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La actividad financiera del Estado ha sido definida como “la actividad que desarrolla el Estado con el
objeto de procurarse los medios necesarios para los gastos públicos destinados a la satisfacción de las
necesidades públicas y en general a la realización de sus propios fines.
Ahora bien, las funciones del estado se dividen en tres aspectos fundamentales.
a) El de la obtención de ingresos, los cuales pueden afluir al Estado tanto por institutos de derecho
privado, como es la explotación de su propio patrimonio (empresas industriales, renta de inmuebles,
venta de bienes), como por medio de institutos de derecho público, por ejemplo, los diversos tipos de
tributos, o por institutos mixtos, como la contratación de empréstitos o la emisión de bonos;
b) La gestión o manejo de los recursos obtenidos y la administración y explotación de sus propios
bienes patrimoniales de carácter permanente, y
c) La realización de un conjunto variadísimo de erogaciones para el sostenimiento de las funciones
públicas, la prestación de los servicios públicos y la realización de otras muy diversas actividades y
gestiones que el Estado moderno se ha echado a cuestas.
La Hacienda Pública:
El origen de la palabra Fisco se encuentra en el vocablo latino Fiscus, que utilizaba entre los romanos
para llamar al tesoro del soberano (rey o emperador) en contraposición al erario, que era el tesoro del
Estado; posteriormente se hizo extensivo el vocablo fisco para comprender el Tesoro del Estado
también, cuando los príncipes llegaron a tener disposición del tesoro público.
La voz de Hacienda tiene su origen en el verbo latino facera, aun cuando algunos sostienen que deriva
del árabe “ckasena”, que significa cámara del tesoro. Con el adjetivo de pública significa como lo
expresa dicho autor, toda la vida de los entes públicos y en sentido estricto hace mención a los
ingresos, pertenecientes y gastos de las entidades públicas. La Hacienda Pública, como organismo y
como concepto en el derecho positivo español, aparece por primera vez al crear Felipe V la Secretaria
de Hacienda, dentro de la organización administrativa del reino español. De ahí pasa a la América
latina, y a México donde la dependencia del gobierno Federal encargada de realizar la actividad
financiera estatal se ha conocido tradicionalmente como Secretaria de Hacienda, agregándose
posteriormente la innecesaria expresión “ y de crédito público”.
Ingresos Públicos
En México no encontramos concepto de tributo en ninguna ley. El artículo 2º del Código Fiscal de la
Federación usa la palabra contribución, pero no define a esta. Sin embargo estimamos que en el
derecho mexicano contribución y tributo son sinónimos.
Y establece que son contribuciones o tributos.
a) Los impuestos;
b) Las aportaciones de seguridad social;
c) Las contribuciones de mejoras;
d) Los derechos.
Los tributos o contribuciones, son las prestaciones en dinero o en especie que el Estado exige en
ejercicio de su poder de imperio con el objeto de obtener recursos para el cumplimiento de sus fines.
Los ingresos públicos pueden definirse de manera general y sencilla como todas aquellas entradas
de dinero que recibe el Estado y que le permiten financiar la satisfacción de necesidades colectivas, es
decir, que le permiten financiar el gasto público y cumplir su función dentro de la sociedad.
c. De acuerdo a su Periodicidad
I. De acuerdo a su periodicidad
Ordinarios
Son aquellos que el Estado recibe en forma periódica, puede repetir su recaudación periodo tras
periodo, y su generación no agota la fuente de donde provienen ni compromete el patrimonio actual o
futuro del Estado y sus entes.
Ejemplos: el Impuesto sobre la renta y el Impuesto al valor agregado.
-Venta de Inmuebles
-Herencia Yacente
Extraordinarios Crédito
-Donaciones
Público
-Impuestos extraordinarios
Extraordinarios
Presentan característica distintiva que la fuente que los genera no permite su repetición
continua y periódica, y afecta o compromete la disminución del patrimonio del Estado en el presente
o en el futuro.
