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Máster Universitario en Energías Renovables en Sistemas

Eléctricos
2018-2019

Otras Energías Renovables

Módulo de Termosolar

Jorge Ajona Gurucharri

Profesor: Santiago García Garrido

Noviembre, 2018
1. Descripción de las dos principales técnicas de conversión de la energía solar
en energía eléctrica (excepto fotovoltaica): CCP y torre central.

Las tecnologías de conversión de energía solar en energía eléctrica utilizando una


transformación en energía térmica se divide en dos grupos: las que concentran la radiación
solar a lo largo de una línea o las que concentran la radiación solar en un punto. Dentro de las
primeras podemos destacar dos tecnologías: las de concentrador cilindro parabólico (CCP) y las
de espejos fresnel.

CCP

La tecnología que se encuentra más asentada, y que supone más del 95% de la potencia de
generación termosolar instalada en España, es la tecnología CCP.
Esta se basa en la concentración de la radiación solar a lo largo de una línea recta de
normalmente una longitud entre 600 y 800 metros. El CCP consiste en un concentrador
cilindro parabólico que refleja la radiación solar directa sobre la línea focal de la parábola, en la
que se sitúa el receptor: el tubo absorbedor, compuesto por dos tubos concéntricos: uno
interior metálico, por el que circula el fluido calorífero, y otro exterior, de cristal. El tubo
metálico lleva un recubrimiento selectivo que posee una elevada absortividad y una baja
emisividad. Dentro de él se encuentra el fluido que transporta la energía que es captada. Este
fluido entra por uno de los extremos a una temperatura y con una velocidad, y sale por el otro
extremo a una mayor temperatura.
Desde el punto de vista estructural, este tipo de colectores se compone de cuatro elementos
principales:
 La cimentación y la estructura soporte.
 El reflector cilindro parabólico.
 El tubo absorbedor o receptor.
 El sistema de seguimiento solar.

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El sistema de seguimiento más común consiste en un dispositivo que gira los reflectores
cilindro parabólicos del colector alrededor de un eje. Aunque también se han fabricado CCP
que pueden girar en dos ejes, estos colectores tienen un rendimiento menor que los de
seguimiento en un único eje. Eso se debe a que los colectores con seguimiento en un eje
tienen menos perdidas térmicas, son más sencillos mecánicamente, y más robustos resistiendo
mayores cargas de viento. Normalmente, los CCP se instalan de forma que su eje de giro quede
orientado en la dirección Este-Oeste o Norte-Sur. La rotación del colector se realiza mediante
un mecanismo eléctrico o hidráulico, que va girando de acuerdo con la posición del Sol. Los
mecanismos eléctricos son apropiados para colectores pequeños o medianos, mientras que
para colectores grandes se emplean mecanismos hidráulicos. Para reducir los costes y
simplificar la construcción, es preferible que un solo mecanismo mueva varios módulos
concentradores conectados en serie.
Los fluidos más empleados en estas centrales son los fluidos orgánicos sintéticos, pero el que
mejor relación calidad-precio tiene es la mezcla de óxido de difenilo al 26,5% en peso y bifenilo
al 73,5%. Este fluido también presenta problemas ya que conlleva dificultades en su manejo.
A este fluido se le denomina habitualmente HTF (Heat Transfer Fluid). El HTF trabaja entre los
290 ºC a la entrada y los 390 ºC a la salida. A mayor temperatura de salida, mayor rendimiento
global de la planta, pero este fluido no se puede utilizar por encima de los 400ºC debido a su
composición. Por ello las centrales CCP no pueden trabajar por encima de esa temperatura.
El agua no se utiliza ya que presenta problemas de cambio de estado a vapor durante el
recorrido por la longitud del CCP.
El calor absorbido por el fluido es transferido a un circuito de agua para generar vapor. Este
agua, que se encuentra entre los 50 y los 100 bar de presión gracias a la presurización en una
bomba, se sobrecalienta hasta los 380 ºC convirtiéndose en vapor, y a su vez el HTF se enfría a
290 ºC. A esa temperatura el fluido orgánico se devuelva al campo solar para que continúe con
el proceso de captación de calor. Los equipos envueltos en el intercambio de calor entre el HTF
y el agua son intercambiadores carcasa-tubo.
El vapor formado es conducido hasta la turbina de vapor. El rendimiento de este proceso está
entre el 27% y el 40% (mayor rendimiento a mayor carga) alcanzando el 40% cuando la central
se encuentra trabajando a máximo de potencia.
El lugar donde se realiza la captación de radiación se conoce como campo solar y es una vasta
extensión de terreno de aproximadamente 2 hectáreas por MW instalado.

