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El Rol de la Familia en la Pedagogía Hospitalaria

Juan Fernández, Darío Reyes, Miguel Reyes, José Trincado


Universidad de Viña del Mar
Seminario de Educación y Psicología

Resumen
Este artículo genera una indagación sobre el rol de la familia, en un contexto educativo pedagógico
hospitalario, describiendo los distintos procesos que surgen en los alumnos, potenciando, guiando y
acompañando su escolaridad, por lo cual queda en evidencia la importancia de vinculación entre el
alumno, familia y profesor, por lo tanto la implicancia que genera el equipo multidisciplinario en el
transcurso de la enfermedad ya sea de orden hospitalario, ambulatorio o domiciliario, es fundamental
para otorgar bienestar y seguridad durante toda esta etapa cursante, además se logra exponer las
dificultades emocionales y de tiempo que surgen en el transcurso del proceso hospitalario educativo,
formular una comprensión del proceso de acompañamiento de un menor de edad con algún tipo de
enfermedad.
Introducción

La familia corresponde al primer sistema social en que se desenvuelve el individuo, entre algunas de
las principales características de este sistema es que se generan las primeras dinámicas de convivencia
entre los agentes de este, que contribuyen al desarrollo personal y social del individuo. Según Navas,
desde un punto de vista pedagógico la familia se contempla como “un sistema de participación y
exigencias, como un contexto donde se expresan y generan emociones, y como un ambiente donde
se proporcionan satisfacciones y se desarrollan funciones de crianza y de educación de los menores”
(Navas Parada, 2010). Se ha demostrado que una educación de calidad temprana influye
positivamente en el desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas, como también, por otro lado, en
algunos estudios de educación básica se ha demostrado que, si existe una buena relación familia y
escuela, se generarán mejores aprendizajes para los niños y niñas. Según la Perspectiva Ecológica del
Desarrollo Humano (Bronfenbrener, 1979), el espacio familiar se desarrolla como un contexto social,
educativo y de aprendizaje, donde los adultos asumen la responsabilidad de contribuir al desarrollo
de las capacidades y habilidades intelectuales, motivacionales y sociales de los hijos, así como a su
equilibrio afectivo y emocional. Estas habilidades se irán adaptando en base a los valores socialmente
aceptados de cada cultura que permitirán a los niños y niñas, con el paso del tiempo, adaptarse a las
normas y demandas de la sociedad. Estas habilidades pueden ser tales como construir relaciones en
base al respeto mutuo, tomar decisiones y asumir responsabilidades, fomentar la autonomía, la
autoestima. Una vez adquiridas estas habilidades la persona podrá superar los desafíos evolutivos y
sociales tales como el rendimiento académico, la prevención de comportamientos des adaptativos y
la organización autónoma de la vida personal. No obstante, también sabemos que el proceso educativo
se ve influenciado por el contexto íntegro en el que se desenvuelve el individuo, especialmente desde
la infancia, con especial énfasis en el trasfondo familiar (Nonoyama-Tarumi, 2008), y por lo tanto
distintos contextos generarán distintas oportunidades de aprendizaje, así como también distintos
desafíos para los agentes involucrados en la educación de los estudiantes.

Al mismo tiempo, nos parece útil el utilizar un contexto educativo distinto al de la educación formal
tradicional, ya que existe un amplio cuerpo de trabajos académicos relacionados a esa área de la
educación, y por lo tanto hacemos énfasis a un contexto hospitalario, ya que en esta situación se ve
interrumpida de cierta manera la dinámica familia-estudiante, lo cual nos permite acceder a los efectos
educativos de esta importante disrupción en las relaciones que sufren los estudiantes al ser
hospitalizados, o bien, a la existencia de métodos, técnicas y sistemas que permitan solucionar los
desafíos específicos de la pedagogía hospitalaria.
Revisión de literatura

La pedagogía hospitalaria nace como una respuesta a las necesidades específicas de los estudiantes
hospitalizados. Al ser envueltos en un lugar y situación diferentes, los estudiantes necesitan también
herramientas y metodologías distintas para continuar con su proceso educativo, o de lo contrario no
podrán cumplir con las metas impuestas por el sistema educativo vigente, lo cual puede significar un
deterioro psicosocial importante. De esta manera se da paso a lo que se conoce hoy por hoy como
colegios hospitalarios, en donde existen por lo tanto aulas hospitalarias y profesionales tanto de la
salud como de la educación que trabajan de manera unilateral para permitir una continuidad entre la
educación formal tradicional y la educación especial que se otorga a cada estudiante hospitalizado,
con distintas herramientas diseñadas para responder tanto a necesidades físicas como emocionales en
los individuos que lo necesiten.

