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TERREMOTOS

En lo que te lleve leer esta página, habrá un pequeño terremoto en algún lugar del mundo.
Hay aproximadamente 500.000 terremotos cada año, pero solamente se pueden sentir más
o menos 100.000 de ellos. Los terremotos son comunes en todo Estados Unidos. ¿Qué
estado crees que tiene la mayor cantidad de esos terremotos? Pensarías que es California,
pero en realidad es Alaska. Florida y Dakota del Sur tienen la menor cantidad de terremotos
cada año.

¿Sabes por qué el suelo tiembla durante un terremoto? Los terremotos ocurren cuando
tensión dentro de la tierra es liberada. La Tierra está hecha de cuatro capas. El centro mismo
de la Tierra se llama núcleo y es sólido. Hay otra capa cubriendo al núcleo que es líquida.
Después, el manto y finalmente la corteza terrestre. La corteza terrestre es como la cáscara
de una naranja. Sin embargo, a diferencia de la cáscara de la naranja, que está conectada, la
corteza terrestre está hecha de piezas llamadas placas tectónicas. Los lugares donde estas
placas se unen se llaman fallas. Cuando dos placas tectónicas se mueven una junto a la otra,
se forma tensión en las rocas de la falla. Imagina que tienes una banda elástica. Si la estiras,
estás causando que se cree tensión en ella. Cuando la banda elástica llegue a su límite
elástico, se romperá. Puede que no lo creas, pero las rocas también pueden tener tensión
elástica y límite elástico. Cuando las rocas llegan a su límite elástico, ocurre un terremoto.
De repente, la falla se agrieta y la tensión es liberada en forma de ondas sísmicas. Las ondas
sísmicas son como las olas del mar, solo que las ondas sísmicas viajan a través del suelo.
Cuando el suelo tiembla durante un terremoto, es debido a las ondas sísmicas.

La personas que estudian los terremotos se llaman sismólogos. Los sismólogos usan
sismógrafos para medir los terremotos. Los terremotos son medidos en magnitud e
intensidad. La magnitud es medida usando la Escala de Richter, y un terremoto de menos de
3.5 en la Escala de Richter es muy, muy pequeño, pero uno de más de 8.0 en esta escala es
muy, muy grande. No hay ninguna máquina para medir la intensidad, entonces la gente usa
la intensidad para describir lo que ven durante un terremoto.
Los terremotos pueden ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar de la Tierra, y han
estado ocurriendo por millones de años. Los terremotos probablemente siempre ocurrirán.
Pero estudiándolos, podemos minimizar el daño que causan.

COMPRENSIÓN DE LECTURA:
PREGUNTAS ACERCA DE LOS TERREMOTOS.
1. Aproximadamente, ¿cuántos terremotos ocurren cada año?
a) 100.000
b) 500.000
c) 1000
d) 5000

2. ¿En qué estado ocurren la mayoría de los terremotos cada año?


a) Alaska
b) California
c) Hawai
d) Florida

3. ¿Dónde se inician la mayoría de los terremotos?


a) en el núcleo de la Tierra
b) en las placas
c) en las fallas
d) en el espacio exterior

4. Cuando las rocas de una falla alcanzan su límite elástico, ¿qué pasa?
a) nada
b) la falla se agrieta y ocurre un terremoto
c) empiezan a rebotar
d) se estiran

5. Los terremotos se miden en ____________ y _______________


a) km. y segundos
b) nudos e intensidad
c) km y magnitud
d) magnitud e intensidad

6. Un terremoto que mide menos de 3.5 en la Escala de Richter es


______________
a) muy, muy pequeño
b) tamaño mediano
c) muy, muy grande
d) no sé
EL PROBLEMA DE LA BASURA

Generalmente, las ciudades tienen

dificultades para destruir las grandes

cantidades de basura que generan cada

día sus habitantes. Por un lado, pueden

ir acumulando toda la basura en ciertos

lugares, que reciben el nombre de

basureros. Pero estos basureros llegan,

tras un periodo de actividad, a estar totalmente llenos, por lo que hay que cubrirlos y buscar

otro lugar como futuro basurero. Por otro lado, puede quemarse la basura, como se hace en

muchas ciudades, pero los gases que se desprenden durante la incineración contaminan la

atmósfera, por lo que el remedio resultaría peor que la enfermedad. En algunas ciudades

están intentando reciclar la basura, es decir, transformarla para después volver a usar sus

productos. Por ejemplo, la basura orgánica (como los restos de comidas y los desperdicios

alimentarios) puede transformarse en abono, para la agricultura. También, hay otros

productos, como papeles, cartones y otros, que se transforman en materias primas con las

que se vuelve a fabricar papel (llamado papel reciclado). Sin embargo, para conseguir estos

objetivos es preciso establecer un sistema que permita al ciudadano separar su basura: la

reciclable, conformada por productos como los citados anteriormente, y la no reciclable,

conformada por productos como los plásticos.


LAS FRUTAS Y LA COMIDA CHATARRA

Había una vez un señor que tenía una tienda de frutas,

pero nunca vendía nada porque la comida chatarra

atraía mucho más a la gente, preferían toda la comida

basura antes que la más sana.