Los ingresos públicos también se pueden clasificar desde tres criterios diferentes:
En el caso de México, el Código Fiscal de la Federación señala los ingresos que puede percibir el
Estado Mexicano son:
1. CONTRIBUCIONES: Impuestos, Derechos, Aportaciones de Seguridad Social y Contribuciones de
Mejoras.
2. APROVECHAMIENTOS
3. PRODUCTOS
4. ACCESORIOS: Recargos, sanciones, gastos de ejecución, Indemnización por cheques devueltos.
Gasto Público
El gasto público es la cantidad de recursos financieros, materiales y humanos que el sector público
representado por el gobierno emplea para el cumplimiento de sus funciones, entre las que se
encuentran de manera primordial la de satisfacer los servicios públicos de la sociedad.
Del análisis de la estructuración y aplicación del gasto público se pueden predecir ciertos
comportamientos de la economía así como los fines que persigue el sector público.
En nuestro siglo, el sector público aparte de realizar las funciones tradicionales de gobierno que eran
salvaguardar a sus ciudadanos a través del orden interno y externo, y administrar la justicia; ha
asumido otras funciones mucho más amplias valiéndose para ello del gasto público.
En estas actividades el sector público ha venido utilizando al gasto para tratar de dar más empleo,
estimular la actividad económica, crear la infraestructura productiva del país, dar vivienda a los
trabajadores, elevar el nivel educativo proporcionando educación gratuita, proporcionar servicios de
salud, etc.
c. Gasto de transferencia: Capital que el estado cede a empresas y familias que lo necesitan.
Clasificación económica del gasto público, desde un punto de vista económico se distinguen tres tipos
de gasto público:
A. Desarrollo Social,
B. Económico, y
C. Gobierno.
Potestad Tributaria
En nuestro sistema jurídico el fundamento de potestad tributaria, radica en el poder del imperio que
tiene el Estado, nacido de las instituciones creadas por el pueblo en su beneficio, es decir, con su
voluntad soberana, el pueblo le otorga el poder público al Estado y éste a su vez lo ejercita a través de
los tres poderes de gobierno, como son el Ejecutivo, el Legislativo y el poder Judicial.
La potestad o poder tributario como la “facultad o posibilidad jurídica del Estado de exigir
contribuciones respecto de personas o bienes que se hallan en su jurisdicción”.
O poder fiscal o “potestad tributaria”, o poder de imposición, como “la facultad del Estado,
para establecer los tributos necesarios para realizar sus funciones”.
Es “la facultad o posibilidad jurídica del Estado de exigir contribuciones con respecto a
personas o bienes que se hayan en su jurisdicción”.
Es “la facultad inherente al Estado de exigir tributos dentro de los límites establecidos de la
Constitución y que sólo puede manifestarse por medio de normas legales”.
El poder del Imperio, en lo que se refiere a la imposición de los tributos puede ejercerse
únicamente a través de la ley, y en ese supremo principio está la base del Derecho Tributario como tal,
y del Derecho Constitucional moderno, ya que “no debemos olvidar que fue por razones tributarias que
nació el Estado Moderno de derecho”.
Ha sido un tema muy discutido en cuanto a su denominación, toda vez que no hay uniformidad de
criterios y opiniones entre los conocedores e investigadores del derecho tributario para definir ésta
cuestión, pues algunos lo identifican como poder impositivo, mientras que otros lo llaman el poder
tributario, también se le conoce como supremacía tributaria, soberanía fiscal o potestad tributaria, lo
cierto es, que en todos los casos se conduce a un solo punto, el cual consiste en explicar o definir el
modo de manera que utiliza el Estado para obtener recursos tributarios que vengan a sufragar el gasto
público, haciendo uso de la soberanía o autoridad, mediante la imposición de leyes tributarias.