Según informa el Ministerio de Educación, las aulas hospitalarias en Chile se implementaron con el
fin de asegurar la continuidad de los estudios en niños y niñas que se enfrentaran a un proceso de
hospitalización o tratamiento ambulatorio (MINEDUC, 2000). Esta medida se centra en evitar la
marginación del sistema educativo formal, favoreciendo la reincorporación de estos tras haber
finalizado el periodo de tratamiento. Además, el proyecto desarrolla un plan que modifica las cargas
curriculares con el objetivo de simplificar y adecuar los procesos de aprendizaje a las necesidades
especiales de cada niño. El pedagogo hospitalario se encuentra en un contexto educativo
completamente distinto al de la educación regular formal, pues como indican (Bustos & Cornejo,
2014) debe centrarse en las necesidades de cada estudiante y considerar que los niños han atravesado
momentos difíciles debido a su enfermedad y, por consecuencia, sus efectos en el día a día. Es así
entonces que, esta rama de la pedagogía ha integrado componentes que proporciona la familia como
el desarrollo del vínculo afectivo, la cotidianidad y la seguridad (Agudelo Bermúdez, Patiño Pérez,
& Villa Castañeda, 2016), y a su vez otros que son adquiridos a través de la de la escuela, más allá
de los contenidos rígidos y normativos como lo señala (Jung, 1943) en donde se desarrolla la
capacidad socializadora, moralista y espiritual del niño. Esta combinación se debe a la necesidad de
evitar la ruptura del niño con su entorno o cotidianidad como señalan (Pérez Hernández & Rubio
Rabadán, 2013) al ocurrir una invasión en la normalidad del paciente debido a la pérdida de la salud,
que aparece de manera sorpresiva e invasiva en su realidad individual de éste. Como contra medida
a lo anteriormente señalado se potencia una educación centrada en sus necesidades, que le permita
integrarse en el sistema educativo, independientemente de cual sea su enfermedad y el carácter
transitorio o permanente de la misma.
El pedagogo hospitalario según señalan (Agudelo Bermúdez, Patiño Pérez, & Villa Castañeda, 2016)
proporciona apoyo emocional al paciente y sus familiares, generando un ambiente de seguridad y
bienestar durante el proceso de hospitalización a través de diversas estrategias con un equipo
multidisciplinario que promuevan el desarrollo de los vínculos sociales y afectivos. Asimismo, es
deber del pedagogo hospitalario trabajar en la resignificación de los vínculos y del aprendizaje
contemplando la singularidad y su situación actual que cursa el paciente dentro de la enfermedad,
pues “Resulta ineludible que las respuestas educativas al alumnado con problemas de salud deben
considerar a la persona de forma global, por lo que es necesario que se planifiquen y ejecuten desde
un modelo interdisciplinar.” (Palomares Ruíz & Sánchez Navalón, 2016). Frente a lo anterior, es
imperante señalar que los vínculos más afectados tras la hospitalización son los familiares y escolares,
debido a que todo lo que para el niño tenía un valor sentimental, emocional y afectivo se ve debilitado,
y por consecuencia se produce una ruptura con todo lo que para él tenía significado. Esto conlleva al
distanciamiento de las amistades o pérdida en su defecto, el sentimiento de extrañeza, cambios
drásticos en actividades diarias y una imposición de horarios que para el niño son completamente
arbitrarios e incomprendidos, es decir que su dinámica relacional cambia completamente
abruptamente. Así mismo (Agudelo Bermúdez, Patiño Pérez, & Villa Castañeda, 2016) explican
que la principal función de la pedagogía hospitalaria es desarrollar habilidades que promuevan la
resiliencia a través estrategias y recursos, pues es uno de los elementos esenciales para un proceso
educativo continuo, ya que son estas acciones las que permiten generar la vinculación con la realidad
sociocultural del paciente y sus características individuales, sin dejar de lado el bienestar individual
y familiar, transformando así al pedagogo en el puente de unión entre la familia y la escuela, y por
ende el principal actor del proceso de re-significación.

