalla de Ingavi determinó la separación
definitiva de Bolivia y Perú. Para la primera significó la consolidación como nación, sellando definitivamente su
independencia. La entrada de Ballivián hasta Puno no significó sino la firma de un tratado de paz entre ambas
naciones. A diferencia del jefe peruano al que había derrotado y muerto el caudillo de Ingavi no se anexó la parte
del sur del Perú que había ocupado, ni siquiera pidió compensaciones por gastos de guerra.

x. La guerra del pacífico


La legitimidad de los derechos de Bolivia sobre el litoral Pacífico está fuera de toda duda, igual que la legitimidad
sobre el conjunto de su territorio, sin embargo la insistencia de algunos historiadores chilenos en pretender
demostrar lo contrario obliga a recordar las bases jurídicas del territorio nacional.

La cultura Tiahuanaco, reconocida como la más importante del pasado prehispánico boliviano, cuyo centro se ubica
en el actual departamento de La Paz en las proximidades del lago Titicaca, desarrolló en su período expansivo por
lo menos siete asentamientos humanos en el valle de Azapa en plena costa del Pacífico. Este aserto ha sido
probado por investigaciones arqueológicas y ratificado por el carbono 14.

Es sabido también que el imperio incaico llegó en el sudoeste de sus dominios a copar regiones del norte de
Argentina y el norte de Chile (es decir el territorio boliviano usurpado).

Pero la referencia jurídica más importante es la colonial por una razón básica, porque las naciones americanas
aceptaren el concepto romano del uti possidetis juris que quiere decir “como poseéis (hoy) seguiréis poseyendo en
el futuro”. Se tomó como punto de partida la delimitación política existente en el año de 1810. La demarcación de
entonces fue el punto de partida de las nuevas naciones. En el caso de Bolivia el territorio de la Audiencia de
Charcas dependiente entonces del virreinato del Perú. En el territorio en cuestión la Audiencia de Charcas
abarcaba desde el río Loa en el norte (al norte de Tocopilla y al sur de Iquique, entonces territorio peruano) a los
21º y el río Salado en el sur (al sur de Taltal y al norte del valle de Copiapó) entre los grados 26 y 27. Las leyes IX y
XII de la Recopilación de Indias establecen claramente esa jurisdicción de lo que a partir de 1825 fue el
departamento de Potosí.

El 18 de abril de 1548, el pacificador La Gasea que definió los límites entre el virreinato del Perú (Audiencia de
Charcas en esa región) y la capitanía de Chile, estableció el paralelo 25 como la demarcación más al norte de
Chile. Este mismo criterio fue expresado por don Pedro de Valdivia conquistador de Chile en su carta al emperador
Carlos V de 15 de octubre de 1550, en la que menciona textualmente el paralelo 25 como el límite más al norte de
su jurisdicción. Queda claro que Chile nunca poseyó territorios más al norte del valle de Copiapó y que esa realidad
fue sistemáticamente reconocida en todos los mapas que se publicaron en el mundo hasta 1880. Sobre esa base la
soberanía boliviana era indiscutible cuando menos hasta el Paposo en el paralelo 25.

xi. El Litoral boliviano


Cuando Bolivia nació a la vida independiente, el litoral era uno de los seis partidos de Potosí. El 29 de Enero de
1825 el Mariscal Sucre clarificó la división política de Bolivia. Las intendencias o presidencias fueron convertidas en
departamentos. Bolivia quedó dividida en cinco departamentos: Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y
Potosí. Los departamentos fueron divididos en provincias y estas en cantones. Atacama fue una de las provincias
dependientes de la prefectura de Potosí, su capital era San Pedro de Atacama.
El 1º de Julio de 1829 el Mariscal Andrés de Santa Cruz mediante decreto transformó Atacama en una provincia
independiente con un gobernador que respondía directamente al Presidente y con la nueva denominación de
provincia Litoral, una jerarquía intermedia superior a una provincia común, pero inferior a un departamento. En
1839 el Presidente José Miguel de Velasco elevó el rango del Litoral a distrito con un prefecto.

Finalmente, el I2 de Enero de 1867 el gobierno de Mariano Melgarejo creó el departamento del Litoral. Sobre la
base de las provincias que desde siempre tuvo el Litoral con el denominativo genérico de Mejillones
(probablemente por ser el punto de mayor riqueza económica de ese territorio) que dio lugar al departamento
Litoral.

Políticamente el Litoral se dividía en dos provincias, La Mar capital Cobija, que era además capital de todo el
distrito y Atacama capital San Pedro de Atacama. Los cantones eran San Pedro de Atacama, Chiu Chiu, Calama,
Rosario, Susquez, Conche y Antofagasta (no la actual ciudad portuaria que recién nació en 1867). La decadencia
económica de Cobija sumada a los movimientos telúricos que la afectaron, determinó en los hechos (sin mediar
documento oficial conocido que así lo establecerá) que desde 1875 la capital del departamento fuera Antofagasta.
Allí residía el prefecto.

La población del Litoral tenía al nacer la república alrededor de 3.700 habitantes. En 1855, 5.500 habitantes y en el
momento de la guerra alrededor de 15.000 almas. El hecho más dramático es que la gran mayoría de esa
población era de origen chileno, lo que determinó una casi nula resistencia civil al despojo de 1879. Las principales
poblaciones eran Calama, San Pedro de Atacama y Caracoles dentro del territorio y Cobija, Tocopilla, Mejillones,
Antofagasta (el punto más importante de población con 6.000 habitantes) y Taltal.

xii. El guano, salitre y la plata


La razón porque una región tan inhóspita como Atacama se convirtió en motivo de conflicto fue la evidencia de su
riqueza que se reflejaba sobre todo en dos productos, el guano y el salitre. Ambos utilizados para la fertilización de
tierras. Así, la tierra más árida del mundo tenía en su seno la potencialidad para fecundar a otras tierras del
planeta.

El guano es el excremento de las aves que viven en la zona, pelícanos, los llamados guanay (precisamente porque
producen guano) y piqueros. Millones de esas aves generaron durante miles de años los depósitos de guano más
grandes del mundo en las islas Chincha del Perú (el centro mayor de guano del planeta) y en otras islas y morros
costeros. En Bolivia el núcleo guanero más grande era el morro de la península de Mejillones. La explotación
masiva de guano se hizo durante todo el siglo XIX y Perú recibió grandes ingresos por ese concepto. Europa era la
mayor compradora del producto que se transportaba en barcos. En la década de los cuarenta del siglo XIX Perú
llegó a exportar más de 100.000 toneladas anuales de guano. En Bolivia la explotación comenzó en 1841 de forma
clandestina. Entre 1842 y 1849 diversas empresas produjeron 53.000 toneladas, lo que hace un promedio de 7.500
toneladas anuales, muy por debajo del Perú. Pero fue la potencialidad de ampliar esa explotación la que derivó en
contratos con empresarios chilenos, ingleses y estadounidenses, que contribuirían al despojo del territorio nacional.

La evolución geológica de los desiertos de Atacama (Bolivia) y Tarapacá (Perú) transformó masas de agua en
inmensos salares. La extrema sequedad del clima contribuyó a ese proceso y a que las diferentes sales de la
superficie no fueran disueltas o arrastradas por corrientes subterráneas, permaneciendo en la superficie.
La sal más frecuente era el nitrato de sodio conocido vulgarmente como salitre o caliche. En la época colonial la
potasa extraída de las sales se usó para la fabricación de pólvora, pero a partir de 1830 se constató su poder
estimulante de la productividad agrícola. Complementario del guano, el salitre tuvo gran demanda como fertilizante
agrario consumido por naciones europeas y Estados Unidos. Superficial o enterrado a un par de metros bajo tierra,
el salitre fue explotado y exportado intensivamente. Fueron los hermanos Latrille los que encontraron por primera
vez salitre en el desierto de Atacama en 1857.

Por si esto fuera poco, hacia 1870 la noticia de la gran riqueza argentífera de la zona de Caracoles (entre
Mejillones y San Pedro de Atacama) despertó una verdadera fiebre que en su momento de auge convirtió a
Caracoles en una población de más de (10.000 habitantes con una producción de entre 60.000 y 80.000 marcos de
plata (1875) contra los 50.000 marcos de plata de todas las otras minas bolivianas incluyendo Potosí.
xiii. Antofagasta
Si bien Cobija fue el muerto elegido por Bolivia como núcleo mayor del Litoral, en los hechos el éxito económico de
la explotación del salitre determinó que Antofagasta fuera el centro urbano mayor de nuestras rostas (salvo el
período de auge de Caracoles). La ciudad fue fundada por orden expresa del Presidente Mariano Melgarejo de 27
de agosto de 1868. La fundó el prefecto del Litoral don José Taborga el 22 de octubre de 1868 con el nombre de La
Chimba, pero poco después el propio Melgarejo le cambió el nombre tomando el de Antofagasta que era la
denominación de una finca de su hermano Anselmo, ubicada en la puna de Atacama. En 1871 Morales la declaró
como puerto abierto.

xiv. Inicio del conflicto


Si bien la explotación de las riquezas del litoral boliviano comenzaron en 1842 (contrato con el brasileño López
Gama), fue en la década de los años cincuenta cuando el tema se volvió importante. En 1858 José Avelino
Aramayo en representación de intereses ingleses intentó un contrato con Bolivia para la explotación del guano,
competía con el francés Arnous de la Riviere en representación del industrial de ese país Lucien Armand. Después
de varios años, en 1866 Riviere convenció al gobierno de Melgarejo y firmó un contrato para explotar 1.500.000
toneladas de guano a cambio de 250.000 pesos a repartir en partes iguales por Bolivia y Chile (en virtud del tratado
de 1866). Armand quebró y el contrato se rescindió.

En 1868 el estadounidense Enrique Meiggs, representado por el chileno Lorenzo Claro (de nefasta influencia sobre
los círculos de poder boliviano durante la guerra), firmó un documento de préstamo de 4 millones de pesos a
Bolivia al 8 % anual, a cambio Bolivia puso como garantía todo el guano descubierto y por descubrir, le vendió el
guano a Meiggs a 6 pesos por tonelada y le cedió el derecho de explotación de toda la riqueza mineral del litoral.
Meiggs prestó un millón de su dinero y el saldo con las ganancias guaneras. Afortunadamente, el 10 de octubre de
1871 el contrato fue rescindido, pero con una compensación de 800.000 pesos a Meiggs.

El 30 de enero de 1873 el gobierno de Ballivián comenzó la construcción del primer ferrocarril boliviano desde
Mejillones hacia Bolivia, lo hizo mediante contrato con Braun, Watson, Martínez y Meiggs. El bloqueo financiero del
grupo de la Salitrera de Antofagasta hizo fracasar el proyecto, sólo se construyeron unos pocos kilómetros y
finalmente el ferrocarril fue desmantelado.

Pero la verdadera piedra de toque fue el salitre. En 1866 los chilenos José Santos Ossa y Francisco Puelma
obtuvieron una increíble concesión del plenipotenciario boliviano en Santiago Mariano Donato Muñoz, derecho
exclusivo de explotación de todo el salitre del litoral boliviano. En 1868 Ossa, Puelma y Antonio de Lama crearon la
Sociedad Exploradora del Desierto de Atacama que por 10.000 pesos pagados a Bolivia mantuvo el derecho del
66. En 1869 la compañía aceptó capital mayoritario inglés y pasó a llamarse Melbourne y Clarke. Con un capital de
300.000 pesos empezó a explotar con éxito salitre en el salar de El Carmen. En 1872 ante el éxito logrado se creó
la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta con sede en esa ciudad. El primer ferrocarril que funcionó en
territorio boliviano fue el construido por dicha compañía que en 1873 unió Antofagasta con el salar del Carmen y en
1876 con el salar de Salinas. Para entonces la compañía explotaba 3.000 quintales diarios de salitre.

El 27 de noviembre de 1873 Belisario Pero en representación de la Compañía de Salitres firmó un contrato con
Bolivia mediante el cual a cambio de una patente de 40 bolivianos año por estaca explotada (800 metros por 800
metros) obtuvo derecho de explotación por 15 años libre de cualquier otro gravamen, a lo que se sumó el tratado
de 1874 ya citado. Entre 1870 y 1876 varias empresas comenzaron la explotación de salitre a despecho de la
injusta exclusividad de la Compañía de Salitres pero sin llegar nunca a competir en poder y eficiencia con ésta.

Cabe aquí recordar que importantes miembros del gobierno de Chile, empezando por el Presidente Pinto, algún
ministro de su gabinete y jefes chilenos de la campaña militar del 79 eran accionistas de la Compañía de Salitres, lo
que explica la diligencia en su defensa intransigente.

El 14 de febrero de 1878, ante la evidencia de la pobreza de la región, las consecuencias del terremoto de 1877 y
la largueza con la que se habían hecho las concesiones, el gobierno de Bolivia decidió imponer un impuesto de 10
centavos por tonelada exportada de salitre a la Compañía. La disposición pasaba por alto el tratado de 1874 entre
Bolivia y Chile y el contrato de 1873 con la Compañía de Salitres, ambos documentos decían expresamente que la
explotación de salitre y guano estaban liberadas de cualquier gravamen. La decisión estuvo en suspenso hasta
diciembre de ese año. En enero el prefecto antofagastino embargó los bienes de la Compañía y el I2 de febrero de
1879 el gobierno rescindió el contrato, sobre el supuesto de que al extinguirse el compromiso quedaba resuelto el
tema del respeto al tratado de 1874. Pero era tarde, Chile tomó al vuelo la excusa que le daba la nueva ley y
decidió la agresión, había encontrado la razón que esperaba para atacar y lo hizo.

xv. Invasión de Antofagasta


El 14 de febrero de 1879 se produjo la invasión. Los habitantes antofagastinos vieron en el horizonte el humo del
blindado Cochrane y la corbeta O'Higgins que se sumaban al blindado Blanco Encalada surto en el puerto varios
días antes. El prefecto Zapata carecía de un mínimo de efectivos con que encarar una defensa por lo que el
desembarco de las tropas chilenas que en número aproximado de 200 tomaron la plaza fue un paseo. Los chilenos
obligaron a Zapata, los funcionarios bolivianos y los pocos guardias armados, a abandonar la ciudad. De los 6.000
habitantes de Antofagasta, 5.000 eran chilenos y solo 600 bolivianos, el resto de varias nacionalidades. La
población chilena celebró la invasión y el señor Hicks representante de la Compañía de Salitres furibundo
antiboliviano fue liberado y recuperados los bienes de la empresa. Chile defendía cumplidamente los intereses del
capitalismo inglés. Dos días después, el 16, los chilenos tomaron el centro minero de Caracoles.

La invasión inició unilateralmente el conflicto bélico. Al no existir líneas telegráficas en nuestro territorio, la noticia
llegó a Bolivia por la vía de Tacna. El vapor Amazonas llegó al atardecer del 19 de febrero a Tacna con la noticia, el
cónsul boliviano Manuel Granier escribió una carta al Presidente y la envió con el chasqui Gregorio Collque (Goyo)
que hizo el máximo esfuerzo y cubrió la distancia a La Paz en cinco días. El 25 le entregó la carta a Daza. El 26 el
gobierno hizo una proclama a la nación comunicando la agresión y estableciendo los aprestos para la defensa.

El ataque llegaba en un pésimo momento para Bolivia, una inclemente sequía en 1878 había generado
desabastecimiento en los mercados, hambruna, peste y gran mortandad.

xvi. Avaroa, Cabrera y la defensa de Calama


El 21 de marzo continuó la ofensiva chilena apoyada en la fuerza de su escuadra marítima y se produjo la toma de
Cobija y Tocopilla. En Calama dentro del territorio atacameño se organizó la defensa, al mando de Ladislao
Cabrera apoyado por el prefecto de Antofagasta Severino Zapata y un contingente de 135 hombres. Los atacantes
chilenos que venían de Tocopilla eran 544. Los defensores se parapetaron en varios puntos de las afueras de la
población y resistieron valientemente los ataques de la caballería chilena bajo la enérgica conducción de Cabrera.

Aunque tenía varios flancos, la agresión se concentró en el puente del Topáter sobre el río Loa. Después de repeler
un par de andanadas el grupo en el que estaban Eduardo Abaroa, Juan Patino y Saturnino Burgos intentó un
contraataque, pero la superioridad numérica chilena arrasó a los defensores, muchos quedaron muertos otros se
retiraron ante la inutilidad de la defensa, pero Eduardo Abaroa herido en la garganta se negó a la retirada y
enfrentó a un contingente de más de 100 soldados de Chile. Sólo, disparó y mantuvo a raya a los atacantes hasta
que se le acabó la munición, estaba ya muy débil por la sangre que manaba a borbotones de su garganta. Los
oficiales chilenos le intimaron rendición y el hombre, convertido en un emblema de la nación respondió con la frase
que lo llevó a la inmortalidad ¡Qué se rinda su abuela carajo! Dos disparos le segaron la vida. Las tropas invasoras
tomaron el lugar, pero admiradas por el valor del héroe lo enterraron en el cementerio de Calama.

xvii. Participación de Perú en la Guerra


Bolivia envió a Serapio Reyes Ortiz a Lima con el objetivo de poner en funcionamiento el tratado secreto de 1873.
Era Presidente del Perú Mariano Ignacio Prado. Los peruanos habían olvidado el pacto y el entuerto no era lo más
deseable, pero aceptaron el compromiso. Las autoridades chilenas, enteradas desde antes de ese pacto, se dieron
cuenta de que la entrada del Perú era inminente y de igual modo que agredieron militarmente a Bolivia, el
Presidente de Chile Aníbal Pinto pidió autorización a su congreso para declarar la guerra y oficialmente la declaró
el 6 de abril de 1879.
Perú cargó los gastos bélicos a Bolivia con el argumento de que se unía a nuestro país para defender los territorios
bolivianos tomados por Chile y no su propia heredad. Después de ardua negociación se avino a recibir como pago
el 50 % de las rentas aduaneras de Bolivia hasta un máximo de 400.000 pesos.

xviii. Batalla del Alto de la Alianza


El nombramiento de Campero como Presidente provisional el 19 de enero de 1880, realizado por la precaria junta
instalada en La Paz tras la caída de Daza (28 de diciembre de 1879), coincidió con uno de los momentos más
dramáticos de la República, la pérdida de nuestra costa marítima y el fin de la guerra para Bolivia.

La designación del nuevo Presidente tuvo que ver precisamente con el convencimiento de que Campero tenía los
conocimientos militares suficientes come para ponerse al frente del ejército boliviano y eventualmente del ejército
aliado estacionado en Tacna que vivía fuertes tensiones. Este punto de vista se mantuvo a pesar de su
desafortunada conducción de la Quinta división. Entre enero y marzo la “junta” de Uladislao Silva forcejeo para
hacerse del poder e incluso apresó a Campero por algún tiempo en Viacha, pero finalmente se impuso la razón. En
abril de 1880 Campero partió hacia Tacna al frente de una nueva división de 1.500 soldados para encontrarse con
las fuerzas Perú-bolivianas. La llegada del Presidente apaciguó el enfrentamiento entre el mando boliviano en
manos del coronel Eliodoro Camacho y el peruano bajo las órdenes del contralmirante Lizardo Montero. Campero
unificó criterios y asumió el mando aliado con el beneplácito del Presidente peruano Nicolás de Piérola.

La batalla se inició el 26 de mayo de 1880. El objetivo chileno era Tacna y para ello había preparado un ejército de
19.000 hombres al mando del general Manuel Baquedano. Las fuerzas aliadas sumaban sólo 12.000 efectivos,
6.500 peruanos y 5.500 bolivianos. El terreno era desértico con grados extremos de sequedad, el cielo despejado
alternaba con períodos de densa neblina, llamada camanchaca, temperaturas de hasta 28 grados en el día y frío
intenso en la noche. Las fuerzas de ambos bandos se estructuraban en base a la infantería, caballería y artillería en
ataque frontal y cuerpo a cuerpo, con la entrada de oleadas de cargas de caballería y cobertura con martilleo de
cañones. La continuidad del desierto se rompía en la meseta de Intiorco, donde se instaló Campero. El lugar fue
bautizado como “Alto de la Alianza”, una de las versiones sobre este nombre indica que surgió de la decisión
chilena de ponerle en Tacna un alto definitivo a la alianza Perú-boliviana, los defensores abrieron tres frentes de
batalla. Entre las nueve de la mañana y las tres de la tarde se combatió fieramente, el episodio más destacado fue
la intervención heroica de los colorados de Bolivia que cargaron para reforzar la debilitada ala izquierda del coronel
Camacho. El empuje de los colorados representó un fuerte avance aliado que hizo retroceder a la primera división
chilena y resistió con entereza la carga chilena de caballería de Yavar. Allí estuvieron el coronel Felipe Ravelo,
Bustillo, González y otros jefes. Fue el último momento en que se pudo pensar en una victoria aliada. Los chilenos
tenían en reserva una división y casi toda su caballería. El ataque final de Chile terminó por desmoronar a los
aliados, agotados por la fallida incursión de la madrugada anterior, inferior en número, escasa de munición,
sedienta y seriamente diezmados. Más de 5.000 muertos y heridos con una alta proporción de jefes y oficiales
quedaron regados en el campo. Los destacamentos Murillo y zapadores de Bolivia y Tacna del Perú, fueron la
última resistencia. Tacna cayó en manos de los chilenos al final de la tarde.

La batalla del Alto de la Alianza selló la suerte de Bolivia. Las fuerzas comandadas por Campero emprendieron la
retirada hacia los Andes. Esa fue la última batalla de la guerra del Pacífico en que participaron las armas bolivianas.
Perú, en cambio, sufrió la guerra tres años más, hasta 1883. Los chilenos ocuparon Lima y buena parte del
territorio peruano por más de un año.

xix. Negociaciones postguerra


El 11 de junio de 1880 se produjo el último intento por mantener la alianza Perú-boliviana sobre la nostalgia de la
confederación del gran prócer Andrés de Santa Cruz. El ministro de RR.EE. de Perú Pedro José Calderón y el
ministro plenipotenciario de Bolivia Melchor Terrazas, firmaron el protocolo preliminar para la creación de los
Estados Unidos Perú-bolivianos que contemplaba la fusión de los departamentos de Tacna y Oruro, Potosí y
Tarapacá, dejaba pendiente la capital y determinaba un Presidente elegido por voto directo con cinco años de
mandato. Las circunstancias no permitieron que un proyecto así pudiera siquiera considerarse. La decisión de Chile
expresada en 1839 de destruir la confederación era clara y se mantenía vigente, más aún ahora que había vencido
militarmente y ocupaba territorios de Bolivia y Perú.
En este contexto llegó la primera reunión de paz propiciada pe r el secretario de estado de EE.UU. William Evarts.
El 22 de octubre de 1880 se reunieron en la goleta norteamericana Lakawana estacionada en Arica. Eulogio
Altamirano, Francisco Vergara y Eusebio Lillo por Chile, Antonio Arenas y Aurelio García por Perú y Crisóstomo
Carrillo y Mariano Baptista por Bolivia. Chile habló claro. Quería la cesión de los territorios de Perú y Bolivia
ubicados al sur de Camarones, un pago de 20 millones de pesos, devolución de bienes chilenos despojados en
Perú y Bolivia, ruptura definitiva de la alianza Perú-boliviana y retención temporal de Moquegua, Tacna y Arica. Por
lo bajo los delegados chilenos propusieron a Bolivia cederles Tacna y Arica a cambio de la aceptación de las
restantes condiciones (hasta mes del siglo, los coqueteos chilenos con Bolivia ofreciendo los puertos peruanos
fueron permanentes). Eran condiciones imposibles, la conferencia fracasó. Chile inició la campaña de Lima y en los
hechos la mayoría de las exigencias terminaron por cumplirse por la fuerza.

xx. La nación oligárquica


Momentos históricos

La derrota en la guerra, y la consecuente pérdida del acceso de la nación al mar, fue un golpe muy duro y
desgarrador para Bolivia, que obligó a una reformulación global de las estructuras del país. El período 1879 - 1880
marca por eso un corte a cuchillo en nuestra historia. En muchos sentidos confirma que la ruta seguida desde el
derrumbe de la Confederación Perú-boliviana (1839) hasta la guerra del Pacífico nos había conducido a un callejón
sin salida.

El hecho fundamental del período anterior fue, en lo político, el autoritarismo y la aceptación tácita del rol de los
militares en la administración de los asuntos del estado. Desde la caída de Santa Cruz hasta la asunción de
Campero se sucedieron catorce presidentes y una junta; de ellos, diez fueron militares y sólo cuatro civiles. Fue sin
duda el período más marcado por el militarismo en la historia republicana. Pero quizás el problema mayor fue la
grave depresión económica de todo el período, que condicionó las opciones de la sociedad. El derrumbe de la
economía minera coincidente con la lucha independentista, dejó al país sin su principal soporte económico, esto
obligó a una economía de supervivencia con énfasis en la producción agrícola. El erario vivió en gran medida del
tributo indígena, de una escasísima y decadente producción minera, del auge de la quina (cascarilla) que fue
determinante en la etapa 1835-1860, del salitre y el guano que Bolivia no pudo aprovechar en virtud de la presencia
de capitales ingleses y chilenos en el litoral boliviano, que poco o nada beneficiaron al país y, finalmente, del
desarrollo de producción artesanal para el consumo interno.

Sobre esa base tan magra, los caudillos de la época alternaron de manera pendular una política liberal con una
proteccionista que, antagónicas como eran, terminaron por imprimir un camino errático cuyo resultado fue un país
desarticulado y pobre. Las ideas francamente liberales con las que había arrancado la República en la
administración de Sucre, no tuvieron continuidad. El pragmatismo ecléctico de la administración Santa Cruz que
logró formular la institucionalidad republicana, se ahogó con el fracaso del gran proyecto integracionista de la
Confederación con la consiguiente pérdida del rumbo histórico.

Bolivia era en 1880 un país inmenso sin presencia real de soberanía en sus fronteras más lejanas (el norte
amazónico y el sur chaqueño); había perdido su acceso al territorio marítimo que nunca pudo dominar, ni con
presencia de habitantes ni con inyección económica. Esto marcó su característica más dramática, un absoluto
aislamiento del mundo a diferencia de la mayoría de los países sudamericanos conectados al comercio
internacional por la vía del mar, en cuyas costas crecieron algunas de las principales ciudades del continente (Lima,
Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro).

Con una población cercana a los de 2.000.000 de habitantes (el censo de 1846 determinaba oficialmente 1.373.896
y calculaba más de 700.000 diseminados en tribus en los llanos y el chaco), su composición étnica era sobre todo
indígena (quechuas y aimaras) y mestiza; con una población rural abrumadoramente mayoritaria (casi el 90 %). Las
principales ciudades del país según el censo de 1846 eran: La Paz (42.849 h.), Cochabamba (30.396), Sucre
(19.235), Potosí (16.711) y Tarata (11.438). Es una época en la que las pequeñas ciudades de provincias tenían
importancia, generaban su propia economía y reflejaban en su arquitectura un nivel de vida que se perdió en la
segunda mitad del siglo XX. La distribución demográfica reflejaba el desequilibrio entre la región andina (valles
incluidos) y los llanos del oriente. Esto se puede ver si se toma en cuenta que la principal ciudad de la región
oriental era Santa Cruz con sólo 6.005 habitantes.
Hasta bien entrado el siglo XX la significación política, económica y social de los llanos fue mínima (salvado el
rutilante y breve período de la goma del que hablaremos en el capítulo II del libro VII). El país andino prescindía del
resto, lo que marcó una visión excluyente y parcial de la realidad, sin que esto signifique desconocer la importancia
capital de la región andina en el decurso de la historia republicana, prácticamente hasta la revolución de 1952.

En suma, Bolivia perdió en este período el lugar preeminente que tuvo en el continente al nacer como República
independiente y no pudo equiparar su desarrollo al de otras naciones que despegaron económicamente a partir de
la segunda mitad del Siglo XIX. Hacia 1850 Bolivia era el cuarto país sudamericano en extensión detrás de Brasil,
Argentina y Perú y el tercero en población después de Brasil y Perú.

Por primera vez en la República la clase dominante, la oligarquía (gobierno ejercido exclusivamente por unas pocas
familias poderosas económicamente) decidió encarar de manera directa y coherente la responsabilidad del poder
sin la intermediación de la fuerza militar. El agotamiento del caudillismo militar tuvo que ver con el fracaso en la
guerra y el deterioro específico de imagen que dejaron figuras como Melgarejo y Daza, aunque ambos por razones
bien distintas. Pero esta posibilidad no surgió de manera espontánea. Al colapso posbélico se sumó el
resurgimiento de la minería de la plata que se dio a partir de 1865, reforzado por las medidas aperturistas del
gobierno Morales (1872), pero sobre todo por un proceso de modernización tecnológica y administrativa de los
prohombres del poder minero (Aramayo, Arce, Pacheco) que llevan a la producción argentífera a una subida
espectacular. Ese crecimiento representó un poder real que los mineros decidieron extender a la administración
política directa.

El civilismo se convirtió en una condición básica del nuevo estado, lo que conllevaba además una visión distinta de
la legitimidad del poder. Se sustituyó la fuerza de las armas por la del voto, aunque este estuviera restringido
convenientemente a núcleos mínimos de decisión (menos del 5% de los mayores de edad).

El escenario del cambio se dio en la Convención de 1880, un verdadero encuentro de los grandes hombres del
momento, que ratificaron la constitución de 1878 cuya ideología demoliberal se ajustaba a las aspiraciones del
nuevo estado de cosas. Se plantearon además las dos líneas de conducta en relación al litoral perdido, guerristas
frente a pacifistas, antagonismo resuelto en favor de los pacifistas tanto en el período conservador como en el
liberal. Pero lo que realmente simbolizó la convención fue un nuevo modelo que imperó en Bolivia entre el fin de la
guerra del Pacífico y el comienzo de la guerra del Chaco. Esto trajo consigo el nacimiento real de los partidos
políticos sustituyendo el faccionalismo del pasado inmediato. Hacia 1884 se definieron las dos grandes fuerzas de
la época, conservadores y liberales que dominaron el país por cincuenta años. Pero la decisión de hacer del
parlamento un gran protagonista y cortar el ciclo militar no conllevó la eliminación de la violencia, el fraude y la
incapacidad de flexibilizar la democracia hacia la alternabilidad. Entre 1880 y 1930 el poder cambió de manos sólo
dos veces y ambas por la violencia. En 1899 como consecuencia de la Revolución Federal y en 1920 tras el golpe
de estado que derrocó a los liberales. Tuvimos que esperar hasta 1982 para ver por primera vez que el oficialismo
transmitiera el mando pacífica y legalmente a la oposición.

Esa nueva política económica fue sin duda vehículo para una cierta modernización del país que representó la
reinserción de Bolivia en el mundo, al que había estado ligada en toda la época colonial a través de la metrópoli
española y la exportación masiva de plata hasta fines del siglo XVIII. Pero a la vez representó el debilitamiento o
destrucción de sectores de producción interna, particularmente el textil y el artesanal como consecuencia inmediata
de la apertura a las importaciones. La vulnerabilidad de Bolivia se trasladó de su aislamiento y pobre producción
económica (1840-1880) a la extrema dependencia de los ingresos aduaneros y su carácter de país mono productor
(este último rasgo se mantuvo vigente hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX).

xxi. Tensiones Políticas


El enfrentamiento entre guerristas y pacifistas tuvo consecuencias políticas inmediatas. La posición inicial de la
convención tenía un lógico sentido emocional. El propio Presidente Campero quería una oportunidad reivindicatoria
y pensaba en la posibilidad de reorganizar el ejército, cosa que hizo, estableciendo los efectivos en 7.000 hombres.
Pero las posesiones obtenidas por Chile y su poderío bélico y económico no permitían pensar en una solución
militar con perspectivas. Perú estaba enfrascado en la defensa de su propio territorio invadido y la alianza estaba
rota con el agravante de las susceptibilidades desatadas por la retirada de Bolivia de la guerra.
Pero el ingrediente fundamental era el relativo a los intereses económicos. Los pacifistas, encabezados por el
vicepresidente Arce veían el problema de otro modo. La reconstrucción del país no podía pasar por la guerra y
sobre todo, la vinculación de los mineros de la plata con capitales chilenos se vería entorpecida por el conflicto. Un
flujo normal de exportaciones pasaba necesariamente por la paz. La correspondencia antiguerrista e hipercrítica de
Arce, interceptada por el gobierno, llevó a Campero a exiliar a Arce precisamente a Chile. Paulatinamente, sin dejar
de expresar públicamente una posición dura en relación a la guerra, los hechos fueron imponiéndose y Bolivia pasó
a una postura de negociación que se haría nítida en todos los gobiernos conservadores subsiguientes.

xxii. Partidos políticos liberales y conservadores


Tiende a pensarse que la era conservadora se inicia en 1880 con Campero, si bien esto es cierto a partir de la
estructuración de una nueva realidad producto de la guerra, desde el punto de vista estrictamente político Campero
no se adscribe al grupo que la historia conoció como conservadores. Sus diferencias centrales con Arce son un
simple ejemplo de ello. La inicial dicotomía entre guerristas y pacifistas se fue precisando al sistematizarse
corrientes de pensamiento que serían el germen de los primeros partidos políticos. La gran figura para este
nacimiento fue Eliodoro Camacho. Por su participación conjunta en la batalla del Alto de la Alianza y postura
belicista, Campero era mucho más proclive a los liberales de Camacho, que a quienes formarían el partido
conservador.

En realidad, el único partido con ideario claro, inscrito en las grandes corrientes mundiales era el partido liberal.
Son ya célebres su manifiesto de 1883 y el discurso del 2 de abril de 1885 que pronunció Camacho para
defenderse del ataque de los conservadores. “Viva el orden mueran las revoluciones”. “Menos gobierno más
libertad”; son frases que resumen muy bien el pensamiento liberal. “Los derechos individuales amparan la vida, la
libertad, el honor, la propiedad del hombre y la soberanía del pueblo. El sufragio popular, la descentralización
administrativa y municipal, la concentración y unidad política, tolerancia de opiniones, instrucción obligatoria para el
pueblo y gratuita...” decía Camacho. Libertad política, económica e individual en suma, eran las ideas centrales del
jefe liberal. El programa liberal fue el eje del debate nacional. Por adscripción o por oposición es que se desarrolló
la contienda política de esos años.

Para las elecciones de 1884 se presentaron tres partidos, el liberal, el democrático y el constitucional, estos dos
últimos terminaron insumiéndose en la corriente denominada genéricamente como conservadora.

xxiii. ¿Qué era lo que dividía a liberales y


conservadores?
Muy poco o nada desde el punto de vista de las ideas esenciales. Ambas corrientes estaban claramente adscritas
al pensamiento librecambista y respondían al modelo de la época, coincidente con la expansión capitalista que fue
adoptada en la década anterior por varios países sudamericanos. El enfrentamiento tenía, en cambio, tres matices,
el primero personal, los caudillos de ambos partidos tenían aspiraciones de poder que se hacían intransferibles. El
segundo de intereses de grupo, los conservadores representaban el poder empresarial de la plata en el sur, los
liberales terminarían representando los intereses del poder del estaño en el norte. El tercero estaba relacionado
con la cuestión religiosa. Los liberales venían de la tradición masónica de los padres de la patria, los conservadores
acusaban a los liberales de ateos, estaban contra la libertad de cultos y se oponían al matrimonio civil.

xxiv. Elecciones y voto


La elección de 1884 marca el comienzo de una nueva era en el proceso electoral boliviano. Después de los
antecedentes irregulares y turbulentos que pasan por las elecciones en asamblea, congreso o convención de la
naciente república, la primera elección por voto directo en 1844 y la primera elección por voto directo más o menos
transparente de 1873, llega una suerte de institucionalidad democrática. Es el producto de la estabilidad política a
partir de 1880, con elecciones presidenciales cada cuatro años y municipales y de renovación parcial del legislativo
cada dos, como manda la constitución. Estructuralmente ambos partidos que representaban a las élites,
construyeron un modelo de continuidad democrática y prescindieron de la mayoría del país en su proyecto. Por eso
se puede hablar de un estado oligárquico sin solución de continuidad entre 1880 y 1932.
Los actores políticos y económicos deciden aceptar las reglas del juego y aceptar las premisas constitucionales. Se
trata, sin embargo, de una aceptación condicionada a la perpetuación de un partido en el poder, apoyada en un
sistema de voto gravemente discriminatorio. El voto calificado tiene características muy claras que garantizaban la
reproducción política de una clase que era en realidad la única con derecho a participar en la vida del país. Para
votar y ser elegible se requería ser hombre, alfabetizado, tener una propiedad de por lo menos 12.000 pesos (la
propiedad era la carta de ciudadanía por excelencia del sistema liberal) y tener una renta mínima de 1.000 pesos.
Era una democracia en la que el área rural simplemente no existía, sólo se votaba en ciudades o villas,
considerando que la población urbana apenas superaba el 10 % del total. Entre 1884 y 1896, el mayor número de
sufragantes fue de 34.418 (1888) y el menor 30.465 (1884), lo que muestra claramente el grado de extrema
restricción y de máxima discriminación que representaba el sistema electoral boliviano.

xxv. El ferrocarril
Arce y tren son prácticamente un sinónimo. La llegada de las rieles a territorio boliviano se considera la verdadera
obra gubernativa de Arce y es por ello que pasó realmente a la historia.

El ferrocarril fue sin duda uno de los aportes tecnológicos más importantes del siglo XIX a la civilización y marcó el
salto revolucionario del transporte y las comunicaciones, vigente hasta el alto desarrollo logrado por el automóvil en
las primera décadas de este siglo y sobre todo hasta la construcción masiva de carreteras asfaltadas, que fueron
sustituyendo aunque no eliminaron la importancia del tren. Bolivia tuvo que esperar varias décadas para contar con
este adelanto cuya aplicación comercial se dio por primera vez en Inglaterra entre 812 y 1825 (sus primeros
antecedentes se remontan a la minería europea en 1550).

La polémica sobre su construcción tiene que ver con la situación bélica que atravesó Bolivia y con los intereses
económicos envueltos en este esfuerzo. Para quienes veían impensable cualquier vinculación con Chile, unir
ambas naciones por tren era una forma de garantizar una invasión chilena que terminaría por apoderarse de
nuevos territorios en la zona andina. Aún después de inaugurada la línea, la oposición y muchos periódicos daban
por hecha la invasión chilena por la vía del tren. Por otro lado, era evidente que los intereses de los industriales
mineros eran muy fuertes. La llegada del tren representaba automáticamente un notable abaratamiento de los
fletes de transporte y un mayor rango de los volúmenes transportados. Arce, propietario de la mina Huanchaca,
hacía coincidir sus intereses con los del país.

La Compañía Salitrera de Antofagasta de Chile había construido el ferrocarril desde Antofagasta hasta Pampa Alta,
lugar muy próximo a la nueva frontera con Bolivia. Las riquezas de la región habían justificado ese esfuerzo y
desde 1878 se estudió su prolongación hasta La Paz. Fue precisamente la Compañía Huanchaca de Bolivia la
adjudicataria de la construcción del tramo desde Ascotán (territorio boliviano ocupado) hasta Huanchaca (la
inversión que le demandó a Arce esa aventura, contribuyó luego a debilitar seriamente su imperio económico). El
tramo pasaba por Uyuni y Pulacayo, otro importante centro minero, y fue terminado en 1890. La fundación de Uyuni
en ese año se debe exclusivamente al paso del ferrocarril, pensando en convertir la población en un nudo
distribuidor hacia Chile, Potosí y el sur. Pero Arce demostró estar más lejos del interés individual y mezquino de su
empresa y no desmayó hasta la conclusión del tramo de Uyuni a Oruro. El 15 de mayo de 1892 el propio Arce
remachó con un clavo de oro la riel recientemente terminada y esperó la llegada del ferrocarril a Oruro. Una de las
tres locomotoras que llegaron ese día se llamaba con toda justicia “Arce”. El Presidente tenía la idea de prolongar
la línea a La Paz, Sucre, Cochabamba y Potosí. No pudo verlo. Las rieles no avanzaron un metro hasta 1900,
cuando comenzó a construirse el ferrocarril La Paz-Guaqui. Quedó en la historia su frase entre triunfal y amarga
ese memorable día de Mayo. “Ahora si quieren, pueden matarme”.

No se puede seguir juzgando la significación de la obra de Arce en este tema con las limitaciones inmediatistas de
la coyuntura que le tocó vivir, sino en la dimensión visionaria que tuvo al construir la vía férrea centra viento y
marea. Era un paso imprescindible hacia la modernización cuyo beneficio para la economía, el intercambio
comercial y la vinculación internacional de Bolivia, fue decisivo hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX.
Ahora se puede decir que buena parte de la oposición a esta obra tuvo que ver con la mezquindad y la miopía de
sus contemporáneos.
Pero el tren no fue su única obsesión referida a la infraestructura vial del país. Construyó dos carreteras
permanentes que sustituyeron los viejos trazos coloniales. Sucre-Potosí, con la construcción del hermoso puente
sobre el Pilcomayo que lleva su nombre y Sucre-Cochabamba con otro puente sobre el río Grande.
Otra de las innovaciones que llegaron con el “siglo de los inventos” fue el teléfono. En febrero de 1889 quedaron
unidas las ciudades de La Paz, Tacna y Arica, con el establecimiento de un hilo telefónico que reñía una estación
intermedia en Corocoro. El tendido se hizo aprovechando la línea telegráfica. La primera ciudad que contó con el
servicio interurbano fue La Paz. La empresa de Teléfonos de Manuel Crespo inauguró sus labores el 15 de octubre
de 1901 con 62 abonados, 40 líneas pertenecían al gobierno y 22 a particulares. En 1904 había ya 222
suscriptores. El desarrollo de los teléfonos fue muy intenso en la década de los años veinte. Así, Bolivia accedía a
uno de los aparatos más notables inventados en el siglo XIX (1876), que contribuiría a revolucionar las
comunicaciones e incluso las relaciones interpersonales.

xxvi. Los pueblos del oriente y la masacre de 1892


El término “salvajes” es el que conservadores y liberales acuñaron para referirse a los pueblos indígenas del
oriente. Así se consignan en el censo y así se conceptuaron. Esto implicó una categorización de inferioridad en
relación al mundo “civilizado” y dos acciones concretas. La de los religiosos (las misiones jesuíticas de la colonia
fueron sustituidas sobre todo por las franciscanas) que mantuvieron la política de catequización e inserción en el
mundo occidental y cristiano por métodos pacíficos. La del estado y sobre todo particulares con intereses
económicos, que abrieron fronteras, expulsando a las tribus de su hábitat original y eventualmente destruyéndolas.

El caso de los chiriguanos fue dramático. Esparcidos en los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija,
cansados del despojo de tierras y explotación de su trabajo, iniciaron un levantamiento masivo en enero de 1892.
Liderizados por el cacique Tumpa se enfrentaron a los colonizadores y los derrotaron en varios encuentros
(Mandiyuti) Santa Rosa, por ejemplo). Llegaron hasta Camiri donde mataron a varios pobladores.

El prefecto de Santa Cruz Saulón Vaca organizó una fuerza armada de 1.700 hombres, entre ellos varios indios
aliados de la región. El 27 de enero se produjo la batalla en Santa Rosa. González derrotó a las fuerzas de Tumpa
que perdió más de 500 hombres. Tras la batalla, el prefecto ordenó el incendio de los campamentos y la ejecución
del enemigo, incluidos mujeres y niños. Las armas de los “pacificadores” eran muy superiores y se impusieron. La
región quedó controlada pero los chiriguanos fueron casi exterminados.

xxvii. El problema agrario


La caracterización de Bolivia como una nación mayoritariamente indígena (52 % de la población según el censo de
1846), predominantemente rural (cerca del 90 %), con una población originaria de fuerte raíz cultural quechua-
aimara (la falta de educación en el campo permitió la pervivencia vigorosa de las dos lenguas) y una estructuración
social y productiva propias, permite entender la importancia clave de la cuestión agraria.

A lo largo del siglo XIX vivieron en tensión dos concepciones en relación al tema, quienes respetaron el
ordenamiento colonial que reconocía la existencia de las comunidades como un sistema mayoritario y legitimo de
tenencia de la tierra y quienes al amparo de las ideas liberales buscaron la desestructuración de la comunidad en
favor de la hacienda latifundista a título de modernidad.

Las disposiciones de Bolívar y Santa Cruz (1825 y 1831) ratificaron el respeto a la comunidad, entre otras cosas
porque el país vivía en buena medida del tributo indígena que sólo empezó a declinar a pan ir de 1860 con el auge
de la plata. Hasta 1860 la recaudación por tributo indigenal cubría aproximadamente el 30 % de los ingresos
fiscales de Bolivia.

El primer paso hacia el nuevo orden agrario se dio en el gobierno de Melgarejo. Las ideas de José Vicente Dorado,
publicadas en 1864, planteaban sin eufemismos la necesidad de arrebatarles la tierra a los indígenas sobre la
premisa de que costos, indolentes, ignorantes y carentes de conocimientos técnicos, mantendrían el estancamiento
de la agricultura; en cambio los blancos progresistas mecanizarían el campo y lo harían más productivo. El indio,
según Dorado, pasaría de propietario pobre a colono rico y acomodado. La cruel ironía de estas ideas que
buscaban la feudalización, salta a la vista.

El 20 de Marzo de 1866 Mariano Melgarejo decretó la obligatoriedad para los indígenas de recabar sus títulos de
propiedad pagando para ello entre 25 y 100 bolivianos según el caso. Les dio un plazo de 60 días, superado el cual
las tierras entraron en pública subasta. Muy pronto comenzó el remate y la compra de tierras por parte de viejos y
nuevos hacendados. Esta expoliación se reforzó en 1868 con la declaratoria de propiedad estatal de todas las
tierras de comunidad. En 1860 el 65 % de las tierras eran de comunidad y más de 480.000 indios eran propietarios,
mientras que sólo 80.000 eran colonos de hacienda. Esta realidad se revirtió progresivamente a lo largo del medio
siglo siguiente en virtud de esta y otras medidas de los sucesivos gobiernos.

Las disposiciones melgarejistas (1866-1868) devinieron en fuertes levantamientos indígenas propiciados por el
opositor Casimiro Corral. Es el caso del levantamiento de Huaicho (hoy Puerto Acosta) (1869-1870) en la frontera
con el Perú y el de Ancoraime; (1870), ambos conducidos por el líder indio Luciano Villca, que tuvieron respuesta
en acciones represivas del ejército con un saldo de varios comunarios muertos.

El gobierno de Morales, por iniciativa de su ministro Corral, aprobó la ley de 31 de Julio de 1871 que desconoce las
medidas de Melgarejo y establece la devolución de todas las tierras de comunidad, a pesar de los reclamos de los
hacendados que habían comprado y exaccionado las tierras en el período anterior. Ese proceso comenzó a
realizarse poro quedó interrumpido con las leyes posteriores. La tensión subsistiría en los gobiernos siguientes,
mostrando dos visiones opuestas sobre el problema agrario. En la línea de preservación del derecho indígena se
inscriben los gobiernos de Morales, relativamente Adolfo Ballivián y Daza. En la del propiciamiento del latifundio,
Melgarejo, Frías y todos los gobiernos conservadores y liberales sin excepción.

La ley de 5 de octubre de 1874 promulgada por Tomás Frías se conoce como de ex vinculación. La base de esta
disposición fue el concepto de propiedad individual. La ley reconocía la propiedad soberana y personal de los indios
sobre su tierra, pero rompía la comunidad, por eso se impuso el término ex-vinculación, porque fracturaba la base
de una relación secular del indio con la tierra, que pasaba por la sayaña (parcela de tierra individual) dentro del
ayllu (conjunto de tierras de varios comunarios no necesariamente colindantes entre sí) en una unidad como
propiedad comunitaria indivisible. La ley respondía a una visión ideológica y modernizadora que no entendió esta
realidad histórica y cultural, en parte porque la suponía retardataria y en parte por los obvios intereses de
expansión de los latifundistas.

Contra lo que se cree, Frías no aplicó la ley, que sólo entró en vigencia después de un arduo debate en la
convención de 1880 que la puso en vigencia prácticamente sin modificaciones el l1º de octubre de 1880. La revisita
ulterior de 1881 (práctica heredada de la colonia) ratificó en los hechos la decisión. Los visitadores mensuraron la
tierra, establecieron su titulación y abrieron algo muy importante: un mercado libre de compra y venta de tierras que
a la vuelta de medio siglo desarticuló a las comunidades hasta reducirlas a menos de un 25 % de su extensión
original, ampliando drásticamente el número de colonos semiesclavizados por el pongueaje y una relación salarial
de superexplotación a cambio de la reducción de los comunarios libres. La ampliación del latifundio no pudo llevar
adelante una modernización del agro, ni por sus relaciones de trabajo ni por su productividad.

Este período comprendido entre 1880 y 1899 fue escenario de permanentes levantamientos en contra de la
revisita, hasta la gran rebelión de Zarate Willca que coincidió con la revolución federal.

xxviii. La minería de la plata


La decadencia de la producción minera colonial arrastró consigo una seria crisis económica que heredó la naciente
república. Si Bolivia le había debido su razón de ser, como unidad política, a la minería durante la Audiencia de
Charcas, su nacimiento como país no pudo apoyarse en la minería, cuya caída fue sostenida hasta fines de la
década de los sesenta en el pasado siglo.

La realidad de la minería era dramática. Por un lado el declive de productividad, por el otro la inestabilidad e
incertidumbre de la guerra de la independencia rompieron toda opción de una producción regular por falta de mano
de obra estable y acopio de insumos, agravados por la vandálica presencia de los ejércitos “auxiliares” argentinos.
Al comenzar la República miles de minas e ingenios estaban abandonados; muchas minas inundadas mostraban
un panorama desolador. Adicionalmente, el retraso tecnológico era lamentable, sobre todo en un país de tradición
minera que había vanguardizado la técnica (véase El arte de los metales del padre Alonso Barba escrito en el siglo
XV I) y que mantenía en pleno siglo XIX procedimientos coloniales. A todo esto se sumaba la falta de capital por el
aislamiento geográfico del país, el monopolio de comercialización de pastas de plata por el estado y la moneda
feble, producto de una política económica proteccionista.
El despegue de la minería de la plata en el XIX tiene que ver con los esfuerzos notables de pioneros, como José
Avelino Aramayo, Aniceto Arce y Gregorio Pacheco. 1856 fue el año mágico de la plata al consolidarse en esa
fecha tres empresas claves, la sociedad del Real Socavón de Aramayo, la Compañía Guadalupe (Oploca) de
Pacheco y la mas importante de las tres, la Compañía Huanchaca de Bolivia de Arce (Huanchaca llegó a tener en
1877, 1.567 obreros y más de 10.000 indios para el transporte y trabajos complementarios). Con altos niveles de
ley de mineral, la explotación de estas tres grandes minas cubrió una parte mayoritaria de la producción total de
plata del país. Si en la década de 1850 a 1859 logró producir 201.000 marcos de plata, en la década del noventa
rozó 1.700.000 marcos, un crecimiento de ocho veces. El estado boliviano recibía un pago de 0,80 cts. de peso por
marco de plata exportado, lo que representaba para el erario entre 180.000 y 300.000 pesos por año según la
producción, sustituyendo los ingresos del tributo indígena.

La inflexión para que esto fuera posible se dio en 1872 en el gobierno de Morales. El 8 de octubre de ese año se
tomó la determinación de suspender el monopolio estatal de compra de pastas y minerales de plata. Esta medida
fue complementada en 18 73 al eliminarse el pago de minerales con moneda feble, lo que en la práctica la hizo
desaparecer de circulación. El uso de moneda feble tenía una lógica económica. Se trataba de una moneda con
menor valor metálico que el nominal, al fabricarse con una aleación de plata y cobre. Al comprar el mineral de plata
con esa moneda, en los hechos se le pagaba al vendedor menos de lo que la plata realmente valía, ese ahorro
fomentó el comercio interno y financió gastos del estado La política de libre cambio eliminó ambas restricciones y
abrió Bolivia al mercado internacional.

La consecuencia inmediata fue la llegada de capital chileno y europeo, nacimiento de la banca, incremento del
intercambio comercial, creación de empresas importadoras que trajeron una gran cantidad de productos importados
(lo que, como ya dijimos, debilitó seriamente la industria y la artesanía nacionales). Esta nueva realidad permitió
una rápida modernización de la minería, con nueva tecnología, mecanización y electrificación, culminando en el
tratamiento básico del mineral en ingenios que a fines de siglo incluían la lixiviación. Cuando el impuesto sobre
mineral refinado subió en Bolivia, Huanchaca trasladó sus plantas de refinación a Antofagasta. Por su parte el
ferrocarril abarató fletes de transporte. Paradójicamente sin embargo, el ferrocarril que unía Uncía con Pulacayo y
Huanchaca (45 kilómetros) inaugurado en 1890, sólo benefició a Arce hasta 1893-94, años del comienzo de la
severa y definitiva declinación de la plata. La transnacionalización de las empresas condujo incluso al cambio de
sede legal (Huanchaca trasladó su sede a Valparaíso en 1878, con un 78 % de capital boliviano y 22 % de capital
chileno o radicado en Chile).

El auge de la plata cubrió cuatro décadas de la historia republicana del país y su declive tuvo que ver con el cambio
de patrón monetario y el auge de la industrialización que colocó al estaño en la mira de los países poderosos,
generando una rápida sustitución no sólo de producción, sino de poder.

xxix. Hechos Históricos


Zárate Willka

Pablo Zarate "El temible Willka" estuvo casado con Aída Aguilar con quien tuvo 4 hijos, fue un prestigioso
comunero, severo, inteligente y tenaz que nació en Imilla-imilla (Huancaruna) en la zona de Sikasika, desde niño su
comunidad le transmitió la hazaña histórica de sus antepasados y la importancia del Kollasuyo.

Dotado de gran inteligencia y de mucho poder persuasivo, en el afán de conservar las tierras de origen, aprendió el
castellano, a leer y a escribir en un tiempo en que esto era un delito para todos los indígenas en aquella época.

Impulsado por la tradición autóctona aymara, fue muy trabajador y tuvo cierto poder económico, pese a vivir en
medio del abandono y del ultraje que debían soportar las comunidades, se comprometió desde muy joven a
recuperar para el pueblo, lo que les pertenece desde los orígenes del continente.

El Willka Zarate es una de las figuras más fascinantes de la historia republicana del siglo pasado. Aimara de origen,
nació en Imilla-imilla (muy cerca de Sicasica en la provincia Aroma del departamento de La Paz) hacia mediados
del siglo XIX. Dedicado desde su infancia a las labores agrícolas, descolló pronto como líder de la región.
Fue uno de los apoderados indígenas que defendieron los derechos de propiedad de la tierra de los comunarios,
desconocidos por el proceso de ex vinculación. Cuando la convocatoria de Pando a los comunarios y colonos para
sumarse a la revolución de los federalistas, Zarate tenía una relación personal con el caudillo liberal (documentada
por lo menos desde 1896) y era una autoridad indiscutida y reconocida por su pueblo.

Su deseo mayor era liderizar una sublevación genera que cambiara el destino de aimaras y quechuas. Su ambición
personal está fuera de toda duda, él quería la jefatura de la acción y de lo que ella derivara. Esto lo convirtió en un
mito y una leyenda.

Durante la campaña de 1899 demostró valor, capacidad militar y organizativa, tanto como una actitud implacable
para ordenar la muerte de quienes consideraba sus enemigos. Apresado en abril de 1899, estuvo en prisión
sufriendo todo tipo de vejámenes hasta que fue muerto en 1903 sin haber vuelto a la libertad.

xxx. La guerra federal y la sublevación indígena


La guerra federal, coincidente con el paso entre dos siglos, representó un cambio radical del eje de poder político,
social y económico, aunque no determinó un cambio en la estructura de quienes lo detentaban. Coincidió también
con uno de los momentos más difíciles de la relación entre la élite urbana y las masas indias.

Varios factores explican la confrontación que en los hechos fue una guerra civil. Al fuerte desgaste de los gobiernos
conservadores tras casi 20 años de administración se sumó la popularidad creciente de los liberales, que estaban
cansados de esperar un tránsito pacífico en el mando de la nación y que habían sufrido más de una vez la
manipulación de los resultados electorales a manos de los conservadores. La realidad socioeconómica de Bolivia
mostraba un dislocamiento de los centros de decisión. La Paz fue durante todo el siglo XIX la primera ciudad de
Bolivia y frecuentemente sede de los gobiernos nacionales (comenzando por el Mariscal Andrés de Santa Cruz). Su
dinámica como ciudad se vería muy pronto respaldada por el nacimiento de la economía del estaño que desplazó
el eje Potosí - Sucre al eje Oruro - La Paz. La caída de la plata trajo consigo el debilitamiento de la influencia de los
viejos caudillos conservadores Arce, Pacheco y sus colaboradores más allegados.

A este contexto debe sumarse la presión por el establecimiento de un país federal que tuvo algunos antecedentes
destacados, como las ideas de Lucas Mendoza de la Tapia en Cochabamba a mediados de siglo, el movimiento de
los igualitarios de Ibáñez en Santa Cruz (1874-1876) y las varias propuestas de llevar el gobierno a La Paz
realizadas por los paceños en el período conservador. La realidad sin embargo era otra, el federalismo fue una
bandera coyuntural mediante la cual se inflamó el sentimiento regionalista del poderoso departamento de La Paz
para justificar la rebelión, aunque no es menos cierto que algunos de sus propugnadores creían genuinamente que
el federalismo era la mejor solución para Bolivia.

El estallido formal de problema se dio el 18 de noviembre de 1898 cuando el congreso reunido en Sucre después
de un áspero debate proclamó la ley de radicatoria que exigía al Presidente su presencia permanente en la capital
de la República, precisamente como respuesta a la exigencia paceña. La brigada de La Paz que había pedido sin
éxito la reunión de un congreso en un punto “neutral”, Cochabamba, para discutir el tema sin presiones, decidió
abandonar la ciudad de Sucre en señal de protesta. Fue el rompimiento de lanzas entre el norte y el sur. En el
Ínterin, el 6 de noviembre de 1898 un gran mitin reunido en la plaza de armas paceña, exigió el federalismo y el 14
se creó un comité federal presidido por el jefe de los liberales José Manuel Pando, quien irónicamente como
senador por Chuquisaca votó a favor de la aprobación de la ley de radicatoria. El 12 de diciembre se formó en La
Paz una junta federal de gobierno, integrada por Pando, Serapio Reyes Ortiz y Macario Pinilla que había
renunciado al ministerio de Instrucción del gobierno de Alonso-, con Fernando Guachalla con o secretario. La
declaratoria de guerra estaba hecha.

Alonso, a pesar de su postura contraria a la ley que promulgó a regañadientes y de su posición conciliatoria, no
tuvo más remedio que ponerse a la cabeza de ejército del sur y marchar a Oruro a la que llegó el 15 de diciembre
de 1898.

El escenario de la guerra civil se enmarcó básicamente en los departamentos de La Paz y Oruro y algunas
provincias de Potosí y Cochabamba. Aquí hay que detenerse en la decisión de Pando de aliarse con los indios
aimaras de la región. El pacto entre Pando y Pablo Zárate Willka, marcó un hecho sin precedentes en la historia
republicana. La alanza estuvo probablemente sazonada por compromisos reivindicatorios para los indios que
habían sido sistemáticamente expoliados como consecuencia de la legislación de 1880, pero estaba claro que
respondía a un interés específico y militar por parte de Pando. Entre enero y abril di 1899 se desataron acciones en
las que los masivos contingentes indígenas fueron decisivos par i el triunfo de los federales. En las provincias
Inquisivi, Aroma, Carangas, Chayanta, Tapacarí y Ayopaya, hicieron un cerco de bloqueos y ataques que
diezmaron al ejército de Alonso. Fue, sin duda ninguna, una de las páginas más violentas y sangrientas de toda la
historia republicana de la nación.

El ejército constitucional mejor equipado que el federal, desaprovechó a principios de enero de 1899 la oportunidad
de atacar La Paz antes de la llegada de un contingente de armas y pertrechos negociados en Lima por Claudio
Pinilla, quien tras renunciar a su cargo de embajador se transformó en gestor de los federales y adquirió 1.500 rifles
Mannlincher, 500 carabinas Winchester, medio millón de proyectiles y 1.200 uniformes.

xxxi. El desastre de corocoro y la masacre de Santa


Rosa
Instalado el cuartel general de los constitucionales en Viacha, le s batallones Húsares y Monteagudo en busca de
alimentos y vituallas para las tropas alonsistas, cometieron grandes abusos contra poblaciones aledañas como
Corocoro (13 de enero) y Santa Rosa donde se produjo una masacre que cobró la vida de casi 90 indígenas,
lamentablemente se carece de documentación exhaustiva que ratifique las circunstancias y el número exacto de
indígenas asesinados. La llegada del batallón Sucre a Corocoro el 21 de enero, generó por todo ello una reacción
adversa de la población. Con tiros “racionados” (diez cartuchos por soldado), permanentemente hostigados por los
indígenas que rodearon el pueblo y atacaron desde una colina y los flancos, los del Sucre tuvieron que emprender
desordenada retirada sin lograr su objetivo, dejando muertos a 27 indígenas.

xxxii. Primer crucero - masacre de Ayo Ayo


El 24 de enero de 1899 en Cosmini, Pando gran estratega militar, derrotó a Alonso en la llamada batalla del primer
crucero (en Chacoma donde hacen cru los caminos a Luribay y a Ayo ayo), 250 efectivos de los batallones Abaroa
y Vanguardia avistarón un convoy constitucional con pertrechos a cargo del escuadrón Sucre. El intercambio de
dispar os concluyó con la violenta explosión de un carro cargado de munición que precipitó la fuga y derrota de los
alonsistas.

Los heridos en el combate de Cosmini se quedaron en Ayo Ayo. Al atardecer, más de un centenar de comunarios
rodeó el pueblo, tomó la plaza principal y asedió a los heridos refugiados en el templo. En la noche los indios
tomaron la iglesia y asesinaron en medio del alcohol y la violencia a todos los chuquisaqueños y a un par de
vecinos del pueble. En esta tragedia murieron 27 soldados y el capellán, Fernández de Córdoba. Mariano Baptista,
indignado escribió en Sucre el libelo Lugentes Campi (campo del dolor), un manifiesto demoledor y fuertemente
racista contra los aimaras.

xxxiii. La masacre de mohoza


Pero el hecho más estremecedor de la guerra federal se produjo en Mohoza y no tuvo que ver con el
enfrentamiento entre federales y constitucionales. El escuadrón Pando de los federales llegó al pueblo de Mohoza
bajo el mando de Arturo Eguino. Los abusos y excesos de los oficiales contra los pobladores dieron pie a la
intervención de una hueste indígena comandada por el caudillo Lorenzo Ramírez. Tras rodear a los militares a la
salida de Mohoza, Ramírez logró de manera increíble desarmar a la tropa apelando a la mutua confianza y garantía
de las partes de actuar recíprocamente en paz. Una vez desarmados, los soldados fueron forzados a volver al
pueblo. Refugiados en el templo creyendo ingenuamente en su inviolabilidad, en la madrugada del 1ro de marzo
los 130 efectivos del escuadrón Pando fueron vejados, torturados y asesinados salvajemente en uno de los
episodios más horrorosos de toda nuestra historia.

xxxiv. Segundo crucero


El 10 de abril de 1899 en las inmediaciones de Paria (Oruro) se produjo la batalla decisiva llamada del segundo
crucero (por haberse desarrollado en el llamado crucero de Copacabana donde se juntaban y hacían cruz los
caminos hacia Lequepalca y hacia Caracollo). Con la presencia de las fuerzas indígenas de Zarate Willka, el
ejército de Pando (1.820 efectivos y un cañón denominado "Walaycho") enfrentó al ejército de Alonso comandado
militarmente pro el Gral. Julián María López (1.966 efectivos con seis cañones y cuatro ametralladoras). Los indios
protegieron a los federales y provocaron el primer ataque de un escuadrón de a caballo que abrió fuego. En más de
cuatro horas de enfrentamiento sin cuartel, en el que se destacaron con virulentos ataques el batallen Murillo de
Pando y en la defensa desesperada el batallón Alonso de los constitucionales, los federales derrotaron
definitivamente a las fuerzas del sur. Casi 4000 combatientes protagonizaron la batalla que dejó un saldo de cerca
a 1.000 víctimas entre muertos y heridos. El 12 de abril Pando entró triunfal a Oruro lado a lado con Pablo Zarate,
en medio de a una impresionante multitud en la que se mezcló su ejército con los hombres del caudillo indio.

Como se puede apreciar fácilmente, en el trasfondo de esta guerra estuvo el movimiento indígena que se
independizó muy pronto del control de los federales para actuar por cuenta propia. Zarate Willka, bautizado “el
temible” por la prensa, buscó un gran levantamiento del altiplano y valles que reivindicara a los indios y organizara
una nueva sociedad. Si bien los objetivos no están claramente explicados, el reclamo secular agudizado por los
abusos de las dos últimas décadas a partir de las leyes de ex vinculación, llevaron las cosas al punto de la
explosión. Si Pando usó a Willka y sus huestes, éste aprovechó la alianza para desplegar un poder que en
condiciones normales no habría podido organizar nunca. Las acciones indígenas contra tropas federales pusieron
en alerta a la junta y se inicio la represión. Los hechos de Ayo ayo, Mohoza, la insurrección de Peñas, la amenaza
de un cerco sobre Oruro en febrero y marzo de 1899 y las acciones de sublevación en más de una veintena de
localidades en tres departamentos del país, decidieron a Pando. El Temible Willka había demostrado valor, don de
mando y dureza en acciones verdaderamente exitosas comandando a miles y miles de indios. El 22 de Abril de
1899, Zarate y su estado mayor fueron hechos prisioneros en Sicasica, con lo que se desbarató la cabeza del
movimiento que fue reprimido y disuelto sin contemplaciones. Así se cerró uno de los momentos más dramáticos
del enfrentamiento entre la elite de poder y la mayoría aimara y quechua del país.

xxxv. Los liberales


Estaba claro que los convencionales de 1880 se habían reunido, quizás sin adivinarlo, para construir un nuevo
país. La primera etapa de ese proyecto concluyó violentamente en 1899 con los invitados de piedra convertidos en
protagonistas de la historia. Pero fue solamente un espejismo. El apresamiento de Zarate Willka y su
ajusticiamiento posterior, demostraron que la hora de los aimaras y los quechuas no había llegado todavía. Aunque
esta drástica acción no pudo frenar levantamientos sucesivos, sobre todo en la segunda década del siglo, el
modelo fundado en medio del drama de la derrota del Pacífico tenía vigor y aliento hacia el futuro. Sólo había
cambiado la cabeza de un estamento de poder apoyado en los dos pilares básicos de la minería y el latifundio.

Pero ¿qué país era este, pensado y construido por conservadores y liberales?. Un país occidental, moderno,
integrado a la economía del mundo, apoyado en los valores políticos y económicos de la ortodoxia liberal que
finalmente se había podido aplicar a un escenario de relativa tranquilidad, fundado en la estabilidad política y una
democracia formal sólida en tanto se basaba en las normas de una constitución, aunque el sistema electoral la
hacía explícitamente restrictiva en los hechos. El proyecto era coherente en sí mismo, pero adolecía de un par de
insuficiencias capitales. Bolivia era una nación aislada no sólo del mundo sino de la propia América del Sur; las
fuertes corrientes migratorias tanto europeas como asiáticas que alimentaron a casi todas las naciones del
continente no llegaron a nuestro territorio, esto determinó una realidad muy distinta no sólo de sociedades como la
argentina o chilena, sino incluso de países andinos como Perú y Ecuador con fuerte presencia cultural propia.
Pretender un país cuyo faro fuese París en el centro de los Andes, con una población mayoritaria no occidental, era
un despropósito. Peor aún, la base del razonamiento de la época partía de la idea de que los indígenas eran un
lastre y no una potencialidad para el desarrollo. Ese razonamiento fue fatal para la historia nacional, porque implicó
una política sistemática de exclusión por un lado y de despojo por otro, sumando además, con muy pocas
excepciones, una consciente discriminación en la educación. Por eso, el crecimiento del país no pudo ser en esta
etapa ni equilibrado, ni integrador.

Las políticas aplicadas fortalecieron el capitalismo al impulso de un nuevo auge minero. Tras el derrumbe de los
precios internacionales de la plata, llegó una ávida demanda de estaño por parte de los países industrializados. La
sustitución de un producto por otro fue rápida y eficiente pero tuvo el mismo talón de Aquiles, la extrema
dependencia de nuestra economía de los precios internacionales del mineral. Algo parecido sucedió con la goma.
La explotación de un producto de gran demanda en el mundo provocó el nacimiento de capitalistas locales ligados
a la goma, pero también una guerra por la posesión de la riqueza cauchífera con la consiguiente pérdida territorial y
el desplome ulterior de la producción, víctima ce una región alternativa en el Asia más barata y eficiente.

En política se produjo un fenómeno muy claro. Los grandes mineros del estaño prefirieron prescindir de la acción
política directa. Así nació un estamento de políticos profesionales que intermediaron la relación con el estado,
garantizando una absoluta dependencia de éste de los intereses de los mineros.

Si en el siglo XIX la influencia de los latifundistas era más bien producto de su prestigio social y origen de clase,
tras las medidas legales de 1880 se convirtió en un factor real de poder, al haberse producido una expansión
geométrica de las propiedades de hacienda en altiplano y valles. Los hacendados eran menos vigorosos e
influyentes que los magnates mineros, pero estuvieron vigentes en las decisiones políticas, a tal punto, que algunos
presidentes liberales fueron patrones de hacienda y propietarios de grandes extensiones en el altiplano.

La explotación intensiva de mano de obra en complejos mineros cada vez mayores y mejor dotados
tecnológicamente fue el campanazo para el surgimiento de un movimiento obrero todavía balbuceante, que tuvo su
origen más en los artesanos y trabajadores de la incipiente industria urbana que en los centros mineros, pero que
poco a poco trasladaron sus ideas al eje de la producción nacional, la minería.

Las cuestiones principistas que acompañaron buena parte del debate ideológico de los últimos decenios fueron
sustituidas por la razón pragmática. Esa actitud tuvo dos consecuencias, la primera negativa, la resignación de
derechos reivindicatorios en el Pacífico y el Acre que consolidaron un cercenamiento definitivo del territorio nacional
y una reducción dramática de nuestras fronteras. La segunda, positiva, las compensaciones economías de los
tratados de cesión permitieron un auge que se volcó en la modernización de los principales centros urbanos y
sobre todo la construcción de vías férreas que lograron la vinculación a largo plazo del altiplano y valles, aunque el
esfuerzo no alcanzó para la incorporación del oriente a la vida nacional.

Los liberales no se diferenciaron de sus antecesores en la decisión de mantenerse indefinidamente en el poder,


amparados en el ropaje democrático. Esta actitud trajo consigo el nacimiento de un nuevo partido, el Republicano,
hijo del liberalismo e idéntico en sus ideas, cuyo vigor opositor se apoyaba en el deseo de romper el círculo de
control electoral, no el sistema vigente, objetivo que logró en 1920, cerrando el período liberal, el más largo de la
historia republicana de Bolivia.

En las primeras dos décadas del siglo, tres acontecimientos marcaron esta etapa en el mundo e influyeron de
manera diversa pero importante en nuestro país, sea inmediatamente o en el mediano y largo plazo. El primero de
ellos fue la revolución mexica la (1910), que impuso una nueva política en ese país, la reforma agraria, la nueva
constitución y la estructuración de un poderoso partido de gobierno. El segundo fue el estallido de la seguida guerra
mundial (1914-1918), que afectó severamente a la economía internacional y el tercero la revolución soviética
(1917), que impuso el socialismo en Rusia y que influyó decisivamente en la construcción del mundo
contemporáneo.

xxxvi. El no al federalismo
Si bien la junta federal se había constituido en diciembre de 1898, su verdadero ejercicio del gobierno comenzó con
la caída de Alonso en la batalla del segundo crucero el 10 de abril de 1899.

Por algunos meses (abril-octubre), Oruro fue la capital del país desde donde despachó la junta federal, que estaba
dividida sobre la cuestión de la capital. Pinilla y Reyes Ortiz pretendieron aprobar una disposición designando a La
Paz como capital de Bolivia (14 de abril, mediante un decreto); Pando no lo aceptó e impuso su punto de vista. Sin
embargo, con el ascenso liberal, La Paz se convertiría en sede del gobierno de facto. Después de la convención
reunida en Oruro y tras la elección de Pando como Presidente, los sucesivo gobiernos y el parlamento radicaron en
la ciudad del Illimani, aunque se respetó el reconocimiento legal de Sucre como capital del país.

La junta convocó a elecciones para conformar la convención nacional. Celebrados en agosto, los comicios dejaron
como resultado un abrumador triunfo liberal. El 20 de octubre la convención nacional se reunió en Oruro. Los dos
temas centrales de sus sesiones fueron la elección de Presidente y el asunto crucial de la federalización del país.
La elección de Presidente no ofreció problemas. El 25 de octubre de 1899 fue posesionado el coronel José Manuel
Pando como Presidente constitucional, elegido por 54 de los 57 convencionales. Lo acompañaron Lucio Pérez
Velasco (40 votos) como primer vicepresidente y Aníbal Capriles (39 votos) como segundo.

La convención, tras fuerte debate, adoptó la constitución de 1880, lo que de hecho era una aceptación implícita de
unitarismo reconocido en esa carta magna. En esos días Ismael Montes se había pronunciado en la prensa en
contra del federalismo, criterio que irónicamente también sustentaba el Presidente Pando que había combatido en
la guerra civil a nombre del federalismo, pero que ya en marzo en plena campaña había expresado “el federalismo
es solo un medio de regeneración política...el federalismo o el unitarismo dependerán de una convención nacional”.
El debate fue arduo. Federico Diez de Medina, Eufronio Viscarra y Abel Iturralde defendieron la idea federal.
Eliodoro Villazón, Juan Misael Saracho y Domingo L. Ramírez (llamado “pico de oro” por su inflamado verbo)
defendieron el unitarismo. La idea unitaria se apoyaba en las precarias condiciones de infraestructura y escasa
comunicación del país, la falta de presupuesto para un sistema federal y una necesidad de control férreo del
gobierno sobre un territorio cuya precariedad se vivió y se viviría de manera dramática en esos años. Ante la
imposibilidad de un acuerdo, el federalista Miguel Velasco pidió la postergación de la votación sobre tema tan
crucial para la siguiente legislatura. Con el voto dirimidor de Pérez Velasco, la convención decidió la postergación.
El tema nunca más volvió a tratarse en el congreso boliviano. Bolivia continuó como una nación unitaria.

xxxvii. La guerra del Acre


El conflicto militar del Acre tuvo su punto más álgido entre 1902 y 1903, pero comenzó realmente en 1899 con el
primer levantamiento secesionista en Puerto Acre, mientras el país vivía la guerra civil en altiplano y valles.

El origen de esta guerra está en las diferencias de límites con el Brasil y la importancia económica de la goma en la
región. El antecedente más crítico fue el tratado de 1867 firmado por Melgarejo, que marcó los límites binacionales
entre la confluencia del Mamoré y el Beni (cediendo soberanía sobre el río Madera que es nuestro principal acceso
al Atlántico en el norte) y una línea hasta las desconocidas nacientes del río Yavarí. El mencionado tratado fue una
cesión del territorio que teníamos cuando nacimos a la independencia. En 1896 el propio Pando firmó un acuerdo
con Brasil en el límite de los ríos Purus y Acre. Pero el detonante fue, otra vez, una cuestión económica. La
fundación de Puerto Alonso en 1899 (Puerto Alonso se conoció luego como Puerto Acre, capital del territorio de
colonias a orillas del río Acre, hoy en territorio brasileño) se hizo para instalar un puesto aduanero de recaudación
de impuesto sobre exportaciones de goma. Esto molestó a los aventureros que explotaban goma y la
contrabandeaban sin rubor a los estados vecinos de Para y Amazonas. Brasil veía así reducidos sus ingresos por
“tránsito” de la goma boliviana por sus puertos.

El 1º de marzo de 1899 el español Luis Gálvez se sublevó y declaró el estado independiente del Acre, tomando
Puerto Acre. Sorpresivamente Luis Salinas Vega representante boliviano, pidió el apoyo brasileño para conjurar el
levantamiento. La respuesta inicial fue positiva, pero muy pronto Brasil se desentendió del problema para luego
declarar el territorio del Acre en litigio.

Entre 1899 y 1900 Bolivia envió tres expediciones: la de Andrés Muñoz, la de Lucio Pérez Velasco y la de Ismael
Montes. En valientes acciones de armas en Cipueiro, Riosinho, Bagé y Puerto Acre, Bolivia restauró su soberanía y
recuperó Puerto Acre. Allí se destacó Maximiliano Paredes que murió en el combate de Riosinho.

La excusa para la intervención brasileña se dio en 1902 con la propuesta de Félix Avelino Aramayo de crear una
sociedad anglo norteamericana, el Bolivian Syndicate que arrendaría la totalidad del Acre a Bolivia y lo explotaría
de manera privada. El Barón de Río Branco ministro de exteriores de Brasil, protestó y acusó a Bolivia de romper
las reglas de la soberanía en el continente. Casi simultáneamente se levantó en el Acre Plácido de Castro
declarando otra vez la secesión, pero esta vez Brasil intervino Puerto Acre con un contingente armado tomándolo
por segunda vez. El Presidente Pando apremiado por el peligro para la soberanía nacional se trasladó con un
destacamento militar a la zona del conflicto. Hacerlo demandó un penoso viaje de varias semanas desde los Andes
hasta el llano amazónico. Pando combatió y venció a Castro en el río Orton (Puerto Rico). En tanto, la columna
Porvenir organizada y financiada por Nicolás Suárez combatió heroicamente en Bahía (Hoy Cobija), venciendo a
los filibusteros y defendiendo esa región de nuestro territorio.

Las acciones militares no estaban decididas, pero era evidente que Brasil estaba dispuesta a una escalada militar
que, por su clara superioridad en todos los órdenes, podía inclinar fácilmente la balanza en su favor. En La Paz las
autoridades prefirieron la negociación diplomática. El 21 de marzo de 1903 se declaró un modus vivendi que era el
preámbulo de la cesión. El 17 de noviembre de 1903 Fernando Guachalla y Claudio Pinilla firmaron por Bolivia el
tratado de Petrópolis por el que cedían el territorio del Acre a cambio de una compensación pecuniaria de
2.000.000 de libras esterlinas, el compromiso de construcción de un ferrocarril en la zona de las cachuelas (rápidos
de los ríos que impedían o dificultaban la navegación) y aspectos relativos al status y derechos de los habitantes de
la región en cuestión. Así Bolivia perdió alrededor de 190.000 km2 de territorio.
 xxxviii. Otros acontecimientosa. El tratado de 1904
 b. Alcides Arguedas
 c. Franz Tamayo
 d. El petróleo
 e. Simón I. Patiño
 f. El estaño, clave económica
 g. Movimiento obrero
 h. La iglesia catolica y el liberalismo
 i. El golpe de estado de 1920 y la caida de los liberales

a. El tratado de 1904
El Litoral boliviano se había desplegado entre los paralelos 21 al norte, frontera con el Perú y 25 al sur, frontera con
Chile, entre la costa y la cordillera occidental de los Andes. Las cuatro poblaciones principales del país en la región
eran por orden de importancia Antofagasta, Cobija, Mejillones y Tocopilla, con una superficie aproximada de
120.000 km2. Las dos riquezas fundamentales en la época del conflicto eran el guano y el salitre, a la que debe
sumarse el cobre cuyo epicentro fue la mina de Chuquicamata explotada después de terminada la guerra. Las
riquezas que obtuvo Chile por estos tres productos, pero especialmente por el cobre, son de tal manera
determinante en su economía, que sin ellos es simplemente impensable la explicación de su crecimiento y
desarrollo tal como ocurrió hasta por lo menos la primera mitad del siglo XX.

Para entender el tratado de 1904 hay que ver la mentalidad de los protagonistas bolivianos. Tanto conservadores
como liberales estaban absolutamente obsesionados por lograr una solución pacífica y práctica al problema. Su
practicismo hizo excesivamente inmediatistas sus miras y eso los perdió. La mentalidad empresarial condujo a
pensar que el desarrollo de los ferrocarriles y el libre tránsito, eran compensaciones que valían el sacrificio. Los
negociadores bolivianos partían de dos premisas bastante realistas, la primera era que la lógica obstrucción
peruana hacía imposible la cesión de un puerto (léase Tacna o Arica). La segunda, que en los hechos el litoral era
administrado y explotado por Chile cuya decisión de perpetuarse en él era irreversible. En consecuencia, había que
cerrar la página como se hizo con el Acre y mirar al futuro. No midieron el impacto del aislamiento y encierro para
nuestro desarrollo y la consecuencia emocional que marcó a Bolivia de manera permanente.

Está lógica boliviana puede haber sido influida fuertemente por la famosa torpeza del embajador chileno en La Paz,
Abraham Koning, reflejada en una carta que hizo historia por la prepotencia que le hacía honor al lema del escudo
chileno "Por la razón o la fuerza". El 13 de agosto de 1900 Koning le escribió al canciller Eliodoro Villazón: “Chile ha
ocupado el litoral y se ha apoderado de él con el mismo título que Alemania anexó al imperio la Alsacia y la
Lorena... Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones...Que el litoral es rico... eso ya lo
sabíamos. Lo guardamos porque vale...Bolivia fue vencida, no tenía con qué pagar y entregó el litoral. Esta entrega
es indefinida, por tiempo indefinido....Chile no debe nada, no está obligado a nada…”

La responsabilidad del tratado debe considerar a dos gobiernos, Pando y Montes. El negociador confidencial de
Pando fue Félix Avelino Aramayo que en 1902 se reunió con el Presidente de Chile Germán Riesco para proponer
una cesión de soberanía a cambio de una compensación importante. Preliminarmente se habló de un pago de
2.000.000 de libras destinados íntegramente a la construcción de ferrocarriles. La negociación se reinició en 1904
con el embajador de Ismael Montes, Alberto Gutiérrez cuya decisión por lograr un acuerdo era tan definitiva como
exagerada. En esas circunstancias, para Chile no fue difícil obtener el acuerdo que era aún más favorable a sus
intereses que la propuesta boliviana de 1902. El 20 de octubre de 1904 el canciller de Chile Emilio Bello Codecido y
el plenipotenciario de Bolivia Alberto Gutiérrez, firmaron el tratado de paz y amistad que se puede resumir así:
Bolivia reconoce el dominio absoluto y perpetuo de Chile sobre los territorios ocupados. Chile se compromete a
construir a su costo un ferrocarril entre Arica y La Paz. La parte boliviana pasará a propiedad de Bolivia quince
años después de terminada su construcción. Chile se compromete a cubrir las garantías de hasta un 5% sobre el
capital invertido por Bolivia en varías líneas de ferrocarriles dentro de territorio boliviano. Chile se compromete a
pagar a Bolivia 300.000 libras esterlinas. Chile reconoce a perpetuidad a Bolivia el libre derecho de tránsito por su
territorio y sus puertos.

Adicionalmente y, a pesar de la oposición del ministro de RR.EE. Claudio Pinilla, Gutiérrez firmó un acta secreta en
la que Bolivia se comprometía a apoyar a Chile para que se quedase a perpetuidad con los puertos de Tacna y
Arica a cambio de un abstracto apoyo chileno en eventuales conflictos limítrofes de Bolivia. Afortunadamente, esta
acta nunca se puso a consideración del congreso boliviano.
Las sesiones en el congreso fueron borrascosas, pero el gobierno impuso su ratificación y promulgación el 10 de
Mayo de 1905. Se opusieron al documento Pastor Sainz, Miguel Ramírez, Primo Arriera, Domingo Ramírez, Luis de
Argandoña, José Ramírez, Román Paz, Juan M. Sainz y Fernando Campero, entre los más salientes.
La responsabilidad histórica de los gobiernos liberales que actuaron en este tema es muy grande. La mentalidad
empresarial mezquina, sin un concepto mínimo de responsabilidad histórica de largo plazo, marca una de las
decisiones más desastrosas de política internacional boliviana, cuyas consecuencias vivieron todos los gobiernos
posteriores que intentaron una negociación con Chile para reivindicar el territorio usurpado.

b. Alcides Arguedas
Arguedas es una de las figuras centrales de la cultura boliviana de la primera mitad del siglo. Influyó decisivamente
en el pensamiento boliviano de la época, sobre todo en la autovaloración de nuestra sociedad .
Fuertemente polémico y combatido, es el escritor boliviano más conocido internacionalmente y por ello su visión del
país influyó también en la interpretación externa sobre Bolivia.

Arguedas nació el 15 de Julio de 1879 en La Paz. Se recibió de abogado en 1903 en la Universidad de San Andrés.
Comenzo como periodista, adscritas a las ideas del liberalismo, en "El Comercio". Vivió en Europa muchos años
fue secretario de las legaciones bolivianas en Francia, Inglaterra. En 1916 fue elegido diputado. Volvio a Europa en
1919 como agente diplomático en Francia y España.

En la década de los años veinte se dedicó a escribir su monumental historia de Bolivia con el auspicio de Simón
Patiño. Fue reprsentante de Bolivia en Colombia, pero renunció en repudio al prorroguismo de Siles.

Se enfrento a Busch y fue agredido físicamente por éste. Fue ministro de agricultura de Peñaranda. Senador por La
Paz y jefe del partido liberal en los años cuarenta.

En novela escribió Pisagua (1903), Wata wara (1904), Vida Criolla (1905), Raza de bronce (1919). En análisis
sociológico Pueblo enfermo (1910), y en historia Historia de Bolivia en 5 tomos (1921 - 1929) e Historia General de
Bolivia (1922). Murió en Chulumani (La Paz)

c. Franz Tamayo
Si bien Tamayo es conocido como uno de los grandes poetas de Bolivia, su compilación sobre temas pedagógicos,
es ya un clásico y su actividad politica de una intensidad excepcional. Las ideas de Tamayo confontarón las de
Arguedas y abrierón un gran debate en el país.

Tamayo nació en La Paz el 28 de febrero de 1879. Estuvo en Europa muy joven (Francia, Inglaterra). Se recibió de
abogado. Liberal en sus primeros años de juventud, fundó el partido radical que vinculo con los republicanos
genuinos en los años veinte.

Fue diputado en varias ocaciones, la primera en 1913, ejerció el periodismo en diversos diarios entre ellos "El
Figaro" que fundó y "El Hombre Libre" que dirigió. Fue delegado de Bolivia ante la Liga de las Naciones y ministro
de RR.EE. Fue elegido presidente de la República en 1934, pero nunca se posesionó por causa del golpe de
estado de ese mismo año que derrocó a Salamanca y anuló las elecciones.

Escribió en poesía Odas (1898), Proverbios (1905 - 1924) y el clásico sociológico Creación de la Pedagogía
Nacional (1910).

d. El petróleo
A esas alturas del siglo había ya la certeza de que el petróleo (que se conocía desde la época colonial como
bitumen o jugo de la tierra) era un potencial de extraordinaria riqueza.
En 1897 Manuel Cuéllar descubre cerca de Camiri una fuente superficial de petróleo e intenta crear una empresa
petrolera. La primera concesión del estado a particulares data de 1902. Para 1920 se habían concedido 3,7
millones de hectáreas a particulares.

El 28 de febrero de 1920 se dicta una disposición que fue el hito más importante vinculado al petróleo, que jugaría
también un rol decisivo en la economía boliviana de los años siguientes. Es el primer esfuerzo que se hace para
una explotación seria de este recurso fundamental.

El ejecutivo concede una superficie de 1.000.000 de hectáreas en Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija a la empresa
estadounidense Richmono Levering Cy.

e. Simón I. Patiño
Patiño es, sin ninguna duda, una de las figuras centrales de la historia boliviana. A su alrededor se teje buena parte
del siglo XX en el país y se establece el destino de cientos de miles de bolivianos.

Nació en 1860 en Santibáñez (Cochabamba). Comenzó a trabajar en 1883 como dependiente en una casa
comercial de Cochabamba. En 1894 entró a trabajar en Oruro a la próspera casa comercial Fricke. Ese mismo año
se interesó por la minería En 1895 se asoció con Juan Oporto quien tenía la concesión de la mina La Salvadora.

La mina ubicada en el corazón del cerro Llallagua en el departamento de Potosí, recitó ser la reserva estañífera de
alta ley más grande del mundo. En 1900 descubrió la veta que lo haría rico. Se estableció en Oruro.

En 1906 creó el banco Mercantil. Hasta 1910 su fortuna se consolidó y la modernización y mecanización de sus
minas fue vertiginosa.

Sus propiedades mineras se expandieron a varias minas, consolidando el complejo minero más importante del país
(Llallagua – Catavi - SigloXX, Uncía, Huanuni, las más importantes). En 1924 compró la totalidad de Llallagua a los
accionistas chilenos.

La Patiño Mines se valoraba ese año en 50 millones de dólares. Desde ese tiempo Patiño radicó en Europa (París)
y Estados Unidos. Sus intereses económicos se transnacionalizaron, la sede legal de su empresa estaba en
EE.UU.

Adquirió la fundidora de estaño inglesa Williams Harvey, además de otras en EE.UU. y Alemania. Adquirió minas
en Malasia y propiedades mineras en Asia, África y Oceanía, hasta controlar buena parte del mercado mundial de
estaño. En los años cuarenta se hallaba entre los hombres más ricos del mundo. El 20 de abril de 1947 murió en
Buenos Aires a los 86 años. Fue enterrado en Cochabamba.

f. El estaño, clave económica


El agotamiento de los yacimientos estañíferos de Europa y la demanda de la industria norteamericana y europea
que contaba con el estaño como un elemento ideal para aleaciones (hojalata, papel metálico, conservas y un largo,
etc.), fueron los activadores del auge minero boliviano en el período 1900-1940.
El surgimiento del estaño fue providencial para la economía boliviana que vivía al finalizar el siglo XIX el desplome
de la plata.

El descubrimiento de la veta de La Salvadora de Patiño en 1900 simboliza el cambio. El ámbito geográfico de la


riqueza minera boliviana, distribuido fundamentalmente en los departamentos de Potosí y Oruro no cambió desde
el inicio de la explotación colonial. El estaño no marcó la diferencia, los grandes yacimientos se ubicaron en la
misma zona y más de una vez en las mismas minas en las que se había explotado plata, ya que es frecuente la
presencia de ambos minerales, siendo inicialmente el estaño un subproducto de la plata.
Esta circunstancia facilitó muchísimo el tránsito de un tipo de explotación a otro y no requirió al comienzo de
ninguna inversión especial. Los exportadores contaban además con una infraestructura ferrocarrilera que los
liberales ampliaron en su período, permitiendo la salida eficiente del mineral por la vía de Antofagasta primero y
Arica después. Esto hizo que en menos de una década el estaño se convirtiese en un verdadero "boom" económico
con el consecuente desplazamiento de unos empresarios por otros. En la era estañífera los yacimiento más
grandes se encontraban más próximos a Oruro que a Potosí. Oruro se convirtió por eso en una ciudad próspera,
sede de las más importantes empresas mineras, punto de abastecimiento de los centros mineros, sede de bancos
y nudo ferroviario del país.

El estaño trajo nuevos y poderosos apellidos, Simón I. Patino paradigma del capitalismo boliviano, Mauricio
Hoschild aventurero que hizo fortuna con la minería y Carlos Víctor Aramayo heredero de los Aramayo de Chichas.
Los tres grandes grupos conocidos como los barones del estaño, controlaron la economía boliviana hasta la
nacionalización de las minas (1952). Su influencia sobre liberales y republicanos fue decisiva y forzó las políticas de
gobierno en favor de sus intereses.

Debe destacarse también el hecho de que los empresarios mineros bolivianos, en el ámbito de la economía abierta
y en igualdad de condiciones de competencia, lograron controlar las minas y derrotaron a sus competidores
extranjeros, (chilenos y europeos), lo que marca una dinámica económica y una visión de empresa sin
antecedentes en la era de la plata ni sucesores en la nueva burguesía postrevolucionaria.

El proceso de modernización industrial de la minería fue el más importante desde los grandes ingenios españoles
del siglo XVI y XVII. La revolución tecnológica de los sistemas de extracción y tratamiento básico se hizo sobre todo
hasta 1930, aunque Patino prefirió comprar las empresas fundidoras europeas y norteamericanas que instalar una
fundición en Bolivia, ratificando su vocación de interés empresarial por encima del interés de Bolivia de procesar
minerales y darles valor agregado.