Por lo que a ésta parte concierne, resulta más atinada la denominación de potestad tributaria,
atendiendo a su significado jurídico-gramatical, por lo que, en base a lo anterior podemos definirla en
México, como la atribución legal que ejerce el Estado a través del Poder Legislativo, para establecer
las contribuciones necesarias que se requieren dentro de su espacio territorial, para cubrir el gasto
público, el cual debe ejercitarse bajo los principios de generalidad, equidad, proporcionalidad, legalidad
y ámbito de competencia.
Todos los Estados, han ejercido la potestad tributaria sobre la población que gobiernan, para cumplir
con sus atribuciones cuyo fin último precisamente es la satisfacción de las necesidades colectivas
mediante el gasto público, para lo cual es preciso indicar que en cada época y en cada pueblo o
Estado en particular, la forma de ejercitar esta potestad ha variado, siendo unos muy despóticos y
violentos y otros equitativos y proporcionales a la capacidad de los sujetos pasivos, siendo muestra de
ambos nuestra propia historia mexicana, la cual, hasta antes de la Constitución de 1917, observa
tributos despóticos y provenientes de la voluntad del gobernante en turno, del Dictador o del
Emperador, y con posterioridad a ésta han pasado a tener la segunda forma apuntada.
Por lo que respecta a nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y atendiendo a
la potestad tributaria, es dada al Estado por el pueblo para su beneficio, se plasmó en la fracción IV del
artículo 31, lo siguiente;
Con lo que es claro, que el vocablo utilizado en la Constitución es el de contribución, haciendo alusión
a que este tributo debe ser equitativo y proporcional a las posibilidades de cada individuo.
Conforme a esta teoría, se considera que el tributo tiene como fin costear los servicios públicos
que el Estado presta, de modo que lo que el particular paga por concepto de gravamen es el
equivalente a los servicios públicos que recibe.
La principal crítica a esta teoría consiste en que no toda la actividad del Estado es concretamente
un servicio público, ni va encaminada a la prestación de los servicios públicos, por lo tanto, no todos
los recursos que percibe se destinan exclusivamente a la satisfacción de servicios de esta naturaleza.
En efecto, si bien es cierto que fuertes cantidades son las que eroga el Estado para la satisfacción de
los servicios públicos, también lo es que una buena parte de sus ingresos los destina a actividades que
de ninguna manera constituyen servicios públicos, como por ejemplo los gastos de las
representaciones diplomáticas en el extranjero.
Otra crítica a esta teoría consiste en que la noción del servicio público varía de un Estado a otro,
luego entonces, nos encontramos con que el concepto de servicio público es en la actualidad vago e
impreciso, por estar supeditado a las ideas políticas, económicas y sociales en cada Estado.
Además, no se debe olvidar que los servicios públicos son prestados a toda la colectividad, abarcando
tanto a las personas que pagan impuestos como a las que no los pagan. Es más, hay servicios
públicos que se prestan precisamente a los que no pagan impuestos debido a su situación personal,
como es el caso de los servicios de asistencia pública, luego entonces, no podemos sostener que el
tributo sea el equivalente de los servicios públicos prestados por el Estado, pues sería adoptar una
definición inexacta.
Los sostenedores de esta teoría señalan que la obligación de las personas de pagar tributos surge
simplemente de su condición de súbditos, es decir, de su deber de sujeción para con el Estado. Dicho
en otras palabras la obligación no está supeditada a que el contribuyente perciba ventajas particulares,
pues el fundamento jurídico para tributar es puro y simplemente la relación de sujeción, por lo tanto, en
esta teoría carece de importancia la clasificación de los tributos en atención a los servicios públicos
que con ellos se sufragan.
En contra de esta teoría se han formulado críticas tales como que no sólo los súbditos de un Estado
están obligados a tributar, sino también los extranjeros. Margáin considera que esta crítica es débil
frente al fondo que encierra la teoría, misma que es producto de un alto desarrollo cultural y social que
a su vez pone de manifiesto el alto concepto que los habitantes de algunos países europeos tienen no
sólo sobre su obligación de tributar, sino, además, de hacerlo con honestidad.
