Вы находитесь на странице: 1из 6

EL RUIDO Y LAS VIBRACIONES EN EL PUESTO DE TRABAJO

Autor: Unidad de Accesibilidad de COCEMFE. Maika Broncano (30/11/2015)

EL SONIDO.

Es un fenómeno físico que se caracteriza por la formación de ondas en el aire, agua y otros medios
físicos. Son invisibles para las personas pero se pueden medir y percibir por el oído.

Cuando un objeto recibe un golpe, las moléculas que lo forman se ponen a vibrar y transmiten las
vibraciones al aire formando ondas sonoras. El sonido se transmite en el aire desde el punto en
que se genera y va perdiendo energía conforme se va alejando. Así oímos menos cuanto más nos
alejamos de la fuente. También el sonido se transmite cuando atraviesa obstáculos, se refleja o es
absorbido por los obstáculos.

En un puesto de trabajo se producen sonidos y estos sonidos se perciben. También se escuchan


mediante el rebote. Por otra parte los sonidos se absorben: muebles, paredes, cortinas, etc.

EL RUIDO.

Es un sonido no deseado y molesto. La molestia se relaciona con la interferencia del ruido con lo
que hacemos. Esta definición tiene en cuenta que su percepción tiene un componente subjetivo
importante. Por una parte el sonido es algo físico y medible y por otra parte el individuo que lo oye
experimenta una sensación que depende de diversos factores (estado de ánimo, concentración,
salud, etc.). Se sabe que el sonido produce una pérdida de audición por encima de los 80 dB
durante 8 horas diarias y bastante tiempo.

No se pueden conocer los límites de disconfort y molestia debido a que son subjetivos.

SONIDOS DIFERENTES.

Dos sonidos son diferentes cuando el nivel de presión sonora y/o frecuencia que refieren esos
sonidos son distintos.

Si golpeamos un tambor con fuerza se produce un sonido de alto nivel de energía sonora porque
aplicamos mucha energía al tambor. Un tambor se diferencia de una sirena, aunque ambos emitan
el mismo nivel de presión sonora, porque su sonido está compuesto por frecuencias bajas y la
sirena por frecuencias altas.

¿CÓMO OÍMOS?

El aparato auditivo es capaz de distinguir entre mayor y menor presión sonora y entre distintas
frecuencias (se miden en herzt Hz).

La mayoría de las personas son capaces de oír entre 20 y 2.000.000 Hz, aunque el oído humano
percibe mejor las frecuencias medias y altas y oye peor las frecuencias bajas. La voz humana en
una conversación normal está constituida por frecuencias medias y altas, que son las que mejor
escuchamos.

MEDICIÓN DEL RUIDO Y DEL TIEMPO DE EXPOSICIÓN.

La presión sonora se mide en decibelios (dB). Los diferentes niveles de presión sonora son para
la mayoría de las personas entre 0 y 140 dB. Es necesario conocer que los dB no siguen reglas
aritméticas sino de forma logarítmica, por lo tanto 80 dB más 80 dB no son 160 dB, sino 83 dB.
Por tanto hemos de doblar el nivel de ruido aumentado sólo 3 dB del nivel inicial. De ello podemos
deducir que disminuir 3 dB de presión sonora es mucho más difícil y costoso de lo que podría
parecer. Así que es más fácil reducir la energía a la mitad para sólo quitar un poco de ruido.

Decibelios A dB(a). Existe un mayor riesgo de pérdida de audición para personas que trabajan en
ambientes de frecuencias medias y altas (80 dB) que otras personas que trabajen con igual presión
sonora pero con frecuencias inferiores.

Para unificar los tipos de ruido desde el punto de vista del riesgo de pérdida de audición se usa el
dB (A). Así podemos hablar de niveles admisibles independientes de la persona. Existe cierto
riesgo de pérdida de audición en niveles superiores a 80 dB durante 8 horas al día y varios años de
exposición sean cuales sean las frecuencias del ruido al que estén expuestos.

MEDICIÓN DEL RUIDO.

El ruido se mide con un sonómetro. El sonómetro da una lectura directa del nivel de presión sonora
en dB (A), en un instante determinado o promediada en el tiempo.