La producción estañífera de concentrados pasó de 16.000 toneladas en 1900 a 48.000 en 1920 (10.000 y 29.000
respectivamente de estaño fino en el mismo período). Muy pronto Bolivia se convirtió en el segundo productor
mundial de estaño después de Malasia, puesto que ocupó hasta la década de los años setenta. Salvo el período
1915-1916 que registró fuerte caída como consecuencia de la guerra, el precio internacional fluctuó entre las 120 y
las 250 libras esterlinas por tonelada en el período 1900-1920.

¿En qué benefició este "boom" al crecimiento del país?. En escala muy pequeña dado el mínimo impuesto que
cobraba el gobierno sobre las exportaciones: el 3 %. Cuando en 1916 Bolivia exportó más de 100 millones de B$.,
el erario recibió sólo 3 millones en concepto de impuestos. La minería representaba sólo un 17 % de los ingresos
del erario.La desproporción de beneficios en la relación estado-empresarios es uno de los factores más
cuestionados del sistema de libre empresa para países de escaso desarrollo.

Además de estaño, el país producía en esos años plata, wolfram, bismuto y cobre que completaban la cuota
exportadora de minerales ampliamente dominada por el estaño. En medio de ese auge, las tres grandes empresas
no eran las únicas, había un sector que puede denominarse de mineros medianos y miles de mineros chicos que
producían un pequeño segmento del total. Entre 1910 y 1920 el número de trabajadores relacionados a la minería
paso de 13.000 a 22.000.

g. Movimiento obrero
El nacimiento de un movimiento obrero y sindical en el país fue producto del paso de un sistema de producción pre
capitalista al desarrollo y modernización de la industria, particularmente minera, coincidente con el advenimiento
liberal. A pesar de ese cambio Bolivia nunca contó con un proletariado significativo, pues no pudo desarrollar una
industria importante como lo que tuvieron algunas otras naciones sudamericanas.

En las primera décadas del siglo, además de los niveles de sobreexplotación de aimaras y quechuas, se debe
considerar las condiciones de los obreros de la siringa en el norte gomero y esencialmente el núcleo cada vez
mayor de trabajadores de las minas. Otro sector importante era el de trabajadores ferroviarios, gráficos y artesanos
de diversa especialidad a nivel urbano.
Del mutualismo del siglo XIX, el país pasa a asociaciones gremiales y específicamente obreras. Al principio estas
agrupaciones estaban vinculadas con las ideas liberales o radicales (el sector disidente del liberalismo más
avanzado en esos años), en tanto el partido liberal representó en muchos sentidos ideas de vanguardia en
comparación al conservadurismo que le precedió. Baste decir que en 1917 Gutiérrez Guerra habló sin mucho
eufemismo de la necesidad de nacionalizar las riquezas mineras del país.

Las ideas socialistas y anarquistas llegaron sobre todo de Chile y Argentina y dieron lugar a la creación de
organizaciones y pequeños partidos de ideología socialista o socializante. Es el caso del partido socialista creado
en 1914 de escasa influencia. El punto de partida de estas estructuras de trabajadores se da en 1905 con la
creación de la Unión Gráfica Nacional y tiene su momento más importante del período en 1912, cuando se crea la
Federación Obrera Internacional. En 1913 se crea la Sociedad Mutualista Ferroviaria, antecedente de uno de lo;
sindicatos más importantes del futuro. Apellidos como Chumacero, Recabarren o Salvatierra tienen mucho que ver
con el nacimiento de estas organizaciones y el progreso de las ideas marxistas en el país.

Las reivindicaciones de la época tenían que ver con la jornada de ocho horas, el descanso dominical, el trabajo de
niños y el soporte de jubilación que los liberales reconocieron en algunos trabajos.

h. La iglesia catolica y el liberalismo


Los conservadores eran católicos por tradición. Quizás el más importante de ellos fue Mariano Baptista que dio
muestras muy claras de su catolicismo, antes y durante su presidencia. No se puede olvidar tampoco la egregia
figura de Juan de Dios Bosque (1829-1890). La confrontación estado iglesia se presentó cuando subió al poder el
liberalismo. Muchos eclesiásticos del país, tanto regulares como seculares confundieron liberalismo con socialismo
y otro tanto sucedió con el propio concepto de democracia, que a muchos religiosos les sonaba a anarquía. Un
tercer factor fue la masonería, que si bien había existido en forma privada desde los albores de la independencia,
se convirtió en un importante factor de poder hacia el último tercio del siglo XIX, a través de la actividad de las
logias en las ciudades principales del país. Esto marcó una línea de división con la iglesia, sobre todo en sus
cuadros militantes.

La actitud belicosa entre ambas partes se inició en 1899, cuando el liberalismo subió al poder y planteó medidas
que a la iglesia le parecían inaceptables, como la educación laica, la escuela normal de maestros, donde se
proscribió la educación religiosa, la llegada de la misión belga, totalmente exenta de elementos de fe religiosa; la
laicización de los cementerios; el matrimonio civil; el sentido de libertad de conciencia y de culto; la situación de los
eclesiásticos antes respetados por su fuero y su pase al estado como ciudadanos ordinarios, creó una especie de
catástrofe a nivel clerical. Por eso la jerarquía eclesiástica luchó sin cuartel contra el "Laicismo" y esta posición
adoptó criterios de un radicalismo militante de la “Obra de Dios” frente a la del “diablo" autor de la "modernidad" a la
que había que resistir.

La polémica pasó al periodismo y aparecieron diarios católicos, que se pueden calcular en cerca de veinte, en
distintos sitios del país, tanto en las capitales como en provincias (1860-1920). De entre ellos sobresale "El
Cruzado ' (1867-1873) que estuvo a cargo de los recoletos Murga y Esquiú. Con alguno que otro sentido maniqueo,
sostuvieron a la grey cristiana militante de la época. Papel semejante jugó Martín Castro, sacerdote polemista e
iluminado que tuvo dificultades con el arzobispo Puch que lo suspendió "A divinis". En 1895 publicó La Civilización
del Indio.

El último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX fue prolífico en la llegada de órdenes religiosas en cantidad y
su asentamiento en varias ciudades del pan. Las hijas de Santa Ana se establecieron en Sucre y luego en La Paz
(1879), dedicadas a hospitales y educación. Los jesuitas (1882) regresaron al país después de 110 años, las
monjas de los Sagrados Corazones, dedicadas a la educación (1883); las monjas del Buen Pastor (1891); los
Salesianos (Don Bosco 1896), escuela de artes y oficios; los Redentoristas (1910), Mercedarios (ll)12) Ministerio
eclesiástico. Los Hermanos de La Salle (1914), enseñanza de niños. Este refuerzo de clero y monjas significó un
nuevo aporte militante del catolicismo, que fue paralelo al sentir de la sociedad liberal, que poco a poco fue
mitigando sus arrebatos de "comecuras" hacia los años 1910-20.

Paralelamente funcionó con muy buen resultado la acción misional de grupo "Propaganda Fide" en el sur del país,
íntegramente dedicado a las misiones en los departamentos de Tarija, Sucre y Santa Cruz. Las antiguas misiones
de Mojos y Chiquitos fueron dirigidas por clero secular en fines del siglo XVIII y parte del XIX, pero fue
paulatinamente suplida por los franciscanos y recoletos, que lograron una estructuración muy valiosa en las zonas
ya mencionadas del sur y el oriente.

i. El golpe de estado de 1920 y la caida de los


liberales
El gobierno de Gutiérrez Guerra vivió en la zozobra permanente. La ofensiva republicana y al poco tiempo también
radical (tras retirarle apoyo al ejecutivo) obligaron a una serie de acciones represivas, medidas de excepción,
intervención y empastelamiento de prensa opositora, reiteradas cargas policiales en las principales ciudades y
tensión con los universitarios, que terminaron por socavar totalmente las liases de respaldo del gobierno y
generaron una posición ciudadana favorable al republicanismo En este clima se organizó el golpe del 12 de Julio de
1920 en el que los republicanos contaron con al apoyo del ejército que rompía así veinte años de respeto a las
normas constitucionales.

La cabeza indiscutible del golpe fue Bautista Saavedra que un mes antes había sustituido en la jefatura de su
partido a Escalier. El movimiento militar fue incruento y se resolvió en horas. El primer destacamento en levantarse
fue el batallón "Campero" 5o. de línea. A los pronunciamientos en La Paz se sumaron Viacha, Oruro y luego el
resto del país. Participaron en el golpe militares de alta graduación y jóvenes oficiales que tendrían destacado
papel en la guerra del Chaco y en la política. Es el caso del futuro presidente David Toro, y de Filiberto Osorio o
Bernardino Bilbao. Pero los militares no intervinieron entonces en política, tras el golpe dejaron en manos de los
republicanos el destino del país.

El Presidente Gutiérrez se asiló en la embajada de los Estados Unidos y allí firmó su renuncia, en un documento de
cinco líneas. Fueron apresados los vicepresidentes y decenas de políticos liberales que en pocos días fueron
desterrados del país. El país vivió un golpe en tiempos de paz después de cuarenta y tres años, con él se cerró una
de las etapas más importantes de la historia republicana de Bolivia.

VI. Los republicanos. El signo del estado II


Una realidad indiscutible del largo período de la oligarquía es que Bolivia vivió un proceso de modernización. Los
rasgos más evidentes de esta transformación tuvieron que ver con la implantación en el país de los logros
tecnológicos más importantes del siglo XIX (el ferrocarril, la luz eléctrica, el telégrafo, el teléfono, la radio y una
infraestructura básica de saneamiento en las principales ciudades). El resultado fue la ampliación muy clara de la
brecha entre los sectores privilegiados y las ciudades grandes con el resto de la nación. Si hasta 1880 esa
diferencia era muy pequeña, en tanto ricos y pobres carecían de comodidades y adelantos mínimos, bien entrado el
nuevo siglo comenzó a convivir un país relativamente moderno, y con adelantos equivalentes a los de las grandes
capitales continentales, con otro que se mantuvo en el siglo anterior. Esta brecha terminó por hacerse abismal al
finalizar el siglo XX.

Una de las insuficiencias mayores para hacer una adecuada radiografía de la nación es la carencia de información
fiable desde el punto de vista demográfico. Aunque parezca increíble los liberales positivistas no realizaron un
censo. Desde el que se hizo en 1900, el país tuvo que esperar cincuenta años para contar con esa información vital
actualizada. El libro Bolivia en el primer centenario de su independencia dirigido por Ricardo Alarcón (1925) indica
para el país una población calculada di 2.144.332 habitantes. Las seis principales ciudades eran La Paz con
135.000 habitantes, Cochabamba con 40.000, Oruro con 30.000, Sucre con 25.000 y Potosí y Santa Cruz ambas
con alrededor le 22.000. De acuerdo a estos datos, la población creció en 328.000 habitantes, un 15%. La Paz
duplicó su población colocándose muy claramente como la ciudad líder del país, posición que mantuvo a lo largo de
todo el siglo XX. Pero quizás la ciudad que registró más cambios fue Oruro, verdadero centro motor del liberalismo,
que también duplicó su población.

En cambio, Sucre y Potosí reflejan el declive de su preeminencia, conectado con el paso de la plata al estaño y el
cambio de sede de gobierno. Las deficiencias educativas y el problema del analfabetismo, apenas paliados en la
era liberal, no modificaron la estructura de 1900, lo mismo que la relación campo-ciudad. Bolivia siguió como un
país esencialmente rural. Su superficie quedó oficial Tiente reducida en 489.542 km2, como producto de la pérdida
del Litoral, Acre y los ajustes ie límites con el Perú. El mismo libro citado registra una superficie nacional de
1.332.808 km.
La caída de los liben les no conllevó un cambio en la élite que detentaba el poder, fue solamente una sustitución de
caudillos que abrazaban exactamente el mismo credo político y económico, con las mismas ideas básicas sobre el
país que querían construir. Los republicanos mantuvieron los principios liberales que se acuñaron en la convención
de 1880, e igual que sus antecesores estuvieron profundamente ligados al latifundio (es el caso de Salamanca,
Escalier y Ramírez). Tampoco cambió la fuerte dependencia de los gobiernos bolivianos del poder de los magnates
del estaño. La política minera y económica en general estuvo fuertemente condicionada por la égida de Patiño en
gran parte y de Aramayo en menor medida. Pero en la década de los años veinte se producen algunos cambios
que apuntan ya a la decadencia de las ideas del primer liberalismo en Bolivia.

El rasgo más notable es producto de la modernización. Comienza a surgir una pequeña clase media urbana
integrada por artesanos, comerciantes y funcionarios públicos, cuyo peso todavía pequeño es importante para los
políticos, pues buena parte tiene acceso al voto e influye más que la gran mayoría campesina del país, al hallarse
en el epicentro de las ciudades mayores donde se toman las decisiones. El otro rasgo significativo es el
debilitamiento del bipartidismo, no sólo por las sucesivas escisiones del republicanismo a las que se sumaba el
depuesto liberalismo, sino por el surgimiento todavía embrionario de corrientes marxistas y nacionalistas que
eclosionarían durante y después de la guerra del Chaco, pero que ya en los años veinte surgieron como partidos
políticos, con bastante retraso en relación a otras naciones sudamericanas. Esto condujo al país progresivamente
hacia el multipartidismo.

El cambio del escenario mundial tras la primera guerra mundial marcó el comienzo del declive del imperio inglés, su
influencia económica disminuyó en Sudamérica en favor de la potencia emergente, los Estados Unidos. A pesar de
ello, la presencia de los grandes imperios en Bolivia fue relativamente pequeña, los ferrocarriles, la electricidad y el
petróleo fueron los ámbitos de inversión, más bien exigua, de las empresas extranjeras. La minería siguió siendo
terreno mayoritario de empresarios bolivianos. Las consecuencias de la gran depresión mundial fueron muy
grandes sobre la economía boliviana, por la vulnerabilidad ya anotada de su carácter mono productor y su nulo
ahorro interno. En este período se produjo un fuerte endeudamiento internacional que traería graves consecuencias
en las décadas posteriores.

El último elemento clave de la década republicana es el movimiento social. La estructuración de un movimiento


sindical organizado con conciencia clasista inédita y el crecimiento geométrico del número de trabajadores mineros,
trajeron reivindicaciones y convulsiones tan serias como la masacre de 1923. De igual modo los pueblos aimara y
quechua protagonizaron movimientos de sublevación de magnitud casi tan masiva como las vividas en tiempos de
Zarate Willka.

 a. La junta de gobierno de 1920 - 1921


 b. El movimiento Obrero. Las leyes en favor de los trabajadores
 c. La masacre minera de Uncía en 1923
 d. La elección de 1925 y su anulación
 e. El tratado de 1929, un candado para el Mar. Fortín vanguardia y el no a la guerra
 f. El partido nacionalista
 g. Sublevaciónes indígenas y masacre. Jesús de Machaca 1921 y Chayanta 1927
 h. El estaño, los años del auge y la gran depresión
 i. El petróleo y la standard Oil

a. La junta de gobierno de 1920 - 1921


El movimiento golpista que derrocó a Gutiérrez fue obra preponderante de Saavedra que, sin embargo, una vez
consolidado en el mando invitó a destacados republicanos como José María Escalier y Manuel Ramírez para
conformar una junta de gobierno de transición. El primer paso de la junta fue la convocatoria a elecciones para una
asamblea constituyente que se pensó originalmente reformaría la constitución. Pero la realidad era que los tres
jefes republicanos (Saavedra, Salamanca y Escalier), buscaban la presidencia del país y esperaban inclinar la
balanza convencional a su favor.

La junta tuvo ocasión en su breve gestión de implantar algunas medidas importantes, la supresión del matrimonio
civil para los indígenas, manteniendo para ellos el valor del enlace canónico reconocido por el estado y la creación
de una comisión para estudiar leyes favorables a los obreros.
En Agosto de ese año volvió al país Hans Kundt que se hizo cargo nuevamente de la reorganización del ejército e
intervino en bastantes episodios de la política interna de la década.

La asamblea electa se reunió el 19 de diciembre de 1920 presidida por el ex-presidente Severo Fernández Alonso.
Las deliberaciones marcaron el comienzo del fin de la unidad republicana. Saavedra logró la mayoría de la
Asamblea. Escalier y Ramírez renunciaron a la junta alegando incompatibilidad porque querían postular a la
presidencia. Salamanca por su parte se había distanciado intencionalmente de Saavedra desde los primeros
meses del nuevo gobierno.

En lo relativo a la constitución se decidió mantener vigente la aprobada en 1880 con una sola modificación, la
eliminación de la segunda vicepresidencia.

El 28 de enero de 1921 los asambleístas votaron para Presidente. Saavedra no tuvo problemas, la minoría
opositora abandonó el hemiciclo, lo que permitió que fuera elegido con el quorum mínimo por 47 votos contra 1 de
Salamanca. Un par de días después fue electo vicepresidente Luis Paz quien alegando, molesto, que no había sido
consultado para postularse, renunció antes de posesionarse.

De estos meses tensos de distanciamiento y pelea irreconciliable, nació en 1921 el partido Republicano Genuino
dirigido por Daniel Salamanca. Los genuinos nacieron exclusivamente como oposición al caudillismo saavedrista y
sobre las mismas idea:, heredadas del liberalismo

b. El movimiento Obrero. Las leyes en favor de los


trabajadores
La modernización del país (ferrocarriles, electricidad, minería) trajo consigo la estructuración de un pequeño núcleo
proletario en el que habían germinado las ideas de la necesidad de asociación y habían llegado las tendencias
renovadoras del socialismo. Los años veinte marcan el verdadero fortalecimiento del movimiento obrero. La gran
organización de la época fue la Federación Obrera del Trabajo (FOT), el antecedente más importante de la COB.
La FOT tuvo como principales impulsores a Carlos Mendoza Mamani y José M. Ortíz, que escribieron en "Acción
libertaria" sus principales ideas.

En esos años las reivindicaciones tenían que ver con las condiciones de trabajo y no se inspiraban aún en ideas
marxistas. El partido socialista de 1914 se consolidó en 1919. Con un discurso moderado los socialistas iban de la
mano de la Federación y casi es imposible diferenciarlos. Se estaba gestando la independencia de clase y la
separación de los trabajadores de la influencia partidaria. La FOT se organizó en los principales distritos del
altiplano del país, La Paz, Oruro, Potosí y Uyuni fundamentalmente. La FOT agrupaba a los trabajadores eléctricos,
tranviarios, hoteleros y los diversos gremios (carpinteros, albañiles, etc.).

El ente más poderoso de los proletarios era sin embargo el de los ferroviarios que se estructuró al impulso de
Héctor Borda. Su influencia para los movimientos laborales fue muy fuerte desde su nacimiento en 1912 hasta su
auge a partir de 1919. La preocupación de las federaciones era por la jornada de ocho horas, seguridad en el
trabajo, reconocimiento de la dignidad del obrero, la mujer y el indígena.

Las primeras huelgas aisladas durante los gobiernos liberales fueron incrementadas. La primera gran huelga en el
país fue la de los ferroviarios de 1921 que, en protesta por los vejámenes sufridos por el diputado socialista Soruco,
paralizaron actividades y recibieron solidaridad de otros sectores.
En 1926 aparecen las primeras ideas francamente comunistas con Moisés Ampuero y Enrique Loza. Su portavoz,
"Bandera roja" tuvo en el gran poeta Osear Cerruto su más inflamado divulgador, como el anarquismo y la
organización de grupos proletarios y artesanales había tenido el apoyo y la acción decidida del pintor Arturo Borda
en la segunda década del siglo.

En este contexto de lucha social y popular, el gobierno de Saavedra implantó la primera legislación social en
Bolivia. Dentro de las paradojas de su administración, no se puede negar el impacto decisivo que tuvo este salto
que marca el reconocimiento del gobierno de su responsabilidad con los trabajadores. Así, se promulgaron la ley
sobre accidentes de trabajo (ocupándose sobre todo del sector minero, lo que desagradó a los grandes
empresarios), el decreto reglamentario de huelgas, el de conflictos entre capital y trabajo, la jornada de ocho horas,
reglamentación del trabajo de mujeres y niños y el ahorro obligatorio que era el preámbulo de la seguridad social y
la jubilación. Estos elementos explican el apoyo que tuvo Saavedra en sectores de clase media, artesanos y
trabajadores, hasta entonces olvidados por conservadores y liberales. La legislación de Saavedra fue un verdadero
salto en las conquistas de los trabajadores en su lucha histórica.

c. La masacre minera de Uncía en 1923


Para entender el problema de los trabajadores de la gran minería del estaño, se debe saber que, hasta las leyes
mencionadas, carecían en absoluto de una legislación que los amparase, así como de medidas mínimas de
seguridad industrial. Si bien es cierto que las grandes empresas contaban con una infraestructura importante en el
sector médico, educativo y recreativo que el país no había conocido nunca en centros de trabajo (hospitales
totalmente equipados, escuelas y áreas deportivas), las condiciones de trabajo eran francamente brutales. Las
"puntas" de trabajo en interior mina duraban más de las ocho horas en que se reglamentaron con Saavedra. Los
socavones estaban bajo tierra a temperaturas altísimas, saturados del polvo de las perforaciones. El esfuerzo físico
era muy grande, no sólo por los pesos que se cargaban sino por la escasez de oxígeno en las galerías sumada a la
altura promedio de las montañas mineras (más de 4.000 mts. s.n.m.). El resultado era una esperanza de vida por
debajo de los 35 años, tuberculosis y silicosis como enfermedades crónicas de los trabajadores y mutilaciones y
muertes frecuentes por accidente.

Los primeros conflictos en la minería comenzaron con el siglo. Hay referencias de confrontaciones o huelgas en
1904 en Huanchaca y en 1918 en La Salvadora y Pulacayo.

Pero fue en Uncía donde se produjo el hecho más grave que los mineros tomaron como punto de partida de su
lucha sindical. Uncía era el centro minero más moderno y equipado de Patiño, contaba con unos 10.000 habitantes.
El I2 de Mayo de 1923, se unieron las federaciones de Llallagua y La Salvadora, creando la Federación Obrera
Central de Uncía, liderizada por Guillermo Gamarra y Ernesto Fernández. A mediados de mayo exigieron la
destitución del gerente Emilio Díaz de nacionalidad chilena, por abusos permanentes y limitaciones al trabajo
sindical.

Ni la empresa ni el gobierno oyeron los pedidos. Se decretó el estado de sitio y cuatro unidades del ejército llegaron
a Uncía. En medio de las negociaciones, los dirigentes Gamarra y Rivera fueron apresados. La población se reunió
en la plaza principal exigiendo la libertad de los presos y al anochecer el exasperado mayor José V. Ayoroa disparó
y ordenó disparar contra la multitud, el saldo fueron nueve muertos y cinco heridos de consideración. La masacre
enardeció ánimos y la pacificación requirió varios días. Más allá de los resultados inmediatos, el movimiento y
masacre de Uncía abrió una brecha en las reivindicaciones obreras bolivianas.

d. La elección de 1925 y su anulación


Saavedra buscó contar con un candidato que le garantizase su dominio aun después de dejar la presidencia. El
hombre escogido fue José Gabino Villanueva al que, por las dudas, le acompañaba como candidato
vicepresidencial Abdón Saavedra, hermano del Presidente. La convención de su partido eligió al binomio, mientras
la alianza entre liberales y republicanos genuinos escogió el binomio Daniel Salamanca, José Luis Tejado Sorzano.
Las elecciones se realizaron en mayo y el oficialismo triunfó fácilmente. Pero el escrutinio oficial nunca se realizó.
Villanueva declaró a la prensa su intención de gobernar con todos (lo que quería decir con genuinos y liberales en
el gobierno). Saavedra no lo toleró.

En agosto el congreso anuló las elecciones, alegando que Villanueva no había renunciado seis meses antes al
ministerio de Instrucción para habilitarse como candidato. El congreso eligió Presidente interino a Felipe Segundo
Guzmán que a la sazón era presidente del senado. Saavedra dejó el poder el 3 de Septiembre de 1925 en manos
de Guzmán al que las cámaras le encomendaron presidir nuevas elecciones y entregar el poder al ganador en
1926.
e. El tratado de 1929, un candado para el Mar. Fortín
vanguardia y el no a la guerra
En las relaciones internacionales del país se produjeron dos hechos muy importantes. El primero fue la resolución
de la cuestión de Tacna y Arica. El laudo de Estados Unidos de 1925 fue el preámbulo del tratado del 29. Tanto
Chile como Perú rechazaron la propuesta Kellogg de una solución tripartita del problema. El 3 de Junio de 1929,
Chile y Perú firmaron en Lima el tratado por el que se definía la nacionalidad de Arica (Chile) y Tacna (Perú). De
ese modo, Perú renunciaba a la soberanía sobre Arica.

En lo tocante a Bolivia el texto decía: "(Chile y Perú) no podrán sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera
potencia la totalidad o parte de los territorios que...quedan r ajo sus respectivas soberanías". En la práctica toda
negociación bilateral de Bolivia con Chile quedó bloqueada, entre otras razones por esa condición del tratado.

El tema del Chaco volvió a avivarse peligrosamente. Se celebró una conferencia en Buenos Aires en la que
Paraguay insistió en su reclamo de todo el territorio chaqueño para sí. El encuentro se frustró. En el Chaco, en
tanto, unas maniobras paraguayas en zona en litigio derivaron en el apresamiento de un oficial paraguayo.

La respuesta fue el ataque paraguayo a fortín Vanguardia el 5 de diciembre de 1928. Bolivia había construido entre
1923 y 1928, 11 fortines de avanzada en el Chaco, Vanguardia era uno de ellos. Bolivia en represalia tomó los
fortines paraguayos Boquerón y Mariscal López pero Siles no fue más allá, prefirió con sabiduría el camino de la
paz. Un comité de conciliación de varias naciones latinoamericanas determinó que la responsabilidad era
paraguaya y la obligó a reconstruir y dejar Vanguardia. A su vez Bolivia abandonó los dos fortines tomados. Así se
resolvió una situación de tensión pre-bélica, pero la espina ya estaba clavada

f. El partido nacionalista
La ruptura de Siles con el republicanismo saavedrista y su necesidad de distancia con los genuinos y liberales, lo
impulsó a promover la creación de un nuevo partido, cuyos protagonistas fueran los jóvenes.

La presencia en ese esfuerzo organizativo de figuras como Roberto Hinojosa, Walter Guevara, Augusto Céspedes
y Carlos Montenegro explica perfectamente la tendencia germinal de este grupo.

Sin embargo, el Partido de la Unión Nacionalista fundado el 5 de enero de 1927 terminó dominado por los
disidentes del liberalismo como Rafael Taborga, Alfredo Mariaca y Rafael Cortadellas que no se atrevieron a
trascender el ideario liberal. Además de la parte declamativa lo novedoso del programa fue la descentralización,
código del trabajo, leyes sociales en favor de la mujer, autonomía universitaria y creación del banco Central.

g. Sublevaciónes indígenas y masacre. Jesús de


Machaca 1921 y Chayanta 1927
La estabilidad de la élite gobernante estuvo permanentemente amenazada por las sublevaciones indígenas. Esta
fue una constante en todo el ciclo oligárquico que tuvo, en la década de los años veinte, manifestaciones muy
significativas.

El primer caso fue el de Jesús de Machaca. Si bien el trasfondo fue la situación de explotación y expoliación de
tierras, el móvil fue el abuso sostenido del corregidor del pueblo Luis Estrada. Los líderes de la sublevación fueron
Faustino y Marcelino Llanque que lograron movilizar tres o cuatro mil aimaras. Es de destacar el hecho de que los
Llanque eran maestros (preceptores) rurales, educados para impartir enseñanza a los indios de la región. El 12 de
marzo de 1921 asaltaron el pueblo, quemaron sus principales casas y terminaron por asesinar a Estrada, su familia
y otros trece vecinos, a los que apedrearon y quemaron. La reacción del gobierno no se hizo esperar. Saavedra
envió un destacamento militar de 1.500 hombres al mando del Cnel. Vitaliano Ledezma.
La acción represiva incluyó el asesinato de un número no determinado de comunarios, incluidas mujeres y niños,
incendio de casi 130 casas, robo de más de mil cabezas de ganado de distinto tipo y apresamiento de varios
sublevados entre ellos los hermanos Llanque, que fueron condenados a diez años de cárcel y uno de ellos a la
pena capital (muerte). Varios ayllus de la región que habían participado en la sublevación quedaron tan seriamente
afectados por la hecatombe, que en los meses posteriores se produjo una éxodo significativo, dejando la zona que
había sido arrasada por las tropas.

Pero el levantamiento de mayor envergadura fue el de Chayanta en 1927 que afectó a los departamentos de
Potosí, Chuquisaca, Oruro y La Paz. Como siempre, los malos tratos, cobros excesivos o ilegales, la amenaza
sobre las tierras de comunidad y la extensión del servicio obligatorio de los nuevos colonos, fueron elementos para
la sublevación que se inició el 25 de Julio cié 1927 en Ocurí. Miles de indios se desplegaron en las serranías de
Chayanta y en varias provincias de los tres departamentos, armados con hondas, piedras y algunas armas de
fuego.

Tal fue la magnitud de las acciones indígenas que el movimiento duró más de dos meses, forzó a la movilización de
varias unidades del ejército que desbarató y derrotó con dificultades a las masas sublevadas. Quizás la diferencia
notable sea la actitud del Presidente Siles que, en octubre de 1927, amnistió a los responsables del levantamiento
que habían sido detenidos, rompiendo la tradición de prisión, vejación y muerte para los alzados que había sido la
característica de sus predecesores en el poder.

h. El estaño, los años del auge y la gran depresión


El comienzo de los años veinte encuentra a los grandes empresarios mineros consolidados. Patino es ya un
hombre poderoso en el mundo entero y está en pleno proceso de transnacionalización de sus empresas. Aramayo
instala su razón social y su residencia en París y Hoschild está en el apogeo de su producción no sólo en minas
propias, sino rescatando minerales de los productores medianos y chicos.

El número de trabajadores en las minas llegaba en 1925 a casi 23.000, sólo en las minas de estaño.
Probablemente fue en esta etapa en que la minería boliviana tuvo más tecnología de punta en el sector, con
maquinaria sofisticada y presencia de personal especializado en el área técnica y administrativa.
La evolución de los precios internacionales tuvo su tope en 1920 (295 libras por tonelada) y su mínimo en 1922
(159 libras).

El promedio de la década fue de 250 libras. La depresión de 1929 determinó, en cambió, una severa caída para la
década de los años treinta. Fue un golpe tan duro que marcó un quinquenio negro para la industria estañífera. La
sobreoferta mundial de esos años obligó a la creación de un Comité Internacional del Estaño (manejado en gran
parte por Patino), para limitar la producción y determinar progresivamente cuotas a los principales productores.

La producción tuvo su punto más bajo en 1921 con sólo 19.086 toneladas exportadas y su tope histórico que
Bolivia nunca más pudo repetir de 47.191 toneladas en 1929. El promedio de la década fue 33.000 toneladas
exportadas En este período la minería, pero sobre todo el estaño, representó el 70 % de las exportaciones
bolivianas. Los beneficios del estado vía impuestos habían sido mínimos en el período liberal.

En 1920 se introduce por primera vez el impuesto sobre utilidades, sumándolo al impuesto por exportaciones.

En 1923 Saavedra definió los montos del impuesto sobre utilidades y creó la comisión fiscal permanente. Estas
medidas determinaron que el impuesto sobre exportaciones pase de 7,4 % en 1923 a 15,6 % en 1924.

La minería cubría el 50 % de los impuestos de exportación y el 30 % de los impuestos por utilidades que recibía el
tesoro general. A pesar de que estas medidas no representaban sino un muy pequeño beneficio al estado, los
grandes mineros, Patiño especialmente, se opusieron y presionaron al gobierno de todas formas, una de ellas fue
un crédito por 600.000 libras que el empresario minero otorgó al gobierno a cambio de que éste no hiciera
modificaciones impositivas-en cinco años.
i. El petróleo y la standard Oil
Las concesiones que había recibido la Richmond Levering fueron ilegalmente cedidas a la Standard Oil en 1921,
vulnerando una cláusula del contrato que prohibía expresamente tal cesión. A pesar de ello, el gobierno de
Saavedra aprobó el nuevo status en 1922. La Standard compró además otras concesiones de particulares hasta
controlar 4,6 millones de hectáreas para su explotación. El contrato con el gobierno establecía un derecho de
explotación de 55 años, la empresa debería perforar un pozo por cada 50.000 hectáreas y producir hasta dos
millones de barriles por año. La Standard debía pagar a Bolivia un 11 % de la producción bruta como regalías.

Dentro de una visión liberal era entendible que el gobierno de Saavedra creyera que la inversión externa era la
única que podía desarrollar una industria tan cara como el petróleo.

Sobre esa lógica, se favoreció plenamente la llegada de una de las empresas petroleras más poderosas del
mundo. Pero este criterio tuvo su contraparte en el diputado Abel Iturralde que se opuso tenazmente al contrato y
alertó sobre el peligro de la presencia de una empresa que podía burlar fácilmente las leyes bolivianas (de hecho el
arbitraje estaba en manos del presidente de la sociedad geográfica de Londres). Estas dos visiones totalmente
distintas de las cosas, marcaron dos líneas de pensamiento recurrentes y de allí surgió la oposición entre liberales
y quienes se autodenominaron con los a los de izquierda nacional. Unos favorables a la inversión externa y
concesiones a grandes transnacionales y otros, defendiendo a ultranza los recursos naturales y su explotación por
empresas estatales.

Durante toda la década se produjeron controversias sobre el pago de patentes por concesión (la empresa tenía
dos, tipos de concesión, las perpetuas compradas a particulares y las de la Richmond adquiridas al estado) que
generaron una relación difícil con el gobierno. Entre 1922 y 1937 (año de la nacionalización), la Standard invirtió
sólo 17 millones de dólares.

En agosto de 1922 perforó el primer pozo, el Bermejo 1. En 1924 se perforó el Bermejo 2 que fue el primer pozo
productivo de hidrocarburos en el país. En 1927 se perforó el primer pozo en Camiri. En total se perforaron 30
pozos hasta 1937. Entre 1925 y 1936 la Standard produjo 773.792 barriles, pero se comprobó que había exportado
petróleo de contrabando a la Argentina por lo menos hasta 1928.

VII. La Guerra del Chaco


Bolivia llegó a la guerra del Chaco después de cincuenta años de aplicación del modelo liberal que logró una esta
utilidad admirable para un país que había vivido la inestabilidad política crónica desde 1839 hasta 1880, en una
alternancia entre gobiernos precarios y breves y largas dictaduras.

El agotamiento de la economía abierta y la democracia restringida tenía que ver no solamente con el lógico
desgaste de su aplicación, sino sobre todo con la insuficiencia de construir una nación dándole la espalda a la
mayoría. La insistencia en mantener un sistema de discriminación y explotación sobre un sector esencial de la
nacionalidad, los quechuas y los aimaras que superaban largamente el 50% del te tal de la población, fue el
ingrediente que terminó por desmoronar un sistema que había funcionado por medio siglo y que había logrado una
razonable modernización tecnológica, pero había insistido en una congelación social todavía pre capitalista
(estructura agraria técnicamente atrasada, concentración latifundista, explotación del colono, pongueaje. La crisis
estructural que desnudó la guerra del Chaco, no representó sin embargo el final del ciclo oligárquico que en el
período posterior al conflicto bélico intentaría mantener el poder, pero está claro que la guerra hirió de muerte una
visión de país y abrió definitivamente las puertas para otra realidad, que se construiría dramáticamente en los años
posteriores y culminaría en la revolución de 1952.

Los rasgos que el p lis mostraba al comienzo de la década de los años veinte son prácticamente los mismos que
encontramos en 1931, cuando Daniel Salamanca se hace cargo de la presidencia y comienza el drama histórico de
la guerra. Podemos resumir esa realidad en una población que se acercaba a los 2,5 millones de habitantes en un
territorio de algo menos de 1,5 millones de km2., una población mayoritariamente rural (más del 80 % del total) y el
eje de su vida urbana y de su vida económica en el área andina. La Paz era la única ciudad que sobrepasaba los
100.000 habitantes (150.000 aprox.), Cochabamba se acercaba a los 50.000 y las otras ciudades importantes,
Oruro, Sucre y Potosí fluctuaban entre los 25.000 y 35.000 hab. La única ciudad significativa fuera del área andina
era Santa Cruz que también se acercaba a los 30.000 habitantes. La economía giraba en torno a la minería y en
particular al estaño que representaba más del 70 % del total de las exportaciones. Uno de los aspectos que
mostraba la grave debilidad de nuestra economía, en el hecho de que a pesar de que dos tercios de la población se
dedicaban a la agricultura, el país era un importador neto de alimentos, incluyendo productos cuyo origen era
andino. En otras palabras, Bolivia no se alimentaba a sí misma.

El factor más grave que afrontó el país cuando comenzó la guerra era la crisis económica, la mayor desde los años
de la guerra del Pacífico. Las consecuencias de la gran depresión mundial y el famoso jueves negro de octubre de
1929 en el que se desplomó la bolsa de Nueva York, trajo como consecuencia una contracción brutal de la
demanda industrial que afectó no sólo los precios sino la producción de ese año. La crisis hizo mucho más severas
las condiciones en las que se llevó adelante el conflicto bélico con el Paraguay.

 a. Elizardo Pérez y Warisata


 b. Los derechos sobre el territorio del Chaco y los tratados 1879 - 1913
 c. Los Móviles de la guerra
 d. Caracteristicas del territorio
 e. 1932 se desata la guerra
 f. Las fases del conflicto y las difíciles relaciones entre Salamanca y El Alto mando
 g. Manuel Marzana (1889 - 1980)
 h. 1932 Boquerón, el escenario de los héroes
 i. Hans Kundt (1869 - 1939)
 j. 1932 - 1933. Kundt a la cabeza. Ofensiva y desangramiento
 k. 1934. La incesante ofensiva paraguaya
 l. El "Corralito" de Villamontes. Caida de Salamanca
 m. Bernardino Bilbao Rioja (1895 - 1983)
 n. 1935. La exitosa defensa de Villamontes
 o. La ruta diplomática en la guerra y la firma de La Paz

a. Elizardo Pérez y Warisata


En medio de una situación tal de tensión, había tiempo también para la actividad creativa. Surgió así una de las
iniciativas más importantes para la educación. La tradicional visión presidente o cuando menos discriminatoria con
la educación indígena, tomó un rumbo nuevo con la obra del gran pedagogo Elizardo Pérez, maestro y verdadero
apóstol de la educación.

Pérez cambió radicalmente las ideas sobre la educación indígena. Dijo que ésta debía nacer de la realidad del
campo y de lo más importante de la cultura aimara y quechua. Para aplicar sus ideas creó la escuela de Warisata
en el pueblo de ese nombre (cercano a Achacachi en el departamento de La Paz) el 2 de Agosto de 931. Fue una
experiencia de educación a educadores, que llevó a la práctica por primera vez la idea de que el indio era sujeto y
no objeto educativo, que había que tomar los elementos del pasado prehispánico y hacer de la escuela un núcleo
productivo. Warisata cambió la mentalidad general en relación a tema tan crucial y a pesar de su destrucción en
1941, sobrevivió en las medidas de la reforma educativa de 1955.

b. Los derechos sobre el territorio del Chaco y los


tratados 1879 - 1913
Los límites internacionales de Bolivia en 1825 estaban referidos a los de la Audiencia de Charcas y se basaban en
los títulos coloniales que heredó la República. Si bien es cierto que en algunos casos estos no eran del todo
precisos, la soberanía jurídica de Bolivia sobre el Chaco fue siempre reconocida en la cartografía internacional del
siglo XIX y el XX hasta la guerra.

El territorio en litigio era un triángulo muy claramente definido por tres ríos. En el norte muy dentro de territorio
boliviano el río Parapetí (en el departamento de Santa Cruz, pasa por Camiri), al oeste el río Pilcomayo, al este el
río Paraguay y en el sur el vértice de ambos ríos que confluyen exactamente en la ciudad de Asunción. En el norte
19º de latitud, al sur 25º, al oeste 64º de longitud y al este 57º. Las pretensiones paraguayas llegaban hasta el
Parapetí, pasando por los departamentos de Tarija, Chuquisaca y Santa Cruz. Bolivia reivindicaba el territorio hasta
la confluencia del Paraguay y Pilcomayo, es decir una frontera que tocaba a la capital paraguaya.

En los hechos, el centro del Chaco boreal casi no estaba ocupado salvo pequeños fortines de ambos países.
Paraguay había establecido varios puertos sobre el río Paraguay con fuerte inversión argentina y aún inglesa que
incluía varias líneas férreas. Los más importantes puertos eran Olimpo, Bahía Negra y' basado. Bahía Negra
estaba casi a 20º de latitud, más al norte del único puerto boliviano sobre el Paraguay, Puerto Pacheco que fue
tomado en 1886 por los paraguayos. Los bolivianos en cambio habían desarrollado su penetración sobre el
Pilcomayo, con los puestos de Ballivián, Linares y Magariños, pero sin inversión económica ni presencia de
población.

Sobre esta realidad en litigio, desde el nacimiento de ambas repúblicas, se hicieron varios esfuerzos por encontrar
una solución. El primero fue en 1879 con el tratado entre Antonio Quijarro por Bolivia y e1 canciller Decoud por
Paraguay que dividió el Chaco en dos partes a la altura del paralelo 22 el parlamento paraguayo no ratificó el
tratado. En 1887 Isaac Tamayo por Bolivia firmó el segundo tratado con Domingo Aceval que dividió el territorio en
ángulo recto y en tres partes, noroeste para Bolivia, sudeste para Paraguay y centro a definir por arbitraje.
Tampoco hubo ratificación paraguaya.

En 1894 Telmo Ichaso firmó con el plenipotenciario paraguayo Benitez el acuerdo que tampoco fue aprobado en el
que se trazaba una perpendicular entre fuerte Olimpo (212) al noreste y Magariños al sudoeste (23º). Pero el
tratado más nefasto que firmó Bolivia fue el suscrito en Buenos Aires por Claudio Pinilla con el canciller paraguayo
Adolfo I. Soler, que ponía en entredicho nada menos que las provincias Cordillera y Chiquitos de Santa Cruz y la
entonces provincia Azero de Chuquisaca. En 1913 Ricardo Mujía logró la caducidad de este trata lo que fue, sin
embargo, un caballo de batalla de los paraguayos en las negociaciones ulteriores.

c. Los Móviles de la guerra


Hay muchas interpretaciones sobre los verdaderos móviles de la guerra. Veamos las dos más importantes:

1.- La tesis más socorrida es la que dice que en realidad fue un conflicto promovido por el imperialismo, que se
reflejaba en el enfrentamiento entre la petrolera norteamericana Standard Oil que operaba en Bolivia y la anglo-
holandesa Royal Dutch Shell, cuya subsidiaria la Unión Oil Co. iba a operar en el Chaco Boreal. No se puede dudar
que la imposibilidad de exportar petróleo boliviano por el río Paraguay, bloqueado por los paraguayos, perjudicaba
y aislaba a la Standard. La Argentina pretendía explotar por su cuenta el petróleo que tenía en el norte y la
presencia de la Standard en ese país fue hostilizada, negando la autorización para un oleoducto entre Bolivia y
Argentina (la Standard construyó clandestinamente un pequeño oleoducto al mencionado país con el que sacó
petróleo boliviano). Pero está claro también que en el Chaco boreal no hay petróleo. Todo se hacía sobre
presunciones y teóricas reservas que nunca se descubrieron. El petróleo fue sujeto de la guerra no como causa
sino como consecuencia del avance paraguayo sobre los pozos bolivianos. La Standard no ayudó a Bolivia en la
guerra tal como se podía suponer si la posición al país efectivamente favorecía a sus intereses. Finalmente, el
volumen de petróleo producido era francamente insignificante en el contexto de la producción mundial de la
Standard. No se justificaba armar un conflicto en aras de intereses más teóricos que reales.

2.- El enclaustramiento marítimo de Bolivia obligó al país a mirar al Atlántico y buscar, a través de un puerto y la
libre navegación sobre el río Paraguay, una salida al océano. Por eso, el Chaco se convirtió en región estratégica.
Inexplicablemente, sin embargo, Bolivia no llevó las operaciones militares al río Paraguay. Durante casi toda la
guerra el escenario estuvo volcado sobre el Pilcomayo, salvo cuando esporádicamente Estigarribia lo llevó al río
Paraguay.

Un aspecto fundamental en el conflicto y que explica en bue la medida el éxito militar del Paraguay es el hecho
probado de que Argentina tomó desde el primer momento partido por Paraguay. Los intereses de ese país en el
Chaco eran mayores que los de los propios paraguayos, las familias Casado (uno de cuyos miembros era cuñado
del Presidente argentino Agustín Justo), Gibson, Zeballos y otras tenían poblaciones propias (puerto Casado)
ferrocarriles, miles de hectáreas de explotación forestal (quebracho) y ganado. A lo largo de la guerra la hostilidad
argentina y su apoyo a Paraguay tuvieron gran influencia en el desenlace del conflicto.
d. Caracteristicas del territorio
El Chaco es un territorio de aproximadamente 290.000 km2 que en esos años contaba con una población total de
no más de 70.000 almas, en el que se alternan bosques subtropicales con grandes extensiones planas cubiertas de
vegetación herbácea y espinosas, con una escasez crónica de agua, mucha arena (con el polvo subsecuente) y un
sol de plomo que cae sobre la región. Las lluvias escasas cuando caen inundan el terreno y lo convierten en un
barrizal imposible. Víboras, roedores e insectos conforman su fauna. Las tribus de la región eran tobas, matacos,
tepietis y choropis.

La falta de agua fue el enemigo número uno del ejército boliviano, integrado mayoritariamente por soldados
quechuas y aimaras, acostumbrados a la montaña (a más de 3.000 mts.), temperaturas bajas y espacios abiertos.
En contraste, los paraguayos vivían en un medio que les era propio, combatieron acostumbrados al clima y
conocedores de su terreno. Bolivia encaraba otra vez un escenario militar alejado de sus centros vitales. Igual que
en el Pacífico y en el Acre, su ejército tuvo que recorrer cientos o miles de kilómetros en territorio alejado, sin
población propia significativa, sin intereses económicos bolivianos y sin vías de comunicación adecuadas.

La distancia entre La Paz y el fortín Nanawa, el punto más al sur al q le llegó nuestro ejército era de 2.500
kilómetros, mientras que la distancia entre Asunción y Nanawa era sólo de 350 km.

e. 1932 se desata la guerra


1932. SE DESATA LA GUERRA
Ya hemos visto los acontecimientos producidos en el gobierno de Hernando Siles y la decisión de Salamanca de
penetración militar en el Chaco y su ruptura de relaciones con Paraguay. El 15 de Junio de 1932 el mayor Oscar
Moscoso y su destacamento tomaron el fortín López que controlaba laguna Chuquisaca (Pitiantuta para los
paraguayos) descubierta en mayo del 32 por lo bolivianos, pero que ya había sido ocupada en marzo le 1931 por
los paraguayos.

La laguna era un centro de abastecimiento de agua importante en una región seca. Entre el 15 y 16 de julio, los
paraguayos retomaron la laguna desalojando a Moscoso del Fortín Mariscal Santa Cruz a orillas de la laguna, que
según Bolivia había estado allí desde hacía varios años. El Presidente Salamanca anunció el 18 de Julio en el
balcón del palacio quemado que Bolivia no permitiría el ultraje y ordenó la toma de los fortines paraguayos Toledo,
Corrales y Boquerón. Entre el 24 y 31 de julio de 1932 se produjeron las acciones y se tomaron los tres puestos, el
Cnel. Emilio Aguirre, que murió pocas horas después del asalto, tomó Boquerón el 31 de julio. La guerra había
comenzado.

Uno de los hechos más dramáticos que vivió Bolivia en esos a los fue una suerte de guerra interna. Mientras se
preparaba para movilizar a miles de soldados al frente, entre 1932 y 1934 se produjeron varios levantamientos
campesinos en el altiplano que obligaron a acciones militares de represión. Los levantamientos no sólo fueron
promovidos por jefes indios, sino por activistas contrarios a la guerra casi todos ligados al anarquismo y al
socialismo. El reclutamiento de soldados en el campo fue traumático y devino en una terrible y muchas veces
sangrienta confrontación interior. Una paradoja más de una nación que combatió en el frente externo y en el
interno.

f. Las fases del conflicto y las difíciles relaciones


entre Salamanca y El Alto mando
La guerra del Chaco puede dividirse en cuatro fases, la primera entre junio y diciembre de 1932 en que el conflicto
comienza y ambos ejércitos se preparan para una contienda que sería de largo aliento. Bolivia pasa a la ofensiva.
La segunda fase se desarrolla entre diciembre de 1932 y diciembre de 1933 en que Bolivia combate bajo la
conducción de Kundt, es el último momento de la ofensiva boliviana. La tercera fase entre diciembre de 1933 y
enero de 1935 de plena ofensiva paraguaya. La última entre febrero y julio de 1935 en que se da la exitosa defensa
de Villamontes y el acuerdo de tregua.
En Paraguay el Presidente Eusebio Ayala dejó toda la responsabilidad de la guerra al General José Félix
Estigarribia, militar de gran capacidad educado en la escuela francesa de Saint Cyr que llevó exitosamente a sus
tropas en la contienda y condujo las operaciones sin injerencias. En Bolivia en cambio, el Presidente Salamanca
desconfió y miró a menos a su alto mando.

La tensa relación entre ambas partes provocó la caída de Salamanca, pero además determinó que el Presidente
condujera las operaciones desde el palacio de gobierno de La Paz. Sus órdenes no siempre eran cumplidas y los
militares en el frente se sentían despreciados y ultrajados por el mandatario. Así fue que Bolivia tuvo cinco jefes
militares a lo largo del conflicto. Filiberto Osorio (1932), José L. Lanza (1932), Hans Kundt (19324933) y Enrique
Peñaranda (1933-1935). El único que tuvo mando absoluto y sin trabas fue Kundt.

g. Manuel Marzana (1889 - 1980)


Marzana es quizás el mayor héroe boliviano de la guerra del Chaco, él simboliza al medio millar de bolivianos que
defendieron, muchos de ellos con su vida, el fortín Boquerón.

El Gral Marzana nació en Tarabuco (Chuquisaca) el 7 de junio de 1889. Estudió en Sucre. Ingresó al colegio militar
en 1907. En 1914 logró el grado de teniente. Fue edecán del Presidente Gutiérrez Guerra. En 1925 formaba parte
del Consejo Supremo de Guerra.

Fue parte del tribunal de Justicia Militar entre 1930 y 1931. En el comienzo de la guerra comandó el regimiento
Campos 6 de infantería. En 1932, a los 43 años, tomó y defendió Boquerón con el llamado destacamento Marzana.
Fue hecho prisionero y estuvo preso en Paraguay hasta 1936. En ese año fue nombrado prefecto de Chuquisaca.
En 1937 fue ascendido a coronel. En 1962 el senado lo nombró de modo honorífico General de Brigada. Murió a
los 90 años en La Paz el 4 de enero de 1980.

h. 1932 Boquerón, el escenario de los héroes


En Boquerón, el ejército de Bolivia escribió una de las páginas más brillantes de su historia, dando muestras de un
heroísmo admirable. El destacamento que tras la muerte de Aguirre comandaba Marzana tuvo Boquerón bajo su
control entre agosto y septiembre de 1932. El gobierno paraguayo decidió la retoma de los tres fortines como
cuestión de honor nacional. La ofensiva paraguaya comenzó el 9 de septiembre. Bolivia planteó la defensa en el
mismo tenor, no se debía ceder el fortín bajo ningún concepto. Ambos países pensaron que este episodio definiría
el carácter de la guerra e influiría sobre la moral nacional. Los defensores bolivianos sumaban apenas 448 con 350
fusiles, 40 ametralladoras, 3 cañones y dos antiaéreos.

Estigarribia llegó a plantar alrededor de Boquerón una fuerza de entre 9.000 y 11.500 efectivos de acuerdo a
fuentes paraguayas. El jefe paraguayo pensó que esa relación de más de 10 a 1 le permitiría un triunfo fácil y
rápido. No fue así. Marzana y sus hombres resistieron por 20 días. En la primera jornada los paraguayos se
acercaron hasta menos de 50 metros de las trincheras pero fueron repelidos con fuego nutrido. Los batallones
bolivianos que salieron a socorrer Boquerón no pudieron llegar a su objetivo, todas las vías estaban cortadas por el
enemigo, pero los paraguayos retrocedieron desanimados ante la magnífica defensa, permitiendo el ingreso de un
regimiento boliviano al mando de Tomás Manchego. Tres días tardó el ejército paraguayo en rodear
completamente el fortín. Marzana había agotado las municiones de los cañones y pidió ahorrar balas y disparar
sólo con blanco seguro. El capitán Víctor Ustarez rompió heroicamente el cerco y entró a Boquerón con 58
hombres, reforzando y subiendo la moral del contingente de defensores. Una nueva incursión de Ustarez fuera del
fortín para conseguir más refuerzos le costó la vida al héroe.

Los ataques en oleadas sobre el fortín agotaron la defensa. Los víveres se terminaron, el único pozo de agua
accesible era atacado por un nido de ametralladoras paraguayo, acercarse era muerte segura, un par de cadáveres
de soldados bolivianos flotaba en el pozo. Los pertrechos que lanzaba la aviación boliviana caían casi siempre
fuera de las trincheras (la aviación boliviana tuvo un destacado papel en toda la guerra. Fue siempre superior a la
paraguaya, contaba con un equipo moderno de aviones Curtiss que dominaron el aire del Chico). Los soldados
eran casi espectros, pero no se rendían. El alto mando pedía lo imposible, resistir quince días más hasta la llegada
de refuerzos. No había fuerzas ni para enterrar a los compañeros caídos. El 19 no había balas sino para un
combate de diez minutos.
Los soldados desesperados empezaron a beber sus propios orines. Marzana decidió pedir una tregua para una
capitulación honrosa. Levantó bandera blanca, los paraguayos que estaban a escasos metros de las trincheras
creyeron que era rendición y se abalanzaron y tomaron el fortín. En silencioso homenaje, el mando paraguayo vio
salir a los héroes que quedaban vivos en harapos, casi sin poder caminar. Centenares de muertos y moribundos
yacían allí. Estigarribia creyó siempre enfrentar a por lo menos 1.500 bolivianos; en el mejor momento no habían
llegado a 700. Sobrevivieron menos de 450. El Presidente paraguayo dijo "los bolivianos pelearon con tal bravura y
coraje...que merecen nuestro respeto". Marzana dijo al volver de tres años de prisión en Paraguay: "No hicimos
más que cumplir con nuestro deber"

i. Hans Kundt (1869 - 1939)


Nació en Neustrelitz (Mecklenburgo, Alemania) el 28 de febrero de 1869. De familia de militares, se graduó como
subteniente en 1889. En 1902 integró como capitán el alto estado mayor alemán.

En 1908 llegó por primera vez a Bolivia. En 1911 comandó una misión para reestructurar el ejército boliviano.
Combatió en la primera guerra mundial en Polonia y Galizia donde fue herido y luego condecorado.

Volvió a Bolivia en 1921 ya como general. Adoptó la nacionalidad boliviana y ce mandó otra misión
reestructuradora. En 1923 fue nombrado ministro de Guerra por Bautista Saavedra.

En 1930 dejó Bolivia a la caída de Siles. Convocado por clamor popular retornó a fines de 1932 a los 63 años, para
hacerse cargo del ejército en campaña en el Chaco. Condujo la guerra hasta diciembre de 1933. El fracaso de su
conducción lo obligó a renunciar y abandonar el país para siempre. Kundt murió en Lugano (Suiza) el 30 de Agosto
de 1939 a los 70 años.

j. 1932 - 1933. Kundt a la cabeza. Ofensiva y


desangramiento
La retoma paraguaya de los fortines Corrales, Toledo y Boquerón abrió una contraofensiva que condujo a una
retirada poco afortunada del ejército boliviano, que entre el 19 y 23 de octubre de 1932 fue derrotado en Arce y
Alihuatá .El fortín Arce (uno de los más importantes del ejército boliviano) fue abandonado e incendiado y las tropas
sólo pudieron reorganizarse en Kilómetro 7, bajo el mando de Bernardino Bilbao Rioja quien planteó exitosa
defensa rompiendo las líneas de ataque paraguayas.

Arce y Alihuatá dejaron un sabor amargo en el pueblo que clamó por el cambio del alto mando y el retorno de Hans
Kundt. La ciudadanía exigió que el general alemán se haga cargo del comando de las FF.AA. Salamanca, no muy
convencido, no tuvo más remedio que llamarlo y además cederle todas las prerrogativas militares que había
disputado con los jefes bolivianos. El 6 de diciembre de 1932 Kundt se hizo cargo del mando y se trasladó a
Villamontes. La filosofía de Kundt era muy sencilla había que tomar la iniciativa y atacar sin tregua. En el año de su
mando Bolivia llegó al punto más al sur del Chaco en una ofensiva permanente. En pocos días recuperó los
puestos perdidos de Platanillos y Loa. Entre Enero y Junio de 1933 atacó Toledo, retomó Alihuatá y campo Jordán
(donde murió heroicamente Germán Jordán), retomó luego Arce y Gondra. Fue un avance arrollador que se detuvo
dramática y definitivamente en Nanawa. En esas acciones de avance se destacó la valentía de Germán Busch y los
oficiales Rodríguez, Reque Terán, Morales, De la Riva y Barrero.

Kundt hizo erradamente de Nanawa una cuestión vital. Decidió atacar contra la opinión de Salamanca. Los
paraguayos prepararon durante seis meses su defensa (ya se había producido un ataque boliviano sin éxito en
enero), ubicando 9.000 hombres un las trincheras y el puesto. Bolivia tenía también 9.000 hombres (En Boquerón
Paraguay tuvo una relación ventajosa de 11 a 1, en Nanawa la relación era de 1 a 1). El ataque se produjo entre el
4 y 8 de julio de 1933. Bolivia usó por primera vez cuatro tanques y varios lanzallamas. Fue una ofensiva suicida de
cuatro días en los que las fuerzas de Bolivia conquistaron algunas trincheras, pero terminaron exhaustas y tuvieron
que retroceder y abandonar el intento. 2.000 soldados bolivianos perecieron en ese heroico e inútil ataque, dejando
un panorama macabro, una verdadera carnicería. "Los cañones se doblaban de tanto disparar" relató un ex-
combatiente boliviano. En Nanawa terminó el impulso ofensivo de Bolivia.
Entre agosto y diciembre de 1933 Estigarribia contraatacó, produciendo la caída de Campo Grande, Alihuatá y
Campo Vía (6 al 11 de diciembre de 1933). Campo Vía fue el peor desastre militar boliviano en toda la guerra. El
cerco de los paraguayos produjo la caída de dos divisiones enteras, la cuarta y la novena, 7.500 hombres fueron
hechos prisioneros con todo y su armamento. Sólo pudo salvarse un destacamento de 3.000 hombres al mando del
Cnel. Enrique Peñaranda que rompió el cerco paraguayo. Fue la caída de Kundt. Salamanca lo relevó del mando y,
a pesar de haber decidido que José L. Lanza lo sustituya, el Cnel. Toro en una maniobra hizo que Kundt firmara su
última orden, el nombramiento de Peñaranda que había sido ascendido a general

k. 1934. La incesante ofensiva paraguaya


A partir de Campo Vía Estigarrabia se dio cuenta de que sus posibilidades de hacer retroceder al ejército boliviano
eran muy buenas y atacó. Bolivia tenía sus dos mayores centros de operaciones en Muñoz y Ballivián sobre el
Pilcomayo.

En el comando boliviano la influencia de los coroneles Ángel Rodríguez y David Toro sobre un Peñaranda más bien
indeciso, diluyeron la estructura de autoridad que tuvo varias contradicciones. Con todo, entre marzo y abril, Bolivia
logró éxitos parciales en La China, Campo Jurado y Conchitas. En Cañada Strongest, siguiendo la táctica
paraguaya, el ejército boliviano embolsó a la segunda y séptima divisiones paraguayas. Fue el mayor éxito militar
boliviano en la guerra. Los vencedores dejaron en el campo más de 500 muertos paraguayos y tomaron prisioneros
a 1.400 soldados y oficiales con su armamento.

Pero Estigarribia no se detuvo, logró derrotar a los bolivianos en Cañada, Tarija, tomando otro alto contingente de
prisioneros y se dispuso a tomar Ballivián que concentraba 18.000 hombres y la mayor cantidad de reservas y
pertrechos de todo el frente de operaciones. En julio Estigarribia no pudo tomar Ballivián. Decidió entonces abrir
otro frente, esta vez sobre el río Paraguay con la toma de Picuiba y Carandaití.

En septiembre los contraataques bolivianos en Algodonal y la Rosa, que estuvieron a punto de tomar entera una
división paraguaya, frenaron la ofensiva, pero Estigarribia volvió a presionar sobre Ballivián. A pesar de que Bolivia
logró organizar una retirada con orden y destruir Ballivián antes de abandonarlo, los paraguayos tomaron dos
divisiones con un saldo de 4.000 prisioneros y casi 2.000 muertos (noviembre de 1934).

l. El "Corralito" de Villamontes. Caida de Salamanca


Noviembre de 1934 fue un mes complejo y aciago en Bolivia. Las relaciones entre Salamanca y el alto mando eran
entonces pésimas. A pesar de la guerra, se convocó a elecciones para Presidente y éstas se realizaron el 11 de
noviembre. El candidato oficial Franz Tamayo (59,2 % de los votos) derrotó a Juan María Zalles. Tamayo
Presidente electo, nunca llegaría a posesionarse ante la realidad de los vergonzosos hechos de Villamontes.

La caída de Ballivián colmó al Presidente que destituyó a Peñaranda y posesionó a Lanza, el 26 de noviembre. El
27 el Presidente llegó a Villamontes acompañado de Lanza, el nuevo comandante. Allí lo esperaban Peñaranda,
Toro, Busch, Moscoso y otros oficiales que habían decidido desacatar el nombramiento y derrocar al Presidente.
Encerrado, desarmado y prácticamente solo en el edificio del comando, el anciano Presidente recibió la intimación
para renunciar. No tuvo alternativa.

Mientras los soldados combatían denodadamente en el frente, los jefes militares derrocaron en pleno comando de
operaciones al Presidente de Bolivia. Salamanca, su hijo y el Gral. Lanza fueron embarcados en un avión hacia
Santa Cruz. El 28 de noviembre, guardando las formas democráticas, se posesionó José Luis Tejada Sorzano,
cuyo objetivo era buscar la paz lo antes posible. Las características de este golpe de estado hicieron que fuera
recordado por la historia como el "corralito" de Villamontes.

m. Bernardino Bilbao Rioja (1895 - 1983)


Bilbao es sin ninguna duda otro de los grandes héroes de la guerra. Militar de honor, modesto y organizado fue el
gran protagonista de Kilómetro 7 y de la defensa de Villamontes, dos de los mayores éxitos de armas de Bolivia.
Bernardino Bilbao nació en Arampampa (Potosí) el 20 de mayo de 1895. En la carrera militar no sólo estuvo en el
ejército, sino que fue de los pioneros de la aviación. Fue miembro de la junta de gobierno de 1930. Combatió en el
Chaco y llegó al grado de coronel. Fue uno de los oficiales más destacados en la contienda y estuvo lejos de las
intrigas y problemas del alto mando. En 1935 contaba con 40 años.

En 1939, tras la muerte de Busch, fue nombrado comandante en jefe del ejército. En ese mismo año fue golpeado
en palacio de gobierno y desterrado por el gobierno de Carlos Quintanilla que lo consideraba un potencial enemigo
político. Se hizo militante de FSB y fue su candidato presidencial en 1951 y 1966. Murió en La Paz el 13 de mayo
de 1983 a los 88 años.

n. 1935. La exitosa defensa de Villamontes


Entre noviembre de 1934 y enero de 1935 el avance paraguayo fue frenético, al punto que el 14 de enero
Estigarribia tomó una banda del río Parapetí, logrando el sueño imposible de tocar el punto más al norte de la
aspiración paraguaya sobre el territorio chaqueño.

El combate había llegado de manera insospechada a los contrafuertes de la cordillera de los Andes (cordillera del
Aguaragüe), donde la ventaja geográfica y el conocimiento del medio fue un factor para destacar la capacidad
combativa del soldado boliviano. Igual que Bolivia al comenzar la guerra, los paraguayos estaban demasiado lejos
de sus centros de abastecimiento y tenían serios problemas. A pesar de ello, Estigarribia, tentado por la proximidad
de los campos petroleros bolivianos, decidió tomar Villamontes. Para Bolivia la defensa de Villamontes fue
realmente de vida o muerte, no sólo por defender su riqueza petrolífera amenazada, sino por el riesgo potencial
que se cernía sobre dos centros urbanos importantes, Tarija y Santa Cruz. El Cnel. Bernardino Bilbao Rioja fue
encargado de organizar la defensa.

Bolivia levantó prácticamente un nuevo ejército (el tercero a lo largo de la guerra); casi 30.000 hombres defendieron
la plaza con artillería pesada y pertrechos bélicos nuevos. Se construyeron trincheras por kilómetros y se organizó
una notable red de comunicaciones internas. Bilbao era un militar de primer nivel y lo demostró en su celo
organizativo. Paraguay puso 15.000 hombres al frente. El ataque a Villamontes comenzó el 16 de febrero de 1935.

Era un intento suicida, la superioridad numérica boliviana, más aún en posición defensiva era abrumadora. Fue una
semana infernal, a pesar de haber logrado abrir dos o tres brechas, los paraguayos caían por cientos en sus
ataques de oleadas sucesivas, barridos por la artillería y las ametralladoras bolivianas. El 23 de febrero, después
de haber dejado miles de hombres muertos en el campo, Estigarribia se dio cuenta de que la ofensiva había
fracasado y que había sido derrotado en Villamontes. Bolivia realizó entonces operaciones tímidas de
contraofensiva, mientras el agotado ejército paraguayo emprendía una retirada que implicó la cesión del Parapetí.
En mayo de 1935, los paraguayos se habían replegado hacia el sur casi 150 kilómetros.

o. La ruta diplomática en la guerra y la firma de La


Paz
Al comenzar la guerra Bolivia fue vista internacionalmente como el país agresor y como la nación más poderosa de
las dos, por esa percepción Paraguay logro simpatía para su causa. En 1933 una comisión de neutrales pidió el
retroceso de Bolivia hasta Ballivián. En la conferencia de paz de diciembre de 1933 se logró un armisticio de algo
más de un mes.

En 1934 los representantes bolivianos David Alvestegui, Alberto Ostria, Enrique Finot y Casto Rojas lograron
notables éxitos diplomáticos hasta invertir la figura. Paraguay apareció como nación agresora y Bolivia logró la
ratificación del libre tránsito de sus productos por las naciones vecinas, salvo claro, Argentina. Se levantó el
embargo de armas contra Bolivia y se lo mantuvo contra Paraguay que se retiró de la Liga de las Naciones.

En junio de 1935, bajo la presión del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas que estaba claramente a favor de
Paraguay, se intensificaron las negociaciones de paz. El 12 de junio de 1935 se firmó el protocolo de paz entre los
cancilleres Tomás Elío de Bolivia y Luis Riart de Paraguay. El 14 de junio a las 12 del mediodía terminó la guerra.
Entre 1935 y 1938 se realizaron ardua: negociaciones para definir los nuevos límites, devolver prisioneros y lograr
una salida soberanía de Bolivia al río Paraguay (que finalmente se le negó). El 21 de Julio de 1938 se firmó en
Buenos Aires el tratado de paz, amistad y límites definitivo entre Bolivia y Paraguay, lo suscribieron Eduardo Diez
de Medina y Enrique Finot por Bolivia y Cecilio Baez y José Félix Estigarribia por el Paraguay.

La guerra dejó un saldo terrible. Bolivia movilizó tres ejércitos con un total de 200.000 hombres, con un saldo de
50.000 muertos y 20.000 prisioneros. El costo de la guerra fue de 228 millones de dólares, financiados por el banco
Central y algunos préstamos de empresarios mineros ya que tenía su crédito internacional suspendido. La
consecuencia fue el inicio de un proceso inflacionario. Paraguay movilizó 150.000 soldados, con un saldo de
10.000 muertos y 2.500 prisioneros. El costo de la guerra fue para ese país de 128 millones de dólares.

VIII. Viejo Orden o Revolución (1936-1952)


El Momento Histórico

El final frustrante y amargo de la guerra hirió al país entero, pero sobre todo hirió de muerte al viejo sistema político.
Al terminar el conflicto bélico se abrió un momento de transición histórica lleno de tensiones y de fuerzas
contrapuestas que lucharon durante tres lustros por imponer sus diferentes visiones del país. El parto largo, lleno
de meandros y de violencia, culminó finalmente en el movimiento revolucionario mayor que haya vivido Bolivia en
su historia republicana, la revolución de 1952.

La guerra cerró un ciclo que se puede apreciar como el más largo y el más coherente de todos los proyectos
políticos que haya ensayado Bolivia. Cincuenta años de estabilidad casi absoluta y otros quince en los que, con
sólo dos interrupciones, se vivió también bajo las normas impuestas en 1880, marcaron el proyecto realizado por
un estamento social que escogió la democracia formal y el liberalismo como caballitos de batalla de su éxito. Pero
la nación no estaba dispuesta a seguir aceptando a ojos cerrados a los partidos tradicionales cuyo agotamiento era
más que evidente. Salamanca perdió su apuesta, no logró la redención que esperaba en el Chaco, aunque en
muchos sentidos el país encontró en el campo de batalla su propio espejo, que no respondía al modelo que había
intentado hacer la oligarquía en el poder. El sistema compartimentado de clases sociales que funcionó en la guerra,
en la que quechuas y aimaras iban siempre al muere, y la corrupción e ineptitud de muchos mandos a vista y
paciencia de los soldados, generó el nacimiento de una "conciencia de clase" de los campesinos y una sensación
de derecho adquirido en el campo de batalla. Si ellos habían combatido por el país, el país les debía un trato
distinto. Como dijo Zavaleta, la guerra había logrado nacionalizar la conciencia de los bolivianos.

La efervescencia política de posguerra fue impresionante. La primera premisa era que los partidos llamados
tradicionales, a pesar del maquillaje progresista de algunos, no respondían a las aspiraciones de las mayorías. La
segunda, que era necesario buscar respuestas en programas ideológicos distintos. Las grandes corrientes que se
habían perfilado en los años veinte, comenzaron a concretarse en tres grandes líneas: el marxismo y el fascismo y
una tercera que tomó elementos de ambas, el nacionalismo. Surgieron nuevas figuras en el escenario político y las
posiciones se radicalizaron. La razón era muy simple, a pesar del medio siglo de gobiernos oligárquicos y sus
logros, los grandes problemas del país estaban muy lejos de haber sido solucionados. La sociedad seguía
desintegrada y la pobreza era el denominador común.

La propia guerra había creado una nueva fuerza: los oficiales jóvenes, algunos de ellos, con responsabilidad directa
en la conducción de las operaciones. El clamor, que pedía una rendición de cuentas por el fracaso, ponía en riesgo
a más de uno, tanto en las filas de la vieja clase política como en las de los militares. Por ello, la respuesta expedita
del golpe de estado, puede entenderse entre otras cosas como una forma de control ir una situación que podía ser
peligrosa para quienes habían fracasado en el campo de batalla. Esa decisión no fue sin embargo la de hacer un
simple cambio de guardia, conllevó la inserción de nuevos elementos ideológicos y el comienzo de la confrontación
clara entre liberalismo y estatismo. Marcó también el retorno de los militares al protagonismo político que, con algún
interregno importante, no cesaría hasta la década de los años ochenta. Abrió las compuertas para la inestabilidad.
Mientras en los últimos sesenta años el país había tenido 19 gobiernos (más de tres años de duración de cada uno
como promedio), en los 16 años que median entre 1936 y 1952 tuvo 10 gobiernos (algo más de un año y medio por
gestión). A este panorama debe sumarse una situación económica crítica con un preocupante proceso inflacionario,
como lógica consecuencia de los desmesurados gastos que los dos últimos gobiernos tuvieron que hacer para
pagar los gastos de guerra.
La revolución histórica de Bolivia en este período tiene que relacionarse con el impacto global de la segunda guerra
mundial, que cambiaría la historia contemporánea. El holocausto (1939-1945), que costó cuarenta millones de
vidas humanas y devastó Europa, fue también la confrontación ideológica de tres modelos: el capitalista y
democrático de occidente, el comunista soviético, ambos circunstancialmente aliados en la guerra y el fascismo
alemán, italiano y japonés. El triunfo de los aliados sobre Hitler dio paso a un nuevo escenario en el planeta. De la
guerra salieron las dos grandes superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, el mundo se dividió en dos
grandes bloques (democracia capitalista frente a comunismo); situación que se mantuvo hasta la caída del muro de
Berlín en 1989. Las tensiones ideológicas mencionadas influyeron fuertemente sobre Bolivia en esta etapa.
Tampoco pueden olvidarle los cambios en América Latina, el peronismo en la Argentina (1943-1955), Getulio
Vargas en el Brasil (1930-1945), el aprismo y el mariateguismo en el Perú, expresiones populistas y nacionalistas,
unas próximas al fascismo, las otras vinculadas al marxismo y al indigenismo.

 8.1. David Toro Ruilova (1898-1977)


 8.2. Gobierno Toro 1936-1937
 8.3. La Nacionalización de la Standard Oil y La Creación de YPFB
 8.4. Tristán Marof (1898-1979)
 8.5. El Complejo Rompecabezas Político Partidario de los años 30
 8.6. Partido Obrero Revolucionario (POR) (1935)
 8.7. Falange Socialista Boliviana (FSB) (1937)
 8.8. La Caída de Toro
 8.9. Germán Busch (1904-1939)
 8.10. Gobierno Busch 1937-1939
 8.11. Creación del Departamento de Pando
 8.12. La Constitución de 1938
 8.13. El Decreto del 7 de Junio. El 100 % de las divisas de los mineros al estado
 8.14. La Muerte de Busch y el Ascenso de Quintanilla
 8.15. Carlos Quintanilla (1888-1964)
 8.16. Gobierno Quintanilla 1939-1940
 8.17. Las Elecciones de 1940
 8.18. Enrique Peñaranda (1892-1969)
 8.19. Gobierno Peñaranda 1940-1943
 8.20. El "Putch" Nazi
 8.21. José Antonio Arze (1904-1955)
 8.22. Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR) (1940)
 8.23. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) (1941)
 8.24. El Estaño y la Guerra
 8.25. La Masacre de Catavi
 8.26. El Plan Bohan
 8.27. El Golpe de Estado de 1943
 8.28. Gualberto Villarroel (1908-1946)
 8.29. Gobierno de Villarroel 1943-1946
 8.30. Carlos Montenegro (1903-1953)
 8.31. Nacionalismo y Coloniaje y Tesis de Ayopaya
 8.32. El Primer Congreso Indigenal de 1945
 8.33. La Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB)
 8.34. Los Asesinatos de Chuspipata en 1944 y la Violencia Estatal
 8.35. Caída y Colgamiento de Villarroel
 8.36. Néstor Guillen (1890-1966)
 8.37. Tomás Monje Gutiérrez (1884-1959)
 8.38. La Junta de Gobierno. Gobierno de Monje 1946-1947
 8.39. Guillermo Lora 1922
 8.40. La Tesis de Pulacayo
 8.41. Las Elecciones de 1947
 8.42. Enrique Hertzog (1897-1981)
 8.43. Gobierno de Hertzog 1947-1949
 8.44. La Rebelión Indígena de 1947
 8.45. La Iglesia Católica entre El Republicanismo y La Revolución
 8.46. Mamerto Urriolagoitia (1895-1974)
 8.47. Gobierno de Urriolagoitia 1949-1951
 8.48. La Llamada Guerra Civil de 1949 y Los Hechos de Villa Victoria
 8.49. Las Elecciones de 1951
 8.50. El "Mamertazo". Un Golpe Propiciado por el Presidente
 8.51. Hugo Ballivián (1901-1995)
 8.52. La junta militar. Gobierno Ballivián 1951-1952
 8.53. La Revolución del 9 de Abril

8.1. David Toro Ruilova (1898-1977)


Toro fue una figura clave en la guerra. Su influencia fue tal que se puede decir que Peñaranda no actuaba sin el
consejo o la opinión de Toro y Ángel Rodríguez. Su discutible liderazgo en la guerra quedó muy matizado por su
paso por el gobierno y las medidas que cambiaron la orientación de la política global del país.

Toro nació en Sucre el 24 de Junio de 1898. En su juventud fue considerado un brillante oficial. Escribió Manual de
instrucción para el servicio de la pieza. En 1930 ocupó el cargo de ministro de Fomento y Comunicaciones de Siles
Reyes. En tal carácter gobernó como parte del gabinete que Siles dejó al mando del país en junio de 1930. Fue
luego agregado militar en Argentina. Su participación en la guerra del Chaco fue muy discutida, al punto que tuvo
que escribir un libro para justificarse, Mi actuación en la guerra del Chaco. En 1936 un golpe de estado
protagonizado por Germán Busch lo hizo Presidente (tenía 37 años). En 1937 fue derrocado precisamente por
Busch. Desde entonces su figura se apagó. Murió el 25 de julio de 1977 en Santiago de Chile a los 79 años.

8.2. Gobierno Toro 1936-1937


El hombre fuerte de los oficiales jóvenes del Chaco fue sin duda Germán Busch. Lo fue en el movimiento que
terminó con Tejada y lo fue para culminar como Presidente, dando otro golpe algo más de un año después. En
combinación con algunos partidos a los que desplazó ya en el mando, Busch derrocó a Tejada sin derramar una
gota de sangre y sin violencia. Rápidamente se desahució al republicanismo saavedrista desterrando a Bautista
Saavedra a Chile y clausurando "El Diario", portavoz del liberalismo. Seis días después del golpe llegó Toro de una
inspección en el Chaco y juró a la presidencia el 22 de Mayo de 1936.

En su discurso el Presidente dijo que su misión era "implantar el socialismo de estado con el concurso de los
partidos de izquierda". Esa sola frase que probablemente Toro no acabó de entender y que no reflejaba
exactamente lo que haría en el gobierno (que luego se acuñó como socialismo militar, que tampoco quería decir
gran cosa), reflejó la dimensión del giro que se comenzaba a dar en Bolivia. La combinación de ambas palabras,
más allá de su real significado, era simple y sencillamente un anatema para quienes habían gobernado hasta
entonces.

El gobierno militar se alió con una de las tantas pequeñas organizaciones progresistas que se adjudicaron, no sin
cierta razón, el marbete de socialistas. Este era el caso de la Confederación Socialista Boliviana liderizada por
Enrique Baldivieso que copó la mitad del gabinete con cuatro representantes de los ocho ministros, los tros cuatro
fueron militares.

Los primeros signos del cambio los marcó precisamente el nuevo equipo ministerial. Se crearon dos ministerios, el
más importante el de Trabajo y Previsión Social que se le encomendó a un trabajador, Waldo Alvarez. Fue el
primer caso en la historia boliviana de un obrero en el gobierno. Alvarez era linotipista y secretario general de la
FOT. Nació también el ministerio de Minas y Petróleos cuya significación es evidente; por un lado la nacionalización
del petróleo y por el otro el poder minero que seguía sien lo clave en la economía nacional. Toro creó también el
rubro de propaganda como parte del ministerio de RR.EE., inspirado en los instrumentos que el fascismo y el
comunismo usaban en Europa para reforzar sus políticas.
Si bien el conflicto con el Paraguay tenía pendiente el documento definitivo de paz, se había producido la
desmovilización y un retorno rapidísimo de los soldados quechuas y aimaras a sus comunidades; comenzaron a
llegar en masa los prisioneros de guerra desde Paraguay y se restablecieron relaciones diplomáticas con esa
nación.
La situación económica después de le guerra presentaba notables paradojas. El peso de una deuda externa
impaga y el proceso inflacionario, llevaron el cambio (y consiguiente devaluación) de nuestra moneda, de un
boliviano por 18 peniques de libra esterlina en 1932, a un Bs. por menos de un penique en 1935. El reclutamiento
masivo en el campo condujo a una caída de la producción agrícola y a la necesidad de importar hasta papas de
Holanda. Pero el retorno de los ex-combatientes normalizó muy rápidamente el trabajo en el agro. Si bien la
producción minera fue afectada por el "crack" de 1929, mantuvo relativamente el número de trabajadores
necesarios para cubrir sus cupos de exportación. Igual que en las otras dos guerras, Bolivia no sufrió daño alguno
en su aparato productivo, ni en su infraestructura vital. El combate se había desarrollado a miles de kilómetros de
sus centros importantes y el petróleo amenazado, tampoco fue tocado por el enemigo.

La nueva orientación hacia los trabajadores devino en la aprobación del código del trabajo y la sindicalización
obligatoria. En octubre de 1936 se dictó el decreto de reconocimiento de derechos civiles de la mujer que le permite
ejercer profesión e industria lícita, ocupar los cargos o empleos que no requieren más que la idoneidad". Sin
embargo no le otorgó el derecho a voto, este fue reconocido parcialmente en 1946 podía votar sólo en las
elecciones municipales y como en el caso de los hombres no podían vota las analfabetas) y totalmente en 1952.

El gobierno creó el banco Minero con la intención de dar crédito a los mineros y ser un vehículo de comercialización
de minerales. A esa medida se sumó la revisión de impuestos de la minería y el impuesto a la plusvalía.

8.3. La Nacionalización de la Standard Oil y La


Creación de YPFB
La guerra del Chaco había demostrado fehacientemente la actitud soberbia de la Standard que se negó a ayudar a
Bolivia en pleno conflicto en cuestiones elementales, como provisión de gasolina de aviación y transportó
combustible clandestinamente a la Argentina y a Paraguay.

La compañía no cumplió sus compromisos, no perforó los pozos comprometidos, su producción no superó los 300
barriles diario; y lo que probablemente hizo, a pesar de la modesta dimensión de nuestras reservas, es mantener
los campos de Bolivia como potenciales reservas de su producción internacional.

El gobierno de Toro recorrió caminos contradictorios antes de decidirse por la nacionalización. El 7 de junio de
1936 declaró la caducidad de las concesiones previas a la ley de 1921 (lo que exceptuaba precisamente a la
Standard), el 24 de octubre promulgó la nueva ley del petróleo expresamente favorable a la empresa, el 13 de
noviembre se estableció que la Standard no tenía cuentas pendientes con el erario. Pero apenas cuatro meses
después, tras una ardua reunión de gabinete, decidió la nacionalización de la compañía. El decreto determinó la
caducidad de las concesiones petrolíferas y la reversión de todos sus bienes al estado. La decisión del gobierno
boliviano fue histórica, no sólo por el cambio de actitud radical en relación a la inversión externa, sino porque fue la
primera estatización en la historia del país y la primera que se hizo en toda América del Sur.

La Standard intentó revertir la medida, pero el hecho consumado se mantuvo. El magro consuelo para la
transnacional se dio en 1942 en el gobierno de Peñaranda, que decidió pagar una modesta indemnización de 1,7
millones de dólares.

Cuatro meses antes, el 21 de diciembre de 1936 se creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB),
iniciativa de personalidades como Dionisio Foianini, Enrique Mariaca, Humberto Vázquez y Jorge Muñoz Reyes,
cuya palabra fue decisiva para la nacionalización de la Standard. YPFB se fortaleció con los bienes revertidos e
inició un camino cuyo impulso y gravitación en la economía comenzó en los años cincuenta.

8.4. Tristán Marof (1898-1979)


Marof, cuyo nombre verdadero era Gustavo Navarro, es una figura clave de la izquierda boliviana en tanto reflejó
en sus primeros años de militancia la radicalización de los intelectuales de los años veinte y treinta que impulsaron
el cambio de la sociedad boliviana de su época. Marof , antes de su alejamiento del marxismo, logró un poder
notable de convocatoria y una admiración de sectores populares que marcaron a la izquierda.
Nació en Sucre el 10 de febrero de 1889. Originalmente republicano saavedrista, viajó a Europa donde abrazó el
marxismo y escribió una obra clave La justicia del inca (1926) en la que mencionó explícitamente: "Tierra al pueblo
y minas al estado". Tuvo una posición abiertamente contraria a la guerra del Chaco. Fue fundador del Partido
Obrero Revolucionario en 1935. En 1938 rompió con José Aguirre, se alejó del POR y creó el Partido Socialista
Obrero Boliviano. Marof fue furiosamente antifascista y antimovimientista. En un viraje político radical apoyó como
secretario privado de ambos mandatarios a los gobiernos de Hertzog y Urriolagoitia. Fue un destacado novelista de
su generación con obras como La ilustre ciudad y Suetonio y Pimienta entre otras. Escribió trabajos políticos y
sátira política de desigual (alidad. Murió en la pobreza en Santa Cruz el 10 de febrero de 1979.

8.5. El Complejo Rompecabezas Político Partidario de


los años 30
La explosión ideológica de posguerra abrió un espectro notable en el pensamiento criollo. La influencia marxista en
sus varias tendencias (stalinismo y trotskismo entre las principales), el pensamiento indigenista tanto puro como
teñido de marxismo bajo la influencia de Mariátegui, la fuerza del fascismo en plena aplicación en Italia y España, el
nacionalsocialismo alemán, sumados al nacionalismo como una corriente ecléctica y poco definida todavía,
determinaron una verdadera inflación de nuevos partidos y un esfuerzo poco exitoso de readecuación de las viejas
organizaciones.

En el seno de los partidos tradicionales, Saavedra trató de actualizarse aumentando a su sigla el marbete de
socialista (lo que terminaría siendo el Partido de la Unión Republicana Socialista PURS en los años cuarenta),
aunque sin una relación entre programa y sigla. Los genuinos y liberales mantuvieron su estructura aunque en
franco proceso de decadencia. Los tres partidos terminaron coaligados en una alianza que hizo posible su
permanencia en el poder en los años cuarenta; para ello el 22 de marzo de 1939 les partidos liberal, republicano
socialista y republicano genuino, firmaron un pacto que se llama la Concordancia. Carlos Víctor Aramayo por su
parte, intentó una recomposición del frente tradicional que sustentara a la minería creando el Partido Centrista. No
tuvo éxito. Gabriel Gosalvez se unió a Toro como representante de un ala del republicanismo saavedrista.

En los sectores populares y de clase media se vivía una verdadera efervescencia. La sucesión de partidos fue
notable. En 1927 se crearon el Partido Obrero y el Partido Laborista. En 1928 el Partido Comunista en la
clandestinidad que respondía a una consigna latinoamericana y que actuó algún tiempo bajo la conducción de
Carlos Mendoza Mamani. En 1929 nació el Partido Socialista Revolucionario de Bolivia. En 1930 un nuevo Partido
Socialista. En 1935 la organización Beta Gama y la Confederación Socialista Boliviana bajo la dirección de Enrique
Baldivieso y un grupo de intelectuales del que nacería el MNR y que participó en el gobierno militar de Toro. En
1939 se creó el Partido Socialista Obrero de Bolivia. La vinculación entre muchos de estos partidos y las
organizaciones sindicales como la FOT (nacional) y las FOL es (locales), no puede olvidarse.

Todas estas corrientes eran ya el germen de las grandes organizaciones políticas que en el principio de los
cuarenta marcarían las tres líneas más influyentes, la marxista (PIR), la trotskista (POR) y la nacionalista cuyas dos
veta; fueron FSB y MNR. La frase de Marof de tierras al pueblo y minas al estado, tuvo tal fuerza que definió la
línea de la izquierda. Si bien esas ideas las había expuesto en 1920 el Partido Obrero Socialista de La Paz, Marof
tuvo la habilidad de extenderlas y publicitarias al punto que el congreso obrero de 1927 las hizo propias. La
tendencia estatista y la preocupación sobre un cambio estructural en el agro fueron banderas vigorosas de todas
estas organizaciones.

En este contexto, la participación de lo: oficiales del ejército y de la institución en su conjunto en política, cambiaron
la relación de fuerzas y le devolvieron a los uniformados un papel preponderante en la política del país.

8.6. Partido Obrero Revolucionario (POR) (1935)


El POR fue fundado en Córdoba (Argentina) en junio de 1935 por José Aguirre Gainsborg, destacado ideólogo
marxista de la época y Tristán Marof y su grupo ("Tupac Amaru") Marxista de origen, el partido definió su identidad
en 1938 cuando después de la IV Internacional nació la corriente trotskista enfrentada al stalinismo. El concepto de
la revolución permanente de Trotsky se enfrentó al de Stalin de la revolución en sólo país.
El POR fue un partido importante porque a pesar de su pequeña dimensión, sobrevivió a lo largo de más de
sesenta años y marcó línea ideológica en momentos claves, los dos más significativos, la tesis de Pulacayo de
1946 y la Asamblea Popular de 1971. Desde 1953 Guillermo Lora fue su máximo líder. En posiciones ultristas y
muchas veces marginales, logró influir en la política boliviana de diversos modos y en diferente magnitud.

8.7. Falange Socialista Boliviana (FSB) (1937)


Creada bajo la influencia del fascismo español, Falange nació el 15 de agosto de 1937. Fue fundada por Óscar
Únzaga de la Vega, Guillermo Kennig Voss, Federico Mendoza, Hugo Arias y Germán Aguilar Zenteno en Santiago
de Chile. Los conceptos corporativistas del fascismo europeo igual que su profundo sentido nacionalista, fueron
ingredientes importantes de este partido, así como un anticomunismo radical. En 1943 se incorporó Acción
Nacionalista Boliviana de Gustavo Stumpf Belmonte y Carlos Puente La Serna. En 1952 estuvo a punto de formar
parte del movimiento subversivo que protagonizó la revolución del 52, pero Únzaga se retiró a último momento. Fue
el partido que combatió con más ahínco al MNR y sufrió la violencia y los campos de concentración de ese período
(1952-1964). En 1971 llegó por primera vez al gobierno junto al MNR, apoyando a Banzer. Para ese tiempo los
grupos de choque de FSB practicaron violencia e intolerancia. Después de su salida del gobierno llegó su
decadencia hasta su casi desaparición del escenario, aunque la sigla se mantiene vigente.

8.8. La Caída de Toro


La facilidad con la que cayó Toro hace pensar que su gobierno estuvo siempre hipotecado a la notable y fuerte
personalidad de su joven amigo Germán Busch. Después de un azaroso y pionero viaje aéreo al oriente para ver a
su padre, Busch volvió a La Paz, fue proclamado líder de la legión de ex-combatientes y en su discurso preanunció
el movimiento de cambio. El 13 de julio tras una larga reunión de gabinete, Toro dimitió. El propio Busch hizo
conocer la renuncia que mencionaba que al no haber aceptado la presidencia el Gral. Peñaranda, quedaba al
mando "provisionalmente" el Tte. Cnel. Germán Busch. El golpe fue más fácil de hacer que el que derrocó a
Tejada.

8.9. Germán Busch (1904-1939)


Busch es un hombre unido a la leyenda. Fue un valiente oficial en el Chaco. Temerario y heroico en decenas de
episodios de la guerra. Impulsivo y de carácter cambiante. Ejerció liderazgo entre sus camaradas y dominó el
escenario político boliviano desde 1936 hasta su trágica muerte.

Nació en San Javier (Santa Cruz) el 23 de marzo de 1904. Ingresó al colegio militar en 1922. Logró el grado de
subteniente en 1929 y fue ayudante de órdenes del estado mayor general. Fue ascendido a teniente después de
sus exploraciones por el Chaco antes de la guerra. En la contienda fue destinado al escuadrón 6to. de caballería.
Fue ascendido a capitán por su valentía en varias acciones de la campaña. Participó en tres golpes de estado. En
1934 derrocó a Salamanca junto a otros jefes y oficiales. En 1936 derrocó a Tejada Sorzano y entregó el poder a
Toro y en 1937 derrocó a Toro. Asumió la presidencia a los 33 años. En 1938 fue elegido Presidente constitucional
por la asamblea constituyente y en 1939 se declaró dictador. Se suicidó siendo Presidente el 23 de agosto de 1939.