Los estudios contemporáneos sobre las aulas hospitalarias plantean la importancia de la motivación
en equipos profesionales y su preparación en cuanto al área pedagógica hospitalaria, como también a
la importante necesidad de la equidad en la educación y la resiliencia de los estudiantes en el proceso
educativo (Muñoz, 2016), acerca del sentido de trabajo de los docentes en contextos hospitalarios
(Bustos & Cornejo, 2014), un estudio realizado en España acerca de las percepciones del profesorado
y de los padres del paciente sobre la pedagogía hospitalaria (Palomares & Sánchez, 2016); sin
embargo, sería un craso error aplicar dichos resultados de la investigación internacional al contexto
nacional, pues como señala García (2012) es imposible considerar un contexto igual a otro, pues los
gobiernos y políticas educativas son completamente distintas en cada país.
Caso

Debido a la naturaleza de nuestra investigación, hemos decidido entrevistar a Karen Chávez, directora
y profesora de la escuela hospitalaria del Hospital Salvador, en la comuna de Valparaíso, V Región,
Chile. El conducto regular para realizar una entrevista a un funcionario de la salud nos requiere hacer
un contacto primario vía e-mail, donde pudimos coordinar y agendar la visita. La metodología que
empleamos implicó la utilización de una entrevista semi-estructurada, por ende su diseño es
fenomenológico, debido a que apuntamos a “explorar, describir y comprender las experiencias de las
personas a un fenómeno y descubrir los elementos en común de tales vivencias”, por consiguiente la
formulación de esta entrevista semi-estructurada se divide en 4 grandes ejes; 1) Información personal,
2) preguntas generales sobre educación hospitalaria, 3) preguntas dirigidas a la relación entre familia
y educación, 4) preguntas con direccionalidad crítica.

A continuación, presentamos un desglose de los datos recogidos en las respuestas de la entrevista (ver
anexo), como también un análisis del caso:

El actual trabajo de la entrevistada como directora y profesora le permite su desarrollo tanto personal
como profesional. Existe una valoración positiva del docente frente a la pedagogía hospitalaria debido
a las experiencias y conocimientos únicos que este contexto brinda a diferencia de la visión en la
educación formal. En esta escuela hospitalaria las clases se realizan en aulas con modalidades
multigrado. Esta modalidad si bien conlleva una dificultad mayor para la estructuración de la clase
concibe las características individuales de cada estudiante, adaptando así el contenido a los tipos de
aprendizajes de cada alumno, por medio de adecuaciones curriculares a los contenidos. Las
herramientas utilizadas son dinámicas y lúdicas, y los tiempos son mucho más flexibles al contemplar
la diversidad de contextos en cada alumno. Según lo que pudimos entender en la entrevista, la
educación hospitalaria ofrece al estudiante una formación escolar completa, abarcando así todos los
ciclos necesarios y establecidos por el ministerio de educación para ser considerada una educación
básica y media completa.

Las herramientas que son consideradas de gran importancia en el proceso educativo dentro del
contexto pedagógico hospitalario y por el docente son: (1) Habilidades blandas como: empatía,
resiliencia y flexibilidad, (2) actitudes positivas como: proactividad, y (3) técnicas pedagógicas como:
el aprendizaje lúdico.
La vinculación es de vital importancia para realizar cualquier actividad o trabajo con los estudiantes
(—al menos— dentro de este contexto) y debe ser necesario conocer la realidad individual y
cotidianidad correspondiente del estudiante. Esta focalización permite al docente acompañar a cada
uno de los niños y niñas tanto en el proceso educativo como en la contención emocional.

Respecto del rol de la familia en este proceso, Karen hace énfasis en que la participación familiar es
fundamental, en donde no solo este término describe a la familia tradicional, sino, también a todo el
grupo de profesionales que acompañan al niño, incluyendo así a los educadores. De cualquier forma,
es necesario un respaldo y un acompañamiento para el niño y la familia en este proceso educativo. El
contacto (de forma personal y personalizada) con la familia es un trabajo constante y es necesario
para integrar a ésta dentro de las actividades de los alumnos como disertaciones y otras dinámicas.
La familia siempre se mantiene presente en este contexto a diferencia de la escuela regular. Las
características y/o cualidades de las familias que potencian el desarrollo del contexto educativo
hospitalario son: Respeto, la cohesión grupal, la empatía, tolerancia y comunicación; sin embargo,
hay familias que no poseen las cualidades anteriormente mencionadas y, debido a esto, se incentiva
y trabaja en su desarrollo con el fin de mejorar la situación actual del niño.