Otro instrumento es el dosímetro, que se puede llevar en el bolsillo y permite conocer el ruido
recibido durante un tiempo determinado. La ventaja del dosímetro frente al sonómetro es que el
dosímetro mide todo el ruido recibido por la persona en todo el tiempo.

Además del nivel de presión sonora en dB (A) el tiempo durante el cuál el individuo está sometido
al ruido es un dato fundamental que interviene en la hipotética gravedad de los efectos del ruido.
La combinación de ambas variables nos permite clasificar la importancia de la exposición al ruido.
Se considera que el efecto en la audición es similar para un nivel de 93 dB (A) durante 4 horas al
día que para un nivel de 90 dB (A) en 8 horas al día.

Lo ideal sería que no existiesen ruidos por encima de 80 dB. Cualquiera se daría por satisfecho si
en un taller la presión sonora fuese de 75 dB (A). Pero por el contrario esos mismos 75 dB (A)
representarían un nivel de ruido que no se puede aceptar en otras situaciones.

La legislación española dice que es necesario tomar medidas preventivas a partir de 80 dB (A) de
promedio para 8 horas de trabajo, pero hay un vacío legal para niveles por debajo de esa cifra.

EFECTOS MOLESTOS DEL RUIDO.

Además de la pérdida de audición se cree que la exposición a niveles elevados de ruido puede
producir alteraciones psíquicas, estrés, irritabilidad, insomnio, taquicardias e hipertensión arterial.
Estos efectos son difíciles de cuantificar por lo que hay que buscar efectos más medibles. Para
valorar esto se puede medir lo que molesta el ruido en la comunicación entre las personas. El ruido
es especialmente molesto cuando impide que oigamos algo que deseamos. Otro efecto es el
comportamiento acustico en un local, en concreto la reverberación. Las ondas sonoras, cuando
encuentran un obstáculo en su camino en parte se reflejan y avanzan de nuevo, con menor
energía, avanzan en otra dirección, se reflejan, avanzan de nuevo, etc. Así el sonido que llega es
la combinación del que se transmite directamente desde el foco que lo origina junto con los
diferentes focos.

SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DEL RUIDO.

La mejor forma es evitar que se transmita al aire donde están las personas.

Formas de disminuir el ruido en el foco imaginario:

· Encerrar la máquina.
· Cambiar piezas viejas.
· Cambiar el diseño de la máquina.

A menudo estas soluciones no son posibles por lo que hay que colocar obstáculos entre el foco de
ruido y el individuo. Esos focos deben absorber esa energía.

La capacidad de un material para absorber energía se conoce mediante el coeficiente de absorción


(α ). Si la cantidad de ruido que llega a la superficie la llamásemos A y el ruido absorbido fuese B; α
= B / A.

Debemos elegir el material que más absorción ofrezca.

LAS VIBRACIONES.

Las vibraciones son el movimiento oscilante que hace una partícula alrededor de un punto fijo.

Cualquier máquina que genere vibraciones las puede transmitir al operario, ya sea por contacto
directo o bien a través de cuerpos interpuestos o por el suelo. La importancia de una vibración
viene dada por la intensidad y la frecuencia. Cualquier estructura física, incluso las partes del
cuerpo humano puede amplificar la intensidad de una vibración que recibe de otro cuerpo, siempre
que la vibración se dé en ciertas frecuencias que sean características de la estructura receptora.
Es lo que se llama frecuencia de resonancia.

Las diferentes partes del cuerpo tienen unas determinadas frecuencias de resonancia y las
vibraciones que reciban a esas frecuencias pueden ver amplificadas sus intensidades y por tanto
ampliar sus efectos nocivos. Una de las partes del cuerpo humano más importante en el estudio de
las vibraciones es el sistema tórax abdomen, debido al efecto resonante que se produce a
frecuencias entre 3 y 6 hz.

Por otra parte es interesante conocer el efecto de atenuación que el propio cuerpo ejerce frente a
la intensidad de una vibración. La cabeza de un individuo sobre una plataforma vibrante recibe más
vibración que los pies. Si se trata de una persona que empuña una herramienta que vibra se
produce una atenuación desde la mano a la cabeza. Estos datos de atenuación son válidos para
vibraciones de 50 hz de frecuencia mientras que a frecuencias más bajas la atenuación es menor.
Ello se debe a que la frecuencia de los órganos del cuerpo humano se encuentra por debajo de 50
hz.