8.10. Gobierno Busch 1937-1939


Quienes, como los grandes mineros, creyeron que Busch les garantizaba el retorno al viejo orden se equivocaron
gravemente. Tras los primeros escarceos con los empresarios, el Presidente se alineó claramente en la
profundización de las medidas estatizantes del gobierno de Toro. El ejército, sin embargo se debatía en dos
corrientes, la impulsada por los jóvenes oficiales bajo el liderazgo de Busch y la tradicional cuyas figuras fueron
primero Quintanilla y luego Peñaranda. Aunque reducido a algo más de 5.000 efectivos, el ejército se comía el 32
% de la torta del presupuesto. La pugna interna de los militares entre derecha e izquierda fue una contradicción
permanente que se vivió varias veces en la historia contemporánea a partir del Chaco.

Busch fue un Presidente impulsivo con arranques personales de gran generosidad y de gran intransigencia. Fue
duro con los opositores, limitó el trabajo de la prensa, exiló o confinó a importantes personalidades, la más
destacada Bautista Saavedra que murió en el exilió. Cuando Toro intentó un movimiento subversivo en Yacuiba y
Palmar en 1938, ordenó un sumario de guerra y condenó a muerte y ejecutó a uno de los sublevados, el Tte. Cnel.
Juan de Dios Cárdenas. Es muy conocido el encuentro que tuvo en palacio con Alcides Arguedas a quien (hombre
de 60 años) abofeteó hasta hacerle brotar sangre del rostro, furioso por un artículo crítico del escritor.

Su ruptura con los partidos tradicionales llevó a la organización de la llamada Concordancia entre liberales,
republicanos genuinos y saavedristas. Firmaron ese documento de unidad personalidades como Alcides Arguedas
(entonces jefe del liberalismo), Enrique Hertzog y Demetrio Canelas. En cambio, los grupos llamados socialistas
colaboraron con Busch y fue el equipo de Baldivieso, entre quienes se destacaban Augusto Céspedes y Carlos
Montenegro, que desde el periódico "La calle" defendió y apoyó al gobierno.

La primera idea de Busch fue la constitucionalización del país, para lo que llamó a elecciones para la conformación
de una asamblea constituyente que redactara una nueva constitución y eligiera presidente constitucional. A las
elecciones (marzo de 1938) se presentaron el Frente Único Socialista, y el Partido Republicano Socialista, se
abstuvieron genuinos y liberales. El frente único ganó por mayoría abrumadora. El 28 de marzo de 1938 Busch fue
elegido en la convención como Presidente constitucional, lo acompañó Enrique Baldivieso como vicepresidente.

El 21 de julio de 1938 se celebró finalmente el tratado de paz con el Paraguay que ponía fin definitivamente al
conflicto binacional. El congreso aprobó el tratado por 102 votos favorables contra 9 disidentes.

La intensa secuela de cambios no podía, sin embargo, hacer a un lado la realidad de una situación económica
difícil. El proceso inflacionario se mantuvo por encima de las expectativas. Esta es la progresión durante los
gobiernos Toro y Busch:

En cambio, la estructura de la industria mejoró gracias a la guerra. La falta de recursos para la importación y la gran
demanda del frente, hizo crecer fuertemente la industria textil y de alimentos, que se adecuó luego de la guerra a
una demanda en ascenso, que cubrió los déficits de provisión al ser desmovilizado el ejército.

El particular temperamento del Presidente y la situación de precario equilibrio político, lo condujo a declararse
dictador el 24 de abril de 1939. En los escasos cuatro meses que duró la dictadura, Busch impulsó los cambios
más importantes de su administración. Dictó un nuevo código del trabajo, profundizando algunas medidas
favorables a los trabajadores del código de Toro. Nacionalizó el banco Central que hasta entonces había tenido un
porcentaje de participación privada. Aprobó el código de la educación cuyo eje central fue el concepto de la escuela
unificada.

Un ejemplo de los días que se vivían es el del minero Mauricio Hoschild. El tráfico de pasaportes bolivianos en la
comunidad judía de Alemania y otros países centroeuropeos lo llevó a acusar a Hoschild, detenerlo, condenarlo a
muerte y luego de dramáticos pedidos incluso dentro de su gabinete, indultarlo.

En 1938 Bolivia envió una delegación a los Juegos Deportivos Bolivarianos de Lima. La presencia boliviana fue
exitosa por dos razones, la participación de la selección nacional de fútbol que ganó su primer partido internacional
(3-1 a Venezuela) y la sucesión de triunfos en carreras de velocidad y saltos de Julia Iriarte, la atleta boliviana más
completa de la historia del deporte boliviano.

8.11. Creación del Departamento de Pando


La guerra del Acre, como producto del auge de la goma, marcó un momento dramático para los territorios del norte
del país, alejados del centro andino y sin posibilidades de ser un espacio geográfico donde la nación sentara
soberanía. Tras el cercenamiento de una inmensa superficie, el llamado Territorio Nacional de Colonias se mantuvo
como un área secundaria cada vez más olvidada en la medida en que la producción de goma decrecía en
importancia en la economía boliviana.

El gobierno de Busch decidió crear el noveno departamento del país con el objeto de darle una mayor jerarquía
política a la zona y fomentar el crecimiento demográfico y económico. El 24 de septiembre de 1938 se creó el
nuevo departamento al que se bautizó con el apellido del Presidente José Manuel Pando, que había sido uno de
los exploradores más notables de ese territorio además de haber peleado en defensa de Bolivia frente a los
filibusteros brasileños.

Pando tiene una superficie de 63.827 km2, el quinto en extensión territorial. En 1938 tenía aproximadamente
18.000 habitantes. Su capital es Cobija (declarada capital departamental el 29 de septiembre de 1945), fundada el
9 de febrero de 1906 sobre la antigua localidad de Bahía, importante punto bélico en la guerra del Acre.

Departamento amazónico, rico en madera y surcado por ríos importantes como el Madera, Beni, Madre de Dios,
Orthon y Manuripi tributarios del Amazonas.

8.12. La Constitución de 1938


La evidencia de que el país encaraba un nuevo momento de su historia y de que se buscaba cerrar la página del
liberalismo abierta en 1880, se dio de manera explícita en la nueva constitución promulgada el 30 de octubre de
1938 por Germán Busch. Esta nueva carta magna es importante porque cambia la orientación de algunos principios
esenciales que fueron inamovibles desde la constitución bolivariana de 1826. Estos cambios se debían a las
corrientes en boga denominadas de constitucionalismo social que se inspiraban en la constitución mexicana de
1917, producto a su vez de la revolución que vivió ese país en 1910.

La limitación del derecho "sagrado" a la propiedad privada, pilar del liberalismo, marcaba la nueva ideología. La
propiedad como derecho social en relación directa a su utilidad para la colectividad, restringió la idea individualista
que había primado en la constitución del 80. El estado aparecía como el gran responsable de la sociedad, obligado
a educar y garantizar la salud de los ciudadanos y proteger a mujeres y niños. Era la luz verde para el
intervencionismo estatal frente al concepto de dejar hacer del estado liberal que comenzaba a desaparecer.

Debe destacarse que la Asamblea del 38, duramente fustigada e ironizada por la prensa liberal de la época, tuvo
convencionales de la talla de Renato Riverín (teórico del socialismo de estado) que fue presidente de la asamblea,
Augusto Guzmán, Roberto Jordán Cuéllar, Enrique Baldivieso, Augusto Céspedes, Félix Eguino, Wálter Guevara
Arze, Carlos Medinacelli, Víctor Paz Estenssoro, Nazario Pardo Valle, Federico Román, José Romero Loza y
Fernando Siñani, entre otros.

8.13. El Decreto del 7 de Junio. El 100 % de las


divisas de los mineros al estado
En la segunda mitad de los treinta los grandes mineros habían ya consolidado verdaderos imperios económicos.
Sus intereses trascendían largamente Bolivia, pero mantenían su fuerte influencia sobre el país. La situación de la
producción no era ya la de las dos primeras décadas del siglo. La producción había sufrido el impacto del "crack"
del 29, las cuotas restrictivas del Consejo Internacional del Estaño y la caída de la ley de mineral de los yacimientos
(menos cantidad de mineral fino por tonelada extraída), afectaron a la industria. A pesar de ello, el precio en el
período 1936-1939 fluctuó entre un mínimo de, 181 libras por ton. y un máximo de 242. La producción tuvo un nivel
mínimo de 24-461 toneladas y un máximo de 27.916.

En este panorama llegó la decisión de Busch. El 7 de junio de 1939 dictó el decreto por el cual el 100 % de las
divisas obtenidas por exportaciones de minerales debían ser entregadas al estado, que cambiaría los dólares o
libras en bolivianos y les entregaría el equivalente en moneda nacional. El gobierno podía así jugar a través de la
diferencia de cambio, multiplicando tres o cuatro veces los ingresos fiscales. Había incrementado además los
impuestos a los mineros hasta un 25 % sobre el valor de exportaciones. Esta política fue muy beneficiosa para el
tesoro y marcó el punto más duro de las relaciones gobierno mineros desde el ascenso del estaño a principios de
siglo. Fue también una de las razones que movió al poder del superestado para forzar un viraje político que se
produjo después de la muerte de Busch.

8.14. La Muerte de Busch y el Ascenso de Quintanilla


En la madrugada del 23 de agosto de 1939 tras una fiesta familiar, llega la hora fatal para el joven Presidente. Su
esposa y dos de sus edecanes vivieron de cerca la tragedia. Todas las versiones parecen ratificar la tesis de
suicidio. El Presidente era proclive a cambios bruscos de carácter y etapas de depresión. Una versión indica que
esa misma noche intentó pegarse un tiro en presencia de sus edecanes Carmona (hermano de su esposa Matilde
Carmona) y Goitia y éstos se lo impidieron. El hecho es que a las cinco y media de la mañana, encerrado en su
escritorio se disparó en la sien, quedando agonizante. Murió a las pocas horas en el hospital General de La Paz.

La figura de la sucesión era compleja porque, si bien Enrique Baldivieso había sido elegido vicepresidente en 1938,
al declararse Busch dictador, el orden constitucional se había alterado y la legitimidad del vicepresidente se podía
cuestionar. El tema pasaba, sin embargo, por la decisión del poder armado. El ejército ya había tomado la decisión,
Carlos Quintanilla se hizo cargo de la presidencia y Bernardino Bilbao ocupó el comando en jefe de las FEAA.
Baldivieso intentó convencer en palacio a los jefes militares pero era ya tarde. No cabe duda de que fue una
sustitución inconstitucional en el mando de la nación.

8.15. Carlos Quintanilla (1888-1964)


Quintanilla nació en Cochabamba el 22 de enero de 1888. Hizo estudios militares. Egresó del colegio militar en
1911, perfeccionó sus estudios en Alemania. Se retiró del ejército en 1923 y retornó a él en el gobierno de Siles
Reyes. En 1929 fue jefe de la casa militar del Presidente. Llegó al generalato de brigada en 1931, en ese mismo
año fue agregado militar en Alemania. En la guerra del Chaco fue jefe del primer y segundo cuerpo de "ejército,
pero sufrió la decisión del Presidente Salamanca de marginarlo (destinándolo a Tarija) hasta su derrocamiento en
1934. En el gobierno de Busch fue comandante en jefe del ejército. Llegó a la presidencia en 1939 a los 51 años.
En 1940 fue nombrado embajador ante la Santa Sede. Murió en Cochabamba el 8 de junio de 1964 a los 76 años.

8.16. Gobierno Quintanilla 1939-1940


Quintanilla representó un importante respiro para el poder minero y los viejos partidos que pugnaban por sobrevivir
y vieron en la elección convocada por el gobierno, una oportunidad de oro. Aunque el Presidente buscó ejercer un
gobierno más prolongado, no pudo resistir la presión general para una rápida convocatoria a comicios nacionales.
La tensión en el seno del ejército era muy clara. Bernardino Bilbao nuevo comandante en jefe, representaba la
línea de Toro y Busch, era un héroe admirado de la guerra y tenía el consenso entre los ex-combatientes que le
faltaba a Quintanilla. Por esta circunstancia se dio el episodio mas lamentable de esta gestión gubernamental.
Bilbao, fue convocado al palacio de gobierno por un subalterno para entrevistarse con el Presidente. Nada más
llegar fue rodeado por varios hombres que lo golpearon sin misericordia hasta dejarlo inconsciente. Amordazado y
esposado fue conducido a la estación de trenes y deportado en el acto a Arica. Fue una agresión cobarde e
incalificable que, sin embargo, sacó de circulación al único potencial rival político de los partido; tradicionales.

El gabinete del Presidente bajo la batuta de Fernando Pou Mont, dio el viraje hacia la derecha. Dos decretos, el del
28 de septiembre y el de 10 de octubre de 1939, aliviaron a los grandes mineros. El primero autorizaba la libre
exportación y el segundo, alegando la falta de un reglamento, dejó en suspenso el decreto del 7 de junio sobre la
obligatoriedad de entrega de divisas. El péndulo volvía a donde había estado hasta 1935, en el extremo de la
política liberal, le quedaban todavía varios movimientos antes de 1952.

8.17. Las Elecciones de 1940


Bolivia volvió a concurrir a las urnas después de seis años y después de nueve en tiempo de paz. La Concordancia
nombró como candidato al Gral. Enrique Peñaranda, figura que cubría dos frentes, el poderoso ejército apegado al
ejercicio del poder y los partidos de viejo cuño. Se pensó que sería el candidato único, pero la izquierda presentó a
un joven intelectual cochabambino, José Antonio Arze. Contra toda previsión, aunque Peñaranda ganó la elección
claramente con 58.060 votos (lo acompañó como candidato vicepresidencial Waldo Belmonte Pol), Arze obtuvo
7.645 (11% aprox.) y la izquierda en general logró una muy significativa representación parlamentaria. Aún en el
sistema de voto calificado, quedaba clan que se había terminado una hegemonía y estaba despuntando otra.

8.18. Enrique Peñaranda (1892-1969)


Peñaranda nació en Chuchulaya, Larecaja (La Paz) el 15 de noviembre de 1892. Egresó del colegio militar en
1910. En 1921 fue jefe de batallón del regimiento Pérez. Ascendió a coronel en 1932. En la guerra del Chaco fue
comandante de la cuarta división, actuó en laguna Chu-quisaca, Corrales, Toledo y Boquerón en el primer cuerpo
de ejército. Participó en el ataque a Nanawa. Su estrella comenzó a brillar en Campo Vía, la ruptura del cerco
paraguayo que salvó a 3.500 hombres le valió el ascenso a Gral. y el Cóndor de los Andes. Tras la destitución de
Kundt fue nombrado comandante en jefe del ejército en campaña. Derrocó a Salamanca en 1934. Fue candidato de
la Concordancia en 1940, ganó las elecciones y asumió la presidencia a los 47 años de edad. Fue derrocado y
exiliado en 1943 por Gualberto Villarroel. Murió a los 77 años en Madrid el 22 de diciembre de 1969.

8.19. Gobierno Peñaranda 1940-1943


Gobernar con un parlamento adverso no fue fácil para Peñaranda, pero a pesar de las tensiones respetó su
funcionamiento. La influencia de las cámaras fue realmente importante en este período como no lo había sido
desde la década de los años veinte, con la diferencia de que ahora las ideas liberales eran duramente combatidas y
puestas en entredicho por una mayoría que militaba en las filas del marxismo, el socialismo reformista y el
nacionalismo.

El clima político fue por ello muy denso durante todo el período. Si bien en 1940 el ejecutivo decretó una amnistía
irrestricta, muy pronto tuvo que apelar al estado de excepción. El sector de ferrocarriles presionó por mejo es
condiciones de trabajo y aumento salarial y fue a la huelga. Los parlamentarios radicales pidieron la nacionalización
de los trenes, proyecto que no prosperó. La censura de prensa volvió a aplicarse. Después de un rotundo triunfo de
la oposición de izquierda en las elecciones parlamentarias de 1942 y los graves acontecimientos de Catavi, el
gobierno usó nuevamente la mano dura y la represión.

El escenario internacional condicionó fuertemente a Bolivia. El estallido de la guerra mundial y la participación


norteamericana en la guerra (dic. de 1941), obligaron al país a tomar posición. La decisión no fue difícil, la ligazón
de los grandes mineros a la economía occidental determinó muy rápidamente que el gobierno se alineara con
Estados Unidos de una manera absolutamente clara. En este período se llevó la relación bilateral a su punto de
máxima aproximación. La Standard Oil aprovechó para presionar y exigir una indemnización por la nacionalización
de sus bienes; después de una larga negociación se llegó a una compensación a título de compra de documentos
de prospección y otros de 1,7 millones de dólares, que desde el punto de vista de Bolivia y considerando el tamaño
de los contendientes, fue positiva pues no reflejaba el verdadero monto de los bienes nacionalizados.

8.20. El "Putch" Nazi


El 18 de julio de 1941 Douglas Jenkins secretario de la legación de EE.UU. hizo conocer a la cancillería boliviana
una carta firmada en Berlín por el mayor Elias Belmonte agregado de la embajada boliviana en Alemania. El
destinatario era Ernest Wendler representante de la embajada alemana en La Paz. La carta hablaba de los planes
para derrocar al gobierno boliviano e instaurar un régimen pro nazi en el país. Wendler fue expulsado de Bolivia.
Belmonte sufrió la degradación, el ostracismo y la censura de sus conciudadanos. Los periódicos nacionalistas "La
calle", "Busch" e "Inti" fueron clausurados. Con los años se supo que un agente inglés había fraguado la carta del
"putch nazi" como parte de la estrategia aliada para desmoronar las corrientes pro-alemanas de América Latina.
Belmonte fue rehabilitado en años posteriores. En 1942 Bolivia rompió relaciones con Alemania y Japón. El
Presidente Peñaranda viajó a los Estados Unidos e hizo una gira por varios países latinoamericanos, era la primera
vez que un Presidente de Bolivia en ejercicio emprendía un viaje de esa naturaleza.

8.21. José Antonio Arze (1904-1955)


Arze fue una figura clave del marxismo boliviano y punto referencial de las ideas comunistas. Simpatizó con la
revolución soviética y 1 a influencia del partido comunista de ese país.

Nació en Cochabamba en 1905. Se dedicó a la actividad académica desde muy joven. Fue propulsor de la reforma
universitaria y contrario a la guerra del Chaco en la que no participó. Formó parte del grupo de los nacionalistas de
Siles Reyes, apoyó al gobierno de Toro y radicalizó luego sus posiciones. Su ideario marxista le clara tendencia
comunista, lo llevó en 1940 a fundar el Partido de Izquierda Revolucionaria. En ese año fue candidato a la
presidencia y volvió a serlo en 1951. Se opuso radicalmente al gobierno de Villarroel y se alió con quienes lo
derrocaron y lo colgaron, influido por la alianza bélica entre los países capitalistas y la URSS. En 1944 sufrió un
atentado que casi le cuesta la vida. Escribió obras sociológicas importantes que lo colocan como uno de los
pioneros de la sociología boliviana. Debe destacarse "Proceso de la educación boliviana", "Sociografía del inkario"
y "Sociología marxista". Murió en 1955 en Cochabamba.

8.22. Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR) (1940)


El PIR nació el 26 de Julio de 1940 en un congreso de izquierda realizado en Oruro. Entre sus principales
fundadores están José Antonio Arze y Ricardo Anaya. De línea marxista, fue el partido más influyente de la
izquierda boliviana en la década de los años cuarenta. Propuso la revolución democrática burguesa como paso
previo al socialismo, la reforma agraria y con menos claridad un control del estado sobre los ingresos mineros. Su
línea independiente y antiimperialista se vio pronto condicionada por su aproximación a la influencia soviética en
plena guerra mundial. Esto determinó la alianza del PIR con los sectores tradicionales frente al gobierno de
Villarroel. La postura antifascista y pro aliada durante la guerra, condujo al derrocamiento de Villarroel y al
debilitamiento consiguiente de ese partido en los sectores populares. Esa alianza fortaleció las posibilidades del
MNR y terminó por hundir al PIR. En 1950 esas contradicciones llevaron a una escisión de la que nació el Partido
Comunista. Con el advenimiento de la Revolución de 1952 el PIR perdió toda fuerza hasta desaparecer
prácticamente en los años sesenta.

8.23. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)


(1941)
El MNR llegó a ser el partido más importante de la segunda mitad del siglo XX y probablemente en el partido más
influyente de toda nuestra historia republicana. Germinado en los grupos nacionalistas de Hernando Siles, en las
arenas del Chaco y en los grupos socialistas que actuaron en los años treinta, fue fundado el 25 de enero de 1941
(su fundación oficial se reconoce el 2 de Junio de 1942) por un grupo de jóvenes políticos e intelectuales de la
generación de la guerra.

Constituyeron el MNR, entre otros, Víctor Paz Estenssoro. Hernán Siles Zuazo, Wálter Guevara Arze, Carlos
Montenegro, Augusto Céspedes, Germán Monroy Block y Rafael Otazo.

La carencia de un programa claro y definido acercó al MNR a los ejemplos fascistas de Europa con una postura
antijudía explícita, pero en su primera experiencia como gobierno (1943-1946), su nacionalismo devino en una línea
policlasista en defensa de los intereses populares. El documento que mejor define la esencia del MNR es la
llamada tesis de Ayopaya de Wálter Guevara Arze, aunque su primer documento principista lo redactó José
Cuadros.

Los seis años en la oposición (1946-1952) depuraron la dirección, confirmando a Paz Estenssoro como jefe y
determinaron una preeminencia de la izquierda del Movimiento con la presencia de importantes cuadros llegados
del marxismo. La revolución de 1952 definió su programa en las medidas que aplicó en el gobierno. Ya en el
gobierno sufrió varias escisiones, las tres más importantes, el Partido Revolucionario Auténtico (PRA) de Wálter
Guevara en 1960, el Partido Revolucionario de la Izquierda Nacional (PRIN) de Juan Lechín en 1963 y ya en el
llano, el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI) de Hernán Siles en 1969. Después de su
caída en 1964, el MNR volvió al protagonismo en 1971, apoyando el golpe de Hugo Bánzer y cogobernando dos
años con él. Con la reapertura democrática de 1978, Siles y Paz fueron los grandes personajes del escenario
electoral y los dos primeros presidentes constitucionales a partir de 1982. Paz Estenssoro fue jefe del MNR desde
su fundación hasta 1990 en que fue sustituido por Gonzalo Sánchez de Lozada. Ideológicamente pasó del
nacionalismo revolucionario a posiciones liberales en economía aunque con importantes rasgos de política social,
modernizadoras de las instituciones democráticas y económicas del país. Igual que en 1952, impulsó procesos
radicales de transformación. En 1985 a partir del decreto 21060 (nueva política económica) y en 1993 sobre la base
de la capitalización, la participación popular, la descentralización y la reforma educativa. Fueron dos momentos
cruciales en la construcción de un nuevo estado sustitutivo del de 1952 que había sido concebido por el propio
MNR. En 1997 volvió a la oposición tras perder en las elecciones generales de ese año

8.24. El Estaño y la Guerra


Los requerimientos norteamericanos e ingleses de una provisión adecuada de estaño en tiempo de guerra,
impulsaron la firma de un acuerdo con los productores. En 1940 la Metal Reserve Company de EE.UU, firmó el
compromiso de provisión con Bolivia a un precio de 48,5 cts. de dólar por libra fina (medida que se impondría a
diferencia de la cotización anterior hecha en libras esterlinas por tonelada). Inicialmente este convenio incrementó
la producción del país que atravesaba una baja. Al poco tiempo, el precio no respondió al del mercado mundial y
los costos de producción en el país subieron en más de un 20 % (por el aumento de insumos importados y la
política cambiaría del gobierno). Recién en junio de 1942 se cambió el precio a 60 cts. por libra fina. A pesar de que
las minas de Malaya habían sido controladas por Japón, EE.UU. no aceptó aumentar la cotización, menos todavía
después del golpe de Villarroel. Los 60 cts. se mantuvieron inalterables hasta el fin de la guerra, marcando un
evidente daño sobre la economía exportadora de Bolivia. No se exagera si se dice que Bolivia subvencionó los
precios en aras de garantizar el abastecimiento de un mineral estratégico a los países aliados. En el período, en
1945 se dio la segunda cifra mayor de producción desde 1929.

8.25. La Masacre de Catavi


El gobierno había declarado zona tajo control militar a todas las minas, arguyendo que la necesidad de
abastecimiento a los aliados requería de orden social y seguridad en ese sector productivo. Los reclamos salariales
en Uncía, Catavi y Siglo XX databan de 1941. Un pedido de aumento en el complejo Catavi - Siglo XX, tras largos
tira y afloja con la empresa y el ministerio de trabajo, derivó en una huelga general iniciada el 14 de diciembre de
1942. El gobierno envió al regimiento Ingavi al mando del Cnl. Luis Cuenca. Después de varios días de tensión,
conversaciones, amagos de violencia e intransigencia de gobierno y empresa, el 21 de diciembre en dos ocasiones
las tropas dispararon primero contra un grupo de mujeres que pretendía entrar a Catavi para aprovisionarse de
víveres y luego contra una masiva manifestación de protesta por las primeras muertes. 200 efectivos militares y tres
oficiales dispararon contra una manifestación de más de 7.000 trabajadores, hombres, mujeres y niños. El saldo de
la masacre fue de más de una veintena de muertos y medio centenar de heridos.

La masacre de Catavi marcó un punto) de inflexión en la vida política y social del país. La interpelación de los
diputados movimientistas (particularmente Paz Estenssoro) fue un verdadero trampolín para colocar al MNR en una
posición de gran convocatoria popular, en tanto Catavi impulsó definitivamente al movimiento de trabajadores
mineros ya organizado, pero que llegó a su madurez tras este trágico suceso que deterioró irreversiblemente la
imagen de los grandes empresarios mineros.

8.26. El Plan Bohan


El acercamiento boliviano norteamericano facilitó la llegada de una misión estadounidense a Bolivia, La presidió
Marvin Bohan. La misión diseñó un plan económico cuya importancia radica en que se trata de la primera
propuesta seria de diversificación económica. La realidad de un país dependiente de la minería del estaño, la
vulnerabilidad de nuestra economía de los fluctuantes precios internacionales, exigía una respuesta que Bohan
planteaba en la diversificación, apoyándose en el desarrollo intensivo del agro. Un mérito de la propuesta es haber
señalado a Santa Cruz como la región con mayor potencialidad de crecimiento económico. El plan menciona áreas
de producción, productos agrícolas de consumo básico y la necesidad de una infraestructura de comunicaciones
que debía comenzar por la carretera Cochabamba-Santa Cruz.

Como resultado de la misión Bohan, el gobierno creó en 1942 la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), cuyo
objetivo era impulsar el desarrollo agroindustrial del país, que incluía las construcción de ingenios azucareros. Creó
el banco Agrícola para abrir una línea de crédito a un potencial sector agroindustrial e inició en 1943 la construcción
de la carretera Cochabamba-Santa Cruz.

8.27. El Golpe de Estado de 1943


La creación de logias militares posteriores a la guerra del Chaco, refleja el espíritu de descontento y de conciencia
de cambio que adquirieron los jóvenes oficiales en el frente de la guerra. Las logias militares más influyentes de
esos años fueron la "Santa Cruz" que se conocía públicamente y la RADEPA (Razón de Patria) que funcionaba
secretamente. Estas logias, carentes de una estructura ideológica o programática consistente, se apoyaban
fundamentalmente en la necesidad obsesiva de moralización del país, la estricta disciplina y la necesidad de
imponer orden. Sus simpatías por el modelo nacionalsocialista alemán fueron probablemente una razón para
aproximarse a los jóvenes movimientistas también filofascistas. Entre septiembre y diciembre de 1943 RADEPA y
MNR hicieron un acuerdo secreto, mientras el descontento promovido por la censura al gobierno desde el
parlamento debilitaba a Peñaranda. Las consecuencias de la masacre de Catavi terminaron por hacer caer al
gobierno. En diciembre el Presidente convocó a altos oficiales a reuniones de análisis en palacio de gobierno,
intentaba negociar su permanencia en el poder. Era tarde. El 20 de diciembre se llevó a cabo el golpe. Peñaranda
fue hecho prisionero en su casa y enviado al exilio (vivió en parte un drama parecido al que le hizo vivir a
Salamanca en Villamontes). El palacio fue tomado muy temprano y la posición ahora rebelde del mayor Taborga,
hombre de confianza de Peñaranda, terminó por desmoronar al régimen. Sin más violencia Gualberto Villarroel se
hizo cargo de la presidencia.

8.28. Gualberto Villarroel (1908-1946)


Villarroel nació en Villa Rivero (Cochabamba) el 15 de diciembre: de 1908. Ingresó al colegio militar en 1925. Fue
alumno destacado de esa escuela de armas. En la guerra del Chaco fue jefe de claves con asiento en Villamontes.
Como parte del regimiento Ayacucho 8 de infantería actuó en Cañada Strongest, Huirapitindi e Ibibobo. También
estuvo en la defensa de Villamontes. En 1935 fue ascendido a capitán. En 1943 era mayor y trabajaba como
subjefe del estado mayor del ejército. Llegó a la presidencia a los 35 años mediante un golpe de estado que
derrocó a Peñaranda. Murió trágicamente, siendo presidente el 21 de julio de 1946 cuando tenía 37 años.

8.29. Gobierno de Villarroel 1943-1946


El nuevo gobierno que se instaló en palacio quemado, fruto de la alianza entre RADEPA de Villarroel y el MNR de
Paz Estenssoro, no llegó en el mejor momento. La polarización producida por la segunda guerra era muy fuerte y
radepistas y movimientistas daban la imagen de un claro pronazismo (lo que no estaba muy alejado de la realidad).
La posición estadounidense fue drástica, no reconoció al gobierno. Villarroel envió a un emisario confidencial,
Enrique Sánchez de Lozada para convencer al departamento de estado. Otra personalidad enviada para esta
misión fue Víctor Andrade. El reconocimiento tardó seis meses. Las condiciones fueron duras, salida del gobierno
de Carlos Montenegro y Augusto Céspedes primero y de todo el MNR después, expulsión de residentes alemanes
y japoneses del país. La salida del MNR fue temporal, ya que luego volvió al gobierno y su influencia sobre las
medidas económicas y sociales del régimen fue muy fuerte.

Villarroel continuó con la aplicación de las sugerencias del plan Bohan y el fortalecimiento de la CBF, aunque con
crédito externo, ante la política reticente del Banco Central para apoyar estas iniciativas. Se aprobó la construcción
de un oleoducto Camiri-Cochabamba y la construcción de la primera refinería importante de petróleo en Valle
Hermoso (Cochabamba).

El gobierno convocó a elecciones para asamblea constituyente. Siguiendo el camino de Busch, pidió la aprobación
de una nueva constitución y la constitucionalización del Presidente de facto. En junio de 1944 se realizaron las
elecciones, el MNR ganó la mayoría (66 escaños), también el PIR tuvo una importante representación. La izquierda
copaba el escenario del parlamento reservado tradicionalmente a la reducida clase dominante. Franz Tamayo fue
invitado por el gobierno a volver al parlamento y ya elegido fue proclamado como presidente de la asamblea. La
reforma constitucional de 1945 siguió fielmente la línea de la carta de 1938. Establecía por ejemplo, la igualdad
jurídica de los hijos y el reconocimiento del matrimonio de hecho con todo lo que implica en favor de la pareja en
caso de separación y de legislación social. En política social el parlamento reconoció además el fuero sindical y el
retiro voluntario con indemnización.

El 6 de Agosto de 1944 el congreso eligió a Villarroel como Presidente constitucional de la República acompañado
por Julián Montellano en la vicepresidencia (el 5 de abril de 1944 la junta de gobierno que tomó el poder bajo la
conducción de Villarroel había sido disuelta y éste quedó como Presidente interino).

8.30. Carlos Montenegro (1903-1953)


Montenegro es uno de los grandes ideólogos del nacionalismo boliviano. Sus ideas y su vigor como militante
contribuyeron extraordinariamente a la proyección de un concepto ideológico, el nacionalismo revolucionario, que
impulsó las grandes transformaciones que se dieron a partir de 1952.
Montenegro nació en Cochabamba el 26 de Diciembre de 1903. Desde su juventud fue combativo, se estrelló
contra la iglesia y fue excomulgado por ello. En 1927 ingresó al Partido de la Unión Nacional propiciado por Siles
Reyes. Combatió en la guerra del Chaco. Atacó públicamente a la Standard Oil y apoyó su nacionalización como
parte de su respaldo activo a los gobiernos de Toro y Busch. Estuvo en el aloque parlamentario socialista.. En 1941
fue uno de los fundadores del MNR. Como periodista se destaca su trabajo en el semanario "Busch" y en "La calle".
Nunca se suscribió al marxismo. Tuvo veleidades fascistas, pero sobre todo estableció las bases teóricas de la
ideología nacionalista en su obra Nacionalismo y coloniaje, un verdadero clásico de la historiografía crítica
boliviana. Fue ministro de Agricultura en el gobierno Villarroel y embajador en México (1946). Murió en Nueva York
en 1953 a los 50 años de edad.

8.31. Nacionalismo y Coloniaje y Tesis de Ayopaya


Dos obras son claves para entender la ideología nacional revolucionaria que cubrió más de 50 años de la vida
boliviana. La primera es Nacionalismo y coloniaje, de Carlos Montenegro. Presentada como una historia del
periodismo en Bolivia, es en realidad una tesis sobre la antinomia histórica entre nación y antinación. Montenegro
coloca a Belzu como el pionero del nacionalismo y establece una dicotomía económica entre proteccionismo y
librecambio, tensión que él resuelve en favor del proteccionismo. Relativiza a la democracia de corte occidental y
critica duramente a los líderes oligárquicos (Frías, Arce, Pacheco) hasta entonces respetados por la historia oficial.

El segundo trabajo es el opúsculo de Wálter Guevara, "Manifiesto a los ciudadanos de Ayopaya", en el que
Guevara hace una reflexión ideológica para definir el nacionalismo de su partido. Se separa nítidamente del
nazismo y el fascismo a los que considera inviables, se distancia del marxismo y la lucha de clases, critica la
democracia que vivió Bolivia en el período conservador liberal como una farsa y relativiza el concepto de
democracia. El nacionalismo del MNR dice, es producto de la alianza de clases y propugna una democracia
verdadera sin extremos de riqueza y miseria.

8.32. El Primer Congreso Indigenal de 1945


El reconocimiento que por primera vez en su historia hacía el estado de los indígenas del país como interlocutores
válidos, es el que le dio verdadera trascendencia a este encuentro que nació por iniciativa de dirigentes
campesinos como Francisco Chipana Ramos (conocido como el Rumisonko, término quechua que en castellano
quiere decir corazón de piedra), que se acercaron a Villarroel y le pidieron la realización de un congreso indígena.
En mayo de 1945 una gran marcha campesina llegó a La Paz (desde varios puntos del país y conformada por
varias etnias, incluso algunas del oriente). El 13 de mayo se inició el congreso en medio de la hostilidad de los
sectores conservadores y particularmente de los terratenientes, que veían con muy malos ojos el encuentro. En esa
ocasión se abolió el régimen del pongueaje (servicio gratuito y obligatorio de trabajo del colono en favor del
hacendado), el mitanaje y todo sistema esclavista, se autorizó la libre circulación de los indios por las calles de las
ciudades (restringido hasta entonces), pero no se tocó el tema del régimen de la tierra. Fue, sin duda, un hito
fundamental de reconocimiento de una mayoría a la que el estado no había siquiera escuchado en el pasado.

8.33. La Federación Sindical de Trabajadores Mineros


de Bolivia (FSTMB)
La creación de la FSTMB tuvo importancia clave porque instrumentó un poder sindical decisivo. La minería, motor
económico del país, convirtió rápidamente a los trabajadores mineros en vanguardia del movimiento obrero y base
para la futura creación de la COB. La Federación fue creada en el congreso de mineros que se realizó en Huanuni
(mina de Patiño) del 3 al 5 de junio de 1944. El gobierno y en particular el MNR impulsaron fuertemente esta
organización porque era una forma de controlar el movimiento sindical, pero respondía también a una visión
plenamente favorable a los intereses de los trabajadores. El líder minero más destacado de ese momento fue
Emilio Carvajal. Juan Lechín que se había ligado al MNR en 1943 y fue subprefecto de Uncía (Potosí), fue parte de
este grupo de fundadores y comenzó su tarea de dirigente como primer secretario ejecutivo de la FSTMB, rol que
tendría una importancia capital para el movimiento obrero a lo largo de más de cuarenta años. La FSTMB fue un
movilizador poderosísimo de los trabajadores hasta 1985.
8.34. Los Asesinatos de Chuspipata en 1944 y la
Violencia Estatal
Las ideas radicales y típicas de logias secretas que acuñó RADEPA y el carácter de algunos funcionarios del
gobierno, como los mayores Humberto Costas, Jorge Eguino y el capitán José Escobar, llevaron la violencia y los
excesos a cotas inadmisibles. La existencia de tribunales secretos y, por supuesto independientes de cualquier
poder constituido, llevó a que los intentos desestabilizadores de la llamada rosca (funcionarios legales, políticos y
económicos al servicio de la gran minería) que fueron frecuentes en este período, terminaran bañados en sangre.
El minero Mauricio Hoschild fue esta vez secuestrado por los radepistas y liberado a duras penas tras la
intervención directa del Presidente. La conspiración de noviembre de 1944 en Cochabamba y Oruro encabezada
por el cnel. Ovidio Quiroga, terminó con un desplazamiento de tropas de La Paz, que desbarató el intento y con la
ejecución criminal de más de 10 de los insurrectos el 20 de noviembre de 1944. De ellos, cuatro fueron asesinados
en el camino La Paz Yungas en Chuspipata, un fantasmagórico sitio cortado a cuchillo por el que fueron
despeñados después de acribillarlos, Luis Calvo, Félix Capriles, Rubén Terrazas, y Carlos Salinas Aramayo (que
había apoyado ideas socialistas en los años treinta). El impacto de tal brutalidad fue muy fuerte sobre toe o en
sectores de clase alta y media de las ciudades. Fue el comienzo del fin del gobierno de Gualberto Villarroel.

8.35. Caída y Colgamiento de Villarroel


Quizás nunca vivió la historia boliviana un final tan terrible e insensato como el que le tocó a Gualberto Villarroel. La
conspiración cristalizó finalmente. Tras un amago frustrado en junio de 1946, se optó por agitar a las masas,
apoyándose en las reivindicaciones salariales de ferroviarios, constructores y bancarios, pero por sobre todo
maestros y estudiantes universitarios. El PIR se convirtió en el motor de la agitación sindical. En esos días la
maestra Teresa Solari Ormachea realizó una intensa labor de agitación callejera. El 15 de julio, maestros,
universitarios y estudiantes de colegios llamaron a la huelga general. El 20 Villarroel se deshizo del MNR y nombró
un gabinete militar. Era tarde. El 21 la turbamulta tomó la plaza Murillo. Al medio día el mandatario firmó su
renuncia. No bastó. Un grupo de activistas asaltó el palacio y asesinó al Presidente, a su edecán Waldo Ballivián,
su secretario privado Luis Uría, al jefe de tránsito Max Toledo y a Roberto Hinojosa. El cadáver de Villarroel fue
lanzado desde un balcón de palacio a la plaza, arrastrado hasta un farol y colgado junto a otros de sus compañeros
de infortunio. Todo en medio de una multitud enardecida que se acercaba a vejar y pinchar el cadáver bamboleante
con agujas y llauris. Fue una imagen que Bolivia no olvidaría nunca, el desencadenamiento de la irracionalidad de
las masas que marcó con violencia el destino del país.

8.36. Néstor Guillen (1890-1966)


Nació en La Paz el 28 de enero de 1890. Estudió derecho en la universidad Mayor de San Andrés. Fue concejal en
el municipio paceño (1924-1927 y 1930-1931). Fue diputado por Carangas (Oruro) entre 1924 y 1927. Se
desempeñó como oficial mayor de la alcaldía paceña y vocal designado de la corte Suprema de Justicia. En 1937
fue nombrado vocal de la corte Superior de Distrito de La Paz, en ese carácter formó parte de la junta de gobierno
que derrocó a Villarroel (1946) y fue Presidente interino de ésta por 27 días hasta que asumió Tomás Monje,
designado por los autores del levantamiento. Guillen murió en 1966.

8.37. Tomás Monje Gutiérrez (1884-1959)


Nació en Coroico (La Paz) el 21 de diciembre de 1884. Muy joven abrazó ideas socialistas. Fundó el centro
intelectual de izquierda Agustín Aspiazu. Fue ministro de instrucción de Hernando Siles. Destacado jurisconsulto,
ocupó diversos cargos de la judicatura hasta ser presidente de la corte superior de distrito de La Paz. Fue en ese
carácter que lo llamaron a presidir la junta de gobierno tras el derrocamiento y muerte de Gualberto Villarroel.
Asumió la presidencia en 1946 a los 61 años. Murió en La Paz el 1º de julio de 1959 a los 73 años.

8.38. La Junta de Gobierno. Gobierno de Monje 1946-


1947
Tras algunas horas de terrible confusión se formó una junta civil presidida por el presidente de la corte Superior de
La Paz, Tomás Monje que en esos días se hallaba enfermo, por lo que durante veintiséis días presidió la junta
Néstor Guillen Olmos. Respaldada por lo que quedaba de los partidos tradicionales (sobre todo el PURS) y el PIR,
la junta se impuso la tarea de convocar a elecciones y entregar el gobierno al ganador.

El colgamiento de Villarroel dividió al país en dos. La ruptura que se había vivido desde el comienzo de los
gobiernos militares de posguerra llegó a un punto de no retorno. Los jefes del gobierno depuesto fueron exiliados,
presos o perseguidos. La experiencia de la derrota de los conservadores en las elecciones parlamentarias llevó a la
proscripción de muchos dirigentes y a una sectarización de posiciones.

El 27 de septiembre de 1946 un incidente menor en palacio de gobierno terminó en una nueva tragedia. Luis
Oblitas, oficial retirado del ejército, que había increpado al Presidente Monje, fue golpeado y trasladado al
panóptico (cárcel pública). Una multitud exigió su entrega al encargado de la cárcel y pidió además a Eguino y
Escobar presos por el nuevo gobierno. Tras ser arrastrados desde la prisión hasta la plaza, los tres terminaron
colgados en los mismos faroles de la plaza Murillo donde se había inmolado a Villarroel, apenas dos meses
después del holocausto. Ninguna autoridad impidió esta nueva aberración.

El país había inflado excesivamente la burocracia estatal (de 6.000 a 26.000 empleados en sólo 15 años), el
ejército se comía una parte excesiva de la torta presupuestaria (casi el 40 %) y la economía comenzaba a sufrir la
declinación de la minería, que tras la segunda guerra no volvería a las cotas exportadoras del pasado y, lo que es
más grave, atravesaba un período crítico de empobrecimiento, no se explotaban nuevas vetas y no se
implementaba tecnología nueva o , reponía la maquinaria desgastada.

8.39. Guillermo Lora 1922


Lora es una figura destacada de la extrema izquierda boliviana. Sus ideas profusamente difundidas repercutieron
en los sectores irás radicalizados de los trabajadores y las federaciones del magisterio y las universidades. Algunas
de sus ideas influyeron en el movimiento popular boliviano. Pero es quizás más importante como intelectual que
como político. Es el más prolífico escritor de izquierda y ha hecho importantes contribuciones en el campo de la
historia y documentación política de la nación, a pesar de su sesgo ideológico.

Lora nació en Uncía en 1922. Estudio derecho en las universidades de La Paz y Cochabamba. Militó desde su
primera juventud en el POR y fue activista en las minas. En 1946 redactó la tesis de Pulacayo. En 1948 fue elegido
diputado por la provincia Bustillo de Potosí. En 1953, tras una división del POR, asumió la jefatura de esa
organización a la que liderizó por más de cuarenta y cinco años. Su obra intelectual es le una magnitud
impresionante en cuanto a cantidad de publicaciones, unas pocas de ellas capi cales, como su monumental
Historia del movimiento obrero boliviano (cinco tomos), su ensayo sobre La revolución boliviana y sus aportes sobre
el marxismo y el trotskismo en diversas publicaciones.

8.40. La Tesis de Pulacayo


La llamada tesis de Pulacayo se aprobó en el congreso extraordinario de la FSTMB en la mina de ese nombre en
noviembre de 1945. La importancia de este documento radica en que es la primera vez que los trabajadores
trascienden los planteamientos puramente gremialistas vinculados a mejores condiciones de trabajo y ce vida, para
poner en el tapete una propuesta política en la que se atribuyen el rol de vanguardia y proponen de manera
inequívoca la meta de la toma del poder. "La revolución demo-burgueses debe convertirse sólo en una fase de la
revolución proletaria que es su fin último". Cuando se refiere a los reclamos concretos de ese momento los
menciona como "reivindicaciones transitorías". Los puntos claves del documento fueron: Salario básico vital y
escala móvil de salarios, semana de 40 horas de trabajo, ocupación de minas (va más lejos que la propuesta de
nacionalización que era ya parte del programa nacional revolucionario y pirista), contratos colectivos,
independencia sindical, control obrero en las minas, armas para los trabajadores y otras reivindicaciones menores.

Pulacayo fue sin duda un antecedente de muchas ideas de la Central Obrera Boliviana y el momento más alto de
las ideas trotskistas que impulsó una organización capital del movimiento obrero.
8.41. Las Elecciones de 1947
El proceso electoral del 3 de Enero de 1947 tenía como objetivo la recomposición del viejo orden, que eliminara del
panorama las corrientes militares progresistas al estilo de Toro, Busch y Villarroel y sacara de circulación al MNR
cuyo crecimiento había sido impresionante en los sectores populares y de clase media. Se presentaron a los
comicios Enrique Hertzog del PURS, Luis F. Guachalla representando a una coalición PIR-liberales y otros, Víctor
Paz por el MNR (el candidato estaba en el exilio) y Félix Tavera como independiente. Hertzog obtuvo 44.077 votos
(47,22 %), Guachalla 43.634 (46,74 %), Paz 5.194 (5,56%) y Tavera 433 (0,46%).

La estrecha diferencia (la menor que se había registrado en una elección presidencial hasta entonces, apenas 443
votos) obligó al parlamento a decidir. Cabe aquí destacar un gesto notable de Guachalla que en contra de la
opinión de los líderes de su coalición (Arze y Lanza) presentó el 22 de febrero de 1947 renuncia a su pretensión
presidencial, exhortando al congreso que elija al ganador. A partir de los años setenta el problema de las mayorías
relativas sería álgido, pero a diferencia de este desprendimiento generoso, los interesados pelearon a veces hasta
llevar a la democracia al punto de la desestabilización y el golpe militar. Los representantes nacionales optaron por
ratificar a la primera mayor a y ungieron Presidente a Enrique Hertzog y como vicepresidente a Mamerto
Urriolagoitia.

8.42. Enrique Hertzog (1897-1981)


Enrique Hertzog nació en La Paz el 10 de noviembre de 1896. Estudió en el colegio San Calixto y obtuvo el título
de médico cirujano en la UMSA. Fue importante miembro del Partido Republicano Genuino (presidido por
Salamanca). Fue prefecto del departamento de La Paz, ministro de Gobierno, ministro de Instrucción Pública y
Comunicaciones, ministro de Guerra durante la campaña del Chaco (1933) y ministro de Higiene y Salubridad del
gobierno de Enrique Peñaranda.

En 1947 fue elegido Presidente de la República (tenía 49 años), cargo que ejerció hasta 1949; en ese año renunció
a la presidencia; en su carta dijo que lo hacía obligado por su delicado estado de salud. Entre 1950 y 1952 fue
embajador en España.. Tras la Revolución de 1952 vivió exiliado en Buenos Aires retirado de la vida política.
Falleció en la capital Argentina el 31 de julio de 1981 a los 83 años.

8.43. Gobierno de Hertzog 1947-1949


El colgamiento del Presidente Gualberto Villarroel había marcado el comienzo del fin de un período de la historia
boliviana. Lo viejos principios liberales, el sistema económico, la realidad agraria, la desarticulación nacional,
plasmados en un sistema exclusivista y elitista que había agotado sus postulados y sus logros, fueron
reencauzados el 21 de julio de 1946 en la última etapa de su vigencia política. Los seis años que median entre esa
fecha y el 9 de abril de 1952, se transformaron en un puente que permitió la eclosión popular. Quizá la historia se
hubiese modificado, por lo menos a corto plazo, con una transición de poder mediante el sistema democrático
después de las elecciones de 1951, pero eso queda simplemente en el reino de las hipótesis.

El retorno de las fuerzas tradicionales y conservadoras del país encarnaba al agotado ciclo político iniciado en 1920
con el ascenso al poder del Partido Republicano. La única organización de nuevo cuño (el PIR) que apoyaba al
gobierno, vería su pronto declive precisamente por esta curiosa alianza que además ya no tenía sentido después
del fin de la; segunda guerra mundial.

El gobierno tuvo que afrontar de inmediato la tensión de un enfrentamiento con mineros y obreros, además de la
conspiración permanente del depuesto MN R. Hertzog se vio obligado, en una afanosa búsqueda de sustentación
política, a formar siete gabinetes que llamó de unidad nacional. Entre sus ministros destacados se hallaban Héctor
Ormacht a Zalles (rector de la UMSA 1936-1948), Pedro Zilvetti, Adolfo Costa Du Reís y Guillermo Gutiérrez Vea
Murguía.

La orientación oficial era claramente favorable al desarrollo de las grandes empresas, sobre todo en lo referido a la
política salarial. El problema básico era que la crisis económica produjo un proceso inflacionario que mantuvo
permanentemente a los trabajadores con los salarios perdiendo progresivamente el poder adquisitivo, con la
agitación social y malestar consiguientes. El estado de sitio se declaró dos veces a lo largo de esta gestión.

Los logros económicos fueron escasos. En el campo de las comunicaciones se continuó la obra del camino
Cochabamba-Santa Cruz (45 Km.) y el ferrocarril Yacuiba-Villamontes. Entre las obras públicas importantes se
terminó el edificio central de la UMSA (iniciado en 1941) y se inició el hospital Obrero. Durante los dos años y
medio de su gestión la crisis política fue permanente, esa fue la preocupación fundamental del mandatario.

Las elecciones parlamentarias de 1949 volvieron a colocar al MNR en rol de protagonista al obtener el segundo
lugar y nuevamente una importante representación en las cámaras. Fue el detonante de una crisis en el ejecutivo
que obligó a la renuncia de Hertzog el 22 de octubre de 1949. El Presidente alegó serios quebrantos de salud para
disfrazar la decisión de la élite gobernante que lo consideraba incapaz de capear el temporal político.

8.44. La Rebelión Indígena de 1947


Los principios de tierra y libertad eran ya moneda corriente en el movimiento indígena que había luchado desde
fines del siglo pasado frente al despojo institucionalizado. Más aún después del primer congreso indigenal de 1945.
Después de la guerra del Chaco, las huelgas de brazos caídos en las haciendas eran frecuentes. Producto de una
de esas huelgas fue una acción punitiva en una hacienda del lago Titicaca que derivó en un levantamiento en
varios departamentos del país (Chuquisaca, Potosí, Oruro, Cochabamba y La Paz). Los sublevados tomaron
haciendas de manera violenta y en algún caso mataron a los patrones. El movimiento duró unas semanas y el
gobierno empleó efectivos militares, creó una policía rural e incluso usó la aviación para sofocar las acciones
indígenas. En una decisión sin precedentes apresó a centenares de cabecillas y los envió a regiones tropicales
inhóspitas con el marbete de colonizadores. No se puede evaluar el número de víctimas y la magnitud exacta de
los enfrentamientos, pero es evidente que se trató de alzamientos masivos en muchos punto; de la geografía
boliviana y que la acción represiva fue dura. El ciclo de incesantes levantamientos indígenas a lo largo del siglo XX,
muestra la conciencia colectiva de quechuas y aimaras sobre la explotación a la que eran sometidos en el altiplano
y los valles.

8.45. La Iglesia Católica entre El Republicanismo y La


Revolución
El paréntesis del Chaco parece haber dado a la jerarquía y al clero un respiro en su confrontación con el estado.
Los capellanes militares (mons. Luis Alberto Tapia) vieron por primera vez juntos en las trincheras a los miembros
de razas y posiciones distintas. Allá donde se forjaron los nuevos políticos, algunos de ellos aceptaron y
propagaron la iglesia católica como uno de sus elementos programáticos, es el caso de Falange Socialista
Boliviana. El período 1925-1950 había sido proclive al congresionismo. Se realiza en congresos eucarísticos
públicos con asistencia de las máximas autoridades políticas en Sucre (1925), La Paz (1938), el congreso Mariano
en Cochabamba (1950) y otros. Apareció la Acción Católica Boliviana, que reclutó personas de gran calidad
espiritual y con desempeño de importantes cargos públicos. Nacieron también la Juventud Obrera Católica, la
Juventud Estudiantil Católica, etc. Se dio una revitalización de grupos juveniles, que si bien seguían consignas de
otros países, trabajaron activamente en la conversión de la sociedad. Su influencia, sin embargo no pudo
equipararse a la ejercida por movimientos sociales de corte marxista o socialista. Se fundó el periódico católico
"Presencia" (1952) que sería en las décadas de los años sesenta y ochenta el más importante del país.

Entre 1930 y 1960 nace un conflicto m el seno de la iglesia vinculado a la pugna entre el clero extranjero y el
nacional. Al principio de ese período hubo un predominio de extranjeros que se acentuó sobre los nacionales que
cada vez eran menos. Se produjo mucha deserción en los seminarios de La Paz, Cochabamba y Sucre y la hay a
nivel de sacerdotes ya formados y con mucha experiencia, tal es el caso del padre Nicolás Fernández Naranjo,
Nicolás Chávez Lobatón o Luis Soria Lenz. Otro tanto ocurrió con obispos de la talla de J. Garret y A Sieffert de La
Paz, Tomás Aspe de Cochabamba, Diego Riveros de Sucre y F. Buehl de Oruro. Esto repercutió negativamente
entre los fieles. Esta tendencia se mantuvo en los años 70 y 80 que robustecieron más la presencia del clero
extranjero frente a una disminución sostenida del nacional. A ello se sumó el cada vez mayor manejo de los
nuncios (embajadores del Vaticano en el país) en los negocios de la iglesia.
A esto debe añadirse el crecimiento paulatino de confesiones cristianas no católicas que llegaron a Bolivia en el
siglo XIX (las llamadas iglesias evangélicas históricas). Esta presencia no alteró la mayoría abrumadora de
católicos, superior al 95 % del total de la población hasta bien entrados los años 80 del siglo XX.

8.46. Mamerto Urriolagoitia (1895-1974)


Urriolagoitia nació en Sucre el 5 de diciembre de 1895. Se doctoró de abogado en la Universidad Mayor de San
Francisco Xavier. Hizo una especialización en derecho Internacional en la Universidad de la Sorbona en París.
Toda la experiencia previa a su participación política la tuvo en la carrera diplomática que comenzó en la embajada
de Bolivia en Inglaterra, hasta sus representaciones en los congresos de la Unión Postal y el congreso monetario
en Londres. Fue senador por el departamento de Chuquisaca antes de su elección en 1947 como vicepresidente
de la República. En 1949 sustituyó constitucionalmente a Hertzog cuando contaba con 54 años. En 1951, en un
acto anticonstitucional y unilateral, entregó el gobierno al ejército desconociendo las elecciones de ese año. Desde
1952 prácticamente no participó en política hasta su muerte en Sucre el 4 de junio de 1974 a los 78 años.

8.47. Gobierno de Urriolagoitia 1949-1951


La renuncia del Dr. Hertzog marcó el fin de un gobierno que no se atrevió de modo tajante a eliminar la oposición y
el malestar político en el país. Si bien Hertzog renunció oficialmente a la presidencia en octubre de 1949, dejó el
mando a Urriolagoitia en mayo de ese año, de modo que en los hechos Urriolagoitia gobernó interinamente entre
mayo y octubre del 49 y constitucionalmente entre octubre del 49 y mayo del 51. Urriolagoitia no tuvo
contemplaciones ni con la oposición ni con los trabajadores. A poco de asumir el mando congeló los salarios y
prohibió el cierre de fábricas autorizando una sustancial reducción de empleados. Las huelgas de diversos sectores
se multiplicaron lo que determinó la implantación del estado de sitio en todo el país. A lo largo de su administración
se denunciaron más de cuatro intentos revolucionarios del MNR y partidos de la oposición, además de la
denominada Guerra Civil. Se exilió a varios dirigentes políticos entre ellos a Juan Lechín, Guillermo Lora y José
Fellman. También, ante conatos subversivos de Falange, fue desterrado su jefe Óscar Únzaga.

Uno de los actos administrativos más importantes del período fue el censo general de la República (5 de
septiembre de 1950). El resultado del censo registró 3.019.031 habitantes, su significación se puede medir si se
toma en cuenta que no se realizaba un censo general desde 1900.

En el tema de las relaciones internacionales, el Presidente de Chile Gabriel González Videla propuso ceder a
Bolivia (tras ardua gestión de nuestro embajador Alberto Ostria Gutiérrez) un corredor de 12 Km. al sur de Arica a
cambio de las aguas del Titicaca y Poopó para irrigación del norte chileno. La gestión fue rechazada; fue célebre la
publicación de Franz Tamayo demoliendo la propuesta chilena.

En 1951 se reajustaron en un 30% los sueldos de la administración pública, en tanto que se mantenían los mismos
salarios en la minería controlada por las tres grandes empresas mineras. La producción de estaño descendió, a
pesar de la elevación de los precios internacionales. De las 38.221 toneladas producidas en 1946, se pasó a
31.927 en 1950. El proceso inflacionario, si bien no llegó a los grados de los años cincuenta y ochenta, planteó
serios problemas al gobierno que intentó infructuosamente un severo control de precios.

8.48. La Llamada Guerra Civil de 1949 y Los Hechos


de Villa Victoria
En mayo de 1949, a raíz de una huelga general, se produjo un serio conflicto en las minas de Siglo XX, propiedad
de Simón I. Patiño. Urriolagoitia (entonces todavía Presidente interino) ordenó arrestar a varios dirigentes. En
represalia los mineros tomaron como rehenes a dos empleados extranjeros y los mataron. La reacción oficial fue la
intervención militar y la matanza de mineros en lo que se conoce como la Masacre de Siglo XX. Era el preludio de
la rebelión.

El 27 de agosto de 1949 se produjo un levantamiento liderizado por el MNR en cuatro ciudades del país. A los
pocos días se creó un gobierno paralelo en Santa Cruz bajo la presidencia interina de Edmundo Roca de Acción
Obrera, incorporada al MNR. Los revolucionarios controlaban más de la mitad del territorio, en especial
Cochabamba y Santa Cruz. Se produjo un enfrentamiento armado muy serio en Incahuasi, Camiri y Yacuiba, zona
que estaba bajo control rebelde al mando de Froilán Calleja. Se proclamó a Paz Estenssoro (exiliado) como
Presidente y a Edmundo Roca como vicepresidente Urriolagoitia envió tropas del ejército al mando del Gral. Ovidio
Quiroga quien retomó Cochabamba y luego Santa Cruz, donde estaba el centro del foco rebelde. Para ello se usó
la aviador y se bombardearon ciudades importantes como Santa Cruz y Cochabamba. En Potosí, tras la reforna de
la plaza, fueron fusilados Lidio Ustarez y varios revolucionarios en el cuartel Manchego. Las minas fueron tomadas
por los trabajadores y se declaró la huelga en varios centros mineros. El 1º de septiembre el gobierno retomó el
control de todo el territorio. El 15, muchos de los conjurados de Santa Cruz abandonaron Bolivia en aviones del
Lloyd Aéreo Boliviano. Una vez más se podía apreciar que los movimientos de cambio venían de fuera del poder
establecido, no se trataba de buscar una sustitución de la cabeza del poder, sino cambios mucho más profundos
que se hacían cada vez más inevitables. La llamada guerra civil tuvo características notables por su extensión y
vigor en varios centros del país y violentos enfrentamientos armados. Quizás el denominativo de guerra pueda
parecer excesivo, pero fue el levantamiento más importante desde a revolución federal de 1899.

La convocatoria a una huelga general para el 18 de mayo de 1950, generó acciones populares sobre todo en la
zona norte, barrio fabril de La Paz. El impulso básico de las movilizaciones lo hizo el MNR en el bosquecillo de Villa
Victoria. El ejército atacó con varios regimientos en toda la ciudad. La defensa obrera se hizo sobre todo en el
puente de Villa Victoria, medio centenar de fabriles defendió heroicamente sus posiciones hasta la retirada final. El
ejército actuó duramente. Algunos trabajadores murieron y fueron recogidos por carros basureros.

8.49. Las Elecciones de 1951


Los acontecimientos de violencia política de este período debilitaron al oficialismo. Los viejos partidos perdieron
respaldo, particularmente en la clase media que era decisiva a la hora del voto. La popularidad del MNR creció de
manera arrolladora entre 1949 y 1951. En un clima tenso y con las libertades muy limitadas fe realizaron las
elecciones el 6 de junio de 1951.

El triunfo de la candidatura de Víctor Paz Estenssoro (en el exilio) y Hernán Siles Zuazo por mayoría relativa,
confirmó la declinación definitiva de una época. El MNR ganó la elección con 54.129 votos (el 43%). La candidatura
oficial de Gabriel Gosalvez y Roberto Arce consiguió 40.381 votos (32%). Bernardino Bilbao Rioja (FSB) 13.259
votos (10,5%). Era la primera vez que FSB presentaba candidato en una elección presidencial. Las tres
candidaturas restantes, dos que representaban a la minería y la de José Antonio Arze del PIR, fracasaron con
menos del 5% de la preferencia de los votantes. El PIR pagó el precio de sus graves errores al aliarse con los más
conspicuos representantes de la llamada rosca.

8.50. El "Mamertazo". Un Golpe Propiciado por el


Presidente
El resultado de las elecciones sorprendió y desconcertó a Urriolagoitia, quien se negó siquiera a considerar la
entrega del poder a Víctor Paz. Faltando aún la decisión parlamentaria optó por el autogolpe. El 16 de junio de
1951 renunció a la presidencia y entregó el gobierno a una junta militar, pasando por encima de la constitución.
Este hecho se denominó a nivel popular e internacionalmente como el "Mamertazo". El esfuerzo desesperado por
frenar el ascenso movimientista, tenía que ver con una cien a conciencia de que ese ascenso implicaba un camino
histórico sin retorno.

8.51. Hugo Ballivián (1901-1995)


Ballivián nació en La Paz el 7 de junio de 1901. Estudió en el colegio Ayacucho. Ingresó al colegio militar y egresó
como oficial de caballería. Fue comandante de la 5ta región militar, comandante del colegio militar y agregado
militar en Estados Unidos, Francia, Inglaterra y España. Fue subsecretario de Defensa y comandante en jefe de las
FF.AA. Se sumó al autogolpe de Urriolagoitia y se hizo cargo de la presidencia a los 50 años. Después de su caída
en 1952 fue exiliado y abandonó la vida política. Murió en el retiro a los 94 años en mayo de 1995.
8.52. La junta militar. Gobierno Ballivián 1951-1952
El gobierno militar, presidido por el Gral. Hugo Ballivián Rojas, marcó en realidad un corto período que era el fin de
una etapa histórica. El ejército recibió el gobierno en un momento de desmoronamiento político e incapacidad de
las clases tradicionalmente dominantes para ofrecer alternativas viables. El ascenso popular era ya inevitable. Las
presiones de los sectores laborales continuaron y el MNR llegó a tener una organización casi militar de sus
cuadros.

El gobierno comenzó su gestión, declarando el estado de sido en todo el territorio y anulando las elecciones de
1951. Paz Estenssoro anunció que volver a como Presidente electo, pero el gobierno le impidió el ingreso. En el
seno de la propia junta eran inocultables las ambiciones de los generales Humberto Torrez Ortíz y Sergio Sánchez,
además de Antonio Seleme, quien propició el golpe que inició la Revolución del 9 de abril.

En marzo de 1952 la junta convocó a elecciones generales que nunca se realizaron. El 23 fueron repatriados los
restos de Eduardo Abaroa, el máximo héroe de la guerra del Pacífico en medio del respeto ciudadano. El proceso
inflacionario obligó a un nuevo reajuste de salarios del 30 % , aunque fue insuficiente para cubrir la brecha.
Marchas de amas de casa y empleados públicos reflejaban el malestar de los ciudadanos. En tanto, los grandes
mineros recibían un trato preferencial a través del cambio de moneda.

8.53. La Revolución del 9 de Abril


La precariedad del régimen militar se agudizó con las manifestaciones callejeras. Las ambiciones de sus ministros
habían ya condenado al gobierno. A principios de abril el titular de Gobierno, Antonio Seleme, el más audaz de los
ministros conspiradores, tomó contacto con la oposición, particularmente con el MNR (Siles Zuazo, Lechín), partido
al que Seleme incluso juró, y con FSB (Únzaga). El ocho, una reunión del ministro con un joven dirigente falangista
terminó con la salida de Falange del golpe, por discrepancias de programa y eventual distribución de cargos. El
golpe planeado para el 12 de Abril se precipitó ante la decisión de Ballivián de reestructurar el gabinete. La base
del levantamiento era la fuerza de carabineros integrada por 2.500 efectivos. El 9 de Abril en la madrugada los
policías fueron desplegados por el centro de la ciudad. Enterado Ballivián, intentó llegar a la base de El Alto, pero
fue interceptado y tuvo que ir al colegio militar en la zona sur de La Paz. Los cadetes fueron los primeros en salir a
combatir. Ballivián permaneció allí hasta el 12 de Abril; ya derrotado el gobierno dejó el colegio y se asiló en la
embajada de Chile.

La toma del arsenal por los rebeldes al mando del capitán Israel Tellez fue decisiva pues permitió armar a los
insurrectos. La confrontación armada fue intensa durante todo el 9 sin una definición concreta, aunque con
importantes movimientos del ejército. Ese mismo día militantes movimientistas tomaron el palacio. En la madrugada
del 10 el ejército cortó la luz de la ciudad y se desplegó comandado por el Gral. Humberto Torres Ortiz. Parecía que
la situación se volcaba y el gobierno retomaba el control. Seleme pensó que todo estaba perdido, algunas
informaciones falsas de camaradas que se mantenían leales al gobierno lo llevaren a la desazón. Terminó por
asilarse en la legación de Chile y renunciar a la jefatura del movimiento.

Las graves dudas de la noche del 9 al 10 en el comando rebelde fueron resueltas tras un arduo debate y el
movimiento continuó luchando. Un grupo de jóvenes dirigentes movimientistas logró comandar acciones valerosas
para el éxito revolucionario. Fueron centrales las figuras de Hernán Siles, Juan Lechín, Mario Sanjinés Uriarte,
Adrián Barrenechea, Germán Monroy Block y otros muchos. El aporte de las mujeres fue también heroico en el
apoyo a los insurgentes como había sido militantes en la huelga de hambre después de la anulación de las
elecciones de 1951 en la que destacó Lidia Gueiler. A partir de ese momento el golpe se transformó en una
insurrección popular que cambiaría el destino de la nación entera. Tras un confuso apresamiento de la plana mayor
movimientista y su posterior liberación, las cosas comenzaron a cambiar. El día 10, el coronel de policía Wálter
González tomó el control de la zona sur. La llegada a la ciudad de los mineros de Milluni que combatieron
fieramente en la ceja de El Alto, fue fundamental para la consolidación del triunfo de los revolucionarios. La
confusión sobre la participación de la fuerza aérea desanimó a los soldados que combatían, e hizo pensar que se
había pasado a los revolucionarios. La toma de radio "Illimani" fue clave para manipular la información y levantar la
moral de los alzados. La ciudad había sido rodeada por varios regimientos, pero la falta de coordinación y el
empuje de los trabajadores y militantes del MNR que combatían calle por calle la sangrienta batalla en Miraflores es
una prueba de ello, terminó por desmoronar la moral militar produciéndose defecciones y retiros; los soldados con
la gorra volcada representaban su deserción.
Oruro fue la otra ciudad donde se desarrollaron fuertes combates que terminaron por decidir los resultados
logrados en la sede de gobierno. Finalmente el 11 de abril, Torres pactó una tregua con el jefe revolucionario Siles
Zuazo en Viacha. La Revolución había triunfado. 490 muertos y casi 1.000 heridos, fue el trágico saldo c el
movimiento revolucionario más importante que le tocó vivir a Bolivia en su historia republicana.

IX. La Cultura Mirándonos en el Espejo (1880-1952)


Las Principales Ideas de este Período

El proceso de redescubrimiento de nosotros mismos, la búsqueda de nuestra identidad nacional, la conciencia de


que en nuestra propia realidad se podían encontrar elementos válidos para la creación artística y la reflexión
intelectual, fueron arduos y demandaron varios años. La fuerte influencia de la cultura occidental y la creencia de
que la única manera de hacer arte era mirando a Europa, sus valores y sus modelos, tuvo una vigencia
fundamental a lo largo del siglo XIX y buena parte del siglo XX. La reacción contra el pasado colonial español y el
hecho de que Inglaterra, en lo político económico, y Francia, en lo cultural, fuesen los centros motores de buena
parte del pensamiento europeo del XIX, llevó a nuestros intelectuales a beber de esas fuentes y convertirlas en el
modelo en el que nos debíamos ver.

Pero la guerra del Pacífico abrió heridas muy profundas y obligó a reflexiones muy serias sobre nosotros. Se podría
decir que 1880 es un año clave para la cultura boliviana, en tanto el resultado de la guerra abriría la brecha de un
proceso de indagación sobre nosotros mismos. Ese camino devino en el surgimiento de corrientes de gran
relevancia en nuestras artes. El nacimiento del indigenismo es probablemente uno de los elementos más
importantes a la vez que la construcción de una literatura realista y descarnada que pasó por el costumbrismo y se
afianzó en una visión crítica que con el estallido del otro gran conflicto bélico, la guerra del Chaco, iba a tener su
máxima expresión. El desencanto de un sistema político y social que no funcionaba y la necesidad de cambios
radicales se expresaron en una novelística hipercrítica en la que la fuerza de la tierra por un lado, y la realidad
terrible de la minería por el otro, fueron factores determinantes. La provincia y el campo fueron los dos grandes
escenarios del arte boliviano anterior a 1952. No había nacido todavía la reflexión sobre la ciudad y es lógico que
así fuera, porque Bolivia no tenía entonces ciudades realmente importantes; sus capitales eran todavía
provincianas, pequeñas y algo adormiladas.

El neoclasicismo que dominó el paso de los siglos XVIII a XIX, que tuvo en Bolivia importantes expresiones
artísticas (sobre todo en arquitectura y pintura), fue sustituido por un rabioso romanticismo, apasionado y volcado
de nuevo a los temas de la fe más que a los de la razón, proclive a la particularización nacional o regional, mirando
hacia la naturaleza, la indagación del yo y la afirmación de lo propio contra lo extraño. La literatura alemana influyó
también de manera importante en esta corriente. La gran novela realista y naturalista de la segunda mitad del XIX
(rusa, francesa y también española) influyó en nuestros creadores aunque con un cierto retraso. El vendaval
romántico y naturalista, sin embargo, no fue óbice para la permanencia de ideas fuertemente conservadoras, que
algunos críticos han definido como tradicíonalistas (la escolástica, la teología, el latín como parte de los programas
de enseñanza). Esta tendencia mantenía la vigencia de una educación de viejo estilo enfrentada a los
librepensadores liberales que terminaron por cambiar las ideas morales y aún la estética de la época. Pero quizás
fue el modernismo la corriente que se cultivó con más categoría y trascendencia en el país. Baste decir que
Ricardo Jaimes Freyre fue, junto a Darío, uno de los creadores del modernismo y uno de sus representantes más
notables a nivel continental. Su debilidad esteticista y su inspiración en el clasicismo y la mitología europea, no
pueden hacer olvidar que el modernismo fue un ismo literario latinoamericano por esencia.

En las ciencias sociales el enciclopedismo francés y sobre todo el positivismo, fueron corrientes que marcaron a
nuestros historiadores y científicos. La experiencia empírica y el objetivismo animaron una larga época de las
ciencias sociales bolivianas, que no cambiaron de enfoque sino hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX.

La aparición del nacionalismo en este contexto tiene que ver con los cambios sociales y políticos que se produjeron
entre 1920 y 1952. El final de la era oligárquica y la necesidad de replantearse las bases del sentido de estado y de
nación, sumados a los fuertes vuelcos ideológicos de Europa con el marxismo y el fascismo, establecieron una
vigorosa corriente de pensamiento en por lo menos dos generaciones (la del Chaco y luego la Revolución del 52)
que buscaron crear un nuevo modelo de cultura nacional. La creación de un nuevo estado nacional implicaba
también la formación de una cultura nacional. La revisión del pasado sería el primer desafío de esa línea de
pensamiento, que recién cristalizó después de la Revolución de 1952.
 9.1. Creación Literaria
 9.2. Cuento
 9.3. Poesía
 9.4. Ciencias Sociales
 9.5. Economía, Sociología y Política
 9.6. Ciencias Naturales
 9.7. Periodismo
 9.8. Música
 9.9. Artes Plásticas
 9.10. Arquitectura
 9.11. Cine
 9.12. Fútbol

9.1. Creación Literaria


Novela

Los dos grandes novelistas de las últimas dos décadas del siglo XIX son, sin ninguna duda, Santiago Vaca
Guzmán y Nataniel Aguirre.

 Augusto Céspedes (1903-1997)


 Jaime Mendoza (1874-1939)
 Nataniel Aguirre (1843-1888)
 Santiago Vaca Guzmán (1847-1896)

Augusto Céspedes (1903-1997)


Céspedes es uno de los grandes narradores de la generación del Chaco. Político militante, panfletario a veces, ha
dejado obras perdurables para la literatura boliviana.

Nació en Cochabamba el 6 de febrero de 1903. Se tituló de abogado en la universidad de San Andrés. Combatió
en la guerra del Chaco. Ejerció el periodismo desde muy joven. Su trinchera profesional y política fue "La Calle",
verdadero portavoz del MNR y de las ideas nacionalistas. Fue convencional en 1938 y en 1944. Fundó el MNR en
1942, fue ministro Secretario de Villarroel. Estuvo durante 10 años como embajador de Bolivia ante la Unesco.

Céspedes fue un apasionado historiador de los dos procesos precursores de la Revolución, El Dictador Suicida
(1956) y El Presidente Colgado (1966). Pasó a la historia de la literatura con Sangre de Mestizos (1936) y uno de
sus cuentos, El Pozo que se adelanta al realismo mágico y recupera uno de los elementos más dramáticos de la
guerra: la sed. En 1946 escribió una novela, casi un manifiesto contra Patiño: Metal del Diablo. Murió en La Paz en
1997 a los 94 años.

Jaime Mendoza (1874-1939)


Nació en Sucre el 25 de julio de 1874- Se graduó como médico en la universidad de San Francisco Xavier en 1901.
Ejerció su profesión en Uncía y Llallagua, donde fue fuertemente tocado por la realidad de la vida de los mineros.
Allí escribió sus primeras obras. Fundó escuelas y hospitales en los centros mineros. Luchó en la guerra del Acre
(1903) y allí también recogió material para su obra literaria. En 1906 conoció en Chile a Rene Moreno. Entre 1911 y
1914 estuvo en Europa. Fue profesor universitario en Sucre. En 1925 fue nombrado director del manicomio
Pacheco. En 1931 fue elegido senador y desde allí buscó una solución pacífica al problema del Chaco. Murió en
Sucre el 26 de enero de 1939.
Su obra clásica es la novela En las Tierras del Potosí (1911) que inaugura el naturalismo y la novelística minera
boliviana. Descarnado retrato de las condiciones de los mineros de principios de siglo, la deshumanización de su
vida, la sobreexplotación y el alcoholismo. Es una crítica al liberalismo individualista a ultranza de esos años.
Escribió también Páginas Bárbaras (1914), sobre el trópico del norte, la siringa y el drama de los gomeros. Los
Malos Pensamientos (1916), Gregorio Pacheco (1924), Bolivia y el Paraguay (1933), El Macizo Boliviano (1935) y
El Lago Enigmático (1936).

Si alguna novela debe destacarse como central en la primera mitad del siglo XX es Ra^a de Bronce (1919) de
Alcides Arguedas, que inaugura el indigenismo en Bolivia y es probablemente la obra más característica del género
en América. A diferencia de su tesis sociológica Pueblo Enfermo, Arguedas hace un notable retrato del indígena
aimara y de los llamados hoy pisos ecológicos, con descripciones paisajistas de un modernismo electrizante. Raza
de Bronce ' es un verdadero acercamiento (desde la óptica occidental) al indio boliviano y a su situación,
destacando sus valores y su cultura y reflejando la explotación de los terratenientes y el drama de los
levantamientos tan frecuente en esos años.

En la novela de provincias, sin llegar al costumbrismo cerrado, Armando Chirveches escribió dos obras notables, la
más importante, La Candidatura de Rojas (1908), es el mejor retrato político de la sociedad boliviana, los procesos
electorales, el sistema de corrupción y prebendalismo y la relación del poder regional de los pequeños caudillos de
aldea; una verdadera joya. Otra de sus obras destacadas es la Casa Solariega, (1916), en el mismo tono
ambiental, pero más intimista, en la que son temas principales el amor, la moral y la fe.

Adolfo Costa Du Rels encontró una veta excepcional; las minas a través de la vida de los inmigrantes aventureros y
cazafortunas, La Miskkícisimi, uno de los cuentos de su libro El Embrujo del Oro (1930), uno de los más
importantes de la cuentística nacional, no sólo por su maestría narrativa, sino por el emblemático personaje de la
seductora Miskkisimi.

En la novela costumbrista el maestro es Carlos Medinacelli, agudo ensayista y crítico de la sociedad que le tocó
vivir; Medinacelli escribió La Chaskañawi (1947), notable reflejo del proceso de encholamiento de un hombre de la
clase media, las taras de la sociedad del momento y la realidad de dos mundos que se miraban por encima y se
tocaban por debajo de la superficie de la tolerancia social. En la misma línea está La Niña de sus Ojos (1948) de
Antonio Díaz Villamil, aunque con menos calidad.

Nataniel Aguirre (1843-1888)


Aguirre es el gran creador literario del siglo XIX en Bolivia. Su obra novelística es central en la literatura del país y
de América Latina.

Nació en Cochabamba el 10 de octubre de 1843. Se tituló de abogado a los 21 años. Era hijo de un célebre político
de los primeros años de la república, Miguel María de Aguirre. Fue un hombre prolífico y de activa vida política e
intelectual. Se enfrentó a la dictadura de Melgarejo. Fue elegido como constituyente en 1871. Formó parte del
consejo de estado en el gobierno de Frías, de la célebre convención de 1880 y fue ministro de Guerra y RR.EE. del
Presidente Campero. Fue profesor de derecho en la universidad de San Simón. Nombrado ministro ante la corte
del Brasil, murió en Montevideo el 11 de octubre de 1888 mientras viajaba a posesionarse. Tenía entonces 45
años.

La obra capital de Nataniel Aguirre es la novela Juan de la Rosa (Memorias del último soldado de la independencia)
(1885). Esta obra es un clásico del romanticismo latinoamericano. Vigorosa y a la vez profunda en sus reflexiones
sobre la creación de la nueva república, la novela es la primera aproximación profunda a las raíces de Bolivia
desde la crónica del tambor Vargas escrita en plena guerra de la independencia. Pero el libro va más allá,
buceando en la psicología del adolescente protagonista y en los paisajes del valle cochabambino.

Aguirre escribió también Visionarios y Mártires (1865), Biografía del Gral. Francisco Burdett O'Connor (1874) y La
bellísima Floriana (1911).
El nuevo siglo vincula a la novelística boliviana con el realismo y el naturalismo. Lo que luego se conocería como
novela social, es uno de los géneros más socorridos de autores que fueron fuertemente influidos por una realidad
social lacerante en un país muy pobre y atrasado.

Santiago Vaca Guzmán (1847-1896)


Nació en Sucre el 20 de Noviembre de 1847. Desde muy joven trabajó en periodismo en "El Porvenir", "La Sonrisa"
y "Cosmorama". Se tituló de abogado en 1866. Fue profesor de bellas letras, cultura, religión y moral en el colegio
Junín de Sucre. Fundó y dirigió "La Patria" en la capital. Fue desterrado por Morales. Fue ministro de la legación
boliviana en Buenos Aires donde se quedó a vivir desde 1884 hasta 1889. Murió en la capital Argentina el 27 de
octubre de 1896 a los 49 años.

Vaca Guzmán ensayó la crítica literaria donde se destaca su reflexión sobre el país y su cultura. Su recuperación
de autores nacionales y sus valoraciones son un punto de referencia no desdeñable. Su novela más importante fue
Su Excelencia y su Ilustrísima (1889) que publicó varios años después de Días Amargos (1866), obra primeriza. Su
excelencia y su Ilustrísima es una novela histórica basada en una célebre polémica de dos autoridades: eclesiástica
y política en el Paraguay del siglo XVI. Romántico en su estilo, Vaca Guzmán es un autor olvidado de nuestra
literatura: Sin el vuelo de Aguirre marca el comienzo de la madurez en la novelística boliviana. Es autor además de
Ayes del Corazón (1867), Poesías (1868), La Poesía Alto-peruana (1882) y Sin Esperanza (1891).

9.2. Cuento
Debemos mencionar en el género del cuento a Wálter Montenegro con Los Últimos (1947), Porfirio Díaz Machicao
con Cuentos de dos Climas (1936), cuya narración más bella es Quilco en la raya del horizonte. También escribió
relatos como Historia del Rey Chiquito (1963); novelista, ensayista e historiador, Díaz se destacó sobre todo en el
relato corto.

Santiago Vaca Guzmán (1847-1896)


Nació en Sucre el 20 de Noviembre de 1847. Desde muy joven trabajó en periodismo en "El Porvenir", "La Sonrisa"
y "Cosmorama". Se tituló de abogado en 1866. Fue profesor de bellas letras, cultura, religión y moral en el colegio
Junín de Sucre. Fundó y dirigió "La Patria" en la capital. Fue desterrado por Morales. Fue ministro de la legación
boliviana en Buenos Aires donde se quedó a vivir desde 1884 hasta 1889. Murió en la capital Argentina el 27 de
octubre de 1896 a los 49 años.

Vaca Guzmán ensayó la crítica literaria donde se destaca su reflexión sobre el país y su cultura. Su recuperación
de autores nacionales y sus valoraciones son un punto de referencia no desdeñable. Su novela más importante fue
Su Excelencia y su Ilustrísima (1889) que publicó varios años después de Días Amargos (1866), obra primeriza. Su
excelencia y su Ilustrísima es una novela histórica basada en una célebre polémica de dos autoridades: eclesiástica
y política en el Paraguay del siglo XVI. Romántico en su estilo, Vaca Guzmán es un autor olvidado de nuestra
literatura: Sin el vuelo de Aguirre marca el comienzo de la madurez en la novelística boliviana. Es autor además de
Ayes del Corazón (1867), Poesías (1868), La Poesía Alto-peruana (1882) y Sin Esperanza (1891).

9.3. Poesía
La poesía romántica tuvo varios cultores en las dos últimas décadas del siglo XIX, pero ninguno de un nivel tal que
pueda equipararse a los poetas 'modernistas. Sin embargo, la poesía boliviana de esos años no puede olvidar la
talla excepcional de Adela Zamudio.

 Adela Zamudio (1854-1928)


 Ricardo Jaimes Freyre (1866-1933)
Adela Zamudio (1854-1928)
Zamudio nació en Cochabamba el 11 de octubre de 1854- Autodidacta, comenzó su tarea en el magisterio en la
escuela San Alberto de Cochabamba en 1900. Desde 1905 dirigió la escuela fiscal de señoritas hasta 1920 en que
fue promovida al liceo de señoritas. En 1926 fue coronada por el gobierno nacional en reconocimiento a su obra
literaria. Murió en Cochabamba el 2 de junio de 1928 a los 74 años.

Inconformista y transgresora, escogió el celibato y cuestionó el machismo, la beatería y el fanatismo religioso. Su


sobriedad casi conventual conjugó con una visión filosófica y descarnada de la vida. Zamudio marca el paso de la
poesía romántica de fin de siglo con la renovación de las formas. Loca de Hierro es considerada su obra mayor y
Nacer Hombre su alegato poético más profundo, cuya vigencia hoy es admirable; en muchos sentidos fue un
poema de anticipación feminista. Cultivó la prosa y el relato. Escribió Ensayos Poéticos (1887), El Castillo Negro
(1906), Íntimas (1913) y Cuentos Breves (1943).

Ricardo Jaimes Freyre (1866-1933)


Jaimes Freyre es el gran poeta boliviano. A la altura de Rubén Darío, es una de las figuras señeras del
modernismo.

Nació en Tacna el 12 de mayo de 1866 (hijo del gran escritor Julio Lucas Jaimes). En 1890 fue profesor de filosofía
del colegio Junín de Sucre. Fue secretario privado de Mariano Baptista. Vivió muchos años en Buenos Aires donde
fue redactor de "El País". En 1894 fundó junto a Rubén Darío la Revista de América. En 1916 optó por la
nacionalidad Argentina y fue concejal en Tucumán. En 1920 volvió a Bolivia y se incorporó al partido republicano.
Fue elegido diputado por Potosí. En 1921 fue ministro de Instrucción de Saavedra y en 1922 éste lo nombró
ministro de RR.EE. Fue embajador en Estados Unidos. Pasó los últimos años de su vida en Buenos Aires donde
murió el 24 de abril de 1933 a los 67 años.

La musicalidad,el cuidado en la forma, la sonoridad de los versos, son en Jaimes Freyre un verdadero deleite.
Castalia Bárbara (1899) es un clásico de la literatura americana (sobre una escenografía y personajes de la
mitología nórdica). Su libro Leyes de la Versificación Castellana (1912), es un verdadero ejemplo de dominio de la
preceptiva y el lenguaje. Escribió también La Hija de Jefhté (1889), Las Victimas (1917) y Los Conquistadores
(1928), además de varias obras de investigación histórica sobre el pasado colonial de Tucumán.

El otro gran modernista boliviano es Franz Tamayo que logró una curiosa fusión entre la mitología clásica griega, la
fuerza telúrica de los Andes y la nostalgia por el mar. La obra poética de Tamayo tiene una gran fuerza reflexiva e
intenta siempre un tono épico (es el caso de La Prometheida, Scopas o Epigramas Qriegos).

Gregorio Reynolds cierra la trilogía de poetas modernistas de Bolivia, aunque en menor dimensión que Jaimes
Freyre o Tamayo. Notable cuando escribía sonetos, dominó su técnica hasta la perfección, ensayó el género
dramático en verso y se inspiró en la fuerza de nuestra geografía y la sensualidad del trópico. Fue calificado como
satánico y pagano. Sus obras mayores son Quimeras (1915), El cofre de Psiquis (1918) y Edipo Rey (1924).

Man Césped (Manuel Céspedes), el poeta de la naturaleza "Madre naturaleza vuélveme árbol"' recuperó con su
sensibilidad, como San Francisco, el valor del medio que nos rodea. Ambientalista lo hubiesen bautizado hoy.
Escribió Viaje al Chimoré (1907); sus obras clásicas son Símbolos Profanos (1924) y Sol y Horizontes (1930). Entre
los poetas que se deben citar también están Lindaura Anzoategui de Campero (que recuperó la tradición de la
poesía de la independencia), Raúl Otero Reich (el poeta de la guerra del Chaco, todavía teñido de modernismo) y
Guillermo Viscarra Fabre, que marcan una etapa de transición entre las grandes corrientes romántica y modernista
y la poesía contemporánea más libre, menos encorsetada en los ismos.

9.4. Ciencias Sociales


La historiografía y las aproximaciones sociológicas a nuestro pasado tuvieron importantes autores a lo largo de los
dos siglos. La influencia del positivismo y el biologismo, marcaron profundamente a los autores que indagaron en
nuestra sociedad.

Gabriel Rene Moreno (1836-1908) Gabriel Rene Moreno (1836-1908)


Rene Moreno es el gran investigador del siglo XIX, maestro de la lengua castellana. Trabajó con sistema y seriedad
a lo largo de toda su vida, desentrañando la bibliografía, la historia y la literatura bolivianas. Criollo de cepa,
destacó la cultura occidental y expresó claramente una postura mal disimulada racista y anti indígena, pero su
contribución a la cultura del país pueden matizar una postura explicable en la época que le tocó vivir.

Rene Moreno nació en Santa Cruz el 7 de noviembre de 1836. Estudió el colegio en Sucre. Se tituló como abogado
en Santiago de Chile en 1866. Vivió la mayor parte de su vida en Chile. En 1868 fue nombrado director de la
biblioteca del Instituto Nacional de ese país. En 1871 Morales lo nombró secretario de la legación de Bolivia en
Santiago. En 1874 regresó a Bolivia, recopiló material bibliográfico boliviano y lo envió a Chile.
En 1879, en la guerra del Pacífico, fue emisario de las bases chilenas para un arreglo del conflicto, pero no tuvo
éxito tras su encuentro con Daza. Viajó a Buenos Aires y escribió prolíficamente. Volvió a Chile en 1883. Fue
profesor de literatura del instituto nacional. Murió en Valparaíso el 28 de Abril de 1908 a los 72 años.

Su obra bibliográfica sobre Bolivia es verdaderamente monumental. Escribió obras clásicas de historia, como
Matanzas de Yañez (1886), Últimos Días Coloniales en el Alto Perú (1897). Sus trabajos de crítica literaria son
indispensables; es el caso de Introducción al Estudio de los Poetas Bolivianos (1864) y la compilación postuma
Estudios de Literatura Boliviana (1956). Dos de sus obras mayores son la Biblioteca Peruana y la Biblioteca
Boliviana. Escribió también sobre literatura peruana, alegó sobre la guerra del Pacífico y escribió biografías:
Biografía del General José Ballivián y Seguróla (1895).

Modesto Omiste es otra de las figuras importantes de las ciencias sociales. Crónicas Potosinas (1896) es una
notable antología de crónicas sobre la villa imperial recogida de autores coloniales en la misma vena de las
tradiciones de Lucas Jaimes. Escribió un;¡ Historia de Bolivia (1875) que seguía la saga de Manuel José Cortéz y
una serie de trabajos sobre historia y estadística en la tradición de Dalence.

Escribieron textos históricos de diversa importancia, Valentín Abecia y José Rosendo Gutiérrez quien desentrañó la
revolución de 1809. También escribió una Historia de Bolivia pensada para estudiantes José María Camacho, cuya
obra tuvo mucha difusión como texto escolar hasta la década de los años treinta del siglo XX.

En lo referido a historias generales, la primera mitad del siglo XX tiene como referencia fundamental la Historia de
Bolivia de Alcides Arguedas. El trabajo en cinco tomos abarca el período desde la independencia hasta 1871. Es un
esfuerzo monumental aunque cuestionable, con una visión hipercrítica y basada excesivamente en la relación entre
el carácter de los presidentes y personajes importantes y su influencia en los hechos. A pesar de ello, se trata de
una buena aproximación a nuestro pasado, basada en un serio trabajo hemerográfico a la vez que cargado de
visiones subjetivas.

En la generación previa a la Revolución es indispensable mencionar a Enrique Finot y su Nueva Historia de Bolivia
(1946). Menos exhaustiva que la de Arguedas, la obra de Finot es seria en el manejo de información y bastante
completa como texto general.

Humberto Vázquez Machicado (1904-1957)


Vázquez es uno de los historiadores que mejor trabajó sobre la independencia de la República. Nació en Santa
Cruz el 27 de abril de 1904. Se tituló de abogado. Combatió en la guerra del Chaco. Estuvo en Europa con diversos
cargos diplomáticos. Estudió en los archivos de Indias y contribuyó a demostrar los derechos bolivianos en
cuestiones de límites, en particular con Paraguay. Fue profesor de la universidad de San Andrés y director de su
biblioteca central. Miembro de la Academia de la lengua y de la sociedad geográfica de La Paz. Murió en La Paz el
17 de diciembre de 1957 a los 53 años.
Escribió entre otras obras Tres ensayos históricos (1936), Blasfemias históricas: El Mariscal Sucre, el Doctor
Olañeta y la Fundación de Bolivia (1939), Facetas del Intelecto Boliviano (1958) y Manual de historia de Bolivia
(1958) junto a José de Mesa y Teresa Gisbert.

9.5. Economía, Sociología y Política


En trabajos especializados no se puede olvidar la Historia Financiera de Bolivia (1915) de Casto Rojas, que es la
primera aproximación sistemática a nuestro pasado económico. En el ámbito de la sociología el trabajo de Bautista
Saavedra, El Ayllu es un salto cualitativo en comparación con un pasado de autores apoyados más bien en el
subjetivismo. Como aproximación a la realidad agraria boliviana se trata de un aporte muy destacado. Saavedra
escribió también La Democracia en nuestra Historia (1921).