El fundamento esencial del tributo es la satisfacción de las necesidades sociales que están a cargo del
Estado. Para explicar esta teoría, se hace una comparación entre las necesidades del hombre en lo
individual con las de la sociedad, las cuales dividen dos clases: físicas y espirituales. En este
concepto, las necesidades físicas del hombre son: alimentos, vestido, habitación y, en general, todas
aquellas que son indispensables para subsistir. Considera que una vez satisfechas las necesidades
físicas, se le presentan al hombre aquellas necesidades que significan mejorar sus condiciones de
vida, las que lo elevarán espiritualmente y le proporcionarán una mejoría en su persona, como la
cultura intelectual y física y, en general, todo lo que le permita su superación personal.
En cierta medida, esta teoría tiene aplicación en la realidad mexicana pues observamos cómo el
gobierno federal, a través de diversos organismos y entes públicos, eroga anualmente considerables
cantidades para satisfacer las necesidades físicas y espirituales de la sociedad. Como ejemplo de la
satisfacción de necesidades físicas de la sociedad tenemos a los siguientes organismos: la
CONASUPO, cuya finalidad es mantener al alcance del pueblo alimentos básicos de consumo
indispensable a precios accesibles para las personas de escasos recursos económicos; el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado; el Banco Nacional de Obras y
Servicios Públicos; el Instituto Mexicano del Seguro Social; el Instituto del Fondo Nacional de la
Vivienda para los Trabajadores; etcétera, organismos, todos ellos, a través de los cuales se procura
poner al alcance del pueblo vivienda, alimentos, servicios médicos, etcétera. En cuanto a las
necesidades espirituales, el gobierno federal proporciona educación preprimaria, primaria, secundaria,
así como estudios medios superiores y profesionales y cuando no los proporciona en forma directa,
concede considerables subsidios para tal efecto como es el caso de las universidades. Igualmente
mantiene al Instituto Nacional de Bellas Artes y al Colegio de México, para citar nada más dos
organismos a quienes se ha encomendado la promoción cultural en la rama de las artes y la ciencia.
Para esta teoría, los tributos se consideran como el pago de una prima de seguro por la
protección que el estado otorga a la vida y al patrimonio de los particulares
a) Parte de un principio falso porque la actividad del Estado no se ha reducido en ningún tiempo ni
podrá estarlo nunca, a una simple función de protección de la hacienda de sus súbditos; ni aún
de las épocas de liberalismo más acentuado fue posible la realización de éste ideal, del que
cada día se aparta más el Estado moderno, en el que se puede observar una mayor
intervención estatal que todos los órdenes de la actividad individual; aún en aquellos Estados
que se oponen expresamente al socialismo no puede negarse la intervención del estado en
actividades que en otras épocas estaban reservadas en forma exclusiva a la iniciativa privada.
b) Un somero análisis de los presupuestos de los estados modernos y aún más, de aquellos que
existían cuando la teoría se formuló, no revelan que las Cantidades que el Estado destina a los
servicios de seguridad de sus miembros, constituyen una pequeñísima parte de dichos presupuestos,
en las que grandes cantidades están destinadas a fines absolutamente diversos, como obras públicas,
salubridad, educación, economía, etc…
c) En ningún caso ha actuado el Estado como una empresa de seguros cuando alguno de sus
miembros es atacado en su patrimonio o en su persona. De actuar el Estado como una empresa de
seguro, tendría la obligación, al realizarse el riesgo, de indemnizar al dañado por dicho riesgo, de
manera que en caso, por ejemplo, de un homicidio, el estado debería indemnizar a los deudos del
muerto, a sí como en caso de robo o cualquier otro acto que lesionara su patrimonio debería
indemnizar a la víctima, y si el Estado no procede en esa forma, es porque su función no consiste,
tratándose de los servicios de seguridad, en garantizar el respeto de la vida o de las propiedades de
sus súbditos o de indemnizarlos en caso de violación; sino que consiste en tratar de evitar la
realización de cualquier acto que lesione a sus miembros y castigar al que lo realice, de modo que su
acción será simplemente preventiva y punitiva.