TORRE CENTRAL

La tecnología de central solar de torre central, también conocida como central de heliostatos
se basa en un horno solar que se vale de una torre para recibir luz solar concentrada.

El funcionamiento de esta tecnología consiste en espejos planos (heliostatos) que reflejan la


radiación solar en un receptor situado en lo alto de la torre por el que circulan sales de nitrato
fundidas. Estas sales son impulsadas desde un ‘tanque frio’ hasta el receptor, donde se
calientan hasta alcanzar 565ºC y una vez a dicha temperatura, el fluido baja al intercambiador
de calor para generar vapor de agua.

Los primeros diseños usaban estos rayos para calentar agua y utilizaban el vapor generado
para impulsar una turbina. Los diseños recientes emplean sodio líquido y ahora se encuentran

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en operación sistemas que emplean sales fundidas (40 % de nitrato de potasio, 60 % de nitrato
de sodio). Estos fluidos de trabajo tienen una alta capacidad calorífica y en condiciones de
máxima insolación, en las que la radiación calórica recibida es mayor que la demanda de la
turbina, parte de esas sales se almacenan en un tanque caliente capaz de conservar el calor
para utilizarlo en momentos de baja radiación solar. Las sales almacenadas se encargan
entonces de ceder el calor almacenado al sistema de generación de vapor. Esto permite la
generación de energía eléctrica incluso cuando el sol no está irradiando.

Algunas centrales solares de torre central de concentración tienen un sistema de refrigeración


basado en aire en vez de ser de agua, esto se da en zonas donde el agua no es un bien
abundante.

La central se sirve de sistemas de control para supervisar y controlar diversos aspectos de la


central, como son las posiciones del conjunto de helióstatos, alarmas y otros datos de
adquisición y comunicación.

Las centrales de torre central, con todas sus instalaciones, suelen tener una superficie de entre
150 hectáreas (1.500.000 m²) y 320 hectáreas (3.200.000 m²).

Esta tecnología se encuentra en proceso de investigación y se continúan desarrollando


componentes para heliostatos que sean baratos, que requieran bajo mantenimiento y que sea
posible producir en masa, todo esto reducirá los costos
en el futuro cercano. Un nuevo diseño llega a reducir
los costos para la instalación de los sistemas de montaje
tales como el hormigón, acero, las perforaciones y
grúas.

Central solar de torre central de 11 MW en Sevilla.

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2. La batalla solar: Fotovoltaica, torre, CCP. Por qué opción apostar.

A día de hoy la energía eléctrica producida al transformar directamente la energía solar es más
barata que hacerlo mediante una turbina al calentar un fluido térmico. Esto es así porque se ha
producido un abaratamiento muy grande de la tecnología fotovoltaica en los últimos años y la
tecnología fotovoltaica ha crecido enormemente.

Dicho esto, la tecnología termosolar sigue en desarrollo, mientras que la fotovoltaica se ha


estancado bastante debido a su madurez tras estos años. Esto implica que la termosolar se ira
haciendo más competitiva respecto a la fotovoltaica de lo que es ahora, pero a medio y largo
plazo la tecnología fotovoltaica seguirá siendo la dominante en cuanto a la batalla solar.

En mi opinión, ambas tecnologías tienen puntos a favor y en contra.

Por un lado, la fotovoltaica, como he mencionado anteriormente, es ya una tecnología muy


madura y más asequible que su contrincante. Por tanto en cuanto a costos de instalación y
operación se refiere, la FV le saca ventaja a la termosolar. Por otro lado, es una tecnología de
carácter intermitente, que necesita mejorar sus sistemas de almacenamiento para volverse
más fiable.

Por otro lado, la energía termosolar tiene la ventaja del almacenamiento térmico y como
consecuencia, tiene un papel estabilizador en la red. Esta estabilidad y fiabilidad hace que se
pueda confiar más y tener una mayor participación de renovables en la red.

En conclusión y justificando mi elección, la tecnología FV seguirá siendo dominante, ya que


mientras los precios de las celdas solares sigan bajando, los sistemas FV seguirán siendo más
llamativos para los inversionistas del sector energético; agregado esto a que, un panel solar FV
es sencillo de instalar y operar en una casa o edificio, los sistemas termosolares se quedan
cada vez más atrás. Mejorando los sistemas de almacenamiento, esta tecnología se convertiría
en una gran productora de energía y muy fiable. No obstante la termosolar a largo plazo, y con
la ventaja del almacenamiento por sales puede ser una gran competidora.

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