Ignacio Prudencio Bustillo, hombre de ideas socialistas, influyó fuertemente en su generación con trabajos como
Del Problema del Indio, La Vida y Obra de Aniceto Arce y La Misión Bustillo.

Ya han sido mencionados en páginas anteriores las obras centrales de Montenegro y Guevara en cuanto a la
ideología nacionalista y de José Antonio Arze en cuanto a la sociología. Dos importantes figuras de la crítica
literaria, Carlos Medinacelli y Enrique Finot son autores de obras fundamentales, como Estudios Críticos (1938) o
La Educación del Qusto Estético (1942) de Medinacelli y la Historia de la literatura boliviana (1943) de Finot,
verdaderas claves de la crítica boliviana.

9.6. Ciencias Naturales


Agustín Aspiazu (1826-1897)

Agustín Aspiazu (1826-1897)


Si algún boliviano del siglo XIX puede reputarse de científico fue Agustín Aspiazu, al lado de figuras cimeras como
Dalence, fue uno de los investigadores más serios en un campo poco o casi nada tocado en nuestro país.

Agustín Aspiazu nació en Irupana (La Paz) el 5 de mayo de 1826. Estudió en el seminario conciliar y en la
universidad de San Andrés, se doctoró en derecho y fue profesor y cancelario de esa universidad. Fue diputado por
La Paz entre 1857 y 1874. Luchó contra Melgarejo. Fue prefecto de Cochabamba y ministro de Guerra de Frías y
de Instrucción de Daza. Fue miembro de la corte superior de distrito de La Paz. Murió en La Paz el 18 de marzo de
1897.

Se ocupó de una gran variedad de materias, entre ellas astronomía, geología y física. Racionalista en su
pensamiento, proclamó la libertad de conciencia. Mantuvo intensa correspondencia con científicos americanos y
europeos. Entre sus principales obras están Curso de Física (1852), Conocimiento del Tiempo (1880), El calculador
Náutico (1888), La Meseta de los Andes (1890) y Determinación de las Longitudes Terrestres por medio de la
Cintilación de los Astros (1895).

Don Manuel Vicente Ballivián fue también un hombre preocupado por la investigación. Propulsó el censo de 1900.
Fue miembro de las principales sociedades geográficas de América. Escribió un Diccionario Geográfico de Bolivia
(1890), Geografía de Bolivia (1905) y una Monografía de la Industria Minera (1890). Arturo Posnansky fue un
verdadero pionero en las investigaciones arqueológicas, Tiahuanacu le debe mucho, a pesar de sus polémicas
interpretaciones sobre el pasado de la urbe precolombina.

La guerra del Chaco y sus consecuencias hicieron difícil el cultivo de la ciencia entre los años 1930-50. Pese a ello,
destaca en ese período la obra de los religiosos R.P. Pedro Descotes, físico y fundador del observatorio
astronómico y sismológico de San Calixto, regido luego por el R.P. Ramón Cabré, y la del R.P. Antonio Tejero
notable astrónomo que trabajó gran parte de su vida en Sicasica
9.7. Periodismo
El periodismo tuvo durante todo el siglo XIX una importancia crucial para la cultura y la vida boliviana en general.
En los periódicos se debatían las ideas políticas, se hacía apología y se denostaba a los diferentes gobiernos, se
desarrollaba el tono panfletario, se escribía poesía y cuento. Era, en fin, un escenario muy dinámico, tanto como el
número impresionante de periódicos que nacían y desaparecían en poco tiempo.

Uno de los hitos tecnológicos del siglo XX en el país fue el nacimiento de la radio. El 3 de marzo de 1929 se creó
radio Nacional de los hermanos Costas, pero el verdadero punto de partida de la radio como instrumento de
comunicación de masas fue el nacimiento de radio Illimani en enero de 1933 con un transmisor de 10 kw, pensada
como arma de propaganda en pleno desarrollo de la guerra del Chaco. En esta época la fuerza de la radiodifusión
estaba en La Paz. Las principales emisoras de la época fueron El Cóndor, Fides, Cultura, La Noche, La Patria y
Amauta. Fue un tiempo de pioneros, la primera transmisión de un partido de fútbol internacional (Chalo Suárez), las
primeras radioteatralizaciones (Raúl Salmón, Tito Landa y Olga Villavicencio), la exigencia de que el 50 (ó de la
música transmitida fuera del acervo boliviano (a partir de 1946), el relato de hecho políticos (caída de Villlarroel en
1946), las radionovelas nacionales y los editoriales periodísticos.

Zoilo Flores (1838-1917)


Nació en Santa Cruz el 27 de junio cíe 1838. Flores fue ejemplo del periodismo combativo en la época
conservadora. Fundó "El Imparcial" de La Paz, periódico que sufrió los avatares de la política intolerante de la
época. Fue abogado de profesión, profesor universitario y renombrado masón. Representó a Bolivia en funciones
diplomáticas. Flores es un símbolo de la defensa intransigente de la libertad de expresión. Hombre valiente y
notable polemista, influyó fuertemente en la política boliviana desde las páginas de su diario. Murió en Santiago de
Chile el 6 de noviembre de 1916.

En el siglo XX los dos periódicos más importantes hasta 1952 fueron "El Diario" (1904) de filiación liberal, fundado
por José Carrasco, notable político y periodista del liberalismo y "La Razón" (1916) que originalmente respaldaba
las posiciones del republicanismo, pero que se convirtió en el sustento de la gran minería boliviana, que era
propiedad de Carlos Víctor Aramayo. "La razón", fue sin embargo un periódico de alto nivel profesional y por el que
pasaron varios notables periodistas y escritores.
Fue clausurado en 1952 y no volvió a salir más. El otro periódico paceño destacado fue "Última Hora", vespertino
fundado en 1929, cuyo primer director fue Mario Flores. En otras ciudades del país hay que destacar "La Patria"
(1919) de Oruro, que tuvo influencia en tanto la ciudad del Pagador era gravitante en la economía nacional y "Los
Tiempos" de Cochabamba fundado por Demetrio Canelas en 1943 y que igual que "La Razón", fue clausurado
después de la Revolución del 52, pero que tras la caída del MNR volvió a editarse.

Como ejemplo del periodismo combativo y casi panfletario esta sin duda "La Calle" (1936). Bajo la conducción
inflamada de Augusto Céspedes y Carlos Montenegro; fue portavoz del nacionalismo y en particular del MNR.

9.8. Música
El impulso dado por el ministerio de Educación a este arte a partir de 1936, hizo posible la creación de la orquesta
sinfónica nacional que, primero bajo la dirección del alemán Eric Eisner y luego con invitados como José María
Velasco Maidana y otros, formó un cuerpo relativamente idóneo de músicos en La Paz. La fundación de la
sociedad filarmónica, que realizó los anhelos del viejo círculo de bellas artes (1918-1919), impulsó las acciones
musicales propendiendo a la creación de temporadas de ópera y zarzuela que cristalizaron la puesta en escena de
las más características muestras del repertorio italiano, con presencia de artistas y directores del teatro Colón de
Buenos Aires y en algunos casos de cantantes españoles.

Adrián Patiño (1895-1951)


Patiño nació en La Paz el 19 de febrero de 1895. Estudió con el maestro Torrico en el conservatorio nacional de
música. Fue profesor en el mismo conservatorio. Fue director de la banda del colegio militar y director de bandas
en el ejército. Compositor de gran sensibilidad, apeló a la tradición folklórica popular y creó un estilo musical que
quizás pueda definirse como indigenista. Su obra elabora esa rica veta musical andina en composiciones como En
los Andes Bolivianos y Nevando está.

En la creación musical de raigambre popular, pero en el ámbito de la música elaborada o culta, están los trabajos
de Simeón Roncal, exquisito en las composiciones de cuerdas y otras variedades musicales para piano. Eduardo
Caba por su parte, continuó el trabajo de Patiño del que fue contemporáneo, con música elaborada de caluyos y
aires nacionales para piano. No se pueden olvidar las piezas que hicieron época en las bandas bolivianas, los
llamados boleros de caballería; algunas obras de este género son ya clásicos de nuestra música, como El
Terremoto de Sipe Sipe o la Despedida de Tarija.
Son relevantes también Antonio González Bravo en La Paz y Teófilo Vargas en Cochabamba; González es el
primer musicólogo del país. Ambos se basaron en la rica herencia folklórica, el primero del altiplano y el segundo
de la música criolla del valle; hicieron un rico repositorio de melodías indias y composiciones como La Obertura de
la Coronilla, un Réquiem y otras piezas.

Jaime Mendoza Nava formado en Estados Unidos y España, creó poemas como Don Alvaro y Antawara, y Gustavo
Navarre, que estudió en Francia, produjo varios Heder, sonatas y conciertos amén de una sinfonía; constituyen una
pareja de compositores de tendencia universalista. Atiliano Auza de Sucre, es uno de los dos compositores que han
incursionado en la ópera con su obra Incallajta.

9.9. Artes Plásticas


La plástica boliviana del siglo XIX, influida todavía por el barroco tardío y el neoclasicismo, pasó a fines del siglo al
eclecticismo. Los pintores bolivianos no recibieron la influencia de los ismos que revolucionaron la pintura europea,
sino hasta fines Je los años cuarenta. Los artistas más destacados de ese momento (1880-1920) fueron José
García Mesa, autor de algunas obras de inspiración francesa (Ingres), paisaje urbano y obras épicas (La Muerte de
Murillo). Ángel Dávalos fue autor de naturalezas muertas y retratista expresivo. Avelino Nogales buscó algunos
temas de la mitología y otros de corte cívico, además de cultivar el retrato con gran asiduidad y categoría.

Pero sin duda los dos grandes artistas plásticos que cubren la primera mitad del siglo XX, son Cecilio Guzmán de
Rojas y Arturo Borda.

 Arturo Borda (1883-1953)


 Cecilio Guzmán De Rojas (1899-1950)

Arturo Borda (1883-1953)


Borda fue un hombre excepcional de su tiempo. Si bien la pintura fue su actividad principal, es un pionero de los
movimientos anarquistas, la organización de mutuales obreras y autor de una obra poco reconocida pero de
incalculable valor literario, El loco de tono autobiográfico.

Nació en La Paz el 14de octubre de 1883. Desde muy joven se adscribió a las ideas anarquistas. Muy pronto se
dedicó a la vida bohemia. Viajó a la Argentina y expuso su obra en Buenos Aires.

Se dedicó al teatro, participó en las seccionas de teatro del conservatorio de música y el círculo de bellas artes.
Participó en Wara Wara, la película más importante del cine silente boliviano (1930). Su obra pictórica excepcional
en el colorido, recoge un vasto temario, desde la crítica del arte moderno, pasando por los temas que simbolizan la
solidaridad en el trabajo y su carácter purificador, o la representación simbólica (El Espantapájaros). Borda tomó de
modo recurrente el tema de La Paz y el Illimani, realizó retratos notables (Mis Padres) y se aventuró en estudios
pictóricos de avanzada. No se adscribió a ningún ismo. Murió en La Paz el 17 de Junio de 1953.

Cecilio Guzmán De Rojas (1899-1950)


Nació en Potosí. Es el pintor indigenista por antonomasia. Creó un estilo que ejerció fuerte ir fluencia sobre los
pintores de la segunda mitad del siglo, trabajó permanentemente en la búsqueda de una identidad nacional a través
de la fuerza interior y los rasgos de sus personajes en un progresivo proceso de estilización.

Trabajó en Cochabamba con Methiew y Avelino Nogales. Muy joven fue profesor del colegio de artes y oficios de
Potosí. Viajó a España y allí fue alumno de Romero de Torres y Zubiaurre, adquirió el estilo formal y sensual de
Romero, que luego fue adaptando en su evolución al indigenismo. Expuso en Madrid. A su vuelta fue inspector
general de bellas artes y director de la academia de bellas artes de La Paz. Combatió en el Chaco y allí hizo una
serie de pinturas de descarnado expresionismo. En la última etapa de su vida investigó los trabajos de Leonardo e
innovó una técnica denominada coagulatoria. Se suicidó en La Paz el 19 de febrero de 1950. Sus obras clásicas
son El Beso del ídolo, el Cristo Indio, sus pinturas paisajistas sobre Llojeta y la serie sobre la guerra del Chaco.

Los pintores contemporáneos que se deben destacar son Juan Rimsa, Gil Coímbra y Jorge de la Reza que en
diferentes estilos (desde el europeísmo de Rimsa, hasta el indigenismo popular de Coímbra) se vieron fuertemente
influidos por la tierra andina y el mundo indígena.

9.10. Arquitectura
La fuerte influencia del neoclasicismo que dominó la arquitectura boliviana de la primera etapa del siglo XIX, es
sustituida por una tendencia ecléctica y academicista que tiene su expresión en importantes edificios públicos y
privados de la capital de la República, a cuyo urbanismo contribuyeron a impulsar los gobiernos conservadores.
Obras como La Rotonda encargada por Belzu o el Banco Nacional de Antonio Camponovo y el Banco Argandoña
de Eduardo Doynel, son ejemplos excepcionales de inspiración europea (palacios florentinos y arquitectura
francesa). Pero las dos obras mayores de Sucre son el Palacio de Gobiemo (LS92-1899), probablemente de
Camponovo, monumental (en la dimensión de las pequeñas ciudades bolivianas) con su planta cuadrada, su gran
escalera imperial y su frontis de estilo nouveau y el llamado Palacio de la Glorieta también de Camponovo, en un
rabioso y exótico eclecticismo. Camponovo, uno de los arquitectos señeros de Bolivia, proyectó también la Casa
Dorada de Tarija. En Cochabamba el edificio más destacado de la primera mitad de siglo es el Palacio Portales
(1925) encargado por Patiño, proyectado en Francia con una variedad de estilos en su decoración interior, aunque
sin llegar al ingenio de la Glorieta. También debe destacarse la Casa de Campo de Pairumani.

En La Paz la arquitectura religiosa presenta dos ejemplos del llamado neogótico, ambos del arquitecto Eulalio
Morales, la Compañía de Jesús y la Recoleta. El neogótico de Morales es sobrio y poco dado a las fiorituras. Entre
los principales edificios públicos están el Palacio de Justicia de Adán Sánchez, de estilo clásico y el Palacio
Legislativo, concluido en 1905, obra de Camponovo, de notable diseño ecléctico, con grandes columnas imperiales
y una resolución de excepcional belleza en el hemiciclo de la cámara baja y el salón del senado.

Emilio Villanueva (1884-1970) Emilio Villanueva (1884-1970)


Villanueva es, sin duda, el arquitecto más destacado de Bolivia en la primera mitad del siglo XX. No sólo por su
obra arquitectónica, sino porque es el padre del urbanismo contemporáneo y el creador de la primera facultad de
arquitectura del país en la universidad de La Paz. Estilísticamente Villanueva pasó por el academicismo ortodoxo,
la búsqueda de una arquitectura nacional y la adscripción final al racionalismo.

Nació en La Paz el 28 de noviembre de 1884. Estudió en Chile donde se tituló como ingeniero arquitecto. Realizó
los más importantes edificios de La Paz entre 1915 y 1950. Fue concejal de La Paz, diseñó la avenida Mariscal
Santa Cruz (1914) y el barrio de Miraflores (1927). Fue rector de la Universidad Mayor de San Andrés y ministro de
Instrucción de Siles. Los edificios más destacados que proyectó son el Hospital General de La Paz (1916), la
Alcaldía Paceña (1925) (probablemente el mejor edificio de estilo francés del país) y el Banco Central (1926). Pero
su trabajo creativo culminó con el Estadio Hernando Siles (1930) y su obra maestra el Monoblock Central de la
Universidad Mayor de San Andrés (1948), definido como neotiahuanacota, es un referente indiscutido de la
arquitectura de inspiración nacionalista.

Como autor original y de gran personalidad, en un esquema racionalista de vigor propio, está Ivica F. Krsul, cuya
obra básica es el Edificio Krsul (La Paz) de 1945. En la arquitectura neocolonial trabajó Mario del Carpió, autor del
edificio de la CNSS (1948) y de la Casa de Rafael Qisbert de San Jorge en La Paz (1949).
9.11. Cine
El cine llegó a Bolivia el 27 de Junio de 1897 y la primera película boliviana se filmó en 1904, de autor desconocido.
A partir de 1912 trabajan dos pioneros bolivianos, Luis G. Castillo y Goytisólo en decenas de cortometrajes y films a
contrato. A pesar de la precariedad de medios, el cine boliviano de la época silente demostró una calidad y un
sentido de la construcción narrativa que es admirable dadas las condiciones técnicas en las que trabajaba. En la
década de los años veinte se produjeron los primeros largomet rajes bolivianos.

José María Velasco Maidana (1901-1989) José María Velasco Maidana


(1901-1989)
Velasco Maidana nació en Sucre en 1901. Su actividad esencial fue la música, compuso varias obras musicales
para su grupo de ballet. Las referencias indígenas en su obra son muy evidentes. La Suite India es un ejemplo de
ello. Fundó en 1940 la orquesta sinfónica nacional y desarrolló actividad como director de orquesta. Organizó el
ballet Amerindia con el que recorrió varios países de América y Europa.

Es, sin ninguna duda, el cineasta fundamental de la etapa silente del cine boliviano. Su primera película importante
fue La Profecía del Lago (1925). Pero el filme central de la época fue Wara Wara (1930), una historia de la
conquista española en la zona del lago. Por su producción fue el gran largometraje de esos años, con pretensiones
de ambientación de época, maquetas y un gran elenco actoral. Velasco pasó los últimos años de su vida en
Estados Unidos, donde murió en 1989 a los 88 años.

Otra figura importante es el italiano Pedro Sambarino (Corazón Aymara, 1925). Sambarino hizo trabajos a contrato
y fue el pionero de los informativos en el cine, además de haber realizado el primer largometraje documental en el
país. En los años veinte el trabajo, en colaboración de Luis Castillo y Arturo Posnansky, dio como resultado un
documental en el que Posnansky pretendía demostrar sus teorías sobre Tiahuanacu; se trata del film La gloria de la
Raza (1926). Entre 1932 y 1935, la Guerra del Chaco influyó también sobre el cine. Producto de esa etapa son dos
largometrajes, Hacia la Gloria (1932) film de ficción de José Camacho, José Jiménez y Raúl Duran y La Guerra del
Chaco (1936) documental de Luis Bazoberry.

En los años cuarenta se produce un paréntesis en la actividad fílmica, fueron los años de formación de una gran
pareja para el cine boliviano de los cincuenta y sesenta, Jorge Ruiz y Augusto Roca. En 1948, en ocasión de
conmemorarse el cuarto centenario de la fundación de La Paz, la empresa Argentina Emelco produjo el documental
de largometraje, Al pie del Illimani.

9.12. Fútbol
De entre los deportes que se han practicado en Bolivia, el fútbol es el que ha contado con mayor repercusión, no
sólo por su práctica, sino por el impacto social que ha tenido como deporte-espectáculo. En la actualidad es un
fenómeno social de primera importancia que influye en la vida colectiva en el mundo entero, forma parte integral de
la actividad económica, social y aun política de cualquier sociedad.

El fútbol llegó a Bolivia desde Chile con los ingleses y con el ferrocarril. El primer equipo boliviano fue Oruro Royal,
creado en 1896 en Oruro. En 1914 se fundó la primera asociación de fútbol del país, La Paz Football Asociation. El
equipo aún vidente de mayor tradición es The Strongest (1908), trece veces campeón paceño amateur entre 1914
y 1950. En 1925 nació Bolívar, también de La Paz, que disputó el clásico mayor del fútbol nacional con Strongest
y es uno de los grandes equipos bolivianos. En 1925 se creó la Federación Boliviana de Fútbol. En 1926 Bolivia
ingresó a la FIFA y a la Confederación Sudamericana de Fútbol. También en 1926 la selección boliviana participó
por primera vez en un campeonato sudamericano. Su primer encuentro internacional lo disputó en Santiago frente
a Chile. Bolivia participó en este período en dos copas mundiales, la de 1930 en Uruguay la de 1950 en Brasil.
Coincidente con la guerra del Chaco, en 1933 se fundó en La Paz el club Always Ready que sería el gran
animador del fútbol paceño en los años cincuenta y sesenta. En la década de los años cuarenta nacieron tres de
los más renombrados equipos bolivianos, San José de Oruro en 1942, Blooming de Santa Cruz en 1946 y
Wilstermann de Cochabamba en 1949. En 1950 nació el profesionalismo, el primer campeón profesional fue
Bolívar. También en 1950 la selección nacional jugó por primera vez como local, lo hizo en el estadio Siles de La
Paz frente a Chile en partido amistoso.

X. La Revolución Nacional (1952-1964)


El Momento Histórico

Bolivia había llegado en 1952 a un punto de no retorno. Las ideas liberales acuñadas a fines del siglo pasado
habían dado de si todo lo que podían dar. El país había experimentado un modelo con sus virtudes y defectos. La
receta estaba agotada.

El diagnóstico de lo que representó el llamado viejo orden lo daba en algún sentido el censo que hizo el gobierno
de Urriolagoitia en 1950. El país casi duplicó su población en cincuenta años. De 1,8 millones pasó a 3.019.031
habitantes. La población urbana creció, pero Bolivia siguió siendo un país eminentemente rural. Si en 1900 vivían
en el campo casi el 90 % de los bolivianos, en 1950 el porcentaje de población rural era de 66 % contra sólo un 33
% de población urbana. Sin duda el fenómeno de crecimiento más importante lo vivió La Paz que pasó de 60.000
habitantes en 1900 a 321.073 en 1950; un aumento de casi seis veces, el mayor que haya tenido la sede de
gobierno en toda su historia. En cambio, las otras ciudades importantes crecieron en una proporción menor. La
segunda ciudad era Cochabamba con 80.795 hab. (Cuatro veces más que en 1900), Oruro con 62.975 (tres veces
más que en 1900), Potosí con 45.758 (duplicó su población en relación al 900) y Santa Cruz con 42.746 (algo más
del doble que en 1900). A pesar de esta dinámica demográfica, faltaban todavía cuatro décadas para que la
población urbana supere a la rural. Coherente con esta realidad el 70,5 % de los bolivianos se dedicaba a la
agricultura y apenas un 8 % a la industria; de este último porcentaje algo más de la mitad eran mineros.

En la distribución étnica, el censo registró un 63 % de población indígena (quechua-aimara y etnias del oriente),
que marcó un incremento en relación al 57 % reconocido en el censo de 1900, en tanto los inmigrantes de primera
generación representaban apenas el 1,3 % del total de habitantes del país. La distribución lingüística reflejaba un
36,5 % de lengua materna quechua, un 36 % de lengua materna castellana y un 24,5 % de lengua materna aimara.
El 69 % de la población era analfabeta (contra un 80 % le analfabetos en 1900).

A pesar del despertar de los indios en el altiplano y valles, a partir de la creación de sindicatos y de las movilización
de 1945, la agricultura (con menos del 2% cultivado del total útil del país) estaba en manos de grandes propietarios
(terratenientes) que, especialmente en el altiplano y el valle, controlaban la producción. Desde el punto de vista
social el indio dependía totalmente del hacendado, cultivaba una pequeña parcela a cambio del salario y su
condición general era realmente lamentable. Hasta 1945 se mantuvo el pongueaje (el Gobierno de Gualberto
Villarroel lo abolió), un eufemismo de un sistema de semiesclavitud que obligaba a trabajos no remunerados del
colono, generalmente en la ciudad, en favor del propietario de la hacienda.

Las ideas optimistas del siglo pasado no se cumplieron, el latifundio no convirtió a la tierra en un emporio
mecanizado y productivo, los latifundistas se contentaron con una producción escasa, no invirtieron ni
modernizaron la tierra. La mano de obra gratuita o casi gratuita fue un mejor colchón que la inversión capitalista en
el agro. El resultado fue una economía de autosub-sistencia que no logró cubrir los requerimientos alimentarios de
Bolivia, al punto que casi el 20 % de los alimentos se importaban, muchos de ellos originarios del altiplano
boliviano.

La minería que era la principal fuente de ingresos estaba manejada por tres grandes empresas, propiedad de los
denominados “barones” del estaño: Simón I. Patiño, Mauricio Hoschild y Carlos Víctor Aramayo. Esto suponía que
e1 estado recibía ingresos reducidísimos en proporción a las ganancias de los grandes mineros, además de su
dependencia directa de los propietarios de los complejos mineros, las fundiciones y sus intereses. El problema
además era que la gran minería estaba en caída en Bolivia, los niveles de producción habían bajado y no se habían
hecho las inversiones necesarias para revertir la tendencia declinante, los costos de producción habían convertido
al país en poco competitivo. El hecho de que los barones del estaño compensaran sus costos en sus otros centros
de producción esparcidos por el mundo, dejó a Bolivia, si no en situación marginal, sí supeditada a intereses
extranacionales.
No existía un sistema adecuado de seguridad social, ni tampoco un código que rigiera las condiciones de trabajo y
explotación en las minas y fábricas.

Las comunicaciones viales mínimas mantenían al país desarticulado. A pesar del plan Bohan el desarrollo del
oriente era todavía inviable por el aislamiento físico en relación al resto del país.

La sociedad boliviana carecía de una clase media urbana significativa, marcándose una diferenciación de clases
muy aguda. Estrato dominante compuesto por la gran minería, terratenientes y un pequeño núcleo de familias
tradicionales y una minúscula burguesía; el otro estrato formado por los campesinos indios, un pequeño sector
obrero y minero y grupos marginales de tipo urbano. La burguesía y la clase media eran prácticamente
inexistentes.

 10.1. Significación de la Revolución de 1952


 10.2. Repercusión Internacional de la Revolución
 10.3. Víctor Paz Estenssoro (1907-2001)
 10.4. Primer Gobierno Paz Estensoro 1952-1956
 10.5. Juan Lechín (1914-2001)
 10.6. La Central Obrera Boliviana (COB)
 10.7. La Reforma Agraria
 10.8. La Nacionalización de las Minas
 10.9. El Voto Universal
 10.10. La Reforma Educativa
 10.11. El viejo y el nuevo ejército. Las milicias populares
 10.12. El desarrollo petrolífero y la polémica inversión externa
 10.13. Desarrollo del Oriente
 10.14. Los Campos de Concentración
 10.15. Las Primeras Elecciones con Voto Universal
 10.16. Hernán Siles Zuazo (1913-1996)
 10.17. Primer Gobierno Siles Zuazo 1956-1960
 10.18. El Código de Seguridad Social
 10.19. La Estabilización Monetaria, Ruptura con la COB y Renuncia del Vicepresidente
 10.20. Óscar Únzaga de La Vega (1916-1959)
 10.21. FSB, cuartel Sucre y muerte de Únzaga
 10.22. División del MNR
 10.23. Las elecciones de 1960
 10.24. Segundó Gobierno Paz Estenssoro 1960-1964
 10.25. Plan decenal
 10.26. La Crisis de COMIBOL y el Plan Triangular
 10.27. La Constitución de 1961
 10.28. La ruptura de relaciones con Chile
 10.29. La ayuda estadounidense
 10.30. Tercer gobierno Paz Esténssoro 1964. Caída del MNR

10.1. Significación de la Revolución de 1952


En un contexto de graves contradicciones económicas, sociales y políticas, la Revolución de 1952 marcó la
culminación de un proceso que se había desencadenado en la guerra del Chaco cuando todo el país tuvo que
enfrentarse a su fracaso y, sobre todo, pudo reconocerse en el propio campo de batalla en su realidad social y en
sus limitaciones estructurales. A partir de entonces los grupos nacionalistas, que germinaron durante la
administración de Hernando Siles, tomaron conciencia de la realidad nacional y plantearon soluciones nuevas y
radicales. Entre 1932 y 1935 se desarrolló una nueva generación, de la que surgieron importantes partidos políticos
progresistas y de izquierda. Estos enfrentaron a las fuerzas políticas surgidas en la época conservadora (1880 -
1930), que tras la guerra mostraban claros signos de agotamiento.

Muchas veces se ha usado en nuestra historia la palabra Revolución para explicar desde un motín cuartelero, hasta
un golpe de estado, pasando por un levantamiento masivo violento. Es necesario precisar con claridad que el único
momento en el que la palabra Revolución cuadra realmente es en 1952. Las razones son las siguientes: Este
proceso representó un desplazamiento de clases a nivel de las decisiones en el seno del gobierno y en el conjunto
de la sociedad. La minúscula clase dominante que dirigía el país fue sustituida por una "clase media" (difícilmente
definible sociológicamente) que además afectó severamente los intereses de la élite al expropiar las grandes minas
y los latifundios. La emergencia campesina en el agro y de trabajadores mineros y fabriles en ciudades y centros
mineros a través de organizaciones con poder real, modificó radicalmente los estamentos de poder. Por eso se
habla de una Revolución.

La Revolución de 1952 es un hecho fundamental en la historia contemporánea de Bolivia pues cambió el país, al
punto que es imposible comprender la Bolivia de hoy sin entender la significación de la Revolución. Por un parte se
modificó totalmente la estructura económica. De una economía semifeudal (agricultura) controlada y dependiente
de capitales privados de incalculable poder (minería particularmente), se pasó a una economía básicamente
controlada por el Estado (más del 70%). Se creó una nueva burguesía que, sin haber logrado estructurarse
realmente como clase coherente, intentó industrializar al país. Una gran parte de esa nueva burguesía sin embargo
se dedicó a la intermediación financiera y al comercio importador. Se logró una cierta diversificación en la
producción económica y una mayor articulación de la geografía nacional. El proceso de desarrollo excepcional del
oriente boliviano (Santa Cruz especialmente) es sin duda producto de 1952.

En el campo, la reforma agraria (1953) eliminó el latifundio y determinó el comienzo de un proceso de integración
del campesino a la vida nacional. Aunque los errores de aplicación limitaron grandemente los resultados, se cambió
la relación de poder entre las clases sociales en el campo.

En lo político se cambiaron las reglas de juego al establecerse el voto universal, que permitió la participación
mayoritaria en las elecciones y una nueva composición en la representación social en el parlamento. Obreros y
mineros tuvieron una participación directa en las decisiones económicas y políticas del país. Se creó una
importante legislación de trabajo y avanzadas leyes sociales.

Finalmente, la cultura recibió un impulso pocas veces visto en épocas anteriores, surgió una fuerte corriente
indigenista y nacionalista que desarrolló intenso trabajo en todos los campos. La idea al crear el concepto de un
estado nacional poderoso, fue la de establecer una nación unida por una cultura mestiza y uniformada por el idioma
castellano. Esta idea se fue modificando como resultado del acceso a la educación y a las decisiones de sectores
del mundo aimara y quechua, que propugnaron un criterio de respeto a la diversidad que se fue acentuando al final
de la segunda mitad del siglo.

Si bien el proceso de 1952 quedó trunco y se vio envuelto en errores, limitaciones, corrupción y una negativa
influencia de posiciones personales; es indudable que tuvo una importancia esencial para el país.

10.2. Repercusión Internacional de la Revolución


En América Latina se han desarrollado entre 1900 y 1960, tres grandes procesos revolucionarios con resultados
diferentes y con una importancia también distinta, de acuerdo a la dimensión de cada país: La Revolución
mexicana (1910), la Revolución boliviana (1952) y la Revolución cubana (1959).

México ha institucionalizado los cambios producidos en las primeras décadas del siglo, que se llevaron a efecto
bajo el principio de “la tierra es para quien la trabaja”. Instauró una continuidad de partido (el PRI) que gobernó el
país por más de 60 años y que entró en una grave crisis al final del siglo. Cuba, que comenzó una revolución
progresista democrática, se transformó en una nación socialista en 1962, alineada en la órbita de la Unión
Soviética. Esa opción llevó al país a una encrucijada muy seria cuando se desmoronó el socialismo a partir de la
caída del muro de Berlín en 1989. Bajo el liderazgo de Castro, Cuba mantuvo su posición socialista intransigente
como uno de los pocos países que se mantuvieron en esa línea después de 1989, en medio de un aislamiento
creciente.

Conviene no olvidar en el contexto latinoamericano el surgimiento del populismo como corriente de gran
trascendencia en los años treinta y cuarenta. El peronismo argentino (1946 - 1955), el gobierno de Getulio Vargas
en el Brasil (1930 - 1945 y 1951 -1954), Rómulo Betancourt en Venezuela (1945 - 1948 y 1959 -1964), la particular
dictadura de Rojas Pinilla en Colombia (1953 - 1957) y la indudable relación ideológica con el APRA de Haya de la
Torre en el Perú, partido que en 1985 llegó al gobierno. Tampoco se debe olvidar el proceso nacionalista y
revolucionario de Jacobo Arbenz en Guatemala (1951-1954), quien fue derrocado con indiscutible participación
estadounidense.

De este modo se puede ver la ligazón del fenómeno boliviano con el desarrollado contemporáneamente en otras
naciones del continente. En muchos aspectos la Revolución boliviana vanguardizó las posiciones radicales con
medidas como la destrucción del ejército y la creación de uno nuevo, el control obrero con derecho a veto en las
minas, las milicias campesinas y mineras armadas y los ministros obreros en el gobierno.

Bolivia inició, especialmente entre 1952 y 1956, una serie de cambios profundos, pero el proceso no llegó a su
plenitud. Su repercusión internacional fue relativa dado el escaso desarrollo del país, su aislamiento y su
mediterraneidad. Sin embargo en los primeros años de gobierno del MNR varios intelectuales, economistas y
estudiosos progresistas de todo el mundo visitaron el país interesados por la experiencia. En abril de 1953, primer
año de la Revolución, se reunió en La Paz un grupo destacado de intelectuales latinoamericanos. Particularmente
la reforma agraria ha sido estudiada en sus virtudes y defectos para casos similares que se desarrollaron
posteriormente en América Latina.

10.3. Víctor Paz Estenssoro (1907-2001)


Víctor Paz Estenssoro es quizás la figura política más relevante del siglo XX en Bolivia. Su papel en las
transformaciones radicales de Bolivia en 1952 primero y 1985 después, lo convierten en un referente imprescindible
para comprender la política boliviana contemporánea.

Nació en Tarija el 2 de octubre de 1907. Hizo estudios escolares en el colegio San Luis de Tarija y Bolívar de
Oruro. Se recibió de abogado en la Universidad Mayor de San Andrés en La Paz en 1927. Comenzó su carrera
como ayudante en la oficina Nacional de Estadística. En 1929 era ya redactor de la cámara de diputados. En la
guerra del Chaco fue interventor general de la contraloría en el primer cuerpo de ejército (1932) y marchó luego al
frente donde combatió en la batería “Seleme”.

En 1937 ingresó como abogado de la empresa minera de Patiño. Renunció un año después y fue elegido diputado
por Tarija. Entre 1938 y 1939 fue presidente del banco Minero y también catedrático de historia de las doctrinas
económicas en la UMSA. En 1940 y 1943 su labor parlamentaria lo consagró como uno de los más destacados
diputados del congreso nacional. Desde allí liderizó una fuerte oposición al gobierno de Peñaranda.

En 1941 fundó, junto a un destacado grupo de políticos e intelectuales, el Movimiento Nacionalista Revolucionario,
partido del que fue jefe durante casi 50 años (1941-1990). Fue ministro de Economía (1941) y ministro de Hacienda
y Estadística (1943-1945). Paz fue uno de los más importantes gestores y pilar fundamental del gobierno de
Villarroel (1943 - 1946). A la caída de éste partió exiliado a Buenos Aires (1946-1952).

Ha sido Presidente de Bolivia en cuatro ocasiones, entre 1952 y 1956, entre 1960 y 1964; en 1964 elegido por un
tercer período que no concluyó al ser derrocado por su vicepresidente Rene Barrientos y finalmente en 1985
elegido por cuatro años. Es el Presidente que ha gobernado Bolivia por más tiempo (doce años y seis meses).
Entre 1956 y 1958 fue embajador de Bolivia en Inglaterra.

Exiliado entre 1964 y 1971 regresó a Bolivia para colaborar con el gobierno de Hugo Banzer (entre 1971 y 1973).
En 1974 fue exiliado nuevamente.

Retornó al país en 1978 como candidato presidencial. Ha sido candidato a la presidencia en 8 ocasiones. Ganó las
elecciones de 1951, 1960 y 1964. Ocupó el segundo lugar en los comicios de 1979, 1980 y 1985 y el tercero en
1947 y 1978. El MNR se constituyó en cerrada oposición (desde el parlamento) al gobierno de Hernán Siles Zuazo
(1982 -1985) y se hizo gobierno en 1985. Paz gobernó constitucionalmente hasta 1989. En 1990 renunció a la
jefatura del MNR. Murió en Tarija el 7 de junio de 2001.
10.4. Primer Gobierno Paz Estensoro 1952-1956
Hernán Siles presidió la junta revolucionaria que entre el 11 y el 14 de abril gobernó en espera de Víctor Paz
Estenssoro. En esos días se mencionó la posibilidad de convocar a elecciones generales en un plazo máximo de
cuatro meses, pero la firmeza y lealtad de Siles, ratificaron la decisión partidaria de esperar el retorno del jefe
movimientista.

El 15 de abril de 1952 llegaba al aeropuerto de El Alto de La Paz, Víctor Paz Estenssoro tras seis años de exilio en
la Argentina y el Uruguay. El masivo recibimiento del que fue objeto, reflejó la expectativa y el entusiasmo que se
había creado a nivel popular por lo que haría su gobierno.

Por los propios acontecimientos del 9 de abril y por las propuestas de su programa de gobierno, el Movimiento
Nacionalista Revolucionario (MNR) tenía un compromiso que determinó inicialmente el co-gobierno (1952-1956)
entre el partido y la Central Obrera Boliviana (COB) que tenía como líder máximo a Juan Lechín Oquendo. Esa
alianza determinó que el poder sindical, en las decisiones más importantes del gobierno, fuera muy amplio.

El primer gobierno de la Revolución Nacional contó en su gabinete, entre otros, a Wálter Guevara Arze (RR.EE.),
Federico Alvarez Plata (Economía), Juan Lechín Oquendo (Minas y Petróleo), Nuflo Chávez (Asuntos Campesinos)
y José Fellmann (Secretario de Prensa e Informaciones).

Las principales medidas del gobierno de Paz Estenssoro fueron la nacionalización de las minas, la reforma agraria,
el voto universal y la reforma educacional. Estos cuatro puntos fueron el motor que comenzó la transformación de
toda la economía y la sociedad boliviana contemporáneas.

Estos cambios trajeron consigo una serie de problemas que afectaron en plazo inmediato al consumidor. Así, se
produjo un nivel de inflación elevado como consecuencia de una devaluación permanente del signo monetario. Se
produjo también el ocultamiento y la especulación de productos de primera necesidad, cuyo control pasó a manos
de miembros del MNR, que aprovecharon para sí la situación de crisis al controlar los “cupos” de alimentos,
artefactos domésticos, divisas y el contrabando.

En el campo de obras públicas y comunicaciones se concluyó (1954) el camino asfaltado Cochabamba-Santa Cruz,
la obra más importante de la década de los cincuenta pues abrió el desarrollo del departamento de Santa Cruz y lo
integró al resto del país. Se realizaron también otras carreteras menores, sobre todo en Santa Cruz, Montero y el
sur. Se inauguraron los ferrocarriles Corumbá-Santa Cruz y Santa Cruz-Yacuiba. Se mejoró el sistema de
aeropuertos, extendiéndose las rutas internacionales del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB).

Durante el primer gobierno de Paz Estenssoro se produjeron dos intentos de derrocar al Presidente. El 6 de enero
de 1953 desde dentro del propio MNR (un ala conservadora y anticomunista dirigida por Luis Peñaloza y Hugo
Roberts) y en 1954 desde la oposición liderizada por FSB. Ambos intentos fracasaron. Con el argumento de que las
medidas tomadas afectaban a influyentes sectores del país y afectaban fuertes intereses, el gobierno no tuvo
contemplaciones con la oposición, particularmente con Falange Socialista Boliviana.

10.5. Juan Lechín (1914-2001)


La presencia de Juan Lechín fue decisiva en la organización de la COB. Lechín nació en Corocoro (La Paz) en
1914, trabajó en Catavi como obrero y en Siglo XX como perforista. Fue subprefecto de Uncía (1944). Luchó en la
Revolución de 1952. Fue ministro de Minas y Petróleo del gobierno de Paz. Fundador y secretario ejecutivo de la
Federación de Mineros (1946-1987, durante 41 años) y de la COB (1952-1987). Se opuso a la política de Siles
Zuazo (1956 -1960). Fue vicepresidente de Bolivia (1960 -1964). Fundó el PRIN en 1963, renunciando al MNR.
Contribuyó al golpe de estado que derrocó al MNR en 1964. Exiliado en 1965, volvió al país en 1970. En 1971 fue
elegido presidente de la Asamblea Popular y ratificado como secretario ejecutivo de la Federación Sindical de
Mineros y la COB. En 1971 salió al exilio y retornó en 1978 nuevamente como máximo líder de la COB. Fue
candidato presidencial en 1980, cayó preso y fue exiliado tras el golpe militar de julio de 1980. En 1982 retomó
como máximo ejecutivo de la COB. Hizo fuerte oposición al gobierno de la UDP (1982-1985). Durante el cuarto
gobierno de Paz, renunció a la secretaría ejecutiva de la FSTMB y la COB (1987). Murió en La Paz el 27 de agosto
do 2001.

10.6. La Central Obrera Boliviana (COB)


El 17 de Abril de 1952, seis días después del triunfo revolucionario se fundó la Central Obrera Boliviana. Era la
culminación de un largo, doloroso y heroico proceso de construcción de un movimiento proletario que representara
a la totalidad de los trabajadores bolivianos. Desde las etapas embrionarias de principios de siglo hasta esta
instancia, se había logrado una conciencia de clase y madurez política que hizo posible la coincidencia entre la
Revolución y la creación de este instrumento de lucha que unificó a los sindicatos bolivianos. Entre 1952 y 1958 la
COB fue totalmente controlada por el poder hegemónico del MNR. Juan Lechín fue elegido secretario ejecutivo,
cargo que desempeñó hasta 1987.

A lo largo de la historia de Bolivia, nunca (ni siquiera en la experiencia de la Asamblea Popular en el gobierno del
Gral. Torres) se ha dado una participación tan directa e inmediata de las organizaciones sindicales de los obreros
en el gobierno como ocurrió en 1952. En la práctica se trataba de un co-gobierno entre la Central Obrera Boliviana
(COB) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario cuyas dos cabezas eran Juan Lechín Oquendo y Víctor Paz.

Ya a partir de los postulados de la tesis de Pulacayo (1946) la clase obrera mostraba su impulso y su conciencia
revolucionaria en la que se planteaba la necesidad de la toma del poder. La Revolución de 1952 no fue una
Revolución proletaria sino policlasista, pero estuvo fiscalizada por la fuerza obrera que inmediatamente tomó su
cuota de poder en la conducción del estado.

Esta situación planteó la presencia de ministros obreros (por ejemplo Juan Lechín o Germán Butrón) y una especie
de dualidad de poderes ya mencionada por el investigador Zavaleta Mercado. La COB tenía poderes de decisión
en la elección de muchos cargos importantes y fue factor determinante para la nacionalización de las minas y la
reforma agraria. Fiscalizaba, a través del Control Obrero (que era individual y no colectivo) la administración de
COMIBOL y otras importantes empresas estatales.

10.7. La Reforma Agraria


Entre las medidas adoptadas por el gobierno revolucionario, probablemente la reforma agraria sea la más
significativa. Esencialmente porque fue el paso más importante dado en la época republicana por integrar el país y
hacerlo una verdadera nación. La reforma significó entre otras cosas la incorporación de casi 2.000.000 de
habitantes al mercado nacional como productores y también como consumidores (sobre una población total de
3.000.000). Se eliminó además un sistema de explotación y una estructura económica muy próximos al feudalismo.
Antes de la Reforma Agraria los grandes propietarios , particularmente en el altiplano y el valle, controlaban en
latifundios más del 95% de las tierras cultivables del país.

El pongueaje se practicaba aún a pesar de su abolición en 1945. Tanto las presiones de sectores campesinos y de
la COB como la decisión del gobierno que había creado una comisión para definir el problema de la reforma
presidida por el vicepresidente Hernán Siles, fueron paralelos a la propia acción de campesinos armados que
comenzaron a tomar por su cuenta haciendas en el valle cochabambino.

El decreto de la reforma agraria se firmó en Ucureña (Cochabamba) el 2 de agosto de 1953. El principio básico
sustentado fue: la tierra es de quien la trabaja. La liquidación total del latifundio en altiplano y valles se hizo
definitiva y, aunque con lentitud, se realizaron las entregas de títulos de propiedad a los campesinos.

La consecuencia de la reforma a lo largo de los años fue la creación del minifundio, es decir la pequeña parcela
mínimamente productiva, que continúa dividiéndose al pasar por herencia de padres a hijos. Al no haberse
planteado mecanismos para una explotación racional y colectiva el nivel de productividad fue muy bajo y no existió
una política de cultivos de acuerdo a necesidades y prioridades. Quizás uno de los temas claves para entender sus
insuficiencias es que no reflejó la realidad de las tierras de comunidad, ni de las experiencias productivas y el
sistema de trabajo colectivo de tradición quechua - aimara. Se pensó en cambio en sistemas cooperativos que
tampoco se aplicaron salvo en pequeña escala y un concepto de propiedad privada e individual sobre la tierra. Otro
elemento fundamental fue la prohibición de negociar la tierra, ni a través de la venta, ni como garantía para
préstamos de ningún tipo, el objetivo fue garantizar que los campesinos no perdieran la tierra, ni fuera posible la
reinstauración del latifundio.

En ese momento la idea de reconocer territorios indígenas en el oriente simplemente no existía. Las etnias de los
llanos estaban olvidadas y no formaba parte real de la sociedad activa del país.

La reforma no conllevó, por inexperiencia y limitaciones económicas, un nivel de mecanización adecuado y


tampoco se hizo real el respeto a propiedades grandes mecanizadas y eficientes. En los primeros meses, tras el
decreto, se cometieron arbitrariedades y abusos en un espíritu revanchista explicable pero no justificable, que
deterioró propiedades y destruyó ganado de raza que debió ser de utilidad en el propio proceso.

El campesino había pasado de ser un colono siervo, dependiente del patrón, a ser propietario. En la práctica esto
implicó una nueva mentalidad y una nueva conciencia, pero no logró totalmente una integración entre campo y
ciudad. El proceso de emigración del agro a la ciudad se incrementó considerablemente en las últimas dos décadas
del siglo XX como resultado del bajo nivel económico del sector.

Se inició también un proceso de colonización de las tierras bajas, con la idea de un desarrollo productivo alternativo
y diversificador. Tierras gratuitas a quienes se asentaran en esas regiones. Se pensó que la fertilidad de los llanos
era poco menos que infinita. La realidad demostró que este planteamiento conllevaba problemas ambientales,
económicos y de productividad que se fueron descubriendo con los años. A pesar de ello, no se puede negar que el
proceso de colonización significó un importante impulso a la economía nacional y el comienzo de un proceso
masivo de migración, que comenzó a revertir severamente la proporción de densidad de población entre los andes
y el oriente.

10.8. La Nacionalización de las Minas


El 31 de octubre de 1952 Paz Estenssoro firmó el decreto de nacionalización de las minas en el campo de María
Barzola en Catavi (Potosí). Uno de los postulados de la Revolución había sido la eliminación del llamado
superestado minero. Entre abril y octubre de 1952 trabajó una comisión para estudiar las medidas a tomarse. Las
presiones populares, canalizadas por la COB, definieron algunas dudas. El decreto se firmó contando con el control
obrero; una medida política sin precedente en el continente, que demostraba fehacientemente la importancia capital
del poder sindical, cuya fuerza se mostró nítidamente en los doce años de gobierno del MNR.

La nacionalización revertía al estado todos los bienes (yacimientos e instalaciones) de las tres grandes empresas:
Patiño, Hoschild y Aramayo.

Para la administración de las minas del estado se creó la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) que comenzó
su gestión con graves desventajas, escaso capital de operación y sobre todo maquinaria ya obsoleta y muchas
vetas en franco descenso de producción o simplemente agotadas. La consecuencia lógica fue un altísimo costo de
producción que hacía poco competitiva la exportación estañífera boliviana.

Los precios del estaño bajaron considerablemente entre 1951 y 1955 lo que determinó una sensible disminución de
la producción que descendió de 20.000 toneladas anuales (1952) a 22.400 toneladas (1956). En el período 1952-
1964, la producción pasó de 32.472 toneladas a 24.412. El mejor año fue 1953 con 35.38 y el peor 1958 con
18.013. En 1952 nuestra producción representaba el 18,7 % de la producción mundial, en 1964 producíamos el
16,5 % de la producción mundial.

A estas condiciones desventajosas se sumó el famoso y demagógico “cambio de razón social”, mediante el cual se
pagó beneficios sociales a todos los obreros de las minas nacionalizadas v luego se los volvió a contratar, lo que
significó una erogación excesiva de dinero creándose además inflación. Por este hecho la COMIBOL se
descapitalizó por un monto superior a los cien millones de dólares.
Es evidente, sin embargo, que el control de la minería por parte del estado evitó la desmedida fuga de divisas y
permitió recuperar el beneficio íntegro de la producción minera para el país. Lamentablemente no se llevó a efecto
la inmediata creación de hornos de fundición que rompiera la dependencia de las fundiciones extranjeras
(básicamente de Patiño), con la consecuente pérdida del valor agregado al exportar el mineral prácticamente sin
procesar.

La euforia de un proceso político inédito y la posibilidad real de parte del sector obrero del control directo de la más
importante fuente de la economía nacional, trajo consigo los lógicos desajustes de un cambio estructural tan
profundo. La inexperiencia administrativa por una parte y la forzosa aquiescencia a presiones sindicales por otra,
determinaron un alto nivel de burocratización, (imputable también el partido gobernante) y un incremento excesivo
de trabajadores y funcionarios especialmente en “exterior mina” (se inició en 1952 con 28.900, en 1955 habían ya
casi 35.000). De acuerdo a un precepto constitucional se pagó a las empresas afectadas una indemnización de
21.000.000 $us. Entre 1953 y 1961, que obviamente salió de la propia producción.

Con todo, la administración directa de las minas permitió que importantes recursos se dedicaran a actividades de
diversificación económica, muy especialmente para el desarrollo de la agropecuaria y la agro industria en los llanos
orientales y a la capitalización de YPFB, lo que potenció a la empresa del petróleo haciéndola rentable y
exportadora.

La consecuencia fundamental de la nacionalización fue la de haber transformado el funcionamiento del país al


trasladarse el control de la economía de manos privadas a manos del estado (en 1952 las minas equivalían a más
del 80% de los ingresos totales de la nación).

10.9. El Voto Universal


Hasta las elecciones de 1951 (que ganó el MNR) el voto era restringido. No podían votar ni los analfabetos ni las
mujeres (que habían votado por primera vez en los años cuarenta pero sólo en las elecciones municipales).El
concepto de ciudadanía estaba restringido además a quienes podían demostrar una renta mínima.

El voto universal fue una consecuencia lógica en el marco de una Revolución de corte policlasista e integradora. Se
concedió el derecho a voto (decreto del 21 de julio de 1952) a todos los bolivianos mayores de 21 años (de 18 años
siendo casados) cualquiera sea su sexo, instrucción, ocupación o renta. De este modo se dio acceso a la decisión
política a más del 70% de la población, marginada hasta entonces del proceso democrá tico.

Pero esta universalización de un derecho político esencia conllevó además algunas modificaciones estructurales al
sistema que había regido antes del 52, más allá del voto mismo. Se eliminó la democracia municipal, que se
recuperaría recién en 1987, los alcaldes fueron designados por el ejecutivo centralizando el poder. Se eliminaron
las re novaciones parciales del poder legislativo, estableciendo una elección simultánea para presidente,
vicepresidente, senadores y diputados una vez cada cuatro años (la última renovación parcial del parlamento se
produjo en la elección del 3 de junio de 1962) y finalmente se eliminó e diputado uninominal, es decir aquel que
representaba a las provincias. Se estableció el voto en “paquete”, el votante elegía a la vez al presidente al vice a
los senadores y diputados por lista completa. Este sistema estaba vinculado a la idea del MNR de una máxima
centralización y control directo del poder sobre la base del modelo mexicano.

El otro ingrediente negativo fue que a la par que la universalización del voto, se sofisticó una maquinaria de fraude
ya existente en el período oligárquico que hizo poco creíbles los resultados. El MNR tenía indudable mayoría de
respaldo en el país, pero forzaba las cosas para controlar la casi totalidad del parlamento, dejándole a la oposición
apenas un margen mínimo de representación. El modelo mexicano de partido único con sistema de voto abierto se
seguía casi al pie de la letra.

10.10. La Reforma Educativa


En 1953 se creó la Comisión Nacional de Reforma Educacional y en 1955 se dictó el código de Educación que
determinó modificaciones sustanciales en la estructura educativa boliviana.
Básicamente se concebían cuatro niveles educativos. La educación regular a través del ciclo pre-escolar, primario,
secundario, vocacional, técnico y universitario; la educación de adultos, la educación de rehabilitación y finalmente
la educación extra-escolar y de extensión cultural a la comunidad. Se puso mucho énfasis en el sistema escolar
campesino con el incremento de núcleos escolares desde primaria hasta normales rurales (siguiendo la experiencia
de Elizardo Pérez). Se determinó la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza primaria y finalmente se intentó un
programa de alfabetización con medianos resultados.

La reforma tenía que ver con el esfuerzo por masificar la educación y ese fue sin duda el resultado más evidente
del cambio revolucionario. La explosión de las escuelas rurales fue muy significativa aunque no hubo una
correlación entre número y calidad. En su conjunto, la reforma educativa que modificó el currículo e intentó inyectar
un contenido de reforzamiento de la identidad nacional a los procesos educativos, se enfrentó a un sistema de
escuelas normales incapaz de formar maestros de buen nivel. La masificación devino en un bajo rendimiento
académico, una inadecuada supervisión y un proceso de sindicalización que, politizado como estaba, no dio
preeminencia a los rangos de exigencia académica. Los bajos salarios del magisterio fueron también un talón de
Aquiles del sistema, dando como resultado muchos maestros mal pagados y una educación por debajo de los
estándares indispensables.

10.11. El viejo y el nuevo ejército. Las milicias


populares
Por primera vez en la historia del país un gobierno tocó la estructura más profunda del ejército. La tesis era que un
estado revolucionar o debía contar con un nuevo ejército revolucionario (los modelos soviético y mexicano, en
diversa medida, inspiraron en parte esta decisión). La estrepitosa derrota militar a manos de los revolucionarios en
abril de 1952, condujo a la idea de que había que destruir la raíz “oligárquica” ce las FF.AA. Las dos medidas
básicas que se tomaron fueron por una parte la clausura del colegio militar y por la otra la separación de filas de
altos oficiales la mayoría fueron al exilio, de oficiales intermedios y el licenciamiento de los cadetes del colegio.
Junto a estas decisiones que afectaron a más de 500 uniformados, se detuvo a muchos militares de alta y baja
graduación que fueron trasladados a prisión. En Curahuara por ejemplo, entre 1953 y 1955 había más de 50
militares presos.

El colegio militar fue reabierto en 1953 con el nombre emblemático de “Gualberto Villarroel”. Se pensó que así se
abría una nueva etapa en la que las puertas del colegio se abrían al pueblo llano como de hecho ocurrió, aunque
paradójicamente serían esos militares los protagonistas del derrocamiento del MNR en 1964.

El concepto de preeminencia secante del partido identificado con el estado se tradujo en la obligación de los
oficiales de las FF.AA. de jurar lealtad al partido en actos públicos, lo que fue considerado por los militares como
una humillación intolerable que le cobraron al MNR y a Paz Estenssoro en años posteriores.

Finalmente, el gobierno creó milicias armadas en dos sectores, el de los trabajadores mineros y el de los
campesinos. También organizó grupos de milicianos en las ciudades que respondían directamente al partido. Esta
organización garantizó el poder obrero y campesino que respaldó militantemente la estabilidad de la Revolución,
aunque también generaron violencia sobre todo en el campo en enfrentamientos sangrientos entre comunidades
campesinas hasta bien entrados los años sesenta.

10.12. El desarrollo petrolífero y la polémica inversión


externa
Desde la creación de YPFB hasta el comienzo de los años cincuenta, la empresa estatal languideció con un nivel
de producción mínimo. Entre 1940 y 1950 se produjeron entre 1.000 y 2.500 barriles día. El advenimiento de la
Revolución significó un impulso consciente de la producción de hidrocarburos como una alternativa de
diversificación económica, pues surgió la posibilidad de exportar crudo una vez cubierta la demanda interna.

Fue el trabajo de José Paz Estenssoro el que hizo posible el crecimiento notable de YPFB, que tuvo su verdadero
nacimiento como parte esencial de nuestra economía en la década de los años cincuenta. Entre 1952 y 1964 la
producción pasó de 2.500 a más de 10.000 barriles día como promedio, además comenzó a explotarse el gas
natural. Al comienzo de los años sesenta Bolivia producía alrededor de 20 millones de pies cúbicos por día, lo que
impulsaría el crecimiento espectacular que se dio en los años setenta.
Este salto se hizo posible con una inversión que en parte significativa salió de una transferencia de recursos de
COMIBOL a YPFB que permitió la explotación del área de Sanandita, la perforación de pozos, el impulso de Camiri
como centro vital de la producción de crudo y la construcción de ductos de transporte de crudo de los centros
productivos al altiplano y posteriormente a Arica para la exportación (este oleoducto fue terminado en 1958).

Fue precisamente en el ámbito del petróleo que el gobierno del MNR dio una muestra evidente de que sus
concepciones estatistas no sólo tenían matices, sino que apostaban a la necesidad de inversión externa y una
política liberal en este campo. El código del petróleo preparado por el bufete estadounidense de abogados
Davenport y Schuster se aprobó como decreto en 1955 y por si hubieran dudas, se ratificó en el parlamento en
1956 ya como ley promulgada por el gobierno de Siles Zuazo. El código otorgaba amplias facilidades a los
inversionistas, a cambio de una regalía del 11 % al estado que podía reducirse según el caso y un impuesto sobre
utilidades del 30 %.

Catorce empresas extranjeras se interesaron en los campos bolivianos y recibieron concesiones en casi 14
millones de hectáreas. Pero sólo una de ellas tuvo éxito la Bolivian Gulf Oil, subsidiaria de la Gulf Oil Co. La Gulf
pagaba un 11 % de regalías y un impuesto de 19 % por producción bruta en boca de pozo.

El código desató una fuerte polémica, enfrentamiento en el parlamento y división de opiniones en sectores del
partido de gobierno. Para los nacionalistas era una medida entreguista y antinacional que terminó años después en
la nacionalización.

10.13. Desarrollo del Oriente


Es indudable que el punto de partida del vertiginoso desarrollo de Santa Cruz y por extensión de una importante
zona del oriente, no se podría explicar sin el proyecto de diversificación encarado por el primer gobierno de la
Revolución. La inauguración, el 25 de agosto de 1954, de la carretera asfaltada Cochabamba - Santa Cruz marcó
el hito básico. En la práctica el MNR hizo suyo el plan de diversificación propuesto por el economista
estadounidense Marvin Bohan en 1942 y que en buena parte Wálter Guevara aplicó a su proyecto económico
publicado en 1955. La oligarquía terrateniente cruceña pasó a ser burguesía agraria, al ser reconocidas por la
reforma agraria las empresas agrícolas, beneficiadas además por la ayuda norteamericana, las divisas fiscales y el
uso de capital generado por COM1BOL. Otro dinamizador de la economía fueron los ingenios azucareros. El
estado construyó el ingenio de Guabirá, comenzado en los años cuarenta. Guabirá no fue el único de los ingenios
crúcenos. La ciudad de Santa Cruz pasó de tener una población de 42.746 h. en 1950 a 254.682 h. en 1976.

Esta decisión del gobierno de la Revolución fue clave pues marcó un giro fundamental en la historia boliviana. La
vertebración de occidente y oriente a través del eje cruceño, impulsado de una manera impresionante por la
producción petrolera, llevó a un progresivo desplazamiento del eje de poder económico lo que se vio de manera
muy evidente a finales del siglo XX. La dinámica económica de Bolivia pasó de las alturas andinas a los 1lanos a
través del desarrollo de la agroindustria.

Ese crecimiento notable tuvo mucho que ver con una lucha se sostenida por los sectores cívicos crúcenos bajo el
liderazgo de Melchor Pinto Parada, que forzaron al gobierno a que las regalías del 11 % que pagaba la Gulf (y que
se hicieron luego extensivas también como obligación para YPFB) fueran directamente al departamento de Santa
Cruz. Entre 1957 y 1959 se produjeron problemas muy serios como producto de enfrentamientos armados con un
saldo de dura represión gubernamental y algunos muertos y heridos. Finalmente Santa Cruz ganó su batalla y logró
las regalías para sí. El 21 de diciembre de 1959, una ley interpretativa de la ley de 15 de julio de 1938 promulgada
en el gobierno de Busch, reconoció los ingresos de las regalías para Santa Cruz y por extensión para otros
departamentos que produjeron petróleo en años sucesivos.

10.14. Los Campos de Concentración


El gobierno revolucionario optó por la aplicación de métodos violentos y represivos que garantizaran lo que en los
hechos fue una dictadura de partido. El 23 de octubre de 1952 (D.S. 02221), se establecieron prisiones bajo
administración militar en Corocoro (La Paz), Uncía (Potosí), Catavi (Potosí) y Curahuara de Carangas (Oruro). Tres
de los cuatro campos estaban ubicados en importantes centros mineros. Por una lado los militares y por otro los
mineros, fueron convertidos en custodios de campos de concentración. Allí eran llevados presos los opositores que
eran vejados y torturados sin contemplaciones. En Catavi en 1953 había un contingente de 131 presos, en
Curahuara entre 1953 y 1954, 245 presos. Se justificó estos excesos con el argumento de que se ejercía una
violencia revolucionaria y antioligárquica para sostener la estabilidad de la Revolución. Este es uno de los rasgos
más criticables de ese proceso político en el que la intransigencia y los abusos se convirtieron en moneda corriente,
agudizando una práctica que fue común en el pasado (los gobiernos de Hertzog y Urriolagoitia por ejemplo, usaron
la isla de Coati en el lago Titicaca como cárcel de los presos políticos). La etapa más dura de la represión le
correspondió al ministro de Gobierno Federico Fortún. Nombres como Claudio San Román, Luis Gayan Contador,
Emilio Arze Zapata, Alberto Bloomfield, Rene Gallardo, Juan Peppla y Adhemar Menacho son de triste memoria
para muchos ciudadanos que sufrieron el funcionamiento del llamado “control político”. Unos a la cabeza de todo el
sistema represivo, otros dirigiendo campos de concentración, otros en acciones directas de tortura y vejación de los
detenidos.

10.15. Las Primeras Elecciones con Voto Universal


El 17 de junio de 1956 se realizaron elecciones generales convocadas por el gobierno. Por primera vez en la
historia del país se ponía en vigencia el voto universal. De los 204.000 inscritos para las elecciones de 1951 se
pasa a 1.119.000 electores con derecho a voto el 56. Se presentaron entonces 4 candidaturas, la de Hernán Síles
Zuazo del MNR que ganó las elecciones de una manera abrumadora (786.729 votos, 82%), la de FSB que postuló
a Óscar Unzaga de la Vega (130.494 votos, 14%), la del Partido Comunista con Felipe Iñiguez y la de Hugo
González de un sector del POR, que consiguieron ambas menos del 2% de los votos. Siles fue elegido Presidente
y Nuflo Chávez Ortíz vicepresidente.

Se abría así una confrontación política electoral entre MNR y FSB como principal fuerza opositora, bloqueada por la
real popularidad movimientista y por la máquina de fraude del gobierno. En 1956 el ejecutivo no necesitó manipular
la votación, pues su popularidad estaba aún en un punto muy alto. La izquierda había perdido todo chance, en la
medida en que el MNR encarnaba los cambios más radicales que había vivido Bolivia. El sustento electoral básico
del MNR era el gran caudal de votantes campesinos que beneficiados por la reforma agraria mantuvieron su lealtad
de voto a los movimientistas durante casi toda la segunda mitad del siglo XX.

10.16. Hernán Siles Zuazo (1913-1996)


Hernán Siles Zuazo nació en La Paz el 19 de marzo de 1913, hijo del también Presidente de la República
Hernando Siles Reyes (1926-193C). Estudió en el Instituto Americano, se graduó como abogado en la Universidad
Mayor de San Andrés, destacándose como importante dirigente universitario. Fue funcionario del ministerio de
Hacienda y director de la biblioteca del congreso. Desde 1940 fue diputado por La Paz en tres legislaturas. En 1941
fundó el MNR junto a Víctor Paz y otros destacados intelectuales, partido del que fue sub-jefe hasta su escisión en
1964.

Fue jefe del movimiento revolucionario de abril de 1952 que instrumentó la Revolución Nacional. Entre 1952 y 1956
ocupó la vicepresidencia de la república. En 1956 fue elegido Presidente del país, cargo que ejerció hasta agosto
de 1960. Entre 1960 y 1962 fue embajador de Bolivia en el Uruguay. Ante la decisión de Paz de ir a la reelección
rompió con la jefatura del partido y apoyó al Gral. Barrientos quien derrocó a Paz Estenssoro y al MNR. Poco
después fue exiliado. En 1969 organizó el MNR de Izquierda, partido con el que hizo política hasta su nuevo
acceso a la presidencia. Se opuso al golpe de 1971 lo que determinó su ruptura definitiva con Paz Estenssoro.

En 1978 Siles retornó a Bolivia y tras organizar, junto a dirigentes del MIR y el Partido Comunista, la Unidad
Democrática y Popular (UDP), se presentó como candidato presidencial en los tres procesos electorales de la
reapertura democrática (1978-1980). Cuando su triunfo por mayoría relativa (1980) hacía suponer una votación
congresal que lo ungiera Presidente, el golpe de estado de julio de 1980 lo forzó a tomar el camino del exilio. Tras
el triunfo popular que obligó al ejército a convocar al parlamento de 1980, fue elegido y ungido Presidente
constitucional en 1982, cargo que ejerció sólo hasta 1985, pues se vio forzado a renunciar a un año de su mandato
como emergencia de la grave crisis económica que vivía el país.
El Dr. Siles participó en 4 elecciones como candidato a la presidencia, ganó 3 (1956,1979 y 1980) y ocupó el
segundo lugar en la restante (1978), aunque en ese caso la magnitud del fraude electoral hace presumir que
también ganó esas elecciones. En 1985 se retiró definitivamente de la actividad política. Se trasladó a Montevideo
donde residió los íntimos años de su vida. Murió en la capital uruguaya el 6 de agosto de 1996 a los 83 años de
edad.

10.17. Primer Gobierno Siles Zuazo 1956-1960


La reapertura del congreso abrió la polémica, sobre todo en sectores radicalizados que consideraban que un
gobierno de las características del MNR no podía retornar a la práctica de la democracia burguesa y por tanto no
debía contar con un parlamento. Los hechos definieron la posición del MNR. La legislatura de 1956 aprobó todos
los decretos y leyes de la gestión 1952-1956 y particularmente el famoso código “Davenport” del petróleo.

10.18. El Código de Seguridad Social


En esta administración se aprobó el código de Seguridad Social de Bolivia, una de las legislaciones más avanzadas
en materia de derechos y beneficios para los trabajadores, cuya aplicación en la práctica a lo largo de los años se
vio enfrentada a un alto nivel de burocratización y poca eficacia, que terminó por desfondar las cajas, tanto la
central de salud como las cajas complementarias que se fueron creando con el paso de los años.

Pero el principio de la seguridad social universal y solidaria y la aprobación del código, fueron sin duda un salto
extraordinario en el camino de los luchas de los trabajadores por mejorar sus condiciones de vida. Los primeros
pasos de los gobiernos de Saavedra y Toro, culminaron en un instrumento que buscaba asegurar a los asalariados
bolivianos una cobertura en salud y jubilación indispensables en los tiempos que corrían.

Se aprobó también una Ley de Cooperativas, fundamental pero insuficiente para buscar soluciones de producción
en el agro. Faltó una mejor comprensión de los sistemas productivos y de propiedad compartida y colectiva de la
tierra en el área andina.

10.19. La Estabilización Monetaria, Ruptura con la


COB y Renuncia del Vicepresidente
El primer gobierno de la Revolución al realizar cambios de magnitud en la economía del país, había producido
desajustes graves en el sistema monetario, provocando una inflación galopante. El boliviano se desvalorizaba
diariamente lo que obligó a tomar medidas correctivas inmediatas. El proceso inflacionario en el período 1954-1956
había superado el 900 % anual, que por entonces fue la inflación más alta de la historia del país. El efecto
devastador que tuvo la inflación sobre vastas capas urbanas, generó un desencante muy grande de esos sectores
en relación al gobierno, que germinó una sorda y progresiva oposición citadina al régimen, cuyo sustento siguió
basado en el respaldo de los grandes sectores de población rural.

Siles tuvo que encarar y resolver el problema y lo hizo con valentía y responsabilidad aun a costa de su
popularidad. El 15 de diciembre de 1956 se dictó el decreto de estabilización monetaria concebido por especialistas
del Fondo Monetario Internacional y los Estados Unidos. Su gestor principal fue George Jackson Eder. Las
medidas fueron la estabilización del boliviano al cambio de 7.700 por dólar, eliminación de subvención a los
artículos de primera necesidad, eliminación del control de exportaciones e importaciones y la supresión de cambios
múltiples.

La medida trajo consecuencias inmediatas. Se organizaron manifestaciones de protesta. La COB se enfrentó


frontalmente contra el gobierno. De los ministros obreros sólo Jorge Tamayo Ramos y Abel Ayoroa apoyaron al
Presidente. Esto determinó que el ejecutivo declarase terminado el co-gobierno con la COB. El segundo congreso
de la Central Obrera, a pesar de los esfuerzos de Lechín, censuró el llamado “Plan Eder” y llamó a la huelga
general. Comenzaba a producirse también un enfrentamiento entre izquierda y derecha dentro del propio MNR.
El Presidente tomó una medida sin precedentes en la historia, se declaró en huelga de hambre en defensa del plan
de estabilización y sobre todo para evitar la violencia. La medida tuvo un efecto de impacto muy importante, la
huelga obrera fracasó. A raíz del fracaso nació la COB paralela (COB de Unidad Revolucionaria), pro-
gubernamental y de efímera existencia.

Finalmente, el vicepresidente Ñuflo Chávez Ortíz renunció al cargo en señal de protesta por la actitud anti-obrera
del plan y acusó a Eder de enriquecerse con los bonos de la deuda externa, que el plan autorizaba pagar. Chávez
apostó a que su renuncia frenara el plan, reforzara al a la izquierda y reforzara su propia figura. Perdió. Siles le
aceptó la renuncia y el plan se aplicó.

10.20. Óscar Únzaga de La Vega (1916-1959)


Únzaga, hombre de una curiosa devoción casi mística a sus ideas políticas y religiosas, simbolizó a parte de una
generación idealista intransigente, que quizás no comprendió la magnitud de los cambios que se realizaron en el
país desde 1952, pero que fue coherente con sus ideas y sus principios.

Nació en Cochabamba el 19 de abril de 1916. Estudió agronomía en Santiago de Chile. Abandonó su carrera para
dedicarse a la política. Fue fundador de Falange Socialista Boliviana en 1937. Católico militante y nacionalista por
su ideología de inspiración fascista, se convirtió en enemigo acérrimo de las ideas comunistas. Se enfrentó al PIR
en 1940 incluso con grupos de choque. Fue fundador de la Sociedad de Artistas y Escritores de Cochabamba.
Escribió en periódicos como “La Prensa”, “Reflejos” y “Antorcha” (portavoz oficial de FSB). Fue elegido diputado en
1947 y fue candidato presidencial en 1956. Fue enérgico y radical opositor al MNR desde su ascenso al poder en
1952. Tras los sangrientos episodios de cuartel Sucre, murió en extrañas circunstancias en una casa de La Paz. A
pesar del informe oficial y otro emitido por la OEA a pedido del gobierno de que fue un suicidio, sus correligionarios
acusaron al gobierno de haberlo asesinado. Su muerte se produjo el 19 de abril de 1959 cuando contaba con 43
años.

10.21. FSB, cuartel Sucre y muerte de Únzaga


Durante los doce años de gobierno del MNR la oposición política, reprimida sin tregua, fue simbolizada por la
Falange Socialista Boliviana (FSB) bajo la inflamada dirección de Óscar Unzaga, Germán Aguilar Zenteno,
Guillermo Kenning y otros. En toda su vida política la etapa más importante de FSB, paradójicamente, fue ésta, en
que actuó como partido opositor al MNR. A FSB se unieron independientes y otros partidos contrarios al régimen.

FSB intentó varias veces, sin éxito, derrocar al MNR. El 19 de abril de 1959 se organizó un complot. La planeada
toma del Cuartel Sucre terminó en la muerte de casi todos los líderes falangistas que intervinieron. En el mismo día
se produjo en La Paz un confuso hecho en una casa de la calle Larecaja 188. Allí se encontró muertos a Óscar
Unzaga jefe de FSB y su ayudante Rene Gallardo. La investigación ya mencionada con participación de
representantes de la OEA llegó a la conclusión de un doble suicidio. Por los antecedentes, la tesis del suicidio se
hace realmente poco probable.

También fueron terribles los sucesos de Terebinto en Santa Cruz, en mayo de 1959, donde fueron asesinados
cuatro jóvenes crúcenos.

10.22. División del MNR


Durante el gobierno de Hernán Siles se produjeron varios hechos, algunos ya mencionados, que produjeron el
inicio de la fractura del MNR que a la larga se tornó en una de las razones de su caída.

El plan de estabilización monetaria originó, como vimos, una ruptura entre dos alas del partido, la eliminación del
co-gobiemo con la COB y el enfrentamiento entre Siles y Nuflo Chávez. Siles estaba apoyado por Wálter Guevara,
su ministro de Gobierno, y Nuflo confluyó al ala izquierda liderizada por Lechín.
La sucesión presidencial determinó la primera división pública del partido. La candidatura de Guevara, que buscaba
continuar la línea del gobierno de Siles, fue derrotada en la convención del MNR. A ésta asistió Paz Estenssoro que
regresó de Inglaterra donde era embajador, como catalizador de la crisis. Paz, jefe del MNR, figura de equilibrio,
fue proclamado candidato acompañado por Juan Lechín en una fórmula de unidad. Guevara rompió con el MNR y
fundó el PRA (Partido Revolucionario Auténtico) que proclamó su candidatura y fue a la oposición.

Al romperse la regla no escrita de una sucesión alternada de los caudillos movimientistas en la presidencia, se
quebró el principio de unidad. El criterio de no reelección que garantizó la estabilidad del PRI mexicano, no se
respetó en este caso y esa fue sin duda, una de las razones del progresivo debilitamiento y ulterior caída del MNR.

10.23. Las elecciones de 1960


Las elecciones se realizaron el 5 de mayo de 1960. Por primen vez aparecía el MNR dividido en dos candidaturas,
la oficial del partido con Paz y Lechín y la del PRA de Guevara. El resultado fue abrumador en favor de Paz
Estenssoro (735.619 votos, 74,5%), luego quedó Guevara (139.713, 14%), la tercera candidatura fue de FSB con
Mario Gutiérrez (78.963, 8%); con menos del 2% entre ambas figuraron las candidaturas del POR y e 1PCB.
Guevara no se cansó de decir que esta elección había sido un fraude monumental y publicó incluso un hiriente
panfleto en contra de Paz Estenssoro. Paz y Lechín se posesionaron el 6 le agosto de 1960.

10.24. Segundó Gobierno Paz Estenssoro 1960-1964


El tercer gobierno de la Revolución Nacional comenzó con un espíritu distinto al de 1952. Se trataba de una etapa
de consolidación e impulso para el desarrollo. El Presidente había madurado sus ideas y consideraba que
realizadas las transformaciones centrales que el país necesitaba, se imponía una etapa de institucionalización y de
inserción de Bolivia en la economía mundial, creía en la inversión externa, en su papel indispensable para el
crecimiento económico y en la necesidad de generar ahorro interno. A pesar de la presencia de Paz y Lechín, en
definitiva se siguieron las líneas del anterior gobierno. La participación obrera continuó reduciéndose hasta
transformarse prácticamente en oposición abierta en 1963, tras el congreso de trabajadores mineros.

En política monetaria se siguió las líneas del plan de estabilización de 1956. Se creó en 1962 el peso boliviano que
estaba entonces a 12 pesos por dólar. La estabilidad lograda el 56 fue de tal importancia que el signo monetario no
varió el tipo de cambio hasta 1972, un nivel de estabilidad que duró 16 años. También se incrementaron las
medidas de seguridad social (viviendas, cuota mortuoria, etc.) en favor de empleados y trabajadores.

Se impulsó con CONAVI la vivienda social, también se crearon las mutuales de ahorro y préstamo, insertando al
país en criterios básicos con miras al impulso del ahorro interno, que no pudo consolidarse a pesar de estos
esfuerzos.

En las minas y en las fábricas se prolongó una fiebre de huelgas iniciadas en el anterior período. La huelga se
convirtió en algo cotidiano, perdiendo su verdadera fuerza y sentido. El propio Lechín criticó duramente las huelgas
utilizadas hasta por los motivos más banales. En el campo se produjeron frecuentes enfrentamientos entre
campesinos. Los acontecimientos de Cliza y Ucureña son los más destacados de la violencia en el agro en esos
años.

El ejército comenzó nuevamente a ser un factor importante de decisión. Desde su desmantelamiento en 1952 se
produjo un lento pero seguro trabajo de reorganización, protagonizado sobre todo por el Gral. Alfredo Ovando
Candía, por entonces comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. A través de la denominada “célula militar” del
MNR se perfilaron claramente como opciones políticas Ovando y el Gral. de Fuerza Aérea Rene Barrientos Ortuño.
La herida que el MNR le había infligido al ejército tuvo sus consecuencias. El retiro de decenas de oficiales en 1952
y la subordinación de las FF.AA. a un partido político con el procedimiento de jurar al MNR vistiendo el uniforme y
de manera colectiva, fue un exceso que el movimientismo pagó años después. Paradójicamente es de esas FF.AA.
que salieron los oficiales que derrocaron al gobierno.

10.25. Plan decenal


Se creó el ministerio de Planeamiento y Coordinación, cuyo primer ministro fue el Dr. Roberto Jordán Pando. Los
nuevos criterios reflejados en el llamado “Plan decenal” y la necesidad de un desarrollo armónico del país,
determinaron la creación de esta nueva secretaría de estado. El “Plan decenal” proponía un desarrollo coherente y
planificado a largo plazo como no se había hecho en el pasado. Participaron en su redacción Roberto Jordán
Pando, José Fellmann y Juan Valdivia. El plan económico del MNR fue uno de los instrumentos más importantes
de diagnosis y planificación de la economía boliviana sobre presupuestos serios y sobre todo con una visión a largo
plazo que había sido poco frecuente en Bolivia. El plan de Jordán seguía la ruta del plan Bohan de 1942 y del plan
Guevara de 19)5, respondiendo a los desafíos de crecimiento integral y diversificado de nuestra economía.

10.26. La Crisis de COMIBOL y el Plan Triangular


El mal manejo de la empresa minera del estado, llevó la situación en pocos años a pérdidas sistemáticas, por la
alta burocracia, la baja productividad y los altísimos costos de producción.

En 1961 se diseñó, el Plan Triangular, uno de los proyectos de ayuda más ambiciosos, que tenía por objeto la
rehabilitación de la COMIBOL; contaba con la participación de los Estados Unidos, el BID (Banco Interamericano
de Desarrollo) y Alemania Federal. Hasta 1964 se habían financiado 27 millones de dólares destinados a una
diversificación de la producción, proyectos de exploración de nuevos yacimientos y racionalización administrativa.
El plan se mantuvo vigente hasta la administración Barrientos, con resultados muy poco alentadores.

10.27. La Constitución de 1961


El Congreso de 1961 se abocó a la redacción y aprobación de un nuevo texto constitucional para el país, que
estuviera acorde con el proceso que se vivía Era el décimo cuarto texto constitucional de la historia. Su legalidad ha
sido cuestionada por haberse sancionado a nivel congresal y no a través de una asamblea constituyente.

Esta constitución postula la proyección social del estado. Incluye las minas nacionalizadas al patrimonio del país,
reconoce el voto universal, acepta la reelección presidencial, define las relaciones de Estado e Iglesia, legaliza las
milicias populares y determina la validez del trabajo como suficiente título para la propiedad en el campo.

Si bien no se puede cuestionar la necesidad de adecuar la constitución al proceso de 1952, no se debe olvidar que
los elementos esenciales de la nueva filosofía formaban parte de la constitución desde 1938 y es muy evidente que
el deseo de reelección del Presidente fue uno de los móviles mayores de la sanción del nuevo texto.

10.28. La ruptura de relaciones con Chile


En abril de 1962, siendo canciller José Fellmann Velarde, el país rompió relaciones diplomáticas con Chile a raíz de
la actitud unilateral e inconsulta de esa nación de desviar las aguas del río Lauca, de curso común, perjudicando
los intereses y pasando sobre los derechos de Bolivia. La ruptura de relaciones reafirmó además la posición
boliviana de reclamo permanente por la forzada mediterraneidad, a causa de la usurpación chilena de 1879. Una
vez más se constataba que Chile fue desde siempre nuestro vecino más difícil y menos dispuesto a una relación de
mutuo respeto. Las relaciones se mantuvieron interrumpidas hasta que en 1975 el gobierno de Banzer intentó sin
éxito una nueva negociación en busca de recuperar nuestro acceso soberano al mar.

10.29. La ayuda estadounidense


La existencia misma de la Revolución, una vez asumido el gobierno por el MNR, tuvo un condicionante definitivo, la
necesidad de un reconocimiento internacional de la primera potencia occidental. La nacionalización de las minas
creó una fuerte susceptibilidad en Washington, sumada a las dificultades que tuvo el MNR de demostrar en 1943
que no era un partido pronazi. Ahora la tortilla se había volcado y Estados Unidos sospechaba de les inclinaciones
supuestamente procomunistas del nuevo gobierno. El co - gobierno obrero, la creación de la COB y la actitud
radical de Lechín, contribuyeron a esa idea. En Washington los abogados de Patiño presionaban para forzar la
indemnización por los bienes nacionalizados y el bloqueo de las exportaciones. El trabajo del Presidente Paz, su
canciller Wálter Guevara y el embajador en Estados Unidos Víctor Andrade, fueron decisivos para lograr lazos
permanentes entre Estados Unidos y Bolivia, que permitieron la venta de minerales, el arreglo para indemnizar a
los barones del estaño (muy discutido en el país) y finalmente la llegada de ayuda económica.

Durante todo el desarrollo de los gobiernos de la Revolución (a excepción de 1952 y parte de 1953) la llamada
ayuda americana jugó un papel preponderar te y la realidad de su dependencia creció año tras año a límites
insospechados, sujeta a los a aportes económicos de Estados Unidos. Sin ser justificable esta situación, puede
explicarse a partir del desequilibrio de relación entre la primera potencia mundial y uno de los países más pobres
del hemisferio, la impensable influencia entonces de la Unión Soviética en un área bajo directo control
estadounidense, la aguda crisis económica que las propias medidas del primer período desataron y, sobre todo, la
terrible tenaza de depender de un solo producto de exportación para todo el andamiaje de ingresos monetarios. La
baja de precios del estaño, las ventas que hizo Estados Unidos en la postguerra, las trabas de exportación de los
primeros años y la baja de producción, obligaron al gobierno a apelar a préstamos y donativos para cubrir déficits
crónicos de presupuesto y deficiencias básicas de productos alimenticios esenciales. La ayuda, claro está,
condicionó las posibilidades de la Revolución, haciéndola dependiente del modelo americano.

En los primeros años los programas como el Punto IV, la PL-480 de donación de alimentos, las donaciones que
cubrían el déficit fiscal y permitían el pago de salarios, hicieron al país extremadamente dependiente de la ayuda
externa. Como contraparte Washington obligó a Bolivia a pagar la deuda externa cesante desde 1931. En 1957
comenzaron los pagos y la carga que la deuda representó para la economía boliviana de allí en adelante fue muy
significativa. Así Bolivia con una economía socializada de corte estatista, tuvo que manejarse con los criterios
económicos de EE.UU. y del FMI (Fondo Monetario Internacional), lo que a la larga repercutió en un inadecuado
enfoque de los problemas económicos y de desarrollo.

El presidente Kennedy implementó también en 1961 la Alianza para el Progreso, que contempló varios programas
en Bolivia El fracaso de la Alianza con el paso de los años y la muerte de Kennedy, a quien Paz visitó en 1963
recibiendo el apoyo entusiasta del Presidente estadounidense, determinó, en importa ate medida, el fin del proyecto
político boliviano que había cambiado sustancialmente en los años sesenta los móviles originales que impulsaron la
Revolución en 1952.

10.30. Tercer gobierno Paz Esténssoro 1964. Caída


del MNR
El problema de la sucesión presidencial acabó por desmoronar toda la estructura del partido de gobierno. Víctor
Paz Estenssoro decidió ir a la reelección, un grave error político. Inmediatamente varios sectores del MNR
declararon su oposición.

En 1963 el ala izquierda del partidio (dirigida por Lechín y Chávez) creó el Partido Revolucionario de Izquierda
Nacional (PRIN) Hernán Siles Zuazo se declaró opositor a ultranza de lo que denominaba como “prorroguismo”,
igual decisión tomó Wálter Guevara. La convención era un hervidero de alas y facciones. Se proclamó a Paz y al
controvertido ex-ministro de gobierno Federico Fortún. La fuerte oposición interna obligó a Paz a eliminar a Fortún y
designar a Rene Barrientos, jefe de la “célula militar”, reconociendo así la influencia cada vez mayor del ejército en
la vida política del país.

El 31 de mayo se realizaron las elecciones; era en la práctica una fórmula única. Ganó Paz por mayoría aplastante,
1.100.000 votos (el 86%), la oposición se abstuvo en su conjunto.

El 6 de agosto de 1964 se inició e tercer y efímero mandato de Paz. El partido se había quebrado, se habían
debilitado los postulados de 1952 y deteriorado las relaciones con sectores obreros, lo que generó una oposición
plena de partidos conservadores y partidos de izquierda. Elementos que confluyeron hacia una decisión drástica
del ejército: volver al gobierno.

La decisión de derrocar al MNR fue tomada por los mandos militares. Barrientos, a la sazón vicepresidente del
país, y Ovando comandante de las FF.AA., que hasta el mismo día del golpe juró lealtad al Presidente al que
derrocó sin miramientos. El tercer periodo de Paz fue tan breve que apenas alcanzó a ser continuidad del segundo.
El golpe se desató apenas tres meses después de jurar el cargo en nerviosa y deslucida ceremonia dada la
agresión física que sufrió ese día Lechín vicepresidente saliente, quien por ese hecho no pudo asistir al acto que
obligó a Paz y Barrientos a prestar juramento simultáneamente de manera absolutamente inusual.

Dominados por sus enconos personales Siles, Lechín y Guevara participaron activamente del movimiento
subversivo que derriba a Paz y al proceso iniciado en 1952. Siles hizo conocer un documento público de respaldo a
los golpistas el 28 de noviembre de 1964. Esta acción desestabilizadora desde dentro del MNR cristalizó el 3 y 4 de
noviembre. Hubo enfrentamientos en La Paz y esporádicos en Oruro. La resistencia fue escasa, al final defendieron
el régimen los milicianos que fueron atacados y reducidos por la aviación (las acciones más duras se produjeron en
el cerro Laikakota). Irónicamente sectores movimientistas aliados a la vieja derecha desplazada por la Revolución,
partidos marxistas como el PCB y el propio POR, la combativa FSB y universitarios, todos alrededor del ejército, se
aliaron para derrocar a Paz Estenssoro, quien en la mañana del 4 de noviembre emprendió vuelo a un exilio que
duraría más de seis años.

Los doce años de los gobiernos de la Revolución Nacional tuvieron una significación decisiva para todo el
desarrollo de la segunda mitad del siglo XX boliviano. Las transformaciones que remecieron la estructura misma del
país, si bien marcan el fin de una época y el comienzo de otra, no supieron conducirse con la coherencia y madurez
suficientes como para sentar bases definitivas en un proceso de liberación económica y progreso social. Los
errores atribuibles a un nivel de corrupción dentro del partido de gobierno, un exceso le ambiciones personales que
supeditaron la importancia y eficiencia del proceso y sobre todo 1a distorsión del sentido revolucionario original a
partir de 1964, han dejado el camino trunco. En el plano individual marcan los cincuenta últimos años del siglo XX
boliviano las figuras de Víctor Paz Estenssoro, Juan Lechín Oquendo, Hernán Siles Zuazo y Wálter Guevara Arze.

Pero es indudable que la Revolución construyó una Bolivia totalmente nueva, insertando al país en el mundo
moderno. Las transformaciones que encarnan las tres medidas básicas ya mencionadas, definieron un nuevo
estado con el control de las bases productivas de la nación. Más del 50% de la población integrada a la vida
económica a través de la propiedad de la tierra y a la vida política a través del voto.

Lo que la Revolución no pudo hacer fue consolidar una burguesía nacional que cumpliera su rol histórico, así como
tampoco lo había logrado la oligarquía en la primera etapa republicana. El proyecto de vertebración nacional y
diversificación económica consiguió resultados sólo parciales, el más notable de ellos, la creación de un polo de
desarrollo alternativo al área andina, Santa Cruz de la Sierra, punto de partida para el progreso de una zona del
territorio oriental de la nación. Tampoco pudo establecerse una infraestructura industrial mínima que colocara a
Bolivia en un nivel competitivo con países de desarrollo relativo equivalente, como Paraguay, Ecuador o Perú. Esas
insuficiencias tuvieron mucho que ver con el dramático deterioro de la economía boliviana de los años ochenta en
los que la crisis se expresó con mayor agudeza.

XI. Bajo el Signo de Las Fuerzas Armadas (1964-1978)


El Momento Histórico

El Golpe de Estado de 1964 forzó una modificación en la política global en relación a los sectores populares y el
cambio esencial de un gobierno civil a otro detentado casi exclusivamente por militares, pero la orientación estatista
y de capitalismo de estado no varió sustancialmente, por el contrario, en la década de los años setenta se
incrementó significativamente. De los 18 años que median entre noviembre de 1954 y octubre de 1982, fecha de la
definitiva reapertura democrática, sólo por un año y tres meses Bolivia tuvo tres presidentes civiles y sólo cuatro
años de gobiernos democráticos. Fue una época protagonizada por el ejército como fuente y protagonista del poder
político.

Como vimos, a pesar de un cambio constitucional tan importante que desplazó doce años de poder civil de raíz
democrática por mas de quince de poder militar emanado casi siempre del golpe de estado, la influencia de los
cambios y las líneas maestras de la política de la Revolución de 1952 continuaron vigentes. En algunos casos
(gobiernos de Ovando y Torres) se buscó la continuación de ese modelo político, en los restantes se mencionó
siempre las tres medidas fundamentales del 52 y el concepto del nacionalismo como bandera de los gobiernos de
las FF.AA., aunque en la práctica se tomaron modelos desarrollistas ligados a los sectores de mayor poder e
influencia económica en el país.
El estado nacional había sido reformulado de manera radical en el período anterior, al punto que la ideología
boliviana pasaba, salvo e acepciones muy aisladas, por el convencimiento de que el camino del estado poderoso y
administrador directo de los sectores productivos era el correcto. En esos años la CEPAL (Comisión Económica
para América Latina dependiente de la ONU) predicaba la necesidad para el continente de una economía en esa
dirección que lograra progresivamente la sustitución de importaciones a partir de un proceso de industrialización. El
caso es que Bolivia no había podido lograr la tan ansiada industrialización al carecer de dos elementos claves, un
mercado interno fuerte con capacidad de consumo y un ahorro interno significativo. La inserción del campesinado a
la vida política no logró convertirlo en consumidor ni mejoró sustancialmente sus condiciones de vida marcadas por
una economía de autoabastecimiento. El objetivo de la Revolución, de cambiar dramáticamente el estándar de vida
de los bolivianos, no se logró en el agro y el crecimiento urbano tampoco fue lo suficientemente acelerado como se
podía haber deseado.

