Вы находитесь на странице: 1из 5

Introducción

El tema sobre el cuál se desarrollará este trabajo es sobre


Endeudamiento Fiscal: Definición.
Por deuda pública o deuda soberana se entiende al conjunto de deudas que
mantiene un Estado frente a los particulares u otros países. Constituye una forma
de obtener recursos financieros por el Estado o cualquier poder público
materializado normalmente mediante emisiones de títulos de valores o bonos.

Para financiar sus actividades, el sector público puede utilizar esencialmente tres
medios:

 Impuestos y otros recursos ordinarios (precios públicos, transferencias


recibidas, tasas, etc.).
 Creación de dinero, mediante un proceso de expansión monetaria.
 Emisión de deuda pública.
Pero además de esto, el Estado puede utilizar la deuda como instrumento de
política económica y en este caso debe aplicar la política de deuda que considere
en cada momento más apropiada a los fines que persigue.
La deuda pública puede afectar, de una manera más o menos directa, a variables
económicas de las que depende básicamente el funcionamiento real de la
economía, tales como la oferta monetaria, el tipo de interés, el ahorro y sus formas
de canalización, bien sea nacional o extranjero, e intermunicipal, etc.
La deuda pública es la obligación que tiene el Estado por los préstamos totales
acumulados que ha recibido o por los que es responsable, expresándose a través del
valor monetario total de los bonos y obligaciones que se encuentran en manos del
público.

Deuda Interna y Externa:

La deuda Interna es suscrita por nacionales y todos sus efectos quedan


circunscritos al ámbito de la economía interna. La deuda externa, por el contrario,
es suscrita por extranjeros y ello tiene importantes novedades en cuanto a sus
aspectos económicos, tanto para la economía nacional como para la de aquellos
que suscriben la deuda.
En este sentido la deuda externa posibilita los fondos necesarios sin menoscabo del
ahorro nacional. Estas ventajas que ofrece a corto plazo la deuda externa tiene su
contrapartida en el momento de la amortización de la deuda, cuando será necesario
captar los recursos en el país sin que esos recursos produzcan una compensación en
otros ciudadanos internos.
Dos de las organizaciones financieras de crédito más importantes a nivel
internacional son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Fondo Monetario Internacional


Es una organización financiera internacional con sede en Washington D.
C., Estados Unidos. Nace como idea el 22 de julio de 1944 en los acuerdos de
Bretton Woods, una reunión de 730 delegados de 44 países aliados de la Segunda
Guerra Mundial, entrando en vigor oficialmente el 27 de diciembre de 1945.
Después de 1976 y de la desaparición del sistema de cambio fijo, el FMI toma un
papel preponderante ante países en desarrollo y crisis financieras internacionales.
La Presidente del FMI es Christine Lagarde.
Esta organización ha sido fuertemente criticada en las últimas décadas. Las
principales críticas se centran en el papel dominante que tienen los países
desarrollados dentro del organismo, lo que causa que el FMI oriente sus políticas
globales al fomento del capitalismo neoliberal, a causa de haber impuesto a
los países en vías de desarrollo.

Argentina en la actualidad y sus negociaciones


con el FMI. Opinión pública.

“Los países del G-20 respaldaron la negociación de la Argentina con el FMI”

22 de mayo de 2018. Diario “La Nación”.


El Gobierno recibió ayer un nuevo espaldarazo político de las potencias mundiales al rumbo
económico emprendido por el presidente Mauricio Macri luego del cimbronazo que
representaron las turbulencias financieras de las últimas semanas en el país.
En el cierre de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores que se desarrolló ayer en el
Palacio San Martín, el canciller Jorge Faurie mencionó el respaldo que obtuvo "el sentido
de las reformas" que impulsa el gobierno de Cambiemos y el apoyo a las negociaciones
que la Argentina inició con el Fondo Monetario Internacional ( FMI ) para obtener
ayuda financiera.
"No dudamos de que los países del G-20 tienen una visión compartida sobre el sentido
de las reformas y la coordinación que requieren", señaló Faurie. Y agregó:
"Prácticamente todos [los países del grupo], a título individual, se manifestaron en
apoyo de las reformas que la Argentina requiere y dieron su apoyo, aquellos que son
miembros del FMI, para el seguimiento del pedido que ha formulado nuestro país".

Historia entre el FMI y la Argentina.