Pasado un tiempo todos en la ciudad estaban enfermos por no cuidar su salud, así que

empezaron a darse cuenta que debían de cuidarse más con la alimentación. Todos comían

frutas o verdura. Y por empezar a comer mejor se fueron curando del malestar que tenían.

Esto les sirvió de lección para que no abusaran de una comida que no era aconsejable. Las

frutas habían sido como mágicas para todos los habitantes de pueblo, todos se recuperaron

por completo. Así que el señor que tenía la tienda de frutas estaba muy feliz porque iban a

comprar sus productos que cosechaba y los demás estaban tan contentos de estar en forma,

sanos; y además hacían mucho deporte.

-Moraleja: que hay que comer saludable o tendrás sobrepeso y enfermarás.

-Valores del cuento: Esfuerzo, compromiso, alegría.


LA HAMBURGUESA QUE NO QUERÍA SER COMIDA
Había una vez una hamburguesa que tenía muchas vidas.
Cada día se despertaba en su hamburguesería, esperaba
pacientemente el turno hasta que era preparada por uno
de los cocineros, y finalmente era servida en cualquiera
de las mesas. Mientras la comían, ella hacía todo lo
posible por ser sabrosísima, y con el último bocado del
cliente, sentía como si se apagara la luz y se fuera a
dormir. Y al día siguiente se repetía la historia.

Nuestra hamburguesita podría haber seguido viviendo así de tranquila durante muchos
años, si no hubiera sido porque un día, mientras esperaba su turno en el fogón, pudo escuchar
cómo uno de los clientes la llamaba “comida basura” ¡Cuánto se enfadó! Estaba tan furiosa
que casi se quemó.
A partir de ese momento, se dio cuenta de que mucha gente usaba esa expresión para hablar
de ella y sus hermanas. Y tras escuchar atentamente cualquier programa de radio o televisión
donde se hablara de comida basura o comida sana, llegó a una terrible conclusión: era verdad
que era “comida basura”.

Ahora comprendía por qué la mayoría de sus clientes favoritos estaban mucho más gordos
que cuando los conoció, o por qué los que visitaban mucho el local tenían mal aspecto. La
hamburguesa se sintió fatal, ¡todo era por su culpa! Así que trató de encontrar una
solución, alguna manera de evitar aquel odioso nombre.

Y entonces se le ocurrió. Cuando vio que entraba uno de aquellos niños que pisaban al local
casi a diario, escogió el mejor sitio, y esperó a ser servida. Una vez en manos del niño, cuando
llegó al momento más especial, el del primer mordisco, se concentró tanto como pudo y… no
pasó nada. El niño hincó los dientes en la hamburguesa y masticó aquel bocado normalmente.
Luego dio otro, con la hamburguesa igual de concentrada, pero todo siguió igual... Así
siguieron varios bocados más, y la hamburguesa estaba ya a punto de rendirse, cuando oyó
la voz del niño:

- ¡Puaj!, ¡Qué rollo! Esta hamburguesa no sabe a nada.

Aquello fue sólo el principio de un plan que resultó perfecto. La hamburguesa convenció a
todas sus hermanas de que no tuvieran ningún sabor cuando los clientes hubieran estado
comiendo allí sólo unos días antes, a cambio de estar aún más sabrosas cuando espaciaran
más las visitas. De esa forma, dejaron de ver siempre las mismas caras enfermizas y
regordetas, y muchos de sus amigos comilones consiguieron un aspecto mucho más
saludable, además de degustar hamburguesas muchísimo más ricas.

Y es muy posible que esas hamburguesas sean muy viajeras porque, desde entonces, en todas
partes disfrutas mucho más del sabor de una comida cuando llevas tiempo sin probarla, que
cuando tratas de comer lo mismo todos los días.
MENSAJE A LA COMUNIDAD SOBRE LOS DESASTRES NATURALES
Los terremotos, las inundaciones, los huracanes, las erupciones volcánicas y los
deslizamientos son fenómenos de la naturaleza que siempre han estado presentes en la
historia de la humanidad. Sin embargo, el rápido crecimiento de la población, el deterioro y
contaminación del ambiente y el aumento de la pobreza entre otros factores, han contribuido
a convertir estos fenómenos físicos en desastres provocando grandes pérdidas en vidas
humanas, infraestructura y bienes materiales poniendo en riesgo los derechos de la niñez.
Frente a las amenazas de origen natural o humana los niños y las niñas son uno de los grupos
sociales más vulnerables, especialmente aquella más pequeña o con discapacidad. Muchos
desastres ocurren mientras la población infantil se encuentra en las aulas ejerciendo su
derecho a la educación. Vivir seguros es su derecho; el deber de los gobiernos nacionales y
locales, de la comunidad nacional e internacional, de las instituciones, la familia y la escuela
es propiciar las condiciones necesarias para protegerles; son la niñez del presente, la juventud
del mañana y la población adulta del futuro. La integración del tema de la reducción del riesgo
de desastre en la currícula escolar; el diseño y construcción de escuelas seguras; el
reforzamiento y mantenimiento de la infraestructura escolar; las adaptaciones de acceso para
la comunidad educativa con discapacidad; la elaboración de planes de seguridad escolar y el
asegurar el ejercicio del derecho a la educación en todas las acciones dirigidas a reducir el
riesgo, pero sobre todo, en situaciones de desastres, son algunas de las medidas a seguir para
que la reducción de riesgos de desastres empiece en la escuela. El trabajo conjunto y continuo
de la comunidad puede contribuir a reducir el impacto de los desastres. Los niños y las niñas
desempeñan un papel muy importante en esta acción.
¿Cómo? Realizando actividades escolares con la
participación de la comunidad. Informando a sus familias y
su comunidad sobre las amenazas y motivándoles para que
tomen medidas preventivas. Ayudando con sus acciones y
actitudes a instaurar una "cultura de prevención" real y
duradera, ya que cuando sean personas adultas tendrán
una mayor comprensión de los fenómenos de la naturaleza,
los efectos de las acciones humanas y de las consecuencias
de un mal manejo del ambiente así como de la necesidad
de promover un desarrollo más armonioso con la
naturaleza.
¿QUÉ ES LA VULNERABILIDAD?
La vulnerabilidad es la condición por la cual una población está en peligro de ser afectada
por un fenómeno de origen humano o natural al cual hemos llamado amenaza.
Para saber si somos o no vulnerables es importante que nos preguntemos: ¿Vulnerable a
qué? ¿Será a un deslizamiento, a un incendio, a una inundación, un maremoto o tsunami?