Uno de los principales problemas en esta área de la educación es la falta de la masificación de la


información desde lo administrativo, pues no existe una promoción de la educación hospitalaria en la
población general, lo que provoca incertidumbre y temor al momento de enfrentar un contexto
pedagógico completamente desconocido para las familias. Frente a esta situación anterior existe un
diálogo con el ministerio en vías de desarrollo para masificar la información en distintos
establecimientos educativos con el fin de generar una mínima orientación en estos procesos. Es
necesaria la distribución de la información, debido a la problemática que plantea el entrevistada en
cuanto a la educación de los niños hospitalizados (haciendo referencia a pacientes que son
dependientes de un ventilador o asistencia respiratoria, entre otras situaciones).

Uno de los desafíos que tiene la pedagogía hospitalaria a nivel ministerial es que este campo quede
constituido como una modalidad educativa fija, en donde se rija por un plan educacional adecuado al
contexto hospitalario, en donde se evalúen a los profesores de una forma adaptada al contexto en el
cual ejercen su profesión en la educación, ya que los contextos junto con los tiempos son totalmente
diferentes a los evaluados de forma tradicional. Que exista una subvención del estado y una mayor
flexibilidad con esta área, como por ejemplo con la ley CEP. Esta área esta ajena a esa ley, dado que
en este contexto no corresponde que a los alumnos se les exponga a una prueba como el SIMCE. Por
otro lado, hay que mejorar la concientización en el área de la salud con respecto a todos los
profesionales que participan en esta área ya que todos son parte del proceso de tratamiento del niño.
Por último, Karen indica que es clave para esta área el trabajo colaborativo y la cohesión grupal frente
al trabajo con los alumnos, donde es necesaria una buena comunicación multidisciplinar, con el fin
de generar una retroalimentación al tratamiento y fármaco aplicado al paciente. El entrevistado
menciona la importancia del conocer previo a la vinculación.
Discusión

Según menciona Agudelo, Patiño & Villa (2016) desde la literatura, la pedagogía hospitalaria debe
promover la resiliencia y por consecuencia la contención emocional, argumento que se respalda por
(Jung, 1943) al mencionar que la educación no debe ser netamente enfocada a la retención de
contenidos, sino más bien al desarrollo del niño en aspectos más humanistas y transpersonales, en
donde la educación debe entregar valores más allá de los contenidos. Esto en la práctica es visible a
través de los datos recogidos, los cuales señalan que la vinculación con el estudiante es necesaria para
conocer la realidad individual de éste y proporcionar contención emocional, tanto al paciente como a
su familia. Por otro lado autores como día (Bustos & Cornejo, 2014) dan cuenta de que el pedagogo
se encuentra en un contexto completamente distinto a la educación formal, lo que significa que debe
contemplar el proceso por el cual atraviesa cada estudiante y, como por ende, utilizar metodologías y
herramientas que se adecúen a la situación. Los resultados de nuestra investigación arrojaron datos
relevantes frente al punto anteriormente señalado, en donde el docente utiliza herramientas que
promuevan y fortalezcan el vínculo entre docente, alumno y familia, como también el uso de técnicas
pedagógicas como el aprendizaje lúdico. Ésta técnica apunta a la satisfacción de necesidades
individuales de cada estudiante, comprendiendo su situación.

Frente a la visión de contexto educativo como país, Chile no contempla la educación hospitalaria
como una modalidad educativa al no incluirla en las mediciones estandarizadas de calidad, pese a que
lo señale oficialmente el ministerio de educación (MINEDUC, 2000). Lo anterior se respalda en que
no se contempla como una educación especial, pues no hay una comprensión en las características o
procesos individuales por los que atraviesan los alumnos que asisten o se encuentran en estos
establecimientos al ser medidos con modalidades evaluativas regulares (adaptadas para otro tipo de
colegio). Con lo anterior hago referencia a que no se puede medir la temperatura con una regla de
medición y como consecuencia de esto, la escuela hospitalaria no puede optar a la Ley SEP, debido
a que no son considerados dentro de la misma, los estudiantes que reciben una educación domiciliaria.
Una lectura crítica de la situación da a entender que los estudiantes hospitalizados, ambulatorios y en
modalidad domiciliaria están bajo una invisibilización dentro del SIMCE. Esto nos genera una
interrogante que dejamos abierta para futuras investigaciones, además de señalar que la evaluación
docente se encuentra bajo el mismo punto de mira para este contexto. ¿Se podría integrar la pedagogía
hospitalaria en la Ley SEP? ¿La evaluación docente, realmente mide las habilidades del docente
hospitalario?
Conclusiones