América Latina vivía la efervescencia de la revolución cubana (Bolivia no fue una excepción) que abrió una
perspectiva insospechada a los movimientos marxistas del continente. La tesis de la lucha armada que llevó al
poder a Castro y la experiencia de la guerra de Vietnam, despertaron expectativas de un cambio por las armas, que
desataron varios movimientos guerrilleros en el continente. Los acontecimientos del mayo francés fueron también
un incentivo para la explosión de ideas radicales de cambios de inspiración marxista en todos los tonos posibles del
socialismo, desde el trotskismo, hasta el foquismo, pasando por el stalinismo. Esta realidad llevó a la experiencia
militar de Velasco Alvarado en Perú (1968), inspirada en el tercerismo de Nasser en Egipto (una vía nacionalista, ni
capitalista ni marxista) y al triunfo del socialismo en Chile por la vía democrática. El ascenso de Allende en 1970
coincidió con un triángulo de posiciones de izquierda en Bolivia, Chile y Perú.

Estos cambios deben vincularse también a la variación de la política estadounidense tras la muerte de Kennedy. En
la presidencia de Johnson la política latinoamericana estuvo signada por la llamada “Doctrina de Seguridad
Nacional”, de profundo carácter anticomunista y de impulso de la represión en el interior de cada país para evitar
experiencias como la cubana. La política para América Latina se manejó desde entonces mucho más condicionada
a las ideas del pentágono que a las del departamento de estado. Las Fuerzas Armadas latinoamericanas no sólo
fueron fortalecidas, sino apoyadas para ejercer un control directo en la política y las decisiones nacionales, que se
tradujo en el ejercicio directo del poder. Bolivia y Brasil fueron los primeros países en pasar de la democracia al
autoritarismo militar (1964) en una tendencia que se haría continental hasta fines de la década de los setenta. El
cambio radical hacia gobiernos autoritarios de derecha, sin escrúpulo alguno hacia el respeto a los derechos
humanos y con una obsesión anticomunista que lindaba con el fanatismo, dejaron una secuela de confrontación y
violencia sin precedentes en el continente y en el país.

 11.1. Rene Barrientos Ortuño (1919-1969)


 11.2. Primer Gobierno Barrientos 1964-1965
 11.3. La Co -Presidencia Barrientos - Ovando 1965
 11.4. Segundo Gobierno Ovando 1966
 11.5. Las Elecciones de 1966
 11.6. Tercer Gobierno Barrientos 1966-1969
 11.7. El Pacto Militar Campesino
 11.8. La Constitución de 1967
 11.9. Ernesto Che Guevara (1928-1967)
 11.10. La Guerrilla del Ché
 11.11. La Masacre de San Juan
 11.12. Muerte de Barrientos
 11.13. Luis Adolfo Siles Salinas (1925)
 11.14. Gobierno Siles Salinas 1969
 11.15. Procesos de Integración y Comunidad Andina de Naciones (CAN)
 11.16. Alfredo Ovando Candía (1918-1982)
 11.17. Tercer Gobierno Ovando 1969-1970
 11.18. La Nacionalización de la Gulf
 11.19. La Guerrilla de Teoponte, La Revolución Universitaria y la Violencia
 11.20. La Crisis Militar de 1970 y la Caída de Ovando
 11.21. Juan José Torres Gonzáles (1921-1976)
 11.22. Gobierno Torres (1970-1971)
 11.23. El IV Congreso de la COB y la Asamblea Popular
 11.24. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y Partido Socialista (PS) (1971)
 11.25. La Iglesia Católica Postconciliar
 11.26. El Golpe de 1971 y la Caída de Torres
 11.27. Hugo Banzer Suárez (1926-2002)
 11.28. Primer Gobierno Banzer 1971-1978
 11.29. La Violencia Ejercida desde el Gobierno
 11.30. Desarrollo económico
 11.31. El Censo de 1976
 11.32. La Devaluación Monetaria y La Masacre de Tolata
 11.33. El Gas
 11.34. El Desarrollo de Santa Cruz
 11.35. Códigos y Leyes
 11.36. El Estatuto de Gobierno de 1974 - Los Asesinatos de Selich, Zenteno y Torres y la “Operación
Cóndor”
 11.37. El Abrazo de Charaña
 11.38. La Huelga de las Mujeres Mineras, Las Elecciones y la Caída de Banzer

11.1. Rene Barrientos Ortuño (1919-1969)


El Gral. Barrientos nació en Tarata (Cochabamba) el 30 de mayo de 1919. Ingresó al colegio militar en 1938 de
donde egresó en 1943 como subteniente. Inmediatamente después realizó estudios en el colegio militar de aviación
“Boquerón”. En 1945 en los Estados Unidos egresó como piloto. Participó en la guerra civil de 1949 en favor del
MNR, por lo que fue dado de baja. Se reincorporó con el grado de capitán en 1952. Al crearse la Fuerza Aérea
como nueva rama del ejército (1957), siendo ya general, fue nombrado comandante en Jefe de la FAB. En 1964 fue
elegido vicepresidente de la república. En ese mismo año organizó un golpe de estado y derrocó a Paz Estenssoro.
Fue Presidente de la junta militar (1964-1965), co-presidente junto a Alfredo Ovando (1965) y en 1966 fue elegido
Presidente constitucional. El 27 de abril de 1969 pereció en un accidente de helicóptero en Arque (Cochabamba)
en ejercicio del mando presidencial cuando contaba con 50 años.

11.2. Primer Gobierno Barrientos 1964-1965


La composición de fuerzas políticas que apoyaron inicialmente a Barrientos hacía suponer que se mantendría la
línea del anterior gobierno. En los hechos no fue así.

El 5 de noviembre la presión de la masa reunida en la plaza Murillo de La Paz impidió la proclamación del Gral.
Alfredo Ovando como presidente de la Junta Militar. Se lo acusaba de haber acompañado y permitido la salida de
Paz Estenssoro del país (probablemente el repudio fue armado por los colaboradores más directos de Barrientos).
Por esa razón, el mismo joven capitán que fuera copiloto del avión que trasladó en su regreso triunfal a Paz
Estenssoro el 15 de abril de 1952, asumía la presidencia tras derrocarlo.

Al poco tiempo se produjo la ruptura con Siles Zuazo y luego con Juan Lechín, determinando el exilio de ambos.
FSB, el PSD, el PIR y el PRA asumieron la representación civil de las fuerzas de apoyo a Barrientos, aunque el
primer gabinete fue casi exclusivamente militar. De él salieron varios mandatarios y figuras importantes de la
política inmediatamente posterior. Juan José Torres (Hacienda), Hugo Banzer (Educación), Rogelio Miranda
(Agricultura), Joaquín Zenteno (Relaciones Exteriores), Rene Bernal (Asuntos Campesinos), Juan Lechín Suárez
(COMIBOL).
En mayo de 1965, a raíz del destierro de Lechín y un pliego de peticiones de la COB rechazado por el poder
ejecutivo, se decretó una huelga general. Se produjo entonces la intervención a las minas con enfrentamientos
armados. Hubo choques en La Paz. La huelga fue quebrada por algunos sectores lo que obligó a la COB a un
acuerdo que no evitó el exilio de varios dirigentes.

11.3. La Co -Presidencia Barrientos - Ovando 1965


Aunque la cúpula de la junta militar la constituían Barrientos y Ovando, por el problema del 5 de noviembre, el
mando lo ejercía sólo el Gral. de aviación. Ante muestras de descontento en sectores militares que apoyaban a
Ovando y para evitar la susceptibilidad de éste, Barrientos creó el 26 de mayo de 1965 una nueva figura en el
ejecutivo sin precedentes en el mundo, la co-presidencia. Así, durante siete meses, el país tuvo simultáneamente
dos presidentes.

Tras los acontecimientos de mayo se produjo una de las medidas más drásticas referidas a los sectores laborales,
particularmente las minas. Como medidas de reordenamiento de COMIBOL se dispuso la rebaja general de
salarios, descongelamiento de artículos de pulpería, congelamiento de sueldos por un año, prohibición de huelgas y
desconocimiento de las direcciones sindicales. Esta actitud ante los obreros fue una constante del gobierno de
Barrientos, que, como producto de la doctrina de seguridad nacional, tenía una actitud frontalmente anticomunista.
El Co-presidente asumía que los trabajadores en su conjunto estaban manejados por comunistas a los que había
que combatir y doblegar sin miramientos.

En la segunda mitad de ese año el gobierno convocó a elecciones para julio de 1966. Barrientos renunció a la co-
presidencia habilitándose como candidato.

11.4. Segundo Gobierno Ovando 1966


Una medida se destaca durante esta administración interina. La suscripción de un contrato con la firma alemana
Klockner para la instalación de una fundición de estaño en Vinto (Oruro). La medida complementaba, aunque con
retraso, la significación de la nacionalización de las minas y apuntaba al logro de una real independencia
económica. Bolivia dejó así de depender de fundiciones extranjeras (controladas en el caso del estaño por la
empresa Patiño) y aumentaba el ingreso de divisas al subir sustancialmente los precios del estaño fundido, que
hasta 1970 se vendía exclusivamente en forma de concentrados. Lamentablemente la mala administración, la
ineficiencia y la burocratización hicieron que las fundiciones bolivianas comenzaran a dar pérdidas desde finales de
los años setenta. Esta situación se controló y se produjo una recuperación que permitió tener a la Empresa
Nacional de Fundiciones (ENAF) en una economía equilibrada.

También debe mencionarse la creación de la Fuerza Naval Boliviana (hoy Armada Boliviana), completando las tres
armas que conforman hoy las Fuerzas Armadas.

11.5. Las Elecciones de 1966


El 3 de julio se realizaron las elecciones generales. Se presentaron seis candidaturas, ninguna con posibilidades
frente a la candidatura oficial. Se proscribió a Víctor Paz y Hernán Siles que no pudieron presentarse. A pesar de
su popularidad, Barrientos no quería arriesgarse y como sabía que el peso de la reforma agraria seguía marcando
una preferencia indiscutible de los campesinos por los líderes movimientistas, prefirió cortar por lo sano. La fórmula
Rene Barrientos-Luis Adolfo Siles Salinas ganó las elecciones (677.805 votos, 61,6%), en segundo lugar estuvo
FSB con Bernardino Bilbao-Gonzalo Romero (138.001 votos, 12,5%) y en tercer lugar un sector disidente del MNR
con Víctor Andrade-Rafael Otazo (88.392 votos, 8%).

11.6. Tercer Gobierno Barrientos 1966-1969


Barrientos había organizado el Frente de la Revolución Boliviana (FRB), un conglomerado de fuerzas de centro y
de derecha que respaldaban su proyecto iniciado el 4 de noviembre, denominado “Revolución Restauradora” y
también “Segunda República”.

Colaboraron a su gobierno como ministros de estado, entre otras personalidades políticas, Wálter Guevara Arze
(PRA), Ricardo Anaya (PIR), Mario Rolon y Fernando Diez de Medina quien había sido ministro de Hernán Siles y
fue luego asesor de Gral. García Meza. Diez de Medina ha sido apasionado biógrafo de Barrientos.

En esta gestión se llevó a cabo el proyecto hidroeléctrico de Santa Isabel (Cochabamba), contrató un préstamo
para la ampliación de la red de agua potable e n La Paz y Sucre. Se construyó el nuevo aeropuerto de El Alto, se
terminaron los caminos 1 y 4 le penetración al Chapare en el departamento de Cochabamba, que serían las
cabeceras de la nueva carretera asfaltada Cochabamba-Santa Cruz. También renovó contrato con la Gulf para la
provisión de petróleo. Se realizó en 1967 la concesión de la mina Matilde a la U.S.S. Philips & Co. para su
explotación mediante decreto del 14 de febrero.
En el contexto de un sistema de democracia restringida, se dictó la ley de seguridad del Estado, que limitó
severamente las libertades y derechos ciudadanos y que continuó la tradición represiva e intolerante de muchos
gobiernos bolivianos.

11.7. El Pacto Militar Campesino


Durante su administración Barrientos puso en marcha el “pacto militar-campesino”, instrumento político de control
del agro y respaldo a los gobiernos de las Fuerzas Armadas. Barrientos fue un hombre de increíble carisma
personal. Dominaba perfectamente el quechua de su natal Cochabamba y muy pronto sintonizó con los
campesinos. Su simpatía genuina por este sector del país, probablemente originada en sus años de infancia y
juventud en Tarata, lo llevaron a apoyar su gobierno en los campesinos que transfirieron sus simpatías por el MNR
y sus logros agrarios al Gral. Este apoyo fue decisivo para consolidar un poder que enfrentó a los sectores
populares urbanos y mineros y se estrelló sin contemplaciones contra las organizaciones políticas de izquierda. En
la dimensión del mundo rural Barrientos fue un neto heredero del MNR y, con más encanto personal que su
predecesor, logró seducir a la mayor a de los quechuas y aimaras. Es verdad que el prebendalismo, la
manipulación de las dirigencias campesinas, sumadas a la presencia permanente del Presidente en las
poblaciones más alejadas, contribuyeron a este “idilio” cuyo eje fue la curiosa alianza entre militares y campesinos
que tuvo un valor inestimable de sustentación de este régimen militar y los que le sucedieron hasta 1982.

11.8. La Constitución de 1967


El primer acto de la nueva legislatura fue constituirse en asamblea constituyente, que en el período 1966-1967
sancionó la constitución política del estado que mantuvo su vigencia hasta las reformas aprobadas en 1994, es
decir por más de veintisiete años. Se trata de la décimo quinta Carta Magna que, con las reformas mencionadas,
mantiene su vigencia. En la parte de las conquistas de 1952 ratificó la constitución de 1961, pero eliminó la doble
nacionalidad española y latinoamericana, las milicias populares y la reelección inmediata del Presidente. Se
consideró el recurso de amparo y se estableció la irretroactividad de las leyes.

La constitución del 67 en el espíritu de la carta de 1938, fue un texto que sufrió la paradoja de estar vigente por un
largo período de gobiernos de facto que la pasaron por alto o la cumplieron muy parcialmente, a la vez que fue el
texto en el que se apoyó la democracia recuperada en 1982. Se puede decir que a partir de ese momento ha sido
la constitución que se ha seguido con más rigor y que ha servido para el descubrimiento de una verdadera práctica
democrática que, aunque imperfecta, fue mucho más amplia y universal que la practicada en el período 1880-1930.

11.9. Ernesto Che Guevara (1928-1967)


El Che es la figura no boliviana que más ha influido en nuestra historia interna en el siglo XX. Su incursión en
Bolivia, a pesar de no haber tenido una real si unificación militar y a pesar de su fracaso, reflejó uno de los
momentos más notables de la utopía continental y la esperanza en un cambio radical de la sociedad nacional. Más
allá de sus ideas, el Che simbolizó un tipo de hombre idealista y coherente con su prédica que caló muy hondo en
la juventud del país.

Guevara nació en la Argentina (Rosario) el 14 de julio de 1928. Se graduó como médico, profesión que no ejerció.
A los 24 años, en 1953 emprendió un viaje por América, llegó a Bolivia en plena Revolución y se quedó un par de
semanas en el país. Conoció a Fidel Castro en México y lo acompañó en Sierra Maestra (Cuba) en la lucha
revolucionaria que culminó triunfante en la toma de la ciudad de Santa Clara y la llegada a La Habanal959. Fue
presidente del banco Central y ministro de Industria de Cuba. Renunció al cargo y en 1965 combatió en el Congo
Belga. Después de haber desaparecido de la escena pública, reapareció en Bolivia, comandando un movimiento de
guerrillas. Ingresó al país en noviembre de 1966 y combatió al ejército boliviano entre marzo de 1967 y octubre de
ese año en la selva de Ñancahuazú. Derrotado en el combate de la quebrada del Churo (Yuro) fue hecho prisionero
el 8 de octubre y asesinado el de octubre de 1967, cuando contaba con 39 años.

11.10. La Guerrilla del Ché


Entre el 4 de noviembre de 1966, llegada de Ernesto Guevara a La Paz con otra identidad (Adolfo Mena González),
y el 9 de octubre de 1967 a su muerte, se desarrolla un movimiento guerrillero de corte castrista que estalló en los
primeros enfrentamientos con el ejército boliviano en marzo de 1967.

La idea básica del Che, más que la toma del poder, era la creación de un foco de irradiación continental, una
especie de nuevo Vietnam contra el imperialismo. Siguió el modelo foquista (guerrilla rural) de la experiencia
cubana. No contó con el apoyo del partido comunista boliviano que le retiró la ayuda, ni logró reclutar campesinos
bolivianos en su campaña. La izquierda del país, con pocas excepciones, criticó la guerrilla. El comandante
argentino-cubano olvidó un gran detalle, que Bolivia había vivido una Revolución radical en 1952 cuyos principales
beneficiarios fueron los campesinos. El otro elemento fue su desconocimiento del quechua, idioma que hablaba
una parte significativa de los campesinos con los que se cruzó a lo largo de su campaña.
El ejército boliviano conoció los aprestos guerrilleros el 6 de marzo de 1967 cuando el civil Epifanio Vargas
denunció la existencia de 1 grupo guerrillero. Alfredo Ovando era el comandante de las FF.AA. y el Gral. David
Lafuente Soto comandante del ejército. Dos divisiones fueron encomendadas para combatir a los guerrilleros, la IV
al sur del río Grande al mando del Cnel. Antonio Reque Terán y la VIII al norte del río Grande al mando del Cnel.
Joaquín Zenteno Anaya. El total del contingente guerrillero fue de 52 efectivos, 8 de ellos fueron categorizados por
el propio Guevara como no combatientes. La mayoría eran bolivianos (29) y cubanos (16), los siete restantes eran
de otras nacionalidades.

El escenario de los combates fueron las provincias Cordillera, Vallegrande y Florida del departamento de Santa
Cruz, en el valle marcado por el río Grande en una serranía subandina de clima templado, con temperaturas
moderadas a altas en el día y frescas y aún bajas en la noche. Dependiendo la zona la vegetación era abundante y
de altura mediana. La caza era dificultosa y las presas pequeñas. Las poblaciones mas importantes eran
Vallegrande, Samaipata y Camiri (mucho más al sur).

El 23 de marzo se produjo el primer choque en el valle de Ñancahuazú, el resultado fue negativo para las fuerzas
del ejército que fueron emboscadas y perdieron siete efectivos. El 10 de abril la guerrilla volvió a vencer en Iripití,
diez muertos (dos oficiales) y treinta prisioneros fueron el saldo del combate. El 20 de abril el ejército detuvo al
francés Regis Debray y al argentino Ciro Roberto Bustos, lo que le permitió certificar que el Che comandaba la
guerrilla. Ambos fueron juzgados por un tribunal militar y condenados a 30 años de cárcel. En ese mismo mes la
guerrilla se dividió en dos grupos que tomaron rumbos diferentes) nunca más pudieron volver a unirse. El Che
comandó una columna y Joaquín (Juan Acuña Nuñez) la otra. Pero poco a poco el ejército se afianzó, recibió
entrenamiento antiguerrillero de expertos norteamericanos, además de nuevas armas y lanzó una ofensiva
devastadora. Entre mayo y julio las acciones se espaciaron hasta que el 30 de julio se produjo la primera acción
victoriosa del ejército en un campamento de los guerrilleros. El 31 de agosto el capitán Mario Vargas Salinas y su
columna emboscaron a un grupo guerrillero en vado del Yeso en el río Grande, el golpe mayor asestado a la
guerrilla, allí murió Tania (Támara Bunke). De allí en adelante la ofensiva militar boliviana fue imparable. A fines de
septiembre el ejército cercó y capturó a varios combatientes. El domingo 8 de octubre, el Che libró su último
combate en la quebrada del Churo (Yuro), a su lado murieron otros compañeros, él y Willy (Simón Cuba) fueron
capturados por el Cap. Gary Prado que tomó prisionero al Che y lo trasladó a la Higuera (cerca de Vallegrande y
Camiri). Tras una decisión del alto mando militar, Guevara fue muerto el 9 de octubre por Mario Terán, un suboficial
en la escuelita donde se hallaba preso.

Un pequeño grupo de cinco guerrilleros bajo la jefatura de Inti Peredo logró romper el cerco militar y llegar a
Cochabamba. En enero de 1968 salieron del país clandestinamente.

Casi seis meses después de la muerte del Che, Antonio Arguedas, ministro de Gobierno de Barrientos, tomó
contacto con Víctor Zannier Valenzuela y le pidió que mediante el partido comunista hiciera llegar una fotocopia del
diario de Guevara a Fidel Castro. Zannier la entregó a militantes socialistas chilenos que a su vez se la entregaron
en mano propia a Castro, lo que le permitió a éste publicar el diario antes que el gobierno boliviano y la editorial
estadounidense con la que había negociado. Arguedas fue descubierto en julio de 1968, pero logró huir a Chile.
Tras un extraño y largo periplo intercontinental volvió a Bolivia se entregó; sus explicaciones sobre los móviles de
esa acción nunca fueron claras. Dijo ser militante comunista y fue también vinculado como doble agente (con
contactos en la CÍA). En 1969, va libre, tras sufrir un atentado que lo hirió, Arguedas que tenía en su poder las
manos formolizada, del guerrillero y su mascarilla mortuoria se los entregó también a Zannier, quien dando el
habitúal rodeo de esos años por países socialistas, llegó a La Habana y le entregó en persona las manos y la
máscara a Fidel Castro. Tras estos episodios, Arguedas tuvo una vida azarosa y murió en sugesth as
circunstancias cuando una bomba que llevaba le estalló en las manos en febrero del 2000 en una plaza de La Paz.
En 1984 la casa subastadora inglesa “Sotheby” puso a remate los originales del diario del Che, hecho que reveló
que los originales del diario habían sido robados de los archivos de las FF.AA. bolivianas que lo conservaban
desde 1967. El escándalo del robo no se esclareció, aunque miembros del gobierno de García Meza y el propio ex-
presidente fueron involucrados directamente en la sustracción. Bolivia recuperó los originales que hoy forman parte
del patrimonio histórico de la nación.

En 1995 el gobierno de Sánchez de Lozada autorizó la búsqueda de los restos del guerrillero, tras la afirmación de
Mario Vargas Salinas de que su cadáver no había sido incinerado. Tras un año y medio de trabajo técnicos
cubanos, argentinos y bolivianos encontraron en junio de 1997 al Che junto a otros guerrilleros en la pista de
aterrizaje de Villegrande. Sus huesos fueron repatriados a Cuba donde hoy reposan.

La guerrilla del Che Guevara tuvo profunda influencia en toda una generación y reflejó la radicalización política de
varios sectores del continente impactados por la revolución cubana y desencantados por la política norteamericana
de EE.UU. en Vietnam.

En Bolivia se intentó repetir la guerrilla en 1970, y en alguna medida el foquismo influyó en las universidades y en la
gestación de un partido de importante papel a partir de 1971, el MIR.

Como producto de la guerrilla de 1967 nació el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que tuvo vigencia durante
toda la dictadura militar hasta 1978. Como modelo la guerrilla fracasó totalmente en los años sesenta y aisló a
Cuba internacionalmente. Desde 1978 resurgió con variantes y diferentes resultados en Nicaragua, El Salvador y
otras naciones de América. En los años ochenta los movimientos guerrilleros entraron en una espiral de sangre en
el Perú (Sendero Luminoso) que fracasó después de 12 años de violencia sin límites. Tanto en Perú como en
Colombia las guerrillas se emparentaron con el narcotráfico.

11.11. La Masacre de San Juan


Los trabajadores mineros decidieron reunirse en Siglo XX a fines de junio de 1967 en un ampliado para discutir el
problema salarial y debatir su postura, en particular en relación a la guerrilla. Cuando habían llegado ya varios
delegados, la noche del 23 al 24 de junio, tras el tradicional festejo de San Juan en medio de música y fogatas,
fuerzas del ejército atacaron el campamento minero con intenso fuego. El gobierno para justificar el hecho informó
que se trataba de erradicar un grave foco subversivo. Se reconoció oficialmente la muerte de 27 mineros. La
prensa registró un número muy superior de muertos y heridos. Estos trágicos sucesos se denominaron luego como
la Masacre de San Juan.

La repercusión de la masacre y la oposición a la concesión del gas natural a la Gulf, originó una interpelación de
varios parlamentarios al gobierno. Se destacaron entonces Marcelo Quiroga Santa Cruz y José Ortíz Mercado,
diputados independientes. Quiroga Santa Cruz, político intelectual y novelista, demostró en esta legislatura y
particularmente en la de 1979 ser uno de los más brillantes parlamentarios de los últimos cincuenta años. La
interpelación terminó con el confinamiento a inhóspitos sectores del Oriente de varios diputados y dirigentes
sindicales, entre ellos el propio Quiroga, pasando por alto la inmunidad parlamentaria.

11.12. Muerte de Barrientos


Barrientos se caracterizó por su permanente interés en visitar todo el país. Su afición a los viajes por aire en naves
que piloteaba personalmente, terminó en una tarde dramática en Arque, pequeño pueblo de Cochabamba. El
helicóptero que lo conducía chocó en su ascenso con cables de alta tensión, cayó y se incendió. La muerte de
Barrientos impactó mucho al país. Su entierro fue multitudinario. Hasta hoy se especula sobre si el deceso del
presidente fue producto de un accidente o de un atentado criminal. La desaparición del general dejó un vacío
político muy grande. Su gobierno, si bien era formalmente constitucional, estaba teñido con una fuerte dosis de
autoritarismo y se manejaba de manera vertical y personalista. Se especuló mucho sobre una eventual decisión del
Presidente de declararse dictador el 1º de mayo de 1969. La muerte del primer mandatario se había producido el
27 de abril, tres días antes de esa fecha. Quedaba claro que el hombre fuerte del país, tras esta trágica
desaparición, era el general Alfredo Ovando que había compartido en medio de fuertes tensiones el poder político y
militar con Barrientos desde el golpe de noviembre de 1964.
11.13. Luis Adolfo Siles Salinas (1925)
Siles Salinas nació en la Paz el 21 de junio de 1925, hijo del Presidente Hernando Siles Reyes y hermano por
padre de Hernán Siles Zuazo. Estudió el bachillerato en Chile. Estudió filosofía en Lima, luego en la UMSA y se
graduó como abogado en 1949 en la Universidad de San Francisco Xavier de Sucre. Realizó el doctorado en
Madrid. Desarrolló una importante labor como catedrático universitario en Bolivia, Ecuador y Estados Unidos. Fue
líder del Partido Social Demócrata, se postuló a la vicepresidencia en 1966, ejerció ese importante cargo entre
1966 y 1969. Tuvo un papel preponderante como presidente de la asamblea constituyente que promulgó la
constitución de 1967. En 1969 sucedió constitucionalmente a Barrientos, tras la trágica muerte de éste. Ese mismo
año fue derrocado por el Gral. Ovando. Durante el gobierno del Gral. Banzer desarrolló una importante labor como
presidente de la comisión de Justicia y Paz en defensa de los derechos y libertades en el país. En 1979 apoyó la
candidatura de la UDP y en 1980 fue candidato presidencial de una coalición de partidos de centro y algunos
grupos de izquierda. Apoyó el movimiento organizado en 1981 contra la dictadura de García Meza.

11.14. Gobierno Siles Salinas 1969


La sucesión constitucional a la muerte del Presidente, se produjo respetando los preceptos legales, aunque no sin
fuertes tensiones particularmente en el seno de las FF. AA. a la sombra de Ovando y sus aspiraciones. El nuevo
gobierno nació carente de respaldo político sólido y con renuencia militar. Esa debilidad de base limitó en gran
medida las acciones del Presidente y precipitó en definitiva el quiebre del desarrollo constitucional del país.

Una de las preocupaciones mayores del nuevo mandatario fue la legalidad y la absoluta sujeción a la constitución.
Todos los métodos violentos y represivos fueron eliminados (se disolvió el FURMOD, encargado de seguridad del
estado), se acabó con destierros, presos y persecuciones políticas, gobernando en el marco de una democracia
plena.

Entre las obras destacadas de su gobierno se pueden mencionar la financiación para la fundición de bismuto de
Telamayu, los cinco proyectos camineros en Pandó, Beni, La Paz y Santa Cruz, la creación de la Caja Social del
Chofer, y la autorización a las universidades para programas empresariales que permitan su autofinanciación. Se
creó la Corporación de Desarrollo Rural y en términos generales se mantuvo un equilibrio razonable de la deuda
pública.

Uno de los hitos más importantes para la comunicación de masas en Bolivia fue la instalación de la Televisión
Boliviana, inaugurada el 30 de agosto de 1969, en un polémico contrato con la empresa española INELEC. Si bien
toda la gestión fue hecha durante el gobierno de Barrientos, le tocó a Siles su inauguración. La llegada de la
televisión integró a Bolivia a un medio que desde la década de los años cincuenta había capturado la atención de
millones de seres humanos en el mundo. Bolivia fue uno de los últimos países latinoamericanos en contar con TV.
La existencia de un solo canal propiedad del estado por muchos años, convirtió a la televisión en un poderoso
instrumento de manipulación política en manos del gobierno. Esta realidad sólo se quebró en 1984 con el
nacimiento de los canales privados.

La proximidad del fin del mandato constitucional (1970) despertó el ambiente político. Las mejores perspectivas se
daban para el Gral. Armando Escobar Uría (alcalde de La Paz) y el Gral. Ovando (comandante en jefe de las
FF.AA.) que recibió el respaldo campesino a través del mecanismo del pacto militar campesino.

11.15. Procesos de Integración y Comunidad Andina


de Naciones (CAN)
El esfuerzo de integración iniciado en Europa en la segunda mitad de los años cincuenta del siglo XX que devino
en la Unión Europea el más ambicioso proceso de unificación en el mundo, sirvió como un modelo y un ejemplo
para las naciones de América Latina.
En 1960 se firmó el tratado de Montevideo que dio origen a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio
(ALALC), sustituida en 1980 por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), con la idea correcta de que
en el mundo moderno es impensable un desarrollo económico autónomo y aislado de naciones emergente s como
las de este continente. Tanto la ALALC como la ALADI fueron organizaciones ambiciosas que han logrado algunos
avances en busca de un proyecto multilateral de desarrollo económico concertado, pero aún limitados para
nuestros países.

La iniciativa de procesos integracionistas subregionales tuvo mejores resultados y se comenzó a aplicar en 1960 en
América Centra1 con el Mercado Común Centromaericano (MCC), en 1969 en la región andina con el Pacto
Andino, en 1973 con el Mercado Común de Caribe (CARICOM), en 1991 con el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR), y en 1992 con el Tratado de Integración Económica de América del Norte (North American Free
Trade Agreement NAFTA).

El 26 de mayo de 1969 se firmó en Cartagena (Colombia) un acuerdo de integración entre Bolivia, Chile, Colombia,
Ecuador y Perú. Firmó ese documento por nuestro país el presidente Siles Salinas. En 1973, Venezuela entro en el
Pacto Andino y en 1976 Chile se retiró por estar en desacuerdo con la decisión 24 referida una política
explícitamente proteccionista en materia económica, en la lógica de un proceso progresivo de sustitución de
importaciones.

Las proyecciones del Pacto Andino fueron muy ambiciosas en el campo de la integración sub-regional. La idea era
impulsar el crecimiento industrial, desarrollo económico competitivo y eliminación, en plazos graduales, de
aranceles aduaneros y limitaciones fronterizas, siguiendo el modelo de la Comunidad Económica Europea. El pacto
tuvo el mérito de haber sido la organización integracionista pionera en América del Sur y la que abrió una
conciencia integracionista continental. Su política proteccionista de los setenta fue modificada hacia posiciones más
liberales en los años subsiguientes.

El acuerdo firmado en Cartagena tuvo seis modificaciones, la más importante la firmada en Trujillo (Perú), en 1996.
A partir de entonces el nombre oficial del grupo es Comunidad Andina de Naciones (CAN) que tiene los siguiente s
instrumentos de funcionamiento su instancia máxima es el Consejo Presidencial Andino, el Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores, el Tribunal de Justicia y el Parlamento Andino que está representado por
parlamentarios de cada país, pero que deberá tener parlamentarle s elegidos por voto directo de cada nación y
para esa función específica, distinta de los parlamentos nacionales. Entre otras instituciones se cuentan la
Universidad Andina Simón Bolívar cuya sede está en Sucre y la Corporación Andina de Fomento (CAF), sin duda el
organismo más exitoso de la CAN. La CAF tiene como accionistas además de los cinco países miembros a Chile,
Brasil, México, Paraguay, Panamá, Trinidad y Tobago y bancos comerciales. Entre 1995 y 1999 realizó
operaciones de crédito para proyectos de desarrollo y otros a los países miembros y otros accionistas por valor de
12.300 millones de dólares.

Los logros mayores de la CAN están referidos a una zona de libre comercio entre los cinco países, un arancel
externo común que tiene que ver con una política aduanera concertada en relación a países de fuera de la
comunidad. Los pasos siguientes son el establecimiento de un mercado común a través de la liberalización de los
servicios y personas (tránsito sin necesidad de pasaporte, derecho al trabajo, etc). La CAN tenía en el año 2000
una superficie de 4,7 millones de kilómetros cuadrados y una población de 104,8 millones de habitantes.

Los resultados del Acuerdo fueron menores que los proyectados, pero han confirmado la importancia de un
desarrollo integrado de proyecciones regionales. Para Bolivia, por su desarrollo relativo considerablemente menor
frente a los otros miembros (a excepción de Ecuador), se produjo un desequilibrio desventajoso con las
posibilidades de mercado y en la capacidad de afrontar proyectos industriales de magnitud. Se hizo necesario
modificar aún más las políticas preferenciales hacia el país para permitir resultados interesantes.

Por su situación geográfica, ciertamente estratégica en el continente, Bolivia forma parte además, de los países de
la Cuenca del P ata, de los países de la Cuenca Amazónica, y en el contexto latinoamericano, de ALADI. En
general los resultados de estas organizaciones fueron mucho menores que los de la CAN. En los años noventa
nació, en cambio, el MERCOSUR, el otro escenario fundamental de la integración sudamericana al que Bolivia optó
en 1996, siendo aceptada como observador con algunos acuerdos de ventaja comercial.

11.16. Alfredo Ovando Candía (1918-1982)


El Gral. Ovando nació en Cobija (Pando) el 5 de abril de 1918. Estudió en el colegio Ayacucho de La Paz, luego
ingresó al colegio militar. Combatió en el Chaco entre 1934 y 193 5. Fue profesor de la escuela de estado mayor.
Tras la Revolución de 1952 se constituyó en el pilar fundamental de la reorganización del ejército. Ocupó el cargo
de comandante en jefe de las FF.AA. Junto a Rene Barrientos organizó el golpe de estado que derrocó a Víctor
Paz E. en 1964. Fue co-presidente de la república en 1965 y Presidente interino en 1966. En 1969 derrocó a Luis
Adolfo Siles y asumió la presidencia hasta octubre de 1970. Fue embajador de Bolivia en España (1970 -1971).
Vivió en el exilio hasta 1978. A su retorno apoyó la candidatura de Hernán Siles de la UDP. Murió en La Paz el 24
de enero de 1982 a los 63 años.

11.17. Tercer Gobierno Ovando 1969-1970


A pesar de sus posibilidades en los comicios que debían realizarse en 1970, Ovando decidió el derrocamiento de
Siles Salinas. El 26 de septiembre de 1969 se produjo la proclama que a través de un “mandato revolucionario de
las FF.AA” cambiaba el mando de la nación. El golpe determinó un radical cambio de rumbo en los destinos del
país. Era un intento de retomar la línea originada en 1952 en el contexto de una política nacionalista de defensa de
los recursos naturales y desarrollo de los medios de producción que permitiera consolidar una mayor
independencia económica. En su documento central hablaba de asegurar la soberanía, diversificar la industria
minera, planificar la economía, reorganizar el comercio exterior, proteger la industria nacional, elevar sueldos,
fomentar las cooperativas rurales y sostener relaciones con todos los países del mundo.

Acompañaron a Ovando en su gabinete destacados intelectuales jóvenes como José Ortíz Mercado
(Planeamiento), Edgar Camacho (RR.EE.), Óscar Bonfaz (Minería), Mariano Baptista Gumucio (Educación),
Marcelo Quiroga Santa Cruz (Energía e Hidrocarburos), José Luis Roca (Agricultura), Alberto Bayley (Cultura,
Informaciones y Turismo), Antonio Sánchez de Lozada (Hacienda) y Rolando Aguilera (Urbanismo). Este equipo
alternó con jefes militares que representaban posiciones menos progresistas o francamente de derecha, lo que hizo
muy difícil la convivencia y permanentes las tensiones en el seno del gabinete.

La derogación inmediata del código del petróleo fue el primer punto de acercamiento con la COB que elogió la
medida. El gabinete unía a militares, miembro del MNR, de la Democracia Cristiana e independientes. En este
período se aceleró la construcción de obras civiles en Vinto y la adquisición y traslado de sus equipos.
Complementariamente se determinó la obligación para los productores de enviar mineral a Vinto.

El proceso de apertura mediante relaciones diplomáticas con e bloque socialista que se había comenzado y
negociado intensamente en los gobiernos de Barrientos y Siles Salinas, se concretó en la iniciación de relaciones
con la URSS y otros países socialistas. Ovando firmó el primer contrato comercial importante de venta de minerales
a los soviéticos. En el plano internacional se firmó el Convenio de Educación Andrés Bello (1970). El ministerio de
Planificación a cargo de José Ortíz Mercado presentó un “Proyecto de Estrategia Nacional de Desarrollo
Económico y Social de Bolivia”, el proyecto más serio y coherente de largo plazo elaborado en Bolivia después del
plan decenal del MNR.

En el campo de la educación se inició una intensa campaña de alfabetización. El ministro Baptista invitó a
destacados especialistas internacionales (Ilich, Freiré) para discutir el modelo. Se creó el Banco del Libro además
de planear puntos básicos para la política educativa nacional. El LAB (Lloyd Aéreo Boliviano), entró en la era del jet
en abril de 1970 con la adquisición de un Boeing 727-100 (el CP-861), que sustituyó a los cuatrimotores DC-6B y al
Electra, tras el trágico accidente de Viloco (septiembre de 1969).

11.18. La Nacionalización de la Gulf


Bajo la inspiración del ministro Marcelo Quiroga, el gobierno determinó el 17 de octubre de 1969 la nacionalización
de los bienes c e la Gulf. Como ya vimos, la Gulf trabajaba en Bolivia desde 1956. El 11% de regalías
departamentales y el 30% sobre utilidad era un porcentaje insuficiente, además de mantener el control sobre el gas
en manos extranjeras. En el lapso de 12 años los beneficios para el estado, particularmente en la explotación del
gas, justificaron esa medida que en un primer momento fue criticada por sectores conservadores. El país, a través
de la administración de YPFB, obtuvo por 1a venta de hidrocarburos de ese sector nacionalizado más de 1.000
millones de dólares en la última década. La producción de petróleo en el período 1964-1969 experimentó una
subida espectacular. Pasó de 8.000 barriles día a casi 40.000, fue el segundo nivel más alto de producción de la
historia. La producción de gas trepó de 25 millones de pies cúbicos día en 1965 hasta más de 75 millones en 1969.
Era el antecedente de una etapa de bonanza que tuvo su pico mayor en los años setenta.
11.19. La Guerrilla de Teoponte, La Revolución
Universitaria y la Violencia
En julio de 1970 estalló en la zona de Teoponte (norte de La Paz) un movimiento de guerrilla de precaria
organización en el espíritu de la guerrilla del Che, nacida de sectores universitarios y de grupos radicalizados de la
Democracia Cristiana; apareció también la sigla del ELN, organización político-militar que nació en la guerrilla le
1967. Fueron 75 jóvenes que partieron de La Paz hacia los Yungas (norte de La Paz-Alto Beni) camuflados como si
fueran grupos de alfabetizado-res. Era un número superior al de los guerrilleros que habían acompañado al Che. El
19 de julio de 1970 irrumpieron en la empresa minera South American Placer y secuestraron a los técnicos
extranjeros Gunter Lerch y Eugenio Schulhauser. Negociaron la libertad de varios guerrilleros presos entre ellos
Loyola Guzmán. El 22 de julio liberaron a los técnicos alemanes.

La experiencia terminó trágicamente con la muerte de muchos guerrilleros por hambre y el resto aniquilado por el
ejército. Allí se perdieron jóvenes brillantes como Néstor Paz (autor de un dramático y hermoso diario de guerrilla
firmado bajo el seudónimo de Francisco, que muestra la indefensión y total inexperiencia de los bisoños
combatientes), el folklorista Benjo Cruz, los hermanos Quiroga Bonadona y otros. En octubre y noviembre de 1970
el movimiento había sido totalmente exterminado. El ELN hizo conocer una lista de 66 guerrilleros muertos y el
ejército dio su propia lista con 53 muertos. Osvaldo “Chato” Peredo jefe de la guerrilla fue hecho prisionero por el
ejército que prácticamente no sufrió bajas en este episodio.

Unos meses antes, en Abril de 1970 se desencadenó un proceso dentro de la principal universidad del país, la
universidad Mayor de San Andrés de La Paz. Se denominó revolución universitaria y fue protagonizada por jóvenes
radicales inspirados en el mayo francés de 1968, pero con el ingrediente radical de posiciones marxistas extremas.
Los estudiantes exigieron el poder y se lo tomaron, se produjo una purga masiva de catedráticos y una situación de
crisis total. La respuesta fue un asalto con grupos falangistas y delincuentes juveniles (los “marqueses”) que
tomaron el edificio central. El problema se resolvió con la devolución del edificio y el comienzo de un proceso de
radicalización que incluyó el co-gobierno paritario y el veto político.

Simultáneamente se desató una ola de violencia en La Paz con atentados terroristas y explosiones de bombas en
diversos sectores de la ciudad. Por entonces se produjo el asesinato de Alfredo Alexander y su esposa (Alexander
era director del matutino Hoy) también fueron asesinados el político y periodista Jaime Otero Calderón y el diputado
y dirigente campesino Jorge Soliz. Estas muertes nunca fueron aclaradas y desmejoraron notablemente la imagen
del gobierno. Como móvil de alguno de los crímenes se mencionó la decisión de eliminar a testigos o poseedores
de información que demostrarían la existencia de un negociado de venta de armas a Israel con la intermediación de
los generales Ovando y Barrientos.

Estas oscuras circunstancias debilitaron el respaldo a Ovando; la sorda batalla entre sectores de derecha e
izquierda en las FF.AA., la salida de algunas figuras importantes del gabinete y la muerte accidental de un hijo del
Presidente desmoralizaron al gobernante que se doblegó ante una situación cada vez más descontrolada y terminó
cercado por sus propios camaradas de armas.

11.20. La Crisis Militar de 1970 y la Caída de Ovando


Tras un levantamiento militar el 6 de octubre de 1970, el Gral. Ovando, que pocas semanas antes había perdido a
su hijo mayor víctima de un accidente de avión, totalmente desmoralizado renunció a la presidencia. Se produjo
entonces una pugna entre sectores de derecha liderizados por el Gral. Rogelio Miranda y grupos de izquierda bajo
la jefatura de Juan José Torres. En un principio y ante la imposibilidad de jurar él mismo como Presidente por falta
de un mínimo respaldo, Miranda forzó la posesión de un triunvirato militar conformado por los generales Efraín
Guachalla, Fernando Sattori y Alberto Albarracín que renunció huérfano de apoyo a las seis horas de haberse
posesionado. La confusión en el seno de las FF.AA. llegó a puntos insospechados. Las ideas dejadas por Ovando
vinculadas al nacionalismo revolucionario y las posiciones anticomunistas de la doctrina de seguridad nacional,
agudizadas tras el triunfo frente al “Che”, no eran capaces de romper el empate. En este contexto la solución se dio
por la vía del golpe de mano. El día 7 el Gral. Torres se hizo fuerte en la base aérea de El Alto apoyado en una
huelga general nacional decretada por la Central Obrera Boliviana. Ese mismo día en Oruro se produjeron serios
enfrentamientos, la toma y destrucción de dependencias policiales y el intento que hizo el llamado Comando Único
Revolucionario (fundamentalmente COD, fabriles y universitarios) de tomar el edificio de la guarnición militar de
Oruro (segunda división, cuartel general del Regimiento Camacho 1º de artillería), lo que provocó un
enfrentamiento con fuego cruzado y un número significativo de heridos y algunos muertos, cifra que nunca se pudo
esclarecer. El cuartel no pudo ser tomado.

Torres, tras lograr el respaldo explícito de la fuerza aérea, controló la situación en unas horas, bajó a la ciudad y
juró la Presidencia ante el pueblo reunido en la Plaza Murillo. Era la primera vez que un Presidente decidía hacer
su juramento ante la multitud y no en una ceremonia en palacio o el congreso delante de una Biblia. Ante la plaza
llena dijo que los pilares fundamentales con los que gobernaría serían los obreros, los militares, los universitarios y
los campesinos

11.21. Juan José Torres Gonzáles (1921-1976)


El Gral. Torres nació en Sacaba (Cochabamba) en 1921. De origen humilde tuvo que trabajar desde su infancia
para contribuir a su familia. Ingresó en el colegio militar. Como capitán participó en un movimiento rebelde de FSB
contra el Presidente Urriolagoitia. Fue agregado militar en Brasil, ministro de Hacienda y Estadística de Barrientos y
comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Entre 1970 y 1971 fue Presidente de la República. Tras el Golpe del
Gral. Banzer partió al exilio, a Chile primero y a la Argentina después. El 2 de junio de 1976 fue secuestrado y
brutalmente asesinado en Buenos Aires por un grupo terrorista que no pudo identificarse, cuando tenía 55 años.

11.22. Gobierno Torres (1970-1971)


La línea iniciada por el gobierno Ovando se profundizó pero sin un proyecto político ni una idea clara de la
significación y proyecciones del esquema. Las fuertes y permanentes presiones de sectores de izquierda y extrema
izquierda, el creciente recelo militar y el descontento en la empresa privada, hicieron que el gobierne Torres,
carente de fuerza y definiciones claras, estuviera en permanente estado de emergencia. En principio el Presidente
propuso una suerte de co-gobierno, con participación obrera. Los trabajadores querían más que un gobierno a
medias, querían todo el poder o quizás prefirieron no asumir ninguna responsabilidad, lo cual era más práctico y
cómodo, en consecuencia pidieron el 51 %, el ejecutivo contraofertó el 50 %, ni siquiera el MNR revolucionario de
1952 había llevado a cabo una idea tan arriesgada. Tras ardua deliberación la COB aceptó, pero el camino de
desencuentros entre políticos y sindicalistas ante las ternas presentadas, terminó por desbaratar la opción. Se
formó así un gabinete de intelectuales y militares. Pero la COB le presentó al Presidente un documento de veinte
puntos que contaba entre los más salientes: Expulsión del país de militares y civiles “fascistas” y misiones y
agencias “imperialistas”, reposición salarial a los mineros, reversión de mina Matilde, no a la indemnización a la
Gulf, reposición del control obrero con derecho a veto, control fiscal de divisas extranjeras y monopolio estatal del
comercio exterior.

El país vivía una euforia revolucionar a sin precedentes, el gobierno intentó estar a la altura de las expectativas de
los sectores más progresistas y tomó medidas concretas. Decretó la reposición salarial de los trabajadores
mineros, la rescisión del contrato de mina Matilde que pasó a control del estado, asegurando además la
comercialización del zinc que la mina producía. El gobierno expulsó de Bolivia a los voluntarios del “Cuerpo de paz”
norteamericano y pasando por alto una sentencia judicial liberó a Regis Debray y Ciro Bustos que abandonaron
Bolivia el mismo día de su libertad. Se dio luz verde para una serie d 2 acciones de hecho que amenazaron y
provocaron un desquiciamiento de todo control sobre la situación. Los periodistas sindicalizados intervinieron y
forzaron la cooperativización de El Diario, los estudiantes universitarios tomaron y confiscaron los edificios del
Centro Boliviano Americano y de IBEAS (Instituto de Estudios Sociales). En el norte cruceño Óscar Zamora del
partido Comunista Marxista Leninista (escindido en 1966 del PCB y de tendencia pro china) con el nombre de
guerra de comandante Rolando organizó un grupo de lucha armada para la toma directa de tierras, bajo el
denominativo de Unión de Campesinos Pobres (UCAPO). Tras algunas acciones aisladas, UCAPO desapareció.
En 1979 Óscar Zamora reapareció como senador de la República apoyando al MNR y en 1993 como candidato
vicepresidencial del Gral. Hugo Banzer. Las cosas llegaron a su punto más extremo cuando un comando
universitario asaltó un motel de La Paz y expulsó en paños menores a las parejas que se encontraban allí en el
momento de la toma.

Pero el gobierno, a pesar de todo, tuvo tiempo de terminar y desarrollar algunas obras. Inauguró la planta de
fundición de Estaño de Vinto, una de las aspiraciones más caras del país durante décadas, culminando la iniciativa
tomada por Ovando en 1966. Se crearon las primeras corporaciones de desarrollo departamental (La Paz y Tarija)
que cumplieron un destacado rol de desarrollo regional hasta 1995. Se trabajó en el proyecto de una nueva
constitución que nunca llegó a discutirse.

11.23. El IV Congreso de la COB y la Asamblea


Popular
Para entender la creación de la Asamblea Popular, hay que remitirse al IV congreso de la COB que se realizó entre
el 1º y el 12 de mayo de 1970. Allí las posiciones del nacionalismo revolucionario se enfrentaron al trotskismo y a
diversas líneas del comunismo. Tras encendidos debates, Lechín logró mantenerse en el cargo de secretario
ejecutivo, a pesar de la andanada de acusaciones de traidor que recibió de todos los ángulos. El documento del IV
congreso que se conoce como tesis socialista, fue el más radical de todos los aprobados en la historia de la
organización. La COB se autoasumía como un órgano real de poder y un mecanismo para la toma del gobierno. La
conquista del socialismo era la premisa principal y la lucha por lograrlo su primer objetivo. En criterio de sus
autores, las condiciones objetivas para la toma del poder estaban dadas. Desde luego, el poder sería tomado por el
proletariado encarnado en los mineros.

La Asamblea Popular creada el 1º de junio y que comenzó a sesionar desde el 22 de junio de 1971, buscaba
sustituir todo el andamiaje de la democracia tradicional, transformándose en un verdadero órgano de poder en el
país. Contra la representatividad en el parlamento ligada exclusivamente al sistema de partidos políticos, la AP
(223 delegados) se estructuró de acuerdo a sectores de producción y representaciones de clase. Así habían
delegados mineros (132, mayoría), fabriles y en menor medida universitarios, maestros e intelectuales. El sector
agrario estaba escasamente representado. El carácter de vanguardia proletaria en la AP, era de influencia trotskista
(POR de Lora).

En su corta vida la Asamblea Popular (que tuvo asambleas regionales en cada departamento) no pasó de su etapa
organizativa y de una larga serie de discursos ) polémicas que debilitaron su estructura y sus posibilidades. Tras
una reunión inicial el 1º de mayo en el edificio del parlamento, se convocó a su instalación para el 22 de junio. Juan
Lechín fue su presidente y el presidium estuvo integrado por el fabril Humberto Pabón, primer vicepresidente, el
campesino Casiano Amurrio segundo vicepresidente y como vocales Miguel Verástegui (constructor), Alfredo
Llanos (petrolero), Oscar Eid (universitario), Abraham Monasterios (ferroviario), Félix Cha-llapa (harinero) y Guido
Quezada (maestro). El 2 de julio (apenas 11 días después) se produjo la última sesión. La retórica de los
asambleístas era de tal virulencia que generó un clima de temor en los sectores empresariales y en los partidos de
derecha. Las tensiones internas se reflejaron fuera del hemiciclo y mostraron un alarmante fracciónalismo. La
asamblea además se negaba en rotundo a darle un mínimo apoyo al gobierno, cuya orfandad era dramática, al
estar cercado por la derecha y despreciado por una izquierda convencida de que h revolución definitiva estaba a la
vuelta de la esquina, aunque su primera resolución advirtió la inminencia de un golpe y la decisión de responder
con la movilización y la huelga general. Se propuso también, aunque nunca se concretó, el restablecimiento de las
milicias populares al estilo le las de 1952.

11.24. Movimiento de la Izquierda Revolucionaria


(MIR) y Partido Socialista (PS) (1971)
Mientras en Lima se producía el pacto de unidad del MNR entre Víctor Paz E. y Hernán Siles Z. (que se rompió al
apoyar Paz el golpe de Banzer), en La Paz se crearon dos partidos políticos de gravitación fundamental en las
últimas décadas del siglo. El que influyó más en la política boliviana fue el Movimiento de la Izquierda
Revolucionaria MIR que nació el 26 de abril de 1971 en pleno gobierno de Torres, (aunque su fecha oficial de
fundación es el 7 de septiembre de 1971), formado sobre todo por universitarios y sectores radicalizados de la
democracia cristiana (el grupo Espartaco), sectores del MNRI y marxistas independientes. Pasó de una tesis
foquista de soluciones violentas a una postura democrática entroncada a la Revolución de 1952 a partir de 1977.
Lo fundaron, entre otros, Antonio Aranibar, Jorge Ríos Dalenz, Jaime Paz Zamora y Oscar Eid. El MIR encarnó a
una nueva generación que esperaba opciones nuevas, distintas del movimientismo y el marxismo tradicionales. Se
forjo como partido en la heroica lucha contra la dictadura de Banzer. Contribuyó a la democracia de modo decisivo
al fundar con el MNRI y el PCB la Unidad Democrática y Popular en 1978. Llegó al poder en 1982 con Jaime Paz
como vicepresidente. Tras la aguda crisis del gobierno se dividió en tres alas, el MIR Masas (abril de 1984) dirigido
por Wálter Delgadillo, el Movimiento Bolivia Libre (Diciembre de 1984) dirigido por Antonio Aranibar y el tronco que
quedó en manos de Jaime Paz y Óscar Eid. En 1989 Paz Zamora llegó a la presidencia aliado con ADN de Hugo
Banzer. En 1999 Juan del Granado se separó del MBL para crear el Movimiento sin Miedo, un partido político de
raíz regional (La Paz).

La denuncia de que el expresidente Paz Zamora, Oscar Eid y algunos otros militantes del MIR habían tenido
vínculos con Isaac Chavarría acusado de narcotráfico, fue un duro golpe para este partido. Significó cárcel para
Eid, pérdida de visa a los EE.UU. para Paz Zamora, Eid y otros militantes y una seria pérdida de credibilidad. Entre
1993 y 1997 el MIR estuvo en la oposición y en 1997 (cuarto en la elección presidencial), entró a la coalición de
gobierno bajó el ala del Presidente Banzer.

En mayo de 1971 se fundó el Partido Socialista, inspirado por Marcelo Quiroga Santa Cruz, que con los años fue su
líder indiscutido. Postulaba la marcha al socialismo y la conquista del poder por un gobierno popular de esencial
raíz obrera. Lo formaron unificando a UNIR, APB, FARO y FLIN. Fundaron el PS, Quiroga Santa Cruz, Guillermo
Aponte Burela, Mario Miranda y Alberto Bailey. La figura de Quiroga le dio un gran impulso al PS, obteniendo
notables resultados electorales en el período 1978-1980. En 1979 se dividió en dos alas, la más vigorosa
denominada PS-1 bajo el liderazgo de Quiroga. Tras la muerte de su líder entró en un período de franca
decadencia hasta su desaparición.

11.25. La Iglesia Católica Postconciliar


El Vaticano II fue como un cuchillo que dividió el pasado del presente de un modo radical, sobre todo en el período
inmediatamente posterior a su clausura (1963). Violentamente, sin transiciones, los sacerdotes se vieron
enfrentados a la necesidad de cambiar su visión del mundo, se rompió la mirada vertical de la realidad, que
implicaba un inevitable filtro capaz de diluir los problemas sociales y políticos hasta llegar a una imagen
absolutamente aséptica y fragmentada del hombre, cuyo fragmento más importante era el espíritu, único para la
labor sacerdotal. Por ello surgió una crisis que estremeció a toda la iglesia. Sin una “ambientación” previa el
sacerdote, aislado hasta entonces, se encontró con el mundanal ruido. Las vocaciones se tambalearon. El proceso
fue geométrico, de las dudas nacieron las preguntas y de éstas las posibles respuestas que incluyen: una vida
independiente en contacto más directo con la gente (eliminación o sustitución de la vida en comunidad), un
contacto mayor con el otro sexo (debilitamiento severo del celibato), cuestionamiento al sistema vertical (la
obediencia como concepto puede objetarse) y, lo que fue realmente esencial, el descubrimiento de un mundo
generador de agudas contradicciones e inevitable contacto con doctrinas ideológicas hasta entonces concebidas
como básicamente antinómicas del pensamiento social religioso. Así, los sacerdotes llegados de Europa y Estados
Unidos a la América Latina, enfrentaron mucho antes y más profundamente la aguda pobreza, lo que daría origen a
las dudas y a la necesidad de tomas de posición que en algunos casos desembocaron en una militancia
radicalizada Nacieron entre 1965 y 1970 los llamados sacerdotes “tercermundistas”. Hay que recordar que
precisamente en la década 1965-1975 se produjo el número más alto de deserciones en la iglesia. Surgieron en
este período sacerdotes que desde el mítico Camilo Torres hasta el arzobispo Arnulfo Romero pasando por el
heroico jesuita Luis Espinal, tomaron una posición combativa en el quehacer social y político de diversos países del
continente. En algunos casos sacerdotes católicos apoyaron la lucha armada. Fue clara la posición y acción de
algunos enfrentados a los golpistas de 1971. El oblato Mauricio Lefebvre murió baleado en ese golpe.

Estas actitudes despertaron, como era lógico, reacciones profundamente adversas en sectores conservadores y
tradicionalistas del clero y de la sociedad que sumaban entre las acusaciones a estos sacerdotes la desorientación
en materia religiosa, además de una oposición radical en materia política. Paralelamente grupos
característicamente enfrentados a la iglesia comenzaron por primera vez a interesarse en una aproximación con
ésta a partir de los contactos establecidos con los “curas tercermundistas”.

Este desarrollo de ideas tiene que ver con las actitudes de cambio primero y progresistas después de los papas
Juan XXIII y Pablo VI. En América Latina el eco de encíclicas como la Populorum Progressio dieron lugar al
nacimiento de la llamada teología de la liberación, estrechamente vinculada con la opción de la iglesia por los
pobres y la relación ideológica cristianismo-marxismo. Desde la propia jerarquía los documentos de Medellín y
Puebla reforzaron la doctrina social de la iglesia y su compromiso con los desposeídos, que se estrelló
paulatinamente con las posiciones más conservadoras del papado de Juan Pablo II.

La iglesia boliviana en las décadas de los 80 y 90 intentó, por un lado, la aplicación de la doctrina conciliar y, por
otro, superar la dificultad de poder contar con el suficiente clero que pueda atender al pueblo católico
adecuadamente. El campo quedo cada vez más abandonado, produciéndose por un lado migración a las ciudades
y por otro la conversión de muchos campesinos a otras confesiones cristianas y no cristianas, con el abandono
progresivo del tesoro artístico y religioso que significan tantos templos que son sistemáticamente abandonados y
saqueados.

En la década de los años noventa fue espectacular el crecimiento de denominaciones cristianas como Ekklesía que
modificaron el panorama de la distribución religiosa. En el censo de 1992, el 85 % se reconocía católico y un 11%
evangélico en sus diversas ramas.

11.26. El Golpe de 1971 y la Caída de Torres


La profunda debilidad del régimen del Gral. Torres determinó su inevitable caída. Sectores de derecha, la empresa
privada, una gran parte de las FF.AA. y la participación de FSB y el MNR, confluyeron en la organización del golpe
que se originó en Santa Cruz. El movimiento estuvo liderizado por el Cnl. Banzer que fue arrestado el mismo día
del levantamiento (19 de agosto). Banzer había irrumpido en el escenario político de esos días al enviar junto al cnl.
Edmundo Valencia, siendo comandante del colegio militar, una dura carta a Juan Lechín (9 de diciembre de 1970)
en la que lo desafiaba a un debate público sobre el futuro de las FF.AA., a las que Lechín criticaba sin cesar, el
debate nunca se realizó. En enero de 1971 Banzer fue destinado a Curahuara de Carangas. En esos días (11 de
enero) protagonizó un frustrado intento de golpe de estado fue dado de baja y exiliado a la Argentina.

El golpe fue gestado en una combinación de dos sectores, el militar y el civil. El militar estuvo encabezado por el
mayor Humberto Cayoja. Entre los altos oficiales se encontraba el Gral. Remberto Iriarte y también el Cnl. Hugo
Banzer que logró importante ascendiente tras su acción subversiva de enero de 1971 desde el colegio militar. El
sector civil tenía como cabeza a Mario Gutiérrez jefe de FSB, Ciro Humbolt y Raúl Lema como representantes de
Paz Estenssoro a la sazón exiliado en Lima.

La acción subversiva tomó un giro definitivo cuando en confuso incidente en junio de 1971, Humberto Cayoja fue
gravemente herido cuando intentaba entrar a Bolivia desde Paraguay junto a Banzer y otros conspiradores. Cayoja
siempre dijo que ese fue un atentado perpetrado por los propios miembros del grupo que lo acompañaba. Repuesto
de la herida participó en las acciones subversivas de agosto pero en una posición subalterna.

El golpe estalló el 19 de agosto y en el participaron además de les citados, el Gral. Florentino Mendieta y en Santa
Cruz el Cnl. Andrés Selich. Los primeros y violentos enfrentamientos se produjeron en Santa Cruz. En la plaza
principal cruceña se produjo una refriega entre manifestantes rebeldes y universitarios, la universidad Rene Moreno
fue tomada con la presencia del regimiento Manchego comandado por Selich. Ese mismo día Banzer fue detenido
y trasladado a La Paz.

El 20 una bomba destrozó el palco donde los rebeldes manifestaban su triunfo que cobró víctimas entre ellas la
hermana de Mario Gutiérrez. En represalia Selich ordenó la muerte de los estudiantes presos, se masacró a más
de veinte de ellos. Entre el 19 y el 20 se plegaron al golpe Beni, Pando y Cochabamba, tras algunas escaramuzas.
Oruro cayó en manos rebeldes a pesar de las esperanzas del gobierno de una resistencia minera, pero la acción de
los Rangers de Challapata desbarató esa posibilidad. En La Paz en la tarde del 21 de agosto se combatió
fieramente en Miraflores, las proximidades del Gran Cuartel y el cerro de Laikakota. Trabajadores, estudiantes y el
regimiento Colorados comandado por Rubén Sánchez, intentaron la toma del Gran Cuartel en acciones
sangrientas, pero progresivamente las unidades militares fueron volcando su apoyo de Torres a Banzer y se
impusieron. El Gral. Torres salió al exilio, al igual que dirigentes como Lechín, su gabinete y el mayor Rubén
Sánchez, último bastión de la defensa gubernamental. A pesar de las aspiraciones personales de Iríarte y Mendieta
que apelaban a su mayor jerarquía en el escalafón militar, Banzer llegó a palacio el 21 de agosto y juró a la
presidencia basado en el liderazgo que había asumido claramente a1 comenzar ese mes. Inmediatamente se
clausuraron las actividades de la COB y los partidos de izquierda. El nuevo régimen fue particularmente duro con
los universitarios que tanto en La Paz como en Santa Cruz resistieron hasta después del mismo 21. El saldo de
esas tres jornadas fue 98 muertos y 560 heridos.

11.27. Hugo Banzer Suárez (1926-2002)


El Gral. Banzer nació en Concepción (Santa Cruz) el 10 de mayo de 1926. Ingresó al colegio militar y muy joven
ocupó responsabilidades en e gobierno. Fue ministro de Educación (1964-1965) en el gobierno de Barrientos. En
1970 fue director del colegio militar del ejército (desde ese cargo se sublevó en enero de 1971 sin éxito). En agosto
de 1971 derrocó al Gral. Torres. Tenía entonces 45 años. Gobernó el país durante prácticamente siete años.

Su primer gobierno es uno de los cuatro más prolongados de la historia de Bolivia. Tras las frustradas elecciones
generales de 1978 fue derrocado por su ex ministro del Interior Juan Pereda Asbún en ese mismo año. En 1979 se
presentó como candidato presidencial de la ADN (Acción Democrática Nacionalista) partido del que fue fundador y
jefe. Ocupó el tercer lugar. También en 1979 afrontó un juicio de responsabilidades por sus actos de gobierno. En
1980 volvió a candidatear y ocupó nuevamente el tercer lugar. A partir de 982 pasó a ser opositor frontal del
gobierno de la UDP desde posiciones de derecha.

En 1985 ganó las elecciones presidenciales por mayoría relativa (33% frente al 30% de Paz E.), pero fue derrotado
por Paz en 1a elección congresal. En octubre del mismo año firmó el Pacto por la Democracia con Paz apoyando
su gobierno. Nuevamente candidato en 1989, obtuvo el segundo lugar detrás de Gonzalo Sánchez de Lozada, pero
sus votos en el parlamento fueron decisivos para hacer Presidente a Jaime Paz con quien se alió y co-gobernó
entre 1989 y 1993 en una coalición denominada Acuerdo Patriótico. Volvió a postular a la presidencia en 1993 y
perdió otra vez frente a Sánchez de Lozada. Fue opositor al gobierno del MNR en el período 1993-1997. Ganó por
estrecho margen (22 %) las elecciones de 1997 que permitieron que el congreso lo ungiera Presidente
constitucional del país. Murió en Santa Cruz el 5 de mayo de 2002 a los 74 años.

Banzer fue seis veces candidato presidencial, ganó dos elecciones (1985 y 1997), obtuvo dos segundos lugares
(1989 y 1993) y dos terceros (1979 y 1993).

11.28. Primer Gobierno Banzer 1971-1978


Bolivia había llegado en 1971 a una polarización que dividió la nación en dos de manera irreconciliable. Por un
lado, quienes creían que había llegado la hora del cambio sin contemplaciones. Por el otro, la izquierda que
atravesaba una etapa de euforia revolucionaria sin precedentes. La clase media asustada se aferró a la salida de
una derecha también radical que no estaba dispuesta a ver tocados sus intereses. El anticomunismo era una
bandera también intransigente. En un punto histórico como éste, no era cosible pensar en una solución por la vía
del diálogo.

El contexto internacional hacía imposible un giro a la izquierda al estilo de la UP chilena. Los gobiernos de
Argentina y Brasil, presididos por militares de derecha, no querían ni pensar en un vecino revuelto por la revolución.
Estados Unidos apoyaba sin restricción alguna al militarismo de derecha. Torres y la asamblea popular estaban
condenados, pero pelearon antes de caer definitivamente derrotados.

El gobierno estaba sustentado en las FF.AA. y en una organización denominada Frente Popular Nacionalista
(FPN), hechura de Banzer, que unía irónicamente a dos enemigos teóricamente irreconciliables, FSB y el MNR,
este último seguía siendo un partido gravitante en la vida nacional como se vio en los procesos electorales
posteriores. El abrazo entre Mario Gutiérrez y Víctor Paz confirmó esa curiosa unión que apoyaba al Cnl. Banzer.
La alianza del FPN fue un antecedente de otro abrazo más traumático aún para muchos, que protagonizó esta vez
Banzer con el MIR dieciocho años después.

De los ocho gabinetes del Gobierno Banzer se pueden mencionar como ministros importantes de su administración
a Mario Gutiérrez (Relaciones Exteriores), Andrés Selich (Interior), Ciro Humboldt (Trabajo), Carlos Valverde
Barbery (Salud), Carlos Serrate Reich (Minas y Metalurgia), Alfredo Arce (Interior), Alberto Natusch (Agricultura y
Asuntos Campesinos), Juan Pereda (Industria e Interior), Rene Bernal (Defensa), Juan Lechín Suárez
(Planeamiento y Coordinación), Waldo Bernal Pereira (Educación), Carlos Calvo (Finanzas) y Guido Vildoso
(Salud).

11.29. La Violencia Ejercida desde el Gobierno


Los primeros meses de gobierno fueron particularmente férreos, el número de presos políticos y de exiliados fue
muy elevado. La violencia volvió a enseñorearse del país. No se respetaron ni la constitución ni las leyes. Los
cuerpos de seguridad recordaron épocas anteriores y la seguridad de quienes estaban en contra del régimen se
perdió totalmente. Las universidades del país fueron clausuradas entre 1971 y fines de 1972. Uno de los hechos
más te terribles fue el fusilamiento de varios estudiantes en la universidad cruceña en agosto de 1971. Se
produjeron también algunos casos de desaparecidos, no esclarecidos nunca, al estilo de la terrible dictadura
Argentina.

Las dependencias policiales al lado del edificio del congreso y la prisión de Chonchocoro en La Paz rememoraron
el concepto de los campos de concentración del MNR. Centenares de jóvenes universitarios, dirigentes políticos y
sindicales pasaron por sus celdas y fueron vejados y torturados en ellas. Los ministros del Interior más duros de
este periodo fueron Andrés Selich Chop y Mario Adett Zamora. Manejaban el servicio de inteligencia del estado y
fueron directos responsables de torturas y malos tratos a decenas de detenidos el Cnl. Rafael Loayza, Cnl. Ernesto
Cadima y el cap. Carlos Mena. Dirigían el DOP en La Paz Guido Benavides, en Cochabamba Abraham Baptista y
Ernesto Morant.

Una comisión redactó la ley fundamental de la universidad que, mediante la creación del CNES (Consejo Nacional
de Educación Superior), eliminó el co-gobierno paritario, no permitió el desarrollo de actividades políticas a los
universitarios y suprimió la autonomía.

11.30. Desarrollo económico


Durante este período de gobierno se produjo una etapa de bonanza económica sin precedentes, fundamentalmente
por los precio favorables de nuestras principales materias primas de exportación (1974 - 1975). Basta mencionar
que el estaño llegó a cotizarse en casi 8 dólares por libra fina a mediados de los años setenta record histórico que
nunca más se volvió a repetir y el gas llegó a venderse a 4,4 dólares por millar de pies cúbicos (1976). Era además
el tiempo de los créditos internacionales fáciles, frescos y rápidamente disponibles. Esta situación impulsó el
crecimiento económico del país que, sin embargo, no fue canalizado hacia un crecimiento integral y estructural, lo
que determinó un “boom” artificial de consecuencias negativas con el paso de los años.
Este fue un período en el que se gobernó con la aprobación de varios decretos ley que sustituían las leyes
aprobadas por el poder legislativo, clausurado en Bolivia desde 1969. Se aprobó una ley de inversiones que varios
sectores calificaron como entreguista, de un tenor sumamente liberal para fomentar la presencia de inversionistas
extranjeros.
Se logró una afluencia sin precedentes en la historia de créditos del más diverso tipo, lo que permitió llevar a cabo
varios proyectos de desarrollo y comunicaciones. La consecuencia a mediano plazo fue el endeudamiento del país
que pasó de una deuda de 460 millones de US$ en 1971 a casi 3.000 millones de US$ entre los préstamos
recibidos y deuda contratada en 1978. Un número apreciable de los créditos fueron canalizados en inversiones no
productivas que frecuentemente se malversaron.

La industria de la construcción fue una de las más beneficiadas en estos años. Por un lado se produjo un
crecimiento multiplicado de la vivienda de propiedad horizontal en La Paz, el más alto en la historia de la ciudad.
Santa Cruz registró un crecimiento proporcional superior. Se desarrollaron importantes proyectos camineros, como
la vinculación del norte de La Paz y el Beni, la autopista La Paz-El Alto que fue denunciada por astronómico costo
(3.5 millones de US$ el Km.). Se renovó el equipo ferroviario nacional y se impulsó el crecimiento del LAB a través
de la adquisición de varios jets y la ampliación de su servicio internacional. Banzer modernizó la flota de jets del
LAB adquiriendo un 727-100, dos 727-200 de gran autonomía y un 707 de carga. ENTEL también entró en un
proceso de modernización y vinculación con la era del satélite al instalarse la primera estación terrena del país, la
estación Tiahuanacu en La Paz (1978).

La sobredi-mensión de algunos proyectos dejó grandes instalaciones funcionando a menos del 50% de su
capacidad. Los casos de la fábrica de Aceites de Villamontes y la Refinería de Cochabamba o la Hilandería de
Santa Cruz, son ilustrativos. Entre las destacadas obras civiles, se construyeron importantes edificios públicos,
como el Banco Central en La Paz (31 plantas, el edificio más alto del país) y el palacio de Telecomunicaciones.

Se creó el Instituto Boliviano de Seguridad Social y se proyectó el Hospital Militar de La Paz, verdadero e
inconcluso elefante blanco. Se organizaron campañas para combatir epidemias, como la malaria, difteria y
tuberculosis. Fue creado el Instituto Boliviano de Turismo (IBT) y fue reglamentada la actividad turística, hotelera y
de agencias de viajes.
Bolivia organizó por primera vez una competencia internacional de nivel, los VIII Juegos Deportivos Bolivarianos de
1977 que se realizaron con todo éxito en La Paz. Esta responsabilidad implicó la construcción de importante
infraestructura deportiva, las dos obras mayores fueron la remodelación del estadio Hernando Siles (inaugurado en
1930) que fue ampliado hasta una capacidad máxima de 55.000 espectadores, la piscina olímpica y el velódromo.

En términos generales el gobierno militar marcó una etapa de excepcional estabilidad que permitió un crecimiento
sostenido, un nivel de inversiones significativo y un aumento indiscutible del nivel de vida de los ciudadanos.
Algunos indicadores económicos ilustran esta realidad. Entre 1971 y 1978 el promedio de inflación estuvo siempre
por debajo del 10 %. En 1972 se logró un 6,50 % y en 1976 un 4,49 %. Los promedios inflacionarios estuvieron
algo por encima de los años sesenta, pero se hallan entre los más bajos del siglo en el país. El crecimiento del PIB
fue en el período 1971-1975 de 5.87, promedio que Bolivia no pudo recuperar y mejorar hasta el final del siglo
cuando se consolidó la democracia y se estabilizó la economía. Las exportaciones crecieron de 225 millones de
dólares en 1970 a 725 millones en 1978. Las importaciones pasaron en el mismo período de 158 millones a 768. La
producción minera se apoyaba en el estaño que promedió las 30.000 toneladas en el período de gobierno de
Banzer, el antimonio (el país era segundo productor mundial de este mineral) con una producción promedio de
13.000 toneladas, plata con alrededor de 150 toneladas por año, zinc con un promedio en estos siete años de
40.000 toneladas, plomo con 15.000, cobre con 7.000, bismuto con 300, wolfram 3.000 y oro con un promedio de
1tonelada por año.

11.31. El Censo de 1976


Uno de los problemas que afrontó el país para encarar adecuadamente sus programas de desarrollo fue la falta de
información sobre su realidad. A lo largo del siglo XX se llevaron a cabo solamente cuatro censos. El primer en
1900, el segundo cincuenta años después en 1950, el tercero en 1976 veintiséis años después y el último en 1992,
dieciséis años más tarde. El censo de 1976 nos permite comparar el país de la pre-revolución con el
posrevolucionario.

La población pasó de 3.019.031 a 4.6'13.486, un crecimiento del 35 %. Se produjo un ascenso significativo de la


población urbana y el verdadero despegue de la población del oriente a partir de Santa Cruz. La Paz, que había
sido el centro económico y demográfico de mayor crecimiento sostenido entre 1900 y 1950, mantuvo un ritmo
importante de aumento demográfico, pero menos acelerado. Pasó de 321.073 a 635.283 habitantes (duplicó su
tamaño). En cambio, Santa Cruz pasó del cuarto al segundo lugar, de 42.746 pasó a 254.682 habitantes (multiplicó
seis veces su tamaño). Cochabamba dejó de ser la segunda ciudad del país pasó de 80.795 a 204.684 (aumentó
dos veces y media su tamaño). Oruro duplicó su población de 62.975 a 124.213 y Potosí creció un 40 % de 45.758
a 77.397.

La población rural disminuyó su peso pero siguió siendo mayoritaria en el país. El 58,5 % de los bolivianos vivían
en el campo, mientras que el 41,5 % vivían en el ámbito urbano (considerando como tal a poblaciones de más de
2.000 habitantes). El panorama del alfabetismo mejoró, la población analfabeta pasó de 69 % en 1950 a 36,8 en
1976. La población indígena se registró en un 54 %, incluyendo población indígena del oriente. El 35 % de la
población tenía como lengua materna el quechua, 33 % castellano y 26 % aimara.

La situación educativa dio un giro espectacular después de la universalización planteada por el código de 1955. En
1950 526.086 alumnos estaban inscritos en los seis primeros cursos, mientras que en 1976 el número alcanzaba a
1.728.345 alumnos en ese mismo ciclo, un crecimiento del 228 %.

11.32. La Devaluación Monetaria y La Masacre de


Tolata
Tras 16 años de estabilización monetaria, en 1972 se determinó la devaluación del peso en un 66% (de 12 pesos
por dólar se pasó al cambio de 20). Por varios años se había mantenido una paridad artificial que ponía en riesgo a
la economía. El rezago cambiario obligó a una medida radical que trajo como respuesta un intenso movimiento
popular de protesta, manifestaciones, etc., con los consiguientes enfrentamientos.
En 1974 un paquete de nuevos correctivos económicos volvió a generar protesta popular. Los acontecimientos más
graves se vivieron en el valle de Cochabamba, el ejército movilizó efectivos y tanques para controlar la situación.
En las localidades de Tolata y Epizana las manifestaciones fueron respondidas con disparos, dejando un saldo de
algunos muertos y varios heridos. Estos hechos fueron bautizados como “masacre de Tolata”.

11.33. El Gas
El caso del petróleo es ilustrativo. Bolivia había pasado (años 50) a ser país exportador en pequeñísima escala. En
este gobierno llego al máximo de su capacidad (1975) con una exportación de 2.105.302 m. A partir de entonces se
produjo una reducción hasta prácticamente cesar de exportar y mantener años después un difícil abastecimiento
del mercado interno. YPFB, tradicionalmente una de las pocas empresas estatales solventes, entró en una espiral
preocupante de pérdidas. Hay que mencionar también el nuevo código de Hidrocarburos que permitió a más de 15
empresas extranjeras iniciar trabajos de prospección en Bolivia con el sistema de contratos de operación y
explotación con YPFB. La producción petrolífera del período 1971-1978 fue, como dijimos, la mayor de la historia
de YPFB. E11971 se produjeron casi 40.000 barriles día, en 1973 se tocó el pico más alto con una producción de
casi 48.000 barriles, para terminar en 1978 con una producción diaria de alrededor de 28.000. Estas cifras incluyen
la producción combinada de YPFB y las empresas contratistas. En les años posteriores el país pudo abastecer su
consumo y lograr incrementos que mantuvieran equilibrada la curva ascendente de consumo con la de producción,
pero no se pudo pensar más en la exportación de petróleo crudo. Pero lo grave de esa etapa fueron las falsas
expectativas que se generaron en el país y las inversiones desmesuradas en refinerías e instalaciones que se
sobredimensionaron.

La preeminencia incuestionable del estaño como materia prima de exportación en la primera mitad de este siglo,
comenzó a sufrir variaciones importantes en el período 1950 - 1975 y dramáticas en el período 1975 - 1986. El
gobierno del MNR se empeñó con éxito en el crecimiento de la producción petrolífera incluso exportable. En los
años setenta se pasó del máximo de exportación de crudo a la crisis que obligó a acortarla radicalmente para poder
abastecer el consumo interno, pero también en esos años se confirmó nuestra riqueza gasífera.

En ese contexto los minerales fueron cada vez menos importantes como rubro de exportación, hasta la crisis
radical de 1985 que convirtió al gas en nuestro primer ingreso de exportación. Esto fue posible porque en la década
de los años setenta se confirme que Bolivia es un país con reservas de gas mucho más que de petróleo. Nuestro
subsuelo poseía varios trillones de m3 de gas que, racionalmente consumidos internamente y sobre todo
exportados, significan una importante y creciente fuente de ingresos.
La inicial ilusión de ser productores de petróleo para la exportación fue sustituida por la realidad de ser una nación
con buenas reservas de gas, que colocara a Bolivia en posición ventajosa, sobre todo por el alto nivel de consumo
de nuestros dos vecinos más grandes, Brasil y la Argentina. La producción boliviana de gas natural creció
notablemente de 1964 (algo menos de 20 millones de pies cúbicos día) a 1971 (150 millones de pies cúbicos día).
Esto permitió la suscripción de un importante convenio de venta de gas a la Argentina que Barrientos firmó con su
colega Juan Carlos Onganía el 23 de julio de 1968, que establecía un compromiso de venta por veinte años al
precio de 0,225 dólares por millar de pies cúbicos en volumen de 141 millones de pies cúbicos día. En su mejor
momento (1976) Bolivia recibió un pago de 4,46 dólares por millar de pies cúbicos exportados, luego el precio fue
declinando hasta que en los años noventa cayó por debajo de un dólar por MPC. Bolivia inició la exportación el 29
de abril de 1972 en el gobierno de Banzer una vez que se terminó la construcción del gasoducto que nos unía con
Buenos Aires.

La importancia del gas en la economía nacional fue creciendo hasta superar el 50 % del total de nuestros ingresos
por exportaciones en la primera mitad de los años ochenta. En ese momento el país recibió más divisas por el gas
que por nuestros minerales. Esa situación volvió a cambiar y el gas declinó en importancia, siempre en relación
estrecha con el precio internacional, tanto del gas como de los minerales. Pero desde los años setenta se convirtió
en un componente esencial de nuestra economía exportadora. En 1972 producíamos 195 millones de pies3 día, en
1978 llegamos a una producción de 225 millones de pies3 día.

La inyección económica que representó la venta de gas a la Argentina llevó al gobierno a iniciar una negociación
con el Brasil un consumidor potencial mucho mayor que nuestro vecino del sur. El 22 de mayo de 1974 los
presidentes Hugo Banzer de Bolivia y Ernesto Geisel del Brasil, suscribieron un acuerdo de cooperación y
cornplementación en Cochabamba. Lo más importante del documento era el compromiso de Bolivia de vender al
Brasil 240 millones de pies3 día por veinte años, a cambio de la instalación de un complejo industrial en el sudeste
del país con una planta siderúrgica, una petroquímica y una fábrica de cemento. Pero tan ambicioso proyecto se
frustró, la razón fundamental fue una cerril oposición interna liderizada por los grupos más recalcitrantes de
izquierda nacional que acusaron a Banzer de entreguista, sosteniendo que el gas boliviano debía usarse
íntegramente en el desarrollo interno. El Presidente, a pesar de su poder casi omnímodo, no se atrevió a insistir
(aunque en 1977 volvió a firmar un acuerdo ratificatorio con Geisel). Probablemente las tensiones internas del
gobierno fueron obstáculos mayores que la propia oposición. Sectores políticos y militares del gobierno estaban
fuertemente influidos por las ideas nacionalistas de los años cincuenta. Tampoco ayudó la subida espectacular de
los precios del petróleo, que desanimaron al Brasil de empeñarse en la concreción del convenio. El hecho es que
esa frustrada venta fue uno de los mayores fracasos del gobierno de Banzer en su gestión y postergó las
posibilidades reales de un gran crecimiento económico del país.

11.34. El Desarrollo de Santa Cruz


El comienzo de la integración del oriente, lograda hacia 1954 con el camino Cochabamba-Santa Cruz, se impulsó
en gran medida en este período. Como hemos visto Santa Cruz pasó de 42.000 habitantes en 1950 a más de
350.000 en 1980. Un crédito de más de 60 millones de US$ se destinó al algodón, el resultado fue un fracaso por el
uso inadecuado y muchas veces deshonesto de los créditos. Pero, a pesar de estos elementos negativos, hubo
otros aspectos. Se incrementó la vivienda y se produjo una intensificación de la ganadería. Las regalías
departamentales a través del gas y el petróleo fueron multiplicadas debido a los precios favorables. En conjunto se
produjo un intenso movimiento económico que convirtió a Santa Cruz en un polo de desarrollo de contrapeso con
La Paz, pero en ambos casos en desmedro del resto de la nación. Poco a poco la región fue generando un
crecimiento económico notable, que terminó por colocarla como la primera del país al final del siglo. El crecimiento
cruceño superó tanto demográfica como económicamente tasas del 7 % a lo largo de más de un década de modo
sostenido. El crecimiento de la agroindustria y la ganadería fueron, junto a los hidrocarburos, los factores más
importantes de este despegue que colocó a Santa Cruz a la vanguardia económica del país y que arrastró
procesos migratorias que cambiaron poco a poco la proporción de población en la zona andina (80 % en 1950) y en
la zona de los llanos. Al final de siglo, más del 35 % de la población vivía por debajo de los 2.500 mts.

11.35. Códigos y Leyes


Los siete años de gobierno le permitieron a Banzer pensar en disposiciones estructurales e institucionales de largo
plazo. En el ámbito jurídico se aprobaron disposiciones fundamentales que modernizaban códigos del siglo pasado.
Se dictaron más de 63 cuerpos de leyes, pero sin duda los aportes mayores fueron la aprobación de los códigos
civil, penal (que habían sido instaurados por primera vez por el mariscal Santa Cruz y no se habían modificado
desde entonces), de familia y de comercio, que hacían a la instrumentación central del sistema jurídico nacional.
Además se aprobaron decretos leyes tan sustantivos como la ley de organización judicial y la ley de corporaciones
de desarrollo.

11.36. El Estatuto de Gobierno de 1974 - Los


Asesinatos de Selich, Zenteno y Torres y la
“Operación Cóndor”
Tras la gravedad de acontecimientos, como el asesinato del Cnl. Andrés Selich ex-ministro del Interior (1971-1972),
que fue brutalmente golpeado por funcionarios de seguridad del gobierno hasta matarlo, forzaron la renuncia del
ministro Alfredo Arce Carpió. Paz Estenssoro fue exiliado del país ante su creciente distanciamiento y críticas al
régimen, se produjeron además dos intentos de golpe de estado con la participación de militares institucionalistas y
el MIR, y el deterioro del esquema del FPN que se hizo muy evidente. Por eso Banzer determinó anular la vigencia
de los partidos y proclamó el receso total de actividad política y sindical y comenzó un período dictatorial abierto
con respaldo de las FFAA., a partir del 9 de noviembre de 1974, lo que implicó un evidente endurecimiento del
gobierno. Esto le permitió gobernar con más comodidad, sin la presión de los grupos civiles representados en les
partidos que lo apoyaron hasta entonces. El programa original de esta fase de la dictadura era gobernar hasta 1980
y luego llamar a elecciones. No pudo ser, la presión interna y externa y algunos asuntos emocionales que afectaron
al Presidente adelantaron forzadamente la fecha de convocatoria electoral.

Durante 1976 la opinión pública se vio estremecida por el asesina o del exiliado ex-presidente Torres en Buenos
Aires, que fue secuestrado, acribillado sin piedad y abandonado bajo un puente en la provincia de Buenos Aires. En
mayo había sido asesinado el General Joaquín Zenteno Anaya en París mientras se desempeñaba como
embajador en Francia. Ambos actos terroristas nunca fueron esclarecidos. Los sectores de oposición al gobierno
atribuyeron ambos asesinatos a la mano del gobierno en combinación con la dictadura militar argentina. En los
hechos, durante esos años, se desarrolló un sistema llamado “Operación Cóndor” que vinculó a las dictaduras del
cono sur (Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) que no sólo era una comunidad de inteligencia,
sino que actuó en la detención, tortura y aún muerte de ciudadanos de la región que actuaban en grupos
insurgentes y clandestinos con el objetivo de derrocar a los militares. Con frecuencia fueron desaparecidas
personas inocentes.

11.37. El Abrazo de Charaña


En 1975, después de 13 años de ruptura diplomática, se reanudaron relaciones con Chile. Esta muestra de buena
voluntad con Santiago tenía que ver con la reiniciación de negociaciones sobre el pendiente tema marítimo. Chile
aceptó la reanudación porque le daba aire a la secante dictadura que había derrocado a Allende en 1973. El
aislamiento del gobierno de Santiago era prácticamente total y este gesto mejoraba su imagen. En la fronteriza
localidad de Charaña se reunieron los presidentes Banzer de Bolivia y Augusto Pinochet de Chile. El gobierno
boliviano propuso la cesión de un corredor soberano al norte de Arica, limitando con la frontera peruana y un
acceso soberano a la costa que permitiera la construcción de un puerto propio. Chile condicionó esa cesión a un
canje territorial “equivalente” que obligaba a Bolivia a ceder una superficie igual de su territorio a la que recibiría por
el corredor y puerto. Se requería además la anuencia peruana en virtud del tratado de 1929. La sola mención de un
posible canje territorial puso a Banzer en un serio aprieto ante la repulsa general de la opinión pública boliviana que
se opuso tajantemente a esa posibilidad. Allí la negociación se enfrió y estancó; por su parte Perú dejo claro que no
aceptaría este arreglo con un texto ambiguo y una solución inaplicable de presencia tripartita. En 1978, sin ninguna
solución, Bolivia decidió romper nuevamente relaciones ante el fracaso de la iniciativa. Esta negociación fue
probablemente la más importante que se hizo desde el enclaustramiento marítimo, y el momento en que Bolivia
estuvo más cerca de encontrar una solución razonable a su enclaustramiento.

11.38. La Huelga de las Mujeres Mineras, Las


Elecciones y la Caída de Banzer
En 1977 Banzer convocó a elecciones, casi tres años antes de su propio cronograma. La evidencia de que la
bonanza económica se terminaba y abría paso a una severa crisis y la presión de la nueva administración
estadounidense presidida por Jimmy Cárter y obsesionada por el respeto a los derechos humanos, impulsaron al
gobierno a tomar la decisión. Pero el verdadero factor de inflexión surgió del seno del país. Una huelga de hambre
iniciada por cuatro mujeres mineras (entre ellas la célebre Domitila Chungara) que en pocos días se hizo masiva,
forzó a Banzer a conceder una amnistía irrestricta. La debilidad del régimen se puso en evidencia, el agotamiento
salió a la luz a la par que se debilitaban las barreras de la censura y las restricciones político-sindicales que el país
había sufrido por más de un lustro.

En principio Banzer pensó postularse como candidato, pero la resistencia a su figura lo hizo apostar a un candidato
oficialista que fuese absolutamente leal a su poder, por ello escogió al ministro del Interior Juan Pereda Asbún y
para respaldarlo se formó la Unión Nacionalista del Pueblo (UNP), que agrupaba a pequeños partidos
conservadores y fracciones de partidos tradicionales. Como principal fuerza de oposición se colocó la Unidad
Democrática y Popular (UDP), coalición del MNRI, el MIR y e PCB que tuvo como candidato a Hernán Siles. Se
presentó también el ex-presidente Víctor Paz con su partido, el MNR.

El 9 de julio de 1978 se realizaron elecciones. Ganó el candidato oficial Gral. Juan Pereda de la (UNP) (985.140
votos, 50%), obtuvo el segundo lugar Hernán Siles Zuazo de la Unidad Democrática y Popular (484.383 votos,
15%) y el tercero Víctor Paz Estenssoro del MNR (213.662 votos, 11%). Las elecciones fueron anuladas al
denunciarse y comprobarse un gigantesco fraude. El gobierno no calculó el impresionante margen de votos de la
UDP que representaban el apoyo a una propuesta de izquierda y una respuesta nacional en contra de la dictadura
y la larga saga de gobiernos militares. Se desató la crisis. Pereda y su gente no estuvieron dispuestos a aceptar la
pérdida del poder. El delfín acabó por volcarle la espalda a su superior y mentor y decidió dar el golpe. El 21 de
julio el Gra1. Banzer abandonó el palacio en medio de lágrimas, sin tener la satisfacción de entregar el mando al
ganador en las urnas.
XII. La nación sin rumbo. El estigma de la coca 1978-
1982 (Parte I)
El Momento Histórico

Bolivia, igual que el resto de los países latinoamericanos (unos antes que otros) se vio ante la disyuntiva del
cambio. La dictadura militar había agotado sus postulados, la sociedad estaba cansada de tres lustros de gobiernos
militares de diferente cuño y esperaba ansiosa la apertura total de las compuertas de la democracia. Pero ocurría
que el modelo del estado del 52 parecía mantener todavía su vigor. El capitalismo de estado había sido seguido al
pie de la letra por los militares y probablemente Banzer había sido el Presidente que más empresas estatales creó
desde las históricas medidas de 1952. Los militares habían organizado a su vez mecanismos internos que los
tenían convencidos que su rol histórico era planificar el estado, gobernarlo y garantizar su futuro (se tomaban
absolutamente en serio aquello de que eran “la institución tutelar de la patria”). Esa lógica tardó varios años en
romperse, además de la evidencia de que el poder traía consigo prebendas y ventajas personales que derivaban
en una marcada corrupción.