Teoría de Eheberg
La teoría de Eheberg se puede sintetizar expresando que el pago de los tributos es un deber que
no necesita un fundamento jurídico especial. Eheberg considera el deber de tributar como un axioma
que en sí mismo no reconoce límites pero que los tiene en cada caso particular en las razones de
oportunidad que aconseja la tendencia de servir el interés general. El último fundamento jurídico del
tributo es precisamente el de que no necesita fundamento jurídico alguno. A sí como la nación y el
estado, no sólo en casos graves, si no fundamentalmente en todo tiempo, pueden pedir la ofrenda de
la vida a todo ciudadano, sin que para ello necesite ningún fundamento jurídico especial, así también
tratándose de la ofrenda de cosas mucho menos valiosas que la vida, debe considerarse como un
axioma el que cada cual debe aportar a la comunidad las fuerzas y valores económicos de que
dispone, cuando así lo exige el bien general.
Esta teoría es del tipo, materialista y queda al margen de la Filosofía, la Moral y la Ciencia
Jurídica.
En México, la Constitución Política del país ha señalado como fundamento jurídico para tributar
la necesidad de sufragar los gastos públicos; así se desprende del contenido del artículo 31, fracción
IV, que dice “son obligaciones de los mexicanos: contribuir a los gastos públicos de la Federación,
Estado y Municipio en que residan de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes.”
Sin embargo, la constitución no aclara que se debe entender por gastos públicos, de modo que en este
aspecto debe hacerse la interpretación del concepto.
Gabino Fraga sostiene que “por gastos públicos deben entenderse los que se destinan a la
satisfacción atribuida al Estado de una necesidad colectiva, quedando por tanto excluidos de su
comprensión los que se destinan a la satisfacción de una necesidad individual.”
Consideramos que esta tesis no resuelve el problema de definir con toda exactitud el concepto
de gasto público, pues la señalar que se refiere únicamente a las erogaciones para satisfacer
necesidades colectivas excluyendo a las necesidades individuales se ignora que tanto el Estado como
el personal de las dependencias estatales deben satisfacer necesidades individuales en el desempeño
de sus funciones públicas, circunstancia que dá el carácter de gasto público a la erogación respectiva.
Derecho Fiscal
¿Qué es fiscal en derecho?
Es lo perteneciente al fisco, y como parte de la Hacienda Pública formándose por las contribuciones.
La materia fiscal en México es “todo lo relativo a los ingresos del Estado provenientes de las
contribuciones, y a las relaciones entre el propio Estado y los particulares, en su calidad de
contribuyentes”. Entonces la materia fiscal es la “determinación, liquidación, pago, devolución,
exención, prescripción o control de los créditos fiscales o lo referente a las sanciones que se impongan
por haber infringido las leyes tributarias”.
▶ ¿Qué se entiende por derecho?
Por lo general se entiende por Derecho, al “conjunto de normas jurídicas impero-atributivas que rigen
la conducta externa del hombre en sociedad, sancionadas por el Estado”.
LAS LEYES QUE “RIGEN LAS RELACIONES DE LOS INDIVIDUOS ENTRE SÍ, DE LOS
INDIVIDUOS CON EL ESTADO, DE ÉSTE CON AQUÉLLOS Y DE LOS ESTADOS ENTRE SÍ”.
La ubicación del derecho se ubica dentro del derecho objetivo nacional por las las normas jurídicas
que se “elaboran para regir los actos de los individuos, cuando se realizan dentro del territorio de un
Estado”.
En el derecho objetivo por las normas que se elaboran para regir los actos de los individuos, cuando
se realizan dentro del territorio de un Estado.