La metodología pedagógica en el contexto de las aulas hospitalarias está entrelazada con la


mantención y promoción de la participación tanto de los propios estudiantes, como de los familiares
y de la misma forma, cómo estos dos se ven vinculados con el docente a través de las técnicas lúdicas
que utiliza para enseñar y desarrollar la resiliencia. Asimismo, su perseverancia por mantener una
buena comunicación con los familiares y el equipo multidisciplinario son un factor clave al momento
de no solo facilitar contenidos, sino proporcionar una retroalimentación a sus compañeros acerca del
estado del estudiante. En este punto damos cuenta de que el docente cumple un rol activo y dinámico
en la vida del estudiante, pues está constantemente en comunicación con el resto de actores, con el
objetivo de fortalecer el vínculo, vinculación que según las características desprendidas del análisis,
llega a ser un pilar fundamental en la cotidianidad del niño y su proceso educativo. Este rol activo y
dinámico se construye desde las características del aprendizaje, las cuales están adaptadas al individuo
y se dividen en (1) habilidades blandas: empatía, tolerancia y resiliencia; y (2) metodología: lúdica,
y flexible. Lo anterior se puede contemplar en la siguiente figura:

(Insterar figura 1)

Ahora, si bien dentro de los programas de ayuda, no son contemplados las aulas hospitalarias
(pedagogía hospitalaria, en sí), existe una valoración positiva por parte del hospital que ayuda y
promueve este tipo de educación, porque permite el desarrollo tanto personal, como profesional de
los docentes y estudiantes.
Referencias

Agudelo Bermúdez, D., Patiño Pérez, S. L., & Villa Castañeda, S. I. (2016). El rol del pedagogo
hospitalario en la experiencia de ruptura de los vínculos familiares y escolares que afronta un niño
y/o niña hospitalizado: Experiencias en el Hospital Pablo Tobón Uribe de la ciudad de Medellín .
Tesis doctoral, Corporación Universitaria Lasallista .

Bronfenbrener, U. (1979). La Ecología del Desarrollo Humano. Buenos Aires: Paidós.

Bustos, C., & Cornejo, R. (2014). Sentidos del trabajo en docentes de aulas hospitalarias: Las
emociones y el presente como pilares del proceso de trabajo. Psicoperspectivas, 186-197.

García Álvarez, A. (2012). Escuelas hospitalarias en España, Suecia y Argentina: evolución y


situación contemporánea de las instituciones comprometidas con la educación del niño y
adolecente en situación de enfermedad. Tesis doctoral, Universidad Autónoma de Madrid.

Jung, C. G. (1943). Sobre el Desarrollo de la Personalidad. Madrid: Trotta.

MINEDUC. (6 de Diciembre de 2000). Orientaciones técnico administrativas para las escuelas o


aulas hospitalarias. Obtenido de
http://especial.mineduc.cl/wpcontent/uploads/sites/31/2016/08/201304231730470.Escuelas_aulas_h
ospitalarias_2000.pdf

Muñoz Garrido, V. (2016). La resiliencia: una intervención educativa en pedagogía hospitalaria.


Revista de Educación Inclusiva, 9.

Navas Parada, J. L. (2010). La educación familiar en la familia del pasado, presente y futuro.
Educatio siglo XXI, 17-40.

Nonoyama-Tarumi, Y. (2008). Cross-national estimates of the effects of family background on


student achievement: A sensitivity analysis. International Review of Education, 57-82.

Palomares Ruíz, A., & Sánchez Navalón, B. (2016). Percepciones del profesorado y de los padres
del paciente sobre la pedagogía hospitalaria. Bordón. Revista de pedagogía, 137-153.

Pérez Hernández, E., & Rubio Rabadán, J. A. (2013). La hospitalización: un paréntesis en la vida
del niño. Perspectiva Educacional , 167-181 .
Anexos

Transcripción de la entrevista:

• ¿Nombre?

Karen Chávez.

• ¿Ocupación?

Profesora y directora de la Escuela Hospitalaria El Salvador.

• ¿Hace cuánto trabaja en esto?

Hace 3 años, pero llevo 14 años trabajando en el área de pedagogía hospitalaria.

• ¿Cómo describiría su experiencia en esta área?

Es maravillosa esta área, yo creo que a mí ya no me gustaría volver a trabajar en la educación


regular, ya que lo que tu vives acá es totalmente diferente a todo lo que te enseñan en la universidad,
a todo, es inexplicable, o sea todos los beneficios como profesional, como persona, es fantástico.