La sociedad civil por su parte seguía debatiéndose en la antinomia que había marcado la dramática ruptura
nacional en 1971. Las posiciones de izquierda marxista parecían más vigorosas que nunca, en tanto los defensores
de ideas económicas liberales parecían arrinconados y solos en los estamentos empresariales más poderosos que,
por ello mismo, ejercían fuerte presión. Las profundas tensiones ideológicas alentadas por una retórica incendiaria
de ambos bandos, no contribuían a un clima de diálogo. A este contexto se sumaba la lógica avidez del pueblo por
gozar de los derechos del ejercicio de la libertad que habían sido suprimidos por tantos años. Libertad de pensar,
expresarse en privado y en público, de asociarse, de apoyar a partidos políticos de toda tendencia y expresarse a
través de sus organizaciones sindicales y gremiales. Esta compleja realidad sumada a la falta de práctica política y
democrática, abrió las puertas a una etapa dramática y desquiciada como probablemente no se vivió en Bolivia en
toda nuestra historia republicana.

La caída del General Banzer abrió el período de mayor inestabilidad política de la historia de Bolivia. Por un lapso
de cuatro años (desde el 21 de julio de 1978 hasta el 10 de octubre de 1982), el país se vio sacudido por
dislocamientos violentos de su estabilidad y su continuidad política. En ese período contamos nueve gobiernos
(ocho presidentes y una junta militar). De ellos siete fueron de facto y sólo dos constitucionales, además cuatro de
esos nueve se cuentan entre los diez más breves de toda nuestra historia. Eso implica un promedio de un gobierno
cada cinco meses y medio. Nunca antes Bolivia había sido sacudida por tal índice de inestabilidad.
Juan Pereda Asbún (1931).

Juan Pereda nació en La Paz el 17 de junio de 1931. Se graduó como subteniente piloto en el colegio militar de
aviación. Siguió estudios ce especialización en Italia y en la Argentina en escuelas de estado mayor. Fue
comandante del colegio militar de aviación y comandante en jefe de la Fuerza Aérea. Formó parte del gobierno de
Hugo Banzer como ministro de Industria y Comercio y luego como ministro del Interior. Fue candidato a la
presidencia de la república en 1978 en elecciones nacionales que fueron anuladas al comprobarse un gigantesco
fraude en su favor. Dos días después de la anulación organizó un golpe de estado contra el Gral. Banzer a quien
derrocó (21 de julio). Ejerció la Presidencia por algo más de tres meses cuando contaba con 47 años. En
noviembre de 1978 fue derrocado por el Gral. Padilla. Desde entonces se retiró de la vida pública.

 12.1. Gobierno Pereda 1978


 12.2. David Padilla Arancibia (1927)
 12.3. Gobierno Padilla 1978-1979
 12.4. El Centenario del Enclaustramiento Marítimo.
 12.5. Karachipampa y el Drama de las Fundiciones.
 12.6. Acción Democrática Nacionalista (ADN) (1979)
 12.7. La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB)
 12.8. Las Elecciones de 1979. El Empantanamiento. La Solución Guevara
 12.9. Wálter Guevara Arze (1912-1996)
 12.10. Gobierno Guevara 1979
 12.11. El Juicio de Responsabilidades al Gobierno de Banzer.
 12.12. La Asamblea General de la OEA en La Paz
 12.13. Alberto Natusch Busch (1933-1994)
 12.14. El Golpe de Estado de Todos Santos y el Frustrado Gobierno Natusch 1979
 12.15. Lidia Gueiler Tejada (1921)
 12.16. Gobierno Gueiler 1979-1980
 12.17. Crisis Gobierno FF.AA.
 12.18. La Violencia Desestabilizadora
 12.19. Las Elecciones de 1980
 12.20. Luis García Meza (1929)
 12.21. El Golpe del 17 de Julio
 12.22. Marcelo Quiroga Santa Cruz (1931-1980)
 12.23. Gobierno García Meza 1980-1981
 12.24. Los Crímenes de la Calle Harrington
 12.25. Las Piedras Semipreciosas de la Gaiba
 12.26. El Narcotráfico
 12.27. Sublevaciones Militares y Caída de García Meza
 12.28. La Junta Torrelio, Bernal, Pammo 1981
 12.29. Celso Torrelio (1933-1999)
 12.30. Gobierno Torrelio 1981-1982
 12.31. La flotación del peso boliviano. Comienza la hiperinflación
 12.32. Guido Vildoso Calderón (1957)
 12.33. Gobierno Vildoso 1982
 12.34. El Congreso del 80

12.1. Gobierno Pereda 1978


Pereda llegó al poder con escaso sustento político e incluso militar. Fue apoyado por algunas fracciones que
habían crecido en el gobierno de Hugo Banzer y en particular por una organización creada para respaldarlo en
tiempo electoral, que fue integrada por jóvenes próximos al Banzerismo bajo el denominativo de CUN (Consejo de
Unidad Nacional), una de cuyas figuras generacionales más destacadas era Ronald MacLean.

El gobierno intentó cimentar su poder en el compromiso de abrir un período de transición hacia la democracia, que
no tenía sentido después de unas elecciones que abrieron las compuertas para una práctica política plena y sobre
todo que habían generado una sólida conciencia democrática en el país. La promesa de convocar nuevamente a
elecciones en 1980 no satisfizo a nadie.

El único hecho relevante de su breve presidencia fue la reunión que sostuvo en septiembre con el Presidente
Ernesto Geisel, en la que se ratificó por tercera vez la voluntad boliviana de vender gas al Brasil, incrementando la
cifra inicialmente prevista hasta 400 millones de pies cúbicos diarios. Estas conversaciones, que continuaron en
gobiernos posteriores, no se llegaron a concretar en hechos sino hasta dieciocho años después.

La tensión política creció en pocas semanas. Los partidos y frentes más importantes (UDP, MNRA y PS-1)
expresaron permanentemente su deseo de que a apertura democrática pasara de las palabras a la acción. En
noviembre, la UDP anunció una gran concentración en La Paz que el gobierno intentó prohibir. La concentración
nunca se realizó; en la fecha prevista (24 de noviembre) se produjo un incruento golpe de estado que desplazó a
Pereda sin resistencia alguna por parte de éste o sus seguidores. De ese modo llegaba al gobierno una figura
militar casi totalmente desconocida, el General David Padilla Arancibia.

12.2. David Padilla Arancibia (1927)


David Padilla nació en Sucre el 13 de agosto de 1927. Se graduó como oficial en el colegio militar de ejército.
Realizó estudios de especialización en Bolivia, Argentina y Estados Unidos. Fue comandante del ejército y desde
ese cargo se sublevó derrocando a Juan Pereda. Ocupó la presidencia a los 51 años entre el 24 de noviembre de
1978 y el 8 de agosto de 1979, fecha en que entregó el mando al Presidente constitucional Wálter Guevara. En ese
gobierno ocupó el cargo de comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas hasta el golpe del 1º de noviembre de
1979. Posteriormente tuvo esporádicas intervenciones políticas a través de declaraciones personales, siempre en
apoyo del proceso democrático. Es autor de una singular autobiografía titulada Decisiones y recuerdos de un
general (1980).

12.3. Gobierno Padilla 1978-1979


El Presidente Padilla llegó al gobierno apoyado por un grupo de militares institucionalistas que sostenían la tesis de
que las FF.AA. estaban profundamente desgastadas por su prolongado ejercicio del gobierno, lo que hacía
indispensable un “repliegue” a sus funciones específicas y en consecuencia una apertura democrática plena a
través del proceso electoral. Algunos de ellos habían combatido al gobierno Banzer (en 1974 este grupo propició un
fracasado golpe de estado). El gabinete casi íntegramente militar reflejó esa composición. Entre sus miembros más
destacados se encontraban el Cnl. Gary Prado (Planeamiento), el Cnl. Raúl López Leytón (Interior), el Cnl. José
Olvis Arias (Educación), el Cnl. Rolando Saravia (Asuntos Campesinos), el Contralmirante Osear Pammo
(Industria), el Cnl. Norberto Salomen (Urbanismo) y el Cnl. Simón Sejas (Educación). Paradójicamente, algunos de
ellos, como Arias y Saravia, se embarcaron luego en delirantes y frustradas intentonas golpistas. Por su lado,
Pammo y Salomón integraron dos años después la terrible dictadura de García Meza.

El primer decreto del nuevo gobierno fue la convocatoria a elecciones para el 1º de junio de 1979. La decisión bajó
automáticamente la tensión social y política y permitió al gobierno una administración relativamente normal de los
asuntos de estado.

12.4. El Centenario del Enclaustramiento Marítimo.


El 14 de febrero de 1979 se recordó el primer centenario de la invasión chilena a Antofagasta. El país paralizó
actividades por cinco minutos y en memoria del infausto suceso se escucharon campanas y sirenas en todo el
territorio. Bolivia llegaba a esta fecha en medio de una aguda crisis política y en la antesala de la peor crisis
económica de su historia en tiempo de paz. Su debilidad en relación a Chile (desde el punto de vista de su
crecimiento demográfico, poder económico y militar) era mayor que en 1879, y su política internacional para
recuperar el mar carecía de la coherencia necesaria. La amarga experiencia del “Abrazo de Charaña” quedaba
como lección para el futuro en la búsqueda de reparar una usurpación que hiere la conciencia latinoamericana.

Hay que decir sin embargo, que sostener coherencia diplomática para Chile siempre fue un ejercicio muy sencillo,
desde la cómoda posición del país vencedor que usurpó, detentó y se benefició económicamente de los territorios
arrebatados, lo único que Chile tuvo que decir a lo largo de cien años es NO. Y lo dijo siempre sin el menor
escrúpulo.

12.5. Karachipampa y el Drama de las Fundiciones.


Desde la decisión del gobierno Ovando de instalar fundiciones en Bolivia, muchos han sido los proyectos para
ampliar el desarrollo de la metalurgia en el país. Los más importantes son Vinto (estaño) y Mutún (hierro) que no
llegó a realizarse, La Palca (estaño de baja ley) y Karachipampa (plomo, plata). De éstos el más ambicioso
construido fue el de la fundición de plomo-plata de Karachipampa en Potosí. El proyecto, nacido en el gobierno de
Banzer, llegó a su etapa de concreción en el gobierno Padilla con la firma del contrato para la construcción de la
fundición otorgada a la empresa alemana Klockner y a la empresa belga MECHIN. El costo final de la obra fue de
123 millones de dólares. Inaugurada en enero de 1984 la planta de Karachipampa nunca funcionó. Insuficiencia de
producción de minerales, finalización de la garantía de las empresas constructoras, carencia de capital de inversión
para empezar el funcionamiento, entre otras, son las razones de la incongruencia que impidió la productividad de
una planta cuya inversión fue multimillonaria y jamás encendió su maquinaria ni fundió una sola tonelada de
concentrados.

En el caso de La Palca, construida con tecnología y por técnicos soviéticos, el comienzo de su funcionamiento
determinó una grave contaminación en el área próxima (Potosí), que exigió la paralización de labores,
reconstrucción de la chimenea y reapertura. Luego de volver a funcionar se produjo una drástica caída del precio
del estaño (1985), lo que obligó nuevamente a la paralización y a su posterior desguazamiento.
La experiencia de éste y otros proyectos gigantescos que encaró el estado sin un cálculo sensato de costo-
beneficio y sin garantizar eficiencia y funcionamiento racional sin subsidios, condujo a gastos y endeudamiento
desmesurados, demostrando que el estado manejado discrecionalmente no se caracterizó precisamente por ser un
eficiente administrador de recursos y menos cuando se encargaba directamente de la producción económica del
país.

12.6. Acción Democrática Nacionalista (ADN) (1979)


La posición del Gral. Banzer tras la apertura democrática era muy delicada. Fuertes corrientes populares se
estrellaban contra su pasado gobierno y la izquierda, a través del PS-1, anunciaba la instalación de un juicio de
responsabilidades contra su gestión nada más iniciarse las actividades del congreso que se elegiría en julio de
1979. A los colaboradores del ex-presidente se les ocurrió que la única respuesta posible era la creación de un
partido político que le sirviera de paraguas en el mismo parlamento. Así, el 23 de marzo de 1979 en el cine
Esmeralda de La Paz, se creó Acción Democrática Nacionalista (ADN). Entonces nadie o casi nadie le daba opción
alguna al nuevo partido, considerado de raíz fascista y ultra conservador. Pero, contra todo pronóstico, ADN
empezó muy bien, logrando un gran resultado electoral (tercero detrás de UDP y MNR). En 1980 volvió a repetir el
tercer lugar y en 1985, tras la debacle udepista, Banzer ganó las elecciones pero perdió la presidencia en el
congreso. Fue el espaldarazo que consagró al ex-dictador como líder democrático. También en 1985 ADN firmó un
pacto de gobernabilidad con el MNR que permitió la estabilización económica. En 1989 Banzer fue derrotado por el
candidato movimientista Sánchez de Lozada, pero le bloqueó la Presidencia al aliarse de manera inesperada con
su ex-enemigo Jaime Paz. Tras co-gobemar otros cuatro años, Banzer volvió a perder la elección en 1993 frente a
Sánchez de Lozada, pero ADN ya era un partido clave del espectro democrático, adherido a los principios liberales
de economía abierta. Este hecho se probó cuando finalmente Banzer logró acceder a la presidencia por la vía del
voto al ganar las elecciones de 1997 con un muy estrecho 22 % de los votos.

12.7. La Confederación Sindical Única de


Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB)
Las luchas campesinas por el reconocimiento de su propiedad sobre la tierra, su dignidad como ciudadanos y sus
derechos elementales se desarrollaron a lo largo de casi toda la historia republicana. La reforma agraria de 1953 no
sólo significó la recuperación de la tierra, sino la inserción de los indios en la sociedad boliviana. A partir de
entonces coparon cada vez más espacios, comenzando por el educativo (educación rural y acceso libre a las
universidades). La organización de sindicatos campesinos se incrementó hasta llegar a un punto culminante en
1979 con la creación de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), bajo
el liderazgo de Genaro Flores que era a su vez jefe del partido Movimiento Revolucionario Tupac Katari (MRTK). La
CSUTCB comenzó muy rápidamente a jugar un papel decisivo en la lucha por la recuperación democrática y en
contra de las dictaduras militares y permitió a los campesinos un espacio de mayor influencia en el seno de la COB.

12.8. Las Elecciones de 1979. El Empantanamiento.


La Solución Guevara
El proceso electoral tuvo esta vez un carácter de mayor libertad dada la neutralidad del poder Ejecutivo. El clima
electoral tenso se caracterizó por el encono y las acusaciones entre las diversas candidaturas. Además de los
nombres centrales de Siles (UDP) y Paz (MNR) se perfilaron dos contendientes de peso, el primero Hugo Banzer
que surgía a la vida política después de su larga presidencia con un nuevo partido fundado en enero de 1979,
Acción Democrática Nacionalista (ADN) de tendencia conservadora de derecha. El otro candidato era Marcelo
Quiroga Santa Cruz del Partido Socialista 1 (PS-1) que había obtenido un pálido resultado en 1978 pero que ahora
subía en el favor electoral. El resultado final (1o de julio de 1979) fue el de un virtual empate. Hernán Siles obtuvo
528.696 votos (35.99%) contra 527.184 (35.89%) de Víctor Paz. Banzer logró 218.587, logrando un sorpresivo y
notable tercer lugar y Quiroga 70.765, nueve veces más que en 1978. Las acusaciones de fraude contra el MNR
surgieron después de la etapa de recuento de votos, en la que se anularon centenares de mesas por cualquier
detalle, bajo el amparo de una ley electoral que lo permitía.

El virtual empate entre Siles y Paz, dada la mínima diferencia de 1.512 votos entre el primero y el segundo abrió las
puertas para una batalla intransigente en el legislativo. Al no obtener la mayoría absoluta ningún candidato, la
decisión final le tocó al parlamento que, tras siete votaciones entre el 4 y el 5 de agosto, no pudo lograr la mayoría
para ningún candidato (a Paz le faltaron cuatro votos que no pudo obtener a pesar de su mayoría congresal).
Fueron dos jornadas de alta tensión y con la sombra del golpe rondando sobre los parlamentarios. Las posturas
eran tan intransigentes que en las siete votaciones los 25 parlamentarios adenistas votaron en blanco y los 5 del
PS-1 anularon sus votos. En esos días era impensable un acercamiento del MNR o UDP a cualquiera de esas dos
fuerzas para lograr una solución al entrabamiento y un proyecto de gobernabilidad. Esta experiencia traumática que
fue saludada por dos sangrientos , golpes de estado en meses ulteriores, y la que vivió la UDP, condujeron por fin a
los políticos a soluciones razonables y de diálogo, inauguradas en 1985 con el pacto por la democracia firmado
entre Paz y Banzer.

Finalmente, a propuesta del honorable Tineo de ADN, se decidió designar como Presidente constitucional interino
de la república por un año a Wálter Guevara Arze (electo por la coalición del MNR) a la sazón presidente del
congreso.

12.9. Wálter Guevara Arze (1912-1996)


Wálter Guevara nació en Cochabamba el 11 de marzo de 1912. Abogado, catedrático universitario especializado
en economía y derecho en la universidad de Chicago. Fue, junto a Víctor Paz, Hernán Siles y otros, fundador del
Movimiento Nacionalista Revolucionario (1941). Fue diputado y senador en varias oportunidades. Es autor entre
otros libros de ensayo del célebre Manifiesto a los ciudadanos de Ayopaya (1946) considerado fundamental para
explicar el programa del MNR. Embajador en Francia, Venezuela y Naciones Unidas. Fue ministro Secretario
(Villarroel), Relaciones Exteriores (Paz, primer gobierno, Siles, primer gobierno y Barrientes, tercer gobierno) y
Gobierno (Siles, primer gobierno).

En 1960 rompió con el MNR y fundó el Partido Revolucionario Auténtico (PRA) del que fue candidato presidencial,
obteniendo el segundo lugar in las elecciones de ese año. En 1964 participó en el golpe que derrocó a Paz
Estenssoro. En 1978 fue candidato vicepresidencial de Paz. En 1979, en su calidad de presidente del senado, fue
designado por el congreso como Presidente constitucional interino de la república cuando contaba con 67 años.
Menos de tres meses después fue derrocado por el Cnl. Natusch. En 1980 terció en las elecciones como candidato
presidencial. Salió exiliado del país tras el golpe de García Meza. A partir de 1982 y durante el gobierno ce la UDP
fue embajador en Venezuela. Reintegrado plenamente al MNR, en 1989, fue candidato vicepresidencial de Gonzalo
Sánchez de Lozada. La fórmula ganó las elecciones pero no legró el poder en la votación congresal. Retirado de la
actividad política, murió en La Paz el 20 le junio de 1996 a los 84 años.

12.10. Gobierno Guevara 1979


La gestión del Dr. Guevara se encuentra entre las más breves de nuestra historia, lo cual le impidió desarrollar un
trabajo administrativo importante. Desde el primer momento el Presidente expresó que en un año era imposible
establecer medidas económicas y llevar adelante el proceso electoral que le fue encomendado por el congreso.
Esta posición fue interpretada por algunos sectores políticos y parlamentarios como un deseo prorroguista del
primer mandatario. A la distancia parece evidente que se hacían necesarios ajustes económicos de fondo en un
momento en que la crisis todavía no se había desencadenado. Por otra parte, en una postura que retrata muy bien
la época de enconos e inflexibilidad que se vivía, el congreso que lo había designado no apoyó al gobierno y lo dejó
huérfano. Por esa razón a Guevara no le quedó más remedio que conformar su gabinete con ministros
independientes, lo que le restó fuerza política y capacidad negociadora. En octubre se produjo el primer amago de
golpe con un levantamiento, en Trinidad que no era más que un globo de ensayo. El Presidente se puso sobre
aviso y, advertido de un movimiento subversivo en marcha, decidió a fines de ese mismo mes el relevo de algunos
mande s militares claves. Esta decisión precipitó los acontecimientos y provocaron el golpe de estado. Guevara
optó por la transparencia y la inflexibilidad en sus decisiones, a pesar de su dramática debilidad.

La conspiración no tenía solamente origen militar, sus ramificaciones llegaban hasta el congreso, al seno de las dos
agrupaciones más poderosas del momento el MNR y la UDP. Sus consultas con Paz fueron infructuosas y sus
apelaciones a Natusch no conmovieron al coronel involucrado en la subversión. En realidad el Presidente no tenía
opción alguna y actuó como debía, intentando preservar su autoridad.
12.11. El Juicio de Responsabilidades al Gobierno de
Banzer.
Nada más comenzar la legislatura de 1979 (la primera después de diez años), el líder del PS-1 Marcelo Quiroga
Santa Cruz inició un juicio contra el ex-presidente Banzer tanto por delitos económicos como por violación de
libertades esenciales de los bolivianos. En una exposición de casi doce horas Quiroga Santa Cruz ratificó sus
brillantes condiciones como parlamentario y estableció una densa acusación contra lo que a su juicio no podía
calificarse sino como una dictadura. La defensa del acusado insistió en que lo que se pretendía en realidad era
juzgar a las Fuerzas Armadas y no a Banzer, generando una gran susceptibilidad militar que le daba argumentos a
las FEAA. Proclives a un nuevo golpe de estado. La interrupción del proceso democrático provocó que el juicio
fuese archivado primero y olvidado después. El reiterado éxito electoral de Banzer disminuyó notablemente las
posibilidades de reavivar el mencionado juicio de responsabilidades. Años después, además, surgió el juicio de
responsabilidades contra Garcia Meza que haría historia, contra un personaje mucho menos defendible que Banzer
cuyo gobierno tuvo elementos positivos y cuyos votos lo redimieron de cara a los ciudadanos.

12.12. La Asamblea General de la OEA en La Paz


El rasgo más destacado del gobierno de Guevara fue, sin duda, el relativo a la cuestión marítima. Por primera vez
la Asamblea General de la OEA se realizó en nuestro país, a ella como es tradicional asistieron los ministros de
Relaciones Exteriores de todas las naciones americanas. Llegó a Bolivia incluso el secretario de estado de los
Estados Unidos Cyrus Vanee. El objetivo fundamental de Bolivia fue el de conseguir respaldo continental a nuestra
reivindicación marítima. Las gestiones del canciller Gustavo Fernández culminaron en el reconocimiento casi
unánime (la única excepción fue obviamente Chile) de que el problema marítimo boliviano es un asunto continental
y en consecuencia un problema que debe ser tratado multilateralmente. Nunca antes la OEA había expresado un
criterio de esta naturaleza en relación a la causa boliviana que, en teoría, obligaba a Chile a un cambio de postura y
permitía un mayor margen de juego negociador para Bolivia. El éxito, sin embargo, fue empañado por el golpe
militar que estalló en la madrugada posterior a la clausura de la Asamblea cuando aún muchos cancilleres se
hallaban en La Paz. Esto provocó el espectáculo lamentable de los ministros extranjeros, llegando al aeropuerto
escoltados por tanques del ejercito. Chile por su parte celebró un golpe que le permitió al representante chileno
ante la OEA decir que Bolivia no era un interlocutor válido para tratar ni el tema del mar ni tema alguno.

12.13. Alberto Natusch Busch (1933-1994)


Alberto Natusch nació en Riberalta el 23 de mayo de 1933. Se graduó como oficial en el colegio militar de ejército.
Realizó estudios de especialización en la escuela de armas y de infantería de montaña de Alemania Federal y en la
escuela superior de guerra de Argentina. Fue profesor del colegio militar y de las escuelas de ingeniería, armas y
comando y estado mayor. Fue comandante del colegio militar de ejército. En el gobierno del Gral. Banzer fue
presidente del banco Agrícola, ministro de Agricultura y Ganadería y de Asuntos Campesinos y Agropecuarios;
ocupó este último cargo por cuatro años y medio (es uno de los cinco ministros de estado de gestión más larga en
nuestra historia).

Mediante un golpe de estado asumió la presidencia que ejerció apenas por 16 días. Contaba entonces con 46
años. En 1981 protagonizó un golpe de estado contra el Gral. García Meza, obligando a éste a renunciar a la
presidencia. Tras una larga y penosa enfermedad murió en Santa Cruz el 23 de noviembre de 1994 a los 61 años.

12.14. El Golpe de Estado de Todos Santos y el


Frustrado Gobierno Natusch 1979
El Cnl. Natusch protagonizó el tercer gobierno más corto de nuestra historia después del de Pedro Blanco (seis
días) y el de Eusebio Guilarte (diez días). Durante su efímera gestión por supuesto no pudo desarrollar labor
alguna.

El golpe de estado del 1° de noviembre fue gestado por sectores militares en alianza con algunos parlamentarios
del MNR y del MNRI (partido integrante de la UDP). Las cabezas militares además de Natusch fueron el Gral. Edén
Castillo Galarza, el Gral. Luis García Meza, el Cnl. Carlos Mena Burgos, el Gral. Oscar Larraín, el Gral. Jaime Niño
de Guzmán y el Contralmirante Wálter Nuñez. Entre los civiles del MNR Guillermo Bedregal y José Fellman Velarde
y del MNRI Edil y Willy Sandóval Morón y Abel Ayoroa Argandoña.

El golpe fue una de las mayores expresiones de irracionalidad de nuestra historia, no sólo porque interrumpió
brutalmente el proceso democrático, sino porque se hizo a pocas horas de la clausura de la Asamblea de la OEA y
deje un resultado sangriento.

La argumentación para justificarlo fue la supuesta intención prorroguista del Presidente Guevara y la idea de que
una propuesta revolucionaria que emparentara al nuevo gobierno con el nacionalismo revolucionario de 1952 iba a
lograr respaldo popular. Los golpistas que tuvieron que adelantar el movimiento para evitar la destitución de los
cabecillas militares, esperaban que el MNR y el MNRI apoyaran el golpe y forzaran al parlamento a da le el visto
bueno. Se especuló mucho sobre la participación de Paz Estenssoro en este movimiento. Nunca se pudo probar, a
pesar de que dos de sus más estrechos colaboradores fueron las cabezas civiles más visibles de los golpistas. Paz
desaprobó el golpe una vez consumado y algunos de sus parlamentarios como Sánchez de Lozada fueron de los
más enérgicos opositores al movimiento subversivo.

La repulsa al golpe fue total. La COB decretó huelga general indefinida. La Confederación de Campesinos
(CSÜTCB) decretó bloqueo de caminos que se realizó en toda la nación. El congreso se reunió de urgencia y
comenzó una larga y tensa negociación que incluyó a la COB y a las Fuerzas Armadas.

Mientras tanto, se produjo en las calles céntricas de la ciudad y en algunas zonas periféricas de La Paz una
verdadera masacre protagonizada sobre todo por el regimiento Tarapacá al mando del Cnl. Arturo Doria Medina.
Los soldados y los tanques dispararon ante civiles desarmados que resistían con palos y adoquines. El saldo
trágico se acercó al centenar de muertos y quinientos heridos. Mientras tanto, el ministro de Finanzas Feliciano
Agapito Monzón tuvo tiempo de ordenar al Banco Central la entrega de 64 millones de pesos de los que nunca más
se supo.

Tras 16 días se llegó a un acuerdo. La COB se retiró de las negociaciones y las FF.AA. aceptaron la renuncia de
Natusch a condición de que Guevara no volviera al gobierno (él y su gabinete mantuvieron todos esos días al
gobierno legítimo en la clandestinidad). De ese modo el congreso designó a Lidia Gueiler, presidenta de la cámara
de diputados, como Presidenta constitucional interina.

12.15. Lidia Gueiler Tejada (1921)


Lidia Gueiler nació en Cochabamba el 28 de agosto de 1921. Desde muy joven militó en el MNR, partido del que
fue destacada dirigente femenina. Organizó en 1951 una huelga de hambre en protesta por la anulación de las
elecciones que había ganado Paz Estenssoro. Fue cónsul en Alemania Federal y representante de Bolivia ante la
Comisión Interamericana de Mujeres. Fue diputada en las legislaturas 1956-1960 y 1960-1964. En 1963 se unió al
PRIN de Juan Lechín y militó en ese partido hasta los años setenta en que se separó con una fracción propia y
volvió a aliarse con Paz Estenssoro. Diputada de la Alianza del MNR en 1979 fue elegida presidenta de la cámara
de diputados y en esta condición Presidenta constitucional interina de la república cuando tenía 58 años. Derrocada
por García Meza fue exiliada del país. En 1982 fue nombrada embajadora en Colombia. En 1989 se unió a la
Nueva Mayoría del MIR y fue elegida senadora y embajadora en Venezuela. En 1993 se retiró a la vida privada.

12.16. Gobierno Gueiler 1979-1980


El 16 de noviembre comenzó el gobierno de la señora Gueiler, la primera mujer que accedió a la presidencia del
país. La Presidenta tampoco contó con el apoyo del parlamento que la había ungido y que, a pesar de la dramática
situación que había experimentado, insistió en dejar librado a su suerte al gobierno que había designado. Esto
obligó a Gueiler a apoyarse en la coalición de la que formaba parte (la alianza del MNR) con la que formó gabinete
junto a un grupo de independientes. Por primera vez después le siete años un gobierno enfrentó la situación
económica. Las medidas, bajo la batuta del ministro de Finanzas Augusto Cuadros Sánchez, fueron la devaluación
del peso de 20 a 25 por dólar, el incremento del precio de los carburantes y ajustes a los precios de transporte y
algunos alimentos básicos de la canasta familiar. Las medidas fueron respondidas con la huelga de la COB y el
bloqueo de caminos de los campesinos. En diciembre la situación social parecía insostenible, tero el ejecutivo
capeó el temporal y logró paliar una crisis económica que continuaba su curse ineluctable desde 1977.

12.17. Crisis Gobierno FF.AA.


A los pocos días de ascender al mando la Presidenta tuvo que enfrentarse al grupo “duro” de las FF.AA.
encabezado por Luis García Meza quien exigió la destitución del comandante del ejército Gral. Rocha. Tras tres
días de acuartelamiento, el gobierno cedió a las presiones. En los hechos fue un mini-golpe que demostró quien
detentaba realmente el poder. García Meza, violando las propias leyes militares, volvió a ocupar el cargo de
comandante del ejército que había detentado en el golpe de 1979. El nombramiento se produjo el 18 de abril.

En mayo el jefe de seguridad de la guardia presidencial Tte. Cnl. Terrazas intentó agredir a la Presidenta en la
propia residencia presidencial. La prepotencia había llegado a oficiales de menor rango que desafiaban así el poder
civil que en los hechos estaba secuestrado por las armas de las FF.AA. a cuyos mandos habían llegado jefes sin el
menor pudor y el menor interés por respetar la constitución.

Durante todo el gobierno constitucional el Gral. García Meza amenazó al proceso, a los viejos líderes políticos, a la
izquierda y a sus cabezas más prestigiosas como Marcelo Quiroga a quien amenazó públicamente.

12.18. La Violencia Desestabilizadora


Durante la primera mitad de 1980 grupos y personas allegadas a los militares golpistas, iniciaron una ola de
violencia que cobró varas víctimas. El 22 de marzo fue brutalmente asesinado después de ser torturado el
sacerdote, periodista y crítico de cine Luis Espinal, una de las personalidades más respetadas de la cultura
boliviana. Casi 70.000 personas asistieron a su entierro en señal de repudio al crimen y a los golpistas.

El 2 de junio una avioneta que trasladaba al candidato vicepresidencial Jaime Paz Zamora y cuatro dirigentes de la
UDP, se precipitó a tierra en circunstancias no esclarecidas. Todos los ocupantes murieron a excepción de Paz
Zamora que sufrió graves quemaduras. La avioneta siniestrada pertenecía a una compañía de taxis aéreos de Luis
Arce Gómez.

Dos días antes de las elecciones una manifestación de la UDP que marchaba por el Prado de La Paz fue atacada
por terroristas que lanzaron una granada de mano; el saldo fue de dos muertos y trece heridos. El mensaje estaba
claro, las posiciones progresistas de personas y partidos no eran toleradas por los militares más reaccionar os y los
grupos civiles que los secundaban.

12.19. Las Elecciones de 1980


A pesar de todo, las elecciones se realizaron en ambiente de absoluta calma. La Presidenta logró cumplir una de
sus máximas aspiraciones, presidir una elección pacífica y transparente. Volvió a ganar Hernán Siles con 507.173
votos (38.74%), el segundo lugar fue otra vez para Víctor Paz con 263.706 votos (20.15%) que perdió la mitad de
los votos obtenidos en 1979 en gran medida por la sombra del golpe de noviembre que muchos le atribuían. Banzer
logró 220.309 (16.83%), sin variantes en relación al 79, y Quiroga Santa Cruz 113.959 (8.71%), casi el doble de
1979. La proyección del líder socialista era excepcional y su crecimiento electoral superó toda expectativa.

Una vez más el Congreso tenía que decidir el ganador al no haber obtenido ningún candidato mayoría absoluta. La
realidad era, sin embargo, dramática. El país entero sabía que el golpe de estado llegaría, lo único que quedaba
como interrogante era cuando. Los militares se jactaban de su poder y de que interrumpirían el proceso en
cualquier momento, lo hacían en privado y en público. El gobierno estaba absolutamente inerme para evitar esa
situación y simplemente apostaba a durar lo más que le fuera posible. En esas condiciones, el 17 de julio, 18 días
después de las elecciones, se produjo el golpe de García Meza.

12.20. Luis García Meza (1929)


Luis García Meza nació en La Paz el 8 de agosto de 1929. Se graduó en el colegio militar de ejército. Fue profesor
de la escuela de comando y estado mayor. Comandante de la escuela de armas de la VI división del colegio militar
y del ejército. Distanciado del gobierno Banzer estuvo durante esa gestión en cargos en fronteras ya como general.
Participó directamente en el golpe del 1Q de noviembre de 1979. Fue el cabecilla del golpe del 17 de julio de 1980.
Se hizo del poder cuando contaba con 50 años. Se vio obligado a renunciar por presión militar en agosto de 1981.
Vivió en la Argentina entre 1982 y 1986. En abril de 1986 el congreso sustanció un juicio de responsabilidades
contra él y su gobierno en la corte suprema de Sucre a donde se trasladó para afrontarlo. En 1988, acusado del
robo de los diarios del Che, abandonó Sucre y fue declarado prófugo. El juicio continuó en su ausencia y en 1993
fue declarado culpable y condenado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto. En marzo de 1994 fue apresado en
Brasil donde vivía con identidad falsa. El 15 de marzo de 1995 fue extraditado a Bolivia y entró a la prisión de
Chonchocoro (La Paz) donde comenzó a cumplir su condena.

12.21. El Golpe del 17 de Julio


Organizado tan meticulosamente que incluyó la presencia de asesores argentinos incluso en la represión, la tortura
y la organización de grupos paramilitares a cargo de Luis Arce, el golpe se desencadenó el jueves 17 de julio con
un alzamiento de la división asentada en Trinidad y la inmediata toma de la COB y el palacio de gobierno en La
Paz.

La COB fue asaltada por paramilitares que llegaron en ambulancias de la CNSS, interrumpiendo una reunión del
Comité de Defensa de la Democracia (CONADE). En esa ocasión fue fríamente asesinado Marcelo Quiroga Santa
Cruz, además del dirigente político Carlos Flores y el sindical Justo Vega. Fueron detenidos docenas de jefes
políticos y sindicales incluido Juan Lechín. Tras el asalto al palacio de gobierno fueron detenidos casi todos los
miembros del gabinete y la Presidenta fue recluida en la residencia presidencial. En la noche de ese día la señora
Gueiler, bajo severas presiones, fue obligada a renunciar a la presidencia.

Se estableció el toque de queda (de 9 de la noche a seis de la mañana), la cadena radial y la censura total de
prensa. Las minas, que se convirtieron en el último heroico foco de resistencia al golpe, fueron intervenidas y
atacadas con un saldo de varios muertos.

12.22. Marcelo Quiroga Santa Cruz (1931-1980)


Quiroga Santa Cruz representó uno de los liderazgos más lúcidos y honestos de la política boliviana de la segunda
mitad de siglo. Su excepcional inteligencia y sus notables dotes de orador se combinaron con una particular mística
que lo convirtió en uno de los símbolos de la izquierda boliviana.

Nació en Cochabamba en 1931. Originalmente estuvo próximo a FSB, fue en una fórmula de ese partido que
accedió al parlamento durante el gobierno de Barrientos. Su interpelación por la masacre de San Juan le costó la
cárcel. Fue ministro de Minas y Petróleo del gobierno de Ovando desde donde propugnó la nacionalización de la
Gulf. En 1971 fundó el Partido Socialista. Fue exiliado por Banzer. Ejerció la cátedra universitaria en México. A su
retorno como jefe del escindido Partido Socialista 1, fue candidato a la presidencia en tres oportunidades (1978-
1979 y 1980). Obtuvo un notable cuarto lugar con más de 100.000 votos en 1980. En 1979 inició un juicio de
responsabilidades contra el ex-presidente Hugo Banzer.

Ejerció el periodismo en los años sesenta y setenta. Fundó el efímero periódico "El Sol" y 1a revista “Clarín
Internacional”. Fue columnista en la prensa mexicana, sus columnas más importantes fueron recopiladas en el libro
Hablemos de los que mueren. Incursionó en el cine con un cortometraje El combate (1959). Pero su obra de
creación más destacada se dio en la narración. Los deshabitados (1959) es ya un clásico de la literatura moderna
de Bolivia. Con carácter póstumo se publicó su segunda novela Otra vez marzo. Sus escritos políticos más
importantes son El saqueo de Bolivia (1972) y Oleocracia o patria (1976).

Tras el asalto a la COB el 17 de julio de 1980, fue herido, torturado y brutalmente asesinado. Su familia nunca pudo
recuperar sus restos. Murió a los 49 años de edad.
En 1997 el Presidente Sánchez de Lazada designó una comisión para investigar el paradero de los restos de
Marcelo. A pesar de las trabas evidentes de la gestión que lo sucedió, el juez Alberto Costa Obregón inició una
investigación seria para lograr respuestas sobre tan dramático tema.
12.23. Gobierno García Meza 1980-1981
Es sin duda uno de los gobiernos más nefastos que ha tenido el país en su historia. Protagonizado por la violencia
y la intolerancia, fue un ejemplo de abuso atrabiliario e irresponsable del poder. Durante este gobierno se hicieron
diversos negociados, se cortaron radicalmente las libertades ciudadanas y se estableció un sistema de
amedrentamiento y abuso contra la población, en el contexto de derechos políticos y sindicales suspendidos.

El alto mando militar y el gabinete estaban conformados entre otros por: Gral. Waldo Bernal Pereira (Comandante
de la Fuerza Aérea), Ramiro Terrazas y Osear Pammo (sucesivamente comandantes de la Armada), estos cuatro
últimos formaron junto al Gral. García Meza la junta de comandantes. Cnel. Luis Arce Gomez (Interior), Gral.
Armando Reyes Villa (Defensa), Gral. Osear Larraín (Planeamiento), Cnel. Ariel Coca (Educación), Fernando
Palacios (Informaciones), Cnel. Mario Escobari (Secretario), Mario Rolón Anaya (Relaciones Exteriores), Gral.
Celso Torrelio (Interior), Jorge Tamaya Ramos (Finanzas), Cnel. Rolando Cánido (Trabajo), Marcelo Galindo
(Secretario) y Enrique Crespo (Informaciones).

Está probado documentalmente que Hugo Banzer y su partido ADN apoyaron al gobierno de García Meza entre
julio y abril de 1981 cuando se produjo una ruptura pública de Banzer con García Meza.

12.24. Los Crímenes de la Calle Harrington


El 15 de enero de 1981 se reunió la dirección clandestina del MIR en Bolivia para analizar un paquete económico
que había lanzado el gobierno, que determinó el alza de varios productos de la canasta familiar. El grupo fue
delatado y el ministerio del Interior, dirigido por Arce Gómez, organizó un operativo de aniquilación que culminó con
el asesinato de ocho de los nueve dirigentes presentes en la reunión en una casa de la calle Harrington de La Paz.
Fueron masacrados Luis Suárez Guzmán, Arcil Menacho, José Reyes, Ramiro Velásco, Artemío Camargo, Ricardo
Navarro, Jorge Baldivieso y Gonzalo Barrón. Milagrosamente se salvó la dirigente

Gloria Ardaya que fue torturada después de los hechos y enviad i posteriormente al exilio. Poco tiempo antes Arce
había advertido que todos los bolivianos debían ir con su testamento bajo el brazo. Para quienes estuvieran contra
el régimen el ministro del Interior dijo: “No va haber perdón” y cumplió su amenaza sin misericordia.

12.25. Las Piedras Semipreciosas de la Gaiba


El gobierno García Meza fue acusado y condenado en la corte suprema por varios negociados, entre otros el de los
vidrios rayban de la piscina Olímpica de La Paz que fueron usados en casas particulares de algunos oficiales de
alta graduación, la adquisición fraudulenta de maquinaria para YPFB, la compra sobrevaluada de carritos de
agricultura de origen argentino y otros. Pero el más grave de ellos fue el de la firma de un contrato privado entre la
junta de comandantes (García Meza, Waldo Bernal y Ramiro Terrazas) y una empresa brasileña (Rummy Ltda.)
para la explotación de piedras semi preciosas en la zona de La Gaiba, que forma parte de las reservas fiscales de
la nación. El hecho fue valientemente denunciado pe r el periódico “Meridiano” de La Paz en pleno gobierno de
García Meza. La investigación periodística posterior de Antonio Miranda demostró que cada envío ilegal y directo
desde la Gaiba AL BRASIL era de un valor superior a los 10.000 dólares y se hacían varios por semana.

12.26. El Narcotráfico
La década de los años ochenta marco un hecho de trascendencia histórica dramática y determinante para la
realidad social, económica y moral del país; el crecimiento espectacular del narcotráfico como negocio de
insospechada expansión.

Si bien este fenómeno comenzó a darse al comienzo de los años setenta, tiempo en el que comenzaron a crecer
los grupos que conformaron verdaderas mafias, fue realmente en los años ochenta y particularmente durante el
gobierno de Luis García Meza, cuando se produjo la verdadera expansión del negocio, protegido incluso por el
poder ejecutivo. Varios organismos internacionales y miembros del propio congreso de los Estados Unidos
acusaron formalmente a Luis Arce Gómez ministró de García Meza de estar involucrado en operaciones de tráfico
de drogas. Otros ministros y funcionarios (caso Ariel Coca y Norberto Salomón) fueron también implicados en
casos de narcotráfico.

El cultivo tradicional de coca en la zona de los Yungas de La Paz para consumo tradicional de campesinos y
mineros, comenzó a expandirse por esos años al norte de Santa Cruz, al departamento del Beni y, finalmente (a
mediados de los ochenta), a la zona del Chapare en Cochabamba. Se estima que en Bolivia se producían en 1985
más de 103.000 toneladas de coca, más del 80% destinadas a la fabricación de cocaína. Cerca a 200.000
personas estaban involucradas en el narcotráfico, ya sea por cultivo, pisado para fabricación de pasta básica, o
directamente narcotráfico. Se calcula que casi un 10 % de la población estaba directa o indirectamente vinculada a
la economía del narcotráfico, que de acuerdo a estimaciones variables movía en 1985 entre 600 y 3.000 millones
de dólares al año.

En 1950 había en Bolivia 2.929 productores de hoja de COCA para el consumo tradicional (Yungas). En 1987 ese
número se había incrementado a 61.641 productores, siendo evidente que la evolución del consumo tradicional no
determinó crecimiento alguno que no fuera el vegetativo. En 1960 la superficie cultivada de coca en Bolivia era de
3.300 hectáreas.

La protección que se le dio al narcotráfico en este período consolidó una industria ilegal que creció incesantemente
hasta bien avanzados los años noventa. Fue recién a partir de 1993, que las políticas de erradicación comenzaron
a dar algunos resultados. En este período los productores bolivianos se aliaron con los canales de Colombia, que
en algún momento controlaron el circuito de producción desde Bolivia hasta Estados Unidos.
En 1975 el tambor de coca (100 libras) costaba 180 dólares, en 1980, 600 $us, en 1983 llegó a su pico, 800 $us
por tambor, mientras que a partir de 1989 cayó a un promedio de entre 50 y 100 $us por tambor. El jornal de los
pisacocas cayó de 15 dólares en 1980 a 20 bolivianos (algo más de 7 dólares) en 1989. En 1980 se producía
alrededor de 450 toneladas de pasta base y 110 toneladas de clorhidrato de cocaína. Esa producción llegó en 1990
a 1.167 toneladas de pasta y 265 toneladas de cocaína.

El problema del narcotráfico fue, sin duda, uno de los más agobiantes y graves que afrontó el país, pues minó su
estructura moral, incrementando vertiginosamente la corrupción. Influyó además de modo importante sobre nuestra
economía. Se estima que en 1980 la coca representaba el 12 % del PIB, ese porcentaje cayó en 1993 al 2,7 % del
PIB, lo que marca una disminución progresiva del impacto de la economía ilegal de la coca sobre la economía
global del país. El problema adicional con el que se cerraba el círculo negativo fue el espacio abierto para el
consumo interno que comenzó a ser peligroso en le s años ochenta y noventa.

El problema debió encararse de manera multilateral en la medida en que el circuito del narcotráfico tiene dos
puntas, la producción y el consumo. En cualquier economía, mientras haya en algún lugar alguien dispuesto a
pagar por un producto, siempre habrá alguien dispuesto a producirlo. En el camino se da un círculo de
intermediación que enriquece a la mafia y genera crimen y violencia sin límites. Esta realidad tardó en ser
reconocida por los Estados Unidos, que al principio pretendía endilgarles toda la responsabilidad a los productores.

12.27. Sublevaciones Militares y Caída de García


Meza
A pesar de que al principio casi toda las FEAA. apoyaron el golpe de estado, a medida que pasaban los meses el
malestar interno se expresó con intensidad. Los excesos de este gobierno superaron incluso los criterios más
“flexibles” que habían tenido determinados sectores de la fuerza armada del país en el pasado. Algunas normas
básicas de convivencia interna y códigos elementales de honor fueron alterados por la dictadura que terminó
siendo repudiada por la propia institución que la llevó al poder.

En enero se produjo un motín en el colegio militar de La Paz que exigió y logró la destitución de Luis Arce del
ministerio del Interior. En mayo se sublevó el CITE de Cochabamba al mando del Cnl. Emilio Lanza. Tras dos
intentos del mismo oficial, la sublevación fue controlada y Lanza exiliado. Poco después se produjo un alzamiento
en campo Tita protagonizado por el exministro Carlos Valverde. Allí fue herido en circunstancias no esclarecidas el
Gral. Gary Prado que quedó paralítico. En julio los generales Luis Añez y Humberto Cayoja se sublevaron en La
Paz, la acción fue controlada a último memento y los cabecillas exiliados.
Finalmente el 3 de agosto se levantaron en Santa Cruz Albterto Natusch y Luis Añez, con el apoyo del ex-
presidente Luis Adolfo Siles. Fue el asalto fina. La mediación de la Iglesia evitó que los sublevados hicieran
gobierno y dio paso a una efímera Junta Militar. García Meza que en julio había expresado su deseo de
mantenerse en el mando y que meses antes dijo que su gobierno abría una nueva época de por lo menos veinte
años, no tuvo más remedio que presentar su renuncia a la presidencia en una tensa y desagradable ceremonia en
el palacio de gobierno.

12.28. La Junta Torrelio, Bernal, Pammo 1981


La caída de García Meza fue formalmente adornada como renuncia y dio lugar a una junta de gobierno integrada
por los tres máximos comandantes de las FF.AA., Celso Torrelio Villa del ejército, Waldo Bernal Pereira de la
aviación y Óscar Pammo Rodríguez de la Armada. Mientras Torrelio tuvo un ascenso fulgurante durante el
gobierno dictatorial, los otros dos comandantes se mantuvieron en sus cargos como para demostrar que el poder
garciamezista se mantenía intacto. La junta ejerció sus funciones por sólo un mes, entre el 4 de agosto y el 4 de
septiembre de 1981, hasta que se decidió darle al ejército nuevamente el control de la nación, designándose a
Celso Torrelio como Presidente de la República.

12.29. Celso Torrelio (1933-1999)


Nacido en Padilla (Chuquisaca) el 3 de junio de 1933, Celso Torrelio se graduó en el colegio militar de ejército. Fue
comandante de la escuela de comando y estado mayor del colegio militar de ejército, ministro del Interior de García
Meza, comandante del ejército y miembro de la junta de comandantes que gobernó al país por un mes. El 4 de
septiembre fue nombrado por las FF.AA. Presidente de la república cuando contaba con 48 años. Todos estos altos
cargos los ocupó en el período 1980 - 1981. El 21 de julio de 1982 fue sustituido también por las FF.AA. Murió en
La Paz el 23 de abril de 1999 a los sesenta y cinco años de edad.

12.30. Gobierno Torrelio 1981-1982


Signado por la mediocridad el gobierno de Celso Torrelio no fue otra cosa que la continuidad de la dictadura de
Luis García Meza. Con menos dureza que el gobierno anterior, en esta administración comenzó a cristalizarse una
aguda crisis política que se vislumbraba ya desde tiempo atrás y que se hacía inevitable. El Presidente carecía de
capacidad alguna para mantener por más tiempo una situación que para las FF.AA. se hacía poco menos que
insostenible. Aunque el Presidente dijo que gobernaría con la constitución en la mano, los mecanismos de
coerción, si bien suavizados, se mantenían intactos, sobre todo el aparato de represión del estado. Las FF.AA. se
encontraban con la realidad de su desmoronamiento y descomposición. Menos de un año después tuvieron que dar
el impulso final a la reapertura democrático, lo que exigía un cambio de titular en la presidencia que permitiera un
mínimo de credibilidad casi totalmente perdida por la dictadura y por el propio Torrelio que la representaba.

La sucesión no fue fácil, las FF.AA. vivían una curiosa dinámica de “democracia” interna a través de reuniones o
consultas a los comandantes de grandes y pequeñas unidades que no sólo opinaban, sino que también votaban en
relación a sus preferencias por uno u otro candidato. Entre el 19 y el 21 de julio de 1982 se produjo un intenso
cabildeo. Quien aspiraba con más vigor a ser el Presidente de la transición era Faustino Rico Toro que, sin
embargo, no pudo inclinar la balanza a su favor. Finalmente, la institución optó por un hombre de transacción sin
mayor ascendiente, el Gral. Guido Vildoso.

12.31. La flotación del peso boliviano. Comienza la


hiperinflación
En el único intento de tomar una acción correctiva ante el desmoronamiento de la economía, el gobierno decidió
una medida monetaria que el país se había negado tradicionalmente a adoptar ante la debilidad del peso. Fue la
“flotación” de nuestra moneda en relación al dólar, evitando así la devaluación fija y no flexible asumida en 1956,
1972 y 1979. La medida pretendía dejar el peso librado al libre juego de oferta y demanda, pero carecía de un
mecanismo elemental que permitiera al banco Central evitar la caída definitiva de nuestra moneda, pues no se
contaba con un respaldo de divisas que desde el banco cubriera un proceso de demanda agudizado por la
percepción de la ciudadanía de que el peso carecía de respaldo.
Fue el comienzo del despeñadero. Al tomar la medida en febrero de 1982 el peso comenzó a una paridad de 44 por
cada dólar. Se abrió de ese modo el camino de la inflación primero y la hiperinflación después, que estuvieron a
punto de llevar al país al desastre al promediar 1985. En ese lapso entre 1982 y 1985 (tres años) nuestra moneda
se devaluó más de un millón de veces con relación a la paridad de 25 pesos por dólar existente hasta febrero de
1982.

12.32. Guido Vildoso Calderón (1957)


Guido Vildoso nació en Cochabamba en 1937. Se graduó en el colegio militar de ejército. Fue profesor en el colegio
militar. Realizó estudios de especialización en Estados Unidos, Panamá y Brasil. Fue comandante de la escuela de
comando y estado mayor de la VII división de ejército. En el gobierno Banzer fue ministro de Previsión Social y
Salud Pública. Por decisión de las FF.AA. fue designado Presidente de la república cuando tenía 45 años. Entregó
el mando al Presidente constitucional electo Hernán Siles. Tras dejar la presidencia se retiró a la vida privada.

12.33. Gobierno Vildoso 1982


A Vildoso quien asumió el mando e1 21 de julio de 1982, le tocó cerrar el largo período de administración militar
iniciado en 1964 y que tuvo apenas cuatro años de interregno democrático. Después de esos largos 18 años, las
FF.AA. habían llegado a un grado de desgaste y corrupción muy graves para su propia estabilidad interna. A su vez
estaban profundamente desprestigiadas de cara al país y a la opinión internacional, además de hallarse bastante
divididas internamente. Se veían incapaces de administrar la crisis económica que comenzaba a acelerarse y se
enfrentaban a una heroica lucha del pueblo boliviano por recuperar las libertades básicas y el proceso democrático.
Ante esta realidad primó el sentido común. Vildoso, tras un intento fallido de convocatoria a elecciones y un
paquete de correctivos económicos que no pudo aplicarse por falta de un mínimo consenso nacional, se dio cuenta
de que lo único que quedaba era retomar la realidad política que había sido interrumpida violentamente en 1980.

12.34. El Congreso del 80


A fines de septiembre y a propuesta le la Confederación de Empresarios Privados, algunos partidos políticos y el
vespertino “Ultima Hora”, el gobierno decidió convocar al parlamento elegido en 1980. Desde el punto de vista de
1a UDP la situación era paradójica, pues si por una parte era evidente que el congreso elegiría a Hernán Siles, por
otra no era menos cierto que una eventual elección en ese momento le podía dar una cómoda mayoría absoluta
que en ese congreso no tenía. La crisis era tan grave y las tensiones tan fuertes que lo sensato pareció entonces
aceptar esa convocatoria, aunque eso costó una división de opiniones en el seno de la coalición, entre quienes
apoyaban la convocatoria a ese congreso (el MIR) y quienes se oponían (MNRI). Para el resto de los partidos, en
cambio, esta opción era interesante pues permitía sobre todo a ADN y MNR un control del parlamento que
condicionaría fuertemente las iniciativas del poder ejecutivo.

El 5 de octubre el parlamento eligió a Hernán Siles Zuazo por mayoría absoluta con 113 votos sobre 146 (fueron
decisivos los votos de la propia UDP y de a Alianza del MNR de Paz). Fue elegido como vicepresidente Jaime Paz
Zamora que obtuvo 118 votos. De esa manera terminaba una de las etapas más turbulentas de nuestra historia
republicana y se encaminaba a Bolivia hacia una ruta totalmente nueva, la práctica de una democracia universal
regida por la constitución que apenas si tenía precedentes en nuestra historia.

XIII. En los caminos de la Democracia. La Era del Gas.


El Estigma de la Coca II (1982-1997)
El Momento Histórico

La experiencia democrática, inaugurada el 10 de octubre de 1982, marcó algunos rasgos de gran trascendencia.
En primer lugar se puede decir que, tanto por la composición parlamentaria de real pluripartidismo como por el
respeto total a las libertades ciudadanas, incluida la libertad plena de expresión y por tanto de discrepancia pública
con el poder constituido, se vivió en Bolivia una democracia genuina como no se había experimentado antes
(entendiendo por tal la vigencia de la Constitución política del estado y el marco del sistema político democrático
que ésta representa). Desde 1952 los gobiernos democráticamente elegidos, o coartaron severamente libertades
esenciales o llegaron al poder con partidos o dirigentes políticos proscritos. Antes de 1952, aún en gobiernos que
respetaban la Constitución, el sistema democrático estaba drásticamente restringido por el voto calificado. Esta
realidad supuso en el primer gobierno posterior a 1982 un ejercicio frecuentemente equivocado de la democracia
por parte de los protagonistas del proceso; los gobernados por exceso y los gobernantes por insuficiencia. Pero
después de esa etapa, explicable tras la larga dictadura, los sujetos democráticos comenzaron a desarrollar una
práctica política en el marco de la carta magna, en la que primó el sentido común y la búsqueda de consensos y
acuerdos inéditos y sin parangón en América Latina, lo que permitió la gobernabilidad indispensable para el
crecimiento y el progreso colectivos. Esto es una demostración de que el país maduró en la democracia.

El desafío más importante fue buscar la institucionalización del sistema democrático y garantizar su permanencia
en el tiempo a través de cambios esenciales. En ese camino se reformó la Constitución política del estado, se
aprobaron modificaciones al sistema judicial, uno de los más cuestionados en el país, se garantizó la limpieza y
transparencia de las elecciones a través de modificaciones a la ley electoral sobre todo con la conformación de una
corte e lectoral honesta e idónea. Se modificó el sistema de elección de miembros de la corte suprema de justicia,
el contralor general y el fiscal general. Se aprobó la existencia de un tribunal constitucional y un defensor del
pueblo. Modernización e institucionalización para fortalecer la democracia fueron las consignas que casi por
consenso se lograron aprobar a lo largo de más de un período presidencial, ratificando la continuidad de ideas más
allá de los partidos en el gobierno.

Desde él punto de vista del voto, se rompió la hegemonía de un partido; al hacerse cada vez más limpios los
procesos electorales el gobierno no pudo manipular las elecciones. Se terminaron los candidatos que ganaban con
el 60, 70, 80 y hasta 90 % de los votos. El pluripartidismo dio pie a un nuevo desafío que pasó por votaciones con
mayoría relativa y no absoluta. El parlamento decidió la elección del Presidente en todas las elecciones desde 1979
hasta 2002. Por primera vez en la historia el congreso eligió al segundo (1985) y al tercero (1989) y por primera vez
los partidos se vieron forzados a hacer alianzas para lograr el voto parlamentario y gobernar en coalición (ocurrió
sin interrupción en 1985, 1989, 1993, 1997 y 2002).

El otro rasgo destacado de esta etapa fue que por primera vez en su historia Bolivia vivió la transmisión de mando
democrática y pacífica de gobierno a oposición. Esta práctica se inauguró en 1985 cuando Hernán Siles Zuazo de
la UDP-MNRI transmitió la presidencia a Víctor Paz Estenssoro del MNR. En 1989 Víctor Paz transmitió el mando a
Jaime Paz de la coalición ADN-MIR, en 1993 Jaime Paz transmitió el poder a Gonzalo Sánchez de Lozada del
MNR y en 1997 Sánchez de Lozada se lo entregó a Banzer de la ADN. Fue una experiencia que demostró también
en este aspecto una creciente madurez de la democracia boliviana.

Pero el cambio más significativo se dio en la orientación político económica del país. El fracaso de la UDP hundió el
proyecto de estado nacional y la ideología forjada en 1952. Los acelerados cambios mundiales a partir de los
gobiernos de Reagan en Estados Unidos y Thatcher en el Reino Unido (1979-1988), el desmoronamiento del
socialismo a partir de la caída del muro de Berlín (1989), la desaparición de la Unión Soviética y la crisis global del
comunismo, afectaron severamente la orientación universal con el surgimiento de la hegemonía de los Estados
Unidos y su particular dominio sobre América Latina. La economía liberal se impuso en casi todos los rincones de
la tierra y Bolivia no sólo que no fue la excepción, sino que fue una de las primeras naciones del continente en
aplicar un plan de ajuste económico que orientaría al país a la economía abierta o de mercado (lo comenzó a hacer
en 1985 Paz Estenssoro).

El proceso de reducción del estado, el fin de la economía estatizada y el vuelco hacía un estado regulador y no
administrador de los bienes nacionales y sus sistemas productivos, desataron una ola de protestas que, sin
embargo, no doblegaron la nueva orientación hacia la modernidad que cuestionaba la esencia misma del estado
del 52. A lo largo de 13 años (1985-2003) este giro afrontó los desafíos de combinar el liberalismo económico con
una visión que termine con los indicadores sociales del país que lo ubican entre los cinco más pobres de América
Latina (Bolivia pasó en los años noventa de ser el penúltimo país del hemisferio por sus indicadores sociales y de
pobreza a ubicarse por encima de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Haití).

El descalabro económico de los ochenta puso a Bolivia en uno de los trances más graves de toda su historia. La
recuperación económica después de 1985 fue muy lenta, el país perdió un tercio de su capacidad productiva y
retrocedió una década en avances económicos. El decrecimiento del PIB por casi un lustro pulverizó el poder
adquisitivo de los salarios y el nivel de vida cayó por debajo del alcanzado en los años setenta. Las exportaciones
cayeron casi en un 40% y su recuperación apenas permitió en la mitad de los años noventa volver a los volúmenes
de 1980. La estructura exportadora varió, dividiendo en tres partes lo que había sido en el pasado resultado de un
producto (el estaño) y luego dos (minerales y gas). La caída de los precios de los minerales y el ascenso
agroindustrial de Santa Cruz y de alguna industria de transformación en La Paz, llevaron a las llamadas
exportaciones no tradicionales a ocupar en los años noventa más de un 45% de las exportaciones. Gas y minerales
se dividieron en el otro 55%.

Nuestra relación bilateral con los Estados Unidos entró en una fase de aguda dependencia y condicionamiento por
la producción masiva de coca para el narcotráfico. Las presiones norteamericanas y su injerencia en nuestros
asuntos internos llegaron a grados que pueden considerarse sin precedentes. La política externa de Bolivia se
“narcotizó”. Bolivia planteó respuestas propias al problema de los cultivos y la necesidad de su erradicación y
acuñó el concepto de desarrollo alternativo y responsabilidad compartida, pero en los hechos Estados Unidos forzó
leyes y acciones en este campo en el que nuestra autonomía quedó seriamente en cuestión.

 13.1. Segundo gobierno Siles Zuazo. La UDP 1982-1985


 13.2. La Democracia, el Mayor Legado de Siles
 13.3. Paquetes Económicos, Deuda Externa, Desdolarización e Hiperinflación
 13.4. La COB acorrala al Gobierno
 13.5. El Caso Klaus Altman-Barbie
 13.6. El secuestro del presidente
 13.7. Acortamiento del Mandato Presidencial
 13.8. El Fin de la UDP
 13.9. Las Elecciones de 1985
 13.10. Cuarto Gobierno Paz Estenssoro 1985-1989
 13.11. “Bolivia se nos muere”. El decreto 21060 y la nueva política económica
 13.12. El Pacto por la Democracia
 13.13. El Colapso del Estaño y la Marcha por la Vida
 13.14. El Juicio a Luis García Meza
 13.15. Narcotráfico. Huanchaca. Ley 1008 y desarrollo alternativo
 13.16. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) y Conciencia de Patria (Condepa) (1988)
 13.17. El mar y el “enfoque fresco”
 13.18. La Creación de la Ciudad de El Alto
 13.19. Elecciones municipales de 1987 y elecciones presidenciales de 1989
 13.20. Jaime Paz Zamora (1939)
 13.21. Gobierno Paz Zamora 1989-1993
 13.22. El Acuerdo Patriótico
 13.23. El Censo de 1992
 13.24. El Grupo CNPZ, Jorge Lonsdale, El EGTK y el Terrorismo
 13.25. Coca por Desarrollo y el Poder Norteamericano
 13.26. Medio ambiente, territorio y dignidad. La crisis del consejo de reforma agraria
 13.27. Exportaciones y productos “no tradicionales”
 13.28. Acuerdos Políticos y Leyes para el Cambio
 13.29. Un presidente viajero. El puerto de Ilo
 13.30. Las elecciones de1993
 13.31. Gonzalo Sánchez de Lozada (1930)
 13.32. Víctor Hugo Cárdenas (1951)
 13.33. Gobierno Sánchez de Lozada 1993-1997
 13.34. Capitalización y Bonosol
 13.35. La era del gas. El gasoducto al Brasil
 13.36. Los Sistemas de Regulación
 13.37. Participación Popular y Descentralización Administrativa
 13.38. Reforma de Pensiones y Política Social
 13.39. Reforma Educativa
 13.40. Ley Inra
 13.41. Reforma a la Constitución Política del Estado y nuevas Leyes
 13.42. Narcovínculos, Coca y Lucha Contra el Narcotráfico
 13.43. Juicio a dos Magistrados de la Corte Suprema y Prisión de García Meza
 13.44. Amayapampa y Capacirca
 13.45. Bolivia y el Mundo
 13.46. Bolivia y el Mercosur
 13.47. Elecciones Municipales (19s3-1995) y Elecciones Presidenciales (1997)

13.1. Segundo gobierno Siles Zuazo. La UDP 1982-


1985
Los tres triunfos electorales sucesivos de la Unidad Democrática y Popular (UDP) (el de 1978 no reconocido en las
cifras oficiales), una coalición que reunía al Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI),
Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) y Partido Comunista de Bolivia (PCB), generaron una gran
esperanza en el país; se puede decir sin temor a error que cuando Hernán Siles llegó al palacio gozaba de un
respaldo abrumador de la nación.

El gobierno comenzó, sin embargo, debilitado por las diferencias internas que se habían generado en el período del
exilio y clandestinidad entre 1980 y 1982, lo que condujo a desinteligencias y tensiones que repercutieron en la
administración del poder. La UDP demostró además carecer de un programa serio que permitiera superar una
crisis que en 1982 era ya muy grave. Los puntos de vista diferentes sobre cómo encarar la crisis y cómo distribuir
las cuotas de poder, terminaron por hacer inviable la coalición que se fracturó totalmente antes de terminar el
período.

El Presidente prometió una mejoría económica en los primeros 100 días de gobierno, lo que no pudo cumplir. El
MIR dio muy pronto muestras de su falta de madurez, decidiendo retirarse del gobierno (enero de 1983) a sólo tres
meses de haber comenzado la gestión. Volvió luego en abril de 1984 y volvió a irse en diciembre de 1984. El PCB,
por su parte, dejó el gobierno en octubre de 1984. El primer mandatario tuvo que apelar al término de su gobierno a
ministros independientes y a la Democracia Cristiana (PDC), dispuesta a subirse al carro ganador.

El problema principal del ejecutivo fue su debilidad política expresada en su minoría parlamentaria. La oposición
liderada por MNR y ADN fue implacable con la UDP y contribuyó a bloquear cualquier salida razonable a la crisis.
La irresponsabilidad de los legisladores puso por encima de los intereses del país, el afán de hacer inviable al
gobierno. El senador Óscar Zamora del MNR-FRI logró que el senado pidiera el aumento de los salarios en un
100%, sabiendo que era un pedido irracional que alimentaba el fuego de la hiperinflación, a la vez que Siles no
percibió que, sin un acuerdo con alguna fuerza de oposición (no logrado a pesar de algunos intentos secretos de
parte del MNR), su gobierno estaba destinado al desastre. En este contexto, el Presidente tenía razón cuando
aceptó a regañadientes el reconocimiento de la elección de 1980 que implicaba minoría de la UDP en el
parlamento. Una eventual elección en 1982 le hubiese dado a Siles una mayoría relativa muy sólida.

La inestabilidad interna se expresó de modo muy claro en los cambios ministeriales. Siles designó siete gabinetes y
80 ministros en menos de tres años de gobierno; el promedio de cambios más alto de toda la historia. Tuvo, sin
embargo, ocasión de emprender o concluir importantes obras de infraestructura. En 1983 inauguró el aeropuerto
internacional de Viru -Viru en Santa Cruz, la obra aeroportuaria más importante de Bolivia, que se convirtió en el
nudo de la aviación del país. También inauguró el tramo cara tero asfaltado Chimoré -Yapacaní, parte de la nueva
carretera Cochabamba-Santa Cruz. Con esta obra se abrió un período de intensas construcciones de caminos, que
no se interrumpió durante los sucesivos gobiernos democráticos.

Entre abril y octubre de 1984 nacieron en Santa Cruz y La Paz los primeros canales de televisión privada, canal 13
de Santa Cruz (luego Red UNO) y los canales 2 (luego Unitel) y 9 de La Paz (luego ATB). Su creación pasó por alto
la legislación vigente y su presencia se impuso ante la flagrante debilidad del gobierno de la UDP. La televisión
privada cambió dramáticamente el impacto de este medio en la historia boliviana reciente.

13.2. La Democracia, el Mayor Legado de Siles


Pero, sin duda, el mayor aporte histórico del gobierno de Hernán Siles Zuazo es la defensa a ultranza del sistema
democrático, el respeto escrupuloso de los derechos ciudadanos y de sus libertades. La vocación democrática del
Presidente permitió que, en medio de los agudos problemas económicos y sociales, el país se diera cuenta de que
la libertad conquistada con tanto sacrificio era uno de nuestros bienes más preciados. Esa fue la voluntad obsesiva
del gobernante que prefirió sacrificarlo todo antes que ceder a la tentación del autoritarismo. El respeto escrupuloso
a los derechos de todos los ciudadanos fue una lección que permitió la proyección de la democracia a largo plazo.

13.3. Paquetes Económicos, Deuda Externa,


Desdolarización e Hiperinflación
La idea de la UDP era la consolidación del modelo nacional revolucionario del 52, basado en la economía mixta con
fuerte preeminencia estatal y sobre la base de la planificación dirigida desde el gobierno. Lamentablemente, más
allá de esas premisas genéricas, no había un sustento de medidas que combinaran las ideas matrices con la
administración de la coyuntura que el país vivía en esos días para solucionar una crisis económica que cayó como
un vendaval sobre la naciente democracia por la imprevisión de anteriores administraciones, particularmente la de
Banzer, que no afrontó el inicio de la crisis recesiva que se vislumbraba ya en su último año de gestión. El gobierno
ensayó seis paquetes económicos para frenar el colapso. Ninguno tuvo éxito dada la imposibilidad de imponer una
línea coherente debido a la oposición parlamentaria, las presiones sindicales y sus propias tensiones e
incapacidades internas. El ejecutivo creyó erróneamente que la solución venía por medidas graduales de ajuste y lo
que es más grave, no se atrevió a sostener la columna vertebral de sus paquetes que terminaban siempre
haciendo aguas por las concesiones salariales y de otra índole obtenidas bajo presión por el sindicalismo. El
resultado fueron progresivas devaluaciones, infructuoso control de precios, caída de los salarios, especulación,
ocultamiento y agio por doquier, hasta una total pérdida de control sobre cualquiera de los indicadores económicos.

En los años ochenta, ti peso de la deuda externa sobre los países más pobres fue uno de los dogales mayores que
limitó severamente a nuestras sociedades para el crecimiento. Una parte muy significativa de nuestros ingresos se
iba en el pago de la deuda a las sociedades más desarrolladas. El movimiento internacional contra el pago de la
deuda liderado por Fidel Castro no tuvo éxito y el intento de buscar negociación de bloque de los deudores
latinoamericanos con la banca internacional se rompió antes de nacer. Bolivia suspendió el pago de la deuda por
algún tiempo, víctima de una iliquidez que le hacía imposible honrar sus obligaciones. Esa realidad cortó toda
opción de negociar en serio con el FMI y la banca internacional, lo que trajo como consecuencia no contar con
crédito externo, salvo el esencial de tipo alimentario y humanitario.

Por si fuera poco, Ernesto Aranibar ministro de Finanzas, bajo la inspiración de Rolando Morales aplicó la
desdolarización de la economía, medida que afectó severamente a los pequeños ahorristas y saneó las pérdidas
de muchas empresas privadas subrogándolas al estado. Al no contar el gobierno con reservas de ninguna
naturaleza en el Banco Central, no tuvo posibilidad de respaldar su decisión, consiguiendo resultados inversamente
proporcionales a sus objetivos, pues no estimuló el ahorro, lo destruyó. E factor confianza fue decisivo, la gente no
creyó que la medida garantizase los ahorros existentes se retiró masivamente del sistema bancario y adquirió
dólares en la calle.

Este panorama condujo a Bolivia a la hiperinflación más grande de su historia, la segunda que vivimos en este siglo
y la séptima mayor de la historia mundial. Las cifras son elocuentes para explicar el grave deterioro de la economía
en el período 1982-1985.

13.4. La COB acorrala al Gobierno


La Central Obrera Boliviana, dirigida por Juan Lechín Oquendo, basó su lucha en un salarialismo a ultranza (salario
mínimo con escala móvil) y una oposición radical a la política oficial. Con el marbete de “proimperialista y
fondomonetarista”, el gobierno se vio pronto acorralado y no pudo aplicar correctivos siempre rechazados por los
dirigentes de los trabajadores. A pesar de ello, se ensayaron dos modalidades de administración directa de obreros
y campesinos con el gobierno, la Co-gestión obrera mayoritaria en COMIBOL y CORACÁ (Corporación Agraria
Campesina) manejada por la CSUTCB para la comercialización c e productos agrícolas.

En esos años se produjeron más de un millar de huelgas, cuatro de ellas generales, de 4, 7, 9 y 16 días (esta
última la más larga de la historia). Se vivieron también extremos, como el paro por 51 días de las actividades del
Banco Central. Las cosas llegaron a un punto tal que los dirigentes sindicales (cuya cabeza era Miguel Ángel
Quintanilla) del banco enviaron una carta al FMI, indicando que no acatarían ni ejecutarían ninguno de los acuerdos
a los que llegase el ministro de Finanzas de Bolivia con esa institución que dependiera de operaciones o gestiones
del Banco Central. Se cortó el agua y la luz al palacio de gobierno y la residencia presidencial (en estas medidas
irracionales tuvieron mucho que ver los irresponsables dirigentes de los empleados públicos, entre ellos (Dante
Pino), con lo que las cosas llegaron al desquiciamiento.

La COB, igual que en 1971, no aceptó participar en el gobierno y exigió la aplicación de su plan de emergencia que
en esencia radicalizaba el control estatal del comercio exterior, pedía la nacionalización de la banca y la economía
en general, además de negarse en redondo al pago de la deuda externa.

El punto culminante fueron las llamadas “Jornadas de Marzo” de 1985 12.000 mineros tomaron literalmente la sede
de gobierno, paralizándola por completo por más de una semana y presionando sin éxito para la renuncia definitiva
de Siles. Fue el punto más alto de un sindicalismo que creyó equivocadamente que estaba en los umbrales de la
toma del poder. Esta percepción equivocada llevó a los trabajadores a un punto parecido al de 1971, presionar a un
gobierno débil pidiéndole lo imposible con lo que contribuyeron a la caída del gobierno (reducción de un año de su
mandato constitucional) y en este caso a algo más, a la inviabilidad de un modelo que no sólo cayó en el
agotamiento sino en el descrédito interno y externo, lo que abrió las puertas para una nueva política económica
aplicada con ortodoxia y sin gradualismo.

13.5. El Caso Klaus Altman-Barbie


A principios de 1983, el gobierno decidió la deportación a Francia del criminal de guerra nazi Klaus Barbie, quien
había vivido en Bolivia en la impunidad durante tres décadas y colaborado con diferentes gobiernos dictatoriales.
Irónicamente Barbie se había establecido en Bolivia y obtenido la nacionalidad del país en el primer gobierno de
Siles. La medida fue polémica pero permitió el juzgamiento de Barbie en el país donde, como oficial de las SS,
había ordenado la muerte de miles de personas. Barbie fue juzgado y condenado a cadena perpetua en Lyon por
un tribunal francés. Murió en prisión. Acciones como esta pasaron por alto los procedimientos legales de
extradición, pero respondieron en un momento de nacimiento del sistema democrático todavía frágil y muy sensible
en temas que se vinculaban con las dictaduras apenas superadas. Barbie fue acusado de asesorar a los militares
en varias gestiones, pero muy especialmente en la cruel dictadura de García Meza, a las ordenes del ministro del
Interior Luis Arce Gómez.

13.6. El secuestro del presidente


Las cosas llegaron a un punto crítico cuando el 30 de Junio de 1984 un grupo armado (compuesto por policías,
militares y civiles) secuestró en La Paz al Presidente Siles y lo mantuvo en su poder por 10 horas en una casa en
construcción en el barrio de Miraflores de La Paz. Un operativo militar logró dar con el paradero del mandatario y
liberarlo sano y salvo después de negociar el asilo de los secuestradores en la embajada de Venezuela. El
secuestro fue parte de un intento fallido de golpe de estado, encabezado por el Cnel. de ejército Rolando Saravia,
el Cnel. de policía Germán Linares (UMOPAR), el Cnel. de policía. Edgar Prudencio y varios civiles vinculados con
el MNR, entre ellos Guillermo Bedregal, Guido Meruvia y Marcelo Galindo y ADN. Este intento que fue precedido en
diciembre de 1983 por un motín en el gran cuartel protagonizado por el Cnel. Olvis Arias, reflejaba todavía una
lógica heredada de un período de militarismo en el que se mezclaba la idea de tutoría de las FF.AA. sobre el país y
la incomprensión en torno a la lógica democrática que se imponía en Bolivia y el continente. El secuestro del
Presidente fue el último ejemplo de insania de algunos mandos militares y policiales con evidente participación civil
para interrumpir el proceso democrático. A pesar de la grave crisis que atravesaba el país en esos días, todos los
sectores, desde las COB al parlamento, pasando por el grueso de las FF.AA., repudiaron el intento de golpe. Los
secuestradores uniformados salieron al exilio en Venezuela y España, pocos años después, algunos de ellos
ocuparon importantes cargos en el aparato de seguridad del estado.

13.7. Acortamiento del Mandato Presidencial


La imposibilidad de resolver la crisis condujo al Dr. Siles a una medida desesperada, una huelga de hambre que
cumplió por cuatro días en palacio para intentar sensibilizar a los partidos y a la COB y exigir que le dejen gobernar.
La mediación de la Iglesia permitió la suspensión de la medida que no conducía a una solución razonable. El
Presidente aceptó en cambio una reunión de todos los partidos políticos con representación parlamentaria para
encontrar una salida. Tras arduas negociaciones entre oficialismo y oposición, en el edificio del colegio Inglés
Católico (que simbolizaba la mediación de la iglesia católica), se llegó al acuerdo de pedirle al Presidente que
renuncie a un año de mandato constitucional (que debió concluir el 6 de agosto de 1986) y convoque a elecciones
para mediados de 1985. El renunciamiento patriótico de Siles Zuazo permitió la solución, el mandatario aceptó el
pedido e hizo ambas cosas, renunció a un año de su mandato y convocó a elecciones.

13.8. El Fin de la UDP


El costo político de esta gestión fue muy alto para sus protagonistas. El MIR sufrió dos divisiones, la primera en
abril de 1984, cuando grupos radicales opuestos a la política económica crearon el MIR Masas bajo la conducción
de Walter Delgadillo (que se fusionó años después con el MBL), quien primero aceptó ser ministro de Siles y
apenas tras días después renunció al no estar de acuerdo con el paquete económico que los ministros te lían que
firmar la segunda en diciembre de 1984, tras la habilitación inconstitucional de Jaime Paz Zamora como candidato
presidencial, que fue parte de la negociación que posibilitó el adelantamiento de elecciones. Esta decisión implicó
la renuncia de Paz Zamora a la vicepresidencia en diciembre de 1984 y la ruptura más grave del MIR, al separarse
Antonio Aranibar y un importante grupo de dirigentes que crearon el Movimiento Bolivia Libre. Esta ruptura se
produjo tras una larga serie de desencuentros y distanciamiento ideológico entre una postura pragmática y otra
principista.

El PCB a su vez sufrió una escisión tras su V Congreso (1985), para terminar casi pulverizado tras la caída del
muro de Berlín en 1989. El MNRI, finalmente, llegó como único partido de lo que un día fuera la UDP, al final del
gobierno de Siles, pero era entonces sólo una sigla sin convocatoria alguna, que no pudo sobrevivir al retiro de su
jefe político y tuvo como última actuación pública la candidatura de Roberto Jordán Pando a las alecciones de
1985.

13.9. Las Elecciones de 1985


El 14 de Julio de 1985 se llevaron a cabo las elecciones presidenciales con la participación de 18 candidatos (el
número más alto en nuestra historia). Obtuvo el triunfo el Gral. Hugo Banzer Suárez de ADN con el 32,8 %, seguido
por Víctor Paz Estenssoro del MNR con el 30,4 %, Jaime Paz Zamora del MIR con el 10,2% y Roberto Jordán
Pando del MNRI con el 5,5 %. El resultado reflejó el temperamento del país. El voto castigo para el gobierno fue
categórico y cayó sobre el candidato del MNRI que apenas pudo alcanzar el 5 % de los votos. La tendencia del
electorado dio un giro que marcaba las nuevas tendencias ideológicas tras el hundimiento del estatismo, pasó de
posiciones de centro izquierda e izquierda a un centro y centro derecha; con los años el centrismo fue la posición
mayoritaria del votante la que se acercaron también los principales partidos políticos. Fue muy significativo el triunfo
de Banzer, apenas siete años después de su gobierno dictatorial, que marcó un giro de su rol en la historia
contemporánea del país. A partir de entonces sus aportes a la consolidación democrática fueron significativos.

Por prescripción constitucional, el parlamento tuvo que decidir la elección. Por primera vez en la historia de Bolivia
el congreso eligió al segundo, Víctor Paz Estenssoro por 94 votos contra 51 de Banzer. El fuerte componente
antibanzerista de los partidos de izquierda, las heridas todavía muy frescas de la dictadura y la decisión del MIR,
contribuyeron al triunfo de Paz E., que se consagró así por cuarta vez como Presidente de Bolivia, acompañado en
la vicepresidencia por Julio Garrett Ayllon.

13.10. Cuarto Gobierno Paz Estenssoro 1985-1989


En Agosto de 1985 Bolivia atravesaba una de las crisis más a través de toda su historia. La economía estaba
totalmente fuera de control y en proceso de decrecimiento, la hiperinflación amenazaba llegar al 25.000 % a fin de
año, el aparato productivo estaba desmoronado y el poder adquisitivo de los salarios en su punto más bajo (7
dólares mensuales era el salario mínimo nacional).

Pocos gobiernos en nuestra historia tuvieron que encarar un desafío de esta magnitud. El país requería respuestas
inmediatas y efectivas a una crisis que por momentos parecía terminal en la economía con el desmoronamiento
social consiguiente. No había mucho tiempo ni para las soluciones graduales, ni para la expectativa y beneficio de
la duda que le otorgaba la ciudadanía al nuevo poder ejecutivo
13.11. “Bolivia se nos muere”. El decreto 21060 y la
nueva política económica
El 29 de Agosto de 1985, Paz pronunció un célebre discurso que se recuerda por su descarnado y veraz
diagnóstico de la situación nacional y por una de sus frases de mayor efecto: “Bolivia se nos muere” dijo el
mandatario a tiempo de promulgar el decreto 21060 que delineó una nueva era político económica que cerraba el
ciclo del estado que él mismo había contribuido a crear en 1952. En esencia el decreto buscó la estabilización
monetaria y la derrota de la hiperinflación que, según el ministro de Planeamiento Gonzalo Sánchez de Lozada, no
era la principal tarea sino la única a emprender.

La redacción del decreto fue un trabajo contra reloj que tuvo que encararse en menos de un mes. Participaron en
su diseño Sánchez de Lozada, Fernando Romero, Juan Cariaga (que originalmente fue asesor del programa de
gobierno de Banzer, lo que llevó a los adenistas a pretender una paternidad sobre el 21060) Eduardo Quintanilla y
Francisco Muñoz. Participó como asesor, una vez aprobado el decreto el norteamericano Jeffrey Sachs que ganó
prestigio internacional por este apoyo al proyecto estabilizador boliviano.

La medida provocó una huelga general de la COB que duró quince días (uno menos que el récord nacional que
soportó Siles Zuazo). El Presidente tomó una drástica decisión, decretó el estado de sitio y confinó a más de 150
dirigentes en el norte del país, entre ellos al propio Juan Lechín. Esta medida fue histórica por dos razones,
permitió la aplicación del decreto y marcó una nueva etapa de la COB, el fin del liderazgo indiscutido de Lechín y el
comienzo de una crisis y debilidad del sindicalismo que no pudo ad iptarse a los nuevos vientos políticos y
económicos.

El 21060 se puede resumir en seis puntos: 1. Reducción del déficit fiscal con congelamiento de salarios, aumento
del precio de la gasolina (YPFB cubrió así más del 50 % de los ingresos del TGN) y reducción de gastos del
estado. 2. Cambio real y flexible de la moneda (desapareció el peso y renació el boliviano, con la reducción de seis
ceros del viejo peso), creación del “bolsín” controlado por el Banco Central. 3. Libre contratación, racionalización de
la burocracia, en la práctica la llamada “relocalización” fue despido masivo de trabajadores. 4. Liberalización total
del mercado, libertad de precios y libre oferta y demanda, arancel único de importaciones. 5. Fomento de las
exportaciones o Reforma tributaria.

El mecanismo del bolsín fue una de las medidas más ingeniosas y acertada de la estabilización, permitió una
combinación entre el libre juego de oferta y demanda de dólares en el mercado subastados en el banco Central y el
control ejercido por éste a través de un respaldo permanente en divisas que fijaba diariamente el precio del dólar.
Este sistema sustituyó las traumáticas devaluaciones periódicas y la insuficiencia de la flotación.

La reforma tributaria fue clave en este proceso pues redujo más de 400 impuestos a sólo siete básicos, entre ellos
el IVA (impuesto al valor agregado), con lo que logró recuperar ingresos por impuestos que del 1 % del PIB
pasaron a así el 10% en un cuatrienio. La disciplina tributaria y la recuperación de los ingresos por este concepto al
erario fueron un paso muy importante para generar en el ciudadano responsabilidad con su país a través del
mecanismo de impuestos. Por primera vez en cuarenta años el ejecutivo presentó el presupuesto general de la
nación a consideración y aprobación del congreso, respetando las prescripciones constitucionales en este aspecto.

Estas medidas permitieron importantes acuerdos con el FMI: la reapertura de créditos al país, la firma de convenios
de financiamiento y negociación de la deuda en el Club de París y el comienzo de un proceso muy importante: la
recompra de la deuda externa a un promedio de entre 8 y 11 centavos por cada dólar que el país había recibido en
calidad de préstamo. Pero lo más importante fue el triunfo contundente sobre la hiperinflación que fue desterrada
en un tiempo tan corto que se puede considerar un record sudamericano.

Una de las ideas incorrectas sobre el 21060 es que marcó una lógica de desmantelamiento del estado. En realidad
el Título V referido a las empresas, planteaba la descentralización de YPFB y COMIBOL, pero en ningún caso su
debilitamiento o desmantelamiento. Disolvió en cambio la Corporación Boliviana de Fomento (CBF) y la Empresa
Nacional del Transporte (ENTA).
En Febrero de 2006 en una conferencia de prensa, Paz E. predijo que este decreto y la nueva política que
representaba, duraría veinte años dadas las características de la economía mundial. Tenía razón. La crisis política
de 2003 dio lugar al cambio de políticas y la derogación de partes del 21060 se comenzó a hacer en 2006, aunque
las líneas macroeconómicas no se tocaron.

13.12. El Pacto por la Democracia


La experiencia de la administración de la UDP demostró la inviabilidad de gobernar sin mayoría parlamentaria. Esto
condujo a Paz Estenssoro a buscar una coalición congresal. La disposición democrática de Hugo Banzer permitió
que en octubre de 1985, se firmara el “Pacto por la Democracia” a través del cual ADN se comprometía a apoyar
todas las iniciativas del ejecutivo en las cámaras, sin demandar participación de cuotas de poder, salvo en algunas
corporaciones de desarrollo. Este gesto de Banzer que consolidaba su imagen democrática, permitió la aplicación
de la nueva política económica, sin la que era impensable la ejecución del modelo. El Pacto se respetó
escrupulosamente hasta febrero de 1989 ; en esa fecha el MNR rompió unilateralmente el acuerdo para hacer más
viable la candidatura presidencial de Gonzalo Sánchez de Lozada.

El pacto marcó el comienzo de una nueva modalidad de acuerdos políticos que comenzó a romper el encono y las
posiciones excluyentes que llevaron al país al desastre en 1979 y 1982-1985. La lección fue aprendida y se tomó
como norma en las siguientes gestiones gubernamentales, en las que lo primero que se hizo fue la búsqueda de
acuerdos políticos que hicieran viable la gobernabilidad. Este mecanismo se desmoronó en 2003 con la caída de
Sánchez de Lozada.

13.13. El Colapso del Estaño y la Marcha por la Vida


El 21060 fue diseñado sobre la idea de un precio promedio de 5.5 dólares por libra fina de estaño. En octubre de
1985 el mercado de Londres (el más importante de este mineral) se desplomó, dejando sin cotización al estaño. En
1986 el promedio bordeó los 2,5 dólares por libra fina. Esto obligó a la adopción de medidas radicales. Las pérdidas
acumuladas de COMIBOL superaban los 750 millones de dólares en los últimos diez años y el costo de producción
en algunas minas quintuplicaba su cotización internacional.

En este contexto, y ante una circunstancia exógena que modificó todas las previsiones, se decidió la relocalización
(léase despido) de 23.000 mineros de una planta de 30.000 que tenía COMIBOL, lo que provocó la denominada
“Marcha por la vida”. Los trabajadores varios miles marcharon de Oruro a La Paz para exigir su permanencia en la
empresa. Era la medida de despido masivo más radical que había tomado gobierno alguno en toda la historia
republicana. El gobierno decretó el segundo estado de sitio (agosto 86) y envió al ejército a detener la marcha en
Calamarca (a 60 km. de La Paz). Tras largas horas de tensión y amargura de los trabajadores, se llegó a un
acuerdo que evitó un derramamiento de sangre de imprevisible magnitud. Los mineros fueron devueltos a Oruro y
el plan del gobierno continuó. Ese episodio marcó el punto de inflexión que determinaba el fin de una era de poder
sindical. Pocas semanas antes Juan Lechín había dejado para siempre el liderazgo de la COB y h FSTMB, que
había detentado ininterrumpidamente desde 1946. Su renuncia ratificaba el carácter simbólico de este momento.

La consecuencia fue una situación social muy grave: bajo nivel salarial y alto desempleo. Se produjo un incremento
muy intenso de la economía informal en las principales ciudades que se vieron inundadas por vendedores
callejeros, contrabandistas, lo que las estadísticas definen elegantemente como trabajadores por cuenta propia. Se
abrió así una brecha entre la formalidad y la informalidad que fue una de las constantes más graves de la economía
boliviana de allí en adelante y uno de los caldos de cultivo para la violencia y las posiciones radicales contrarias al
sistema imperante. El otro aspecto fundamental de la relocalización fue el de los procesos masivos de migración
del occidente al trópico cochabambino y a las grandes ciudades del eje. El movimiento cocalero alimentado por la
experiencia sindical y movilizadora de muchos ex - trabajadores mineros, cobró una fuerza que cambiaría la historia
del país.

El esfuerzo más significativo del gobierno del MNR para paliar esta dramática realidad, fue la creación del Fondo
Social de Emergencia dirigido por Fernando Romero, que ejecutó más de 1.000 proyectos con una inversión de
mas de 150 millones de dólares, resolviendo de manera parcial el problema de mano de obra, ya que estos
proyectos tenían como objetivo precisamente un uso intensivo de mano de obra (empedrado de caminos,
alcantarillado, etc.).
13.14. El Juicio a Luis García Meza
Por iniciativa de partidos de izquierda, el MBL y el MIR, y con aceptación de la mayoría del país, el congreso inició
en 1986 un juicio de responsabilidades contra el ex-dictador Luis García Meza y sus colaboradores. El juicio se
siguió en la corte suprema de justicia. García Meza compareció inicialmente ante ese tribunal pero se dio a la fuga
cuando el congreso ordenó su detención por su supuesta implicación en los robos del diario del “Ghé”. El juicio
concluyó en abril de 1993 con la condena, en ausencia de García Meza y Arce Gómez, a 30 años de cárcel sin
derecho a indulto. Uno de los gestores fundamentales de este proceso fue el abogado de la parte civil Juan del
Granado.

13.15. Narcotráfico. Huanchaca. Ley 1008 y desarrollo


alternativo
El 5 de Septiembre de 1986 fue asesinado en la serranía de Caparuch (Santa Cruz), en una fábrica de cocaína
conocida como “Huanchaca”, el científico Noel Kempff Mercado. El crimen estremeció a la opinión pública y puso
en el tapete el tema del narcotráfico, generando un cambio de actitud general. Las operaciones de rescate de las
víctimas e intervención de la fábrica fueron cuestión idas por su lentitud y surgió la acusación de que el ministro del
Interior Fernando Barthelemy protegió de alguna manera la salida de los asesinos y operadores de la fábrica. Como
consecuencia de este hecho se mencionó insistentemente, por ejemplo, que el verdadero colchón de la
estabilización fue la economía del narcotráfico, inyectando dólares al mercado. La consecuencia positiva fue el
impacto sobre la opinión pública cruceña que cambió su actitud permisiva inmediatamente anterior, con el
narcotráfico y con los narcotraficantes que eran aceptados sin limitaciones en la sociedad, por otra de franco
repudio y censura social. En pocos años Santa Cruz dejó de ser un centro de producción significativo.