Por la relación entre el derecho fiscal y el Derecho Administrativo por los medios patrimoniales y
financieros, relacionándose directamente “con la Actividad Financiera del Estado para la realización de
sus fines”.
También desde luego por la relación entre el derecho fiscal y el derecho financiero en el estudio de la
obtención de recursos para que el Estado logre sus fines.
La relación entre el derecho fiscal y el derecho administrativo es por la ubicación que contempla en el
Derecho Administrativo en México:
La relación entre ambas se ubica en uno de los tres momentos, específicamente en la obtención de
recursos; en relación al derecho Administrativo por el tema de los “medios patrimoniales y financieros”
al estudiarse la Actividad Financiera del Estado.
El derecho fiscal al tener características propias se convierte en una más de las ramas jurídicas
autónomas del Derecho; es decir, es una rama autónoma del Derecho Administrativo que estudia las
normas legales que rigen la actividad financiera del estado o de otro poder público.
El Derecho Tributario se envuelve todo un régimen jurídico relativo al pago de tributos; y
con Derecho Impositivo se denomina al régimen jurídico relativo al cumplimiento de obligaciones
impuestas por el Estado, se trata de la misma materia fiscal, por lo tanto, las expresiones Derecho
Fiscal, Derecho Tributario y Derecho Impositivo pueden considerarse sinónimas, aunque en
México se denomina tradicionalmente como Derecho Fiscal.
A pesar, de ser consideradas como sinónimas, se puede encontrar diferencias entre el derecho
financiero, el derecho fiscal y el derecho tributario:
▶ Derecho Fiscal y su relación con el Derecho Público
La materia fiscal se refiere únicamente a los ingresos del Estado que provienen de las contribuciones,
pero ¿Cuál es la relación ente el Derecho Público y el derecho fiscal?
El derecho fiscal o derecho tributario, es una rama del derecho público, que es la que especifica la
parte del ordenamiento jurídico que regula las relaciones entre los individuos y entidades privadas con
los órganos que enseña el poder público, dentro del derecho financiero, donde su función es
la administración de las reglas jurídicas que facilitan que el estado pueda ejercer sus facultades
tributarias.
Características
Las principales características del derecho fiscal son las siguientes:
Las acciones humanas que desarrollen actividad tributaria no pueden sustraerse a ser
encauzadas por mandatos o por normas jurídicas.
Necesita de normas legales que las regulen.
Son de carácter obligatorio y no hay libertad de los administrados de acatarlas o no.
Nos dictan que al producirse ciertos hechos o circunstancias corresponde el pago de
tributos y, de algunos deberes auxiliares que deben cumplir los obligados y ciertos terceros
no deudores, pero que deben ayudar al Estado.
La norma tributaria posee coercibilidad.
El fisco puede usar medios legalmente permitidos para juzgar a los que no cumplen con sus
estatutos.
Fuentes del Derecho Fiscal
La ley.
Se entiende por ley el acto emanado del Poder Legislativo que crea situaciones jurídicas, abstractas e
impersonales.
La situación jurídica se refiere a una situación hipotética, en la cual desde el momento que uno caiga
en ella la ley puede intervenir; abstracta se refiere a que es aplicable a un número indeterminado de
casos; e impersonal se refiere, a que no va dirigida a una persona en especial, sino que es en forma
general para todo aquel que caiga en la situación jurídica.
La ley es la fuente más importante del derecho tributario; así, en el artículo 31 fracción IV
constitucional se establece la obligación de contribuir a los gastos públicos de la manera proporcional y
equitativa que establezcan las leyes. El precepto implica que a través de las leyes fiscales que se
dicten existirán limitaciones a la libertad y a la propiedad individual de los gobernados.
Además, es necesario considerar que en el artículo 14 constitucional se señala que nadie puede ser
privado de sus propiedades, posesiones o derechos, sino de acuerdo con las leyes expedidas con
anterioridad al hecho. Entonces, una ley fiscal previa puede originar la existencia de gravamen a cargo
de un gobernado.