• A grandes rasgos, ¿cómo se lleva a cabo el trabajo realizado en el aula?

A ver, el trabajo es más complicado. O sea, como decía yo antes, que no volvería a trabajar en una
escuela regular, aunque encuentro que es mucho más fácil, los trabajos que hacemos entre comillas,
porque acá nosotros trabajamos con aulas multigrado, y eso significa que hay diferentes niveles
dentro de la misma clase, entonces ¿qué es lo que se hace? se trata de articular los contenidos para
poder pasarlo a cada niño además que hay que hacer todas las adecuaciones curriculares
correspondientes, o sea, es un gran trabajo el que se hace porque a diferencia de una escuela regular
que tu le pasas la misma materia a 44 niños aquí no, o sea, tienes que estar pendiente de cada nivel
del que tienes tu a cargo pero tienes la libertad de poder hacerlo mucho más dinámico. Las clases
son mucho más flexibles porque no sabes que inconveniente va a pasar en el momento, o sea,
nosotros más, que trabajamos en contexto psiquiátrico.

• ¿Y respecto al rango etario?

En general abarca los 3 niveles: Párvulo, básica y enseñanza media, entonces la edad va desde los
4 años hasta los 18 años.

• ¿Cuál, según su experiencia, serían las herramientas considera importantes en este


contexto?
Flexibilidad, tolerancia a la frustración, porque puedes planificar una clase maravillosa pero puede
ser que no venga ningún alumno, no sé, tu la planificaste para un chico que está en quimioterapia y
se sintió mal y no ira, entonces tu tienes que ser súper flexible, tener plan a, b, c, d, no estructurar
tanto la clase así como inicio, desarrollo, final, porque tal vez no vas a poder hacer el cierre como
tu pensabas o el inicio y el desarrollo se te juntaron y lo hiciste todo juntito y la actividad salió
mucho más larga de lo que esperabas, aquí tienes que ser súper flexible, pro activo, pero totalmente
y súper empático, si tu te pones hacerle una clase a un niño que tu estás viendo que está ahí y se está
quedando dormido, qué sacas con hacerle la clase, entonces tu puedes conversar con él de sus
problemas, de sus cosas, de su familia, ponerte a jugar con él, o sea tienes que ser súper flexible
desde una mirada pedagógica tu puedes llevar el juego con aprendizaje.

• ¿Aquí se desarrolla algún tipo de vínculo?

Total antes de cualquier trabajo que tengas que hacer con el niño tu primero tienes que vincularte
con él, o sea, si tu no te vinculas es muy difícil y sobre todo en este contexto psiquiátrico no puedes
pensar o imaginar hacerle clase a un niño con el que tu no te hayas vinculado, y en cualquier contexto
en realidad, ojala en la educación regular sea lo mismo, porque para poder entender el
comportamiento del niño, o sea, si el niño no sé, está en una quimioterapia o está saliendo de la
quimioterapia y se siente horrible, ¿qué sacas tú con suma, suma, multiplica, apréndete las tablas,
si el niño se siente pésimo o a lo mejor se siente pésimo, porque en la quimio no lo acompañó la
mamá o el papá, o el papá se fue o en cualquier otro tratamiento, entonces da lo mismo, tiene que
haber una vinculación para yo poder entender la situación de cada niño, o sea aquí yo planifico para
cada niño, no para una clase gigante porque cada niño es diferente a otro más en un contexto de
enfermedad.

• ¿La familia participa en este tratamiento?

La familia participa es fundamental que participe cuando hay familia porque muchas veces vienen
de un hogar de menores pero también se hace partícipe a los educadores, o sea, tiene que haber un
respaldo, y además somos contenedores de la familia, o sea, nosotros sabemos que somos
educadores, somos profesores, pero muchas veces hacemos de psicólogo, terapeuta, de lo que sea,
porque somos muy de escuchar como hablábamos antes para la vinculación, entonces la vinculación
no es solamente con el niño, ésta también es con la familia, o sea, es poder tener la confianza con la
familia poder tener su confianza porque nos están entregando a su niño que está enfermo, entonces
las vinculación es muy grande con todo en general somos una familia súper grande a la escuela
hospitalaria que tu vallas te van a decir lo mismo somos una familia eso es lo que somos.
• ¿De qué forma se vincula la familia aquí en la consulta o hay alguna dinámica?