MEDICIÓN DE LAS VIBRACIONES.

El instrumento que mide las vibraciones se llama vibrómetro. Convierte la aceleración de una
vibración en una señal eléctrica que nos determina el valor de la aceleración. Dispone de un
acelerómetro para averiguar el valor de la vibración. Es un instrumento del tamaño de un micrófono
y para actuar debe tocar la superficie que vibra.

PREVENCIÓN.

La prevención puede abordarse desde diferentes actuaciones:

· Actuación administrativa: se basa en la organización del trabajo. Debe contemplar la


variación del tiempo de exposición. La rotación del puesto de trabajo debe contemplar el
establecimiento de pausas a lo largo de la jornada o adaptar el trabajo a las características de cada
persona.

· Actuación técnica: se basa en minimizar la intensidad de las vibraciones antes de que se


transmita el sonido al individuo. Se deben adoptar medidas para que la maquinaria tenga un buen
mantenimiento preventivo y también se pueden interponer materiales absorbentes entre el foco y el
medio donde se transmite la vibración.

En el caso de los vehículos de transporte se puede colocar una suspensión adecuada tanto en la
cabina como en el asiento.

Las vibraciones suelen ir acompañada de ruido por la transmisión al aire. Si varia la intensidad de
la vibración también se varía la frecuencia sonora.

· Actuaciones sobre el receptor. Debe contemplar varios aspectos:

a) Informar al trabajador sobre los efectos de las vibraciones y las medidas preventivas.
b) Usar protecciones personales cuando no sean suficientes las otras soluciones
preventivas. Por ejemplo: guantes, botas específicas que pueden disminuir la intensidad de las
vibraciones... Aunque no eviten de forma total que se transmitan esas vibraciones.

Cuando las vibraciones son muy elevadas, es necesario realizar revisiones médicas previas y
además se deben de llevar a cabo revisiones periódicas.

Los Ruidos y las Vibraciones

El ruido y las vibraciones son riesgos muy comunes a los que estás expuesto cuando trabajas
en construcción.

El ruido puede producir sordera o fatiga auditiva, pero también puede generar daños y efectos
indeseables en otros órganos de tu cuerpo. Algo similar ocurre con las vibraciones, que
pueden producirte lesiones serias.

PELIGROS DEL EXCESO DE RUIDO

 El ruido te puede distraer e impedir que oigas advertencias.

 El ruido puede perjudicar los nervios del oído interno (Figura 1) y generar daños
irreversibles.

 Después de 15 a 20 años sin cuidarte, podrías perder el sentido del oído para siempre
o escuchar un zumbido constante (tinnitus).

 Si tienes pérdida de audición, esto puede afectar negativamente tu vida personal y la


de tu familia.

Prevención:

 Usa los protectores de oído (Figura 2). Deben llevarse puestos mientras dure la
exposición al ruido. Si te los retiras, aunque sea por un corto tiempo, estarás en gran
riesgo. La elección del protector auditivo que se use en la obra debe ser realizada por
personal capacitado.
 Si hay un equipo ruidoso en la obra, aléjalo lo más que se pueda.

 Coloca barreras de sonido alrededor de los equipos para aislarlos (Figura 3).

 La maquinaria ruidosa debe tener mantenimiento constante o ser sustituida.

 Es aconsejable rotar al personal expuesto a los ruidos.

PELIGROS DEL EXCESO DE VIBRACIONES

Daños producidos por las vibraciones:

 Trastornos en las articulaciones.

 Dolor de cabeza y mareos.

 Trastornos al estómago.

 Alteración del sistema nervioso.

Prevención:

 Usa materiales aislantes o absorbentes (soportes de corcho o caucho): al


interponerlos con la maquinaria, reducen la vibración que llega a ti.

 Disminuye el tiempo de exposición a la vibración. Haz pausas en el trabajo.


 Que haya rotación del personal expuesto a estas vibraciones.

 Usa protectores personales (guantes, cinturones, botas) que aíslan la transmisión de


vibraciones.

 Sustituye las piezas desgastadas que provocan el incremento de la vibración.

Вам также может понравиться