Las relaciones con Estados Unidos, como ya dijimos, estuvieron condicionadas al tema y la presión de Washington
obligó al gobierno a aceptar la presencia, durante tres meses, de 160 soldados estadounidenses en el
departamento del Beni en operaciones contra el narcotráfico, que bajaron sólo temporalmente el precio de la coca.
El gobierno planteó entonces la necesidad de una política de desarrollo alternativo que hiciera énfasis en la
transformación económica de las regiones productoras, en vez de ocuparse exclusivamente de la represión. La
presentación de esta propuesta cambió la posición boliviana, permitiendo una acción menos subordinada y más
beneficiosa para los sectores de producción ilegal (Chapare). El concepto de desarrollo alternativo, con sus virtudes
y defectos, permitió un avance importante de la región cocalera que recibió electrificación, construcción de caminos
e inversión para la producción agropecuaria. Pero la contraparte cobró la factura. El congreso aprobó la llamada ley
1008, específicamente destinada a los temas de producción de coca, narcotráfico y consumo de drogas. La ley era
el instrumento más duro que se haya aprobado para el combate contra las drogas, tanto que en algunos aspectos
pasaba por encima de la constitución de país con tribunales especiales y fiscales de narcóticos casi omnipotentes.
Aunque en contrapartida incorporaba el concepto de desarrollo alternativo y reconocía áreas de producción de coca
legal para el consumo tradicional.

En 1988 se desató un escándalo al conocer el congreso unos videos que mostraban a dos altos dirigentes de ADN
(Alfredo Arce y el Gral. Mario Vargas) en conversaciones secretas con Roberto Suárez, narcotraficante de gran
poder condenado a quince años de cárcel, que fue detenido y encarcelado poco después de conocerse los videos.
La defenestración de los dirigentes adenistas trajo consigo una respuesta de ADN. El senador de ese partido, Juan
Luzio, presentó unas fotografías de Jaime Paz con Isaac Chavarría acusado de narcotráfico. Años después, ese
episodio abriría uno de los escándalos mis graves sobre la relación entre el narcotráfico y los políticos bolivianos.

13.16. Unidad Cívica Solidaridad (UCS) y Conciencia


de Patria (Condepa) (1988)
Los cambios político económicos del 85 y los acontecimientos mundiales posteriores (desmoronamiento del
socialismo en Europa) debilitaron severamente a la izquierda boliviana. Esta realidad dio pie a la creación de dos
nuevos partidos de corte populista: Unidad Cívica Solidaridad (UCS) (agosto de 1988) liderada por el empresario
cervecero Max Fernández (de origen humilde y de polémica fortuna) y Conciencia de Patria (CONDEPA)
(septiembre de 1988) de Carlos Palenque, cantante folklórico y luego comunicador social de gran arraigo en el
departamento de La Paz.
El partido de Fernández nunca tuvo un programa ideológico claro y se apoyó sobre todo en el prebendalismo para
lograr respaldo popular. Obtuvo resultados muy interesantes en las elecciones, sobre todo en las municipales Su
mejor votación la consiguió en las municipales de 1991 con el 23 % de los sufragios y el tercer lugar. En 1993 se
alió al MNR y MBL para la gestión gubernamental 1993-1997, en 1997 con Banzer y en 2002 con Sánchez de
Lozada. En 1995 Max Fernández murió trágicamente en un accidente aéreo. Su hijo Johnny heredó el partido. La
relación entre la cervecería boliviana nacional, pilar de la fortuna de Fernández, y UCS fue clave organizativa y
económicamente para ese partido, que victima de mal manejo, corrupción y camaleonismo, prácticamente
desapareció en 2006.

Palenque se lanzó a la política después de que en 1988, en un acto de torpeza política notable, el gobierno decidió
la clausura del sistema de radio y televisión (RTP) que dirigía. La acusación fue que RTP hizo apología del
narcotráfico al permitir en sus medios que Roberto Suárez acusara al gobierno y sus funcionarios principales
(incluido el Presidente) de ser los principales gestores del tráfico de drogas en Bolivia. CONDEPA se apoyó en el
carisma de Palenque con los sectores populares de La Paz y Oruro. En La Paz te convirtió en un partido invencible;
sobre la base de la influencia de RTP y el programa “La tribuna libre del pueblo”. En elecciones promedió entre el
11 y el 17 % a nivel nacional. Su ideología, alimentada por ex-militantes de la izquierda nacional, recuperaba los
principios ya conocidos del estado del 52 y de los primeros gobiernos del MNR. En 1996 se produjo una ruptura en
tono melodramático entre Palenque y su esposa Mónica Medina (ex-alcaldesa de La Paz). En marzo de 1997
Palenque murió víctima de un infarto. Lo sucedió en la jefatura de su partido Remedios Loza, chola paceña que fue
la primera mujer candidata a la presidencia de la República. CONDEPA obtuvo su mejor votación histórica (17 %) y
el tercer lugar. Se alió con Banzer en el gobierno, pero si rápido descalabro y división interna tras la muerte de su
líder y su falta de capacidad para llevar la tarea que se le encomendó en el ejecutivo, determinó su expulsión del
gobierno en 1998. En 999 sufrió una severa derrota electoral en las municipales y en 2002 tras un pésimo resultado
electoral, desapareció.

13.17. El mar y el “enfoque fresco”


Con la idea de Paz Estenssoro, de que no se podía prescindir de Chile en nuestras relaciones internacionales, el
canciller Guillermo Bedregal inició una negociación con su colega chileno Jaime del Valle. En Montevideo (abril de
1987), Bolivia propuso una fórmula de solución a nuestro enclaustramiento marítimo que planteaba la cesión
chilena de una franja de territorio en la frontera con Perú o tres enclaves más al sur, basada en la negociación de
Charaña de 1975. Chile actuó de mala fe, y a pesar de las ingenuas expectativas creadas desde Santiago para
volver a mejorar su imagen internacional a costa de Bolivia, el dictador chileno Augusto Pinochet dio un rotundo no
a la propuesta boliviana (junio de 1989).

Bolivia abrió en este período sus puertas al mundo. Importantes visitas como la del presidente alemán, los reyes de
España y el papa Juan Pablo II (mayo de 1988), fueron ejemplo de una etapa nueva en la que el país intentaba
romper un enclaustramiento no sólo físico, sino de ideas y de contactos.

13.18. La Creación de la Ciudad de El Alto


Entre 1950 y 1980 La Paz creció hasta el límite de su capacidad geográfica en el valle de Chuquiago y comenzó a
crecer en la planicie altiplánica a partir de la llamada “ceja del Alto” a 4.100 mts. sobre el nivel del mar. Por esa
razón esta zona creció en proporción de 9 a 1 con respecto a la llamada “hoyada”. En 1985, un grupo de
parlamentarios, con la aquiescencia del presidente del congreso Julio Garrett, propusieron y aprobaron la creación
de una ciudad jurídicamente separada y distinta de La Paz con el nombre de El Alto. La fecha de fundación de la
nueva urbe fue el 6 de marzo de 1985, rompiendo la unidad lógica de la ciudad y abriendo un nudo de problemas al
crear la ciudad más pobre y con el mayor crecimiento demográfico del país. Este absurdo jurídico abrió las puertas
al enfrentamiento entre La Paz y El Alto por el presupuesto y por la evidencia de que El Alto carecía inicialmente de
la capacidad económica y administrativa para superar los problemas de aguda pobreza e insuficiencias básicas
para acoger la migración altiplánica que llegaba incesantemente. La mayor migración campesina era de origen
aimara, convirtiendo a la ciudad en una marmita cultural del mundo indígena.

El censo de 2001 registró una población de 647.350 habitantes contra 95.455 de 1976. El complejo urbano La Paz-
El Alto sumaba en 2001 1.447.304 (incluyendo Achocalla), el más grande del país. Si aceptamos la artificial
división, El Alto era la cuarta población de Bolivia en 2001.
13.19. Elecciones municipales de 1987 y elecciones
presidenciales de 1989
Por primera vez desde 1949 se realizaron en el país elecciones municipales (diciembre de 1987), devolviendo al
pueblo uno de los instrumentos de mayor participación democrática. Las elecciones fueron un éxito absoluto y
reinstauraron el voto edilicio que a partir de entonces se llevó a cabo regularmente cada dos años. Con el tiempo la
democracia municipal, verdadero pilar de todo el sistema por la estrecha vinculación del ciudadana con el poder
local, se convertiría en un instrumento imprescindible de participación y de toma de decisiones desde las bases que
rompieran la relación abstracta, y muchas veces inefectiva entre democracia e individuo. Esta realidad se consolidó
con la ley de Participación Popular de 1994 que cambió radicalmente el escenario del país y llevó adelante una
descentralización basada en la democracia y la autonomía municipal.

El 7 de mayo de 1989 se realizaron las elecciones presidenciales. Ganó por estrecho margen un candidato
sorpresa, Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR con el 25,6 %, seguido de Hugo Banzer de ADN con el 25,2 %, y
Jaime Paz del MIR con el 21,8 %. Sánchez de Lozada había sido el pilar más firme de apoyo a Paz en la aplicación
de la nueva política económica. Logró derrotar a Guillermo Bedregal en la convención del MNR y ser nominado
candidato. En enero de 1989 su expectativa de voto era del 7 %, muy por debajo de Banzer y Paz Zamora.

El inesperado triunfo de Sánchez de Lozada condujo a un proceso de manipulación de resultados en la corte


electoral en virtud de una alianza MIR-ADN, sobre la frase del “triple empate” acuñada por el dirigente mirista Oscar
Eid. El resulta fue un estrechamiento de diferencias y una decisión insólita: Hugo Banzer decidió apoyar al tercero y
ungirlo Presidente. El congreso consagró Presidente a Jaime Paz el 4 de agosto de 1993. Lo acompañó como
vicepresidente el candidato de la fórmula de Banzer, el Dr. Luis Ossio Sanjinés militante de la Democracia
Cristiana. Fue la única vez en la historia que el congreso con su voto ungió como Presidente a quien salió tercero
en la elección directa. Paz Zamora se posesionó el 6 de agosto de 1989, además de cruzar las fórmulas eligiendo
un Presidente de una y un vicepresidente de otra.

13.20. Jaime Paz Zamora (1939)


Jaime Paz nació en Cochabamba el 15 de abril de 1939. Estudió ciencias políticas en la universidad Católica de
Lovaina (Bélgica). Fundó y fue líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (1971) junto a Oscar Eid y Antonio
Aranibar. En sus orígenes ideológicos Paz Zamora fue foquista y militante de izquierda radical. Luchó en la
clandestinidad y el exilio contra el gobierno de Banzer (1971-1978). En 1977 creó, junto a Siles Zuazo, la Unidad
Democrática y popular (UDP), instrumento muy importante de la transición democrática (1978-1982). Fue dos
veces candidato a la vicepresidencia por ese frente. En julio de 1980 fue el único sobreviviente del “accidente” de
una avioneta que conducía a importantes líderes udepistas, las secuelas fueron graves quemaduras en su rostro y
sus manos. Ocupó la vicepresidencia entre 1982 y 1984, año que en que renunció al cargo. Dos veces candidato a
la presidencia por el MIR (fracturado en 1984) fue elegido Presidente de la república por el congreso en 1989, a
pesar de haber obtenido el tercer lugar en esa elección, llegó a ese alto cargo a los 50 años. Gobernó entre 1989 -
1993 apoyado por la coalición ADN-MIR. A partir de 1993 pasó a la oposición. Acusado en 1994 de vínculos con el
supuesto narcotraficante Isaac Chavarría, renunció a la política, pero volvió activamente en 1995. En 1996 el
gobierno de los Estados Unidos le retiró la visa de ingreso a ese país, que le repuso en 2001. En 1997 y 2002
volvió a ser candidato presidencial, obtuvo en ambas ocasiones ocupó el cuarto lugar con el 16 %. En 1997 se alió
a Banzer y en 2002 a Sánchez. En 2005 fue candidato a prefecto de Tarija y perdió. En 2006 el MIR desapareció.

13.21. Gobierno Paz Zamora 1989-1993


El ascenso de Paz Zamora generó en principió dudas y escepticismo, por el mal recuerdo que había dejado en lo
económico el gobierno de la UDP del que fue vicepresidente. Sin embargo, en pocos meses logró devolver la
confianza en el sistema al mantener la estabilidad monetaria inalterable. Esto hizo que los depósitos en la banca
pasaran de 900 a más de 1.800 millones de dólares en su gestión. En enero de 1990 hizo conocer el decreto
Z2407 que intentó sustituir al 21060, pero en realidad fue sólo su complementación. En líneas generales el
gobierno siguió la política monetaria y de apertura de mercados de su antecesor, a pesar de que Paz Zamora
insistió durante su campaña electoral en que iba a “relocalizar” el decreto 21060.
El desafío básico de esta gestión era el crecimiento, la ampliación del aparato productivo y una política social más
justa, meta que consiguió a medias, con su punto mayor en 1991 con 5,11 % de crecimiento del PIB, el más alto
entre 1982 y 2005, además de una modesta mejora en nuestros indicadores sociales. El proceso de privatización
comenzó algo tarde y se logró encaminar en las empresas de las corporaciones de desarrollo, pero fracasó, o no
se comenzó en las empresas realmente importantes (LAB, ENTEL, ENFE, etc.). El proceso privatizador se empañó
además con acciones poco transparentes en el caso de la hotelería en la atracción de inversión externa se
concretaron algunos esfuerzos privados importantes en minería Inti Raymi y COMSUR) con una inversión superior
a los 200 millones de dólares; la más importante inversión en minería desde la nacionalización de las minas, pero
fracasó en un proyecto imagen muy importante, el contrato de explotación del litio en el salar de Uyuni. Después de
varias idas y venidas la empresa norteamericana Lithium Co. desistió de invertir en el país ante el rechazo del
comité cívico potosino y sectores políticos conservadores a los que el gobierno no se atrevió a enfrentar. Se avanzó
en la infraestructura caminera, comenzando trabajos que se habían licitado en el anterior gobierno y licitando otros
nuevos. El LAB pasó a los aviones de cabina ensanchada con la compra y alquiler, con opción de compra de dos
Airbus-300 pan su flota. Las comunicaciones rurales entraron en una nueva etapa al integrarse al satélite Domsat.
Se instalaron teléfonos en centenares de poblaciones intermedias y rurales y se comenzó la digitalización de
ENTEL y las cooperativas. La televisión estatal accedió al satélite en 1991. Para fin de siglo siete cadenas de
televisión privadas transmitían por este medio. Al comenzar la década de los noventa llegó la telefonía celular al
país, la empresa pionera fue TELECEL. Para el año 2000 el país tenía más de 420 mil de estas líneas en
operación.

Una de las críticas mayores contraste gobierno fue el alto nivel de corrupción de algunos de sus funcionarios y los
varios negocios irregulares que se denunciaron y comprobaron en esta administración, lo que deterioró seriamente
la imagen de credibilidad del Acuerdo Patriótico y contribuyó a su contundente derrota electoral. Problemas
comprobados en ENFE con la otorgación ilegal de terrenos de la empresa en varios puntos del país, expulsión del
Presidente de YPFB por irregularidades en sus funciones, denuncia y pedido de desafuero del diputado Hugo
Lozano acusado de malversación en el Fondo de Desarrollo Campesino, denuncia de venta ilegal de tierras y juicio
de responsabilidades contra el ministro de Educación Hedim Céspedes y acusaciones de beneficio ilícito en la
liquidación de LINABOL contra el Alte. Sáenz Klinsky ministro de Defensa. A esto se sumó el caso de los
narcovínculos denunciado un año después del fin de esta gestión de gobierno.

13.22. El Acuerdo Patriótico


La alianza entre el MIR y la ADN fue uno de los elementos de mayor impacto político en el nuevo período
democrático. Que los antiguos enemigos, las víctimas de ayer se aliaran con los victimarios fue éticamente muy
cuestionado y difícil de aceptar en un principio en un país poco acostumbrado a que el diálogo fuera un elemento
esencial de la vida política (Banzer ya lo había logrado por primera vez en 1971 con la alianza MNR-FSB).

Jaime Paz había dicho que un “río de sangre” separaba al Gral. Banzer del MIR. El objetivo común de bloquear la
presidencia a Sánchez de Lozada, permitió un acuerdo que no se firmó en documento alguno pero que se respetó
escrupulosamente durante los cuatro años de gobierno. Pasada la primera fase emocional del Acuerdo, y al
margen de la valoración sobre lo que representó ideológicamente, sus logros o fracasos en el gobierno, el acuerdo
que ratificaba la lógica del pacto por la democracia rompió muros y permitió un diálogo fluido entre las fuerzas
políticas más importantes del país en lo sucesivo, a la vez abrió una etapa de pragmatismo casi cínico que
justificaba cualquier cosa a título de “gobernabilidad”.

13.23. El Censo de 1992


El país siguió sin cumplir las sugerencias de la ONU de realizar un censo cada diez años, la responsabilidad que le
correspondía a la gestión anterior fue postergada por la grave crisis económica. El gobierno de Paz Zamora encaró
finalmente tan importante tarea.

De acuerdo al censo realizado en junio de 1992 Bolivia tenía 6.420.792 habitantes, 1.807.306 más que en 1976, un
crecimiento del 28 % (2,11 % de crecimiento intercensal, casi idéntico al 2,05 % que se dio entre 1950 y 1976). El
complejo urbano La Paz-El Alto se mantuvo como el mayor conglomerado urbano del país, con una población de
1.118.870; por primera vez un centro urbano pasaba del millón de habitantes, duplicando su población en relación a
1976. Santa Cruz mantuvo un crecimiento sostenido y con 697.278 almas triplicó su población del 76. La tercera
ciudad fue Cochabamba con 515.695 habitantes en su área metropolitana, algo más del doble que en 1976. Oruro
con 183.422 personas creció apenas un 31 % y Sucre desplazó a Potosí con 131.769 habitantes, un crecimiento
notable más que duplicando su población.

El rasgo más evidente de estos datos fue el vuelco de la población del occidente al oriente. La seria depresión
económica producida por la caída de precios de minerales y el desmantelamiento de la minería estatal llevó a
grandes procesos migratorios el departamento de Potosí perdió población por primera vez en la historia republicana
(0.12 % ) y Oruro creció apenas 0.58 %, mientras que Santa Cruz creció en un 4.16 % y Beni un 3.16 %. Potosí,
Oruro, Chuquisaca y La Paz eran departamentos que expulsaban población. Por primera vez un censo reflejó
mayor población urbana que rural, 57,5 % de los habitantes vivían en ciudades, mientras que el 42,5 % vivían en el
campo, exactamente al revés que en 1976. La tendencia seguía abriendo la brecha en favor del área urbana. El
analfabetismo siguió disminuyendo, en 1992 el porcentaje era del 20 %, una mejora de casi 17 puntos en relación
al 36, 8 % de 1976. Mientras en 1976 el 78,8 % hablaba castellano (y en muchos casos además del quechua,
aymara o guaraní), en 1992 ese porcentaje subió al 87,4 %. El 34 % tenía al quechua como lengua materna y el
23,5 % el aymara.

Bolivia era un país mayoritariamente joven, el 60,15 % de la población era menor de 25 años. La mortalidad infantil
en menores de un año pasó de 151 niños muertos por cada mil en 1976 a 75. Si bien fue un logro positivo, el país
seguía entre los de mayor índice de mortalidad infantil en el hemisferio occidental.

13.24. El Grupo CNPZ, Jorge Lonsdale, El EGTK y el


Terrorismo
En junio de 1990 el empresario Jorge Lonsdale, una de las figuras más importantes y prestigiosas del sector
privado boliviano, fue secuestrado por el grupo terrorista Comisión Néstor Paz Zamora (CNPZ), liderada por el
italiano Miguel Northuster En noviembre el gobierno descubrió a los autores y el 5 de diciembre tomó por asalto la
casa donde estaba el secuestrado. El saldo fue trágico, la muerte de Lonsdale y tres de los terroristas. El operativo
fue calificado como un fracaso y se acusó al ministerio del Interior de violencia innecesaria y asesinato de los
secuestradores. La falta de profesionalismo y el apresuramiento dejaron un saldo terrible y una sensación muy
amarga en el país que vio con preocupación la posibilidad de una escalada violenta que finalmente no se produjo.

En 1991 apareció el grupo terrorista Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK), en la línea del Grupo Zarate Wilka
que fue destruido en 1989. Allí militaban dos personas que se convirtieron en figuras nacionales en la primera
década del siglo XXI, Felipe Quispe que fundo el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) y Alvaro García Linera
quien como parte del Movimiento al Socialismo (MAS), llegó a la vicepresidencia de la República. El EGTK
protagonizó más de media docena de atentados terroristas con un saldo de algunos muertos, heridos y graves
daños materiales, pero fue desmantelado, esta vez sin violencia. Sus principales cabecillas, Quispe y los hermanos
García Linera y otros, fueron encarcelados, para salir unos años después, sin que su proceso hubiese concluido.

A pesar de las condiciones de extrema pobreza y marginalidad de varias zonas del país, las intentonas de violencia
a través de grupos al estilo de Sendero Luminoso, no prosperaron. La receta no prendió en ninguna organización
con posibilidades de éxito y demostró que el colchón de la Revolución de 1952 era todavía muy amplio para paliar
estos estallidos.

13.25. Coca por Desarrollo y el Poder Norteamericano


La política de desarrollo alternativo continuó en esta gestión con el denominativo de “Coca por desarrollo”, que
valorizaba la hoja de coca (“Coca no es cocaína”) y buscaba diferenciarla del tráfico ilegal, tesis defendida por el
primer mandatario. Paz Zamora se reunió dos veces (Cartagena I y II) con el Presidente Bush y sus colegas de
Perú, Colombia y México; en ambas se mantuvo un énfasis en la represión pero se reconoció la necesidad del
desarrollo alternativo. Del encuentro Bush-Paz Zamora salió el Anexo III sobre la necesidad de militarizar la lucha
contra el narcotráfico, que fue ocultado al país. Cuando se conoció desató una fuerte crítica y oposición y no se
aplicó en su gestión.

En Diciembre de 1989, de forma irregular, el Presidente decidió enviar a Estados Unidos a Luis Arce Gómez, ex-
ministro del interior de García Meza, acusado por ese país de haber traficado drogas, Arce fue juzgado y
condenado allí a 30 años de cárcel por narcotráfico. Este hecho desató una polémica sobre la extradición. Bolivia
no aceptó firmar un nuevo tratado de extradición, pero la corte suprema extraditó oficialmente en 1992 a Asunta
Roca Suárez, hermana del narcotraficante “Techo de Paja”, condenado y convicto en los EE.UU.

Por iniciativa del ministro del interior Carlos Saavedra, se ofreció un trato benevolente a quienes se entregaran
voluntariamente a la justicia. Siete capos del narcotráfico se entregaron y recibieron condenas de entre 4 y 6 años,
a pesar de la gravedad de sus delitos.

En abril de 1991, el nombramiento de Faustino Rico Toro, ex-colaborador de García Meza, como jefe de la Fuerza
Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) desató una tormenta política. El embajador de los EE.UU. Robert
Gelbard obligó al Presidente a destituir a Rico Toro y provocó la renuncia del comanda de la policía y del ministro
del Interior Guillermo Capobianco, acusando a éste de vinculaciones con traficantes. Más allá de la valoración de la
veracidad de las acusaciones, esos hechos demostraron la debilidad real de Bolivia en nuestras relaciones con la
potencia del norte.

13.26. Medio ambiente, territorio y dignidad. La crisis


del consejo de reforma agraria
El proceso creciente de deterioro ambiental a nivel mundial, obligó a la humanidad a tomar conciencia de las
consecuencias de su irresponsabilidad y a aplicar una política de preservación del medio ambiente. Bolivia
comenzó a hacer esfuerzos a todo nivel para administrar racionalmente su patrimonio ambiental. Políticas de deuda
externa a cambio de protección de territorios se iniciaron en la gestión de Paz Estenssoro. El gobierno de Paz
trabajó en la planificación de un sistema nacional de áreas protegidas y un fondo nacional para el desarrollo y
protección ambientales (FONAM \), que fueron uno de los aportes más importantes de su gobierno al desarrollo del
país.

En Septiembre de 1991 etnias del oriente boliviano (guaraníes, mójenos, chimanes, etc.), protagonizaron una
marcha desde Trinidad a La Paz bajo el denominativo de “por la dignidad y el territorio”, para concientizar al país de
su existencia y sus derechos. Cono consecuencia de ese movimiento, Paz Zamora reconoció los territorios
ancestrales de estas etnias para su administración y control en el departamento del Beni. Era la primera vez que el
estado boliviano reconocía a los indígenas del oriente como interlocutores válidos le reconocía el derecho a la
propiedad y administración de territorios que ancestralmente habían sido suyos. En esa marcha se planteó por
primera vez la necesidad de realizar una Asamblea Constituyente, que fue uno de los temas más importantes de la
sociedad boliviana al despuntar el siglo XXI.

Ni la marcha, ni la llamada “pausa ecológica”, pudieron evitar la grave depredación maderera de las tierras bajas
del país.

El manejo del Consejo Nacional de Reforma Agraria (CNRA) se había convertido en un eje de corrupción y un
instrumento de favoritismo y entrega ilegal de tierras a sectores poderosos e influyentes de la sociedad. La tradición
de las grandes concesiones arbitrarias en tiempo de dictadura no cambió sustancialmente en democracia. Esto
obligó al gobierno a intervenir el CNRA y suspender cualquier proceso de otorgación o saneamiento de tierras. El
proceso se congeló hasta 1996 en que fue aprobada la ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).

13.27. Exportaciones y productos “no tradicionales”


La tradición histórica de las exportaciones desde el comienzo de la república condicionó al país a la
monoproducción o, cuando mucho, la exportación de dos productos mayoritarios (plata, quina, estaño, goma y gas
fueron los productos básicos de los que Bolivia vivió a lo largo de su historia reciente) complementados en minería
por varios metales y no metales importantes, y en hidrocarburos por petróleo y derivados. El denominativo de
productos no tradicionales se dio a todos aquellos que no entraban en el rango mencionado. La mayoría fueron
materias primas, aunque en la última década del siglo XX comenzaron a aparecer productos elaborados o
industriales con valor agregado La estructura exportadora de Bolivia se dividió a partir del final de los años setenta
en minerales, hidrocarburos y productos no tradicionales para ocupar en los noventa un segmento muy significativo
del total de nuestras exportaciones. Esto se debió a la diversificación económica y a una política de incentivos que,
aunque errática, fue útil para el nuevo sector. La medida más importante con diferentes nombres y características
variables fue el reintegro impositivo a los productos exportados (con el criterio de no exportar impuestos). Los ítems
más significativos de exportación fueron algodón (hasta fines de los ochenta), ganado, soya que creció
espectacularmente en los años noventa, café, cacao, azúcar, madera en tablones, cueros, goma, castaña, joyería
industrial en oro, madera elaborada, cerveza y otros productos industriales menores. Esta la evolución de los
productos no tradicionales entre 1980 a 1994.

13.28. Acuerdos Políticos y Leyes para el Cambio


El 5 de febrero de 1991 y el 9 de julio de 1992, se firmaron sendos acuerdos entre los principales partidos políticos
del país, en un rasgo de madurez sin precedentes en nuestra historia y sin parangón en América Latina. Los
acuerdos de consenso permitieron el nombramiento de una nueva Corte Nacional Electoral por dos tercios de votos
del congreso; igual procedimiento se usó para nombrar los nuevos jueces de la Corte Suprema y el Contralor
General. La nueva Corte electoral garantizó elecciones municipales y nacionales limpias y devolvió la fe en el
proceso de voto. Estos documentos mostraron el comienzo de una modernización real del estado, una reforma del
poder judicial y una ley de necesidad de reforma de la Constitución vigente desde 1967.

Simultáneamente, se aprobaron importantes leyes, como la de privatización, inversiones, hidrocarburos, minería,


así como la llamada Ley SAFCO de modernización de la administración estatal y de control gubernamental, basada
en evaluación por resultados y en la responsabilidad funcionaría.

13.29. Un presidente viajero. El puerto de Ilo


Si Rene Barrientos se caracterizó por sus viajes dentro de Bolivia, Jaime Paz lo hizo por sus viajes fuera de la
nación. Sumó 40 durante su mandato. Los más importantes fueron a la I Cumbre de jefes de estado de
Iberoamérica en Guadalajara, a Argentina para el acuerdo de “borrón y cuenta nueva” de deudas con ese país y
una regularización del contrato de venta de gas, que en términos generales fue desventajoso para Bolivia por la
reducción de volumen y precio.

El otro viaje importante fue al Perú. En Ilo firmó un acuerdo con su colega Alberto Fujimori que concedió a Bolivia
una zona franca, acceso al uso y administración del puerto y cinco kilómetros de playa denominada “Boliviamar”.
Fue una medida inteligente que coincidió con los 200 años del nacimiento del mariscal Andrés de Santa Cruz. Paz
Zamora logró una alternativa real de acceso al océano y una carta de negociación importante en nuestra difícil
relación con Chile. Lamentablemente, el país no aprovecho tan importante oportunidad al no desarrollar ni a nivel
estatal ni privado inversiones que justificaran el esfuerzo diplomático realizado por el gobierno.

Los viajes de Paz Zamora contribuyeron a un flujo adecuado de créditos y a que continuase el proceso de
recompra de la deuda externa que se saldó totalmente con la banca privada internacional. El Presidente abría así
una nueva era en las relaciones internacionales del país, de diplomacia directa e intensa presencia del primer
mandatario en reuniones multilaterales y bilaterales que se convirtieron en moneda corriente en los años noventa.
La diplomacia ya no podía concebirse como en los viejos tiempos, se servía de la nueva tecnología de
comunicaciones tanto físicas como electrónicas.

13.30. Las elecciones de1993


El 6 de junio de 1993 se llevaron a cabo elecciones presidenciales. Ganó con holgura Gonzalo Sánchez de Lozada
del MNR con 1135,6 % de los votos, seguido por Hugo Banzer del AP con 21,0 %, Carlos Palenque de CONDEPA
con 14,3 % y Max Fernández de UCS con 13,8 %. El parlamento ratificó por primera vez desde 1982 al ganador
por mayoría relativa, consagrando primer mandatario a Gonzalo Sánchez de Lozada y vicepresidente a Víctor Hugo
Cárdenas, quien fue el primer aimara en ocupar tan alto cargo en nuestra historia.

13.31. Gonzalo Sánchez de Lozada (1930)


Gonzalo Sánchez de Lozada nació en La Paz el 12 de julio de 1930. Desde muy pequeño vivió en los Estados
Unidos, de donde le queda la particular pronunciación “agringada” del castellano.
Estudió filosofía y letras en la Universidad de Chicago.

Volvió a Bolivia a principios de los años cincuenta. Entre 1952 y 1958 trabajó como productor de cine en la
empresa Telecine que él mismo fundó. Produjo películas tan destacadas como Los que nunca fueron (1954), Un
poquito de diversificación económica (1955) y Voces de la tierra (1956). Trabajó en una empresa de servicios
petroleros y, a principios de los sesenta, creó COMSUR (Compañía Minera del Sur), una de las empresas mineras
más poderosas de Bolivia. A través de COMSUR, Sánchez de Lozada amasó una importante fortuna personal.

En 1979 a los 49 años, comenzó su actividad política, elegido como diputado por el MNR. Fue reelecto en 1980. En
1985 fue elegido senador y presidente de esa Cámara. En 1986 el Presidente Paz Estenssoro lo nombró ministro
de Planeamiento y Coordinación. Desde ese cargo contribuyó a la exitosa política de estabilización económica
post-hiperinflación. Fue además uno de los gestores del famoso decreto 21060. En 1988 fue nominado por su
partido como candidato presidencial. Ganó por mayoría relativa las elecciones de 1989, pero perdió la presidencia
en el congreso ante la alianza del segundo (Banzer) y el tercero (Paz Zamora), que llevó a la presidencia a este
último.

En 1993 a los 63 años de edad, volvió a ganar las elecciones sobre Hugo Banzer. Gobernó entre 1993 y 1997
aplicando el llamado Plan de Todos, un ambicioso programa de reformas estructurales. En 1997 volvió a la
oposición. En 2002 fue elegido Presidente por segunda vez. Un año y tres meses después, en medio del repudio
popular y tras violentas jornadas, se vio obligado a renunciar al cargo, abandonar el país y autoexiliarse en los
Estados Unidos. En 2004 el Congreso abrió un juicio de responsabilidades en su contra por los sucesos de octubre
de 2003.

13.32. Víctor Hugo Cárdenas (1951)


Víctor Hugo Cárdenas fue el primer vicepresidente indio en la historia de Bolivia. De origen aimara, nació en la
comunidad de Achica Bajo (a orillas del lago Titicaca) en el departamento de La Paz el 4 de junio de 1951.

Estudió literatura y pedagogía en la Universidad Mayor de San Andrés, carreras de las que egresó en 1977. Fue
profesor de esta universidad. Participó como consultor en el diseño de la reforma educativa que defendió y apoyó
como vicepresidente de la nación.

En 1978 fue fundador y militante del Movimiento Revolucionario Tupac Katari (que en 1985 aumentó a su sigla la L
de Liberación). En esa misma línea, fue parte de los creadores, junto a Genaro Flores, de la Confederación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), que jugó un rol fundamental en el proceso sindical y
político boliviano ulterior.

En 1985 fue elegido diputado por su partido. En 1989, ya jefe del MRTKL, fue candidato a la presidencia y en 1993
hizo alianza con el MNR, postulándose como candidato vicepresidencial de Gonzalo Sánchez de Lozada. Ejerció el
cargo (al que accedió a los 42 años) entre 1993 y 1997. En 1994 fue elegido Presidente del Parlamentó Andino y
recibió el premio internacional Bartolomé de Las Casas por sus contribuciones a la causa indígena del continente.
Tras su paso por la política se retiró a la vida privada.

13.33. Gobierno Sánchez de Lozada 1993-1997


La llegada de Sánchez de Lozada a la presidencia coincidió con un momento crucial para el país, habían pasado
dos períodos desde el comienzo de la aplicación de la nueva política económica, de la que él mismo fue gestor y se
hacía indispensable un salto cualitativo que transformara la estructura social y económica del país, que respondiera
al desafío de un nuevo estado que sustituyera el agotado andamiaje que el MNR había fundado en 1952.

El primer paso fue la coalición que surgió del voto parlamentario que lo hizo Presidente. Bajo el férreo manejo
personal del primer mandatario, se sumaron al MNR el MRTKL del vicepresidente Cárdenas, el Movimiento Bolivia
Libre que fue el socio más leal y que más ideas aportó en la aplicación del plan de gobierno. Antonio Áranibar,
presidente de ese partido, fue el único ministro (RR.EE) que ocupó el cargo durante los cuatro años y Miguel
Urioste jefe en ejercicio del MBL, fue el principal articulador en la coalición. Fue también socio, aunque errático,
UCS de Max Fernández que se retiró y volvió al gobierno más de una vez. En noviembre de 1995 Fernández murió
trágicamente en un accidente aéreo. Causó también conmoción nacional la muerte en accidente de aviación del
empresario, político adenista y dirigente deportivo, Mario Mercado también víctima de un accidente de aviación.

El Presidente propuso al país un plan de gobierno que denominó “Plan de Todos”, cuya base eran tres pilares: la
capitalización, la participación popular y la reforma educativa. La ecuación que buscaba resolver era uno de los
puntos más polémicos del denominado modelo neoliberal, su capacidad para conjugar la aplicación clara e
inequívoca de una economía de mercado sin restricciones, con una política social adecuada a los requerimientos
de una nación pobre y con graves brechas socio - económicas.

El primer paso para emprender los cambios fue la ley del poder ejecutivo. Con ella el gobierno cedió
inexplicablemente al legislativo la potestad del Presidente de establecer el número y funciones de sus ministros. La
ley redujo el número de ministerios de 17 a 12;10 con función permanente y dos sin cartera (uno dedicado a la
Capitalización y el otro a Desarrollo Económico). La gran innovación fue la creación de tres “superministerios”, el de
Desarrollo Humano que integró educación y salud e hizo énfasis en las etnias y la mujer, dos sectores claramente
desatendidos y discriminados en el pasado; el de Hacienda y Desarrollo Económico que muy pronto tuvo que
desdoblarse ante la imposibilidad de controlar su gigantesca estructura y el de Desarrollo Sostenible y Medio
Ambiente; un salto de Bolivia a una nueva concepción del crecimiento y un lugar de jerarquía para el tema de la
protección ambiental, clave en este final de siglo. Como otras muchas reformas parecidas, este modelo no
sobrevivió la gestión de su creador.

La obra caminera más importante (continuidad de un contrato logrado por la gestión Paz Zamora) fue la carretera
Patacamaya - Tambo Quemado que une por primera vez por vía asfaltada al país con el Océano Pacífico. Se
empezó la ejecución de Cotapata -Santa Bárbara para unir La Paz con el norte del país y Brasil, y la carretera
también asfaltada La Paz - Desaguadero, para unir Bolivia con el Puerto de Ilo. También se completó el asfalto de
la vía La Paz - Cochabamba.

En 1995 se desató una crisis bancaria con la caída, intervención y quiebra de tres bancos privados: el Sur, el de
Cochabamba y el Boliviano Americano Internacional. Entraron en prisión varios banqueros entre ellos Guillermo
Gutiérrez, Jorge Córdoba y Marita Siles acusados de malos manejos y malversación de fondos de los depositantes.
La crisis fue superada por el estado en medio de una polémica sobre la legitimidad del respaldo oficial a
operaciones irregulares del sistema financiero.

El empresario y dirigente político Samuel Doria Medina fue secuestrado por militantes del Movimiento
Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) del Perú. Tras varias semanas de cautiverio, su familia pagó el rescate
pedido (cuya cifra nunca fue revelada) y él recuperó su libertad. Ese dinero se usó para organizar la toma de la
embajada de Japón en Lima. Poco después, el gobierno apresó a los secuestradores de Doria. En 1996, el
embajador de Bolivia en Perú, Jorge Gumucio fue secuestrado junto a centenares de invitados en la embajada
Japonesa por el MRTA. El secuestro terminó con el rescate exitoso de los rehenes y la muerte de todos los
secuestradores.

13.34. Capitalización y Bonosol


La capitalización fue el eje del programa de gobierno, así como la medida más resistida por la opinión pública. En
su funcionamiento se basaba todo el proyecto de cambio. La idea marcaba una diferencia esencial con la
privatización pura y dura, no porque no fuese un proceso privatizador, sino porque hizo que las empresas estatales
capitalizadas vendieran el 50 % de su patrimonio a los socios capitalizadores, quienes se hicieron cargo del manejo
y administración de las empresas en cuestión e invirtieron el 100 % de su aporte en las propias empresas
capitalizadas. El dinero no entró al tesoro general sino a las empresas. El 50 % restante pasó en un fideicomiso a
favor del pueblo boliviano en forma de un Bono de Solidaridad (Bonosol).

El gobierno capitalizó entre 1995 y 1996 las cinco empresas estatales más grandes del país: Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), Empresa Nacional de
Electricidad (ENFE), Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) y Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE), solo quedó
pendiente por falla de proponentes la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF). Para aplicar el plan se aprobó la
ley de capitalización (1994) y leyes complementarias como la de telecomunicaciones, hidrocarburos y electricidad.
Producto de la capitalización, cuyo mayor impulsor fue el polémico ministro Alfonso Revollo, Bolivia logró la
inyección de inversiones privadas más importante de su historia. 1.670 millones de dólares en un lapso de entre
cinco y siete años. En el rubro de los hidrocarburos se pudo encarar por primera vez en década; un proceso de
exploración y recuperación de pozos. En electricidad se dinamizó la inversión para lograr revertir el peligro de
déficit de oferta eléctrica en el mercado nacional. En telecomunicaciones se vivió una revolución en el campo de la
digitalización, fibra óptica, ampliación de cobertura internacional, acceso al satélite y servicios de telefonía pública y
celular.

El producto directo de la capitalización, como beneficio tangible para el ciudadano y parte de la orientación social
de este proceso, fue el Bonosol. El dinero proveniente de la rentabilidad del 50 % de las acciones que pertenecía a
los bolivianos, garantizó ingresos que permitieron el pago de un bono anual vitalicio a todas los bolivianos mayores
de 65 años sin distinción. El Bono se pagó a todos los que al 31 de diciembre de 1995 eran mayores de 21 años. El
bono se convirtió en arma electoral. El gobierno comenzó a pagarlo poco antes de las elecciones, lo que causó
gran controversia. El hecho es, sin embargo, que más de 350.000 bolivianos mayores de 65 años recibieron cada
uno 248 dólares a partir de 1997, lográndose por primera vez en la historia un sistema universal de jubilación.

El problema inmediato de la capitalización para el ciudadano fue una significativa alza de tarifas, producto del
descongelamiento tarifario o simplemente la eliminación de subsidios. La capitalización fue el punto más discutido
del programa de Sánchez y el principal factor que lo llevó al descalabro en su segundo gobierno. Los defensores
del estado del 52 se movilizaron en contra. Los sindicatos salieron militantemente a las calles y la oposición política
objetó algunos contratos, particularmente el suscrito con la empresa Enron, que era excesivamente liberal y
favorable al inversionista, obligando a modificarlo. La capitalización de los ferrocarriles, que pasó a manos de una
empresa chilena, generó fuerte rechazo y días de extrema violencia en La Paz. El proceso, sin embargo, no se
detuvo. La capitalización del Lloyd Aéreo, otorgada a la empresa brasileña VASP, primero y al empresario Hernesto
Asbún después, fue un desastre total que llevó a la compañía al borde de la quiebra.

13.35. La era del gas. El gasoducto al Brasil


Desde la década de los setenta se tenía conocimiento de una importante vocación gasífera de los campos de
hidrocarburos del país (el 49 % del territorio nacional estaba considerado como área potencial de explotación), pero
fue solo a partir del contrato de venta de gas al Brasil (1994), el proceso de capitalización de YPFB (1996) y la
nueva ley de hidrocarburos (1996), que esa vocación se convirtió en una incontrastable realidad, haciendo de
Bolivia el país con las mayores reservas de gas libre de América Latina y el tercero en reservas absolutas. YPFB se
dividió en cuatro empresas, dos de exploración y producción Chaco y Andina (Repsol YPF), una de transporte
Transredes y YPFB residual. La capitalización dejó el 50 % de las acciones de las tres primeras empresas en
propiedad de las capitalizadoras que aportaron inicialmente 834.9 millones de dólares por esa operación. En el
periodo 1993-1996 (antes de la capitalización) la inversión de YPFB había sido de 316 millones, en el periodo
1997-2000 fue de 1.898 millones, la inversión más alta en el sector en toda a historia.

Además de las capitalizadoras, operaban en el país otras dieciséis compañías extranjeras o asociadas con
bolivianas. Andina tenía en 2002 el 24,8% de las reservas de gas y el 21,9% de las reservas de petróleo, en tanto
Chaco tenía el 4,2% del gas y el 4,5% del petróleo. El restante 71% del gas y 73,6% del petróleo estaba en manos
de las otras empresas, entre las que se destacaban Total con 14%, Petrobras con 13,8% y Maxus con 9,8% de las
reservas gasíferas.

En 1996, el año de la capitalización el país tenía 4.24 trillones de pies cúbicos (tpc.) de gas natural, en 2002 esa
cifra había llegado a 52.30 tpc, es decir 12,5 veces más que antes del proceso. Esta la evolución de las reservas de
gas en el periodo:

En 2002 la suma de reservas probadas, probables (que son las que se cuentan oficialmente) y posibles llegaba a
77.17 tpc. El 87,5% del gas y el 81,7% del petróleo estaba en Tarija, el 9,3% del gas y el 10, 1% del petróleo en
Santa Cruz, el 2% del gas y el 7,4% del petróleo en Cochabamba y el 1,3% del gas y el 0,8% del petróleo en
Chuquisaca. Esta la evolución de las reservas de petróleo en el periodo:

El consumo interno de gas natural para el periodo 2002-2022 se calculó en 1.4 tpc. Los compromisos de
exportación para ese mismo periodo eran de 9.1 tpc. Í Brasil y 0.6 tpc. a Argentina, lo que suma 11.1 tpc, quedando
un saldo de 41.2 tpc. Ubres para su eventual exportación.
Uno de los temas más polémicos del proceso fue el de los impuestos a las petroleras. El tratamiento sobre los
hidrocarburos existentes a 1996 era del 50% de impuestos: 11% de regalías departamentales, 1% de regalías
compensatorias, 6% participación de YPFB al TGN, 13% de regalía nacional complementaria y 19% de
participación nacional. El tratamiento sobre los hidrocarburos nuevos era solo del 18%: 11% de regalías
departamentales, 1% de regalía complementaria y 6% participación de YPFB al TGN. Adicionalmente, t n ambos
casos se consideraba un 25% de impuestos sobre utilidad de empresas, 12,5% de impuestos sobre remisión de
utilidades al exterior y solo en el caso de los hidrocarburos nuevos, un 25% de "surtax" (sobre utilidades por
extracción de recursos naturales no renovables). Dado que más de: 90% de las reservas probadas y probables
correspondían a hidrocarburos nuevos, este rango impositivo era excesivamente liberal y uno de los de menor
beneficio para el estado en América Latina. Los ingresos al tesoro por impuestos de hidrocarburos pasaron de
1.480 millones de dólares en el periodo 1993-1996 a 1.668 millones en el periodo 1997-2000.
Después de la expiración del contrato de venta de gas a la Argentina (1972-1999) que reportó a Bolivia 4.562,3
millones de dólares por la exportación de 1.9 tpc, se hacía indispensable compensar ese vacío con un proyecto
más ambicioso, la exportación de gas al Brasil. La historia de este emprendimiento se remonta a la carta de
intenciones entre Banzer y Geisel de 1974, que, como vimos, quedó frustrada por la falta de decisión de la
dictadura de entonces. En 1984 Siles y Figueiredo retomaron el proyecto de 1974 sin éxito. En 1988 Paz
Estenssoro y Sarney suscribieron a su vez notas reversales para la venta de derivados de gas y energía eléctrica y
la exportación de 3 millones de metros cúbicos por día (mmcd.). Pero cuando el proyecto comenzó realmente a
concretarse fue en el periodo 1991-1993, en que Paz Zamora y Franco firmaron contratos de compra venta de gas
(entre 8 y 16 mmcd.) con un tubo de 18 pulgadas. Finalmente, el proyecto tomó dimensión de realidad con la
iniciativa del Presidente Sánchez de Lozada de asociar a Bolivia con la transnacional norteamericana Enron para
hacer una contraparte viable con el Brasil. Fue el esfuerzo económico de mayor magnitud de la historia hasta ese
momento. En 1996 Sánchez de Lozada y Cardoso firmaron el contrato de venta de gas ampliando el volumen a 30
mmcd. con

un precio mejorado que, entre 1999 y 2002, fue de 1.44 dólares por millar de pies cúbicos. En ese mismo año
suscribieron el contrato de construcción del gasoducto que se comenzó a construir en julio de 1997.

El gasoducto Bolivia-Brasil tiene una extensión de 1.970 kms. de Río Grande (Bolivia) a Sao Paulo y otros 1.180
kms. de Sao Paulo a Porto Alegre. 557 kms. se extienden en territorio boliviano. La construcción del ducto de 32
pulgadas, costó 2.200 millones de dólares. Los presidentes Banzer y Cardoso inauguraron el gasoducto en 1999.
En julio de ese año comenzó a operar. En 1999 se exportaron 2,4 mmcd. y en 2001 se superaron los 10 mmcd.
Esto dio como resultado en 2001 un ingreso de 225 millones de dólares. El mayor ingreso anual por exportación de
gas a la Argentina fue el de 1982 con un total de 381,6 millones de dólares.

Las gigantescas reservas de gas del país plantearon muy rápidamente la necesidad de la apertura de nuevos
mercados que permitieran un ingreso adicional. La opción más atractiva era la de exportar gas natural a México y
Estados Unidos. Otro de los temas que se puso en el debate fue el de la posibilidad de darle un valor agregado al
gas, con la construcción de plantas petroquímicas que permitiera mejores ingresos.

Paradójicamente, este potencial energético no se había traducido en el desarrollo de una nueva matriz energética
boliviana basada en el gas y una expansión de las redes urbanas de gas natural que cubrieran los requerimientos
de consumo de una población dependiente del gas licuado, el kerosén o la leña en el área rural.

13.36. Los Sistemas de Regulación


El nuevo estado requería de otras reglas de juego para terminar con su papel de juez y parte en el manejo del
funcionamiento de los servicios al ciudadano. Para ello se creó el Sistema de Regulación Sectorial - SIRESE
(1994), cuyo papel era regular, controlar y supervisar las actividades de varios sectores. Tuvo como tarea arbitrar,
en caso de reclamo de usuarios frente a un operador de servicios, exigir el adecuado cumplimiento y calidad de
servicios y aprobar o no las propuestas de incrementos de tarifas. La ley contempló la existencia de un
superintendente general nombrado por el Presidente, de una terna elevada por el senado para un período de siete
años. Se crearon también superintendencias sectoriales de telecomunicaciones, electricidad, hidrocarburos,
transportes y aguas, cuyos titulares fueron designados por el mismo procedimiento que el superintendente general
pero por un período de sólo cinco años.
Esta estructura complementaba el concepto de un estado regulador con la existencia del Sistema de regulación
financiera - SIREFI que está integrado por la Superintendencia de bancos y entidades financieras, la
Superintendencia de pensiones y la de Seguros.

También se creó el Sistema de Regulación de Recursos Naturales - SIRENARE, que integran la Superintendencia
agraria y forestal.

13.37. Participación Popular y Descentralización


Administrativa
La Participación Popular (PP) fue la idea clave del Plan de Todos y la que tuvo una repercusión histórica mayor de
todas las encaradas por Sánchez en su gestión. Marcó la superación de una brecha aparentemente imposible,
lograr que la economía abierta no estuviese reñida con una redistribución más justa del ingreso y un concepto
esencial a la democracia: la participación del ciudadano en la gestión de su destino. Apoyado en la democracia
municipal el gobierno aprobó la ley de participación popular (1994); para ello territorializó los municipios, creando
311 en el país con jurisdicción, más allá del ámbito meramente urbano (la base política fueron las secciones de
provincia).

El principio de la PP es que el monto total a distribuir se divide por el número de habitantes. Los municipios reciben
fondos de acuerdo a su población. El dinero para la PP salió del 20 % de las recaudaciones nacionales entregadas
automáticamente a los municipios, además del 100 % de las recaudaciones municipales que cada municipio
administra e invierte directamente. Esto determinó que por primera vez en la historia del país el área rural,
tradicionalmente olvidada por el estado central, recibiera dinero de la co-participación en una cuenta a nombre de
cada municipio. Por ejemplo, poblaciones como Achacachi (LP) que en 1993 recibía 4.000 dólares del estado
central en 1996 recibió 1.455.000 dólares. Villa Tunari (CB) que en 1993 recibía 0, en 1996 recibió 1.166.000 U$.
Villamontes (TJ) que en 1993 recibía 9.000 U$ en 1996 recibió 474.000 U$. Roboré (SC) que en 1993 recibía 1.000
U$, en 1996 recibió 369.000 U$. Puerto Rico (PD) que en 1993 recibía 0, en 1996 recibió 88.000 U$, Pero
adicionalmente, era un dinero que la propia comunidad administraba a través de su concejo municipal y mediante la
creación de las Organizaciones Territoriales de Base (ayllus, capitanías, comunidades originarias, juntas vecinales,
etc.), que permitieron la creación de las Juntas de Vigilancia con potestad de proponer proyectos y fiscalizar la
administración de fondos por parte del municipio.

La descentralización administrativa fue la culminación de una largo camino, un anhelo de diversos sectores
contrarios al secante centralismo. La descentralización se concretó manteniendo al prefecto de departamento
designado por el Presidente, pero estableció un Consejo Departamental presidido por el prefecto e integrado por
consejeros representantes de todas las provincias del departamento y de la capital departamental. Se vinculó el
proceso con la democracia municipal al determinar que los consejeros fueran nombrados por los concejales
municipales electos por voto popular. El Consejo administraba y ejecutaba un presupuesto cuyos fondos provenían
de las regalías departamentales que manejaron las desaparecidas corporaciones de desarrollo. Se concretó un
proceso integral de descentralización, tanto con la Participación Popular como con la descentralización
administrativa.

13.38. Reforma de Pensiones y Política Social


El gobierno encaró otra de sus reformas más difíciles con el cambio radical del sistema de pensiones. Concretó la
desaparición de los fondos complementarios y el traspaso del pago de pensiones a manos privadas a través de las
Administradoras de Fondos de Pensiones. Dos empresas españolas se hicieron cargo de esta responsabilidad a
partir de 1997. Terminó así el concepto de universalidad y nació el sistema de acumulación individual y
personalizada de la jubilación. También esta medida fue dura y tenazmente resistida por pensionistas, sindicatos y
oposición. El cambio representó una carga brutal sobre el TGN y marcó un aumento dramático del déficit fiscal.

Entre las medidas más eficientes de política social se encuentran el seguro materno infantil que garantizó la
atención de parto de todas las madres bolivianas, intentando revertir los severos indicadores sociales de mortalidad
y morbilidad materno infantil (en 1994 morían 75 niños de cada 1.000 nacidos vivos y 650 mujeres por cada
100.000 niños nacidos vivos). Se creó también el seguro de vejez para todos los bolivianos, sin distinción, y el
seguro de muerte que representó un monto para gastos funerarios.
13.39. Reforma Educativa
El diseño de la reforma educativa comenzó en el gobierno de Jaime Paz Zamora, pero se ejecutó en el de Sánchez
de Lozada. Fue una de las medidas más difíciles de aplicar porque enfrentó al activismo trotskista que controlaba el
magisterio, lo que llevó a verdaderas batallas campales en las calles y obligó al gobierno a dictar el estado de sitio
más prolongado (seis meses) desde la reapertura democrática de 1932.

La reforma educativa fue el cambio mayor desde la aprobación del código de la educación de 1955 (obra también
del MNR), aunque su aplicación no fue exitosa porque no contó con el apoyo y compromiso del magisterio. El
sistema educativo nacional estaba en el límite del colapso, por su ineficiencia, burocratización y sobre todo por los
pésimos resultados académicos. La educación fiscal era víctima de la mediocre formación de las normales y la
politización del sector que además estaba muy mal pagado. Las huelgas crónicas de maestros, por más de un
década, completaban un cuadro pavoroso, en el que el sector peor atendido física y académicamente era el rural.

La reforma buscó mejorar la calidad de educación, fortaleciendo el sector fiscal. Introdujo la educación intercultural
y bilingüe, su logro más significativo. En esta dirección fue muy emotivo el primer discurso ante el parlamento del
vicepresidente Cárdenas quien se dirigió a los congresales en cuatro idiomas, castellano, quechua, aymara y
guaraní. El otro objetivo era propiciar la participación de la comunidad en la educación. Se crearon núcleos piloto
de prueba, se rompió el concepto tradicional de los niveles y grados inflexible, se buscó la supresión de los
exámenes tal como se conocían y se invirtió en millones de textos escolares y creación de bibliotecas escolares.
Un vacío evidente fue el tema de la inserción de nuevas tecnologías (computación y educación audiovisual).

13.40. Ley Inra


Como casi todas las medidas de cambio del gobierno, la aprobación de la ley INRA (del Instituto Nacional de
Reforma Agraria), a pesar del consenso previo, provocó serias confrontaciones, entre ellas una de las mayores
movilizaciones campesinas de la historia a la ciudad de La Paz (octubre de 1996). Tras las concentraciones
masivas y enfrentamientos callejeros, el parlamento aprobó una ley que en los hechos es una nueva ley de tierras
que sustituye al decreto de reforma agraria de 1953. La nueva ley reconoció por primera vez a las comunidades
originarias, las organizaciones indígenas tradicionales y los territorios indígenas en el oriente (que habían recibido
el primer territorio por la vía de decreto en el gobierno de Jaime Paz). Eximió de pago de impuestos al solar
campesino, la pequeña propiedad y la tierra de comunidad. Estableció un nivel de impuestos racional para la
mediana y gran propiedad y determinó la reversión para las tierras abandonadas, que no pagan impuestos o están
en contra del bien común. Tuvo la tarea de titular definitivamente las tierras de comunidades, dio preferencia a la
dotación a comunidades e indígenas organizados colectivamente y adjudicó tierras fiscales por concurso público y
con objeto de su uso productivo.

13.41. Reforma a la Constitución Política del Estado y


nuevas Leyes
La reforma a la constitución, respetando los mecanismos que la propia carta magna estipula para sus cambios, es
uno de los mejores ejemplos de la institucionalización democrática de Bolivia. El consenso para hacerla fue
producto de acuerdos logrados en 1992 (febrero y julio). El Presidente promulgó la constitución reformada, el 12 de
Agosto de 1994.

El primer cambio es el del artículo 1º que reza: “Bolivia, libre, independiente, soberana, multiétnica y pluricultural,
constituida en República unitaria, adopta para su gobierno la forma democrática representativa, fundada en la unión
y en la solidaridad de todos los bolivianos”. Se redujo la edad de ciudadanía de 21 a 18 años. Se introdujo las
diputaciones uninominales y plurinominales. El 50 % (uninominales) eran elegidos por voto directo en 68
circunscripciones, el otro 50 % se elegía en la lista del Presidente, vicepresidente y senadores. El mandato de
Presidente y vicepresidente, senadores y diputados, pasó de cuatro a cinco años, su reelección era posible una
sola vez después de un período de cumplido su mandato la elección de ambos en el congreso se circunscribía a
los dos primeros. Se creó el tribunal constitucional, el consejo de la judicatura y el defensor del pueblo, y se
modificó el régimen municipal (período de cinco años para el alcalde y voto de censura constructiva).
En otras leyes se hicieron aportes estructurales. En el sistema judicial se modificó el código penal aprobado por
decreto ley en el gobierno Banzer, se abolió la prisión por deudas y se aprobó la fianza juratoria y la ley contra la
violencia familiar.

Se aprobaron también la ley forestal, el código de minería, la ley del Banco Central, la ley del medicamento, la ley
del discapacitado, se reformó la ley tributaria (843) y se hicieron varias reformas a la ley electoral.

13.42. Narcovínculos, Coca y Lucha Contra el


Narcotráfico
El escándalo político de mayor magnitud en este período fue el llamado “Narcovínculos”. La detención de Isaac
“Oso” Chavarría y Carmelo “Meco” Domínguez, acusados de desarrollar actividades de narcotráfico, llevó al
descubrimiento de papeles personales de Chavarría y acusaciones de Domínguez, que parecían involucrar al ex -
Presidente Jaime Paz Zamora y otros dirigentes miristas, entre ellos Óscar Eid Franco. La acusación de la FELCN
fue que el MIR recibió contribuciones de Chavarría para la campaña municipal de 1987 y que Óscar Eid pagó los
gastos médicos a Chavarría internado en una clínica bajo nombre falso. Jaime Paz reconoció su amistad y
vinculación con este último (estuvo varias veces en su casa), pero no aceptó relación ilícita alguna con el acusado.
En marzo de 1994 en un dramático mensaje por TV Paz Zamora renunció para siempre a la política, pero unos
meses después volvió con ímpetu y fue candidato a la presidencia en 1997. Como producto del escándalo Eid fue
apresado y condenado a cuatro años de cárcel por encubrimiento a un narcotraficante. Enl995 Chavarría murió en
la cárcel sin sentencia que probara su actividad ilícita. En enero de 1996 el gobierno de Estados Unidos le retiró su
visa de ingreso a Jaime Paz Zamora y a su más estrecho colaborador Carlos Saavedra, ex-ministro del Interior de
su gobierno (Estados Unidos les restituyó luego la visa), igual que a otros cinco militantes del MIR. También fue
arrestado y extraditado a EE.UU. Faustino Rico Toro ex - jefe de la FELCN en el gobierno de Paz Zamora. En 1996
cumplió su condena y volvió a Bolivia.

Bolivia suscribió con Estados Unidos un nuevo tratado de extradición con el objetivo fundamental de incluir los
delitos de narcotráfico como parte esencial de éste, lo que estableció un mecanismo adicional de presión política le
los norteamericanos sobre el país.

En la lucha por la erradicación de la coca, Bolivia cumplió su compromiso de erradicar hectáreas de coca (como
ejemplo, en 1995 se erradicaron 5.492 ha.), pero el resultado no redujo prácticamente en nada la superficie de coca
excedente en el Chapare. EE.UU. usó la amenaza de la arbitraria descertificación (corte de la ayuda bilateral) para
presionar a Bolivia y otras naciones del área a cumplir estos compromisos. El gobierno enfrentó una opinión pública
adversa y una fuerte influencia sobre ella de los productores de coca, liderizados por Evo Morales, que
protagonizaron marchas sobre La Paz que degeneraron en violencia y una situación de permanente tensión en la
región del Chapare con un saldo de muertos y heridos (tanto campesinos productores como policías de UMOPAR.

En 1995 estalló el caso “narcoavión”. Un viejo carguero DC6-B boliviano fue interceptado en Lima llevando 4,1
toneladas de cocaína, el alijo más grande de droga incautado en nuestra historia. El responsable fue el
narcotraficante Amado Pacheco “barbaschocas” que operaba con la mafia mexicana, condenado a 13 años le
cárcel. Inexplicablemente el avión no fue detenido en La Paz. Ineficiencia y algo más de la FELCN y de la DEA
norteamericana, provocaron una crisis, la destitución de autoridades de la FELCN y una mancha de supuesta
protección desde el ministerio de Gobierno a cargo de Carlos Sánchez Berzaín.

13.43. Juicio a dos Magistrados de la Corte Suprema


y Prisión de García Meza
Entre 1993 y 1994, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Edgar Oblitas Fernández, y uno de sus
magistrados, Ernesto Poppe Martínez, fueron enjuiciados en el senado acusados de prevaricato. La base del juicio
fue el soborno pagado al ex- magistrado Hugo Galindo Decker, emisario de los mencionados jueces, por e1
nicaragüense Antonio Ibarra, sujeto a un pedido de extradición de su país, para que esta solicitud fuese denegada.
El senado esta vez sí sentenció a ambos con la destitución de sus cargos y la prohibición del ejercicio profesional
por un período de diez años. Fue la primera vez en la historia que se destituyó por este procedimiento al presidente
de la Corte Suprema.
Como producto de la voluntad política del gobierno y el trabajo coordinado a nivel internacional entre Bolivia y
Brasil, el 11 de marzo de 1994, fue capturado en Sao Paulo Luis García Meza. Bolivia pidió su extradición que se
concretó a pesar del esfuerzo de los abogados del ex - dictador. El 15 de marzo de 1995 García Meza fue
trasladado desde Brasil hasta La Paz, y ese mismo día entró en la prisión de Chonchocoro, tal como mandaba la
sentencia de la Corte Suprema conocida en 1993. García Meza fue el único ex - dictador latinoamericano
condenado y preso por sus delitos. En noviembre de 1994 el ex - general Waldo Bernal Pereira, miembro de la
junta de gobierno 1980-1981, fue también detenido y llevado a la cárcel de San Pedro de La Paz, para cumplir la
sentencia de la Corte Suprema en el mencionado juicio.

13.44. Amayapampa y Capacirca


El hecho más grave del que fue responsable el gobierno de Sánchez de Lozada fue el desenlace sangriento
producido en vísperas de la Navidad de 1996 en los centros mineros de Amayapampa, Capacirca y Llallagua. La
toma ilegal de minas de propiedad privada (empresa extranjera Dacapo) por parte de mineros que se oponían al
trabajo de los propietarios, condujo al gobierno a la intervención de esas minas. Para ello envió un destacamento
policial bajo la dirección de su comandante Gral. Willy Arriaza. La acción policial, a pesar de la evidencia de
trabajadores y comunarios armados, fue desproporcionada. El saldo trágico fue de 11 muertos y más de 50
heridos. La intervención de parlamentarios como mediadores logra frenar la espiral de violencia. El gobierno pidió
una investigación e informe de la OEA que estableció que el Presidente y los ministros de Gobierno y Defensa no
tuvieron responsabilidad directa en los hechos, pero planteó la necesidad de establecer responsabilidades en los
mandos de la policía. El Gral. Arriaza fue destituido de su cargo después de estos acontecimientos, pero el ministro
de Gobierno Franklin Anaya que debió, cuando menos, asumir su responsabilidad y renunciar no fue tocado.

13.45. Bolivia y el Mundo


Sánchez de Lozada, igual que su antecesor, realizó más de cuarenta viajes al exterior. El país organizó encuentros
de la magnitud del Grupo de Río en Cochabamba (1996) con la presencia de 13 jefes de estado, la Cumbre de las
Américas para el Desarrollo Sostenible en Santa Cruz (1996) con la participación de más de treinta países.
También en diciembre de ese año se realizó la sexta reunión de Primeras Damas de las Américas en La Paz en
abril de 1997 la cumbre de Presidentes del Pacto Andino en Sucre.

Uno de los problemas mayores de Bolivia ha sido la incapacidad de asumir su realidad en el contexto de
Latinoamérica y del mundo. La tendencia a mirarse siempre el ombligo, ha hecho que los bolivianos pierdan la
perspectiva, mucho más vigente que nunca al terminar el siglo XX, de que la globalización, la interdependencia y la
imposibilidad de un rol autónomo, grave en países tan débiles como el nuestro, nos obliga a analizar el presente y
el futuro en función de los otros, en función de un proceso de integración inexcusable. La solución de los problemas
bolivianos no pasa solamente por ideas encerradas en el ámbito doméstico, sino por la indispensable inserción
política, económica y social del país en su región. Esos imperativos se evidencian en la política de Estados Unidos,
potencia hegemónica de fin de siglo, y en el poder regional indisputable de Brasil y México como cabezas de
grupos de integración regional alternativos, sobre todo Brasil de gran influencia en Sur América.

13.46. Bolivia y el Mercosur


El proceso de globalización mundial de la economía (un solo modelo de economía abierta, nuevas tecnologías,
revolución de las comunicaciones, internet), condujo a un proceso creciente de integración en diversas regiones del
mundo. En ese contexto el 26 de marzo de 1991 se creó el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), mediante acta
presidencial firmada en Asunción (Paraguay), con la participación de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Esto
implica integrar a finales del siglo XX a 208,5 millones de seres humanos en una superficie de 11,9 millones de
kilómetros cuadrados. Por la importancia de sus dos principales socios, Brasil y Argentina, el MERCOSUR se
convirtió muy pronto en el mercado regional más importante en América después del NAFTA.

El 25 de junio de 1996, el gobierno de Sánchez de Lozada firmó un acuerdo marco, perfeccionado el 17 de


diciembre de 1996 y vigente desde febrero de 1997, que colocó a Bolivia como estado asociado al MERCOSUR,
cuyo objetivo es formar un área de libre comercio entre las partes (MERCOSUR y Bolivia), en un plazo de diez
años (hasta el 2007), promover el uso de la hidrovía Paraná-Nueva Palmira (que conecta a Bolivia a través de
Puerto Aguirre y Puerto Quijarro), promover y proteger las inversiones y la cooperación económica, energética,
científica y tecnológica.
Esta misma modalidad de acuerdo bilateral se dio entre Chile y el MERCOSUR.

13.47. Elecciones Municipales (1993-1995) y


Elecciones Presidenciales (1997)
Las elecciones municipales de fines del 93 ratificaron la mayoría del MNR. Lo más destacado fue el mal resultado
para el MIR (9,3 %) y la ADN (11,4%), al punto que el jefe adenista Hugo Banzer renunció a la jefatura de su
partido un mes antes del proceso electoral, previendo el resultado. Se pensó que sería el retiro definitivo de Banzer,
pero los hechos políticos lo desmintieron. Por el contrario, en 1997 fue elegido Presidente Constitucional.

En las elecciones municipales de 1995 se inauguró el sistema de votación por municipios territorializados, dándole
un verdadero sentido de participación al ciudadano.

Las elecciones presidenciales de 1997 encontraron al gobierno muy desgastado por el costo político de las
transformaciones estructurales. Sánchez de Lozada apoyó como candidato oficialista al ministro de Justicia Rene
Blattmann, quien inopinadamente renunció a la candidatura en enero, debilitando seriamente al MNR, cuyo
candidato de recambio fue Juan Carlos Duran. La muerte de Carlos Palenque en marzo unos meses después de
una agria ruptura con su esposa y dirigente condepista Mónica Medina, provocó una conmoción nacional y la
proclamación de Remedios Loza, la primera mujer en la historia del país en optar a la presidencia. El MIR llegó con
la sombra de la falta de visa a EE.UU. de su candidato Jaime Paz. El resultado mostró la atomización del
electorado. Ganó Hugo Banzer con el 22,3 %, el porcentaje de votos más bajo obtenido por un candidato
presidencial, ganador en la historia electoral boliviana, Juan Carlos Duran obtuvo el segundo lugar con el 8,2 % y
Remedios Loza el tercero con el 17,2 %. El parlamento ratificó al ganador por mayoría relativa, Hugo Banzer, a
quien acompañó como vicepresidente Jorge Quiroga. En esta elección se aplicó por primera vez el sistema de
diputados uninominales y plurinominales, con notables resultados para algunos candidatos que recibieron respaldo
de sus regiones, más allá de los votos obtenidos por sus candidatos presidenciales.

XIV. La crisis del estado. A la sombra del gas (1997-


2006)
El Momento Histórico

La apertura democrática de principios de los ochenta tuvo dos características, la recuperación total de libertades
ciudadanas y la imposición de un modelo de economía abierta. El primero en el gobierno de Siles y el segundo en
el de Paz Estenssoro. El desarrollo de ambos conceptos se apoyó en una democracia de pactos surgida tras la
crisis de gobernabilidad de la UDP. Ante la imposibilidad de ningún candidato de lograr el 50 % más uno de los
votos por más de veinte años, se impuso la lógica de lograr acuerdos entre los partidos mayoritarios para tener
mayoría congresal y cogobernar. El primer acuerdo entre Paz Estenssoro y Banzer conocido como Pacto por la
Democracia, inauguró un mecanismo que consolidó la gobernabilidad, pero a la vez estableció un circuito cerrado
de poder entre tres partidos, el MNR, la ADN y el MIR, que controlaron seis gobiernos en el periodo de dieciocho
años. Esta práctica acabó por desnaturalizar los importantes aportes que hicieron a la democracia, pues se creó
una élite socio-económica que se enriqueció a la sombra de estos gobiernos, la lógica de prebendalismo y
corrupción penetró en las estructuras de la administración y se dio una progresiva conversión de los partidos en
maquinarias electorales más que en instrumentos genuinos de representación de los intereses de la sociedad. La
aplicación de lo que Paz E. llamó la nueva política económica, marcó el progresivo desmantelamiento del estado, la
adscripción a una economía de mercado y el intento de adaptar al país a la globalización. Las reformas del primer
gobierno de Sánchez de Lozada, sin embargo, no reflejaron una política puramente neoliberal, dentro de ese marco
ideológico se aplicaron elementos de cambio progresista y aún revolucionario. Es el caso de la participación
popular, el proceso más profundo de descentralización de la historia con la creación de más de 300 municipios
territorializados con gestión autónoma y recursos propios cedidos por el estado. En la misma línea se inscribieron la
reforma educativa, la nueva ley de reforma agraria y el bonosol como una forma universal de jubilación. Pero la
verdadera piedra de toque que generó la crisis social y política más grave de todo este proceso fue la capitalización
de las cinco principales empresas del estado, particularmente de YPFB. Este modelo de privatización que entregó
el 50 % de la propiedad a empresas transnacionales y el otro 50 % a un fideicomiso a favor de los bolivianos,
reavivó la llama nacionalista que había sido prendida en 1952 y le dio a la izquierda una base para recomponerse
después del desastre que sufrió la UDP. El descubrimiento de gigantescas reservas de gas, irónicamente como
producto del proceso capitalizador, convirtió a este hidrocarburo en el caballo de batalla de la confrontación
ideológica que desató la crisis que derribó al modelo económico y político representado por los partidos
tradicionales en 2003.

La economía del país pasó en este periodo por un proceso de recuperación, desde la estabilización económica de
1986 que cortó la hiperinflación y recuperó la productividad del país, aunque con un altísimo costo social,
expresado en un alto desempleo. Los principales indicadores macroeconómicos del periodo se pueden resumir así:
La inflación tuvo un promedio de 81 % en el periodo 1986-89, 10,4 % en el periodo 1990-99 y 3,1 % en el periodo
2000-03. El crecimiento del PIB tuvo un promedio de 1,48 % en el periodo 1986-89, 4,01 % en el periodo 1990-99 y
2,28 % en el periodo 2000-03. Las exportaciones tuvieron un promedio de 657,3 millones de dólares en el periodo
1986-89, 1.103,6 en el periodo 1990-99 y 1.473,7 en el periodo 2000-03. La inversión pública tuvo un promedio de
494 millones de dólares en el periodo 1990-99 y 577 en el periodo 2000-03. El ingreso per-capita siguió en el 2003
como el más bajo de América del Sur, con solo 875 dólares.

A pesar del avance en indicadores sociales como menor analfabetismo, mortalidad infantil y materna, desnutrición,
etc., las condiciones generales de la población no mejoraron de modo sustantivo, los niveles de pobreza extrema
paliados relativamente, mostraron muy pronto que las promesas hechas en 1985 de que el ajuste de cinturones
permitiría el despegue del país, no se pudieron cumplir.

Las tendencias de cambio en Bolivia se enmarcaron en un contexto latinoamericano en el que se había agotado
una política económica con escasos resultados sociales y altos niveles de corrupción, todos esto marco un viraje
regional hacia posiciones de izquierda. La desestabilización y renuncias forzadas de Presidentes a través de
movilizaciones callejeras, fue un fenómeno que se dio en varios lugares del continente. También la emergencia
indígena se produjo en otras naciones del área andina como Perú y Ecuador, lo que marcó cambios en la política
de esos países.

A todos estos factores se sumó un proceso de recesión económica muy duro que se inició en 1999 y duró hasta
2002. Este fue el punto de inflexión histórica de la nueva democracia. El gobierno de Banzer enfrentó el comienzo
del desmoronamiento de las relaciones entre el estado y la sociedad expresado en abril de 2000 en la llamada
“guerra de agua”. Desde ese momento, el estado fue perdiendo terreno en la imposición de la autoridad
constitucional y el control básico del orden. Se olvidó la idea de que el cumplimiento de la ley es la base de las
relaciones civilizadas de una sociedad. La ley fue, como todo en los conflictos, sujeto de negociación. La historia
comenzó a cobrar las facturas de la exclusión, la discriminación y el racismo. El modelo se desplomó y con él sus
líderes y partidos históricos. El gobierno de Mesa inició un proceso de profundos cambios en el sistema político y
giró la política de estado hacia una visión nacionalista. El discurso anti sistema, no era solo de carácter social y
económico, sino también cultural, étnico y regional. Tras la desaparición de los liderazgos populistas de los noventa
de Palenque y Fernández, surgió el caudillismo indígena expresado primero en Felipe Quispe y luego en Evo
Morales, que condujo a la elección de un Presidente de raíz indígena, nacido en las duras confrontaciones del
sindicalismo cocalero con el estado. Para ello sin embargo, Bolivia tuvo que sufrir una escalada de violencia, con su
punto más dramático en octubre de 2003 con un saldo de 70 muertos. El llamado “empate catastrófico” entre dos
corrientes ideológicas, étnicas, sociales y económicas que no pudieron imponer su hegemonía comenzaba a
definirse.

 14.1. Segundo Gobierno Banzer 1997-2001


 14.2. La Ley del Diálogo
 14.3. La Campaña contra el BONOSOL y la creación del BOLIVIDA
 14.4. El éxito de la erradicación de la coca excedentaria y las secuelas de violencia en el chapare
 14.5. Reformas Institucionales
 14.6. La Sombra de la Corrupción
 14.7. El Caso Diodato
 14.8. El Juicio a Pinochet y la Operación Cóndor
 14.9. Las Tensas Relaciones entre Presidente y Vicepresidente
 14.10. La Recesión Económica
 14.11. Las Elecciones Municipales de 1999
 14.12. Los Conflictos y Bloqueos de Abril y Septiembre de 2000
 14.13. El Surgimiento de Nuevas Fuerza Políticas, La Crisis del Sistema de Partidos
 14.14. Enfermedad, Renuncia y Muerte de Hugo Banzer
 14.15. Jorge Quiroga Ramírez (1960)
 14.16. Gobierno Quiroga 2001-2002
 14.17. El Intento de Venta de Gas a Estados Unidos por un Puerto Chileno
 14.18. El Proceso de Institucionalización
 14.19. El Censo de Población y Vivienda
 14.20. Las Elecciones de 2002
 14.21. Segundo Gobierno Sánchez de Lozada 2002-2003
 14.22. Bonosol y Sumí
 14.23. El Problema de la Tierra
 14.24. Relación Gobierno-Oposición, Evo Morales y La Coca
 14.25. Febrero Negro
 14.26. Presidente y Vicepresidente, el camino a la ruptura.
 14.27. Octubre. La caída del sistema político del 85.
 14.28. Carlos D. Mesa Gisbert (1953)
 14.29. Gobierno Mesa Gisbert 2003-2005
 14.30. El programa económico “Bolivia Productiva y Solidaria”
 14.31. Compro boliviano y Ferias “a la Inversa”
 14.32. La Nueva Estructura Productiva Exportadora
 14.33. Infraestructura y Obras Públicas
 14.34. Política de Saneamiento de Tierras
 14.35. El Cato de Coca
 14.36. La Reforma Constitucional de 2004, hacia la Constituyente
 14.37. El Referéndum del Gas y la Ley de Hidrocarburos
 14.38. Autonomías y Alza del Diesel
 14.39. Las elecciones municipales de 2004. El fin de una era política
 14.40. Conflictos Sociales y Episodios de Violencia
 14.41. Una Política de Respeto a la Vida y a los Derechos Humanos
 14.42. El Tribunal Constitucional “Cerca” al Gobierno
 14.43. Mar, Soberanía y Gas como Arma Estratégica
 14.44. El Inicio de Juicio a Gonzalo Sánchez De Lozada
 14.45. Las Renuncias De Mesa Gisbert y El Fin de su Gobierno
 14.46. Eduardo Rodríguez Veltzé (1956)
 14.47. Gobierno Rodríguez 2005-2006
 14.48. La destrucción de misiles de las FF.AA.
 14.49. Las Elecciones Presidenciales y Prefectorales de 2005
 14.50. Últimos Acontecimientos

14.1. Segundo Gobierno Banzer 1997-2001


Hugo Banzer logró coronar su máxima aspiración política personal, un segundo período presidencial, pero esta vez
consagrado por el voto popular como Presidente constitucional. Para su sustento logró conformar una amplia
coalición de gobierno. Se alió con Nueva Fuerza Republicana (NFR), CONDEPA, MIR y UCS; éste último partido
dio un salto de un gobierno a otro sin transición alguna y a pesar del fuerte encono entre su antiguo y su nuevo
aliado. Este acuerdo le dio al gobierno dos tercios en el parlamento, que le permitieron un amplio margen de
decisión y le posibilitaron hacer cambios a algunas de las reformas estructurales de la gestión de Sánchez de
Lozada.

La inexistencia de un programa de gobierno claro, las características de la alianza y la heterogeneidad de sus


socios, dificultó la definición programática de Banzer que solo pudo concretarse en noviembre de 1997. Cuatro
fueron los pilares de ese proyecto: Oportunidad; crecimiento económico y generación de riqueza, a través de
mejorar la calidad ambiental y el ordenamiento territorial, la meta era llegar al final del gobierno con un 7% anual de
crecimiento del PIB. Equidad; desarrollo humano, salud, educación y capacitación laboral (lucha contra la pobreza).
Institucionalidad; instituciones democráticas, sistema judicial, descentralización administrativa, sistema político y
lucha contra la corrupción. Dignidad; lucha contra el narcotráfico y erradicación de coca, la meta era la erradicación
total de la coca excedente al 6 de agosto del 2002.
La primera ley aprobada por el legislativo fue la reforma de la ley del poder ejecutivo que había aplicado Sánchez
de Lozada, aumentando el número de ministerios de doce a catorce y creando viceministerios en sustitución de las
secretarías nacionales. Lo más destacado fue el renacimiento de los ministerios de Educación y Salud y la creación
del ministerio de Comercio Exterior. En 1999 repuso el ministerio de Comunicación con el nombre de Información
Gubernamental. Otro de los cambios que el gobierno hizo fue el del sistema regulador. Eliminó las
superintendencias de Seguros, Valores y Pensiones, fundiéndolas en una sola. Creó también el Superintendente
de Recursos Jerárquicos lo que debilitó al Superintendente General.

En diciembre de 1997 el gobierno decretó el alza de los hidrocarburos en un promedió del 27%, lo que generó la
primera caída de la popularidad del Presidente. Fue el porcentaje de aumento más alto desde 1992 en este rubro.
El alza periódica y sostenida de precios forzada por la subida del petróleo en el mundo, obligó al gobierno a
congelar los precios de carburantes en un convenio con las productoras, lo que lo hizo asumir un gasto adicional
del TGN para compensar los desfases de precios.

En la ONU, Banzer volvió a reclamar una salida marítima para el país y exigió el retiro de minas antitanques y
antipersonales sembradas por Chile en la frontera con Bolivia. El gobierno chileno no hizo efectiva esta acción. La
política hacia Chile a pesar del embate inicial, no produjo un giro de fondo en lo que hace a las relaciones
económicas, pero un nuevo tema complicó la agenda bilateral, el usufructo gratuito por parte de Chile de las aguas
del manantial del Silala (en el departamento de Potosí) que Bolivia consideraba que debían ser pagadas por
quienes las usan en ese país.

En mayo de 1998 se produjo un fuerte terremoto en el departamento de Cochabamba, el más intenso en Bolivia en
la segunda mirat del siglo XX. La población más afectada fue Alquile, también fueron seriamente dañadas Totora y
en menor medida Mizque. Casi 80 personas murieron y centenares quedaron heridas. Miles de familias quedaron
sin hogar.

En julio de 1999 fue inaugurado el gasoducto entre Bolivia y Brasil, la inversión más grande encarada en el país en
todo el siglo. Iniciado en el gobierno de Sánchez de Lozada, fue inaugurado por los presidentes Banzer y Cardoso
con una capacidad de transporte diario de hasta 30 millones de pies cúbicos de gas a plena capacidad.

El 7 de junio de 2001 murió en Tarija el ex presidente Víctor Paz, el hombre más influyente del siglo XX en Bolivia.
Su entierro expresó el sobrio respeto de un país que le rindió el homenaje que merecía. El 27 de agosto de ese
mismo año murió Juan Lechín, el más grande caudillo sindical de la historia. La desaparición de ambos cerró una
de las páginas más intensas e importantes del pasado boliviano.

14.2. La Ley del Diálogo


En septiembre de 1997, el Presidente convocó a un diálogo nacional que se inició con la participación de los
principales sectores de la sociedad civil y política. De esta iniciativa surgió la idea de abrir un espacio de diálogo
con participación de todos los sectores para establecer una estrategia de lucha contra la pobreza (2000). Esta idea
se unió a la decisión de algunas naciones de condonar parte de nuestra deuda con la condición de que el monto
condonado fuese íntegramente invertido en área social (HIPC II). Si bien la aprobación de una ley del diálogo con
esa base económica abrió un camino importante de participación, reforzó las ideas corporativistas de muchos
grupos sociales, prescindió del valor mediador y representativo del Congreso Nacional y debilitó la institucionalidad
del país.

14.3. La Campaña contra el BONOSOL y la creación


del BOLIVIDA
Una de las medidas más polémicas de esta administración fue la eliminación del Bonosol que había surgido del
proceso de capitalización. Tomando una decisión ilegal sobre fondos privados, el gobierno eliminó el mencionado
bono y lo sustituyó por el Bolivida. Del total del monto destinado al Bonosol (que en 1997 significó 248 dólares para
cada persona mayor de 65 años), un tercio fue al nuevo bono equivalente a unos sesenta dólares por persona, y
dos tercios a acciones para todos los bolivianos beneficiarios, que podrían usarlas como garantía de créditos o
como base de ahorro para la jubilación. Esta segunda parte nunca se cumplió ni se aplicó, y quedó sin efecto
cuando el segundo gobierno de Sánchez de Lozada repuso el Bonosol.

14.4. El éxito de la erradicación de la coca


excedentaria y las secuelas de violencia en el
chapare
La aplicación del plan Dignidad fue una de las prioridades de esta gestión. En el periodo 1997-2001 se logró el nivel
más alto de erradicación de la historia, con más de 25.000 hectáreas eliminadas, lo que puede considerarse como
un éxito indiscutible del gobierno. A su vez cesó la compensación monetaria directa a los productores por hectárea
erradicada. En una primera fase se hicieron compensaciones colectivas a cada comunidad que erradicaba, para
luego eliminar toda compensación. Esta tarea, que se basó en una clara voluntad política y contó con la
participación militar, superó un proceso de círculo vicioso que habían llevado los anteriores gobiernos desde 1988,
que era mantener casi sin modificación los niveles de siembra y erradicación con un resultado neto muy modesto.
Este esfuerzo gigantesco que dejó en el Chapare solo 6.000 hectáreas, no tuvo una compensación adecuada por
parte de los Estados Unidos, ya que dejó un vacío de ingresos que se calculan entre 300 y 500 millones de dólares
(año) con un efecto muy duro sobre la deprimida economía del país.

Como consecuencia, en este periodo se produjo una espiral de violencia en el Chapare. En varios enfrentamientos
murieron casi un centenar de personas y quedaron heridas más de doscientas cincuenta, sumados a una actitud
cada vez más beligeranre de los productores de coca (con probable influencia del narcotráfico), todo esto dejó la
evidencia de que a partir de esta etapa las confrontaciones entraron en una fase más dura. Las fuerzas del orden
subieron el nivel de la represión contra los bloqueadores (lógica que continuaron los siguientes gobiernos) con un
saldo de violencia y muerte creciente y los cocaleros protagonizaron hechos sangrientos al secuestrar, torturar y
matar a policías y soldados en medio de acciones de bloqueo y hostigamiento.

14.5. Reformas Institucionales


Uno de los mayores esfuerzos de la democracia boliviana a lo largo de los años fue la profundización de la
institucionalidad. Un paso en esa dirección fue la creación de nuevas instituciones a partir de las reformas
constitucionales de 1994. El gobierno de Banzer puso en marcha este mecanismo a través de la elección vía
parlamento de los miembros del Tribunal Constitucional, Consejo de la Judicatura y Defensoría del Pueblo. Renovó
también la Corte Suprema con el nombramiento de siete magistrados. Estas nuevas instancias fueron
fundamentales para mejorar el poder judicial, seriamente cuestionado durante todo el periodo democrático. La idea
era un camino hacia la despolitización del poder judicial y una mayor y genuina independencia con relación al poder
ejecutivo. Aunque de hecho, lo partidos grandes mantuvieron un control sobre el poder judicial, mediante acuerdos
parlamentarios para lograr los dos tercios requeridos. Otro aporte importante fue la reforma del código de
procedimiento penal que dio un salto decisivo dando fin al sistema escrito y dando comienzo a la oralidad de los
juicios, además de la inclusión de los jueces ciudadanos, lo que permitió juicios expeditos y la aceleración de
administración de justicia en este ámbito.

El gobierno asumió la responsabilidad y avanzó en el camino de mejorar una entidad tan cuestionada como la
aduana, comenzando su institucionalización a través de una nueva ley que buscaba cerrar los caminos de la
corrupción, con la creación de un directorio y un director autónomos, nombrados directamente por el congreso.

14.6. La Sombra de la Corrupción


El tema de la corrupción volvió a ser prioritario en la agenda gubernamental. En noviembre de 1998 el
Vicepresidente presentó al país un plan de lucha contra la corrupción trabajado junto a la cooperación internacional,
referido a legislación, reestructuración administrativa y desburocratización como objetivos. Sin embargo, los
problemas en aduana (entrada ilegal de automóviles), en la policía (manejo irregular de fondos de la institución), en
el ministerio de Salud (sobreprecio de la adquisición de vacunas) y en el de Trabajo (ingreso ilegal por fronteras de
un camión de propiedad del ministro del ramo), condujeron al Presidente a destituir de sus cargos al ministro de
Salud Tonchi Marincovic, al de Trabajo Leopoldo López, a los directores de aduana Castedo y el Gral. Monje y al
comandante general de la policía Gral. Ivar Narváez. La percepción ciudadana sobre el tema no cambió, a pesar de
esta señal. Se abrió una investigación al ministro de defensa Fernando Kieffer por haber comprado -por
instrucciones del Presidente- un avión inadecuado y con indicios de sobreprecio para defensa civil, que además se
usó para otros fines. Luego se demostró que el negociado había sido manejado por el propio Presidente y sus
allegados. También se descubrieron severas irregularidades en el manejo de los fondos para los damnificados del
terremoto de Cochabamba. A su vez, la contraloría emitió un informe que demostraba irregularidades serias en el
manejo económico de la prefectura de La Paz por parte del prefecto Luis Alberto Valle, yerno del Presidente.

Un polémico fallo de la Corte Suprema de Justicia determino que el gobierno pagara beneficios sociales a ex-
trabajadores del Lloyd Aéreo Boliviano por un monto de 56 millones de bolivianos, lo que llevó al parlamento a abrir
un proceso contra tres magistrados de la corte Luis Alberto Alipaz, Carlos Assad y Eduardo Terrazas, quienes en
criterio de la comisión de constitución de la cámara baja, debían ser sujetos de un juicio de responsabilidades por
prevaricato. Los magistrados renunciaron a sus cargos o se jubilaron, antes de ir a juicio.

En diciembre de 1997 fue intervenido y liquidado el banco Bidesa, cuyo principal accionista y ejecutivo Roberto
Landívar fue acusado de un estafa de más de 60 millones de dólares (la mayor en la historia económica reciente),
26 de ellos directamente defraudados al estado. Se protegió al ser electo diputado por NFR y apelar a su
inmunidad, pero finalmente fue desaforado y encarcelado.

14.7. El Caso Diodato


A mediados de 1999 en un operativo organizado por la DEA fue detenido Marino Diodato y un grupo de sus
colaboradores italianos. Diodato fue acusado de narcotráfico. Casado con una sobrina de Banzer, regentó casinos,
primero libremente, después clandestinos, organizó una red de teléfonos celulares ilegales y manejó de modo
irregular armamento militar. A principios de los noventa había sido nombrado capitán de las FF.AA. a pesar de ser
extranjero y de haber sido expulsado de la policía italiana. Se lo vinculó con una red de espionaje telefónico
organizada desde palacio de gobierno por el Gral. Luis Iriarte. Se mencionó que habían sido intervenidas las líneas
del propio vicepresidente Quiroga, directores de medios e importantes políticos, sin embargo la investigación del
caso se diluyó. Tras un agotador proceso, la acusación de narcotráfico contra Diodato llevó a su condena a diez
años de cárcel. El caso tocó muy de cerca al Presidente y generó la primera crisis seria que parecía amenazar la
propia permanencia del Jefe de Estado en el poder, dada la cantidad de temas oscuros que salieron a la luz y que
vinculaban a sus círculos más próximos.

14.8. El Juicio a Pinochet y la Operación Cóndor


La detención en Londres del ex dictador Augusto Pinochet y la decisión de los lores de no otorgarle inmunidad
como ex jefe de estado en lo referido a crímenes de lesa humanidad, tuvieron una fuerte repercusión en Bolivia.
Uno de los cargos contra Pinochet planteado por el juez español Baltasar Garzón que pidió su extradición a
España, fue su participación en la “Operación Cóndor”, sistema de inteligencia antisubversivo que enlazó a Chile,
Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia. A través de este mecanismo se detuvo e intercambió, con la ulterior tortura
y asesinato (desaparición), a muchos latinoamericanos. Bolivia fue parte de este esquema durante la dictadura de
Hugo Banzer (1971-1978), lo cual reabrió el debate sobre ese periodo y el recuerdo de las violaciones a los
derechos humanos de ese gobierno. La imagen del Presidente se deterioró internamente y se debilitó en el
concierto internacional, particularmente en Europa. Fue uno de los elementos más complejos en la gestión que
marcaron una línea de debilidad del ejecutivo en los conflictos sociales que enfrentó.