No se hace participar a ellos en el aprendizaje de los niños si hay una disertación nose vienen con
los apoderados ellos participan no es por ejemplo como en una escuela regular donde tu veas al
apodera solamente para la reunión de apoderados aquí lo ves todos los días entonces la consulta son
todos los días y a los más grandes que se vienen solo aquí al colegio siempre es un llamado por
teléfono entonces la relación es super cercana como te digo son participe de todo los actos de todo
lo que alla y ellos tienen muy buena disposición para todo.

• ¿Qué valores familiares promueven en este contexto?

O sea lo que nosotros tratamos de promover aquí es el tema de la comunicación, la unidad, el


respeto, la empatía, eso es lo que nosotros tratamos más de promover y desarrollar en las familias
que a veces no lo tienen, no tienen empatía por lo que le está pasando al otro, ellos piensan es terrible
lo que me pasa a mí, o sea, la realidad mía es terrible pero, o sea, se dan cuenta al conocer a alguien
que está en su misma realidad y comienza a soltarse, chuta te pasa lo mismo que me pasa a mí, y
entonces empiezan a acompañarse y empiezan a darse como tips, a mí me pasaba esto y hago esto,
y ahí comienza el tema de la unidad, la empatía por el otro, el respeto por respetar el sentimiento
que siente el otro, chuta a mí ya me paso y por eso te aconsejo no estoy como tu pero ya me pasó.

La familia es super influyente en la educación, el horario de clase es mucho más corto entonces la
mayor parte la pasan en la casa. Por más que nosotros hagamos cosas, si en su casa no hay ayuda,
avanzamos al 10 por ciento. Si existe un alineamiento nosotros avanzamos mucho más rápido.

• ¿Qué elementos se pueden mejorar en esta área?

De partida la información, o sea una masificación de la información porque es nula, es muy my


poco cuando llega un niño a hospitalizarse. Por ejemplo y viene y tiene su escuela de origen regular,
y llegan a hospitalizarse, no saben que acá también hay una escuela donde nosotros también
podemos apoyar al niño mientras este hospitalizado, pero entonces desconocen el tema
administrativo, les da susto que les vallamos a cobrar la matrícula, o sea hay un tema administrativo
de desconocimiento tremendo.

• ¿Y esto se lo adjudican al tema gubernamental?

Si claro, ahora nosotros aquí en la región de Valparaíso hemos hecho muy buenos amigos con el
ministerio y emos ido avanzando mucho en este tema. O sea se han estado sacando oficios que se
mandan a todos los colegios con información de la pedagogía hospitalaria. Qué pasa si no sé tengo
un niño, un estudiante en situación de enfermedad, qué hacer, entonces el colegio ya está preparado
para saber que tiene que hacer. Y a nivel nacional, no sé salir en la tele, medios de comunicación,
que salga esto mucho más masivo porque la labor que hacemos nosotros es muy linda. Imagínate
que hay niños que en su vida han ido al colegio porque están postrados en cama o con ventilador
mecánico, que no pueden trasladarse a una escuela y tampoco pueden ir a una escuela hospitalaria,
o sea está solo en su casa, y ¿qué hacer con ese niño entonces? ¿nunca podrá estudiar? Entonces,
¿qué hace la pedagogía hospitalaria? Va a su casa. El profesor puede ir a hacerle clases, y esa
modalidad es atención domiciliaria, entonces tienen tres; Cuando están hospitalizados, cuando están
en forma ambulatoria en tratamientos o cuando el profesor va a su casa que es atención domiciliaria.
Entonces eso se desconoce y ahí en la atención domiciliaria se trabaja más todavía con la familia
porque el profesor va una hora todos los días o una hora día por medio y le deja tarea a la familia.
Entonces la familia pasa a ocupar el rol del profesor, porque cuando vuelva el profesor de nuevo le
muestre la tarea y todo lo que han hecho, y es la única forma que tienen ellos de estudiar, ya que es
su vida, nunca podrán salir de ahí, pero tienen la posibilidad de estudiar y eso gracias a la pedagogía
hospitalaria.

Porque muchos piensan que los niños vienen a jugar, “aaa están en una escuelita”, ni si quiera dicen
colegio, claro yo entiendo que sea de cariño, “aaa hay una escuelita en el hospital”, “aaa vaya a
pintar”, y no po, el niño no viene a pintar, viene a pasar materia, viene a la asignatura que
corresponde.