La relación fina entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
arrancó en 1956, cuando el régimen de Pedro Eugenio Aramburu decidió
incorporar el país al organismo a través de un pedido de asistencia financiera. Tras
desnacionalizan los depósitos bancarios y anular la reforma constitucional de 1949,
la autodenominada "Revolución Libertadora" deja u$s 1.100 millones de deuda
externa, que tras el paso de Arturo Frondizi se convirtieron en u$s 1.800 millones
en 1962 y luego en u$s 2.100 millones al finalizar el Gobierno de facto de José
María Guido. Durante la última dictadura cívico militar el FMI aportó varios
desembolsos. Bajó esa gestión económica, la deuda se multiplicó por seis en seis
años, al pasar de u$s 7.000 millones en 1976 a u$s 42.000 millones en 1982.
Con el Plan Brady de 1989 y la convertibilidad de los noventa, el FMI estrechó
los vínculos con los gobiernos locales, que durante algunos períodos cortos habían
discontinuado pagos de intereses. El francés Camdessus, séptimo director del
organismo entre 1987 y el 2000, quien estuvo aquí en varias oportunidades, era la
imagen del FMI para los argentinos, y desde Washington era el responsable de
habilitarle recurrentes programas financieros para el Gobierno de Carlos Menem y
su ministro Cavallo, de pésima relación con la institución. A fines de 1995 se
estima que la deuda del Estado ascendía a u$s 87.091 millones y para cuando
Cavallo fue reemplazado por Roque Fernández, en julio de 1996, ya era de u$s
90.472 millones.
La crisis en el sudeste asiático, el colapso de la deuda rusa y la extensión de la
crisis a Brasil, llevan al recambio de Gobierno, la llegada de Fernando De la Rúa al
poder a fines de 1999 y la salida del modelo de convertibilidad, en un marco de
gran deuda pública y elevado déficit. Durante a Alianza prácticamente todas las
decisiones económicas eran consultadas al Fondo, que nuevamente habilitó
millonarios créditos para paliar el desajuste: el blindaje y el megacanje. El blindaje
implicó desembolsos por u$s 40.000 millones, mientras que el megacanje fueron
de hasta u$s 8.000 millones, a cambio de la Ley de Déficit Cero y otros
condicionamientos domésticos. La historia terminó con el corralito, el default de
u$s 144.000 millones y la peor crisis institucional de la Argentina, aunque en
marzo de 2002 se registró uno nuevo apoyo a la reestructuración de la deuda.
la visita al país de la actual jefa del FMI, Christine Lagarde, la última vez que un
titular del Fondo había llegado al país fue el 31 de agosto de 2004 y lo tuvo que
hacer de mañana, custodiado por policías debido al clima político pesado. Se
trataba del español Rodrigo Rato, quien por apenas 10 horas, trató de negociar un
acuerdo con el Gobierno de Néstor Kirchner en medio de las tratativas para la
salida del default del 2001. El director del Fondo trató infructuosamente de que
Kirchner y su ministro Lavagna, hicieran un ajuste fiscal importante, a cambio del
apoyo para el proceso de negociación con los bonistas. Como cuenta la historia, las
negociaciones fracasaron, y el organismo levantó su oficina permanente en
Argentina. Luego Kirchner le pagó u$s 9.500 millones al contado y desde ese
momento el país no tuvo más ningún préstamo, aparte de que tampoco le
permitieron más a los técnicos revisar las cuentas del país como lo indica en
Artículo IV. En aquel episodio Pray Gay perdió el puesto de titular del Central,
quien fuera reemplazado por Martín Redrado. Las "relaciones carnales" habían
llegado a su fin.
Unos 14 años después, en marzo de 2018, un director Gerente del FMI volvió a
visitar la Casa Rosada para entrevistarse con el presidente Mauricio Macri. En ese
momento, ninguna de las dos partes expresaron la urgencia de cerrar un acuerdo
por un nuevo crédito. En aquella reunión, se creyó que podría ser contraproducente
para Argentina acordar otro préstamo como señal de debilidad financiera. Es que la
historia entre la Argentina y el FMI refleja que cada vez que se buscaba firmar
algún papel con el organismo era para dar señal de confianza a los mercados. Tras
dos años y medio de gestión de cambiemos, las consultoras privadas estiman que el
total de la deuda bruta trepó a los u$s 342.000 millones.

Вам также может понравиться