Las poblaciones costeras son más vulnerables a los maremotos (tsunamis) y mareas altas;
no así, aquellas que viven en las zonas montañosas por estar en lugares más altos y lejos de
la costa.

Quienes viven en las montañas son más vulnerables a ser afectados por los deslizamientos
que aquellas poblaciones asentadas en las llanuras donde no hay pendientes.

Ser vulnerable es como decir que somos débiles frente a esa amenaza específica (incendio,
sismo o huracán) y de ahí que resultemos heridos o afectados los seres humanos y los
animales, pero también resultan dañadas las casas y las escuelas porque las hemos
construido vulnerables e inseguras (débiles o frágiles) y poco resistentes frente a los
terremotos, lluvias y vendavales.

Ser vulnerable también tiene que ver con la capacidad (o incapacidad) que tienen las
personas y comunidades para proteger su comunidad y ambiente evitando así que se dé un
desastre. La capacidad es la combinación de todas las fortalezas y los recursos con que
Hay varias situaciones que pueden aumentar nuestra vulnerabilidad frente a las amenazas,
por ejemplo:

 La degradación ambiental: Cuando se cortan árboles y no


se plantan más, la deforestación va avanzando y con ella
la vulnerabilidad de las comunidades frente a las lluvias.

 La falta de preparativos: la escuela en coordinación con


la comunidad y las familias deben conocer las amenazas a
las que están expuestas, organizarse y hacer un plan para
prevenir el riesgo que esa amenaza representa y luego,
preparase para responder ante un eventual desastre. Una
comunidad estudiantil y local no organizada es una
población vulnerable al estar desinformada y sin haberse
preparado para responder ante un desastre.
 Las condiciones de las personas: Las personas mayores,
enfermas y la niñez - especialmente aquella niñez más
pequeña y con discapacidad - son más vulnerables que
otras personas, mereciendo la mayor protección y
atención.

¿CUÁLES ACCIONES PUEDEN DISMINUIR NUESTRA VULNERABILIDAD?

Reforzar los edificios: toda escuela debe ser segura. Si la escuela no se construyó pensado
en que tenía que resistir fuertes sismos, es muy importante reforzar la infraestructura para
hacerla resistente a los terremotos reduciendo así la posibilidad de que colapse.

Educación para la reducción de riesgo de desastre: la escuela que incluye en su plan de


estudios temas sobre la reducción de riesgo de desastre, enseña a las niñas y los niños a vivir
en armonía con la naturaleza evitando mayores riesgos y proteger asi su propia vida, la de
su familia y la comunidad ante un desastre. La niñez conocedora de sus derechos es menos
vulnerable porque pedirá a las autoridades locales, nacionales e internacionales velar por
sus derechos y cumplirlos en toda acción que se haga para prevenir el riesgo y reducir los
desastres. Reforzar los edificios: toda escuela debe ser segura. Si la escuela no se construyó
pensado en que tenía que resistir fuertes sismos, es muy importante reforzar la
infraestructura para hacerla resistente a los terremotos reduciendo así la posibilidad de que
colapse.

Educación para la reducción de riesgo de desastre: la escuela que incluye en su plan de


estudios temas sobre la reducción de riesgo de desastre, enseña a las niñas y los niños a vivir
en armonía con la naturaleza evitando mayores riesgos y proteger asi su propia vida, la de
su familia y la comunidad ante un desastre. La niñez conocedora de sus derechos es menos
vulnerable porque pedirá a las autoridades locales, nacionales e internacionales velar por
sus derechos y cumplirlos en toda acción que se haga para prevenir el riesgo y reducir los
desastres.

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