No voy a poner a leer a un niño El Quijote de la Mancha, no, aparte la tecnología, hay tantas cosas
que se pueden hacer, como te decía antes, nosotros somos muy libres de hacer y de inventar
actividades, mientras más lúdico, más entretenido para el niño, más ganas le van a dar de seguir
viniendo, y de participar, y hacer su vida normal como cualquier niño, aunque esté enfermo.

• ¿Habría algo usted que quisiera descartar o eliminar de esta modalidad, o algo que quisiera
agregar quizás aparte de la información con el trabajo en sí?

Más que nada a nivel ministerial, que sea una modalidad educativa, porque nosotros no somos
modalidad educativa, a nosotros nos tienen como educación regular, pero también como educación
especial, pero nosotros no nos regimos por los planes de educación regular entonces no somos una
escuela diferencial, tampoco somos una escuela regular, somos una escuela hospitalaria. Entonces
esta figura todavía no la logra el ministerio en cuanto a subvención, a financiamiento, o cuando te
vienen a supervisar por ejemplo entonces ven en el libro de clases que tengo 10 niños por ejemplo
matriculados, pero de esos 10 niños que están matriculados en la sala hay 3, no, es que hay unos
que están hospitalizados y los otros están trabajando desde casa, y les cuesta mucho entender esa
figura, bueno antes por lo menos, ahora está un poco más avanzado el tema, pero nos costó mucho
al principio que entendieran eso, y eso es motivo de parte, de una sanción, cuando tú no tienes los
niños que dicen en la sala en los puntitos en el libro, yo cuento 10 y aquí hay 3, entonces esas cosas
les costaba mucho y ahí por ese lado creo yo que debería haber un cambio.

Que tengan una flexibilidad y que lo tomen como una modalidad educativa, asi como está la
educación regular, especial, que lo de nosotros sea educación hospitalaria, pero otra modalidad,
porque a veces no saben dónde encasillarnos, por ejemplo en la carrera docente nosotros no
podemos evaluarnos por los profes de pedagogía hospitalaria, porque hay una pauta que el profesor
tiene que cumplir, tal y tal cosa, en la carpeta que hay que hacer, y todo el tema, las clases grabadas
y todo lo que se da para poder tener esta evaluación docente, no cabemos en ningún lado porque te
dicen ya, la clase tiene que durar tantos minutos, los contenidos tienen que ser tales, no sé po, son
como varias cosas en una pauta, ¿y cómo lo compruebo yo acá? si la clase no puede durar los 90
minutos, imposible que yo haga una clase de 90 minutos, acá no puedo presentar una carpeta con
tal información porque no puedo, el Simce tampoco, yo no lo doy acá, como voy a exponer a los
niños a esa presión, por ejemplo la ley CEP cuando le entregan más dinero a los colegios para
contratar más psicólogos, más cosas de apoyos, ¿cachai? nosotros no podemos optar a la ley CEP
porque para eso necesitamos el Simce, y si nosotros no damos Simce, como postulamos a esto es
más que nada una molestia, pero por un tema administrativo, porque lo que es el quehacer del día a
día con los niños, con la familia, con los doctores no tenemos nada que decir.

Ahora es super importante concientizar al área de salud, porque yo agradezco a este hospital todo
lo que a nosotros nos valoran, para mi desde el director del hospital hasta no sé, la tía que nos ayuda
hacer el aseo, todos tenemos la misma importancia para el tratamiento con los niños, somos parte
del tratamiento del niño.

• O sea que existe una buena comunicación entre los colegas.

Es que así tiene que ser, porque no sé, yo le puedo dar mi reporte semanal al doctor; “Sabes que esta
semana este niño ha estado, así, así, así”, entonces cuando le toca hora con el doctor, el doctor puede
ver el ajuste de fármaco, o lo que tenga que hacer, lo mismo con el psicólogo, o sea nosotros tenemos
mucho contacto, nosotros vemos día a día al niño, o sea eso es súper bueno para el profesional de
salud porque ya sabe, más menos, tiene un reporte de como ha ido evolucionando el niño, o
involucionando, pero si no hay comunicación entre salud y educación, no podemos ser islas,
tenemos que estar, trabajar de la mano, y eso por lo menos acá en este hospital súper bien, quizás
hay hospitales que no, y la verdad yo sé que es asi, yo tengo acceso a la ficha historial médico del
niño, entonces al principio cuando me llega un niño yo tomo la ficha y veo todo su historial médico,
y su historial familiar, y si hay cosas judiciales, porque yo tengo que enterarme para vincularme con
el niño, para entender su realidad, para poder educarlo, sin eso es súper complicado.

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