14.9. Las Tensas Relaciones entre Presidente y


Vicepresidente
El papel del vicepresidente en la aplicación del programa gubernamental fue muy destacado, a diferencia de sus
antecesores y más allá de sus atribuciones específicas; intervino y fue responsable en buena parte del diseño de la
política económica y fue, sin duda, el interlocutor ante los organismos internacionales y ante varios países que
apoyan a Bolivia. Esta realidad generó algunas tensiones entre los círculos próximos al Presidente y los que
estaban bajo influencia de Jorge Quiroga, lo que generó una fuerte tensión y distanciamiento entre el Presidente y
el vicepresidente. El tema llegó a su punto más crítico cuando el Presidente le exigió a Quiroga (1999) una
declaración pública de lealtad ante falsos rumores de una conspiración desde la vicepresidencia, que éste tuvo que
hacer. Esta situación favoreció la imagen de Quiroga, que se desmarcó de la deteriorada imagen del Presidente y
pudo encarar con relativa tranquilidad su gestión tras la sucesión. Irónicamente, la gente no asoció al
vicepresidente con el fracaso de la política económica y los sucesivos esfuerzos fallidos por resolverla.

14.10. La Recesión Económica


El periodo 1999-2001 fue extremadamente difícil para la economía, con problemas de contracción que bajaron
drásticamente el crecimiento del país a poco más del 1% en 2001. El crecimiento, menor a la tasa demográfica de
2,2%, reflejaba una contracción económica grave, expresada en la caída de exportaciones, en virtud de la crisis
asiática, brasileña, argentina y la permanente depresión de los precios de las materias primas que afecto a los
minerales y a la soya.

El gobierno buscó sin éxito aplicar medidas de reactivación. Tres intentos no lograron revertir una situación que no
fue reconocida hasta comienzos de 2000. Las medidas apuntaron a fortalecer el sistema financiero, ayudar a los
empresarios a reprogramar sus créditos, impulsar la bolsa de valores, liberar de cargas a las importaciones para la
producción y apoyar a sectores de exportación. Paradójicamente, la banca tenía más de mil millones de dólares
que no colocaba por falta de condiciones para los créditos. Las tasas de interés, a pesar de una bajada sostenida,
seguían siendo inviables para el fomento a la producción. Los depósitos cayeron y la mora subió dramáticamente
hasta superar el 23% en 2001. A pesar de los indicadores macroeconómicos controlados, la caída de la inflación al
record histórico de 1,6 % en 2001, mostró el nivel altamente recesivo de la economía, totalmente carente de
liquidez.

A pesar de este contexto se consiguieron algunas inversiones externas importantes. La privatización de las
refinerías de petróleo adquiridas por Petrobras-Pérez Companc por 102 millones, y la venta de la fundición de
estaño de Vinto en un precio muy bajo a un consorcio inglés (en el que se evidenciaron varias irregularidades),
marcó la paradoja de un gobierno que había criticado duramente la capitalización y que optó por la privatización
pura y dura, enajenando toda la propiedad de estas empresas. Fue también importante la inversión en SOBOCE
(productora de cemento) por 40 millones y la participación de ésta en el 33% de la cementera Fancesa de Sucre.

14.11. Las Elecciones Municipales de 1999


En diciembre de 1999 se llevaron a cabo elecciones municipales. Ganó a nivel nacional el MNR con el 19,5%,
seguido del MIR con el 16% y en tercer lugar ADN con el 13,5%. El nivel de abstención fue alto, alrededor del 40%.
Surgieron candidatos fuera de los partidos tradicionales como Juan del Granado del Movimiento sin Miedo (MSM)
que ganó en La Paz o Germán Gutiérrez que se prestó la sigla de Vanguardia Revolucionaria y ganó en Sucre. En
las capitales de departamento y El Alto, el MIR ganó en dos, ADN en dos, MNR, MSM, UCS, NFR, VR9 y PS en
una. El triunfo más rotundo fue el de Manfred Reyes Villa del NFR en Cochabamba con el 51% y el de José Luis
Paredes del MIR en El Alto. El Fracaso mayor fue el de Condepa con estruendosa derrota en El Alto y La Paz.

14.12. Los Conflictos y Bloqueos de Abril y


Septiembre de 2000
La olla de presión de una sociedad que comenzó a reconocerse a si misma después de los profundos cambios de
1952, expresó en las tensiones sociales, muchas veces irracionales, una realidad de desigualdad, inequidad y
exclusión que planteaba desafíos distintos a los que vivió Bolivia en la primera mitad del siglo XX. Nuevos actores y
fuerzas con una lógica cultural, étnica y reivindicacionista distinta, en el contexto de movimientos sociales
emergentes diversos y atomizados, marcaron este momento de la confrontación estado-sociedad en medio de una
violencia preocupante.

En abril de 2000 estalló un grave conflicto en Cochabamba, a raíz del contrato de concesión de provisión de agua a
la ciudad otorgado a la empresa Aguas del Tunari (un consorcio entre bolivianos y una empresa extranjera) y el
alza de tarifas y los problemas en la construcción del túnel del proyecto Misicuni, generaron un movimiento popular
dirigido por un grupo cívico denominado Coordinadora del Agua que exigió la rescisión del contrato. Paralelamente,
la CSUTCB organizó bloqueos de caminos en varios puntos del país El gobierno decretó el estado de sitio. La
policía liderada por el mayor David Vargas se amotinó en La Paz pidiendo mejores salarios, lo que debilitó
seriamente al gobierno. La presencia militar para restablecer el orden, dejó como saldo varias muertes y más de
medio centenar de heridos.

Pero lo peor vendría en septiembre cuando los campesinos en La Paz y los productores de coca en el Chapare,
protagonizaron violentos bloqueos de caminos que paralizaron durante tres semanas el eje troncal del país,
estrangulando las principales ciudades, produciendo desabastecimiento y gigantescas pérdidas económicas al
aparato exportador. Los cocaleros pedían que se detuviese la erradicación de coca, objetivo que no lograron. En el
altiplano surgió la figura de Felipe Quispe, Secretario Ejecutivo de la CSUTCB, que obligó al gobierno a negociar un
pliego muy duro que fue aceptado prácticamente en su totalidad. En estos días murió una veintena de personas y
resultaron heridas más de un centenar. Fue el peor momento de todo el gobierno de Banzer, que superó a duras
penas una crisis que marcó el final de cualquier posibilidad de revertir la situación económica y social general.

14.13. El Surgimiento de Nuevas Fuerza Políticas, La


Crisis del Sistema de Partidos
El inevitable desgaste del modelo político-económico tras veinte años de ininterrumpida democracia (que se
cumplieron el 10 de octubre de 2002), condujo al cuestionamiento de las fuerzas tradicionales. Acusados de
prebendalismo, corrupción y exclusión, los grandes partidos: MNR, ADN, MIR, enfrentaron una dura tarea, la
renovación que no quisieron concretar y que los llevó al desastre. La crisis económica defraudaba a un país al que
se le prometieron cambios para mejor que no se produjeron desde el comienzo del ajuste económico en 1985. En
lo inmediato esta arremetida crítica debilitó a los grandes partidos, pero no impidió un nuevo triunfo electoral del
MNR, en cambio, hirió de muerte a uno de ellos, ADN que en 2002 perdió más del 70 % de los votos que había
obtenido en 1997. Condepa tras su fracasado paso por el gobierno de Banzer terminó destruida con menos del 1%
en las elecciones de 2002 y UCS cayó a algo menos del 6 % de votos.

La fuerza creciente y el poder de movilización social de las federaciones de productores de coca del Chapare,
catapultaron a Evo Morales a un liderazgo sindical y una diputación tras su éxito regional en las elecciones de
1997. El Movimiento al Socialismo (MAS) que agrupó sectores marginales de la vieja izquierda y grupos
intelectuales críticos con el modelo, se transformó en la segunda fuerza política del país tras las elecciones de
2002, en las que estuvo a menos de dos puntos del ganador y arrasó en las elecciones de 2005, obteniendo por
primera vez desde 1966 más del 50% de los votos. El MAS cuya fuerza central era el movimiento cocalero, se
convirtió en protagonista crítico y radicalmente contrario al modelo liberal y el alineamiento de Bolivia en un
esquema de globalización y mercados abiertos. Para ello usó la presión de las calles, bloqueos y acciones
violentas. Su raíz marxista se mezcló con posiciones culturalistas y una debilidad y fortaleza, la coca como poder
de presión social.

El éxito de Manfred Reyes Villa como alcalde de Cochabamba (1993-2000) dio pie a la creación de Nueva Fuerza
Republicana (NFR) en 1996. La influencia en Cochabamba de esta agrupación le permitió una alianza con ADN
para las elecciones de 1997. Tras dos años de participación en el gobierno de Banzer y la renuncia de Reyes Villa
a la alcaldía de Cochabamba, su proyección a nivel nacional llevó a NFR a su punto más alto en las elecciones de
2002, en las que tras perfilarse como favorito, logró un estrecho tercer lugar y una importante presencia
parlamentaria. NFR buscó ser un partido renovador dentro de una línea crítica al modelo, sin salir de los
lineamientos esenciales del modelo democrático y económico vigentes entonces. La falta de experiencia de su líder
convirtió en un fracaso electoral sus grandes opciones de ganar cómodamente bajo el lema de “cambio positivo”.
Se alió con Sánchez de Lozada en el final de su segundo gobierno y tras una ciega oposición a Mesa Gisbert,
acabó destruido como partido. Felipe Quispe que nació a la política en el movimiento radical Ejército Guerrillero
Tupac Katari (EGTK) en el que participó Alvaro García Linera con un par de acciones que la justicia tipificó de
terroristas con un saldo de muertos en la primera mitad de la década del noventa y un total de cinco años de
prisión, devino en el líder de los sectores más radicales del sindicalismo campesino aymara, a través de la
CSUTCB.

En 2000 creó su partido, el Movimiento Indígena Pachacuti (MIP), en una línea de desconocimiento de la República
y propugnación de un espacio regional propio y autónomo. Los bloqueos de septiembre-octubre de 2000 pusieron
en claro su capacidad de presión y su efecto político sobre el poder central del gobierno. EL MIP obtuvo un
importante respaldo electoral en La Paz, que le permitió ser la quinta fuerza parlamentaria del país en 2002. En
2005, en cambió se desmoronó ante la captura de Morales del voto indígena.
14.14. Enfermedad, Renuncia y Muerte de Hugo
Banzer
En los primeros días de julio de 2001, el hospital W. Reed de Washington donde se hallaba internado el Presidente,
confirmó que sufría un tumor canceroso en el pulmón. Luego se supo que entre el 2 y 3 de julio el mandatario
estuvo a punto de morir tras una intervención de emergencia. El 28 de julio anunció desde Estados Unidos que
renunciaría al cargo. Los médicos le habían diagnosticado una enfermedad terminal que ya había tomado el
hígado. El 6 de agosto de 2001 en la Casa de la Libertad de Sucre dio su último mensaje en el que no expresó
arrepentimiento alguno por la violación a los derechos humanos en su primera presidencia y renunció, entregando
la presidencia al Vicepresidente Jorge Quiroga quien terminó su mandato. Retirado en Santa Cruz, afrontó los
últimos días de su enfermedad hasta su muerte el 5 de mayo de 2002.

14.15. Jorge Quiroga Ramírez (1960)


Nació en Cochabamba el 5 de mayo de 1960. Hizo estudios universitarios en las universidad A&M y Saint Edwards
de EE.UU., donde se graduó como ingeniero industrial y administrador de empresas. Trabajó en la empresa
privada en la segunda mitad de los años ochenta. En 1989 ingresó a ADN. En 1990 fue designado subsecretario de
Inversión Pública y en 1992 fue ministro de Finanzas de Jaime Paz.

Fue jefe de campaña de Hugo Banzer en las elecciones que éste perdió en 1993. En 1995 fue elegido subjefe de
ADN. En 1997 acompañó a Banzer como candidato vicepresidencial en las elecciones que ganaron. Ocupó la
vicepresidencia entre 1997 y 2001. Tuvo mucha influencia en la política económica de ese gobierno, así como en el
plan integridad y el de erradicación de coca. Su relación con el mandatario fue distante y por momentos muy tensa.
La renuncia del Presidente Banzer, forzado por una enfermedad terminal, lo condujo a la presidencia por sucesión
constitucional, que ocupó entre 2001 y 2002. En 2005 se desembarazó de ADN y creó un nuevo partido Poder
Democrático y Social (Podemos). Fue derrotado por Morales sucesivamente en los comicios de 2005 y en los de la
Asamblea Constituyente de 2006.

14.16. Gobierno Quiroga 2001-2002


El origen del gobierno de Quiroga, lo definió como de transición. Una de sus tareas más importantes fue presidir el
proceso electoral de 2002.

Como efecto del diálogo 2000 se desembolsó el dinero del HIPC II con el criterio del combate a la pobreza, lo que
permitió contar con más fondos a los municipios.

La situación económica continuó crítica, con una recesión inamovible. Cayó la inversión extranjera. Continuó la
depresión internacional de precios de materias primas, el aumento de la mora bancaria y la falta de liquidez en el
mercado, a pesar de la baj: de intereses de la banca a un 9,5 %.

La mayor responsabilidad de la gestión de Quiroga fue el incremento del déficit fiscal, que al concluir el 2000 era de
-3,73%, a fines del 2001 era de -6,82% y en agosto de 2002 fue de casi -9%, el más alto de la historia reciente del
país. Además de factores que no pueden olvidarse como la reforma de pensiones, la erradicación de la coca y una
relativa reducción del contrabando, los acuerdos firmados por su gobierno, particularmente el referido al aumento
de las pensiones tras la marcha y huelga de jubilados, determinaron que el ingreso mínimo de un jubilado fuese
mayor en dos veces al salario mínimo nacional. La carga de este acuerdo sobre el TGN fue brutal y contribuyó al
déficit. Se marcó también un nivel alto de donación directa externa para cubrir inversión pública, 111 de los 638
millones ejecutados vinieron de donaciones.

El mal manejo del Lloyd Aéreo Boliviano por la brasileña VASP, llevó a la compañía a una crisis que devino en su
compra por parte del empresario boliviano Ernesto Asbún. El proceso posterior abrió un escándalo en torno a la
grave situación económica del LAB y al propio mecanismo de compra, que llevó a un desastre casi terminal de la
compañía a principios del 2006. En cambio, las telecomunicaciones vivieron una revolución expresada en el
número de teléfonos celulares, que de 295 en 1991 pasó a 779.917 en 2001, superando las 522.931 líneas fijas. El
periodo de Quiroga terminó con la aprobación por parte de EE.UU. del ATP-DEA, un mecanismo que permitía a los
países andinos la exportación de textiles a esa nación.

Los conflictos sociales no pudieron superarse. El Presidente incrementó la militarización del Chapare con 4000
efectivos adicionales ante los bloqueos y la presión, con un saldo de más de diez muertos y varios heridos. El
problema de la tierra comenzó a agudizarle y se convirtió en un tema de primera preocupación nacional. Un
enfrentamiento en Pananti (cerca de Yacuiba) por tenencia de tierras entre los llamados “sin tierra” y propietarios,
dejó un saldo de siete muertos.

El 19 de febrero de 2001 La Paz sufrió una granizada de más de una hora que desencadenó el desborde de ríos
y taponamiento de sistemas de drenaje, que provocó 69 muertes, medio millar de heridos y varias familias que
perdieron sus hogares. Los daños materiales fueron de gran consideración. Fue una de las mayores tragedias de la
ciudad en toda su historia.

14.17. El Intento de Venta de Gas a Estados Unidos


por un Puerto Chileno
La meta más ambiciosa del gobierno fue concretar la venta de gas boliviano a México y Estados Unidos. El punto
crítico de la negociación, el lugar de la transformación de gas natural en gas natural licuado en un puerto del
Pacífico, planteaba la necesidad de decidir sobre el puerto.

Quiroga llegó a la conclusión de que la única forma viable de exportar el gas boliviano al Pacífico era un puerto
chileno, por esa razón continuó las conversaciones sostenidas por Banzer con el Presidente chileno Lagos y
avanzó en un principio de acuerdo confidencial que establecía la concesión por parte de Chile de un área de a
[rededor de 600 hectáreas bajo administración boliviana (probablemente en el puerto de Patillos, cerca de
Mejillones, antiguo territorio boliviano), esa administración tendría solo tres restricciones: la soberanía seguiría
siendo chilena, las leyes industriales y las leyes ambientales serían chilenas. La idea era instalar allí una planta de
transformación de gas a líquidos para su transporte al norte vía barco y el abastecimiento del mercado chileno, que
comenzaba a tener grandes déficits y necesitaba con urgencia un abastecimiento próximo y barato, es decir gas
boliviano. Este documento nunca se hizo público y quedó pendiente para su afinamiento en la siguiente gestión.
Paralelamente, Quiroga abrió conversaciones con Perú, generando en ese país falsas expectativas, ya que su
intención era tener una carta de presión para su negociación con Chile, preacordada con las empresas petroleras
que operaban en Bolivia.

Se inició la construcción de un nuevo gasoducto Yacuiba-Río Grande para poder cumplir con los requerimientos del
contrato de venta de gas a Brasil.

14.18. El Proceso de Institucionalización


Uno de los mayores logros de la gestión Quiroga fue la institucionalización del Servicio Nacional de Caminos y de
Impuestos Internos, despolitizando ambas oficinas, nombrando un directorio por la vía del congreso y directores
idóneos y apolíticos. Se aplicó la obligatoriedad de la declaración de bienes y su difusión pública por Internet, se
renovó la corte electoral y se desarrolló un programa de Reforma Institucional (PRI) en tres ministerios, educación,
agricultura y vivienda, como un primer paso de institucionalización en el poder ejecutivo.

El congreso aprobó una ley de necesidad de reforma con varios cambios para modernizar la carta magna. Varios
de esos cambios se inspiraron en el trabajo encomendado por el Presidente al Consejo Ciudadano de Reforma
Constitucional en el que participó quién sería luego Presidente Carlos D. Mesa Gisbert.

14.19. El Censo de Población y Vivienda


El 5 de septiembre de 2001 se llevó a cabo el primer censo del siglo XXI. Los resultados marcaron los siguientes
datos relevantes: El país tenía 8.274-325 habitantes, 1.853.533 más que en 1992, un crecimiento del 22,40%
(2,74% de crecimiento intercensal, significativamente superior al 2,11 % que se dio en el periodo 1976-1992). El
complejo urbano La Paz-El Alto se mantuvo como el mayor conglomerado citadino del país, con una población de
1.420.308; Santa Cruz superó también el millón de habitantes con una población de 1.113.582; por primera vez dos
centros urbanos pasaban del millón de habitantes, Santa Cruz casi duplicando su población con relación a 1992. La
tercera ciudad fue Cochabamba cuya área metropolitana sumó 752.956 almas. Oruro con 201.230 habitantes
creció menos del 10 %, Sucre con 193.876 tuvo más del 30 % de crecimiento. Tarija marcó un salto histórico al
superar a Potosí; o >n 135.783 habitantes creció un 34% en comparación a 1992, mientras Potosí con 132.996
habitantes apenas creció un 16%.

El proceso de migración de occidente a oriente se mantuvo inalterable, en una lógica irreversible. En 2001 el
41,71% de la población vivía en los tres departamentos de occidente (La Paz, Oruro y Potosí), contra un 56,08% en
1950, mientras que el 28,54% vivía en Santa Cruz, Beni y Pando, contra solo un 14,10% en 1950. Mientras Santa
Cruz, el departamento de mayor crecimiento intercensal subió su población en un 4,29%, el de menor crecimiento,
Potosí lo hizo apenas en un 1,01%. La Paz, Chuquisaca, Oruro y Potosí crecieron por debajo del promedio nacional
intercensal. La población urbana siguió en ascenso con un 62,42%, frente al 57,50% de 1992. El analfabetismo
cayó a un 13,3 % frente al 20 % de 1992. La población se autoidentificó como quechua en un 30, 7 % y aymara en
un 25,2 %. Bolivia era entonces un país mayoritariamente joven con un 58,63% de menores de 25 años. La
mortalidad infantil en menores de un año cayó de 75 niños muertos de cada mil en 1992 a 60 en 2001.

14.20. Las Elecciones de 2002


Estas elecciones marcaron un giro histórico en la democracia. Se rompió el trípode MNR-ADN-MIR como sustento
del modelo político-económico y control de la relación gobierno-oposición. Los nuevos movimientos sociales y
étnicos comenzaron a llenar el horizonte político. Apareció como gran favorito NFR con la candidatura de Manfred
Reyes Villa e Ivo Kuljis. Desde los partidos tradicionales se repitieron las candidaturas ce Gonzalo Sánchez de
Lozada por el MNR, a quien acompañó el periodista independiente Carios D. Mesa Gisbert y de Jaime Paz, con
Carlos Saavedra, por el MIR. Desde el antisistema y sustituyendo a Condepa y UCS, surgieron Evo Morales-
Antonio Peredo del MAS y Felipe Quispe - Esther Balboa del MIP.

La confrontación electoral parecía tener un ganador, Reyes Villa, quien con una equivocada estrategia electoral
terminó derrotado. Sánchez de Lozada ganó una elección por tercera vez en su vida, aunque con un estrecho 22,5
% frente al 20,9 % de Morales. Ambos dieron una sorpresa que barrió las expectativas de las encuestas. El tercer
lugar lo ocupó Reyes Villa también con 20, 9%, apenas 721 votos por debajo del MAS. El MIR ocupó otra vez el
cuarto lugar con el 16,3 %.

El Congreso con una histórica presencia pluriétnica y multicultural, ratificó con su voto mayoritario al ganador por
mayoría relativa, consagrando Presidente a Gonzalo Sánchez de Lozada y vicepresidente a Carlos D. Mesa
Gisbert, tras la alianza entre el MNR y el MIR, a quienes acompañaron MBL y UCS.

14.21. Segundo Gobierno Sánchez de Lozada 2002-


2003
Uno de los objetivos del retorno de Sánchez de Lozada a la presidencia, fue recuperar la imagen y la dirección de
las reformas estructurales de su primer gobierno, duramente criticadas (y en algunos casos frenadas o boicoteadas
desde el gobierno) en las gestiones de Banzer-Quiroga (ADN-MIR) y desde las posiciones de izquierda contrarias
al supuesto liberalismo de ese proceso. Sánchez de Lozada, sin embargo, no hizo una lectura correcta del
escenario nacional de principios de siglo. El rechazo masivo a la capitalización lo identificó ante las grandes
mayorías como responsable de la enajenación del recurso natural más importante del país, el gas. Se había
producido además un recambio generacional que marcó claramente la presidencia de Jorge Quiroga, quien tras
siete mandatarios sexagenarios y septuagenarios desde 1979, se posesionó con apenas 41 años (el Presidente
civil más joven de la historia). La saga de los Banzer (ya fallecido), Sánchez de Lozada y Paz Zamora, había
concluido por razones generacionales y por agotamiento de propuestas.

Hay que subrayar también la diferencia muy grande entre su primer y segundo gobierno. La apertura del primero a
independientes e incluso militantes de la izquierda seducidos por el ambicioso programa de cambios, fue uno de
sus rasgos distintivos. Técnicos e intelectuales de primer nivel tuvieron cabida en esa gestión. En el segundo
gobierno la consigna fue “ahora le toca al MNR”. Un gobierno de partido, basado en prebendas y privilegios para la-
militancia y no por la excelencia, sustituyó la lógica anterior. El 35% de voto popular de 1993 que pasó a un
reducido 22% en las elecciones de 2002, colocó al Presidente en posición débil, lo que lo forzó a acuerdos
apadrinados por los Estados Unidos entre el MNR y el MIR, entre Gonzalo Sánchez y Jaime Paz, cuyos rencores
personales nunca se superaron. Los débiles aliados del MBL y UCS no pudieron contrarrestar a un MIR que
controló y debilitó al gobernante desde el primer día.

El acuerdo, como en 1989 y 1997 cuando d MIR fue protagonista de gestiones de estado, se basó en un reparto de
cargos y cuotas de poder así al 50% para cada uno, desnaturalizando cualquier opción de una gestión que
recuperase el espíritu de 1993. La responsabilidad de lo que ocurrió en este periodo fue en consecuencia de
ambos líderes y de ambos partidos.

El parlamento marcó por su parte una nueva composición que parecía reflejar un cambio histórico, pero que mostró
muy rápidamente su incapacidad y la repetición de viejas prácticas prebéndales y de sujeción al ejecutivo
terriblemente negativas para el país. La cámara alta tuvo 3 senadores indígenas sobre 27, el 11%. La cámara de
diputados contó con 24 indígenas sobre 130 representantes, el 18 %, un crecimiento significativo aunque
insuficiente en la proporción de la población india, que de acuerdo al censo de 2001 (manipulado por una pregunta
que obligaba a una identificación étnica, desconociendo la categoría de mestizaje) representaba el 62% del total
por autoidentificación de los censados y solo 45 % de acuerdo a la lengua materna indígena hablada por los
censados.

La oferta gubernamental básica fue la generación de obras con empleos. El principal problema del país, el
desempleo, se había agudizado por la recesión. De hecho el gobierno solo pudo paliar la situación con la
continuación del “Plañe”, un programa de empleo temporal equivalente al salario mínimo nacional para obras de
infraestructura a cargo del gobierno que no pudo encarar la solución estructural del desempleo.

La situación económica que heredó ora muy crítica. La recesión que se había iniciado en 1999 remitió leve aunque
insuficientemente en el 2002, el 2003 fue el año de inflexión de la economía. El principal problema era el déficit
fiscal. En los gobiernos de Banzer y Quiroga subió de 4,65 a 8,81. A pesar de esa realidad, el gasto público se
incrementó por la presión del cuoteo político. Al terminar el 2003, el déficit había bajado apenas 0.9 puntos. Para
lograr ese resultado se incrementó los impuestos sobre beneficios a las refinerías de petróleo en manos privadas.
Se calcula que en 2003 el contrabando le restó al TGN ingresos por 480 millones de U$., alrededor de un 5 % del
PIB. Se aprobó el nuevo código tributario cuyo objetivo era hacer más eficientes las recaudaciones. Las
exportaciones crecieron en un 17% en el periodo 2002-2003. En tanto, el sistema financiero seguía con
dificultades, altos niveles de mora, casi 10.000 juicios a deudores y más de 210 millones de U$. de propiedades
agrícolas entregadas en dación de pago. La crisis había dejado a la empresa privada local devastada y exhausta,
con serias dificultades, gigantescas deudas financieras y también deudas con el estado (impuestos, Afp's y CNS).
El proyecto del “hospital de empresas”, basado en el apoyo a empresas en dificultades que se acogieran al
programa, no arrancó por la imposibilidad de acuerdos con los entes financiadores del proyecto.

Los sucesivos conflictos sociales de enero, febrero y septiembre de 2003, debilitaron progresivamente al gobierno y
lo llevaron a su caída. Tras los hechos de febrero el MBL se retiró del gobierno. En su mensaje litúrgico de 20 junio
de ese año, el cardenal Julio Terrazas describió al ejecutivo como hipócrita y soberbio. En respuesta la
administración buscó a la iglesia que aceptó promover un acuerdo nacional que se frustró el 2 de septiembre
cuando Evo Morales boicoteó su firma. En agosto de 2003, en un último esfuerzo por reposicionarse, Sánchez de
Lozada y el cogobernante Paz Zamora, que habían dejado el manejo político en manos de Carlos Sánchez Berzaín
y Óscar Eid, intentaron apuntalarse inútilmente con el ingreso al gobierno del NFR de Manfred Reyes Villa en
agosto. Se recompuso el gabinete con un nuevo socio para el reparto de cargos del estado.

14.22. Bonosol y Sumí


Las dos medidas sociales más importantes de este periodo fueron el Bonosol y El Sumi. A través de una ley se
repuso el Bonosol, que con una intención política evidente el gobierno de Banzer sustituyó por el inoperante y
efímero Bolivida. El bono volvió con un pago anual de 1.800 bolivianos a cada persona mayor de 65 años. Esta
medida es uno de los legados más importantes de Sánchez de Lozada a la política social boliviana como producto
de la capitalización.
La creación del Seguro Único Materno Infantil (Sumi) que garantiza atención médica gratuita a la madre en el
periodo de gestación y parto y a los niños hasta los cinco años, fue un esfuerzo clave para reducir indicadores de
morbilidad (enfermedades) y mortalidad materno infantil y distribuyó esfuerzos entre estado y municipios para cubrir
estos requerimientos, que si bien afrontaron problemas de aplicación y cobertura sobre todo en el área rural,
marcaron otro avance en el cumplimiento de responsabilidad estatal en uno de los sectores más sensibles y
vulnerables de la sociedad.

14.23. El Problema de la Tierra


El origen del problema se vincula a la otorgación arbitraria y discrecional de grandes extensiones de tierra sobre
todo en el oriente del país en gobiernos dictatoriales (especialmente en el periodo 1971-1981), un manejo
discrecional del Consejo Nacional de Reforma Agraria (CNRA) antes de la ley INRA de 1996 y grandes
irregularidades en los procesos de saneamiento. La creciente migración de colonos quechuas y aymarás a las
tierras bajas, sin apoyo técnico adecuado y con asentamientos espontáneos, marcó una presión cada vez mayor
sobre el territorio y demandas que no se cubrieron por la lentitud de los procesos de titulación y tenencia. Se
produjo también superposición de espacios (tierras comunitarias de origen, concesiones forestales, áreas de
explotación petrolera y tierras agrícolas).

La creación del Movimiento Sin Tierra (MST) generó acciones sistemáticas y arbitrarias de tomas de tierras que
obligaron al gobierno y sus sucesores a largas y difíciles negociaciones o desalojos de hecho. El MST a su vez,
respondió a móviles políticos e intereses personales de dirigentes no siempre referidas a las legítimas
reivindicaciones de los más pobres, y aprovechó la debilidad del estado para generar presiones irracionales y
violentas sobre éste.

El tema que había tenido su punto de explosión inicial en Pananti (Gran Chaco) en 2002, se expandió y se convirtió
en una de las cuestiones cruciales de la realidad social y económica del país, sobre todo en el oriente, pero
también en algunos lugares del valle y el altiplano. Se produjeron tomas de tierra en Terebinto, Chore y Yuquises
(Santa Cruz). En Monteverde (Santa Cruz), hombres armados impidieron el ingreso de funcionarios del INRA para
hacer una inspección legal. Hubo invasiones en Carrasco (Cochabamba) y Collana (La Paz). En todos estos sitios
el gobierno hizo desalojos con policía y FF.AA. En Yuquises esta decisión dejó un saldo de tres muertos.

14.24. Relación Gobierno-Oposición, Evo Morales y


La Coca
El Presidente intentó encuadrar su relación con el principal líder de la oposición, Evo Morales, en un clima de
diálogo y búsqueda de solución al problema de la coca, para ello Sánchez de Lozada se reunió cinco veces con
Morales entre septiembre y diciembre de 2002. Estos encuentros trataron de resolver los límites de la erradicación
de hoja ilegal, la posibilidad de una pausa en ese proceso, la mejora del desarrollo alternativa o con fondos directos
en manos de los municipios, la desmilitarización del Chapare, la posibilidad de autorizar un cato de coca por familia
en la zona (algo menos de media hectárea) y el posible inventario de la coca legal que redimensionara las 12.000
hectáreas aceptadas por la ley 100c, hacía arriba o hacia abajo.

El contexto de la discusión fue el incremento de un 23 % de la coca ilegal cultivada en 2002 y la negativa rotunda
de Estados Unidos a la pausa y al cato de coca. En esos meses se produjo además la muerte de un cocalero en
enfrentamientos y la de dos soldados de la fuerza conjunta de tareas en una emboscada. Todo ello condujo al
fracaso de este esfuerzo genuino de diálogo y marcó la decisión de Morales de pasar a 1a ofensiva al comienzo del
2003. El 13 de enero, Evo decidió, justificado por ese diálogo frustrado y sin ningún otro argumento valido de fondo,
un bloqueo cocalero de la principal carretera del país (Cochabamba-Santa Cruz) que prolongó hasta el 25 de ese
mes. El conflicto que terminó con un saldo de 12 muertos: 5 cocaleros, 4 campesinos, 1 minero, 1 militar y 1 policía,
acabó con el esfuerzo de Sánchez por recuperar respaldo popular. A partir de ese momento se quebró toda
relación entre el mandatario y la población. A fines de enero, el 71 % de los bolivianos desaprobaba la gestión que
apenas llevaba cinco meses, nivel de repudio que creció día a día.

14.25. Febrero Negro


El 9 de febrero el Presidente hizo conocer un proyecto de ley de impuestos que establecía el congelamiento de
salarios y un incremente de un 12,5 % de impuestos que afectaba al 20 % de los contribuyentes de acuerdo a su
nivel salarial (solo un 5 % de la población económicamente activa), basado en la realidad de un país que no cubría
sus gastos con ingresos propios, un universo tributario reducido y la inexistencia de impuesto a la renta de
personas. Argumentó que así evitaba un incremento del precio de los hidrocarburos que era mucho más duro para
los bolivianos más pobres.

La medida fue aprovechada por un sector de la policía que el 11 de febrero se amotinó (igual que en 2000, en
pleno estado de sitio) con la coartada de reivindicaciones salariales y logísticas internas, que tuvo su foco de
sedición en el cuartel del Grupo Especial de Seguridad ubicado a media cuadra de la Plaza Murillo. El cabecilla del
motín fue otra vez el mayor David Vargas, quien tomó parte de la plaza. En la mañana del 12 una manifestación del
sector trotskista del magisterio culminó en una marcha de estudiantes del colegio Ayacucho que entraron a la
plaza, inexplicablemente desprotegida y apedrearon la fachada del Palacio de gobierno con piedras que llevaban
en sus mochilas. La guardia de Palacio respondió con gases lacrimógenos para dispersar a los estudiantes. Este
hecho dio inició a una respuesta de los policías amotinados que a su vez dispararon sus gases contra Palacio. Tras
inútiles intentos de parlamentar para lograr un statu quo mientras se negociaba, se desató un enfrentamiento
abierto con uso nutrido de armas de fuego entre los amotinados reforzados por efectivos de otras unidades
policiales y la guardia presidencial de los Colorados reforzadas por policía militar. El saldo del día fue de 9 policías,
4 militares y 3 civiles muertos. El Presidente, el Vicepresidente y varios ministros tuvieron que abandonar Palacio
ante la posibilidad de la toma del edificio. Durante todo el 12 la ciudad, con una policía que se negó a patrullar las
calles y un ejército que retrasó su presencia urbana varias horas, quedó a merced del vandalismo. Grupos
organizados incendiaron el ministerio de Trabajo, el de Desarrollo Sostenible, el Tribunal Militar y las sedes del
MNR y el MIR. El hecho más dramático fue el intento de toma e incendio del edificio de la Vicepresidencia que
sufrió pérdida total en un par de salones. El equipo de seguridad del Vicepresidente y un heroico grupo de
estudiantes de historia de la UMSA salvó la Biblioteca y Archivo del Congreso de un incendió que pudo haber
destruido una parte esencial de la memoria histórica del país. Hechos similares aunque menores se vivieron en
Oruro y Santa Cruz.
El 13 continuó la violencia en La Paz y El Alto. La intervención de las FF.AA. para controlar el orden dejó un saldo
de otros 11 muertos y más de medio centenar de heridos, algunos de extrema gravedad. Gran parte de la
responsabilidad de esta tragedia que enfrentó en pleno centro del poder político al ejército y a la policía, debe
imputarse sin duda al destacamento de la policía y sus cabecillas, que vulneraron la Constitución e incumpliendo su
mandato esencial buscaron alterar el orden legalmente constituido. La reacción del ejército, particularmente el día
13, fue desmesurada y condujo ulteriormente a la apertura de juicios ordinarios contra oficiales de la institución. El
saldo trágico de treinta vidas dejó constancia de una crisis estatal dramática.

El Presidente afirmó que algunos de los disparos contra el Palacio buscaban su asesinato. Una ventana blindada
del despacho presidencial registró un tiro cuyo destino era el respaldo del sillón de trabajo del mandatario.

Como producto de esta situación se produjo una crisis de gabinete, se redujo el número de ministros de 18 a 13 y
se modificó la Ley del poder ejecutivo. Bolivia pidió una investigación del caso a la OEA, que emitió un informe que
eximía de responsabilidades al gobierno en tan grave episodio.

14.26. Presidente y Vicepresidente, el camino a la


ruptura.
La inclusión de Mesa Gisbert en la fórmula presidencial, permitió a Sánchez contar con una figura independiente de
renovación generacional, con credibilidad y una misión específica, la lucha contra la corrupción. El Vicepresidente
posesionó en agosto del 2002 a la prestigiosa periodista Lupe Cajías como Secretaria de Lucha contra la
Corrupción. La secretaría emitió en un año dieciséis informes públicos, algunos trascendentales como el del
manejo de fondos del terremoto de Aiquile, que reabrió el juicio y aceleró sentencias; el de corrupción en el Fondo
Nacional de Desarrollo Regional que obligó a varias renuncias y apertura de procesos; el de irregularidades en
adjudicaciones de carreteras del ministerio de Desarrollo Económico que forzó la renuncia del ministro Farfán; el de
reapertura de juicios de responsabilidades en el congreso al ex prefecto de La Paz Valle y al exministro de Salud
Marinkovic y el de una polémica investigación del manejo de recursos de la Reforma Educativa.

Se buscó continuar el trabajo de fortalecimiento institucional, iniciado en la gestión de Luis Ossio, con la aplicación
de una profunda reforma judicial que enfrentó las trabas de un Consejo de la Judicatura penetrado por la corrupción
y el prebendalismo. Los intentos del Vicepresidente de evitar el cuoteo político del poder judicial en el Congreso
(entre MNR, MIR y NFR), particularmente en el Tribunal Constitucional y sus denuncias contra dos consejeros de la
Judicatura, generaron las primeras fricciones con el ejecutivo. El 29 de mayo el Vicepresidente pronunció en la
Cámara Americano Boliviana un discurso duro en contra del manejo interno del gobierno en manos del MNR y MIR
y su lógica de reparto del estado. El 4 de julio estalló el caso Macororó con un informe de Cajías denunciando la
explotación gratuita de reclutas en trabajo agrícola a favor de propietarios privados. Mesa pidió al Presidente la
renuncia del ministro de Defensa Freddy Teodovich, pero Sánchez de Lozada respaldó a su ministro.

En septiembre, contra la opinión mayoritaria del país y el propio Congreso, el Presidente se negó a reelegir a Ana
María Campero como Defensora del Pueblo y obligó a su partido a bloquear su elección en el legislativo. El
Vicepresidente abogó sin éxito en varias reuniones personales con Sánchez de Lozada por esa reelección, dada la
calidad de la defensora.

La decisión del Presidente y los ministros del ala dura a reaccionar con extrema violencia a los hechos de
conmoción civil de octubre por parte del gobierno, con un saldo trágico muy elevado, marcó la ruptura final, cuando
e Vicepresidente decidió romper con el gobierno el 13 de octubre de 2003 en un mensaje a la Nación en el que
expresó que no estaba dispuesto a matar para permanecer en el gobierno.

14.27. Octubre. La caída del sistema político del 85.


En medio de una convulsión social creciente, agudizada en septiembre de 2003, volvió a surgir el tema del gas. Se
rumoreó que Sánchez quería vender el gas por Chile y a Chile. El 20 de septiembre de 2003 el Presidente chileno
Lagos ofreció públicamente a Bolivia un puerto sin soberanía pero libre de impuestos. Aunque el gobierno no tomó
públicamente posición alguna, es evidente que su intención era viabilizar la salida del gas por Chile, en función de
consideraciones prácticas y económicas. Este tema sería la bandera que terminaría por empujar al abismo a
Sánchez de Lozada.

El 13 de septiembre Felipe Quispe bloqueó las salidas de La Paz al Perú y a Oruro en protesta por el
encarcelamiento de un indígena acusado de un asesinato. El Alto paró contra los nuevos impuestos propugnados
por su alcalde José Luis Paredes y los Yungas bloquearon los accesos a la sede de gobierno por temas de la coca.
El 2o de septiembre el ministro de defensa Sánchez Berzaín decidió encabezar personalmente un operativo militar
policial para rescatar a una treintena de turistas extranjeros parados por el bloqueo en Sorata. El saldo fue de 6
muertos: 5 campesinos y 1 policía. Esta acción desencadenó la espiral final de octubre. En abril de 2006, Quispe
declaró al semanario Pulso que él personalmente había organizado la emboscada contra la policía y el ejército en
Warisata. A fines de septiembre la COB entró en una huelga general a la que se sumaron jubilados y campesinos.
La Universidad de El Alto generó hechos vandálicos. Para el 11 de octubre, la acción coordinada y violenta de
varios sectores movilizados dejó la sede de gobierno bloqueada y desabastecida de alimentos y combustibles. Ese
día el Presidente aprobó un decreto autorizando la intervención de las FF.AA. para garantizar la libre circulación y
el abastecimiento de la ciudad. La operación, otra vez liderada por el más duro de los ministros, Sánchez Berzaín,
se transformó en una pesadilla. El domingo 12 de octubre murieron en la acción militar 26 civiles y el convoy de
cisternas que quiso justificarla apenas cubrió el consumo de gasolina de un par de días. Por esos hechos, el 13 por
la mañana se produjo la ruptura de Mesa con el mandatario, ese día enfrentamientos en La Paz, El Alto y Santa
Cruz cobraron la vida de 29 personas. El Presidente atrincherado en la casa presidencial de San Jorge, perdió el
control de la situación, enervada por las muertes con acciones de violencia callejera organizada. Las banderas de
reivindicación que originalmente exigían no exportar el gas, un referéndum sobre hidrocarburos y una Asamblea
Constituyente que había sido una demanda reavivada en el proceso electoral de 2002 se transformó en un clamor
nacional que exigía la renuncia del Presidente. Se inició una huelga de hambre masiva encabezada por Ana María
Campero con el mismo pedido. El desmoronamiento definitivo se dio cuando el viernes 17 Reyes Villa anunció su
retiro del gobierno. A las 4 de la tarde de ese día Sánchez de Lozada, su familia y Sánchez Berzaín, abandonaron
la casa presidencial asediada por una multitud enardecida apenas retenida a pocas cuadras. Un helicóptero los
trasladó hasta el aeropuerto de El Alto. De allí, volaron a Santa Cruz. A las nueve de la noche, desde una pequeña
oficina del aeropuerto de Viru Viru, minutos antes de abordar un avión del LAB con rumbo a Miami, Sánchez de
Lozada envió por fax al Parlamento un amargo texto de renuncia redactado por su asesor personal Irving Alcaraz.

El saldo trágico de sus catorce meses de gobierno fue de 112 muertos: 92 civiles y 20 policías y militares.
Acababa dramáticamente una etapa de la democracia reabierta en 1982 y organizada por el MNR, M1R y ADN en
1985. Los partidos tradicionales agotaron un modelo que poco a poco le fue dando la espalda a la gente y terminó
enredado en procesos de exclusión, favoritismo de élites de poder y un cuoteo descarado de los espacios del
estado. La insurgencia de demandas de cambio, cada día más radicalizadas, condujo a Sánchez de Lozada a un
final que empañó su importantísima primera gestión gubernamental.

14.28. Carlos D. Mesa Gisbert (1953)


Carlos D. Mesa Gisbert nació en La Paz el 12 de agosto de 1953, hijo de los historiadores José de Mesa y Teresa
Gisbert. Realizó estudios de ciencias políticas y literatura en la universidad Complutense de Madrid y Mayor de San
Andrés de La Paz de la que egresó.

Fue fundador de la Cinemateca Boliviana. En 1979 comenzó como periodista en radio Cristal con un estilo
heterodoxo de análisis de las noticias. Fue subdirector del vespertino Última Hora, creó el programa de entrevistas
De Cerca y dirigió los noticieros de tres canales de TV. En 1990 creó con X. Valdivia, M. Espinoza y A. Pando la
productora de noticias de TV, Periodistas Asociados Televisión (PAT) que en 1998 se transformó en red nacional.
Fue Secretario Gral. de la Asociación de Periodistas y miembro del Consejo para la Reforma de la Constitución
(2001), base para la reforma constitucional de 2004 que él mismo promulgó.

En 2002 entró en política como candidato independiente a la vicepresidencia junto a Gonzalo Sánchez de Lozada
del MNR. Llegó a la vicepresidencia el 6 de agosto de 2002, cargo que ocupó hasta el 17 de octubre de 2003.
Después de su ruptura con el Presidente, a raíz de la violencia ejercida en las crisis de octubre que forzó su
renuncia, juró a la presidencia el 17 de octubre de 2003 a los 50 años. Gobernó hasta el 9 de junio de 2005,
cuando renunció voluntariamente al cargo.

Ha escrito doce libros, entre ellos Presidentes de Bolivia entre Urnas y Fusiles (1983), La Aventura del Cine
Boliviano (1985) e Historia de Bolivia (1997). Ha realizado un centenar de documentales, junto a Mario Espinoza,
entre ellos El Cielo y el Infierno (1988), y la serie histórica Bolivia Siglo XX, con ejemplos como La Guerra del
Chaco (1991), Más allá de los Andes (2005) y Los hijos del Sol (2006). Es miembro de la Academia Boliviana de la
Historia y de la Sociedad Boliviana de Historia. Ha recibido los premios de periodismo Manuel Vicente Ballivián
(2000) y el internacional Rey de España. (1994).

14.29. Gobierno Mesa Gisbert 2003-2005


Cuando Carlos D. Mesa Gisbert juró el cargo presidencial la noche del 17 de octubre de 2003, todavía se vivía una
incertidumbre muy grande en torno a sus posibilidades de pacificar el país. Estaba claro que en ese octubre se
había producido un quiebre histórico irreversible. Una forma de hacer política moría y debía nacer otra, pues las
relaciones estado-sociedad estaban rotas. Una larga factura histórica debía ser pagada por unas élites que no
pudieron responder a sus desafíos históricos.

En su discurso inaugural el Presidente estableció la agenda que buscaba solucionar la crisis política del país.
Destacó la necesidad de una paz anclada en el respeto a los derechos humanos y a la vida como valor
fundamental. Se comprometió a convocar un referéndum vinculante sobre el gas, a cambiar la ley de hidrocarburos
vigente y a convocar a una Asamblea Constituyente. Bolivia estaba frente a una crisis de estado, no de gobiernos,
por ello era necesario un nuevo pacto social. La Asamblea era la única respuesta pacífica a una confrontación
nacional que amenazaba con una guerra civil. Decidió hacer un gobierno sin partidos políticos con la tarea de
luchar contra la corrupción y de practicar austeridad, dada la crisis económica heredada.

El 18 en la mañana se trasladó a El Alto y allí, ante una multitud tensa y acongojada, comprometió justicia y pidió
un desarme espiritual y material de todos. Este gesto fue altamente valorado y logró la pacificación en El Alto, La
Paz y el país.

Se rodeó de un gabinete de independientes, con poca o ninguna experiencia política, pero de gran prestigio
personal y alta calificación profesional. De igual modo, los prefectos de departamento respondían a un perfil
apolítico y altamente calificado. Creó el ministerio de Asuntos Indígenas y las delegaciones presidenciales de
Lucha contra la Corrupción, Tierras, Desarrollo Institucional y Asuntos Parlamentarios. En un año y ocho meses de
gestión posesionó tres gabinetes.

Dada su independencia partidaria, gobernó sin parlamentarios y muy pronto con el legislativo en contra. A
principios de 2005 se intentó estructurar una bancada oficialista en diputados y senado, llamada de “transversales”,
que no logró fortalecerse por la indecisión del Presidente que no quiso formar una organización política propia.

Su gobierno enfrentaba una situación económica crítica. A pesar de que terminó la contracción del periodo 1999-
2002, el déficit fiscal a septiembre de 2003 era de 8,1 %.

La primera acción internacional fue la exitosa realización de la XIII Cumbre Iberoamericana en Santa Cruz de la
Sierra, con presencia de casi veinte jefes de estado y gobierno, donde Bolivia demostró que a pesar de la terrible
crisis, estaba de pie y en paz. En diciembre de 2004 en Cuzco, firmó junto a sus colegas sudamericanos el acta de
creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que nacía en un momento de crisis de la CAN y el
Mercosur. La nueva comunidad jugaba un rol articulador de la energía y la infraestructura física, como motores de
integración.

Una de las tareas que el gobierno heredó fue revertir la decisión de Estados Unidos de no incluir a Bolivia en las
negociaciones para un tratado de libre comercio con los países andinos. Mesa Gisbert no logró integrar al país en
esa negociación, que tenía fuerte resistencia interna.

Cumpliendo el mandato de la ley se desarrolló el Diálogo Nacional Bolivia Productiva en el que participaron casi
70.000 personas, desde el nivel local hasta el nacional. Muchas de las propuestas generadas allí se convirtieron en
políticas de estado.

En la línea de recuperación de la memoria histórica del país, el Presidente apoyó e inauguró la construcción del
edificio del Archivo Nacional de la Minería en El Alto, institución organizada y dirigida por Edgar “Huracán” Ramírez,
ex dirigente minero.

14.30. El programa económico “Bolivia Productiva y


Solidaria”
El programa económico se concibió sobre la idea de combinar el desafío productivo y el compromiso social. Eliminó
los llamados “pluses” que se pagaban a las más altas autoridades en gestiones anteriores, que doblaban o
triplicaban el salario de planilla, redujo 10 % del sueldo del Presidente y 5 % del de los ministros, viceministros y
directoras generales. Redujo los gastos reservados de 140 millones de bolivianos al año a solo 60. Aprobó un
decreto que especificaba sus limitaciones y su rendición obligatoria al Contralor. En la gestión 2004 el ejecutivo
gastó solo un 65 % del total de los gastos reservados, el saldo lo destinó a la compra de vehículos para equipar a la
Policía. Se redujo en más de un 7 % los gastos anuales de la administración central. Fomentó las exportaciones
con la extensión del régimen especial tributario y financiero a todos los exportadores, difirió el IVA y aranceles por
tres años y medio y universalizó el acceso al Fondesif. Lanzó un programa de promoción turística de Bolivia a nivel
internacional con su eje en el Salar de Uyuni. Se comenzó a aplicar la Estrategia de Desarrollo Agropecuario y
Rural (ENDAR). En la línea de lucha contra la pobreza creó el Pro País con un fondo de 30 millones de dólares
para impulsar proyectos sociales de alto impacto en sectores deprimidos y de alta conflictividad, recibiendo
proyectos desde los municipios y juntas vecinales. Creó la tarifa solidaria para el suministro de energía eléctrica a
los más pobres. Creo la dirección de Medicina Tradicional. Aprobó el reglamento al Código tributario. Propuso un
impuesto al patrimonio neto de personas con una tasa de 1,5 % a quienes tuvieran un patrimonio mayor a 50.000
$us y un impuesto a las transacciones financieras (ITF) con una tasa del dos por mil. Aplicó el ITF, pero retrocedió
equivocadamente en el impuesto al patrimonio, ante 1a presión de sectores de poder, debilitando la señal de
orientación social por los más pobres.

Su política económica responsable y el contexto internacional favorable, permitieron resultados macroeconómicos


exitosos. En 2004 se rompió la barrera histórica de los 2.000 millones en exportaciones y el déficit fiscal de 8,1 %
del PIB en octubre de 2003, pasó a 2,3 % en 2005.
14.31. Compro boliviano y Ferias “a la Inversa”
El elemento más exitoso del plan económico fue el incentive a la producción nacional, que era una respuesta a una
actitud sistemática en la década anterior de darle la espalda a los productores e industriales bolivianos. Para ello
aprobó el decreto denomina lo “Compro Boliviano” dando preferencia en las compras del estado a productores
nacionales con montos de licitaciones de hasta 8 millones de Bs., fragmentó los pliegos de propuesta para
pequeños y medianos empresarios y dio bonificaciones a los productores nacionales en licitaciones grandes. Creó
también las “Ferias a la Inversa” en las que las instituciones pusieron a consideración sus demandas y permitieron
a los ofertantes acomodarse a estas, incentivando la producción local.

14.32. La Nueva Estructura Productiva Exportadora


Si bien es cierto que el país desarrolle un proceso de diversificación productiva sobre todo en los años noventa del
siglo XX, el alza espectacular de los precios internacionales de las materias primas a partir de 2003, colocó de
nuevo a los productos tradicionales, hidrocarburos y minerales, como los más importantes por el volumen de
ingresos en divisas, disminuyendo la incidencia de los productos no tradicionales. La tendencia parecía marcar que
nuevamente el país se volvía excesivamente dependiente de hidrocarburos y minerales en desmedro de la
diversificación, a la vez que muy vulnerable a la fluctuación ce precios, ajena a la capacidad de decisión interna.

14.33. Infraestructura y Obras Públicas


En esta administración se concluyeron y entregaron 512 km. de asfalto, que completaron en un año y ocho meses
de gestión, obra; comenzadas en los gobiernos de Banzer, Quiroga y Sánchez de Lozada y se iniciaron obras y
firmaron contratos por 635 km. más. Un total de 1.147 km. de carreteras asfaltadas.

En diciembre de 2003 una riada derribó el puente Gumucio en el Chapare, el mayor de la carretera Cochabamba-
Santa Cruz, la principal del país. El 3 de noviembre de 2004, Mesa Gisbert entregó el nuevo puente de 320 mts.
tras solo siete meses de trabajo. Entre sus principales obras se debe mencionar el tramo Tarapaya-Ventilla (134
Km.) que concluyó la ruta Oruro-Potosí y unió por primera vez por asfalto la sede gobierno con la capital del país.
Abapó-Camiri (153 km.), completando el asfalto de la carretera Santa Cruz-Yacuiba. La Mamora km. 19 (93 km.)
que unió por asfalto Tarija con Bermejo. Entregó la rehabilitación de la línea férrea Sucre-Potosí (150 km.).

Inició la carretera Potosí-Tarija de 12 km. por un monto de 218 millones de $us. Firmó los contratos para los tramos
Roboré-El Carmen (140 km.) y El Carmen-Arroyo Concepción (108 km.), partes de la carretera Santa ("ruz-Puerto
Suárez. Finalmente, impulsó el proyecto para el desarrollo de Puerto Busch y la explotación de los yacimientos del
Mutún, haciendo una convocatoria internacional para su adjudicación.

14.33. Infraestructura y Obras Públicas


En esta administración se concluyeron y entregaron 512 km. de asfalto, que completaron en un año y ocho meses
de gestión, obra; comenzadas en los gobiernos de Banzer, Quiroga y Sánchez de Lozada y se iniciaron obras y
firmaron contratos por 635 km. más. Un total de 1.147 km. de carreteras asfaltadas.

En diciembre de 2003 una riada derribó el puente Gumucio en el Chapare, el mayor de la carretera Cochabamba-
Santa Cruz, la principal del país. El 3 de noviembre de 2004, Mesa Gisbert entregó el nuevo puente de 320 mts.
tras solo siete meses de trabajo. Entre sus principales obras se debe mencionar el tramo Tarapaya-Ventilla (134
Km.) que concluyó la ruta Oruro-Potosí y unió por primera vez por asfalto la sede gobierno con la capital del país.
Abapó-Camiri (153 km.), completando el asfalto de la carretera Santa Cruz-Yacuiba. La Mamora km. 19 (93 km.)
que unió por asfalto Tarija con Bermejo. Entregó la rehabilitación de la línea férrea Sucre-Potosí (150 km.).

Inició la carretera Potosí-Tarija de 12 km. por un monto de 218 millones de $us. Firmó los contratos para los tramos
Roboré-El Carmen (140 km.) y El Carmen-Arroyo Concepción (108 km.), partes de la carretera Santa ("ruz-Puerto
Suárez. Finalmente, impulsó el proyecto para el desarrollo de Puerto Busch y la explotación de los yacimientos del
Mutún, haciendo una convocatoria internacional para su adjudicación.
14.35. El Cato de Coca
Los incidentes entre cocaleros y la fuerza de tareas conjunta en el parque Isiboro Sécure, tuvieron como desenlace
en octubre de 2004 la firma de un acuerdo entre Mesa Gisbert y Evo Morales. El gobierno autorizó en el Chapare la
existencia de 3.200 Has. y la autorización de un cato de coca por familia, los cocaleros se comprometieron a
apoyar al gobierno en la erradicación voluntaria de coca excedente en la zona. Un hito histórico que resolvió una de
las aspiraciones y demandas permanentes de las federaciones de cocaleros y que pacificó el Chapare, una de las
zonas más conflictivas y violentas del país.

14.36. La Reforma Constitucional de 2004, hacia la


Constituyente
El 20 de febrero de 2004, el Presidente promulgó la reforma a la Constitución que incluyó como mecanismos de
deliberación y gobierno del pueblo a la Asamblea Constituyente, la Iniciativa Legislativa Ciudadana y el
Referéndum. Incorporó el habeas data, que protege al ciudadano de información pública que dañe su imagen.
Estableció que también los extranjeros casados con bolivianas adquieren la nacionalidad. Reconoció la doble
nacionalidad. Restringió la inmunidad de los parlamentarios. Eliminó el monopolio de los partidos políticos,
permitiendo que agrupaciones ciudadanas o indígenas puedan presentar candidatos a las elecciones municipales y
nacionales. La gestión Mesa Gisbert ratificó así su voluntad de llevar adelante la Asamblea, creando la Unidad de
Coordinación para la Asamblea Constituyente (UCAC), que sentó las bases organizativas de lo que fue la
convocatoria de 2005.

14.37. El Referéndum del Gas y la Ley de


Hidrocarburos
El tema crucial de este gobierno fue la nueva política de hidrocarburos. Su objetivo era la recuperación de una
visión nacionalizadora con dos objetivos, un referéndum popular y una nueva ley.

El Congreso bloqueó desde el principio esta iniciativa, lo que obligó al Presidente a convocar al referéndum por
decreto el 13 de abril de 2004. A pesar de la oposición militante de las empresas petroleras, los sectores
empresariales, el Congreso y la izquierda radical, la campaña oficial forzó al legislativo a ratificar el decreto
mediante ley de 6 de julio (apenas 12 días antes del referéndum). Las cinco preguntas, reflejaban la orientación
ideológica gubernamental. La primera proponía la abrogación de la ley de Sánchez de Lozada; la segunda
planteaba la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo para el estado; la tercera, la
refundación de YPFB pasándole la propiedad de las acciones de los bolivianos en las petroleras capitalizadas; la
cuarta, el uso del gas como recurso estratégico para lograr una salida soberana al mar; la quinta, la aprobación de
la exportación del gas, previo consumo local, su industrialización y un incremento de impuestos y regalías a las
petroleras hasta un 50 %. El resultado del referéndum realizado el 18 de julio de 2004 fue: Pregunta 1: el SI obtuvo
el 91 %; pregunta 2: el SI obtuvo el 95 %; pregunta 3: el SI obtuvo el 92 %; pregunta 4: el SI obtuvo el 56 %;
pregunta 5: el SI obtuvo el 61 %. El contundente triunfo en las cinco preguntas, marcó un giro histórico en la política
energética y en consecuencia en la política global del país. Comenzaba así una recuperación del papel protagónico
del estado y una nueva idea de su responsabilidad social que la visión liberal abierta en 1985 había reducido. Fue
el referéndum convocado por Carlos D. Mesa Gisbert el que permitió el decreto de nacionalización de Evo Morales
en 2006.

El gobierno presentó su proyecto de ley de hidrocarburos, respetando el mandato del Referéndum. Esto generó
una confrontación con el Congreso que rechazó el proyecto gubernamental y debatió y aprobó el proyecto
presentado por el MAS.

El 6 de mayo de 2005 el Congreso sancionó (aprobó) la nueva ley de hidrocarburos por 60 votos, contra 47,3
abstenciones y 20 ausencias. Curiosamente, de los 29 parlamentarios que le quedanban al MNR, 17 votaron por la
aprobación a pesar de ser el partido que impulsó la ley de Sánchez de Lozada en 1996. Lo mismo hizo ADN de
Quiroga, sus parlamentarios votaron por la aprobación. El MAS en cambio, que había redactado y promovido la ley
que se sancionó, decidió votar por el rechazo a su propia ley. Las bancadas de Santa Cruz y Tarija que a lo largo
de loe debates se habían opuesto a la nueva ley, no fueron consecuentes; 12 de 22 representantes crúcenos
votaron por la aprobación y 8 de 9 tarijeños votaron también por la aprobación. Este era el grado de politización
irresponsable con que manejaron el tema los parlamentarios, votando por consignas y por intereses de coyuntura
más que por los intereses del país. El Presidente explicó en un mensaje que no promulgaría ni vetaría la ley. No la
vetó porque coincidía en su espíritu con la línea del gobierno, no la promulgó porque la consideraba contradictoria,
técnicamente deficiente porque su proyecto de ley había sido rechazado de inicio por el Congreso. El 17 de mayo
el presidente del Congreso promulgó la ley, cuyo contenido reflejaba el mandato del referéndum, reconociendo la
propiedad boliviana de los hidrocarburos en boca de pozo, la adecuación obligatoria de las empresas a la nueva
ley, la refundación de YPFB con las acciones de los fondos de capitalización colectiva de las empresas petroleras
capitalizadas, un nivel impositivo del 50 % como promedio a las empresas petroleras. Control de firma de contratos,
exportación y fijación de precios en manos del estado.

Como parte de una expansión de mercados, Bolivia firmó un acuerdo de venta de gas a la Argentina que ampliaba
el volumen exportado de 2 a 8 millones de mts cúbicos, a pesar de la oposición del MAS, e inició negociaciones
para la o instrucción del gasoducto del noreste en ese país, que permitiría una ampliación de venta a 27 Millones
de mts cúbicos.

14.38. Autonomías y Alza del Diesel


El 20 de abril de 2004 en ocasión de conmemorarse 10 años de la Participación Popular, Mesa Gisbert propuso en
su mensaje a la nación la creación de gobiernos departamentales autónomos y la elección directa de prefectos y
consejeros departamentales. Por primera vez un Presidente abogaba por la creación de gobiernos departamentales
autónomos. El gobierno aprobó un decreto que profundizaba la descentralización de gestión y de servicios, en
particular salud, educación y caminos. El decreto fue resistido por maestros y trabajadores en salud, y a pesar del
pedido del ejecutivo, los comités cívicos de Santa Cruz y Tarija se negaron a respaldar esa iniciativa que obligó a
las autoridades a dar marcha atrás.

El 28 de diciembre de 2004 el gobierno decretó el alza del diesel en un 23 %, la gasolina en un 10 % y mantuvo


congelado el precio del gas licuado. La razón para esta decisión fue el alza internacional de los precios del
petróleo. Entre octubre de 2003 y diciembre de 2004 el precio se había incrementado de 30,35 $us. el barril a
43,26. La subvención estatal al diesel representaba casi 100 millones de $us. al año, por eso se hizo un incremento
significativo del diesel, que respondiera al hecho de que el país era deficitario en este producto. Fue el detonante
de una crisis que hirió de muerte al gobierno. La estrategia desestabilizadora de sectores radicales del
empresariado cruceño que usaba sus medios de comunicación más poderosos, la actitud de los cívicos y la acción
del MNR de Sánchez de Lozada, levantó la bandera de la lucha contra el “dieselazo” para fortalecer la demanda
autonómica, paralizar Santa Cruz y amenazar al gobierno con la elección directa de un gobernador en un cabildo
abierto. Las FF.AA. advirtieron a Mesa Gisbert que en ese caso intervendrían para evitarlo. El Presidente negoció
una salida pacífica a la crisis, llegando a instruir que se retirase de la prefectura y edificios públicos de Santa Cruz
todo resguardo policial para evitar provocaciones y enfrentamientos. Evitó así situaciones que pudieron hacer
estallar el polvorín preparado por los desestabilizadores. El 28 de enero, se reunió una gigantesca concentración
cabildo al pie del Cristo en Santa Cruz exigiendo autonomía. El gobierno retrocedió en el alza del diesel,
nivelándolo con la gasolina. El 11 de febrero el gobierno convocó a un referéndum sobre autonomías, ratificado por
el congreso el 19 de mayo y el 8 de abril convocó a la elección directa de prefectos. Ambos procesos se
concretaron en los gobiernos de Rodríguez y de Morales.

14.39. Las elecciones municipales de 2004. El fin de


una era política
Las elecciones municipales del 4 de diciembre confirmaron que el país había decidido sepultar a la vieja política y a
los viejos partidos. Por primera vez desde l987, el gobierno no presentó candidatos a los municipios. Se aplicó la
reforma constitución que eliminó el monopolio de partidos, lo que permitió a las agrupaciones ciudadanas e
indígenas la presentación de candidaturas. Casi 450 organizaciones se presentaron a estos comicios. Esto produjo
inevitablemente una dispersión del voto. El MAS se convirtió en la primera fuerza política nacional, pero obtuvo
apenas el 17,4 % de los votos. Los partidos tradicionales cayeren de modo estrepitoso, el MIR obtuvo 6,5 %, MNR
6,1 %, NFR 2,7 % y ADN 2,3 %. Casi todos al borde de la desaparición, mientras en el Congreso controlaban la
mayoría absoluta, una verdadera ironía. La mayoría de las alcaldías fueron ganadas por agrupaciones ciudadanas,
organizaciones nuevas que mostraron la decisión del electorado de darle la espalda a la vieja política.
14.40. Conflictos Sociales y Episodios de Violencia
Si bien en los primeros seis meses la situación social estuvo casi totalmente en calma, muy pronto las demandas
de varios sea ores, lideradas por dirigentes sindicales y gremiales en el contexto de una gran atomización, cercaron
al gobierno. Uno de los ejes fue la toma de tierras en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, protagonizadas por el
Movimiento sin Tierra, con dirigentes desaprensivos como Ángel Duran, con casos críticos como Las Maromas o
Yuquises, resueltos pacíficamente por el gobierno, a diferencia de sus dos antecesores, pero que dieron fuertes
argumentos al empresariado cruceño para atacarlo. Paros del transporte, presión de la COB dirigida por Jaime
Solares (que fuera informante del gobierno de García Meza), tomas de minas por cooperativistas, bloqueos de
carreteras, marchas y paros del magisterio, trabajadores en salud, desocupados y ex trabajadores estatales, toma
de campos petroleros, paros y presión de líderes cívicos, empresarios y medios de comunicación crúcenos,
marcaron un escenario de grave desorden social.

Un paro y bloqueo de El Alto provocó la decisión del gobierno de rescindir el contrato con Aguas del Illimani. La
actitud de la empresa de no revisar un contrato a todas luces insuficiente para cubrir la demanda de agua de la
ciudad, hizo imposible cualquier solución negociada. A diferencia de lo ocurrido en la guerra del agua de
Cochabamba en 2000, que acabó con la salida de la empresa después de muertos y decenas de heridos, el
problema se resolvió en paz.

Ese clima afectó mayoritariamente a representantes del estado y las fuerzas del orden. La violencia terrorista dejó
como saldo la muerte de tres militares y dos policías, cuatro en atentados en el Chapare y uno en enfrentamiento
organizado por propietarios de tierras en Beni; en ese mismo hecho murieron dos campesinos. El 31 de enero de
2004 Marino Diodato fugó de la cárcel, el 1 de marzo la fiscal Mónica von Borries que seguía su caso, fue
asesinada en un atentado que destrozó su vehículo. En marzo el ex minero Eustaquio Picachuri hizo estallar en el
edificio anexo del Congreso una carga de dinamita que llevaba en el cuerpo, perdiendo la vida y junto a él dos
policías que trataban de disuadirlo. Por el contrario, las víctimas producto de conflictos sociales fueron menores. En
septiembre do 2004 murieron dos cocaleros en un intento de toma del contingente de erradicadores de la FELCN
en el parque Isiboro Sécure.

14.41. Una Política de Respeto a la Vida y a los


Derechos Humanos
El ejecutivo tuvo como una de las tareas más complejas de la gestión la negociación y resolución de conflictos
sociales que en 20 meses sumaron más de 12.000 puntos de demanda. En enero de 2005 se aprobó por decreto el
Manual de Uso de la Fuerza en Conflictos Internos, para limitar excesos y arbitrariedades del poder político. Esta
actitud general del gobernante pareció implicar una renuncia a su deber constitucional de hacer respetar el orden,
que fue duramente criticada por varios sectores y especialmente por el empresariado. Pero debe recordarse que
cuando el ejecutivo pidió "mano justa" al ministerio público, esto es aplicar justicia y procesar a los bloqueadores
con la ley en la mano, el Fiscal General y los nueve fiscales de distrito respondieron que los bloqueos eran
derechos constitucionales de los oprimidos.

Si bien es verdad que el gobierno acabó atrapado en un cerco incontrolable, logró en cambio demostrar que el
respeto a los derechos humanos y la vida eran principios vertebrales de su política, lo que marcó el fin de una
espiral de violencia que le había costado a la democracia más de 250 muertos como producto de conflictos sociales
en el periodo 1993-2003. El sangriento desenlace del gobierno anterior, que intentó imponer la Constitución con el
ejército en las calles, mostró que ni una ni otra forma de gobierno lograron el resultado buscado en una sociedad
que atravesaba una de sus más profundas crisis históricas.

14.42. El Tribunal Constitucional “Cerca” al Gobierno


Uno de los factores que dificultaron más la gestión de este gobierno, fue la incomprensible actitud del Tribunal
Constitucional, con una serie de fallos cuestionables y un comunicado, que colocaron varias veces al gobierno en
serias crisis. En mayo de 2004 el Tribunal Constitucional (TC) desconoció un fallo del tribunal militar que absolvió a
oficiales que participaron en los hechos de “febrero negro” y estableció que debían ser juzgados en tribunales
ordinarios. Medio centenar de generales y coroneles de las FFAA. se presentaron en traje de campaña en palacio
de gobierno para exigir al Presidente una toma de posición sobre el tema. Mesa Gisbert resolvió la crisis
comprometiendo una acción común con las FFAA. en el marco del respeto a la Constitución y desarrolló junto al
Alto Mando una estrategia de reconocimiento al fallo del tribunal militar. Fue un momento crítico para la estabilidad
democrática. La actitud del gobierno fue siempre de respeto institucional del Presidente a FFAA. y Policía que
marcó una excelente relación del gobierno con ambas.

El 31 de julio de 2004, el Presidente por la potestad que le daba la ley en pleno receso parlamentario nombró con
carácter interino a seis magistrados de la Corte Suprema, dos miembros del Consejo de la Judicatura y nueve
fiscales, incluido el Fiscal General. Resolvió así dos problemas. Llenó las vacancias que habían dejado al poder
judicial al borde del colapso, ante la imposibilidad del Congreso de nombrar en más de tres años los cargos
requeridos. Garantizó la independencia del poder judicial, controlado por los partidos en tensión de gobierno en
convivencia con la oposición, práctica común en el periodo democrático. Pero, el 11 de noviembre de ese año el TC
falló en contra de esos nombramientos, negando la existencia documentada del receso parlamentario que los
legitimaba. Rechazó el pedido de reconsideración del Presidente, lo que permitió que muy sugestivamente que
MNR, MIR, NFR y MAS lograran acuerdos que no habían sido posibles en dos años y medio, cuoteando el poder
judicial, como se apreció en las actuaciones del Fiscal Gareca en el gobierno de Morales.

Finalmente en abril de 2005 el TC hizo conocer un “comunicado público” (no una sentencia), que recordaba que
para ser válidos, los contratos debían cumplir el art. 59-5° de la Constitución que determina que todo contrato que
comprometa la explotación de recursos naturales debe ser aprobado por el Congreso. Ningún contrato petrolero
había cumplido esa prescripción. Inmediatamente, Mesa Gisbert envió al Congreso todos los contratos desde la
aprobación de la capitalización, para que éste los aprobara o rechazara, cosa que el Congreso no hizo. El 14 de
abril, el MAS presentó una acusación contra Sánchez de Lozada, Quiroga y el Presidente por daño económico al
estado y otros delitos conexos, amparándose en el “comunicado” del TC.

14.43. Mar, Soberanía y Gas como Arma Estratégica


En los diez años anteriores los gobiernos bolivianos habían decidido bajar el perfil de la demanda marítima,
convencidos de que los acuerdos económicos con Chile terminarían por solucionar el problema. Esa lógica no
consiguió ningún avance en la cuestión marítima, solo la oferta de una zona franca en territorio chileno, que lo que
quería era garantizar el abastecimientos del mercado chileno con gas boliviano, el verdadero objetivo de Santiago.

En su discurso a la Nación de 4 de enero de 2004, Mesa Gisbert pidió a Chile una actitud que entienda la realidad
del siglo XXI, dijo que era imposible una relación fluida entre dos países histórica, económica y culturalmente
complementarios si no se resolvía el tema de la soberanía boliviana. Para entender esta posición había que
recordar que además de la convicción histórica estaba el efecto que habían dejado los casi 70 muertos de octubre,
que exigieron no exportar el gas boliviano por Chile, lo que bloqueaba toda opción de avanzar en la dirección
propuesta por el Presidente chileno Lagos a sus colegas Banzer, Quiroga y Sánchez de Lozada. Mesa Gisbert y su
canciller Juan Ignacio Siles se reunieron con una docena de ex cancilleres bolivianos a los que les explicaron y
consultaron la nueva estrategia. Bolivia recibió el apoyo de los presidentes de Venezuela y Uruguay, del ex
presidente Cárter de EE.UU. y del secretario general de la ONU Koffi Anan.

El Presidente Lagos reaccionó con dureza. A Chile la palabra soberanía le parecía inaceptable. El 12 de enero en
la cumbre extraordinaria de las Americas en Monterrey (México), en presencia de una veintena de jefes de estado,
se produjo un enfrentamiento verbal entre Mesa Gisbert y Lagos, en el que por primera vez en un foro internacional
de esa magnitud y en presencia de su colega chileno, un Presidente de Bolivia le decía al hemisferio que mientras
no se resolviera la demanda boliviana, los procesos de integración subregional y continental no podrían tener éxito.

El gobierno entendió que el poder que le daba a Bolivia su gigantesca reserva de gas natural y la necesidad
apremiante de ese energético por parte de Chile, nos proporcionaba un arma de negociación que no habíamos
tenido en el pasado. La cuarta pregunta del referéndum del gas daba precisamente el respaldo ciudadano a la
política de Mesa Gisbert de usar el gas como recurso estratégico para el logro de una salida útil y soberana al
Pacífico. Así se posicionó el tema boliviano en la agenda internacional y se obligó a Chile a una campaña que
intentó sin éxito debilitar la repercusión internacional de una cuestión que no se podía ya excluir de los temas
pendientes en América del Sur. La tesis del gobierno no era la definición simplista de “gas por mar”, buscaba
construir una relación estrecha con el Perú para exportar el gas boliviano por un puerto peruano con destino a
México y Estados Unidos, en un proyecto binacional con el gas de ambos países, aprovechando los altos precios
internacionales que hacían técnica y económicamente viable el proyecto, considerando además la insuficiencia de
las reservas peruanas para un megaproyecto encarado individualmente, que permitiera el desarrollo de energía
para el oeste de Bolivia y sur del Perú. Esto daría a ambos condiciones favorables de negociación con Chile. Ese
fue el espíritu del acuerdo entre Mesa Gisbert y el Presidente Toledo del Perú en agosto de 2004 que se sumaba a
un Tratado de Libre Comercio firmado en esa ocasión, igual que el acuerdo de intenciones con el Presidente
mexicano Fox para la exportación de gas a ese país y la limitación a la Argentina para revender a Chile el gas que
importaba de Bolivia.

14.44. El Inicio de Juicio a Gonzalo Sánchez De


Lozada
En enero de 2004 la Corte Suprema envió al Congreso el pliego acusatorio presentado por la fiscalía general. En
septiembre Sánchez de Lozada envió desde Washington un mensaje exigiendo una investigación a todos los
responsables le los hechos de octubre.

El 13 de octubre el Congreso votó por más de dos tercios, incluyendo a la mayoría de los militantes de su propio
partido, por la apertura de un juicio de responsabilidades contra el ex presidente y sus quince ministros de estado,
por los hechos de octubre de 2003 que lo obligaron a renunciar al cargo.

14.45. Las Renuncias De Mesa Gisbert y El Fin de su


Gobierno
El entrabamiento sistemático a la gestión gubernamental por parte del Congreso, el enfrentamiento entre el
Presidente y los legisladores, la presión de sectores radicales de izquierda y derecha con la cuestión de la
nacionalización de los hidrocarburos y las autonomías como banderas, colocaron al gobierno en un punto de
extrema dificultad que estalló cuando Evo Morales, que había mantenido una posición ambigua de apoyo en bajo
perfil y crítica dura según el caso, decidió lanzarse a la oposición abierta. En marzo de 2005 convocó a un bloqueo
nacional de caminos, que respaldaron los líderes radicales y la Federación de Juntas vecinales de El Alto. Mesa
Gisbert reaccionó el 6 de marzo con un discurso muy duro contra Morales y el dirigente alteño Mamani que cerró
presentando su renuncia al Congreso. Esta decisión galvanizó al país que lo respaldó masivamente (la empresa
Apoyo Opinión y Mercado, midió el respaldo presidencial ese mes de marzo de 2005, a un año y medio de
gobierno, éste era de 86 % en La Paz, 78 % en El Alto, 85 % en Cochabamba y 44 % en Santa Cruz). El Congreso
rechazó la renuncia. En ese contexto, el Presidente desperdició la oportunidad de imponer su proyecto de ley de
hidrocarburos y prefirió una absurda negociación sobre la ley que reposicionó al legislativo. A los pocos días, tras el
fracaso de la negociación y el nuevo rechazó a elementos clave de su proyecto de ley, el Presidente pidió al
Congreso el acortamiento de su mandato y a convocatoria a elecciones. Los parlamentarios rechazaron el pedido.
Con esta última decisión el mandatario desconcertó y desencantó a la mayoría del país que lo había apoyado
expresándose en la plaza Murillo en una de las mayores manifestaciones de respaldo popular en tiempos de
democracia. Mesa Gisbert tampoco entendió que una postura prudente frente a las petroleras debilitaba la
credibilidad del referéndum y de su política nacionalista, que remató al negarse a vetar ni promulgar la nueva ley.
Su suerte estaba echada. A partir de la promulgación de la ley se desató la campaña contra el Congreso y el
gobierno en las calles. En tres semanas la situación se hizo imposible. La plaza principal cercada, manifestaciones
violentas que buscaban sangre bloqueo total en El Alto. Se intentó repetir el escenario de octubre de 2003, pero
esta vez la consigna no era la renuncia del Presidente, se pedía la nacionalización inmediata de los hidrocarburos,
a pesar del referéndum y la nueva ley que de hecho habían ejecutado una nacionalización. La fórmula de
estrangular la sede de gobierno funcionó. El Presidente se negó en redondo a reprimir y a cerrar el Congreso,
contra el que se estrellaba la ira callejera. A pesar del riesgo no dejo un solo día de trabajar en el palacio de
gobierno. La policía en acción sacrificada y ejemplar controlo las calles sin derramamiento de sangre, demostrando
que en octubre de 2003 el anterior gobierno había reaccionado de manera inaceptable.

A lo largo de los últimos meses de su gobierno, fue objeto de una campaña desestabilizadora desde medios de
comunicación manejadas por la derecha empresarial, los medios más virulentos fueron Unitel, Uno, Megavision, y
los periódicos El Mundo, El Nuevo Día y en los últimos días de su gestión, La Razón.

Finalmente, el 6 de junio Mesa Gisbert, convencido de que su permanencia en el mando lo obligaba al


restablecimiento violento del orden, renunció voluntariamente a la presidencia de la República. El 7 pidió en un
mensaje al país que el presidente de la Corte Suprema asumiera la presidencia y pidió también la renuncia a la
sucesión constitución al de los presidentes de ambas cámaras, seguro de que el grado de impopularidad de H.
Vaca Diez, conspicuo representante del viejo y repudiado sistema, podría llevar al país a un grave enfrentamiento.
Su decisión, igual que en octubre de 2003, garantizó la paz y permitió a su sucesor en tránsito razonable hacia un
nuevo periodo democrático que respondiera a la voluntad popular.

El día 9 por decisión de Vaca Diez, el legislativo fue convocado en Sucre para considerar la renuncia presidencial.
Marchas de campesinos y mineros promovidas por diversas organizaciones y especialmente el MAS, rodearon la
ciudad. El gobierno envió sus tropas policiales de élite y al comandante de la policía, que controlaron el orden con
solvencia. El Presidente ordenó a las FEAA. desplegarse en las carreteras con el único objetivo de evitar violencia.
Un acontecimiento empañó esa tarea casi impecable, la muerte del minero Carlos Coro, víctima de una bala de
origen desconocido, que murió dentro de un bus con mineros que se dirigía a Sucre. El Congreso finalmente
sesionó en la Casa de la Libertad en horas de la noche. Vaca Diez muy a su pesar, entendió el repudio a su figura
y renunció a su derecho de sucesión igual que Mario Cossío, pero ambos “olvidaron” renunciar al cargo de
presidentes del Senado y Diputados, que eran los que les daban ese derecho sucesorio, lo que empañó
innecesariamente el juramento de Eduardo Rodríguez como Presidente constitucional de Bolivia.

14.46. Eduardo Rodríguez Veltzé (1956)


Nació en Cochabamba el 2 de marzo de 1956. Estudió derecho en la Universidad Mayor de San Simón. Obtuvo el
título de Abogado en 1981. Cursó una maestría en Administración Pública por la Escuela de Gobierno J. F.
Kennedy de la Universidad de Harvard, EE.UU. en 1988. Prestó servicios como subcontralor de la Contraloría
General de la República y fue Asesor General del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto en el primer gobierno
de Gonzalo Sánchez de Lozada. Fue Coordinador del Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD) y consultor de proyectos legislativos en materia
judicial. Fue Jefe de Estudios de la Carrera de Derecho de la Universidad Católica Boliviana. Ejerció la docencia en
la Universidad Andina Simón Bolívar y el CIDES de la Universidad Mayor de San Andrés.

En 1999 el Congreso Nacional lo eligió Ministro de la Corte Suprema de Justicia. En 2004 fue nombrado Presidente
de la Corte y del Consejo de la Judicatura.

El 9 de junio de 2005, con 49 años le edad, juró a la presidencia de la República ante la renuncia del Presidente
Mesa Gisbert. Entregó el mando al Presidente electo Evo Morales el 22 de Enero de 2006.

14.47. Gobierno Rodríguez 2005-2006


Un conjunto de circunstancias muy particulares llevaron de manera inesperada a Eduardo Rodríguez a la primera
magistratura del país. Nunca antes el mecanismo de sucesión constitucional había llegado hasta el Presidente de
la Corte Suprema. En esta oportunidad, la inviabilidad de los presidentes del Congreso, Hormando Yaca Diez del
MIR y Mario Cossío del MNR, (primero y segundo en la sucesión), representantes de los partidos aliados más
importantes en el segundo gobierno de Sánchez de Lozada, generaren una reacción popular contraria a la
posibilidad del ascenso de cualquiera de los dos al manco de la nación tras la renuncia de Mesa Gisbert. El propio
Presidente saliente había pedido que se entregase el mando al Presidente de la Corte. De ese modo, Eduardo
Rodríguez juró al cargo el 9 de junio de 2005 en la capital de la República. Como por arte de magia las
manifestaciones que pedían de modo intransigente y violento la nacionalización inmediata de los hidrocarburos, se
olvidaron totalmente de la demanda. En menos de dos días la normalidad volvió al país.

Por mandato constitucional en un caso como este (art. 93, inc. III), el Presidente estaba obligado a convocar a una
nueva elección presidencial, cosa que hizo ampliando los comicios para la renovación del poder legislativo. El
acuerdo político entre el parlamento y el poder ejecutivo hizo posible este proceso sin mayores dificultades.

Dado el breve término de su mándate, Rodríguez que no tenía ni experiencia ni militancia política, se rodeó de un
gabinete de independientes, cuya tarea no fue otra que continuar los programas de gobierno que se habían
diseñado y se venían ejecutando en la gestión anterior. En lo político el mandatario prefirió una relación fluida con
el Congreso y se avino a la influencia de éste en el ejecutivo.
Igual que en el primer semestre del año, la política macroeconómica se mantuvo inalterable, lo que permitió un
resultado muy positivo en la gestión 2005, en virtud de un manejo responsable y una situación internacional
bonancible, con todos los indicadores en alza. Se logró exportaciones próximas a los 3.000 millones de dólares, un
déficit fiscal de menos del 2,5 % del PIB, el cumplimiento del programa de inversión pública y un incremento de las
reservas netas del Banco Central. El gobierno continuó con la política de saneamiento de tierras con la firma de
casi 7.000 títulos agrarios.

Pero sin duda, la tarea más importante del ejecutivo fue posibilitar los acuerdos políticos que viabilizaran el proceso
electoral. Eso demandaba la redistribución de diputados de acuerdo al censo de 2001, tema muy sensible para los
departamentos de menor población. Tras arduas discusiones se llegó a un consenso: La Paz pasó de 31 a 29
diputados, Santa Cruz de 22 a 25, Cochabamba de 18 a 19, Potosí de 15 a 14, Chuquisaca mantuvo 11, Oruro
pasó de 10 a 9, Tarija mantuvo 9, Beni mantuvo 9 y Pando mantuvo 5. También se incrementó el número de
circunscripciones uninominales de 68 a 70 y se ratificó la convocatoria a elección de prefectos hecha por Mesa
Gisbert. Se debatió y aprobó la realización de elecciones para asambleístas constituyentes y para un referéndum
nacional sobre las autonomías para julio de 2006, aunque la ley de convocatoria quedó pendiente.

En el ámbito de la justicia, implemento la justicia de paz para aliviar las tareas del poder judicial, atorado por miles
de juicios que a partir de esta decisión comenzaron a resolverse ex-trajudicialmente.

14.48. La destrucción de misiles de las FF.AA.


En un afán de demostrar buena voluntad con el legislativo, el Primer Mandatario aceptó la imposición del
presidente del Senado de desplazar al comandante del ejército César López rompiendo la institucionalidad y le
negó a esa fuerza, como correspondía, el Comando en Jefe de las FF.AA. En cambio, nombró comandante de
ejército a Marcelo Antezana, fuertemente ligado al MNR, que había sido reiteradamente acusado de vínculos con
quienes desestabilizaron al gobierno de Mesa Gisbert. Antezana tuvo mucho que ver con el problema de los
misiles.

Por presión del gobierno de Estados Unidos que consideraba que la treintena de misiles de fabricación china que
poseían las FF.AA. desde los años noventa, podía ser sustraída y usada en acciones terroristas, se aceptó
entregarlos a la embajada de ese país en Bolivia para su desmantelamiento total con el argumento de que estaban
obsoletos y fuera de uso útil. Rodríguez afirmó que nunca autorizó la entrega del material a los Estados Unidos.
Los misiles fueron sacados de Bolivia por un avión norteamericano. La noticia se filtró y generó una presión de
medios y opinión pública que obligó a la devolución de los misiles ya desactivados. Esta decisión derivó en una
acusación del MAS contra el Presidente, el ministro de defensa y miembros del mando militar.

14.49. Las Elecciones Presidenciales y Prefectorales


de 2005
El proceso electoral de diciembre fue distinto a los anteriores Los viejos partidos llegaban deslegitimados, ya
habían sido derrotados en las municipales de 2004. La candidatura de Evo Morales del MAS, acompañado por
Álvaro García Linera intelectual ex miembro del EGTK, representaba la insurgencia indígena, la recomposición de
la izquierda y la acumulación del sindicalismo cocalero y gremial. Jorge Quiroga que se desembarazó de ADN,
compuso una fuerza política nueva, Poder Democrático y Social (Podemos), aglutinando a los restos de los
partidos tradicionales y una derecha empresarial con renovación generacional, que no pudo recuperar la imagen
que tenía el ex presidente cuando llegó al gobierno en 2001. La tercera fuerza representada por Samuel Doria
Medina ex mirista que creó Unidad Nacional (UN), no pudo copar el centro al escoger equivocadamente a su
candidato vicepresidencia Carlos Dabdoub, líder de la “nación camba” grupo radical contrario al occidente del país.
Morales logró un triunfo aplastante. Por primera vez desde 1979, un candidato ganaba con el 50 % más uno de los
sufragios. El MAS logró más de un millón y medio de votos, el 53,7 % del total. Quiroga obtuvo el 28,6 %. Doria
Medina el 7,8 %. Michiaki Nagatani del MNR el 6,5 % y Quispe del MIP el 2,2 %. Por primera vez en la historia,
alguien que representaba al mundo indígena llegó al mando de la nación. El péndulo que había comenzado a girar
en el gobierno anterior, se me vía a través del voto popular, cerrándose la era de apertura económica iniciada en
1985 con el decreto 21060.
Las primeras elecciones directas para prefectos fueron un éxito. El MAS ganó tres prefecturas, Daniel Sánchez en
Chuquisaca, Alberto Aguilar en Oruro y Mario Virreira en Potosí. Podemos ganó tres, José Luis Paredes en La Paz,
Ernesto Suárez en Beni y Leopoldo Fernández en Pando. Agrupaciones ciudadanas diversas ganaron las tres
restantes, Rubén Costas de APB en Santa Cruz que logró el triunfo por mayor porcentaje en el país con el 47,88 %
de votos, Manfred Reyes Villa de AUN en Cochabamba y Mario Cossío de CC en Tarija.

14.50. Últimos Acontecimientos


El Presidente Morales a través de su mayoría parlamentaria y tras una difícil negociación con Podemos, aprobó la
convocatoria a elecciones para la Asamblea Constituyente que debía elegir 255 constituyentes y realizar el
referéndum sobre autonomías. La ley indicaba que la única tarea de la Asamblea era aprobar una nueva
Constitución en un tiempo máximo de un año, que sería sometida para su aprobación a un referéndum popular. La
Constitución debía ser votada por dos tercios de los asambleístas. El 1º de mayo de 2006 el gobierno dictó e1
decreto de nacionalización de los hidrocarburos que se basaba en el referéndum del gas de 2004 y la ley de
hidrocarburos de 2005, la única variante en el decreto fue la imposición de 82 % de impuestos (32 % más que los
establecido en la ley) sobre los megacampos, en este caso San Antonio y San Alberto. En octubre firmó los
contratos con las petroleras, cerrando un largo periodo de incertidumbre en el tema energético en el país. Como
producto de la renta petrolera instauró el bono “Juancito Pinto” en favor de los alumnos de primaria de colegios
fiscales, consistente a 200 Bs. por alumno, para incentivar la asistencia escolar.

Inicialmente el decreto de mayo enfrió significativamente las relaciones con el Brasil. Morales privilegió en el
escenario internacional su vinculación con los presidentes Fidel Castro de Cuba y Hugo Chávez de Venezuela.

El 2 de julio de 2006 se llevaron a cabo las elecciones y el referéndum. El MAS obtuvo el 50, 72 % de los votos,
Podemos el 15,32 %, UN 7,20 %, el MNR representado por dos siglas 6,17 %, las agrupaciones ciudadanas CN
3,57 %, ASP 2,44 %, APB 2,22 % y ASI 2,18 %. El MAS obtuvo la mayoría absoluta en la Asamblea. El MAS logró
137
asambleístas, Podemos 60, MNR/MNR-IRI 16, UN 8, MBL 8, otros 26.

Cinco departamentos votaron por el NO en el referéndum de autonomías: Oruro con el 75,48 % de los votos, La
Paz 73,44 %, Potosí 73,12 %, Cochabamba 63,03 % y Chuquisaca 62,23 %. Cuatro departamento votaron por el
SI: Beni con el 73,83 %, Santa Cruz 71,11 %, Tarija 60.8C % y Pando 57,69 %. El 6 de agosto de 2006 la
Asamblea se instaló en la capital de la República y comenzó a sesionar en el Teatro Gran Mariscal.

En septiembre, un enfrentamiento entre fuerzas de erradicación y productores de coca dejo un saldo de 2 cocaleros
muertos en Carrasco. Entre el 5 y 6 de octubre un violento enfrentamiento entre cooperativistas y mineros de
COMIBOL en Huanuni, dejó como resultado 16 mineros muertos y medio centenar de heridos.

El 19 de octubre Morales firmó el contrato de venta de gas a la Argentina con su par Néstor Kirschner por 20
millones de mts3., con lo que el 2010 Bolivia venderá a su vecino 27 millones de mts3.

En noviembre, tras volcar la posición de dos senadores suplentes de Podemos y forzar el quorum en el senado que
la oposición bloqueaba, aprobó las reformas a la Ley INRA, con medidas duras contra los latifundios improductivos
y obtenidos ilegalmente.

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