Decreto ley y decreto delegado.
No obstante la división de poderes establecida en la Constitución de acuerdo con la cual la ley debe
surgir de manera exclusiva del poder legislativo, excepcionalmente puede tener su origen en el poder
ejecutivo. Se trata, en este caso, del decreto-ley y del decreto-delegado.
El decreto-ley se presenta cuando la Constitución autoriza al Poder Ejecutivo para que expida
leyes sin necesidad de una delegación del congreso. En este tipo de situaciones, el origen de la
autorización se localiza en la Constitución. En el sistema constitucional mexicano el ejecutivo da
cuenta al Congreso del ejercicio de la facultad que comentamos. En materia tributaria, un ejemplo de
esta delegación de facultades es lo dispuesto en el artículo 131, párrafo II de la Constitución, con base
en el cual el ejecutivo puede ser facultado por el Congreso para aumentar, disminuir o suprimir las
cuotas de las tarifas de importación y exportación expedidas por el propio Congreso, y para crear otras
o para restringir y prohibir las exportaciones y el tránsito de productos, artículos y efectos cuando lo
estime conveniente, a fin de regular el comercio exterior, la economía del país, la estabilidad de la
producción nacional, o con cualquier otro propósito en beneficio del Estado. Al enviar el proyecto del
presupuesto anual, el ejecutivo debe rendir un informe al Congreso acerca del uso de esta facultad.
En el caso del decreto-delegado, el Congreso de la Unión transmite al Ejecutivo facultades
legislativas. Esta situación podría presentarse en el caso previsto por el artículo 29 constitucional,
según el cual el Ejecutivo puede suspender las garantías individuales a raíz de invasión, perturbación
grave de la paz pública o cualquier otro motivo que ponga a la sociedad en grave peligro. En estas
circunstancias el Congreso concede la autorización necesaria para que el Ejecutivo haga frente a la
situación.
Reglamento
Es un acto jurídico formalmente administrativo que tiene su origen en una disposición de presidente de
la República. Es materialmente legislativo, en razón de que crea situaciones jurídicas, generales,
abstractas e impersonales, por medio de las cuales se desarrollan y complementan en detalle las
normas de una ley a efecto de hacerla aplicable.
Formalmente administrativo se refiere a que proviene del Poder Ejecutivo, y materialmente
legislativo, quiere decir que tiene la misma esencia que una ley.
Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que “su finalidad es tomar
el mandato previsto por la ley y desarrollarlo, concretizándolo cuanto sea necesario para hacerla
efectiva”. Apéndice 1965 del S.J.F., Segunda Sala, tesis jurisprudencial 224, S.J.F., VII época, vol. 54.
Circulares
Estas disposiciones son comunicaciones o avisos expedidos por los superiores jerárquicos, mediante
los cuales dan instrucciones a sus subordinados acerca del régimen interior de las oficinas o su
funcionamiento en relación con el público, o para aclarar a los subordinados el sentido en que se
deben aplicar las disposiciones legales ya existentes. Por medio de una circular no es posible
establecer derechos u obligaciones a cargo de los contribuyentes.
Jurisprudencia
En el sistema jurídico mexicano, de acuerdo con los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo la
jurisprudencia será creada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación al funcionar en Pleno o en
Salas, siendo obligatoria para los tribunales colegiados, unitarios de circuito, juzgados de circuito,
tribunales judiciales del fuero común, tribunales administrativos federales y tribunales de trabajo.
También puede ser creada por los tribunales colegiados de circuito en materia de su
competencia exclusiva. Éste tipo de jurisprudencia es obligatorio para los demás tribunales a sí como
para los juzgados de distrito, tribunales judiciales del fuero común y tribunales administrativos y del
trabajo que funcionen dentro de su jurisdicción territorial.